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FARISEÍSMO

EN LA IGLESIA DE
DIOS
LA CIZAÑA ECLESIAL Y EL FUEGO
DEL ALFARERO
RICARDO ANTONIO URIARTE
28/10/2017

Porque fuimos enviados a trillar hasta reducir collados a tamo, porque


de la misma manera que en el pasado, los burladores y acusadores
de nuestro Maestro estaban dentro de su mismo pueblo y eran estos
quienes dirigían a su pueblo; De esa misma forma, los principales
adversarios de la iglesia están dentro de la misma, y son quienes la
guían haciéndola caminar en círculo, a fin de que la ruta correcta de la
Iglesia no sea hallada.

INTRODUCCION:
Cuando fui encontrado por Jesús de Nazaret, ante Él asumí el compromiso de
tomar de su copa, compromiso que muchos y la gran mayoría no ha querido
asumir, porque aunque con su boca han confesado a Jesús como su salvador,
con su corazón no terminan de hacer el aterrizaje de emergencia; Porque la
palabra de Dios nos dice “….A la verdad, de mi vaso beberéis, y con el
bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados;….” (MT 20:23); Pero
¿Qué es tomar del vaso de Cristo? Y ¿Qué es ser bautizado con su bautismo?,
Es asumir la misma valentía que Él tuvo para gritar la verdad a la cara de sus
perseguidores sin importar las consecuencias que sobrevengan, es vestirse con
el mismo valor con el que Él fue vestido para enfrentar a quienes dirigían a su
Pueblo por el camino errado; Es asumir una responsabilidad grande, es un
reto, una misión cuya razón principal es desnudar la mentira del mundo para
establecer la verdad de Dios; Pero para desnudar la mentira del mundo es
necesario desnudar primero la mentira de las iglesias de los hombres, fundadas
bajo doctrinas humanas provenientes de corrientes teológicas erradas y
oscurecidas, porque de sobra se nos ha dicho “¿Por qué miras la paja que
está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en
tu propio ojo? ¿O cómo puedes decir a tu hermano: Hermano,
déjame sacar la paja que está en tu ojo, no mirando tú la viga que
está en el ojo tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu propio
ojo, y entonces verás bien para sacar la paja que está en el ojo de
tu hermano” (LC 6:41,42), ¿Cómo puede ser que La Iglesia vea
hacia el mundo y sus mentiras, pero aún no se haya percatado de su
propia mentira?, ¿Cómo conquistar afuera si adentro no se ha
conquistado uno mismo?, porque la iglesia de los hombres según
ellos trabajan para traer almas a Cristo, pero su propia alma aún no
ha llegado a Él, ¿Puede conquistar el que aún no se ha conquistado?,
si el hombre mismo no ha podido conquistarse, no puede ir a
conquistar a otros.
La iglesia o más bien la gran gama de denominaciones que se han
vestido de cristianismo, han sido fundadas bajo estatutos humanos,
bajo arrogante sabiduría y soberbia doctrina; Muchas, persiguiendo
intereses ajenos a los propósitos de Dios, y en su ciega soberbia han
dividido a Cristo y han despedazado su cuerpo de la misma manera
en que fuera despedazado en el calvario; Esas denominaciones, las
cuales a los ojos humanos son respetadas, y contra las cuales nadie
se atreve a referirse por temor a ser objeto de burla, de odio, rencor,
violencia o persecución; Poco a poco se han convertido en uno de
los grandes gigantes contra los cuales los pequeños David debemos
luchar.
Las Iglesias de los hombres en su afán de no sufrir violencia y
persecución de parte de los estados o de las sociedades organizadas,
han mantenido una conducta condescendiente con los hombres, de
manera tal que caminan por un sendero en el que cabe cualquiera,
desde el político hasta el apolítico, desde el rico hasta el pobre,
desde el niño hasta el adulto, desde el idólatra hasta el
tradicionalista; Hoy, difícilmente se escucha que un régimen está en
contra del Cristianismo, porque incluso el nombre de Dios se refleja
hasta en las Constituciones Políticas de los Países, así como en las
cortes humanas, en los juramentos de presidentes, y en eventos de
toda naturaleza; ¿Preocupa tal situación a las Iglesias de los
hombres? Definitivamente no, ¿Porqué?, porque ellos piensan que
todo eso es bueno para la iglesia; Porque estas iglesias son Iglesias
del mundo, y ciertamente la palabra es clara en ese sentido y nos
dice “Ellos son del mundo; por eso hablan del mundo, y el mundo los oye”,
ciertamente ellos son oídos por el mundo porque son del mundo, y son
correspondidos; Porque así como el mundo los oye también ellos oyen al
mundo, según ellos “Corrigen con palmaditas en las espaldas” ¿Para qué?
Para no sufrir el asedio humano, el oprobio, la tortura, el escarnio de los
hombres, ni la persecución de los Estados a como la sufrió nuestro Maestro,
renunciando así a tomar del mismo vaso que nuestro Mesías; A pesar que el
mismo Jesús dijo “Mi reino no es de éste mundo” , las cosas que antes les
mencioné, no preocupan a ninguna Iglesia; Porque según ellos tal acepción del
mundo para con Dios, es síntoma de que su reino poco a poco se está
estableciendo, lo cual es una gran mentira.
En mi afán por cumplir con mi compromiso he escrito esta obra, La cual
constituye parte del vino que Cristo ha vaciado en mi copa para que yo la
beba, Él ha compartido su cena con migo, me ha pasado la copa y me ha dicho
“Esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada” y a su
vez me ha dicho “De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo
del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros”, ¿Qué significa
esto?, comer al hijo del hombre es: Saborear su sabiduría, conocer la
profundidad de la ciencia de Dios a través suyo, encontrar el sentido de su
misión y sus dichos, sufrir su mismo destino; Porque él me ha hecho saber
muchas cosas para que yo las diga y las haga oír, porque de la misma manera
que en la copa que su Padre le dio a beber, le obligaba enfrentar al mundo y a
su mentira; Así mismo Él, en la copa que me ha dado, me ha dado a beber
verdad, la cual deberé hablar a muchos, los cuales en su afán de callarme me
harán ver como el malo, así como a Él lo hicieron ver ante el pueblo como “el
malo”.
Esta obra es parte de mi copa, y con gusto la he bebido; Mediante ella trato de
gritar al mundo mucha verdad de Dios; Trato de quitar la máscara de los
Fariseos de éste tiempo, así como mi Maestro desenmascaró a los del pasado;
Intento hacerte ver la realidad espiritual de la Iglesia, el camino errado en el
que ha caminado; Intento hacer notar que la Iglesia hoy camina en círculo, y
viene caminando de esa misma manera desde hace siglos.
Muchos reaccionarán contra estas palabras que les escribo, comentarán
negativamente sobre mí, dirán que estoy loco, que soy blasfemo, incluso dirán
que soy soldado de Satanás; Pero para estas cosas he bebido de la copa,
porque en este tiempo estoy destinado al oprobio de los hombres por la gracia
de Dios; Porque sabido estoy que cuando Cristo dijo “de mi vaso beberéis, y
con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados”, me estaba
diciendo “LO QUE A MI ME HAGAN LE HARÁN A USTEDES Y DE LA
MISMA MANERA QUE ME MIREN MIS ADVERSARIOS, ASÍ LOS
VERÁN A USTEDES”; Por eso lo que se genere a consecuencia de estas
pocas palabras que les hablaré, con gusto lo asumiré, porque sé que estoy
comiendo y bebiendo del manjar de mi Señor, así sabré que estoy comiendo a
la mesa con Él, juntamente con sus discípulos; Porque él nos dijo “Y el que
siega recibe salario, y recoge fruto para vida eterna, para que el que siembra
goce juntamente con el que siega. Porque en esto es verdadero el dicho:
Uno es el que siembra, y otro es el que siega. Yo os he enviado a segar lo
que vosotros no labrasteis; otros labraron, y vosotros habéis entrado en sus
labores” (JN 4:36-38).
He comido del pan y he bebido del vino que Él nos ha ofrecido a todos, pero
que pocos han decidido comer y beber, y con ello me he hecho carnada de los
lobos, como lo fue él y sus discípulos; Porque me ha mostrado cosas que a los
ojos de muchos estaban ocultas, y me ha comprometido en su causa; porque se
me ha dicho “A ti, pues, hijo de hombre, te he puesto por atalaya a la casa de
Israel, y oirás la palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte. Cuando
yo dijere al impío: Impío, de cierto morirás; si tú no hablares para que se
guarde el impío de su camino, el impío morirá por su pecado, pero su sangre
yo la demandaré de tu mano. Y si tú avisares al impío de su camino para
que se aparte de él, y él no se apartare de su camino, él morirá por su
pecado, pero tú libraste tu vida” (EZQ 33:7-9); Él me ha dado mucho, pero
con ello me ha dado compromiso, y en mi gran temor vengo ante ustedes a
declararles lo que a mí me ha hecho saber, porque no quiero que la sangre de
ustedes sea demandada de mi mano; Porque también me ha dicho “Mirad lo
que oís; porque con la medida con que medís, os será medido, y aun se os
añadirá a vosotros los que oís. Porque al que tiene, se le dará; y al que no
tiene, aun lo que tiene se le quitará” (MC 4:24,25); Él me ha hecho oír
grandes cosas, y me ha dado grandes cosas; Pero nada es gratis, por que así
como recibo debo de dar, pero si no doy lo que recibo, habré hecho mala
administración de los bienes que me han sido confiado, los cuales no son
míos, pero tengo que hacerlos producir para su dueño; Por tanto, esta obra es
uno de los medios, por los cuales hago saber a aquellos que la lean, lo que yo
he conocido acerca de la cizaña que ha sido sembrada en el campo de trigo, la
cual es más vistosa que el trigo mismo y confunde a los trabajadores del
campo, los cuales cortan y desechan el trigo como maleza en lugar de la
cizaña, y riegan más la cizaña que el trigo.
Sabiendo que he emprendido mi tarea, he comenzado a trillar para reducir
collados a tamo, muchos estarán en mi contra, porque la gente sigue a la
mayoría, pero yo seguiré donde va la minoría, porque sé que se me ha dicho
“Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el
camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella;
porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos
son los que la hallan”, ¿Entran en una puerta estrecha la mayoría?, no lo creo,
por eso yo no sigo a las masas, sino que sigo la voz del Espíritu, porque Él es
mi guía, porque la mayoría siguen a sus líderes humanos, y temen caminar
entre los pocos por temor a la burla, el oprobio, el aborrecimiento y la
aflicción de espíritu; En cambio yo busco con ansías el desprecio, el asedio y
la burla de los muchos, porque sé que se me dijo “Bienaventurados los ojos
que ven lo que vosotros veis” y “Bienaventurados seréis cuando los hombres
os aborrezcan, y cuando os aparten de sí, y os vituperen, y desechen vuestro
nombre como malo, por causa del Hijo del Hombre”, Por eso no me
preocupa la opinión de los hombres; Estas cosas que les escribo no es para que
las crean, sino para que las oigan, porque sabemos que el sembrador regó la
semilla, y ésta cayó en distintos tipos de terrenos, y solo una parte cayó en
tierra buena y rindió los frutos esperados; Por eso, comparto estos frutos con
todos, pero sé que pocos son los que trasladarán estas cosas hasta sus obras,
ojalá tu corazón fuera terreno fértil, para que esta pequeña semilla también dé
frutos en ti.
Hoy les prevengo, las cosas que les diré a muchos molestarán, y contra este
mensaje se levantarán diversos estados de opinión, aquel que asimile para bien
lo que les diré, no se avergüencen de admitirlo, porque recuerden que se nos
ha dicho “Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras, de éste se
avergonzará el Hijo del Hombre cuando venga en su gloria, y en la del
Padre, y de los santos ángeles” (LC 9:26). ÉL ha puesto veneno en mi copa
para que por Él muera en mi carne, pero con ello haga vivir al Espíritu, y yo
humildemente lo he aceptado; He aquí que alzo mi voz para promulgar desde
las azoteas lo que me ha sido confiado, acerca de los malos hijos, que con su
boca han dicho “sí” pero en su corazón han dicho “No”, he aquí uno que una
vez dijo “No” y ahora dice “sí”; Acerca de los malos hijos hablo hoy, a fin de
que sean abierto los ojos de los buenos hijos; Sirva mi voz de despertador, sea
esta obra una de las tantas advertencias de las que Cristo nos ha hablado desde
la antigüedad.
Porque Él nos dijo “guardaos de la levadura de los Fariseos”, sabiendo que
los Fariseos tomarían control de su Pueblo, porque así estaba escrito “Me ha
entregado Dios al mentiroso,
Y en las manos de los impíos me hizo caer” (Job 16:11).
Les invito a beber de la copa de Cristo, pero cuando la tomes, antes de tomarla
debes saber: que todos o la mayoría te rechazarán, en tu denominación te
aislarán, tus guían te reprenderán y de blasfemo te acusarán; Sepa que el que
bebe ha renunciado a su pueblo según la carne y ha ingresado a otro según el
Espíritu, de la misma manera en que Pablo Deseó ser anatema y separado de
Cristo por amor a sus hermanos según la carne, pero comprendió y perseveró
en que para ser salvo, es necesario ser la diferencia entre nuestros hermanos;
Para ser salvo se requiere de valentía para luchar contra la costumbre y contra
la tradición; así que traducido a nuestros tiempos, para conocer a Cristo y ser
partícipe de su reposo, es necesario ser en tu congregación lo que Él fue para
su pueblo, y lo que sus discípulos fueron también para su Pueblo, porque Dios
construye su ciudad con las piedras que los hombres rechazan.
Porque el que quiere vestirse de gloria verdadera, debe de pasar por el mismo
camino que pasó aquel que la posee, quien está dispuesto a darla a quien Él
quiera; Se debe renunciar a la tranquilidad del cuerpo para buscar la
tranquilidad del alma, y ésta solo estará tranquila cuando la verdad que te ha
sido dada mediante el Espíritu salga a la luz y sea oída por otras almas.

PROLOGO.
Hablar de Fariseísmo en la Iglesia moderna, es como llamar “Prostituta” a tu
propia madre cuando te das cuenta que lo es, lo cual es difícil; Es estar en la
misma Posición en que estuvo Pablo, cuando supo que todo lo que había
aprendido de sus guías humanos, era basura; Porque en las iglesias se habla
tanto de aquellos Fariseos de la antigüedad, en cuyas manos pereció nuestro
Señor Jesucristo, que muy pocos aceptaran que su propia conducta es igual o
quizás peor a la de aquellos.
Levantarse y gritar esta verdad delante de tu congregación o a los oídos de
aquellos que se han llamado “sabios” en su propia opinión, es emprender una
lucha de David contra Goliat, porque su ego está tan crecido, que consideran
que si las masas humanas los respetan a ellos como representantes de la
palabra de Dios, es porque Dios así los considera también. Decir estas cosas es
tocar el ego de los sabios de éste tiempo, es nadar contra la corriente; Porque
muchos quizás digan “¿Cómo se te ocurre decir eso de tus guías espirituales?,
¿Respeta a nuestros guías porque han sido puestos por Dios?, o por las cosas
que estás diciendo, no parecieras ser Cristiano”; U otros dirán, “Éste debe
estar inspirado por Satanás”, en fin; Este es un reto grande y debe uno ceñirse
de valentía para emprender la lucha.
Porque los Fariseos de aquella época también creyeron ser puestos por Dios,
solo por el hecho de ser apreciados por el Pueblo; Creyeron ser
administradores de la sabiduría de Dios, solo por el hecho de administrar el
templo de Piedra; La jactancia de su sabiduría estaba delante de ellos porque
el Pueblo los creía sabios; Muchos han creído en la expresión “LA VOZ DEL
PUEBLO ES LA VOZ DE DIOS”, expresión que algunos atribuyen a Hesíodo
y otros a Alcuino de York , sin embargo ese pensamiento es brotado de mente
humana, y cabe recordar que la mente humana es reprobada por Dios, porque
la palabra de nuestro Dios nos dice “Y como ellos no aprobaron tener en
cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas
que no convienen;” (RM 1:28); Basados en esa ideología, ellos han creído
que de la misma forma en que son vistos por el Pueblo, así mismo son vistos
por Dios; así que ellos confían en Dios a través de la confianza del Pueblo, por
lo cual han escogido un mal conducto para confiar en Dios.
La vanagloria de las fundaciones humanas a las que sus líderes han llamado
Iglesias, ha llegado alto, y hoy constituye una gran fortaleza, la cual debe ser
derribada; Para ello es necesario gritar a los hombres “HOLAAAA ABRAN
SUS OJOS, ESAS FUNDACIONES A LAS QUE USTEDES LLAMAN
IGLESIA, NO ES LA IGLESIA DE DIOS”, y cuando sean dichas estas
palabras de forma generalizada, habrá comenzado la disensión bendita dejada
por nuestro Maestro, de la cual se escribe “No penséis que he venido para
traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada” y también nos
fue dicho “Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones, para que
se hagan manifiestos entre vosotros los que son aprobados” (1ra. Corintios
11:19), entonces la Iglesia comenzará el proceso de circuncisión, y se
despojará del prepucio que le hace no entrar en el pacto de Dios, logrando así
comenzar a saborear el gozo de la libertad, de la cual se nos dijo “y conoceréis
la verdad, y la verdad os hará libres”; ¿Libres de qué o de quien? Libres de
las imposiciones de corrientes Teológicas, libres de seguir planes de
enseñanzas ideados en mentes humanas, libres de creer lo que en las
congregaciones se nos diga como verdad absoluta, libres de depender de la
guía humana, libres de doctrinas y dogmas ideológico-religioso, libres en
sabiduría y ciencia, libres de la falsa adoración, libres de tanto fariseísmo,
libre de religión y de ritos, libre de preocupación humana, libres de Iglesias
paganas, libres de interpretaciones a conveniencia; Y comenzará el hombre a
proclamar su libertad en el momento en que la verdad sea conocida, y sea
gritada a los cuatro vientos; porque, el Fariseísmo proclama esta expresión en
cada culto u homilía, pero bien saben que “su verdad” no los ha hecho libres,
porque siguen subordinados a los designios de sus líderes, a los planes,
estatutos y manuales de sus denominaciones; Obligados a proclamar sus
doctrinas como verdaderas por amor de sus cargos dentro de sus
organizaciones, obligados a creer en lo que ven , obligados a someterse a la
interpretación Bíblica de sus líderes y obligados a decir “sí” a quienes los
guían, no importando que ese “sí”, debería ser un “no”.
El Fariseísmo se ha apoderado de la congregación de Dios, y muchos dirán
“Éste está loco, porque gracias a los que él llama Fariseos, la palabra de
Dios, aunque quizás con muchos errores de interpretación ha sido
conocida en toda la tierra” y a estos yo les digo: que mucha razón tienen, y
es verdad que por ellos ha llegado a nuestros oídos carnales la palabra de Dios;
Pero acerca de esto mucho hay escrito, porque se nos dijo “…pero por su
transgresión vino la salvación a los gentiles, para provocarles a celos” , así
que de la misma manera en que los Israelita siendo Pueblo de Dios cayeron en
transgresión contra Dios, y gracias a esa transgresión la palabra de Dios fue
conocida con amplitud en el mundo gentil; De esa misma manera, los
Cristianos que se ensoberbecieron fueron una vez llamados a ser Pueblo de
Dios, pero transgredieron contra Dios y por su transgresión hoy podemos ver
con más claridad la verdad de Dios; Y también fue dicho “Porque la
Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en
ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra” (RM
9:17), Pues si Dios mismo levantó a Faraón para su propia utilidad sin que éste
se diera cuenta, ¿cómo Dios no puede levantar y hacer prosperar a los Fariseos
de éste Siglo, para que su nombre fuera conocido en la tierra? , porque Dios
usa incluso al enemigo sin que él se dé cuenta, para hacer grande su nombre;
Así pues se refirió a cerca de Nabucodonosor “…He aquí yo enviaré y tomaré
a Nabucodonosor rey de Babilonia, mi siervo, y pondré su trono sobre estas
piedras que he escondido, y extenderá su pabellón sobre ellas” (JR 43:10),
Nabucodonosor nunca supo que era siervo de Dios, pero a él utilizó Dios
como instrumento de castigo contra su Pueblo; Por lo cual no debemos
extrañarnos en que mediante Fariseos conocimos de la Palabra, mas a pesar de
que mediante ellos conocimos la palabra, debo decirte que no fue mediante
ellos que conocimos la verdad; Porque no es lo mismo escuchar la palabra de
Dios y el nombre de Dios, que conocer su verdad, porque la verdad no viene
mediante los hombres, sino mediante el Espíritu Santo.
La palabra es clara cuando nos dice “En tu inmunda lujuria padecerás,
porque te limpié, y tú no te limpiaste de tu inmundicia; nunca más te
limpiarás, hasta que yo sacie mi ira sobre ti” (EZ. 24:13), La iglesia de los
hombres se ha revolcado en su propia lujuria, suscribió para sí sus propios
pactos a los que denominó estatutos, manuales o constitución; Fundaron sus
ciencias Teológicas, doctrinas de hombres y universidades de preparación
académica, creyendo que la Iglesia era una institución humana que se
administra en idéntica forma como los hombres administran sus instituciones
educativas; A estos también les fue dicho “He aquí, el impío concibió
maldad, Se preñó de iniquidad, Y dio a luz engaño. Pozo ha cavado, y lo ha
ahondado; Y en el hoyo que hizo caerá” (Salmos 7:14,15), Dios ha permitido
a los hombres fundar sus llamadas “iglesias” en algún momento les ha
bendecido, porque en algún momento fueron limpios, pero al llenarse y
contaminarse de su lujuria, ellos han cavado pozo y en el mismo pozo caerán;
Porque en las mismas denominaciones que ellos han fundado bajo doctrinas
humanas, en esas mismas ha anidado Dios a sus hijos, en los cuales ha puesto
llama con la que hará arder sus tiendas, llama que en cualquier momento
aquellos no podrán controlar e incendiarán esas congregaciones, a las que se
les advirtió “Y la luz de Israel será por fuego, y su Santo por llama, que
abrase y consuma en un día sus cardos y sus espinos” ; Por aquellas llamas
habrá comenzado la disensión en las congregaciones, la cual es necesaria para
hacer visibles a los escogidos.
Mediante los Necios hablará Dios, para avergonzar a los sabios, mediante
aquellos a los que ellos llaman ignorantes, a los cuales tienen por malos e
inservibles, por eso se nos escribió “sino que lo necio del mundo escogió
Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para
avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios,
y lo que no es, para deshacer lo que es”.
He aquí que les dejo esta humilde obra, sea ésta, parte de la contribución que
Dios puso en mi corazón para el esclarecimiento de la verdad, sea ella una
pequeña chispa que sirva de señal a todas las llamas de fuego que hoy
duermen o reposan en espera de una señal.
Espero que la leas, toma de ella lo que te alimente y desecha si el Espíritu te lo
indica, lo que no te alimente.

