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En un país sin grandes embates culturales causados por diferencias de

idiomas, de religión o, incluso, étnicas, la federación brasileña fue creada en


1891, después de la proclamación de la república, en respuesta a las
diferencias regionales y a las necesidades administrativas, vista la dimensión
continental del territorio.

En lo que se refiere al sistema tributario, la federación interesaba


principalmente a las provincias más desarrolladas del sur y del sudeste,
especialmente a São Paulo, en donde se concentraba el nuevo sector
exportador. El principal objetivo, entre otros, era el de la obtención de mayor
libertad de movimiento para imponer impuestos locales a sus exportaciones.3 A
cambio de esto, se ofreció a las regiones menos desarrolladas una
representación más que proporcional en el Poder Legislativo.

En sus operaciones de comercio exterior (importaciones y exportaciones),


Brasil mantiene relaciones comerciales con la Unión Europea, Estados Unidos,
Asociación de Integración latinoamericana, Japón y países de la OPEC.
En la década del 90, Brasil lanzó su programa de privatización, trayendo
inversiones externas considerables. Aproximadamente, 90 sociedades
federales y 30 estaduales fueron privatizadas en Brasil, con destaque de los
sectores de telecomunicaciones, siderúrgico y petroquímico.

Nos encontramos con un Sistema Tributario bastante diversificado, en donde


todas las entidades colaboran y cooperan entre sí, para subsanar aquellas
deficiencias o inconsistencias por concepto de ingresos que pueda en algún
momento dado, tener una región o distrito determinado

En Brasil hay multiplicidad de órganos con funciones típicas de Administración


Tributaria, fruto, principalmente, de su estructura federativa de organización
política. El principal órgano de Administración Tributaria es la Secretaría de la
Renta Federal (SRF), que es la responsable por la administración de todos los
tributos de potestad de la Unión y de las principales contribuciones sociales
para la Seguridad Social – a excepción de las contribuciones que inciden sobre
la nómina de pagos y sobre el trabajo autónomo..

Los demás miembros de la Federación - Distrito Federal, Estados y Municipios


– mantienen administraciones tributarias propias, en el ámbito de los tributos de
sus potestades, ejerciendo cada una de ellas todas las funciones inherentes a
una administración tributaria. Debe ser resaltado que Brasil posee un Distrito
Federal, veintiséis Estados y más de cinco mil quinientos Municipios, cada uno
de ellos con su propia administración tributaria.
La economía brasileña depende de inversiones y préstamos extensos, y por
eso acumula una deuda externa aproximadamente de US$ 200.000 millones de
dólares. El sector público brasileño presenta un déficit próximo a los 50% de su
PIB, haciendo con que el gobierno deliberara aumentos de tributos y redujera
sus inversiones.

Como consecuencia, Brasil presenta una de las mayores cargas tributarias del
mundo, con 70 modalidades de impuestos aproximadamente, lo cual hace que
los inversionistas programen sus aplicaciones en Brasil, por medio de una
eficaz planificación fiscal y tributaria.

El sistema tributario de Brasil se caracteriza por la existencia de impuestos


propios a cada uno e los tres niveles de gobierno (federación, estados y
municipios) y de dos mecanismos fiscales que son bien diferentes, primero, un
sistema de repartición de ingresos tributarios que igualmente figuran en los
fiscos de las unidades que los comparten como recursos propios y segundo, un
sistema de transferencias intergubernamentales que opera en forma
redistributiva y compensatoria atenuando desigualdades regionales. Tiene esta
última un direccionamiento vertical hacia abajo, es decir el gobierno federal
transfiere hacia los estados y municipios y a su vez los estados transfieren a
sus municipios.
La estructura tributaria brasileña está definida por la Constitución Federal de
1988. Los impuestos vigentes en Brasil, clasificados por su naturaleza y por la
respectiva competencia, son los siguientes:

