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REVISTA PERUANA DE PSICOLOGÍA Y TRABAJO SOCIAL

Publicacion semestral de la Facultad de Psicología y Trabajo Social


Vol. 1, N° 1. Enero-Junio 2012
Revista Peruana de Psicología y Trabajo Social
Vol. 1, N° 1. Enero-Junio 2012
ISSN 2304-165X
Depósito Legal: 2012-06473
Categoría: Publicación periodica semestral
Formato: 21 mm. X 29.7mm.172 pp.
Impresión: Offsett y encuadernación encolado
Soporte: Couché mate 150 g
Interiores: Bond alizado 80 g
Publicado: Lima, Perú. Junio de 2012
Tiraje: 1000 ejemplares

UNIVERSIDAD INCA GARCILASO DE LA VEGA


Av. Arequipa 1841, Lince
Tlf. 4711919

AUTORIDADES UNIVERSITARIAS

Dr. Luis Cervantes Liñán


Rector

Dr. Jorge Lazo Manrique


Vicerrector

FACULTAD DE PSICOLOGÍA Y TRABAJO SOCIAL


Av. Petit Thouars 248, Lima
Tlf. 4331516

AUTORIDADES DE LA FACULTAD

Dra. Graciela Villegas García


Decana

Dr. Basilio Sifuentes Villanueva


Secretario Académico

Dr. Olces Carrión


Jefe de Grados y Títulos

REVISTA PERUANA DE PSICOLOGÍA Y TRABAJO SOCIAL


Publicación de la Facultad de Psicología y Trabajo Social

Universidad Inca Garcilaso de la Vega


Facultad de Psicología y Trabajo Social
Av. Petit Thouars 248. Lima.
Tlf. 4331615 / 4332795

Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú: 2012-06473


RELACIÓN ENTRE LA PERCEPCIÓN DE LA SATISFACCIÓN MARITAL, SEXUAL Y LA COMUNICACIÓN EN PAREJAS

REVISTA PERUANA DE PSICOLOGÍA Y TRABAJO SOCIAL


FACULTAD DE PSICOLOGÍA Y TRABAJO SOCIAL
UNIVERSIDAD INCA GARCILASO DE LA VEGA

DIRECTOR

Graciela Villegas García


Universidad Inca Garcilaso de la Vega

EDITOR

Tomás Caycho Rodríguez


Universidad Inca Garcilaso de la Vega

COMITÉ EDITORIAL

Sergio Domínguez Lara Universidad Inca Garcilaso de la Vega, Perú


Calixto Gutiérrez Braojos Universidad de Granada, España
Carlos Carbajal León Universidad Inca Garcilaso de la Vega, Perú
Federico León León & Bustamante Consultores, Perú
Manolete Moscoso University South of Florida, Estados Unidos
Iván Montes Iturrizaga Universidad La Salle, Perú

COMITÉ CIENTÍFICO NACIONAL

Reynaldo Alarcón Napurí Universidad Ricardo Palma, Perú


Noemí Sotelo López Universidad Inca Garcilaso de la Vega, Perú
Violeta Tapia Mendieta Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Perú
Mario Tueros Arias Organización Internacional del Trabajo, Perú
Manuel Arboccó de los Heros Universidad Inca Garcilaso de la Vega, Perú
Ramón León Donayre Universidad Ricardo Palma, Perú
Jaime Aliaga Tovar Universidad Inca Garcilaso de la Vega, Perú
Irma Altez Rodríguez Universidad del Sagrado Corazón, Perú
Carlos Ponce Díaz Universidad Inca Garcilaso de la Vega, Perú
Lidia Sotelo López Universidad Inca Garcilaso de la Vega, Perú
Alejandro Cussiánovich Villarán Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Perú
Jorge García Escobar Universidad Inca Garcilaso de la Vega, Perú

COMITÉ CIENTÍFICO INTERNACIONAL

Rubén Ardila Universidad Nacional de Colombia, Colombia


Helio Carpintero Capell Universidad Complutense de Madrid, España
Antonio Vallés Arándiga Universidad de Alicante, España
Luís Armando Oblitas Guadalupe Universidad del Valle, México
Rubén Ledesma Universidad Nacional del Mar del Plata, Argentina
Leonardo Medrano Universidad Nacional de Córdova, Argentina
Leonor Córdova Andrade Universidad de Manizales, Colombia
Adrían Dongo Montoya Universidad Estadual Paulista, Brasil
Pablo García Sampere Universidad de Granada, España
Marzia Fiorini Universidad de Granada, España
Daris Rivera Alarcón Fundación Universitaria Monserrate, Colombia
Gustavo Parra Universidad Nacional de Luján, Argentina
Marcos Chinchilla Montes Universidad de Costa Rica, Costa Rica
Ana Hernández Rodríguez Universidad Nacional Autónoma de Honduras, Honduras
Norberto Alayón Universidad de Buenos Aires, Argentina
Julio Díaz Argueta Universidad San Carlos de Guatemala, Guatemala
Elí Evangelista Martínez Universidad Nacional Autónoma de México, México

5
Luz de Lourdes Eguiluz, Rosa María Calvo, Diana De la Orta

COMITÉ DE PRODUCCIÓN EDITORIAL

Christian Córdova Robles


Redacción
Héctor Ampuero Quezada
Diagramación
Nuria Díaz Manrique
Traducciones al inglés

ÁRBITROS EN EL PRESENTE NÚMERO

Sergio Domínguez Lara Universidad Inca Garcilaso de la Vega, Perú


Purificación Salmerón Vílchez Universidad de Granada, España
Juan Sandoval Vílchez Universidad Inca Garcilaso de la Vega, Perú
Miguel Echevarría Ramírez Instituto Psicopedagógico EOS, Perú.
José Martínez Fernández Universidad de Barcelona, España
Carlos Carbajal León Universidad Inca Garcilaso de la Vega, Perú
Carlos Arenas Iparraguirre Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Perú
Walter Arias Gallegos Universidad Católica San Pablo, Arequipa, Perú

Las opiniones de los artículos publicados son de responsabilidad de sus autores, la Revista Peruana de Psicología
y Trabajo Social no comparte necesariamente estas opiniones.

Para correspondencia y canje escribir a: tcaycho@uigv.edu.pe


Universidad Inca Garcilaso de la Vega
Facultad de Psicología y Trabajo Social
Av. Petit Thouars 248. Lima.
Tlf. 4331615 / 4332795

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RELACIÓN ENTRE LA PERCEPCIÓN DE LA SATISFACCIÓN MARITAL, SEXUAL Y LA COMUNICACIÓN EN PAREJAS

Índice

PRESENTACIÓN
Luis Claudio Cervantes Liñán 9

EDITORIAL
Graciela Villegas Garcia 9

RELACIÓN ENTRE LA PERCEPCIÓN DE LA SATISFACCIÓN MARITAL, SEXUAL Y LA COMUNICACIÓN EN


PAREJAS
Luz de Lourdes Eguiluz, Rosa María Calvo, Diana De la Orta 15

UNA TEORÍA PSICOBIOGEOGRÁFICA DEL PODER DOMÉSTICO DE LA MUJER


Federico R. León 29

REVISIÓN PSICOMÉTRICA DEL INVENTARIO DE ANSIEDAD ESTADO-RASGO (IDARE) EN UNA MUESTRA


DE UNIVERSITARIOS DE LIMA METROPOLITANA
Sergio Domínguez; Graciela Villegas; Noemí Sotelo; Lidia Sotelo 45

INICIO SEXUAL Y CONDICIONES DE HABITABILIDAD EN ADOLESCENTES RESIDENTES EN TUGURIOS DEL


CERCADO DE LIMA: PERCEPCIONES Y COMPORTAMIENTOS
David Tarazona Cervantes

EXPLORANDO EXPERIENCIAS EN FACEBOOK: IDENTIDAD, VÍNCULOS SOCIALES, PRIVACIDAD


Eduardo Escalante Gómez, Andrea Agrelo 69

LA GESTIÓN JUVENIL COMO APUESTA PARA LA RESIGNIFICACIÓN DE NUEVOS SUJETOS Y NUEVAS


FORMAS DE ORGANIZACIÓN
Germán Andrés Cortés Millán 89

MOTIVOS DE ELECCIÓN DE CARRERA UNIVERSITARIA Y METAS A FUTURO DE UN GRUPO DE ESTUDIANTES


UNIVERSITARIOS
María del Carmen Aguilar Rivera 101

ESTRÉS LABORAL Y CONSUMO DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAS (SPA) DESDE UN ENFOQUE DE LA SALUD


OCUPACIONAL
Walter L. Arias Gallegos 107

PSICOPATOLOGÍA Y DISCAPACIDAD INTELECTUAL


Daniel Paredes; Antonio Flores; Rocío Díaz 119

ANÁLISIS PSICOSOCIAL DEL SENSACIONALISMO POLÍTICO EN LA PRENSA ESCRITA: ELECCIONES


MUNICIPALES 2010, LIMA, PERÚ
Eli Malvaceda; John Espinoza; Israel Rivera, Alan Vega; Ronald Oria; Rafael Rivera; Yonar Rivera 129

EL CARACTER NACIONAL DEL PARAGUAYO EN LA VISIÓN DE MANUEL DOMINGUEZ


José Emilio García 143

Nota sobre los autores 159


Normas de publicación para la Revista Peruana de Psicología y Trabajo Social 163

7
Luz de Lourdes Eguiluz, Rosa María Calvo, Diana De la Orta

8
RELACIÓN ENTRE LA PERCEPCIÓN DE LA SATISFACCIÓN MARITAL, SEXUAL Y LA COMUNICACIÓN EN PAREJAS

Contents
PRESENTATION
Luis Claudio Cervantes Liñán 9

EDITORIAL
Graciela Villegas Garcia

Relation between the perception of the marital, sexual satisfaction and the
communication in pairs
Luz de Lourdes Eguiluz Rosa María Calvo, Diana De la Orta 15

A theory of power psicobiogeográfica home of women


Federico R. León 29

Psychometric review inventory state-trait anxiety (stai) in a sample of university


of lima metropolitan
Sergio Domínguez; Graciela Villegas; Noemí Sotelo; Lidia Sotelo 45

Sexual initiation and habitability conditions in teenagers living in crowded/


crammed areas: behaviors and perceptions
David Tarazona Cervantes 55

exploring experiences in facebook: identity, social ties, privacy


Eduardo Escalante Gómez, Andrea Agrelo 69

YOUTH MANAGEMENT AS BET FOR THE MEANING OF NEW SUBJECTS AND NEW WAYS OF ORGANIZING
Germán Andrés Cortés Millán 89

Statement of career choice of college and future goals of a group of college


students
María del Carmen Aguilar Rivera 101

job stress and consumption of psychoactive substances (spa) from an approach of


the occupational health
Walter L. Arias Gallegos 107

psycopathology and intellectual disability 119


Daniel Paredes; Antonio Flores; Rocío Díaz 119

psychosocial analysis of political sensationalism in the press: municipal elections


2010, lima, peru
Eli Malvaceda; John Espinoza; Israel Rivera, Alan Vega; Ronald Oria; Rafael Rivera; Yonar Rivera 129

the national character of the paraguayan in the point of view of manuel


dominguez
José Emilio García 143

Nota sobre los autores 159


Normas de publicación para la Revista Peruana de Psicología y Trabajo Social 163

9
Luz de Lourdes Eguiluz, Rosa María Calvo, Diana De la Orta

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RELACIÓN ENTRE LA PERCEPCIÓN DE LA SATISFACCIÓN MARITAL, SEXUAL Y LA COMUNICACIÓN EN PAREJAS

Presentación

Desde su fundación hace más de cuarenta años, la Facultad de Psicología y Trabajo Social de la
Universidad Inca Garcilaso de la Vega ha sido una de las principales custodias del aprendizaje y la
práctica de la Psicología en el Perú. Sus bases humanistas iniciales no podrían estar exentas del avan-
ce científico, es por ese motivo que nuestro plan de estudios se ha ido mejorando en búsqueda de la
concordancia con estos avances y también con los problemas actuales que nuestra realidad demanda.

La política de trabajo e investigación de esta Facultad está enmarcada dentro de los lineamientos
de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega, dicho esto como introducción para presentar la Revista
Peruana de Psicología y Trabajo Social, que cuenta, como podrá apreciar el lector, con artículos de des-
tacados investigadores de diferentes nacionalidades así como con los trabajos de investigadores de
nuestra Casa de Estudios. Es de resaltar que en esta Revista podemos encontrar diferentes temáticas,
no como una suma de artículos desordenados o conglomerado de opiniones, sino como temas ac-
tuales que desafían nuestra inteligencia y motivan nuestra atención de manera auténtica, en ambos
casos los trabajos cumplen con las exigencias metodológicas y estilísticas más rigurosas.

Como decíamos líneas arriba los temas tratados son diferentes temáticamente, como por ejem-
plo el estrés laboral, análisis psicosocial de la prensa, revisiones psicométricas, elección de carrera y
futuro de los estudiantes, estudios sobre la satisfacción marital entre otros. Con esta Revista damos
inicio a una serie de publicaciones de corte científico y humanista que contribuirán a encontrar al-
ternativas de solución a los diferentes problemas que plantea nuestra realidad.

Luis Claudio Cervantes Liñán


Rector

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Luz de Lourdes Eguiluz, Rosa María Calvo, Diana De la Orta

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RELACIÓN ENTRE LA PERCEPCIÓN DE LA SATISFACCIÓN MARITAL, SEXUAL Y LA COMUNICACIÓN EN PAREJAS

Editorial

La Facultad de Psicología y Trabajo Social de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega en el ca-


mino de la acreditación académica y en el espíritu científico que la anima, brinda a la comunidad
académica nacional e internacional un espacio de presentación de ideas y de reflexión sobre temas
relevantes en los planos individual y colectivo. En el ámbito de este espíritu académico y de trans-
formación aparece el primer número de la Revista Peruana de Psicología y Trabajo Social, que tiene
como propósito ofrecer visibilidad a los trabajos de investigación psicológica y social de alto nivel
académico. La revista está dirigida a psicólogos, trabajadores sociales, estudiantes de ambas carreras
y profesionales de las ciencias sociales y de la salud. A pesar de la importancia que se brinda en la
revista a la generación de conocimientos basados en fundamentos teóricos sólidos, se espera que los
artículos discutan las implicancias de política de sus resultados.

En primer lugar, Luz de Lourdes Eguiluz, Rosa María Calvo y Diana De la Orta, colegas mexi-
canas de la Universidad Autónoma de México, nos proporcionan información sobre la satisfacción
marital, sexual y la comunicación en parejas, cuya lectura contribuye a explicitar estos aspectos
tan propios de la relación de pareja. En segundo lugar, el destacado investigador peruano Federi-
co León, analiza la relación entre la latitud y el poder doméstico de la mujer. La teoría propuesta
por León tiene implicancias para los modelos psicológicos de relaciones interpersonales, desorden
afectivo estacional, y consumo de sustancias psicoactivas. Por otro lado, en el plano psicométri-
co, Domínguez, Villegas, Sotelo y Sotelo, analizan las propiedades psicométricas del Inventario de
Ansiedad Estado-Rasgo (IDARE) en una muestra de estudiantes universitarios con el objetivo de
obtener evidencias de validez que apoyen su uso en esta población, concluyendo que el IDARE es un
instrumento válido y confiable para evaluar la ansiedad en población universitaria. David Tarazona,
desde una perspectiva psicosocial, presenta un estudio cuyo propósito fue explorar el inicio sexual
en adolescentes residentes en una zona tugurizada del Cercado de Lima. El estudio estableció una
relación significativa e intensa entre el inicio sexual y el género y en donde las condiciones de habi-
tabilidad no determinaron diferencias significativas en el inicio sexual.

Desde Argentina, Escalante y Agrelo, el primero investigador de la Universidad Juan Agustín


Maza y la segunda de la Universidad del Aconcagua, estudian temáticas psicosociales asociadas al
uso de Facebook, como la construcción de la identidad, sociabilidad, privacidad y contenido com-
partido. El colega colombiano, Germán Cortés de la Universidad Piloto de Colombia, presenta re-
flexiones y consideraciones acerca de procesos alternativos de organización y de gestión en distintos
escenarios locales que logran evidenciar aspectos y componentes que se construyen en las iniciativas
organizativas juveniles. La Dra. María del Carmen Aguilar de la Universidad de Deusto, España,
estudia la relación entre los motivos de elección de la carrera universitaria y las metas a futuro de un
grupo de estudiantes universitarios. Walter Arias, investigador de la Universidad Católica San Pablo
de Arequipa, nos presenta un estudio que busca establecer la relación que existe entre el estrés la-
boral y el consumo de sustancias psicoactivas como el alcohol y el cigarro. Los resultados muestran
que existe un elevado consumo de alcohol en la muestra estudiada además de una relación positiva y
moderada con el estrés laboral, mientras que el consumo de cigarros no tiene una relación estadís-
ticamente significativa con el estrés laboral.

13
Luz de Lourdes Eguiluz, Rosa María Calvo, Diana De la Orta

Daniel Paredes, Antonio Flores y Rocío Díaz, colegas españoles, exponen las principales causas
que provocan la enfermedad mental, revisando y valorando los modelos psicopatológicos empleados
hasta la actualidad. Se analizan las principales dificultades que se deben sortear a la hora de realizar
estudios de prevalencia. Así mismo, exponen las estrategias de intervención orientados a la gestión
clínica o la solución de los problemas de salud mental en las personas con discapacidad intelectual.
Desde un enfoque cualitativo, los jóvenes colegas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos,
Eli Malvaceda, John Espinoza, Israel Rivera, Alan Vega, Ronald Oria, Rafael Rivera y Yonar Rivera,
analizan 476 portadas de 7 diarios de circulación local (Perú 21, El Comercio, Correo, La Repú-
blica, Trome, La Primera y Expreso) en las fechas anteriores a las elecciones municipales de Lima
metropolitana 2010 con el objetivo de describir los contenidos vertidos respecto a los candidatos
participantes en este proceso electoral y realizar un análisis de contenido Los resultados evidencian
la existencia de un conflicto de baja intensidad, mediado por la violencia simbólica hacia las candi-
datas, generando un sensacionalismo político en busca orientar la conducta electoral del ciudadano.
Finalmente José Emilio García de la Universidad Católica de Asunción, Paraguay, uno de los principales
historiados de la psicología en América Latina, desde una perspectiva historiográfica, presenta los puntos
de vista de Manuel Domínguez, exponiendo las causas que en su opinión formaban el sustento del carác-
ter nacional, así como la relevancia de sus escritos e ideas para la evolución de la psicología paraguaya.

Con la publicación de este primer volumen, la Facultad de Psicología y Trabajo Social se proyec-
ta al futuro, poniendo especial atención a sus actividades de formación, el incentivo a la investigación
y la producción intelectual. Esperamos que estos trabajos motiven el diálogo y la investigación; que
son elementos importantes para el desarrollo de la comunidad psicológica.

Graciela Villegas García


Directora

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RELACIÓN ENTRE LA PERCEPCIÓN DE LA SATISFACCIÓN MARITAL, SEXUAL Y LA COMUNICACIÓN EN PAREJAS
Revista de Peruana de Psicología y Trabajo Social 2012, Volumen 1- N° 1: 15-28

RELACIÓN ENTRE LA PERCEPCIÓN DE LA SATISFACCIÓN


MARITAL, SEXUAL Y LA COMUNICACIÓN EN PAREJAS

RELATION BETWEEN THE PERCEPTION OF THE MARITAL, SEXUAL


SATISFACTION AND THE COMMUNICATION IN PAIRS

Luz de Lourdes Eguiluz1 Rosa María Calvo, Diana De la Orta


Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)

Recibido 03 de Setiembre 2011, revisado 12 de Setiembre 2011, aceptado 25 de Setiembre 2011

RESUMEN

Se estudió la relación que existe entre la satisfacción marital, la relación sexual y la comunicación, con el
objetivo de conocer cómo estos puntajes se relacionan y diferencian con el género, nivel educativo y años
de unión. Se tomó una muestra de 30 parejas heterosexuales, que cumplieran el requisito de tener como
mínimo cinco años de vivir juntos sin importar el tipo de unión (civil, religiosa o unión libre). Se aplicó la
Escala de Satisfacción Marital de Pick y Andrade (1998), el Cuestionario de Satisfacción Sexual en la Pareja
de Szpirman (1989) y el Cuestionario de Comunicación Marital de Estrella (1991). Para analizar los datos
se empleó el coeficiente de correlación de Pearson, y la t de Student para grupos independientes. Se encontró
una correlación positiva entre la escala de satisfacción marital y sexual; también se observó una correlación
positiva entre el número de años de unión y la escala de comunicación; otro hallazgo fue la correlación
negativa respecto al número de años de casados con la satisfacción marital y sexual. Acerca de la correlación
entre las subescalas que constituyen el cuestionario de comunicación, las más relacionadas en esta muestra
fueron la de sentimientos con las de familia externa, vida sexual, relación marital; mientras que la de familia
externa se correlaciona en mayor grado con las de vida sexual y relación marital.

Palabras clave: satisfacción marital, satisfacción sexual, comunicación, relación de pareja.

ABSTRACT

The relationship among the marital satisfaction, the sexual relationship and the communication was studied
in order to know how these aspects are related and how they differ in the gender, educational level and
years of union. It was used a sample of 30 heterosexual couples that met the requirement of having as
minimum five years of living together without caring the type of union (civil, religious or free union). For
this purpose, the following were applied: The Scale of Marital Satisfaction of Pick and Andrade (1998), The
Questionnaire of Sexual Satisfaction in the Couple of Szpirman (1989), and the Questionnaire of Marital
Communication of Estrella (1991). To analyze the data, it was used Pearson’s correlation coefficient, as the
Student’s T for independent groups. There was found a positive correlation between the scale of marital
satisfaction and sexual satisfaction; a positive correlation was also observed between the number of years of
union and the communication scale; another finding was the negative correlation regarding the number of
years of married with the marital and sexual satisfaction. About the correlation among the subscales that
constitute the communication questionnaire, the most related in this sample were that of feelings with those
of external family, sexual life, marital relationship; while that of external family is correlated in more degree
with those of sexual life and marital relationship.

Key words: marital satisfaction, sexual satisfaction, communication, couple relationship.

1 Contacto: lleguiluz@hotmail.com

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Luz de Lourdes Eguiluz, Rosa María Calvo, Diana De la Orta

INTRODUCCIÓN

La calidad del matrimonio depende en gran medida del grado de satisfacción y complementarie-
dad que se le pueda dar a las expectativas de cada uno de los cónyuges. Estas se basan en su historia,
es decir, las experiencias que han compartido durante varios años dentro del seno familiar, tanto con
padres y hermanos; que en forma de ideas, intercambios y necesidades se reviven con el cónyuge. Es
así que uno de los tópicos de interés en el campo de la psicología es la relación de pareja, en parti-
cular la satisfacción marital, entendida como la percepción subjetiva que los cónyuges tienen sobre
su pareja y su relación (Cortés, Reyes, Díaz-Loving, Rivera & Monjarrás, 1994). Sin embargo, el
concepto de satisfacción marital también se ha usado para describir la actitud que un individuo tiene
hacia su relación marital y hacia su cónyuge (Pick & Andrade, 1986).

Para Sellner (1985, citado en Beck, 1988), cuando dos personas viven juntas comparten comi-
da, su carrera profesional y su vida en casa, hacen el amor, cuidan a sus hijos, tienen trato con los
familiares políticos, comparten sus altibajos individuales y mantienen juntos las cuentas del banco,
en donde la calidad de su vida está determinada por su modo de comunicarse y controlar o dirigir
los conflictos.

En la vida cotidiana de la pareja, la comunicación asume un papel importante para cada miem-
bro de la relación. Todas los matrimonios se enfrentan a la necesidad de tomar decisiones todo
el tiempo, algunas de gran relevancia y otras triviales (reparto de tareas domésticas, asuntos de
presupuestos, actividades sociales y recreativas, dónde vivir, si tener o no hijos y cómo criarlos).
Una comunicación clara ayuda a facilitar la toma de decisiones. De esta forma, la habilidad de co-
municarse es uno de los indicadores de las parejas exitosas (Noller & Fritzpatrick, 1993). Autores
como Finkenauer y Hazam (2000) demostraron que los participantes que se sentían cómodos en
compartir sus emociones y en hablar acerca de problemas difíciles con su pareja reportaban niveles
altos de satisfacción marital.

Se dice que la comunicación en el matrimonio es un elemento fundamental en la vida de la pare-


ja. Cuando la comunicación entre ellos es óptima, quizá no se note, en cambio cuando la comunica-
ción es deficiente va cobrando importancia y se generan grandes problemas en la vida de las parejas
(Eguiluz, 2003; Pérez & Estrada, 2006). Se va a entender como comunicación marital al vínculo
que se establece entre los miembros de una pareja, cuyo propósito es intercambiar información
relacionada con uno mismo, con la relación y con aspectos que puedan ejercer influencia sobre ella
(Lemus, 1996; Watzlawick & et al., 1993).

Otro punto que ha sido estudiado es la satisfacción sexual, definida como el grado de bienestar
obtenido en las relaciones sexuales con la pareja (Szpirman, 1989).También se ha definido como una
evaluación subjetiva de agrado o desagrado que una persona siente respecto a su vida sexual (Pinney,
Gerrard & Danney, 1987) o bien, como la capacidad de obtener placer sexual mediante el coito o
copula (Renaud & Byers, 1997). Byers, Demmons y Lawrance (1998) entienden como satisfacción
sexual una respuesta afectiva que surge por la evaluación de los aspectos positivos y negativos aso-
ciados a las propias relaciones sexuales.

Master y Johnson (1974) estiman que el funcionamiento sexual desempeña un papel vital incluso
decisivo en el matrimonio y en la vida, si hay éxito en la expresión sexual, si en el lecho conyugal
existe una relación eficiente además de placer y satisfacción física, se tiene entonces una base firme,
es decir, un lugar donde se pueda sin riesgo ventilar y discutir los problemas.

La sexualidad ha sido vinculada al buen funcionamiento marital y ha llegado a considerársele


como uno de los pilares más importantes (Cortés, Reyes, Díaz-Loving & Rivera, 1996). Incluso se
le ha considerado como un sensible sismógrafo que registra la calidad del clima conyugal. Por otro
lado Sager (1997) señala que el grado de satisfacción de la pareja, en gran medida depende de la

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RELACIÓN ENTRE LA PERCEPCIÓN DE LA SATISFACCIÓN MARITAL, SEXUAL Y LA COMUNICACIÓN EN PAREJAS

congruencia y complementariedad de los contratos interaccionales de sus miembros, y que entre las
cláusulas deben estar incluidos los rasgos esenciales de su convivencia sexual.

Es notorio que uno de los temas más investigados en las relaciones de pareja ha sido la satis-
facción marital agregado a ello los factores que contribuyen a un alto o bajo grado, tales como la
satisfacción sexual y la comunicación, sin embargo aunque estos elementos han sido estudiados, no
se han correlacionado en un mismo estudio. También resulta importante contar con elementos que
auxilien al terapeuta familiar en el ejercicio de su profesión ya que existen altas tasas de desajuste en
las parejas que terminan en divorcio. Según el INEGI (2009), en México, durante el año 2007 hubo
77,250 divorcios, es decir se registran 13 divorcios por cada 100 matrimonios, en 2006 fueron 72
mil 396; lo que indica que el número de divorcios realizados aumentó en 4 859, esto muestra un
incremento de 6.7% en sólo un año. Además, se ha visto que el divorcio ocasiona sufrimientos en la
familia y en muchos casos dificulta el desarrollo en los niños (Sandoval, 1985).

Por ello son necesarios estudios que den elementos para favorecer el incremento de la satisfac-
ción marital en las parejas de casados lo que puede contribuir a mantener el matrimonio y evitar el
divorcio.

De lo antes dicho surge la siguiente pregunta, ¿existirá relación entre la satisfacción marital, la
satisfacción sexual y la comunicación en parejas de casados?, y de existir ¿cómo será dicha relación?
De esta manera, el objetivo general de la investigación fue determinar si existe correlación entre
los puntajes de la escala de satisfacción marital respecto al cuestionario de satisfacción sexual en la
pareja y cómo interviene la comunicación marital en estos aspectos. También se plantearon objeti-
vos específicos, tales como si el género (sexo) de los participantes, los años de casados o el nivel de
escolaridad intervienen en la satisfacción marital, y si ellos modificará dicha satisfacción.

MÉTODO

Participantes

La muestra estuvo constituida por 30 parejas que colaboraron de manera voluntaria en la investi-
gación. Todas ellas residentes del Estado de México. Las edades de los participantes fluctuaron desde
los 19 a los 63 años de edad con una media de 35 años. De éstas parejas el 76% esta legalmente ca-
sado y el 24% viven en unión libre. Respecto al tiempo de unión, las parejas participantes refirieron
tener de 5 a 37 años, con un promedio de 14 años de vida conyugal. De toda la muestra el 11.7%
de los sujetos ha tenido uniones previas y para el 88.3% es su primer unión. Las parejas reportaron
tener desde 0 a 4 hijos, con una media en la muestra de 1 hijo. En cuanto a escolaridad el 46.7% de
los individuos son profesionistas mientras que el 53.3% son no profesionistas.

Instrumentos

Se utilizaron tres instrumentos:

Escala de Satisfacción Marital (ver anexo 1)


Escala elaborada por Pick y Andrade (1988), diseñada específicamente para personas de origen
hispano. Las autoras sobre la base de instrumentos anteriores y entrevistas abiertas, realizadas con
hombres y mujeres casadas de nivel socioeconómico medio de la Ciudad de México, desarrollaron
dos estudios con el objeto de elaborar una escala de satisfacción marital que fuera válida y confiable
para parejas mexicanas.

La escala está conformada por 24 reactivos con tres opciones de respuesta y un valor determi-
nado para cada una:

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Luz de Lourdes Eguiluz, Rosa María Calvo, Diana De la Orta

-Me gusta como está sucediendo (un punto).


-Me gustaría algo diferente (dos puntos).
-Me gustaría muy diferente (tres puntos).

Los 24 reactivos evalúan tres factores de la satisfacción marital:


Factor 1. Satisfacción con los aspectos emocionales del cónyuge. Este factor revisa la satisfacción que
tiene un cónyuge hacia las reacciones emocionales del otro.

Factor 2. Satisfacción con la interacción conyugal. Consta de diez reactivos y evalúa la satisfacción
que tiene un cónyuge hacia el otro con respecto a la interacción conyugal, en donde se toma en
cuenta el interés que pone el cónyuge en su pareja.

Factor 3. Satisfacción con aspectos organizacionales y estructurales del cónyuge. Este factor se refiere
a la satisfacción que un cónyuge espera de la forma de su organización del establecimiento y cumpli-
miento de las reglas por parte de su pareja.

La consistencia para cada factor se obtuvo mediante un alfa de Crombach obteniendo los siguien-
tes datos: Factor 1: 0.81, Factor 2: 0.90, Factor 3: 0.85. En cuanto a la validez, se encontraron 6
factores principales que explican el 58.1% de la varianza total del instrumento. De esos 6 factores,
las autoras eligieron los tres primeros porque explicaban el 47.8% de la varianza total por su clari-
dad conceptual, siendo estos los que conforman las subescalas mencionadas.

b) Cuestionario para evaluar Satisfacción Sexual en la Pareja (ver anexo 2)


Este cuestionario fue desarrollado por Szpirman (1989) empleando una población mexicana. El
objetivo del instrumento es medir el grado de satisfacción que los miembros de la pareja obtienen
en su relación sexual. El cuestionario consta de 18 reactivos que tienen 5 posibles respuestas en una
escala tipo Likert, donde 1 es totalmente de acuerdo, 2 es de acuerdo, 3 indiferente, 4 en desacuer-
do y 5 totalmente en desacuerdo.

c) Cuestionario de Comunicación Marital (ver anexo 3)


Fue elaborado y validado por Estrella (1991), en una muestra de parejas de la Ciudad de Mé-
xico. Para ello llevó a cabo dos estudios pilotos a fin de identificar las áreas de comunicación más
importantes y redactar los reactivos; además de un estudio final para analizar y verificar la validez de
constructo y su consistencia interna. Este cuestionario mide el contenido de comunicación marital,
entendiéndose por ello, la manera como un cónyuge le comunica a su pareja diferentes temas.

Está conformado por 56 reactivos que miden seis dimensiones de la comunicación marital: 1)
familia externa, 2) vida sexual, 3) hijos, 4) trabajo, 5) relación marital, 6) sentimientos, emociones
y disgustos. Las respuestas se eligen en una escala tipo Likert que va de 1 poco al 5 mucho.

La consistencia para cada factor se obtuvo mediante un alfa de Crombach obteniendo los si-
guientes datos: Factor 1: 0.81, Factor 2: 0.90, Factor 3: 0.85. En cuanto a la validez, se encontraron
seis factores principales que explican el 58.1% de la varianza total del instrumento. De esos seis
factores, la autora eligió los tres primeros, porque explicaban el 47.8% de la varianza total por su
claridad conceptual, siendo estos los que conforman las subescalas mencionada.

d) Cuestionario para la obtención de variables demográficas


Se agregó un breve cuestionario que contará de diez preguntas relacionadas a datos demográficos
como: edad, sexo, escolaridad, ocupación, tipo de unión conyugal, tiempo de unión, número de
hijos.

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RELACIÓN ENTRE LA PERCEPCIÓN DE LA SATISFACCIÓN MARITAL, SEXUAL Y LA COMUNICACIÓN EN PAREJAS

Definición de variables

Satisfacción Marital: grado de favorabilidad (actitud) hacia aspectos del cónyuge y de la interac-
ción conyugal (Pick & Andrade, 1988)

Satisfacción Sexual en la pareja: grado de bienestar que se obtiene en las relaciones sexuales con
la pareja (Szpirman, 1989).

Comunicación Marital: vínculo que se establece entre los miembros de una pareja, cuyo pro-
pósito es intercambiar información relacionada con uno mismo, con la relación y con aspectos que
puedan ejercer influencia sobre ella (Lemus, 1996).

Definición operacional de las variables

Satisfacción Marital: puntaje obtenido por un miembro de la pareja en la Escala de Satisfacción


Marital, dando por entendido que a mayor puntaje mayor satisfacción.

Satisfacción Sexual: puntaje obtenido en el Cuestionario para Evaluar Satisfacción Sexual en la


pareja, tomando en cuenta que a mayor puntaje mayor será la satisfacción sexual de la pareja.

Comunicación Marital: puntaje obtenido en el Cuestionario de Comunicación Marital, donde un


mayor puntaje indica una mejor comunicación entre los miembros de la pareja.

Procedimiento

El estudio se llevó a cabo con 30 parejas heterosexuales que reunieron las características solici-
tadas, es decir que tuvieran al menos cinco años de vivir juntos. Se les explicó a los participantes el
objetivo de la investigación. Es importante mencionar que hubo parejas que no les interesó parti-
cipar y en ocasiones uno de los dos cónyuges (en su mayoría lo hombres) se negaba a contestar las
escalas, por lo tanto, no se incluyeron a esas parejas en la muestra.

Las instrucciones generales fueron las siguientes: “El presente cuestionario forma parte de una
investigación que se está llevando a cabo en la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la UNAM,
enfocado a conocer las situaciones que se viven dentro de la pareja. Le pedimos ser lo más sincero
posible en sus respuestas, no hay respuestas buenas ni malas y le garantizamos el anonimato de las
mismas”. Cada escala presentaba sus propias instrucciones de llenado y si había alguna duda era
resuelta por las investigadoras. Finalmente se obtuvieron los datos demográficos de cada pareja y se
recogieron los cuestionarios.

RESULTADOS

Para estudiar la relación entre los puntajes de las escalas de satisfacción marital, sexual y comu-
nicación, los datos fueron analizados mediante la prueba paramétrica de correlación r de Pearson.
La tabla 1 permite observar que existe una correlación significativa entre los puntajes de la escala de
satisfacción conyugal y satisfacción sexual. Es decir que para esta muestra a mayor satisfacción sexual
se percibe una mayor satisfacción marital.

19
Luz de Lourdes Eguiluz, Rosa María Calvo, Diana De la Orta

Tabla 1
Correlación de Pearson entre los puntajes de las escalas de satisfacción marital, sexual y comunicación

Satisfacción Marital Comunicación Satisfacción Sexual


Satisfacción Marital -
Comunicación 0.71 -
Satisfacción Sexual .548** .182 -
** La correlación es significativa al nivel 0.01

También se buscó si existía una correlación entre los años de unión y los puntajes de las escalas
de comunicación, satisfacción sexual y marital. La tabla 2 muestra que no existe una correlación sig-
nificativa entre los puntajes de las escalas y los años de unión, sin embargo se puede observar que la
correlación entre la comunicación y los años de unión es positiva, lo cual sugiere que a más años de
convivencia aumenta la calidad de la comunicación. Por otra parte la correlación entre los puntajes
de satisfacción sexual y marital respecto al número de años de unión, indica que entre más tiempo
de convivencia transcurra, la satisfacción sexual y marital disminuye.

Tabla 2
Correlación de Pearson entre los puntajes de las escalas de satisfacción marital, sexual, comunicación y número
de años de unión

Comunicación Satisfacción Sexual Satisfacción Marital


Número de años de 0246 -.215 -.034
unión
** La correlación es significativa al nivel 0.01

Para obtener un análisis más detallado en la escala de comunicación se analizó la correlación,


mediante el coeficiente de Pearson, entre las subescalas de la prueba. Se puede observar en la tabla 3
que las subescalas que muestran más relación en la muestra son la de sentimientos con las de familia
externa, vida sexual, relación marital; mientras que la de familia externa se correlaciona más fuerte
con las de vida sexual y relación marital.

Tabla 3
Correlación de Pearson entre los puntajes de las subescalas de la escala de comunicación

Sentimientos Familia externa Vida sexual Hijos Relación Trabajo


marital
Sentimientos -
Familia externa .891** -
Vida sexual .736** .702** -
Hijos .557** .478** .418** -
Relación marital .785** .742** .686** .486** -
Trabajo .615** .613** .369** .525** .651** -
** La correlación es significativa al nivel 0.01

Para conocer las diferencias de puntajes en las escalas de satisfacción marital, sexual y comuni-
cación entre hombres y mujeres, profesionales y no profesionales, además del tipo de unión que
mantienen las parejas, se analizaron los puntajes con la t de Student para muestras independientes.
La tabla 4 muestra que no existen diferencias significativas entre hombres y mujeres; aunque al
revisar las medias de ambos grupos se observa que las mujeres puntuaron más alto en la escala

20
RELACIÓN ENTRE LA PERCEPCIÓN DE LA SATISFACCIÓN MARITAL, SEXUAL Y LA COMUNICACIÓN EN PAREJAS

de comunicación a diferencia de los hombres que puntuaron más alto en la escala de satisfacción
sexual y marital.

Respecto al nivel educativo, la tabla indica que no existen diferencias significativas entre profe-
sionales y no profesionales en los puntajes de las escalas de satisfacción marital, sexual y comunica-
ción. No obstante la media del grupo de profesionales es mayor en las tres escalas que la media de
los no profesionales.

Finalmente, no se observaron diferencias significativas entre los puntajes de las escalas respecto
al grupo de parejas que mantienen una unión legal respecto de las que viven en unión libre; sin
embargo las parejas que viven en unión libre obtuvieron un mayor puntaje en la satisfacción sexual
y comunicación, en cambio las parejas que viven en unión legal obtuvieron un mayor puntaje en la
escala de satisfacción marital.

Tabla 4
Diferencias entre los puntajes de las escalas de satisfacción marital, sexual y comunicación en el género,
escolaridad y tipo de unión

Género Mujeres Hombres


Satisfacción marital 55.4 56.6
Satisfacción sexual 66 67.6
Comunicación 184.8 178
Escolaridad Profesionales No profesionales
Satisfacción marital 61 50
Satisfacción sexual 70 63
Comunicación 188 173
Tipo de unión Unión legal Unión no legal
Satisfacción marital 56 54
Satisfacción sexual 66 68
Comunicación 180 184

DISCUSIÓN

Los resultados de la investigación realizada indican que existe una correlación significativa entre
la satisfacción marital y la sexual mostrando que una alta calidad en la vida sexual de las parejas con-
tribuye a que la pareja perciba como satisfactoria su relación, tal como señalan Sager (1997), Master
y Johnson (1974) y Cortés, et al. (1996), quienes asocian la plenitud sexual como un elemento
fundamental para el buen funcionamiento de la pareja.

Como podrá observarse no se correlacionó de manera significativa lo puntajes de la escala de


comunicación con las de satisfacción marital y sexual; es decir, parece ser que aun cuando la co-
municación es importante, no es fundamental en la vida las parejas participantes, a diferencia de
lo encontrado por Finkenauer y Hazam (2000), quienes mencionan que los sujetos que se sentían
cómodos en compartir sus emociones y en hablar acerca de problemas difíciles con su pareja, repor-
taron niveles altos de satisfacción marital.

Posiblemente en esta muestra no se encontró una correlación significativa en relación con la


comunicación y satisfacción marital, ya que tal como lo reporta Pérez-Arana y Estrada-Carmona
(2006), el tema de la comunicación cobra importancia ante dificultades y problemas significativos
en la vida conyugal.

21
Luz de Lourdes Eguiluz, Rosa María Calvo, Diana De la Orta

Es importante mencionar que no se obtuvo una correlación significativa entre el número de


años de casados y el nivel de satisfacción marital lo que parece indicar que para los sujetos partici-
pantes no influye la cantidad de años de convivencia con la percepción de bienestar con la pareja,
no obstante tal vez se deba a que la muestra fue pequeña en comparación con otras investigaciones
(Pérez y Estrada, 2006 y Estrella, 2008), por lo que se considera necesario incrementar la muestra
para futuras investigaciones, lo que puede favorecer la distribución normal así como la validez de
los hallazgos.

22
RELACIÓN ENTRE LA PERCEPCIÓN DE LA SATISFACCIÓN MARITAL, SEXUAL Y LA COMUNICACIÓN EN PAREJAS

Referencias bibliográficas

Beck, A. (1988). Con el amor no basta. México: Paidós.


Cortés, M., Reyes, D., Díaz-Loving, R., Rivera, A. y Monjaraz, C. (1994). Elaboración y análisis psicométrico del
inventario multifacético de satisfacción marital (IMSM), La Psicología Social en México, 5, 123-130.
Byers, E., Demmons, S. y Lawrance, K. (1998). Sexual satisfaction with dating relationships: A test of the
interpersonal exchange model of sexual satisfaction. Journal of Social and Personal Relationships, 15,
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Eguiluz, L. L. (2003). Dinámica de la familia. Un enfoque psicológico sistémico. México: Pax-México.
Finkenauer, C. y Hazam, H. (2000). Disclosure and secrecy in marriage: Do both contribute to marital satisfac-
tion. Journal of Social and Personal Relationships, 17,245-263.
Lemus, R. (1996). Comunicación en pareja: estudio preliminar. Tesis de Licenciatura: Facultad de Psicología.
UNAM.
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Pérez, A. y Estrada, C. (2006). Intimidad y comunicación en cuatro etapas de la vida de pareja: su relación con
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Pick, S. y Andrade, P. P. (1986).Satisfacción marital en matrimonios mexicanos: diferencias por número de años
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Sager, C. (1997). Contrato matrimonial y terapia de pareja. Buenos Aires: Amorrortu.
Sandoval, D. (1985). El mexicano: Psicodinámica de sus relaciones familiares México: Villicaña.
Szpirman, S. (1989). Construcción de un cuestionario para evaluar la Satisfacción Sexual en la relación de la pareja.
Tesis de Maestría. Orientación y Terapia Familiar. Universidad de las Américas.
Watzlawick, P., Beavin, J. y Jackson, D. (1993). Teoría de la comunicación humana. Barcelona: Herder, Bibliote-
ca de Psicología, No. 100.

23
Luz de Lourdes Eguiluz, Rosa María Calvo, Diana De la Orta

ANEXO 1
ESCALA DE SATISFACCIÓN SEXUAL

Instrucciones:

Lea con atención cada pregunta y conteste lo más exacto que pueda, seleccionando sólo una
alternativa para cada planteamiento. Señale con una cruz el número de la respuesta que usted con-
sidera describe mejor su forma de sentir, de la siguiente manera:

1. Totalmente de acuerdo (TA)


2. De acuerdo (A)
3. Indiferente (I)
4. En desacuerdo (D)
5. Totalmente en desacuerdo (TD)

TA A I D TD
1 Usualmente estoy contento (a) con mi vida sexual 1 2 3 4 5
2 A menudo pienso que desearía mejorar la calidad de nuestra relación sexual 1 2 3 4 5
3 Algunas veces siento que mi pareja demuestra poco entusiasmo por el sexo 1 2 3 4 5
4 Me agrada hablar con mi pareja de nuestra vida sexual. 1 2 3 4 5
Desearía que mi pareja fuera más sensible a mis deseos, cuando tenemos rela-
5 1 2 3 4 5
ciones sexuales.
6 En general, me siento sexualmente satisfecho (a) con mi pareja. 1 2 3 4 5
Me gustaría tener relaciones sexuales con más frecuencia de las que tenemos
7 1 2 3 4 5
ahora.
8 Pienso que el sexo es algo maravilloso 1 2 3 4 5
9 Siento que mi pareja y yo nos comunicamos bien en materia sexual. 1 2 3 4 5
10 Me agradaría que mi pareja fuera más romántica en nuestra relación sexual. 1 2 3 4 5
11 Con mucha frecuencia pienso que mi vida sexual es monótona. 1 2 3 4 5
12 Desearía que mi pareja fuera más paciente cuando hacemos el amor. 1 2 3 4 5
13 Por lo general, disfruto la relación sexual con mi pareja. 1 2 3 4 5
Desearía que mi pareja pudiera comunicar más abiertamente sus gustos en
14 1 2 3 4 5
nuestros encuentros sexuales.
15 Me gusta la forma en que hacer el amor mi pareja. 1 2 3 4 5
16 Me agrada sentir que mi pareja disfruta el sexo tanto como yo. 1 2 3 4 5
Por lo común me satisfacen los momentos del día y de la noche en que mi pa-
17 1 2 3 4 5
reja y yo, tenemos relaciones sexuales.
18 A menudo deseo que mi pareja sea más cariñosa cuando hacemos el amor. 1 2 3 4 5

24
RELACIÓN ENTRE LA PERCEPCIÓN DE LA SATISFACCIÓN MARITAL, SEXUAL Y LA COMUNICACIÓN EN PAREJAS

ANEXO 2
ESCALA DE SATISFACCIÓN MARITAL

Instrucciones
Cada uno de nosotros espera diferentes cosas de su matrimonio y en base a lo que espera, le gusta o no lo
que esta pasando.

A continuación se presenta una lista con tres opciones de respuesta, por favor conteste sobre la base de la
siguiente lista de opciones.

1. Me gustaría muy diferente (3)


2. Me gustaría algo diferente (2)
3. Me gusta como está pasando (1)

1 El tiempo que mi cónyuge dedica a nuestro matrimonio 1 2 3


2 La frecuencia con que mi cónyuge me dice algo bonito 1 2 3
3 El grado el cual mi cónyuge me atiende 1 2 3
4 La frecuencia con la que mi cónyuge me abraza 1 2 3
5 La atención que mi cónyuge pone a mi apariencia 1 2 3
6 La comunicación con mi cónyuge 1 2 3
7 La conducta de mi cónyuge enfrente de otras personas 1 2 3
8 La forma cómo me pide que tengamos relaciones sexuales 1 2 3
9 El tiempo que dedica a sí mismo 1 2 3
10 El tiempo que dedica a mí 1 2 3
11 La forma como se comporta cuando está triste 1 2 3
12 La forma como se comporta cuando está enojado 1 2 3
13 La forma como se comporta cuando está preocupado 1 2 3
14 La forma como se comporta cuando está de mal humor 1 2 3
15 La forma como se organiza mi cónyuge 1 2 3
16 Las prioridades que tiene en la vida mi cónyuge 1 2 3
17 La forma como pasa su tiempo libre 1 2 3
18 La reacción de mi cónyuge cuando no quiero tener relaciones sexuales 1 2 3
19 La puntualidad de mi cónyuge 1 2 3
20 El cuidado que mi cónyuge tiene a su salud 1 2 3
21 El interés que mi cónyuge pone a lo que yo hago 1 2 3
22 El tiempo que pasamos juntos 1 2 3
23 La forma con la que mi cónyuge trata de solucionar los problemas 1 2 3
24 Las reglas que mi cónyuge hace que se sigan en casa 1 2 3

25
Luz de Lourdes Eguiluz, Rosa María Calvo, Diana De la Orta

ANEXO 3
ESCALA DE COMUNICACIÓN

Instrucciones: a continuación se presenta una lista de temas que se refieren a distintos aspectos so-
bre la pareja y el matrimonio. Por favor marque con una X el número que corresponda a la respuesta
que indique que tanto usted le platica a su pareja sobre dichos temas. No olvide responder a todo.

Poco Mucho
1 Lo que me hace sentir tranquilo (a) 1 2 3 4 5
2 Lo que me disgusta de sus amistades 1 2 3 4 5
3 Los problemas que tengo en mi trabajo 1 2 3 4 5
4 Las cosas que me disgustan de ella (él) 1 2 3 4 5
5 De quién debe hablar de temas delicados con los hijos 1 2 3 4 5
6 Las situaciones en que desconfío de ella (él) 1 2 3 4 5
7 Lo que hago en mi trabajo 1 2 3 4 5
8 De que deben hacer los hijos en su tiempo libre 1 2 3 4 5
9 Lo que me disgusta físicamente de ella (él) 1 2 3 4 5
10 Lo que me disgusta de mi trabajo 1 2 3 4 5
11 Las situaciones en que me enojo con su familia 1 2 3 4 5
12 Las situaciones porque siento rencor 1 2 3 4 5
13 De lo que me da vergüenza 1 2 3 4 5
14 De cómo me siento en mi trabajo 1 2 3 4 5
15 De quién debe disciplinar a los hijos 1 2 3 4 5
16 Las cosas que me causan tristeza 1 2 3 4 5
17 Las amistades que no me gusta que tenga 1 2 3 4 5
18 El tiempo que mi cónyuge dedica a nuestro matrimonio 1 2 3 4 5
19 La necesidad de educar a nuestros hijos dentro de una religión 1 2 3 4 5
20 Las cosas que me deprimen 1 2 3 4 5
21 De lo que no me gusta en mi familia 1 2 3 4 5
22 Lo que pienso de ella (él) 1 2 3 4 5
23 La conducta de los hijos fuera del hogar 1 2 3 4 5
24 Las cosas que no tolero de ella (él) 1 2 3 4 5
25 Los castigos a los hijos 1 2 3 4 5
26 De que no se debe hablar con los hijos 1 2 3 4 5
27 La forma cómo ella (él) trata los problemas 1 2 3 4 5
28 Cuando su familia se mete en nuestras vidas 1 2 3 4 5
29 La frecuencia con que tenemos relaciones sexuales 1 2 3 4 5
30 Lo que me hace sentir mal 1 2 3 4 5
31 Porque no quiere tener relaciones sexuales 1 2 3 4 5
32 Las cosas que me dan miedo 1 2 3 4 5
33 De quien, es responsable de los problemas en la relación 1 2 3 4 5
34 Los aspectos negativos de nuetsra relación 1 2 3 4 5
35 Cuando tenemos algún problema en nuestra relación 1 2 3 4 5
36 Los secretos que me confian los hijos 1 2 3 4 5
37 La forma como me pide que tengamos relaciones sexuales 1 2 3 4 5
38 De visitar a mi familia 1 2 3 4 5
39 Lo que me desagrada de su persona 1 2 3 4 5
40 De lo que no me gusta de su familia 1 2 3 4 5
41 De los momentos en que le tengo confianza 1 2 3 4 5
42 De que hago en mi tiempo libre 1 2 3 4 5
43 La opinión que tengo de su familia 1 2 3 4 5
44 Su reacción cuando no quiero tener relaciones sexuales 1 2 3 4 5
45 Las cosas positivas de mi familia 1 2 3 4 5

26
RELACIÓN ENTRE LA PERCEPCIÓN DE LA SATISFACCIÓN MARITAL, SEXUAL Y LA COMUNICACIÓN EN PAREJAS

46 Lo que me disgusta de su arreglo personal 1 2 3 4 5


47 Las cosas que me disgustan de nuestra vida sexual 1 2 3 4 5
48 De que nos visite su familia 1 2 3 4 5
49 El interés que mi pareja tienen en lo que yo hago 1 2 3 4 5
50 La escuela a que deben asistir nuestros hijos 1 2 3 4 5
51 Las cosas positivas de su familia 1 2 3 4 5
52 Cuando me siento insatisfecho (a) sexualmente 1 2 3 4 5
53 De que nos visite mi familia 1 2 3 4 5
54 Las situaciones en que me enojo con mi familia 1 2 3 4 5
55 Los problemas que tienen en su trabajo 1 2 3 4 5
56 Lo que me gusta de mi trabajo 1 2 3 4 5

27
Luz de Lourdes Eguiluz, Rosa María Calvo, Diana De la Orta

28
UNA TEORÍA PSICOBIOGEOGRÁFICA DEL PODER DOMÉSTICO DE LA MUJER
Revista de Peruana de Psicología y Trabajo Social 2012, Volumen 1- N° 1: 29-44

UNA TEORÍA PSICOBIOGEOGRÁFICA1,2DEL


PODER DOMÉSTICO DE LA MUJER

A THEORY OF POWER PSICOBIOGEOGRÁFICA HOME OF WOMEN

Federico R. León
León & Bustamante Consultores, Lima, Perú

Recibido 18 de Febrero 2012, revisado 22 de Febrero 2012, aceptado 02 de Marzo 2012

RESUMEN

Datos de la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar Perú 2000 fueron analizados para verificar la relación
latitud-poder doméstico de la mujer y fortalecer su interpretación. Los hallazgos confirman que dicho poder
crece de norte a sur mientras que el deseo de hijos presenta una tendencia opuesta; la relación negativa entre
poder y deseo decae al incrementarse la latitud absoluta. Se propone explicarlos por la acción de la vitamina
D, generada por el factor latitudinal de intensidad de la luz solar, que aumenta la diferenciación sexual vía la
producción de estrógenos y testosterona, generando una relación negativa entre asertividad y amor. La teoría
tiene implicancias para los modelos psicológicos de relaciones interpersonales, desorden afectivo estacional,
y consumo de sustancias psicoactivas.

Palabras clave: latitud, poder doméstico de la mujer, deseo de hijos, vitamina D.

ABSTRACT

Data from Peru’s 2000 Demographic and Family Health Survey were analyzed to verify the latitude-women’s
domestic power relationship and strengthen its interpretation. The results confirm that women’s power
increases from north to south whereas the desire for children presents an opposite trend; the negative relation
between power and desire decays with the increase of the absolut latitude. It is proposed to explain these
results by the action of vitamin D, generated by the latitude factor of sunlight intensity, which enhances
sexual differentiation via effects on estrogen and testosterone levels, thus creating a negative relation between
assertiveness and love. This theory has implications for the psychological models of interpersonal relationships,
seasonal affective disorder, and consumption of psychoactive substances.

Keywords: latitude, women’s domestic power, desire for children, vitamin D

1 Nina Bustamante de León proporcionó los fondos para esta investigación. Estoy agradecido a mi esposa
y socia, así como a Demographic and Health Surveys por su permiso para analizar datos de la ENDES Peru
2000. Dirección postal: Av. Javier Prado 7427, Lima 3. Contacto: federicorleone@gmail.com.
2 A la memoria de Carlos Franco.

29
Federico R. León

INTRODUCCIÓN

El tipo y grado de poder doméstico de la mujer suelen asociarse con las normas de género de
sociedades particulares. La variabilidad intercultural es enorme; hay sociedades en las que la mujer
ni siquiera puede determinar qué cocinará hoy, pues decidirlo es prerrogativa del patriarca de la
casa, mientras que en otros contextos puede comprar un auto sin consultarlo con el marido. A nivel
intracultural, los principales factores causantes de variabilidad del poder doméstico de la mujer son
el estatus socioeconómico de la familia, la edad y educación de la mujer, y si trabaja o no (Kishor &
Subaiya 2008).

Según un estudio secundario de la Encuesta Continua Perú 2004-2008 de Demografía y Salud, el


control ejercido por la mujer sobre las decisiones económicas hogareñas se incrementa de norte (N)
a sur (S) tanto en la costa como en la sierra y selva del Perú (León 2011a). Este hallazgo tiene impor-
tantes implicancias teóricas y prácticas, pero necesita confirmación para constituirse en un hecho
empírico sólido. La relación observada entre latitud y poder presentó importantes excepciones en
el caso del control sobre las grandes compras del hogar y las compras para las necesidades diarias de
la casa en las ciudades de la sierra. La evidencia más consistente de la relación latitud-poder a través
de regiones naturales y niveles de urbanización fue obtenida mediante un tercer ítem, relativo al
control de los ingresos del marido, pero se observó una pérdida importante de casos al usarse este
ítem, probablemente debida al desempleo del marido o la resistencia de la mujer a informar sobre
el asunto. También causó importantes pérdidas de casos un ítem sobre el trabajo pagado de la mujer,
tal vez por razones similares. Además, en la ejecución del estudio fueron observados errores de la
base de datos en la clasificación de los conglomerados de la muestra según las tres regiones natu-
rales, algunos de los cuales fueron corregidos; sin embargo, otros podrían haber quedado en pie,
indetectados. Peor aún, es posible que las tres regiones naturales hayan constituido una clasificación
geográfica demasiado gruesa, ya que la clasificación costa-sierra-selva no distingue la ecología di-
ferente de los flancos occidental (frío) y oriental (cálido) de los Andes entre sí ni con respecto a la
ecoregión serrana entre ambos flancos, y confunde el desierto del Pacífico con el bosque húmedo
tropical de Tumbes y el gran bosque seco ecuatorial de Lambayeque y Piura. Por último, la investiga-
ción no ejerció control sobre el tamaño del hogar; se consideró el número de hijos de la mujer, pero
no la residencia de otros adultos en la vivienda. El estudio que se presenta a continuación replica
el anterior en una muestra diferente y resolviendo los cuatro problemas: 1. Se utiliza un sistema
geográfico más desarrollado, el de Brack (1983). 2. Los conglomerados son clasificados cuidadosa-
mente en la ecoregión que corresponde. 3. Los ítems sobre control del ingreso del marido y trabajo
pagado de la mujer son sustituidos por otros, que no causan pérdidas importantes de casos. 4. Son
considerados el tamaño del hogar y otras variables de control a las que no se había prestado atención
en la investigación anterior.

El estudio aborda en forma complementaria un segundo tema, estrechamente relacionado al


primero. La hipótesis puesta a prueba en la investigación sobre la autonomía económica de la mujer
en el hogar (León 2011a) provenía de un intento de un cuarto de siglo atrás de explicar un hallazgo
de Morales (1983): el incremento de S a N del deseo de hijos de la mujer peruana. En un análisis de
la base de datos de la Encuesta Nacional de Prevalencia de Anticonceptivos (INE 1983), se confirmó
dicha tendencia tanto en la costa como en la sierra peruanas manteniéndose constantes el tamaño de
la familia y la educación y trabajo de la mujer (León 1984). Para explicarla, el autor conjeturó que
la mujer del S se distinguía por un afán mayor de independencia y desarrollo personal, mientras que
la del N estaría más gobernada por expectativas tradicionales de rol según las cuales corresponde
a la mujer dedicarse a la reproducción y el cuidado de los niños. Es decir, la condición de la mujer
del N sería más deficitaria en términos de empoderamiento (Malhotra, Schuler, & Boender, 2002).
Habiéndose obtenido apoyo empírico a la validez de esta hipótesis (León 2011a), aunque con las
atingencias señaladas arriba, queda por averiguar si el deseo de hijos de la mujer peruana del siglo
XXI sigue presentando la configuración geográfica que exhibía en 1983.