CAPITULO I
EL FARISEO, MODELO DE LA CIZAÑA ECLESIAL.
Por testimonio del llamado Nuevo Testamento, denominado así por
los hombres que se atribuyeron la autoridad de nombrar el último
pacto de Dios; Hemos conocido de la secta Farisea, la cual, de
acuerdo a diversos historiadores, surgió unos dos siglos antes de la
primera venida de nuestro Santo Maestro Jesús de Nazaret; Esta
secta del judaísmo junto a los Saduceos, Esenios y Zelotes, entre
otros grupos menores, conformaban el conjunto de corrientes
“Religiosas-tradicionales” de la sociedad Hebrea, en la época en que
nuestro Santo Maestro estuvo en carne y sangre en la tierra; Todos
esos grupos se repartían la preferencia doctrinal de los Judíos, los
que mayoritariamente se sentían más vinculados con los Fariseos,
quizás motivados en que estos últimos tenían más influencias
políticas con los gobernantes externos e internos de la nación.
Los Fariseos lograron que sus interpretaciones fueran aceptadas por
la mayoría de los judíos, así inculcaron todas sus creencias y
tradiciones a los judíos, bajo el argumento que todas eran ordenadas
por nuestro Dios, Jehová, y que las mismas estaban implícitas en la
ley (Torah), por tanto todos obedecían a los Fariseos sin objeción
alguna; Los gobernadores de la época, veían a los Fariseos como los
máximos líderes espirituales de los Judíos, y por ello les tenían
mucho respeto, porque de lo contrario temían provocar revueltas en
el pueblo y con ello, una posible insurrección popular; Su máxima
autoridad era el Sumo Sacerdote, quien presidía el Sanedrín, que era
la Corte Suprema de la ley judía, con la misión de administrar
justicia, interpretando y aplicando la Torah, tanto oral como escrita.
A la vez, ostentaba la representación del pueblo judío ante la
autoridad romana.

Los Fariseos creían ser los únicos autorizados para analizar la Santa
palabra de Dios, y poder interpretar los mensajes ocultos de Dios,
eran llamados entre ellos “Doctores de la ley”, y no había nadie que
se atreviera a contradecirles.
Los Fariseos mantenían la mayor de su disputa religiosa contra los
Saduceos, que era el segundo grupo con mayor respaldo popular
después de los Fariseos, entre estos dos grupos habían diferencias
abismales, pues mientras los Fariseos eran los más conservadores,
los Saduceos eran más liberales, ambos grupos provenía de
corrientes anteriores, así pues, los Fariseos son sucesores de los
Jasidim (Los Piadosos) y los Saduceos de los Helenistas, ambos
dieron continuidad a sus corrientes religiosas y agudizaron las
disputas que venían acarreando aquellos dos grupos anteriores.
Los Fariseos eran hombres celosos de la religión, cuyo principio
fundamental era una separación completa de los elementos no
judíos, eran el partido estrictamente legal entre los judíos, y llegaron
finalmente a ser el partido más popular e influyente; Tenían tanto
celo por la ley que terminaron legislando reglas, normas y doctrinas,
según ellos para proteger la ley y a quienes se sometían a la ley, y
se dispusieron ellos a proteger la ley, cuando la ley misma no
necesitaba protección, la ley era perfecta, explicita, clara y de fácil
cumplimiento, pero sus legislaciones alrededor de la ley, queriendo
regular, supervisar y controlar el cumplimiento de la ley , lo cual no
era tarea suya sino de Dios, establecieron las reglas sobre cuándo
había o no violación de la ley, cuándo era permisible romper con
una norma y cuando no, qué debían hacer en situaciones
encontradas, a quien debían comprar los animales a sacrificio, y su
actitud se tornó meramente externa, formal y mecánica. Ponían el
énfasis no en la rectitud de la acción, sino en su corrección formal.
Como consecuencia, fue inevitable su oposición a Cristo; su manera
de vivir y su enseñanza.
Aquel grupo mayoritariamente aceptado por el pueblo como los
intérpretes de la ley, se creyeron tanto ese atributo que comenzaron
a compilar todos los pensamientos y dichos rabínicos, los cuales
almacenaron en un libro llamado TALMUD, en el cual se encierra
toda la sabiduría rabínica, la cual según ellos es la interpretación
auténtica de la ley, no obstante mediante esta compilación de hechos
y dichos, ha proferido grandes blasfemias contra Dios, ha
promovido un racismo descarado y han ensuciado el nombre de
nuestro Santo Maestro.
Los Fariseos, así como ellos fueron los sucesores de los Jasidim, en
la actualidad fueron sucedidos por los Judíos ortodoxos, quienes
siguen las doctrinas, tradiciones y legislaciones de los Fariseos, y
quienes a su vez han hecho otras legislaciones alrededor de la Torah
Judía, han santificado tradiciones absurdas como el lavado de
manos, la forma de ponerse los zapatos y hasta su vestimenta
apropiada.
El radicalismo fariseo, no les permite abrirse al entendimiento y con
ello abrir paso a la aceptación mesiánica de nuestro Señor Jesús de
Nazaret como Salvador, han obligado a sus descendientes y a sus
seguidores prosélitos a detestar el nombre de Jesús de Nazaret, y a
quienes sean seguidores de Él.
Los Fariseos se creen autosuficientes y desechan toda sabiduría que
no sea dicha por boca de algún rabino Fariseo, imponen sus normas
como leyes, obligando a sus seguidores incluso a creer más en su
Talmud que en la Torah, y que en caso de contradicción entre la
Torah y el Talmud, según ellos, es más creíble el Talmud que la
misma Torah, pues de acuerdo a ellos los rabinos son más sabios
que el mismo Dios.
Ninguno de aquellos grupos religiosos a pesar de ser bien vistos por
el pueblo, eran acepto ante Dios, pues eran ciegos ante los ojos de
Dios, aunque videntes ante el pueblo, porque aquel sacerdocio desde
hacía mucho tiempo, había sido desechado por Dios; La biblia nos
dice: “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por
cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y
porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus
hijos” (OSEAS 4:6), Si el sacerdocio Hebreo que era el Sacerdocio
Aarónico, originalmente establecido por Dios, mediante la ley dada
a Moisés había sido destituido, y la misma sentencia recayó sobre
los descendientes de aquel sacerdocio, ¿Cuánto más aquel otro
Sacerdocio?, aquel que Dios no había ordenado, aquel que se
estableció por cuenta del hombre mismo, aquel que vio en el
sacerdocio una oportunidad de ser dignatario ante el pueblo, aquel
que legislaba al margen de la ley misma de Dios, aquel sacerdocio
que mediante reglamentos trataban según ellos de perfeccionar la
ley, la que por sí misma ya era perfecta; Aquel sacerdocio sectario,
que convirtió la ley en una religión y tradición, nunca podía ser
aceptado por Dios, pues claro está la sentencia dicha “y porque
olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos” , al
hacer legislaciones sobre la ley de Dios, intentando perfeccionar lo
que ya es perfecto, queriendo según ellos proteger lo que ya era
protegido por Dios mismo, desconfiando así de la protección de
Dios, ellos se olvidaron de la ley de Dios, y decidieron obrar
conforme sus propias concupiscencias, convencidos de que Dios
aprobaba todo cuanto decían y hacían, todo cuanto legislaban
alrededor de la ley, todo cuanto de la ley regulaban conforme a sus
propios preceptos. Así pues, al olvidarse de la ley de Dios, también
Él se olvidó de ellos y de sus hijos (sus sucesores).
El sacerdocio Fariseo y todo Sacerdocio que no estaba dado
conforme a las normas sacerdotales establecidas en la ley misma,
estaba desechado por Dios; Hay un precepto bíblico escrito por el
Apóstol Pablo que nos dice: “Porque la ley, teniendo la sombra de los
bienes venideros, no la imagen misma de las cosas…” (Hebreos 10:1), Así
como los contenidos de la ley son sombra de los bienes venideros y no la
imagen misma de ellos, así mismo los escritos proféticos y cada historia
bíblica son sombras de cosas venideras, es decir, son un reflejo de lo que habrá
de suceder en la historia humana, a fin de que el verdadero hijo de la luz se
percate de ello, se prepare y no pueda ser engañado con lo que parece pero no
es; Así que, teniendo eso en consideración, y enfocándonos de momento en el
linaje sacerdotal y su validez ante Dios, nos encontramos que: en la época de
transición del cautiverio babilónico al cautiverio Persa, época en que se
calcula el surgimiento de aquellos primeros grupos sectarios del Judaísmo,
Nehemías escribió “Y de los sacerdotes: los hijos de Habaía, los hijos de Cos
y los hijos de Barzilai, el cual tomó mujer de las hijas de Barzilai galaadita,
y se llamó del nombre de ellas. Estos buscaron su registro de genealogías, y
no se halló; y fueron excluidos del sacerdocio” (Nehemías 7:63,64), Acá
podemos ver, que aquellos hombres que dijeron ser del linaje Aarónico, y que
según ellos debían ser incluidos en el sacerdocio de Dios, fueron buscados
conforme al supuesto linaje del que decían descender, pero al no ser
encontrados, fueron excluidos del sacerdocio; A través de esta pequeña
historia, podemos detectar que se trata de la sombra de aquello que habría de
venir; La formación de grupos sacerdotales, que usurparían la heredad
Aarónica, y se atribuirían funciones que Dios había dado al sacerdocio
Aarónico, y aun añadirían a su función otras más, tal como la legislación
paralela a la legislación de Dios, el establecimiento de tradiciones, ritos y
doctrinas; Así como el establecimiento de la corrupción sacerdotal; Por temor
a aquello que pasaría con el sacerdocio real, también se escribió “Acuérdate
de ellos, Dios mío, contra los que contaminan el sacerdocio, y el pacto del
sacerdocio y de los levitas” (Nehemías 13:29), Desde aquella época se veía
venir a aquellos que contaminarían el sacerdocio de Dios y de los Levitas, así
que, la existencia de aquellos grupos sectarios, al fin y al cabo, era el
cumplimiento de una profecía, la cual cuando fue dicha y escrita, pasó por
desapercibido, y nadie se percató de su cumplimiento; El establecimiento de
grupos sectarios de dogmas judíos fueron previstos por Nehemías, mediante
aquellas dos sentencias, dichas y escritas por Él mediante el Espíritu Santo,
pero él mismo, nunca supuso que estaba profetizando algo que ocurriría en un
futuro no muy lejano.
Toda aquella profecía en realdad no era para cumplirse una sola vez, pues así
como el sacerdocio Aarónico fue en su momento desechado por Dios, y con
ello también lo fue cualquier otro sacerdocio surgido sin la aprobación de
Dios; Así mismo el sacerdocio de hombre que en la actualidad se practica por
innumerables grupos o denominaciones Cristianas, incluyendo entre estos a la
llamada iglesia Católica, fue desechado; Pues ningún sacerdocio tiene cabida
si no cuenta con aprobación de Dios, pues escrito está: “Por tanto, hermanos
santos, participantes del llamamiento celestial, considerad a Jesús, el
Apóstol y Sumo Sacerdote de nuestra fe” (Hebreos 3:1), Jesucristo es el
Apóstol y Sumo sacerdote de nuestra fe, Él es el aprobado por Dios, Él es el
mediador del nuevo y último pacto de Dios, no hay pues, más sacerdote que
Él, por lo cual ningún hombre puede atribuirse títulos sin que Él los haya
otorgado, Él es único fundador de la Iglesia de Dios, y por lo tanto no hay
hombre alguno que tenga facultad de fundar Iglesias, y mucho menos de
redactar estatutos y doctrinas, dogmas y reglamentos, por consiguiente ningún
hombre está facultado para idear ciencias teológicas, ni para establecer
carreras universitarias para el conocimiento de Dios, como la Teología y otras;
Nadie puede normar a la iglesia mediante doctrinas salidas de la mente
humana, por mucho que se digan que están fundamentadas en las sagradas
escrituras; Nadie puede legislar paralelamente a las escrituras, ni según ellos
ordenar las normas ya establecidas en la Biblia; Nadie puede obligar a creer en
una verdad salida del pensamiento humano.
En mi primer Libro, “El Misterio de la Cautividad”, les hablaba de una
sentencia bíblica establecida en Eclesiastés 1:7 que nos dice “Los ríos todos
van al mar, y el mar no se llena; al lugar de donde los ríos vinieron, allí
vuelven para correr de nuevo” y de otra en el mismo libro y capítulo, en su
verso 9, que nos dice : “¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo
que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y nada hay nuevo debajo del
sol”; Así como el sacerdocio Fariseo fue prescrito como un sacerdocio
contaminado, inmundo e inaceptable ante Dios, desechado y olvidado por
Dios; Así mismo se ha cumplido un ciclo en la historia humana, un ciclo
profético, amparado en la sentencia de que “ los ríos van al mar, el mar no se
llena, y desde su lugar de origen los ríos vuelven a correr”, El
establecimiento del Fariseísmo , es la sombra profética de la llegada del
“Fariseísmo Cristiano”, porque así como los Fariseos son un sacerdocio
usurpador del sacerdocio Aarónico y hurtador de atributos de Dios, así
también cientos de denominaciones religiosas (Entre Católicas y Protestantes)
son usurpadores del sacerdocio establecido por Dios en su nuevo pacto y
hurtadores de los atributos del Mesías.
Los Fariseos Cristianos, escondidos bajo el nombre de alguna denominación
religiosa Cristiana, al igual que los Fariseos de aquella época, están
organizados bajo estatutos de hombres, bajo liderazgos de hombres, bajo
doctrinas humanas y son educados mediante programas de enseñanzas
diseñados y escritos por hombres; Igual que aquellos Fariseos Judíos, los
Fariseos Cristianos creen ser los únicos autorizados para interpretar la palabra
de Dios; Así mismo estos Fariseos Cristianos, aman el lucro proveniente del
pueblo; De igual forma gozan del reconocimiento social y son vistos y
respetados por los hombres como verdaderos hijos de Dios; Los Fariseos
Cristianos son bien visto por las reyes terrenales, gozan de beneficios fiscales
y del beneplácito de los gobernadores de la tierra; Estos nuevos Fariseos han
legislado al margen de las sagradas escrituras, mediante normas institucionales
en las que establecen disciplinas y correcciones; Los Fariseos Cristianos no
soportan la verdad de Dios que sale de la boca de alguien que no sea religioso
como ellos o que no pertenezca a ninguna denominación religiosa y mucho
menos de alguien que no haya estudiado Teología.
Los Fariseos Cristianos son religiosos, no fallan en sus casas de oración, a las
que llaman templos o iglesias, estos al igual que aquellos de la época de
nuestro Santo Maestro, juzgan mediante sus ojos, y ven abominable a quien no
actúa como ellos; Para ellos su comportamiento es el único correcto, piensan
que lo que Dios ha establecido son sólo normas de comportamiento, creen que
de la misma forma en que son visto por la sociedad, así mismo son vistos por
Dios; Aman el ser vistos como Cristianos pero en su interior e intimidad
siguen siendo las mismas personas; Los Fariseos Cristianos al igual que
aquellos Fariseos Judíos, son ciegos en su entendimiento, pues si no lo fueran,
ya hubieran notado que su comportamiento es el mismo de los Fariseos Judíos;
Los Fariseos Cristianos visten con decoro y elegancia, de tal manera que los
hombres vean en ellos hombres de bien, aunque en su interior no lo sean; Los
Fariseos Cristianos se preocupan por la opinión pública y en su afán de ser
vistos como hombres de paz, entonces callan la verdad de Dios.
Los Fariseos Cristianos alimentan su Espíritu mediante ciencia humana, a
través de la Teología, creyendo que aquellos que gozan de títulos
universitarios en Teología, son los poseedores del conocimiento de Dios y de
la ciencia de Dios; Los Fariseos Cristianos ven en la Teología, la ciencia de
Dios; Los Fariseos Cristianos creen que no fallando a sus templos de roca,
cada vez que hay culto o misa, tienen asegurada su salvación; Los Fariseos
Cristianos se aferran a la idea que el hombre es imperfecto y nunca logrará la
perfección, se rehúsan por tanto a creer, que cuando Dios nos exige
perfección, es porque la perfección es alcanzable; Los Fariseos Cristianos no
admiten que en sus congregaciones alguien observe la palabra de Dios, desde
otra óptica que no sea la estatuida como doctrina de ,hombre; Los Fariseos
Cristianos al igual que los Judíos, no creen si no ven, pues no creen que eres
cristiano si tú no vas a su iglesia, no creen que viven en comunión con Dios, si
fallas a menudo a la Iglesia; Los Fariseos Cristianos igual que los Judíos,
creen gozar de la presencia del Espíritu Santo, pero lo que llevan consigo es
un espíritu de engaño.
Los Fariseos Cristianos al igual que aquellos reprendidos por Cristo, aman
tener influencias políticas, de hecho, hasta participan en elecciones políticas;
Otros quizás por su influencia son llamados al servicio público como
Ministros; Otros utilizan su investidura Cristiana, para fundar o respaldar
Partidos Políticos, de hecho hasta utilizan el nombre de Jesús de Nazaret para
denominar sus facciones políticas; Otros gustan codearse con altos políticos
para ganar popularidad y a la vez a los políticos les encanta codearse con ellos
para obtener respaldo público y popularidad; Otros aman los favores políticos
y el tráfico de influencias para favorecer a unos pocos; También adoran los
subsidios fiscales y ser invitados de honor en actos políticos y empresariales.
Estos indoctos de la Palabra, pero doctos desde su propia visión, al igual que
aquellos Fariseos Judíos, aman sus tradiciones y todas las vinculan con Dios,
celebrando navidades, atribuyendo dicha fiesta al nacimiento de nuestro
Mesías, cada día del año celebran a un “santo”, hacen cultos a sus “santos”,
vinculan las celebraciones comunes de hombres naturales como el día de las
madres, del padre, de los niños , cumpleaños y otros… con las enseñanzas
bíblicas, olvidándose de aquel precepto “Tú, y tus hijos contigo, no beberéis
vino ni sidra cuando entréis en el tabernáculo de reunión, para que no
muráis; estatuto perpetuo será para vuestras generaciones, para poder
discernir entre lo santo y lo profano, y entre lo inmundo y lo limpio”
(LEVITICO 10:9,10), Ellos pueden decir que no beben vino ni sidra cuando
entran al tabernáculo de reunión (sus casas de oración), sin embargo entran
ebrios a su casa de oración, pero su ebriedad no es de vino ni sidra, pues no
solo esa ebriedad existe, pues la palabra nos dice “Deteneos y maravillaos;
ofuscaos y cegaos; embriagaos, y no de vino; tambalead, y no de sidra”
(Isaías 29:9), hay embriaguez que no necesariamente es de vino o de sidra, así
pues, cuando ellos celebran cultos a Dios conmemorando fiestas o
celebraciones tradicionales, realmente están ebrios de sus tradiciones, ebrios
de levadura, ebrios de inmundicia, porque combinan lo santo con lo profano,
lo perfecto con lo imperfecto, lo ordenado por Dios con lo ordenado por
hombres. Todas sus tradiciones aparentemente son inofensivas, pero la más
mínima pisca de levadura leuda todo el pan, porque la palabra nos dice “No es
buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la
masa?” (1ra COR. 5:6), Sólo una pisca de levadura basta, para que la masa ya
no sea pura, sólo un pequeño elemento ajeno de Dios en el culto, es
suficiente para que el servicio dado no haya sido recibido por Dios, sólo un
pelo basta en la sopa para que nadie la tome, ¿cómo pues, crees que es acepto
ante Dios que sus cosas las mezcles con las de los hombres?, si tú mismo no
eres capaz de tomarte un café en el que haya caído una mosca o una sopa en la
que haya caído un pelo, Dios no puede ser capaz de recibir sacrificios,
servicios o alabanzas en las que hayan adulterado su Palabra y la hayan
leudado con tradiciones y celebraciones dictaminadas por hombres.
Los Fariseos Cristianos, creen en su ciencia la que han denominado
“Teología”, a pesar que la palabra nos enseña “Mirad que nadie os engañe
por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los
hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo”
(COLOSENSES 2:8), Ellos se aferran a la Teología, como fuente de la ciencia
de Dios, pretenden mediante ella conocer las cosas que han sido ocultas por
Dios, pretenden llegar a la verdad mediante aquella ciencia humana,
mezclando así nuevamente lo santo con lo profano, pues mientras la ciencia de
Dios es Santa, la Teología es profana, porque antes de que la Teología se
encargase de estudiar a nuestro Dios, ya ésta se encargaba de estudiar a dioses
muertos e inertes , y aún en nuestro tiempo, mediante la teología no sólo
supuestamente se estudia la ciencia de Dios sino que también se estudian otras
deidades, de otros grupos religiosos; Ellos entonces, confían en que Dios es un
elemento más que debe ser estudiado por una ciencia, así como otros
elementos de la creación han sido encerrado cada uno en una ciencia, así
mismo, ellos han encerrado el conocimiento de Dios y su gran sabiduría en
una profana ciencia humana.
Los antiguos Fariseos son el espejo profético de los falsos maestros de la
palabra de Dios que hoy en día existen, ellos, quienes se han apartado de la
verdad, cumpliéndose aquella profecía que nos dice: “sabiendo primero esto,
que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias
concupiscencias” (2da de Pedro 3:3), Estos nuevos Fariseos, mediante
estatutos ideados en sus mentes, siguiendo sus propias concupiscencias han
fundado iglesias Cristianas, las que se rigen según sus propias legislaciones,
aplicando reglamentos ideados por consejos de hombres, siguiendo la doctrina
ideada en mente humana, según una interpretación autónoma de las sagradas
escrituras, siguiendo programas de enseñanzas diseñados e ideados por
hombres, siguiendo secuencias de enseñanzas que según ellos los
enrumbará a la santidad que Dios espera de nosotros, desentendiéndose así que
la misma palabra nos dice “El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido;
mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido
del Espíritu” (Juan 3:8) , sabiendo discernir esta sentencia salida de la boca
de nuestro Santo Maestro, podemos conocer que el que verdaderamente es
nacido del Espíritu Santo, no planea dónde ir, con quién ir, para qué ir, cómo
ir, qué hacer y porqué hacer; El hombre espiritual debe ser guiado por el
Espíritu hacia donde éste le indique, desconociendo totalmente el rumbo que
lleva, sólo debe dejarse llevar por el Espíritu, mas no debe dejarse llevar por el
hombre, por tanto, no es mediante planes humanos que ahondamos en
sabiduría, no son los programas de enseñanzas hechos por el hombre nuestra
brújula para guiarnos a la consolidación espiritual, no son las doctrinas
dictadas por los hombres según sus propias concupiscencias espirituales las
que nos guiarán a la santidad; Sino que, el Espíritu Santo actúa en nosotros, él
nos enseña y nos guía por la senda correcta, no se debe planear la vida
espiritual, porque el plan del espíritu ya está hecho en las alturas, el plan de la
vida espiritual ya está integrado en el plan de salvación de nuestro Dios; Pero
el Fariseo Cristiano, queriendo ser más se vuelve menos ante los ojos de Dios,
aunque ante los hombres sea más.
Aquellos antiguos Fariseos son modelos de la cizaña eclesial, reflejo de lo que
habría de ocurrir con la semilla sembrada por Cristo Jesús; Porque al ser la ley
sombra de bienes venideros, así mismo el sacerdocio de aquel pacto mosaico,
era sombra del sacerdocio del pacto sanguíneo del que nuestro Señor
Jesucristo es mediador; Pues, así como fue corrompido el sacerdocio del pacto
Mosaico así mismo sería corrompido el sacerdocio del nuevo pacto; Así como
fue usurpado el sacerdocio de aquel pacto, así mismo sería usurpado el
sacerdocio del nuevo pacto; Así como fueron robado los atributos de Dios en
aquel pacto Mosaico, así mismo serían robados los atributos del Mesías en el
nuevo pacto; Así como en aquel pacto Mosaico fue retorcida la palabra de la
ley, así mismo sería retorcida la palabra del evangelio; Así como en aquel
pacto fue conquistado el sacerdocio por las dádivas políticas, así mismo el
nuevo sacerdocio sería contagiado con la política humana; así como en aquel
pacto, el sacerdocio fue envanecido en sus corazones así mismo el nuevo
sacerdocio sería víctima del flagelo de la vanidad económica.


