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UNIVERSIDAD SANTA LUCIA

Maestría Salud Publica con énfasis en Epidemiologia


VIGILANCIA EPIDEMIOLÓGICA

PROTOCOLO: MALARIA

Docente del curso:

Dra. Alice Bonilla. MSc.

Estudiante:

Mónica Samira Suárez Álvarez

I Cuatrimestre, 2019
INTRODUCCIÓN

La malaria es causada por los parásitos del género Plasmodium. Cuatro especies de
Plasmodium (Falciparum, Vivax, Ovale y Malariae) causan enfermedades en los humanos,
y los humanos son su único reservorio relevante.
La transmisión requiere un hospedador de mosquito (Anópheles) intermedio, que se
encuentra en todo el mundo. Tras la exposición (una picadura de mosquito infectado), el
período de incubación varía entre una y cuatro semanas en la mayoría de los
casos. Dependiendo de las especies de Plasmodium involucradas, son posibles períodos de
incubación mucho más largos.
En los últimos años el número de casos de malaria se ha reducido sustancialmente en varios
de los 21 países endémicos en Las Américas.
Con respecto a la transición de los programas de control hacia la eliminación, la OMS
propone que debe darse una primera re orientación del programa cuando la tasa de positividad
de láminas (o pruebas rápidas) sea inferior a 5% con base en información que sea
representativa de la totalidad del área endémica. Esto no es igual en todos los países, lo
esencial es que la carga de enfermedad se haya reducido a un nivel que permita un
seguimiento individual para cada paciente de malaria. Esta es la característica fundamental
en el cambio que debe darse en los programas de malaria que tengan perspectivas de
eliminación. Alcanzar esta condición del programa depende de la capacidad de los sistemas
de salud, el acceso a los servicios, las comunicaciones, cuestiones de infraestructura y
transporte y se considera que difícilmente un programa puede cumplir con los requerimientos
de la eliminación en condiciones de más de 5% de positividad o incidencia anual mayor de
5 casos por 1.000 habitantes.
En Costa Rica la malaria se ha presentado con características de endemia desde 1990,
restableciéndose la transmisión en amplias regiones de la Vertiente Atlántica y dispersándose
a otras áreas del país. Se considera área malárica, por debajo de 600 mts snm,
aproximadamente el 70% de los 51.000 Km2 de superficie territorial con una población en
riesgo estimada para el año 2015 de 1.892.426 habitantes.
a-Descripción de la enfermedad
 Etiología: La malaria es causado por un parásito denominado Plasmodium sp que se
transmite a través de la picadura de mosquitos infectados. En el organismo humano,
los parásitos se multiplican en el hígado y después infectan los glóbulos rojos.
Se ha identificado cinco especies de Plasmodium que puede afectar al hombre:
• P. vivax, • P. falciparum, • P. malariae, • P. ovale, • P. knowlesi.

 Cuadro clínico: Se destaca por presentar fiebre, cefalea, vómitos. Los síntomas
aparecen 10 a 15 días después de la picadura del mosquito. Si no se trata, la malaria
puede poner en peligro la vida del paciente en poco tiempo, pues altera el aporte de
sangre a órganos vitales

 Periodo de incubación: El período de incubación es el tiempo entre la picada del


mosquito infectado y la aparición de los síntomas clínicos, que en el caso de P.
falciparum es de 7 a 14 días, P. vivax y P. ovale de 8 a 14 días y P. malariae de 7 a
30 días.
 Transmisibilidad: La enfermedad se transmite por la picada de un mosquito hembra
infectada con los parásitos.
Los mosquitos se pueden infectar de la sangre de pacientes mientras se encuentren
gametocitos infectantes, esto varía con la especie y cepa del parásito y con la
respuesta al tratamiento.
El paciente no tratado o con dosis insuficiente, son fuentes de infección para los
mosquitos por largos períodos.
La transmisión por transfusión se puede dar mientras permanezcan en la sangre
circulante formas asexuadas.
Cualquier componente que contenga eritrocitos puede transmitir la infección de las
formas asexuales intra eritrocitarias del parásito (Organization, 2010).
A pesar de la disminución de la infectividad de los parásitos durante el
almacenamiento a 4-8°C, todas las especies pueden sobrevivir al menos una semana.
Se han registrado algunos casos de transmisión después de transfusión de productos
con 10 y 21 días de almacenamiento a 4-8°C por P. vivax y P. falciparum,
respectivamente.