IMPUESTOS VIGENTES EN BRASIL

IMPUESTOS

COMPETENCIA

- Impuestos sobre el Comercio Exterior

- Impuesto sobre la Importación – II

Unión

- Impuesto sobre la Exportación – IE

Unión

- Impuestos sobre el Patrimonio y la Renta

- Impuesto Predial y Territorial Urbano – IPTU

Municipios

- Imposto Territorial Rural - ITR

Unión

- Impuesto de Transferencia Inter Vivos de Bienes Inmuebles – ITBI

Municipios

- Impuesto de Transferencia Causa Mortis y Donaciones – ITCD

Estados
- Impuesto sobre la Propiedad de Vehículos Automotores – IPVA

Estados

- Impuesto sobre la Renta y Ganancias – IR

Unión

- Impuestos sobre la Producción y Circulación

- Impuesto sobre Productos Industrializados – IPI

Unión

- Impuesto sobre Circulación de Mercancías y Servicios de Transporte y


Comunicación – ICMS

Estados

- Impuesto sobre Servicios de Cualquiera Naturaleza – ISS

Municipios

- Impuesto sobre Servicios de Cualquiera Naturaleza – ISS

En Brasil, cada esfera de gobierno posee competencia tributaria propia.


Mientras, la Constitución Federal determina algunas transferencias de ingresos
tributarios, con vista a corregir desequilibrios regionales y propiciar una mejor
distribución de los ingresos, de acuerdo con las distintas necesidades de
Estados, Municipios y regiones del País.
Administrando todos los impuestos de competencia federal y varias
contribuciones sociales para la Seguridad Social, la SRF tiene a su cargo la
tributación y fiscalización de toda la actividad económica y financiera del País
(inclusive la realizada con el exterior), contando en sus Registros con
documentos de más de 100 millones de contribuyentes personas físicas y más
de 10 millones de contribuyentes personas jurídicas.
1La Secretaría de la Renta Federal (SRF) fue creada por medio del Decreto n.º
63.659/68. Su estructura actual está definida por el Decreto nº 3.786, de
24.07.2001.

La Secretaria de Ingresos Federales-SRF fue creada por el Decreto nº


63.659/68. Su estructura actual está definida por el Decreto n.º 63.659/68, su
estructura actual está definida por el Decreto nº 3.786, de 24.07.2001.

La SRF forma parte de la estructura del Ministerio de Hacienda y se caracteriza


por ser un órgano central de dirección superior de la administración tributaria. A
la SRF compete la planificación, supervisión, ejecución, control y evaluación de
las actividades relacionadas a los tributos en la esfera federal, inclusive
aquéllos relativos al comercio exterior.
La estructura organizativa de la Secretaria de Ingresos Federales presenta los
siguientes niveles: Central, que abarca las funciones de dirección general y
asesoría; Regional, de supervisión y controle: y Local, de ejecución.

La SRF mantiene una estructura funcional, descentralizada y sistémica, con


cada uno de los niveles jerárquicos desarrollando las funciones básicas de la
administración tributaria. Con excepción de los Juzgados, que tienen una
estructura diferenciada, cada uno de los órganos descentralizados posee sus
propias divisiones especializadas en las áreas de atención y registro del
contribuyente, fiscalización, recaudación y cobro de tributos, y control aduanero
(cuando sea apropiado).

La dirección de la Institución es ejercida por el Secretario de Ingresos


Federales, que ocupa el cargo de mayor nivel jerárquico de la SRF. El
Secretario es auxiliado en sus tareas por tres Secretarios Adjuntos, además de
contar con las Unidades Centrales.

Todos son tributos y están sujetos a las reglas generales de la Constitución y


del Código Tributario Nacional. No obstante, algunas reglas de cómo estos
tributos deben ser pagados, modificados, etc. son especificas para cada uno de
estos tipos.

Impuestos
No tienen destinación específica

Contribuciones

Tienen destinación específica pero no es necesario que el hecho gravado


tenga relación con su destinación

Tasas
Tiene destinación y sirve para mantener un servicio

Préstamo Compulsorio
Casos excepcionales

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