30
UNA TEORÍA PSICOBIOGEOGRÁFICA DEL PODER DOMÉSTICO DE LA MUJER

También queda por fortalecer la interpretación psicológica de la relación opuesta de las dos ten-
dencias a lo largo de la latitud. Dos esfuerzos han sido realizados en este sentido. El primero de ellos
fue una interpretación sexual del deseo de hijos manifestado por la mujer frente a las preguntas del
cuestionario usado (León 1986). La propuesta surgió en el contexto de un análisis de respuestas de
mujeres solteras diseñado en un intento de entender por qué las mujeres del N, muy fértiles e igno-
rantes de anticonceptivos en los años 1960, habían mejorado sus conocimientos de planificación fa-
miliar con mayor efectividad que las de otras regiones y controlaban su fecundidad igual o mejor que
ellas en la década de los setenta, pese a lo cual seguían diciendo que deseaban tener hijos en mayor
medida que las del centro (C) y S. Ello se explicaría porque la sexualidad sería mas central en la vida
de la mujer a medida que se acerca a la linea ecuatorial; al decir que querían tener hijos, las mujeres
del N habrían implicado también que querían tener sexo. Para apuntalar la hipótesis, León (1986)
trajo a colación los restos arqueológicos pre-hispánicos de contenido sexual explícito que fueron
analizados por Kauffmann-Doig (1979), donde se aprecia claramente una presencia dominante de
culturas del N (Vicus, Moche) y bastante menor de culturas del C (Chancay, Nazca) y especialmente
del S (Tiahuanaco, Inca). Si este eje N-S erótico no expresa simplemente una mayor producción de
cerámicas de todo tipo en el N, los datos sugieren que el culto a la sexualidad existente en el antiguo
Perú decrecía con la distancia al Ecuador. La geografía determinaría, pues, una menor autonomía
doméstica de la mujer con la cercanía a la línea ecuatorial, así como un interés sexual intensificado,
el cual se expresaría también en un mayor deseo de maternidad.

El segundo esfuerzo interpretativo ha sido formulado recientemente. León (2011a) sugirió que
el poder doméstico femenino depende de un rasgo de personalidad, la asertividad, un componente
de la extraversión, a su vez uno de los tres (Eysenck & Eysenck 1985) o cinco (Goldberg 1992)
grandes factores de personalidad. Habiéndose controlado estadísticamente en su estudio el nivel de
urbanización, la edad de la mujer, su nivel educativo, el que trabaje o no, su diferencia de edad con
la del marido, tener al castellano como lengua materna, y otras variables sociodemográficas que
podrían afectar el poder doméstico de la mujer, el residuo de poder correlacionado con la latitud,
es decir, aquello que no es explicado por dichas variables, tendría que concebirse como un efecto
de otra variable. Se entiende que la asertividad sea relevante al tema teniendo en cuenta que el po-
der de la mujer se define generalmente como relativo al del marido (Malhotra, Schuler & Bender
2002), es decir, como parte de una relación de pareja en la que subyace una pugna de poderes. León
(2011a, p. 382) notó que “Las principales perspectivas (psicológicas) contrastan la asertividad con
el amor o calidez. Bem (1974) desarrolló escalas ortogonales de masculinidad-femineidad que son
esencialmente mediciones de dominio y amor; poder y amor son también los ejes del circumplejo
interpersonal de Wiggins (1979); y en la perspectiva de los cinco grandes factores de personalidad
bajo el enfoque de medición del NEO-PI-R (Costa & McCrae, 1992), las facetas relevantes son aser-
tividad y calidez.” En el contexto de este sistema de conocimientos, lo que los hallazgos peruanos
sugieren es que la asertividad (indicada por el poder doméstico de la mujer) y el amor (indicado por
el deseo de hijos) se correlacionan negativamente en el Ecuador, pero la correlación desciende con
el aumento de la latitud absoluta o distancia de la línea ecuatorial, hasta hacerse ortogonales los dos
factores en regiones de alta latitud, como Estados Unidos.

Entonces, junto al objetivo empírico de confirmar las relaciones latitud-poder doméstico y lati-
tud-deseo de hijos, este estudio también tuvo un objetivo de interés teórico, el de poner a prueba
la hipótesis de que, en el Perú, hay una correlación negativa entre poder doméstico (es decir, aserti-
vidad) y deseo de hijos (es decir, amor) y que esta correlación decae con la distancia a la línea ecua-
torial. La confirmación de la hipótesis demandaría resituar los modelos psicológicos de relaciones
interpersonales en una perspectiva más amplia que aquella determinada por el contexto latitudinal
en el que se forjaron.

31
Federico R. León

MÉTODO

Datos

Fue necesario integrar cuatro bases de datos. El Geographically based Economy data (G-Econ 2011),
un portal de internet desarrollado por William Nordhaus (Yale University) y Xi Chen (Quinnipiac
University), proporcionó datos sobre densidad poblacional. Todas las otras variables del estudio
provienen de bases de datos originadas en la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar Peru 2000
(INEI 2001). Se usó esta encuesta, y no la Continua 2004-2008, para poner a prueba la robustez de
las relaciones, es decir, ver si emergían en un contexto temporal diferente y operaciones de reco-
lección de datos distintas. La encuesta Perú 2000 fue parte de la iniciativa internacional Demographic
and Health Surveys (DHS), cuya metodología estándar a través de países implica un diseño de mues-
tra multifásico y estratificado y pesos especialmente calculados para proporcionar estimados de las
variables de interés con representatividad nacional y subnacional. Las fases del muestreo compren-
dieron la selección de conglomerados poblacionales y hogares dentro de ellos, la estratificación fue
urbano-rural, y la representatividad alcanzó el nivel del departamento (ahora “región”). Entrevistas
completas fueron obtenidas en el 88% de las viviendas ocupadas. Los sujetos elegibles dentro de las
viviendas eran todas las mujeres en edad fértil, es decir, de 15 a 49 años de edad; la tasa de respuesta
individual fue de 95%. Tres bases de datos de la encuesta - Geographic Positioning System (GPS), Wealth
Index, e Individual Recode – fueron fusionadas. Ellas tenía, respectivamente, conglomerados (N =
1,409), viviendas (N = 28,900), y mujeres (N = 27,843) como casos.

Ecorregiones

El sistema geográfico elegido fue el de Brack (1983), basado en la aplicación de conceptos es-
tándar de la literatura internacional, que ofrece una delineación detallada de 11 ecorregiones. El
sistema más reciente de Zamora (1996), de 18 ecorregiones, desagrega en exceso el territorio. Cin-
co de las ecoregiones de Brack tienen una orientación latitudinal y una extensión mayor a 80° 50’.

• El desierto del Pacífico es de un ancho de 40 a 100 km y un rango altitudinal de 1 a 1,000


metros sobre el nivel del mar (m.s.n.m.); esta es una región altamente urbanizada e irrigada
por 40 ríos pequeños que bajan de los glaciares de los Andes y son alimentados por la lluvia
serrana estacional. Corresponde a la región chala de Pulgar Vidal (1938).

• La estepa serrana es equivalente a la región yunga marítima de Pulgar Vidal y los Andes me-
ridionales de Zamora (1996); todos estos términos se refieren a los flancos occidentales de
las montañas andinas (de 1,000 a 3,800 m.s.n.m.). El valle de Chicama en el departamento
de La Libertad representa la línea divisoria entre la estepa serrana y los flancos andinos más
norteños, clasificados por Brack como parte del bosque seco ecuatorial.

• La puna de Brack no es la misma de Pulgar Vidal. Cubre territorios de gran altura desde el
Parque Nacional de Cutervo (3,200 m.s.n.m.) en el sur del departamento de Cajamarca
hasta los glaciares por encima de los 5,200 m.s.n.m. en el departamento de Tacna. Com-
prende varias de las regiones serranas de Pulgar Vidal y Zamora, incluyendo valles interan-
dinos de menor altura donde se localizan ciudades como Cajamarca (2,750 m.s.n.m.) y
Huaraz (2,645 m.s.n.m.).

32
UNA TEORÍA PSICOBIOGEOGRÁFICA DEL PODER DOMÉSTICO DE LA MUJER

Fig. 1. Ecorregiones del estudio: desierto (1), estepa (2), puna (3), yunga
(4) y amazonía (5). Adaptado de Ministerio del Ambiente, 2011

• La húmeda ecoregión yunga de Brack, lo mismo que la yunga fluvial de Pulgar Vidal, com-
prende los flancos orientales de los Andes, desde 600 a 3,500 m.s.n.m. Ella pierde continui-
dad en el N del Perú al ser atravesada por el bosque seco ecuatorial desde Piura y Lambaya-
que hasta el río Marañón.

• La Amazonía peruana, desde los 50 a los 600 m.s.n.m., es conocida como selva baja. Su cli-
ma tropical es parecido al de varias regiones del África Sub-Sahariana.

Variables independientes y dependientes

• Nivel de latitud. La base de datos GPS de DHS proporciona las coordenadas (latitud, longitud,
altura) de cada conglomerado de la Encuesta Perú 2000, levantadas a base del instrumento
Garmin Etrex (Montana & Spencer 2005). La información se refiere al centroide del con-
glomerado y es presentada en grados decimales, no con los tradicionales minutos y segundos
de la geografía clásica. Cada una de las cinco ecoregiones del estudio fue dividida en tres
partes iguales según los criterios mostrados en la Tabla 1. Las coordenadas de cada conglo-
merado de la encuesta fueron comparadas con una gigantografía del mapa de ecoregiones
del Ministerio del Ambiente (2011) para decidir la clasificación de cada conglomerado en un
nivel de latitud de una ecoregión o su exclusión del estudio. Los niveles de latitud (N, C, S)

33
Federico R. León

son iguales en extensión dentro de la ecoregión pero varían entre ecoregiones. Se asignó la
misma clasificación de nivel de latitud a todas las viviendas de un conglomerado y las mujeres
dentro de esas viviendas.

Tabla 1.
Segmentación de las ecorregiones por nivel de latitud (norte, centro, sur)

_____________________Ecorregiones_____________________
Variables Desierto Estepa Puna Yunga Amazonía

Grados límite N 5,901 S 7,901 S 6,598 S 5,095 S 2,106 S


10,000 S 11,340 S 10,227 S 8,054 S 5,775 S
Grados límite C 10,001 S 11,341 S 10,228 S 8,055 S 5,776 S
14,100 S 14,750 S 13,857 S 11,014 S 9,445 S
Grados límite S 14,101 S 14,751 S 13,858 S 11,015 S 9,446 S
18,190 S 18,160 S 17,487 S 13,974 S 13,115 S
Ciudades representativas N Chiclayo Otuzco Cajamarca Jaén Iquitos
Trujillo Caraz Huamachuco Moyobamba S. M. de Nieva
Chimbote Cajatambo Huaraz Lamas Bagua
Ciudades representativas C Huacho Canta C. de Pasco Uchiza Yurimaguas
Lima Yauyos Huancayo Pozuzo Juanjuí
Ica Huaytará Cusco La Merced Pucallpa
Ciudades representativas S Nasca Arequipa Sicuani Satipo Atalaya
Mollendo Moquegua Azángaro Quillabamba Manu
Tacna Tarata Puno Sandia P. Maldonado
(Número de casos N) (986) (221) (636) (1.064) (589)
(Número de casos C) (1.996) (81) (2.261) (504) (1.043)
(Número de casos S) (785) (711) (1.266) (652) (789)

• Poder doméstico de la mujer. Como quiera que la literatura defina el poder de la mujer en
términos relativos al del marido, sólo tienen sentido los datos de las mujeres cuyos esposos
viven con ellas. Los items seleccionados del cuestionario de la encuesta fueron los siguien-
tes: “¿Quién toma usualmente las decisiones sobre (hacer las grandes compras de la casa
[V743B]) (hacer las compras para las necesidades diarias [V743C]) (hacer visitas a su fami-
lia o parientes [V743D])?” Las opciones de respuesta incluían: “Usted”, “Su esposo/compa-
ñero”, “Usted y su esposo/compañero conjuntamente”, “Alguien más”, y “Usted y alguien
más”. Sin embargo, no hubo virtualmente respuesta alguna implicando a “Alguien más” en la
sub-muestra de mujeres que vivían con su pareja. Se obtuvo de estos ítems un puntaje global
de poder doméstico de la mujer aplicando un modelo de contingencia definido en detalle en
otra parte (León 2012); esencialmente, se plantea que, en una pareja igualitaria, las decisio-
nes en áreas domésticas menores pueden ser autónomas de la mujer, pero son conjuntas con
el marido en las áreas de mayor importancia. Para propósitos de esta investigación, se consi-
deró que los ítems V743C y V743D entrañaban áreas domésticas menos importantes que la
del ítem V743B; si bien la libertad de movimiento de la mujer puede tener gran importancia
en países menos desarrollados que el Perú (Kishor & Subaiya 2008; León 2011b), este no
parece ser el caso de nuestro país. En consecuencia, las siguientes recodificaciones fueron
aplicadas a pequeñas compras y visitas: “Su esposo” = 0, “Usted y su esposo conjuntamente”
= 1, y “Usted” = 2. La mayor importancia de las grandes compras para la casa demandó
asignar 0 a “Su esposo”, 1 a “Usted”, y 2 a “Usted y su esposo conjuntamente”. Finalmente,
se obtuvo un promedio de los puntajes de los tres ítems. La consistencia interna de la escala
de poder fue satisfactoria pese al pequeño número de ítems (α = .67).

34
UNA TEORÍA PSICOBIOGEOGRÁFICA DEL PODER DOMÉSTICO DE LA MUJER

• Deseo de hijos de la mujer. Para mantener condiciones similares a las de la variable anterior,
sólo fueron analizados datos de las mujeres cuyos maridos vivían con ellas. El ítem V602 del
cuestionario DHS dividió a las mujeres en dos grupos. A quienes no creían estar embara-
zadas les preguntaba, “¿Le gustaría tener (un/otro) hijo o preferiría no tener ningún (más)
hijo(s)?”. A quienes creían estar embarazadas, “Después del hijo que está esperando, ¿le gus-
taría tener otro hijo o preferiría no tener más hijos?”. La respuesta “Tener (un/otro) hijo”
fue recodificada 1 y cualquier otra (“No más/ninguno”, “No puede quedar embarazada”,
“Indecisa, no sabe, insegura”) fue recodificada 0.

Variables de control

• Urbanización. DHS clasificó como urbano o rural el conglomerado al que pertenecía la vi-
vienda de la mujer entrevistada. Esta clasificación respondió al criterio del INEI, según el
cual un centro urbano tiene al menos 100 viviendas agrupadas contiguamente y/o es una
capital distrital.

• Densidad poblacional. Esta variable contextualiza al conglomerado. G-Econ (2011) propor-


ciona información poblacional por cada celda geográfica habitada de 1o de latitud x 1o de
longitud en el mundo. En el caso del Perú, la información se refiere a 1990. La conversión
de la información de base administrativa – datos censales de INEI (1991) por provincia – a
celda geográfica la describen Deichmann, Balk, y Yetman (2001). Las coordinadas de cada
conglomerado fueron examinadas para decidir su correspondencia a una celda específica de
G-Econ y se asignó al conglomerado, la vivienda, y la mujer la población indicada para esa
celda. Unos pocos conglomerados de Madre de Dios y Puno en la frontera con Bolivia care-
cían de información en la base de datos de G-Econ; en estos casos, se asignó la información
poblacional existente para la celda peruana más cercana.

• Tamaño del hogar. El número total de miembros de la vivienda (adultos y niños) se obtuvo del
Individual Recode.

• Riqueza de la vivienda. DHS construye una variable de riqueza en cada país. Los ítems con-
siderados incluyen la fuente de agua bebible (pozo, red pública, etc.); tipo de instalaciones
sanitarias (letrina, desagüe, etc.); fuente de luz (eléctrica, etc.); y material principal del piso,
ventanas, y techo. Otros activos incluyen radio, televisión, refrigerador, bicicleta, motoci-
cleta, y carro. Filmer y Pritchett (2001) describen el uso del análisis de componentes prin-
cipales para obtener puntajes de riqueza a base de estos elementos. Implementando la me-
todología, DHS produce un puntaje estandarizado con media = 0 y desviación estándar = 1.

• Jefe del hogar. Esta variable del Individual Recode fue recodificada 1 = Mujer, 0 = Hombre.

• Etnicidad. Se le preguntó a la mujer, “¿Cuál es el idioma o lengua maternal que aprendió us-
ted en su niñez?”. Las respuestas estaban codificadas en la base de datos como 1 = Castellano,
2 = Quechua, 3 = Aymara, 4 = Otra lengua aborigen, y 5 = Idioma extranjero. Aquí fueron
recodificados como Castellano = 1 y cualquier lengua aborigen = 0; idioma extranjero, que
comprendía a menos del 0.1% de los casos, fue ignorado.

• Oriunda del lugar. Se le preguntó a la mujer cuánto tiempo había vivido continuamente en
el lugar de la entrevista. Las respuestas fueron recodificadas “Siempre” = 1 y “No siempre”,
“Inconsistente”, o “No sé” = 0.

• Edad de la mujer. La edad de la mujer fue calculada considerando su fecha de nacimiento y


la de la entrevista. DHS hace dos preguntas (“¿En qué mes y año nació usted?” y “¿Qué edad
alcanzó en su último cumpleaños?”) y corrige las inconsistencias en la medida de lo posible.

35
Federico R. León

• Diferencia de edad con la del marido. DHS le preguntó a la mujer cual era la edad del marido.
En el analisis de datos, se restó la edad de la mujer de la edad del marido.

• Alfabetismo/educación. Dos preguntas del cuestionario eran: “¿Alguna vez asistió a la escuela?”
y “¿Cuál fue el año o grado de estudios más alto que aprobó?”. DHS calcula el número de
años requerido para aprobar el grado más alto de estudios, incluyendo los de universidad. A
las mujeres que dan una respuesta clasificable en “Instrucción primaria” o menos se les da una
tarjeta con una oración y se les pide leerla. El estudio anterior (León 2011a) trató indepen-
dientemente a las dos variables, alfabetismo y educación. Aquí se les combinó para producer
la siguiente escala: 0 = incapaz de leer (N = 2,973). 1 = lee parte de la oración y tiene 0-4
años de escolaridad (N = 3,324). 2 = alfabeta y tiene 5-9 años de escolaridad (N = 9,233).
3 = 10-11 años (N = 6,830). 4 = 12-14 años (N = 3,135). 5 = 15-17 años (N = 2,242).

• Trabajo. Se le preguntó a la mujer si trabajaba al momento de la entrevista y si había trabajado


en los últimos 12 meses. (“Como usted sabe, algunas mujeres trabajan por paga en dinero o
especie. Otras venden cosas, tienen pequeños negocios, o trabajan en la tierra o empresa de
su familia. ¿Está usted haciendo actualmente alguno de estos trabajos? ¿Ha trabajado en los
últimos 12 meses?”) Sus respuestas fueron recodificadas 0 = “No trabajó” y 1 = “Trabajó y/o
está trabajando actualmente”, independientemente de si recibía un pago y el tipo de pago.

• Número de hijos vivos. Esta es la suma de respuestas sobre el número de hijos varones y muje-
res que residen en la casa e hijos varones y mujeres que residen en otra parte.

• Escucha de radio. DHS preguntó a la mujer si escuchaba radio y con que frecuencia: nunca
(0), menos de una vez a la semana (1), por lo menos una vez a la semana (2), o casi todos
los días (3).

• Visión de TV. La pregunta y la codificación de esta variable son similares a las de la anterior.

• Lectura de periódicos. La pregunta y la codificación de esta variable son similares a las de la


anterior.

Enfoque analítico

Como quiera que el diseño de la Encuesta Perú 2000 respondió al doble objetivo de derivar una
muestra representativa a nivel nacional y 24 a nivel departamental, la muestra agregada a escala na-
cional sub-representó algunos departamentos y sobre-representó otros. Por ejemplo, el tamaño de
muestra de Lima (N = 3,714) estuvo por debajo de lo requerido por su importancia demográfica (N
= 9,117) debido a que 3,714 cases eran suficientes para conseguir un error estándar aceptable para
los estimados departamentales; el de Madre de Dios (N = 1,418) fue mayor al que correspondía a
su importancia poblacional (N=79) porque se habría podido hacer pocos estimados departamen-
tales confiables sobre la base de 79 casos. DHS proporciona pesos muestrales para restablecer las
proporciones adecuadas y obtener estimados representativos de las medias y porcentajes nacionales
y departamentales.

Sin embargo, las hipótesis del presente studio no se refieren a medias o porcentajes sino a re-
laciones entre variables, y las ponderaciones de DHS no se aplican a correlaciones o regresiones
(Rutstein & Rojas 2006). Se descartó la opción de ponderar los casos y obtener medias pondera-
das para cada variable dependiente del estudio a cada nivel de latitud de cada ecoregión. Primero,
porque la única manera de evitar cualquier sesgo habría sido obtener n muestras aleatorias de igual
tamaño, una por grado de latitud S por ecoregión; el uso de los pesos muestrales no compensaría
por la falta de este diseño ideal. Segundo, no se podría ejercer control sobre terceras variables. Por
consiguiente, los análisis se ejecutaron sobre casos no ponderados.

36
UNA TEORÍA PSICOBIOGEOGRÁFICA DEL PODER DOMÉSTICO DE LA MUJER

La principal técnica analítica empleada fue el modelo linear general de la Ecuación 1, replicada
para cada variable dependiente (Y) en cada ecoregión:

Y = μ + δN,C,S + [ξj] + ε (1)

En este modelo, μ es la media poblacional, δ es un factor latitudinal de tres niveles (N, C, S), [ξj]
es un juego de 15 covariables, y ε es el error aleatorio; es decir, estamos frente a un análisis univaria-
do de la varianza de una vía que añade el control sobre otras variables. Todas las variables explicato-
rias fueron previamente estandarizadas al nivel de la muestra global para obtener coeficientes com-
parables; las estandarizaciones también protegieron a los análisis contra los efectos indeseables de la
multicolinealidad. Se usó el método Tipo III para calcular la reducción en la suma de cuadrados de
error; en este método, se añade un efecto luego de ajustar todos los otros efectos. Las dos variables
dependientes también fueron estandarizadas en la submuestra de mujeres que vivían con su marido.

La segunda técnica analítica usada fue la de las correlaciones parciales entre latitud y cada varia-
ble dependiente manteniéndose constantes las 15 restantes variables. Las correlaciones se calcularon
para cada nivel de latitud (N, C, S), es decir, luego de agregar todos los casos de nivel N de latitud
de las cinco ecorregiones, todos los casos de nivel C, y todos los casos de nivel S. Involucrando una
variable continua y una dicotómica, la correlación Pearson es equivalente a la punto-biserial.

RESULTADOS

La Tabla 2 presenta estadísticas descriptivas para la submuestra de mujeres del estudio, es decir,
aquellas que vivían con su marido.

Tabla 2.
Medias de las variables del estudio, por ecoregión

________________Ecorregiones____________________
Variables Desierto Estepa Puna Yunga Amazonía
Poder doméstico 1,36 1,32 1,24 1,14 1,14
Deseo de hijos ,312 ,249 ,211 ,289 ,290
Urbanización ,895 ,578 ,264 ,395 ,576
Densidad poblacional 575.747 225.087 92.538 54.623 17.275
Tamaño del hogar 5,44 5,30 5,74 5,76 5,92
Riqueza de la vivienda ,879 ,276 -,492 -,352 -,270
Jefa del hogar ,071 ,061 ,051 ,043 ,049
Etnicidad ,994 ,902 ,548 ,875 ,925
Oriunda del lugar ,469 ,451 ,580 ,433 ,371
Edad de la mujer 34,43 34,02 33,09 32,40 31,78
Diferencia con la del marido 3,92 4,02 3,58 4,44 4,95
Alfabetismo/educación 2,79 2,45 1,59 1,81 2,11
Trabajo ,614 ,775 ,758 ,666 ,601
Número de hijos vivos 2,60 2,91 3,54 3,36 3,26
Escucha de radio 2,26 2,26 1,99 2,10 1,90
Visión de TV 2,59 2,03 1,32 1,49 1,82
Lectura de periódicos 1,50 1,11 ,662 ,726 1,10
(N más pequeña) (3.724) (1.047) (4.169) (2.231) (2.489)

El desierto exhibe los mayores niveles de urbanización, densidad poblacional por celda geográfi-
ca a la que pertenece el conglomerado, riqueza del hogar, castellano como lengua materna, jefatura
del hogar a cargo de una mujer, alfabetismo/educación, poder doméstico de la mujer, su edad, deseo
de hijos, escucha de radio (empatado con la estepa), visión de TV, y lectura de periódicos, así como
el menor número de hijos vivos. La estepa se caracteriza por la mayor proporción de mujeres que

37
Federico R. León

trabajan, así como el menor tamaño del hogar. La puna se diferencia por su mayor número de niños
vivos, así como menor urbanización, riqueza, alfabetismo/educación de la mujer, proporción que
tiene al castellano como lengua materna, inmigración, diferencia de edad con el marido, deseo de
hijos, visión de TV, y lectura de periódicos. La ecoregión yunga presenta el menor poder doméstico
de la mujer (empatado con la Amazonía) y la menor proporción de mujeres como jefes del hogar.
La amazonía puede ser descrita como la ecoregión con las mujeres más jóvenes y mayor tamaño del
hogar, nivel de inmigración, y diferencia de edad con el marido, así como menor densidad pobla-
cional, mujeres que trabajan, poder doméstico de la mujer (empatado con la ecoregión yunga), y
escucha de radio. En suma, el desierto y la estepa son las regions más modernas del Perú, la puna y la
Amazonía son las regiones más tradicionales, y la región yunga se sitúa en una posición intermedia.

Fig.1. Medias de poder doméstico (líneas interrumpidas) y deseo de hijos (líneas sólidas)
ajustadas por 15 variables del modelo lineal general, por nivel de latitud (N, C, S) y ecoregión.

Tabla 3.
Efectos lineales y cuadráticos del nivel de latitud sobre el poder doméstico de la mujer y su deseo de hijos según
el modelo lineal general, por ecoregión.

______________________Ecorregiones_____________________
Variables Desierto Estepa Puna Yunga Amazonía

Poder doméstico
Lineal ,069** ,254*** ,357*** ,401***
,112*
Cuadrático -,033 -,138*** ,021 ,108***
-,013
(N) (3.767) (4.163) (2.220) (2.421)
(1.013)
Deseo de hijos
Lineal -,043 -,130*** -,113*** -,110***
-,081
Cuadrático -,076** ,008 ,022 -,089***
,085
(N) (3.681) (4.112) (2.180) (2.441)
(996)

Nota. Los efectos de las 15 covariables del modelo se presentan en el Apéndice.


* p < ,05, ** p < ,01, *** p < ,001.

38
UNA TEORÍA PSICOBIOGEOGRÁFICA DEL PODER DOMÉSTICO DE LA MUJER

Trascendiendo tal heterogeneidad, las medias ajustadas de poder doméstico de la mujer presen-
taron incrementos monotónicos de N a C y de C a S en cada ecoregión (véase la Figura 2). La ten-
dencia se refleja en la significación estadística del componente lineal de las respectivas curvas (véase
la Tabla 3). Los efectos de la ecología se ven sólo en el incremento sistemático de los coeficientes
de linealidad, desde el desierto a la estepa y de allí a la puna, la ecoregión yunga, y la Amazonia.
Adicionalmente, la sierra y la Amazonía presentaron una curvilinealidad significativa, pero sólo la
de la sierra parece tener valor heurístico. Nótese que las curvas de poder doméstico de la mujer se
sitúan en la parte positiva del eje vertical debido a que los puntajes estandardizados no están libres
del sesgo positivo de la distribución de puntajes brutos de poder doméstico.

En contraste, los puntajes estandarizados de deseo de hijos se sitúan en el sector negativo del
espacio bidimensional; esto es así porque la mayoría de mujeres indicaron no querer más hijos. La
dirección de las curvas para esta variable es consistente con las expectativas del estudio. En cada
ecoregión el deseo de hijos fue mayor en el N que en el S, aunque la tendencia fue menos consistente
que la de poder doméstico de la mujer. Decrementos monotónicos del deseo de hijos aparecieron
sólo en la puna y la ecoregión yunga y el componente lineal de la tendencia alcanzó significación
estadística en la puna, yunga, y Amazonía. La Tabla A1 del Apéndice presenta los coeficientes corres-
pondientes a las variables de control.

Finalmente, se puede ver representadas en la Figura 3 las correlaciones parciales entre poder
doméstico y deseo de hijos en el N (significativa), C (aproximándose a la significación estadística),
y S (no significativa).

Fig. 3. Correlación punto-biserial entre el poder doméstico de la mujer


y su deseo de hijos en el norte (N), centro (C), y sur (S) del Perú,
manteniendo constantes 15 variables socio-demográficas.

DISCUSIÓN

En la ausencia de condiciones para implementar el diseño de investigación ideal (es decir, n


muestras del mismo tamaño obtenidas aleatoriamente, una por grado de latitud S por ecoregión
peruana), en el estudio presentado aquí se analizó datos disponibles de 24 muestras departamentales
integradas en una muestra nacional y luego desagregadas según ecoregión. Puesto que las muestras
no fueron estrictamente representativas de los grados de latitud, sesgos desconocidos podrían haber
afectado las relaciones observadas entre el nivel de meridionalidad y las variables dependientes. Por
ejemplo, la distribución de casos en la estepa fue pronunciadamente desigual; allí el S comprendió
un número de casos tres veces mayor que el del N y nueve veces mayor que el del C. Cabe dudar de
la confiabilidad de un hallazgo basado sólo en los 81 casos de la estepa C. El diseño desbalanceado
no fue la única limitación del estudio. Se violó el supuesto de distribución normal de la variable
dependiente en el análisis de la varianza del deseo de hijos, y la presencia de errores correlacionados

39
Federico R. León

espacialmente podría haber causado sobreestimados del impacto de la latitud. Sin embargo, ninguna
de estas limitaciones es capaz de generar una hipótesis alternativa creíble concerniente al creci-
miento de N a S del poder de la mujer y de S a N del deseo de hijos; es decir, una capaz de explicar
por qué los resultados emergieron en estas direcciones y no al contrario o sin sesgo latitudinal. Los
hallazgos llevan con bastante certidumbre a la conclusión de que reflejan tendencias robustas, pues
los referidos al poder de la mujer se replicaron en dos muestras nacionales distintas (León 2011a y
este estudio) y los que atañen al deseo de hijos en tres muestras (León 1984 y 1986 y este estudio),
involucrando distintos procedimientos de agrupamiento geográfico y medición de variables. Que
las relaciones no son espúreas, es decir, determinadas por terceras variables, lo demuestra el hecho
de haber emergido consistentemente a pesar del control estadístico ejercido sobre 15 variables so-
ciodemográficas.

La confirmada correlación negativa y significativa entre poder doméstico y deseo de hijos en el N


peruano que fue decreciendo hasta alcanzar 0 en el S constituye el hallazgo más novedoso y de ma-
yor valor heurístico del estudio, pues sugiere que la latitud, de alguna manera, hace variar el grado
de diferenciación entre los géneros. La asertividad, aunque de forma tangencial, ha sido estudiada a
través de sociedades y culturas; está demostrado que el hombre es más asertivo que la mujer, pese
a que la variabilidad al interior de los géneros puede ser mayor que entre ellos (Costa,Terracciano
& McCrae, 2001). La asertividad, pues, es un rasgo masculino. El amor, a su vez, se asocia más
con la femineidad; no en vano Bem (1974) planteó su inventario de dominio-amor como una de
masculinidad-femineidad y, acentuando el carácter ortogonal de los dos factores, tituló su trabajo
“The measurement of psychological androgyny.” Un individuo podría ser marcadamente masculino,
marcadamente femenino, o presentar un balance de los dos factores. Lo que los resultados peruanos
sugieren es que estos factores (asertividad, amor) son ortogonales en altas latitudes pero oblicuos en
bajas latitudes; es decir, la diferenciación sexual decrecería con la distancia al Ecuador. Así se puede
entender por qué los análisis de factores de los ítems del inventario de Bem (1974) arrojan resul-
tados tan inconsistentes como los revelados por la revisión de Choi y Fuqua (2003) de 23 estudios
validatorios: la diferenciación sexual de los géneros en Boston (420 24’ N) no sería la misma que en
Miami (250 48’ N); sería menor.

Pero, ¿cómo se explica que la latitud determine la mayor o menor diferenciación sexual? Bus-
cando en la literatura científica una variable correlacionada con la latitud y ligada a la diferenciación
sexual humana, el autor de este artículo descubrió que la vitamina D cumple con ambos requisitos.
Esta vitamina es obtenida por el organismo humano cuando los rayos solares impactan la piel y la
retina y generan una cadena de eventos bioquímicos que tiene similitud con la fotosíntesis en las
plantas. Los rayos solares contienen tres clases de luz. Una de ellas, la infraroja, proporciona calor,
mientras que las otras dos, la visible y la ultravioleta, pueden causar cambios estructurales en una di-
versidad de moléculas que se requieren en ciertas reacciones bioquímicas. La intensidad y duración
de la exposición a la luz solar es proporcional a la tasa de síntesis de estas moléculas para producir
vitamina D. Dicha tasa, entonces, varía sistemáticamente con la latitud, pues la intensidad de los ra-
yos solares disminuye continuamente desde la línea ecuatorial hasta los polos. Es un hecho empírico
bien conocido en el hemisferio norte que la exposición a la luz solar tiene un impacto en la pro-
ducción de testosterona y estrógenos; los niveles de plasma declinan de noviembre a abril, es decir,
durante el invierno, y comienzan a incrementarse continuamente durante la primavera y el verano
(Van Anders, Hampson, & Watson 2006). Ello influye directamente en la tasa de concepciones hu-
manas, que correlaciona significativamente con la intensidad de luz solar (Cummings 2007). Los va-
rones que viven en latitudes bajas tienen una ventaja a lo largo del año en niveles de testosterona y el
correspondiente aumento en la producción de esperma, pues estos procesos se mantienen a un nivel
más alto y menos variable a lo largo del año. En cambio, el que con la cercanía a los polos las noches
sean más largas, y la variación estacional sea mayor, no parecen tener efectos sobre la testosterona
(Huhtaniemi, Martikainen, & Tapanainen 1982). Queda poca duda de que el vínculo entre luz solar
y hormonas sexuales sea producido por la vitamina D. Se ha demostrado en roedores el rol regula-
dor de la vitamina D en la síntesis del estrógeno en las gónadas de las hembras; parece que la acción
de la vitamina D en la biosíntesis del estrógeno se explica parcialmente por el mantenimiernto de la

40
UNA TEORÍA PSICOBIOGEOGRÁFICA DEL PODER DOMÉSTICO DE LA MUJER

homeostasis del calcio (Kinuta, et al., 2000). También se ha demostrado el rol de la vitamina D en
la producción de testosterona en hombres; las dos variables están estrechamente correlacionadas y
varían estacionalmente al unísono (Wehr, Pitz, Boehm, März, & Obermayer-Pietsch 2009). El cre-
ciente deseo de hijos de la mujer peruana al aproximarse al Ecuador que se confirmó en el presente
estudio y que ha sido interpretado como evidencia de un creciente interés sexual (León 1986),
puede, pues, explicarse por el asociado aumento en la producción de vitamina D y sus efectos en
los niveles de estrógeno. Como quiera que las hormonas sexuales hacen más masculino y dominante
al hombre y más femenina y tímida a la mujer (McLean & Anderson 2009), debe esperarse que las
parejas sean más asimétricas en poder cerca al Ecuador y más igualitarias con la distancia de la línea
ecuatorial, como se demostró en este estudio. La correlación negativa y significativa entre deseo de
hijos y poder doméstico de la mujer que se observó en el N del Perú puede entenderse, entonces, en
función de la ocurrencia de máxima diferenciación sexual al aproximarse el ser humano a la latitud 0
(es decir, donde la intensidad de la luz solar es mayor). Al aumentar la distancia de la línea ecuatorial,
decae la diferenciación sexual y, consecuentemente, la correlación negativa entre el deseo de hijos y
el poder doméstico de la mujer. La Figura 4 grafica estas relaciones.

Fig. 4. Vínculos empíricos y teóricos entre la latitud, el poder doméstico


de la mujer, su deseo de hijos, y el uso de sustancias psicoactivas

La vitamina D también es capaz de contribuir a la explicación del uso de sustancias psicoactivas y


su relación con la latitud. La prevalencia de vida y uso actual de alcohol, tabaco y hoja de coca cre-
cen de N a S en el Perú, con excepción del uso actual de alcohol en la costa, según análisis efectuados
por León (1987) en las tablas de resultados de Drug use and abuse in Peru: An epidemiological investiga-
tion of drugs in urban Peru (Jutkowitz et al. 1986). Para reconciliar con la interpretación geográfico-
psicosocial (autonomía versus dependencia de la mujer) el hallazgo sobre sustancias psicoactivas,
el autor propuso una explicación según la cual las madres más independientes, entretenidas en
aspiraciones de desarrollo personal, causarían en sus hijos ciertas carencias afectivas que se expre-
sarían luego, en su juventud y adultez, en un mayor consumo de alcohol, tabaco y/u hoja de coca.
Fundamentó esta interpretación citando trabajos sobre predictores del uso de drogas en la juventud
que señalaban la importancia de factores relativos a antiguas interacciones padres-hijos: la falta de
cercanía en la relación y la falta de involucramiento materno en las actividades de los hijos. Asi se
entendería el mayor uso de sustancias psicoactivas observado a medida que el poblador peruano se
aleja de la línea ecuatorial. Viceversa, el menor consumo en el N sugiere un efecto protector del
amor o calidez maternos. La Figura 4 sugiere las vías a través de las cuales la latitud afectaría estas
relaciones. La vitamina D, cuyo efecto sobre neurotransmisores como la dopamina y la serotonina
es conocido (Cass, Smith, & Peters 2006), está involucrada en la depresión estacional anual. Este
síndrome consiste en la presencia recurrente de ciclos depresivos y se le atribuye a un déficit de
exposición a rayos solares en el invierno; consecuentemente, uno de sus tratamientos es la terapia
de luz (Rosenthal, et al. 1984). Relacionada a ella está la depresión invernal o nórdica, de alta in-

41
Federico R. León

cidencia en los países escandinavos, con la excepción de Islandia (Magnusson, Axelsson, Karlsson,
Oskarsson, & Högni, 2000). El déficit de luz solar con la cercanía al Ártico explica la depresión
nórdica, y la excepción se atribuye al muy alto consumo de pescado por parte de los islandeses (FAO
2006); este alimento contiene importantes dosis de vitamina D. Además, la testosterona aumenta
la producción de dopamina basal en hombres (Hull, Muschamps, & Sato 2004). El creciente uso de
alcohol y drogas de N a S del Perú puede, pues, entenderse como expresión de una necesidad de
mejorar el estado de ánimo y contrarrestar los efectos depresivos de la menor intensidad de la luz
solar al incrementarse la latitud.

Para poner a prueba la validez de la teoría psicobiogeográfica del poder doméstico de la mujer
se podría verificar si la asertividad femenina, adecuadamente medida, se incrementa con la distancia
del Ecuador, intranacionalmente y/o internacionalmente, si lo contrario ocurre con la masculina, y
si el interés sexual y disposición al amor presentan las tendencias opuestas.

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43
___________________Poder Doméstico_________________ ____________________Deseo de Hijos__________________
Variables Desierto Estepa Puna Yunga Amazonía Desierto Estepa Puna Yunga Amazonía
Urbanización 33,01** 6,95** ,109 1.62 35,76*** 3,81 ,894 3,58 1.69 9,00**
Densidad poblacional ,954 5,03* ,113 3,90* ,061 ,027 1,41 20,63*** ,923 1,45
Tamaño del hogar 13,63*** 1,30 8,98** 4,55* 3,67 ,881 3,97* ,411 ,291 1,37
Riqueza de la vivienda ,839 1,34 9,37** 10,16*** 6,00* ,053 ,015 6,26* 2,07 3,00
Jefe del hogar 3,48 3,02 4,48* 3,10 ,711 ,639 4,54* 1,67 9,76** ,600
Etnicidad ,569 8,40** 18,91*** ,023 60,75*** ,312 ,678 2,63 1,78 17,49***
Oriunda del lugar ,002 ,232 ,110 ,296 ,757 14,42*** 1,25 ,011 2,16 ,012
Edad de la mujer 20,91*** 8,05** 15,38*** 2,60 29,93*** 164,76*** 35,19*** 51,06*** 59,14*** 45,32***
Federico R. León

Diferencia con la del marido 7,29** ,005 1,16 ,308 ,484 17,61** 3,88* 8,79** ,007 13,32***
Alfabetismo/educación 2,88 6,13* 32,51*** 4,58* 21,63*** ,001 4,67* 4,90* ,781 ,000

44
Trabajo 1,84 ,933 ,504 13,47*** ,766 8,07** ,028 4,06* 5,20* ,634
Nú mero de hijos vivos ,403 ,308 ,209 ,382 ,098 285,44*** 29,20*** 206,82*** 101,80*** 168,56***
Escucha de radio ,071 ,747 1,15 4,00* 2,70 ,002 1,20 ,945 ,000 ,522
Visión de TV 6,28* 2,64 1,50 31,53*** ,740 4,22* 3,24 1,62 ,022 ,107
Lectura de periódicos 6,30** ,950 ,003 4,35* 3,30 ,424 ,717 4,08* ,381 ,399
(N) (3.747) (993) (4.163) (2.220) (2.421) (3.681) (996) (4.112) (2.180) (2.441)
Tabla A1.
Valores F del modelo lineal general para efectos de 15 covariables sobre el poder doméstico de
la mujer y su deso de hijos, por ecoregión.
*p < ,05, **p < ,01, ***p < ,001.
REVISIÓN PSICOMÉTRICA DEL INVENTARIO DE ANSIEDAD ESTADO-RASGO (IDARE)
Revista de Peruana de Psicología y Trabajo Social 2012, Volumen 1- N° 1: 45-54

REVISIÓN PSICOMÉTRICA DEL INVENTARIO DE


ANSIEDAD ESTADO-RASGO (IDARE) EN UNA MUESTRA
DE UNIVERSITARIOS DE LIMA METROPOLITANA

PSYCHOMETRIC REVIEW STATE-TRAIT ANXIETY INVENTORY (STAI)


IN A SAMPLE OF UNIVERSITY OF LIMA METROPOLITAN

Sergio Dominguez1; Graciela Villegas; Noemí Sotelo; Lidia Sotelo


Universidad Inca Garcilaso de la Vega, Lima, Perú

Recibido 12 de Marzo 2012; revisado 20 de Marzo 2012; aceptado 01 de Abril 2012

RESUMEN

Se analizaron las propiedades psicométricas del Inventario de Ansiedad Estado-Rasgo (IDARE) en una muestra
de estudiantes universitarios del primer año de la Carrera de Psicología de una universidad estatal de Lima
Metropolitana. El objetivo fue obtener evidencias de validez que apoyen su uso en población universitaria.
Se hallaron indicadores de confiabilidad aceptables a través del método de consistencia interna (Alpha de
Cronbach), así como evidencia de validez factorial y de validez convergente. Se concluye que el IDARE es un
instrumento válido y confiable para evaluar la ansiedad en población universitaria. Se recomienda ampliar la
muestra con el objetivo de elaborar los baremos respectivos.

Palabras claves: Ansiedad, psicometría, confiabilidad, validez

ABSTRACT

In this study there were analyzed the psychometric properties of the State-Trait Anxiety Inventory (STAI)
in a sample of first-year Psychology students of state college in Metropolotan Lima. The objective was to
obtain validity evidence that support its use in university population. Acceptable reliability indicators were
found through the internal consistency method (Cronbach’s Alpha), as well as evidence of both factorial
and convergent validity. In conclusion, the STAI is an instrument valid and reliable to evaluate the anxiety
in university population. It is recommended to extend the sample with the objective of elaborating the
respective scales.

Keywords: Anxiety, psychometry, reliability, validity

1 Contacto: sdominguezmpcs@gmail.com

45
Sergio Domínguez; Graciela Villegas; Noemí Sotelo; Lidia Sotelo

INTRODUCCIÓN

Inicialmente, Spielberger (1980) definió la ansiedad como una reacción emocional desagradable
que ocurre en función a un estimulo externo, el cual es considerado como amenazador por el sujeto,
lo que produce cambios fisiológicos y conductuales. Más adelante, redefine la ansiedad como una
reacción o estado de displacer que es distinto de otros estados por una combinación de experiencias
y cambios fisiológicos, comprendiendo además sentimientos de intranquilidad, tensión y aprensión
(Spielberger & Rickman, 1990).

De acuerdo con la décima Revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE 10)


(OMS, 1992), la característica esencial de este trastorno es una ansiedad generalizada y persistente,
que no es función de algún acontecimiento ambiental que medie o condiciones dicha ansiedad, es
decir, se trata de una “angustia flotante”. Los síntomas predominantes son muy variables, pero lo más
frecuente son quejas de sentirse constantemente nervioso, con temblores, tensión muscular, sudo-
ración, mareos, palpitaciones, vértigos y molestias epigástricas. A menudo se ponen de manifiesto
temores referidos a acontecimientos con escasa probabilidad de ocurrencia, pero que la persona los
considera como altamente probables y amenazantes.

En la actualidad, la ansiedad es uno de los problemas psicológicos de mayor prevalencia (Guillén-


Riquelme & Buela-Casal, 2011). En este sentido, el Instituto Nacional de Salud Mental “Honorio
Delgado-Hideyo Noguchi” (2002), en su Estudio Epidemiológico de Salud Mental de Lima y Callao,
indica que la prevalencia de vida de trastornos de ansiedad en general es de 20.3% en los varones y
30.1% en las mujeres. Por su parte, el Ministerio de Salud (2004) nos dice que la prevalencia anual
de los trastornos de ansiedad estaría en ascenso; asimismo, se presume que hay una cifra oculta pues
muchos no recurren a los servicios de salud.

Por su parte, la población universitaria presenta un panorama similar. Existen estudios que dan
cuenta de la presencia de la ansiedad, en comorbilidad con la depresión, en población universitaria
tanto en el ámbito nacional (Anchante, 1993; Celis, et al., 2001; Riveros, Hernández & Rivera,
2007; Torrejón, 2011) y en el extranjero (Agudelo, Casadiegos & Sánchez, 2008; Flores, Jiménez,
Pérez, Ramírez & Vega, 2007; Cova, et al., 2007), considerando además el comportamiento suicida
(Amezquita, González & Zuluaga, 2003) y variables sociofamiliares y factores académicos (Balanza,
Morales & Guerrero, 2009).

El Inventario de Ansiedad Estado/Rasgo (Spielberger & Diaz-Guerrero, 2007; Spielberger, Gor-


such & Lushene, 1970) es uno de los autorreportes de ansiedad más usados alrededor del mundo
(Andrade, Gorestein, Vieira Filho, Tung & Artes, 2001), y para diferente propósito. Fue creado para
evaluar la ansiedad dentro del planteamiento de Charles Spielberger, en donde la ansiedad como esta-
do, está caracterizado por un sentimiento de tensión y aprensión, así como el aumento de la activi-
dad del sistema nervioso autonómico; mientras la ansiedad como rasgo, se considera como un rasgo
de personalidad relativamente estable que se define como una tendencia a percibir las situaciones
como amenazantes (Guillén-Riquelme & Buela-Casal, 2011).

Siendo la ansiedad un fenómeno universal que puede ser experimentado de diversas formas de-
pendiendo las creencias culturales y los valores de cada sociedad (Manson & Kleinman, 1998), se ha
adaptado dicho instrumento a diversas lenguas, y se han estudiado sus propiedades psicométricas
en diversos países como Pakistán (Mansoor, 2011), Brasil (Andrade, et. al., 2001), Japón (Iwata, et
al., 2000), México (Rojas-Carrasco, 2010), Chile (Vera-Villarroel, Celis-Atenas, Córdova-Rubio,
Buela-Casal & Spielberger, 2007), Países de habla hispana en general (Spielberger, González-Reigosa,
Martínez-Urrutia, Natalicio & Natalicio, 1971), entre otras, para facilitar el uso y la valoración de la
ansiedad en diversas culturas. Cabe resaltar que no existe en Perú una validación, oficial al menos, de
dicho instrumento ni en población general ni universitaria, ya que en los estudios se toman en consi-
deración la versión de Spielberger et. al (1971) (Anchante, 1993; Celis, et. al., 2001;Torrejón, 2011).

46
REVISIÓN PSICOMÉTRICA DEL INVENTARIO DE ANSIEDAD ESTADO-RASGO (IDARE)

Con relación a los antecedentes psicométricos, Mansoor (2011) halló en 400 estudiantes pakis-
taníes, 225 varones (Edad promedio=19.39, DS=1.98) y 175 mujeres (Edad promedio=18.57,
DS=1.78) coeficientes alpha de Cronbach adecuados, para las Escala de Estado y Rasgo siendo las
magnitudes de .87 y .91 respectivamente. En relación a la Homogeneidad del test, refiere correla-
ciones ítem-test que oscilan entre .31 y .60 (Ansiedad Estado) y entre .32 y .55 en Ansiedad Rasgo.
El análisis factorial, encuentran dentro de cada subescala, estado y rasgo, dos factores referidos a la
ausencia de ansiedad y presencia de ansiedad. En cuanto a la subescala de Ansiedad Estado, el primer
factor, ausencia de ansiedad, explica el 27.25% de la varianza total, y el segundo factor, presencia de
ansiedad, el 8.23%. En la subescala Ansiedad Rasgo, también se hallaron dos factores, de los cuales
el primero, ausencia de ansiedad, explica el 26.67%, y el segundo, referido a la presencia de ansie-
dad, explica el 8.6% de la varianza.

Andrade et.al. (2008) contó con la participación de 1080 estudiantes brasileños (845 mujeres y
235 varones) con edad promedio 24.1 años (DS=6.4). Por medio del análisis factorial hallaron dos
componentes. El primer factor representa la dimensión del estado de ánimo (33.0% de varianza
explicada) de contenido depresivo, y el segundo componente, la dimensión de preocupación (8.5%
de varianza explicada) de contenido ansioso. En cuanto a la confiabilidad, presentaron coeficientes
Alpha de Cronbach de .84 y .81, respectivamente. Por otro lado, encontraron una correlación sig-
nificativa del Inventario de Ansiedad Estado/Rasgo con el Inventario de Depresión de Beck de .66
(p< .001).

Vera-Villarroel, et. al. (2007), en su análisis preliminar del Inventario de Ansiedad Estado/Ras-
go, evaluaron 1448 personas, de las cuales 445 fueron adolescentes (204 mujeres y 241 varones) de
edades comprendidas entre 13 y 18 años, con edad promedio 16.4 años (DS=1.4) y 1043 adultos
(489 mujeres y 533 varones) de edades comprendidas entre 19 y 60 años, con edad promedio 31.02
años (DS=11.68). En cuanto al análisis factorial, hallan dentro de cada subescala, estado y rasgo,
dos factores referidos a la ausencia de ansiedad y presencia de ansiedad. En cuanto a la subescala de
Ansiedad Estado, el primer factor que se refiere a la ausencia de ansiedad, explica el 38.6% de la
varianza total, y el segundo factor, presencia de ansiedad, el 8.0%. En la subescala Ansiedad Rasgo,
también se hallaron dos factores, de los cuales el primero, ausencia de ansiedad, explica el 28.82%,
y el segundo, referido a la presencia de ansiedad, explica el 5.61% de la varianza.

Se debe destacar que, junto a estos estudios que consideran en su análisis a población similar a la
que utilizaremos en este estudios, otros hallazgos confirman la estructura tetrafactorial del inventa-
rio (Iwata, et. al., 2000; Rojas-Carrasco, 2010).

Así, tanto por la creciente incidencia de los desórdenes de ansiedad en la población universitaria,
y la necesidad de contar con un instrumento para valorar la ansiedad en dicho colectivo, se plantea
la revisión psicométrica del Inventario de Ansiedad Estado/Rasgo, a fin de brindar a la comunidad
psicológica una herramienta válida y confiable para dicho fin.

MÉTODO

Tipo y diseño de investigación

Es una investigación instrumental, destinada a la adaptación y estudio de las propiedades psico-


métricas de un test (León & Montero, 2002)

47
Sergio Domínguez; Graciela Villegas; Noemí Sotelo; Lidia Sotelo

Población y muestra

Se consideró una muestra intencional de 133 estudiantes universitarios del primer año de dos carreras
profesionales del área de Salud de una universidad estatal de Lima Metropolitana, de los cuales 53 son
varones (39.8%) y 80 mujeres (60.2%), con edades comprendidas entre 16 y 24 años (Media 19.07; D.S.
1.932).

Instrumento

El Inventario de Ansiedad Rasgo-Estado (IDARE) de Spielberger & Diaz-Guerrero (2007) com-


prende escalas separadas de Autoevaluación que miden dos conceptos independientes de la ansiedad,
como estado (E) y como rasgo (R). 20 ítems evalúan cada una de dichas escalas.

La ansiedad como Estado (A/E) está conceptualizado como un estado o condición emocional
transitoria del organismo humano, que se caracteriza por sentimientos subjetivos, concientemente
percibidos, de tensión y aprensión, así como por una hiperactividad del sistema nervioso autonó-
mico. Puede variar con el tiempo y fluctuar en intensidad. Por otro lado, la ansiedad como Rasgo
(A/R) señala una relativamente estable propensión ansiosa por la que difieren los sujetos en su
tendencia a percibir las situaciones como amenazadoras y a elevar, consecuentemente, su ansiedad
Estado (A/E).

El Inventario de Depresión Estado-Rasgo (IDER) de Spielberger, Agudelo y Buela-Casal (2008)


está conformado por 20 ítems, 10 de los cuales se refieren a la depresión como estado, y los otros
10 como rasgo. Cada grupo está distribuido de la siguiente manera: cinco ítems evalúan Eutimia,
y cinco evalúan Distimia. Tiene como objetivo principal la evaluación del grado de afectación (es-
tado) y la frecuencia de ocurrencia (rasgo) del componente afectivo de la depresión. En cuanto a
las propiedades psicométricas en población universitaria, Dominguez (2011) halló indicadores de
confiabilidad aceptables a través del método de consistencia interna (Alpha de Cronbach), siendo
estos índices de .898 para la escala total, .825 para Depresión-Rasgo y .857 para Depresión-Estado.
Asimismo, se encontraron evidencias de validez de contenido y de validez factorial.

Procedimiento

Se les informó a los participantes el objetivo de la investigación, y se garantizó la confidencialidad


de los resultados. El instrumento se administró por un solo investigador, aclarándose las dudas de
los estudiantes cuando ellos lo requerían. Se elaboró una base de datos para ser analizada posterior-
mente por medio del paquete estadístico SPSS 18.0.

RESULTADOS

Confiabilidad

Se analizó por medio de su consistencia interna usando el método del Alpha de Cronbach. Para
Ansiedad-Estado se obtuvo un alfa total de .908, con los 20 ítems con un índice de homogeneidad
mayores a .20, el cual es el punto de corte para aceptar al ítem dentro de la escala (Likert, 1932).
El factor Ausencia de ansiedad evidenció un alfa de .899 y el componente Presencia de ansiedad de
.835.

Por otro lado, para Ansiedad-Rasgo el alfa total fue menor, de .874. En dicha escala se procedió a
eliminar el ítem 31 (“Suelo tomar las cosas demasiado seriamente”) dado que presentó un índice de
homogeneidad de .089. La confiabilidad correspondiente al factor Ausencia de ansiedad evidenció
un alpha de .844 y el componente Presencia de ansiedad, de .795.

48
REVISIÓN PSICOMÉTRICA DEL INVENTARIO DE ANSIEDAD ESTADO-RASGO (IDARE)

Evidencias de validez de Ansiedad-Estado

Análisis Factorial: Existieron las condiciones necesarias para dicho análisis, contan-
do con un medida de adecuación muestral de Kaiser-Meyer-Olkin de .841, un Test de es-
fericidad de Bartlett significativo (χ²=1321.136; g.l.= 190) y una matriz de correlaciones
significativa. Se usó el método de componentes principales con rotación promax debido a
que se observaron correlaciones entre los componentes de .479, las cuales son mayores a
.32 (Tabachnick & Fidell, 2001). Se utilizó el análisis paralelo (Horn, 1965) como técnica
de extracción de factores. Los resultados indican una estructura factorial de dos compo-
nentes diferenciados, caracterizados por la presencia y ausencia de ansiedad, los cuales
explican el 48.608% de la varianza.

El primer factor, Ausencia de ansiedad, está compuesto por los ítems 1, 2, 5, 8, 10, 11,
15, 16, 19 y 20. El segundo factor, Presencia de ansiedad, por los reactivos 3, 4, 6, 7, 9,
12, 13, 14, 17 y 18.

Tabla 1
Correlación Ítem-Test y Análisis Factorial del Inventario de Ansiedad Estado

Relación
Ítem-Test F1
Nº Contenido del ítem F2 h²
Item 20 Me siento bien .637 .869 .654
Item 5 Me siento cómodo (estoy a gusto) .673 .82 .640
Item 19 Me siento alegre .515 .807 .530
Item 2 Me siento seguro .664 .803 .623
Item 16 Me siento satisfecho .678 .77 .608
Item 10 Me siento cómodo .687 .738 .593
Item 11 Tengo confianza en mí mismo .611 .674 .494
Item 1 Me siento calmado .604 .66 .486
Item 8 Me siento descansado .534 .55 .356
Item 15 Estoy reposado .559 .522 .376
Item 13 Me siento agitado .402 .801 .540
Item 6 Me siento alterado .342 .791 .501
Item 9 Me siento angustiado .568 .731 .579
Item 18 Me siento agitado y aturdido .579 .677 .548
Item 14 Me siento “a punto de explotar” .306 .615 .320
Item 12 Me siento nervioso .463 .536 .357
Item 7 Estoy preocupado actualmente por algún posible contratiempo .479 .496 .352
Item 17 Estoy preocupado .568 .494 .437
Item 4 Estoy contrariado .479 .436 .330
Item 3 Estoy tenso .569 .361 .371 .397
Valores Eigen 7.430 2.292
Varianza explicada por factor 37.149 11.460
Confiabilidad por factor .899 .835

Validez convergente: Se realizó un análisis correlacional con el Inventario de Depresión Es-


tado/Rasgo, se encontraron correlaciones significativas entre las dos dimensiones encontradas en el
análisis factorial previo con todas las dimensiones del Inventario de Depresión Estado/Rasgo.

49
Sergio Domínguez; Graciela Villegas; Noemí Sotelo; Lidia Sotelo

Tabla 2
Correlaciones del IDARE-E con el IDER

Escalas Eutimia-Estado Distimia-Estado Eutimia-Rasgo Distimia-Rasgo


Ansiedad Estado-Ausente .698** .383** .618** .422**
Ansiedad Estado-Presente .277** .565** .401** .470**

Evidencias de validez de Ansiedad-Rasgo

Análisis Factorial: Existieron las condiciones necesarias para dicho análisis, contando con un
medida de adecuación muestral de Kaiser-Meyer-Olkin de .855, un Test de esfericidad de Bartlett
significativo (χ²=852.591; g.l.= 171) y una matriz de correlaciones significativa. Se usó el método
de componentes principales con rotación promax debido a que se observaron correlaciones entre
los componentes de .504, las cuales son mayores a .32 (Tabachnick & Fidell, 2001). Se utilizó el
análisis paralelo (Horn, 1965) como técnica de extracción de factores. Los resultados indican una
estructura factorial de dos componentes diferenciados, caracterizados por la presencia y ausencia de
ansiedad, los cuales explican el 42.110% de la varianza.

El primer factor, Ausencia de ansiedad, está compuesto por los ítems 21, 23, 26, 27, 30, 33, 36,
38 y 39. El segundo factor, Presencia de ansiedad, por los reactivos 22, 24, 25, 28, 29, 32, 34, 35,
37 y 40.