 Susceptibilidad y resistencia: Investigadores han descubierto que la protección


contra la forma más grave de la malaria está relacionada con la variación natural en
los genes de los glóbulos rojos humanos. Un estudio de ‘Wellcome Trust Sanger
Institute’, ‘Wellcome Trust Center for Human Genetis’ y colaboradores
identificó una reorganización genética de los receptores de glicoforina de los glóbulos
rojos que confiere un 40 por ciento menos de riesgo de la malaria severa.
Los parásitos de “Plasmodium” infectan los glóbulos rojos humanos y entran a través
de los receptores en la superficie de la célula. Estudios anteriores sobre la resistencia
natural a la malaria habían implicado una sección del genoma humano cerca de un
grupo de genes receptores. Estos receptores -glicoforinas– se encuentran en la
superficie de los glóbulos rojos y están entre los muchos receptores que se unen a
“Plasmodium falciparum”, pero solo ahora se ha demostrado que participan en la
protección contra la malaria.

b- Situación Epidemiológica
La malaria no es un problema exclusivo de los países tropicales, sino que es global y
afecta a más de 100 países del mundo. Los cambios de clima y los movimientos
poblacionales pueden alterar el mapa de distribución.
Más de 2.500 millones de personas viven en riesgo de adquirir la enfermedad. Entre
300 y 500 millones de personas se enferman de malaria anualmente y mueren cerca
de 3 millones por año. Cada minuto, de 3 a 5 niños mueren de malaria. Cada hora, la
malaria ocasiona más decesos que los que produjo la epidemia de ÉBOLA en Zaire
en 1995. Sin embargo, la malaria no es reconocida en el primer mundo como una
catástrofe de salud pública, como si ha ocurrido con el ÉBOLA o el SIDA.
La Región de África de la OMS soporta una parte desproporcionada de la carga
mundial de paludismo. En 2016, el 90% de los casos y el 91% de los fallecimientos
por la enfermedad se produjeron en esta Región.
Quince países, todos ellos del África subsahariana, excepto la India, sufrieron el 80%
de la carga mundial de esta enfermedad.
En las zonas donde la transmisión del paludismo es elevada, los niños menores de
cinco años son especialmente vulnerables a contraer la infección, enfermar y fallecer;
más de dos tercios (el 70%) de las muertes por paludismo se registran en este grupo
de edad.
La malaria amenaza cada año a cerca de 2.000 millones de personas en la región del
Asia Pacífico, donde se espera reducir el número de casos de contagio y muerte en un
75 por ciento, según indicó hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS).
30 millones de casos y 42.000 muertes por paludismo se registraron en la región del
Asia Pacífico, principalmente en India, Indonesia, Pakistán, Birmania (Myanmar) y
Papúa Nueva Guinea.
Después de África, Asia es el continente en el que es mayor la incidencia de esta
enfermedad y también la cifra de muertes por malaria.
La malaria fue erradicada de España oficialmente en 1964. Sin embargo, en la
actualidad en nuestro país se registran anualmente cientos de casos importados. En
este sentido, el estudio del vector se postula de gran importancia para inferir posibles
escenarios de transmisión, ya sea de tipo esporádico o regular.
El número de casos importados de paludismo está aumentando, debido
probablemente al aumento de los viajes a países endémicos (inmigración, turismo,
cooperación o negocios), así como por inmigrantes que vuelven a esas zonas para
visitar a sus familias.
El número de casos de paludismo declarados a la Red Nacional de Vigilancia
Epidemiológica se mantuvo desde el año 2000 en 300-400 casos anuales, si bien estos
últimos años se observa un aumento, llegando a cerca de los 500 casos en 2012. Los
