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ACTIVIDAD EVIDENCIA DEL SISTEMA FINCA

1. Documéntese sobre economía campesina.

La economía campesina es una forma de producción familiar que utiliza productivamente


el conjunto de la fuerza de trabajo doméstica y los recursos naturales, sociales y financieros,
para garantizar, tanto la subsistencia de la unidad familiar, como también el mejoramiento
de su calidad de vida.

La economía campesina tiene una lógica y organización interna que interrelaciona la tierra
disponible con los demás medios de producción y la disponibilidad de la fuerza de trabajo
familiar, con las necesidades de subsistencia de la familia y de equilibrar estos factores
según su articulación con la dinámica del conjunto de la economía y la existencia de
cadenas y circuitos productivos y demográficos. El objetivo principal de economía
campesina es el bienestar de las familias y dentro la “utilidad marginal” se impone sólo
como mecanismo de equilibrio entre los factores internos.

La visión según la cual los campesinos son pasivos, resistentes al cambio, causantes del
atraso, no se corresponde necesariamente con la realidad. La economía campesina tiene
su propia lógica que ha sido explotada hasta ahora, no solamente por los terratenientes,
sino especialmente por los mercados mundiales y nacionales de materias primas, alimentos
y mano de obra y actualmente por los grupos transnacionales del capital.

Esta caracterización general sólo se completa si se tiene claro que el mundo de la economía
campesina es profundamente heterogéneo, por razones geográficas, ecológicas y
culturales y por factores económicos, como las diferencias en los niveles de ingreso, las
relaciones con el mercado y el capital, incluida la demanda u oferta de mano de obra.

No existe actualmente, en cualquier caso, una realidad dual con una economía moderna y
progresista y otra economía campesina retrógrada y estancada, sino sólo una estructura,
dentro de la cual el campesinado tiene una funcionalidad que significa que
sistemáticamente se aprovecha la lógica de su forma de producción o se desplaza o elimina
por las expectativas de ganancia de los proyectos de inversión.

Dentro de una estructura social el campesinado puede estar explotado, oprimido y pobre.
Históricamente se le desplaza una y otra vez de sus tierras, bien sea para establecer agro
negocios o para construir megaproyectos; se le impide una territorialización adecuada, se
aprovecha su capacidad de reproducción barata de fuerza de trabajo y se le expropia
también de los excedentes de su trabajo, mientras se desconoce su cultura, su participación
real en las decisiones nacionales e internacionales, su libertad de organización y la
movilización y la autonomía y poder de las comunidades.

Sin embargo, la economía campesina puede cumplir una función dinámica y equitativa
dentro de la economía nacional y mundial, siempre y cuando se replanteen, tanto su
articulación dentro de las cadenas y los circuitos productivos y demográficos, como las
relaciones estructurales nacionales e internacionales y, especialmente, el poder político del
campesinado y su capacidad de intervenir decisivamente en las decisiones que afectan la
vida de las comunidades rurales. La reforma agraria integral constituye un elemento
fundamental de ese replanteamiento económico y político.

La racionalidad de la economía campesina descansa básicamente en la combinación


equilibrada entre los bienes generados para el mercado y los generados para el consumo
de la familia, a partir del trabajo desarrollado en la propia finca y con predominio de la mano
de obra familiar. Esta dualidad de comportamientos siempre ha constituido un conflicto
dinámico dentro del sistema, generando muchas veces reacciones de tipo “pendular” que
tienden por un lado a la autosuficiencia de la finca y en otras oportunidades la fuerte
inclinación hacia modelos productivos adscripto totalmente al mercado.

El estudio de la economía campesina siempre se ha visto relegado a un segundo plano sin


ver la importancia que este presenta en el desarrollo económico de nuestro país; se ha
podido establecer la situación y el pensamiento del campesinado en Colombia durante la
última década, donde se pudo analizar que existe la creencia general que a mayor
desarrollo, menor importancia del sector agropecuario y menor población rural. Sin embargo,
a diferencia del nuestro, otros países desarrollados tienen un sector agrario fuerte, que les
asegura la provisión de alimentos y genera efectos multiplicadores importantes en otros
sectores.