Tabla 3
Correlación Ítem-Test y Análisis Factorial del Inventario de Ansiedad Rasgo

Relación
Nº Contenido del ítem F1 F2 h²
Ítem-Test
Item 39 Soy una persona estable .548 .852 .614
Item 36 Me siento satisfecho .693 .821 .707
Item 30 Soy feliz .598 .81 .622
Item 21 Me siento bien .595 .753 .565
Item 27 Soy una persona tranquila, serena y sosegada .394 .715 .404
Item 33 Me siento seguro .599 .695 .542
Item 26 Me siento descansado .409 .535 .286
Item 23 Siento ganas de llorar .434 .394 .268
Item 38 Me afectan tanto los desengaños, que no me los puedo quitar de la .451 .311 .275
cabeza
Item 40 Cuando pienso en mis preocupaciones actuales, me pongo tenso y .408 .699 .414
alterado
Item 29 Me preocupo demasiado por cosas sin importancia .423 .676 .402
Item 37 Algunas ideas poco importantes pasan por mi mente y me molestan .475 .669 .431
Item 25 Pierdo oportunidades por no decidirme rápidamente .431 .662 .397
Siento que las dificultades se amontonan al punto de no poder su-
Item 28 perarlas .433 .639 .379
Item 32 Me falta confianza en mí mismo .685 .592 .599
Item 24 Me gustaría ser tan feliz como otros parecen serlo .551 .484 .405
Item 34 Procuro evitar enfrentarme a crisis y dificultades .238 .469 .177
Item 22 Me canso rápidamente .426 .396 .255
Item 35 Me siento melancólico .427 .346 .260
Valores Eigen 6.091 1.910
Varianza explicada por factor 32.057 10.053
Confiabilidad por factor .844 .795

50
REVISIÓN PSICOMÉTRICA DEL INVENTARIO DE ANSIEDAD ESTADO-RASGO (IDARE)

Validez convergente: Se realizó un análisis correlacional con el Inventario de Depresión Esta-


do/Rasgo, el cual cuenta con propiedades psicométricas adecuadas en población universitaria (Do-
minguez, 2011). Se encontraron correlaciones significativas entre las dos dimensiones encontradas
en el análisis factorial previo con todas las dimensiones del Inventario de Depresión Estado/Rasgo.

Tabla 4
Correlaciones del IDARE-E con el IDER

Escalas Eutimia-Estado Distimia-Estado Eutimia-Rasgo Distimia-Rasgo


Ansiedad Rasgo-Ausente .700** .411** .728** .541**
Ansiedad Rasgo-Presente .381 **
.457 **
.471 **
.629**

DISCUSIÓN DE RESULTADOS

En cuanto a los coeficientes de confiabilidad, estos son los más adecuados ya que de acuerdo a
la propuesta de Campo-Arias y Oviedo (2008) se encuentran entre 0,80 y 0,90. Además de ello,
conforme a Anastasi (1990), los valores de .80 o mayores permiten que el instrumento muestre
inferencias sobre el individuo, lo cual le da relevancia a los índices propuestos en este trabajo.

Continuando con lo referido a la consistencia interna del instrumento, cabe resalta que los índi-
ces de homogeneidad oscilaron entre .342 (ítem 6: Me siento alterado) y .687 (ítem 10: Me siento
cómodo) en Ansiedad Estado y entre .238 (ítem 34: Procuro evitar enfrentarme a crisis y dificulta-
des) y .693 (ítem 36: Me siento satisfecho). Dichos indicadores dan cuenta de una buena relación de
los reactivos con el instrumento. Cabe resaltar que se eliminó el ítem 31 de la escala Ansiedad-Rasgo
(“Suelo tomar las cosas demasiado seriamente”) dado que presentó un índice de homogeneidad de
.089. Se encontró una coincidencia con el trabajo de Vera-Villarroel, et. al. (2007), ya que el índice
de homogeneidad de dicho reactivo fue de .11.

En relación a las evidencias de validez factorial, se confirma la estructura tetrafactorial que pre-
sentan otros trabajos en diversas culturas (Mansoor, 2011; Vera-Villarroel, et. al., 2007: Iwata, et.
al., 2000; Rojas-Carrasco, 2010), considerando dentro de las escalas de Estado y Rasgo los factores
de ausencia y presencia de ansiedad.

Cabe mencionar que la varianza explicada por los primeros factores superan el mínimo requeri-
do que es 20% para concluir que hay unidimensionalidad (Carmines & Zeller, 1979) y se cumplen
los tres criterios propuestos por Anastasi (1990) a ser tomados en cuenta para una solución ade-
cuada: estructura simple, desarrollo positivo (saturaciones positivas) y facilidad de interpretación.

Entonces, de acuerdo con Elosua (2003) a través de un número mínimo de factores y mayor
varianza explicada se trata de proponer un modelo independiente, lo cual le da consistencia al plan-
teamiento, ya que las dimensiones obtenidas se corresponden con las manifestaciones de ansiedad
que presenta la población clínica (OMS, 1992) y conforme a investigaciones previas que dan cuenta
de dicha estructura factorial, es decir, el marco referencial fue establecido antes de definir la estruc-
tura factorial, no después, por lo cual los hallazgos tienen sustento, al coincidir con la estructura
resultante (Pérez-Gil, Chacón & Moreno, 2000). Es así que el uso del análisis factorial exploratorio
con fines confirmatorios implicaba tener en cuenta una estructura factorial basada en una teoría sus-
tantiva y aplicar análisis factorial en una muestra de datos para comprobar si la estructura resultante
era coincidente o no con la estructura teórica (Pérez-Gil, Chacón & Moreno, 2000).

En cuanto a la validez concurrente, esta es adecuada para la validación de tests empleados para
diagnóstico de la situación actual (Anastasi, 1974) y teniendo en cuenta que las relaciones de los
puntajes con otras variables externas son una importante fuente de validación (Prieto y Delgado,
2010). Al respecto de ello, actualmente se considera que las relaciones entre ansiedad y depresión

51
Sergio Domínguez; Graciela Villegas; Noemí Sotelo; Lidia Sotelo

son esperables, ya sea debido a la debilidad psicométrica de las escalas (Encler, Cox, Parker & Bag-
by, 1992) porque las escalas de depresión y ansiedad tienen un componente común de afectividad
negativa (Watson & Clark, 1984; Spielberger, Agudelo & Buela-Casal, 2007); o por problemas en
el diagnóstico diferencial (Agudelo, Buela-Casal & Spielberger, 2007). En ese sentido, las correla-
ciones halladas tanto en relación a los factores de ausencia y presencia de ansiedad con los factores
de Eutimia y Distimia están en concordancia con los aspectos señalados líneas arriba, y con investi-
gaciones empíricas que dan cuenta de la relación entre ambos constructos (Agudelo, 2009; Andrade
et.al., 2008; Ocampo, 2007).

Entonces, de acuerdo a las evidencias, es un instrumento válido y confiable para evaluar la ansie-
dad en población universitaria, dado que cuenta con las características psicométricas adecuadas. Se
recomienda ampliar la muestra con el objetivo de elaborar los baremos respectivos. Asimismo, debe
implementarse trabajos de validación en contextos clínicos para asegurar la validez discriminante
del instrumento.

CONCLUSIONES

• Los indicadores de confiabilidad (de consistencia interna e índice de homogeneidad) tanto


en la escala total, como en los factores resultantes del análisis factorial son adecuados.

• El inventario presenta evidencias de validez factorial, presentando una estructura que refleja
el constructo a evaluar y que guarda correlato con la literatura.

• Se obtuvieron evidencias de validez convergente al presentar correlaciones significativas en-


tre el IDARE y las escalas del Inventario de Depresión Estado-Rasgo.

• Debe implementarse validaciones en contextos clínicos para asegurar la validez discriminan-


te del instrumento.

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52
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54
INICIO SEXUAL Y CONDICIONES DE HABITABILIDAD EN ADOLESCENTES RESIDENTES EN TUGURIOS DEL
Revista de Peruana de Psicología
CERCADO DEy Trabajo Social 2012, YVolumen
LIMA: PERCEPCIONES 1- N° 1: 55-68
COMPORTAMIENTOS

INICIO SEXUAL Y CONDICIONES DE HABITABILIDAD EN


ADOLESCENTES RESIDENTES EN TUGURIOS DEL CERCADO
DE LIMA: PERCEPCIONES Y COMPORTAMIENTOS

SEXUAL INITIATION AND HABITABILITY CONDITIONS IN TEENAGERS LIVING


IN CROWDED/CRAMMED AREAS: BEHAVIORS AND PERCEPTIONS

David Tarazona Cervantes1


Centro de Promoción e Investigación para el Desarrollo Sostenible, Lima, Perú

Recibido 10 de marzo, revisado 22 de marzo, aceptado 8 de abril

RESUMEN

El propósito del presente estudio fue explorar el inicio sexual en adolescentes residentes en una zona tugurizada
del Cercado de Lima. La habitabilidad se evaluó mediante cuatro indicadores: hacinamiento, deterioro,
acceso a servicios y ubicación de la vivienda. El inicio sexual fue reportado anónimamente mediante un
cuestionario autocompletado. Se encuestó a 132 escolares residentes en la zona seleccionada (76.5% varones
y 23.5% mujeres), 107 adolescentes respondieron respecto a su inicio sexual. Se halló que el 28% se habría
iniciado sexualmente (25.2% varones y 2.8% mujeres); estableciéndose una relación significativa (x2=4.538,
p<0.05) e intensa (V=0.230, p<0.05) entre el inicio sexual y el género. Las condiciones de habitabilidad no
determinaron diferencias significativas en el inicio sexual. Se recogieron testimonios, mediante entrevistas,
para profundizar el análisis. Los resultados coinciden con estudios del ámbito nacional.

Palabras clave: Inicio sexual, adolescencia, habitabilidad, investigación multimétodo.

ABSTRACT

The purpose of the present study was to explore the sexual initiation of resident teenagers of a crowded area
in Lima district. Habitability was appraised based on four indicators: overcrowding, deterioration, access to
basic services and residence location. The sexual initiation was anonymously reported through a self applied
questionnaire. First, a survey was conducted among 132 teenagers in the selected area (76.5% males and
23.5% females), getting a response about their sexual initiation from 107. It was found that 28% were
already sexually initiated (25.2% males y 2.8% females); establishing a significant (x2=4.538, p<0.05) and
strong (V=0.230, p<0.05) relation between the sexual initiation and the gender. It was also found that
the habitability conditions did not significantly determine the sexual initiation of the respondents. At a
second stage, 32 teenagers took part of focus groups. These were conformed according to their habitability
conditions. Perceptions about sexual activity were related to the following patterns: sexuality as a right,
gender inequalities, sexual initiation decision, valuation of the privacy with the couple and with himself,
and neighborhood’s influence their sexual life. These results were similar to the reported by previous studies
carried out at national level.

Keywords: Sexual initiation, Adolescence, Habitability, Multi-method research

1 Contacto: dtarazona@gmail.com

55
David Tarazona Cervantes

INTRODUCCIÓN

Actualmente la pobreza es un tema de reflexión de gran interés para quienes se encuentran in-
volucrados en acciones de promoción de la salud. No cabe duda que es un fenómeno multifactorial
y no unidimensional, es decir, que se define por la interacción constante de aspectos sociales, cultu-
rales, económicos, políticos y psicológicos, entre otros, y no por la influencia de uno solo de ellos.
Por ello, antes de entender la pobreza como un fenómeno netamente económico o cultural, la con-
sideramos “una situación social en la cual existen carencias económicas, en un tiempo y espacio de-
terminados, que afectan el desarrollo integral del ser humano” (Estefanía & Tarazona, 2003; p. 22).

El impacto del medio ambiente es mayor en la salud individual de las poblaciones pobres, y
también en su capacidad de respuesta a esta situación (Fondo de Población de las Naciones Unidas –
UNFPA, 2001). El riesgo sexual y reproductivo se ve incrementado en condiciones de pobreza, lo
que se constata, como ejemplos, al conocerse que el 37% de mujeres adolescentes que cuentan dos
o más embarazos pertenecen a los sectores más deprimidos del país (Instituto Nacional de Estadís-
tica e Informática, 2000), y que diversas investigaciones, como la de Acevedo (1996), señalan que
uno de los factores de mayor incidencia en la vulnerabilidad de las personas pobres es la ocurrencia
de embarazos durante la adolescencia. Si consideramos que el 48.7% de adolescentes varones y
mujeres de Lima Metropolitana viven en situación de pobreza (Instituto Nacional de Estadística e
Informática, 2000), resulta imperioso para la Psicología, una disciplina vinculada directamente al
desarrollo humano, aportar a la mejor comprensión de esta situación y, así, promover su superación.

En nuestro país se han realizado diversos estudios sobre la salud sexual y reproductiva de la
población adolescente, muchos de los cuales han tenido como fin aportar a la mejora de las prácti-
cas preventivo-promocionales y comprender los comportamientos sexuales de riesgo. Entre estos
tenemos que Quintana (1999) analizó el proceso de construcción social de la sexualidad en ado-
lescentes de entre 15 y 19 años de edad a partir de los resultados obtenidos de una encuesta a 528
adolescentes estudiantes de colegios secundarios y de academias pre-universitarias de El Agustino,
de 20 entrevistas en profundidad, a 10 varones y 10 mujeres, y de ocho grupos focales realizados,
con seis participantes en cada uno. En este estudio se halló que el 26.3% de la muestra había man-
tenido relaciones sexuales, siendo mucho mayor el número de varones (43.0%) que el de mujeres
(12.0%). La pareja sexual en la primera relación sexual habría sido mayormente un amigo(a) (42%,
seguido del enamorado(a) (37.4%). En el caso de los varones, esta tendencia se mantendría con
cierta variación (53.4% y 22.9% respectivamente); mientras que en mujeres la gran mayoría infor-
mó haber mantenido su primera relación sexual con su enamorado (82.4%). Esta actividad sexual se
vincularía a creencias y mandatos culturales respecto a los roles de género y a su accionar en espacios
públicos y con su pareja; resultando claro que los varones contarían con mayor libertad, e incluso
responsabilidad, para tomar la iniciativa en cuanto a la tenencia de relaciones sexuales, mientras que
las mujeres no. Esto último influiría grandemente en el cuidado de su salud sexual y reproductiva.
Mientras que las mujeres deberían comportarse correctamente, ser delicadas, femeninas, sensibles,
tranquilas, no “movidas” y vírgenes; los varones deberían tener experiencia sexual y no deberían ser
débiles, expresar afecto, cobardes o maricones.

Sebastiani y Segil (1999) evaluaron comportamientos, conocimientos, necesidades de informa-


ción y actitudes respecto a su salud sexual y reproductiva de 1455 estudiantes de 4º y 5º de secunda-
ria, 692 de colegios estatales y 763 de colegios particulares. Hallaron que el 25% de la muestra in-
formó mantener relaciones sexuales siendo la edad promedio los 15 años, habiendo un 79% dejado
de usar algún método anticonceptivo en su primera relación. Al igual que en el estudio de Quintana
(1999) se encuentra que la población adolescente es común creer que el varón tiene mayor respon-
sabilidad y “derecho” en la iniciativa sexual.

56
INICIO SEXUAL Y CONDICIONES DE HABITABILIDAD EN ADOLESCENTES RESIDENTES EN TUGURIOS DEL
CERCADO DE LIMA: PERCEPCIONES Y COMPORTAMIENTOS

Arias y Aramburú (2000), con un estudio mediante grupos focales, exploraron opiniones y per-
cepciones colectivas sobre sexualidad, embarazo y acceso a servicios de salud en adolescentes varo-
nes y mujeres sexualmente activos y no activos de las ciudades de Lima, Cusco e Iquitos. Entre los
hallazgos tenemos que desde el punto de vista de las mujeres la primera relación sexual se relacio-
naría con dolor, disgusto y con miedo y temor a un embarazo, la reacción de padres y conocidos y
al truncamiento de su futuro, también, en cuanto a las responsabilidades masculina y femenina, con
engaño, coerción, aprovechamiento ante la vulnerabilidad femenina e incumplimiento de promesas
por parte del varón y con olvido de los mandatos culturales debido al amor y al deseo de salir em-
barazada para mantenerse junto a su pareja. Un punto de divergencia con respecto a otros estudios
es que algunas informantes mujeres señalaron la posibilidad de aprender a tener y dar placer a su
pareja, lo que “estaría bastante lejos del discurso tradicional” (p. 99).

Cáceres (2000) realizó un estudio sobre la cultura sexual de adolescentes y jóvenes de la ciu-
dad de Lima en la que, primeramente, se exploró opiniones, preocupaciones y experiencias sobre
sexualidad y salud sexual mediante 40 entrevistas a profundidad (20 con escolares y 20 con jóvenes
adultos) y 20 grupos focales (12 con escolares y 8 con jóvenes adultos), en todas las técnicas se
realizó un balance entre varones y mujeres, para luego, en segundo término, realizar una evaluación
de conductas sexuales, redes socio-sexuales, actitudes, conocimientos y otras cuestiones relativas a
la salud sexual y reproductiva aplicándose una encuesta autoaplicada y exámenes serológicos a 611
adolescentes cuyas edades se encontraban entre los 16 y 17 años (302 mujeres y 309 varones) y 607
jóvenes adultos con edades entre los 19 y 30 años (299 mujeres y 308 varones). Se encontró que el
52.2% de la muestra tuvo relaciones heterosexuales; en el caso de adolescentes habían tenido rela-
ciones el 47.0% de varones y el 13.2% de mujeres, mientras que entre los jóvenes adultos, el 90.9%
de varones y el 57.2% de mujeres. Sólo el 20.8% empleó condón en su primera experiencia sexual,
mientras que sólo el 11.4% lo hizo “siempre” que tuvo relaciones sexuales. Fue mayor el número de
adolescentes que informaron haber usado condón en su primera relación sexual, 25.9% de varones
y 32.5% de mujeres contra 22.1% y 11.8% de adultos jóvenes, respectivamente, siendo significa-
tivas las diferencias según género y grupo etáreo (en ambos casos p<.01). Sin embargo, el 41.5%
manifestó haber empleado contraceptivos en todas sus experiencias sexuales, siendo mayores los
porcentajes en jóvenes adultos, 40.1% de varones y 52.4% de mujeres frente a 30.7% y 43.6% de
adolescentes, respectivamente, estableciéndose diferencias significativas según género (p<.01). La
media de compañeros fue de 4.2 en la muestra total, siendo mayor en el caso de jóvenes adultos, 6.7
en varones y 2.0 en mujeres ante 3.1 y 1.3 de adolescentes, respectivamente, siendo esta diferen-
cia significativa en función al género (p<.001). Entre las prácticas sexuales coitales tenidas, la más
frecuente fue el sexo vaginal (50.9%) seguida del fellatio, estimulación oral del pene, (19.0%), del
cunnilingus, estimulación oral de la vulva, (18.1%) y luego del sexo anal (16.0%).

Raguz (2003), en un estudio a escala nacional sobre la salud sexual y reproductiva adolescente y
juvenil realizado con la base de datos de la Encuesta Nacional de Salud del año 2000 (ENDES 2000),
encontró que el 22% de todas las adolescentes y el 67% de jóvenes se han iniciado sexualmente, que
el 23% de los inicios se produjeron antes de los 15 años y que el 47% de adolescentes y 73% de jó-
venes sexualmente iniciadas eran madres. Un dato interesante es que el ideal reproductivo del 75%
de adolescentes y del 76% de jóvenes es ningún hijo. Respecto al uso de métodos anticonceptivos,
se encontró que el 63% de adolescentes y el 81% de jóvenes sexualmente iniciadas los usó alguna
vez, sin embargo, el uso actual disminuye hasta un 39% y 54%, respectivamente. Por otro lado, las
adolescentes y jóvenes no iniciadas sexualmente presentan una alta predisposición a usarlos en un
futuro, 95% y 90% respectivamente.

Los resultados de las diversas investigaciones referidas podrían explicarse por el vínculo de la
actividad sexual con creencias erróneas respecto a los roles genéricos, lo que incrementa riesgos al
promover prácticas inseguras, como tener múltiples parejas sexuales, rechazar la atención de salud y
el uso de métodos anticonceptivos y ejercer violencia sobre la pareja para tener relaciones sexuales,
cobrando especial relevancia como obstáculos en la promoción de la salud sexual y reproductiva. Sin
embargo, creemos necesario profundizar en la relación que guarda la sexualidad con las condiciones

57
David Tarazona Cervantes

de pobreza.

Como lo señalan la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Asociación Mundial de


Sexología (WAS) (2000), consideramos a la sexualidad como “una dimensión fundamental del he-
cho de ser un ser humano (…) se experimenta o se expresa en forma de pensamientos, fantasías,
deseos, creencias, actitudes, valores, actividades, prácticas, roles y relaciones” (p. 6) y al compor-
tamiento sexual como “una expresión conductual de la sexualidad personal donde el componente
erótico de la sexualidad es el más evidente” (OMS & WAS, 2000; p. 8), operacionalmente, creemos
conveniente conceptualizarlo como el “comportamiento que conduce al orgasmo”, definición que
permite una clasificación precisa del comportamiento o actividad sexual, diferenciándolo de los
componentes subjetivos de la sexualidad (Kinsey, 1940 en Katchadourian, 1998; p. 19). la relevancia
de la sexualidad en la adolescencia queda claramente relfejada si consideramos que es “una de las
dimensiones claves en la construcción de la identidad durante la adolescencia es la de la sexualidad”
(Arias & Aramburú, 1999; p. 65)

La habitabilidad es la calidad que posee un lugar determinado para ser habitable, es decir, para
que se pueda vivir en él. Siguiendo a Gudynas y Evia (1994), quienes definen el medio ambiente
como un sistema integrado por los subsistemas humano, construido y natural, identificamos a la
habitabilidad como una característica del subsistema ambiental “construido” que corresponde a las
estructuras materiales construidas por el ser humano. Las condiciones de habitabilidad vendrían a
ser las características que hacen que un lugar sea adecuado para vivir y tendrían cuatro indicadores
básicos: a) hacinamiento o exceso de ocupantes, b) vivienda inadecuada, c) deficiente dotación de
servicios básicos y d), ubicación inadecuada de la vivienda (Instituto de Desarrollo Urbano, CEN-
CA, 2001).

Las condiciones de habitabilidad son parte de los indicadores de pobreza en nuestro país (Institu-
to Nacional de Estadística e Informática, 1998) y cuando son inadecuadas limitan la protección físi-
ca, intelectual, afectiva y moral de la vida familiar (CENCA, 2001). Uno de sus indicadores, el ha-
cinamiento, influiría grandemente en la vulnerabilidad de niños, niñas y adolescentes ante el abuso
sexual al exponerlos ante condiciones de violencia familiar y falta de privacidad. Sobre esto último,
Holahan (1996) señala que la falta de privacidad, asociada al hacinamiento, tiene consecuencias en
el desarrollo psicológico, especialmente en la conformación de la identidad y el ejercicio autónomo
de la voluntad de los individuos ante los demás. Como se puede deducir, la investigación de las rela-
ciones entre una persona y sus condiciones de habitabilidad podría brindarnos una rica perspectiva
sobre la forma en que la pobreza influye en el desarrollo integral de ser humano.

El análisis presentado en este artículo parte de un estudio mayor, cuyo objetivo general fue
“Conocer las percepciones sobre la salud sexual y reproductiva y el reconocimiento de los derechos
sexuales y reproductivos en adolescentes varones y mujeres que viven en condiciones inadecuadas
de habitabilidad”. El presente reporte busca evaluar con mayor especificidad la relación entre las
condiciones de habitabilidad y el inicio sexual en adolescentes residentes en una zona tugurizada,
buscándose establecer una base para posteriores investigaciones, debido a esto es considerada de
tipo básico en su nivel exploratorio (Sánchez & Reyes, 1998). Para optimizar la exploración del
problema planteado, se consideró revisar las dos etapas del estudio original, una cuantitativa y otra
cualitativa, considerando lo señalado por Debus (2001) quien propone que la investigación cualita-
tiva resulta útil para “explicar, comprender y esclarecer datos cuantitativos sobre comportamientos
y actitudes” (p. 10).

MÉTODO

Diseño

58
INICIO SEXUAL Y CONDICIONES DE HABITABILIDAD EN ADOLESCENTES RESIDENTES EN TUGURIOS DEL
CERCADO DE LIMA: PERCEPCIONES Y COMPORTAMIENTOS

El estudio se realizó en dos etapas. En la primera, estudio cuantitativo, se empleó un diseño


descriptivo-comparativo, ya que se recoge información relevante sobre el tema de estudio en varias
una muestra segmentada con la finalidad de comparar las mediciones realizadas (Sánchez & Reyes,
1998). En la segunda etapa, estudio cualitativo de profundización, se realizaron entrevistas grupales,
con grupos conformados según las condiciones de habitabilidad (adecuadas o inadecuadas), esto con
la finalidad de explorar creencias y opiniones asociadas al tema de estudio (Debus, 2001).

Participantes

La población considerada en el estudio fue escolares, varones y mujeres, matriculados en tercer,


cuarto o quinto año de educación secundaria en colegios estatales de una zona seleccionada del Cer-
cado de Lima, catalogada como tugurio según el Instituto Nacional de Estadística e Informática, en
la cual, además, tenían que residir.

Tabla 1.
Criterios de inclusión

▪ Varones o mujeres.
▪ Estudiante de tercer, cuarto o quinto año de educación secundaria.
▪ Matriculado en un colegio estatal.
▪ Residente en la zona seleccionada del Cercado de Lima.

La muestra principal, que participó en el estudio cuantitativo, estuvo conformada por 132 esco-
lares, varones y mujeres, seleccionados intencionalmente de dos colegios estatales según cumplieran
o no el perfil requerido. El tamaño muestral fue establecido deliberadamente considerando la natu-
raleza exploratoria del estudio.

La muestra secundaria, correspondiente al “estudio cualitativo”, estuvo constituida por 32 ado-


lescentes, 16 varones y 16 mujeres, seleccionados de manera intencional en función de las condicio-
nes de habitabilidad en que vivían (adecuadas o inadecuadas) de manera que se pudiera profundizar
los hallazgos obtenidos en la etapa cuantitativa. En total se realizaron cuatro entrevistas grupales,
con adolescentes mujeres y varones de edades entre 14 y 19 años de edad, teniéndose entre 7 y 9
participantes en cada grupo.

Variables

Variable independiente: Condiciones de habitabilidad


Número de condiciones informadas por el participante respecto a la habitabilidad de la vivienda
en que reside. Las condiciones de habitabilidad se puntúan según una escala basada en la evaluación
de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI), uno de los métodos para la medición de la pobreza, y
redactada en dirección negativa, de manera que la ausencia de las condiciones señaladas implica
condiciones de habitabilidad más adecuadas, obteniéndose una medición global y mediciones por
cada indicador.

59
David Tarazona Cervantes

Tabla 2
Escala de habitabilidad (Basado en CENCA, 2001)

INDICADORES DEFINICIÓN
Que haya un exceso de ocupantes, es decir, más de tres personas por cuar-
Hacinamiento to excluyendo la cocina, baño y garaje.

Que las características físicas de pisos, techos y paredes de la vivienda sean


Vivienda inadecuada, improvi- inadecuadas de acuerdo a procesos de construcción incompletos y/o usos
sada o deteriorada de materiales precarios.

Deficiente dotación de servi-


Que la vivienda no cuente con una conexión domiciliaria o un servicio
cios básicos
cercano, seguro y accesible al agua, desagüe y energía eléctrica).

Ubicación inadecuada de la vi- Que la vivienda se ubique sobre un tipo de suelo inadecuado, en una zona
vienda inclinada, y/o en una zona de alto riesgo ante desastres naturales.

Para cada uno de estos indicadores se elaboraron una serie de ítemes que permitieron estimar las
condiciones de habitabilidad (i) en tres grupos: adecuadas, inadecuadas e intermedias, para la medi-
ción global y (ii) cuatro grupos: adecuada, regular, inadecuada y muy inadecuada para la medición
de cada indicador.

Variable dependiente: Inicio sexual


Tenencia de experiencia previa de relaciones sexuales. En la primera etapa del estudio fue auto-
reportado mediante una pregunta opcional de respuesta cerrada (SI-NO), a contestarse volunta-
riamente, ubicada al final del cuestionario empleado en el estudio original. En la segunda etapa se
exploraron creencias y opiniones relacionadas al tema de estudio mediante una codificación axial,
en la que se tomó como eje de codificación a la categoría “tenencia de relaciones sexuales” (Strauss
& Corbin, 2002).

Instrumentos y materiales

Estudio Cuantitativo
Para el estudio original se construyó un cuestionario organizado en tres secciones: datos perso-
nales (survey), condiciones de habitabilidad (survey), y percepciones sobre salud sexual y reproduc-
tiva (escala likert). Al final del cuestionario se incluyó un ítem opcional sobre tenencia de relaciones
sexuales. En la elaboración del cuestionario se emplearon tres estrategias para establecer su validez
y confiabilidad: (a) Validación de contenido: Se aplicó un cuestionario piloto a estudiantes para recoger
información sobre la claridad, precisión, idoneidad y pertinencia de los ítemes. Esta aplicación se
realizó en un colegio ubicado en una zona similar a la seleccionada para el estudio; (b) Evaluación de
la consistencia interna: Se calculó el coeficiente α de Cronbach para la sección de percepciones sobre salud
sexual y reproductiva, alcanzando un nivel moderado (α=0.55,); (c) Evaluación re-test: Fue realizada
para la sección de Condiciones de Habitabilidad, obteniéndose un coeficiente r de Pearson igual a 0.71,
significativo al 0.05, lo cual nos permitió estimarla confiable para discriminar condiciones adecuadas e
inadecuadas de habitabilidad en función de la muestra principal.

Estudio cualitativo
Se diseñó una guía semi-estructurada basada en los resultados del estudio cuantitativo para la
realización de entrevistas grupales. El objetivo de la guía fue conocer cómo viven su sexualidad los
adolescentes que viven en tugurios, con énfasis en el ejercicio de sus derechos.

60
INICIO SEXUAL Y CONDICIONES DE HABITABILIDAD EN ADOLESCENTES RESIDENTES EN TUGURIOS DEL
CERCADO DE LIMA: PERCEPCIONES Y COMPORTAMIENTOS

Procedimientos

Las etapas en las cuales se llevó a cabo el estudio son las siguientes:

• Revisión del estudio original: Sirvió como exploración inicial del tratamiento hecho al tema de
actividad sexual, para así definir los nuevos análisis y obtener pistas para la nueva interpreta-
ción de los testimonios recogidos.

• Nuevo procesamiento y análisis de datos cuantitativos: Se exploró las diferencias en cuanto a


comportamiento sexual según género empleándose el software estadístico SPSS v.11.0 en los
análisis estadísticos realizados. Se usaron pruebas no paramétricas debido al pequeño tamaño
de la muestra (Elorza, 2000). Las pruebas empleadas fueron el análisis de varianza en una
dirección de Kruskall-Wallis (H), para comparar el inicio sexual según las condiciones de
habitabilidad (global y por indicadores), la Ji Cuadrada (x2) y el coeficiente V de Cramer,
para evaluar la presencia / ausencia de relación e intensidad entre el comportamiento sexual
y el género.

• Codificación axial de las entrevistas grupales: Se organizaron los testimonios integrantes de las
categorías trabajadas en el estudio original alrededor de una categoría eje que nos permitiera
re-interpretar las vivencias respecto a la sexualidad que manifestaron los participantes en el
estudio cualitativo, esta nueva categoría fue “tenencia de relaciones sexuales”. Siguiendo a
Krause (1995), quien caracteriza las diversas formas de presentación de datos en estudios
cualitativos, daremos cuenta de los resultados obtenidos mediante descripciones detalladas
con la finalidad de lograr “resultados estructurados y ordenados como topologías descriptivas”
(p.32).

• Redacción del artículo: Se añadió datos a los antecedentes, ampliando los conceptos y organi-
zando la nueva presentación de resultados y la discusión respectiva.

RESULTADOS

Para facilitar su lectura, se organizan los hallazgos en cuatro secciones: (a) características
demográficas y de habitabilidad de la muestra principal, (b) inicio sexual, (c) inicio sexual y
condiciones de habitabilidad, y (d) percepciones sobre la tenencia de relaciones sexuales.

Características demográficas y de habitabilidad de la muestra principal

De los 132 participantes, 101 fueron varones (76.5%) y 31, mujeres (23.5%), esta distribución
desigual no fue prevista al planificarse el estudio y se consideró como una característica de la mues-
tra. Respecto a las edades, el mayor porcentaje (89.4%) se encontraba entre los 15 y 17 años, edades
representativas de la adolescencia. Así, el 40.9% de los participantes tenía 16 años, el 31.8%, 15
años y el 16.7%, 17 años.

En cuanto al año de estudios, se aprecia que la mayoría (49%) cursaba el quinto de secundaria,
mientras que el 38.6% el cuarto año. Se integro a la muestra un salón de tercer año, no considera-
do inicialmente, para poder completar el tamaño muestral definido. La mayor cantidad de varones
(40.9%) se encontraba en quinto año, mientras que las mujeres se ubicaban mayoritariamente en el
cuarto año de secundaria (12.9%).

Sobre la situación laboral, un 37.1% se encontraba trabajando, además de estudiar, siendo 27.3%,

61
David Tarazona Cervantes

varones y el 9.8%, mujeres. El restante 62.9% que no trabajaba estaba conformado por un 49.2%
de varones y 13.6% de mujeres.

Respecto al tiempo de residencia en la zona calificada como tugurio, el 51.9% ha vivido 15 años
o más; un 16.8%, de 11 a 15 años; y un 10.7% de 6 a 10 años. Es decir, tres de cada cuatro llevan
viviendo en dicha zona más de 5 años, siendo mayor el porcentaje de quienes viven 15 años o más
tanto en varones como en mujeres (34.1% y 10.6%, respectivamente).

Finalmente, un 44.7% informa tener condiciones de habitabilidad intermedias; el 28%, adecua-


das y el 27.3%, inadecuadas.

Tabla 3
Características de la muestra principal en función del sexo

Sexo
Varones Mujeres Total
f % f % f %
14 1 0.8 1 0.8 2 1.5
15 33 25.0 9 6.8 42 31.8
Edad 16 46 34.8 8 6.1 54 40.9
17 11 8.3 11 8.3 22 16.7
(En años) 18 10 7.6 1 0.8 11 8.3
0.8
19 - - 1 0.8 1
Tercero 13 9.8 3 2.3 16 12.1
Año de estudios Cuarto 34 25.8 17 12.9 51 38.6
49.2
Quinto 54 40.9 11 8.3 65
No trabaja 65 49.2 18 13.6 83 62.9
Situación laboral 37.1
Si trabaja 36 27.3 13 9.8 49
Menos de 1 8 6.1 3 2.3 11 8.4
1–5 10 7.6 6 4.6 16 12.2
Tiempo de residencia 6 – 10 10 7.6 4 3.1 14 10.7
(En años) 11 – 15 19 14.5 3 2.3 22 16.8
51.9
15 a más 54 41.2 14 10.7 68
Adecuadas 28 21.2 9 6.8 37 28.0
Condiciones de habitabilidad Inadecuadas 28 21.2 8 6.1 36 27.3
Intermedias 45 34.1 14 10.6 59 44.7
Total 101 76.5 31 23.5 132 100

Inicio sexual
De los 132 adolescentes que participaron en el estudio original, 107 respondieron sobre si ha-
bían tenido o no relaciones sexuales. Un 72% reportó no haberse iniciado sexualmente, 48.6% va-
rones y 23.4% mujeres, mientras que un 28.0% manifestó si haber mantenido relaciones sexuales,
25.2% varones y 2.8% mujeres.

62
INICIO SEXUAL Y CONDICIONES DE HABITABILIDAD EN ADOLESCENTES RESIDENTES EN TUGURIOS DEL
CERCADO DE LIMA: PERCEPCIONES Y COMPORTAMIENTOS

Tabla 4
Inicio sexual en función del género

Género
Total
Masculino Femenino
27 3 30
Si 28.0
25.2% 2.8%
Inicio sexual
52 25 77
No 72.0
48.6% 23.4%
79 28 107
Total
73.8% 26.2% 100.0

El inicio sexual se asoció significativamente con el género, tanto en relación (x2=4.538, p<0.05)
como en intensidad (V=0.230, p<0.05).

Inicio sexual y condiciones de habitabilidad

Con respecto a la condición global de habitabilidad, el 9.3% de adolescentes iniciados sexual-


mente vivían en condiciones adecuadas, el 8.4% en inadecuadas y un 10.3% en intermedias; por
otro lado, quienes manifestaron no haberse iniciado sexualmente se encuentran mayoritariamente
en condiciones intermedias (34.6%), seguido de condiciones adecuadas (20.6%) y, finalmente, in-
adecuadas (16.8%).

En relación con los indicadores de habitabilidad, las características de quienes reportaron haberse
iniciado sexualmente fueron de bajo (9.3%) o muy alto hacinamiento; un regular nivel de deterioro
en la vivienda (14.0%); un adecuado acceso a servicios básicos (11.2%) y una regular ubicación de
la vivienda. Similarmente, quienes no reportaron inicio sexual manifestaron altos (20.6%) y bajos
niveles de hacinamiento (23.4%); un nivel regular de deterioro (26.2%); empero, en la ubicación
de la vivienda se presentó mayormente entre adecuada y regular (23.4% en ambos casos) y en el
acceso a servicios se produjo una polarización al darse con frecuencia similar de manera adecuada
(25.2%) e inadecuada (24.3%).

Tabla 5
Inicio sexual según condiciones de habitabilidad (global)

Condiciones de habitabilidad
(Global) TOTAL
Adecuadas Inadecuadas Intermedias
Si 10 9 11 30
% 9.3 8.4 10.3 28.0
Inicio sexual
No 22 18 37 77
% 20.6 20.6 16.8 34.6
TOTAL 32 27 48 107
% 29.9 25.2 44.9 100.0

63
David Tarazona Cervantes

Tabla 6
Inicio sexual según indicadores de habitabilidad.

Indicadores de habitabilidad**
Ubicación de la
Hacinamiento* Deterioro** Acceso a servicios**

TOTAL
vivienda**
B R A M A R I M A R I M A R I M
Si 10 5 7 8 8 15 2 5 12 9 7 2 6 9 7 8 30
Inicio % 9.3 4.7 6.5 7.5 7.5 14.0 1.9 4.4 11.2 8.4 6.5 1.9 5.6 8.4 6.5 7.5 28.8
sexual No 25 15 22 15 18 28 18 13 9 12 26 12 25 25 20 7 77
% 23.4 14.0 20.6 14.0 16.8 26.2 16.8 12.1 8.4 11.2 24.3 11.2 23.4 23.4 18.7 6.5 72.0
Total 35 20 29 23 26 43 20 18 7 21 33 14 31 34 27 15 107
% 32.7 18.7 27.1 21.5 24.3 40.2 18.7 16.8 6.5 19.6 30.8 13.1 29.0 31.8 25.2 14.0 100.
* Bajo (B), Regular (R), Alto (A), Muy Alto (M)
**Adecuado (A), Regular (R), Inadecuado (I), Muy Inadecuado (M)

En el análisis de varianza de Kruskall-Wallis (Tabla 6) ninguno de los indicadores de habitabili-


dad, ni la evaluación global de la misma, establecen diferencias en el inicio sexual.

Tabla 6

Comparación del inicio sexual en función de las condiciones de habitabilidad mediante el análisis
de varianza en una dirección de Kruskall-Wallis (Prueba H)

Condiciones de Indicadores de habitabilidad


habitabilidad Acceso a Ubicación de
(Global) Hacinamiento Deterioro
servicios la vivienda
X2 1.152 0.826 4.280 4.462 5.960
Df 2 3 3 3 3
Sig. 0.562 0.843 0.233 0.216 0.114

Percepciones sobre la tenencia de relaciones sexuales


En el estudio cualitativo se logró caracterizar patrones en las percepciones sobre la tenencia de
elaciones sexuales que traslucen creencias tradicionales y mandatos culturales que limitarían la pro-
moción de su propia salud sexual a los adolescentes.

Un primer patrón es considerar que la sexualidad es un derecho consistente en el disfrute se-


xual asociado al amor y al afecto y justificado por la práctica social (“es un derecho porque todos
lo hacen”). En esta forma de concebir la sexualidad se deja de lado aspectos no reproductivos (o no
coitales) y una justificación a partir de valores. También se menciona que el derecho a disfrutar del
sexo se configura en la decisión de tener relaciones sexuales al sentirse capaces, sin tener la obliga-
ción de hacerlo y cuando puedan afrontar las posibles consecuencias.

Otro aspecto señalado en cuanto a la sexualidad como derecho es que disfrutarla es “vivir la
vida”, pudiendo hacerlo responsablemente o no. Mientras hay quienes deciden tener relaciones
sexuales de manera responsable, otros hacen lo contrario, exponiéndose a riesgos, principalmente
embarazos no deseados sin tener la edad o estar en condiciones para poder asumir la responsabilidad
familiar que ello implica. Ambas formas de asumir la sexualidad son justificadas ya que un adolescen-
te debe experimentar con su sexualidad por que “la edad se lo exige”. Aunque también se señala que
un adolescente debería estudiar y ponerse metas y esperar para tener relaciones sexuales.

64
INICIO SEXUAL Y CONDICIONES DE HABITABILIDAD EN ADOLESCENTES RESIDENTES EN TUGURIOS DEL
CERCADO DE LIMA: PERCEPCIONES Y COMPORTAMIENTOS

Un segundo patrón son las inequidades de género. Se refiere que mientras los hombres salen y
tienen múltiples parejas sexuales, las chicas no pueden hacerlo con la misma libertad, tienen que ser
chicas de “su casa”. Los varones reciben constante presión de sus pares para demostrar su masculi-
nidad, incluyendo la tenencia de relaciones sexuales, mientras que sobre las mujeres recae censura
al mostrar liberalidad y autonomía.

Un tercer patrón se configura en torno a la decisión de iniciarse sexualmente. Con respecto


a su vida en general, se reporta que hay autonomía en la toma de decisiones para tareas cotidianas
(como comprar ropa o ver televisión) pero no en cuestiones más trascendentales. Se percibe que las
decisiones en temas de sexualidad se vinculan a un proceso de maduración y experiencia, en el que
juegan roles clave el incremento de la seguridad en si mismos y la pérdida de complejos y temores.
La inexperiencia es vista como el mayor obstáculo para una adecuada toma de decisiones, contra-
rrestándola el “buen ejemplo” y los consejos de padres o personas mayores. Queda claro que cada
persona decide si tener relaciones sexuales o no porque “es su cuerpo”, lo contrario sería visto como
una agresión sexual (“violación”) y que eso no es señal de amor. Sin embargo, se reconoce que se da
abuso, violaciones de mujeres y niños, coerción. Los hombres “insisten, apuran a las chicas porque
creen que haciéndolo se sienten más hombres”, es muy popular la “prueba de amor” y hacen sentir
mal a la chica, que siente que “él va a creer que no lo quiere y la mayoría cae, pero es un juego de los
hombres, es como obligándote, como violarla”.

La autonomía para decidir se configura en dos formas, como un proceso que se va logrando pro-
gresivamente (“un adolescente es libre de decidir sus metas”); y como un hecho discreto aceptado
sólo cuando no es para “cosas malas” o peligrosas (“la droga, la pelea, un hijo no deseado”) o temas
vitales (elección de carrera).

Un cuarto patrón es la valoración de la privacidad con la pareja y consigo mismo. La falta de pri-
vacidad es característica de comunidades similares a la del presente estudio y prácticamente es “pan
de cada día” de todos los participantes en las entrevistas grupales. Se piensa que la privacidad implica
respeto y discreción con la vida personal y eso resulta beneficioso para uno mismo. Se manifiesta que
el no tener privacidad ocasiona vergüenza e incomodidad (“dejar que alguien te mire lo que estás
haciendo aunque tú no quieras”). Sólo se justifica la invasión de la privacidad en caso sea ocasionada
por los padres, ya que ellos tiene “derechos” sobre los hijos. En busca de privacidad para mantener
relaciones sexuales, se va a hostales, a la casa del chico (no de la chica), a la playa, en esto influencia
que el que cuando quieren estar a solas en casa con la pareja sea malinterpretado.

Un quinto patrón viene a ser la influencia del barrio en el ejercicio de la sexualidad. Hay quienes
no creen que vivir en una zona tugurizada sea influyente ya que “en todas partes tiene que haber
algo, hay personas buenas y malas, no todo va a ser bonito”, estas personas ponen énfasis en la
responsabilidad de las personas frente a las condiciones ambientales. Mientras que otras personas
sostienen que las condiciones de su zona de residencia afecta su vida y su sexualidad, reconociéndose
el alto riesgo de violaciones y de abandono en caso de embarazos no deseados. En ambos grupos se
mantiene el prejuicio de ver a la mujer como provocadora de las agresiones ya que “el hombre no se
puede controlar ante las tentaciones”.

DISCUSIÓN

A modo de síntesis de los resultados del presente estudio exploratorio, cuyos resultados no per-
mitirían ni una generalización de los resultados ni la explicación de la situación de los adolescentes
participantes, si no más bien un análisis preliminar para proponer nuevos problemas de investigación
y comprender mejor el tema de estudio, señalamos los siguientes puntos: (i) el 28% de 107 adoles-
centes residentes en una zona tugurizada del Cercado de Lima con edades entre los 14 y 19 años se
han iniciado sexualmente, siendo mayor el número varones que de mujeres resultando una diferen-
cia significativa estadísticamente; (ii) el inicio sexual no muestra diferencias significativas al evaluar-

65
David Tarazona Cervantes

se en función de las condiciones de habitabilidad global y por indicadores (hacinamiento, deterioro,


acceso a servicios, ubicación); y (iii) alrededor de la tenencia de relaciones sexuales se caracterizan
percepciones respecto a la sexualidad como derecho, las inequidades de género, la decisión de ini-
ciarse sexualmente, la valoración de la privacidad con la pareja y consigo mismo, y la influencia del
barrio en el ejercicio de la sexualidad. Estos resultados se asemejan a los hallazgos de otros estudios
(Cáceres, Aggleton, Rosasco & Fernández, 2001; Fuller, 2001; Cáceres, 2000; Sebastiani & Segil,
1999; Ponce & La Rosa, 1996, Raguz, 1995). Así mismo, el sesgo por género en cuanto al inicio
sexual ha sido reconocido en diversas investigaciones nacionales y latinoamericanas (Raguz, 2003).

Luego de confrontar nuestros hallazgos cuantitativos y cualitativos, con respecto a la relación sig-
nificativa entre el inicio sexual y el género, podemos inferir que al desenvolverse en un contexto que
les estimula para tomar la iniciativa frente a las mujeres y demostrar a los demás (sus pares, incluso
sus familiares) su experiencia sexual, en los varones el inicio sexual se da en mayor proporción que
en las mujeres, quienes contrariamente tienen barreras para manifestar interés por experimentar
su sexualidad y se encuentran limitadas para tomar decisiones respecto al momento de iniciarse
sexualmente por su “inmadurez” e “inexperiencia”, barrera superada por los varones debido a que se
auto-atribuyen la “incontrolabilidad” del deseo sexual. Podríamos proponer que el inicio sexual es
una “exigencia” en la vida de los adolescentes varones. Resultaría de utilidad involucrar mayor can-
tidad de mujeres en futuros estudios, de forma que se posibiliten análisis multivariados en función
al género y las condiciones de habitabilidad, interacción no considerada en este reporte. Sobre este
último punto, como se señaló en el informe final del estudio original, creemos que “la distribución
de la muestra respondió a una realidad: eran mucho menos las adolescentes mujeres matriculadas en
los centros escolares en los que se recolectaron los datos”.

De la confrontación hecha también podemos referir que hay similitud entre los hallazgos de las
dos etapas del estudio. En el análisis estadístico hecho no se halla una relación significativa entre
las condiciones de habitabilidad y el inicio sexual mientras que en las entrevistas grupales se lo-
gra caracterizar un vínculo entre las condiciones de habitabilidad, específicamente los indicadores
hacinamiento y peligrosidad del barrio (ubicación de la vivienda) y diversas manifestaciones de la
sexualidad (como tenencia de pareja, conocimiento del propio cuerpo, intimidad) pero no con el
inicio sexual que se vincularía mas que nada a características personales (madurez, responsabilidad,
deseo, entre otras) e inequidades de género (derechos y obligaciones del varón, exigencia de pares
y familiares) que configurarían la decisión de iniciarse sexualmente o no. Así, en próximos estudios
se podría considerar explorar la relación entre las condiciones de habitabilidad y las experiencias
sexuales coitales y no coitales, involucrándose a adolescentes que residan en condiciones adecuadas
fuera de zonas catalogadas como tugurios e incorporándose al diseño un componente “de campo”,
es decir, recogiéndose información en los mismos sitios en que viven los adolescentes.

Existe conciencia respecto a la posibilidad de ejercer los propios derechos sexuales y repro-
ductivos, pero de manera parcial y sesgada. No se atribuye al adolescente el derecho a un ejercicio
pleno y autodeterminado en relación, especialmente, con su sexualidad. Los adolescentes del es-
tudio perciben a sus pares como personas “inexpertas”, expuestas a la necesidad de experimentar
su sexualidad y por ende, activos sexualmente o en busca de serlo, especialmente en el caso de los
varones que pueden manifestarlo abiertamente al no tener restricciones sociales. Podemos suponer
que la desesperanza asociada a condiciones de pobreza estaría influyendo en el autoconcepto de los
adolescentes participantes del estudio, específicamente en verse como incapaces de tomar decisio-
nes respecto a su vida y recurrir a explicaciones irracionales para comprender su comportamiento
(“la edad exige”, “el hombre no puede controlarse”).

También resulta de interés para el análisis señalar que se da la construcción de una conciencia de
la realidad cotidiana en la que se “normaliza” los eventos adversos al respeto por los derechos, con
esto se estaría evidenciando la existencia de una cultura de desesperanza aprendida, o cultura de la
pobreza, que mostraría una tendencia a reforzar sus vulnerabilidades (Acevedo, 1996).

66
INICIO SEXUAL Y CONDICIONES DE HABITABILIDAD EN ADOLESCENTES RESIDENTES EN TUGURIOS DEL
CERCADO DE LIMA: PERCEPCIONES Y COMPORTAMIENTOS

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David Tarazona Cervantes

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EXPLORANDO EXPERIENCIAS EN FACEBOOK: IDENTIDAD, VÍNCULOS SOCIALES, PRIVACIDAD

Revista de Peruana de Psicología y Trabajo Social 2012, Volumen 1- N° 1: 69-88

EXPLORANDO EXPERIENCIAS EN FACEBOOK:


IDENTIDAD, VÍNCULOS SOCIALES, PRIVACIDAD
EXPLORING EXPERIENCES IN FACEBOOK: IDENTITY, SOCIAL TIES, PRIVACY

Eduardo Escalante Gómez1, a, Andrea Agrelo 2, b

a
Universidad Juan Agustín Maza, Mendoza, Argentina, b Universidad del Aconcagua, Mendoza,
Argentina

Recibido 19 de Abril 2012; revisado 21 de Abril 2012; aceptado 23 de Abril 2012

RESUMEN

Este artículo explora algunos de las experiencias en el uso de Facebook mediante entrevistas en profundidad.
Se estudian las temáticas asociadas al uso de Facebook, entre ellas, construcción de la identidad, sociabilidad,
privacidad y contenido compartido. Se comparan las experiencias de usuarios de Facebook jóvenes y adultos.
El análisis cualitativo de las narrativas de los participantes en el estudio indicaría que el uso de Facebook se
relaciona, en todos los grupos de edades que formaron parte del análisis, con el contacto de diferentes grupos
de personas y la proyección del sí mismo; los diferentes tipos de capital social, a saber, familia, amigos, y
conocidos; y formas de control y vigilancia del contenido publicado. Temas asociados a la privacidad de
las personas y al control social, a menudo obligarían a los participantes más jóvenes en particular, a usar
estrategias de privacidad (aunque limitadas) al momento de compartir el contenido de Facebook. Las
entrevistas revelaron motivaciones y patrones de uso diferentes al comparar ambos grupos de participantes.
Finalmente, se discute las implicancias teóricas y conceptuales de los hallazgos.

Palabras claves: capital social, vínculos, identidad, privacidad, control

ABSTRACT

This article explores some experiences in the use of Facebook through deep interviews. It studies the issues
associated with the use of Facebook, including construction of identity, sociability, privacy and shared
content. This article compares the experiences of both teen and adult users of Facebook. Qualitative analysis
of the narratives of the participants in the study indicates that the use of Facebook is related, in all age groups
that were part of the analysis, with the contact of different groups of people and the projection of the self;
the different types of social capital, namely, family, friends, and acquaintances; and ways of controlling and
monitoring the published content. Issues related to personal privacy and social control could often force the
youngest participants, in particular, to use privacy strategies (although limited) when sharing content on
Facebook. The interviews revealed motivations and different usage patterns when comparing both groups of
participants. Finally, the theoretical and conceptual implications of the findings are discussed.

Keywords: social capital, ties, identity, privacy, control

1 Contacto: escalante.gomez@gmail.com
2 Contacto: andreagrelo@gmail.com

69
Eduardo Escalante Gómez, Andrea Agrelo

INTRODUCCIÓN

La vida cotidiana se presenta como una realidad que es interpretada por el ser humano. Es simul-
táneamente realidad fáctica (o física) y realidad interpretativa, resultado de complejos significados
subjetivos (Berger & Luckmann, 1968).

Cuando desde las redes sociales se construyen comunidades virtuales, se está erigiendo una
configuración que pasa a constituir uno de los niveles de la realidad cotidiana. Estos niveles son diná-
micos y se van definiendo simultáneamente, a veces desde una relación integrada y sinérgica y otras
con una disociación significativa entre ambos niveles de realidad. Se configura un espacio virtual
donde se conoce la vida de otras personas y las personas se dejan ver como quieren que las vean.

La modalidad de relación entre la realidad virtual y la realidad física, se podría constituir en un


indicador que mida el nivel de funcionalidad de las relaciones que el usuario establece con las redes.

En esta investigación, el estudio de Facebook se ha realizado aplicando la perspectiva de las redes


sociales. Este tipo de aproximación focaliza los intercambios entre los individuos conectados a través
de las redes sociales (Wasserman & Faust, 1994). La unidad de análisis, que distingue el enfoque
de las redes sociales de otras perspectivas, está en el énfasis en la interacción o relación entre las
personas, lo que se mide por los lazos sostenidos por los individuos que mantienen la relación, los
tipos de intercambio, la frecuencia del contacto, la intensidad de los lazos, la intimidad, la vigilancia
y el control de la información, los elementos cualitativos de las relaciones, el tamaño de las redes y
otras numerosas variables (Haythornthwaite, 2005).

La interacción en línea frecuentemente complementa o sirve como alternativa a la interacción


cara-a-cara, lo que tiene un efecto positivo en el capital social de los individuos (Hampton &Well-
man, 2003). Esto permite la construcción de un perfil público o semipúblico, además de articular
una lista de usuarios con quienes compartir una conexión (Boyd & Ellison, 2007). La presentación
de un perfil y mostrar las conexiones con otros públicamente, forma la base de interacción en Face-
book (Boyd & Ellison, 2007; Boyd & Heer, 2006; Donath, 2007).

Varios estudios revelan una fuerte asociación entre el uso de Facebook para construir lazos y
mantener el capital social, dado que expandiría las oportunidades sociales y mejoraría el compartir
la información entre lazos primariamente débiles e individuos que informan baja satisfacción y baja
autoestima (Ellison, Steinfield & Lampe, 2007).

Facebook permite la expresión de la identidad y la construcción de una comunidad, permitiendo


una verdadera convergencia de redes en línea y fuera de línea. Este tipo de estudio posibilita explo-
rar cómo las personas usan la tecnología y cómo este medio les permite ser ellas mismas y pueden
desplegar una habilidad limitada para negociar su propia privacidad.

Al examinar la literatura, se detecta una creciente necesidad de profundizar el papel de Facebook


en la sociabilidad y la privacidad de las personas. Los límites entre lo público y lo privado no están
claros y las formas de interacción que ocurren en el “muro” de Facebook generan aspectos intere-
santes de ser analizados. Es curioso que la mayoría de los participantes muestre preocupación por la
privacidad, pero sigan compartiendo contenidos personales.

Modelo de Investigación

Kozinets (2002) explica que los métodos cualitativos son muy útiles para revelar la riqueza de los
mundos simbólicos en los que subyacen necesidades, deseos, significados y elecciones. La investiga-
ción cualitativa no se limita a un grupo de variables rígidamente pre-definidas, sino que contribuye
a la exploración de un fenómeno y la construcción de nuevas perspectivas teóricas.

70
EXPLORANDO EXPERIENCIAS EN FACEBOOK: IDENTIDAD, VÍNCULOS SOCIALES, PRIVACIDAD

El proceso teórico-metodológico estuvo orientado por el concepto de abducción formulado por


Pierce e incorporado en los análisis de Samaja (1995). Este autor señala que la abducción

“...es el proceso de conectar modelos preexistentes con configuraciones de hechos y, de ese


modo, acotar enormemente los espacios de búsqueda. Es la única operación lógica que introduce
alguna idea nueva, ya que la deducción desarrolla meramente las consecuencias de una idea ya esta-
blecida como verdadera y válida para una cierta esfera de fenómenos (es decir, de los que ya se sabe
que son casos de la teoría) y la inducción solo se limita a comprobar, si una aplicación puede o no ser
evidencia a favor o en contra de una teoría” (1995, p. 87).

Cuando se trata de interpretar el sentido, las estructuras, los códigos, la vida cotidiana, el uso de
Facebook, entre otros, lo que se está haciendo es construir el caso a partir de la regla y el resultado.
Esto es así, independientemente de si el análisis planteado tiene un carácter cualitativo o cuantitati-
vo, pues se considera que la modalidad de inferencia debe abstraerse de este tipo de subordinación y
derivarse del posicionamiento epistémico y de las necesidades del objeto de investigación.

Para investigar el uso de Facebook, se examinó la literatura y se identificaron diversas temáti-


casaludidas por diferentes investigaciones y teorías (modelos pre-existentes): laconstrucción de la
identidad, los lazos sociales, la sociabilidad, la privacidad, el contenido compartido, entre otros. A
modo de ejemplo, la sociabilidad se refiere a la habilidad para interactuar con otros o socializar. El
contenido compartido se refiere a la cantidad y tipo de contenido que las personas comparten en
Facebook, respecto del estatus, fotos, videos, comentarios, escritos en el “muro”, a menudo relacio-
nados con las experiencias personales o sociales, y la apertura general de información. La privacidad
se refiere a la confianza, el capital social, la visibilidad.

Modelo Teórico

Existen diversas teorías para abordar el estudio. Cada una de ellas ofrecen elementos que se con-
sideraron para diseñar esta investigación y formular las preguntas investigativas.

Uno de los enfoques importantes es el del capital social (Putnam, 2001) que focaliza las conexio-
nes entre los individuos y la redes sociales, y las normas de reciprocidad y confianza que surgen de
ellas. Para esta teoría, la sociabilidad y el compartir contenido depende de la confianza social. Si no
se confía, no se interactúa ni comparte. Si hay mucha sociabilidad, los usuarios serán sobrepasados
por muchos grupos sociales diferentes y las normas sociales. Para esta teoría habría una posible co-
nexión entre altos niveles de privacidad y disminución del capital social y una contradicción entre
altos niveles de sociabilidad y la necesidad de privacidad (Switzer & Taylor, 1983). Un concepto
clave asociado al capital social es la confianza social (Putnam, 2001) que relaciona el grado en que
las personas responden unas a otras. Se podría señalar que la confianza y las metas de uso afectan lo
que las personas están dispuestas a compartir. En Facebook puede ocurrir que por la diversidad de
personas que confluyen lo que ocurren sean vínculos débiles.