CAPITULO II
EL CRISTO TRIGO Y EL CRISTO CIZAÑA.
Los Fariseos Judíos enseñaban a un Dios distinto al verdadero, a un Dios que
escuchaba según ellos, solo a los sacerdotes y su cúpula, un Dios el cual se
afanaba de sacrificios sin fe, uno que aceptaba toda norma salida de la mente
rabínica; Mostraban a Dios como un ser clasista, que hacía distinción entre
clero y pueblo, creían en un Dios al que le agradaban los largos y redundantes
discursos , Suponían que Dios solo atendía a la voz y desatendía el corazón,
habían hecho de la casa de oración un centro comercial; Ellos hacían creer que
Dios juzgaba por las apariencias y que entre más elegantes se veían ante la
población, eran más acepto ante Dios; Se preocupaban por los comentarios de
la gente, principalmente por el comentario de la clase real y los pudientes,
trataban por todos los medios de estar bien con los gobernadores; Enseñaban
por tanto a Dios como un ser que amaba la justicia humana, desconociendo
que Él ama su justicia y no la justicia de los hombres; Enseñaban a un Dios
que amaba las falsas adulaciones del pueblo y de los gobernadores ;
Enseñaban a un Dios que aceptaba las tradiciones de los hombres como
buenas y santas; Enseñaban a un Dios que aceptaba cualquier decisión de los
líderes espirituales en cuanto a la forma de vida de los fieles; Promovían la
existencia de un Dios al que no le gustaba que lo llamasen por su nombre,
porque decían que el nombre de Dios no debía ser dicho ni invocado por
cualquiera; Enseñaban a un Dios al que en muchas ocasiones omitieron su
nombre por el de “Señor” (ADONAI); Promovían a un Dios que le gustaba el
dinero y las haciendas de los hombres y que entre más dabas, más bendiciones
recibías; En fin, ellos enseñaban a Dios como el Dios que se ajustaba a los
cambios sociales, culturales e histórico de los hombres, a un Dios cuya
palabra estaba susceptible a cambios y ajustes rabínicos conforme a los
cambios sociales de los hombres.
Aquellos Fariseos, entonces enseñaban a un Dios vano, un Dios falso, un Dios
cizaña, uno que parecía pero no era; Aquellos eran serviles de Satanás en su
campo de Cizaña, ellos eran quienes regaban y cuidaban de la cizaña que
Satanás había plantado en el sembradillo de Dios, ellos fueron la fuente
mediante la cual aquella vid comenzó a ser regada por la segunda Águila
(Ezequiel 17:7); Ellos mostraban a Dios un plantío, que a sus ojos era trigo,
pero a los ojos de Dios era Cizaña, pretendieron engañar al dueño del plantío y
estafarlo con cizaña en lugar de trigo, confiaron en lo que sus ojos veían, no
percatándose que sus ojos son de carne y que el mundo está dado para
satisfacer a la carne, creyeron a su carne y no a su espíritu.
El falso Dios que promovían los Fariseos era muy bien visto por los hombres,
porque daba muchas libertades de pecar, y posteriormente para cubrir su
pecado, bastaba con matar a un pobre cordero o una pequeña palomita; Era un
Dios fascinante a los ojos del pueblo y a los ojos de los gobernadores de
aquella época, un Dios al que todos podían acceder con solo acudir al “Templo
de Dios” y buscar los consejos rabínicos, todo según ellos se resolvía matando
animales y obedeciendo a los rabinos.
Hoy en día, denominaciones religiosas (Evangélicas y Católicas), enseñan a
un falso Mesías, ellos enseñan al Mesías amigo de la Política y promotor de la
política, fundando partidos políticos con el nombre del Mesías, vinculándose
en tratados o pactos con dirigentes políticos, ocupando la figura del Mesías
para ganar adeptos, para simpatizar con el pueblo; Haciendo del Ministerio de
Jesús de Nazaret, un medio para inyectar veneno y vanidad en el pueblo, un
medio para proyectar la política a un nivel inimaginable, un endulzante para
hacer digerible la política a las personas; Ellos enseñan a un Cristo que se
codea con jefes de estado, con organismos internacionales, un Cristo que gusta
de las pancartas públicas y propagandísticas de política y comercio, enseñan a
un Mesías que recibe dádivas de los príncipes de la tierra, un Cristo mediador
de los conflictos entre hombres, uno que aprueba las leyes humanas afecte a
quien afecte o beneficie a quien beneficie, a un Cristo comercial que gusta del
dinero de los hombres a través de los llamados Diezmos, un Cristo que hace
prosperar en vanidades a las personas; Enseñan pues, a un Cristo Político, un
Cristo Fariseo, amante de la Política y de la vanagloria; Estos Fariseos de la fe
Cristiana, enseñan a un Cristo que reina en este mundo; Pero, ¿A caso no se
han percatado de lo dicho por Él mismo? “Mi reino no es de éste mundo; si
mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera
entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí” (Juan 18:36), Ellos
argumentan que el reino de Cristo se irá haciendo visible poco a poco, y que
éste acercamiento con las autoridades estatales de las naciones del mundo se
debe a eso precisamente, pero eso es falso, si Él dijo “Mi reino no es de éste
mundo” es porque en esta generación no se hará manifiesto su reino, su
reinado será sobre un mundo nuevo, uno renovado y revestido, un mundo sin
luna ni sol, uno en el que Él mismo será la luz que alumbrará el día, el día que
será eterno; Ellos no han comprendido que si su reino no es de éste mundo,
entonces las decisiones en este mundo corresponden a los príncipes de éste
mundo, los cuales tienen a Satanás por brújula (Ezequiel 28:17); Él ha dicho
que si su reino fuera de éste mundo, sus servidores pelearían para que Él no
fuera entregado; ¿A caso vemos a los servidores de Cristo peleando para no
ser entregado? A Diario vemos a Cristo entregado en manos inmundas, en
poder de quienes no debe estar, en boca de quienes no son digno de ser
llamados Cristianos, vemos a Cristo siendo humillado por falsos predicadores,
vituperado por grupos extremistas militantes de otras religiones, a diario
vemos a nuestro Salvador en manos de iglesias sucias e indignas, todos los
días observamos y oímos a quienes dicen ser sus servidores haciendo alianzas
con políticos a cambio de dádivas, a cambio de reputación y vanagloria, a
Diario vemos a Cristo siendo coronado con espinas en su cabeza, cuando
muchos quienes lo proclaman rey en realidad son sus enemigos, a Diario
vemos cómo el enemigo se ha vestido de Cristo para ganar a su pueblo; Todo
eso y más hemos visto, y ¿ dónde están sus servidores para pelear por Él?,
¿Dónde están los que dicen ser hijos de la luz, para difundir la verdad y
afrontar toda esa mentira que se predica?, ¿Los ves por algún lado?; Ellos no
han peleado, y no lo han hecho, porque quizás estén claros, que su reino no es
de éste mundo, que la pelea se hará en su momento, porque de nuevo ratificó
“Pero mi reino no es de éste mundo”, este es el mundo donde los burladores
están al acecho contra Él, porque aquella humillación que sufrió aquella tarde
en que fue crucificado, tan solo era la sombra de la humillación por la que
pasaría la iglesia, y hoy en día, la iglesia vive y ha estado viviendo y seguirá
viviendo hasta el final de los tiempos, humillación tras humillación; Y toda esa
exaltación de la iglesia que se vive hoy en día es falsa, porque de la misma
manera en que Cristo fue coronado con espinas en aquella tarde, de ésa misma
manera la corona que la iglesia tiene hoy en día, es una corona de espina; Y
aquel título que los romanos colgaron sobre la Cruz, en la que se leía “Jesús de
Nazaret, Rey de los Judíos (INRI)”, es el mismo título que los hombres y los
reyes de la tierra han colgado sobre el altar en que falsamente ha sido puesta la
Iglesia verdadera de Dios, burlándose de ella a como los romanos se burlaron
de nuestro Mesías. Los verdaderos hijos de la luz estamos claros, que así como
Dios y el Mesías no están visibles a los ojos de los hombres, así mismo la
Iglesia verdaderamente de Dios no está visible a los ojos de los hombres, los
verdaderos hijos de la luz aún están ocultos ante los ojos del hombres, por lo
tanto el Cristo del que comúnmente se oye por las calles, por los medios de
comunicación, a través de pancartas, mediante mensajes políticos, del que se
habla en muchas constituciones Políticas de muchos países, ese es un Cristo
Cizaña, uno que es carnada para los impíos, una luz que provino de la
oscuridad.
El Cristo que los Fariseos Cristianos enseñan, es uno que acepta los cambios
sociales y se adapta a las corrientes filosóficas y teológicas, es un Cristo que
se acomoda a la moda, uno que si en este tiempo la mujer emprende la lucha
de los sexos, Él la acepta; Uno que aprueba la autoridad jerárquica de la mujer
sobre el hombre, a pesar que la palabra nos dice “La mujer aprenda en
silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni
ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio” (1ra. Timoteo
2:11,12), Pero el Cristo que es enseñado hoy en día es flexible, y permite a la
mujer ser pastora de una Iglesia, le permite ser cabeza de la casa, a pesar que
la palabra nos dice: “Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo
varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo” (1ra.
CORINTIOS 11:3), Ellos han creído que como hoy en día la mujer en el
ámbito social ha adquirido protagonismo, y que hoy por hoy, la mujer es
considerada líder en la sociedad humana, y que ya no es extraño ver
presidentas, ministras, Delegadas, Magistradas etc.… Entonces la iglesia de
hombre ha traído la suposición, que así como el mundo se va moviendo con
respecto a la equidad de género, entonces de ésa misma manera debe moverse
la Iglesia de Dios, haciendo reformas en el pastorado, y otorgando la
dirigencia a la mujer, llegando entonces a tener como nulo lo ya establecido
con respecto a la dirigencia femenina en la Iglesia de Dios; Ellos suponen que
Dios tiene que ajustarse al hombre y a los tiempos del hombre; Pero Dios no
se retracta de lo que establece, y desde aquel principio Él fue claro cuando dijo
: “Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te
mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con
dolor comerás de ella todos los días de tu vida ” (Gen. 3:17), Por haber
obedecido a la voz de la mujer, fue que el hombre cayó, por seguir los
consejos de la mujer la humanidad está donde está y a como está, sin embargo
las iglesias fundadas por hombres, opinan distinto, pero nada raro es esa forma
de pensar, pues la palabra profética fue clara cuando dijo “Los opresores de
mi pueblo son muchachos, y mujeres se enseñorearon de él. Pueblo mío, los
que te guían te engañan, y tuercen el curso de tus caminos” (Isaías 3:12), la
sentencia profética era totalmente clara, porque muchachos son los que
oprimen al pueblo de Dios, porque son seres espirituales infantiles, son
personas espirituales a quienes la madurez espiritual y la sabiduría aún no ha
llegado, los que dirigen las iglesias de hombre, personas que han buscado
golosinas espirituales y no alimento sólido, son los que hoy por hoy dirigen las
iglesias de los hombres; Por otra parte, las mujeres se han enseñoreado de la
congregación de Dios, por eso, no es extraño que veamos a las mujeres
dirigiendo iglesias, no es extraño pero es una señal, de que la profecía se está
cumpliendo y que los tiempos finales ya los estamos viviendo. Nuestro Padre
celestial es completamente claro cuando nos dice : “los que te guían te
engañan, y tuercen el curso de tus caminos”, Los que hoy por hoy guían a la
Iglesia, son ciegos y engañadores, porque no hay mejor engaño que aquel que
parece real, no hay mejor mentira que aquella que se viste de verdad, ellos
engañan y el pueblo aún no se han dado cuenta; No se trata de machismo sino
de obediencia, pero sobre la mujer recae una maldición, y esta maldición no le
permite a ella dirigir al hombre, pues la maldición es clara y evidente, y nos
dice: “…y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti”
(GEN.3:16), La maldición que Dios profirió contra la mujer, contra el hombre
y contra la tierra, no han acabado, no expirará hasta que el nuevo mundo sea
manifiesto, la maldición está aún vigente, la mujer está sujeta a su cabeza, que
es su marido, y la que no quiere estar sujeta, entonces que se rape, así de
tajante es la palabra de Dios, raparse no es sólo quitarse el cabello, sino
renunciar a su cabeza, que es su marido, así mismo al renunciar a su marido,
renuncia a la cabeza de su marido que es Jesús, y al renunciar a Jesús,
renuncia a su salvación, porque ha puesto resistencia a la voluntad de Dios,
pues ha resistido someterse al cautiverio que Dios le ha impuesto, bajo el
señorío de su marido; La mujer que contra su marido se levanta, se levanta
también contra Dios, porque la palabra nos dice “… pues él es imagen y
gloria de Dios; pero la mujer es gloria del varón” (1ra. COR. 11:7), al ser el
varón, imagen y gloria de Dios, entonces la mujer que ejerce autoridad sobre
el varón, es insurrecta, pues también pretende ejercer autoridad sobre Dios,
haciéndose eco, de aquella proposición hecha por la serpiente “…y seréis
como Dios, sabiendo el bien y el mal” (GEN. 3:5), porque al ser insurrecta, la
mujer pretende ser “COMO DIOS”, deseando invertir el orden jerárquico
establecido por Dios; No es correcto entonces que la mujer guíe, porque el
señorío de la mujer en la Iglesia es un reto contra Dios, y los que participan de
ese reto, también concurren contra Dios, y el castigo caerá para ambos, porque
la palabra nos dice : “….de manera que al extender Jehová su mano, caerá
el ayudador y caerá el ayudado, y todos ellos desfallecerán a una” (Isaías
31:3).
El Cristo que predican los Fariseos Cristianos, acepta la libertad humana de
reformar la organización de la Iglesia, acepta a las mujeres como cabezas de
iglesias y cabezas de familias, es uno que no le interesa que se ore con cabeza
cubierta o descubierta, es uno que ha desatendido aquello que se ha escrito
“Todo varón que ora o profetiza con la cabeza cubierta, afrenta su cabeza.
Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su
cabeza; porque lo mismo es que si se hubiese rapado. Porque si la mujer no
se cubre, que se corte también el cabello; y si le es vergonzoso a la mujer
cortarse el cabello o raparse, que se cubra” (1ra. CORINTIOS 11:4-6),
sabiendo que la cabeza de la iglesia es Cristo, los Cristianos fariseos, han
afrentado su cabeza, porque han dado la dirigencia a la mujer cuya cabeza es
el hombre, colocándose voluntariamente el hombre por debajo de la mujer,
poniéndola a ella por cabeza, afrentando así a su cabeza real que es Cristo,
sustituyendo su cabeza que es Cristo por la mujer, la cual es la última en la
jerarquía eclesial, porque la palabra nos dice que Cristo es la cabeza del
hombre, éste es la cabeza de la mujer y la cabeza de Cristo es Dios; Con la
reforma farisea cristiana entonces, ha quedado la Jerarquía: La cabeza de la
mujer es Cristo y la del hombre es la mujer, ¿ A caso no es ridículo esa
reforma?, ¿No se han atribuido autoridad que nunca les ha sido dada?, ¿A caso
no han retado a Cristo al alterar el orden jerárquico de la Iglesia?, ¿No se han
vuelto enemigos de Cristo?, ¿No han usurpado la autoridad de Cristo a como
los Fariseos usurparon la autoridad de Dios?, ellos piensan que son libres de
reformar a la Iglesia de Dios, conforme evolucione la sociedad humana, así
pues, si la sociedad es matriarcal, ellos hacen a la iglesia matriarcal y si la
sociedad es patriarcal, hacen a la Iglesia patriarcal.