2. Identifique un modelo de este tipo de economía y desarrolle un análisis crítico.

En primera instancia encontramos la autonomía alimentaria. Aunque Colombia no tiene


grandes índices de dependencia alimentaria, en comparación con los demás países de la
región (las importaciones en Colombia subió en un 30.1% en el 2010 con respecto a las
importaciones del 2009, la importación de alimentos subió un 3.1 % del total de las
importaciones, en comparación con Venezuela que aumento la importación de alimentos
en el año 2010 en un 20.9 %, y Bolivia quien incremento las importaciones en un 24 % en
los últimos 4 años,) las tendencias y estudios hacia el futuro nos hacen pensar que el
problema de autonomía alimentaria se convertirá en un problema de seguridad alimentaria
en los próximos años. Lo anterior se convierte en un problema enmarcado en una política
de globalización y con un tratado de libre comercio impulsado por los últimos gobiernos,
donde como es apenas lógico que con el TLC se perjudica el agricultor colombiano, ya que
van a llegar productos agrícolas subvencionados de Norte América y la Unión Europea,
además tienen que competir con una producción agrícola mecanizada y altamente
tecnificada. En contraste, en nuestro país, ya sea para dar trabajo o porque no hay esa
mecanización, a los grandes hacendados no les interesa automatizar el campo, debido en
gran parte, a la destinación del uso del suelo; a mantener el latifundio, la explotación
ganadera, la producción de biocombustibles.

Tal vez los esfuerzos que hagamos para impedir las importaciones de alimentos sean poco
útiles, sin que se resuelva de manera inmediata el problema interno de la oferta y del
equilibrio del mercado. Nos veremos avocados a mantener las políticas globales para
mantener los canales de comercialización de los alimentos, donde se benefician las
multinacionales y las empresas nacionales que controlan la distribución, los precios y los
volúmenes de producción, en contraposición de los pequeños y medianos productores y los
consumidores que no tienen fácil acceso al mercado de los alimentos, ya sean estos por
dificultades de transporte, vías de acceso, o simplemente por la desigualdad y trabas que
se les han impuesto a la hora de entrar a competir con las grandes empresas.

Si bien es cierto hoy las pequeñas economías campesinas no son visibilizadas como parte
fundamental del desarrollo agrario o económico del país, o así se hace notar por parte de
las políticas del actual gobierno, quien prioriza como pilar de la economía 5 grandes retos
como la diversificación de la inversión extranjera, donde la industria petrolera y minera
representa un 55% del total de inversión; crear “empleo digno”, donde los niveles de
desempleo suben a mas de 2.293.000 para el año 2010, y el nivel de subempleados llega
a 10.065.000 personas, basados en la ley de primer empleo que en materia de seguridad
social y prestaciones no es benéfico para el trabajador; como tercer reto se busca bajar el
déficit fiscal, donde no se prevén gastos que se producen por efectos de cambio climático
y calentamiento global, como los producidos por la gran ola invernal que azotó a las zonas
más vulnerable en el segundo semestre de 2010, y que claramente lleva a un
endeudamiento interno y externo de más de 27 billones de pesos; por otra parte tenemos
la inversión en salud que lo que busca es tapar las falencias que dejo la reforma a la salud
aprobada por el congreso y que asciende a más de 3 billones de pesos y que aún no se
sabe cómo financiarlo, por último el reto de las exportaciones es crucial para la política
económica del estado, aunque es claro que hoy las exportaciones van más a la
consolidación del sector energético, minero e industrial; lo anterior demuestra que para este
Estado la economía agraria no tiene significancia para el desarrollo económico del país, al
tanto que dentro del Plan Nacional de Desarrollo no está estructurada una solución para el
desarrollo integral agrario.

3. Realice la lectura de la teoría general de sistema y apóyese en los enlaces


externos dispuestos en este programa, para que desarrolle un esquema donde
involucre las diferentes unidades productivas del sistema finca.