También se consideró importante examinar los modelos de aceptación de la tecnología, por


ejemplo, el modelo de Davis (1989). Este tipo de modelo relaciona la percepción de utilidad y per-
cepción de facilidad de uso de la tecnología con la intención conductual de la persona, afectando el
uso actual de la tecnología. La sociabilidad y el compartir contenidos dependerían de la percepción
de utilidad y percepción de facilidad de uso de la tecnología. Esto afectaría la visibilidad del conteni-
do y de la persona en Facebook y el tráfico en este tipo de red. A mayor privacidad, menor tráfico.

71
Eduardo Escalante Gómez, Andrea Agrelo

MÉTODO

Tipo de Investigación

Esta investigación se desarrolló para explorar diversas temáticas asociadas a las prácticas per-
sonales y sociales en Facebook. Los participantes fueron consultados a describir sus actividades en
Facebook, las personas involucradas, sus motivaciones o metas, las relaciones con ellas, sus roles,
contenido de las conversaciones, actualización de fotos, si las hubiere.

Las entrevistas se condujeron según la conveniencia de los participantes, para asegurar una am-
plia participación, siendo grabadas con el consentimiento de los participantes.

Interesaba explorar los elementos configuradores de las prácticas personales y sociales en Fa-
cebook, las interacciones y los comportamientos de quienes participan en esta red social, la carac-
terística del contenido compartido en el “muro” de Facebook, las percepciones que se tiene de la
privacidad, las variaciones que se observan entre jóvenes y adultos mayores en sus prácticas sociales
y experiencias relacionadas con la construcción de la identidad y la proyección del sí mismo, la so-
ciabilidad, la vigilancia y control al momento de compartir contenido.

Se persiguió obtener una descripción del significado personal de la experiencia del individuo
como usuario de Facebook, intentando descifrar la construcción de sentidos de cada participante en
lo relativo al uso de Facebook. Se examinaron las afirmaciones producidas por la narración misma de
la incorporación y uso de éste. Para este efecto, se realizó un estudio de las proposiciones descripti-
vas presentes en las narrativas de los participantes. Se identificaron los grandes temas presentes en
los textos de las entrevistas. Se trató de un movimiento de análisis cargado de sentido en sí mismo.

En este sentido, puede decirse que el interés primordial consistió a fin de cuentas en llegar a
«comprender» la experiencia vivida pre-reflexivamente por los participantes en el estudio. Lo fun-
damental de este tipo de modalidad metodológica investigativa consiste en centrarse en las expe-
riencias vividas. Las entrevistas permitirían comprender cómo y por qué los participantes eligen el
material digital para mostrarlo en sus perfiles de Facebook y cómo se relacionan con quienes forman
parte de sus amistades o conocidos.

Al momento de definir las cuestiones metodológicas, se pudo comprobar que existen diversas
tendencias al respecto, y la discusión gira alrededor de la premisa etnográfica tradicional de no
imponer constructos teóricos a priori porque se considera incompatible con un análisis histórico y
más contextual; y tener una postura más deductiva. Sin embargo, esta polarización resulta bastante
rígida y puede resolverse, tal como lo plantean Hammersley & Atkinson (1994), en términos de una
práctica reflexiva, que exige ser más escépticos con el testimonio de los informantes y desarrollar
un esquema teórico.

La investigación se basó en una metodología cualitativa basada en el enfoque hermenéutico, foca-


lizando las experiencias vividas por cada participante. El encuadre metodológico significó acercarse
a la textualidad de las entrevistas, en orden a comprender sus realidades. Se trató de lograr una
aproximación profunda al contenido de las entrevistas para explorar y comprender el discursosobre
Facebook y así descubrir sus posibilidades interpretativas considerando asimismo la interpretación
del investigador.

Se consideró que el investigador establece una relación teórica con su objeto. La teoría forma
parte de todas las etapas del proceso de investigación, desde el inicio hasta el final de la investigación
su rol es clave porque es la que permite construir el objeto de estudio y los objetivos investigación,
crear la forma de recolección de datos y realizar los análisis y las distintas interpretaciones de lo

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EXPLORANDO EXPERIENCIAS EN FACEBOOK: IDENTIDAD, VÍNCULOS SOCIALES, PRIVACIDAD

obtenido; sin la teoría esto no sería posible; en cuanto tal toda investigación es una construcción
teórica y no se reduce a un marco teórico, sino que todo lo que sostiene el proceso investigativo es
teórico.

Un fenómeno como la participación en Facebook es un tema nuevo sobre el que no necesaria-


mente hay un meta-lenguaje, es por ello, que los principios claves que guiaron el análisis fue per-
mitir que los datos emergentes permanecieran abiertos a interpretaciones divergentes, y reconocer
las temporalidad de la verdad y de los horizontes del intérprete y el texto. Durante el análisis, se
empleó una búsqueda sistemática de temas nucleares y temas alternativos, patrones comunes y di-
vergentes, y explicaciones opuestas de los datos. El objetivo no fue desaprobar las alternativas sino
mirar los datos que apoyaban explicaciones alternativas. Cuando se identificaron patrones y tenden-
cias, se prestó atención a los hallazgos que los apoyaban y los que no los apoyaban.

Las citas de unidades textuales (fragmentos de texto) solamente reflejan una proporción de la
evidencia disponible para apoyar determinada interpretación. Lo que se incluye está definido por la
elección del investigador y el límite de palabras de un informe o artículo a menudo dicta cuántas se
puede incluir.

Además, se formularon varias preguntas sobre cuán a menudo usaban Facebook, cuán a menudo
leían y publicaban mensajes en el muro de su Facebook, quién puede acceder la información de su
perfil personal en Facebook; y cómo puede modificar su Facebook para restringir la visibilidad de su
perfil. La idea fue tener una apreciación sobre la intensidad de uso de Facebook.

Participantes

Con el objetivo de estudiar las diferentes prácticas personales y sociales en Facebook, se con-
formaron dos grupos de participantes diferenciados por edad: a) un grupo conformado por 10
participantes con edades en el rango de 18 a 35 años (media=25), y b) un grupo conformado por 9
participantes con edad que fluctuaron entre 40 y 60 años (media=48). En términos de género, 10
participantes de sexo femenino y 9 participantes de sexo masculino. El nivel educativo del grupo
más joven realiza estudios universitarios y se conectan a Facebook entre 3 y 5 horas a la semana. El
segundo grupo está conformado por profesionales egresados de la universidad y se conectan a Fa-
cebook entre 1 y 4 horas a la semana. Todos los participantes tenían sus propios perfiles personales
en Facebook y a lo menos tenían 1 año de experiencia en su uso. Los usuarios más jóvenes (parti-
cipantes del grupo 1) tienen más amigos (media=123) que los usuarios del grupo 2 (media= 91).

RESULTADOS

En el proceso de análisis de los datos, se creó familias de códigos organizados en árboles, de


modo de identificarla temática relativa a Facebook en un determinado segmento textual, seguido
por una especificación y detalle de la temática y categorías que explicaría el segmento.

Para generar los códigos, categorías, y temáticas, se empleó lo señalado en la literatura existente
y las teorías con las que se ha estudiado Facebook, además del análisis de los textos de cada una de
las entrevistas realizadas. Se creó un total de 65 códigos, cada uno apareció en promedio 12 veces
(mínimo 3, máximo 29). El promedio del tamaño del fragmento en el que se identificó la categoría
fue de 135 caracteres. Este proceso de análisis permitió identificar temas y diferentes categorías.

Las temáticas

El análisis estuvo dirigido a obtener una descripción del significado personal y social de la expe-
riencia que se ha vivido al usar Facebook.Una vez realizado el proceso de codificación y categoriza-
ción, se procedió a realizar la interpretación, en orden a reconocer las múltiples combinaciones de

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Eduardo Escalante Gómez, Andrea Agrelo

significado y los ejes de significación presentes en las entrevistas. Se determinaron las temáticas en
el nivel semántico mediante el estudio de los diferentes fragmentos textuales.

Identidad

La identidad ha sido un constructo clave en el estudio de grupos sociales, organizaciones, co-


munidades. Se ha examinado cómo ésta afecta la satisfacción de los individuos y la efectividad de
las unidades sociales. La identidad está referida a la pregunta “quién soy”, y más profundamente a
preguntas sobre la pertenencia y la ubicación de uno mismo en el contexto social. En la teoría de
la identidad social y la teoría de la auto-categorización en la que uno siente que pertenece, provee
una definición de “quién soy”, decir que soy investigador indica que reconozco formar parte de un
grupo de personas que se dedican a investigar. Esta información categórica también entrega impor-
tante información de lo que hago y las características de las actividades que se realizan. Como señala
Brewer (1991), la identidad social puede ser vista como una reconciliación de necesidades opuestas
de asimilación y diferenciación de otros. Los individuos evitan auto-conceptos que o son muy es-
trechamente personalizados o demasiado inclusivos, y por ello se definen en términos de categorías
distintivas de pertenencia.

La identidad se construye desde la relación con el otro. No hay existencia sin interacción. Las
redes sociales posibilitan y potencian la construcción de redes que sostienen y confirman la realidad
subjetiva.

En la red, los sujetos exponen su identidad. Para exponerse, un sujeto debe contactarse con el sí
mismo en una acción analítica, lo que colabora en el proceso de autoconocimiento y construcción
de la realidad subjetiva. Entonces, participar supone una construcción de la identidad dinámica, ya
que se va redefiniendo continuamente.

Producto de las características propias del desarrollo evolutivo, en los más jóvenes, la construc-
ción de la identidad en la red social, apuntaría a la aceptación del otro para sentirse sostenidos en
el proceso de construcción de su identidad real (o no virtual) a través de la red. Además, para los
adolescentes, puede constituirse en el primer espacio que perciben como autónomos, sin sus tuto-
res. En los adultos, la pertenencia estaría más relacionada con aspectos específicos de la identidad
social ocupacional.

La red también genera una estructura social particular, con diferentes grupos que comparten in-
tereses similares. Pertenecer o no a alguno de esos espacios, va a depender de cómo se presente cada
uno. En este aspecto, mucho de los elementos de las identidades en red, son negociados. No sólo se
buscaría socializar con otros, sino que esos otros vean con quiénes y cuántos se socializa. Es decir:
“me relaciono en función de lo que quiero mostrar al otro, y además en relación a lo que quiero que
otros vean, cuando me relaciono con el otro”.

Facebook permite que los sujetos se definan ellos mismos y compartan intereses, ideas, imágenes
que les llaman la atención, proyectando su identidad en una red pública asincrónica. Los individuos
puede tomarse su tiempo para publicar información acerca de ellos mismo, seleccionar cuidadosa-
mente qué aspectos de sus vidas les gustaría enfatizar.

Mientras las personas construyen identidades en todas sus actuaciones. Esto es evidente en Face-
book a través de la creación de perfiles, pertenencia a grupos y fotos. Las personas en esta red social
administran las impresiones de otros e interpretan de algún modo los mensajes recibidos. La estruc-
tura de Facebook limita la manera a través de la cual las personas pueden construir sus identidades.

En esta investigación, se considera que la identidad es parecida a una concepción dinámica de


construcción de la auto-presentación, la que es multifacética y ajustable en los contextos sociales.

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EXPLORANDO EXPERIENCIAS EN FACEBOOK: IDENTIDAD, VÍNCULOS SOCIALES, PRIVACIDAD

Las identidades sociales se desarrollan en las interacciones sociales con diferentes niveles y saliencia.
Esta investigación halló que los participantes experimentan una mayor riqueza y una más concreta
identidad en las interacciones coiales apoyadas por Facebook.

Según el contenido de las entrevistas, los participantes no muestran tener una fuerte identidad
grupal, pero tienen fuertes vínculos entre ellos. Al parecer, los lazos sociales, más que la identidad
social podría aplicarme mejor en estas circunstancias. Se puede observar la construcción de víncu-
los, en un caso, más asociados a la “similaridad” y menos a la “singularidad”, por ejemplo, con los
amigos cercanos; y vínculos más asociados a la “singularidad” y menos a la “similaridad”, por ejemplo
con los conocidos.

Tabla 1
Similaridad y Singularidad de los vínculos

Singularidad
Baja Alta
baja Conocidos Asociados
Similaridad
alta Amigos cercanos Camaradas

Los textos de los participantes confirmarían lo que señalan Schau & Gilly (2003), las personas
presentan comportamientos auto-referenciales o actos de autentificación que revelan la libertad
para revelar sus verdaderos “sí mismos” (self), y frecuentemente múltiples “sí mismos”. Seleccionan
la mejora manera de representación de si mismos para fortalecer el vínculo entre su identidad actual
y su ideal (lo deseado). Las personas crean una representación de sí mismos en línea con contenido
lingüístico e imágenes. Con sus esquemas de auto-concepto las personas tienden a activar un es-
quema de identidad ideal. Este esquema describe cómo la identidad que se busca se realizaría en su
forma ideal (Hoyer & Deborah, 2007).

Para las personas que usan Facebook, estos procesos cognitivos subyacentes a los esquemas de
auto-concepto establecen las fundaciones para la manera como las personas construyen su identidad
en la red. Las acciones sociales requeridas por la auto-presentación dependen largamente de lo que
los individuos muestran como signos, símbolos, y prácticas para comunicar una impresión deseada
(Schau & Gilly, 2003). Esto produce que las personas seleccionen qué comportamientos de consu-
mo o etiquetas describen mejor quienes son, o lo que se desea ser. Este tipo de comportamiento que
sustancia la identidad de la persona podría facilitar la aceptación social en la red (deseada).

Facebook opera a través de las relaciones entre las personas a través de comportamientos orien-
tados por el grupo de participantes. Para este efecto se emplea el botón “me gusta” para reforzar
acuerdos, unirse a grupos mostrando camaradería. Es decir, las personas se adaptan a presiones
sociales y grupales. Para ser un miembro de la red social uno debe adherir a sus normas sociales pre-
construidas. La identidad se caracteriza por la tensión entre cómo una persona se define así misma
como un individuo y cómo ella se conecta con otros y grupos sociales, en una relación de afiliación
(Schau & Gilly, 2003). Para aliviar esta tensión, las personas emplean un grado de conformidad para
generar comprensión y ser reconocidas por la audiencia a la que se dirigen o grupo social.

Todos los participantes del estudio, son propensos a compartir un aspecto social de su identidad.
Uno de los participantes, de 34 años, quien se presenta sentado en una moto, señala que su perfil
en Facebook: “tiene su nombre, fecha de nacimientos, tengo una foto desde hace dos años. No es
una presentación de mi mismo, muestro una pequeña parte mostrando la foto en la moto. Ocupo
bastante tiempo con ella, es parte de mi vida, la manejo cuando puedo. Hay mucho material que no
he querido incluir en mi Facebook, por ejemplo, que estamos esperando un bebé, pero mi esposa
tiene fotos sobre esto en su Facebook, pero yo no quiero publicarlas”.

75
Eduardo Escalante Gómez, Andrea Agrelo

Varios de los participantes señalan que realizan elecciones sobre que signos comunicar o publicar,
pero no están seguros sobre cómo serán interpretados. Viviana (26 años) señala “no me preocupa
cómo se interpreta lo que publico en el muro, no es mi problema, para mi es un medio para trans-
mitir lo que me interesa en mi vida diaria, y supongo que mi amistades se interesarán más que hacer
evaluaciones”.Esta expresión implica una contradicción en sí misma: comunicar sin importar cómo
impacte. Es negar la importancia que tiene para el sujeto la retroalimentación del otro. Posiblemen-
te, sea un mecanismo de defensa ante la posible indiferencia del otro o ante una respuesta diferente
a las expectativas personales del sujeto que comunica.

Una categoría que resulta interesante se refiere a la definición en el perfil y a publicar comen-
tarios “religiosos”. Se nota cierto grado de tensión en los participantes para usar efectivamente al
momento de construir sus identidades. Las personas la pueden definir a través de su perfil, algunos
dejan en blanco esta información o deciden escribir algo divertido, por ejemplo, Jorge (22 años)
escribió: “¿te preocupa???”.

Las diferencias de opinión de los participantes sobre la propiedad de publicar algo más que una
foto o imagen, surgen permanentemente al momento de conceptualizar el rol del perfil en la cons-
trucción de la identidad.Algunos de los participantes señalaron que se debería usar solamente una
foto en el perfil, de modo de conectar claramente el perfil con la identidad de la persona.El uso de
mucha información, podría producir ambigüedad (Gabriel, edad 36), es por eso que se denomina
“FACE-book”.

Sociabilidad

Frente a situaciones de crisis e incertidumbre, la pertenencia a una comunidad es fundamental


para restablecer el equilibrio psicológico. A mayor capital social, más estabilidad emocional y ánimo
positivo (Castells, 2010). Si Facebook potencia y aumenta las redes sociales, entonces su uso favore-
cería la sociabilidad y por ende el bienestar psicológico.

Identidad y Sociabilidad se definen recíprocamente: Somos cuando nos reconoce otro. Es a través
del vínculo que desarrollamos nuestra identidad. Nos conocemos cuando somos reconocidos.

En la interacción presencial, cara a cara, el otro se manifiesta y la comunicación se retroalimen-


ta continuamente en un proceso donde cada integrante es emisor y receptor simultáneamente. La
subjetividad del otro me es accesible (aunque yo puedo equivocarme al interpretarla). De acuerdo
con Dicen Berger y Luckmann (1968), el otro es más real para mí que yo mismo ya que conocer-
me requiere reflexión. En cambio el otro se me presenta directamente, lo que él es, se halla a mi
alcance. La reflexión sobre mí mismo es ocasionada por la actitud hacia mí que demuestre el otro.

En la interacción “cara a cara”, el sujeto puede ir modificando las pautas de la interacción, según
va interpretando la expresión del interlocutor. A diferencia de una situación no presencial, sin ima-
gen de por medio, donde la lectura de la subjetividad del otro, cuenta con escasos elementos de la
realidad fáctica para ser interpretados, influyendo esto en la configuración de una nueva modalidad
de comunicación.

Las redes sociales como Facebook, representan sin duda un nuevo nivel de realidad, en donde
está, a su vez, implicado un nivel “real” y otro interpretativo.

Ahora, si aumenta la red de amigos por Facebook, ¿eso concuerda con lo que ocurre en la reali-
dad fáctica? ¿O es posible ser popular en un nivel de realidad, y un eremita en otro?

El contenido de las entrevistas revela que todos los participantes están interesados en conectarse
en línea, y respecto al uso de Facebook, una minoría en ambos grupos, está fascinada con esta red so-

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EXPLORANDO EXPERIENCIAS EN FACEBOOK: IDENTIDAD, VÍNCULOS SOCIALES, PRIVACIDAD

cial. La mayoría de los participantes reconoce la utilidad de usar Facebook en sus vidas diarias. Según
ellos, se trata de una herramienta que permite estar en contacto con los amigos y familiares, esto
es, mantener relaciones con personas que no ven diariamente, pero con las que desean mantener el
contacto. Consideran también que es una fuente de entretenimiento, y se tiene la oportunidad, que
no brindan otros medios para contactar a personas que se han conocido, por ejemplo, en las vacacio-
nes. Todos señalan lo fácil que es encontrar a alguien que se conoce, solamente hay que recordar su
nombre y apellido. Esta ha sido una novedad para la mayoría de los participantes. Según ellos, esto
estaría explicando el éxito de Facebook. En general, se lo concibe como una herramienta altamente
instrumental, se considera de alto valor la ventaja económica que significa su uso comparado por
ejemplo con los celulares.

Se considera que Facebook es muy valioso en la mantención de lo que se denominan vínculos


débiles, conexiones sociales que son periféricas (amigos de amigos, compañeros de colegio en el
pasado) (ver Granovetter, 1973). Se trata de una mantención funcional de las relaciones con las
personas que forman parte del mundo periférico.

Las narrativas de los participantes permitirían sugerir que Facebook provee de un mecanismo
para la socialización. Facilitaría una forma de interacción de las personas que se vinculan como
comunidad. Aunque nadie de manera explícita formuló que Facebook ayudara a combatir el aisla-
miento, este tema fue claramente evidente en un número importante de narrativas. Esteban (32
años) señala “Facebook nos ayuda a compartir nuestras perspectivas de una manera informal”, otro
participante señala “con Facebook yo puedo expandir mi red de amistades”.Se confirma con esta
expresión, el fortalecimiento de los llamados vínculos débiles, que potencian el capital social de las
personas. Además, se está expresando el “compartir de manera informal”, es decir, en un encuadre
abierto, que no es académico ni laboral, es un espacio que permite la expresión sin tener la coacción
que implica el cumplimiento de un rol en contextos más estructurados y tipificados.

Gran parte de los participantes informan que se han hecho más sociables mediante el uso de Fa-
cebook, lo que corrobora los hallazgos de otras investigaciones (Hampton, Sessions, Her, & Rainie,
2009). Un grupo importante de participantes considera que la comunicación a través de Facebook
es más transparente y menos riesgosa que la comunicación cara a cara.

Participantes de ambos grupos valoran el acceso a diferentes tipos de capital social, en términos
de diferentes lazos sociales (Granovetter, 1973) - sus amigos y familiares- , es decir, enfatizan que
han tenido más contacto con miembros cercanos y distantes de sus familias después de empezar
a usar Facebook. Esto significaría que están visibles para muchos lazos en el mismo contexto y al
mismo tiempo.

Un análisis del grupo de los más jóvenes, respecto de la Sociabilidad y sus correspondientes
categorías, permitió observar que este grupo tiene sesiones más breves en Facebook, pero lo hacen
en múltiples oportunidades durante el día, y como sustituto del email (categoría Fb_Uso). Tienen
contactos frecuentes con sus parientes, pero poco contacto con sus padres (categoría Fb_Familia).
Tienen contactos frecuentes con sus amigos, tanto con los que ven diariamente y con los que tie-
nen una comunicación cara-a-cara (categoría Fb_Amigos). Le otorgan a Facebook la categoría de
herramientas para microcoordinación, compartir fotos, contactos generales con amigos por razones
privadas (categoría Fb_Propósito).

El grupo de usuarios mayores, expuso que tienen pocas sesiones en Facebook, pero más largas,
de algún modo remplazan al celular, y han tendido a usarlo más frecuentemente (categoría Fb_Uso).
Informan tener contacto con sus familiares y siguen el uso que sus hijos hacen de Facebook (cate-
goría Fb_Familia). Tienen contactos principalmente con antiguos amigos, a menudo con personas
con quienes estudiaron en el secundario o la universidad (categoría Fb_Amigos). A partir de los
textos de sus entrevistas se observa una comunicación nostálgica y de curiosidad, con un uso menos

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Eduardo Escalante Gómez, Andrea Agrelo

intencionado que los más jóvenes, les gusta mantenerse en contacto con la familia, compartir fotos,
y mantenerse al día sobre la vida de sus amigos (categoría Fb_Propósito).

Contenido Compartido

Las redes sociales, representan el paradigma de la sociedad de la información. Su uso ha recon-


figurado nuevos mecanismos sociales de intercambio. Han pasado a ser tan relevantes que el perte-
necer a ellas, ha dejado de ser una opción para convertirse en una necesidad.

La inmediatez de la imagen del evento, se constituyó en uno de los primeros impactos con res-
pecto a Facebook. Un acontecimiento social festivo, es publicado simultáneamente al evento. De
esta manera, la fiesta se hace “pública” y lo que antes era “recuerdo” ahora es representación.

Los adolescentes y jóvenes suben fotos en el mismo momento en que transcurre el evento, la
vivencia y el recuerdo, no son suficientes para que el evento haya ocurrido. Es necesario que se
muestre y otros lo vean y comenten. Si no se suben las fotos, el evento no ha sucedido. Son los otros
desde esa comunidad virtual (que incluso coinciden con los otros con los que se compartió el evento
en la realidad física) los que definen que lo que el sí mismo vivencia, sea.

Muchas de sus interacciones en Facebook son informales, las personas no necesariamente tienen
conciencia que los textos y las imágenes visuales que publican representan sus identidades en línea.

Una de las áreas con acceso más frecuente es el Muro. Puede publicar cualquiera que visite el
sitio.Las informaciones que se publican en el muro (categoría Fb_Mensajes Muro) dicen relación
con informaciones que se consideran relevantes (eventos, noticias relevantes), y también con opi-
niones. En general, las publicaciones en el “muro” de ambos grupos de participantes en el estudio,
son principalmente descriptivas, no se observa un mayor compromiso por opinar. Es común que las
publicaciones en el “muro” describan su actividad presente (“estoy trabajando”, “…yendo al gimna-
sio”, “…leyendo en la biblioteca”…).

Un análisis de los textos de las entrevistas revela una cultura de compartir detalles diarios, un
sentido de inmediatez, comunican lo que está ocurriendo en sus vidas en orden a mantener el diá-
logo y, por supuesto, la identidad. En la medida que se comunica las experiencias sociales, sus vidas
se hacen más públicas para la red. Compartiendo la información personal y casual con el público, se
fortalecen los vínculos entre los esquemas de su actual identidad y la identidad ideal.

A través de las conversaciones en línea se puede publicar preocupaciones y posiciones únicas


respecto de si mismo y de los demás, y por supuesto, defender posiciones. Se pueden analizar los
mensajes publicados en el “muro” en orden a analizar la presencia de un listado de tópicos.

Se pudo observar que los participantes intercambian información práctica sobre lo que están
haciendo, estudiando o trabajando, o sobre hechos contingentes sobre los que sienten la necesidad
de opinar. En muchos casos la información está referida a cuestiones logísticas sobre acceso a mate-
riales o trabajos por realizar. Amelia (22 años) “necesito aclarar algunos puntos de las clases este fin
de semana, espero que estemos en contacto”. Hay determinados intercambios de tipo humorísticos,
algunos basados en ironías. Rebeca (20 años) dice: “epistemología genérica, Piaget Vygotsky, ra-
cionalismo empiricista, asimilación, acomodación…ya no me importa!! No sabes cuántas horas he
estado en la biblioteca tratando de desenredar este entuerto. No se puede vivir así…”. Por un lado,
se comunica acerca de tareas específicas en el desenvolvimiento de un rol que es el de ser estudian-
te, de estar participando en un proceso de aprendizaje. Pero además, en la metacomunicación, está
diciendo: “Estoy cumpliendo con mi rol de manera activa y comprometida”. Se espera del otro, el
conocimiento y la confirmación no sólo en el contenido sino en el aspecto relacional. Es un proceso
que está implícito en toda interrelación.

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EXPLORANDO EXPERIENCIAS EN FACEBOOK: IDENTIDAD, VÍNCULOS SOCIALES, PRIVACIDAD

El compartir fotos e imágenes resulta una dimensión muy interesante para analizarlas. La foto del
perfil no es simplemente una foto, sino una imagen que dice una historia. Las fotos deben proyectar
la personalidad y el valor de quien la publica. A través de las entrevistas, surge que los participantes
tratan de estimular a los visitantes de la red de una manera que sea atractiva, y simbólica de la iden-
tidad. Eligen meticulosamente las fotos que publican. En este, sentido, la categoría Fb_Fotos Videos
resultó altamente relevante. El concepto de foto alude por una parte a fotos personales individuales
o grupales, pero también a imágenes de relevancia para el propietario del perfil del Facebook que
se esté examinado. Aunque es importante señalar que cuando se trata de imágenes, y no de fotos,
usualmente, éstas están asociadas a) a objetos, paisajes, animales de interés del individuo, o b) a la
expresión de conceptos vía imágenes, en especial se trata de comunicar metáforas de aplicación a la
vida diaria o personal.

El grupo más joven permanentemente está publicando una gran cantidad de fotos sobre su parti-
cipación en viajes, fiestas, y eventos sociales. Algunos comparten videos de su elaboración. El grupo
mayor, publica algunas fotos de la familia y de sus vacaciones, pero esto no es frecuente, y en gene-
ral, no suben videos. El grupo más joven señala que raramente actualizan su estatus, y las mujeres
publican más que los varones (categoría Fb_ MensajesMuro). El grupo mayor, actualiza su estatus y
publica más mensajes en el muro que la muestra del grupo más joven.

Gabriela (23 años) explica: “no es la vida real, uno quiere aparecer mejor pensaría”. Las personas
en Facebook tienen la oportunidad de subir sus imágenes. Mientras las personas difieren signifi-
cativamente respecto de las imágenes y videos que suben y la frecuencia en la que lo realizan. Las
personas seleccionan las fotos que publican en Facebook. Los participantes en el estudio muestran
los siguientes comportamientos: 1) gran énfasis en las imágenes del perfil, con la intención de di-
ferenciarse y 2) incluyendo fotos que muestren intereses y gusto raros o particulares. Norma (31
años) valora altamente su identidad única en Facebook. Elige sus imágenes siguiendo un conjunto de
reglas. “Si una foto mía y de otras persona tiene algo valioso la publico”. Los segmentos textuales
indican que las personas se presentan positivamente en Facebook, pero fundamentalmente buscan
individualidad. Julia (48 años) señala que sus fotos tratan de llamar la atención sobre su estado de
ánimo. La selección de un perfil vía imágenes confirma lo que la gente valora y cómo quieren ser
percibidas.

Raúl (27 años) señala: “mi Facebook probablemente me representa como alguien fácil de llevar,
extravertido, social, que le gusta compartir, divertirse. Pero esto cambiará en mi Facebook. Muchas
de las fotos desaparecerán, dado que posiblemente mis empleadores las mirarán y se harán juicios
sobre las personas. Esto significa que las personas empezarán a ver fotos más profesionales, con las
personas mejor vestidas”. Negociar identidades, construirla en función de un ideal. Lo diferido en la
comunicación virtual, permite que quienes son conscientes de esto, construyan intencionalmente su
imagen, pasando por procesos de autoexploración que favorecen el autoconocimiento. El contexto
define diferentes aspectos del sí mismo. El desempeño de un rol, desde la vestimenta, el lenguaje y
las acciones, están determinados por el entorno donde se desarrollan. Comprender esto y tenerlo
en cuenta al momento de comunicar, es signo de adaptación y conducta asertiva. A medida que el
sujeto se desarrolla evolutivamente, los roles se complejizan y diversifican y esa conciencia es funda-
mental para una conducta funcional. En las primeras etapas de la adolescencia, no hay registro de la
necesidad de responder adecuadamente al entorno. De hecho, lo que confirma la identidad adoles-
cente es precisamente romper e impactar sobre lo pre establecido respecto al desempeño de un rol.

Las fotos de Facebook proveen una plataforma que permite que las personas juzguen y sean
juzgadas. Todos señalan que practican la discreción respecto sobre que es apropiado publicar en el
Muro. Las fotos de eventos se publican como una forma de acción social, en cuanto pueden forta-
lecer las conexiones con los amigos fuera de línea “…si voy a un evento tomo muchas fotos; usual-
mente con amigos y las publico para mostrar cuán bien la pasamos” (Isabel, 21años). La publicación
de las fotos también es importante para los que no estuvieron presentes en el evento. Las fotos se

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Eduardo Escalante Gómez, Andrea Agrelo

pueden usar para iniciar una conversación. Los participantes de manera consistente expresaron
el uso de las fotos como señal de interacción grupal, más que como un medio de mostrarse como
individuos.

Varios entrevistados señalan la idea que una cosa es lo que uno conoce y otra a quien se conoce.
Cada contacto que la persona agrega se transforma en un enlace en su perfil, y por lo tanto consti-
tuye una asociación. Desde este punto de vista, agregar las personas correctas puede incrementar
el prestigio social, de igual modo agregar amigos ofensivos disminuirá el propio prestigio social, en
este caso la persona puede borrar un amigo(a).

Mediante las entrevistas se obtuvo información sobre la cantidad de mensajes publicados en


el muro y también sobre su contenido. El grupo más joven publica en promedio 5 a 10 mensajes
diarios y el grupo mayor entre 6 y 12 mensajes diarios. También se logró identificar que algunos
mensajes son de tono positivo y otros neutrales.

Privacidad

La privacidad pertenece al universo del sí mismo y de la intimidad con otras personas. La comu-
nidad gira en el mundo de la pertenencia al grupo, de la voluntad de estar entre los otros. Ambas
son formas de la vida social: se tiene sentido de sí mismo en la medida en que se tiene sentido de
los demás y viceversa (Esser & Greenbie, 1979). Se plantea la privacidad como una necesidad de
“compartir con el sí mismo”.

En los análisis sociológicos de la sociedad industrial, se planteó la necesidad del ser humano de
la privacidad como una respuesta defensiva frente a los fenómenos contemporáneos: la invasión de
información, la “excesiva” urbanización de los procesos comunicacionales. Allí se plantea un sujeto
que deja de sentir la imperiosa necesidad de pertenencia y comienza a focalizarse en la autosuficien-
cia y la autonomía.

En la sociedad globalizada, las redes sociales se han ubicado en uno de los aspectos esenciales del
ser humano: el ser gregario, potenciando así la necesidad de pertenecer a grupos y comunidades,
con las nuevas herramientas que el avance tecnológico ofrece, entre ellas Facebook.

Es posible mantener una distancia en lo que se muestra, en la comunidad física, pero ser excesi-
vamente flexibles con el límite de la privacidad, en la comunidad virtual. Esto es así porque si bien
el espacio virtual se constituye como real, el impacto de lo que allí se genera, se hace tangible en la
realidad física. Es posible que los sujetos revelen datos íntimos en la red, que no pensarían hacer ante
una persona conocida, en una relación cara a cara.

Lo que ocurre en ambas situaciones es real. Pero el sujeto lo percibe con una conciencia de otra
realidad. Resulta sencillo entonces, disociar ambas realidades, lo que dificulta medir el impacto de
las consecuencias.

Una situación social desarrollada en la realidad virtual, puede sorprender al usuario, al hacerse
tangible en la realidad física la consecuencia de su excesiva “apertura virtual”. Un ejemplo de ello
es cuando los adolescentes de un colegio, insultaron y descalificaron a sus docentes publicándolo
en sus muros, y luego, la escuela determinó colocarle amonestaciones. Ellos estaban en completo
desacuerdo, ya que no eran del todo conscientes de que publicar en el muro es salirse de un ámbito
de intimidad y privacidad, para compartir con toda la comunidad las ideas y sentimientos. El ado-
lescente no comprende que ambas realidades se “mezclen”. Por eso puede sorprenderlo la acción
“Física”. Una sumatoria de esas acciones genera el aprendizaje de la integración de ambas situaciones
en una misma realidad.

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EXPLORANDO EXPERIENCIAS EN FACEBOOK: IDENTIDAD, VÍNCULOS SOCIALES, PRIVACIDAD

Se produce un fenómeno que Giddens, Bauman, Luhmann y Beck (1996, p.42) plantean como
el secuestro de la experiencia, “que significa que para muchos individuos es muy poco común y
fugaz el contacto directo con sucesos y situaciones que anudan el espacio vital a las cuestiones de la
moralidad y la finitud”

Se produce una carencia de significado personal como sentimiento de que la vida no tiene valor
alguno que ofrecer. “El secuestro de la experiencia se comprende desde la negación por cuestiones
morales que la vida cotidiana plantea. El aislamiento existencial es, no tanto una separación de los
individuos entre sí, como una separación de los recursos morales para poder vivir en plenitud”
(Giddens, et al., 1996, p.42)

En relación con la privacidad, los límites de la misma se hacen difusos en el uso de Facebook
sobre todo en los adolescentes. El riesgo es la extrema disociación. Se dicen cosas en la comunidad
virtual, que no se dicen en la comunidad física. Entonces, ¿hay noción real de que se está haciendo
público algo? ¿Se está pudiendo elegir compartir aspectos del sí mismo (privados)? ¿O en realidad,
más que romper con la privacidad, hay una falta de conciencia al respecto?

Giddens, et al. (1996) argumenta que se trata de un intento de banalizar la vida cotidiana, ocul-
tando o negando aquellas realidades que muestran los límites humanos: la angustia, la muerte, la
sexualidad, entre otras. Se podría decir entonces que el sujeto no es ni del todo consciente, ni
completamente ingenuo con respecto a lo que se publica. La persona que traspasa la frontera de la
privacidad, compartiendo aspectos del sí mismo en la red, lo hace hacia un público imaginado por
él. Tanto el público como el impacto que recibe de su publicación, es real, pero virtual.

En relación a la privacidad, el grupo más jóvenes señala que tienen confianza en el uso de su
Facebook y conocen bastante sobre las prácticas de compartir contenido; el grupo de mayores tiene
menos confianza en el uso de Facebook, algunos informan que han tenido problemas al compartir y
le han pedido ayuda a sus hijos (categoría Fb_Compartir_Control). El grupo de más jóvenes percibe
que otras personas tienen más riesgos con su privacidad, el grupo de mayores percibe el riesgo la
privacidad de otros como mayor que su propia privacidad. Piensan que los jóvenes son más transpa-
rentes y están expuestos a mayores riesgos respecto a la violación de su privacidad, comparados con
ellos mismos (categoría Fb_TerceraPersona).

El grupo de jóvenes señala tener demasiados amigos, y borran fotos y mensajes en el muro; algu-
nos consideran que tener miembros adultos de la familia como amigos puede resultar problemático.
En el caso de los participantes adultos algunos se quejan de tener muchos amigos, pero no tanto
como los participantes más jóvenes. Los que tienen hijos señalan que el control parental es una de
las motivaciones para usar Facebook (categoría Fb_Vigilancia_Social).

Respecto de la categoría Fb_Autopresentación, los participantes más jóvenes señalan que es im-
portante verse bien, positivo, y auténtico. Evitan fotos desagradables; el grupo de mayores también
les gusta verse bien, positivos, y algunos como deportistas. Les gusta informas sobre sus viajes y
vacaciones.

Respecto de la categoría Fb_Preocupación, el grupo más joven tiene un alto nivel de conciencia;
piensan que la presencia en FB es importante para su futuro laboral; exponen que no se usará las
fotos y la información de sus FB; el grupo mayor están preocupados, pero están conscientes del uso
y estrategias de protección; algunos se preocupan que los ladrones pueden usar sus FB como herra-
mienta para determinar si están o no en casa.

Es evidente suponer que la necesidad de privacidad, está relacionada con la personalidad del
individuo. En la literatura se ha relacionado la baja autoestima, la depresión, la falta de control, la
deseabilidad para el control y la ansiedad, con un mayor deseo de privacidad o preferencia por la

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Eduardo Escalante Gómez, Andrea Agrelo

vida privada (Jacinto, Fernández, Marín& Zamudio, 1995). Para estos autores, mientras más bajo
es el autoconcepto, más necesario se registraba la necesidad de privacidad, este dato coincide con
investigaciones previas. Mientras que, la alta deseabilidad de control, generaba un nivel alto de
búsqueda de la privacidad; este resultado ratificaría la idea de que el control es una dimensión básica
de la privacidad.

Se podría decir que a partir de la tecnologización de las redes sociales, estos resultados pueden
variar, sobre todo a nivel de la relación entre autoestima y privacidad. Ya que, si algo posibilita una
red como Facebook, es la construcción de un perfil acorde a los ideales, eligiendo mostrar aquello
que pueda responder a una identidad ideal. Esto favorecería sin dudas, la participación en las redes
sociales y la consiguiente publicación de su vida privada. Muchos usuarios utilizan Facebook para
compensar bajos niveles de satisfacción y estima.

En este sentido, es posible plantear que Facebook favorecería la construcción de capital social.
Aunque este capital no puede quedar solamente en la realidad virtual, es necesario que se integre
con la realidad física, para que se pueda desarrollar todo su potencial. De todas maneras, es un capi-
tal, aunque solamente quedara en un nivel virtual.

Curiosidad

La curiosidad, el conocer, es inherente al ser humano, mirar otros perfiles, conocer la vida íntima
de los otros, es el equivalente virtual a los reality show, con mayores posibilidades de controlar el
nivel y la modalidad de la exposición. Es equivalente desde el lugar de quien mira la vida de otros. El
mirar, conocer lo que otros hacen, dicen y sienten, es una característica del ser humano, que junto
al de ser gregario, constituyen unos de los motivos principales de la pertenencia a una red como
Facebook: por un lado, pertenecer al grupo y ser reconocido por él y por otro saber sobre la vida de
los otros. Conocer y ser conocido. Es parte de una cultura que pondera el hecho de ser conocido.

En Facebook, se construye una comunidad virtual, donde cada uno aparentemente decide lo
que el otro puede ver, pero en la interacción y el intercambio, se dejan traslucir aspectos del yo de
manera no consciente.

Respecto a este tema, una gran parte de los participantes informan que se sienten atraídos por
las vidas de otras personas sin llegar a ser invasivos, se sabe lo que otras personas hacen sin pregun-
tar.Las personas son innatamente curiosas respecto de otras personas, pero no solamente estamos
interesados en otros, queremos ver cómo podemos insertarnos en determinadas redes sociales, que-
remos saber cómo nuestra interacción se compara con la de otros. Facebook permite que personas
de diferentes círculos sociales se mezclen en uno mismo contexto comunicacional. En quien confiar
y qué revelar sobre si mismo es un tema complejo cuando la audiencia es diversa. Es interesante
observar que el grupo de los más jóvenes es el que informa sobre problemas por el hecho de tener
muchos amigos. En especial porque emergen personas que empiezan a controlar a otras a través de
la vigilancia social, debida a la alta visibilidad. Se está abierto a los varios otros. Alberto (41 años)
señala que no tienen control sobre su propia información, las personas en mi red pueden publicar
cualquier cosa. No puedo controlar a otros sobre lo que comparten o publican sobre mí. No obstan-
te, existen estrategias para asegurar de algún modo la privacidad, por ejemplo, la auto—conciencia.

La transparencia social en Facebook es referida como curiosidad social. Griselda (40 años) se-
ñala: “Es bueno saber lo que otra persona está haciendo sin preguntarle”. Ricardo (33 años) “hay un
elemento de voyerismo en FB; uno no puede salirse de esto. Es divertido ver lo que están haciendo
otras personas, pero al mismo tiempo uno no quisiera que ellas supieran que uno está mirando a
sus páginas”. En redes sociales personales con sociabilidad alta y transparente, el comportamiento
de cada uno se puede observar por muchos, y es extremadamente difícil ocultarse. Si se da mucha
información y es recibida por muchos puede resultar un problema para la privacidad (Schwartz,
1968).

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EXPLORANDO EXPERIENCIAS EN FACEBOOK: IDENTIDAD, VÍNCULOS SOCIALES, PRIVACIDAD

La curiosidad se menciona continuamente en las entrevistas como un mecanismo para el éxito de


Facebook. Si bien los entrevistados perciben funciones positivas de Facebook dado que ayuda a estar
en contacto con otros (excompañeros, amigos), consideran negativa la sobre-exposición de materias
personales, para algunos la curiosidad puede ser un problema. En ambos grupos hay personas que
no están de acuerdo en compartir demasiados temas personales a través de FB. Ricardo (24 años)
cree que muchas personas que usan Facebook lo hacen con el solo propósito de expresar su propio
exhibicionismo, su protagonismo social, y revelan que requieren atención: “actualmente FB es un
medio para personas que requieren atención”. En general, los participantes no aprecian un efecto
positivo en la autoestima.

Algunos participantes señalan que Facebook está diseñado y desarrollado para estimular la cu-
riosidad sobre las vidas de otras personas. Para varios de los participantes sus discursos revelan que
la curiosidad es un aspecto positivo de esta red social. Las fotos personales invitan a comentarlas.
Diego (26 años) nos dice: “Uno puede saber todo sobre todos”.El ser humano necesita confirmar
su realidad subjetiva a través de diversos mecanismos basados en la interacción. El poder conocer la
realidad de los otros, permite construir parámetros sobre los cuales se mide el sí mismo. Cuando esa
observación es (supuestamente) sin el conocimiento (permiso) del otro, se percibe como valiosa al
no estar respondiendo a la relación que mantiene con ese sí mismo, percibiéndosela como exenta
de la presión natural que el vínculo genera.

Ambos grupos muestran la tendencia a estar más interesados en comunicarse con los lazos fuer-
tes con quienes interactúan durante el día, en el aquí y ahora. No todos ven con buenos ojos tener
muchos amigos, pero se puede tener “amigos satélites” para cuestiones o eventos particulares.

Un grupo importante de participantes señala que las relaciones a través de Facebook son superfi-
ciales, a pesar que se ocupa bastante tiempo usándolo. Esto porque no hay intercambio real. Beatriz
(28 años) está preocupada por el tipo de material que se publica, demasiado no tiene sentido, y criti-
ca a quienes publican en el “muro” cuestiones que no representan mayor utilidad para una red social.
Es el sinsentido. En general, son los varones los que expresan el deseo de que se publique contenido
más serio, por ejemplo, cuestiones culturales, pero señalan que uno no puede forzar a las personas.
El pensamiento crítico posibilita discriminar el tipo de información que se lee y que se publica. Pero
el pertenecer a la red social implica un acuerdo con la modalidad relacional, y requiere además, la
tolerancia básica para comprender y aceptar estilos comunicacionales diferentes al sí mismo. Como
en cualquier red social, en Facebook para pertenecer a un espacio comunitario el yo debe renunciar
a su omnipotencia y narcisismo, para poder disponer de los beneficios de la pertenencia.

Conveniencia

El uso de Facebook se ha generalizado, aun en aquellas personas para las que no les resultaba sig-
nificativo en sí mismo, la percepción de no participar de la red, es vivenciada como: “quedar afuera”.

Pertenecer a Facebook, es útil, favorece la comunicación continua y fluida. Se generan y promue-


ven eventos sociales, culturales, académicos, se publicitan espacios laborales. Facebook, vincula,
informa y entretiene.

El tema de la conveniencia surgió permanentemente en las entrevistas, esto es, la valoración


de Facebook como una manera conveniente de involucrarse en una actividad social. Esteban (24
años) señala, “la belleza de Facebook es que no requiere mucho tiempo, es cuestión de escribir
una línea y listo”. Emilio (40 años) comenta que “es fácil mantenerse en contacto con la familia y
amigos, a veces uno no tiene tiempo de llamar o reunirse con una persona. Elena (37 años) dice:
“… si dependo del email es más tedioso y toma más tiempo, Facebook es eficiente. Amanda (22)
“uno puede con el dedo arriba y una tecla indicar su opinión, es más efectivo que el email, además
es más fácil organizar actividades en la vida real”. Isabel (29 años) señala que “…es menos obstru-

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Eduardo Escalante Gómez, Andrea Agrelo

sivo colocar algo en Facebook que llamar o escribir un mensaje”. Alicia (35 años) comenta que “es
más fácil conectarse con amigos ahora, no todos ven de manera seguida sus emails, y como es
más simple la comunicación prefieren usar Facebook”. La conveniencia de las interacciones
en Facebook claramente apoya a los participantes en sus esfuerzos por establecer contactos
y permanecer contactados con sus amistades. Tomás (25 años) comenta: “hay ciertas personas
que he incluido en mi Facebook solamente para saber que está ocurriendo en sus vidas, para mi es
interesante saberlo, es mi pequeña razón voyerista por tenerlos en mi red”.

Susana (40 años) menciona que Facebook: «Es una manera rápida de enviar mensajes y cosas
como «No te he olvidado», «Estoy pensando en ti». Esto es facilita la inserción y la actualización
continua de la red social de pertenencia. El sujeto invierte mucha energía en mantener activas las
redes sociales para poder disponer de ellas cuando las necesite. La comunidad virtual ofrece la
disponibilidad de una comunicación acorde a los parámetros actuales: cumplimiento y velocidad,
es decir, efectiva. Y así es vivenciado por los usuarios: útil, rápida, cómoda, accesible, fácil, simple.
Ahora, en cuanto a la construcción de la red social que sustenta y sostiene el desarrollo del sí mis-
mo; la realidad cotidiana, del aquí y ahora, del cara a cara, sigue primando como elemento esencial.
Es la base de la construcción de la confianza básica que permite al sujeto crecer y vincularse desde
los afectos, la empatía y la construcción del proyecto de vida y sobreponerse a la incertidumbre de
la sociedad contemporánea. Lo virtual es un medio más, pero no puede ser el único. Cuando se
convierte en lo único, el capital social es sólo virtual. Cuando se pueden integrar ambas realidades
entonces el capital social, además es real.

DISCUSIÓN

Esta investigación apoya la idea que Facebook provee una forma adicional de contacto que es
conveniente cuando las comunicaciones vía celular o cara a cara no son posibles o deseables. Se
confirmaría la noción de establecer contactos sin un compromiso mayor, argumentada por Lewis
&West (2009). También se detecta una conexión a Facebook en distintos grados tanto al comparar
los grupos como al interior de cada grupo. Quedaría establecido que los individuos usan las fotos
como una vía para involucrarse con las amistades que forman parte de un determinado Facebook,
corroborando los hallazgos de Boyd & Heer (2006). El grupo mayor usa las fotos no para promo-
verse ellos mismo, si no como formar de iniciar conversaciones.

Los hallazgos de este estudio destacan un número importante de temas relacionados con la con-
figuración e interacciones generadas por los individuos mediante el uso de Facebook. Se destaca el
hecho que es un medio altamente significativo y destacable en cuanto parte de las redes sociales y
formas de comunicación de las personas en el día a día. En particular, los datos muestran como el
“muro” de Facebook constituye un medio valioso de intercambio. Permite mantener lazos fuertes
entre las personas, se podría decir que emocionalmente acerca las relaciones fuera de línea.

Los participantes en el estudio se pueden ver como usuarios de Facebook en un número consi-
derable de maneras pragmáticas y justificables de interacciones. En este sentido, los datos indicarían
que Facebook se ha transformado en un sitio importante de aprendizaje cultural, de carácter infor-
mal, que va generando una manera de ser del individuo, permitiendo aprender roles, comprender
valores y conformar la identidad. En cuanto, tal esta red social asincrónica podría ser vista como
un elemento incrementalmente importante para las actividades de las personas, la construcción de
sentido de lo que hacen, y la reconstrucción de eventos pasados. En el caso del grupo más joven, aun
participando de estudios universitarios, podría reflejar un distanciamiento de medios despersonali-
zados. Se observa un desplazamiento de lo social públicamente visible al uso de un medio en el que
se puede operar de manera más relajada. Se puede argumentar que Facebook es un espacio abierto
para la re-presentación del sí mismo, permitiendo una libre expresión de la identidad. El contenido
publicado en los muros de Facebook revelaría contenidos compartidos generacionalmente, obser-
vándose en el grupo más joven una tendencia a socializarse incluyendo componentes de descanto,

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EXPLORANDO EXPERIENCIAS EN FACEBOOK: IDENTIDAD, VÍNCULOS SOCIALES, PRIVACIDAD

indiferencia, y protesta, manteniendo una particular forma de narrar. Esto no está, en general, pre-
sente en el grupo mayor.

La literatura, como este estudio, mostraría que los lazos sociales se expanden mediante el uso de
redes sociales como Facebook. Al grupo de adultos le preocupa construir con ambiente basado en la
confianza y reciprocidad. Es concebible que este tipo de redes sociales en línea tengan el potencial
de incrementar el capital social del individuo a través de una exposición consistente a las actividades
de los miembros de un determinado Facebook. Se requiere una mayor investigación para evaluar la
calidad del capital social construido y cómo los individuos en una comunidad en línea pueden traba-
jar de manera cooperativa para alcanzar metas compartidas. Un análisis de los perfiles de Facebook
provee un contexto auténtico a través del que se podría el potencial de las redes sociales en línea, en
términos de un involucramiento positivo en una comunidad.

Como han comprobado otros estudios, Facebook, como red social en línea, fortalecería las rela-
ciones existentes a través de una acción en él y la mantención de vínculos (independientemente que
sean débiles) con amistades y otros contactos (Ellison, Steinfeld&Lampe 2007; Lewis &West 2009).
Como señala Donath (2007), una de las contribuciones importantes de este tipo de redes es su po-
tencial para agregar confianza a vínculos débiles. Hampton, Sessions, Her, &Rainie (2009) también
reconocen que Facebook ayudaría a mantener redes sociales nucleares que tienen el potencial de ser
altamente influyentes en la exposición de ideas y toma de decisiones, además de constituir una fuen-
te importante de socialización (Donath, 2007). Investigaciones futuras podrían examinar si existe
una transferencia de experiencias entre las redes de la persona en línea y fuera de línea.

Mientras las investigaciones previas han focalizado Facebook como una herramientas para tareas
específicas como por ejemplo “mantener en contacto con amigos” o “buscar un nuevo amigo”, este
estudio ha intentado una aproximación más holística sobre cómo Facebook facilita el comporta-
miento diario y la construcción de la identidad. La perspectiva de las redes sociales resulta bastante
apropiada para focalizar los intercambios entre los individuos conectados a través de Facebook.

Algunos de los temas claves que emergen en este estudio incluyen el valor de Facebook para
facilitar a los individuos para conectarse con personas con la que han tenido relaciones en el pasado,
y con las que tienen relaciones en la actualidad. Desde este punto de vista, Facebook se usa como
una herramienta suplementaria para comunicarse; permite la comunicación casual con personas con
las que se podría haber perdido el contacto, en especial con aquellas que es más difícil el contacto
más formal y través de las formas tradicionales de comunicación. En general, los participantes en
la investigación revelan experiencias positivas al usar Facebook y muestran un compromiso con la
actividad en las redes sociales en línea. Señalan que se han aumentado los lazos sociales, expandiendo
y haciendo más diversas sus actividades como resultado de Facebook.

La estructura de Facebook permite la expresión de la identidad de diferentes maneras, pero tam-


bién tiene limitaciones para la expresión más multifacética de lo que significa. Los participantes en
el estudio así lo revelan. Sus respuestas también permiten asociar el capital social con los modelos
teóricos que lo asocian con las motivaciones y gratificaciones que se siente al utilizar este tipo de red
social y el conocimiento diferenciado que se va logrando mediantes las interacciones, logrando pro-
cesos de similitud y singularidad. Otro de los temas que preocupa a los participantes es la relación
entre el capital social y la confianza interpersonal en Facebook.

Las diferencias entre ambos grupos se pueden asociar a sus prácticas personales y sociales, y a la
habilidad para controlar la privacidad. El grupo más joven tiene un patrón de uso más frecuente, en
cambio el grupo mayor es menos frecuente pero las sesiones son más largas. Mantienen conexiones
con viejos amigos y la familia, en cambio los más jóvenes usan Facebook para coordinar sus activida-
des con sus amigos y compañeros. Esto indicaría un uso con un mayor propósito y organización en el
grupo más joven. El grupo más joven señala que ahora son más precavidos que antes en el proceso de

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Eduardo Escalante Gómez, Andrea Agrelo

compartir contenidos, debido a que se publica alguna información irrelevante y porque el proceso
de compartir se ha hecho más complicado.

Este estudio exploratorio hace emerger temas importantes para futuras investigaciones referidas
por ejemplo a cómo diferentes aspectos de las identidades se relacionan e integran para construir
un “sí mismo” unificado y su participación en las redes sociales o cómo diferentes personas con di-
ferentes identidades se pueden integrar exitosamente en grupos en línea (por ejemplo, grupos de
universitarios o profesionales).

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Eduardo Escalante Gómez, Andrea Agrelo

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LA GESTIÓN JUVENIL COMO APUESTA PARA LA RESIGNIFICACIÓN DE NUEVOS SUJETOS Y NUEVAS
FORMAS DE ORGANIZACIÓN
Revista de Peruana de Psicología y Trabajo Social 2012, Volumen 1- N° 1: 89-100

LA GESTIÓN JUVENIL COMO APUESTA PARA LA RESIGNIFICACIÓN


DE NUEVOS SUJETOS Y NUEVAS FORMAS DE ORGANIZACIÓN

YOUTH MANAGEMENT AS BET FOR THE MEANING OF NEW


SUBJECTS AND NEW WAYS OF ORGANIZING

Germán Andrés Cortés Millán1


Universidad Piloto de Colombia, Bogotá, Colombia

Recibido 11 de Abril 2012; Revisado 20 de Abril 2012; Aceptado 02 de Mayo 2012

RESUMEN

El siguiente artículo recoge las reflexiones y consideraciones de la experiencia académica denominada “XVI
taller internacional interdisciplinario, los jóvenes le proponen al continente”, la cual tuvo lugar en las ciudades
de Bogotá y La Habana en el mes de julio del año 2010 y de la investigación emprendimientos económicos
solidarios juveniles, desarrollado por el grupo Goce (Gestión y Organizaciones desde corrientes emergentes)
de la Universidad Piloto de Colombia, el cual desde una perspectiva crítica, ha venido promoviendo la
visibilización de procesos alternativos de organización y de gestión en distintos escenarios locales de la ciudad.
Dichas experiencias conjugadas y analizadas de forma detallada, logran evidenciar aspectos y componentes
que se construyen en las iniciativas organizativas juveniles y que resultan un referente interesante para la
comprensión de las formas de resistencia como sustento para la propositividad de los jóvenes en el continente,
así como para contribuir a la discusión sobre las paradojas existentes entre lo denominado emprendimiento
solidario y el desarrollo social en marcos sociopolíticos radicalmente diferentes.

Palabras clave: Organización, resistencia, jóvenes, desarrollo

ABSTRACT

The following article contains the reflections and considerations of the academic experience called “XVI
Interdisciplinary International Workshop: Youth will propose the continent,” which took place in the cities
of Bogota and Havana in July of 2010, and the youth solidary economic enterprises research developed by the
group Goce (Management and Organizations from emerging trends) from the Pilot University of Colombia,
which, from a critical perspective, has been promoting the awareness of alternative processes of organization
and management in different local settings of the city. These experiences, conjugated and analyzed in detail,
show aspects and components built in youth’s organizational initiatives, which are an interesting benchmark
for understanding forms of resistance as support for youth proactivity on the continent and to contribute to
the discussion of the paradoxes between what has been called solidarity venture and social development in
radically different socio-political frameworks.

Keywords: Organization, resistance, youth, development

1 Contacto: germansocial@yahoo.com

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Germán Andrés Cortés Millán

INTRODUCCIÓN

La intencionalidad por abarcar el tema de los emprendimientos económicos solidarios hace parte
de los intereses del grupo Goce por comprender esas nuevas lógicas organizacionales que emergen
en el actual contexto sociopolítico, partiendo de la idea que estos hacen parte de una gran variedad
de expresiones y de movimientos sociales que directa o indirectamente hacen resistencia a un mo-
delo que privilegia formas tradicionales de mercado, de producción y de trabajo.

Es claro, que dentro del ejercicio permanente de discusión sobre los procesos sociales y parti-
cularmente sobre aquellos que directamente intervienen en ese escenario denominado desarrollo
en la ciudad y el territorio, que aparezcan diversas formas para la comprensión de los diversos
actores que lo construyen; para el caso de los jóvenes, es indispensable hacer la reflexión sobre lo
que constituyen, significan y desarrollan, en este caso, sus escenarios de encuentro, sus identidades,
sus lógicas de participación y sus formas de gestión y organización. Precisamente esta investiga-
ción permite conocer y comprender las distintas lógicas construidas por jóvenes pertenecientes a
organizaciones juveniles de dos contextos latinoamericanos tan diversos como Colombia y Cuba,
particularmente por jóvenes habitantes de La Habana y Bogotá, quienes con discursos propios
acerca de los emprendimientos solidarios han logrado visibilizarse y posicionarse social, cultural y
políticamente.

LO JUVENIL EN CONTEXTO

Existen, a la hora de establecer un marco teórico sobre lo juvenil, una variada expresión de
posiciones y establecimientos teóricos que han venido construyendo diversas versiones sobre los
jóvenes, sus contextos, sus relaciones y sus prácticas. Con esto no se pretende asegurar que todas
las manifestaciones contemporáneas respecto a los jóvenes, hagan lecturas de sentido pertinente,
ya que algunas con pretensiones quizás un poco clásicas y hasta conservadoras, mantienen o siguen
ancladas a sistemas, modelos, premisas y percepciones que deslegitiman la dinámica y la transfor-
mación permanente del mundo y de sus actores, especialmente el de los jóvenes. Sin embargo ya
son cada vez más evidentes esas posturas y perspectivas que resignifican lo juvenil y lo establecen
como un sujeto crítico y propositivo en escenarios de desarrollo y transformación social donde la
pluralidad es considerada como básica para la acción (Arent, 1974).