484 casos declarados en el año 2012 fueron todos importados. El 69% eran hombres
(razón hombre/mujer de 2,2). Por grupos de edad, la mayoría de los casos se
encontraban en el grupo de 31-40 años (el 37% de los casos en hombres y el 27% en
mujeres).
Después de un descenso sostenido en el número de casos de malaria desde 2005 hasta
2014 en la Región de las Américas, se observó un aumento entre 2015, 2016, y 2017.
En 2016, nueve países de la Región (Colombia, Ecuador, El Salvador, Guyana, Haití,
Honduras, Nicaragua, Panamá y Venezuela) notificaron un aumento de casos de
malaria.
En 2017, cinco países notificaron un incremento de casos: Brasil, Ecuador, México,
Nicaragua y Venezuela. Adicionalmente, Cuba y Costa Rica notificaron casos
autóctonos y Honduras registro casos de malaria en un área donde no se habían
detectado casos recientemente.
En Nicaragua entre la semana 1 y la semana 52 de 2017, se notificaron 10.846 casos
de malaria, lo que representa un aumento con respecto al mismo periodo 2016 cuando
se notificaron 6209 casos. La mayoría de los casos se han presentado en la Región
Autónoma de la Costa Caribe Norte.
En Guatemala, en 1956 se desarrolló un programa de control y erradicación para la
malaria; se realizaron investigaciones sobre el área endémica, vectores,
susceptibilidad a insecticidas, encuestas hemáticas. Los casos de malaria aumentaron
de forma progresiva de tal forma que para el 2000 se tenía un registro de 50 000 casos
de malaria; es en ese mismo año, junto con otros 192 países, donde es signataria de
los Objetivos de Desarrollo de Milenio, en el objetivo número seis donde se
contempla la disminución del VIH/sida, malaria y tuberculosis.
Según los datos registrados por el Sistema Gerencial de Salud (SIGSA) del MSPAS,
reporta que hasta la semana epidemiológica número 41 (del 08 al 14 de octubre 2018)
reporta 2,644 casos, siendo confirmados el 100% y concentrados principalmente en
algunos municipios de los departamentos de Escuintla (66% del total), Izabal (11%)
y Alta Verapaz (10%). Además, se registra una reducción a nivel nacional del 35%
comparando el mismo periodo del 2016 y 2017.
Actualmente el MSPAS está finalizando el “Plan Estratégico hacia la eliminación de
la malaria (paludismo)”, el cual incluye las estrategias mundiales de lucha contra la
malaria 2016-2030, se consideran tres pilares: asegurar el acceso universal a las
medidas de prevención, diagnóstico y tratamiento; acelerar los esfuerzos hacia la
eliminación de la malaria y lograr el estatus de zona libre de malaria; y transformar
la vigilancia de la malaria como una estrategia fundamental.

Desde 1957 - 2012 se han notificado en Costa Rica 93.030 casos de Malaria, 91.486
por Plasmodium Vivax (98.34%), 1517 por Plasmodium Falciparum (1.63%), y 27
por Plasmodium Malariae (0,03%). La década de mayor notificación fue la de los
90’s, donde se contabilizaron 44.707 casos (48% del total de casos reportados). Los
años con mayor número de casos notificados fueron 1992 (6951), 1996 (5840) y 1998
(5148).

Costa Rica ha sido un país de baja incidencia malárica, la mayoría de los casos se
concentran en la Región Huetar Atlántica, específicamente en el canon de Matina. La
incidencia de la malaria empezó a reducirse en el país a partir de 1999, pero en 2005
se observó un repunte que podría ser peligroso si no se controla.

Los años con menor notificación son el 2012 (8 casos), 2011 (17), 1982 (112) y 2010
(114). “Queda claro que Costa Rica tiene todas las probabilidades de erradicar la
malaria, es difícil porque es un país tropical, con fronteras abiertas, entre otras cosas;
Tres años consecutivos con cifras descendentes, es algo que ocurre por primera vez
en la historia.

