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ACTA DE FORMACIÓN A FAMILIAS

Hora: 3:00 a 3:40 pm Fecha: 21-08-2018

Lugar: Institución Educativa Laureles Sede Dantas.

Unidad de Atención: Chiquitines Felices Ibagué Dantas

Temas: Crecimiento y desarrollo infantil.

Número de participantes: 18 participantes

Participantes: Padres de familia o cuidadores, mujeres gestantes.

Fomentar a los padres de familia y/o cuidadores la importancia


Objetivo: de la estimulación y acompañamiento para el desarrollo
emocional, social y cognitivo de niños y niñas en cada una de
sus etapas.
Tiempo o duración: 40 minutos.

Brindar conocimientos a los padres de familia para que de la


Resultados esperados: misma manera fortalezcan en sus NNS su desarrollo cognitivo,
social, motriz, físico.

Responsable: Ruth Magdalena Vélez Rojas-Psicóloga.

Materiales o recursos: Sillas, impresiones, vasos, bolas de hicopor.

-Actividad lúdica

-Objetivo de la capacitación.

-Presentación del tema

Metodología y actividades de -Descripción del contenido.


la formación: -Despeje de dudas

- conclusiones.

Desarrollo de las actividades: Se inicia la capacitación en donde se un juego para amenizar la


capacitación, se socializa el objetivo de la temática sensibilizando a los padres de familia o
cuidadores de la importancia del desarrollo de los niños y las niñas estimulando en su
cotidianeidad sus habilidades cognitivas, afectivas y sociales que les brinde la oportunidad de
avanzar en su desarrollo integral. La meta que se busca lograr en el desarrollo del niño o niña
es el despliegue máximo de sus capacidades y potencialidades, para que en el futuro pueda tener
un conocimiento crítico de la realidad y una participación en la sociedad. El desarrollo psicosocial
influirá significativamente en las oportunidades educativas, laborales y sociales que el niño o niña
puede tener en el futuro.
Las experiencias de los niños o niñas facilitan las funciones motora, socioemocional e intelectual.
Es fundamental, a través de las interacciones con sus padres, que los niños o niñas lleguen a
confiar en sí mismos, sentirse capaces, independientes y solidarios y que vayan aprendiendo
gradualmente a comunicarse por medio del lenguaje, a socializar, a aprender a compartir e
incorporar valores morales a su comportamiento cotidiano. Las primeras etapas del desarrollo
son básicas para el futuro del niño o niña e influyen para toda la vida en su relación con los
demás, en el rendimiento escolar, y en su capacidad para participar activamente en la sociedad.
El niño o niña necesita establecer y mantener un vínculo afectivo, esto es, una relación de cariño,
cálida y cercana, con los padres o las personas que lo cuidan. Esta relación es necesaria para
desarrollar la seguridad y confianza básicas para sentirse querido. Las relaciones afectivas son
recíprocas. La calidad de la relación afectiva adulto-niño depende de la capacidad del adulto para
responder al niño o niña y de las características de éste. El niño o niña necesita establecer
vínculos afectivos con otras personas cercanas, además de la madre, especialmente con el padre
si está presente.
Para formar esta relación de amor, el niño o niña necesita recibir de su madre, padre o persona
que lo cuida, demostraciones de cariño, cuidado y atención. Esta actitud tiene que ser continua,
diaria, estable. Así el niño o niña va desarrollando seguridad y confianza y el sentimiento de ser
valioso e importante.
El juego es la actividad más importante del niño o niña pequeño. En la interacción con el mundo
que lo rodea, el lenguaje tiene un papel fundamental. En la interacción con el mundo que lo rodea,
el niño o niña aprende a ser independiente. La mente del niño o niña, al igual que su cuerpo,
necesita ayuda, «alimento», para desarrollarse bien. Los “alimentos» o estímulos más
importantes son:

_ El cariño.
_ La alabanza.
_ El contacto con otras personas y la comunicación con ellas a través del lenguaje.
_ Los objetos para explorar y experimentar.

La estimulación implica una actitud permanente de acogida, de fomento del desarrollo social, de
la expresión de sentimientos, del interés por el mundo y por aprender, más que la sola realización
de un conjunto de actividades o la entrega de diferentes materiales de juego.
La estimulación requiere que se hagan actividades en común con el niño o niña, entretenidas,
variadas, frecuentes, motivadoras, durante sus primeros años de vida. La madre, el padre y otros
miembros de la familia pueden atender y estimular a sus hijos con los medios que tienen a su
alcance, usando su imaginación, conociendo las necesidades afectivas, sociales e intelectuales
del niño o niña y respondiendo a ellas.

_ El funcionamiento psicológico del niño o niña requiere estímulos para desarrollar capacidades
físicas (como sentarse, gatear, ponerse de pie, caminar, correr), cognitivas (como razonar,
inventar, aprender, imitar), emocionales (como expresar afecto, tolerar frustraciones, poder
esperar) y sociales (como compartir, escuchar, dar y recibir elogios). Para que el niño o niña
pueda desarrollar esas capacidades es necesario que se le permita explorar y jugar libremente,
y que se le permita tener acceso a distintas personas, objetos y situaciones diversas. Cantar
canciones y aprender rimas infantiles, dibujar y leer cuentos en voz alta son algunas de las
actividades que favorecen el desarrollo mental del niño o niña. También lo preparan para
aprender a leer y escribir. Se debe estimular al niño o niña a buscar por sí mismo solución a los
pequeños problemas que se le plantean diariamente, hay que alentarlo a tratar de hacer las cosas
bien, aunque se equivoque o le cueste trabajo al principio. Así se sentirá competente, capaz y
querrá ir afrontando nuevos desafíos. La autonomía o independencia, es decir, la capacidad que
el niño o niña tiene para aprender a hacer las cosas por sí mismo, desempeñan una función de
gran importancia en su desarrollo psicosocial. En la exploración activa de su ambiente, desde
los primeros años, el niño o niña va ejercitando sus sentidos y su capacidad de moverse y
comunicarse, desarrollando su inteligencia y aprendiendo. La inteligencia se construye a través
de las acciones que el niño o niña realiza en su medio cotidiano. Para conocer el mundo que lo
rodea, el niño o niña utiliza sus sentidos (vista, tacto, oído, olfato, gusto) y su motricidad (los
movimientos que puede hacer con su cuerpo, especialmente con sus manos). A través de la
acción y de la exploración, el niño o niña va elaborando ideas acerca de lo que son las cosas: el
tiempo, el espacio, las causas y consecuencias, la velocidad, el peso, etcétera; así aprende a
pensar, a comparar, a deducir, a inducir, a imaginar. El niño o niña va adquiriendo destrezas y
seguridad en el mundo y en sí mismo. Hay distintas formas de estimular al niño o niña a la acción
y al descubrimiento del mundo. Por ejemplo, se le puede incitar a descubrir el mundo de los
sonidos cantándole, imitando sus vocalizaciones, poniéndole música, acompañando la música
con golpes de mano o movimientos del cuerpo. También se le puede incitar a descubrir el mundo
de los gestos y actitudes, mostrando distintas expresiones en el rostro, exagerando gestos y
posturas, mirándose juntos frente a un espejo. La exploración no es sólo del mundo físico, sino
también del mundo de las personas. Poco a poco, el niño o niña va desarrollando sus
capacidades de imitar, de representar, de dramatizar, lo que le permite ir conociendo y dominando
gestos, expresiones, sentimientos. El aprendizaje se realiza mientras el niño o niña toca,
manipula y experimenta con cosas e interactúa con personas. A partir de todo esto, va
desarrollando sus conceptos y su lenguaje hasta poder llegar a entender una información más
abstracta o simbólica de la realidad. Para que el contacto con el medio sea eficaz, el niño o niña
debe tener oportunidades para preguntar, ensayar, cometer errores y aprender de ellos. Los niños
necesitan mucho tiempo (años)
de juego con objetos y situaciones reales, antes de ser capaces de entender el significado de
símbolos como las letras los números. En las distintas edades, el niño o niña va a tener
preferencia por diferentes tipos de materiales o juguetes, pero siempre necesitará objetos a su
alcance: En el primer año de vida: sonajeros y objetos para manipular, por ejemplo.
En el segundo año de vida: los juegos de arrastre, por ejemplo.
Después del segundo año: materiales para juegos de representación como disfraces y plastilina
o masa para moldear, o para armar, como bloques, rompecabezas. Los objetos adecuados se
encuentran en cualquier hogar y pueden no ser caros o complejos. Por ejemplo, objetos de la
naturaleza como piedras, conchas y árboles. También recipientes, cacerolas, cucharas, cajas
vacías, envases, pedazos de madera, o cualquier otro elemento común.
·
Cualquier objeto que sirva para dibujar, pintar, hacer sonidos. Todos ellos pueden ser tan buenos
estímulos como los más costosos juguetes. En el fondo, estímulo es todo aquello que ayuda a
desarrollar la atención y la actividad del niño o niña, que le permite explorar, pensar, y que
contribuye al desarrollo de su cuerpo y de su espíritu. Es necesario permitir al niño o niña explorar
con libertad el mundo que lo rodea. Si bien es cierto que hay que evitar los peligros y las
situaciones donde él pueda hacerse daño, el querer protegerlo de peligros no puede llevar a no
dejarlo moverse o a tenerlo encerrado. El juego favorece el desarrollo de habilidades
psicosociales y físicas. Estimula el desarrollo motor, puesto que exige al niño o niña moverse,
correr, saltar, caminar. También favorece el desarrollo de la inteligencia, porque lo lleva a explorar
el mundo que lo rodea y a repetir acciones en los objetos disponibles para conocerlos mejor. El
juego favorece el desarrollo emocional, porque a través de los juegos el niño o niña expresa sus
sentimientos y a veces resuelve conflictos emocionales. Facilita el desarrollo social porque por
medio de éste el niño o niña aprende a permanecer y jugar con otros niños, a respetar reglas, a
compartir y a convivir. El juego permite al niño o niña: Moverse y así desarrollar los músculos del
cuerpo. Explorar el mundo que lo rodea y así aprender sobre la naturaleza, las plantas, los
animales, los objetos hechos por el hombre. Aprender de los niños y personas mayores.
Desarrollar la imaginación y la creatividad. Entretenerse, divertirse y expresar los sentimientos.
Hay distintas variedades de juegos:

_ Juegos solitarios.
_ Juegos en grupo.
_ Juegos libres.
_ Juegos con reglas.
_ Juegos con adultos.
_ Juegos con niños.
_ Juegos verbales.
_ Juegos de imaginación.
_ Juegos con materiales.

Los padres pueden contribuir a reforzar la salud mental del niño o niña y los vínculos afectivos
que tienen con él mediante actividades placenteras y creativas. Cuando el niño o niña juega y
convive con otros niños aprende a ponerse en el lugar del otro, a comprender a los demás.
Además, descubre la amistad y la lealtad. Cuando presta sus juguetes o juega con los de otro,
comienza a manifestar su capacidad de compartir. También aprende a respetar reglas.

_ Mediante el juego el niño o niña aprende a conocer su cultura, tradiciones y valores morales.
Propiciar los juegos facilita el entender, valorar y mantener la cultura a la que pertenece. No se
le hace mal al niño o niña si se le quiere mucho. El cariño nunca es excesivo. Lo que lo perjudica
es la incoherencia y la falta de límites. Se brinda un espacio para que los asistentes interactúen,
jueguen con sus hijos poner en práctica el tema socializado, se despejan dudas,
recomendaciones.

Observaciones: El tema desarrollo y crecimiento infantil permite a los padres de familia o


cuidadores brindar tiempo con calidad a sus niños y niñas.
Logros y resultados obtenidos: Aceptación y agrado, participación activa, en los padres de
familia o cuidadores, comprender que el desarrollo y crecimiento infantil permite a los NNS una
fuente de armonía, espacios para conocer y comprender el mundo que les rodea.

Dificultades: No se presentaron dificultades durante el encuentro.

Conclusiones: El crecimiento permite el incremento del peso y la talla del bebé, y el desarrollo
se refiere a la maduración de las funciones del cerebro y otros órganos vitales. La maduración
somática, psicológica y social es lo que constituye el desarrollo del niño.

Compromisos establecidos: Brindar el amor que los NNS necesitan, jugar, permitirles que
expresen sus necesidades, crear hábitos, fomentar el juego en familia, participar, escuchar sus
necesidades, fomentar una buena comunicación.

Evidencia fotográfica:

FIRMAS RESPONSABLES

_____________________________ ________________________________

Docente Auxiliar Pedagógica

_______________________________ _________________________________
Coordinador Profesional que realiza la formación
ACTA DE FORMACIÓN A FAMILIAS

Hora: 3:00 a 3:40 pm Fecha: 15-08-2018

Lugar: Institución Educativa Antonio Nariño Sede la Loma.

Unidad de Atención: Chiquitines Ibagué- Vereda la Loma.

Temas: Crecimiento y desarrollo infantil.

Número de participantes: 18 participantes

Participantes: Padres de familia o cuidadores, mujeres gestantes.

Fomentar a los padres de familia y/o cuidadores la importancia


Objetivo: de la estimulación y acompañamiento para el desarrollo
emocional, social y cognitivo de niños y niñas en cada una de
sus etapas.
Tiempo o duración: 40 minutos.

Brindar conocimientos a los padres de familia para que de la


Resultados esperados: misma manera fortalezcan en sus NNS su desarrollo cognitivo,
social, motriz, físico.

Responsable: Ruth Magdalena Vélez Rojas-Psicóloga.

Materiales o recursos: Muñeco, conceptos, sillas, humano

-Actividad lúdica

-Objetivo de la capacitación.

-Presentación del tema

Metodología y actividades de -Descripción del contenido.


la formación: -Despeje de dudas

- conclusiones.

Desarrollo de las actividades: Se inicia la capacitación en donde se un juego para amenizar la


capacitación, se socializa el objetivo de la temática sensibilizando a los padres de familia o
cuidadores de la importancia del desarrollo de los niños y las niñas estimulando en su
cotidianeidad sus habilidades cognitivas, afectivas y sociales que les brinde la oportunidad de
avanzar en su desarrollo integral. La meta que se busca lograr en el desarrollo del niño o niña
es el despliegue máximo de sus capacidades y potencialidades, para que en el futuro pueda tener
un conocimiento crítico de la realidad y una participación en la sociedad. El desarrollo psicosocial
influirá significativamente en las oportunidades educativas, laborales y sociales que el niño o niña
puede tener en el futuro.
Las experiencias de los niños o niñas facilitan las funciones motora, socioemocional e intelectual.
Es fundamental, a través de las interacciones con sus padres, que los niños o niñas lleguen a
confiar en sí mismos, sentirse capaces, independientes y solidarios y que vayan aprendiendo
gradualmente a comunicarse por medio del lenguaje, a socializar, a aprender a compartir e
incorporar valores morales a su comportamiento cotidiano. Las primeras etapas del desarrollo
son básicas para el futuro del niño o niña e influyen para toda la vida en su relación con los
demás, en el rendimiento escolar, y en su capacidad para participar activamente en la sociedad.
El niño o niña necesita establecer y mantener un vínculo afectivo, esto es, una relación de cariño,
cálida y cercana, con los padres o las personas que lo cuidan. Esta relación es necesaria para
desarrollar la seguridad y confianza básicas para sentirse querido. Las relaciones afectivas son
recíprocas. La calidad de la relación afectiva adulto-niño depende de la capacidad del adulto para
responder al niño o niña y de las características de éste. El niño o niña necesita establecer
vínculos afectivos con otras personas cercanas, además de la madre, especialmente con el padre
si está presente.
Para formar esta relación de amor, el niño o niña necesita recibir de su madre, padre o persona
que lo cuida, demostraciones de cariño, cuidado y atención. Esta actitud tiene que ser continua,
diaria, estable. Así el niño o niña va desarrollando seguridad y confianza y el sentimiento de ser
valioso e importante.
El juego es la actividad más importante del niño o niña pequeño. En la interacción con el mundo
que lo rodea, el lenguaje tiene un papel fundamental. En la interacción con el mundo que lo rodea,
el niño o niña aprende a ser independiente. La mente del niño o niña, al igual que su cuerpo,
necesita ayuda, «alimento», para desarrollarse bien. Los “alimentos» o estímulos más
importantes son:

_ El cariño.
_ La alabanza.
_ El contacto con otras personas y la comunicación con ellas a través del lenguaje.
_ Los objetos para explorar y experimentar.