El concepto de lo juvenil corresponde a nuevas formas de comprensión de sus prácticas sociales,


en donde aparece como prioritario y significativo dar cuenta de las construcciones realizadas en los
territorios considerados como espacios de reconocimiento (Filardo & Aguilar, 2002). Por otro lado
además del territorio se encuentran, de manera integrada, componentes como las prácticas sociales,
los usos del territorio mismo, las expresiones culturales, los rituales y los códigos del lenguaje, que
se convierten en mapas vitales de los jóvenes (Serrano, 2000), los cuales permiten dar cuenta de lo
juvenil como una dimensión holística y compleja.

Asimismo es importante reconocer dentro de este nuevo marco conceptual de los jóvenes, la
construcción de categorías de resistencia o de disidencia, que se constituyen en derroteros para
la acción y la visibilidad, respecto a procesos sociales en donde a los jóvenes se les etiqueta y es-
tereotipa como sujetos de transición conflictiva (Reguillo, 2008); por esta razón reconocerlos
como sujetos de transformación y para la transformación, parece ser una de las tantas estrategias
que las ciencias sociales han adoptado para el reconocimiento de los jóvenes también como sujetos
de derechos.

Como lo establece Maffesoli (2004), gran teórico de las tribus juveniles y de la sociología con-
temporánea, es indispensable sumergirnos en un espacio de tactalidad o de viscosidad social, donde
el ser únicamente se explica desde el ser juntos o desde el nosotros de manera omnipresente, con lo
que se establece así una mirada alternativa de pensar la salud, la educación, la democracia y el desa-

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LA GESTIÓN JUVENIL COMO APUESTA PARA LA RESIGNIFICACIÓN DE NUEVOS SUJETOS Y NUEVAS
FORMAS DE ORGANIZACIÓN

rrollo humano, en la cual la colectividad prima sobre los caracteres individuales, siendo los jóvenes
también parte de los procesos de mejoramiento y cambio social.

Resignificar lo juvenil y sus formas alternativas de organización y de gestión, sugiere reconocer


a los jóvenes primero como actores activos y representativos dentro de un tejido social, reconocer
sus expresiones no como hechos pasajeros e irrelevantes, sino como portadores de un saber y una
iniciativa siempre latente, reconocer sus discursos diversos y críticos frente a lo que cotidianamente
se construye, y sobre todo reconocerlos como dignos y legítimos portadores de un proyecto que de-
finitivamente se define como distinto al de otras generaciones con las que se comparte el territorio,
que reconoce además las diferencias en una sociedad marcada por las inequidades (Urresti, 2000).
De acuerdo a esto se establece lo juvenil no como un asunto exclusivo de los jóvenes sino de todos
aquellos que construyen y comparten escenarios de desarrollo, siendo los docentes, formadores,
orientadores, familiares y maestros, corresponsables directos de sus procesos, de sus circunstancias
de vida, de sus necesidades y de sus anhelos.

LA GESTIÓN EN EL MARCO DE LA RESISTENCIA


Y LA PROPOSITIVIDAD

Lo juvenil entonces, y como propósito del estudio, se resignifica además desde sus mismas prác-
ticas organizativas, es decir desde las formas que tienen los jóvenes para construir un proyecto
colectivo, que vincule discursos sobre lo cultural, sobre lo político, sobre el desarrollo y sobre
la gestión, entendiendo particularmente que estas lógicas se han venido recreando a partir de los
mandatos claramente establecidos por el modelo político y económico instalado en América Latina
que ignora diversidad de las culturas y la realidad de las comunidades (Touraine,1999). Es claro en
este sentido que todas aquellas categorías implícitas en el marco del modelo de la producción, han
hecho presencia en la dinámica de la organización contemporánea, lo que se evidencia claramente en
estructuras y prácticas organizacionales construidas bajo líneas de verticalidad y sometimiento, tan
acentuadas históricamente, que difícilmente permiten la evocación de distintas formas de gestión,
dificultando con esto las expresiones sociales que dan cuenta de procesos solidarios, democráticos
y finalmente propositivos.

Esta dimensión que claramente evoca una esfera ideológica dominante, postrada en el mercado
y la producción, permite comprender como se visibilizan establecimientos de poder expresados en
prácticas de control, que para el caso específico de las organizaciones se ve manifestado en todos
y cada uno de los procesos, procedimientos, estrategias y estructuras, en las que se propende por
el establecimiento de un ordenamiento y una disciplina, para lo cual resulta interesante como los
miembros de una sociedad respetan o legitiman dicha estructura (Bourdieu, 1991). En este sentido
la gestión hace parte directa de una construcción cultural en donde hoy fácilmente se establecen
categorías como las de trabajador flexible y disciplinado, como aquel que naturaliza la dominación y
las jerarquías como un asunto propio de la gestión moderna (García, 2006).Vale aclarar que hoy son
más explícitos los argumentos y los hechos que permiten situar la categoría de poder, como aquella
que se desarrolla en escenarios altamente inestables y críticos, en los que se descompone lo político
y se pulverizan las disputas sobre principios y directrices. (Beck, 1998).

Desde esta perspectiva, cabe la reflexión sobre la forma como se construyen y se orientan en la
práctica, nuevas formas organizacionales que a partir de concepciones alternativas e incluso con-
traculturales, operan como cuerpos organizacionales que resisten a los enviones y exigencias de las
estructuras convencionales de poder que bien pueden ser entendidas como una relación de fuerzas
que se definen en una serie de circunstancias propias de un contexto social (Foucault, 1992); es
decir que se advierten en el panorama de las organizaciones, nuevas formas de comprensión de la
gestión donde se resignifica lo político, lo cultural y finalmente lo humano intersubjetivo como ca-
tegoría fundamental en la comprensión de la realidad organizativa (Berger, 2003).

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Germán Andrés Cortés Millán

Este concepto de resistencia tiene pertinencia solamente si se le atribuye a la cultura de poder


que permea las instituciones, una idea de incompletud y desestabilidad, que permita la generación
de movimientos que se reproducen para y desde la transformación, con lo cual se reivindica la idea
de cómo en lo popular y en lo cotidiano se consolidan nuevas estructuras de discurso sociopolítico,
organizacional y de gestión. (De Certeau, 1996). Además de esto el concepto de resistencia permite
connotar como en su vida cotidiana, los dominados resisten la dominación, creando espacios socia-
les lejos del control de los poderosos en los que se practica un discurso oculto que emerge cuando
existen manifestaciones expresas de movimientos y rebeliones (Zibechi, 2003).

Para el caso concreto del estudio, se establece cómo esta nueva mirada crítica del modelo de
gestión, que históricamente se ha fundamentado por lógicas administrativas ancladas indiscutible-
mente en el modelo de producción (Valdés, 2008), se centra en el establecimiento de discursos
de resistencia, donde aparecen nuevos sujetos, nuevas identidades y nuevas denominaciones de lo
cultural. En este orden de ideas aparece como pertinente situar, en el contexto de la gestión y las
organizaciones, las distintas expresiones o manifestaciones que hacen alusión concreta a lo alternati-
vo, a lo crítico y a lo propositivo, entendidas estas como categorías que emergen en la comprensión
de una cultura cambiante y transformadora, que se incorpora en las formas de organización social y
política de la vida cotidiana.

Claramente América Latina se ha constituido como un escenario social donde las desigualdades e
inequidades en distintos sectores, se ponen permanentemente de manifiesto, producto del modelo
de economía mundial que socava los cimientos de las economías locales y de los Estados nacionales
(Beck, 2003), con lo que comienza a despertarse un espíritu colectivo cuya finalidad es hacer frente
a esas coyunturas, por medio de la conformación y desarrollo de movimientos sociales que redun-
darán en la construcción de formas alternativas para el trabajo. Este fenómeno que adquiere dimen-
siones sociales, políticas y económicas, ha sido denominado como “tercer sector” o nueva economía,
y en este participan especialmente sectores de la población que históricamente han sido excluidos
por la lógica estructural del modelo de mercado.

Es así como en el continente latinoamericano se comienzan a reproducir esfuerzos asociados a


nuevas formas de asociatividad, donde se destacan componentes que difícilmente se encuentran en las
perspectivas sujetas al modelo tradicional y dominante, es decir que se hace presencia desde organi-
zaciones con fines esencialmente solidarios, que resignifican nuevas posibilidades de relacionarse con
los mercados, el estado y las empresas tradicionales, en función de lograr la reproducción ampliada
de la vida de la naturaleza no humana y de la vida de todos los seres humano (Razeto, 2000). Desde
esta nueva lógica de la economía social, popular o solidaria se pretende contrarrestar las distintas
formas del capitalismo globalizado que dese décadas han deteriorado lo humano, privilegiando sola-
mente la categoría de consumo, así como los recursos y los procesos en los cuales se hace presente.

ALGUNAS CONSIDERACIONES DE LOS CASOS CUBANO Y COLOMBIANO

Cabe plantear en principio cómo Cuba representa un referente social, político y económico en
el contexto mundial y particularmente en América Latina, precisamente por las comprensiones y
legitimaciones que desde hace cincuenta años y bajo la perspectiva de la revolución, ha construido
sobre lo colectivo, sobre la gestión y sobre el desarrollo, y si bien la intencionalidad del artículo no
se dirige al análisis sociopolítico cubano, sí se reportarán reflexiones directas sobre lo que concre-
tamente se relaciona con la manera como los jóvenes comprenden formas organizativas dirigidas a la
operacionalización de una iniciativa. Vale aclarar que estas circunstancias contextuales que rodean la
construcción de organizaciones juveniles, finalmente terminarán explicando los objetos, finalidades,
prácticas, conceptos y métodos desarrollados.

En el caso cubano, los jóvenes históricamente han tenido una participación directa en la estruc-
tura y dinámica sociopolítica, lo que ha significado comprender lo juvenil, como nicho prioritario

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LA GESTIÓN JUVENIL COMO APUESTA PARA LA RESIGNIFICACIÓN DE NUEVOS SUJETOS Y NUEVAS
FORMAS DE ORGANIZACIÓN

para el Estado, en el cual convergen y se hacen visibles todos y cada uno de los postulados y manda-
tos del mismo; esto permite identificar entonces cómo se reproduce su discurso en la gestión misma
que se desarrolla por parte de organizaciones y movimientos juveniles.

La gestión juvenil cobra entonces, desde este panorama particular, un sentido distinto y más si
se trata de jóvenes inmersos en un sistema político que concentra sus esfuerzos en incluir más que
en excluir, preservando y promoviendo la solidaridad como transversalidad de su propio desarrollo.
Cabe anotar además como las organizaciones juveniles como la UJC (Unión de jóvenes comunis-
tas), la FEEM (Federación de estudiantes de enseñanza media) y la FEU (Federación de estudiantes
Universitarios), plantean desafíos permanentes como globalizar la solidaridad e interlocutar perma-
nentemente en el escenario decisorio y planificador. Por otro lado la organización juvenil, al hacer
parte de la estructura, promueve una gestión que responde a la línea trazada por los ministerios de
seguridad social, trabajo y educación, así como por las demás entidades que se dirigen a la forma-
ción, capacitación y promoción de proyectos de desarrollo.

A diferencia de lo que plantea la lógica juvenil cubana, la juventud y sus formas de organización
en Colombia responden a una tradición y lógica diferentes, amparadas quizás a la intención de visi-
bilizar procesos, formas y discursos que históricamente han sido excluidos e incluso desvirtuados en
distintos sectores de la población. Es claro que los jóvenes en Colombia poseen unas particularida-
des que bien pueden diferenciarlos de otros jóvenes del continente; y es que bajo la perspectiva del
establecimiento en donde se incorporan y desarrollan sus prácticas, existen un sinnúmero de plan-
teamientos y de acciones dirigidas a su silenciamiento, quizás por atribuirle a los jóvenes actitudes
que pueden considerarse peligrosas y amenazantes al orden promovido por el Estado. En este caso
existen múltiples evidencias como lo son el alto porcentaje de jóvenes que ingresan al mercado del
trabajo, abandonando abiertamente los estudios, las dificultades de acceso a la salud y a la educación
con calidad, y las deficientes oportunidades para participar en procesos de planeación y desarrollo
en el orden local y nacional.

CARTOGRAFÍA DE LAS REALIDADES DE GESTIÓN Y ORGANIZACIÓN

La estrategia metodológica utilizada en esta experiencia con jóvenes del continente, fue la carto-
grafía social y el análisis de discurso, con lo cual se pudo establecer de manera detalla, tanto percep-
ciones como apuestas acerca de la vida cotidiana, formas e imaginarios de organización colectiva, y
desarrollo social. La estrategia permitió vincular jóvenes pertenecientes a organizaciones juveniles
de la Habana Cuba (Marianao y Habana Vieja) y de Bogotá Colombia (Chapinero y Ciudad Bolívar),
con el ánimo de comprender las lógicas que cada uno de los contextos exige en el plano de la or-
ganización y determinar las consideraciones construidas por los jóvenes en el tema. Los discursos
de los jóvenes, desde esta perspectiva, permitieron situar de manera concreta lugares y escenarios,
relaciones, sujetos y sus prácticas, como construcciones socialmente construidas, en las que conver-
gen repertorios históricos e imaginarios culturales (Berger, 2003).

Las categorías de análisis que se definieron fueron la gestión, la organización y el desarrollo,


como las orientadoras del ejercicio, de las cuales se desprendieron subcategorías para cada una de
ellas como prácticas y calidad para el caso de la gestión, poder y estructura para el caso de la orga-
nización y cambio y propositividad para el caso del desarrollo.

Resultados cartográficos en el caso cubano

Para los jóvenes cubanos, la gestión va plenamente acompañada de definiciones y derroteros


marcados de manera clara por la institucionalidad y el Estado, haciendo de cualquier estrategia de
trabajo, una estrategia que convoca y compromete los discursos sociales, políticos y económicos es-
tablecidos, como lo establecen los siguientes fragmentos explicitados en el desarrollo cartográfico.

93
Germán Andrés Cortés Millán

“Nosotros aquí tenemos claro que quiere el Estado para nosotros, de hecho formamos
parte del mismo. La tarea de los jóvenes en la Revolución es dimensionar las orienta-
ciones del Estado y orientar desde ahí cada una de nuestras iniciativas”.

“Hay cosas establecidas de donde se apoyan las organizaciones y grupos de jóvenes para
realizar sus cosas; eso garantiza en muchos de los casos una buena labor y un verdadero
impacto. Nosotros entendemos que la facultad del trabajo es indiscutible, y que de ahí
depende el logro de una buena idea; todos los esfuerzos del grupo se dirigen siempre
a mejorar el trabajo y el producto final, ya sea en el campo de la académica, en los
encuentros barriales y hasta en espacios culturales y deportivos”.

En este sentido se puede establecer como la gestión juvenil se concibe como un proceso altamen-
te alineado a la estructura institucional, siendo esta la encargada desde su perspectiva de planeación
para el desarrollo, orientar y definir las acciones encaminadas a la creación, y a la promoción de
proyectos e iniciativas. Es claro entonces como el estado Cubano considera la apuesta popular de
base, como estrategia para el fortalecimiento del Estado. Por último quedan explicitadas, prácticas
juveniles relacionadas con la organización, que redundan en lógicas de construcción colectiva, en
prácticas de inclusión permanente, significando el trabajo como desafío natural en los procesos re-
volucionarios.

Respecto a la segunda categoría, denominada organización, la experiencia permite dar cuenta


de nuevo, de cómo los componentes políticos, sociales y económicos, leídos de forma complemen-
taria, dan cuerpo y sentido a la construcción de lo organizativo, como lo referencian los siguientes
fragmentos de los jóvenes.

“Hablar de organización en Cuba, es hablar de compromiso con el pueblo, es conven-


cerse de que se pueden vencer con propuestas concretas, las adversidades del bloqueo;
los jóvenes en su gran mayoría tienen espacios para debatir y para proponer. Nosotros
particularmente consideramos muy importante promover dentro de nuestra organi-
zación un sistema que permita tomar decisiones en colectivo, es decir somos todos
responsables de lo que se desarrolle”.

“Todas las cosas se hacen con convicción. Somos consientes de la responsabilidad que
tienen esta generación. Aquí desde el extranjero hasta el más joven de los jóvenes apor-
tan con su experiencia. Es por esto que se considera este un verdadero espacio para la
participación”.

A partir de lo anterior se puede establecer como el discurso sobre lo organizativo esta mediado
por valores como la solidaridad y la inclusión, reportados permanentemente en todas y cada una de
las tareas, procesos y resultados a los que le apuesta la iniciativa. Así mismo el concepto parece estar
incorporado como un deber ser inobjetable que se reproduce desde el contundente discurso insti-
tucional, el cual promueve la apropiación colectiva de responsabilidades y la formulación del debate
y el trabajo como epicentros transversales para el mejoramiento de comunidades. Por otro lado se
percibe como las agrupaciones juveniles sustentan su forma de organización desde la convicción que
establece el poder popular, el cual empodera distintos sectores de la sociedad para la formulación de
actuaciones en pro de un denominado bienestar colectivo.

Respeto a la categoría desarrollo, la cual establece parámetros para la gestión y para la organi-
zación, y que define procesos de planeación para el cambio y la transformación, el ejercicio pudo
evidenciar algunos aportes significativos como los que aparecen en los siguientes fragmentos.

94
LA GESTIÓN JUVENIL COMO APUESTA PARA LA RESIGNIFICACIÓN DE NUEVOS SUJETOS Y NUEVAS
FORMAS DE ORGANIZACIÓN

“Aquí en Cuba, aunque existen evidentes circunstancias adversas producidas por el


embargo, existen procesos que podemos considerar de vanguardia, y que son ejemplo
para el mundo en general, como la educación, la tecnología y la salud. Los jóvenes so-
mos conscientes de cómo podemos ser incluso ejemplo para otros jóvenes del mundo,
por eso es que muchos vienen y se forman en nuestras escuelas y universidades”.

“Lo que hacemos por ejemplo, como organización que representa los universitarios,
tiene impacto sobre otras organizaciones y finalmente sobre el Estado, es decir sobre
nosotros mismos, porque formamos parte de este. Por esta razón es necesario que nos
sentemos juntos a planear y evaluar todo lo que hacemos”.

A partir de estos fragmentos se puede establecer como los jóvenes que hacen parte de iniciati-
vas organizativas, perciben el desarrollo como un componente implícito de sus acciones y de sus
esfuerzos; claramente se hace referencia al componente sociopolítico que enmarca la concepción
misma, es decir un desarrollo que principalmente se define desde derroteros institucionales, en
donde el trabajo y la construcción colectiva priman sobre la producción y el individualismo. En esta
perspectiva se resalta también como la concepción de desarrollo implica la incorporación de pro-
cesos y prácticas cotidianas, así como la convicción y naturalización de preceptos construidos desde
el establecimiento como lo son la perspectiva de desarrollo como resistencia al modelo económico
homogenizador del neoliberalismo, la cual se involucra en todos los sectores de la población, pro-
moviendo lazos, encuentros e iniciativas dirigidas al mejoramiento de condiciones de vida.

Resultados cartográficos en el caso colombiano

Por otro lado la experiencia cartográfica que tuvo lugar en la ciudad de Bogotá, permite también
dar cuenta de los discursos juveniles respecto a sus formas organizativas, a las intencionalidades que
las explican, así como a su incorporación en el escenario de lo público y lo político. Cabe resaltar
que si bien las organizaciones juveniles participantes en esta experiencia hacen parte de programas
e iniciativas de entidades públicas, estas poseen un particular componente de autonomía frente a su
trabajo. Esta perspectiva y su relación con la gestión queda expresada en los siguientes fragmentos.

“Organizarse en Bogotá no es fácil, no todos parecen estar interesados en hacer algo


por la comunidad, hay muchas envidias y no se siente ese gran compromiso que uno
quisiera de todos los jóvenes. Sin embargo cada vez se encuentran más interesados en
lo que hacemos. Particularmente con la organización que representamos, hay mucha
sincronización con las tareas. Cada quien tiene sus responsabilidades y se involucra de
lleno a ellas, al final lo que se logre tiene que ver con el esfuerzo de todos”.

“Aunque hay muchas buenas ideas, dependemos mucho de las instituciones que apoyan
las organizaciones juveniles, sin embargo no son muchas y las que hay siempre quieren
como intervenir en lo que hacemos; en ocasiones hay acuerdos pero también hay mo-
mentos en donde no nos sentimos tan a gusto”

A partir de estos fragmentos se puede establecer como la gestión juvenil presenta unos niveles
de codependencia directa frente a organismos o instituciones, no necesariamente gubernamentales,
las cuales definen apoyos y aportes dentro de una perspectiva de interés y participación. Con esto
queda evidenciada una gestión enmarcada en relaciones interinstitucionales que propenden por el
desarrollo de una iniciativa juvenil que le apuesta a su inclusión en escenarios sociales locales. Por
otro lado también se evidencia como los jóvenes han construido formas de gestión que los involucra
y los responsabiliza; sin embrago parece no encontrarse un sistema de gestión que posea elementos
constitutivos, por lo contrario se expone la responsabilidad y el trabajo como dimensión más indi-
vidual que colectiva.

95
Germán Andrés Cortés Millán

Desde el punto de vista de la organización, sus formas e intencionalidades, los fragmentos ex-
plicitados por los jóvenes reportan, en principio, su generación en respuesta a la falta de espacios
formales de participación, como queda establecido en los siguientes fragmentos.

“Somos organizaciones que intentamos visibilizar mejor a los jóvenes, ya que existen
muchos estigmas alrededor de nosotros, en parte promovidos por el Estado, todo lo
que tenga que ver con nosotros en ocasiones está mal visto, incluyendo hasta nuestras
organizaciones; por esa razón y por muchas otras decidimos juntarnos y hacer cosas
concretas para el beneficio de los jóvenes”.

“Tenemos dentro de nuestra organización unos valores o principios que todos res-
petamos y promovemos. Hay que actuar en grupo, tenemos que estar juntos en los
proyectos y llevarlos a cabo de la mejor manera, para esto es importante que cada uno
sepa que hacer y responder a la coordinación o al encargado, además porque siempre
hay que hacerlo rápido por los términos de los contratos o las licitaciones”.

La organización juvenil hace parte de una construcción social que se manifiesta y se resiste a las
formas y dinámicas establecidas por la estructura del Estado, en las cuales parece no tener corres-
pondencia la lógica y discurso de los jóvenes. En este orden de ideas, el hecho mismo de que la
organización juvenil no se desprende de la dimensión formal definida institucionalmente, la define
incluso como movimiento contracultural, en el cual aparecen formas alternativas de trabajo que
persiguen y promueven una visibilización dentro del entorno sociopolítico donde estas aparecen.
Por otro lado la forma como se contempla la organización, incorpora sentidos colectivos y de mu-
tualidad frente a la responsabilidad de la misma iniciativa; sin embargo la apuesta por el trabajo pa-
rece no necesariamente poseer sentidos claramente solidarios o democráticos, quizás por la misma
consideración organizacional que sigue privilegiando la labor independiente en un espacio altamen-
te viciado por una producción mediada por la calidad y el tiempo.

Respecto a la categoría de desarrollo social, los jóvenes pertenecientes a las organizaciones ju-
veniles consideran hacer parte activa de procesos de transformación y de mejoramiento de condi-
ciones de vida comunitaria, lo que implica toda una formación y una convicción frente a situaciones
explícitamente manifestadas en su contexto inmediato, lo cual se manifiesta en los siguientes frag-
mentos.

“Lo que se realiza en las organizaciones tiene impacto con la comunidad, sino lo tuvie-
ra, no tendría sentido el trabajo. Estamos muy atentos con entidades que se interesan
por lo que hacemos y diseñamos junto con ellos un plan de trabajo que finaliza con una
evaluación. Las cosas seguramente serían mejores, si todos nos preocupáramos más
por las cosas de la comunidad. Finalmente no todos lo hacen, ya sea por desinterés o
por falta de confianza en los proyectos”.

“Nosotros consideramos que con lo que hacemos mejoran nuestras vidas y las de nues-
tras familias. La gente sabe lo que hacemos, ya nos identifican y no nos califican como
antes. Los jóvenes no necesariamente son todo lo que dicen; pueden hacer cosas im-
portantes, así no exista mucho apoyo del Estado o de la administración local. Estamos
convencidos que con nuestra actividad creamos conciencia y contribuimos sobretodo
con cosas básicas, que le sirven a todos”.

Los anteriores fragmentos permiten referir una concepción de desarrollo amparada desde una
perspectiva de resistencia, es decir como un proceso que se desprende de la particular forma de de-
sarrollo construida por el establecimiento, que vincula otras formas de concebir el cambio, la trans-
formación y el progreso. Es así como los jóvenes que participan directamente de iniciativas promo-
vidas y gestionadas por organizaciones locales, sugieren pensar el desarrollo como una dimensión

96
LA GESTIÓN JUVENIL COMO APUESTA PARA LA RESIGNIFICACIÓN DE NUEVOS SUJETOS Y NUEVAS
FORMAS DE ORGANIZACIÓN

que los incluye, no necesariamente por los escenarios convencionales, es decir que apropian formas
no convencionales para comprenderlo, en las cuales se ponen de manifiesto expresiones y sentidos
que convocan sectores de la población para la significación y resignificación de un procesos social,
de una problemática o simplemente un tema de interés.

CONCLUSIÓN

Este panorama de la gestión juvenil en contextos tan particulares de América latina, que poseen
estructuras, dinámicas y sentidos sociopolíticos distintos, permite comprender como se construyen,
deconstruyen y resignifican nuevos sujetos y nuevas formas de organización, a partir de la conjuga-
ción interdependiente de distintas dimensiones con las que se definen las iniciativas juveniles.

En primera instancia es posible establecer como la organización juvenil cobra sentido a partir de
intereses y búsquedas permanentes sobre lo fundamental, es decir sobre circunstancias que inquie-
tan, preocupan, interesan y finalmente promueven la definición de iniciativas organizacionales que
de manera colectiva movilizan y hacen visibles posturas a partir de acciones y producciones de dis-
tinta índole. Con esto se confirma, como la colectividad juvenil, que se constituye en organización,
reporta relación directa o indirecta con los escenarios institucionales, establecidos por una línea de
estado que promueve una orientación y una perspectiva de desarrollo.

Si bien esa clara conectividad entre la dimensión estado y colectividad juvenil, aparece explici-
tada en los discursos que dan sentido a las organizaciones mismas, quedan establecidas distinciones
y particularidades que claramente reportan sentidos diferentes e intencionalidades que definen el
tipo de relación entre los jóvenes, sus organizaciones y el Estado, circunstancia que queda expresada
en las formas de vinculación y apropiación del escenario político y social, y en las formas como se
construyen como sujetos propositivos y responsables con el entorno y necesidades inmediatas.

En este orden de ideas se evidencian lógicas, apuestas y procedimientos que hacen de los em-
prendimientos juveniles en estos dos contextos, iniciativas fundamentalmente distintas, a partir de
las condiciones mismas para su desarrollo, las cuales, fundamentan la acción misma del colectivo y
recrean los mandatos para su sentido práctico, y su inclusión en dicho contexto. Por lo tanto cabe in-
sistir en que la manera de comprenderse como joven miembro de una organización y la forma mis-
ma como se comprende el sentido de organización, hace referencia a la forma como se construyen,
se identifican, se apropian, dentro del territorio, las necesidades fundamentales, que para el caso de
las organizaciones juveniles tienen soporte incluso desde la manera como se perciben en el mismo.

Es claro que para los jóvenes cubanos, resulta relevante dar cuenta de su inclusión natural y per-
manente dentro de la estructura y la línea propuesta por el Estado, lo que se reporta en la forma
como se construyen espacios de concertación, discusión y propositividad. La organización entonces
hace parte del discurso sociopolítico incorporado y promovido por los jóvenes, lo que permite re-
crear sus perspectivas de vida, su espíritu colectivo colaborativo, su convicción por el trabajo y sus
deseos ciudadanos dentro de los que aparecen la contribución a la causa nacional, la visibilización de
lo juvenil como agenda latinoamericana, y la contribución, con sus organizaciones, al mejoramiento
de las condiciones de vida de la comunidad en general.

La concepción de la organización juvenil, posee elementos que fácilmente pueden relacionarse


con lógicas solidarias y participativas, fundamentadas por el discurso del Estado y de sus Institucio-
nes, con lo cual queda establecida la sintonía e incluso la alineación estructural con la dimensión
ideológica que regula la cosmovisión, las prácticas sociales y finalmente la significación de un sujeto
colectivo altamente propositivo y resistente al modelo neoliberal tradicional manifestado en el blo-
queo y en la segregación al Estado y por ende a sus jóvenes y a sus organizaciones. Lo interesante de
la perspectiva reportada por las experiencias organizativas juveniles cubanas, son los componentes
mismos de la resistencia y su operacionalización en el contexto, ya que finalmente no se deriva de

97
Germán Andrés Cortés Millán

sentimientos contraculturales dirigidos a la institucionalidad, sino que se reportan dentro de la gran


estrategia de resistencia de un estado frente al modelo económico monopolístico y produccionista
hegemónico.

Por otro lado las consideraciones reportadas en la investigación para el caso colombiano per-
miten comprender, como el escenario sociopolítico, altamente excluyente, que históricamente ha
invisibilizado la experiencia juvenil, poniéndola en escena como, acciones estereotipadas y enjuicia-
doras, sugiere la construcción de posturas de resistencia y movilización en distintos sectores socia-
les. En el caso particular de los jóvenes, se reconoce como esa ausencia de reconocimiento, permite
consolidar formas organizativas y asociativas que se resisten a las maneras tradicionales de gestión,
es decir que se amparan aparentemente desde formas incluyentes, participativas y democráticas a la
hora de gestar, desarrollar y evaluar proyectos colectivos.

Resulta curioso y por demás relevante explicitar, como la dimensión de emprendimiento juvenil
que en este caso se promueve desde discursos claramente relacionados con la resistencia hacia un
modelo, finalmente termina naturalizando y exponiendo prácticas y dinámicas convencionales de
gestión, que resultan apropiadas y significadas por los jóvenes organizados en su acción, como son la
mercantilización del producto, la clara manifestación de una planeación regida bajo marcos de poder
y responsabilidad jerárquica y la incorporación de lógicas burocráticas y en ocasiones excluyentes.
Esto resulta paradójico, pues la naturaleza misma de la resistencia implica la resignificación de las
formas tradicionales, especialmente la resignificación de relaciones sociales, que para el caso de los
emprendimientos colectivos, se construyen en marcos de corresponsabilidad, autogestión, delibe-
ración y democracia, lo que permite pensar en cómo el modelo de la producción y la rentabilidad
logra permear incluso las iniciativas populares y comunitarias.

Para finalizar es inevitable evidenciar como, lo político se convierte en la dimensión estructural


y transversal que convoca a los jóvenes a desarrollar iniciativas organizativas o colectivas; es decir
que las características asociadas al contexto donde estas se hacen presentes, se constituyen y se
reconocen, contribuyen a la definición de formas de asociatividad y emprendimiento, a la consoli-
dación de un discurso sobre lo fundamental, a la elaboración de una agenda común que dé respuesta
a necesidades sentidas de los jóvenes, y a la significación y resignificación de un sujeto reflexivo y
propositivo que tiene como principal mandato la transformación y el mejoramiento. Por lo tanto
pensar el emprendimiento juvenil supone no solamente reinventar posibles acciones en función de
una gestión alternativa o progresista, supone ante todo una apropiación responsable de un discurso
que reinventa la vida colectiva como transversalidad y promueve valores y definiciones que reivin-
dican y visibilizan, lo que hasta el momento ha resultado fragmentado y silenciado por estructuras
interesadas en el mantenimiento de un poder y en la promoción de únicos estilos de vida y de únicas
formas de intercambio social, económico y cultural.

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Germán Andrés Cortés Millán

100
MOTIVOS DE ELECCIÓN DE CARRERA UNIVERSITARIA Y METAS A FUTURO DE UN GRUPO DE ESTUDIANTES
UNIVERSITARIOS
Revista de Peruana de Psicología y Trabajo Social 2012, Volumen 1- N° 1: 101-106

MOTIVOS DE ELECCIÓN DE CARRERA UNIVERSITARIA Y METAS


A FUTURO DE UN GRUPO DE ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS

STATEMENT OF CAREER CHOICE OF COLLEGE AND FUTURE


GOALS OF A GROUP OF COLLEGE STUDENTS

María del Carmen Aguilar Rivera1


Universidad de Deusto, Bilbao, España

Recibido 26 de Abril 2012, Revisado 28 de Abril, Aceptado 04 de Mayo 2012

RESUMEN

Se estudió la relación entre los motivos de elección de la carrera universitaria y las metas a futuro de un grupo
de 600 estudiantes universitarios, diferenciando los datos obtenidos en función al sexo, por medio de un
cuestionario elaborado para tal fin. Se aplicaron pruebas estadísticas como frecuencias y Chi Cuadrado. Los
resultados muestran que los varones asocian en mayor número, los motivos con las metas a futuro laborales,
de formación y afectiva como el contraer matrimonio. En las mujeres prevalece como meta trabajar y, en
menor medida que los varones, estudiar otra carrera o post-grado. El mundo futuro de los varones es más
amplio en cuanto metas que el femenino.

Palabras clave: Motivos de elección de carrera, metas a futuro, motivación, proyecto de vida.

ABSTRACT

The relationship between the reasons for choosing the college career and future goals of a group of
600 university students, separating the data according to sex, through a questionnaire developed for
this purpose. Statistical tests were applied as frequencies and Chi Square. The results show that men
associate in greater numbers, the reasons for the goals to future employment, training and emotional
as the marriage. Prevalent in women as a goal to work and to a lesser extent than men, study another
career or graduate school. The future world of men is broader in scope than the female.

Keywords: Reasons for career choice, future goals, motivation, life projects.

1 Contacto: aguilarivera@deusto.es

101
María del Carmen Aguilar Rivera

INTRODUCCIÓN

El presente estudio forma parte de otro más amplio, titulado “Perfil motivacional comparativo
por carreras de las distintas facultades de los estudiantes de la Universidad Católica Argentina”, en el
cuál se estudiaron variables motivacionales de un grupo de estudiantes universitarios de la Pontificia
Universidad Católica Santa María de los Buenos Aires.

Se define la motivación académica como “el conjunto de procesos implicados en la activación,


dirección y persistencia de las conducta” (Suarez & Fernández, 2004, p. 96) o sea aquello que activa
una determinada conducta, necesaria para alcanzar el objetivo planteado. La motivación es un cons-
tructo explicativo útil que posibilita la comprensión, predicción y control de la conducta. (Mayor
& Tortosa, 1995).

En el proceso motivacional acontecen situaciones relacionadas con la anticipación del deseo, el


surgimiento de un motivo y planificación de metas, para conseguir el propósito. Un motivo refiere
a un conjunto de pautas para la acción, emocionalmente cargadas, que implican la anticipación de
una meta u objetivo preferido (Huertas, 1997).

El motivo es algo que impulsa a actuar. Se presenta siempre como un impulso, una tendencia,
un deseo, una necesidad. No todos los motivos tienen un mismo origen, ni la misma intensidad.
Toda actividad está motivada por algún estímulo que impulsa a la acción, a la actividad. La conducta
motivada es un circuito cerrado en el cuál se pueden distinguir tres momentos principales: motivo,
conducta motivada y disminución o satisfacción de la necesidad.

Los motivos pueden denominarse intrínsecos y extrínsecos. Un motivo intrínseco es aquel que
determina conductas cuyos cambios inciden en el sujeto ya sea a nivel cognitivo, afectivo o de perso-
nalidad. Un motivo extrínseco es aquel que determina conductas cuyos cambios inciden fundamental-
mente en el exterior del sujeto, posibilitando la satisfacción de una necesidad (Mayor & Tortosa, 1995).

Los motivos de elección de carrera, se refieren a las causas para elegir una carrera y no otra,
teniendo significación en las elecciones vocacionales. Pensar sobre dichos motivos integra diversos
aspectos de la elección como las preferencias, intereses y aptitudes. En este estudio se indagó, por
medio de representaciones afirmativas, dichos motivos que se categorizaron en motivos de depen-
dencia, de realización personal y de futuro. Los primeros se refieren a motivos de elección en el cual
el sujeto es guiado por factores externos como el consejo de padres y amigos. Los motivos de reali-
zación personal son los que el sujeto reconoce como propios y tienen relación con factores internos
como los intereses y capacidades propias. Por último, los motivos de futuro, son los que describen
a la carrera con posibilidades laborales.

Las metas también constituyen uno de los componentes del proceso motivacional, siendo de-
finidos como los propósitos o fines que se desean alcanzar por el cual un motivo surge y llega a su
realización. Gámez y Marrero (2003, p. 122) definen una meta como “la representación cognitiva
de qué es lo que un individuo está intentando conseguir en una situación dada”.

Las metas a futuro son constitutivas del proyecto de vida, entendiéndolas como las intenciones a
alcanzar. El conocimiento de las mismas juega un papel relevante en el estudio de la motivación. Una
de las características más destacadas del ser humano es su capacidad para pensar y desplegar todo un
conjunto de acciones en relación con el futuro.

El proyecto de vida es la manera en que el hombre está en el mundo, expresa una elección ori-
ginal en circunstancias particulares, remite a la acción, no refiriéndose a la actividad presente ni
pasada sino a la acción que se articula con el futuro. Los motivos, intereses y metas están orientados
hacia el futuro (Díaz, 2006).

102
MOTIVOS DE ELECCIÓN DE CARRERA UNIVERSITARIA Y METAS A FUTURO DE UN GRUPO DE ESTUDIANTES
UNIVERSITARIOS

El hombre puede conocer su lugar en el mundo y representarse un conjunto de representaciones


de lo que todavía no está, hacer una selección y conformación de hechos pasados y presentes a la
luz de una intención futura (Guichard, 1995). Existe un proyecto personal cuando la persona ha
desarrollado por sí misma una cierta reflexión tanto de los medios disponibles como de los motivos
y metas, requiriendo la elaboración y consolidación de una identidad.

Casullo, Cayssials, Liporace, De Diuk y Arce, (2006) afirman que todo proyecto de vida está
basado en el conocimiento y en la información, sobre el propio sujeto, sus intereses, aptitudes y re-
cursos económicos, sobre las posibilidades y expectativas del núcleo familiar sobre la realidad social,
económica, cultural y política en la que se vive.

El individuo para resolver exitosamente las diferentes transiciones vitales, necesita estar moti-
vado hacia el futuro, o sea plantearse metas, ser consciente de sus valores, aptitudes, interés y capa-
cidades, y estar informado de las oportunidades que depara el futuro, ser capaz de construir planes
para llegar a las metas y disponente de estrategias mentales para evaluar su cumplimiento. (Díaz,
2006). En este estudio las metas a futuro se ordenan en metas de formación profesional, metas la-
borales y una de la esfera afectiva.

MÉTODO

Tipo de Investigación

La presente investigación tiene un enfoque cuantitativo. Es un estudio de tipo descriptivo y tras-


versal en el cuál se administró un cuestionario elaborado para tal fin y se aplicaron frecuencias y Chi
cuadrado como prueba de asociación.

Muestra

La muestra está constituida por 600 jóvenes universitarios que cursan estudios en la Pontificia
Universidad Católica Argentina Santa María de los Buenos Aires. De la misma, 362 (60,3 %) son
varones y 238 (39,7 %) son mujeres. Sus edades comprenden entre los 17 a 46 años (X= 21,08,
D.S= 3,071). Al diferenciar la variable edad en el sexo tenemos que en los varones la franja etaria va
desde los 17 a los 46 años (X= 21,47, D.S =3,445). La franja etaria de las mujeres comprende desde
los 17 hasta los 30 años (X= 20,48, D.S= 2,272). Con respecto a la variable curso, 236 (39,3%)
cursan 1º año, 203 (33,8%), 3 año y 161 (26,8%), 5º año. En relación a las carreras seleccionadas,
los sujetos se distribuyen de la siguiente manera: Música=82, (13,7 %), Agrarias =153 (25,5%),
Derecho= 73 (12,2%) e Ingeniería=105 (17,5%).

Procedimiento

En función de la recogida de la información se trata de un diseño de encuesta, mediante la técni-


ca de cuestionario. El procedimiento utilizado para la recogida de datos se llevó a cabo de la siguien-
te manera: se administró el cuestionario dentro de las aulas y en el horario de clases, con solicitud
previa de los profesores quienes permitieron utilizar parte de la carga horaria de sus materias. Los
sujetos leyeron el consentimiento informado y quienes lo firmaron recibieron el cuestionario. La
aplicación de los mismos fue realizada por un grupo de profesionales capacitados para tal fin. Una
vez recogidos los datos, se revisaron para eliminar los que no estaban correctamente contestados o
incompletos, de manera que de nuestra muestra formada por 666 alumnos, se pasó a obtener una
muestra real de 600 integrantes. Los análisis estadísticos se efectuaron con el S.P.P.S Versión 17.

103
María del Carmen Aguilar Rivera

RESULTADOS

En relación a la frecuencia con que un motivo fue elegido, la tabla 1 presenta las elecciones di-
ferenciadas por el sexo. A partir de la observación de las frecuencias obtenidas en los motivos de
elección de la carrera, tanto los varones como las mujeres priorizan las elecciones que responden a
factores internos y propios como los intereses y las capacidades. Ambos sexos, valorizan también
factores externos de la carrera como el campo laboral y las perspectivas en dicha área. Los motivos
de elección de carrera son los correspondientes a realización personal y futuro, mientras que los que
muestran dependencia no son preferentemente elegidos.

Tabla 1
Frecuencias de los motivos de elección de carrera

Motivos de elección de carrera Varones Mujeres


Responde a mis capacidades 43,6% 44,1%
Tiene buenas perspectivas laborales 45,6% 48,3%
Se asemeja a la carrera de hubiera querido seguir 20,9% 12,1%
Es la carrera que me aconsejaron mis padres 8,5% 7,1%
Salió en la Orientación Vocacional 8,7% 9,2%
Me gusta el campo laboral 60,7% 63,8%
Es la carrera que me aconsejaron mis amigos 1,6% 0,8 %
Por tradición familiar 8,8% 5%
Responde a mis intereses 75,1% 73,6%
Razones practicas 1,6% 1,3%

La tabla 2 muestra, con respecto a las metas a futuro, que la meta prioritaria para ambos grupos
es la de trabajar inmediatamente en la profesión. La formación académica es la meta que sigue en
preferencia con un porcentaje que va desde el 32% al 33,2 %. En las mujeres prevalecen estos
porcentajes cuando se refieren a casarse (38,2%) y a estudiar en el exterior (36,1%). Las metas
restantes no llegan a un 50 % en ninguno de los dos grupos.

Tabla 2
Frecuencias de las metas a futuro
Metas a futuro Varones Mujeres
Trabajar inmediatamente en mi profesión 80,1% 76,5%
Trabajar inmediatamente aunque no sea en mi profesión 11,9 % 6,3%
Seguir un postgrado en el país 32 % 33,2%
Irme al exterior a trabajar 24,3% 27,7 %
Irme al exterior a estudiar 27,7% 36,1 %
Casarme 20,7% 38,2 %
Estudiar otra carrera 12,2% 23,1 %

La relación entre los motivos de elección de la carrera y las metas a futuro, presentadas en la tabla
3, se obtuvieron con la prueba de asociación Chi Cuadrado. Los varones tienen asociados sus moti-
vos de elección de carrera con las metas del proyecto de vida en mayor proporción que las mujeres.
La meta a futuro compartida por ambos grupos es trabajar inmediatamente en su profesión, con
una ligera mayor proporción en las mujeres. El grupo masculino relaciona sus motivos con metas de
estudio estando presente solo en este grupo la meta estudiar en el exterior, asociada con motivos de
realización personal, futuro y dependencia. En forma igualitaria se presenta la meta estudiar otra
carrera, que se asocia tanto con motivos de dependencia como de realización personal y futuro.

104
MOTIVOS DE ELECCIÓN DE CARRERA UNIVERSITARIA Y METAS A FUTURO DE UN GRUPO DE ESTUDIANTES
UNIVERSITARIOS

En los varones los motivos se asocian tanto con metas laborales como de formación y afectivas
(casarse), mientras que en las mujeres prevalecen las metas laborales y en segundo término las de
formación.

Tabla 3
Motivos de elección de carrera y metas a futuro.

Motivos de Elección de Carrera Metas a Futuro Varón Mujer


Trabajar en mi profesión .005
Responde a mis capacidades
Estudiar en el exterior .044
Trabajar en mi profesión .004
Tiene buenas perspectivas laborales .080
Estudiar otra carrera
Trabajar en mi profesión 044 025
Trabajar aunque no sea en mi 009
Se asemeja a la carrera profesión
039
Estudiar otra carrera
Trabajar en mi profesión 008
Es la carrera que me aconsejaron mis padres
Estudiar otra carrera .098 .036
Trabajar en mi profesión .093
Salió en la Orientación Vocacional Casarme .059
Estudiar otra carrera 037
Trabajar en la profesión 001
Me gusta el campo laboral Estudiar en el exterior 014
Estudiar otra carrera 017
Trabajar en mi profesión .001 .016

Es la carrera que me aconsejaron mis amigos Estudiar en el exterior .001


Casarme .028
Estudiar otra carrera .000
Irme a trabajar al exterior .050
Tradición familiar
Estudiar otra carrera .019
Responde a mis intereses Trabajar en mi profesión .002 .048
Estudiar en el exterior .079
Razones prácticas
Casarme .005
Estudiar otra carrera .000

DISCUSIÓN

Los estudiantes universitarios evaluados, pertenecen a la categoría “estudiante-puro” (Cajide, et


al., 2002) ya que un 75,52 % no trabaja, tendencia que levemente comienza a revertirse en 5º año,
pero que no llega al 50 %. A pesar de lo mencionado, los motivos de elección de la carrera preva-
lecientes tienen que ver con el campo laboral, es decir, con las acciones específicas que permiten
desplegar lo aprendido en una situación real de trabajo, y en las perspectivas que la carrera tiene
que están íntimamente relacionadas con los intereses y capacidades de los estudiantes.

Desde esta visión se puede decir que los alumnos han realizado una elección ajustada o que han
elegido de manera consistente, articulando aspectos personales con aspectos de la carrera, prevale-
ciendo los motivos de realización personal y de futuro, en desmedro de los motivos de dependen-
cia, que no favorecen el autoconocimiento, ni la información detallada de las ofertas académicas y
laborales existentes.
105
María del Carmen Aguilar Rivera

Asimismo, son estudiantes que se proyectan al futuro trabajando en la profesión, es decir, que
aspiran a trabajar y seguir formándose en otra carrera universitaria. Futuro que es representado por
lo que se quiere ser y vivir. Puede afirmarse que son estudiantes que se proyectan en el futuro con
metas e intereses.

Las reflexiones aquí expresadas como conclusiones tienen que conducirnos a la creación de es-
pacios de diálogo e intercambio enmarcados en intervenciones orientadoras, donde los estudiantes
puedan hablar, compartir sus metas y expectativas, como también reflexionar sobre los motivos de
elección de su carrera articulados con dichas metas e informarse sobre las realidades ocupacionales
existentes, construir y reconstruir el proyecto de vida personal.

Conocer los motivos que llevaron a una elección vocacional supone un conocimiento de uno
mismo y la posibilidad de hacer un proyecto que significa imaginarse anticipatoriamente cumplien-
do un papel social y ocupacional, o sea proyectándose en roles ocupacionales.

Aprender a elegir es vital, siendo un largo camino que inicia antes que la persona empiece a pre-
guntarse por su futuro, basándose en el Aprender a Ser, aprendizaje que se realiza a lo largo de la vida
y que tiene una implicación práctica relevante dentro de las intervenciones de asesoría profesional:
incluir intervenciones orientadoras para el desarrollo de las expectativas a futuro en relación con las
causas de elección vocacional, planificar la propia carrera y recibir información actualizada sobre las
ofertas ocupacionales y laborales, sobre cursos de formación post-profesional y de especialización.

El aprendizaje a lo largo de la vida pretende una educación de calidad y una formación a lo largo
de la vida para todos, hacerlo realidad es crear oportunidades en todos los entornos para todas las
personas.

Referencias bibliográficas

Cajide, J., Porto, A., Abeal, C., Barreiro, E., Zamora, A., Exposito, J., Mosteiro, J., (2002). Competencias
adquiridas en la universidad y habilidades requeridas por los empresarios. Revista de Investigación
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Brouwer
Suarez, J. & Fernández, A. (2004). El aprendizaje autorregulado: variables, estrategias, motivaciones evaluación e
intervención. Madrid: Universidad Nacional a Distancia.

106
ESTRÉS LABORAL Y CONSUMO DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAS (SPA) DESDE UN ENFOQUE DE LA SALUD
OCUPACIONAL
Revista de Peruana de Psicología y Trabajo Social 2012, Volumen 1- N° 1: 107-118

ESTRÉS LABORAL Y CONSUMO DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAS (SPA)


DESDE UN ENFOQUE DE LA SALUD OCUPACIONAL

JOB STRESS AND CONSUMPTION OF PSYCHOACTIVE SUBSTANCES (SPA)


FROM AN APPROACH OF THE OCCUPATIONAL HEALTH

Walter L. Arias Gallegos1


Universidad Católica San Pablo, Arequipa, Perú

Recibido 15 de Abril 2012, Revisado 19 de Abril 2012, Aceptado 05 de Mayo de 2012

RESUMEN

El objetivo del presente trabajo fue establecer la relación que existe entre el estrés laboral y el consumo de
dos sustancias psicoactivas (SPA): el alcohol y el cigarro. Se evaluó a una muestra de 330 trabajadores (264
varones y 66 mujeres) con un rango de edad de 18 a 55 años, que laboran en cinco empresas de Arequipa.
Como instrumentos de investigación se utilizaron el Cuestionario de Estrés Laboral de Robert Karasek,
el Test de Identificación de desórdenes de uso de Alcohol (AUDIT) y el Test de Fagerstrom para detectar
tabaquismo. Los resultados muestran que existe un elevado consumo de alcohol en la muestra estudiada. El
26.51 por ciento de los sujetos cumple los criterios diagnósticos de una dependencia alcohólica. Se encontró
además, una relación positiva moderada entre el estrés laboral y el consumo de alcohol, mientras que el
consumo de cigarros no tiene una relación estadísticamente significativa con el estrés laboral.

Palabras clave: Sustancias Psicoactivas, estrés laboral, consumo, dependencia.

ABSTRACT

The aim of the present work was to establish the relation between job stress and two psychoactive substances
use (PAS): alcohol and cigarettes. We tested a sample of 330 workers (264 males and 66 female) with an age
range of 18 and 55 years old, who work in five businesses in Arequipa City. As research instruments there
were used, Robert Karasek’s Job Stress Questionnaire, Alcohol Use Disorder Identification Test (AUDIT) and
Fagerstrom Test. The results show high alcohol use in the sample tested. The 26.51 percent of subjects has
alcohol addiction according to AUDIT’s calcification criteria. It was found in addition, that exist a medium
positive relation between job stress and alcohol use, but cigarettes use and job stress have no statistical
significance relation.

Key words: Psychoactive substances, job stress, use, addiction.

1 Contacto: walterlizandro@hotmail.com

107
Walter L. Arias Gallegos

INTRODUCCIÓN

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (Organización Mundial de la Salud, 2004)


el 8.9 por ciento de la morbilidad mundial se asocia con el consumo de sustancias psicoactivas
(SPA). El tabaco supuso 4.1 por ciento de dicha carga y el alcohol 4 por ciento, mientras que las
drogas ilícitas el 0.8 por ciento. Esto no es más que un indicador de que el consumo de SPA tiene
un efecto negativo en la salud, con desenlaces muchas veces mortales. Por ejemplo, en Argentina 32
por ciento de las muertes y 28 por ciento de morbilidad por lesiones no intencionales registradas
en las salas de emergencia son atribuibles al consumo de bebidas alcohólicas (Alderete & Bianchini,
2008). De hecho, las muertes relacionadas con el consumo de alcohol ocupan el tercer lugar entre
las principales causas de muerte después del cáncer y las enfermedades del corazón (Bravo et al.,
2005).

El consumo de alcohol empero, no sólo es un problema de salud, sino que es también un proble-
ma social. En un estudio realizado en Cali, se muestra que la mayor prevalencia de SPA se encontró
en suicidios (47.8 por ciento), seguido de homicidios (35.2 por ciento) (Bravo et al., 2005). De este
modo, las SPA constituyen un factor de riesgo psicosocial. Los factores psicosociales son considera-
dos como “eventos y/o condiciones de carácter psicológico y social que tienen una relación directa
o indirecta con otros fenómenos o comportamientos y que pueden ser de orden causal, precipitante,
predisponente o simplemente concurrente de los mismos, de acuerdo con su presencia o ausencia
en circunstancias concretas” (Varela, Salazar, Cáceres, & Tovar, 2007, p. 32). Como factores sociales
que se relacionan con el consumo de SPA se tienen el funcionamiento familiar, el contacto o cer-
canía con personas consumidoras y la satisfacción de las relaciones interpersonales. Como factores
psicológicos que se relacionan con el consumo de SPA se encuentra la baja autoestima, el escaso
autocontrol, la falta de habilidades sociales y el uso de técnicas poco eficaces de afrontamiento.

En este contexto, la adolescencia constituye uno de los periodos más vulnerables para el consu-
mo de SPA (Herrera, Wagner, Velasco, Borges, & Lazcano, 2004). Por ejemplo, el ser mayor de 40
años y tener mayor nivel educativo se asocia con un bajo riesgo de consumo de alcohol (Alderete
& Bianchini, 2008), y podemos decir que con otras SPA, ya que el 50 por ciento de hombres y el
9 de mujeres de países en desarrollo son fumadores, mientras que el 35 por ciento de varones y el
22 por ciento de las mujeres de los países desarrollados son fumadores (Organización Mundial de
la Salud, 2004). Llama la atención que en los países desarrollados, el índice de consumo de cigarros
en mujeres casi triplica el índice de consumo de mujeres de países en vías de desarrollo. Creemos
que la respuesta se encuentra en las diferencias culturales, ya que este hallazgo supone que, a medida
que las mujeres adquieren mayor independencia socioeconómica, sus patrones de consumo de SPA
se asemejan más a los de los varones.

Un hecho preocupante, es que los índices de consumo de SPA legales va en aumento, a tal punto
que para el caso del alcohol, el 5.9 por ciento de la población urbana de México de 18 a 65 años,
cumple con los criterios de dependencia al alcohol. Además, el consumo es más prevalente entre
varones que entre mujeres: el 12 por ciento de hombres y el 2 por ciento de mujeres mostraron
un consumo peligroso de alcohol (Caraveo, Colmenares & Saldívar, 1999). En el Perú, los índices
de alcoholismo son también elevados, a tal punto que el Ministerio de Salud considera cuatro des-
órdenes psicológicos como ejes prioritarios dentro del Programa Nacional de Salud Mental. Estos
desórdenes son: trastornos de ansiedad, trastornos del estado del ánimo (depresión), alcoholismo y
violencia intrafamiliar. Desórdenes todos estos que se relacionan entre sí, ya que en muchos casos se
aprecia comorbilidad entre dos o más de estos cuadros clínicos. Por otro lado, aunque el consumo
de alcohol y de cigarrillos, está permitido legalmente, su consumo se asocia con el riesgo de utiliza-
ción de drogas ilegales (Herrera, et al., 2004).

Existen diversas hipótesis que explican el uso excesivo o adictivo de las SPA. Para el caso del ci-
garrillo, algunos estudios sugieren que la nicotina favorece el aprendizaje (Arroyo, Aldea, Fuenteal-

108
ESTRÉS LABORAL Y CONSUMO DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAS (SPA) DESDE UN ENFOQUE DE LA SALUD
OCUPACIONAL

ba, & García, 2002). Este hallazgo explicaría por qué diversas personas que realizan actividades de
tipo intelectual, suelen fumar. El alcohol que también tiene impacto en el sistema nervioso central
(SNC), y en particular en el cerebro, es capaz de atravesar la barrera hematoencefálica (BHE) en un
90 por ciento (Arias, 2005). Sus efectos activan los sistemas neuronales motivacionales que normal-
mente son activados por estímulos como la comida, el agua, el peligro y la pareja. De modo que el
cerebro es engañado, respondiendo como si el alcohol fuera una sustancia biológicamente necesaria.
(Organización Mundial de la Salud, 2004).

También se ha relacionado el consumo de SPA con las técnicas de afrontamiento, de modo que en
las mujeres prevalecen respuestas de afrontamiento por descarga emocional y búsqueda de apoyo,
mientras que en los varones predominan respuestas de aproximación frente al estrés laboral (Garce-
te, 2008), que incluyen el consumo de SPA. En ese sentido, algunos estudios han asociado el consu-
mo de SPA con personalidades psicopáticas (Sandín, 1995). Dado que en los varones las conductas
psicopáticas y agresivas son más prevalentes que en las mujeres, es posible que exista una relación
personalidad-estrés-estilo de afrontamiento.

Precisamente, otra hipótesis –que pretende ser demostrada en este estudio– supone que el con-
sumo de SPA como el alcohol o los cigarrillos, reduce la tensión emocional (Cuenya, 2006). Así por
ejemplo, el estrés se ha asociado con el consumo de alcohol, el tabaquismo y el uso de drogas ilegales
(Ríos & Godoy, 2005). En los EE.UU. el 50 por ciento de las personas con algún trastorno mental
padece también de dependencia a SPA en comparación con un 6 por ciento de la población general
(Organización Mundial de la Salud, 2004).

Otras investigaciones informan que el estrés y el síndrome de Burnout han sido relacionados con
el consumo de drogas (Barreiro et al., 2001). Las SPA y su consumo se relacionan también con di-
versas alteraciones psicológicas como la ansiedad, la depresión y el estrés. Algunos estudios reportan
que los sujetos con alto nivel de estrés se asociaron con síntomas de depresión (Martínez, Medina
& Rivera, 2005). La Organización Mundial de la Salud (2004) ha reportado que un 80 por ciento
de personas que tiene dependencia al alcohol tiene síntomas de depresión. Esta relación alcohol-
depresión es coherente con el hecho de que la acción psicofisiológica y farmacodinámica del alcohol
es fundamentalmente depresiva (Arias, 2005).

Ahora bien, el consumo de SPA puede verse mediado por el estrés laboral. Según Hernández,
Romero, González de Rivera, & Rodríguez (1997), los conflictos laborales predicen una amplia
variedad de desórdenes psicopatológicos como el consumo de SPA. Asimismo, los efectos negativos
del estrés en el trabajador pueden ser fisiológicos, cognitivos y motores; dentro de los que se ubica
el consumo de SPA (Rodríguez, Roque & Molerio, 2002). Lucas Cuenya (2006) obtuvo resultados
similares: los jóvenes que presentaron un consumo moderado de alcohol tenían mayores puntua-
ciones en las medidas de estresores ocupacionales. También se encontró que el soporte social se
correlaciona negativamente con dichos estresores de tipo laboral.

Así pues, entre los factores estresantes en el trabajo se tiene aquellos que son intrínsecos al pro-
pio trabajo, los relacionados con el desempeño de roles, con las relaciones interpersonales y con la
estructura organizacional (Rodríguez, et al., 2002). Pero como indica Garcete (2008) no pueden
obviarse otros factores como la inestabilidad laboral, la insatisfacción en el trabajo, la sobrecarga
laboral, el clima organizacional y la desocupación. En ese sentido, cabe mencionar que entre los
desempleados se ha reportado un incremento del consumo de marihuana, cocaína y alucinógenos
(Valencia & Pérez, 2005).

El área laboral y el tipo de trabajo es otro factor de riesgo de consumo de alcohol y drogas. Algu-
nos estudios reportan que los médicos tienen mayor consumo de drogas que otros grupos profesio-
nales (Martínez, et al., 2005), aunque otros profesionales del sector salud también están incluidos
en esta lista. Por ejemplo, un estudio de Otero, Huerta y Duro (2008) informó que el personal

109
Walter L. Arias Gallegos

médico presenta mayores probabilidades de padecer trastornos adictivos, mientras que de acuerdo
con Barreiro et al. (2001) un alto porcentaje de los anestesiólogos de Uruguay consumen SPA.