Aun así, son varias las razones por las cuales se puede pensar que hoy la economía
campesina aporta al desarrollo económico y a la problemática de seguridad alimentaria,
hoy la cantidad sembrada de alimentos transitorios inferiores a 20ha. Es de un 38% según
la Encuesta Nacional Agraria 2009, convirtiéndose en fuente importante de oferta de
alimentos para el mercado y de materias primas para la transformación. Aunque el volumen
de producción puede ser alto es necesario fortalecer los procesos de calidad para lograr
desarrollar canales de comercialización especializados con niveles de organización más
elevados.

Hay varias razones por las que hoy las economías campesinas aportan al crecimiento
agrario:

a) La zona central de Colombia tiene características topográficas especiales dadas por


sus montañas y valles interandinos donde no son rentables grandes extensiones de
cultivos mecanizados e industriales, dando espacio a medianas y pequeñas
unidades familiares de producción rentable.
b) Los pequeños y medianos productores han sido importantes proveedores de
alimentos no tanto por la cantidad sino por sus características:

• Localización: los productores campesinos están diseminados por todo el país


especialmente en la región central y en el sur del país, y están cerca a los puntos centrales
de los mercados, bien sea estos pequeñas poblaciones o grandes ciudades como la capital
del país. Esta localización cerca a los centros de consumo les permite reducir los costos de
transporte, aunque es necesario generar políticas públicas locales y regionales que logre
fortalecer estos procesos de transporte para hacerlos más eficientes.

• Producción continua y regularizada: debido a las diferencias micro climáticas y al gran


número de productores los campesinos producen casi durante todo el año y suministran en
forma continua sus productos con intervalos de una semana o menos, algunos tres o cuatro
veces por semana, de acuerdo con los mercados que se trabaje. De igual forma debido al
gran número de productores individuales, la oferta es permanente, cada uno es
reemplazado por otro en cada mercado de modo que en conjunto, la oferta total tiene una
regularidad a través del tiempo, reduciendo las fluctuaciones y el crecimiento de los precios.

• Pequeñas cantidades: Los productores campesinos ofrecen pequeñas cantidades en los


mercados, en cada oferta se entregan productos frescos, manteniendo un equilibrio con la
demanda y evitando grandes procesos de almacenamiento y transformación.

• Variedad de productos: su producción se ajusta a las características de cada región y a


las necesidades de los consumidores de los mercados, en muchas ocasiones teniendo en
cuenta la vocación de la tierra o las condiciones culturales del campesinado, esta variedad
se debe a la localización en toda clase de climas.

c) Para finalizara podemos decir que el campesinado es generador de fuerza de


trabajo para todos los sectores de la economía. Independientemente de su magnitud
es muy importante para la regulación y normalización del abastecimiento de
alimentos del país, pero, para que esta capacidad pueda ser aprovechada es
necesario contar con recursos y tecnología, con el fin de aumentar su eficiencia y
capacidad.

En segundo plano la economía campesina puede generar productos de agricultura


permanente distintos a los que hoy muestra la Encuesta Nacional Agropecuaria como el
cacao, la palma de aceite, la caña, algunos frutales de exportación, y productos de
producción no alimentaria. LA ECONOMÍA CAMPESINA PUEDA HACER GRANDES
APORTES AL CRECIMIENTO DE LA AGRICULTURA Y LA ECONOMÍA a través de la
producción de alimentos especialmente con una capacidad de producción de hortalizas
(122.306ha), frutales (208.994ha), tubérculos(283.405ha) y leguminosas (94.891ha) ;
generando una contribución significativa al desarrollo económico, esto asociado al papel
que tienen los precios de los alimentos de origen agrícola en la estabilidad económica,
cuando nuestro país gasta una proporción considerable de su ingreso en bienes básicos:
alimentos y vivienda, entonces el precio, o el equilibrio de los precios de los alimentos se
convierte en un elemento básico dentro de los procesos de generación de ahorro interno y
aun dentro de los procesos de crecimiento económico.