La estimulación implica una actitud permanente de acogida, de fomento del desarrollo social, de
la expresión de sentimientos, del interés por el mundo y por aprender, más que la sola realización
de un conjunto de actividades o la entrega de diferentes materiales de juego.
La estimulación requiere que se hagan actividades en común con el niño o niña, entretenidas,
variadas, frecuentes, motivadoras, durante sus primeros años de vida. La madre, el padre y otros
miembros de la familia pueden atender y estimular a sus hijos con los medios que tienen a su
alcance, usando su imaginación, conociendo las necesidades afectivas, sociales e intelectuales
del niño o niña y respondiendo a ellas.
_ El funcionamiento psicológico del niño o niña requiere estímulos para desarrollar capacidades
físicas (como sentarse, gatear, ponerse de pie, caminar, correr), cognitivas (como razonar,
inventar, aprender, imitar), emocionales (como expresar afecto, tolerar frustraciones, poder
esperar) y sociales (como compartir, escuchar, dar y recibir elogios). Para que el niño o niña
pueda desarrollar esas capacidades es necesario que se le permita explorar y jugar libremente,
y que se le permita tener acceso a distintas personas, objetos y situaciones diversas. Cantar
canciones y aprender rimas infantiles, dibujar y leer cuentos en voz alta son algunas de las
actividades que favorecen el desarrollo mental del niño o niña. También lo preparan para
aprender a leer y escribir. Se debe estimular al niño o niña a buscar por sí mismo solución a los
pequeños problemas que se le plantean diariamente, hay que alentarlo a tratar de hacer las cosas
bien, aunque se equivoque o le cueste trabajo al principio. Así se sentirá competente, capaz y
querrá ir afrontando nuevos desafíos. La autonomía o independencia, es decir, la capacidad que
el niño o niña tiene para aprender a hacer las cosas por sí mismo, desempeñan una función de
gran importancia en su desarrollo psicosocial. En la exploración activa de su ambiente, desde
los primeros años, el niño o niña va ejercitando sus sentidos y su capacidad de moverse y
comunicarse, desarrollando su inteligencia y aprendiendo. La inteligencia se construye a través
de las acciones que el niño o niña realiza en su medio cotidiano. Para conocer el mundo que lo
rodea, el niño o niña utiliza sus sentidos (vista, tacto, oído, olfato, gusto) y su motricidad (los
movimientos que puede hacer con su cuerpo, especialmente con sus manos). A través de la
acción y de la exploración, el niño o niña va elaborando ideas acerca de lo que son las cosas: el
tiempo, el espacio, las causas y consecuencias, la velocidad, el peso, etcétera; así aprende a
pensar, a comparar, a deducir, a inducir, a imaginar. El niño o niña va adquiriendo destrezas y
seguridad en el mundo y en sí mismo. Hay distintas formas de estimular al niño o niña a la acción
y al descubrimiento del mundo. Por ejemplo, se le puede incitar a descubrir el mundo de los
sonidos cantándole, imitando sus vocalizaciones, poniéndole música, acompañando la música
con golpes de mano o movimientos del cuerpo. También se le puede incitar a descubrir el mundo
de los gestos y actitudes, mostrando distintas expresiones en el rostro, exagerando gestos y
posturas, mirándose juntos frente a un espejo. La exploración no es sólo del mundo físico, sino
también del mundo de las personas. Poco a poco, el niño o niña va desarrollando sus
capacidades de imitar, de representar, de dramatizar, lo que le permite ir conociendo y dominando
gestos, expresiones, sentimientos. El aprendizaje se realiza mientras el niño o niña toca,
manipula y experimenta con cosas e interactúa con personas. A partir de todo esto, va
desarrollando sus conceptos y su lenguaje hasta poder llegar a entender una información más
abstracta o simbólica de la realidad. Para que el contacto con el medio sea eficaz, el niño o niña
debe tener oportunidades para preguntar, ensayar, cometer errores y aprender de ellos. Los niños
necesitan mucho tiempo (años)
de juego con objetos y situaciones reales, antes de ser capaces de entender el significado de
símbolos como las letras los números. En las distintas edades, el niño o niña va a tener
preferencia por diferentes tipos de materiales o juguetes, pero siempre necesitará objetos a su
alcance: En el primer año de vida: sonajeros y objetos para manipular, por ejemplo.
En el segundo año de vida: los juegos de arrastre, por ejemplo.
Después del segundo año: materiales para juegos de representación como disfraces y plastilina
o masa para moldear, o para armar, como bloques, rompecabezas. Los objetos adecuados se
encuentran en cualquier hogar y pueden no ser caros o complejos. Por ejemplo, objetos de la
naturaleza como piedras, conchas y árboles. También recipientes, cacerolas, cucharas, cajas
vacías, envases, pedazos de madera, o cualquier otro elemento común.
·
Cualquier objeto que sirva para dibujar, pintar, hacer sonidos. Todos ellos pueden ser tan buenos
estímulos como los más costosos juguetes. En el fondo, estímulo es todo aquello que ayuda a
desarrollar la atención y la actividad del niño o niña, que le permite explorar, pensar, y que
contribuye al desarrollo de su cuerpo y de su espíritu. Es necesario permitir al niño o niña explorar
con libertad el mundo que lo rodea. Si bien es cierto que hay que evitar los peligros y las
situaciones donde él pueda hacerse daño, el querer protegerlo de peligros no puede llevar a no
dejarlo moverse o a tenerlo encerrado. El juego favorece el desarrollo de habilidades
psicosociales y físicas. Estimula el desarrollo motor, puesto que exige al niño o niña moverse,
correr, saltar, caminar. También favorece el desarrollo de la inteligencia, porque lo lleva a explorar
el mundo que lo rodea y a repetir acciones en los objetos disponibles para conocerlos mejor. El
juego favorece el desarrollo emocional, porque a través de los juegos el niño o niña expresa sus
sentimientos y a veces resuelve conflictos emocionales. Facilita el desarrollo social porque por
medio de éste el niño o niña aprende a permanecer y jugar con otros niños, a respetar reglas, a
compartir y a convivir. El juego permite al niño o niña: Moverse y así desarrollar los músculos del
cuerpo. Explorar el mundo que lo rodea y así aprender sobre la naturaleza, las plantas, los
animales, los objetos hechos por el hombre. Aprender de los niños y personas mayores.
Desarrollar la imaginación y la creatividad. Entretenerse, divertirse y expresar los sentimientos.
Hay distintas variedades de juegos:

_ Juegos solitarios.
_ Juegos en grupo.
_ Juegos libres.
_ Juegos con reglas.
_ Juegos con adultos.
_ Juegos con niños.
_ Juegos verbales.
_ Juegos de imaginación.
_ Juegos con materiales.

Los padres pueden contribuir a reforzar la salud mental del niño o niña y los vínculos afectivos
que tienen con él mediante actividades placenteras y creativas. Cuando el niño o niña juega y
convive con otros niños aprende a ponerse en el lugar del otro, a comprender a los demás.
Además, descubre la amistad y la lealtad. Cuando presta sus juguetes o juega con los de otro,
comienza a manifestar su capacidad de compartir. También aprende a respetar reglas.

_ Mediante el juego el niño o niña aprende a conocer su cultura, tradiciones y valores morales.
Propiciar los juegos facilita el entender, valorar y mantener la cultura a la que pertenece. No se
le hace mal al niño o niña si se le quiere mucho. El cariño nunca es excesivo. Lo que lo perjudica
es la incoherencia y la falta de límites. Se brinda un espacio para que los asistentes interactúen,
jueguen con sus hijos poner en práctica el tema socializado, se despejan dudas,
recomendaciones.
Observaciones: Mediante la capacitación se logró la participación de los cuidadores, motivación
en el tema crecimiento y desarrollo infantil.

Logros y resultados obtenidos: Se brindó el espacio para que los padres de familia despejaran
dudas, sensibilización para brindarle a los NNS espacios saludables mediante la buena
comunicación, atención, escucha y el juego, sana alimentación.

Dificultades: No se presentaron durante el encuentro, la capacitación se llevó a cabo.

Conclusiones: La estimulación implica una actitud permanente de acogida, de fomento del


desarrollo social, de la expresión de sentimientos, del interés por el mundo y por aprender, más
que la sola realización de un conjunto de actividades o la entrega de diferentes materiales de
juego.

Compromisos establecidos: Los padres refieren el contribuir a reforzar la salud mental del niño
o niña y los vínculos afectivos que tienen con él mediante actividades placenteras y creativas.
Cuando el niño o niña juega y convive con otros niños aprende a ponerse en el lugar del otro, a
comprender a los demás.
Evidencia fotográfica:

FIRMAS RESPONSABLES

_____________________________ ________________________________

Docente Auxiliar Pedagógica

_______________________________ _________________________________
Coordinador Profesional que realiza la formación
ACTA DE FORMACIÓN A FAMILIAS

Hora: 3:00 a 3:40 pm Fecha: 14-08-2018

Institucion Educativa san Juan de la China sede el Cairo la


Lugar:
Pluma.

Institución Educativa San Juan de la china sede el Cairo la


Unidad de Atención:
Pluma.

Temas: Crecimiento y desarrollo infantil.

Número de participantes: 19 participantes

Participantes: Padres de familia o cuidadores, mujeres gestantes.

Fomentar a los padres de familia y/o cuidadores la importancia


Objetivo: de la estimulación y acompañamiento para el desarrollo
emocional, social y cognitivo de niños y niñas en cada una de
sus etapas.
Tiempo o duración: 40 minutos.

Brindar conocimientos a los padres de familia para que de la


Resultados esperados: misma manera fortalezcan en sus NNS su desarrollo cognitivo,
social, motriz, físico.

Responsable: Ruth Magdalena Vélez Rojas-Psicóloga.

Materiales o recursos: Muñeco, conceptos, sillas, humano

-Actividad lúdica

-Objetivo de la capacitación.

-Presentación del tema

-Descripción del contenido.


Metodología y actividades de
-Despeje de dudas
la formación:
- conclusiones.
Desarrollo de las actividades: Se inicia la capacitación en donde se un juego para amenizar la
capacitación, se socializa el objetivo de la temática sensibilizando a los padres de familia o
cuidadores de la importancia del desarrollo de los niños y las niñas estimulando en su
cotidianeidad sus habilidades cognitivas, afectivas y sociales que les brinde la oportunidad de
avanzar en su desarrollo integral. La meta que se busca lograr en el desarrollo del niño o niña
es el despliegue máximo de sus capacidades y potencialidades, para que en el futuro pueda tener
un conocimiento crítico de la realidad y una participación en la sociedad. El desarrollo psicosocial
influirá significativamente en las oportunidades educativas, laborales y sociales que el niño o niña
puede tener en el futuro.
Las experiencias de los niños o niñas facilitan las funciones motora, socioemocional e intelectual.
Es fundamental, a través de las interacciones con sus padres, que los niños o niñas lleguen a
confiar en sí mismos, sentirse capaces, independientes y solidarios y que vayan aprendiendo
gradualmente a comunicarse por medio del lenguaje, a socializar, a aprender a compartir e
incorporar valores morales a su comportamiento cotidiano. Las primeras etapas del desarrollo
son básicas para el futuro del niño o niña e influyen para toda la vida en su relación con los
demás, en el rendimiento escolar, y en su capacidad para participar activamente en la sociedad.
El niño o niña necesita establecer y mantener un vínculo afectivo, esto es, una relación de cariño,
cálida y cercana, con los padres o las personas que lo cuidan. Esta relación es necesaria para
desarrollar la seguridad y confianza básicas para sentirse querido. Las relaciones afectivas son
recíprocas. La calidad de la relación afectiva adulto-niño depende de la capacidad del adulto para
responder al niño o niña y de las características de éste. El niño o niña necesita establecer
vínculos afectivos con otras personas cercanas, además de la madre, especialmente con el padre
si está presente.
Para formar esta relación de amor, el niño o niña necesita recibir de su madre, padre o persona
que lo cuida, demostraciones de cariño, cuidado y atención. Esta actitud tiene que ser continua,
diaria, estable. Así el niño o niña va desarrollando seguridad y confianza y el sentimiento de ser
valioso e importante.
El juego es la actividad más importante del niño o niña pequeño. En la interacción con el mundo
que lo rodea, el lenguaje tiene un papel fundamental. En la interacción con el mundo que lo rodea,
el niño o niña aprende a ser independiente. La mente del niño o niña, al igual que su cuerpo,
necesita ayuda, «alimento», para desarrollarse bien. Los “alimentos» o estímulos más
importantes son:

_ El cariño.
_ La alabanza.
_ El contacto con otras personas y la comunicación con ellas a través del lenguaje.
_ Los objetos para explorar y experimentar.

La estimulación implica una actitud permanente de acogida, de fomento del desarrollo social, de
la expresión de sentimientos, del interés por el mundo y por aprender, más que la sola realización
de un conjunto de actividades o la entrega de diferentes materiales de juego.
La estimulación requiere que se hagan actividades en común con el niño o niña, entretenidas,
variadas, frecuentes, motivadoras, durante sus primeros años de vida. La madre, el padre y otros
miembros de la familia pueden atender y estimular a sus hijos con los medios que tienen a su
alcance, usando su imaginación, conociendo las necesidades afectivas, sociales e intelectuales
del niño o niña y respondiendo a ellas.
_ El funcionamiento psicológico del niño o niña requiere estímulos para desarrollar capacidades
físicas (como sentarse, gatear, ponerse de pie, caminar, correr), cognitivas (como razonar,
inventar, aprender, imitar), emocionales (como expresar afecto, tolerar frustraciones, poder
esperar) y sociales (como compartir, escuchar, dar y recibir elogios). Para que el niño o niña
pueda desarrollar esas capacidades es necesario que se le permita explorar y jugar libremente,
y que se le permita tener acceso a distintas personas, objetos y situaciones diversas. Cantar
canciones y aprender rimas infantiles, dibujar y leer cuentos en voz alta son algunas de las
actividades que favorecen el desarrollo mental del niño o niña. También lo preparan para
aprender a leer y escribir. Se debe estimular al niño o niña a buscar por sí mismo solución a los
pequeños problemas que se le plantean diariamente, hay que alentarlo a tratar de hacer las cosas
bien, aunque se equivoque o le cueste trabajo al principio. Así se sentirá competente, capaz y
querrá ir afrontando nuevos desafíos. La autonomía o independencia, es decir, la capacidad que
el niño o niña tiene para aprender a hacer las cosas por sí mismo, desempeñan una función de
gran importancia en su desarrollo psicosocial. En la exploración activa de su ambiente, desde
los primeros años, el niño o niña va ejercitando sus sentidos y su capacidad de moverse y
comunicarse, desarrollando su inteligencia y aprendiendo. La inteligencia se construye a través
de las acciones que el niño o niña realiza en su medio cotidiano. Para conocer el mundo que lo
rodea, el niño o niña utiliza sus sentidos (vista, tacto, oído, olfato, gusto) y su motricidad (los
movimientos que puede hacer con su cuerpo, especialmente con sus manos). A través de la
acción y de la exploración, el niño o niña va elaborando ideas acerca de lo que son las cosas: el
tiempo, el espacio, las causas y consecuencias, la velocidad, el peso, etcétera; así aprende a
pensar, a comparar, a deducir, a inducir, a imaginar. El niño o niña va adquiriendo destrezas y
seguridad en el mundo y en sí mismo. Hay distintas formas de estimular al niño o niña a la acción
y al descubrimiento del mundo. Por ejemplo, se le puede incitar a descubrir el mundo de los
sonidos cantándole, imitando sus vocalizaciones, poniéndole música, acompañando la música
con golpes de mano o movimientos del cuerpo. También se le puede incitar a descubrir el mundo
de los gestos y actitudes, mostrando distintas expresiones en el rostro, exagerando gestos y
posturas, mirándose juntos frente a un espejo. La exploración no es sólo del mundo físico, sino
también del mundo de las personas. Poco a poco, el niño o niña va desarrollando sus
capacidades de imitar, de representar, de dramatizar, lo que le permite ir conociendo y dominando
gestos, expresiones, sentimientos. El aprendizaje se realiza mientras el niño o niña toca,
manipula y experimenta con cosas e interactúa con personas. A partir de todo esto, va
desarrollando sus conceptos y su lenguaje hasta poder llegar a entender una información más
abstracta o simbólica de la realidad. Para que el contacto con el medio sea eficaz, el niño o niña
debe tener oportunidades para preguntar, ensayar, cometer errores y aprender de ellos. Los niños
necesitan mucho tiempo (años)
de juego con objetos y situaciones reales, antes de ser capaces de entender el significado de
símbolos como las letras los números. En las distintas edades, el niño o niña va a tener
preferencia por diferentes tipos de materiales o juguetes, pero siempre necesitará objetos a su
alcance: En el primer año de vida: sonajeros y objetos para manipular, por ejemplo.
En el segundo año de vida: los juegos de arrastre, por ejemplo.
Después del segundo año: materiales para juegos de representación como disfraces y plastilina
o masa para moldear, o para armar, como bloques, rompecabezas. Los objetos adecuados se
encuentran en cualquier hogar y pueden no ser caros o complejos. Por ejemplo, objetos de la
naturaleza como piedras, conchas y árboles. También recipientes, cacerolas, cucharas, cajas
vacías, envases, pedazos de madera, o cualquier otro elemento común.
·
Cualquier objeto que sirva para dibujar, pintar, hacer sonidos. Todos ellos pueden ser tan buenos
estímulos como los más costosos juguetes. En el fondo, estímulo es todo aquello que ayuda a
desarrollar la atención y la actividad del niño o niña, que le permite explorar, pensar, y que
contribuye al desarrollo de su cuerpo y de su espíritu. Es necesario permitir al niño o niña explorar
con libertad el mundo que lo rodea. Si bien es cierto que hay que evitar los peligros y las
situaciones donde él pueda hacerse daño, el querer protegerlo de peligros no puede llevar a no
dejarlo moverse o a tenerlo encerrado. El juego favorece el desarrollo de habilidades
psicosociales y físicas. Estimula el desarrollo motor, puesto que exige al niño o niña moverse,
correr, saltar, caminar. También favorece el desarrollo de la inteligencia, porque lo lleva a explorar
el mundo que lo rodea y a repetir acciones en los objetos disponibles para conocerlos mejor. El
juego favorece el desarrollo emocional, porque a través de los juegos el niño o niña expresa sus
sentimientos y a veces resuelve conflictos emocionales. Facilita el desarrollo social porque por
medio de éste el niño o niña aprende a permanecer y jugar con otros niños, a respetar reglas, a
compartir y a convivir. El juego permite al niño o niña: Moverse y así desarrollar los músculos del
cuerpo. Explorar el mundo que lo rodea y así aprender sobre la naturaleza, las plantas, los
animales, los objetos hechos por el hombre. Aprender de los niños y personas mayores.
Desarrollar la imaginación y la creatividad. Entretenerse, divertirse y expresar los sentimientos.
Hay distintas variedades de juegos:

_ Juegos solitarios.
_ Juegos en grupo.
_ Juegos libres.
_ Juegos con reglas.
_ Juegos con adultos.
_ Juegos con niños.
_ Juegos verbales.
_ Juegos de imaginación.
_ Juegos con materiales.

Los padres pueden contribuir a reforzar la salud mental del niño o niña y los vínculos afectivos
que tienen con él mediante actividades placenteras y creativas. Cuando el niño o niña juega y
convive con otros niños aprende a ponerse en el lugar del otro, a comprender a los demás.
Además, descubre la amistad y la lealtad. Cuando presta sus juguetes o juega con los de otro,
comienza a manifestar su capacidad de compartir. También aprende a respetar reglas.

_ Mediante el juego el niño o niña aprende a conocer su cultura, tradiciones y valores morales.
Propiciar los juegos facilita el entender, valorar y mantener la cultura a la que pertenece. No se
le hace mal al niño o niña si se le quiere mucho. El cariño nunca es excesivo. Lo que lo perjudica
es la incoherencia y la falta de límites. Se brinda un espacio para que los asistentes interactúen,
jueguen con sus hijos poner en práctica el tema socializado, se despejan dudas,
recomendaciones.
Observaciones: la participación activa y la buena disposición de los padres de familia o
cuidadores, comprender que el desarrollo intelectual infantil permite a los NNS lograr la
aceptación y agrado, logrando valorar y mantener la cultura a la que los niños pertenecen.

Logros y resultados obtenidos: la comprensión de las actividades placenteras y creativas, el


desarrollo se refiere a la maduración de las funciones del cerebro y otros órganos vitales, propiciar
los juegos facilita el entender el desarrollo de su estado psicomotriz y cognitivo.

Dificultades: No se presentaron durante el encuentro, la capacitación se llevó a cabo.

Conclusiones: jugar les permitirle que expresen sus necesidades, fortalecer el lenguaje y
vínculos sociales, fomentar una buena comunicación, se enfatizó en el conocimiento y los valores,
desarrollando la parte social y cultural del niño.
Compromisos establecidos: padres de familia se comprometen a incentivar el lenguaje del niño,
incorporar valores y conocimientos que incentiven el desarrollo del lenguaje, fomentar el juego en
familia, participar y escuchar sus necesidades
Evidencia fotográfica:

FIRMAS RESPONSABLES

_____________________________ ________________________________
Docente Auxiliar Pedagógica

_______________________________ _________________________________
Coordinador Profesional que realiza la formación

ACTA DE FORMACIÓN A FAMILIAS

Hora: 3:00 a 3:40 pm Fecha: 22-08-2018

Lugar: Casa de Lemus familia Alfredo Vereda Potosí.

Unidad de Atención: Ibagué Chiquitines Felices Potosí.

Temas: Crecimiento y desarrollo infantil.

Número de participantes: 14 participantes

Participantes: Padres de familia o cuidadores, mujeres gestantes.

Fomentar a los padres de familia y/o cuidadores la importancia


Objetivo: de la estimulación y acompañamiento para el desarrollo
emocional, social y cognitivo de niños y niñas en cada una de
sus etapas.
Tiempo o duración: 40 minutos.

Brindar conocimientos a los padres de familia para que de la


Resultados esperados: misma manera fortalezcan en sus NNS su desarrollo cognitivo,
social, motriz, físico.

Responsable: Ruth Magdalena Vélez Rojas-Psicóloga.