Denominaciones Cristianas enseñan a un Cristo Clasista, así como los
antiguos Fariseos mostraban a un Dios clasista; Hay organizaciones religiosas
en donde la membrecía es clasista, son iglesias en donde los pobres no tienen
lugar a usar un escaño, son iglesias donde la membrecía es pagada, donde la
cantidad de diezmo que se ofrece es lo que el miembro vale; Iglesias donde se
enseña a un Cristo para empresarios y comerciantes, para políticos y jefes de
estado, iglesias donde vales según te veas, según cómo te vistas así te tratan,
iglesias donde se preocupan por atraer almas pudientes económicamente,
iglesias donde no se lee bajo ninguna circunstancia la historia del joven rico, al
que Jesús dijo : “Porque es más fácil pasar un camello por el ojo de una
aguja, que entrar un rico en el reino de Dios” (LUCAS 18:25), Son iglesias
donde se construyen templos monumentales , construcciones altamente caras,
iglesias en las cuales oran por los demás mediante pagos dolarizados; Ellos
enseñan a un Cristo, que lejos de enseñarte a sufrir, te enseña a vivir una vida
cómoda, una vida en la que nada te falta; enseñan al Cristo de la prosperidad
económica; Un Cristo al que le gusta ver a sus pastores vestidos con caros
trajes, de saco y corbata, o túnicas caras, con colores llamativos, uno que gusta
de ver a sus “sacerdotes” con túnicas púrpuras, gorros en forma de boca de
pescado, todos ellos bien uniformados; Enseñan a un Cristo que se afana por
ver a sus líderes en carros blindados, en caros y lujosos vehículos; Enseñan a
un Cristo, con iglesias millonarias, con grandes cuentas bancarias; Un Cristo,
que hasta es dueño de bancos y empresas financieras, radiales, televisivas y de
marketing; Han dado a conocer a un Jesús de Nazaret cuyos discípulos ya no
caminan a como Pablo lo hizo por muchas naciones, en aquella época, sino
que, enseñan a un Cristo, cuyos discípulos y sacerdotes viajan en elegantes y
caros aviones privados.

Los Fariseos Cristianos; Así como aquellos Fariseos de la antigüedad
enseñaban a un Dios que gustaba de los sacrificios sin fe, de los sacrificios
tradicionales, sin amor, sin reverencia e indulgentes para descontar de su
cuenta pecados que habían cometido con toda la premeditación, alevosía y
ventaja; Han promovido a un Jesús de Nazaret, que según ellos gusta de
quienes van todos los días a la iglesia, aún así no vaya con voluntad, aún así
no vayas con humildad, con fe, con amor; Aún así no creas el mensaje que
escuchaste, aún así no obedezcas a la palabra, aún así digas amén a todo
cuanto te digan en la iglesia, sin importar que sean diez verdades envueltas en
una mentira; Aún así vayan sólo a calentar asiento; Aún así te alimentes de
leche y renuncies alimentarte de alimento sólido; Aún así no le hayas pedido
perdón a quien hayas dañado u ofendido en el día; Aún así no te hayas
humillado ante Él; Es un Cristo al que solo le interesa que vayas a la iglesia y
que no falles con tu diezmo ; Un Cristo que no le interesa que hayas lavado o
no el interior del vaso, es un Cristo que omitió aquella expresión suya que
manifestó : “…Ahora bien, vosotros los fariseos limpiáis lo de fuera del vaso
y del plato, pero por dentro estáis llenos de rapacidad y de maldad. Necios,
¿el que hizo lo de fuera, no hizo también lo de adentro?”, Es un Cristo al que
sólo le importa la apariencia de quienes le siguen, uno que no tiene objeción
que sus seguidores lo amen con la boca, aunque su corazón esté lejos de
aceptarlo, un Cristo que dio por invalido aquel precepto profético que dice :
“Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra,
pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un
mandamiento de hombres que les ha sido enseñado;” (Isaías 29:13), El
Cristo que estos pseudo Cristianos predican es indolente, pues ha echado por
tierra su sacrificio por la redención, porque todas aquellas palabras que habló
contra los fariseos, a quienes trató de hipócritas, ladrones y de lobos rapaces,
palabras por las cuales fue perseguido y asesinado, han sido olvidadas por sus
seguidores, y a éste Cristo eso no le importa, y en lugar de castigarlos según
ellos han recibido bendición de éste Cristo.

El Cristiano Fariseo, enseña a un Cristo que ama estar bien con la humanidad,
ama lo que los hombres piensen de Él; Ellos han enseñado a un Jesús cuyos
discípulos deben ser queridos por la sociedad, de los que también deben hablar
bien los hombres; Es un Cristo que atiende a lo que la sociedad pueda decir de
sus discípulos, es un Cristo que se ha olvidado de aquello que dijo Él mismo:
“y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre” (LUCAS 21:17),
este Cristo es uno que se desdijo, uno que ahora le dice a su pueblo “y Seréis
amados por todos por causa de mi nombre”, Este Cristo no quiere que sus
discípulos sean aborrecidos a como Él fue aborrecido por la gente, ¿A caso
alguno mira que las Iglesias visibles son aborrecidas?, ellas no son
aborrecidas, sino por lo contrario, son bien vistas por la sociedad, porque si así
no fuera, entonces los Políticos no utilizaran el nombre de Cristo para hacerse
propaganda política, ni siquiera se fotografiaran con los Papas y Cardenales, ni
con los Reverendos y Rabinos; Si ellos fueran aborrecidos, difícilmente un
Cristiano de ellos conviviera pasivamente en su barrio o ciudad, difícilmente
las iglesias tuvieran cuentas bancarias, y fueran dueñas de cadenas televisivas
y radiales, si fueran aborrecidas no fueran escuchados ante las instancias
gubernamentales, ni nacionales ni internacionales, si así fuera, ningún líder
Cristiano gozara de los beneplácitos de los estados ni de los subsidios fiscales,
por eso digo ¿A caso la iglesia que está a la vista de los hombres es
aborrecida? De ninguna manera, eso no es aborrecimiento, porque el
aborrecimiento es odio, y difícilmente escucharás en las instancias
gubernamentales de cualquier País del mundo que detestan a los cristianos.

Los Fariseos infiltrados en la Iglesia de Dios, así como aquellos antiguos
enseñaban a un Dios que gustaba de las dádivas de los hombres, así ellos hoy
enseñan a un Dios presto a recibir dinero de los hombres; Predican el diezmo
como una obligación económica fija y porcentual; Cuando este diezmo en la
antigüedad tenía un propósito distinto, puesto que en aquella época, cuando
los hebreos arribaron a la tierra prometida, once tribus se repartieron la tierra,
y una de ellas, la de los LEVITAS, no tomó parte en la repartición, porque su
herencia era el sacerdocio de Dios, y ante tal situación, fue que Dios ordenó
aquel diezmo, pues bien la palabra nos dice: “Cuando acabes de diezmar todo
el diezmo de tus frutos en el año tercero, el año del diezmo, darás también al
levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda; y comerán en tus aldeas, y se
saciarán. Y dirás delante de Jehová tu Dios: He sacado lo consagrado de mi
casa, y también lo he dado al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda,
conforme a todo lo que me has mandado; no he transgredido tus
mandamientos, ni me he olvidado de ellos” (Deuteronomio 26:12,13), Acá es
posible apreciar que aquel diezmo tenía un objetivo, pues de él se saciaría el
Levita, el extranjero, el huérfano y la viuda, y los encargados de hacer esa
distribución eran los LEVITAS, ellos, porque eran los sacerdotes puestos por
Dios, y eran los diezmos presentados ante ellos y eran ellos quienes los
bendecían; Así pues por otra parte podemos leer la palabra cuando nos dice:
“Indefectiblemente diezmarás todo el producto del grano que rindiere tu
campo cada año. Y comerás delante de Jehová tu Dios en el lugar que él
escogiere para poner allí su nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino y de
tu aceite, y las primicias de tus manadas y de tus ganados, para que
aprendas a temer a Jehová tu Dios todos los días. Y si el camino fuere tan
largo que no puedas llevarlo, por estar lejos de ti el lugar que Jehová tu Dios
hubiere escogido para poner en él su nombre, cuando Jehová tu Dios te
bendijere, entonces lo venderás y guardarás el dinero en tu mano, y vendrás
al lugar que Jehová tu Dios escogiere; y darás el dinero por todo lo que
deseas, por vacas, por ovejas, por vino, por sidra, o por cualquier cosa que
tú deseares; y comerás allí delante de Jehová tu Dios, y te alegrarás tú y tu
familia. Y no desampararás al levita que habitare en tus poblaciones;
porque no tiene parte ni heredad contigo” (DEUT. 14:22-27), El diezmo era
una ofrenda anual, por otra parte es apreciable que este diezmo era en especie,
y sólo era convertida en dinero, cuando la distancia entre el diezmador y la
sede donde Dios había puesto su nombre estuviere lejos o a gran distancia,
entonces era vendido el diezmo y convertido en dinero, para que el día en que
fuera posible llegar hasta la sede donde Dios había puesto su nombre
(Jerusalén), el fiel o creyente, comprara todo lo que deseaba para comer y
beber delante de Dios, sin desamparar a aquellos LEVITAS que vivían en sus
poblados, lo que nos dice, que el diezmo era a su vez una celebración que
cada cual dedicaba a Dios, comiendo y bebiendo en familia en la presencia
del lugar donde Dios había establecido su nombre, y al LEVITA que estaba
allá en su poblado no se debía desamparar, así que de aquel dinero que había
recibido por la venta de sus diezmos debía de dar al levita, dejándose para sí,
lo necesario para comprar los alimentos y las bebidas que debían ingerir en la
ciudad santa de Dios, al fin y al cabo pues, el diezmo también era del disfrute
de quien diezmaba el cual compartía su bendición con el LEVITA, quien no
tenía heredad terrenal más que el sacerdocio de Dios, el diezmo era entonces
una fiesta para alegrarse con la familia, y se comía delante de Dios, lo que se
deseaba pues con el dinero tú comprabas vacas, oveja, vino o sidra, en fin, la
celebración era un deleite, en el nombre de Jehová; Por otra parte podemos ver
que la palabra nos dice: “Así hablarás a los levitas, y les dirás: Cuando
toméis de los hijos de Israel los diezmos que os he dado de ellos por vuestra
heredad, vosotros presentaréis de ellos en ofrenda mecida a Jehová el
diezmo de los diezmos” (NUMEROS 18:26) Cuando LOS LEVITAS,
tomaban el diezmo de los hijos de Israel, que no era dinero, sino especies,
estos posteriormente debían hacer ofrendas mecidas a Dios, a quien ofrecerían
el diezmo de los diezmos, es decir los LEVITAS, debían contabilizar los
diezmos ofrecidos y del total, ellos debían tomar el diezmo y ofrecerlo a Dios;
Por tanto, los Fariseos Cristianos, se han hecho eco del diezmo, aunque el
mismo no ha sido ordenado por Cristo, Porque Cristo, no ha dejado a nadie sin
herencia terrenal, y tampoco ha distribuido tierras dejando a unos sin reparto,
no hay sacerdocio LEVITA sino Sacerdocio real, en el orden del
MELQUISEDEC, por tanto, los diezmos son para Cristo, pero Cristo ya no es
conocido en la carne sino en el Espíritu, por tanto Él que es el Sacerdote, no
goza de la carne y debido a ello no goza del dinero ni de los frutos de la tierra,
pues fue claro aquel día cuando nos dijo “porque os digo que no beberé más
del fruto de la vid, hasta que el reino de Dios venga”, y además nos dijo : “…
Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra”
(Juan 4:34), entonces la comida que antes era dada al LEVITA (Sacerdote)
hoy la tenemos que dar a nuestro Sumo Sacerdote, Jesús de Nazaret, pero, su
comida es hacer la voluntad del Padre y acabar la obra de Dios.