El Ministerio de Salud, notifico un acumulado de 12 casos autóctonos de malaria en


2017, distribuidos en los cantones de San Carlos (6 casos), Matina (3 casos) y
Sarapiquí (3 casos). Esto representa un incremento con respecto al 2016 cuando se
notificaron 4 casos autóctonos. La detección de casos en estas localidades evidencia
el riesgo del restablecimiento de la transmisión en áreas donde persisten las
condiciones ecológicas que la favorecen.

En el 2015 el país lanzó el “Plan de eliminación de la malaria en Costa Rica, 2015-


2020”, cuyos objetivos son eliminar la trasmisión de la malaria en Costa Rica
mediante la implementación de las seis áreas estratégicas: Vigilancia epidemiológica,
Vigilancia basada en laboratorio, Manejo Integrado de vectores, Comunicación social
y participación social, Atención médica y Manejo de ambiente para el 2020”. 
c- Definición operativa de casos
 Probable: Sospechoso Persona que reside o ha visitado en área malárica o que
proceda de un país con transmisión activa en los últimos 40 días y que presenta un
cuadro de fiebre intermitente (después de un lapso sin fiebre puede repetirse en ciclos
de escalofríos, fiebre y sudoración todos los días, en días alternos o cada tercer día)
que por regular se acompaña de alguno de los siguientes síntomas: Escalofríos,
sudoración, dolor de cabeza, dolor muscular.
 Confirmado: Paciente con sintomatología y positivo por laboratorio en gota gruesa.
 Descartado: Laboratorio negativo por gota gruesa.

d- Procedimiento de Vigilancia
 Detección: La detección de casos de malaria puede realizarse en diferentes
escenarios:
• Por vigilancia pasiva en los servicios de salud en la captación de casos que cumplen
con la definición de caso sospechoso.
• Por vigilancia activa: Por encuestas, búsqueda de casos asintomáticos y Por personal
de salud (ATAPS), la detección y toma de gota gruesa de casos sospechosos.
 Notificación: Todo caso confirmado de malaria debe ser notificado de manera
individual e inmediata. Siguiendo lo establecido en el reglamento de vigilancia de
salud.
Los casos detectados los fines de semana o feriados se deben notificar de manera
inmediata al teléfono del CNE- RSI (506) 88460621
Notificación obligatoria al Ministerio de Salud de cada caso sospechoso en las
siguientes 24 horas de detectado el mismo.
Investigación epidemiológica del 100% de los casos y focos en menos de 48 horas de
detectado el mismo.
Análisis local por parte del Ministerio de Salud y en las CILOVIS sobre situación de
notificación de casos sospechosos en zonas de riesgo.
Capacitación y/o sensibilización al personal de los servicios de salud y de las
empresas principalmente agrícolas sobre los síntomas y signos de la Malaria dentro
del contexto epidemiológico, para lograr la sospecha clínica, notificación y abordaje
oportuno del caso.

Cadena Epidemiología
 Investigación: SOSPECHOSO, PROBABLE, CONFIRMADO
 Diagnostico
El estándar de oro para la confirmación de laboratorio de la malaria sigue siendo la
identificación de parásitos de la malaria en las películas de sangre. Los métodos
alternativos para el diagnóstico de laboratorio incluyen:
1) detección de antígenos mediante pruebas de diagnóstico rápido, una alternativa útil
en situaciones donde no se dispone de un diagnóstico microscópico confiable.
2) diagnóstico molecular, que es más preciso que la microscopía, pero también más
costoso y (actualmente todavía) requiere un laboratorio especializado.
3) serología, utilizando inmuno fluorescencia indirecta (IFA) o ensayo inmuno
absorbente ligado a enzimas (ELISA). La serología no detecta la infección actual,
sino que mide las experiencias pasadas de malaria.