Materiales o recursos: conceptos, sillas, humano

-Actividad lúdica
Metodología y actividades de
-Objetivo de la capacitación.
la formación:
-Presentación del tema
-Descripción del contenido.

-Despeje de dudas

- conclusiones.

Desarrollo de las actividades: Se inicia la capacitación en donde se un juego para amenizar la


capacitación, se socializa el objetivo de la temática sensibilizando a los padres de familia o
cuidadores de la importancia del desarrollo de los niños y las niñas estimulando en su
cotidianeidad sus habilidades cognitivas, afectivas y sociales que les brinde la oportunidad de
avanzar en su desarrollo integral. La meta que se busca lograr en el desarrollo del niño o niña
es el despliegue máximo de sus capacidades y potencialidades, para que en el futuro pueda tener
un conocimiento crítico de la realidad y una participación en la sociedad. El desarrollo psicosocial
influirá significativamente en las oportunidades educativas, laborales y sociales que el niño o niña
puede tener en el futuro.
Las experiencias de los niños o niñas facilitan las funciones motora, socioemocional e intelectual.
Es fundamental, a través de las interacciones con sus padres, que los niños o niñas lleguen a
confiar en sí mismos, sentirse capaces, independientes y solidarios y que vayan aprendiendo
gradualmente a comunicarse por medio del lenguaje, a socializar, a aprender a compartir e
incorporar valores morales a su comportamiento cotidiano. Las primeras etapas del desarrollo
son básicas para el futuro del niño o niña e influyen para toda la vida en su relación con los
demás, en el rendimiento escolar, y en su capacidad para participar activamente en la sociedad.
El niño o niña necesita establecer y mantener un vínculo afectivo, esto es, una relación de cariño,
cálida y cercana, con los padres o las personas que lo cuidan. Esta relación es necesaria para
desarrollar la seguridad y confianza básicas para sentirse querido. Las relaciones afectivas son
recíprocas. La calidad de la relación afectiva adulto-niño depende de la capacidad del adulto para
responder al niño o niña y de las características de éste. El niño o niña necesita establecer
vínculos afectivos con otras personas cercanas, además de la madre, especialmente con el padre
si está presente.
Para formar esta relación de amor, el niño o niña necesita recibir de su madre, padre o persona
que lo cuida, demostraciones de cariño, cuidado y atención. Esta actitud tiene que ser continua,
diaria, estable. Así el niño o niña va desarrollando seguridad y confianza y el sentimiento de ser
valioso e importante.
El juego es la actividad más importante del niño o niña pequeño. En la interacción con el mundo
que lo rodea, el lenguaje tiene un papel fundamental. En la interacción con el mundo que lo rodea,
el niño o niña aprende a ser independiente. La mente del niño o niña, al igual que su cuerpo,
necesita ayuda, «alimento», para desarrollarse bien. Los “alimentos» o estímulos más
importantes son:

_ El cariño.
_ La alabanza.
_ El contacto con otras personas y la comunicación con ellas a través del lenguaje.
_ Los objetos para explorar y experimentar.

La estimulación implica una actitud permanente de acogida, de fomento del desarrollo social, de
la expresión de sentimientos, del interés por el mundo y por aprender, más que la sola realización
de un conjunto de actividades o la entrega de diferentes materiales de juego.
La estimulación requiere que se hagan actividades en común con el niño o niña, entretenidas,
variadas, frecuentes, motivadoras, durante sus primeros años de vida. La madre, el padre y otros
miembros de la familia pueden atender y estimular a sus hijos con los medios que tienen a su
alcance, usando su imaginación, conociendo las necesidades afectivas, sociales e intelectuales
del niño o niña y respondiendo a ellas.

_ El funcionamiento psicológico del niño o niña requiere estímulos para desarrollar capacidades
físicas (como sentarse, gatear, ponerse de pie, caminar, correr), cognitivas (como razonar,
inventar, aprender, imitar), emocionales (como expresar afecto, tolerar frustraciones, poder
esperar) y sociales (como compartir, escuchar, dar y recibir elogios). Para que el niño o niña
pueda desarrollar esas capacidades es necesario que se le permita explorar y jugar libremente,
y que se le permita tener acceso a distintas personas, objetos y situaciones diversas. Cantar
canciones y aprender rimas infantiles, dibujar y leer cuentos en voz alta son algunas de las
actividades que favorecen el desarrollo mental del niño o niña. También lo preparan para
aprender a leer y escribir. Se debe estimular al niño o niña a buscar por sí mismo solución a los
pequeños problemas que se le plantean diariamente, hay que alentarlo a tratar de hacer las cosas
bien, aunque se equivoque o le cueste trabajo al principio. Así se sentirá competente, capaz y
querrá ir afrontando nuevos desafíos. La autonomía o independencia, es decir, la capacidad que
el niño o niña tiene para aprender a hacer las cosas por sí mismo, desempeñan una función de
gran importancia en su desarrollo psicosocial. En la exploración activa de su ambiente, desde
los primeros años, el niño o niña va ejercitando sus sentidos y su capacidad de moverse y
comunicarse, desarrollando su inteligencia y aprendiendo. La inteligencia se construye a través
de las acciones que el niño o niña realiza en su medio cotidiano. Para conocer el mundo que lo
rodea, el niño o niña utiliza sus sentidos (vista, tacto, oído, olfato, gusto) y su motricidad (los
movimientos que puede hacer con su cuerpo, especialmente con sus manos). A través de la
acción y de la exploración, el niño o niña va elaborando ideas acerca de lo que son las cosas: el
tiempo, el espacio, las causas y consecuencias, la velocidad, el peso, etcétera; así aprende a
pensar, a comparar, a deducir, a inducir, a imaginar. El niño o niña va adquiriendo destrezas y
seguridad en el mundo y en sí mismo. Hay distintas formas de estimular al niño o niña a la acción
y al descubrimiento del mundo. Por ejemplo, se le puede incitar a descubrir el mundo de los
sonidos cantándole, imitando sus vocalizaciones, poniéndole música, acompañando la música
con golpes de mano o movimientos del cuerpo. También se le puede incitar a descubrir el mundo
de los gestos y actitudes, mostrando distintas expresiones en el rostro, exagerando gestos y
posturas, mirándose juntos frente a un espejo. La exploración no es sólo del mundo físico, sino
también del mundo de las personas. Poco a poco, el niño o niña va desarrollando sus
capacidades de imitar, de representar, de dramatizar, lo que le permite ir conociendo y dominando
gestos, expresiones, sentimientos. El aprendizaje se realiza mientras el niño o niña toca,
manipula y experimenta con cosas e interactúa con personas. A partir de todo esto, va
desarrollando sus conceptos y su lenguaje hasta poder llegar a entender una información más
abstracta o simbólica de la realidad. Para que el contacto con el medio sea eficaz, el niño o niña
debe tener oportunidades para preguntar, ensayar, cometer errores y aprender de ellos. Los niños
necesitan mucho tiempo (años)
de juego con objetos y situaciones reales, antes de ser capaces de entender el significado de
símbolos como las letras los números. En las distintas edades, el niño o niña va a tener
preferencia por diferentes tipos de materiales o juguetes, pero siempre necesitará objetos a su
alcance: En el primer año de vida: sonajeros y objetos para manipular, por ejemplo.
En el segundo año de vida: los juegos de arrastre, por ejemplo.
Después del segundo año: materiales para juegos de representación como disfraces y plastilina
o masa para moldear, o para armar, como bloques, rompecabezas. Los objetos adecuados se
encuentran en cualquier hogar y pueden no ser caros o complejos. Por ejemplo, objetos de la
naturaleza como piedras, conchas y árboles. También recipientes, cacerolas, cucharas, cajas
vacías, envases, pedazos de madera, o cualquier otro elemento común.
·
Cualquier objeto que sirva para dibujar, pintar, hacer sonidos. Todos ellos pueden ser tan buenos
estímulos como los más costosos juguetes. En el fondo, estímulo es todo aquello que ayuda a
desarrollar la atención y la actividad del niño o niña, que le permite explorar, pensar, y que
contribuye al desarrollo de su cuerpo y de su espíritu. Es necesario permitir al niño o niña explorar
con libertad el mundo que lo rodea. Si bien es cierto que hay que evitar los peligros y las
situaciones donde él pueda hacerse daño, el querer protegerlo de peligros no puede llevar a no
dejarlo moverse o a tenerlo encerrado. El juego favorece el desarrollo de habilidades
psicosociales y físicas. Estimula el desarrollo motor, puesto que exige al niño o niña moverse,
correr, saltar, caminar. También favorece el desarrollo de la inteligencia, porque lo lleva a explorar
el mundo que lo rodea y a repetir acciones en los objetos disponibles para conocerlos mejor. El
juego favorece el desarrollo emocional, porque a través de los juegos el niño o niña expresa sus
sentimientos y a veces resuelve conflictos emocionales. Facilita el desarrollo social porque por
medio de éste el niño o niña aprende a permanecer y jugar con otros niños, a respetar reglas, a
compartir y a convivir. El juego permite al niño o niña: Moverse y así desarrollar los músculos del
cuerpo. Explorar el mundo que lo rodea y así aprender sobre la naturaleza, las plantas, los
animales, los objetos hechos por el hombre. Aprender de los niños y personas mayores.
Desarrollar la imaginación y la creatividad. Entretenerse, divertirse y expresar los sentimientos.
Hay distintas variedades de juegos:

_ Juegos solitarios.
_ Juegos en grupo.
_ Juegos libres.
_ Juegos con reglas.
_ Juegos con adultos.
_ Juegos con niños.
_ Juegos verbales.
_ Juegos de imaginación.
_ Juegos con materiales.

Los padres pueden contribuir a reforzar la salud mental del niño o niña y los vínculos afectivos
que tienen con él mediante actividades placenteras y creativas. Cuando el niño o niña juega y
convive con otros niños aprende a ponerse en el lugar del otro, a comprender a los demás.
Además, descubre la amistad y la lealtad. Cuando presta sus juguetes o juega con los de otro,
comienza a manifestar su capacidad de compartir. También aprende a respetar reglas.
_ Mediante el juego el niño o niña aprende a conocer su cultura, tradiciones y valores morales.
Propiciar los juegos facilita el entender, valorar y mantener la cultura a la que pertenece. No se
le hace mal al niño o niña si se le quiere mucho. El cariño nunca es excesivo. Lo que lo perjudica
es la incoherencia y la falta de límites. Se brinda un espacio para que los asistentes interactúen,
jueguen con sus hijos poner en práctica el tema socializado, se despejan dudas,
recomendaciones.

Observaciones: desde el comienzo de las actividades se destaca el interés de los padres o


cuidadores al tratar la actividad de desarrollo de los niños y las niñas sobre el estímulo en su
cotidianeidad al desarrollar sus habilidades cognitivas, afectivas y sociales.

Logros y resultados obtenidos: se logra obtener la atención y comprensión del tema


desarrollado, motivando a demostrar y brindar cariño bajo el concepto que este nunca es
excesivo, de esta forma se dio el espacio para que los asistentes interactúen, manifiesten muestra
de afecto y jueguen con sus hijos poniendo en práctica el tema socializado

Dificultades: No se presentaron dificultades durante el encuentro, se contó con el apoyo de las


agentes educativos.

Conclusiones: se evidencia que haciendo trabajo activo motivando a demostrar y brindar cariño
en los primeros años de los menores mejoran los vínculos afectivos padre e hijo, mediante
actividades placenteras y creativas favorece el desarrollo de habilidades psicosociales y físicas,
estimulando el desarrollo motor.

Compromisos establecidos: el compromiso de los padres es de brindar cariño constante a


NNS, incrementar las actividades placenteras y creativas, investigando mejores prácticas que
desarrollen el sistema motor del menor.

Evidencia fotográfica:
FIRMAS RESPONSABLES

_____________________________ ________________________________

Docente Auxiliar Pedagógica

_______________________________ _________________________________
Coordinador Profesional que realiza la formación

ACTA DE FORMACIÓN A FAMILIAS

Hora: 3:00 a 3:40 pm Fecha:23-08-2018

Lugar: Institución Educativa San Francisco de Asís Sede Cataima.

Unidad de Atención: Chiquitines Ibagué- Cataima.

Temas: Crecimiento y desarrollo infantil.

Número de participantes: 20 participantes

Participantes: Padres de familia o cuidadores, mujeres gestantes.

Fomentar a los padres de familia y/o cuidadores la importancia


Objetivo: de la estimulación y acompañamiento para el desarrollo
emocional, social y cognitivo de niños y niñas en cada una de
sus etapas.
Tiempo o duración: 40 minutos.
Brindar conocimientos a los padres de familia para que de la
Resultados esperados: misma manera fortalezcan en sus NNS su desarrollo cognitivo,
social, motriz, físico.

Responsable: Ruth Magdalena Vélez Rojas-Psicóloga.

Materiales o recursos: Muñeco, conceptos, sillas, humano

-Actividad lúdica

-Objetivo de la capacitación.

-Presentación del tema


Metodología y actividades de
-Descripción del contenido.
la formación:
-Despeje de dudas

- conclusiones

Desarrollo de las actividades: Se inicia la capacitación en donde se un juego para amenizar la


capacitación, se socializa el objetivo de la temática sensibilizando a los padres de familia o
cuidadores de la importancia del desarrollo de los niños y las niñas estimulando en su
cotidianeidad sus habilidades cognitivas, afectivas y sociales que les brinde la oportunidad de
avanzar en su desarrollo integral. La meta que se busca lograr en el desarrollo del niño o niña
es el despliegue máximo de sus capacidades y potencialidades, para que en el futuro pueda tener
un conocimiento crítico de la realidad y una participación en la sociedad. El desarrollo psicosocial
influirá significativamente en las oportunidades educativas, laborales y sociales que el niño o niña
puede tener en el futuro.
Las experiencias de los niños o niñas facilitan las funciones motora, socioemocional e intelectual.
Es fundamental, a través de las interacciones con sus padres, que los niños o niñas lleguen a
confiar en sí mismos, sentirse capaces, independientes y solidarios y que vayan aprendiendo
gradualmente a comunicarse por medio del lenguaje, a socializar, a aprender a compartir e
incorporar valores morales a su comportamiento cotidiano. Las primeras etapas del desarrollo
son básicas para el futuro del niño o niña e influyen para toda la vida en su relación con los
demás, en el rendimiento escolar, y en su capacidad para participar activamente en la sociedad.
El niño o niña necesita establecer y mantener un vínculo afectivo, esto es, una relación de cariño,
cálida y cercana, con los padres o las personas que lo cuidan. Esta relación es necesaria para
desarrollar la seguridad y confianza básicas para sentirse querido. Las relaciones afectivas son
recíprocas. La calidad de la relación afectiva adulto-niño depende de la capacidad del adulto para
responder al niño o niña y de las características de éste. El niño o niña necesita establecer
vínculos afectivos con otras personas cercanas, además de la madre, especialmente con el padre
si está presente.
Para formar esta relación de amor, el niño o niña necesita recibir de su madre, padre o persona
que lo cuida, demostraciones de cariño, cuidado y atención. Esta actitud tiene que ser continua,
diaria, estable. Así el niño o niña va desarrollando seguridad y confianza y el sentimiento de ser
valioso e importante.
El juego es la actividad más importante del niño o niña pequeño. En la interacción con el mundo
que lo rodea, el lenguaje tiene un papel fundamental. En la interacción con el mundo que lo rodea,
el niño o niña aprende a ser independiente. La mente del niño o niña, al igual que su cuerpo,
necesita ayuda, «alimento», para desarrollarse bien. Los “alimentos» o estímulos más
importantes son:

_ El cariño.
_ La alabanza.
_ El contacto con otras personas y la comunicación con ellas a través del lenguaje.
_ Los objetos para explorar y experimentar.

La estimulación implica una actitud permanente de acogida, de fomento del desarrollo social, de
la expresión de sentimientos, del interés por el mundo y por aprender, más que la sola realización
de un conjunto de actividades o la entrega de diferentes materiales de juego.
La estimulación requiere que se hagan actividades en común con el niño o niña, entretenidas,
variadas, frecuentes, motivadoras, durante sus primeros años de vida. La madre, el padre y otros
miembros de la familia pueden atender y estimular a sus hijos con los medios que tienen a su
alcance, usando su imaginación, conociendo las necesidades afectivas, sociales e intelectuales
del niño o niña y respondiendo a ellas.

_ El funcionamiento psicológico del niño o niña requiere estímulos para desarrollar capacidades
físicas (como sentarse, gatear, ponerse de pie, caminar, correr), cognitivas (como razonar,
inventar, aprender, imitar), emocionales (como expresar afecto, tolerar frustraciones, poder
esperar) y sociales (como compartir, escuchar, dar y recibir elogios). Para que el niño o niña
pueda desarrollar esas capacidades es necesario que se le permita explorar y jugar libremente,
y que se le permita tener acceso a distintas personas, objetos y situaciones diversas. Cantar
canciones y aprender rimas infantiles, dibujar y leer cuentos en voz alta son algunas de las
actividades que favorecen el desarrollo mental del niño o niña. También lo preparan para
aprender a leer y escribir. Se debe estimular al niño o niña a buscar por sí mismo solución a los
pequeños problemas que se le plantean diariamente, hay que alentarlo a tratar de hacer las cosas
bien, aunque se equivoque o le cueste trabajo al principio. Así se sentirá competente, capaz y
querrá ir afrontando nuevos desafíos. La autonomía o independencia, es decir, la capacidad que
el niño o niña tiene para aprender a hacer las cosas por sí mismo, desempeñan una función de
gran importancia en su desarrollo psicosocial. En la exploración activa de su ambiente, desde
los primeros años, el niño o niña va ejercitando sus sentidos y su capacidad de moverse y
comunicarse, desarrollando su inteligencia y aprendiendo. La inteligencia se construye a través
de las acciones que el niño o niña realiza en su medio cotidiano. Para conocer el mundo que lo
rodea, el niño o niña utiliza sus sentidos (vista, tacto, oído, olfato, gusto) y su motricidad (los
movimientos que puede hacer con su cuerpo, especialmente con sus manos). A través de la
acción y de la exploración, el niño o niña va elaborando ideas acerca de lo que son las cosas: el
tiempo, el espacio, las causas y consecuencias, la velocidad, el peso, etcétera; así aprende a
pensar, a comparar, a deducir, a inducir, a imaginar. El niño o niña va adquiriendo destrezas y
seguridad en el mundo y en sí mismo. Hay distintas formas de estimular al niño o niña a la acción
y al descubrimiento del mundo. Por ejemplo, se le puede incitar a descubrir el mundo de los
sonidos cantándole, imitando sus vocalizaciones, poniéndole música, acompañando la música
con golpes de mano o movimientos del cuerpo. También se le puede incitar a descubrir el mundo
de los gestos y actitudes, mostrando distintas expresiones en el rostro, exagerando gestos y
posturas, mirándose juntos frente a un espejo. La exploración no es sólo del mundo físico, sino
también del mundo de las personas. Poco a poco, el niño o niña va desarrollando sus
capacidades de imitar, de representar, de dramatizar, lo que le permite ir conociendo y dominando
gestos, expresiones, sentimientos. El aprendizaje se realiza mientras el niño o niña toca,
manipula y experimenta con cosas e interactúa con personas. A partir de todo esto, va
desarrollando sus conceptos y su lenguaje hasta poder llegar a entender una información más
abstracta o simbólica de la realidad. Para que el contacto con el medio sea eficaz, el niño o niña
debe tener oportunidades para preguntar, ensayar, cometer errores y aprender de ellos. Los niños
necesitan mucho tiempo (años)
de juego con objetos y situaciones reales, antes de ser capaces de entender el significado de
símbolos como las letras los números. En las distintas edades, el niño o niña va a tener
preferencia por diferentes tipos de materiales o juguetes, pero siempre necesitará objetos a su
alcance: En el primer año de vida: sonajeros y objetos para manipular, por ejemplo.
En el segundo año de vida: los juegos de arrastre, por ejemplo.
Después del segundo año: materiales para juegos de representación como disfraces y plastilina
o masa para moldear, o para armar, como bloques, rompecabezas. Los objetos adecuados se
encuentran en cualquier hogar y pueden no ser caros o complejos. Por ejemplo, objetos de la
naturaleza como piedras, conchas y árboles. También recipientes, cacerolas, cucharas, cajas
vacías, envases, pedazos de madera, o cualquier otro elemento común.
·
Cualquier objeto que sirva para dibujar, pintar, hacer sonidos. Todos ellos pueden ser tan buenos
estímulos como los más costosos juguetes. En el fondo, estímulo es todo aquello que ayuda a
desarrollar la atención y la actividad del niño o niña, que le permite explorar, pensar, y que
contribuye al desarrollo de su cuerpo y de su espíritu. Es necesario permitir al niño o niña explorar
con libertad el mundo que lo rodea. Si bien es cierto que hay que evitar los peligros y las
situaciones donde él pueda hacerse daño, el querer protegerlo de peligros no puede llevar a no
dejarlo moverse o a tenerlo encerrado. El juego favorece el desarrollo de habilidades
psicosociales y físicas. Estimula el desarrollo motor, puesto que exige al niño o niña moverse,
correr, saltar, caminar. También favorece el desarrollo de la inteligencia, porque lo lleva a explorar
el mundo que lo rodea y a repetir acciones en los objetos disponibles para conocerlos mejor. El
juego favorece el desarrollo emocional, porque a través de los juegos el niño o niña expresa sus
sentimientos y a veces resuelve conflictos emocionales. Facilita el desarrollo social porque por
medio de éste el niño o niña aprende a permanecer y jugar con otros niños, a respetar reglas, a
compartir y a convivir. El juego permite al niño o niña: Moverse y así desarrollar los músculos del
cuerpo. Explorar el mundo que lo rodea y así aprender sobre la naturaleza, las plantas, los
animales, los objetos hechos por el hombre. Aprender de los niños y personas mayores.
Desarrollar la imaginación y la creatividad. Entretenerse, divertirse y expresar los sentimientos.
Hay distintas variedades de juegos:

_ Juegos solitarios.
_ Juegos en grupo.
_ Juegos libres.
_ Juegos con reglas.
_ Juegos con adultos.
_ Juegos con niños.
_ Juegos verbales.
_ Juegos de imaginación.
_ Juegos con materiales.

Los padres pueden contribuir a reforzar la salud mental del niño o niña y los vínculos afectivos
que tienen con él mediante actividades placenteras y creativas. Cuando el niño o niña juega y
convive con otros niños aprende a ponerse en el lugar del otro, a comprender a los demás.
Además, descubre la amistad y la lealtad. Cuando presta sus juguetes o juega con los de otro,
comienza a manifestar su capacidad de compartir. También aprende a respetar reglas.

_ Mediante el juego el niño o niña aprende a conocer su cultura, tradiciones y valores morales.
Propiciar los juegos facilita el entender, valorar y mantener la cultura a la que pertenece. No se
le hace mal al niño o niña si se le quiere mucho. El cariño nunca es excesivo. Lo que lo perjudica
es la incoherencia y la falta de límites. Se brinda un espacio para que los asistentes interactúen,
jueguen con sus hijos poner en práctica el tema socializado, se despejan dudas,
recomendaciones.

Observaciones: Los participantes en la actividad “padres y cuidadores” evidencian proactividad,


aportes constructivos y continuos en el desarrollo de capacitación, cuando se les invita a fomentar
estímulos para desarrollar capacidades físicas, cognitivas y emocionales, siendo estos estímulos
los principales métodos para preguntar, ensayar y cometer errores dando espacio para que
aprendan de ellos mismos.

Logros y resultados obtenidos: se evidencia la total atención y participación constante de los


cuidadores y padres obteniendo la aceptación positiva sobre los temas abordados tales como
Aprender de los niños, así de forma, desarrollara la imaginación y la creatividad para entretener
al infante, enseñándole a expresar los sentimientos y poder compartir mutuamente.

Dificultades: No se presentaron dificultades durante el encuentro.

Conclusiones: en el desarrollo de la charla y las actividades lúdicas se puede evidenciar


sustancialmente como algunos padres que mantenían cierta tensión con sus hijos muestran una
notoria mejoría psicoafectiva hacia los NNS.

Compromisos establecidos: el compromiso logrado con los padres y cuidadores es a mejorar


de forma inmediata la parte afectiva hacia los NNS y simultáneamente a ser más recursivos a la
hora de abordar al menor con juegos que mejoren la parte de la imaginación y la creatividad.

Evidencia fotográfica:
FIRMAS RESPONSABLES

_____________________________ ________________________________

Docente Auxiliar Pedagógica

_______________________________ _________________________________
Coordinador Profesional que realiza la formación

ACTA DE FORMACIÓN A FAMILIAS

Hora: 3:00 a 3:40 pm Fecha: 06-08-2018

Lugar: Institución Educativa San Juan de la China.

Unidad de Atención: Chiquitines Ibagué- Vereda San Juan de la China.

Temas: Crecimiento y desarrollo infantil

Número de participantes: 23 participantes

Participantes: Padres de familia o cuidadores, mujeres gestantes.

Objetivo: Fomentar a los padres de familia y/o cuidadores la importancia


de la estimulación y acompañamiento para el desarrollo
emocional, social y cognitivo de niños y niñas en cada una de
sus etapas.
Tiempo o duración: 40 minutos.

Brindar conocimientos a los padres de familia para que de la


Resultados esperados: misma manera fortalezcan en sus NNS su desarrollo cognitivo,
social, motriz, físico.

Responsable: Ruth Magdalena Vélez Rojas-Psicóloga.

Materiales o recursos: Muñeco, conceptos, sillas, humano

-Actividad lúdica

-Objetivo de la capacitación.

-Presentación del tema

-Descripción del contenido.


Metodología y actividades de
-Despeje de dudas
la formación:
- conclusiones.

Desarrollo de las actividades: Se inicia la capacitación en donde se un juego para amenizar la


capacitación, se socializa el objetivo de la temática sensibilizando a los padres de familia o
cuidadores de la importancia del desarrollo de los niños y las niñas estimulando en su
cotidianeidad sus habilidades cognitivas, afectivas y sociales que les brinde la oportunidad de
avanzar en su desarrollo integral. La meta que se busca lograr en el desarrollo del niño o niña
es el despliegue máximo de sus capacidades y potencialidades, para que en el futuro pueda tener
un conocimiento crítico de la realidad y una participación en la sociedad. El desarrollo psicosocial
influirá significativamente en las oportunidades educativas, laborales y sociales que el niño o niña
puede tener en el futuro.
Las experiencias de los niños o niñas facilitan las funciones motora, socioemocional e intelectual.
Es fundamental, a través de las interacciones con sus padres, que los niños o niñas lleguen a
confiar en sí mismos, sentirse capaces, independientes y solidarios y que vayan aprendiendo
gradualmente a comunicarse por medio del lenguaje, a socializar, a aprender a compartir e
incorporar valores morales a su comportamiento cotidiano. Las primeras etapas del desarrollo
son básicas para el futuro del niño o niña e influyen para toda la vida en su relación con los
demás, en el rendimiento escolar, y en su capacidad para participar activamente en la sociedad.
El niño o niña necesita establecer y mantener un vínculo afectivo, esto es, una relación de cariño,
cálida y cercana, con los padres o las personas que lo cuidan. Esta relación es necesaria para
desarrollar la seguridad y confianza básicas para sentirse querido. Las relaciones afectivas son
recíprocas. La calidad de la relación afectiva adulto-niño depende de la capacidad del adulto para
responder al niño o niña y de las características de éste. El niño o niña necesita establecer
vínculos afectivos con otras personas cercanas, además de la madre, especialmente con el padre
si está presente.
Para formar esta relación de amor, el niño o niña necesita recibir de su madre, padre o persona
que lo cuida, demostraciones de cariño, cuidado y atención. Esta actitud tiene que ser continua,
diaria, estable. Así el niño o niña va desarrollando seguridad y confianza y el sentimiento de ser
valioso e importante.
El juego es la actividad más importante del niño o niña pequeño. En la interacción con el mundo
que lo rodea, el lenguaje tiene un papel fundamental. En la interacción con el mundo que lo rodea,
el niño o niña aprende a ser independiente. La mente del niño o niña, al igual que su cuerpo,
necesita ayuda, «alimento», para desarrollarse bien. Los “alimentos» o estímulos más
importantes son:

_ El cariño.
_ La alabanza.
_ El contacto con otras personas y la comunicación con ellas a través del lenguaje.
_ Los objetos para explorar y experimentar.

La estimulación implica una actitud permanente de acogida, de fomento del desarrollo social, de
la expresión de sentimientos, del interés por el mundo y por aprender, más que la sola realización
de un conjunto de actividades o la entrega de diferentes materiales de juego.
La estimulación requiere que se hagan actividades en común con el niño o niña, entretenidas,
variadas, frecuentes, motivadoras, durante sus primeros años de vida. La madre, el padre y otros
miembros de la familia pueden atender y estimular a sus hijos con los medios que tienen a su
alcance, usando su imaginación, conociendo las necesidades afectivas, sociales e intelectuales
del niño o niña y respondiendo a ellas.

_ El funcionamiento psicológico del niño o niña requiere estímulos para desarrollar capacidades
físicas (como sentarse, gatear, ponerse de pie, caminar, correr), cognitivas (como razonar,
inventar, aprender, imitar), emocionales (como expresar afecto, tolerar frustraciones, poder
esperar) y sociales (como compartir, escuchar, dar y recibir elogios). Para que el niño o niña
pueda desarrollar esas capacidades es necesario que se le permita explorar y jugar libremente,
y que se le permita tener acceso a distintas personas, objetos y situaciones diversas. Cantar
canciones y aprender rimas infantiles, dibujar y leer cuentos en voz alta son algunas de las
actividades que favorecen el desarrollo mental del niño o niña. También lo preparan para
aprender a leer y escribir. Se debe estimular al niño o niña a buscar por sí mismo solución a los
pequeños problemas que se le plantean diariamente, hay que alentarlo a tratar de hacer las cosas
bien, aunque se equivoque o le cueste trabajo al principio. Así se sentirá competente, capaz y
querrá ir afrontando nuevos desafíos. La autonomía o independencia, es decir, la capacidad que
el niño o niña tiene para aprender a hacer las cosas por sí mismo, desempeñan una función de
gran importancia en su desarrollo psicosocial. En la exploración activa de su ambiente, desde
los primeros años, el niño o niña va ejercitando sus sentidos y su capacidad de moverse y
comunicarse, desarrollando su inteligencia y aprendiendo. La inteligencia se construye a través
de las acciones que el niño o niña realiza en su medio cotidiano. Para conocer el mundo que lo
rodea, el niño o niña utiliza sus sentidos (vista, tacto, oído, olfato, gusto) y su motricidad (los
movimientos que puede hacer con su cuerpo, especialmente con sus manos). A través de la
acción y de la exploración, el niño o niña va elaborando ideas acerca de lo que son las cosas: el
tiempo, el espacio, las causas y consecuencias, la velocidad, el peso, etcétera; así aprende a
pensar, a comparar, a deducir, a inducir, a imaginar. El niño o niña va adquiriendo destrezas y
seguridad en el mundo y en sí mismo. Hay distintas formas de estimular al niño o niña a la acción
y al descubrimiento del mundo. Por ejemplo, se le puede incitar a descubrir el mundo de los
sonidos cantándole, imitando sus vocalizaciones, poniéndole música, acompañando la música
con golpes de mano o movimientos del cuerpo. También se le puede incitar a descubrir el mundo
de los gestos y actitudes, mostrando distintas expresiones en el rostro, exagerando gestos y
posturas, mirándose juntos frente a un espejo. La exploración no es sólo del mundo físico, sino
también del mundo de las personas. Poco a poco, el niño o niña va desarrollando sus
capacidades de imitar, de representar, de dramatizar, lo que le permite ir conociendo y dominando
gestos, expresiones, sentimientos. El aprendizaje se realiza mientras el niño o niña toca,
manipula y experimenta con cosas e interactúa con personas. A partir de todo esto, va
desarrollando sus conceptos y su lenguaje hasta poder llegar a entender una información más
abstracta o simbólica de la realidad. Para que el contacto con el medio sea eficaz, el niño o niña
debe tener oportunidades para preguntar, ensayar, cometer errores y aprender de ellos. Los niños
necesitan mucho tiempo (años)
de juego con objetos y situaciones reales, antes de ser capaces de entender el significado de
símbolos como las letras los números. En las distintas edades, el niño o niña va a tener
preferencia por diferentes tipos de materiales o juguetes, pero siempre necesitará objetos a su
alcance: En el primer año de vida: sonajeros y objetos para manipular, por ejemplo.
En el segundo año de vida: los juegos de arrastre, por ejemplo.
Después del segundo año: materiales para juegos de representación como disfraces y plastilina
o masa para moldear, o para armar, como bloques, rompecabezas. Los objetos adecuados se
encuentran en cualquier hogar y pueden no ser caros o complejos. Por ejemplo, objetos de la
naturaleza como piedras, conchas y árboles. También recipientes, cacerolas, cucharas, cajas
vacías, envases, pedazos de madera, o cualquier otro elemento común.
·
Cualquier objeto que sirva para dibujar, pintar, hacer sonidos. Todos ellos pueden ser tan buenos
estímulos como los más costosos juguetes. En el fondo, estímulo es todo aquello que ayuda a
desarrollar la atención y la actividad del niño o niña, que le permite explorar, pensar, y que
contribuye al desarrollo de su cuerpo y de su espíritu. Es necesario permitir al niño o niña explorar
con libertad el mundo que lo rodea. Si bien es cierto que hay que evitar los peligros y las
situaciones donde él pueda hacerse daño, el querer protegerlo de peligros no puede llevar a no
dejarlo moverse o a tenerlo encerrado. El juego favorece el desarrollo de habilidades
psicosociales y físicas. Estimula el desarrollo motor, puesto que exige al niño o niña moverse,
correr, saltar, caminar. También favorece el desarrollo de la inteligencia, porque lo lleva a explorar
el mundo que lo rodea y a repetir acciones en los objetos disponibles para conocerlos mejor. El
juego favorece el desarrollo emocional, porque a través de los juegos el niño o niña expresa sus
sentimientos y a veces resuelve conflictos emocionales. Facilita el desarrollo social porque por
medio de éste el niño o niña aprende a permanecer y jugar con otros niños, a respetar reglas, a
compartir y a convivir. El juego permite al niño o niña: Moverse y así desarrollar los músculos del
cuerpo. Explorar el mundo que lo rodea y así aprender sobre la naturaleza, las plantas, los
animales, los objetos hechos por el hombre. Aprender de los niños y personas mayores.
Desarrollar la imaginación y la creatividad. Entretenerse, divertirse y expresar los sentimientos.
Hay distintas variedades de juegos:

_ Juegos solitarios.
_ Juegos en grupo.
_ Juegos libres.
_ Juegos con reglas.
_ Juegos con adultos.
_ Juegos con niños.
_ Juegos verbales.
_ Juegos de imaginación.
_ Juegos con materiales.

Los padres pueden contribuir a reforzar la salud mental del niño o niña y los vínculos afectivos
que tienen con él mediante actividades placenteras y creativas. Cuando el niño o niña juega y
convive con otros niños aprende a ponerse en el lugar del otro, a comprender a los demás.
Además, descubre la amistad y la lealtad. Cuando presta sus juguetes o juega con los de otro,
comienza a manifestar su capacidad de compartir. También aprende a respetar reglas.

_ Mediante el juego el niño o niña aprende a conocer su cultura, tradiciones y valores morales.
Propiciar los juegos facilita el entender, valorar y mantener la cultura a la que pertenece. No se
le hace mal al niño o niña si se le quiere mucho. El cariño nunca es excesivo. Lo que lo perjudica
es la incoherencia y la falta de límites. Se brinda un espacio para que los asistentes interactúen,
jueguen con sus hijos poner en práctica el tema socializado, se despejan dudas,
recomendaciones.

Observaciones: se proporciona de forma adecuada el material didáctico para la socialización


haciendo enfoque principalmente en las actividades de mayor importancia en sus primeros años
de vida por ejemplo en el primer año de vida, sonajeros y objetos para manipular, el segundo año
de vida se resaltan los juegos de arrastre y después del segundo año de vida con los juegos de
representación tales como disfraces y plastilina.

Logros y resultados obtenidos: claramente se evidencia que tanto las socializaciones como la
parte didáctica para representar dichos eventos en cada una de las etapas de los infantes en sus
primeros años de vida son aceptados de forma consensual y positiva, resaltando la buena actitud
para seguir practicando de forma independiente en su núcleo familiar enfocando principalmente
en los menores que hacen parte de su entorno.
Dificultades: No se presentaron dificultades.

Conclusiones: se concluye que luego de profundizar en los primeros años de vida de los NNS y
resaltar la importancia de los diferentes juegos que abordan las diferentes etapas del menor se
pude ver el cambio psicoafectivo de los padres hacia sus hijos, llegando a manifestar algunos de
ellos que nunca habían llegado pensar que tanto pueden influir estos temas la vida de un menor.

Compromisos establecidos: se comprometen padres y cuidadores de ahora en adelante ser


proactivos en las actividades que se requieran para incentivar dichas capacidades en los NNS.
Evidencia fotográfica:

FIRMAS RESPONSABLES

_____________________________ ________________________________

Docente Auxiliar Pedagógica

_______________________________ _________________________________
Coordinador Profesional que realiza la formación

ACTA DE FORMACIÓN A FAMILIAS

Hora: 3:00 a 3:40 pm Fecha: 30-08-2018


Lugar: Institución Educativa Tapias el Porvenir Sede Peñaranda.

Unidad de Atención: Chiquitines Felices Ibagué peñaranda.

Temas: Crecimiento y Desarrollo infantil

Número de participantes: 17 participantes

Participantes: Padres de familia o cuidadores, mujeres gestantes.

Fomentar a los padres de familia y/o cuidadores la importancia


Objetivo: de la estimulación y acompañamiento para el desarrollo
emocional, social y cognitivo de niños y niñas en cada una de
sus etapas.
Tiempo o duración: 40 minutos.

Brindar conocimientos a los padres de familia para que de la


Resultados esperados: misma manera fortalezcan en sus NNS su desarrollo cognitivo,
social, motriz, físico.

Responsable: Ruth Magdalena Vélez Rojas-Psicóloga.

Materiales o recursos: Muñeco, conceptos, sillas, humano

-Actividad lúdica

-Objetivo de la capacitación.

-Presentación del tema

Metodología y actividades de -Descripción del contenido.


la formación: -Despeje de dudas

- conclusiones.

