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2019
Origen del archivo: El estudio de los archivos y su documentación es tan antiguo como la
organización social de la humanidad, sus orígenes se podrían remontar a la aparición de la
escritura. Los primeros archivos aparecen con los primeros imperios, eran una herramienta de
control de la población y de la riqueza.
El más antiguo significado de !a palabra archivo es lugar donde se conservan los documentos
(Sandri: 1969,107. Lodoloni: 1990,50). Los templos y los palacios de las antiguas civilizaciones eran
los lugares por excelencia para la constitución de estos depósitos. Los más antiguos se remontan al
4000 a. C., en el Antiguo Oriente, En la ciudad de Ebla, en Mesopotamia, se han encontrado
numerosas tablas de barro, dispuestas en estantes de madera y en distintas salas: grandes
volúmenes de documentos, órdenes de gobierno, sentencias judiciales, cuentas, actos privados,
que indican la existencia de una sociedad muy organizada en el momento en que fue truncada. Así
mismo, los palacios de Lagash, Maarí, Nínive, Ugarit, etc.
La caída del Imperio Romano supuso la desaparición de la compleja administración que había
desarrollado; más aún, se derrumbó la idea romana de salud pública y bien común frente al ideal
de vida privada, que se convirtió en factor predominante de la nueva civilización. Del Estado como
res pública se pasó a la consideración del Estado propiedad personal de quien ejercía el gobierno.
En consecuencia, la noción de archivo público de la época anterior desapareció. El derecho o
facultad para crear archivos, ius archivi, transmitido a la Edad Media por el Código Justiniano,
correspondería a quienes gozaban de la autoridad para legislar: emperadores, soberanos y
pontífices (Lodoloni: 1991, 52-56).
A mediados del siglo XVI se establece un nuevo sistema administrativo, el estado moderno, que
desaparecerá con las revoluciones burguesas de final de siglo XVIII y primera mitad del XIX. Este
sistema de gobierno, caracterizado por unas monarquías absolutistas y centralizadoras, provoco el
nacimiento de los primeros archivos de estado, en los que se concentró toda la documentación
generada por la corona. Era el momento de reunir los documentos que concernían al gobierno del
estado, y que se habían mantenido dispersos hasta entonces en manos de consejeros, secretarios,
diplomáticos y demás miembros que ejercían las funciones de gobierno junto al rey. La noción de
propiedad de los archivos fue sustituida por la de archivos públicos, “depositarios de los
documentos concernientes al estado y cuya conservación era o podía ser de interés público”
(Favier. 1959,22). El archivo se convirtió en un elemento fundamental de la maquinaria
administrativa y, por tanto, adquirió una función predominanmente jurídico-política.
Los archivos pontificios, situados hasta el siglo XVI en tres grandes depósitos, el castillo del santo
ángel, la cámara apostólica y las secretarias de estado, fueron reunidos en 1611 en un único
deposito: el archivo secreto vaticano (Favier.1959, 26). También en España crearon importantes
archivos, como el de simancas en 1540, y el de indias en 1788.
Los archives nationales de Francia se crearon en 1789; el public office, en el reino único, en 1851;
en España, el archivo general central del reino en 1858 y el Archivo Histórico Nacional en 1866; y
el Archivio di Stato en Roma, en 1871 (Casanova: 1928,416-417; Favier: 1959,39-51). A partir de
este momento, los documentos procedentes de la administración central deberían ingresar en
estos archivos. Así pues, los archivos habían adquirido una doble dimensión: por un lado, eran
custodios de los deberes y derechos de los ciudadanos, y, por otro, memoria del pasado de la
nación y por ello objeto de investigación histórica. Sin embargo, hasta mediados del siglo xx
desarrollaron sobre todo esta segunda dimensión, actuando como verdaderos laboratorios de la
historia (Bautier: 1968) y dejaron de lado la función, que había primado hasta entonces, de
servicio a la administración.
Actualidad:
Con los rápidos avances en las tecnologías de la información los cuales han llegado a muchos
ámbitos, y han afectado también a los archivos. En este campo se comenzó a utilizar la informática
para gestionar los grandes volúmenes de información que se generaban; después empezó a crecer
el número de documentos creados directamente en los ordenadores y que se almacenaban en el
mismo formato electrónico en el que habían sido originados, dando lugar a documentos
electrónicos de archivo. Los archivos también han sufrido cambios en cuanto a sus funciones, ya
que deben adaptarse para acoger a los nuevos documentos electrónicos. El CIA (Consejo
Internacional de Archivos) determina que las funciones del archivo son identificar, salvaguardar y
preservar los documentos y asegurar que van a ser accesibles y comprensibles. Las actividades que
se incluyen en la función del archivo comienzan en la primera etapa del ciclo de vida de los
documentos y terminan al final de dicho ciclo, y han de tener presente el objetivo principal del
archivo, que es asegurar la creación y la preservación del valor probatorio de las actividades o
transacciones realizadas por los creadores de los documentos.
Al tratarse de documentos electrónicos, la función del archivo va a ser sometida a ciertas
modificaciones en cuanto a la creación de los documentos, su valoración y selección, su
preservación, su acceso y su uso.
No se puede decir todavía que se ha llegado a la “oficina sin papeles”, pero sí que cada vez son
más los documentos que nacen y viven en las organizaciones sin pasar por el formato papel
Técnicos: se deben registrar las situaciones en la toma de decisión del responsable para no delegar
equivocadamente al personal técnico de archivos.
Clasificación
Es muy importante saber cómo y dónde se va a guardar la información en las empresas, del uso y
organización que se le dé a la misma, depende la clasificación del archivo. Se puede hablar
entonces de una clasificación del archivo según la función y el uso. En activo, semiactivo e inactivo.
Archivo activo
Archivo semiactivo
Archivo permanente
Contiene la información vital para la compañía y la que va conformando su historia. A este archivo
se le denomina erróneamente archivo inactivo, porque el índice de consulta es muy bajo.
Conserva además, información que puede ser útil para la ciencia, la historia o la cultura de un país.
Representa generalmente el 10% de la documentación de la empresa. Recibe información del
archivo semiactivo o directamente del activo.
La permanencia de los expedientes (documentos) en cada uno de estos archivos depende
básicamente de la vigencia del asunto que les dio origen.
Archivo descentralizado
Categorización de archivos
Según la ley 594 del 2000: ley general de archivos título III
La creación de los archivos contemplados en los artículos 8 y 9 de la presente Ley, así como los
archivos de los organismos de control y de los organismos autónomos será de carácter obligatorio.
La aplicación del archivo en el medio actual se ha visto potenciado gracias a las tecnologías de la
información, facilitando el manejo de muchas cosas incluidas el archivo, ya que existen programas
que permiten digitalizar la gran cantidad de documentos que son necesarios para salvar
información de suma importancia en el entorno laboral, también para guardar el documento en la
red y gracias a eso en el momento en que requieran el mismo, podrá solicitado y encontrado
fácilmente.
Webgrafia:
https://prezi.com/vb8rd7t5sxyb/el-origen-del-archivo/
http://archivo-tec.blogspot.com/p/blog-page_23.html
http://www.concla.net/TeoriaArch/documentos/Los_Archivos_y_la_Archivistica%20[Mendo%20C
armona].pdf
https://prezi.com/-qazld_3if7v/cualidades-del-archivo-y-del-archivista/
https://prezi.com/_zj09ijcmqs6/clasificacion-de-archivo-segun-su-uso-y-organizacion/
https://prezi.com/uruw17zlajzi/categorizacion-de-los-archivos/