Por otra parte teniendo en cuenta que aquel sacerdocio de hombres fue
desechado, y que en su lugar Dios ha nombrado a Jesús Sacerdote según el
orden de MELQUISEDEC, entonces la relación bendición-agradecimiento
toma un color muy distinto, ¿Porqué?, porque Melquisedec siendo rey y
Sacerdote a la vez, no es un sacerdote necesitado de las prebendas de los
hombres, pues no es un sacerdocio como el Levita el cual no tenía herencia;
Sino que en el Sacerdocio según el orden de Melquisedec, el Sacerdote es rey
a la vez y por tanto es heredero de todo, es dueño de todo, y por tanto se
vuelve proveedor más que receptor de bienes, sean estos espirituales o
materiales; Así pues vemos que la palabra de Dios nos dice “Cuando volvía
de la derrota de Quedorlaomer y de los reyes que con él estaban, salió el rey
de Sodoma a recibirlo al valle de Save, que es el Valle del Rey. Entonces
Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino; y
le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los
cielos y de la tierra; y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus
enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo” (GN 14:17-20),
pon atención a Abraham, porque esta es la postura que Dios espera de nosotros
en este nuevo Sacerdocio; Melquisedec siendo Rey y Sacerdote del Dios
altísimo, fue al encuentro de Abraham a quien después de proveerle de pan y
vino, lo bendijo; Pero el Sacerdote y rey no pidió nada a cambio a Abraham,
sino que Abraham, agradecido por la bendición recibida y por el pan y por el
vino que le proveyó Melquisedec, tomó la decisión de forma voluntaria de
darle los diezmos de todo. Cristo siendo Rey y Sacerdote del Dios altísimo
según el orden de Melquisedec, hace igual con nosotros, pues nos provee de
pan y vino (alimentos materiales y espirituales) y nos bendice en gran manera,
no pidiéndonos prebendas; Pero nuestra actitud debe ser idénticamente como
la de Abraham, y con nuestro corazón dispuesto debemos valorar en gran
medida los favores recibidos de Él; Sin embargo Él sabiendo que las
bendiciones de Dios son incalculables, ilimitadas e inmedibles; Ha dejado a
opción de sus siervos la decisión de diezmar, según sea propuesto en su
corazón; En este sacerdocio, el siervo verá si valora en poco o valora en
mucho los beneficios recibidos de Dios, porque si en poco los valora, entonces
en poco le favorecerá Dios y si en mucho lo valora, entonces en mucho lo
valorará Dios.

En el nuevo Sacerdocio se ha escrito: “El que siembra escasamente, también
segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente
también segará” (2da. COR. 9:6), Si la comida de nuestro Sumo Sacerdote, es
hacer la voluntad del Padre y acabar la obra de Dios, y si el diezmo se
distribuía entre viudas, huérfanos y extranjeros, además del alegre deleite
familiar delante de la presencia de nuestro Dios; Entonces demos en
abundancia y demos con voluntad, no poniéndonos porcentajes, sino según
nos dicte nuestro corazón y según tengamos capacidad a las viudas, huérfanos
, extranjeros y todo necesitado al que podamos o tengamos la oportunidad de
dar o ayudar, demos alegremente sin escatimar nada, porque así como
sembramos así mismo segaremos; Porque el objetivo del diezmo según la
palabra divina de nuestro Dios, es amparar al desamparado, dar al que no ha
recibido herencia, suplir la necesidad del necesitado, porque los LEVITAS
recibían diezmos, precisamente porque no habían recibido reparto en la
división de las herencias entre las tribus de Israel pero, ¿Qués es lo que
debemos dar?, ¿Solo dinero? No, el hijo de la luz no es dador de dinero nada
más, pues dinero y materiales para la sobrevivencia se le da a los
desamparados para que puedan vivir en sus cuerpos, pero el verdadero diezmo
no es el dinero, ni los alimentos que podamos darnos y dar a quienes lo
necesitan; Sino que, debemos de dar el diezmo de lo mejor que recibimos de
Dios, la riqueza espiritual, la sabiduría, el amor, la paciencia, la paz, la
benignidad; Es el diezmo de nuestros frutos que debemos dar, y recordemos
que los frutos del Espíritu son aquellas cosas que no se ven por ser eternas,
porque si pusieras a decidir a alguien ¿Qué quieres que te dé?, ¿Sabiduría o
dinero, ciencia o bienes, comida espiritual o comida corporal?, si es alguien
sensato escogerá las opciones que no se ven a simple vista por ser eternas pero
si es insensato pedirá lo que está a la vista; Pero es nuestro deber dar el
diezmo, pero el diezmo real, que no es dinero, sino frutos espirituales, por eso
Él nos dijo “Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que
acabe su obra”, y si su comida es hacer la voluntad del que nos envió y acabar
su obra, ¿No es verdad que se nos está mandando a alimentar según su comida
a los necesitados de su comida?; Por otra parte, nuestra sagrada guía escrita,
nos dice: “Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda
gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente,
abundéis para toda buena obra” (2da. COR. 9:8), dando es a como recibimos
de Dios, porque de Dios no recibimos sólo para nosotros, sino que recibimos
para que su bendición llegue también a otros que piden, somos pues,
conductos de la bendición de Dios, distribuidores de sus bendiciones y
administradores de sus repartos, por eso es que se nos dice “a fin de que,
teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para TODA
OBRA BUENA; Esa pues es la razón del diezmo.

El Cristiano Fariseo promueve el diezmo, no para que éste cumpla con su
cometido, sino para otros menesteres ajenos, otros que no han sido legislado,
otros que tienden a abrir paso a la corrupción económica y envanecen el
corazón y la mente de quienes lo reciben; No está mal que quienes guían
Iglesias devenguen un salario y que tal salario sea pagado de los diezmos,
porque hemos visto que la palabra nos dice que la comida de nuestro Señor
Jesucristo es hacer la voluntad del Padre y acabar la obra de Dios, y la labor de
los guías ciertamente debe ser “ACABAR LA OBRA DE DIOS”, lo que está
mal, es invertir diezmos en salarios de pastores y guías espirituales, cuya
labor esté desacorde con la palabra de Dios; No se puede invertir los diezmos
en salarios de aquellos que llevan a oscuras a la Iglesia, pues acabar la obra de
Dios, es instalar luminarias divinas en cada corazón de los llamados, porque
si bien es cierto que la palabra nos dice: “…Digno es el obrero de su salario”
(1ra. Timoteo 5:18), pero la misma palabra nos dice también: “No edificarán
para que otro habite, ni plantarán para que otro coma; porque según los
días de los árboles serán los días de mi pueblo, y mis escogidos disfrutarán
la obra de sus manos. No trabajarán en vano, ni darán a luz para
maldición; porque son linaje de los benditos de Jehová, y sus descendientes
con ellos” (Isaías 65:22,23), Veamos pues, muchos pastores han edificado, no
para que habite Dios sino para que otro habite, pues cuando ocultan la verdad
de Dios por temor a los jerarcas de sus denominaciones, cuando dan al pueblo
el pan con levadura, al predicar palabra de Dios junto con Teología, con
tradiciones de hombres torciendo la palabra para su beneficio; ¿A caso no
están edificando para que otro habite?, por otra parte, nos dice también la
palabra de Dios: “Pues yo os digo que a todo el que tiene, se le dará; mas al
que no tiene, aun lo que tiene se le quitará” (Lucas 19:26), Todo obrero es
dignísimo de su salario, pero el obrero que no rinde en su trabajo no puede ser
digno de salario, por eso es que nos dice la palabra “mas al que no tiene, aun
lo que tiene se le quitará”, si el obrero da resultado, que se le pague porque le
es digno su salario, pero si no lo es, que no se le pague, porque la palabra
también dice “Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a
la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás”
y a sus embajadores ha dicho “Y posad en aquella misma casa, comiendo y
bebiendo lo que os den; porque el obrero es digno de su salario. No os paséis
de casa en casa. (LC 10:7 ), Es decir, les ha mandado a que se conformen con
lo que les den, y les ha dicho eso, sabiendo que ha ordenado a su pueblo que
debe dar según proponga en su corazón; Así que, el Jesús de Nazaret que es
predicado por los Fariseos Cristianos, es uno que gusta del diezmo y paga
salarios, aún así los que lo reciben no sean merecedores del mismo; El Jesús
que éstos predican, es uno que distribuye el diezmo de forma no sana, y omite
el objetivo del diezmo, que es suplir la necesidad alimentaria del sacerdote
(Cristo) la cual es “HACER LA VOLUNTAD DEL PADRE Y ACABAR LA
OBRA DE DIOS” así como la necesidad de su embajador el cual debe comer
y beber lo que les sea dado; Igual que suplir la necesidad del huérfano, la
viuda y el extranjero, y por supuesto tomar una parte de ése diezmo, y en
familia deleitarse con alegría en el nombre de Jesús de Nazaret, dando gracias
y atribuyendo a Él tus bendiciones, las que son incalculables.


Los Fariseos de las iglesias de hombres, enseñan al mundo a un Jesús de
Nazaret que se complace en tener grandes casas de oración (Templos
monumentales), de grandes diseños arquitectónicos, con flamantes pisos de
cerámica y mármol, altares lujosos, adornos dorados y hermosos jardines;
Ellos nos muestran a un Cristo a quien se le ha olvidado que las Escrituras nos
dicen : “Mas vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Tú has derramado
mucha sangre, y has hecho grandes guerras; no edificarás casa a mi
nombre, porque has derramado mucha sangre en la tierra delante de mí.
He aquí te nacerá un hijo, el cual será varón de paz, porque yo le daré paz
de todos sus enemigos en derredor; por tanto, su nombre será Salomón, y yo
daré paz y reposo sobre Israel en sus días” (1ra. CRON. 22:8,9), Y mira bien
lo que Dios nos dice acá: Estas palabras fueron enviadas de Dios a David, lo
que contextualmente Dios decía a su siervo David, era que debido a su
participación en la violencia, guerras y muertes, él no estaba purificado para
construir con sus manos la casa de Dios, y por tanto Dios le dijo, que sería su
hijo quien le construiría el templo, que en su corazón (de David) había
ideado; Sin embargo la significación profética de aquellas palabras de Dios,
sobre pasan el contexto en el que se escribió; Porque aquello lo que
significaba era que David, en su calidad de hombre, representando en su
persona a la humanidad entera, no podía, no estaba autorizado y estaba
demasiado sucio con su violencia y derramamiento de sangre, como para
venir y edificar la casa de Dios; Razón por la cual, Dios estaba destinando a su
hijo, pero no a Salomón, sino a aquella simiente que saldría de la casa de
David, al que llamaríamos “El Mesías” para edificar la casa de Dios; Por eso,
es que se escribió : “He aquí te nacerá un hijo, el cual será varón de paz,
porque yo le daré paz de todos sus enemigos en derredor; por tanto, su
nombre será Salomón, y yo daré paz y reposo sobre Israel en sus días. El
edificará casa a mi nombre, y él me será a mí por hijo, y yo le seré por
padre; y afirmaré el trono de su reino sobre Israel para siempre” (1ra.
CRON. 22:9,10), Dios fue claro, cuando dijo que de David nacería un hijo,
hombre de paz, cuyo nombre sería Salomón, pero a su vez le dijo: “El
edificará casa a mi nombre”, pero Dios estaba hablando de dos tipos de
casas, aquella física que fue construida por Salomón, el que fue llamado
“Primer templo”, y la casa verdadera, que era su descendencia, de la cual
nacería nuestro mesías, el cual le sería por hijo, y Dios le sería por Padre,
sobre el cual afirmaría el trono de David para siempre; ¿Ves que no era a
Salomón que Dios se refería, cuando dijo a David que su hijo le edificaría
casa?, porque Salomón edificó casa, pero esa casa era de roca y la misma fue
derribada, pero la casa que Dios decía que sería edificada por el hijo de David,
sería una casa indestructible, sobre el cual se afirmaría el trono de David para
Siempre, ¿A caso Salomón reinó para siempre? Por supuesto que no, porque el
reino que Dios establecería para siempre sería el reino de Jesús de Nazaret,
pues la casa que salomón edificaría era el linaje del nacimiento de Jesús, y la
casa que éste edificaría sería Jesús mismo, quien en cadena de descendencia
era un descendiente de Salomón, y fue el mismo Jesús que dijo “…Destruid
este templo, y en tres días lo levantaré” (Juan 2:19), pero el templo que Jesús
levantó después de tres días, no era uno construido por manos de hombres, ni
hecho de piedra, ni con cerámica, ni lujoso, sino que era Él mismo, no hecho
de manos humanas sino de mano de Dios, por eso también en aquel diálogo se
dijo “Mas él hablaba del templo de su cuerpo” , y al ascender a los cielos, el
templo se volvió invisible, pues el templo pasó a ser el Espíritu Santo, quien
bajó a la tierra en reemplazo de nuestro Señor Jesucristo, y desde entonces el
templo no es visible, sino sensible, y el templo visible ha pasado a ser la
Iglesia de Dios, por que en cada hijo de la luz mora el Espíritu santo, y cada
hijo de la luz, para dar paso en su corazón al Espíritu Santo, se ha hecho morir,
para que viva el Espíritu Santo en él, y siendo habitado aquel cuerpo por el
Espíritu Santo, entonces ese cuerpo se ha convertido en templo visible de
Dios, Por eso es que se escribe “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el
Espíritu de Dios mora en vosotros?” (1ra de COR. 3;16).

Ellos no son ignorantes, pues eso ya lo saben, sin embargo se aferran a otra
realidad, tratan según ellos, impresionar a Dios y agradarlo con casas de
piedras, en las que invierten grandes cantidades de dinero, suponiendo que Él
habitará en esas casas de piedra, pero la palabra es clara y nos dice: “El Dios
que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y
de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas” (Hechos
17:24), Ellos ya lo saben, pero se ciegan voluntariamente, pero siendo que
Dios no habita en templos hechos por manos humanas, entonces que se les
quite la idea de que a Dios lo encontrarán en una casa de concreto, pues para
hacerse presente ante Dios, basta con abrir tus oídos a la voz de tu corazón en
donde Él mora, basta con acudir a tu corazón que es donde Él mora, para
hablar con Dios; Pues si realmente eres hijo de la luz, el templo de Dios que es
Cristo está en ti, y va contigo donde quiera que vayas; Pero ellos enseñan a un
Cristo que espera a su pueblo en los templos de concreto, enseñan al pueblo a
ir donde Cristo supuestamente está, pero Cristo no necesita que te muevas de
tu lugar para encontrarlo, porque la palabra nos dice: “Y yo mismo recogeré el
remanente de mis ovejas de todas las tierras adonde las eché, y las haré
volver a sus moradas; y crecerán y se multiplicarán” (Jeremías 23:3), Tú no
tienes que buscar el templo, porque el templo mismo llega a ti cuando tú lo
invocas, pues tú te has vuelto templo de Dios, y Dios llegará a ti, donde sea
que lo invoques, porque tu corazón estará presto a recibirlo; Dios no se afana
en grandes templos de piedra, pues si así hubiese sido, nunca hubiera
permitido la destrucción de los dos templos que fueron construidos en
Jerusalén; Él no gusta de esas construcciones, porque lo que el hombre
pretende con ellas, es mostrar su altivez. Las construcciones de esas
magnitudes lo que muestran solo es el orgullo del hombre, y respecto a ello, se
ha escrito: “Y sobre todo monte alto, y sobre todo collado elevado, habrá ríos
y corrientes de aguas el día de la gran matanza, cuando caerán las torres”
(Isaías 30:25), todos esos falsos templos caerán, y con ellos caerán los que en
ellos se refugian, porque cuando se dice “Todo monte alto y sobre todo
collado”, lo que se nos dice, es que toda edificación altiva, lujosa, alta, y de
gran arquitectura, mediante la cual se muestre el orgullo del hombre, será
destruida, por lo tanto, no se extrañe nadie cuando en aquel día, vean caer
aquellos grandes templos humanos, aquellos lujosos templos, no se extrañen
cuando caigan y se desplomen, porque así como Dios no protegió aquel
templo que Salomón construyó, así mismo Dios no protegerá ningún templo
de roca fría, hecho por manos humanas.

Hay una ciencia humana que es tomada por estos Fariseos Cristianos, como si
fuera la ciencia de Dios; Ellos se han agarrado fuertemente de la Filosofía y la
Teología, a fin de explicar las cosas ocultas o misterios de nuestro Dios, pero
al auxiliarse de aquella ciencia humana no han tenido en cuenta que el hombre
tras haber comido del árbol de la ciencia del bien y el mal, no está en
condición de idear una ciencia que no emane de aquella fuente de toda ciencia
humana; Porque a partir de que el hombre se alimentó de aquel árbol, entonces
toda ciencia ideada por el hombre es para el bien y para el mal, por lo tanto,
toda ciencia humana es bidireccional y al ser bidireccional, no puede ser
acepta ante Dios, pues uno es el camino que conduce a Dios, y si esta ciencia
es bidireccional, entonces no es apta para ser el camino que conduce a Dios;
Pues al ensamblar un tubo con otro tubo que sea bifurcado, el tubo simple,
ensamblará sólo con uno de los conductos del otro, mientras el otro conducto
queda sin ensamblar; Pues así es tratar de ensamblar la ciencia de Dios con
cualquier ciencia del hombre, porque mientras la ciencia de Dios conduce por
el bien, la ciencia del hombre conduce para el bien y para el mal; Por tanto, al
no ensamblar de forma correcta y sin dejar cabos sueltos, la ciencia del
hombre se vuelve abominable a los ojos de Dios ; Ahora bien, si Cristo dijo
“Yo soy el camino”, entonces no puede haber otro, pues Él no ha dicho “La
ciencia humana es el camino alterno” , porque si Cristo es el camino, es
porque en Él reside toda ciencia, pues Él ha dicho “Todas las cosas me fueron
entregadas por mi Padre; y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni
quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar”
(LUCAS 10:22), Si todo le fue dado a Cristo por parte del Padre, entonces su
ciencia también le fue dada, y en aquel mismo instante Jesús también dijo que
nadie conoce al Padre sino el hijo, y aquel a quien el hijo lo quiera revelar, es
decir, para conocer realmente a Dios, debemos contar con la voluntad plena de
Cristo para que éste nos lo revele, pero Cristo no habla a través de la ciencia
humana, pues se nos ha dicho “no habita en templos hechos por manos
humanas” la teología y la filosofía, son también templos o edificaciones
hechas por manos humanas, por lo tanto, si Dios no habita en templos hechos
por manos humanas, tampoco lo encontrarás en ciencias creadas en las mentes
de las personas.