Desarrollo de las actividades: Se inicia la capacitación en donde se un juego para amenizar la


capacitación, se socializa el objetivo de la temática sensibilizando a los padres de familia o
cuidadores de la importancia del desarrollo de los niños y las niñas estimulando en su
cotidianeidad sus habilidades cognitivas, afectivas y sociales que les brinde la oportunidad de
avanzar en su desarrollo integral. La meta que se busca lograr en el desarrollo del niño o niña
es el despliegue máximo de sus capacidades y potencialidades, para que en el futuro pueda tener
un conocimiento crítico de la realidad y una participación en la sociedad. El desarrollo psicosocial
influirá significativamente en las oportunidades educativas, laborales y sociales que el niño o niña
puede tener en el futuro.
Las experiencias de los niños o niñas facilitan las funciones motora, socioemocional e intelectual.
Es fundamental, a través de las interacciones con sus padres, que los niños o niñas lleguen a
confiar en sí mismos, sentirse capaces, independientes y solidarios y que vayan aprendiendo
gradualmente a comunicarse por medio del lenguaje, a socializar, a aprender a compartir e
incorporar valores morales a su comportamiento cotidiano. Las primeras etapas del desarrollo
son básicas para el futuro del niño o niña e influyen para toda la vida en su relación con los
demás, en el rendimiento escolar, y en su capacidad para participar activamente en la sociedad.
El niño o niña necesita establecer y mantener un vínculo afectivo, esto es, una relación de cariño,
cálida y cercana, con los padres o las personas que lo cuidan. Esta relación es necesaria para
desarrollar la seguridad y confianza básicas para sentirse querido. Las relaciones afectivas son
recíprocas. La calidad de la relación afectiva adulto-niño depende de la capacidad del adulto para
responder al niño o niña y de las características de éste. El niño o niña necesita establecer
vínculos afectivos con otras personas cercanas, además de la madre, especialmente con el padre
si está presente.
Para formar esta relación de amor, el niño o niña necesita recibir de su madre, padre o persona
que lo cuida, demostraciones de cariño, cuidado y atención. Esta actitud tiene que ser continua,
diaria, estable. Así el niño o niña va desarrollando seguridad y confianza y el sentimiento de ser
valioso e importante.
El juego es la actividad más importante del niño o niña pequeño. En la interacción con el mundo
que lo rodea, el lenguaje tiene un papel fundamental. En la interacción con el mundo que lo rodea,
el niño o niña aprende a ser independiente. La mente del niño o niña, al igual que su cuerpo,
necesita ayuda, «alimento», para desarrollarse bien. Los “alimentos» o estímulos más
importantes son:

_ El cariño.
_ La alabanza.
_ El contacto con otras personas y la comunicación con ellas a través del lenguaje.
_ Los objetos para explorar y experimentar.

La estimulación implica una actitud permanente de acogida, de fomento del desarrollo social, de
la expresión de sentimientos, del interés por el mundo y por aprender, más que la sola realización
de un conjunto de actividades o la entrega de diferentes materiales de juego.
La estimulación requiere que se hagan actividades en común con el niño o niña, entretenidas,
variadas, frecuentes, motivadoras, durante sus primeros años de vida. La madre, el padre y otros
miembros de la familia pueden atender y estimular a sus hijos con los medios que tienen a su
alcance, usando su imaginación, conociendo las necesidades afectivas, sociales e intelectuales
del niño o niña y respondiendo a ellas.

_ El funcionamiento psicológico del niño o niña requiere estímulos para desarrollar capacidades
físicas (como sentarse, gatear, ponerse de pie, caminar, correr), cognitivas (como razonar,
inventar, aprender, imitar), emocionales (como expresar afecto, tolerar frustraciones, poder
esperar) y sociales (como compartir, escuchar, dar y recibir elogios). Para que el niño o niña
pueda desarrollar esas capacidades es necesario que se le permita explorar y jugar libremente,
y que se le permita tener acceso a distintas personas, objetos y situaciones diversas. Cantar
canciones y aprender rimas infantiles, dibujar y leer cuentos en voz alta son algunas de las
actividades que favorecen el desarrollo mental del niño o niña. También lo preparan para
aprender a leer y escribir. Se debe estimular al niño o niña a buscar por sí mismo solución a los
pequeños problemas que se le plantean diariamente, hay que alentarlo a tratar de hacer las cosas
bien, aunque se equivoque o le cueste trabajo al principio. Así se sentirá competente, capaz y
querrá ir afrontando nuevos desafíos. La autonomía o independencia, es decir, la capacidad que
el niño o niña tiene para aprender a hacer las cosas por sí mismo, desempeñan una función de
gran importancia en su desarrollo psicosocial. En la exploración activa de su ambiente, desde
los primeros años, el niño o niña va ejercitando sus sentidos y su capacidad de moverse y
comunicarse, desarrollando su inteligencia y aprendiendo. La inteligencia se construye a través
de las acciones que el niño o niña realiza en su medio cotidiano. Para conocer el mundo que lo
rodea, el niño o niña utiliza sus sentidos (vista, tacto, oído, olfato, gusto) y su motricidad (los
movimientos que puede hacer con su cuerpo, especialmente con sus manos). A través de la
acción y de la exploración, el niño o niña va elaborando ideas acerca de lo que son las cosas: el
tiempo, el espacio, las causas y consecuencias, la velocidad, el peso, etcétera; así aprende a
pensar, a comparar, a deducir, a inducir, a imaginar. El niño o niña va adquiriendo destrezas y
seguridad en el mundo y en sí mismo. Hay distintas formas de estimular al niño o niña a la acción
y al descubrimiento del mundo. Por ejemplo, se le puede incitar a descubrir el mundo de los
sonidos cantándole, imitando sus vocalizaciones, poniéndole música, acompañando la música
con golpes de mano o movimientos del cuerpo. También se le puede incitar a descubrir el mundo
de los gestos y actitudes, mostrando distintas expresiones en el rostro, exagerando gestos y
posturas, mirándose juntos frente a un espejo. La exploración no es sólo del mundo físico, sino
también del mundo de las personas. Poco a poco, el niño o niña va desarrollando sus
capacidades de imitar, de representar, de dramatizar, lo que le permite ir conociendo y dominando
gestos, expresiones, sentimientos. El aprendizaje se realiza mientras el niño o niña toca,
manipula y experimenta con cosas e interactúa con personas. A partir de todo esto, va
desarrollando sus conceptos y su lenguaje hasta poder llegar a entender una información más
abstracta o simbólica de la realidad. Para que el contacto con el medio sea eficaz, el niño o niña
debe tener oportunidades para preguntar, ensayar, cometer errores y aprender de ellos. Los niños
necesitan mucho tiempo (años)
de juego con objetos y situaciones reales, antes de ser capaces de entender el significado de
símbolos como las letras los números. En las distintas edades, el niño o niña va a tener
preferencia por diferentes tipos de materiales o juguetes, pero siempre necesitará objetos a su
alcance: En el primer año de vida: sonajeros y objetos para manipular, por ejemplo.
En el segundo año de vida: los juegos de arrastre, por ejemplo.
Después del segundo año: materiales para juegos de representación como disfraces y plastilina
o masa para moldear, o para armar, como bloques, rompecabezas. Los objetos adecuados se
encuentran en cualquier hogar y pueden no ser caros o complejos. Por ejemplo, objetos de la
naturaleza como piedras, conchas y árboles. También recipientes, cacerolas, cucharas, cajas
vacías, envases, pedazos de madera, o cualquier otro elemento común.
·
Cualquier objeto que sirva para dibujar, pintar, hacer sonidos. Todos ellos pueden ser tan buenos
estímulos como los más costosos juguetes. En el fondo, estímulo es todo aquello que ayuda a
desarrollar la atención y la actividad del niño o niña, que le permite explorar, pensar, y que
contribuye al desarrollo de su cuerpo y de su espíritu. Es necesario permitir al niño o niña explorar
con libertad el mundo que lo rodea. Si bien es cierto que hay que evitar los peligros y las
situaciones donde él pueda hacerse daño, el querer protegerlo de peligros no puede llevar a no
dejarlo moverse o a tenerlo encerrado. El juego favorece el desarrollo de habilidades
psicosociales y físicas. Estimula el desarrollo motor, puesto que exige al niño o niña moverse,
correr, saltar, caminar. También favorece el desarrollo de la inteligencia, porque lo lleva a explorar
el mundo que lo rodea y a repetir acciones en los objetos disponibles para conocerlos mejor. El
juego favorece el desarrollo emocional, porque a través de los juegos el niño o niña expresa sus
sentimientos y a veces resuelve conflictos emocionales. Facilita el desarrollo social porque por
medio de éste el niño o niña aprende a permanecer y jugar con otros niños, a respetar reglas, a
compartir y a convivir. El juego permite al niño o niña: Moverse y así desarrollar los músculos del
cuerpo. Explorar el mundo que lo rodea y así aprender sobre la naturaleza, las plantas, los
animales, los objetos hechos por el hombre. Aprender de los niños y personas mayores.
Desarrollar la imaginación y la creatividad. Entretenerse, divertirse y expresar los sentimientos.
Hay distintas variedades de juegos:

_ Juegos solitarios.
_ Juegos en grupo.
_ Juegos libres.
_ Juegos con reglas.
_ Juegos con adultos.
_ Juegos con niños.
_ Juegos verbales.
_ Juegos de imaginación.
_ Juegos con materiales.

Los padres pueden contribuir a reforzar la salud mental del niño o niña y los vínculos afectivos
que tienen con él mediante actividades placenteras y creativas. Cuando el niño o niña juega y
convive con otros niños aprende a ponerse en el lugar del otro, a comprender a los demás.
Además, descubre la amistad y la lealtad. Cuando presta sus juguetes o juega con los de otro,
comienza a manifestar su capacidad de compartir. También aprende a respetar reglas.

_ Mediante el juego el niño o niña aprende a conocer su cultura, tradiciones y valores morales.
Propiciar los juegos facilita el entender, valorar y mantener la cultura a la que pertenece. No se
le hace mal al niño o niña si se le quiere mucho. El cariño nunca es excesivo. Lo que lo perjudica
es la incoherencia y la falta de límites. Se brinda un espacio para que los asistentes interactúen,
jueguen con sus hijos poner en práctica el tema socializado, se despejan dudas,
recomendaciones.

Observaciones: para esta actividad se destaca la importancia que tiene el juego en el desarrollo
de habilidades psicosociales y físicas de los NNS, para dicha actividad se involucró a los
asistentes “padres y cuidadores” por medio de una charla teórico-práctica.

Logros y resultados obtenidos: se obtiene la aceptación del 100% de los participantes logrado
motivar a las buenas prácticas con los infantes para el desarrollo de sus habilidades psicosociales
y físicas por medio de juegos que estimulan el desarrollo motor, puesto que le exige al niño o
niña moverse, correr, saltar, caminar y favoreciendo de forma paralela el desarrollo de la
inteligencia de los menores.

Dificultades: No se presentaron dificultades durante el encuentro.

Conclusiones: se determina que la buena actitud de los padres y cuidadores en el momento del
desarrollo de los ejercicios, pues son estas buenas prácticas la que llevan al éxito de las
capacitaciones ofrecidas por parte del equipo psicosocial, de ahí podemos afirmar que el personal
que asistió a la socialización ejecutara los juegos de forma adecuada y correcta, siendo los NNS
los directamente beneficiados ya que tendrán un desarrollo psicológico y físico pleno

Compromisos establecidos: compromiso de los asistentes “padres y cuidadores” es: jugar


aplicando las técnicas aprendidas en la socialización, permitirles que expresen sus necesidades
creando buenos hábitos, fomentar el juego en familia, implementar una buena comunicación,

Evidencia fotográfica:

FIRMAS RESPONSABLES

_____________________________ ________________________________

Docente Auxiliar Pedagógica

_______________________________ _________________________________
Coordinador Profesional que realiza la formación

ACTA DE FORMACIÓN A FAMILIAS

Hora: 3:00 a 3:40 pm Fecha: 08-08-2018

Lugar: Institución Educativa Laureles.

Unidad de Atención: Chiquitines Felices Ibagué Laureles.


Temas: Crecimiento y desarrollo infantil

Número de participantes: 19 participantes

Participantes: Padres de familia o cuidadores, mujeres gestantes.

Fomentar a los padres de familia y/o cuidadores la importancia


Objetivo: de la estimulación y acompañamiento para el desarrollo
emocional, social y cognitivo de niños y niñas en cada una de
sus etapas.
Tiempo o duración: 40 minutos.

Sensibilizar, concienciar a los padres de familia para la


creación de redes de apoyo tanto en las familias como en la
Resultados esperados:
comunidad que permitan proteger de manera integral a los
niños y niñas en sus entornos.

Responsable: Ruth Magdalena Vélez Rojas-Psicóloga.

Materiales o recursos: Muñeco, conceptos, sillas, humano

-Actividad lúdica

-Objetivo de la capacitación.

-Presentación del tema

Metodología y actividades de -Descripción del contenido.


la formación: -Despeje de dudas

- conclusiones.

Desarrollo de las actividades: Se inicia la capacitación en donde se un juego para amenizar la


capacitación, se socializa el objetivo de la temática sensibilizando a los padres de familia o
cuidadores de la importancia del desarrollo de los niños y las niñas estimulando en su
cotidianeidad sus habilidades cognitivas, afectivas y sociales que les brinde la oportunidad de
avanzar en su desarrollo integral. La meta que se busca lograr en el desarrollo del niño o niña
es el despliegue máximo de sus capacidades y potencialidades, para que en el futuro pueda tener
un conocimiento crítico de la realidad y una participación en la sociedad. El desarrollo psicosocial
influirá significativamente en las oportunidades educativas, laborales y sociales que el niño o niña
puede tener en el futuro.
Las experiencias de los niños o niñas facilitan las funciones motora, socioemocional e intelectual.
Es fundamental, a través de las interacciones con sus padres, que los niños o niñas lleguen a
confiar en sí mismos, sentirse capaces, independientes y solidarios y que vayan aprendiendo
gradualmente a comunicarse por medio del lenguaje, a socializar, a aprender a compartir e
incorporar valores morales a su comportamiento cotidiano. Las primeras etapas del desarrollo
son básicas para el futuro del niño o niña e influyen para toda la vida en su relación con los
demás, en el rendimiento escolar, y en su capacidad para participar activamente en la sociedad.
El niño o niña necesita establecer y mantener un vínculo afectivo, esto es, una relación de cariño,
cálida y cercana, con los padres o las personas que lo cuidan. Esta relación es necesaria para
desarrollar la seguridad y confianza básicas para sentirse querido. Las relaciones afectivas son
recíprocas. La calidad de la relación afectiva adulto-niño depende de la capacidad del adulto para
responder al niño o niña y de las características de éste. El niño o niña necesita establecer
vínculos afectivos con otras personas cercanas, además de la madre, especialmente con el padre
si está presente.
Para formar esta relación de amor, el niño o niña necesita recibir de su madre, padre o persona
que lo cuida, demostraciones de cariño, cuidado y atención. Esta actitud tiene que ser continua,
diaria, estable. Así el niño o niña va desarrollando seguridad y confianza y el sentimiento de ser
valioso e importante.
El juego es la actividad más importante del niño o niña pequeño. En la interacción con el mundo
que lo rodea, el lenguaje tiene un papel fundamental. En la interacción con el mundo que lo rodea,
el niño o niña aprende a ser independiente. La mente del niño o niña, al igual que su cuerpo,
necesita ayuda, «alimento», para desarrollarse bien. Los “alimentos» o estímulos más
importantes son:

_ El cariño.
_ La alabanza.
_ El contacto con otras personas y la comunicación con ellas a través del lenguaje.
_ Los objetos para explorar y experimentar.

La estimulación implica una actitud permanente de acogida, de fomento del desarrollo social, de
la expresión de sentimientos, del interés por el mundo y por aprender, más que la sola realización
de un conjunto de actividades o la entrega de diferentes materiales de juego.
La estimulación requiere que se hagan actividades en común con el niño o niña, entretenidas,
variadas, frecuentes, motivadoras, durante sus primeros años de vida. La madre, el padre y otros
miembros de la familia pueden atender y estimular a sus hijos con los medios que tienen a su
alcance, usando su imaginación, conociendo las necesidades afectivas, sociales e intelectuales
del niño o niña y respondiendo a ellas.

_ El funcionamiento psicológico del niño o niña requiere estímulos para desarrollar capacidades
físicas (como sentarse, gatear, ponerse de pie, caminar, correr), cognitivas (como razonar,
inventar, aprender, imitar), emocionales (como expresar afecto, tolerar frustraciones, poder
esperar) y sociales (como compartir, escuchar, dar y recibir elogios). Para que el niño o niña
pueda desarrollar esas capacidades es necesario que se le permita explorar y jugar libremente,
y que se le permita tener acceso a distintas personas, objetos y situaciones diversas. Cantar
canciones y aprender rimas infantiles, dibujar y leer cuentos en voz alta son algunas de las
actividades que favorecen el desarrollo mental del niño o niña. También lo preparan para
aprender a leer y escribir. Se debe estimular al niño o niña a buscar por sí mismo solución a los
pequeños problemas que se le plantean diariamente, hay que alentarlo a tratar de hacer las cosas
bien, aunque se equivoque o le cueste trabajo al principio. Así se sentirá competente, capaz y
querrá ir afrontando nuevos desafíos. La autonomía o independencia, es decir, la capacidad que
el niño o niña tiene para aprender a hacer las cosas por sí mismo, desempeñan una función de
gran importancia en su desarrollo psicosocial. En la exploración activa de su ambiente, desde
los primeros años, el niño o niña va ejercitando sus sentidos y su capacidad de moverse y
comunicarse, desarrollando su inteligencia y aprendiendo. La inteligencia se construye a través
de las acciones que el niño o niña realiza en su medio cotidiano. Para conocer el mundo que lo
rodea, el niño o niña utiliza sus sentidos (vista, tacto, oído, olfato, gusto) y su motricidad (los
movimientos que puede hacer con su cuerpo, especialmente con sus manos). A través de la
acción y de la exploración, el niño o niña va elaborando ideas acerca de lo que son las cosas: el
tiempo, el espacio, las causas y consecuencias, la velocidad, el peso, etcétera; así aprende a
pensar, a comparar, a deducir, a inducir, a imaginar. El niño o niña va adquiriendo destrezas y
seguridad en el mundo y en sí mismo. Hay distintas formas de estimular al niño o niña a la acción
y al descubrimiento del mundo. Por ejemplo, se le puede incitar a descubrir el mundo de los
sonidos cantándole, imitando sus vocalizaciones, poniéndole música, acompañando la música
con golpes de mano o movimientos del cuerpo. También se le puede incitar a descubrir el mundo
de los gestos y actitudes, mostrando distintas expresiones en el rostro, exagerando gestos y
posturas, mirándose juntos frente a un espejo. La exploración no es sólo del mundo físico, sino
también del mundo de las personas. Poco a poco, el niño o niña va desarrollando sus
capacidades de imitar, de representar, de dramatizar, lo que le permite ir conociendo y dominando
gestos, expresiones, sentimientos. El aprendizaje se realiza mientras el niño o niña toca,
manipula y experimenta con cosas e interactúa con personas. A partir de todo esto, va
desarrollando sus conceptos y su lenguaje hasta poder llegar a entender una información más
abstracta o simbólica de la realidad. Para que el contacto con el medio sea eficaz, el niño o niña
debe tener oportunidades para preguntar, ensayar, cometer errores y aprender de ellos. Los niños
necesitan mucho tiempo (años)
de juego con objetos y situaciones reales, antes de ser capaces de entender el significado de
símbolos como las letras los números. En las distintas edades, el niño o niña va a tener
preferencia por diferentes tipos de materiales o juguetes, pero siempre necesitará objetos a su
alcance: En el primer año de vida: sonajeros y objetos para manipular, por ejemplo.
En el segundo año de vida: los juegos de arrastre, por ejemplo.
Después del segundo año: materiales para juegos de representación como disfraces y plastilina
o masa para moldear, o para armar, como bloques, rompecabezas. Los objetos adecuados se
encuentran en cualquier hogar y pueden no ser caros o complejos. Por ejemplo, objetos de la
naturaleza como piedras, conchas y árboles. También recipientes, cacerolas, cucharas, cajas
vacías, envases, pedazos de madera, o cualquier otro elemento común.
·
Cualquier objeto que sirva para dibujar, pintar, hacer sonidos. Todos ellos pueden ser tan buenos
estímulos como los más costosos juguetes. En el fondo, estímulo es todo aquello que ayuda a
desarrollar la atención y la actividad del niño o niña, que le permite explorar, pensar, y que
contribuye al desarrollo de su cuerpo y de su espíritu. Es necesario permitir al niño o niña explorar
con libertad el mundo que lo rodea. Si bien es cierto que hay que evitar los peligros y las
situaciones donde él pueda hacerse daño, el querer protegerlo de peligros no puede llevar a no
dejarlo moverse o a tenerlo encerrado. El juego favorece el desarrollo de habilidades
psicosociales y físicas. Estimula el desarrollo motor, puesto que exige al niño o niña moverse,
correr, saltar, caminar. También favorece el desarrollo de la inteligencia, porque lo lleva a explorar
el mundo que lo rodea y a repetir acciones en los objetos disponibles para conocerlos mejor. El
juego favorece el desarrollo emocional, porque a través de los juegos el niño o niña expresa sus
sentimientos y a veces resuelve conflictos emocionales. Facilita el desarrollo social porque por
medio de éste el niño o niña aprende a permanecer y jugar con otros niños, a respetar reglas, a
compartir y a convivir. El juego permite al niño o niña: Moverse y así desarrollar los músculos del
cuerpo. Explorar el mundo que lo rodea y así aprender sobre la naturaleza, las plantas, los
animales, los objetos hechos por el hombre. Aprender de los niños y personas mayores.
Desarrollar la imaginación y la creatividad. Entretenerse, divertirse y expresar los sentimientos.
Hay distintas variedades de juegos:

_ Juegos solitarios.
_ Juegos en grupo.
_ Juegos libres.
_ Juegos con reglas.
_ Juegos con adultos.
_ Juegos con niños.
_ Juegos verbales.
_ Juegos de imaginación.
_ Juegos con materiales.