Más allá de las diferencias entre los grupos profesionales, en la Argentina, un estudio reciente
reportó que de 5.000 trabajadores 700 consumía drogas, con negativas y diversas consecuencias en
las actividades productivas (Valencia & Pérez, 2005). En Estados Unidos, se estima que el 10 por
ciento de la fuerza laboral tiene problemas de alcoholismo y que ello representa un costo de 9 mil
millones de dólares anuales para la economía de ese país y de las empresas (Schultz, 1998).

La seguridad en el trabajo se ve seriamente vulnerada por el consumo de SPA. Carreño, Medina,


Martínez, Juárez, y Vázquez. (2006) reportaron que en 277 trabajadores que laboran en una texti-
lería mexicana, el consumo de alcohol se relacionaba con el estrés y los accidentes relacionados con
el uso de maquinaria. Otras cifras sugieren que del 15 al 30 por ciento de los accidentes laborales
se deben al consumo de drogas y del 20 al 25 por ciento de los accidentes afectan a personas que se
encuentran intoxicadas.

La Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (FIESP), ha reportado que en el Brasil, el
consumo de alcohol se relacionaba con el 50 por ciento de ausentismo. Además los riesgos de acci-
dentes se quintuplican en los centros de trabajo. El consumo de SPA se relaciona con el 15 o 30 por
ciento de accidentes laborales, se multiplican por 8 los gastos de hospitalización y se triplica el uso
de seguros sociales (Valencia & Pérez, 2005).

Todas estas cifras sugieren que es vital atender al problema del consumo de las SPA, ya que traen
consecuencias nefastas para la salud de quien las consume y para las empresas que soslayan su impor-
tancia en el proceso de producción. En ese sentido es fundamental entender que los recursos huma-
nos constituyen un recurso estratégico como capital humano. Si como hemos dicho el deterioro de
la calidad de vida laboral en una determinada organización y los niveles de estrés pueden repercutir
negativamente sobre sus RR.HH. (Rodríguez, et al., 2002), es necesario dar un viraje al enfoque
con que se hace empresa en América Latina, para invertir en el trabajador a través de medidas y dis-
posiciones preventivas que contribuyan con su salud ocupacional y la seguridad en el trabajo.

El presente trabajo tiene por objetivo el analizar la relación que presumiblemente existe, entre el
consumo de SPA y el estrés laboral en diversas empresas e industrias de Arequipa.

MÉTODO

Muestra

La muestra está constituida por 330 trabajadores (264 varones y 66 mujeres) de diversas empre-
sas de Arequipa con un rango de edad de 18 a 55 años de edad. 80 de ellos laboran en la Empresa
Alprosa S.A. (55 varones y 25 mujeres de entre 30 a 45 años), 75 laboran en la Empresa Imco (70
varones y 5 mujeres de entre 28 a 48 años), 46 laboran en la Empresa Proveedores Mineros S.A.C.
(24 varones y 22 mujeres de entre 18 a 55 años), 89 laboran en la Cadena de Tiendas Topy Top (51
varones y 38 mujeres de entre 18 y 41 años) y 40 laboran en la Empresa Orus (36 varones y 4 mu-
jeres de entre 25 a 45 años). Todos los sujetos fueron seleccionados mediante métodos de muestreo
no probabilístico (muestro por cuotas) por conveniencia.

Instrumentos

Se trabajó con tres instrumentos de investigación con el fin de identificar los niveles de estrés
laboral y el grado de dependencia hacia el alcohol y el tabaco. Las pruebas psicológicas empleadas
fueron las siguientes:

110
ESTRÉS LABORAL Y CONSUMO DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAS (SPA) DESDE UN ENFOQUE DE LA SALUD
OCUPACIONAL

• Cuestionario de Estrés Laboral de R. Karasek, que consta de 29 preguntas con una escala
de respuesta tipo likert que ofrece cuatro alternativas: 1) totalmente en desacuerdo, 2) en
desacuerdo, 3) de acuerdo y 4) completamente de acuerdo. Este test se basa en la teoría de
Robert Karasek sobre el estrés laboral. Comprende tres dimensiones: control, exigencias
del trabajo y apoyo social. Cuenta además con un índice de confiabilidad de 0.89.

• Test de Identificación de Desórdenes de Uso de Alcohol (Alcohol Use Disorder Identi-


fication Test - AUDIT) que consta de 10 preguntas con cinco alternativas de respuesta tipo
likert que se puntúan de 0 a 4. Se utilizó el formato validado por el Ministerio de Salud de
la República del Perú.

• Test de Fagerstrom para tabaquismo que consta de 6 preguntas con respuestas cerradas
con diverso número de alternativas. Este test también ha sido validado por el Ministerio de
Salud y se recomienda su uso como instrumento de tamizaje dentro del Programa de Salud
Mental.

Procedimiento

Todos los trabajadores fueron evaluados de forma individual en su centro de labores, con el
consentimiento de su supervisor o jefe directo. Se contó con la participación de tres colaboradores
que fueron entrenados en la aplicación y calificación de las pruebas psicológicas utilizadas, durante
el lapso de dos semanas. El recojo de la información se realizó entre los meses de setiembre y no-
viembre del 2009.

RESULTADOS

Los resultados se muestran a continuación de forma global y también de forma individual por
empresa, pero para mantener la confidencialidad de la procedencia de los datos, éstos se presentan
con letras reservando el nombre de la empresa de procedencia. Asimismo, sólo se presentan los
porcentajes, mas no las frecuencias de respuesta para evitar la identificación de las empresas de pro-
cedencia de los sujetos evaluados. No se hace la distinción por género debido a la falta equivalencia
de los grupos.

Con respecto a algunos datos sociodemográficos, se tiene que el 49.3 por ciento de los sujetos
son solteros, frente a un 50.7 por ciento que son casados. No se reportó ningún trabajador o trabaja-
dora en estado de viudez o de divorcio. Las edades de los participantes se distribuyen de la siguiente
manera: El 41.3 por ciento tiene entre 18 a 25 años, el 36 por ciento tiene entre 26 y 35 años, el
12 por ciento tiene entre 36 y 40 años y el 10 por ciento de la muestra tiene entre 41 a 55 años de
edad. De lo que se desprende que el 77.3 por ciento de la muestra es gente joven.

Con respecto a la valoración del estrés laboral, la tabla 1 muestra que en la empresa A, el 33.3 de
los trabajadores tiene un nivel bajo de estrés, el 46.70 por ciento tiene un nivel moderado y el 20
por ciento tiene un nivel alto. En la empresa B el 41.5 de la muestra perteneciente a esta empresa
tiene un nivel bajo de estrés, el 35 por ciento tiene un nivel moderado y el 23.5 tiene un nivel alto.
La empresa C tiene los valores más elevados de estrés laboral, con un 25.1 por ciento de los traba-
jadores que tienen un nivel bajo, un 30.64 que tienen un nivel moderado y un 44.26 que tiene un
nivel alto. En la empresa D el 48.20 de la muestra tiene un nivel bajo de estrés laboral, 38 por ciento
tiene un nivel moderado y 13.8 por ciento un nivel alto. En el caso de la empresa se registraron los
valores más bajos de estrés laboral, ya que el 66.5 por ciento de loa trabajadores presenta un nivel
bajo, frente a un 31.22 que tiene un nivel moderado de estrés y un 2.25 de los trabajadores que
tiene un nivel alto.

111
Walter L. Arias Gallegos

Tabla 1.
Porcentajes de nivel de estrés laboral

Bajo Moderado Alto


% % %
Empresa A 33.30 46.70 20
Empresa B 41.50 35 23.50
Empresa C 25.10 30.64 44.26
Empresa D 48.20 38 13.80
Empresa E 66.50 31.25 2.25

Tenemos entonces, como se aprecia en la tabla 1, que los resultados de la evaluación del estrés
laboral son variados. Mientras la empresa C registra las puntuaciones más elevadas de estrés (44.26
por ciento), la empresa E registra las puntuaciones más bajas en un 66.50 de su muestra. Con ex-
cepción de las empresas D y E los niveles de estrés de los trabajadores son alarmantes. En tanto que
entre las empresas A y B no existen diferencias significativas, como es el caso de las empresas C y E.
En la figura 1 se pueden apreciar mejor las diferencias entre las cinco empresas.

70
60
50 A
40 B

30 C
D
20
E
10

0
Bajo Moderado Alto

Fig. 1. Niveles de estrés laboral de los trabajadores

La tabla 2 muestra la valoración del consumo de alcohol, que arroja cifras igualmente preocupan-
tes que en el caso del estrés laboral. En la empresa A, el 61 por ciento de los trabajadores no tienen
problemas con el consumo de alcohol, el 13.3 por ciento de los trabajadores puede considerarse en
riesgo de desarrollar una dependencia y el 25.3 por ciento tiene conductas de consumo que denotan
una probable dependencia al alcohol. En el caso de la empresa B, el 53 por ciento de los trabajadores
no tiene problemas de consumo de alcohol, frente a un 31 por ciento que puede considerarse en
riesgo y un 16 por ciento que tiene una probable dependencia. En la empresa C, el 70 por ciento de
los trabajadores no tiene problemas con el consumo de alcohol, el 9 por ciento es bebedor en riesgo
y el 21 por ciento tiene una probable dependencia alcohólica. La empresa D, registra los valores
más bajos de consumo de alcohol, ya que el 79 por ciento no tiene problemas con el alcohol, el 12
por ciento puede considerarse como bebedor en riesgo y el 9 por ciento tiene una probable depen-
dencia. Caso contrario es el de la empresa E, donde el 15 por ciento de los trabajadores no tiene
problemas de consumo de alcohol, el 23.75 por ciento se ubica en la categoría de posible bebedor y
el 61.25 por ciento se considera probablemente como dependiente al alcohol. Es decir, que en este
grupo se registraron los valores más elevados de consumo de alcohol.

112
ESTRÉS LABORAL Y CONSUMO DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAS (SPA) DESDE UN ENFOQUE DE LA SALUD
OCUPACIONAL

Tabla 2.
Porcentajes de consumo de alcohol
Sin Bebedor Probable
problemas en riesgo dependencia
% % %
Empresa A 61.4 13.3 25.3
Empresa B 53 31 16
Empresa C 70 9 21
Empresa D 79 12 9
Empresa E 15 23.75 61.25

En la figura 2 se pueden apreciar las diferencias entre las cinto empresas con respecto al consumo
de alcohol.

80
70
60
A
50
B
40
C
30 D
20 E
10
0
Sin prob. Riesgo Depend.

Fig. 2. Consumo de alcohol de los trabajadores

El consumo de tabaco (tabla 3), registra valores más saludables que en el caso del estrés laboral
y el consumo de alcohol. En la empresa A el 56 por ciento de los trabajadores tienen un consumo
muy bajo de cigarros, el 17.3 por ciento tiene un consumo bajo, el 12 por ciento tiene un consumo
medio y alto, y el 2.7 por ciento tiene un consumo muy alto de cigarrillos. Para el caso de la empresa
B, el 31 por ciento de la muestra tienen un nivel de consumo muy bajo, el 25.4 tiene un consumo
bajo, el 26 por ciento medio, el 13 por ciento tiene un nivel de consumo alto y el 4.6 por ciento
tiene un consumo muy alto. En la empresa C se encuentran los trabajadores con un menor índice
de consumo de cigarrillos: el 69.3 por ciento tienen un nivel muy bajo, el 14.6 tiene un nivel bajo,
el 15.4 tiene un nivel medio y el 0.7 por ciento tiene un nivel muy alto de consumo de cigarros.

Tabla 3.
Porcentajes de dependencia al tabaquismo

Muy Muy
Baja Media Alta
baja alta
% % % % %
Empresa A 56 17.3 12 12 2.7
Empresa B 31 25.4 26 13 4.6
Empresa C 69.3 14.6 15.4 ---- 0.7
Empresa D 15.7 47.5 21 9.8 6
Empresa E 14.9 27.1 35 14 9

113
Walter L. Arias Gallegos

La empresa D y la E tienen el registro más elevado de consumo de cigarros. En la empresa D el


15.7 de los trabajadores tiene un nivel muy bajo, el 47.5 tiene un nivel bajo, el 21 por ciento tiene
un nivel medio, el 9.8 por ciento tiene un nivel alto y el 6 por ciento tiene un nivel muy alto de
consumo de cigarros. Sin embargo, en la empresa E es donde existe una mayor cantidad de fumado-
res, ya que el 14.9 por ciento tiene un nivel muy bajo, el 27.1 por ciento tiene un nivel bajo, el 35
por ciento tiene un nivel medio de consumo, el 14 por ciento tiene un nivel alto y el 9 por ciento
tiene un nivel de consumo muy alto de cigarrillos. La figura 3 ilustra estos resultados de forma
comparativa.

70
60
50
A
40
B
30
C
20
D
10 E
0
Muy Bajo Medio Alto Muy
bajo alto

Fig. 3. Consumo de cigarros de los trabajadores.

Finalmente, con respecto a los índices de correlación entre el estrés laboral y el consumo SPA,
la tabla 4 permite apreciar que en el caso de las empresas A, B, C y D existe una relación positiva,
aunque en la mayoría de los casos esta relación es baja o moderada, con excepción de la empresa A
donde se encontró una relación significativa entre el estrés laboral y el consumo de SPA (r=0.726),
vale decir que de cada 100 trabajadoras que laboran en la empresa A, 72 beben alcohol cuando están
estresados. Un hecho llamativo que contradice nuestra hipótesis se da en el caso de la empresa E, en
la que el índice de correlación es altamente significativo (-0.868) pero de forma negativa. Es decir
que los trabajadores de esta empresa beben más cuando tienen menos estrés laboral.

Tabla 4.
Correlación entre estrés laboral y consumo de SPA

Estrés laboral Estrés laboral


Rxy y consumo de y consumo de
alcohol cigarro
Empresa A 0.726* 0.289*
Empresa B 0.336* -0.082
Empresa C 0.165 0.009
Empresa D 0.486* 0.277*
Empresa E -0.868* 0.164
p < 0.05

114
ESTRÉS LABORAL Y CONSUMO DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAS (SPA) DESDE UN ENFOQUE DE LA SALUD
OCUPACIONAL

Por otro lado, las correlaciones entre el estrés laboral y el consumo de cigarrillos arrojan índices
poco significativos, que aunque en la mayoría de los casos (Empresas A, C, D y E) muestran una
relación positiva entre las dos variables, ésta es solamente baja (ver tabla 4). Puede decirse a manera
de conclusión sobre los resultados obtenidos, que el estrés laboral se relaciona moderadamente con
el consumo de alcohol de los trabajadores, pero que el consumo de cigarrillos no tiene más que una
relación muy limitada con el estrés laboral.

DISCUSIÓN

La salud ocupacional es un componente muy importante de la vida laboral en la actualidad. Las


empresas deben atender la problemática de la salud ocupacional pues además de representar una
obligación legal, conlleva a pérdidas económicas para las empresas. Las cifras reportadas sugieren
que del 30 al 50 por ciento de los trabajadores están expuestos a riesgos físicos, químicos, biológi-
cos, etc., y que de 120 millones de accidentes laborales anuales, 200,000 son mortales. En conse-
cuencia, cada año se reportan entre 68 a 157 millones de enfermedades ocupacionales (Rodríguez,
et al., 2002).

La salud ocupacional en general y la salud mental ocupacional en particular, demandan una res-
puesta inmediata para prevenir la incidencia de diversos desórdenes psicológicos que suelen pre-
sentarse en el trabajo o bien se asocian con las demandas laborales. El estrés laboral, la ansiedad,
la depresión, el síndrome de Burnout y la dependencia o el abuso del consumo de SPA, son sólo
algunas de las manifestaciones clínicas que pueden tener un origen en diversas variables asociadas al
trabajo, como el clima organizacional, la sobrecarga laboral, las rotaciones, los horarios de trabajo,
la organización jerárquica, el tipo de liderazgo, etc.

En este estudio, se pretendió establecer una relación entre el estrés laboral y el consumo de dos
SPA como son el alcohol y el cigarro. Con respecto al primer punto, el consumo de alcohol tiene
consecuencias nefastas para la salud de trabajador como para la empresa. En ese sentido, algunas
cifras sugieren que los consumidores de alcohol padecen de 2 a 4 veces más accidentes que los no
consumidores, siendo el ausentismo laboral de 2 a 3 veces mayor que en los demás empleados. En
general, se estima que el porcentaje de trabajadores que abusan del alcohol en el trabajo es de 40 a
70 por ciento (Carreño et al., 2006). Con respecto al consumo de cigarro, las enfermedades que
surgen como una consecuencia de su consumo conllevan a ausentismo laboral y gastos hospitalarios
que son asumidos en muchos casos por las empresas.

Se ha planteado que el estrés laboral puede relacionarse con el consumo de SPA (Barreiro et al.,
2001; Martínez, et al., 2005), en ese sentido, hemos encontrado que existe una relación positiva
moderada entre el estrés laboral y el consumo de alcohol, en tanto que entre el estrés laboral y el
consumo de cigarros, sólo se aprecia una relación muy baja, pero positiva en términos generales.

Suponemos que las diferencias encontradas, pueden obedecer a factores culturales, ya que el
consumo del alcohol es un hábito sumamente extendido en nuestro país, mientras que el consumo
de cigarros no lo es a un grado tan alarmante. Precisamente, un dato que debe atenderse como sig-
no de alarma es la elevada cantidad de consumidores de alcohol, ya que el 26.51 por ciento de los
sujetos evaluados cumple los criterios de una probable dependencia alcohólica de acuerdo con las
normas de calificación del AUDIT.

Parece ser entonces que los trabajadores suelen consumir alcohol cuando se sienten estresados,
ya que el 42 por ciento de los sujetos que conforman la muestra beben alcohol cuando tienen estrés.
No puede decirse lo mismo del consumo de cigarros, ya que un número muy bajo (4.6 por ciento)
califica como dependiente al consumo de esta sustancia y un 9.76 por ciento se considera que tiene
un consumo alto de cigarros.

115
Walter L. Arias Gallegos

Consideramos que las empresas pueden hacer mucho por prevenir el consumo de SPA desde el
trabajo. La capacitación de los trabajadores sobre las consecuencias del consumo excesivo de alco-
hol, la detección de los casos y su correspondiente derivación ante especialistas, son medidas que
son útiles para prevenir primaria, secundaria y terciariamente el alcoholismo en el trabajo (Schultz,
1998).

La prohibición o control de la venta de cigarros y de alcohol en el trabajo o en diversas activi-


dades extralaborales (encuentros deportivos, conciertos, fiestas familiares, etc.), el diseño de pro-
gramas de prevención, la aplicación de sanciones, evaluaciones médicas y psicológicas constantes
además de los respectivos seguimientos para los casos detectados como en riesgo de dependencia;
son algunas medidas que también pueden ser adoptadas, pero sólo resultarán eficientes si parten de
una política y un ideario afín con la promoción de la salud mental en el trabajo

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117
Walter L. Arias Gallegos

118
PSICOPATOLOGÍA Y DISCAPACIDAD INTELECTUAL

Revista de Peruana de Psicología y Trabajo Social 2012, Volumen 1- N° 1: 119-128

PSICOPATOLOGÍA Y DISCAPACIDAD INTELECTUAL


PSYCOPATHOLOGY AND INTELLECTUAL DISABILITY

Daniel Paredes1; Antonio Flores; Rocío Díaz


Departamento de Psicología, Centro Ocupacional APROSUBA, Badajoz, España.

Recibido 24 de Abril 2012, Revisado 27 de Abril, Aceptado 07 de Mayo 2012

RESUMEN

La discapacidad intelectual es una realidad de vida multidimensional. Dentro de este planteamiento


conceptual, la salud mental tiene una importancia clave pues será un gran inhibidor o un buen facilitador del
funcionamiento general de la persona. En el presente artículo se exponen las principales causas que provocan
la enfermedad mental. Se revisan y valoran los modelos de psicopatología que han sido aplicados hasta la
fecha. Se analizan las principales dificultades que se deben sortear a la hora de realizar estudios de prevalencia.
Y se exponen de manera valorada los tres principales grupos de estrategias de intervención orientados a la
gestión clínica o la solución de los problemas de salud mental en las personas con discapacidad intelectual.

Palabras clave: Discapacidad intelectual. Psicopatología. Estrategias de tratamiento.

ABSTRACT

Intellectual disability is a multidimensional fact of life. Within this conceptual approach, mental health
is of key importance as it will be a major inhibitor or a good facilitator of the overall functioning of the
person. This article outlines the main causes of mental illness. Psychopathologic methods that have been
implemented to date are reviewed and evaluated. It analyzes the main difficulties to be overcome when
prevalence studies. Finally, the three main groups of intervention strategies aimed at the clinical management
or resolution of mental health problems in people with intellectual disabilities are assessed.

Key words: Intellectual disability. Psychopathology. Treatment Strategies.

1 Contacto: dapago@cop.es

119
Daniel Paredes; Antonio Flores; Rocío Díaz

INTRODUCCIÓN

La realidad de vida de las personas con discapacidad intelectual es multidimensional (Asociación


Americana para la Discapacidad Intelectual y del Desarrollo, 2010). Quiere decir esto que en la per-
sona se implican, manteniendo relaciones mutuas y constantes, tanto las habilidades y limitaciones
intelectuales como la conducta adaptativa, la salud física y mental, la participación social y el contex-
to físico y social. Hacer operativos los apoyos individualizados en cada una de estas dimensiones a fin
de mejorar la calidad de vida supone enfrentarse a dificultades estratégicas y técnicas muy variadas;
pues dado que la persona es única su plan de apoyos debe ser individualizado.

La salud mental de las personas con discapacidad intelectual puede ser una excelente facilitadora
o una gran inhibidora de su funcionamiento. Por esto la enfermedad mental y las alteraciones de la
conducta representan uno de los mayores retos asistenciales para los profesionales que proporcionan
apoyos a estas personas.

Distintas son las dificultades de los errores. Antes de desarrollar el tema central del presente
trabajo es conveniente destacar dos asuntos que son de vital importancia y que, sin duda, facilitarán
la utilización aplicada de los contendidos que se exponen.

El primero, es prevenir la caída en el error de un fenómeno singular que se tiene con este co-
lectivo: el eclipsamiento diagnóstico. Éste supone atribuir determinados signos y síntomas propios
de la enfermedad mental a características propias de la discapacidad intelectual de la persona, lo
cual genera un sesgo diagnóstico que oculta la verdadera causa del desajuste emocional y/o com-
portamental. Este sesgo provoca intervenciones y tratamientos erróneos, cuando no perjudiciales,
o la ausencia ignorante de los mismos. Jopp y Keys (2001) proponen precisar mejor las decisiones
clínicas, prestando más atención a la incidencia de los procesos que provocan el eclipsamiento, sobre
todo en la vigilancia de las variables ambientales y contextuales, y realizar exploraciones clínicas más
completas utilizando diversas metodologías cualitativas y cuantitativas.

Segundo es la precisión de que antes de iniciar cualquier intervención es necesario contar con
una buena y completa evaluación psicodiagnóstica. La cual debe basarse en la evidencia científica
resultante de la aplicación de técnicas y pruebas de fehaciente validez y fiabilidad, haber tenido en
cuenta las capacidades y limitaciones personales del individuo y haberse realizado sobre una revisión
exhaustiva del historial evolutivo, familiar, educativo, médico, farmacológico, forense, psiquiátrico
o de otros ámbitos del sujeto.

CAUSAS DE LOS TRASTORNOS MENTALES EN LAS PERSONAS CON


DISCAPACIDAD INTELECTUAL

Tradicionalmente se ha sostenido que las causas de los trastornos mentales en las personas con
discapacidad intelectual deben ser similares a las de los individuos con una inteligencia normal.
Sin embargo, la experiencia clínica apunta en otra dirección, y además de las causas comunes en la
población ordinaria pueden encontrarse otras que hacen más vulnerables a los sujetos de esta subpo-
blación al trastorno mental.

Se pueden diferenciar tres grandes grupos de factores que interactúan entre sí y que determinan
la aparición de una enfermedad mental o que hacen a la persona con discapacidad intelectual más
vulnerable a ella (Deb, Matthews, Holt & Bouras, 2001; Novell, Rueda & Salvador-Carulla, 2003;
Sevin & Matson, 2003).

120
PSICOPATOLOGÍA Y DISCAPACIDAD INTELECTUAL

Factores biológicos

Las alteraciones en la función cerebral, muy presentes en la discapacidad intelectual, podrían


predisponer al desarrollo de un trastorno mental o de conducta. En su caso la epilepsia está presente
entre el 14% y el 24% de esta población.

Los fenotipos comportamentales de origen genético pueden asociarse a alteraciones conductua-


les y enfermedades mentales específicas. Por ejemplo, el síndrome de X frágil suele acompañarse
de hiperactividad y tendencia a la ansiedad o el síndrome velo-cardio-facial a una mayor frecuencia
en la esquizofrenia. Algunos trastornos endocrinos y metabólicos, como la disfunción de la glándula
del tiroides presente en un 30% de personas con síndrome de Down, se asocian a síntomas de en-
fermedad mental.

Factores psicológicos

En este grupo se incluyen aquellos factores que contribuyen, por un lado, a la baja autoimagen
del individuo y, por otro, a limitar el repertorio de funciones mentales de la persona. La mayoría
de los sujetos con discapacidad intelectual especialmente en el rango límite y ligero (80% de los
casos totales) son conscientes de sus limitaciones pero suelen encubrirlas y/o negarlas. Esto, unido
a los handicaps en el pensamiento conceptual y en la capacidad de comunicación puede generarles
problemas a la hora de desarrollar estrategias de afrontamiento emocional y de adaptación social.

Entre los factores psicológicos más influyentes, además del propio déficit en la inteligencia,
estarían la alteración del juicio social y la falta de iniciativa en las relaciones interpersonales, la baja
autoestima, la baja tolerancia al estrés y las frustraciones, el uso de estrategias de afrontamiento in-
adecuadas o las pocas habilidades de solución de problemas por déficits en el pensamiento abstracto.

Factores ambientales y socioculturales

Muchos de los sujetos con discapacidad intelectual están sometidos a diferentes tipos de
estrés ambiental, quizás incluso más intenso que las personas sin dicha discapacidad. Por ejemplo,
en los sujetos sin comunicación verbal que conviven en grupos donde se les demanda conformidad
y sumisión las explosiones conductuales pueden ser sólo una manera de comunicar sus sentimientos
o de intentar asumir algún control sobre la situación. Algunos integrantes de este grupo de factores
serían los problemas en las relaciones interpersonales, la sobreprotección, la falta de apoyo emocio-
nal o las excesivas demandas para con las capacidades reales.

MODELOS DE ANÁLISIS DE LA PSICOPATOLOGÍA EN LA


DISCAPACIDAD INTELECTUAL

Entre los modelos de psicopatología que han sido aplicados para comprender y solucionar
los problemas de salud mental de las personas con discapacidad intelectual pueden destacarse cinco.
Los cuatro primeros que se expondrán fueron analizados por Sevin y Matson (2003). El quinto, y
último, fue analizado por Griffiths, Stavrakaki, y Summers (2002).

Modelo Psicodinámico
Este modelo, basado en la teoría psicoanalítica freudiana, plantea que las alteraciones emocio-
nales y conductuales de las personas con discapacidad intelectual son el resultado primario de un
Yo débil y deficitario que provocarían una falta de desarrollo de los mecanismos de defensa. En fun-
ción de estas limitaciones el sujeto quedaría atrapado en rígidos patrones de conducta socialmente
inadecuados y funcionalmente inadaptados frente a los que se podrá hacer muy poco. El modelo

121
Daniel Paredes; Antonio Flores; Rocío Díaz

carece, al menos por ahora, de apoyos empíricos que justifiquen su aplicación fiable a personas con
discapacidad intelectual.

Modelo Conductual

Basado en los paradigmas conductistas de autores como Pavlov o Skinner este modelo plantea
que la conducta es función de sus consecuencias. El repertorio conductual del sujeto se desarrollará
a través de un complejo sistema de relaciones con el medio ambiente. Además, todas las conductas,
incluso las desadaptadas, se supone que han estado inmersas en un proceso de aprendizaje. El mode-
lo ofrece varias explicaciones complementarias a la presencia de problemas conductuales en perso-
nas con discapacidad intelectual: (1) determinadas anormalidades fisiológicas o anatómicas pueden
alterar la relación estimulo-respuesta-contingencia; (2) la ausencia de un reforzamiento ambiental
adecuado, por insuficiente, impide que el sujeto añada a su repertorio conductual comportamientos
adaptados; (3) el castigo de determinadas conductas evita la aparición de conductas adaptadas y (4)
un reforzamiento de respuestas inadecuadas fuerza la aparición y el mantenimiento en el repertorio
de sujeto de conductas inadaptadas y/o inadecuadas a los requerimientos ambientales y/o contex-
tuales.

El modelo conductual ha contribuido, fundamentado en evidencias, de manera determinante a


entender los comportamientos problemáticos de las personas con discapacidad intelectual; y aún no
siendo la panacea sí que ha aportado técnicas ciertamente útiles y decisivas para las prácticas clínicas.

Modelo del Biodesarrollo

Este modelo se basa y apoya en la evolución ontogenética del sujeto y en su relación con una
serie de variables extrínsecas. Pone especial énfasis en ciertos periodos críticos y repercusiones en la
maduración emocional. Entre los factores que reciben mayor atención en el modelo se encuentran
la historia familiar, la genética del sujeto y su organización bioneurológica, el sistema sensorial y
motor, las capacidades intelectuales, la organización psicológica de las emociones y la personalidad,
las relaciones psicoambientales y la naturaleza de los servicios de apoyo. Pese a su bienintencionado
planteamiento el modelo ha recibido hasta la fecha pocos apoyos empíricos.

Modelo de la Competencia social

Desde una perspectiva socioambiental, el principal punto en el que se apoya el modelo es la


evolución psicosocial del sujeto a lo largo de su vida y cómo el resultado de cada momento de esa
evolución influye en su estabilidad emocional. Marca además la importancia de determinados facto-
res como la autoimagen positiva, la conformidad con la cultura y la competencia social con respecto
a las exigencias psicosociales del entorno.

Modelo Integrativo

Este quizás sea el más idóneo y el que mejores resultados ofrece. Plantea la búsqueda de hipótesis
clínicas basándose en las interrelaciones de tres áreas clave de la vida del sujeto. La biológica, en la
que se agrupan factores como la salud orgánica, psiquiátricos, neurológicos, etiológicos, genéticos,
entre otros. La psicológica, donde se encuadran las capacidades y limitaciones intelectuales y en la
conducta adaptativa del sujeto, sus estados emocionales, sus rasgos de personalidad. Y la social, o
ambiental, donde se tienen en cuenta el entorno físico y social, los programas de apoyo, la calidad de
las redes sociales, la situación actitudinal y social de la familia. A partir de ellas busca las condiciones
instigadoras, aquellas que hacen vulnerable a la persona y cuales serían las contingencias (positivas o
negativas) que mantienen su conducta.

122
PSICOPATOLOGÍA Y DISCAPACIDAD INTELECTUAL

En cualquier caso, sea cual fuere el modelo considerado más idóneo se debe tener en cuenta que
la discapacidad intelectual se construye con respecto a casos individuales; y cada uno precisará más
de un género de análisis y explicación, e incluso partes de todos o quizás varios completos a la vez.

PROBLEMAS EN EL ESTUDIO DE LA PREVALENCIA DE LAS ENFERMEDADES


MENTALES EN LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD INTELECTUAL

La prevalencia de la enfermedad mental que se estima en las personas con discapacidad intelec-
tual varía según distintos estudios entre un 10% y un 40% de la población total (Zaman, Holt &
Bouras, 2007). En cualquier caso, la mayoría de los autores reconocen que el impacto de la enfer-
medad mental es mucho mayor en este sector que en la población ordinaria.

Cooper, Smiley, Morrison,Williamson y Allan (2007) esbozan algunas limitaciones y dificultades


a la hora de enfrentarse a estudios epidemiológicos y de prevalencia de la enfermedad mental en
personas con discapacidad intelectual. Y que podrían arrojar algo de luz sobre la razón de tan tre-
menda variabilidad en las estimaciones de su prevalencia.

Las reticencias ante la fiabilidad de los datos incluyen, por ejemplo, el impacto de problemas de
sesgo en la elección de la población muestral de los estudios. En la discapacidad intelectual se pone
de manifiesto la diversidad humana y esto hace que la búsqueda de la homogeneidad en las caracte-
rísticas personales sea difícil de centrar. De manera que las imperfecciones de los estudios pueden
proceder de establecer cohortes y grupos muestrales en base criterios segados o incompletos; como
por ejemplo agrupar exclusivamente según el CI; no establecer diferencias muestrales para niños y
adultos o elegir muestras para estudios de subgrupos específicos como por ejemplo sólo aquellos
adultos con habilidades de comunicación verbal y realizar estimaciones generalizando resultados.

Otras fuentes de imperfecciones podría ser el exceso de confianza en la información ya existente


sobre casos y cuyo manejo suele preceder al estudio. O utilizar instrumentos de medida poco ade-
cuados; a veces se usan escalas y otras herramientas de valoración diseñadas exclusivamente para el
cribado inicial de casos o para un acercamiento inicial al núcleo de la evaluación, y no para el diag-
nóstico propiamente dicho, y se da por válida, sin más, la información obtenida con ellas.

Otro problema que aparece es la falta criterios claros de clasificación diagnóstica. Dado que las
manifestaciones conductuales y sintomáticas de la enfermedad mental pueden ser diferentes en una
persona con discapacidad intelectual y sin ella, e incluso en aquellas que teniéndola la poseen en
distinto grado, se han creado distintas guías y sistemas de diagnóstico que equiparan los códigos de
clasificación de las psicopatologías de este colectivo a la de la población ordinaria. Así se dispone
de ICD-10 Guide for mental retardation, editada por la Organización Mundial de la Salud (Organiza-
ción Mundial de la Salud, 2010), de Diagnostic criteria for psychiatric disorders for use with adults with
learningdisabilities/mental retardation DC-LD, editada por el Colegio de Psiquiatras del Reino Unido
(Royal College of Psychiatrists, 2004) y de Diagnostic manual-Intellectual disability DM-ID de la
Asociación para personas con discapacidades del desarrollo y necesidades de salud mental (NADD)
de los Estado Unidos. Todos estos manuales si bien facilitan el acceso a la complejidad del asunto no
llegan a homogeneizar al completo los criterios diagnósticos.

A modo de conclusión se exponen algunos datos del estudio titulado Mental ill-health in adults
with intellectual disabilities: prevalence and associated factors realizado por Cooper, Smiley, Morrison,
Williamson y Allan (2007) quienes trabajaron con una muestra de 1.023 personas y que puede ser
considerado como el más preciso de los realizados hasta la fecha. Así el 40,9% de los sujetos de la
muestra padecen algún tipo de problema de salud mental. El 28% de ellos no tienen problemas de
conducta añadido; el 37% no tienen problemas de autismo añadido y el 22,5% sólo padece pro-
blemas conductuales sin que pueda serle diagnosticada una enfermedad mental propiamente dicha.
Afectando el problema por igual, prácticamente, tanto a hombres como a mujeres.

123
Daniel Paredes; Antonio Flores; Rocío Díaz

TRATAMIENTO DE LOS TRASTORNOS MENTALES EN LAS PERSONAS


CON DISCAPACIDAD INTELECTUAL

Los tres grupos generales de estrategias que a continuación se exponen deben considerarse des-
de un punto de vista multiprofesional y tenerse en cuenta que lejos de ser incompatibles son sobre
todo complementarios.

Intervención farmacológica

Un alto número de personas con discapacidad intelectual reciben tratamiento con psicofárma-
cos. El porcentaje es variable según sea su ubicación en el ámbito familiar, en la comunidad o en
instituciones asistenciales, pero en cualquier caso en la literatura se reconoce que las tasas son muy
elevadas. Por ejemplo, en un estudio realizado por Novell y Costa en 1997 (véase Salvador-Carulla
& Novell, 2002), utilizando una muestra de 1.800 sujetos con discapacidad intelectual de la región
española de Cataluña, el porcentaje de uso de psicofármacos alcanzó el 55,5 %, siendo los más uti-
lizados los neurolépticos seguidos de los ansiolíticos.

Por otra parte, se están planteado serías dudas empíricas sobre la eficiencia clínica completa de
muchos tratamientos antipsicóticos y antidepresivos (Deb, 2006); tanto en su prescripción como en
su manejo. Así, en un estudio presentado en el I Congreso Estatal sobre Alteraciones de la Conducta,
Calvo y Pascual (2010) expusieron que las dosis diarias aumentan con los años de tratamiento y que,
a pesar de ello, los sujetos no remiten en sus signos conductuales problemáticos.

Datos como los expuestos están despertando, desde una perspectiva deontológica, una inquietud
cada vez mayor por solucionar ciertas malas praxis, que se originan en la falta de estudios empíricos
que ofrezcan evidencias científicas. Esta postura se ha visto reforzada por la aparición reciente de un
estudio de Tyrer et al. (2008), en la revista Lancet, donde plantean la prioridad de utilizar interven-
ciones no farmacológicas (psicológicas y psicoambientales) como primera opción, ya que las eviden-
cias se inclinan a que son más efectivas. Pese a todo, los tratamientos farmacológicos no son inútiles
ni deben ser desechados sin más. Deb, Clarke y Unwin (2006) recomiendan seguir los criterios de
buenas prácticas que se relacionan a continuación de manera resumida.

Sólo se debe aplicar el tratamiento si la enfermedad psiquiátrica es reconocible, si las alteraciones


son muy resistentes a intervenciones no farmacológicas o si interfieren de forma significativa en el
funcionamiento global del sujeto por suponer un riesgo grave para sí mismo o para los demás.

Todas las intervenciones farmacológicas deben basarse en un diagnóstico psiquiátrico, psicoló-


gico y/o en una hipótesis conductual derivada de un análisis funcional. Deben formar parte de un
plan de atención multidisciplinar y personalizado, consensuado con el paciente (si es capaz) y con la
familia; es decir, debe haber un consentimiento informado.

Se debe utilizar el tratamiento más eficaz según experiencias previas, el más sencillo posible y
evitar en la medida de lo posible la polifarmacia. Evitar cambios injustificados en la medicación.
Evaluar la eficacia del tratamiento mediante instrumentos de medición como escalas de observación
conductual y herramientas similares fiables y validas.Y, por supuesto, el tratamiento no debería ser
empleado nunca como castigo.

Intervención psicológica

Las intervenciones psicológicas se extienden en un continuo que va desde las psicoterapias que
basan sus técnicas en el lenguaje, la cognición y la conducta, sean estas individuales o grupales, hasta
aquellas otras que por requerimientos del trastorno y/o de las características de la persona deben
ser predominantemente conductuales.

124
PSICOPATOLOGÍA Y DISCAPACIDAD INTELECTUAL

Hasta hace relativamente poco tiempo las personas con discapacidad intelectual y enfermedad
mental y/o conductual fueron excluidas de las técnicas psicoterapéuticas que se basan en el lengua-
je, la cognición y la conducta. La presencia del déficit intelectual era razón suficiente para ello, a
pesar de la falta de estudios que evidenciaran que estas personas no se podían beneficiar de estas téc-
nicas (Banks, 2003). Para sus trastornos sólo cabían las técnicas puras de modificación de conducta.

Sin embargo, siempre han existido psicólogos que han mantenido una perspectiva diferente.
Considerando que las personas con discapacidad intelectual son seres humanos y como tales expe-
rimentan emociones, con una intensidad similar y con una igual perspectiva subjetiva y uniperso-
nal, éste es un campo profesional de la psicología estimulante, desafiante a la par que interesante
(Thompson & Cale, 2003).

No obstante, en razón de la propia discapacidad intelectual es preciso advertir que es necesario


establecer una serie de adaptaciones en la aplicación de estas técnicas que pasan, inicialmente, por
evaluar las habilidades que se consideren necesarias para la participación exitosa en la psicoterapia,
que continúan por el entrenamiento en el reconocimiento y etiquetado de las emociones, los sínto-
mas, las situaciones conflictivas y otros aspectos en sí mismos y en los demás y que deben franquear la
barrera de la incomprensión del cliente, dándole explicaciones claras del proceso, sobre los resulta-
dos esperados, etc. Además deben adaptar los autoinformes y otros sistemas de evaluación y autoeva-
luación de los procesos psicoterapéuticos. Finalmente, se debe buscar la individualización del trata-
miento por medio del uso de un lenguaje adaptado, de material no-verbal, de ayudas visuales como
dibujos, símbolos, fotografías, etc. En cualquier caso, se debe tomar tiempo para establecer un estilo
de comunicación eficaz cliente-psicoterapeuta, incluyendo el uso adecuado del humor o del silencio.

Teniendo en cuenta estos aspectos, y en especial todo lo relativo a la alianza terapéutica, es po-
sible aplicar a muchos sujetos estrategias y técnicas psicoterapéuticas basadas en la Terapia Racional
Emotiva de Ellis o en la Terapia Centrada en el Cliente de Rogers. Así como un amplio conjunto de
técnicas cognitivo-conductuales tales como la desensibilización sistemática, el modelado de la con-
ducta, el entrenamiento en relajación (véase Thompson & Cale, 2003).

En el polo opuesto de este continúo de intervenciones psicológicas estarían las técnicas de apoyo
conductual positivo. Las cuales pueden dividirse, ampliamente, en dos grupos: (a) las técnicas de
programación positiva que suponen el entrenamiento en habilidades generales, habilidades funcio-
nalmente equivalentes y habilidades funcionalmente relacionadas; (b) las técnicas de apoyo proté-
sico como pueden ser la saciación de estímulos, el control de antecedentes, el refuerzo diferencial
de otras conductas, el reforzamiento de bajas tasas de respuestas, etc. En muchas ocasiones, estas
intervenciones precisan de la modificación ecológica del entorno físico y/o social que rodea al suje-
to y sobre el cual se explicará a continuación.

Intervención ecológica

Las intervenciones ecológicas o psicoambientales hacen referencia a todas aquellas acciones que,
desde la psicología y ciencias afines y teniendo al sujeto como núcleo principal, se dirigen hacia la
manipulación y modificación del entorno físico y del entorno contextual social.

Tener una estructura adecuada del entorno físico cotidiano ayuda tanto a prevenir como a redu-
cir las conductas desajustadas de la persona con problemas de salud mental, pues entre otras muchas
cuestiones no le generará desgaste cognitivo improductivo. Para ello es importante que los espacios
físicos cotidianos de la persona tengan un buen potencial de calidez, facilidad de comprensión, dis-
posición espacial adecuada a sus demandas, potencial para la distensión emocional, una organización
escénica adecuada, materiales adecuados y que la decoración del lugar sea coherente con la actividad
que en él se desarrolla. En general, un entorno con buena calidad estética ambiental puede facilitar
una mejor salud mental (Paredes, 2009).

125
Daniel Paredes; Antonio Flores; Rocío Díaz

Por otra parte, Dagan (2007) plantea dos amplios grupos de estrategias para el trabajo con el
entorno social: (a) Las intervenciones en el contexto social inmediato de la persona, las cuales in-
cluyen la intervención con la familia y/o con los cuidadores profesionales. Encuadrándose en ella,
por ejemplo, los programas psicoeducativos para el manejo conductual; (b) las intervenciones diri-
gidas al contexto social más amplio de la persona. Estas incluyen programas de vivienda, de ocio, de
ocupación-empleo, o programas de alivio y respiro familiar.

CONCLUSIÓN

Aunque posiblemente desde que la discapacidad intelectual fue considerada objeto de atención
por parte de la medicina y la psicología siempre hubo algún tipo de acción sobre los problemas psi-
copatológicos, lo cierto es que la intervención sobre la salud-enfermedad mental de estas personas
basada en evidencias científicas es relativamente reciente. Baste recordar que solo hace unos 25 años
que este fenómeno humano empezó a dejar de ser conceptualmente considerado como algo dico-
tómico para pasar a entender a la persona como un ser multidimensional donde la salud mental era
igual de importante que cualquiera de los otros factores.

En el presente trabajo se han expuesto algunas posibles fuentes de errores, modelos de análisis,
dificultades, causas y estrategias de intervención que se consideran útiles para abordar la problemá-
tica psicopatológica. Pero también debe reconocerse que aún existen grandes vacíos teóricos y mu-
chas lagunas en las prácticas. No ya en el conocimiento del alcance del problema, sino en las técnicas
de evaluación psicodiagnóstica y en las estrategias de intervención. Todo un desafío científico y pro-
fesional que debe ir orientado al resultado global de aumentar la calidad de vida de estas personas.

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Daniel Paredes; Antonio Flores; Rocío Díaz

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ANÁLISIS PSICOSOCIAL DEL SENSACIONALISMO POLÍTICO EN LA PRENSA ESCRITA: ELECCIONES
MUNICIPALES 2010, LIMA, PERÚ

Revista de Peruana de Psicología y Trabajo Social 2012, Volumen 1- N° 1: 129-142

ANÁLISIS PSICOSOCIAL DEL SENSACIONALISMO POLÍTICO EN LA


PRENSA ESCRITA: ELECCIONES MUNICIPALES 2010, LIMA, PERÚ 1

PSYCHOSOCIAL ANALYSIS OF POLITICAL SENSATIONALISM IN THE


PRESS: MUNICIPAL ELECTIONS 2010, LIMA, PERU

Eli Malvaceda; John Espinoza; Israel Rivera, Alan Vega; Ronald Oria; Rafael Rivera; Yonar Rivera,2
Facultad de Psicología, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, Perú

Recibido 15 de Abril 2012; revisado 20 de Abril 2012; aceptado 08 de Mayo 2012

RESUMEN

Se realizó un estudio exploratorio sobre una muestra proyectada de 476 portadas de 7 diarios de circulación
local (Perú 21, El Comercio, Correo, La República, Trome, La Primera y Expreso) en las fechas anteriores
a las elecciones municipales de Lima metropolitana 2010. El objetivo consistió en describir los contenidos
vertidos respecto a los candidatos participantes en este proceso electoral y realizar un análisis de contenido
que comprendió un análisis morfológico (tipos de titulares, tamaño y ubicación, colores y otros elementos)
de imágenes (tamaño, ubicación y composición), presencia de actores políticos (personajes), fuentes de
información (procedencia, distribución y frecuencia de citas) y por ultimo las expresiones faciales en los
candidatos. De esta investigación se determino la existencia de un conflicto de baja intensidad, mediado por
la violencia simbólica hacia las candidatas, generando un sensacionalismo político expresado en las portadas
de los diarios buscando orientar la conducta electoral del ciudadano.

Palabras clave: Prensa escrita, portadas, elecciones municipales 2010, sensacionalismo político, conflicto de
baja intensidad, conducta electoral.

ABSTRACT

An exploratory study was conducted on a sample of 476 projected covers 7 local newspapers (Peru 21, El
Comercio, Correo, La República, Trome, La Primera and Expreso) on the dates before the municipal elections
of metropolitan Lima 2010. The objective of our exploration was to describe the contents stated on the
candidates participating in the electoral process and realize a content analysis that included a morphological
analysis (types of headlines, size and location, color and other elements) of images (size, location and
composition), presence of political actors (characters), sources of information (origin, distribution and rate
of quotations) and finally the facial expressions of the candidates. This investigation established the existence
of a low-intensity conflict, mediated by symbolic violence towards women candidates, creating a political
sensationalism expressed on the covers of newspapers seeking to guide the electoral behavior of citizens.

Keywords: Written Press, covers, municipal elections 2010, political sensationalism, low-intensity conflict,
electoral behavior.

1 Estudio realizado por el Equipo de Investigación Psicosocial (EIPSI)


2 Contacto: eipsi2012@gmail.com

129
Eli Malvaceda; John Espinoza; Israel Rivera, Alan Vega; Ronald Oria; Rafael Rivera; Yonar Rivera

INTRODUCCIÓN
La presente investigación surgió en el contexto de las elecciones municipales de Lima Metro-
politana 2010 donde se observó que el tratamiento de la información en las portadas de los diarios
sugería un tipo de conflicto de baja intensidad (Barry, 1988 y Bermúdez, 1988; citados por Martín-
Baró, 1989); denominado guerra psicológica, cuyo objetivo, según Martín-Baró (1989) sería el
de influenciar en la cognición y afectividad, para convencer y conmover a las personas en estas
dos dimensiones de la conciencia, sobre la aceptación o rechazo polarizado de un suceso y a su
vez utilizando esta violencia simbolica3 (Bourdieu, 2005) para promover sus propias causas. Estos
elementos de fondo, nos llevan necesariamente a abordar la problemática desde un enfoque psico-
social.

Ahora bien, según Velázquez (2007), las portadas de los diarios son una de las principales fuentes
de información del electorado durante un proceso electoral, debido al acceso de una gran cantidad
de público, tanto de los compradores, como de los transeúntes que se detienen en los quioscos para
consumir portadas, sin adquirir el diario.

Así, se realizó la investigación analizando las portadas emitidas por la prensa escrita en torno a las
elecciones municipales a la alcaldía de Lima el 2010, describiendo los tipos de titulares presentados,
el uso de los colores, uso y tipo de imágenes, tipo de fuentes de información citadas en las noticias
de los titulares, los actores políticos y su frecuencia de aparición en las portadas analizadas. Así el
presente, servirá para describir los contenidos de las portadas de los diarios analizados respecto a
los candidatos del proceso electoral estudiado, indagando la posible existencia de un conflicto de
baja intensidad.

La investigación busca saber si los contenidos de las portadas sugieren un conflicto de baja inten-
sidad hacia algunas candidatas y si las caracteristicas de los titulares y las imágenes de las portadas,
expresan que los diarios ejercen violencia simbolica.

METODOLOGÍA

Marco Epistemológico

La opción metodológica de nuestra investigación, parte del problema en el cual pretendemos


describir los contenidos de las portadas de los diarios analizados respecto a los candidatos del pro-
ceso electoral, indagando la posible existencia de un conflicto de baja intensidad. La elección de
una determinada metodología implica la aceptación de un concepto de conocimiento y de ciencia,
es decir, una opción epistemológica (teoría del conocimiento) previa; la cual va acompañada, a su vez,
por otra, la opción ontológica (teoría sobre la naturaleza de la realidad), en nuestro caso asumimos
la concepción dialéctica en la producción de conocimiento y en el paradigma sistémico para com-
prender la realidad.

Esto implica una nueva forma de pensar, de mirar el mundo; buscando la información estructural
de las realidades que se estudia (Martínez, 1989). Así, los medios de comunicación en general y la
presentación de una portada de diario implican una red compleja de relaciones, no uni-causales,
sino multidimensionales (paradigma sistémico) por lo que el abordaje será en el mismo sentido gra-
cias a la dimensión dinámica de la investigación cualitativa, en cuanto trata de identificar la naturale-
za profunda de las realidades, buscando estudiar un todo integrado, sus características, estructura y
relaciones. Estas últimas cuestiones fundamentan la elección del método de investigación.

3 Si bien Bourdieu, hace referencia a la violencia simbolica en relación a la dominación masculina, nos parece sumamente importante
rescatar el termino para explicar otras formas en las cuales la violencia se presenta simbolicamente, mediante el uso de imágenes,
textos, colores y demás, expresadas desde un marco de referencia hegemonico.

130
ANÁLISIS PSICOSOCIAL DEL SENSACIONALISMO POLÍTICO EN LA PRENSA ESCRITA: ELECCIONES
MUNICIPALES 2010, LIMA, PERÚ

Tipo de Investigación

La investigación es de tipo descriptiva en cuanto al alcance que tiene. De acuerdo al paradigma


señalado y por la naturaleza del problema, el método para profundizar los hallazgos es el análisis in-
terpretativo. De este modo se utilizó la técnica de análisis de contenido de las portadas que incluyen
un análisis morfológico y semántico, a partir de los datos cualitativos y cuantitativos.

Diseño de Investigación

La presente investigación por ser cualitativa, presenta un diseño emergente, ya que en este tipo
de estudios no existen investigaciones iguales, cada una tiene características que la hacen única e
irrepetible. En nuestro caso, tendremos dos momentos:

a) Elaboración y aplicación del instrumento de recolección de información (registro de análisis), y

b) Análisis empleando como principal herramienta el análisis de contenido desde un enfoque psi-
cosocial.

Técnicas e instrumentos para la recolección de información

La recolección de información se realizó mediante una ficha de registro de portadas, diseñado


y validado (mediante criterio de jueces) especialmente para la presente investigación. El análisis de
datos se realizó mediante la estadística descriptiva y la técnica de análisis de contenido cuantitativo
y cualitativo.

Muestra y Unidades de análisis

Nuestra muestra se conformó por todos aquellos diarios que publicaron en sus portadas noticias
referidas al contexto de la elección municipal a la alcaldía de Lima 2010.

De esta se aplicó un sub-muestreo intencional y representativo, de acuerdo a los siguientes cri-


terios:

a) El criterio temporal es desde el lunes 30 de agosto hasta el viernes 05 de noviembre, es decir


68 ediciones de cada diario, con lo cual la muestra estaría compuesta por un aproximado
de 476 diarios.
b) Las portadas se refirieron al contexto de las elecciones en al menos un 50% de ediciones
durante el periodo elegido; es decir, que un diario ha de tener 34 titulares sobre las
elecciones municipales 2010.

Así nuestra muestra quedó conformada por los diarios: Peru.21, El Comercio, Correo, La Re-
pública, Trome, La Primera y Expreso.

Fases de la investigación

1. Selección de unidades de análisis. Para ello se elaboraron criterios de selección.

2. Elaboración y validación de instrumento de registro de información: Ficha de registro de


portadas, el cual tuvo proceso de formulación por el equipo, luego sometido a jueces para
su validación, y finalmente una revisión y puesta en prueba.

131
Eli Malvaceda; John Espinoza; Israel Rivera, Alan Vega; Ronald Oria; Rafael Rivera; Yonar Rivera

3. Aplicación de la Ficha de registro de portadas, y la creación de una base de datos, matriz de


registro de información.

4. Calculo de las medidas de tendencia central y porcentajes. Basados en la matriz de registro.

5. Análisis de información basado en los estadísticos de tendencia central y porcentual.

6. Estructuración de la información en base al método empleado, así como el uso de categorías


disponibles y emergentes.

RESULTADOS

Generalidades

En esta investigación, la muestra inicial estuvo proyectada para 476 portadas de 7 diarios de cir-
culación nacional, de éstas, se halló el 97% (461) y el 71% (331) de estas cumplió con los criterios
de inclusión para el análisis. En dicha muestra final se halló un total de 421 noticias sobre las elec-
ciones Municipales a la Alcaldía de Lima 2010.

Fig. 1. Identificación de las unidades de análisis

132
ANÁLISIS PSICOSOCIAL DEL SENSACIONALISMO POLÍTICO EN LA PRENSA ESCRITA: ELECCIONES
MUNICIPALES 2010, LIMA, PERÚ

Análisis de contenido

Para pasar a mostrar los resultados de la investigación es importante señalar que para la adecuada
lectura se los ha dividido en cinco puntos, tales como el análisis morfológico en el cual se encuen-
tran incluidos el tipo de titulares, tamaño y ubicación, colores de forma y fondo de los titulares,
entre otros; análisis de imágenes, considerando el tipo de imagen, colores utilizados, fondo de la
imagen, expresiones remarcadas, entre otros; la Presencia de actores políticos, el análisis de las
fuentes de información y por último el Análisis de las expresiones faciales.

Análisis Morfológico

En la investigación se han diferenciado los tipos de titulares de acuerdo a las siguientes catego-
rías: Indicativo (describe, proporciona datos, indica hechos, etc.), Explicativo (incluye explicaciones
sobre los hechos, imágenes, etc.), Orientador (busca guiar u orientar en un determinado sentido al
receptor) y Sensacionalista (busca crear efectos, impacto, escándalo, morbosidad). En ese sentido
tanto los indicativos como los explicativos buscan informar objetivamente, mientras que los orien-
tadores y sensacionalistas buscan generar efectos orientadores y de movilización de sentimiento en
los receptores.

De un total de 421 noticias sobre las elecciones municipales a la alcaldía de Lima, el 43% son
titulares indicativos, los explicativos alcanzan el 14%, entre ambos conforman el 57% de diarios que
buscan informar objetivamente; de otro lado el 34% presenta titulares orientadores y el 9% sen-
sacionalistas, los cuales suman un 43% de titulares tendenciosos dedicados a mostrar los hechos de
una forma particular, posiblemente cumpliendo un rol como fuente de distracción, de aprendizaje,
de socialización y de saber (González, 2007). De estos diarios, La Primera es el que contiene el más
alto porcentaje de titulares orientadores y sensacionalistas (58%).

Según Gomis (2010) al titular una noticia optamos por una decisión interpretativa de la infor-
mación, del mismo modo ubicarla en uno u otro lugar de la página, conllevan a implicancias de in-
terpretación, a partir del cómo se redacta, se edita o se compagina el titular principal, que a su vez
depende de cada diario y su línea editorial, en ese sentido, respecto a la ubicación de los titulares en
nuestra muestra, corresponde al área central del diario un 47%, seguido de la ubicación en la parte
superior con un 23% y finalizando con la zona lateral e inferior con un 15%, lo cual indica que existe
mayor predominancia por mostrar los titulares como tema central de las noticias en las portadas,
al ser ubicados tanto en la parte central como superior, conociendo de antemano que las personas
solemos realizar la lectura de los diarios de arriba hacia abajo y desde la lateral superior izquierda a
la lateral inferior derecha (Camba, 2008).

Respecto a las características de tamaño de los titulares, se han categorizado tres diferentes tipos
de titulares, tales como “grande”, “mediano” y “pequeño”, los cuales no tienen una medida estándar o
promedio, se definen de acuerdo al espacio que se le asigna en el diario, sería grande si es que ocupa
la mitad o tercera parte de la portada del diario. Sería mediana, en el caso exista otro titular de ma-
yor tamaño ocupando la portada, quedando este en segundo lugar y pequeño si es que se encuentra
con los titulares de menor tamaño, de acuerdo al tamaño de la portada. Definido así vemos que el
46% de titulares identificados son grandes, mientras que un 22% de tipo mediano y 32% pequeño.
Las temáticas desarrolladas en titulares grandes, denotan mayor importancia por la cantidad de es-
pacio que ocupa en la portada, así el diario Perú 21 (67%) y La República (49%) presentan mayor
porcentaje de titulares principales grandes, mientras que Correo (54%) y Trome (60%), presentan
mayor porcentaje de titulares principales pequeños.

En cuanto a los colores de fondo de los titulares principales, se encontró que el 56% presenta un
fondo de color blanco, el 13% presenta como fondo fotografías o imágenes (del tipo foto-montaje).
En porcentajes menores aparecen los fondos con colores negro o gris, rojo, azul o celeste, amarillos

133
Eli Malvaceda; John Espinoza; Israel Rivera, Alan Vega; Ronald Oria; Rafael Rivera; Yonar Rivera

o naranja, lila, fucsia o morado y verde. Con respecto a los colores de los titulares, el 58% de los
titulares son escritos en color negro, mientras que el 23% es de color blanco y un 13% rojo. En
porcentajes menores tenemos los colores amarillo o naranja y lila, fucsia o morado.

Análisis de Imágenes

El estudio de la imagen en la prensa asume diversas funciones según la intención, la línea del pe-
riódico y el contexto específico de las noticias (Minervini, 2004). Sin embargo, su función principal
sería la de comunicar. La imagen es un todo discursivo coherente donde está presente la intención
del emisor de comunicar un mensaje y producir un efecto. El destinatario interpretará el mensaje
según sus competencias culturales e icónico-textuales. Así, su comprensión podrá acercarse o ale-
jarse del sentido atribuido inicialmente por el comunicador (Vilches, 1999). Además, las imágenes
cumplen la función de jerarquizar las noticias; se yuxtaponen a la letra impresa claramente diferen-
ciada, de tal forma que influyen en la aparente importancia de la noticia o como elemento de valori-
zación de ésta. La organización de los distintos elementos visuales en la página sugiere un orden de
lectura donde la imagen, la tipografía y el titular determinan qué es lo más importante en la portada
del diario (Minervini, 2004).