El Cristo que ellos predican, es uno que se revela mediante la Teología, y todo
lo que se revela en la ciencia del hombre, es para bien y es para mal, pues el
árbol ingerido es el de la ciencia del bien y del mal, así es que , el Cristo que
ellos predican es para el bien y para el mal, pues es un Cristo revelado en
ciencia humana; Eso es fácilmente comprobado, fíjate bien; Por medio de éste
Cristo que se ha predicado han surgido miles de denominaciones Cristianas,
todas con distintas corrientes doctrinarias, unas abiertamente malas, otras
disimuladamente malas, otras buenas, otras muy buenas, otras entre buenas y
malas, otras conspirativas, otras ocultistas, otras secretas, otras clasistas, otras
ecuménicas, otras para homosexuales, otras solo para hombres y otras solo
para mujeres, entre otras; Así mismo, mediante el Cristo revelado por esta
ciencia, es posible notar un Cristo político, el cual figura en distintas
constituciones políticas de muchos países, otro Cristo económico, el cual
figura en muchas monedas, con expresiones como “En Dios confiamos”,
“Dios, patria y Libertad”, Mediante este Cristo, conocemos un Calendario
desvirtuado y desviado de la realidad temporal de Dios, una semana cuyos
días fueron nombrados por el hombre, con nombres profanos, y unos meses
nombrados de la misma manera, constituidos tanto el calendario como los
meses y los días de la semana por supremas autoridades de iglesias humanas,
iluminados mediante ciencia humana; Así pues, miramos, que el Cristo que ha
sido revelado mediante la ciencia humana, es un Cristo adaptable a todo
pensamiento humano y en toda área humana, porque es un Cristo aprendido
mediante una ciencia humana. A este Cristo, se le olvidó lo dicho en su
sagrada escritura “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y
huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los
rudimentos del mundo, y no según Cristo”; Pues se han dejado guiar por las
filosofías de los teólogos y conclusiones formuladas en las mentes de los
hombres, estableciendo normas que nunca han sido ordenadas por Dios,
celebrando fechas que nunca han sido mandadas por Dios, constituyendo
instituciones y santificaciones que nunca han sido autorizadas por Dios, todas
ellas salidas de la ciencia brutal del hombre.

Este Cristo que es enseñado mediante los Fariseos de la Cristiandad, está
abierto a aprobar cualquier corriente filosófica y teológica, es uno cuyo
camino es más ancho de lo que el verdadero Cristo ha manifestado, ya que
aquel real y verdadero Cristo nos dijo “porque estrecha es la puerta, y
angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan” (MT.
7:14), si el camino que lleva a la vida es tan angosto, entonces ¿cómo es que
estos Fariseos, han abierto tanto su pensamiento?, ¿Cómo es que las corrientes
teológicas son muchas y variadas, y todas ellas son aceptadas por los hombres
como verdaderas?, ¿Cómo entonces se explica que existan miles de
denominaciones Cristianas entre Católicas y protestantes?, ¿Cómo es que el
nombre de Cristo y del Padre Celestial, es tan utilizado en todas partes, en
todo ámbito de la vida terrenal, política y económica?, son cosas inexplicable
desde la santidad, porque aquí el camino es más angosto, pero desde la
inmundicia, las explicaciones sobran; Porque unos dicen: “es que poco a poco
el reino de Dios se está haciendo manifiesto, y por eso es que todos usan el
nombre de Dios para promover el bien”, otros dicen: “Es que está escrito que
todos los confines de la tierra invocarán el nombre de Dios”, en fin, las
explicaciones de los hombres son muchas, y todas ellas son creídas por las
personas, pues todas suenan con lógica, porque verdaderamente, todos los
caminos del hombre son rectos en su propia opinión; Porque, no es verdad que
el reino de Dios irá resplandeciendo poco a poco, ni es verdad que en este
tiempo todos los confines de la tierra alabarían a Dios, pues, el reino de Dios
se hará manifiesto de una sola vez y se implantará no por etapas sino en un
solo tiempo; Y Dios será adorado en todos los confines de la tierra, sin
hipocresía y con el corazón, cuando nuestro verdadero rey haga manifiesto su
reino.

El Cristo que está visible a los hombres, es uno que no le permite a su iglesia
avanzar hacia la perfección, uno que no exige perfección a sus discípulos, a
éste Cristo se le ha olvidado aquello que nos dijo: “Sed, pues, vosotros
perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto” (MT 5:48),
Estos Fariseos Cristianos, han inculcado y han resignado a la iglesia que
dirigen que la perfección es inalcanzable, porque sólo Dios es perfecto, pero
nuestro Cristo real, nos ha dicho que seamos tan perfecto como nuestro Padre
Celestial, entonces ¿a quien debemos creer?, por supuesto, yo le creo al
verdadero Cristo, porque la perfección ciertamente es alcanzable, porque si
Cristo es la verdad, entonces Él jamás nos iba a mentir al decirnos que
debíamos ser perfectos, porque si nos estuviera mintiendo, definitivamente
sería un falso mesías, pero sabemos que Él no miente, y que si Él nos ha dicho
que seamos perfectos a como el Padre celestial es perfecto, es porque es
posible alcanzar tal perfección, y para ello debemos hacer muchas cosas que
Él y sus discípulos nos recomiendan, así vemos que para ser perfecto debemos
actuar de la siguiente manera: “Porque todos ofendemos muchas veces. Si
alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de
refrenar todo el cuerpo” (Santiago 3:2), para ser perfecto, debemos “No
ofender en palabra y ser capaz de refrenar el cuerpo”, lo que significa, que una
de nuestras primeras acciones debe ser, controlar nuestra boca, nuestra mente,
a fin de que cada palabra dicha no sea ofensiva, y tener la capacidad de no
dejarnos llevar por los impulsos; “……. amonestando a todo hombre, y
enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en
Cristo Jesús a todo hombre” (COL. 1:28), para ser perfectos debemos
amonestar y ser amonestados, ¿Para qué? Para presentar a todo hombre
perfecto en Cristo Jesús; Pero el Cristo que es enseñado a los hombres, éste lo
tolera todo, éste tolera que el hombre dictamine reglas, admite que se utilicen
los diezmos en las cosas no establecidas, acepta que el hombre aprenda de la
ciencia humana (teología), acepta que la iglesia marche conforme evoluciona
la sociedad, acepta que en la iglesia se celebren fiestas tradicionales y sea todo
revuelto con lo santo, en fin, este Cristo que enseñan los hombres en iglesias
de hombre, es uno que abandonó su propio ministerio; Pero el verdadero
Cristo, reprende y amonesta a quien actúa conforme sus propias
concupiscencias y a quienes se creen sabios y maestros; Pero además de
amonestar, el verdadero Cristo, nos dice que para alcanzar perfección,
debemos aprender y enseñar en sabiduría, pero no sabiduría mundana sino
sabiduría de Dios; También se nos dice, que para alcanzar perfección debemos
ser semejantes a Cristo, pues se nos ha dicho “hasta que todos lleguemos a la
unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la
medida de la estatura de la plenitud de Cristo” (Efesios 4:13), para ser
perfectos debemos llegar a la unidad de la fe y el conocimiento del hijo de
Dios, pero la unidad de la fe se alcanza haciendo reinar en nosotros a nuestro
espíritu, relegando al reinado de la carne, y el conocimiento del hijo de Dios,
se alcanza mediante la ciencia de Dios y su sabiduría, pero para ello se nos ha
dicho “Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos
adelante a la perfección….” (Hebreos 6:1), para avanzar hacia la perfección y
alcanzar la altura de Cristo, debemos hacer a un lado los rudimentos de la
doctrina de Cristo, esto es: Dejar a un lado los milagros, curaciones y
prodigios, no preocupándonos tanto por ver estas cosas, porque siendo que
nuestra carne a muerto ya para nosotros, entonces nos debería dar igual estar
enfermos o sanos, pues no tememos a la muerte, pero en tanto el hombre viva
en la carne, preocupado por su salud, por su apariencia y por sus defectos, y
busque de Dios sólo curas y sanaciones, pasando por alto preocuparse por
ciencia y sabiduría, entonces el hombre no podrá alcanzar la perfección , y
vivirá predicando y aprendiendo por toda una vida un Cristo que refrena el
avance hacia la perfección.

Nos están mostrando pues, a un Cristo Cizaña, uno que parece pero que no es;
Nos quieren vender bronce por oro, quieren darnos gato por liebre; El Cristo
verdadero, es intolerante con la falsedad, intolerante con la religiosidad,
intolerante con los ritos, intolerante con las tradiciones, intolerante con las
doctrinas de hombres; El verdadero Cristo, es la fuente de toda ciencia, y no se
muestra en otra ciencia, pues Él mismo refirió “Nadie pone vino nuevo en
odres viejos”, Él no necesita de templos ceremoniales, ni grandes
edificaciones humanas, ni de grandes estatuas y estampillas; Él no come
alimentos de esta tierra, ni busca riquezas ni hacienda de ésta tierra, Él no
busca estar bien con los hombres y sus cambios sociales, a Él le tiene sin
cuidado si la sociedad es patriarcal o matriarcal, a Él no le interesa nuestro
calendario, ni los nombres de los meses, ni los nombres de los días de la
semana; Él lleva su cuenta en su calendario y nadie lo hará variar su tiempo,
Él se manifiesta en espíritu y enseña mediante el Espíritu y no necesita que le
abran una carrera en ninguna universidad, para enseñar su sabiduría; Entonces,
el Cristo que nos han enseñado públicamente, es un Cristo Cizaña, mientras
que el Cristo que se muestra en Secreto, ese es un Cristo Trigo, éste Cristo
Trigo, es el verdadero, el tallo de la vid verdadera, el cual es maestro único, y
enseña sabiduría en lo secreto, para que quien la reciba lo saque a la luz y la
haga público, para que crea quien tenga que creer o esté llamado a Creer, no
para que crean todos, pues escrito está, que el verdadero Cristo, es piedra
desechada por los muchos, sin embargo es piedra angular de los pocos, pues
muchos son llamados y poco son sus escogidos, pues el hombre no es quien
busca a Cristo, sino que Él es quien nos busca, entonces el Cristo Cizaña es
buscado por los hombres, mientras el Cristo Trigo busca a sus llamados y
entre estos selecciona a sus escogidos.