Los padres pueden contribuir a reforzar la salud mental del niño o niña y los vínculos afectivos
que tienen con él mediante actividades placenteras y creativas. Cuando el niño o niña juega y
convive con otros niños aprende a ponerse en el lugar del otro, a comprender a los demás.
Además, descubre la amistad y la lealtad. Cuando presta sus juguetes o juega con los de otro,
comienza a manifestar su capacidad de compartir. También aprende a respetar reglas.

_ Mediante el juego el niño o niña aprende a conocer su cultura, tradiciones y valores morales.
Propiciar los juegos facilita el entender, valorar y mantener la cultura a la que pertenece. No se
le hace mal al niño o niña si se le quiere mucho. El cariño nunca es excesivo. Lo que lo perjudica
es la incoherencia y la falta de límites. Se brinda un espacio para que los asistentes interactúen,
jueguen con sus hijos poner en práctica el tema socializado, se despejan dudas,
recomendaciones.

Observaciones: Los padres de familia o cuidadores participan, realizan las actividades con
agrado, como grupo de trabajo y comunidad se esmeran por aprender, expresan conocimientos,
refieren el agradecimiento por la labor prestada por las agentes educativas.

Logros y resultados obtenidos: Durante la capacitación los padres refieren comprenden el


tema, sensibilización, el adquirir sentido de pertenencia por el amor, cuidado, interacción con sus
NNS tener en cuenta que cada etapa de la vida de los infantes requiere de dedicación, cariño,
juego según su edad ya que este estimula su desarrollo, el generar ambientes sanos, saludables
y seguros. Es importante mencionar que se generó espacio de reflexión en los padres de familia
o cuidadores revisar sus actitudes y conductas frente a la crianza de sus hijos y a valorar lo que
ellos hacen con sus NNS, tener claro que los infantes van creando una visión del mundo, de la
sociedad y de sí mismo, construyen su personalidad sobre las bases del amor propio y de la
confianza en sí mismo, son los cuidadores los encargados de transmitir estas bases,
fundamentos en la vida de los infantes.

Dificultades: No se presentaron dificultades durante la capacitación, se contó con el apoyo


agentes educativas, se cumplió con la metodología y objetivo.

Conclusiones: Para el niño o niña es fundamental el contacto estrecho con los padres antes y
en el momento de nacer. El niño o niña necesita establecer un vínculo o relación de afecto y amor
con sus padres o las personas que lo cuidan. El niño o niña necesita un intercambio con su medio
a través del lenguaje y del juego. El niño o niña necesita hacer las cosas por sí mismo para
alcanzar un grado adecuado de autonomía o independencia.
Compromisos establecidos: Como padres de familia o cuidadores prestar le atención a los
NNS para que expresen sus emociones, sentimientos, comprenderlos ya que ellos tienen sus
propio temperamento y su propio ritmo de vida, no todos actúan de la misma manera, importancia
de brindarle a los NNS cariño, apoyo incondicional, familias estimuladoras, cariñosas, atención,
disposición, tiempo para compartir con sus hijos, jugar con ellos, mediante el juego y teniendo en
cuenta la edad de los NNS establecer normas, reglas claros le permitan al niño, niña aprender a
establecerlos. El juego es un medio estimulador que potencializa el desarrollo de los infantes,
brindarle a los NNS juguetes según la edad, texturas, colores, tamaños, tener en cuenta no
generen peligros en la vida de sus NNS.

Evidencia fotográfica:
FIRMAS RESPONSABLES

_____________________________ ________________________________

Docente Auxiliar Pedagógica

_______________________________ _________________________________
Coordinador Profesional que realiza la formación

ACTA DE FORMACIÓN A FAMILIAS

Hora: 3:00 a 3:40 pm Fecha: 28-08-2018

Lugar: Institución Educativa Técnico Ciudad Ibagué Sede Boquerón

Unidad de Atención: Chiquitines Ibagué 300 G5 Tigrera

Temas: Crecimiento y desarrollo infantil

Número de participantes: 18 participantes

Participantes: Padres de familia o cuidadores, mujeres gestantes.

Fomentar a los padres de familia y/o cuidadores la importancia


Objetivo: de la estimulación y acompañamiento para el desarrollo
emocional, social y cognitivo de niños y niñas en cada una de
sus etapas.
Tiempo o duración: 40 minutos.

Resultados esperados: Sensibilizar, concienciar a los padres de familia para la


creación de redes de apoyo tanto en las familias como en la
comunidad que permitan proteger de manera integral a los
niños y niñas en sus entornos.

Responsable: Ruth Magdalena Vélez Rojas-Psicóloga.

Materiales o recursos: Muñeco, conceptos, sillas, humano

-Actividad lúdica

-Objetivo de la capacitación.

-Presentación del tema

Metodología y actividades de -Descripción del contenido.


la formación: -Despeje de dudas

- conclusiones.

Desarrollo de las actividades: Se inicia la capacitación en donde se un juego para amenizar la


capacitación, se socializa el objetivo de la temática sensibilizando a los padres de familia o
cuidadores de la importancia del desarrollo de los niños y las niñas estimulando en su
cotidianeidad sus habilidades cognitivas, afectivas y sociales que les brinde la oportunidad de
avanzar en su desarrollo integral. La meta que se busca lograr en el desarrollo del niño o niña
es el despliegue máximo de sus capacidades y potencialidades, para que en el futuro pueda tener
un conocimiento crítico de la realidad y una participación en la sociedad. El desarrollo psicosocial
influirá significativamente en las oportunidades educativas, laborales y sociales que el niño o niña
puede tener en el futuro.
Las experiencias de los niños o niñas facilitan las funciones motora, socioemocional e intelectual.
Es fundamental, a través de las interacciones con sus padres, que los niños o niñas lleguen a
confiar en sí mismos, sentirse capaces, independientes y solidarios y que vayan aprendiendo
gradualmente a comunicarse por medio del lenguaje, a socializar, a aprender a compartir e
incorporar valores morales a su comportamiento cotidiano. Las primeras etapas del desarrollo
son básicas para el futuro del niño o niña e influyen para toda la vida en su relación con los
demás, en el rendimiento escolar, y en su capacidad para participar activamente en la sociedad.
El niño o niña necesita establecer y mantener un vínculo afectivo, esto es, una relación de cariño,
cálida y cercana, con los padres o las personas que lo cuidan. Esta relación es necesaria para
desarrollar la seguridad y confianza básicas para sentirse querido. Las relaciones afectivas son
recíprocas. La calidad de la relación afectiva adulto-niño depende de la capacidad del adulto para
responder al niño o niña y de las características de éste. El niño o niña necesita establecer
vínculos afectivos con otras personas cercanas, además de la madre, especialmente con el padre
si está presente.
Para formar esta relación de amor, el niño o niña necesita recibir de su madre, padre o persona
que lo cuida, demostraciones de cariño, cuidado y atención. Esta actitud tiene que ser continua,
diaria, estable. Así el niño o niña va desarrollando seguridad y confianza y el sentimiento de ser
valioso e importante.
El juego es la actividad más importante del niño o niña pequeño. En la interacción con el mundo
que lo rodea, el lenguaje tiene un papel fundamental. En la interacción con el mundo que lo rodea,
el niño o niña aprende a ser independiente. La mente del niño o niña, al igual que su cuerpo,
necesita ayuda, «alimento», para desarrollarse bien. Los “alimentos» o estímulos más
importantes son:

_ El cariño.
_ La alabanza.
_ El contacto con otras personas y la comunicación con ellas a través del lenguaje.
_ Los objetos para explorar y experimentar.

La estimulación implica una actitud permanente de acogida, de fomento del desarrollo social, de
la expresión de sentimientos, del interés por el mundo y por aprender, más que la sola realización
de un conjunto de actividades o la entrega de diferentes materiales de juego.
La estimulación requiere que se hagan actividades en común con el niño o niña, entretenidas,
variadas, frecuentes, motivadoras, durante sus primeros años de vida. La madre, el padre y otros
miembros de la familia pueden atender y estimular a sus hijos con los medios que tienen a su
alcance, usando su imaginación, conociendo las necesidades afectivas, sociales e intelectuales
del niño o niña y respondiendo a ellas.

_ El funcionamiento psicológico del niño o niña requiere estímulos para desarrollar capacidades
físicas (como sentarse, gatear, ponerse de pie, caminar, correr), cognitivas (como razonar,
inventar, aprender, imitar), emocionales (como expresar afecto, tolerar frustraciones, poder
esperar) y sociales (como compartir, escuchar, dar y recibir elogios). Para que el niño o niña
pueda desarrollar esas capacidades es necesario que se le permita explorar y jugar libremente,
y que se le permita tener acceso a distintas personas, objetos y situaciones diversas. Cantar
canciones y aprender rimas infantiles, dibujar y leer cuentos en voz alta son algunas de las
actividades que favorecen el desarrollo mental del niño o niña. También lo preparan para
aprender a leer y escribir. Se debe estimular al niño o niña a buscar por sí mismo solución a los
pequeños problemas que se le plantean diariamente, hay que alentarlo a tratar de hacer las cosas
bien, aunque se equivoque o le cueste trabajo al principio. Así se sentirá competente, capaz y
querrá ir afrontando nuevos desafíos. La autonomía o independencia, es decir, la capacidad que
el niño o niña tiene para aprender a hacer las cosas por sí mismo, desempeñan una función de
gran importancia en su desarrollo psicosocial. En la exploración activa de su ambiente, desde
los primeros años, el niño o niña va ejercitando sus sentidos y su capacidad de moverse y
comunicarse, desarrollando su inteligencia y aprendiendo. La inteligencia se construye a través
de las acciones que el niño o niña realiza en su medio cotidiano. Para conocer el mundo que lo
rodea, el niño o niña utiliza sus sentidos (vista, tacto, oído, olfato, gusto) y su motricidad (los
movimientos que puede hacer con su cuerpo, especialmente con sus manos). A través de la
acción y de la exploración, el niño o niña va elaborando ideas acerca de lo que son las cosas: el
tiempo, el espacio, las causas y consecuencias, la velocidad, el peso, etcétera; así aprende a
pensar, a comparar, a deducir, a inducir, a imaginar. El niño o niña va adquiriendo destrezas y
seguridad en el mundo y en sí mismo. Hay distintas formas de estimular al niño o niña a la acción
y al descubrimiento del mundo. Por ejemplo, se le puede incitar a descubrir el mundo de los
sonidos cantándole, imitando sus vocalizaciones, poniéndole música, acompañando la música
con golpes de mano o movimientos del cuerpo. También se le puede incitar a descubrir el mundo
de los gestos y actitudes, mostrando distintas expresiones en el rostro, exagerando gestos y
posturas, mirándose juntos frente a un espejo. La exploración no es sólo del mundo físico, sino
también del mundo de las personas. Poco a poco, el niño o niña va desarrollando sus
capacidades de imitar, de representar, de dramatizar, lo que le permite ir conociendo y dominando
gestos, expresiones, sentimientos. El aprendizaje se realiza mientras el niño o niña toca,
manipula y experimenta con cosas e interactúa con personas. A partir de todo esto, va
desarrollando sus conceptos y su lenguaje hasta poder llegar a entender una información más
abstracta o simbólica de la realidad. Para que el contacto con el medio sea eficaz, el niño o niña
debe tener oportunidades para preguntar, ensayar, cometer errores y aprender de ellos. Los niños
necesitan mucho tiempo (años)
de juego con objetos y situaciones reales, antes de ser capaces de entender el significado de
símbolos como las letras los números. En las distintas edades, el niño o niña va a tener
preferencia por diferentes tipos de materiales o juguetes, pero siempre necesitará objetos a su
alcance: En el primer año de vida: sonajeros y objetos para manipular, por ejemplo.
En el segundo año de vida: los juegos de arrastre, por ejemplo.
Después del segundo año: materiales para juegos de representación como disfraces y plastilina
o masa para moldear, o para armar, como bloques, rompecabezas. Los objetos adecuados se
encuentran en cualquier hogar y pueden no ser caros o complejos. Por ejemplo, objetos de la
naturaleza como piedras, conchas y árboles. También recipientes, cacerolas, cucharas, cajas
vacías, envases, pedazos de madera, o cualquier otro elemento común.
·
Cualquier objeto que sirva para dibujar, pintar, hacer sonidos. Todos ellos pueden ser tan buenos
estímulos como los más costosos juguetes. En el fondo, estímulo es todo aquello que ayuda a
desarrollar la atención y la actividad del niño o niña, que le permite explorar, pensar, y que
contribuye al desarrollo de su cuerpo y de su espíritu. Es necesario permitir al niño o niña explorar
con libertad el mundo que lo rodea. Si bien es cierto que hay que evitar los peligros y las
situaciones donde él pueda hacerse daño, el querer protegerlo de peligros no puede llevar a no
dejarlo moverse o a tenerlo encerrado. El juego favorece el desarrollo de habilidades
psicosociales y físicas. Estimula el desarrollo motor, puesto que exige al niño o niña moverse,
correr, saltar, caminar. También favorece el desarrollo de la inteligencia, porque lo lleva a explorar
el mundo que lo rodea y a repetir acciones en los objetos disponibles para conocerlos mejor. El
juego favorece el desarrollo emocional, porque a través de los juegos el niño o niña expresa sus
sentimientos y a veces resuelve conflictos emocionales. Facilita el desarrollo social porque por
medio de éste el niño o niña aprende a permanecer y jugar con otros niños, a respetar reglas, a
compartir y a convivir. El juego permite al niño o niña: Moverse y así desarrollar los músculos del
cuerpo. Explorar el mundo que lo rodea y así aprender sobre la naturaleza, las plantas, los
animales, los objetos hechos por el hombre. Aprender de los niños y personas mayores.
Desarrollar la imaginación y la creatividad. Entretenerse, divertirse y expresar los sentimientos.
Hay distintas variedades de juegos:

_ Juegos solitarios.
_ Juegos en grupo.
_ Juegos libres.
_ Juegos con reglas.
_ Juegos con adultos.
_ Juegos con niños.
_ Juegos verbales.
_ Juegos de imaginación.
_ Juegos con materiales.

Los padres pueden contribuir a reforzar la salud mental del niño o niña y los vínculos afectivos
que tienen con él mediante actividades placenteras y creativas. Cuando el niño o niña juega y
convive con otros niños aprende a ponerse en el lugar del otro, a comprender a los demás.
Además, descubre la amistad y la lealtad. Cuando presta sus juguetes o juega con los de otro,
comienza a manifestar su capacidad de compartir. También aprende a respetar reglas.

_ Mediante el juego el niño o niña aprende a conocer su cultura, tradiciones y valores morales.
Propiciar los juegos facilita el entender, valorar y mantener la cultura a la que pertenece. No se
le hace mal al niño o niña si se le quiere mucho. El cariño nunca es excesivo. Lo que lo perjudica
es la incoherencia y la falta de límites. Se brinda un espacio para que los asistentes interactúen,
jueguen con sus hijos poner en práctica el tema socializado, se despejan dudas,
recomendaciones.

Observaciones: en el encuentro del día de hoy se les socializo a los padres que es el
funcionamiento psicológico del niño o niña y que se requiere estímulos para desarrollar
capacidades físicas, quedando ejercicios psico prácticos y juegos lúdicos para practicar en la
casa con la finalidad de ir mejorando poco a poco dichas cualidades.

Logros y resultados obtenidos: se potencializa el conocimiento a los padres y cuidadores la


importancia de la parte emocional pues entienden que es la que les ayuda a entender a los
infantes como expresar afecto, tolerar frustraciones, poder esperar, además se hace tomar
conciencia sobre la importancia que hay en el desarrollo psicológico en NNS y aún más cuando
se estimula la parte cognitiva pues es esta la función la que le ayuda a razonar, inventar,
aprender, imitar.

Dificultades: No se presentaron dificultades durante el encuentro.

Conclusiones: califico la parte afectiva y psicología de los padres y tenedores con los NNS al
desarrollar ejercicios lúdicos y prácticos evidenciando que entienden y aplican correctamente lo
explicado en la socialización, obteniendo como resultado actividades que favorecen el desarrollo
mental del niño o niña.

Compromisos establecidos:

Evidencia fotográfica:
FIRMAS RESPONSABLES

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Docente Auxiliar Pedagógica

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Coordinador Profesional que realiza la formación

ACTA DE FORMACIÓN A FAMILIAS

Hora: 3:00 a 3:40 pm Fecha: 29-08-2018

Lugar: Institución Educativa Técnico Ciudad Ibagué Sede Boquerón

Unidad de Atención: Chiquitines Ibagué 300 G 5 Cural 2

Temas: Crecimiento y desarrollo infantil

Número de participantes: 18 participantes

Participantes: Padres de familia o cuidadores, mujeres gestantes.