 Tratamiento: El manejo de esta enfermedad depende de dos factores: Un diagnóstico


temprano y un tratamiento rápido y eficaz.
El tratamiento de la Malaria por Plasmodium vivax, P. Falciparum y P. Malariae es
generalmente una combinación de Cloroquina durante 3 días y Primaquina durante
14 días, siempre y cuando no se trate de una cepa resistente a la cloroquina. Ambos
fármacos se administran al mismo tiempo, es decir, la Cloroquina con la Primaquina
durante los primeros 3 días y sólo la Primaquina por los restantes 11 días.
Para los pacientes con más de 70 kg la dosis de Primaquina se debe ajustar por kg de
peso. Este tratamiento puede ser dado en 7 días duplicando la dosis diaria de
Primaquina, de modo que la dosis total se mantiene igual, facilita el tratamiento
supervisado y mejora la adherencia al tratamiento. Los casos de malaria no
complicada por lo general no necesitan ser hospitalizados. Sin embargo, el
tratamiento debe ser estrictamente supervisado por un funcionario de salud.

Tratamiento para adultos, niños y mujeres embazadas en casos de P. vivax, P.


malariae y P. ovale no resistentes a Cloroquina

Adultos: Cloroquina: se inicia con 10mg/kg, al segundo día 7,5mg/kg y al tercer día
7,5mg/ kg para completar una dosis total de 25mg/kg ó a una dosis de 25 mg/kg
dividido en tres días.
Primaquina: se recomienda a una dosis de 15mg por día por 14 días a una dosis de
0.25mg/kg ó una dosis de 30mg/Kg por día por 7 días.
Niños:
• Niños menores de 6 meses: Los niños menores de 6 meses con diagnóstico de
malaria recibirán los primeros tres días 37,5 mg equivalentes a un cuarto de pastilla
de cloroquina. Seguidamente se recomienda una dosis cada 21 días hasta cumplir los
seis meses. Cumplidos los 6 meses debe completarse el esquema de tratamiento con
primaquina* a una dosis recomendada de 0.25mg/kg durante 14 días.
• Niños mayores de 6 meses:
Cloroquina se inicia con 10mg/kg al segundo día 7,5mg/kg y al tercer día 7,5mg/kg
para completar una dosis total de 25mg/kg.
Primaquina: se recomienda a una dosis de 0.25mg/kg durante 14 días.

Mujeres Embarazadas: Cloroquina: Se recomienda a una dosis de 300 mg por


semana durante todo el embarazo. Una vez finaliza el embarazo, la madre
diagnosticada con malaria que no va a dar lactancia debe recibir Primaquina y
Cloroquina de cura radical en los esquemas habituales. La madre que va a dar
lactancia materna es recomendable mantener una dosis de 300 mg por semana durante
el periodo de lactancia hasta los primeros 6 meses.

 Medidas de prevención y control


La lucha anti vectorial es el medio principal de reducir la transmisión del paludismo. Si
la cobertura de las intervenciones de esta índole es suficiente en una zona determinada,
se protegerá a toda la comunidad.
La OMS recomienda proteger a todas las personas expuestas a contraer la enfermedad
mediante medidas eficaces de lucha antivectorial. Para el control efectivo del vector,
recomienda proteger a toda la población que se encuentra en riesgo de infectarse. Hay
dos métodos de lucha contra los vectores que son eficaces en circunstancias muy diversas:
los mosquiteros tratados con insecticidas y la fumigación de interiores con insecticidas
de acción residual.
 Fumigación: La fumigación de interiores con insecticidas de acción residual (FIAR)
es una intervención potente que reduce en poco tiempo la transmisión del paludismo.
Su eficacia se obtiene cuando se fumiga al menos el 80% de las casas de las zonas
destinatarias. La FIAR es eficaz durante 3 a 6 meses, dependiendo de los insecticidas
utilizados y del tipo de superficie fumigada. En algunos lugares, es preciso repetir la
operación varias veces para proteger a la población durante toda la temporada de
transmisión del paludismo.
 Uso de repelente
 Uso de mosquitero: Se utilizan preferentemente en los programas de salud pública,
están impregnados con insecticidas de acción prolongada. En la mayoría de los
lugares, la OMS recomienda distribuir este tipo de mosquiteros a todas las
poblaciones en riesgo. La forma más costo eficaz de conseguirlo es suministrarlos
gratuitamente, de modo que todas las personas tengan acceso a ellos en las mismas
condiciones
 Uso de ropa que cubra partes expuestas del cuerpo