Tomando en cuenta lo anterior, observamos que el 87% de noticias analizadas en nuestro estudio
presentan imágenes, de las cuales, el 40% son de tamaño grande, ubicándose en la parte central
de la portada (48%). Las imágenes medianas y pequeñas corresponden al 60%, esta se encuentran
ubicadas en las partes superior, lateral e inferior (52%).

Con respecto al contenido de las imágenes, se observa que en el 34% aparece Susana Villarán,
mientras que Lourdes Flores está presente en el 31%. Los diarios con mayor cantidad de imágenes
de Susana Villarán en sus noticias son El Comercio, La República y Perú.21 con 52% cada uno; por
otra parte, los que contienen la mayor cantidad de imágenes de Lourdes Flores son Trome (46%),
La Primera, La República y El Comercio con 42% cada uno.

En cuanto a la composición de las imágenes, los resultados indican que el 60% son fotos origina-
les, 36% son fotomontajes y el 4% restante son dibujos. El diario que presenta el menor porcentaje
de imágenes en sus noticias es El Comercio, con 41%, de las cuales, el 62% son fotos originales.
Por otra parte, el Trome muestra imágenes en la totalidad de sus noticas, de las cuales, el 64% son
fotomontajes, en Peru.21 dicho porcentaje asciende a 54%, mientras que en La Primera es del 50%.

Continuando con el análisis, tenemos que el diario Perú.21 presenta el mayor porcentaje de
imágenes de tamaño grande en sus noticias (67%), en más de la mitad de las imágenes (52%) apa-
rece la candidata Villarán, con el menor porcentaje de expresión de felicidad (38%) y los mayores
porcentajes de expresiones faciales como la angustia (20%), tristeza (8%), miedo y disgusto (4%
cada uno)4. Un caso similar ocurre con la candidata Lourdes Flores, quien aparece en el 42% de las
imágenes de La Primera, diario que presenta imágenes de gran tamaño en el 36% de sus noticias y
donde la candidata aparece con el menor porcentaje de expresión de felicidad (apenas un 20%) y
los mayores porcentajes de expresiones faciales de disgusto (24%), tristeza (20%), angustia (12%)
y cólera (8%).

Presencia de Actores Políticos

El total de noticias que citan a algún actor político representa el 83% del total, Susana Villarán
es presentada en más de la mitad de portadas (52%), seguido de Lourdes Flores (41%), Alan García
(2%), otros (5%) (Ollanta Humala, Castañeda Lossio, etc.)

4 Dicha tipología de expresiones faciales es tomada de Ekman (1984).

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ANÁLISIS PSICOSOCIAL DEL SENSACIONALISMO POLÍTICO EN LA PRENSA ESCRITA: ELECCIONES
MUNICIPALES 2010, LIMA, PERÚ

En el 43% se cita principalmente a la candidata Susana Villarán y en el 33% a Lourdes Flores, se


observa una diferencia variable en los diarios, mientras es más amplia en El Comercio y El Trome
(4%) y en La República (3%), de otro lado el Correo (13%), La Primera (24%), Perú 21 (24%)
y en el Expreso la diferencia es del 16%, es en estos últimos tres diarios, donde aparece con más
frecuencia la candidata Susana Villarán.

El Comercio, La República y Trome, los mismos que citan a ambas candidatas en proporciones
similares, forman un grupo de diarios que tienen mayor porcentaje 56% de titulares indicativos y
un 6 % de titulares sensacionalistas, dichos diarios no emplearían mayores estrategias de manipula-
ción, más bien buscan informar sin orientar ni caer en el sensacionalismo, esto se vería corroborado
por la presencia de titulares explicativos en un 21 %.

Por otro lado los diarios Correo, Expreso y La Primera, los mismos que citan con mayor fre-
cuencia a la candidata Susana Villarán, contienen un 48 % de titulares de tipo orientador, además
son los que contienen mayor número de titulares sensacionalistas (10 %). Así, este segundo grupo
por ser sensacionalista y orientador presenta información desvirtuada, nos presentan noticias orien-
tadas a respaldar o atacar a una de las candidatas, independientemente de ello la frecuencia con que
se cita a una candidata podría favorecer a la misma; tal es el caso de Susana Villarán quien fue la más
citada (52%).

Análisis de fuentes de información

El 44% del total de los diarios detallan las fuentes de la información referida. Las fuentes citadas
con mayor frecuencia son las de los organismos electorales y algunas encuestadoras, en el caso de la
ONPE y el JNE, como fuentes de información oficiales y las encuestadoras como fuentes actuales.
Asimismo, se puede apreciar que alcanzan un mayor porcentaje las portadas de diarios en las que no
se precisan las fuentes de información detalladas, tal es el caso de la portada de Perú 21, en el que
en un 92% de portadas no se detallan las fuentes de la información; sin embargo, las portadas de
los diarios El Comercio y La República, en donde se citan las fuentes con mayor frecuencia estas se
halla presentes solo en 23%.

Respecto a las fuentes de información, los resultados varían de acuerdo a cada diario. En El Co-
mercio y Perú 21 se evidencia con mayor frecuencia a la encuestadora IPSOS-APOYO.

Por otro lado, Correo utiliza como principal fuente de información a la ONPE (46%), así mismo
otorga mayor importancia a la información de fuentes menores en un 27% y programas de TV tam-
bién en un 27%. La República asume como fuente de información a la ONPE (33%), en segundo
lugar otorga importancia a la IOP – PUCP (Instituto de opinión pública de la PUCP) en un 20%
y en menor grado a IPSOS-APOYO y JNE (ambas con un 7%). Expreso prioriza como fuente de
información citada principalmente al IOP-PUCP (63%).

Guardando cierta distancia, La Primera presenta una distribución más variada respecto a la
presentación de las fuentes de información en sus portadas, se evidencia un 50% de fuentes de in-
formación menores no reconocidas en nuestro medio, esto nos da a entender su intención de incluir
diversas fuentes al margen de las más conocidas o citadas por los demás diarios.

Finalmente, el diario Trome prioriza como fuente de información programas de TV (40%), guar-
dando relación con la mayor cantidad de noticias presentadas en la portada que refieren a noticias de
espectáculo o televisivas. En las portadas no se toma en consideración los resultados de organismos
electorales como la ONPE y el JNE (ambos 0%); sin embargo las fuentes de información actuales
se hallan presentes pero en menor porcentaje (20% cada una).

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Eli Malvaceda; John Espinoza; Israel Rivera, Alan Vega; Ronald Oria; Rafael Rivera; Yonar Rivera

Análisis de Expresiones Faciales

Las expresiones que se pudieron identificar en un mayor porcentaje, de la totalidad de titulares


analizados, son las de Felicidad. Así en Susana Villarán estas se presentan en un 44%, ligeramente
seguida por Lourdes Flores quien es presentada en el 42% del total de portadas. Del mismo modo,
en ambas candidatas se pudo hallar que la expresión de Disgusto ocupa un segundo lugar, en Susana
Villarán un 11%, mientras que en Lourdes Flores la expresión alcanza un 9%. Siguiendo la misma
línea, las expresiones de cólera, angustia y tristeza también son una constante en ambas candidatas,
sin embargo alcanzan porcentajes menores estos son 5% en promedio para Lourdes Flores y para
Susana Villarán un 4% en promedio.

En el análisis por diarios, encontramos que la candidata Lourdes Flores es presentada en un ma-
yor porcentaje con la expresión de Felicidad a excepción del diario La Primera. En los diarios en los
que alcanza un mayor porcentaje esta expresión son en El Comercio y en Correo. De otro lado el
diario La Primera la presenta en mayor porcentaje con expresiones de Disgusto y Tristeza, mientras
que en el diario Expreso predomina, después de la expresión de Felicidad, la expresión de Cólera.
En los demás diarios la distribución es equitativa.

En el caso de la candidata Susana Villarán, la expresión de Felicidad alcanza un mayor porcentaje,


similar a la candidata Lourdes Flores, en todos los diarios; sin embargo, solo en los diarios La Prime-
ra y Trome se pueden observar en un mayor porcentaje la presencia de esta expresión, mientras que
en los diarios Correo, Perú 21 y Expreso, la presentación de la candidata con expresión de Felicidad
es mínima, al contrario de ello alcanzan un mayor porcentaje las expresiones de Angustia y Disgusto.

DISCUSIÓN

La muestra inicial de la investigación estuvo proyectada a obtener 476 portadas de 7 diarios de


circulación nacional. De éstas, se halló el 97% (461 portadas) y sólo el 71% de las portadas encon-
tradas (331 portadas) cumplió con los criterios de inclusión en el estudio. En dicha muestra final se
hallaron un total de 421 noticias.

El 39% de las portadas no incluyen noticias sobre las elecciones; ello podría reflejar que en di-
chos diarios, se resta importancia a la información sobre elecciones, esto obedecería a una estrategia
de manipulación mediática de información, distracción, tal y como señala Noam Chomsky, donde el
objetivo es desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos
por las elites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas dis-
tracciones y de informaciones insignificantes.

La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse


por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiolo-
gía y la cibernética. Manteniendo la atención del público distraída, lejos de los verdaderos proble-
mas sociales, cautivada por temas sin importancia real (Chomsky, 2010).

Ahora dividiremos nuestras conclusiones de acuerdo a los análisis planteados:

Análisis morfológico

El 57% del total de titulares de noticias buscan informar objetivamente, mientras que los titu-
lares tendenciosos alcanzan el 43%. Ello nos podría llevar a la falsa ilusión de que los titulares que
reproducen la realidad de manera indicativa u explicativa son los “más” mientras que los buscan mo-
vilizar sensaciones y orientaciones son los menos. Sin embargo, hemos de analizar también cuál es

136
ANÁLISIS PSICOSOCIAL DEL SENSACIONALISMO POLÍTICO EN LA PRENSA ESCRITA: ELECCIONES
MUNICIPALES 2010, LIMA, PERÚ

la verdadera función de los diarios, qué implica el mencionado porcentaje de titulares tendenciosos
y porqué su existencia. He ahí que hemos aprendido a naturalizar la prensa de carácter orientador y
sensacionalista, de tal modo que no nos afecte su presencia.

El 47% y 23% de noticias se encuentran ubicadas en la parte central y superior respectivamente,


en ese sentido quedaran más y mejor registradas en la mente de los lectores, puesto que nuestra
lectura de imágenes se da de izquierda a derecha y de arriba abajo en diagonal (Camba, 2008). De
otro lado, es importante ver el grado de importancia que le asignan los titulares a las noticias so-
bre elecciones municipales, en nuestro caso el 46% de titulares principales son de tamaño grande,
siendo en los casos de Perú 21 y La República donde se muestra una mayor cantidad de titulares
principales grandes, lo cual nos lleva a la consideración que presentan los titulares principales con
mayor tamaño. Unos casos contrapuestos se dan en los diarios Correo y Trome, quienes presentan
los titulares principales en tamaño pequeño, lo cual demuestra que optan por otras noticias de di-
ferente coyuntura a transmitir a sus lectores. Siendo los factores o indicadores para la evaluación de
la importancia de la noticia, los siguientes: ubicación central o superior, imagen y titulares grandes
e imagen superpuesta.

En cuanto a los colores de fondo de los titulares y del texto de los mismos, las cifras presentadas
nos evidencian que los titulares de colores blancos, amarillos o naranja y lila, fucsia o morado, no
se presentan solos en las portadas, sino que presentan un texto en el que se combinan colores de
variadas formas para definir un texto. El uso de colores combinados para complementar el mensaje:
color blanco en el titular, sobre fondo rojo; y titulares blanco sobre fondos confeccionados a partir
de una imagen, particularmente el color blanco, en sentido positivo significa perfección, verdad,
gloria, firmeza y obediencia (Moreno, 2006), aplicado al tipo de titular que representa (indicativo,
explicativo, orientador o sensacionalista) este trataría de aseverar o dar certeza de lo que se da a
conocer en su contenido.

Análisis de imágenes

En los titulares se busca llamar la atención a partir de la inclusión de elementos variados; por
tanto cada elemento agregado jugará un papel importante en el objetivo de orientar el consumo
del público lector sobre las portadas o diarios en su totalidad (Gomis 2010). A partir de nuestra
exploración vemos que las noticias no solo se confeccionan de palabras y frases, sino se combinan
con imágenes. Así el 87% de noticias presenta imágenes, siendo el 60% de estas, medianas y peque-
ñas (ubicándose en las partes superior e inferior de las portadas), el restante son imágenes grandes,
ubicadas por lo general en la parte central de la portada. La ubicación preferentemente central iz-
quierda, superior y lateral de las imágenes responde al hecho de que la percepción icónica se realiza
de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo debido al aprendizaje de la lecto-escritura (Camba, op
cit), siendo inevitable la observación de la parte central de la portada.

Un punto importante a analizar son el porcentaje de apariciones que abarca un determinado


candidato en las portadas de los diarios. Así la candidata Susana Villarán fue presentada en el 34%
de las portadas de los diarios analizados, mientras que Lourdes Flores fue presentada en el 31% de
las mismas, estos porcentajes no reflejan en que medida tal o cual candidata era favorecida o atacada
por los medios en mención, ello obedecería a un análisis de contenido semántico de cada portada,
espacio a ser tratado en un posterior artículo. Sin embargo se puede esbozar algunas conclusiones,
en este caso consideramos que en primera instancia no es necesaria la presentación positiva o nega-
tiva de un candidato en los diarios en mención, puesto que con sólo su enunciación o imagen ya se
le estaría brindando un espacio público. El extremo de esta afirmación sería inaceptable, puesto que
de otro lado, si influye el “cómo se presenta a un candidato”. El caso de nuestras elecciones afirman
con los hechos nuestra primera idea y es que independientemente de cómo fue presentada la candi-
data Susana Villarán, ello en lugar de restarle puntos se lo adjudico, tal candidata fue presentada en
el 52% de portadas de los diarios El Comercio, La República y Perú 21.

137
Eli Malvaceda; John Espinoza; Israel Rivera, Alan Vega; Ronald Oria; Rafael Rivera; Yonar Rivera

Un punto aparte merece el tratamiento de información por parte de los diarios el Trome y La
Primera. En el primer caso, este diario muestra imágenes en la totalidad de sus noticias, siendo el
64% de estos fotomontajes. En una investigación previa (Velásquez, 2007), fue considerado como el
más sensacionalista de los diarios serios y el más formal de la prensa chicha, lo cual, en la coyuntura
de las elecciones municipales 2010, nos conduce a considerar que en este diario se ha farandulizado
la información sobre las elecciones municipales, es decir, se desvirtuó el trasfondo político y se las
llevó al plano del espectáculo. Este razonamiento se refuerza con la presencia de algunos titulares
como: “Lourdes pelea con Susana. Candidatas se sacan los trapitos” (01/09/2010), “Lobos se come-
rán a caperucita. Lourdes encara a Susana” (03/09/2010), “Susana se queja de guerra sucia. Lourdes
pide que no voten por ideas trasnochadas” (06/09/2010).

Dichos titulares siguen la tendencia de este diario por exacerbar los conflictos y generar enfren-
tamientos entre las figuras públicas; esta práctica del Trome es usual en el mundo del espectáculo,
donde se busca enfrentar a los personajes de la farándula, quienes intercambian insultos y desafíos en
las portadas. En el diario La Primera, quien alcanza el mayor porcentaje de titulares orientadores y
sensacionalistas con un 58%, se tiene también que alcanza un 50% de fotomontajes en sus portadas,
sugiriéndonos un tratamiento tendencioso de la información. Baeza (2001) menciona que el uso
de la fotografía ha sido relegado paulatinamente en la prensa moderna en favor de valores como la
fascinación y el utilitarismo.

Diversas razones justifican el incremento del uso de las imágenes digitalizadas: las fotografías
tipo copia de la realidad serían incómodas “son caras” y –dicen- “aburridas”. Lo virtual, en cambio,
sería más colorista y fascinante; por lo tanto, su impacto sensacionalista y orientador de la opinión
pública podría resultar más efectivo, de ahí es que se opte por este sensacionalismo político, tanto
de derechas, como de izquierdas.

Presencia de actores políticos

En cuanto a la relación entre los diarios Perú 21 y La Primera, en sus presentaciones de imá-
genes positivas de Lourdes Flores y Susana Villarán, respectivamente; en la expresión mostrada y
sus expresiones faciales, se puede colegir que el uso de un gran tamaño en las imágenes, el alto
porcentaje de fotomontajes (Perú 21 con 54% y La Primera con 50%), la presentación de expre-
siones faciales con significados negativos y la utilización de titulares orientadores y sensacionalistas
(La Primera con 48% y Perú 21 con 18%) suponen un sesgo en el tratamiento de la información,
donde se buscaría desprestigiar a una y otra candidata (dependiendo del diario) para orientar la opi-
nión de los electores, afirmando la violencia simbólica que se ejerce durante la campaña electoral
y evidenciando un conflicto de baja intensidad que buscaría polarizar las opiniones al respecto de
las candidatas.

Hemos visto cómo las imágenes de las candidatas fueron utilizadas con distintos propósitos.
De igual forma, algunos diarios recurrieron a las imágenes de otros actores políticos como Nilver
López, dirigente sindical relacionado con la llamada izquierda radical, quien apareció con mayor
frecuencia en Perú 21 (4%) y Correo (3%); asimismo, la foto de Ollanta Humala, ex candidato
presidencial, fue empleada por Expreso y Perú 21 en un 5% de sus imágenes.

La utilización de las imágenes de ambos dirigentes formó parte de una campaña donde se re-
lacionó a la candidata Villarán con los sectores radicales, violentistas y de ideas trasnochadas que
significarían un retroceso en el proceso de democratización del país; este punto se relaciona con una
modalidad del conflicto de baja intensidad, que es la yuxtaposición de imágenes, la cual consiste en
la asociación arbitraria de mensajes orales y escritos con imágenes fijas o en movimiento, que repre-
sentan hechos reales producidos deliberadamente para que funcionen como prueba de la veracidad
del mensaje.

138
ANÁLISIS PSICOSOCIAL DEL SENSACIONALISMO POLÍTICO EN LA PRENSA ESCRITA: ELECCIONES
MUNICIPALES 2010, LIMA, PERÚ

Por su parte, la imagen de Alan García, Presidente del Perú en ese entonces, se empleó con
distintos propósitos, tanto por Expreso y Correo, como por La República y La Primera. En el
primer caso fue utilizado para desacreditar a Villarán y favorecer a Flores junto a titulares como:
“Alan preocupado por alianza SUTEP-Villarán” (Correo del 15/09/2010) y “García: Chuponeo a
Lourdes Flores Nano es muy grave” (Expreso del 16/09/2010), mientras que en los dos últimos
casos fue para perjudicar a Flores y favorecer a Villarán con titulares como: “A votar sin miedo”.
“Llegó la hora. Sospechoso desayuno entre Lourdes y Alan, quien vuelve a meterse en la campaña al
poner en duda resultados en boca de urna. Rumores de fraude en mesas de votación” (La Primera
del 03/10/2010), “Y Alan no cree en Susana. García afirma que será sobrepasada por el Sutep” (La
República del 29/10/2010) y “Desaire. García no quiso saludar a Villarán. En evento del Lugar de la
Memoria ignoró a alcaldesa electa y al término de ceremonia se fue a pasear con candidata Mercedes
Aráoz” (La Primera del 05/11/2010). De esto, podemos desprender que referirse a un presidente
o gobernante de turno tendría para orientar a los electores en tal o cuál sentido. Ello debido a que
es el representante, en este caso, de la nación.

Análisis de las fuentes de información

Un dato que llama mucho la atención es el 92% de ausencias de fuentes de información en el


diario Perú 21, ahora bien en los pocos ejemplares donde muestra la fuente de información se en-
cuentra como principal fuente la encuestadora IPSOS-APOYO. Los demás diarios no son ajenos a
ello, puesto que quienes sí presentan las fuentes fueron El Comercio y La República lo hacen en un
23%. El presentar la fuente de información no es imprescindible en la portada, sin embargo cuando
se ha de hacer referencia a un suceso de importancia mayor del cual no hay fuente directa se ha de
recurrir a él.

El diario Expreso prioriza la información obtenida del IOP-PUCP, mientras que La Primera
presenta 50% de fuentes de atención menores o no reconocidas en nuestro medio, lo cual hace más
democrático la elección de fuentes de información. No olvidemos que muchas veces las fuentes de
información validadas y reconocidas oficialmente transmiten información desvirtuada de nuestra
realidad, como por ejemplo en la utilizada por el diario Trome quien utiliza en el 40% de los casos
información extraída desde la televisión para informar sobre lo acontecido en las elecciones muni-
cipales.

Análisis de las expresiones faciales

Ambas candidatas presidenciales se muestran con expresión de felicidad en la mayoría de por-


tadas, con una diferencia ligera del 2% a favor de Susana Villarán. Las expresiones de emociones
negativas se encuentran un mayor porcentaje en la candidata Lourdes Flores con respecto a la otra
candidata. Lourdes Flores se presenta en la mayoría de los casos con expresión de felicidad salvo en
el diario La Primera, siendo lo contrario con los diarios El Comercio y Correo quienes la muestran
con expresiones de Felicidad. En el Caso de la candidata Susana Villarán Presenta mayor expresión
de felicidad en los diarios La Primera y el Trome, mientras en Correo, Perú 21 y Expreso las expre-
siones más destacadas en ella son las negativas.

De ello se desprende que como ya lo habíamos señalado antes el Diario La Primera se encuentra
orientado y orienta su interés de manera positiva hacia la candidata Susana Villarán, mientras de otro
lado se encuentra el bloque de los diarios Perú 21, Correo y Expreso quienes orientan sus titulares
a favor de la candidata Lourdes Flores. Los diarios El Comercio y La República guardan su distancia
entre ambas.

Por último El Trome, si bien no muestra explícitamente su acercamiento o rechazo hacía alguna
candidata muestra una forma de apoyo encubierto hacia la candidata Lourdes Flores, no atacando a
la candidata Susana Villarán, pero tampoco reconociéndola, al contrario de lo que sí profesa con la

139
Eli Malvaceda; John Espinoza; Israel Rivera, Alan Vega; Ronald Oria; Rafael Rivera; Yonar Rivera

candidata Lourdes Flores, se puede hablar de una violencia simbólica por omisión, no se ataca, pero
tampoco se reconoce.

El análisis concluiría aquí si es que el diario el Trome existiese sólo como un diario independiente
de los demás frente a un mercado amplio, sin embargo la realidad no es así, el Trome pertenece a
la misma empresa Editorial que El Comercio, es parte de este último, como un anexo popular, así
mismo este grupo El Comercio comprende a su vez otras revistas y medios de comunicación tele-
visivos (canales de televisión), por ende no se puede hablar “sólo” del diario El Trome, hablamos en
este caso de todo un bloque de sentidos contradictorios, por un lado la supuesta neutralidad de El
Comercio y de otro el farandulismo del Trome, la asepsia metódica y supuesta objetividad de uno y
la omisión del reconocimiento y violencia simbólica de parte del otro.

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140
ANÁLISIS PSICOSOCIAL DEL SENSACIONALISMO POLÍTICO EN LA PRENSA ESCRITA: ELECCIONES
MUNICIPALES 2010, LIMA, PERÚ

ANEXOS

Fig. 1.Tipos de titulares por diario

Fig. 2. Imágenes de Actores políticos en el total de las noticias

141
Eli Malvaceda; John Espinoza; Israel Rivera, Alan Vega; Ronald Oria; Rafael Rivera; Yonar Rivera

Fig.
g 3. Actores ppolíticos en las imágenes
g

Fig. 4. Expresiones faciales de Lourdes Flores TOTAL

Fig. 5. Expresiones faciales de Susana Villarán TOTAL

142
EL CARACTER NACIONAL DEL PARAGUAYO EN LA VISIÓN DE MANUEL DOMINGUEZ
Revista de Peruana de Psicología y Trabajo Social 2012, Volumen 1- N° 1: 143-162

EL CARACTER NACIONAL DEL PARAGUAYO EN


LA VISIÓN DE MANUEL DOMINGUEZ

THE NATIONAL CHARACTER OF THE PARAGUAYAN IN THE


POINT OF VIEW OF MANUEL DOMINGUEZ

José Emilio García1


Universidad Católica, Asunción, Paraguay

Recibido 02 de Mayo 2012; revisado 04 de Mayo 2012; aceptado 10 de Mayo 2012

RESUMEN

La formación de la psicología moderna parte de la confluencia de una gran variedad de orientaciones teóricas
y metodológicas, siendo las de mayor influencia las asociadas a la psicología experimental que inició Wilhelm
Wundt en la Universidad de Leipzig. Sin embargo, otras tradiciones más relacionadas con los estudios
literarios e históricos tuvieron una significación comparativamente menor. Las reflexiones e investigaciones
sobre el carácter nacional figuran entre ellos. En los países de América Latina se conocieron libros y escritos
breves sobre este tema en los finales del siglo XIX y comienzos del XX, en especial en Argentina, Bolivia,
Brasil, Ecuador, México y Perú. En Paraguay resalta la figura de Manuel Domínguez entre quienes estudiaron
las peculiaridades del carácter nacional. Su pensamiento estuvo muy influido por el comportamiento de los
combatientes paraguayos durante la Guerra contra la Triple Alianza (1864-1870) y las muestras de heroísmo
vistas durante la contienda. Este artículo presenta los puntos de vista de Manuel Domínguez al tiempo de
revisar sus principales escritos y exponiendo las causas que en su opinión formaban el sustento del carácter
nacional. También se analiza la relevancia de estos escritos e ideas para la evolución de la psicología paraguaya
en una perspectiva histórica.

Palabras clave: Carácter nacional, Manuel Domínguez, Psicología Latinoamericana, Historia de la Psicología,
Paraguay.

ABSTRACT

The constitution of modern psychology is the result of a great variety of theoretical and methodological
approaches, with the influences of those associated with the experimental psychology that Wilhelm Wundt
established at the University of Leipzig being the most important ones. Nevertheless, other traditions more
related to both the literary and historical studies had a comparatively minor significance. The reflections and
research on the national character are among them. In Latin American countries there have been books and
short papers related to this subjects published at the end of the XIXº century and beginnings of the XXº
century, especially in Argentina, Bolivia, Brazil, Ecuador, México and Peru. In Paraguay is prominent the
contribution of Manuel Domínguez among those who studied the uniqueness of the national character. His
thinking was too influenced by the behavior of the paraguayan combatants on the War of the Triple Alliance
(1864-1870) and the heroism samples during the war. This article present the views of Manuel Domínguez
and at the same time revising his major writings and exposing the causes that in his opinion were the support
of the national character. The article also discusses the relevance of these writings and ideas for the evolution
of the paraguayan psychology in a historical perspective.

Keywords: National character, Manuel Domínguez, Latin American Psychology, History of Psychology,
Paraguay

1 Contacto: Casilla de Correo 1839, Asunción, Paraguay. Correo electrónico: joseemiliogarcia@hotmail.com

143
José Emilio García

INTRODUCCIÓN

La indagación histórica cuyo propósito es reconstruir las fases evolutivas por las que ha cruzado
la psicología en su consolidación como ciencia se caracteriza por la atención preferente de los in-
vestigadores a la asimilación de los esquemas conceptuales y metodológicos con los que la disciplina
estableció sus rutinas para la búsqueda del conocimiento. A su vez, estos armazones intelectuales
conforman la columna vertebral en el cuerpo teórico de la psicología. Producto de estrategias sin-
gulares desarrolladas para la recolección y procesamiento de la información que constituye la mate-
ria prima fundamental de cualquier ciencia, esas vertientes de la metodología y el concepto lograron
gran preeminencia como orientadores generales para la función investigadora de los psicólogos y
para su propia definición en cuanto científicos o profesionales. En consecuencia, el discurso con-
vencional que explica tanto el emerger temporal como la autoimagen institucional de la psicología
guarda relación directa con el uso y aplicación de enfoques, procedimientos y técnicas particulares,
en especial los que son corrientes en la ciencia experimental, al estudio de los problemas del com-
portamiento y la cognición.

Aún así, las opiniones distan de ser unánimes. Algunos investigadores expresan puntos de vista
divergentes en cuanto a la significación que se debería otorgar a este conjunto de acontecimientos
que por lo general son vistos por los psicólogos como sus marcas de origen en cuanto científicos.
No obstante, es un hecho que la casi totalidad de los textos consagrados al estudio de la formación
histórica de la psicología otorgan un significado decisivo al inicio de actividades en el laboratorio
que Wilhelm Wundt (1832-1920) instaló en 1879 en un pequeño y humilde cubículo de la Univer-
sidad de Leipzig que con anterioridad se utilizaba como un comedor para los estudiantes pobres de
la institución (Nicolas, Gyselink, Murray & Bandomir, 2002). El equipo básico que se agrupó en
aquél recinto fue traído por Wundt de Zurich (Hothersall, 2005). En la orientación historiográfica
tradicional es este evento singular y no otro el que se reconoce como el acto fundacional y el primer
eslabón para el comienzo de una demarcación plena y definitiva entre la nueva psicología científica
y la anterior reflexión filosófica. La opinión habitual que se refiere a esta ciencia en cuanto rama del
conocimiento tributaria de la actividad del laboratorio tuvo a partir de estos hechos una significa-
ción decisiva a la hora de modelar la identidad institucional que le corresponde en cuanto disciplina.
También ha servido como la carta de presentación de la psicología en su reclamo por un lugar en el
exclusivo vecindario de las ciencias.

En lo esencial, la perspectiva se orienta a Wundt como el personaje central y el fundador de la


psicología experimental, así como el principal artífice de la ruptura con la previa relación de depen-
dencia respecto a la filosofía. El punto de vista fue introducido por Edwin G. Boring (1886-1968) en
su famosa Historia de la Psicología Experimental, obra que se publicó originalmente en 1929 (Boring,
1983) y conoció de varias reediciones y traducciones desde entonces. Entre los psicólogos, esta
aproximación a los orígenes ha ganado mucha fuerza, con independencia de sus simpatías hacia el
método experimental. De acuerdo con esa visión, el proceso iniciado por el gran psicólogo germano
sirvió también para conducir a la posterior autonomización como ciencia natural. Tal interpretación
sobre el surgimiento de la psicología científica y la especial significación del laboratorio fue objeto
de mucha discusión y puestas en entredicho. También hubo intentos de moderarla sustancialmente
durante las décadas recientes por parte de autores muy serios (Araujo, 2010; Danziger, 1990, 1997;
Koch, 1992; Nicolas, 2003) que han procedido a corregirla en varios puntos de sus argumentaciones
esenciales. Pero lo más certero probablemente es que Wundt, gracias en parte a la interpretación
con la que Boring popularizó su figura, en realidad aportó poco más que el modelo institucional
que luego se usó extensamente para orientar los perfiles de la nueva psicología, especialmente en
los Estados Unidos, con poco o ínfimo impacto en las demás esferas, de forma particular aquélla
que corresponde a la teoría psicológica. De igual importancia es el hecho que Wundt nunca claudicó
en su compromiso prioritario con los viejos problemas que siempre le interesaron y se ubicaban
netamente en los dominios de la filosofía y la metafísica (Hatfield, 1997), habiendo lamentado
siempre la separación tan radical que se levantó entre la ciencia psicológica y el pensamiento filosó-

144
EL CARACTER NACIONAL DEL PARAGUAYO EN LA VISIÓN DE MANUEL DOMINGUEZ

fico, especialmente en Alemania (Araujo, 2010). Ello reducía en los hechos ese corte radical con la
especulación sobre la mente que los textos tradicionales convirtieron en un retrato corriente sobre
el comienzo de la investigación rigurosa de los fenómenos cognitivos. La conformación de ese perfil
característico como investigador del laboratorio pronto ganó universalidad en desmedro abierto o
involuntario de otras fuentes o aproximaciones, cuya centralidad para la definición de la psicología
permaneció así sensiblemente relegada.

En efecto, existen otras vertientes o tradiciones intelectuales divergentes o emparentadas a la


tendencia experimental de una manera más periférica, que también han merecido su espacio. Tales
orientaciones, no necesariamente opuestas o contrarias al ideal de la psicología como ciencia afin-
cada en el laboratorio, provienen de autores más compenetrados a campos como la literatura o la
historia y quizás por ello hayan recibido una atención menos frecuente por parte de los cronistas de
la psicología. Especulaciones de sillón las más de las veces, estudios empíricos las menos, estos tra-
bajos dirigidos a explorar el carácter o la identidad de las naciones que pueblan nuestro continente
forman parte de un acervo cultural muy valioso que las ciencias del comportamiento han mantenido
casi en la penumbra. Muchos de los autores que pueden adscribirse a estas reflexiones iniciales, sin
embargo, son al mismo tiempo los referentes más notables y apreciados que ha producido la litera-
tura ensayística latinoamericana.

Los puentes que podrían tenderse entre aquéllas producciones pioneras y las ciencias del com-
portamiento fueron discutidos por Valderrama (1986) en un importante artículo de revisión que
contribuyó a ubicar estas indagaciones histórico-sociológicas en el mapa psicológico latinoamerica-
no. En el trabajo mencionado se ofrecía una exploración en detalle de las reflexiones surgidas en paí-
ses como Argentina, Bolivia, Ecuador y México y que estuvieron orientadas a la comprensión de las
singularidades que rodean la expresión del ser nacional. Estos escritos arrojaron como evidencia al-
gunas diferencias notables entre los conceptos valorativos que cobijaban los escritores para cada una
de estas naciones. En tiempo más reciente otros autores trabajaron sobre publicaciones localizadas
al interior de un solo país y susceptibles de incorporarse como antecedentes para esta aproximación
intelectual desde los terrenos del ensayo literario y la filosofía. La monografía histórica de Vilanova
(2001) que analiza las opiniones sobre el carácter argentino a partir de una amplia gama de autores
o el ensayo de Souza (2001) sobre el caso de Brasil pueden verse como dos excelentes muestras en
esta dirección. Asimismo, los estudios que el fallecido psicólogo José Miguel Salazar (1931-2001)
realizó o coordinó con sus colaboradores una década y media atrás (Salazar, 1999, 2001; Salazar &
Salazar, 1998) sirven para indicar con claridad el sendero que tiene marcada la investigación de la
identidad nacional con un criterio moderno, apuntalada por la amplia metodología de que hoy dis-
pone la psicología social.

Aunque menos conocidos y difundidos, en Paraguay también se encuentran algunos ejemplos de


escritores que demostraron interés en dilucidar lo propio y diferente del carácter nacional. No obs-
tante, por regla general los trabajos de estos autores fueron clasificados como pertenecientes a los
dominios de otras disciplinas, principalmente la sociología (Benítez, 1967), ignorándose con ello sus
auténticas connotaciones comportamentales. Aún así, la importancia de estos escritos es tal que los
estudios sobre el carácter nacional deben reconocerse como una de las tres fuentes que configuran
la psicología preuniversitaria en el Paraguay (García, 2003, 2004, 2007, 2009), junto a la educa-
ción -que sin discusión es la más importante- y la sociología. En este artículo nos detendremos con
cierto detalle en las opiniones que Manuel Domínguez, distinguido hombre de letras e historiador
paraguayo, había expresado respecto a la esencia del ser nacional a comienzos del siglo XX. A fin de
ubicar al autor en un contexto interpretativo de conveniente amplitud, expondremos primero sus
datos biográficos, para dar paso después a una presentación de las ideas que acuñó sobre el hombre
oriundo del Paraguay.

145
José Emilio García

Información biográfica

La vida de Manuel Domínguez transcurrió en el intervalo entre dos guerras fratricidas. Su naci-
miento tiene lugar en los tramos finales de la epopeya contra la Triple Alianza, que arrastró al Para-
guay a una despareja lucha contra Argentina, Brasil y Uruguay. El año de su muerte tocaba a su fin
otra gran contienda, la del Chaco contra Bolivia. Estas fatalidades históricas quizá expliquen mucho
respecto a la naturaleza de los intereses que cultivó en sus años adultos. Hombre de espíritu abierto,
inquieto y polifacético, Domínguez sintetizó a un tiempo los talentos del escritor, del historiador,
del periodista y del jurisconsulto. Entregó a la imprenta algunas de las páginas más inspiradas que se
hayan visto en las letras nacionales y por ello ha sido llamado el primer gran prosista de la literatura
paraguaya (Rodríguez-Alcalá & Pardo, 1999). Es así que el nombre de Manuel Domínguez se halla
inscrito en un lugar destacado de la historia intelectual paraguaya, de la que es considerado uno de
sus cultores más prominentes. Junto a otros exponentes de la generación del 1900 integró una élite
intelectual de primer orden, en la que sobresalieron los autores jóvenes y talentosos, creadores de
una obra literaria artísticamente valiosa y consistente, no igualada hasta nuestros días (Rodríguez-
Alcalá & Pardo, 1999). Entre las cualidades que cultivó Domínguez destacó también la oratoria, que
le ha valido elogios frecuentes. Su destreza en este antiguo arte griego hicieron que se lo calificara
como “...un esteta que hacía de la concisión y la claridad los resortes de la belleza y de la verdad”
(Cardozo, 1985, pp. 315).

En lo que interesa a los aspectos más propiamente biográficos de su vida persiste cierta contro-
versia respecto al sitio y fecha precisos de su nacimiento. Así, mientras Centurión (1950) señala que
Domínguez vino al mundo el 17 de junio de 1869 “al parecer” en Itauguá, pequeña localidad ubicada
a treinta kilómetros de Asunción, González (1946), González de Bosio (2000) y Zubizarreta (1961)
informan que el escritor provenía de la ciudad de Pilar, en el sur del país, donde habría nacido el
5 de junio de 1868 (González, 1946) o incluso algunos años antes, en 1866, según Zubizarreta
(1961). El historiador Justo Pastor Benítez también se adhiere a la tesis itaugueña, aunque fija el año
1867 como el del nacimiento (Benítez, 1959). Otros autores, que también reconocen la dificultad
para hallar concordancias precisas respecto al lugar de nacimiento, han preferido no expedirse al
respecto en una forma concluyente (Montefilpo Carvallo, 1997). Amaral (2006), al tiempo de cri-
ticar a quienes propusieron la versión sobre el nacimiento en Itauguá (Benítez, 1959, Centurión,
1950) por el presunto descuido en la confirmación de los datos, buscó dar por zanjada la discusión
apuntalando a la ciudad de Pilar como el verdadero escenario para el alumbramiento. Por lo tanto,
asumiendo un origen pilarense podría decirse que, tras dejar la ciudad natal, el niño y su familia pe-
regrinaron por diversos pueblos antes de ocupar el que sería su hogar definitivo (González, 1946).
En Itauguá transcurren los años de la primera infancia (González, 1946, González de Bosio, 2000).
Estamos ciertos que Domínguez se trasladó a edad muy temprana hasta la capital del país con el fin
de continuar sus estudios secundarios en el Colegio Nacional de Asunción (González, 1946, Rodrí-
guez-Alcalá & Pardo, 1999), una institución de nivel medio abierta en 1877 y refundada en 1890.
Cuando aún no había sido establecida la universidad en el Paraguay, el colegio llegó a erigirse en el
más fértil semillero intelectual que tuvieron a su alcance los jóvenes paraguayos en las últimas déca-
das del siglo novecentista (Viola, 1977). Más tarde vino la etapa de los estudios universitarios, que
fueron completados por Domínguez como alumno de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de
la Universidad Nacional de Asunción, a la que ingresó en 1891 (Centurión, 1950). En ese entonces
había transcurrido tan sólo un año de la apertura de esa institución. Allí recibió su doctorado en le-
yes con una tesis titulada La traición a la patria, que fue puesta al alcance del público algunas décadas
más tarde al salir a la venta como libro (Domínguez, 1959).

La vocación magisterial del autor y su amplia erudición que cruzaba diversos campos se hicieron
evidentes muy pronto cuando le cupo ejercer la docencia secundaria en el Colegio Nacional. Dictó
clases en distintos cursos y con ello cubrió la casi totalidad del espectro formal que comprendía la
enseñanza del nivel medio. Entre 1889 y 1904 impartió en forma sucesiva las cátedras de Aritméti-
ca, Historia y Geografía del Paraguay, Zoología, Fisiología e Higiene, Geometría Plana y del Espacio,

146
EL CARACTER NACIONAL DEL PARAGUAYO EN LA VISIÓN DE MANUEL DOMINGUEZ

Historia de Roma y de la Edad Media y finalmente, las clases de Anatomía (Centurión, 1950). A su
tiempo ocupó también la dirección del colegio (González, 1946). El paso a la cátedra universitaria
se produce a comienzos del siglo XX. Sus actividades permanecieron centradas en la Facultad de
Derecho y Ciencias Sociales, donde le fue confiada la enseñanza del Derecho Constitucional a lo lar-
go de varios ciclos lectivos consecutivos. En todo tiempo mereció el prestigio personal que otorga el
ser considerado un maestro de gran relieve y versación. Por ello, su labor en el claustro universitario
solo sirvió para acrecentar aún más la consideración y el respeto públicos que ya tenía ganada desde
edad muy temprana. Como pináculo natural de su trayectoria en el mundo educativo le correspon-
dió actuar en el alto gobierno de la Universidad Nacional, de la que fue Rector desde julio de 1901
hasta diciembre de 1903 (Velilla, 1990). Su vinculación con la educación superior, sin embargo,
tuvo un final indeseado y abrupto cuando, el 25 de febrero de 1915, le fue aceptada su renuncia a la
cátedra en la universidad, lo que habría de confirmarse por completo el 1º de marzo de 1916 con su
alejamiento definitivo de la institución (Amaral, 2006). Como ha ocurrido tantas veces en la historia
paraguaya, consideraciones ajenas al cultivo de la ciencia o la buena enseñanza y a menudo susten-
tadas en motivos oscuros hicieron que se perdiera a un maestro de talento y capacidad que nunca
más habría de encender en un aula de clase la chispa contagiosa que su palabra fulgurante desataba.

La aguda y cultivada inteligencia de Manuel Domínguez, cimentada en copiosa y variada lectura


a lo largo de toda una vida le permitió incursionar fecundamente en vastos dominios del trabajo in-
telectual, entre ellos el periodismo, la crítica literaria y la investigación histórica. Esta última se vio
robustecida con la publicación de varias monografías importantes en medios impresos de la época,
notablemente la Revista del Instituto Paraguayo (Domínguez, 1897, 1898, 1899a, 1899b, 1900, 1901a,
1901b, 1902a, 1902b, 1902c, 1903a, 1903b, 1903c, 1903d, 1904, 1908a, 1908b, 1908c, 1908d),
la más completa y exigente publicación cultural que haya visto la luz en este país. En ella también le
cupo asumir la responsabilidad de su dirección, aunque por un breve intervalo entre 1901 y 1903.
En sintonía con esta preocupación por las fuentes y los orígenes, Domínguez tuvo bajo su cuidado
las colecciones del Archivo Nacional de Asunción, el más antiguo de los repositorios documentales
del Río de la Plata, del cual se hizo cargo en el año 1900. Esta asignación institucional le permitió
potenciar en gran medida su dedicación a la investigación sistemática de nuestro pasado y al esfuer-
zo de localización y redición de un importante cuerpo de documentación inédita pertinente a los
destinos históricos del Paraguay (Centurión, 1950, González de Bosio, 2000).

Las jornadas conflictivas que de continuo se sucedían en la política doméstica también tuvieron
en Domínguez a un activo protagonista. Al igual que muchos ciudadanos destacados que aportaron
su esfuerzo al fortalecimiento de la cultura del país, nuestro hombre de letras marcó su presencia en
la gestión de los asuntos públicos y en la actividad parlamentaria y gubernativa. Entre 1894 y 1904
tuvo una destacada trayectoria política. Fue Asesor Jurídico del Ministerio de Relaciones Exteriores
(Monte, 1944), actuó como diputado de la nación, ocupó cargos ministeriales y diplomáticos y ejer-
ció la Vicepresidencia de la República en 1904 (González, 1946, Zubizarreta, 1961) acompañando
a Juan Antonio Escurra (1859-1919), quien se desempeñaba en la primera magistratura del país.
Ambos dimitieron en una sesión del congreso nacional el 19 de diciembre de 1904 (Scavone, 2011)
como precio que debieron pagar en una de las tantas revueltas políticas que, en la historia paraguaya
de la primera mitad del siglo XX, abundaron por su frecuencia. La conciencia nacional ha concedido
a nuestro autor las mayores prendas de su privilegio, entre otras cosas por su importante contribu-
ción a la defensa jurídica de los derechos paraguayos sobre la posesión territorial del Chaco durante
el conflicto con Bolivia, que se desarrolló entre 1932 y 1935. La dedicación y elocuencia que de-
mostró Domínguez en sus argumentaciones legales (Domínguez, 1927, 1932, 1935) le valieron de
los ciudadanos de la nación los agradecidos calificativos de abogado del Paraguay (Cardozo, 1985) y
abogado de la patria (Centurión, 1950). Su fallecimiento habría de producirse en Asunción el mismo
año que concluía aquél conflicto, el 29 de octubre de 1935.

Las filiaciones filosóficas y doctrinarias del autor reflejan la misma complejidad y anchura que
caracterizaron a su pensamiento. En sus escritos de juventud emerge con claridad la singularidad de
la expresión romántica, que en Domínguez se combina armónicamente con el agrado por los temas

147
José Emilio García

estético-literarios (Amaral, 2006) y un perfeccionismo por la elegancia de la expresión, cualidad


que no solo identifica a los escritores de la generación del 1900 en el Paraguay, sino también expli-
ca el refinado gusto por la belleza en el decir literario que se evidencia a cada párrafo de su faceta
como escritor y le confieren ese matiz en la construcción verbal que es tan personalmente suyo.
Descrito por muchos como un lector ávido y de talante profundo, Domínguez se interesó en las
opiniones de los filósofos eminentes de su tiempo. González (1946) señaló las simpatías hacia la obra
de Arthur Schopenhauer (1788-1860), de quien asegura también, habría recogido sus impresiones
pesimistas con relación a la amargura del vivir. Pero junto al célebre filósofo alemán frecuentó otras
lecturas con la misma asidua dedicación, recorriendo las páginas de François Voltaire (1694-1778),
Blaise Pascal (1623-1662), Ernest Renan (1823-1892) e Hipolyte Taine (1828-1893) y el idealismo
de George Berkeley (1685-1753). En este punto, y siguiendo la evocación ofrecida por González
(1946), algunos comentaristas como Vallejos (2000) no dudan en calificar de idealista a Manuel Do-
mínguez, asegurando que había cultivado con amor esa filosofía. Benítez (1967) también reconoce
la contribución que aportaron Friedrich Ratzel (1844-1904), Taine y Renan a su pensamiento. Estos
escritores, junto a otros tan diversos como Juan Bautista Alberdi (1810-1884), Jean-Marie Guyau
(1854-1888) y Herbert Spencer (1820-1903) formaron el cimiento intelectual que compartieron
en su esencia y principios básicos los integrantes de la generación novecentista (Rodríguez-Alcalá &
Pardo, 1999). Pero la pretendida congruencia de Domínguez con la matriz intelectual forjada por el
idealismo fue puesta en entredicho por Benítez (1983), quien demostró que una corriente de positi-
vismo difuso se había incrustado en las orientaciones fundamentales de los pensadores paraguayos de
inicios del siglo XX, incluso en quienes podrían presumirse alejados de él. Este fue también el caso
de Manuel Domínguez. Como afirma aquél historiador,

Si algún idealismo existe en Domínguez, es de especie romántica, ingrediente de posi-


tivismo ingenuo, pero nunca un idealismo filosófico parecido al manifestado en Europa
en el eclecticismo de tinte espiritualista de Victor Cousin y reaparecido sobre bases
metafísicas en la evolución creadora de Bergson (Benitez, 1983, pp. 85).

Algunos indicios que sugieren influencias del positivismo en la articulación discursiva de los
ensayos de Domínguez fueron percibidas también por otros autores. Así opina por ejemplo Cano
(2011), que en su reciente biografía del político paraguayo Blas Garay (1873-1899) incluye a Do-
mínguez entre los protagonistas principales de la intelectualidad local que abrazaron la dirección
filosófica liderada por Comte solo unas décadas antes. Pero es Amaral (2010) quien posiblemente ha
estudiado y comprendido mejor el pensamiento del escritor y la analizó como en verdad debe ha-
cerse, entendiendo que su elaboración intelectual no se puede concebir como un fenómeno estático
sino cambiante y en perpetua evolución. En la obra de Domínguez a lo largo de las tres décadas que
tomó su magisterio intelectual se distinguen algunas etapas que representan los cambios cualitativos
que se fueron dando en su formación. Es así que la búsqueda del Domínguez filósofo, empeñado
como otros de su tiempo en desvelar los grandes problemas que intrigaban y en ocasiones atormen-
taban a las inteligencias de su generación, lo llevan a ensayar primero un apoyo en las tesis positivis-
tas, inclinación que se refleja en los escritos que vieron la luz hacia el 1900, en coincidencia con un
momento en el que esta perspectiva doctrinaria identificaba a lo más destacado de la intelectualidad
paraguaya (Benítez, 1983). Hacia 1908 se nota ya un avance hacia posiciones de corte ligeramente
más idealista, que a más de recibir el impacto renovador de Friedrich Nietzsche (1844-1900) y
Arthur Schopenhauer en algunos conceptos, en especial los que revestían una índole emotivista, se
alimenta también de las ideas de Alfred Fouillée (1838-1912), Jean-Marie Guyau y Emile Boutroux
(1845-1921). Fouillée es conocido en el Paraguay por su bien razonada historia de la filosofía, que
ha probado la gran densidad que adquirió su pensamiento (Fouillée, 1943). La búsqueda recalará
finalmente en Henri Bergson (1859-1941), a quien menciona por vez primera en un escrito fechado
en 1910 (Amaral, 2010). De esta forma, la obra del gran filósofo vitalista francés se convertirá en
su santuario final.

Las influencias ideológicas de Domínguez parecen rehuir con porfía a las rotulaciones simplistas.
Con ser muy numerosa y multitemática, su obra no abunda precisamente en tratados de dilatada

148
EL CARACTER NACIONAL DEL PARAGUAYO EN LA VISIÓN DE MANUEL DOMINGUEZ

argumentación o en libros de gran porte. Al contrario, lo más valioso de su producción se halla dise-
minado en una gran cantidad de artículos concebidos de forma independiente, muchos de los cuales
fueron después integrados a la temática de sus libros como capítulos secuenciados. En relación a
nuestros intereses, los más significativos son El alma de la raza (Domínguez, 1918), El Paraguay, sus
grandezas y sus glorias (Domínguez, 1946), Estudios históricos y literarios (Domínguez, 1956) y La
traición a la patria y otros ensayos (Domínguez, 1959). En estos trabajos se hallan condensadas las
opiniones que el autor mantuvo sobre el habitante natural del país. La vigencia, actualidad e interés
que aún conservan estas obras se comprueba con facilidad en la redición reciente de la primera y la
tercera de ellas (Domínguez, 2009, 2011). Una revisión detenida de sus conceptos nos permitirá
descubrir de qué forma concebía al hombre del Paraguay.

La psicología del paraguayo

La cruenta guerra contra la Triple Alianza, que el Paraguay debió librar contra tres estados ve-
cinos entre 1865 y 1870, significó en los hechos el aniquilamiento casi total de su población, en
especial la del sexo masculino, además de representar el quiebre económico y social del país y el hi-
potecamiento real, durante varias décadas, de cualquier perspectiva o proyecto futuro como nación
(Cardozo, 1954, 1961; Castagnino, 2011; Whigham, 2010, 2011; Williams, 1979). En aquéllos días
de la posguerra la actividad cultural y la edición de libros se hallaban severamente limitadas debido
a las carencias que eran sentidas en todos los órdenes (Cardozo, 1985) pero también por el hecho,
muy comprensible, que las preocupaciones de los intelectuales paraguayos se hallaban dirigidas ha-
cia otra clase de cuestiones, más acuciantes y de urgencia improrrogable, relacionadas en forma
directa con la reconstrucción del país luego de la guerra. Como es fácil imaginar, aquélla contienda
generó toda clase de grandes juicios referentes a la combatividad y el valor del soldado y el pueblo
paraguayos, a menudo muy coloreadas por un digno y orgulloso patriotismo. La condición aguerri-
da que demostraron los combatientes en el campo de batalla despertó admiración entre propios y
extraños.Ya desde las primeras escaramuzas al inicio del conflicto provocó sorpresa y estupor en las
filas enemigas la ferocidad que exhibían los soldados paraguayos y su aparente decisión de pelear con
furia hasta la muerte inclusive sin nunca pensar siquiera en la posibilidad de rendirse o entregarse.
De esta condición quedaron numerosos ejemplos bien documentados. Cuando sobrevino el asalto a
Corrientes el 25 de mayo de 1865 y en el que las fuerzas comandadas por el coronel Wenceslao Pau-
nero (1805-1871) tuvieron la misión de repeler la ofensiva de la vanguardia paraguaya sobre las pro-
vincias del sur y el territorio de Corrientes, ocupado por las tropas del Mariscal López en su avance
hacia la Banda Oriental, pudo constatarse que aquéllos combatientes eran obligados al abandono de
sus puestos solo por la fuerza de las bombas y las bayonetas, pero nunca por la coacción o el miedo.
Para los adversarios comenzaba entonces a surgir como una incómoda certeza que, si iban a vencer
a estos soldados en igualdad de número y similaridad de condiciones, no quedaría otro recurso que
matarlos a todos (Whigham, 2010). En la mente de los paraguayos el capitular no era una opción.

Sin embargo, muchas de las expresiones que exaltaban esta bravura y heroísmo incontenibles y
que surgían al describir la conducta de los paraguayos en el teatro de la refriega adolecían de la im-
prescindible virtud de la objetividad. Tal vez resultara ello inevitable en el contexto que las genera-
ba, el de la defensa de la dignidad y el orgullo patrios heridos tan profundamente durante la guerra.
Y ello a pesar de la contrastación insoslayable que ofrecía aquélla realidad de aguerrida valentía que
a diario podía encontrarse en el frente de combate y parecía reforzar la credibilidad para cualquier
grandioso enunciado que pudiera emitirse en favor de los paraguayos. No obstante, siempre habría
que compartir espacio para otra clase de evocaciones que, en favor o en contra, tuvieran la posibili-
dad de levantar algún tipo de dudas o disensos.Y ello se hacía todavía más patente cuando el hombre
paraguayo y la patria eran objeto de insidiosos ataques, por lo común de personas que no cobijaron
sus simpatías para con la causa. Cuando algo así ocurría, no tardaba en aparecer un escritor de puño
encendido que ideara un vibrante desagravio.

149
José Emilio García

Manuel Domínguez fue uno de tales escritores. En los años iniciales del decenio de 1900, al
doctor Domínguez le había sonado muy indignante una afirmación hecha en Buenos Aires por el
diplomático norteamericano Charles Ames Washburn (1822-1889), quien había llegado al Paraguay
en el tramo final del gobierno de don Carlos Antonio López (1792-1862) y fue elevado a la cate-
goría de Ministro Residente de los Estados Unidos en 1862. El embajador mantuvo unas relaciones
relativamente normales aunque no exentas de tropiezos con este primer presidente. Sin embargo,
y pese a haber comenzado relativamente bien, los contactos se tornaron cada vez más conflictivos
y difíciles con el siguiente gobierno que correspondió a Francisco Solano López (1827-1870), hijo
del anterior jefe de estado. Fueron muchos los problemas, grandes y pequeños, que atizaron aqué-
lla áspera discordia. Washburn mantuvo abierta la legación norteamericana en Asunción incluso
en los momentos más difíciles de la conflagración y se esforzó por garantizar la protección de los
pocos estadounidenses que habitaban el país y de otros extranjeros que pudieran acercarse a ella en
busca de auxilio. No temió otorgar asilo a muchos de ellos, pese a los peligros que implicaba. Pero
sus relaciones turbulentas con Solano López y la decisión del gobierno de los Estados Unidos de
no comprometer en modo alguno su declarada neutralidad -prescindencia que el futuro mariscal
habría alterado con gusto-, además de otras antipatías mutuas y la inexcusable arrogancia de la que
Washburn era portador característico acabaron desembocando en el peor de los conflictos, cuando
este fue acusado de liderar una conspiración para lograr el derrocamiento de López (Mora & Coo-
ney, 2009) y con ello acaso el final de la guerra. La versión comenzó a tomar forma en 1868 en un
momento particularmente sensible para los intereses nacionales paraguayos, luego de la caída de
la fortaleza de Humaitá, otrora bastión inexpugnable en la defensa del paso por el río Paraguay y
que permitió la llegada de los buques brasileños hasta Asunción, ya sin ninguna fuerza de oposición
importante. Aquélla pretendida conspiración causó muchas muertes por ejecución y la práctica de
innumerables tratos inhumanos, algunos que se desataron incluso en el círculo familiar más íntimo
de López y constituye uno de los capítulos más oscuros y siniestros que abrió la guerra (Rebaudi,
1918). En ausencia de pruebas convincentes es difícil saber si Washburn verdaderamente estuvo
involucrado en tan comprometedora decisión.

Desde luego no es posible pensar que un hombre solo pueda concentrar defectos y carecer por
completo de virtudes, aunque esta es la impresión que trasmiten muchos de los que abundaron so-
bre la vida privada o la trayectoria pública de Washburn. En el breve esbozo biográfico que preludia
un libro con su epistolario, Whigham (2008) reconoce el enfado, orgullo herido, carácter irascible,
evidente sentido de superioridad y un cuidado muy escaso hacia quienes lo rodeaban como algunas
de las prendas que mejor se reconocen en su temperamento. Pero tampoco el se muestra inclinado
a apoyar la participación del ministro en aventuras conspiraticias durante su estancia en el Paraguay.
En verdad aquél no parecía el perfil habitual para alguien como Washburn, quien casi nunca optó por
la discreción al expresar sus ideas sino todo lo contrario, se destacaba por su estilo confrontacional
y explosivo. Habría sido difícil que mantuviera en absoluto secreto todo el tiempo un complot de
semejante gravedad, que además le produciría una preocupación constante. Eso requería de alguien
más controlado y frío. Whigham (2008) también subraya la inexistencia de documentos y corres-
pondencia oficial o privada que sugieran seriamente su inculpación. Pero dadas las circunstancias
que se presentaban en aquél momento no es de extrañarse que decidiera abandonar su asignación
diplomática y fuera sustituido por el General Martin Thomas McMahon (1838-1906) (Davis, 1985).
Dejó una interesante aunque controversial Historia del Paraguay publicada en dos volúmenes (Was-
hburn, 1897) que en algunos pasajes refleja ese especial estado de ánimo que acompañó su estancia
en el país.

Muchos años después, aquél antiguo jefe de misión en Asunción afirmó en la capital argentina
que los soldados paraguayos peleaban con extremo valor porque en la retaguardia de las tropas el
Mariscal López había colocado regimientos que fusilaban a los cobardes. De acuerdo a este argu-
mento, no había más remedio que combatir con valentía para escapar a la muerte segura en manos
del propio ejército nacional. Como réplica, Domínguez contestaba escribiendo “un modestísimo
ensayo de psicología histórica” (Domínguez, 1903, pp. 645; 1918, pp. 15). El escrito en mención,
Causas del heroísmo paraguayo, fue presentado primero como una conferencia en una de las fre-

150
EL CARACTER NACIONAL DEL PARAGUAYO EN LA VISIÓN DE MANUEL DOMINGUEZ

cuentes veladas del Instituto Paraguayo el 29 de enero de 1903 y publicado en la revista de ese ins-
tituto (Domínguez, 1903), para ser reimpreso después como el primer capítulo de la obra El alma
de la raza, publicada en 1918 (Domínguez, 1918). Las ideas que perfiló en ese ensayo de forma muy
fuerte y colorida hallaron continuidad en algunas de sus obras posteriores, de forma particular en
El Paraguay, sus grandezas y sus glorias (Domínguez, 1946). Expresiones menos estructuradas de
los argumentos centrales pueden ser ubicadas en otras páginas. Como reconoció Amaral (2010), la
época en que fue meditado originalmente ese escrito marcó el punto más fuerte en la presencia de
la cultura francesa sobre el pensamiento de nuestro autor, y esto se refleja en muchas citas y refe-
rencias que se encuentran en el texto. Se comprende que estos temas son amplios, difíciles y densos
y desde luego es posible debatir mucho y extenso en relación a ellos, pero en atención a la brevedad
que nos exige esta exposición renunciaremos a una exégesis de cada texto particular para presentar
en forma genérica nuestros puntos principales.