Objetivo: Fomentar a los padres de familia y/o cuidadores la importancia


de la estimulación y acompañamiento para el desarrollo
emocional, social y cognitivo de niños y niñas en cada una de
sus etapas.
Tiempo o duración: 40 minutos.

Sensibilizar, concienciar a los padres de familia para la


creación de redes de apoyo tanto en las familias como en la
Resultados esperados:
comunidad que permitan proteger de manera integral a los
niños y niñas en sus entornos.

Responsable: Ruth Magdalena Vélez Rojas-Psicóloga.

Materiales o recursos: conceptos, sillas, humano

-Actividad lúdica

-Objetivo de la capacitación.

-Presentación del tema

Metodología y actividades de -Descripción del contenido.


la formación: -Despeje de dudas

- conclusiones.

Desarrollo de las actividades: Se inicia la capacitación en donde se un juego para amenizar la


capacitación, se socializa el objetivo de la temática sensibilizando a los padres de familia o
cuidadores de la importancia del desarrollo de los niños y las niñas estimulando en su
cotidianeidad sus habilidades cognitivas, afectivas y sociales que les brinde la oportunidad de
avanzar en su desarrollo integral. La meta que se busca lograr en el desarrollo del niño o niña
es el despliegue máximo de sus capacidades y potencialidades, para que en el futuro pueda tener
un conocimiento crítico de la realidad y una participación en la sociedad. El desarrollo psicosocial
influirá significativamente en las oportunidades educativas, laborales y sociales que el niño o niña
puede tener en el futuro.
Las experiencias de los niños o niñas facilitan las funciones motora, socioemocional e intelectual.
Es fundamental, a través de las interacciones con sus padres, que los niños o niñas lleguen a
confiar en sí mismos, sentirse capaces, independientes y solidarios y que vayan aprendiendo
gradualmente a comunicarse por medio del lenguaje, a socializar, a aprender a compartir e
incorporar valores morales a su comportamiento cotidiano. Las primeras etapas del desarrollo
son básicas para el futuro del niño o niña e influyen para toda la vida en su relación con los
demás, en el rendimiento escolar, y en su capacidad para participar activamente en la sociedad.
El niño o niña necesita establecer y mantener un vínculo afectivo, esto es, una relación de cariño,
cálida y cercana, con los padres o las personas que lo cuidan. Esta relación es necesaria para
desarrollar la seguridad y confianza básicas para sentirse querido. Las relaciones afectivas son
recíprocas. La calidad de la relación afectiva adulto-niño depende de la capacidad del adulto para
responder al niño o niña y de las características de éste. El niño o niña necesita establecer
vínculos afectivos con otras personas cercanas, además de la madre, especialmente con el padre
si está presente.
Para formar esta relación de amor, el niño o niña necesita recibir de su madre, padre o persona
que lo cuida, demostraciones de cariño, cuidado y atención. Esta actitud tiene que ser continua,
diaria, estable. Así el niño o niña va desarrollando seguridad y confianza y el sentimiento de ser
valioso e importante.
El juego es la actividad más importante del niño o niña pequeño. En la interacción con el mundo
que lo rodea, el lenguaje tiene un papel fundamental. En la interacción con el mundo que lo rodea,
el niño o niña aprende a ser independiente. La mente del niño o niña, al igual que su cuerpo,
necesita ayuda, «alimento», para desarrollarse bien. Los “alimentos» o estímulos más
importantes son:

_ El cariño.
_ La alabanza.
_ El contacto con otras personas y la comunicación con ellas a través del lenguaje.
_ Los objetos para explorar y experimentar.

La estimulación implica una actitud permanente de acogida, de fomento del desarrollo social, de
la expresión de sentimientos, del interés por el mundo y por aprender, más que la sola realización
de un conjunto de actividades o la entrega de diferentes materiales de juego.
La estimulación requiere que se hagan actividades en común con el niño o niña, entretenidas,
variadas, frecuentes, motivadoras, durante sus primeros años de vida. La madre, el padre y otros
miembros de la familia pueden atender y estimular a sus hijos con los medios que tienen a su
alcance, usando su imaginación, conociendo las necesidades afectivas, sociales e intelectuales
del niño o niña y respondiendo a ellas.

_ El funcionamiento psicológico del niño o niña requiere estímulos para desarrollar capacidades
físicas (como sentarse, gatear, ponerse de pie, caminar, correr), cognitivas (como razonar,
inventar, aprender, imitar), emocionales (como expresar afecto, tolerar frustraciones, poder
esperar) y sociales (como compartir, escuchar, dar y recibir elogios). Para que el niño o niña
pueda desarrollar esas capacidades es necesario que se le permita explorar y jugar libremente,
y que se le permita tener acceso a distintas personas, objetos y situaciones diversas. Cantar
canciones y aprender rimas infantiles, dibujar y leer cuentos en voz alta son algunas de las
actividades que favorecen el desarrollo mental del niño o niña. También lo preparan para
aprender a leer y escribir. Se debe estimular al niño o niña a buscar por sí mismo solución a los
pequeños problemas que se le plantean diariamente, hay que alentarlo a tratar de hacer las cosas
bien, aunque se equivoque o le cueste trabajo al principio. Así se sentirá competente, capaz y
querrá ir afrontando nuevos desafíos. La autonomía o independencia, es decir, la capacidad que
el niño o niña tiene para aprender a hacer las cosas por sí mismo, desempeñan una función de
gran importancia en su desarrollo psicosocial. En la exploración activa de su ambiente, desde
los primeros años, el niño o niña va ejercitando sus sentidos y su capacidad de moverse y
comunicarse, desarrollando su inteligencia y aprendiendo. La inteligencia se construye a través
de las acciones que el niño o niña realiza en su medio cotidiano. Para conocer el mundo que lo
rodea, el niño o niña utiliza sus sentidos (vista, tacto, oído, olfato, gusto) y su motricidad (los
movimientos que puede hacer con su cuerpo, especialmente con sus manos). A través de la
acción y de la exploración, el niño o niña va elaborando ideas acerca de lo que son las cosas: el
tiempo, el espacio, las causas y consecuencias, la velocidad, el peso, etcétera; así aprende a
pensar, a comparar, a deducir, a inducir, a imaginar. El niño o niña va adquiriendo destrezas y
seguridad en el mundo y en sí mismo. Hay distintas formas de estimular al niño o niña a la acción
y al descubrimiento del mundo. Por ejemplo, se le puede incitar a descubrir el mundo de los
sonidos cantándole, imitando sus vocalizaciones, poniéndole música, acompañando la música
con golpes de mano o movimientos del cuerpo. También se le puede incitar a descubrir el mundo
de los gestos y actitudes, mostrando distintas expresiones en el rostro, exagerando gestos y
posturas, mirándose juntos frente a un espejo. La exploración no es sólo del mundo físico, sino
también del mundo de las personas. Poco a poco, el niño o niña va desarrollando sus
capacidades de imitar, de representar, de dramatizar, lo que le permite ir conociendo y dominando
gestos, expresiones, sentimientos. El aprendizaje se realiza mientras el niño o niña toca,
manipula y experimenta con cosas e interactúa con personas. A partir de todo esto, va
desarrollando sus conceptos y su lenguaje hasta poder llegar a entender una información más
abstracta o simbólica de la realidad. Para que el contacto con el medio sea eficaz, el niño o niña
debe tener oportunidades para preguntar, ensayar, cometer errores y aprender de ellos. Los niños
necesitan mucho tiempo (años)
de juego con objetos y situaciones reales, antes de ser capaces de entender el significado de
símbolos como las letras los números. En las distintas edades, el niño o niña va a tener
preferencia por diferentes tipos de materiales o juguetes, pero siempre necesitará objetos a su
alcance: En el primer año de vida: sonajeros y objetos para manipular, por ejemplo.
En el segundo año de vida: los juegos de arrastre, por ejemplo.
Después del segundo año: materiales para juegos de representación como disfraces y plastilina
o masa para moldear, o para armar, como bloques, rompecabezas. Los objetos adecuados se
encuentran en cualquier hogar y pueden no ser caros o complejos. Por ejemplo, objetos de la
naturaleza como piedras, conchas y árboles. También recipientes, cacerolas, cucharas, cajas
vacías, envases, pedazos de madera, o cualquier otro elemento común.
·
Cualquier objeto que sirva para dibujar, pintar, hacer sonidos. Todos ellos pueden ser tan buenos
estímulos como los más costosos juguetes. En el fondo, estímulo es todo aquello que ayuda a
desarrollar la atención y la actividad del niño o niña, que le permite explorar, pensar, y que
contribuye al desarrollo de su cuerpo y de su espíritu. Es necesario permitir al niño o niña explorar
con libertad el mundo que lo rodea. Si bien es cierto que hay que evitar los peligros y las
situaciones donde él pueda hacerse daño, el querer protegerlo de peligros no puede llevar a no
dejarlo moverse o a tenerlo encerrado. El juego favorece el desarrollo de habilidades
psicosociales y físicas. Estimula el desarrollo motor, puesto que exige al niño o niña moverse,
correr, saltar, caminar. También favorece el desarrollo de la inteligencia, porque lo lleva a explorar
el mundo que lo rodea y a repetir acciones en los objetos disponibles para conocerlos mejor. El
juego favorece el desarrollo emocional, porque a través de los juegos el niño o niña expresa sus
sentimientos y a veces resuelve conflictos emocionales. Facilita el desarrollo social porque por
medio de éste el niño o niña aprende a permanecer y jugar con otros niños, a respetar reglas, a
compartir y a convivir. El juego permite al niño o niña: Moverse y así desarrollar los músculos del
cuerpo. Explorar el mundo que lo rodea y así aprender sobre la naturaleza, las plantas, los
animales, los objetos hechos por el hombre. Aprender de los niños y personas mayores.
Desarrollar la imaginación y la creatividad. Entretenerse, divertirse y expresar los sentimientos.
Hay distintas variedades de juegos:

_ Juegos solitarios.
_ Juegos en grupo.
_ Juegos libres.
_ Juegos con reglas.
_ Juegos con adultos.
_ Juegos con niños.
_ Juegos verbales.
_ Juegos de imaginación.
_ Juegos con materiales.

Los padres pueden contribuir a reforzar la salud mental del niño o niña y los vínculos afectivos
que tienen con él mediante actividades placenteras y creativas. Cuando el niño o niña juega y
convive con otros niños aprende a ponerse en el lugar del otro, a comprender a los demás.
Además, descubre la amistad y la lealtad. Cuando presta sus juguetes o juega con los de otro,
comienza a manifestar su capacidad de compartir. También aprende a respetar reglas.

_ Mediante el juego el niño o niña aprende a conocer su cultura, tradiciones y valores morales.
Propiciar los juegos facilita el entender, valorar y mantener la cultura a la que pertenece. No se
le hace mal al niño o niña si se le quiere mucho. El cariño nunca es excesivo. Lo que lo perjudica
es la incoherencia y la falta de límites. Se brinda un espacio para que los asistentes interactúen,
jueguen con sus hijos poner en práctica el tema socializado, se despejan dudas,
recomendaciones.

Observaciones: los padres interactúan con actitud positiva respecto al tema socializado, pues
incorporar la autonomía o independencia a los NNS, es extremadamente importante, pues es la
capacidad que el niño o niña tiene para aprender a hacer las cosas por sí mismo.

Logros y resultados obtenidos: se resalta la interacción por parte de los padres y cuidadores
adaptando el entorno e incorporando las buenas prácticas para en el desempeño de la actividad,
y es por estas actitudes que temas como la autonomía o independencia llegan de forma sencilla
a la comprensión por parte de los participantes, pues de ello de pende que sean transmitidas de
forma correcta al infante permitiéndole desarrollarse satisfactoriamente en la parte personal y
psicosocial.

Dificultades: No se presentaron dificultades durante la capacitación.

Conclusiones: se precisa que para los padres es de un valor muy alto enseñarles a sus infantes
la importancia que puede llegar a tener la autonomía y la independencia a la hora de tomar
decisiones y que es mediante juegos, un buen trato socioafectivo con los NNS y que sumado a
otros factores como la exploración activa de su ambiente hacen un complemento perfecto para
generar dicho ambiente.

Compromisos establecidos: los padres y cuidadores se comprometen a ejercitar la capacidad


de moverse y comunicarse de los infantes para lograr el desarrollo pleno de su inteligencia, de
la misma forma se comprometen a aplicar los juegos aprendidos en la actividad para desarrollar
los sentidos de los niños y niñas tales como la vista, tacto, oído, olfato, gusto, que conforman sus
núcleos familiares con la finalidad de potenciar el sistema cognitivo de los menores.

Evidencia fotográfica:

FIRMAS RESPONSABLES

_____________________________ ________________________________

Docente Auxiliar Pedagógica

_______________________________ _________________________________
Coordinador Profesional que realiza la formación

ACTA DE FORMACIÓN A FAMILIAS

Hora: 3:00 a 3:40 pm Fecha: 09-08-2018


Lugar: Institución Educativa San Francisco Sede Cural

Unidad de Atención: Chiquitines Felices Ibagué Cural 1

Temas: Crecimiento y Desarrollo infantil

Número de participantes: 13 participantes

Participantes: Padres de familia o cuidadores, mujeres gestantes.

Fomentar a los padres de familia y/o cuidadores la importancia


Objetivo: de la estimulación y acompañamiento para el desarrollo
emocional, social y cognitivo de niños y niñas en cada una de
sus etapas.
Tiempo o duración: 40 minutos.

Sensibilizar, concienciar a los padres de familia para la


creación de redes de apoyo tanto en las familias como en la
Resultados esperados:
comunidad que permitan proteger de manera integral a los
niños y niñas en sus entornos.

Responsable: Ruth Magdalena Vélez Rojas-Psicóloga.

Materiales o recursos: Muñeco, conceptos, sillas, humano

-Actividad lúdica

-Objetivo de la capacitación.

-Presentación del tema

Metodología y actividades de -Descripción del contenido.


la formación: -Despeje de dudas

- conclusiones.

Desarrollo de las actividades: Se inicia la capacitación en donde se un juego para amenizar la


capacitación, se socializa el objetivo de la temática sensibilizando a los padres de familia o
cuidadores de la importancia del desarrollo de los niños y las niñas estimulando en su
cotidianeidad sus habilidades cognitivas, afectivas y sociales que les brinde la oportunidad de
avanzar en su desarrollo integral. La meta que se busca lograr en el desarrollo del niño o niña
es el despliegue máximo de sus capacidades y potencialidades, para que en el futuro pueda tener
un conocimiento crítico de la realidad y una participación en la sociedad. El desarrollo psicosocial
influirá significativamente en las oportunidades educativas, laborales y sociales que el niño o niña
puede tener en el futuro.
Las experiencias de los niños o niñas facilitan las funciones motora, socioemocional e intelectual.
Es fundamental, a través de las interacciones con sus padres, que los niños o niñas lleguen a
confiar en sí mismos, sentirse capaces, independientes y solidarios y que vayan aprendiendo
gradualmente a comunicarse por medio del lenguaje, a socializar, a aprender a compartir e
incorporar valores morales a su comportamiento cotidiano. Las primeras etapas del desarrollo
son básicas para el futuro del niño o niña e influyen para toda la vida en su relación con los
demás, en el rendimiento escolar, y en su capacidad para participar activamente en la sociedad.
El niño o niña necesita establecer y mantener un vínculo afectivo, esto es, una relación de cariño,
cálida y cercana, con los padres o las personas que lo cuidan. Esta relación es necesaria para
desarrollar la seguridad y confianza básicas para sentirse querido. Las relaciones afectivas son
recíprocas. La calidad de la relación afectiva adulto-niño depende de la capacidad del adulto para
responder al niño o niña y de las características de éste. El niño o niña necesita establecer
vínculos afectivos con otras personas cercanas, además de la madre, especialmente con el padre
si está presente.
Para formar esta relación de amor, el niño o niña necesita recibir de su madre, padre o persona
que lo cuida, demostraciones de cariño, cuidado y atención. Esta actitud tiene que ser continua,
diaria, estable. Así el niño o niña va desarrollando seguridad y confianza y el sentimiento de ser
valioso e importante.
El juego es la actividad más importante del niño o niña pequeño. En la interacción con el mundo
que lo rodea, el lenguaje tiene un papel fundamental. En la interacción con el mundo que lo rodea,
el niño o niña aprende a ser independiente. La mente del niño o niña, al igual que su cuerpo,
necesita ayuda, «alimento», para desarrollarse bien. Los “alimentos» o estímulos más
importantes son:

_ El cariño.
_ La alabanza.
_ El contacto con otras personas y la comunicación con ellas a través del lenguaje.
_ Los objetos para explorar y experimentar.

La estimulación implica una actitud permanente de acogida, de fomento del desarrollo social, de
la expresión de sentimientos, del interés por el mundo y por aprender, más que la sola realización
de un conjunto de actividades o la entrega de diferentes materiales de juego.
La estimulación requiere que se hagan actividades en común con el niño o niña, entretenidas,
variadas, frecuentes, motivadoras, durante sus primeros años de vida. La madre, el padre y otros
miembros de la familia pueden atender y estimular a sus hijos con los medios que tienen a su
alcance, usando su imaginación, conociendo las necesidades afectivas, sociales e intelectuales
del niño o niña y respondiendo a ellas.