En tal sentido encontramos el hecho que existen varias experiencias locales, promovidas
por las organizaciones campesinas de carácter nacional y regional, las cuales a través del
Comité de Interlocución Campesino y Comunal – CICC el cual tiene como objetivo
“posicionar la economía campesina en una propuesta de seguridad alimentaria para la
región central, estableciendo una interlocución con entidades gubernamentales,
organismos de cooperación internacional e instituciones para lograr incidir en las políticas
públicas para el sector agropecuario”. Desde el año 2004 han venido desarrollando el
proceso de Mercados Campesino como una alternativa de solución a los procesos
económicos, organizativos, culturales y políticos del sector agropecuario.

Estas experiencias, han permitido una relación directa entre más de 2500 productores (de
la ruralidad de Bogotá y 68 municipios de los departamentos de Boyacá, Meta, Tolima y
Cundinamarca) y consumidores generando una serie de beneficios económicos, sociales,
y culturales, abriendo además canales de comercialización directos con plazas de mercado,
fruver, tiendas y restaurantes, logrando abastecer y proporcionar un 65 % de los productos
de la canasta familiar a los siete millones de habitantes de Bogotá.

Finalmente podemos decir que la economía campesina puede fortalecer el desarrollo


socioeconómico si se generan una serie de POLÍTICAS DE CONSTRUCCIÓN COLECTIVA
que logre mantener los procesos productivos agrarios, resolviendo el problema crítico del
desarrollo rural, solucionando definitivamente los problemas de bienestar y pobreza que
tiene la mayoría de sociedad colombiana, pensándonos en una recomposición total del
crecimiento económico y en particular del crecimiento del sector agropecuario.

En el año 2010 se logró incidir en 38 municipios de la región central del país a través de los
Comités Campesinos Municipales con la aprobación de los acuerdos municipales que van
dirigidos a la creación de los sistemas de apoyo a la economía campesina. La aprobación
por parte del Concejo de Bogotá del acuerdo 455 del 16 de diciembre de 2010 “por el cual
se promueve la integración regional rural a través de mercados temporales campesinos,
indígenas, afrodescendientes y demás etnias", es una muestra de la importancia de articular
los procesos productivos con el desarrollo de políticas que benefician al campesinado y a
las familias colombianas.

Se puede plantear que en Colombia existen tres tendencias divergentes frente a las
políticas agropecuarias y que, desde posiciones y opiniones distintas, todas dicen ser
suficientes e incluyentes, coherentes con el equilibrio ambiental, con el desarrollo
tecnológico y productivo y con la inmersión al sistema agroalimentario:

a) Tenemos la posición adoptada por las Organizaciones no Gubernamentales de


Carácter ambiental y agraria, quienes proponen como única opción la agricultura
orgánica (cero insumos agroquímicos y prácticas agrícolas destructivas). Estas
organizaciones cumplen un papel importante en la construcción de una agricultura
y un desarrollo rural sostenible, incluso desde una mirada académica e investigativa
han logrado obtener desarrollos prácticos alternativos para beneficio del sector
agropecuario. Pero es difícil pretender que aporten a la formulación de políticas
públicas que beneficie de manera estructural al agro en general. El hecho de lograr
un desarrollo hacia la obtención de una agricultura orgánica sostenible es solo un
elemento para la consolidación de una política integral agraria.
b) Por otra parte, tenemos las posiciones de técnicos y académicos que tienen una
tendencia hacia la política económica nacional e internacional, que priorizan sus
intereses hacia la articulación con las grandes cadenas agroindustriales y con las
cadenas de supermercados. Quienes a través de políticas globalizadoras dejan por
fuera la gran mayoría de productores ya que manejan un 97% de las instalaciones
logísticas para manipular los canales de comercialización.
c) Por último, tenemos la propuesta de los campesinos expresada en el mandato
agrario declarado después del congreso nacional agrario realizado en el 2003, el
cual prioriza el papel político del campesinado en la transformación de las
estructuras agrarias impuestas y dominantes, y señala en 14 puntos unos elementos
generales para la creación de una política pública para el sector agrario que
beneficie principalmente a los pequeños y medianos productores campesinos,
indígenas y afro descendientes.

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