CAPITULO III
EL ESPIRITU DE ENGAÑO.
Mientras en el mundo visible todas las cosas son vanas, desde nuestro propio
cuerpo hasta la más moderna invención del hombre, también en el mundo
espiritual hay espíritus vanos o engañadores, pues mientras el Espíritu de
verdad es uno y nada más que uno, los espíritus de engaño son muchos; Los
espíritus no andan al aire libre, sino en cuerpos humanos o animales, así pues
es notorio cuando Jesús de Nazaret expulso aquella legión de espíritus que
moraban en el cuerpo de aquel hombre, los cuales fueron autorizados a morar
en una manada de cerdos, los que posteriormente cayeron en el abismo, así
nos lo dice la palabra de Dios: “Y los demonios, salidos del hombre, entraron
en los cerdos; y el hato se precipitó por un despeñadero al lago, y se ahogó”
(LC. 8:33) , pues ellos (Los espíritus de engaño) saben que las moradas
terrenales para los espíritus son cuerpos de carne y sangre, porque ninguna
morada espiritual es hecha de madera o de concreto, y mucho menos hechas
de manos humanas. Mientras el Espíritu de verdad o Espíritu Santo mora sólo,
los espíritus de mentira o de engaño pueden morar en compañía de decenas,
centenas o millares de malos Espíritus; Mientras el Espíritu Santo mora en el
Corazón, los espíritus de maldad moran en las mentes de los hombres, pues
producto de la desobediencia, Dios dio al hombre una mente reprobada, pues
nos dice Dios en su palabra : “Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a
Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no
convienen” (Romanos 1:28), de ahí que todo acto humano malévolo es ideado
en su mente y luego materializado en el mundo exterior, así que los demonios
son reprobados ante Dios, por eso ellos buscan casas reprobadas para morar, y
es por ello que se alojan en la mente humana, para seducirlos y conducirlos
hacia actos de maldad, conforme a la concupiscencia de los malos espíritus;
Mientras tanto , Dios, al no reprobar el corazón del hombre, decidió morar ahí,
siempre y cuando el hombre abra las puertas del mismo a Él, pero mientras no
se le abra la puerta del corazón, éste (el corazón) estará en tinieblas, y por esa
razón aquellos espíritus que se han alojado en su mente, quienes son hijos de
las tinieblas, tienen vía libre para gobernar al ser desde la mente, y poner al
corazón humano, subyugado a las concupiscencias de la mente, la que es
gobernada por ellos; En tanto en el corazón no more aquel para quien está
destinado, los espíritus malos se pasean por el cuerpo humano, y son capaces
de usurpar el monte santo de Dios que es nuestro corazón, porque al estar en
tinieblas el corazón, ellos se sentirán como en casa, y cuando la maldad llega a
apropiarse de ésta morada, entonces la maldad se vuelve un placer para el
hombre, y será imposible volver atrás.
Mientras Dios no more en el corazón humano, éste es una casa vacía y
desolada, y está a la disposición de espíritus vagabundos que se pasean por el
mundo de forma nómada, tratando de encontrar un cuerpo para hacerlo su
morada, la palabra de Dios nos dice: “Se adueñarán de ella el pelícano y el
erizo, la lechuza y el cuervo morarán en ella; y se extenderá sobre ella
cordel de destrucción, y niveles de asolamiento. Llamarán a sus príncipes,
príncipes sin reino; y todos sus grandes serán nada. En sus alcázares
crecerán espinos, y ortigas y cardos en sus fortalezas; y serán morada de
chacales, y patio para los pollos de los avestruces. Las fieras del desierto se
encontrarán con las hienas, y la cabra salvaje gritará a su compañero; la
lechuza también tendrá allí morada, y hallará para sí reposo. Allí anidará
el buho, pondrá sus huevos, y sacará sus pollos, y los juntará debajo de sus
alas; también se juntarán allí buitres, cada uno con su compañera.
Inquirid en el libro de Jehová, y leed si faltó alguno de ellos; ninguno faltó
con su compañera; porque su boca mandó, y los reunió su mismo Espíritu”
(Isaías 34:11-16), ésta es una profecía dictaminada para Edom, pero mediante
ella podemos nosotros visionar la forma en que Dios da por desolada la
habitación terrenal del hombre (su cuerpo), cuando Él no mora en su corazón,
así como aquella nación, fue desolada por su desprecio y desobediencia hacia
Dios, así mismo nuestra morada, nuestro edificio, nuestro mundo espiritual,
nuestro mundo no visible, queda desolado, presto para ser morado por todas
aquellas bestias espirituales, las cuales anidan en los cuerpos humanos, llaman
a sus colegas , así como a sus príncipes sin reinos, se juntan todos los chacales
espirituales; Así como aquella desolada nación quedó desértica así queda
nuestra morada sin Dios, cuando rechazamos todo lo que de Él proviene así
quedamos, y en nuestra morada podrán poblar búhos espirituales con sus
pollos, buitres cada cual con su compañera, pelícano, lechuzas, cuervos,
serpientes, alacranes y todo espíritu de maldad; Porque lo que ocurre fuera de
nosotros, también ocurre dentro de nosotros, pues el mundo invisible es tal
cual el mundo visible, pues así como el desierto al no ser habitado por el
hombre, en él moran cientos de bestias venenosas, violentas, sanguinarias y
salvajes, así mismo ocurre en la casa desierta del hombre, porque cuando ésta
está desierta, está dispuesta a recibir los huéspedes de la maldad, y es cuando
ocurre que el espíritu propio del cuerpo, es decir nuestro espíritu, al no gozar
de la presencia y protección del padre de los espíritus que es Dios, éste se
siente desprotegido, y entonces viéndose acorralado por tantos malos espíritus
se ve obligado a sujetarse a las concupiscencia de aquellos malignos espíritus,
y se subordina a ellos, a pesar de que él está en su propia casa, que es su
cuerpo, aquellos usurpan y llegan a mandar y a dar órdenes, tal cual ocurre en
la tierra, cuando un gobierno imperioso invade a otra nación y la pone a su
servicio.
Entre esos millares de Espíritus malignos, también hay espíritus de engaño,
estos espíritus de engaño, son espíritus que tratan de imitar al Espíritu Santo,
estos son espíritus que se disfrazan de Espíritu Santo, y engañan a los
hombres, haciéndolos suponer que actúan guiados por el Espíritu Santo; Las
sagradas Escrituras nos dicen: “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él
os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino
que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de
venir” (Juan 16:13), Cuando las sagradas escrituras nos hablan del Espíritu de
verdad, indirectamente nos está diciendo que hay uno o más espíritus de
mentira, pero además nos revela cosas muy importantes, en cuanto al mundo
de los espíritus , ya que nos dice que ése Espíritu nos guiará porque no hablará
por su propia cuenta; Sabiendo entonces que el Espíritu de verdad, nos guía y
nos habla, sabemos pues, que así mismo todos los demás espíritus que son
falsos e inmundo, estos también nos guían, pero nos llevan por sendas de
perdición, y nos hablan e instruyen, pero nos instruyen conforme a sus
designios malévolos y conforme a sus razones de ser; Así pues, el Espíritu de
engaño, que intenta hacerse pasar por el Espíritu Santo, nos guía por sendas
que parecen ser rectas y agradables a Dios, pero no lo son, todo parece estar
bien en lo que hacemos, pero de ese todo hay algo que está errado, y por ese
algo, no avanzamos hacia la perfección que Dios espera de nosotros.
“A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de
espíritus…..” (1ra de COR. 12:10), sólo el que escucha realmente al Espíritu
Santo, es capaz de llenarse de dones espirituales, y entre esos dones está el
“discernimiento de espíritu”, con éste don es que podemos distinguir entre un
espíritu de engaño y el Espíritu Santo; El que no tiene el Espíritu Santo, es
engañado fácilmente, pues no teniendo la capacidad de discernir un espíritu,
cualquier espíritu que le induzca a hacer según sus ojos cosas buenas; Le
parecerá que es el Espíritu Santo.
Mucho se erra, por ejemplo, en la Navidad, cuando hay un espíritu que te insta
a hacer cosas que a los ojos humanos son buenas, como invitar a cenar a tus
amigo, vecinos, etc. O te insta a reconciliarte con tus enemistades, y te crea un
ambiente de ternura y “amor”; Al tener estas experiencias, las personas creen
que es el Espíritu de Dios el que les inspira hacer y actuar de esa forma, pero
en honor a la verdad, ese es un espíritu de engaño, porque si fuera obra del
Espíritu Santo de Dios, entonces ese sentimiento no tuviera un mes de
vigencia, ni estaría limitado solo a una época del año, porque el amor de Dios
no se limita a un mes especial del año, sino que el amor de Dios es
permanente, eterno e infinito así como su misericordia; Pero el Espíritu
navideño, solo tiene sus efectos en diciembre y luego ya no está, y las
personas vuelven a portarse igual todo el año, hasta el nuevo diciembre; Ese es
un espíritu de engaño, encargado de mantener viva la celebración de la
navidad, y así mantener en permanencia la idolatría humana, que
supuestamente celebra el nacimiento del Mesías, cuando lo que celebra es el
día del dios sol y la muerte del dios Tamuz, así como el día de RA en Egipto o
Mitra en Roma, en fin, ese espíritu es el encargado de hacer creer a la
humanidad, que Dios se complace con que le celebren su cumpleaños, y se
complace de la celebración de la humanidad; Pero así como ese “espíritu
navideño” hace creer a la gente que Dios está conforme con esta celebración,
así mismo engaña a otras culturas y religiones, haciéndoles creer que gozan de
la satisfacción de Dios o de su dios o sus dioses, engañándolos con una falsa
paz espiritual y engañando a los hombres haciéndolos creer que aquella
cultura y religión es fuente de paz entre los hombres, y hace errar no sólo a
quien promueve este espíritu de engaño, sino a quien toma a este seguidor de
espíritu de engaño, como su maestro o como su ejemplo de vida.
“Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos
apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de
demonios” (1ra. Timoteo 4:1), el hecho de que existan esas infinidades de
religiones y culturas “espirituales”, es una prueba viviente del cumplimiento
de aquella profecía, porque la gente se ha aglutinado a creer en falsas
promesas de salvación, falsos caminos que parecen rectos, falsas deidades que
parecen reales, todo ello porque escuchan a los espíritus engañadores; En la fe
Cristiana era de esperarse el cumplimiento de esta profecía, pues así como en
aquella época el sacerdocio hebreo se dividió en facciones, así también hoy
está dividido el sacerdocio Cristiano, así como aquellos antiguos fueron
engañados orando a BAAL, así mismo muchas congregaciones Cristianas hoy
son engañadas y creen que oran a Dios, pero realmente no es a Él a quien
oran; Pues creyendo de la manera que creen, actuando de la manera que
actúan, adquiriendo conocimiento de la manera en que lo adquieren,
realizando prácticas tradicionales en sus iglesias; Destinando el diezmo de la
manera en que lo destinan, encubriendo la verdad de la manera en que la
esconden para no ser destituidos de sus denominaciones; Escuchando
doctrinas de hombres, legislando en la Iglesia de Dios y haciendo reglamentos
fuera de lo ya establecido en las sagradas escrituras tratando de perfeccionar lo
perfecto; Estableciendo ciencias humanas para encerrar a Dios, protegiendo la
fe de la forma en que la protegen; ¿Cómo podrán ser guiados por el Espíritu
Santo?, si actúan a como actúan ¿Es posible que sean inspirados por el
verdadero Espíritu?, ellos han creído en Espíritus de engaño y han supuesto
que es el Espíritu Santo, pues no han tenido la capacidad de discernir entre lo
bueno que agrada a Dios y lo bueno que agrada al hombre, porque lo bueno
para el hombre no siempre es lo bueno para Dios; Porque si para el hombre es
bueno tener y creer es Espíritu navideño, para Dios no lo es, pues Dios en su
celo no comparte su gloria, y aunque parece bonito todo el ambiente
navideño, para Dios es abominación.
“Y Jehová preguntó: ¿Quién inducirá a Acab rey de Israel, para que suba y
caiga en Ramot de Galaad? Y uno decía así, y otro decía de otra manera.
Entonces salió un espíritu, que se puso delante de Jehová, y dijo: Yo le
induciré. Y Jehová le dijo: ¿De qué modo? Y él dijo: Saldré y seré espíritu
de mentira en la boca de todos sus profetas. Y Jehová dijo: Tu le inducirás, y
lo lograrás; anda y hazlo así. Y ahora, he aquí Jehová ha puesto espíritu de
mentira en la boca de estos tus profetas; pues Jehová ha hablado el mal
contra ti” (2da. Crónicas 18:19-21) , en aquella época, Acab, rey de Israel,
planeó guerra sin consentimiento de Dios, iba conforme a sus propios deseos,
él aborrecía la verdad de Dios, no tomó en cuenta a Dios para sus planes, no lo
tomó en cuenta para gobernar, y planeó ir a una batalla, y todos los profetas
que estaban a su servicio, y no al servicio de Dios, profetizaron mentiras, y lo
ensalzaron haciéndole creer que saldría victorioso de aquella batalla, porque
eso era lo que él quería escuchar de sus profetas, y sus profetas para evitar la
ira de ese rey, escucharon los consejos de un espíritu de engaño, ese espíritu de
engaño, fue aprobado por Dios, para que bajara y confundiera a los profetas
del rey, pues Dios sabía que el rey, rechazaría la verdad profética de Micaías,
único entre los profetas de Israel dispuesto a no callar la verdad, incluso así su
vida estuviera en riesgo, y habiéndose rehusado a escuchar a éste profeta en
quien estaba la verdad, decidió ir a batalla, pese a que aquel profeta le dijo que
estaba escuchando a un espíritu de engaño, y este rey, pereció en aquella
batalla, a pesar que utilizó otra vestimenta, pensando en confundir a Dios;
Pues Las congregaciones y sus líderes que son montones de teólogos, se han
ensoberbecido al igual que aquel rey, emprenden la lucha conforme a sus
propias doctrinas de hombre, conforme a sus reglamentos y estatutos,
apartando su oído de la verdad, pues han considerado que si esa verdad es
dicha por alguien no graduado en teología, esa verdad no merece ser
escuchada, y escuchan a quienes quieren escuchar e igual que Acab,
desprecian los consejos de aquellos que según ellos no poseen ciencia de
teología; Ellos siguen los consejos de Teólogos, quienes son “Profetas de
hombres”, así como Acab, escuchaba a “sus profetas”; Ellos saturan plazas y
estadios, crean un ambiente de paz pero no es paz, pues la verdadera iglesia,
poseedora de la verdadera paz, no se exhibe en el mundo como quien exhibe
un auto último modelo, pues el reino de Dios, no es de éste mundo; Sin
embargo los espíritus de engaño son regados en estos ambientes y todas las
personas sienten como si el que les llenara sus corazones fuera realmente el
Espíritu Santo; Y actúan como si fuera realmente el Espíritu santo quien los
instruye, pero es el Espíritu de engaño que los conduce a la muerte como aquel
rey fue conducido a la muerte; Pues el que desprecia la verdad de Dios abraza
la muerte, y el que abraza un espíritu de engaño y lo confunde con el
verdadero, éste ha confundido a Dios y se ha extraviado del camino verdadero;
Pero el Espíritu Santo no se manifiesta de esa manera, pues aquellos se
revuelcan, actúan como seres poseídos por demonios, con ataques como de
epilépticos, enredan la lengua y piensan que están hablando en lenguas
extrañas, se desmayan y hacen desmayar a muchos; Y todos piensan que eso
es obra del Espíritu Santo, mas no se han percatado que es un espíritu de
engaño, porque el gozo del espíritu Santo es un gozo extremadamente
satisfactorio, pero, ¿ cómo puede ser gozo desmayarse, o atacarse como
epiléptico? , ¿Crees que realmente el Espíritu Santo te hace ver como loco?,
¿Piensas a caso que Dios, todo el tiempo vive padeciendo de ataques y se vive
revolcando a como muchos lo hacen, creyendo que es el Espíritu Santo, el que
les da esta reacción?, ¿Piensas que hoy en día, cuando hay “idiomas
universales” y hay formas más fáciles de comunicarnos con personas de otros
países, independientemente de la diferencias de idiomas, es necesario o le urge
al Espíritu Santo que tú hables en lengua extraña?, por supuesto que no,
porque era en aquella época que el hablar en lengua realmente era necesario
que se hiciera mediante la manifestación del Espíritu Santo, porque no
cualquiera podía hablar más que su lengua natal, pues no había educación
idiomática y si había, no estaba al acceso de unos pescadores o agricultores de
bajos recursos, ¿A caso Dios en lugar de mandarnos a revolcar, a babearnos, a
desmayarnos, a enredar la lengua o atacarnos como epiléptico, no nos provee
de paz, amor, paciencia y mansedumbre?, ¿Puede alguien que se revuelva
como loco o se ataca como epiléptico sentir paz?, ¿Puede alguien que se
desmaya o que actúa como loco tener paciencia, mansedumbre?, ¿Pueden
estas personas jactarse de tener frutos de Espíritus?, por supuesto que no, pues
si tantos dones han recibido del Espíritu Santo, entonces ¿Cómo es que no
actúan con paciencia, mansedumbre, con paz y tranquilidad?; Todas esas
manifestaciones que son posibles observarlas hoy, son manifestaciones
engañosas, que hacen creer a las personas que actúan mediante el Espíritu
Santo.
El Cristiano Fariseo, no es capaz de discernir entre espíritus de engaño y el
Espíritu Santo, ellos piensan que por el hecho de supuestamente haber
aceptado a Cristo en una ceremonia solemne, es porque ya tienen el Espíritu
Santo, pero aceptar a Cristo, no es una ceremonia nada más, porque aceptar a
Cristo es aceptar su verdad, pero ¿Cuántas verdades no predican las
denominaciones? , ¿A caso las verdades de Dios son muchas?, definitivamente
la verdad es una sola; Pero estos pseudos Cristianos todos predican una verdad
diferente, y de repente los ves reunidos a todos en un mismo evento al que
ellos denominan “INTERDENOMINACIONAL” y todos según ellos, se
gozan del mismo espíritu en ese evento, ahí ellos se olvidan de las diferencias
que hay entre sus “verdades” y se unen en las cosas comunes, ¿Realmente
estará en ellos el Espíritu Santo?, ¿A caso no están llenos de espíritus de
engaño?, si la verdad es una, entonces ¿ porqué los hombres predican tantas
verdades?, ¿y porqué si predican tantas verdades, se unen en las cosas que
tienen en común, olvidando por unos instantes las diferencias entre sus
verdades?, ¿A caso eso no es abominación ante Dios?, ¿O es que acaso Dios,
no dijo “Y enseñarán a mi pueblo a hacer diferencia entre lo santo y lo
profano, y les enseñarán a discernir entre lo limpio y lo no limpio” (Ezequiel
44:23)?, ¿Entonces hoy por hoy, ya es permitido para Dios juntar lo santo y lo
profano?, si su verdad es la “Verdad” entonces ¿es posible mezclar a la
“Verdad” con las medias “Verdades” o con la mentira?, nada de extraño tiene
esto para quienes hemos razonado en el entendimiento, puesto que se ha
escrito “…y su sangre salpicó mis vestidos, y manché todas mis ropas”
(Isaías 63:3), ¿No es verdad que la humanidad ha manchado las ropas de
nuestro Mesías?, pero también se nos dijo “Repartieron entre sí mis vestidos,
Y sobre mi ropa echaron suertes” (Salmo 22:18), pues hoy en día se han
repartido los vestidos de nuestro Santo Maestro entre miles de denominaciones
y religiones, todos han echado suerte sobre su ropa, todos ellos se han vestido
con sus ropas, pero aún así no son verdaderos, pues han juntado lo santo con
lo profano; Hoy en día es común escuchar decir que se han reunido Católicos
y protestantes, para sacar un comunicado común; Es normal escuchar que
musulmanes y Cristianos han llegado a acuerdos comunes, es normal escuchar
de los “ECUMÉNICOS”, es común escuchar que hay un partido político
usando el nombre de Dios, es común que los cantantes usen el nombre de Dios
en sus canciones seculares; ¿A caso todas esas cosas son inspiradas por el
Espíritu Santo?, definitivamente, no.
Los falsos Cristianos, han rechazado la enseñanza del Espíritu de verdad, pues
han desconfiado de que éste sea capaz de abrirles el entendimiento, porque si
no tuvieran esa desconfianza entonces rechazaran toda ciencia humana que
intente enseñar a Dios y su ciencia, y aprendieran de boca del propio Espíritu
Santo, porque el Espíritu Santo se aloja en edificación hecha por mano de Dios
y no en edificación hecha por manos humanas; Por tanto, siendo así, entonces
¿Puede el Espíritu Santo alojarse en una ciencia humana?, ¿Puede el –espíritu
Santo manifestarse en las universidades? , ¿Es el Espíritu santo promotor de
títulos de cartón para quienes anden mediante él se identifiquen con ese
cartón?, ¿Puede el Espíritu Santo enseñar mediante la ciencia humana que fue
hecha de manos humanas?, claro que no, porque la ciencia humana es un
edificio hecho por manos humanas, y Dios no mora en templos hechos por
manos humanas, a Dios no se le puede conocer en las universidades, porque
en las universidades se enseña ciencia de hombres, y la ciencia de Dios no se
revuelve con ciencia humana, pues Él mismo ha hecho mucha diferencia entre
“Lo Santo y lo Profano”, ¿Cómo puede en una misma casa de estudio
enseñarse ciencia humana y también ciencia de Dios?, ¿A caso no se juntan
ahí lo santo y lo profano?; Cuando YAHWEH estableció el sacerdocio
Levítico, les ordenó : “No sembrarás tu viña con semillas diversas, no sea
que se pierda todo, tanto la semilla que sembraste como el fruto de la viña.
No ararás con buey y con asno juntamente. No vestirás ropa de lana y lino
juntamente” (DEUT. 22:9-11), estos tres mandamientos son uno en realidad,
pues lo que en síntesis nos dice es que no debemos hacer mezcolanzas de
cosas incompatibles, no se deben desarrollar juntas las uvas con las cerezas, ni
las uvas de una clase y las uvas de otra clase, porque ambas clases perderán su
naturaleza y se volverán abominables, y perecerán; Así mismo no pueden
trabajar de la mano el burro con el asno, porque son de distintas especies, no
tienen la misma fuerza y no son compatibles entre ambos, pues son yugos
desiguales; Y por otra parte, no se puede vestir lana y lino juntamente, pues la
vestimenta que Dios nos ha puesto en esta tierra es una, o ¿Acaso alguien tiene
dos tipos de carne o dos tipos de sangre?; Traducido esto al mundo espiritual,
es: No puedes juntar la doctrina de los hombres con la de Dios, no puedes
juntar la verdad con la mentira, no puedes llevar en tu interior vanidad con
verdad, no es agradable ante Dios hacer mezcolanzas de doctrinas, no hay
compatibilidad entre musulmanes y cristianos, no lo hay entre Católicos y
evangélicos, no lo hay entre denominación y denominación, porque cada una
tiene una doctrina diferente; Por eso ninguna denominación es real, pues
siendo todo este mundo vanidad, siendo que toda la creación e invención
humana ha sido sujetada a vanidad, también lo son las denominaciones; Todo
Cristiano que se enfoca en defender denominación alguna y a establecer
posiciones denominacionales, no es verdadero, y es guiado por espíritu de