_ El funcionamiento psicológico del niño o niña requiere estímulos para desarrollar capacidades
físicas (como sentarse, gatear, ponerse de pie, caminar, correr), cognitivas (como razonar,
inventar, aprender, imitar), emocionales (como expresar afecto, tolerar frustraciones, poder
esperar) y sociales (como compartir, escuchar, dar y recibir elogios). Para que el niño o niña
pueda desarrollar esas capacidades es necesario que se le permita explorar y jugar libremente,
y que se le permita tener acceso a distintas personas, objetos y situaciones diversas. Cantar
canciones y aprender rimas infantiles, dibujar y leer cuentos en voz alta son algunas de las
actividades que favorecen el desarrollo mental del niño o niña. También lo preparan para
aprender a leer y escribir. Se debe estimular al niño o niña a buscar por sí mismo solución a los
pequeños problemas que se le plantean diariamente, hay que alentarlo a tratar de hacer las cosas
bien, aunque se equivoque o le cueste trabajo al principio. Así se sentirá competente, capaz y
querrá ir afrontando nuevos desafíos. La autonomía o independencia, es decir, la capacidad que
el niño o niña tiene para aprender a hacer las cosas por sí mismo, desempeñan una función de
gran importancia en su desarrollo psicosocial. En la exploración activa de su ambiente, desde
los primeros años, el niño o niña va ejercitando sus sentidos y su capacidad de moverse y
comunicarse, desarrollando su inteligencia y aprendiendo. La inteligencia se construye a través
de las acciones que el niño o niña realiza en su medio cotidiano. Para conocer el mundo que lo
rodea, el niño o niña utiliza sus sentidos (vista, tacto, oído, olfato, gusto) y su motricidad (los
movimientos que puede hacer con su cuerpo, especialmente con sus manos). A través de la
acción y de la exploración, el niño o niña va elaborando ideas acerca de lo que son las cosas: el
tiempo, el espacio, las causas y consecuencias, la velocidad, el peso, etcétera; así aprende a
pensar, a comparar, a deducir, a inducir, a imaginar. El niño o niña va adquiriendo destrezas y
seguridad en el mundo y en sí mismo. Hay distintas formas de estimular al niño o niña a la acción
y al descubrimiento del mundo. Por ejemplo, se le puede incitar a descubrir el mundo de los
sonidos cantándole, imitando sus vocalizaciones, poniéndole música, acompañando la música
con golpes de mano o movimientos del cuerpo. También se le puede incitar a descubrir el mundo
de los gestos y actitudes, mostrando distintas expresiones en el rostro, exagerando gestos y
posturas, mirándose juntos frente a un espejo. La exploración no es sólo del mundo físico, sino
también del mundo de las personas. Poco a poco, el niño o niña va desarrollando sus
capacidades de imitar, de representar, de dramatizar, lo que le permite ir conociendo y dominando
gestos, expresiones, sentimientos. El aprendizaje se realiza mientras el niño o niña toca,
manipula y experimenta con cosas e interactúa con personas. A partir de todo esto, va
desarrollando sus conceptos y su lenguaje hasta poder llegar a entender una información más
abstracta o simbólica de la realidad. Para que el contacto con el medio sea eficaz, el niño o niña
debe tener oportunidades para preguntar, ensayar, cometer errores y aprender de ellos. Los niños
necesitan mucho tiempo (años)
de juego con objetos y situaciones reales, antes de ser capaces de entender el significado de
símbolos como las letras los números. En las distintas edades, el niño o niña va a tener
preferencia por diferentes tipos de materiales o juguetes, pero siempre necesitará objetos a su
alcance: En el primer año de vida: sonajeros y objetos para manipular, por ejemplo.
En el segundo año de vida: los juegos de arrastre, por ejemplo.
Después del segundo año: materiales para juegos de representación como disfraces y plastilina
o masa para moldear, o para armar, como bloques, rompecabezas. Los objetos adecuados se
encuentran en cualquier hogar y pueden no ser caros o complejos. Por ejemplo, objetos de la
naturaleza como piedras, conchas y árboles. También recipientes, cacerolas, cucharas, cajas
vacías, envases, pedazos de madera, o cualquier otro elemento común.
·
Cualquier objeto que sirva para dibujar, pintar, hacer sonidos. Todos ellos pueden ser tan buenos
estímulos como los más costosos juguetes. En el fondo, estímulo es todo aquello que ayuda a
desarrollar la atención y la actividad del niño o niña, que le permite explorar, pensar, y que
contribuye al desarrollo de su cuerpo y de su espíritu. Es necesario permitir al niño o niña explorar
con libertad el mundo que lo rodea. Si bien es cierto que hay que evitar los peligros y las
situaciones donde él pueda hacerse daño, el querer protegerlo de peligros no puede llevar a no
dejarlo moverse o a tenerlo encerrado. El juego favorece el desarrollo de habilidades
psicosociales y físicas. Estimula el desarrollo motor, puesto que exige al niño o niña moverse,
correr, saltar, caminar. También favorece el desarrollo de la inteligencia, porque lo lleva a explorar
el mundo que lo rodea y a repetir acciones en los objetos disponibles para conocerlos mejor. El
juego favorece el desarrollo emocional, porque a través de los juegos el niño o niña expresa sus
sentimientos y a veces resuelve conflictos emocionales. Facilita el desarrollo social porque por
medio de éste el niño o niña aprende a permanecer y jugar con otros niños, a respetar reglas, a
compartir y a convivir. El juego permite al niño o niña: Moverse y así desarrollar los músculos del
cuerpo. Explorar el mundo que lo rodea y así aprender sobre la naturaleza, las plantas, los
animales, los objetos hechos por el hombre. Aprender de los niños y personas mayores.
Desarrollar la imaginación y la creatividad. Entretenerse, divertirse y expresar los sentimientos.
Hay distintas variedades de juegos:

_ Juegos solitarios.
_ Juegos en grupo.
_ Juegos libres.
_ Juegos con reglas.
_ Juegos con adultos.
_ Juegos con niños.
_ Juegos verbales.
_ Juegos de imaginación.
_ Juegos con materiales.

Los padres pueden contribuir a reforzar la salud mental del niño o niña y los vínculos afectivos
que tienen con él mediante actividades placenteras y creativas. Cuando el niño o niña juega y
convive con otros niños aprende a ponerse en el lugar del otro, a comprender a los demás.
Además, descubre la amistad y la lealtad. Cuando presta sus juguetes o juega con los de otro,
comienza a manifestar su capacidad de compartir. También aprende a respetar reglas.

_ Mediante el juego el niño o niña aprende a conocer su cultura, tradiciones y valores morales.
Propiciar los juegos facilita el entender, valorar y mantener la cultura a la que pertenece. No se
le hace mal al niño o niña si se le quiere mucho. El cariño nunca es excesivo. Lo que lo perjudica
es la incoherencia y la falta de límites. Se brinda un espacio para que los asistentes interactúen,
jueguen con sus hijos poner en práctica el tema socializado, se despejan dudas,
recomendaciones.

Observaciones: esta socialización se desarrolla de tal manera que los padres interpreten de
forma activa y eficiente las diferentes formas de estimular al niño o niña a la acción y al
descubrimiento del mundo por medio imitaciones y sonidos.

Logros y resultados obtenidos: siempre es de vital importancia obtener al 100% la recepción


y atención del personal capacitado como se logró evidenciar el día de hoy, pue s fue fundamental
a la hora de involucrarlos en el tema las formas de estimular al niño o niña a la acción y al
descubrimiento del mundo aprovechando el conversatorio para despejar dudas tales como
comprender que se puede incitar a descubrir el mundo de los sonidos cantándole, imitando sus
vocalizaciones, poniéndole música, acompañando la música con golpes de mano o movimientos
del cuerpo

Dificultades: No se presentaron dificultades, el objetivo, logística, metodología se llevó a cabo.

Conclusiones: se concluye que se puede incitar a descubrir el mundo por medio de los gestos
y actitudes, siendo los padres capaces de llevar a sus hijos a mostrar distintas expresiones en el
rostro, exagerando gestos y posturas, mirándose juntos frente a un espejo, pues entienden los
padres y cuidadores que la exploración no es sólo del mundo físico, sino que también depende
del mundo de las personas es obligación trasmitir estas virtudes a los infantes.

Compromisos establecidos: queda como compromiso brindar el amor necesario que los NNS
necesitan, permitirles que expresen sus necesidades, fomentar el juego en familia, escuchar sus
necesidades, a brindarle a sus hijos tiempo calidad, y buen acompañamiento en sus diferentes
etapas de crecimiento dando prioridad en sus primeros años de vida.
Evidencia fotográfica:

FIRMAS RESPONSABLES

_____________________________ ________________________________

Docente Auxiliar Pedagógica

_______________________________ _________________________________
Coordinador Profesional que realiza la formación
ACTA DE FORMACIÓN A FAMILIAS

Hora: 3:00 a 3:40 pm Fecha:16-08 -2018

Institución Educativa Andrés López de Galarza sede Vereda


Lugar:
Ambala

Unidad de Atención: Chiquitines felices Ibagué Ambala.

Temas: Crecimiento y Desarrollo infantil

Número de participantes: 16 participantes

Participantes: Padres de familia o cuidadores, mujeres gestantes.

Objetivo: Fomentar a los padres de familia y/o cuidadores la importancia


de la estimulación y acompañamiento para el desarrollo
emocional, social y cognitivo de niños y niñas en cada una de
sus etapas.
Tiempo o duración: 40 minutos.

Sensibilizar, concienciar a los padres de familia para la


creación de redes de apoyo tanto en las familias como en la
Resultados esperados:
comunidad que permitan proteger de manera integral a los
niños y niñas en sus entornos.

Responsable: Ruth Magdalena Vélez Rojas-Psicóloga.

Materiales o recursos: conceptos, sillas, humano

-Actividad lúdica

-Objetivo de la capacitación.

-Presentación del tema

Metodología y actividades de -Descripción del contenido.


la formación: -Despeje de dudas

- conclusiones.

Desarrollo de las actividades: Se inicia la capacitación en donde se un juego para amenizar la


capacitación, se socializa el objetivo de la temática sensibilizando a los padres de familia o
cuidadores de la importancia del desarrollo de los niños y las niñas estimulando en su
cotidianeidad sus habilidades cognitivas, afectivas y sociales que les brinde la oportunidad de
avanzar en su desarrollo integral. La meta que se busca lograr en el desarrollo del niño o niña
es el despliegue máximo de sus capacidades y potencialidades, para que en el futuro pueda tener
un conocimiento crítico de la realidad y una participación en la sociedad. El desarrollo psicosocial
influirá significativamente en las oportunidades educativas, laborales y sociales que el niño o niña
puede tener en el futuro.
Las experiencias de los niños o niñas facilitan las funciones motora, socioemocional e intelectual.
Es fundamental, a través de las interacciones con sus padres, que los niños o niñas lleguen a
confiar en sí mismos, sentirse capaces, independientes y solidarios y que vayan aprendiendo
gradualmente a comunicarse por medio del lenguaje, a socializar, a aprender a compartir e
incorporar valores morales a su comportamiento cotidiano. Las primeras etapas del desarrollo
son básicas para el futuro del niño o niña e influyen para toda la vida en su relación con los
demás, en el rendimiento escolar, y en su capacidad para participar activamente en la sociedad.
El niño o niña necesita establecer y mantener un vínculo afectivo, esto es, una relación de cariño,
cálida y cercana, con los padres o las personas que lo cuidan. Esta relación es necesaria para
desarrollar la seguridad y confianza básicas para sentirse querido. Las relaciones afectivas son
recíprocas. La calidad de la relación afectiva adulto-niño depende de la capacidad del adulto para
responder al niño o niña y de las características de éste. El niño o niña necesita establecer
vínculos afectivos con otras personas cercanas, además de la madre, especialmente con el padre
si está presente.
Para formar esta relación de amor, el niño o niña necesita recibir de su madre, padre o persona
que lo cuida, demostraciones de cariño, cuidado y atención. Esta actitud tiene que ser continua,
diaria, estable. Así el niño o niña va desarrollando seguridad y confianza y el sentimiento de ser
valioso e importante.
El juego es la actividad más importante del niño o niña pequeño. En la interacción con el mundo
que lo rodea, el lenguaje tiene un papel fundamental. En la interacción con el mundo que lo rodea,
el niño o niña aprende a ser independiente. La mente del niño o niña, al igual que su cuerpo,
necesita ayuda, «alimento», para desarrollarse bien. Los “alimentos» o estímulos más
importantes son:

_ El cariño.
_ La alabanza.
_ El contacto con otras personas y la comunicación con ellas a través del lenguaje.
_ Los objetos para explorar y experimentar.

La estimulación implica una actitud permanente de acogida, de fomento del desarrollo social, de
la expresión de sentimientos, del interés por el mundo y por aprender, más que la sola realización
de un conjunto de actividades o la entrega de diferentes materiales de juego.
La estimulación requiere que se hagan actividades en común con el niño o niña, entretenidas,
variadas, frecuentes, motivadoras, durante sus primeros años de vida. La madre, el padre y otros
miembros de la familia pueden atender y estimular a sus hijos con los medios que tienen a su
alcance, usando su imaginación, conociendo las necesidades afectivas, sociales e intelectuales
del niño o niña y respondiendo a ellas.

_ El funcionamiento psicológico del niño o niña requiere estímulos para desarrollar capacidades
físicas (como sentarse, gatear, ponerse de pie, caminar, correr), cognitivas (como razonar,
inventar, aprender, imitar), emocionales (como expresar afecto, tolerar frustraciones, poder
esperar) y sociales (como compartir, escuchar, dar y recibir elogios). Para que el niño o niña
pueda desarrollar esas capacidades es necesario que se le permita explorar y jugar libremente,
y que se le permita tener acceso a distintas personas, objetos y situaciones diversas. Cantar
canciones y aprender rimas infantiles, dibujar y leer cuentos en voz alta son algunas de las
actividades que favorecen el desarrollo mental del niño o niña. También lo preparan para
aprender a leer y escribir. Se debe estimular al niño o niña a buscar por sí mismo solución a los
pequeños problemas que se le plantean diariamente, hay que alentarlo a tratar de hacer las cosas
bien, aunque se equivoque o le cueste trabajo al principio. Así se sentirá competente, capaz y
querrá ir afrontando nuevos desafíos. La autonomía o independencia, es decir, la capacidad que
el niño o niña tiene para aprender a hacer las cosas por sí mismo, desempeñan una función de
gran importancia en su desarrollo psicosocial. En la exploración activa de su ambiente, desde
los primeros años, el niño o niña va ejercitando sus sentidos y su capacidad de moverse y
comunicarse, desarrollando su inteligencia y aprendiendo. La inteligencia se construye a través
de las acciones que el niño o niña realiza en su medio cotidiano. Para conocer el mundo que lo
rodea, el niño o niña utiliza sus sentidos (vista, tacto, oído, olfato, gusto) y su motricidad (los
movimientos que puede hacer con su cuerpo, especialmente con sus manos). A través de la
acción y de la exploración, el niño o niña va elaborando ideas acerca de lo que son las cosas: el
tiempo, el espacio, las causas y consecuencias, la velocidad, el peso, etcétera; así aprende a
pensar, a comparar, a deducir, a inducir, a imaginar. El niño o niña va adquiriendo destrezas y
seguridad en el mundo y en sí mismo. Hay distintas formas de estimular al niño o niña a la acción
y al descubrimiento del mundo. Por ejemplo, se le puede incitar a descubrir el mundo de los
sonidos cantándole, imitando sus vocalizaciones, poniéndole música, acompañando la música
con golpes de mano o movimientos del cuerpo. También se le puede incitar a descubrir el mundo
de los gestos y actitudes, mostrando distintas expresiones en el rostro, exagerando gestos y
posturas, mirándose juntos frente a un espejo. La exploración no es sólo del mundo físico, sino
también del mundo de las personas. Poco a poco, el niño o niña va desarrollando sus
capacidades de imitar, de representar, de dramatizar, lo que le permite ir conociendo y dominando
gestos, expresiones, sentimientos. El aprendizaje se realiza mientras el niño o niña toca,
manipula y experimenta con cosas e interactúa con personas. A partir de todo esto, va
desarrollando sus conceptos y su lenguaje hasta poder llegar a entender una información más
abstracta o simbólica de la realidad. Para que el contacto con el medio sea eficaz, el niño o niña
debe tener oportunidades para preguntar, ensayar, cometer errores y aprender de ellos. Los niños
necesitan mucho tiempo (años)
de juego con objetos y situaciones reales, antes de ser capaces de entender el significado de
símbolos como las letras los números. En las distintas edades, el niño o niña va a tener
preferencia por diferentes tipos de materiales o juguetes, pero siempre necesitará objetos a su
alcance: En el primer año de vida: sonajeros y objetos para manipular, por ejemplo.
En el segundo año de vida: los juegos de arrastre, por ejemplo.
Después del segundo año: materiales para juegos de representación como disfraces y plastilina
o masa para moldear, o para armar, como bloques, rompecabezas. Los objetos adecuados se
encuentran en cualquier hogar y pueden no ser caros o complejos. Por ejemplo, objetos de la
naturaleza como piedras, conchas y árboles. También recipientes, cacerolas, cucharas, cajas
vacías, envases, pedazos de madera, o cualquier otro elemento común.
·
Cualquier objeto que sirva para dibujar, pintar, hacer sonidos. Todos ellos pueden ser tan buenos
estímulos como los más costosos juguetes. En el fondo, estímulo es todo aquello que ayuda a
desarrollar la atención y la actividad del niño o niña, que le permite explorar, pensar, y que
contribuye al desarrollo de su cuerpo y de su espíritu. Es necesario permitir al niño o niña explorar
con libertad el mundo que lo rodea. Si bien es cierto que hay que evitar los peligros y las
situaciones donde él pueda hacerse daño, el querer protegerlo de peligros no puede llevar a no
dejarlo moverse o a tenerlo encerrado. El juego favorece el desarrollo de habilidades
psicosociales y físicas. Estimula el desarrollo motor, puesto que exige al niño o niña moverse,
correr, saltar, caminar. También favorece el desarrollo de la inteligencia, porque lo lleva a explorar
el mundo que lo rodea y a repetir acciones en los objetos disponibles para conocerlos mejor. El
juego favorece el desarrollo emocional, porque a través de los juegos el niño o niña expresa sus
sentimientos y a veces resuelve conflictos emocionales. Facilita el desarrollo social porque por
medio de éste el niño o niña aprende a permanecer y jugar con otros niños, a respetar reglas, a
compartir y a convivir. El juego permite al niño o niña: Moverse y así desarrollar los músculos del
cuerpo. Explorar el mundo que lo rodea y así aprender sobre la naturaleza, las plantas, los
animales, los objetos hechos por el hombre. Aprender de los niños y personas mayores.
Desarrollar la imaginación y la creatividad. Entretenerse, divertirse y expresar los sentimientos.
Hay distintas variedades de juegos:

_ Juegos solitarios.
_ Juegos en grupo.
_ Juegos libres.
_ Juegos con reglas.
_ Juegos con adultos.
_ Juegos con niños.
_ Juegos verbales.
_ Juegos de imaginación.
_ Juegos con materiales.

Los padres pueden contribuir a reforzar la salud mental del niño o niña y los vínculos afectivos
que tienen con él mediante actividades placenteras y creativas. Cuando el niño o niña juega y
convive con otros niños aprende a ponerse en el lugar del otro, a comprender a los demás.
Además, descubre la amistad y la lealtad. Cuando presta sus juguetes o juega con los de otro,
comienza a manifestar su capacidad de compartir. También aprende a respetar reglas.

_ Mediante el juego el niño o niña aprende a conocer su cultura, tradiciones y valores morales.
Propiciar los juegos facilita el entender, valorar y mantener la cultura a la que pertenece. No se
le hace mal al niño o niña si se le quiere mucho. El cariño nunca es excesivo. Lo que lo perjudica
es la incoherencia y la falta de límites. Se brinda un espacio para que los asistentes interactúen,
jueguen con sus hijos poner en práctica el tema socializado, se despejan dudas,
recomendaciones.

Observaciones: los padres interactúan de forma sociable adaptándose a la capacitación,


asimilando e incorporando a su conocimiento los valores, el lenguaje y vínculos sociales, esto
con el fin de establecer lazos de afecto con los niños y niñas.

Logros y resultados obtenidos: participación activa, comprensión de las actividades


placenteras y creativas, aceptan que la cultura, tradiciones y valores morales y propiciar los
juegos facilita el entender, valorar y mantener la cultura a la que pertenecen los niños.

Dificultades: No se presentaron dificultades, el objetivo, logística, metodología se llevó a cabo.

Conclusiones: se puede determinar que, haciendo trabajo activo en los juegos, la manifestación
de afecto en los primeros años de los menores y la alimentación hacen parte de un plan para
llevar acabo el buen desarrollo del infante.

Compromisos establecidos: los padres de familia se comprometen a brindarle a sus hijos


tiempo calidad, buen acompañamiento en sus etapas para contribuir en su desarrollo integral.
Evidencia fotográfica:
FIRMAS RESPONSABLES

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Docente Auxiliar Pedagógica

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Coordinador Profesional que realiza la formación

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