 Vacunación: La vacuna RTS,S/AS01 (RTS,S) —conocida también como


Mosquirix™— es una vacuna inyectable que proporciona una protección parcial
contra el paludismo en niños pequeños y que está siendo evaluada en el África
subsahariana como instrumento de control complementario que podría añadirse (pero
no remplazar) al paquete básico de medidas preventivas, diagnósticas y terapéuticas
recomendadas por la OMS.
En julio de 2015, la Agencia Europea del Medicamento, una autoridad de
reglamentación farmacéutica rigurosa, emitió una opinión positiva sobre la vacuna.
En octubre de 2015, dos grupos consultivos de la OMS recomendaron la aplicación
experimental de la vacuna RTS,S/ASO1 en un número limitado de países africanos.
La OMS adoptó estas recomendaciones y es firme partidaria de realizar estos estudios
experimentales como siguiente paso para conseguir la primera vacuna contra el
paludismo.

 Profilaxis: Principalmente para viajeros con exposición a riesgo es necesario tomar


fármacos antimaláricos.
No es 100% eficaz, pero juntamente con los repelentes de insectos y el uso de redes
mosquiteras, las posibilidades de infectarse son mínimas. La quimioprofilaxis se hace
cada vez más compleja debido al aumento de la resistencia del parásito a los
medicamentos, que varía mucho de continente para continente y por veces, dentro de
cada país, de región para región, los efectos colaterales de la mayoría de los anti-
maláricos y del padrón de distribución de la enfermedad.

Se deben tomar desde el día antes de llegar a la zona de riesgo (en el caso de
Cloroquina semanal debe iniciarse una semana antes), y continuar de 1 a 4 semanas
después de dejar la zona palúdica (dependiendo del preparado). Ante un viaje a otro
país es indispensable ir a un centro especializado en medicina del viajero, con la
suficiente antelación. Los fármacos varían en función del parásito predominante en
la zona, y sus posibles resistencias a los fármacos a utilizar.

Doxiciclina: Para profilaxis de corta y mediana duración, en zonas con multi-


resistencia a los anti-maláricos; para los epilépticos que se desplazan a zonas donde
hay resistencia a la Cloroquina y Proguanil.
Dosis de adulto: 100mg diarios. Duración: Desde 1 semana antes de la partida hasta
4 semanas después del regreso.
Embarazadas y lactancia: Contraindicado.
Infancia: No recomendado para menores de 12 años.
Contraindicaciones: Embarazo, lactancia, lupus eritematoso sistémico, porfiria.
Efectos secundarios: Fotosensibilidad y esofagitis (tomar los comprimidos después
de comer y con bastante agua).
Uso prolongado: Máximo de 3 meses.

e- Medidas en caso de brote


Vigilancia de campo, estudio de contactos, fumigación de área endémica.
f- Indicadores y Monitoreo y evaluación
La vigilancia consiste en hacer un seguimiento de la enfermedad y de las respuestas
programáticas, así como en la adopción de medidas basadas en los datos recibidos.
En la actualidad, muchos países en los que la prevalencia del paludismo es elevada
no disponen de suficientes sistemas de vigilancia y no son capaces de analizar la
distribución y las tendencias de la enfermedad, por lo que no pueden responder de
forma óptima ni controlar los brotes.