Como llevamos dicho, Domínguez presentó sus conceptos explicativos sobre las peculiaridades
que distinguen al hombre paraguayo en varios sitios diferentes y a lo largo de un período extenso de
tiempo. En un capítulo de réplica al escritor argentino Manuel Gálvez donde argumentaba sobre las
cualidades del ejército paraguayo que cargó con la defensa del país durante la guerra y formó parte
de los escritos reunidos en La traición a la patria y otros ensayos (Domínguez, 1959), se encuentra
una de las exposiciones más consistentes y sintéticas. Cuatro serían las causas fundamentales que se
ubican en la base de las cualidades excepcionales que Domínguez atribuyó a los guerreros nacionales
que escribieron la historia en los rudos escenarios que montó la Triple Alianza: 1) el medio, 2) la
raza, 3) el momento y 4) el caudillo. A juzgar por el peso que se les otorga en otras fuentes análogas
donde el mismo fenómeno también se somete a discusión, son las dos primeras las que debieran
considerarse como causalidad esencial.

El medio, al que Domínguez considera objeto de estudio central para la geografía humana, es lo
que denominó la causa externa (Domínguez, 1959). En su definición incluye una serie de aspectos
tales como: a) la altura sobre el nivel del mar, que en el Paraguay es de 80 a 500 metros y es la ideal
para la producción del hierro, el manganeso y el arsénico, minerales que se esparcen en las corrien-
tes de agua a la vez que se liberan en el suelo en las proporciones adecuadas, b) una zona pródiga
en la generación de truenos y relámpagos que alientan la producción del ozono, combinación del
oxígeno que purifica continuamente el aire y a la par aumenta la vitalidad del cuerpo, c) la frecuen-
cia y abundancia de las lluvias, d) la gran cantidad de regiones selváticas distribuidas a lo largo del
territorio nacional, que en la época de escrito el ensayo abarcaban el 70 por ciento del país -una
proporción que se ha reducido dramáticamente en la actualidad, como efecto de la descontrolada
deforestación-, por lo que “...en ellas y en el azul de su cielo descansan retinal fantasía” (Domín-
guez, 1959, pp. 144), e) los grandes ríos que cruzan la geografía y sus puros y cristalinos arroyos y
f) la temperatura, que de acuerdo al autor oscila entre 4 y 22 grados en su punto medio -pero que
registra picos más altos en tiempo moderno, con máximas considerablemente más elevadas-, con
un aire seco que al facilitar la transpiración fomenta el equilibrio del calor interno del cuerpo. Pen-
saba Domínguez que la vida inmersos en ese tenue y agradable ambiente hacía que los paraguayos
pudieran gozar de mayor agilidad y velocidad que aquéllos nacidos en un clima húmedo y agobiante,
lo cual se reflejaba tanto en la resistencia del soldado en las jornadas guerreras como en la rapidez
del futbolista, deporte colectivo por excelencia en el Paraguay y en el que aún a falta de una buena
preparación técnica se impone el jugador por su mayor rapidez y coraje. Más aún, el hombre nativo
de esta tierra es capaz de enfrentar al tigre en una lucha cuerpo a cuerpo pues, al igual que él, goza
de una gran elasticidad natural (Domínguez, 1959) que le permite superar incluso a los rivales más
difíciles.

El otro gran factor determinante en la arquitectura caracterológica del paraguayo es la raza. La


describía con tal profusión y colorido que es preferible dejar hablar al autor por sí mismo:

151
José Emilio García

Casi enteramente blanca, la raza de la aurora, eje de la historia, que dice Gobineau.
Frente con fortaleza de acero, la única capaz de soportar los trabajos de los yerbales:
sobria, cualidad que le permite remar días y días, o combatir sin comer y sin dormir
con tal de tomar la infusión de la yerba mate, su alimento de ahorro; inteligente y
sagaz, condición de éxito en la guerra, dictamen de Tucídides (Domínguez, 1959, pp.
145).

El andar orgulloso se refleja en el caminar, que exhibe un característico signo de altivez que solo
es propio de los príncipes. De acuerdo a lo afirmado por Domínguez (1959), la descendencia de los
paraguayos provenía de un tipo racial privilegiado y específico, cuya superior resistencia se pudo notar
fácilmente desde el principio de la conquista en la tenacidad y decisión que mostraron los primeros
colonizadores, de los que habríamos heredado tan notables virtudes por la posterior mezcla con el
indígena, germen inicial y fundamento real del mestizaje. Aquéllos primeros blasones de la raza eran
capases de prodigios físicos asombrosos, que más de uno tomaría con escepticismo, o cuando menos
en el más auténtico asombro, dado su inocultable aire de fábula. Caminaban cinco mil leguas a pie, en
su empeño expansivo de fundar los primeros poblados que surgieron en la región. Un ejemplo desta-
cado de esta última cualidad -que Domínguez (1946) afirma haber elegido al azar- era el de Ñuflo de
Chaves (1518-1568), que fue miembro de la expedición de Alvar Núñez Cabeza de Vaca (1488/1490-
1557/1558), uno de los primeros expedicionarios españoles que llegaron al Paraguay en el siglo XVI.
En 1540, procedente de Santa Catalina, exploró Curitiba, en el actual territorio del Brasil, para em-
prender viaje de inmediato hacia Asunción. Lo más importante de esta travesía era que el camino lo
emprendía a pie. Desde Asunción una vez más remonta 300 leguas al norte siguiendo el curso del Río
Paraguay buscando la tierra de El Dorado, que tanto encendió la codiciosa fantasía de los antiguos co-
lonizadores, arribando al puerto de los Reyes en 1541. Vuelve al sur cubriendo otra enorme distancia,
domina a una beligerante tribu de indios que se oponían tenazmente a su presencia y vuelve a iniciar
el mismo recorrido, acompañando a Alvar Núñez hasta el puerto de los Reyes, ya en 1542. Al año si-
guiente está otra vez en Asunción. Al poco tiempo comienza la exploración del extenso territorio del
Chaco, durante el cual descubrió por azar la ruta que conduce a Lima. Sus incansables piernas lo traen
otra vez hasta Asunción en 1545 pero esta vez siguiendo la ruta del Río Pilcomayo, llegando hasta las
cercanías de Potosí en 1546. Una vez más está de regreso en Asunción y al poco tiempo, acompañando
una expedición de Domingo Martínez de Irala (1509-1556), emprende viaje al Perú. Era entonces el
año 1547. Van de Asunción a Lima, caminando. Cuando llega permanece poco tiempo ya que, en com-
pañía de ochenta soldados, retorna a Asunción buscando a Irala, a quien suponía estacionado en Guapay.
No lo encuentra en aquél lugar y se pone a buscarlo afanosamente en toda la inmensa región del Chaco.
Una vez de retorno a Asunción contrae nupcias con Elvira de Mendoza, pero sus viajes no paran.Viaja a
San Fernando, luego camina otras doscientas leguas desde allí, está otra vez en Asunción para comenzar
después la exploración del Guairá. En su camino, nuevas escaramuzas lo enfrentan con los bravos por-
tugueses de la zona, a quienes también derrota. Luego funda la Ciudad Real en 1556. Habría de volver
de nuevo hasta Asunción y comenzar otra vez inmensas travesías de exploración, como aquélla que lo
llevó a fundar Santa Cruz en 1561, desde donde volvió caminando, como tantas veces anteriormente,
hasta su punto central en Asunción. A su muerte en 1564 tenía recorridas nada menos que cinco mil
quinientas leguas que integraron un total de dieciséis expediciones. Para quienes conocen la geografía
de la extensa región que comprende el cono sur americano y sobre todo las inmensas distancias que
separan un punto y otro de los que hemos mencionado, no puede menos que parecerle una proeza de
titanes los relatos que dejan estas impresionantes aventuras expedicionarias. En su deseo de encontrar
apoyo en la ejemplificación de sus ideas, nadie puede censurar a Domínguez que decidiera tomar estas
aventuras como ejemplos claros al construir su argumentación.

Entre las influencias del suelo, el clima y la raza, el paraguayo se modeló sobre estas bases singulares,
conformando un pueblo ascético, duro pero sensible, capaz de resistir como ninguno al dolor, el sufri-
miento, las privaciones y las condiciones adversas de la vida. Hombres de hierro les llamó Domínguez
(1959), capases de atacar acorazados soberbiamente armados y absolutamente superiores a los propios
en fuerza y recursos, navegando furtivamente por el río en simples y vulnerables canoas, como se vio
con algunas escaramuzas navales que tomaron lugar en la Guerra contra la Triple Alianza. Aseguraba

152
EL CARACTER NACIONAL DEL PARAGUAYO EN LA VISIÓN DE MANUEL DOMINGUEZ

Domínguez que durante el conflicto por las invasiones inglesas a Buenos Aires fue la acción del batallón
enviado desde el Paraguay para apoyar las acciones porteñas el que propició el rechazo decisivo de las
fuerzas insulares y la subsecuente derrota de estas. Permaneciendo oculta en lo íntimo del individuo,
la raza es la síntesis de los antepasados, la presencia viva en cada uno de nosotros de los caídos en las
anónimas jornadas de la historia. Con sus elementos de transmisión y herencia, también sintetiza los
recursos privilegiados del suelo, del aire y del agua y los elementos electromagnéticos de la atmósfera.

La causa de la peculiaridad de los paraguayos está en la raza, o lo que es decir, la causa interna. Como
parte de las sucesivas olas de inmigración, el Paraguay fue colonizado por la mejor gente de España, a
saber, los vascos y castellanos, cuya mezcla con la sangre de los guaraníes produjo al mestizo, un blanco
“sui generis”. Siguiendo al psicólogo Théodule Ribot (1839-1916)2, Domínguez afirmaba en su ensayo
sobre las Causas del heroísmo paraguayo (Domínguez, 1903a, 1918) que el cruzamiento de las razas da
origen a nuevas aptitudes. Consciente de la dificultad que parecía inherente al tema, el autor admitía
que “he dicho que el paraguayo era superior al enemigo y necesito probarlo, pero probarlo muy bien
-no tiene otro objeto este trabajo” (Domínguez, 1903a, pp. 647, 1918, pp. 18). La estrategia elegida
para establecer la prueba es recurrir a la opinión de sabios y exploradores que recorrieron el Paraguay o
tenían muy buena información de él. Los juicios de los franceses Buffon, Demersay, Larousse y Quatre-
fages, del español Azara, del suizo Rengger, del belga Du Gratty y del inglés Thompson eran invocados.
A juicio del autor, la coincidencia de todos ellos se observa en dos cualidades básicas: la superioridad del
paraguayo en el aspecto intelectual y también en lo físico (Domínguez, 1903a, 1918).

El espíritu resueltamente guerrero era otra característica distintiva, producto de su disposición he-
reditaria, ya que

“…el niño viene con cierta estrategia ingénita que es instinto de los progenitores,
conservado por ley de herencia, por educación, por necesidad, por el medio, y el ejer-
cicio continuo de las armas desarrolla virtudes guerreras que desconocen los pueblos
pacíficos, virtudes favorecidas aquí por el alimento, por el agua, por la luz, por el aire”
(Domínguez, 1903a, pp. 653, 1918, pp. 26-27).

El suelo fértil, el alimento, el agua, la luz, el aire. Fortaleza del maíz, las legumbres, la banana.
De la mandioca, fuente de la fertilidad de la mujer paraguaya, citando a Demersay. La miel, la yerba
mate que alienta y da vigor al trabajador. La sobriedad del carácter y la agilidad física, vista en el des-
empeño del jinete. El paraguayo no era un ser sanguinario, muy al contrario, su trato al esclavo era
de una humanidad que no resultaba frecuente ver en otras partes. “La verdad es que el paraguayo no
gusta de derramar sangre inútil. En su generosidad este valiente abraza al vencido como Cabañas a
Belgrano” (Domínguez, 1903a, pp. 656; 1918, pp. 29). También era muy sufrido, una cualidad muy
reconocible de su carácter, que heredó de su cruza con el guaraní. Y su capacidad para soportar el
dolor con estoicismo le permitían también realizar trabajos duros que no soportarían otros pueblos.

La astucia, sagacidad y desconfianza son otras particularidades genuinas del paraguayo. La po-
sesión de la lengua guaraní le transmite el genio del indígena. Al mismo tiempo, es alegre, lo que
Domínguez considera otra señal de superioridad ya que, afirma, las razas tristes son desgraciadas.
Además, por la lengua, es calculador.
2 El contexto en el que Domínguez se apoya en Ribot es muy congruente con las ideas que el destacado autor francés
profesaba en la misma época respecto al fenómeno de la herencia y su relación con los procesos cognitivos. Para
una revisión muy solvente y seria de las ideas generales de Ribot, deben consultarse los artículos de Nicolas (1997,
1999, 2000), Nicolas, Marchal y Isel (2000), Nicolas y Murray (1999) y el volumen histórico de Nicolas (2002).
Ribot es reconocido como el introductor de la psicología experimental en Francia durante las dos décadas finales del
siglo XIX a partir de obras de gran influencia como La Psychologie Anglaise Contemporaine (Ribot, 1870/2002),
que ayudaron a configurar sus puntos de vista. Representó lo que Guillin (2004) denominó un positivismo ambiguo,
más inspirado en las ideas de John Stuart Mill (1806-1873) y Herbert Spencer (1820-1903) que en las de Auguste
Comte (1798-1857) que resultaban más refractarias, como se sabe, a admitir la posibilidad de la psicología como
una ciencia.

153
José Emilio García

Su imaginación es un poco seca. La prosodia de su guaraní con su descarga de agudos


no se presta a los versos. Su inteligencia es concreta, analítica, nunca flota en el va-
cío. La fraseología huera no es su defecto. Es crítico, filósofo a su modo” (Domínguez,
1903a, pp.660; 1918, pp. 34. La cursiva en los textos originales).

Un profundo sentido de igualdad y de unidad podía también observarse entre los habitantes de
la colonia, de espíritu de cuerpo, fermento de la futura constitución de la patria. El nacionalismo
se descubría así como un punto esencial, vital. Al respecto decía Domínguez que “el paraguayo era
y es amable, generoso, hospitalario, pero una cosa le ponía y le pone furioso: la idea de que pudiera
cambiar de nacionalidad. Es el punto sensible. Cuidado con tocar allí” (Domínguez, 1903a, pp. 665;
1918, pp. 40). También era parte importante de este mundo el hogar, al que se defiende con ente-
reza. En cierta forma el hogar es la patria, y se lo protege con el mismo celo. Domínguez resume su
visión del hombre paraguayo diciendo que

“…era superior por el medio físico en que se desarrolló su raza y en las energías que
derivan de esta causa: en sobriedad, agilidad, en ser infatigable, sufrido !muy sufrido!
hasta el límite a donde puede llegar la naturaleza humana” (Domínguez, 1903a, pp.
671, 1918, pp. 47. Las cursivas en los textos originales).

Además de los condicionantes relacionados al medio ambiente y la raza, la reconstrucción


causal que ensayó Domínguez (1959) para explicar la naturaleza del hombre paraguayo comprendía
un par de elementos más: el momento y el caudillo. Sobre estos, sin embargo, se extendió en una
proporción menor tomando en cuenta el conjunto de sus escritos, por lo que cabe suponer que no
los consideró de la misma relevancia o peso que los dos primeramente expuestos. Con respecto al
momento las alusiones se refieren a una amplia variedad de aspectos que interactúan de formas muy
directas y podrían centrarse en la importancia de la historia y las alternativas únicas que vivió la na-
ción paraguaya en su desarrollo temporal. Es así que la suma o la combinación de la causa externa y
la interna da como resultado a la historia, que en resumidas cuentas es el producto directo de ambas
(Domínguez, 1959). El eje para la eclosión de todas estas variables es, una vez más, el conflicto con-
tra la Triple Alianza. En el Paraguay habrían confluido muchos factores para producir tales efectos
únicos, como lo que Domínguez denominó la educación guerrera de la población, la práctica del
servicio militar impuesto por el escenario geopolítico adverso ya desde mucho antes de la guerra
y el trabajo obligatorio que con anterioridad al conflicto pudo conducir al país a una economía
autoabastecida e independiente, orientada a la obtención de los máximos grados de producción
con bajo o mínimo nivel de consumo. El Paraguay disfrutaba de un índice de infracción a la ley que
podía contarse entre los más bajos del mundo. Al mismo tiempo elogiaba Domínguez el logro de la
instrucción pública universal, que hacían del Paraguay de mediados del siglo XIX un país sin anal-
fabetos. Pero sobre todo hay que entrever en esta compleja conjunción de elementos el hecho que,
mientras en los países vecinos predominaban algunos proyectos nacionales con filosofías e intereses
contrapuestos y hasta excluyentes que rehuían todo compromiso con cualquier idea compartida de
patria, en el Paraguay existía una identidad muy clara de nación. Esta se hallaba alimentada por el
aislamiento que durante décadas sufrió el país obligado a fuerza de las circunstancias en la necesi-
dad de asegurar su propia existencia, ante la prevalencia de vecinos poco amigables que no solo no
reconocían la independencia nacional, sino que promovían activamente la anexión territorial del
país. La unidad étnica de los paraguayos resultaba así muy fuerte y esta había sido una de las causas
principales que llevaron hacia aquella acción colectiva compacta, homogénea, decidida, que se ob-
servó en tiempos de la guerra. Ante la agresión a la patria y el intento concertado de acabar con ella,
la población entera respondió en una sola e igual disposición a la defensa por medio de las armas
y ofrendando para ello los sacrificios que fuesen necesarios, actitud heroica que prácticamente no
conoció de fisuras.

154
EL CARACTER NACIONAL DEL PARAGUAYO EN LA VISIÓN DE MANUEL DOMINGUEZ

En este contexto es que aparece la función del caudillo, la última de las cuatro causas men-
cionadas por Domínguez. Quien lo encarna es el que orienta el interés de la masa informe hacia un
destino superior. En el caso de la gran guerra de 1864 a 1870, ese norte era nada menos que la lucha
por la supervivencia de la nación, amenazada como lo estuvo por el infame tratado secreto que los
gobiernos de la Triple Alianza firmaron en Buenos Aires el 1º de mayo de 1865 (Cardozo, 1970). En
ese documento se decretaba el virtual desmembramiento del territorio nacional, como de hecho
ocurrió con posterioridad, cuando el Paraguay ya había perdido la guerra y debió ceder una porción
muy grande de su territorio, aunque por fortuna no en las proporciones que el pirático acuerdo
previó originalmente. Aún así, el país perdió un total de 156.415 kilómetros cuadrados, 94.090 de
los cuales quedaron a la Argentina y 62.325 al Brasil (Mora, 1993; Pereyra, 1969; Rigual, 2002). La
verdadera legalidad de este pacto contra el Paraguay continúa siendo objeto de análisis muy serios en
nuestros días, sugiriendo incluso la posibilidad de una auténtica reparación para el país sustentada en
razones jurídicas (Mora, 2011). En ese escenario de luchas dantescas y sacrificios extenuantes, que
fuerzan la resistencia de un pueblo hasta límites casi inauditos de admitir, Francisco Solano López
es quien asume la función del caudillo. No es necesario advertir que, como muchos de los grandes
protagonistas de la historia paraguaya, las consideraciones hacia López, en especial su conducta pri-
vada y pública, así como las alternativas de su trayectoria política y militar han despertado contro-
versias encendidas, donde las pasiones a favor y en contra son igual de poderosas y han primado con
frecuencia sobre cualquier racionalidad en el discurso científico (García, 2012). En la formación de
estas antípodas ideológicas, que dividieron a los historiadores paraguayos en irreconciliables bandos
de lopiztas y antilopiztas, Domínguez se situó decididamente en el sector de los reivindicadores, lo
que se percibe cuando retrata al Mariscal como

“...un caudillo de ojos soñadores, personificación cautivante del Edén en que nació, de
su raza y de la historia de su raza” (Domínguez, 1959, pp. 148).

Es así como el medio, la raza, el momento y el caudillo coincidieron y se mezclaron activamente.


Lograron fusionarse como en un colosal laboratorio del drama y el tiempo para dar origen a lo que
hoy son los paraguayos, cuya participación en la epopeya de nuestro continente refleja los matices
de esta nacionalidad única que, en la visión que Manuel Domínguez se formó de ella, constituye un
milagro de la historia americana y del mundo todo.

CONCLUSIÓN

En los comienzos del siglo XX y finales de la centuria precedente un grupo de escritores latinoa-
mericanos que habían recibido influencias de distintas raíces intelectuales y mantuvieron opiniones
muy variadas en asuntos sociales y políticos coincidieron en su atracción por las singularidades idio-
sincráticas que parecían exhibir los habitantes de sus respectivos países. Produjeron obras de notable
interés en las que buscaron dar respuesta a los interrogantes que surgían en torno a los fundamentos
del carácter nacional. La misma necesidad de plantearse esas reflexiones también constituía un in-
dicador del momento que vivían sus sociedades. Ya habían transcurrido varias décadas del inicio de
los procesos de constitución política en los estados nacionales en América del Sur y las identidades
locales de sus pueblos se hallaban en paulatina consolidación. Este fue un fenómeno típico e interno
para cada cultura y por ello revistió características diferenciales en todos los países. En algunos casos
se había presentado en forma tardía con relación a las fechas en que los movimientos ideológicos
que condujeron a las gestas independentistas hiciesen su irrupción a la historia. En ciertas naciones
sudamericanas estos procesos de conformación de idearios y patrones grupales de asimilación com-
portamental resultaron muy trabajosos de lograr, además de complicados y conflictivos por varias
razones. Análogos a las instancias que se viven en un parto doloroso, algunos ejemplos muy espe-
cíficos que se dieron en torno a la década de 1850 parecían no augurar incluso ninguna factibilidad
futura de lograr la cohesión colectiva.

155
José Emilio García

Los factores que explicaban este estado de cosas no fueron pocos y los hubo desde geográficos
hasta históricos y culturales. La extensión territorial en países como Brasil conspiró durante largo
tiempo en la creación de un sedimento adecuado para el surgimiento de alguna noción compartida
de nación, al menos una que se asentara sobre bases firmes y pudiera servir como elemento aglu-
tinador para su gente. En la Argentina existieron proyectos contrapuestos y aspiraciones políticas
divergentes que separaban agudamente a los representantes de las oligarquías intelectuales afincadas
en Buenos Aires, empapadas como estaban de ideas europeizantes y modernistas en relación con los
habitantes de las provincias, cercanos a la vida del campo y portadores de aspiraciones más senci-
llas y cruzadas por valores tradicionales. La desconfianza mutua que surgía de aquéllas diferencias
profundas nunca fue sencilla de afrontar. Las polémicas inevitables hicieron difícil y en extremo
accidentado el proceso de integración nacional en ese país. Cuando las tropas aliadas iniciaron su
campaña contra el Paraguay la uniformidad ideológica entre las distintas regiones aún estaba lejos
de haberse logrado. Inficionados por la acción corrosiva que acarrea la diversidad, casi lo único que
los unía era el mando militar compartido. Es bien sabido que estas disparidades afloraban a cada
momento y figuraron entre los factores que más dificultades crearon para la acción militar conjunta
de los ejércitos coaligados contra el Paraguay durante la Triple Alianza, al punto de generar varias
oleadas de deserciones masivas que debió afrontar y con frecuencia reprimir duramente el ejército
comandado por el presidente Bartolomé Mitre (1821-1906) (Whigham, 2010), con las predecibles
consecuencias negativas que ello representaba para sus objetivos belicistas.

Frente a estas ebulliciones de la conciencia colectiva que arreciaban a los estados limítrofes el
Paraguay mostraba un perfil considerablemente más homogéneo. Ya desde los días de la colonia
pero sobre todo a partir de la independencia el país vivió en un virtual encierro con escaso rela-
cionamiento hacia el mundo exterior, situación que fue evidente con el prolongado gobierno que
presidió el Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia (1766-1840) entre 1816 y 1840 y que se atenuó sin
desaparecer por completo durante el período presidencial de don Carlos Antonio López, de 1842 a
1862. De las razones que justificaron aquélla extrema determinación, la necesidad de preservar la
independencia frente a las ambiciones anexionistas de los vecinos, en especial el gobierno de Buenos
Aires, fue la más determinante. El persistente desconocimiento a la existencia del Paraguay como
nación soberana se mantuvo son alteración durante décadas enteras, lo que hizo de la política del
aislamiento una forma práctica y directa de afrontar el problema y mantener la autonomía en un
contexto regional poco propicio. En ausencia de vínculos externos que pudieran brindar opciones
alternativas de pensamiento y algún tipo de influencia que transformara la mentalidad de los habi-
tantes, el Paraguay volcó su mirada hacia el interior, encontrando en sus costumbres, tradiciones e
historia el mejor modelo para sí mismo. El ser nacional se edificó sobre estas bases. Otros factores
que contribuyeron para la evolución de esta identidad compacta fueron los valores familiares y tra-
dicionales que observaba la población, la vida sencilla, frugal y austera, la existencia y uso universal
de la lengua vernácula que brindó cohesión e identidad a la población y la acción de los gobiernos
de corte patriarcal y autoritario que mantuvieron inalterable su hegemonía desde los días de la
independencia y fueron una característica de la vida política paraguaya por lo menos hasta el final
de la Guerra, ya que luego la anarquía de administraciones vacilantes sustituyó al orden que habían
impuesto los gobiernos fuertes.

Para ser comprendidas correctamente, las ideas de Domínguez deben analizarse en este contexto
donde confluyen la historia y la cultura. Sus ideas sobre el hombre paraguayo no fueron producto
de la casualidad. Eran antecedentes de una revisión que comenzaba a gestarse en el pensamiento
nacional respecto al sentido que tuvo la guerra y su significación para la historia y el destino del país.
En la pluma de otros autores, esos conceptos tomarían formas mucho más doctrinarias en la década
que siguió a los primeros ensayos. Su trabajo intelectual se orientó bajo la égida de una clara valora-
ción del orgullo patrio, actitud que se refleja en casi cada párrafo de sus argumentaciones. No hizo
mención a los demás autores que por la misma época hacían reflexiones semejantes en los demás
países de la región y que Valderrama (1986) analizó muy bien en su conjunto. Es incierto precisar
si los conocía o no, aunque es claro que sus pensamientos se desarrollaron en forma independiente.
Aún así, parece correcto incluir a Domínguez como un ejemplo más entre esas producciones inte-

156
EL CARACTER NACIONAL DEL PARAGUAYO EN LA VISIÓN DE MANUEL DOMINGUEZ

lectuales, aunque sin olvidar que los principios subyacentes a sus reflexiones fueron bien disímiles.
De las diferencias que pueden notarse entre Domínguez y los autores que han repasado Valderrama
(1986) o Vilanova (2001) lo que más sorprende es el contraste tan agudo entre las visiones pesi-
mistas que eran dominantes en la mayoría de los escritores latinoamericanos y el optimismo casi
eufórico que profesó Domínguez respecto al hombre paraguayo. Desde luego el no fue el único en
ocuparse de estos problemas, pero fue el primero en este país y el que perfiló una explicación más
amplia y completa.

En su aspecto más fundamental Domínguez fue un ensayista y por momentos un filósofo de gran
lucidez. Por ello se comprende que no hubiese partido de la investigación empírica y la recolección
de datos en terreno como los modernos psicólogos sociales o culturales sino de la observación
directa y el uso de analogías con base histórica. El era enteramente consciente del carácter razo-
nado de sus escritos y por ello, para agregar solidez y firmeza a sus opiniones, buscó un apoyo en
los juicios de investigadores anteriores que gozaban de reconocida reputación. Como hemos visto,
la mayor parte entre estos fueron naturalistas y exploradores, aunque también podía encontrarse
a psicólogos como Ribot. Cuando se evalúa esta clase de estudios es fundamental entender a cada
autor en el contexto en que trabajó y no de acuerdo a los esquemas que hoy son corrientes para
nosotros, evitando caer en las tentaciones del presentismo (Hilgard & McGuire, 1991). Las ideas de
Domínguez sobre el hombre paraguayo pueden sonar muy lejanas a las costumbres y características
que se observan en los modernos habitantes del país, aunque esto no las hace menos valiosas. El tuvo
la sagacidad de adelantar algunas ideas que hoy se reconocen como parte de la psicología científica,
en especial su insistencia sobre la acción del ambiente en la formación del carácter y la importancia
de los aspectos culturales y geográficos para la determinación de las uniformidades colectivas. En
nuestros días la psicología considera como válida no solo la influencia de la cultura sobre distintas
variables de la cognición sino incluso en los procesos que generan la activación neural (Ambady &
Bharucha, 2009). De igual modo se ha investigado la posible relación entre factores físicos como la
temperatura o sociales como la riqueza de un país con los estereotipos sobre el carácter nacional que
rigen en muchas comunidades (McCrae,Terracciano, Realo & Allik, 2007). Es bien conocido que los
pobladores de un territorio así como los grupos étnicos, de manera idéntica a cuanto sucede con las
personas consideradas individualmente pueden ser descritos genéricamente en términos de rasgos
de personalidad (Realo, et al., 2009). Lo cual hace ver porqué los conceptos que incorporaron auto-
res como Manuel Domínguez, lejos de descartarse como meras curiosidades intelectuales, merecen
analizarse con una actitud crítica y seria, descartando las inexactitudes y conceptos perimidos pero
asimilando los aciertos. Este tipo de indagación es una oportunidad inmejorable para encontrar
aportes poco valorados y conocidos, ubicando a cada actor en el rol que le corresponde como parte
de la configuración histórica de la psicología paraguaya y latinoamericana. Por ello, cuando estas
ideas son leídas partiendo de las coordenadas adecuadas, el nombre y la obra de Manuel Domínguez
adquieren una relevancia completamente nueva.

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161
José Emilio García

162
RELACIÓN ENTRE LA PERCEPCIÓN DE LA SATISFACCIÓN MARITAL, SEXUAL Y LA COMUNICACIÓN EN PAREJAS

NOTA SOBRE LOS AUTORES

Alan Vega Jácome. Bachiller de Psicología egresado de la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos (Lima, Perú). Cuenta con experiencia de trabajo en promoción de familias saludables en
comunidades urbano-marginales de Pachacútec, distrito de Ventanilla. Ha dirigido su investigación
al desarrollo de la teoría informacional de la personalidad en la neuropsicología.

Antonio M. Flores. Diplomado en Terapia Ocupacional. Máster en Atención a personas en


situación de dependencia. Actualmente cursa el 5to curso de licenciatura en psicología y posee
amplia formación específica referente a la discapacidad intelectual (DI), alteraciones emocionales y
conductuales y nuevos desarrollos tecnológicos aplicados a personas con dependencia. Es formador
profesional. Desarrolla su experiencia profesional en el ámbito de la atención a la DI, como tera-
peuta ocupacional en un centro ocupacional, dedicándose al desarrollo e intervención de programas
de ajuste psicosocial. Viene trabajando en la línea de investigación centrada en el reconocimiento
emocional de personas con DI y en el uso de emociones como términos de decisión.

Andrea Mariana Agrelo. Licenciada en Psicología. Magíster en Drogadependencia. Miem-


bro Titular del Consejo Académico, Investigadora, docente de grado y posgrado de la Facultad de
Psicología de la Universidad del Aconcagua. Docente de la Universidad de Mendoza (Mendoza,
Argentina). Directora y evaluadora de tesis de grado y de postgrado. Fundadora y miembro del
Consejo de Administración e Investigación de “Cable a tierra” (Centro Preventivo Asistencial de
Adicciones, Mendoza, Argentina) Convocada como Par Evaluadora en el proceso de acreditación de
carreras de Psicología de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria. Ministe-
rio de educación. República Argentina.

Daniel Paredes. Doctor en Psicología. Licencia en Filosofía y Ciencias de la Educación, rama


Psicología. Magister en Gestión de Servicios Sociales. Profesor-Tutor en estudios de postgrado en
diversos centros universitarios y formador de profesionales en activo. Especialista en psicología de
la discapacidad intelectual (DI). Es autor de libros y artículos en revistas científicas en su mayoría
relacionados con la conducta y la vida afectiva y emocional de adultos con DI, psicología ambiental,
ecopsicología y voluntariado ambiental. Actualmente trabaja como psicólogo en el Centro Ocupa-
cional Aprosuba-4, (España) ocupándose de la atención psicológica, el consejo personal y la psicote-
rapia de personas adultas con DI. Viene desarrollando una línea de investigación relacionada con las
competencias emocionales positivas en personas adultas con DI ligera y moderada.

David Tarazona Cervantes. Psicólogo por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos
(Lima, Perú). Cuenta con estudios de especialización en diseño y gestión de proyectos sociales por
la Pontificia Universidad Católica del Perú (Lima, Perú), asimismo con estudios de Maestría en Ges-
tión Pública por la Universidad del Pacífico (Lima, Perú). Se ha desempeñado como coordinador de
proyectos de desarrollo a nivel nacional en instituciones públicas y privadas. Participa como exposi-
tor en eventos nacionales e internacionales. Actualmente se desempeña como Responsable de Inves-
tigación Social en la Gerencia de Participación Vecinal de la Municipalidad Metropolitana de Lima.

Eduardo Escalante. Licenciado en Lingüística y Literatura (Universidad de Chile, Chile),


Magister en Ciencias Sociales (Universidad de Gales, Gran Bretaña). Ex Docente Universidad de
Chile, Universidad de Playa (Chile). Ha dictado docencia de postgrado en las Universidad Católica
del Maule (Talca, Chile), Universidad Tecnológica Nacional (Buenos Aires, Argentina), Universidad
Nacional de Cuyo (Mendoza, Argentina), Universidad del Aconcagua (Mendoza, Argentina), entre
otras. Ex consultor del Banco Interamericano de Desarrollo. Ex Director del Instituto de Investi-
gaciones de la Facultad de Psicología de la Universidad del Aconcagua (Mendoza, Argentina). Ac-
tualmente investigador de la Universidad Juan Agustín Maza (Mendoza, Argentina). Ha publicado

163
Luz de Lourdes Eguiluz, Rosa María Calvo, Diana De la Orta

diversos artículos en revistas de Colombia, Perú, Nicaragua, México, España, Argentina, Chile; y
diversos libros, entre ellos, Investigación y análisis estadístico de datos en SPSS (coautor Alberto
Caro) (2006); Análisis de datos cualitativos (compilador con la Dra. María de los Ángeles Páramo),
(2011).

Eli Malvaceda Espinoza. Psicólogo egresado de la Universidad Nacional Mayor de San Mar-
cos (Lima, Perú). Con experiencia de trabajo con niños, adolescentes y jóvenes en condiciones de
riesgo. Desde hace 3 años viene trabajando en el distrito de Ventanilla, un proyecto de promoción
de la Educación a través del Juego, en lo que se denominan “Ludotecas Comunitarias”. Además de
contar con una Maestría en Políticas Sociales con mención en Gestión de Proyectos Sociales, se
encuentra cursando la Maestría de Psicología Comunitaria en la Pontificia Universidad Católica del
Perú (Lima, Perú) y un Doctorado en Ciencias Sociales en la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos (Lima, Perú).

Federico León. Ph.D. y Postdoctorado en Psicología. Investigador y consultor en compor-


tamiento laboral, drogas, conducta reproductiva/ servicios de salud en el Perú y en el extranjero.
Fundador de CEDRO y miembro del Americas Regional Advisory Panel, World Health Organiza-
tion.

Germán Andrés Cortés Millán. Licenciado en Psicología por la Universidad Santo Tomás de
Aquino (Bucaramanga, Colombia). Especialidad en Evaluación de Programas de Desarrollo Huma-
no y Magister en Planeación Participativa y Desarrollo Socioeconómico con Población Desplazada
por la misma universidad. En la actualidad, es docente investigador de la Universidad Piloto de Co-
lombia (Bogotá, Colombia). Politécnico Gran Colombiano en psicología social, psicología política e
investigación social. Miembro del grupo de investigación GOCE, presidente de la Unidad Colegial
Piloto, Colegio Colombianos de Psicología. Consultor en desarrollo social y en procesos de planea-
ción participativa y organización social.

Graciela Villegas García. Magíster y Doctora en Psicología por la Universidad Inca Garcilaso
de la Vega (Lima, Perú). Docente Principal y Decana de la Facultad de Psicología y Trabajo Social de
la Universidad Inca Garcilaso de la Vega. Coautora de manuales referidos al uso de software libre en
psicología, así como de artículos de investigación psicológica.

Israel Rivera Paucar. Psicólogo egresado de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos
(Lima, Perú). Ha orientado su investigación al estudio de la violencia política en familias ayacu-
chanas, así mismo se encuentra trabajando en un proyecto de desarrollo social que promueve el
ejercicio de derechos y protagonismo de niños y adolescentes en situación de calle. Actualmente se
encuentra estudiando la Maestría en Políticas Sociales con mención en Promoción de la Infancia de
la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Lima, Perú).

John Espinoza Quiroz. Psicólogo egresado de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos
(Lima, Perú). Cuenta con experiencia de trabajo en la promoción de estilos de vida saludables y
prevención de conductas de riesgo, a través de la participación comunitaria en zonas de riesgo en
la región Callao. Su investigación está orientada a la validación de metodologías y herramientas de
análisis cualitativo en psicología. Actualmente se encuentra cursando la Maestría de Psicología Co-
munitaria en la Pontificia Universidad Católica del Perú (Lima, Perú).

José Emilio García. Psicólogo por la Universidad Católica de Asunción (Asunción, Paraguay).
Docente de Psicología General e Introducción a los Métodos Científicos en Psicología en esa misma
institución. Miembro del Comité Editorial de la Revista Latinoamericana de Psicología (Bogotá,
Colombia) y del comité evaluador de Anuario de Psicología (Buenos Aires, Argentina). Sus prin-
cipales áreas de investigación son: Historia de la Psicología Paraguaya, formación académica del
psicólogo y psicología evolucionista.

164
RELACIÓN ENTRE LA PERCEPCIÓN DE LA SATISFACCIÓN MARITAL, SEXUAL Y LA COMUNICACIÓN EN PAREJAS

Lidia Sotelo López. Psicóloga especialista en psicología educativa. Licenciada en psicología


por la Universidad Inca Garcilaso de la Vega (Lima, Perú). Magister en psicología educativa con
mención en problemas de aprendizaje por la Universidad del Sagrado Corazón (Lima, Perú). Segun-
da especialidad en Audición, voz y lenguaje por el Centro Peruano de Audición y Lenguaje (CEPAL)
(Lima, Perú). Segunda especialidad en atención de menores de tres años por la Pontificia Universi-
dad Católica del Perú (Lima, Perú). Jefa del Gabinete de Psicometría y Testoteca –Videoteca de la
Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Lima, Perú). Docente Aso-
ciada de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos e Inca Garcilaso
de la Vega. Consultora en el área educativa. Coautora de tres libros universitarios. Sus principales
áreas de investigación son: Psicología Educativa y Tecnologías de la Investigación y comunicación
(TIC) aplicadas a la educación.

Luz de Lourdes Eguiluz. Licenciada en psicología en la ENEP-Iztacala-Universidad Nacional


Autónoma de México (Ciudad de México, México). Magister en Terapia Familiar en la Universidad
de las Américas y Doctora en Investigación Psicológica en la Universidad Iberoamericana. Es Pro-
fesora Titular en Metodología de la Investigación en la Licenciatura en Psicología Iztacala UNAM,
Docente de postgrado. Es Directora de la Clínica de Educación y Desarrollo. Ha publicado más de
45 artículos en revistas nacionales e internacionales, cinco libros y 12 capítulos de libros. Ha sido
psicoterapeuta familiar por más de 25 años.

María del Carmen Aguilar Rivera. Doctora en Psicopedagogía por la Pontificia Universi-
dad Católica Argentina Santa María de los Buenos Aires (Buenos Aires, Argentina). Licenciada en
Psicopedagogía por la Universidad del Salvador (Buenos Aires, Argentina). Docente universitaria
en la Pontificia Universidad Católica Santa María de los Buenos Aires. Investigadora del equipo de
Desarrollo de competencias y valores de la Facultad de Psicología y Educación de la Universidad de
Deusto (Bilbao, España). Actualmente lleva a cabo la investigación “Perfil motivacional comparativo
de estudiantes de distintas carreras de la Pontificia Universidad Católica de Argentina Santa María
de los Buenos Aires”.

Noemí Sotelo López. Licenciada en Psicología por la Universidad Inca Garcilaso de la Vega
(Lima, Perú). Magister en Psicología Educativa con mención en problemas de aprendizaje por la
Universidad del Sagrado Corazón (Lima, Perú). Segunda especialidad en el Centro Peruano de Au-
dición y Lenguaje (CEPAL). Docente universitaria de pre y postgrado en diversas universidades del
Perú. Investigadora asociada del Instituto de Investigaciones Psicológicas de la Facultad de Psicología
de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Lima, Perú). Decana del Colegio de Psicólogos-
Región I, Lima. Sus intereses de investigación se centran en aprendizaje en educación superior y
proyectos de intervención temprana.

Rafael Rivera Paucar. Estudiante de noveno ciclo de la Facultad de Psicología de la Universidad


Nacional Mayor de San Marcos (Lima, Perú).Tiene experiencia de voluntariado en proyectos sociales
que trabajan con población de niños y adolescentes.Actualmente vienen implementando un programa
de desarrollo integral con niños y adolescentes en el Ministerio de la Mujer y PoblacionesVulnerables.

Rocío Díaz. Diplomada en Terapia Ocupacional. Técnico especialista en psicomotricidad y de-


sarrollo infantil. Especialista en terapia ocupacional de la discapacidad intelectual (DI), También
cuenta con formación en atención especializada en Alzheimer. Formadora de profesionales en ac-
tividad. Actualmente trabaja como terapeuta ocupacional en un centro ocupacional, dedicándose
al desarrollo e intervención de programas de ajuste psicosocial. Viene desarrollando una línea de
investigación relacionada con técnicas de intervención eficientes para incrementar las competencias
emocionales positivas en personas con DI.

Ronald Oria Siapo. Estudiante de noveno ciclo de la Facultad de Psicología de la Universidad


Nacional Mayor de San Marcos (Lima, Perú). Orientado a las áreas de Psicología Social y Educativa.

165
Luz de Lourdes Eguiluz, Rosa María Calvo, Diana De la Orta

Interesado en proyectos de intervención comunitaria, gestión educativa y gestión de cultura. Tiene


experiencias de voluntariado en proyectos de desarrollo social con población de niños y adolescen-
tes en los distritos de Ventanilla, La Victoria, Independencia y Villa María del Triunfo.

Sergio Alexis Domínguez Lara. Psicólogo egresado de la Universidad Nacional Mayor de


San Marcos (Lima, Perú) y candidato a Magister en Psicología Clínica y de la Salud por la misma casa
de estudios. Profesor Investigador de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega (Lima, Perú). Autor
y coautor de manuales referidos al uso de software libre en psicología, así como de artículos de in-
vestigación psicológica. Sus campos de especialización son la evaluación psicológica y la psicometría.

Walter Arias Gallegos. Psicólogo de la Universidad Nacional de San Agustín (Arequipa, Perú).
Es candidato a magíster en Ciencias de la Educación con mención en Psicopedagogía Cognitiva de
la Universidad Nacional Pedro Ruíz Gallo (Lambayeque, Perú). Tiene una Segunda especialidad en
orientación y consejería del niño, el adolescente y psicoterapia familiar. Está diplomado en Neu-
rociencias aplicadas a la Educación por la Universidad Nacional de San Agustín (Arequipa, Perú).
Docente de la Escuela Profesional de Psicología e investigador adjunto de la Universidad Católica
San Pablo. Ha publicado dos libros así como diversos artículos en revistas locales, nacionales e inter-
nacionales. Es editor de la Revista de Psicología de Arequipa.

166
RELACIÓN ENTRE LA PERCEPCIÓN DE LA SATISFACCIÓN MARITAL, SEXUAL Y LA COMUNICACIÓN EN PAREJAS

NORMAS PARA LA PRESENTACIÓN DE TRABAJOS DE INVESTIGACIÓN,


ARTÍCULOS ORIGINALES Y OTROS PARA SU PUBLICACIÓN EN
LA REVISTA PERUANA DE PSICOLOGÍA Y TRABAJO SOCIAL

Definición de la Revista

La Revista Peruana de Psicología y Trabajo Social es una publicación académica de la Facultad de


Psicología y Trabajo Social de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega, que tiene como propósito
difundir los trabajos de investigación psicológica y de trabajo social de alto nivel académico en sus
diversas especialidades. La revista está dirigida a psicólogos, estudiantes de psicología y profesio-
nales de las ciencias sociales y de la salud. A pesar de la importancia que se brinda en la revista a la
generación de conocimientos basados en fundamentos teóricos sólidos, se espera también que los
artículos discutan las implicancias de política de sus resultados.

Se aceptarán artículos de investigación realizados con metodologías basadas en el paradigma


cuantitativo, cualitativo o mixto. Asimismo, se aceptarán artículos que presenten una revisión de
estudios publicados (metanálisis), pero no simples descripciones de un problema psicológico, rea-
lizadas de manera aislada de la teoría o conocimientos previos. Serán aceptados también estudios
diagnósticos y evaluaciones de impacto de programas siempre y cuando estén sustentados en teorías
sólidas y brinden resultados que se consideren relevantes para la literatura académica y de política
sobre el tema. Los problemas analizados pueden ser peruanos, latinoamericanos o de otras regiones
en desarrollo. Los autores(as) pueden ser de cualquier nacionalidad. En general los números de la
revista serán de tema libre, pero el Comité Editorial puede definir si algún número tendrá un tema
principal, para lo cual se hará una convocatoria.

Es de nuestro interés que los artículos lleguen a otros investigadores, docentes universitarios,
estudiantes, funcionarios con potestad de toma de decisión a nivel nacional y representantes de di-
versos organismos vinculados con la psicología nacional e internacional.

Todos los artículos serán publicados en castellano con resúmenes en castellano e inglés, así como
en inglés o portugués con resúmenes en castellano e inglés según sea el caso. Los autores (as) que
envíe sus artículos a la revista comparten con esta los derechos de publicación. Cualquier persona
puede reproducir los artículos publicados en la revista siempre y cuando lo haga con fines académi-
cos o desarrollo de políticas y sin fines de lucro, de acuerdo al espíritu de la Facultad de Psicología
y Trabajo Social. Cuando se reproduzca un artículo se debe indicar que el artículo fue publicado
originalmente en la Revista.

Presentación

El trabajo para ser presentado debe ser original e inédito no habiendo sido presentado, ni total ni
parcialmente, para publicación ni para evaluación en otra revista o medio de difusión. Puede tratarse
de: investigaciones originales (empíricas), temas de revisión, comentarios sobre artículos publica-
dos en la revista y reseñas bibliográficas. En su contenido y estructura deberá adecuarse a las normas
de la American Psychological Association (APA), en su sexta edición en inglés o tercera edición en
español. Los artículos, reseñas y casos deben presentarse en formato .doc o .docx (formatos propios
Microsoft Word©), en fuente tipo Times New Roman, con 11 puntos de tamaño, a espacio y medio,
con 3 x 3 cm de márgenes.

167
Luz de Lourdes Eguiluz, Rosa María Calvo, Diana De la Orta

El trabajo puede ser remitido a las direcciones electrónicas tcaycho@uigv.edu.pe. Se recepcio-


narán trabajos en español, inglés y portugués. Los trabajos deben ser enviados cumpliendo con los
plazos establecidos en cada convocatoria. Si un artículo es entregado fuera de plazo, existe la posi-
bilidad de que sea publicado en la edición siguiente de la revista.

Sistema de arbitraje

Recibido el trabajo será acusada su recepción por el editor quien se encargará de realizar la pri-
mera revisión, para examinar, tanto la pertinencia como el cumplimiento de las pautas de presen-
tación y comprobar que no haya errores que originen rechazo inmediato de los revisores. El editor
orientará, de ser necesario, en las problemáticas clave para que el artículo, reseña o caso sea entre-
gado en mejores condiciones al Comité editorial para su evaluación. Se considerará la originalidad,
consistencia temática, aporte al desarrollo o conocimiento del tema y al avance de la investigación
psicológica en sus diversas áreas. La calidad de los artículos en general, será evaluada de manera
anónima por dos árbitros, integrantes del Comité Editorial y Comité Científico. El Comité Editorial
se reserva el derecho de realizar la corrección de estilo y los ajustes que considere necesarios para
mejorar la presentación del trabajo sin que el contenido se vea afectado. Posteriormente, el trabajo
será revisado por especialistas del Comité Científico Nacional e Internacional. De ser necesario, se
recurrirá a evaluadores externos.

El proceso de arbitraje se realizará bajo la modalidad del doble ciego, es decir, los autores desco-
nocen la identidad de los árbitros y los árbitros desconocen la identidad de los autores. El resultado
del proceso de evaluación podrá ser:

a) Que se publique sin cambios,


b) Que se publique con los cambios sugeridos,
c) Que se realicen cambios sustanciales y luego sea sometido a nueva evaluación,
d) Que no se publique.

Los trabajos aceptados, luego de ser editados, se remiten a sus autores para que expresen su
conformidad para su publicación. Los trabajos enviados a los árbitros no deben ser compartidos o
distribuidos (a través de medios electrónicos o impresos) a cualquier otra persona u organización.
Los árbitros deben mantener la confidencialidad de los documentos a la revisión y del proceso de
arbitraje. Ellos no están autorizados a hacer uso de los documentos que reciban para el arbitraje,
y no se permite citar tales artículos antes de su publicación por la Revista Peruana de Psicología y
Trabajo Social.

Estructura de los trabajos para ser publicados:

Investigaciones empíricas originales

Trabajos referidos a la investigación psicológica. La estructura de las investigaciones deben con-


tener las siguientes partes: Título, autoría, resumen, palabras clave, introducción, método, resulta-
dos, discusión, referencias bibliográficas, notas acerca del autor. No deben exceder las 30 páginas.

Título

Sintetiza la idea principal del artículo de una manera clara y debe ser redactado con estilo de
comunicación científica. No debe exceder las quince palabras.

168
RELACIÓN ENTRE LA PERCEPCIÓN DE LA SATISFACCIÓN MARITAL, SEXUAL Y LA COMUNICACIÓN EN PAREJAS

Autoría

Indicar el nombre del autor o autores, dirección de correo electrónico y filiación profesional
completa de todos los autores, indicando la institución o centro de trabajo o la institución promo-
tora de la investigación. No colocar más de dos afiliaciones.

Resumen

El resumen contiene los aspectos principales del trabajo: planteamiento del problema, objetivos
del estudio, método, principales resultados y conclusiones, redactado en un máximo de 120 pala-
bras. Su expresión debe ser clara e inteligible.

Palabras clave

Se recomienda que no sean menos de tres ni más de cinco.

Introducción

Permite describir el problema en estudio y abarca el primer contacto teórico de la investigación.


De manera secuencial y sucinta, se presentan el planteamiento del problema, una revisión histórica
- teórica (si procede) y el estado actual del tema, la formulación del problema, los objetivos y/o hi-
pótesis. La redacción debe denotar adecuada organización, de tal modo que se aprecie la continuidad
lógica de los trabajos anteriores y/o previos con el actual.

Método

Se describe el tipo y/o diseño de investigación. Dentro del apartado Participantes se precisa
la población, muestra, técnica de muestreo, así como sus características demográficas. En Instru-
mento, se refiere el nombre de las pruebas utilizadas, autores, validez y confiabilidad, detallando el
ámbito de aplicación así como el contexto en el que se validaron y estandarizaron. Finalmente, en
Procedimiento se señala el proceso de recogida de datos, el consentimiento informado y los esta-
dísticos que se usaron.

Resultados

Se describen narrativamente los hallazgos del estudio y como complemento a lo descrito, se


presentan las tablas y/o figuras con su respectivo título y numeración. Se presentarán como máximo
diez tablas y figuras en total.

Discusión

Destaca los aspectos más novedosos e importantes, así como la interpretación y análisis de las
implicancias de los resultados. Se debe relacionar y comparar los hechos observados con la hipóte-
sis u objetivos, marco teórico y antecedentes referidos en la introducción, aclarando excepciones,
contradicciones o modificaciones (sin hacer uso de terminología estadística). También debe señalar
las aplicaciones prácticas o teóricas de los resultados encontrados. Finalmente, se deben de presen-
tar además los factores no controlados que pueden afectar los resultados. Este rubro finaliza con la
presentación de las conclusiones.

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Luz de Lourdes Eguiluz, Rosa María Calvo, Diana De la Orta

Referencias bibliográficas

La uniformidad de las referencias bibliográficas tendrá como patrón las normas de la APA. Su
confección se realizará teniendo en cuenta el orden alfabético de los autores y según el tipo de fuen-
te que se trate.

Apéndice (Anexos)

Se incluye sólo si éste ayuda a los lectores a comprender, evaluar o replicar el estudio. Puede ser,
una prueba no publicada y su validación, una descripción detallada de una pieza completa de equipo
o un programa psicológico propuesto.

Notas acerca del autor (es) Incluye: (a) La filiación institucional; (b) Fuente de apoyo económico
de la investigación (3) Referencias profesionales; (4) Direcciones postales y electrónicas.

Artículos de revisión

Son artículos teóricos que tiene como objetivo promover avances teóricos en algún área de
aplicación de la psicología. Asimismo, se presentan aspectos históricos de la psicología peruana e
internacional. Deberán ser redactados de acuerdo al siguiente esquema:

• Título
• Resumen y abstract
• Introducción
• Cuerpo de la revisión
• Referencias bibliográficas

La extensión total del documento será como máximo de diez páginas y se aceptará tablas y/o
figuras, según sea el caso.

Reseñas bibliográficas

Recensiones críticas y razonadas de instrumentos psicométricos o publicaciones referidas a li-


bros de psicología publicados en diferentes idiomas, cuya extensión máxima recomendada es de tres
páginas con formato libre. Es recomendable que la recensión corresponda a un libro editado en los
últimos cinco años. En la selección de los trabajos a publicar en esta sección se tendrá en cuenta la
importancia del libro, qué tan reciente es, y en qué forma puede ser útil a los psicólogos. La crítica
debe hacerse a la obra, no al autor; en ningún caso la integridad científica de un autor puede ponerse
en tela de juicio en una reseña. Tampoco es preciso presentar un resumen del libro. Una evaluación
no necesita ser una crítica negativa; es conveniente tener en cuenta la forma en la cual el autor enfo-
ca los problemas, si contribuye a la clarificación de algún asunto, los tipos de lectores a los cuales se
dirige el libro y la importancia de la obra desde el punto de vista de la psicología en general.

Citas en el texto y referencias bibliográficas

Citas

El estilo APA requiere que el (la) autor(a) del trabajo documente su estudio a través del texto,
identificando autor(a) y año de los recursos investigados. A continuación se presentan algunos ejem-
plos:

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RELACIÓN ENTRE LA PERCEPCIÓN DE LA SATISFACCIÓN MARITAL, SEXUAL Y LA COMUNICACIÓN EN PAREJAS

Cita textual

La información transcrita de menos de 40 palabras se coloca entre comillas y entre paréntesis el


autor, año y el número de página de donde se extrae la información. Citas con 40 palabras o más,
se escribirán en un párrafo separado, con sangría de cinco espacios a ambos márgenes, sin comillas
y transcritas a un espacio entre líneas.

Cita indirecta (hace referencia a una idea no textualmente).

a) Obras de un autor(a):

Méndez (2005) investigó la relación entre….

Los factores protectores de la salud mental en la adolescencia…. (Méndez, 2005)

En el año 2005, Méndez identificó….

b) Obras con múltiples autores (as):

- Cuando un trabajo tiene dos autores(as), siempre se citan los dos apellidos cada vez que la re-
ferencia ocurre en el texto.

- Cuando un trabajo tiene más de dos y menos de seis autores(as), se citan todos los autores(as)
la primera vez que ocurre la referencia en el texto. En las citas subsiguientes del mismo trabajo,
se escribe solamente el apellido del (la) primer(a) autor(a) seguido de la frase “et al.” y el año de
publicación. Ejemplo: Ramírez, Santos, Aguilera y Santiago (1999) encontraron que los pacientes...
(primera vez que se cita en el texto). Ramírez et al. (1999) concluyeron que... (próxima vez que se
menciona en el texto).

- Cuando una obra se compone de seis o más autores(as), se cita solamente el apellido del (la)
primer(a) autor(a) seguido por la frase “et al.” y el año de publicación, desde la primera vez que
aparece en el texto. (En la lista de referencias, sin embargo, se mencionan los apellidos de todos los
autores.)

- En el caso que se citen dos o más obras por diferentes autores(as) en una misma referencia, se
escriben los apellidos y respectivos años de publicación separados por un punto y coma dentro de
un mismo paréntesis y ordenados alfabéticamente. Ejemplo: En varias investigaciones (Ayala, 1994;
Conde, 1996; López y Muñoz, 1999) concluyeron que...

c) Cuando se citen trabajos del mismo autor o autores y de la misma fecha, se añadirán al año las
letras a, b, c.

Referencias Bibliográficas

- La lista debe tener un orden alfabético por apellido del autor(a), en minúsculas, incluyendo
las iniciales de sus nombres.

- Incluir todos los trabajos que han sido citados.

Se debe sangrar a partir de la segunda línea de cada entrada en la lista a cinco espacios (sangría
francesa)

171
Luz de Lourdes Eguiluz, Rosa María Calvo, Diana De la Orta

Libro completo
Un autor:

Apellido, Inicial del autor o editor. (Año de la publicación). Título del libro en letra itálica (edi-
ción). Lugar de publicación: Editorial

Más de un autor:

Apellido, Inicial del autor., Apellido, Inicial del autor., Apellido, Inicial del autor & Apellido,
Inicial del autor. (Año de la publicación). Título del libro en letra itálica (edición). Lugar de publi-
cación: Editorial

Capítulo de libro

Apellido, Inicial del autor o editor. (Año de publicación). Título del capítulo o sección. En Editor
(con su nombre en el orden normal) (Abreviatura de Editor), Título del libro en letra itálica (pági-
nas). Lugar de publicación: Editorial

Artículo de Revista

Artículo con un autor:

Apellido, Inicial de nombre. (Año de publicación). Título del artículo. Título de la revista, volu-
men (número de la edición), número de las páginas.

Artículo con dos autores:

Apellido, Inicial de nombre. & Apellido, Inicial de nombre. (Año de publicación). Título del ar-
tículo. Título de la revista, volumen (número de la edición), número de las páginas.

Artículo de Revista digital:

Apellido, Inicial de nombre. (Año de publicación). Título del artículo. Título de la revista, volu-
men (#), pp.doi: #

Artículo en línea:

Apellido, Inicial de nombre. (Año de publicación). Título del artículo. Título de la revista, volu-
men (#), pp. Recuperado de URL

Artículo en prensa:

Apellido, Inicial de nombre. (en prensa). Título del artículo. Título de la revista.

Tesis

Apellido, Inicial de nombre. (Año de publicación). Título de la tesis. Tesis para optar.., Escuela o
Departamento, Universidad, ciudad, país.

172
RELACIÓN ENTRE LA PERCEPCIÓN DE LA SATISFACCIÓN MARITAL, SEXUAL Y LA COMUNICACIÓN EN PAREJAS

REDACCIÓN

La redacción debe efectuarse en tercera persona, evitando el uso de pronombres personales y


haciendo uso de un lenguaje científico. Se pueden utilizar siglas para referirse a organismos, instru-
mentos o variables, siempre y cuando se explique la primera vez de su utilización, escribiendo el
nombre completo y seguido de las siglas en letras mayúsculas.

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