Es fundamental mantener una vigilancia eficaz allí donde se encuentra la enfermedad


hasta lograr su eliminación. En la Estrategia Técnica Mundial contra la Malaria 2016-
2030 se recomienda que los países conviertan la vigilancia en una intervención básica.
Si se dispone de sistemas de vigilancia sólidos, es posible aplicar las medidas de los
programas de forma óptima para:
Promover la inversión de agentes nacionales e internacionales de forma que
corresponda a la carga de paludismo en cada país o zona dentro de los países;
Asignar recursos a las poblaciones que más los necesitan y a las intervenciones más
eficaces para lograr el máximo impacto en términos de salud pública;
Evaluar periódicamente si los planes avanzan según lo esperado y si es necesario
ampliar el alcance o el tipo de intervenciones que se efectúan;
Explicar el impacto de la financiación recibida y permitir que la población, sus
representantes electos y los donantes determinen si resulta rentable; y
Evaluar si se han alcanzado los objetivos del programa, fijándose en las
intervenciones que han funcionado para mejorar la eficacia y la eficiencia de los
programas.
Es preciso reforzar con urgencia los sistemas de vigilancia para responder oportuna y
eficazmente a la enfermedad en las regiones en que es endémica, prevenir los brotes
y epidemias, hacer un seguimiento de los progresos alcanzados y conseguir que los
gobiernos y la comunidad internacional asuman la responsabilidad de la lucha contra
el paludismo
g-Conclusiones
La malaria, como enfermedad y como proceso natural, se debe analizar tomando en
consideración varios aspectos: influencia del entorno, el parásito, el mosquito y la
evolución del proceso salud- enfermedad. Se evidencia la importancia de las acciones
de promoción, prevención, tratamiento y rehabilitación, con el fin de influir sobre la
realidad social como agentes de cambio para mejorar la calidad de vida de la
población.
El control debe ubicarse en los factores que influyen en la transmisión y propagación
de la enfermedad, pues este ente que se conforma por vector, parásito, huésped,
ambiente y condiciones determinantes (economía, política y sociedad) se manifiesta
en la aparición de la enfermedad y en algunos casos en el surgimiento de epidemias.
La OPS/OMS insta a fortalecer las acciones de vigilancia y control de la enfermedad,
en especial las medidas relacionadas con la detección temprana de casos, el
diagnóstico oportuno y el inicio inmediato del tratamiento. La acción principal para
controlar la transmisión de la malaria es reducir las demoras entre el inicio de los
síntomas y el tratamiento del caso, asa como emprender acciones oportunas de
investigación –respuesta.
En áreas endémicas con transmisión activa, el análisis periódico de los datos debe
permitir identificar conglomerados de casos y poblaciones en riesgo para dirigir
esfuerzos de búsquedas activa y mejorar la oferta de diagnóstico y tratamiento.
La estrategia técnica mundial contra el paludismo 2016-2030, aprobada por la
Asamblea Mundial de la Salud en mayo de 2015, es un marco técnico para todos los
países donde el paludismo es endémico. El objetivo de la estrategia es dar orientación
y apoyo a los programas nacionales y regionales en su labor de lucha y eliminación
del paludismo.
La estrategia establece metas ambiciosas pero realistas a nivel mundial:
 reducir la incidencia del paludismo al menos en un 90% para 2030;
 reducir la mortalidad por paludismo al menos en un 90% para 2030;
 eliminar la enfermedad al menos en 35 países para 2030;
 impedir su reaparición en los países en los que se ha certificado su ausencia.
Referencias Bibliográficas

1. Norma de Malaria, Ministerio de Salud, Caja Costarricense de Seguro Social,


Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud, San José
Costa Rica, junio 2016.
2. (https://www.ministeriodesalud.go.cr/index.php/vigilancia-de-la-salud/normas-
protocolos-yguias/enfermedades-de-transmision-vectorial/3150-norma-de-
malaria/file)
3. (https://www.ministeriodesalud.go.cr/index.php/biblioteca-de-archivos/2664-plan-
eliminacion-de-lamalaria/file)
Anexo 1. Flujo de la notificación de enfermedades de notificación obligatoria

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