mentira y engaño; Todo el que se encierre en la verdad de una doctrina
denominacional es guiado por Espíritu de engaño; Todo el que mezcle la
ciencia de Dios con la ciencia del hombre (Teología y Filosofía u otra ciencia)
es falso y está separado del tallo real; Todo el que confunda la guerra
verdadera con la guerra falsa de los hombres, está peleando una lucha sin
recompensa, pues las guerras denominacionales son de los hombres; Nadie
debe aferrarse a denominación alguna, pues sus guías escuchan espíritus de
engaño; Los Fariseos Cristianos escuchan espíritu de engaño, pues la base de
sus alianzas denominacionales es la hipocresía, esconden sus verdades
doctrinales en la mano derecha y estrechan la mano izquierda con las
denominaciones aliadas, se reservan sus “verdades” guardando silencio, para
poder hacer alianzas en yugos desiguales.
La palabra de Dios nos dice “……Yo para esto he nacido, y para esto he
venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la
verdad, oye mi voz” (JN 18:37), El Cristo Trigo nos dice que ha nacido para
dar testimonio de la verdad, pues el Cristiano Trigo, para eso también ha
nacido, para dar testimonio de la verdad, siendo así entonces el Cristo cizaña y
el cristiano cizaña, han nacido para dar falso testimonio; De tal manera que
Cristo nos dice que todo aquel que es de la verdad oye su voz, por
consiguiente todo aquel que es de la mentira, ese no oye su voz; Si no oye su
voz, esto nos dice que oye la voz de otro espíritu que no es el Espíritu Santo,
así que si cada denominación Cristiana, tiene una doctrina distinta, significa
que oyen a espíritus distintos, y si la verdad es una y sólo una, no pueden
haber espíritus distintos que hablen la misma verdad, por eso, los espíritus
escuchados por ellos, son espíritus de engaño, porque Cristo no está dividido,
Él está íntegro. Así que, no es verdad que si una denominación oye la voz de
Cristo, ésta tendrá alianzas con yugos desiguales, pues ya veíamos la
prohibición de las mezclas abominables ante Dios y por otra parte nos dice:
“No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué
compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz
con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el
creyente con el incrédulo?” (2da. COR. 6:14,15), pues si alguien no cree lo
que tú crees ¿A caso no es incrédulo?, en la vida espiritual o se cree todo o no
se cree nada, porque en lo espiritual no hay creencias a medias, el que cree, en
el mismo Cristo cree, por tanto la misma voz debe oír, pero si cada quien oye
una voz distinta, ¿Qué garantía hay de que se trata del mismo Cristo?, si los
mormones creen que tomar café es pecado,¿ porqué se juntan con otras
congregaciones para llenar plazas y estadio sabiendo que no piensan de la
misma manera?, o si los Católicos creen que se debe rezar a María y a sus
santos, ¿Por qué promueven encuentros ecuménicos con quienes no piensan
igual?, y si los adventista creen que sólo se debe adorar en día sábado, ¿porqué
participar en reuniones con quienes no creen de la misma forma?, y si una
denominación cree que el diezmo es para salarios, construir “templos” o para
enriquecerse, ¿Porqué mantiene alianzas con quienes no creen lo mismo?, ¿A
caso no son cosas extrañas estas uniones?, lo son para Dios, pero para el
hombre, no, porque el hombre está acostumbrado a contraer paz mediante la
hipocresía y el silencio de la verdad, y el que hace uso de la hipocresía y del
silencio de la verdad, ese no escucha la voz de Cristo, y por tanto, oye la voz
de espíritu de engaño.
Los fariseos Cristianos hacen alianzas entre denominaciones de distintas
corrientes doctrinarias, hacen alianzas con presidentes, con partidos políticos,
con empresarios y con organizaciones fuera del orden de Dios, ¿A caso no
mezclan lo sano con lo impuro?, ciertamente no, porque si lo juntan, las dos
cosas son impuras, pues sólo hay unión entre lo puro y lo puro, y entre lo
impuro y lo impuro, por ello, cuando se junta lo puro y lo impuro, es porque lo
puro nunca fue tan puro, sino que eso que parecía puro era generado con
engaño, mediante espíritus de engaño; Pues si atendemos a esta sentencia:
“Todas las cosas son puras para los puros, mas para los corrompidos e
incrédulos nada les es puro; pues hasta su mente y su conciencia están
corrompidas” (Tito 1:15), entendiendo que todo es puro para los puros,
entonces sabemos que lo puro es compatible sólo para los puros, y que por
tanto, para los impuros, aquellos que han leudado su conocimiento y
alimentado su corazón con tradiciones humanas y no divinas, con ritos
humanos y religiosos, con creencias fabulosas y fantásticas, con filosofías y
teologías, para ellos, nada les es puro, absolutamente nada les es puro, ni su
pensamiento, ni sus doctrinas, ni sus teologías, ni sus oraciones; Nada, nada
les es puro, por muy santo que parezcan sus prácticas, por muy buenas que se
vean sus obras, por muy repetidamente que hablen de Dios y de la obra de
Dios, nada de eso les es puro, porque sus mentes han sido manipulada para
cobijar cien verdades en una mentira, sus mentes y su conciencia están
corrompidas, pues han escuchado a espíritus engañadores, espíritus que han
simulado ser Espíritu Santo, ellos no han tenido la capacidad de
discernimiento de espíritu, porque no han logrado despojarse de toda la
impureza en su corazón.
Los fariseos Cristianos gozan de espíritus de engaño, sienten que acarician la
salvación, sin embargo esa salvación es nada más que la envoltura, pues detrás
de ese cascarón todo es cosa vana, y lo que hay es perdición; Ellos piensan que
por obra del Espíritu Santo hay una iglesia en cada esquina, que por obra del
Espíritu Santo, esas iglesias a pesar de tener doctrinas distintas no se repelen,
que por obra del Espíritu Santo, es que pueden darse el lujo de organizar
encuentros juntos y gozarse como hermanos, en alegría, en una plaza o
estadio, sin tener en cuenta las diferencias entre creencia y creencia; Eso no es
obra del Espíritu Santo, sino de espíritu de engaño; Ellos creen que es por obra
del Espíritu Santo, que la sociedad muerta e inconversa convive en sana paz
con el cristiano, pero eso no es obra del Espíritu Santo, sino de espíritu de
engaño, porque la palabra es clara cuando nos dice “No penséis que he venido
para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada” (MT
10:34), Si lo que en verdad está destinado por Dios es la disensión entre los
hombres, ¿cómo pueden convivir en sana paz la sociedad con la Iglesia? Y
¿cómo pueden vivir en armonía denominación con denominación?, la
respuesta es sencilla, ellos oyen a espíritus de engaño, Pues no es voz de Dios
que haya paz entre los hombres, sino espada y guerras, pues de ninguna
manera se puede estar bien con Dios y bien con los hombres, y el que está bien
con los hombres, puedo asegurarle que no está bien con Dios, porque se nos ha
dicho “Bienaventurados seréis cuando los hombres os aborrezcan, y cuando
os aparten de sí, y os vituperen, y desechen vuestro nombre como malo, por
causa del Hijo del Hombre” (LC 6:22), Así que si ellos creen, que al ser bien
vistos por la sociedad y por el estado, y ser reconocidos como hombres de
bien, entonces han alcanzado gracia ante Dios, se equivocan; Porque lo que el
hombre ama, Dios lo aborrece, y si ellos son amados entonces Dios los
aborrece, porque al no existir mezcla entre lo sano y lo profano, tampoco hay
mezcla entre lo muerto y lo vivo, porque los muertos aman las cosas muertas y
los vivos aman las cosas vivas, entonces, ¿Cómo puede la sociedad natural
amar lo vivo, sin estar ellos vivos?, si quieres ser amado por Dios, entonces
tienes que ser aborrecido por los hombres, si amas a Dios entonces ama lo que
Él ama, y aborrece lo que Él aborrece; Porque es bienaventurado el que es
aborrecido, y el que siendo bueno a los ojos de Dios, sea visto como malo
entre los hombres; Así que, si Dios ama lo que los hombres desechan, ¿Cómo
puede estar en paz “la iglesia” con la sociedad y con los gobiernos?, la
respuesta es sencilla; La “Iglesia” que es amada por los hombres, no es
verdaderamente de Dios, y por tanto no escuchan al Espíritu de la verdad sino
a espíritus de engaño, los cuales les hacen creer que andan por el buen camino.
“Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de
Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de
error. Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo
aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha
conocido a Dios; porque Dios es amor” (1 Juan 4:6-8), el que es de Dios oye
y atiende a la verdad, el que no es de Dios aborrece la voz de Dios, así que los
que han legislado a la margen de la biblia, el que ha fundado iglesias bajo
estatutos de hombre, el que se ha fundamentado en principios teológicos y
filosóficos, el que ha conocido a Dios en la universidad, el que ha mantenido
alianza con yugos desiguales, el que ha mezclado la doctrina de Dios con la de
los hombres, el que ha celebrado en su congregación tradiciones humanas, el
que en nombre de Dios ha hecho alianzas con reyes, el que usando el nombre
de Dios ha fundado partidos políticos, el que ha usado el nombre de Dios para
enriquecerse de los diezmos y los ha destinado para cosas equívocas; El que
ha hecho mofa de los dones espirituales, el que ha apartado su oído a la verdad
de Dios cuando ésta no procede de un sabio y teólogo; El que ha creído en
doctrinas denominacionales y las ha puesto por escudo, y además ha hecho
contiendas por defenderlas ; Ese no es de Dios, y si no es de Dios, no es de la
verdad, y si no es de la verdad, es de la mentira, y si es de la mentira, oye
espíritus de engaño, y si oye espíritus de engaño, todo lo que de él emane es
engaño, y su amor también es de engaño; Por tanto, el que no oye a la verdad,
no ama, y el que no ama, no procede del padre y no es hijo de la luz; Porque es
en el amor que reconoceremos lo que es espíritu de mentira y lo que realmente
procede del Espíritu de la verdad.
Los antiguos fariseos, actuaban y se instruían mediante espíritus de engaño, y
por eso ellos creían poseer la verdad de Dios, porque esos espíritus de engaño,
les hacía sentir confortable y fortalecidos espiritualmente, pues el espíritu de
engaño, es un espíritu que se disfraza de Espíritu Santo, pues inspira cosas que
a los ojos humanos parecen buenas y aceptables ante Dios, esos espíritus
también abren el pensamiento humano y hacen discernir la palabra de Dios al
hombre, pero de forma equívoca, y el hombre erra.
“Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios;
porque muchos falsos profetas han salido por el mundo” (1ra, Juan 4:1) ,
Probar los espíritus es tener discernimiento de espíritus, es contar con dones
espirituales, es haber rendido frutos de espíritus, pero tanto los dones como los
frutos se obtienen cuando el Espíritu Santo mora en nosotros, así es que, aquel
en quien no mora el Espíritu Santo, no es capaz de obtener esos dones y frutos,
y por ende será incapaz de probar los Espíritus, pues su cuerpo es un desierto
en el que ahora moran bestias espirituales de maldad, y sus ojos espirituales
estarán ciegos y sus oídos sordos, y serán engañados fácilmente, por eso para
probar los espíritus y saber si son de Dios o no, es necesario hacer obras de
arrepentimiento, humillarse en espíritu y de corazón, rendirse a la verdad sin
tomar en cuenta doctrina denominacional alguna, aceptar la verdad de Dios
venga de donde venga, pedir en oración humildemente esa capacidad de
discernir espíritus, obteniendo ciencia y sabiduría procedente de Dios,
llegando a ser capaz de entender la palabra desde la perspectiva espiritual
santa.
¿Cuál ha sido pues el problema de aquellos que en su conciencia han aceptado
y creído en nuestro Señor Jesucristo, pero que aún se mantienen en la
impureza?, el problema es: Que aquellos que han aceptado a Cristo y creído en
él, mediante el perdón del pecado, el arrepentimiento, el bautismo, les ha
faltado un elemento vital: “LA FE”, pues al aceptar a Cristo y bautizarse en su
nombre, han hecho salir a los malos espíritus de su cuerpo, y en efecto han
salido; Pero, estas personas no han tenido paciencia para esperar la
manifestación del Espíritu Santo, pues en la ignorancia, a pesar de que
inmediatamente a nuestro arrepentimiento, ya somos portadores de Él, en
realidad para que el Espíritu se manifieste es necesario esperar un tiempo,
pues , la palabra nos dice: “Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán,
y fue llevado por el Espíritu al desierto por cuarenta días, y era tentado por
el diablo” (LC 4:1,2), el mismo Mesías, tuvo que primero ir al desierto por
cuarenta días, durante los cuales ayunó fervientemente, y fue tentado por el
diablo, y tuvo que resistir primero a la tentación de Satanás, antes que fuera
manifestado el Espíritu Santo, y una vez que resistió la tentación, inició su
peregrinaje hacia su misión, ¿Cuál es el ejemplo que Cristo nos envía
mediante esta vivencia?, Él no está diciendo “Antes de tu gran obra haz un
gran sacrificio, ofrece ofrendas y resiste la tentación de Satanás”; Cristo hizo
todo esto, no porque el Espíritu Santo estuviera ausente en su corazón antes de
su bautismo, sino para que sirviera de ejemplo a todo el que fuera bautizado,
pues aunque Él no requería ser bautizado, Él se sometió al bautismo de Juan,
humillándose ante un hombre, todo para que el verdadero seguidor hiciese lo
mismo, porque aquel día en que fue bautizado, ocurrió que: “Mas Juan se le
oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? Pero
Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda
justicia. Entonces le dejó” (MT 3:14,15), Él no requería del bautismo, y se
sometió al bautismo, porque así convenía, ¿Porqué convenía así?, porque se
requería que Jesús fuera el modelo a seguir, así que de la misma forma en que
Cristo fue bautizado, un verdadero Cristiano debe ser bautizado, y de la misma
forma en que después del bautismo Él se sometió a su ayuno, así un Cristiano,
debe someterse a un sacrificio, pues la palabra nos dice “Haced, pues, frutos
dignos de arrepentimiento” (MT 3:8), y con ello someterse a la tentación y a
la prueba, y una vez superada la prueba, el Espíritu se hará manifiesto, y
cumplirá con su trabajo, pues lo mismo que Él pasó, pasaron sus discípulos,
porque aquellos cuarenta días que Él estuvo en el desierto, lo vivieron sus
discípulos, posterior a su resurrección, porque la palabra nos dice: “a quienes
también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas
indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca
del reino de Dios” (Hechos 1:3), durante esos cuarenta días, el Espíritu Santo,
aún no se había hecho manifiesto en los Apóstoles, sino que aun ellos debieron
esperar después del ascenso de Cristo, ocurriendo que: “Y estando juntos, les
mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del
Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. Porque Juan ciertamente bautizó con
agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no
muchos días” (Hechos 1:4,5), ya algunos de ellos que habían sido discípulos
de Juan, habían sido bautizados con agua, pero el Espíritu Santo, aún no les
había sido manifestado, y les mandó que esperasen en Jerusalén, porque
dentro de no mucho tiempo serían bautizados con el Espíritu santo, eso
significa, que el bautismo del Espíritu, es un bautismo posterior al
arrepentimiento y posterior al bautismo con agua, porque aunque somos
limpiados mediante el bautismo de toda maleza espiritual, se hace necesario,
que nuestro corazón sufra transformaciones antes que se haga manifiesto el
Espíritu Santo, porque a pesar que ya mora en nosotros, Él debe primero hacer
arreglos en su nueva casa, porque ¿Quién es ese que compra una casa nueva, y
antes de vivir plenamente y gozar de su casa, no la limpia?, ¿Quién es ese que
adquiere una casa, y primero no ordena toda la incomodidad que hay en la
casa?, pues así mismo una vez que nos arrepentimos y nos bautizamos, el
Espíritu Santo se toma su tiempo necesario para hacer limpieza en su nuevo
hogar, arreglar todas las cosas, ordenar cada cosa en su lugar, para después
comenzar a hacer frutos espirituales, pues Dios, pudo incluso crear todo el
universo y todo lo que en él hay en un solo día y en un mismo instante, sin
embargo Él para darnos ejemplo de paciencia, hiso las cosas una a la vez y en
orden de prioridad, tuvo calma para crear; Así que, aquellos discípulos
pacientemente aguardaron en Jerusalén todavía un tiempo después del ascenso
de Jesús al cielo, para que Espíritu se hiciera manifiesto en sus corazones,
“pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo,
y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo
último de la tierra” (Hechos 1:8), es hasta que se hace manifiesto el Espíritu
Santo que se recibe poder, para luego emprender la misión, así pues, como
Cristo esperó 40 días en el desierto, haciendo ayuno y oración, y enfrentando
las tentaciones de Satanás para luego emprender su misión, así mismo los
discípulos, esperaron 40 días vagando en su desierto, gozando de Cristo sólo
cuando se les aparecía, después de su resurrección y aún esperaron luego de su
ascenso, para que se hiciese manifiesto el Espíritu Santo; Así, de la misma
manera, el Cristiano verdadero, debe esperar pacientemente, después de su
bautismo y de su verdadero arrepentimiento, para que el Espíritu Santo se
haga manifiesto; De otra manera, el Espíritu Santo, no se hace manifiesto, y es
cuando el Espíritu Santo se hace manifiesto, que éste derrama sus dones sobre
nosotros y abre nuestro entendimiento, mediante la alimentación sana, con pan
sin levadura, con alimento espiritual sin filosofía, sin teología, sin doctrina de
hombre, sin tradiciones y costumbres humanas, sin teorías de pensadores sino
con afirmaciones autorizadas, sin supuestos sino con sentencias con autoridad,
porque así se manifiesta el Espíritu Santo; Pero aquellos han pensado que una
vez bautizado, deben ir y tomar cursos bíblicos, e ir a estudiar a las
universidades para conocer de Filosofías y teologías; Creyendo buscar a Dios,
cayeron en la desesperación, y han perdido la paciencia, y no han esperado la
verdadera manifestación del Espíritu Santo, no han hecho frutos de
arrepentimiento, no se han tomado aquellos cuarenta días en el desierto de su
caminar, ni han esperado la llegada de la prueba, ni han hecho ofrenda de
sacrificio alguno, sino que se han volcado conforme sus concupiscencias, y se
han alimentado de pan con levadura, lo que les ha ocasionado mucho daño, y
han escuchado a espíritus engañadores creyendo que es la voz del Espíritu
Santo. Les ha faltado pues, “LA FE” de que es el Espíritu Santo quien enseña
e instruye, y no los hombres, han dudado de la llegada de la promesa de Dios,
y la han salido a buscar, no escuchando lo que nuestro Maestro nos mandó “…
les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del
Padre” , ellos se han ido de Jerusalén a Egipto en busca de la ciencia de Dios,
no escuchando que Él nos dijo que no nos fuéramos de Jerusalén, sino que
esperásemos la promesa; Ellos no han esperado, y el que no espera cae en la
desesperación y con ello en el desacato, apartando su oído de la verdad y
aceptando la voz del engaño, la paciencia es sobre todo una gran virtud de la
que muchos carecen por distintas razones; Es al esperar con paciencia, que
Dios nos provee del alimento, por eso se nos dice “Todos ellos esperan en ti,
Para que les des su comida a su tiempo” (Salmos 104:27).
La Palabra de Dios es clara cuando nos dice: “Y el Señor encamine vuestros
corazones al amor de Dios, y a la paciencia de Cristo. Pero os ordenamos,
hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo
hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza que
recibisteis de nosotros” (2da TES. 3:5,6), se nos ordena que tengamos
paciencia en la espera, pero a la vez se nos ordena apartarnos de todo hermano
que ande desordenadamente, cuando se nos dice que nos apartemos de todo
aquel que anda desordenadamente, se nos manda a alejarnos de aquellos
quienes se alimentan de pan leudado quienes a su vez nos dan de comer pan
leudado, y nos contaminan, esperemos mejor en ayuna el pan sin levadura, tal
y como Cristo resistió pedir a Dios convertir en pan aquella piedra, según le
ordenaba el Diablo, no cayendo en la tentación de la desesperación; así
mismo el Cristiano, debe ayunar de todo pan leudado, pues cualquier alimento
que recibamos de hombre que se alimenta de pan con levadura, es tal cual,
hayamos caído en la tentación en que Satanás quiso hacer caer a nuestro Señor
Jesucristo, cuando lo quiso hacer comer pan en su ayuno, no convirtamos en
pan a la piedra, no convirtamos en pan a la ciencia de hombre, no fabriquemos
nuestro pan, pues Dios es quien nos dará el pan, ; Cristo, no cayó en la
tentación del alimento, así mismo nosotros no caigamos en la tentación del
alimento espiritual leudado; Mejor esperemos con paciencia el pan sin
levadura que provendrá del Espíritu Santo cuando éste se haga manifiesto, y
no vayamos a aprender de Dios en los lugares donde aprende el hombre
común, en las universidades; Porque todo lo que del mundo viene por muy pan
que parezca, es pan leudado, es pan de tentación, es roca hecha pan, pues
alimentarnos de Teología, es escuchar la misma voz que han escuchado los
Teólogos, aquella voz de Satanás que dijo “Si eres Hijo de Dios, dí a esta
piedra que se convierta en pan” porque quien inventó la teología cayó en
aquella tentación, y dijo a la ciencia de hombre “Conviértete en pan” y la
ciencia fue convertida en pan y éste se alimentó de ella, desatendiendo a su
ayuno y obviando la paciencia en la espera; Así que esperemos con paciencia
y no escuchemos espíritus engañadores, para no caer en el error de los fariseos
Cristianos, quienes enseñan a un Cristo falso.
“No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque
os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios,
obtengáis la promesa” (Heb. 10:35,36), es la confianza (La fe) la que nos
conduce a la paciencia, y la paciencia nos conduce a la promesa (el Espíritu
Santo), ¿Ves por qué tenemos que esperar aún después de haber sido
bautizado? Porque las cosas no ocurren de forma inmediata, el pueblo de
Israel pasó 40 años en el desierto antes de entrar en la tierra prometida, y aún
estando en la tierra prometida tuvo que luchar contra los usurpadores, para
después gozar de ella; Jesús pasó cuarenta días y cuarenta noches en el
desierto soportando hambre, Moisés pasó cuarenta días y cuarenta noches
esperando que Dios le entregase las tablas de la ley, los Apóstoles esperaron
cincuenta días después de la crucifixión de Cristo para recibir sus dones
espirituales, Pablo esperó a ser sanado de su ceguedad para que le fuera
manifiesto el poder del Espíritu Santo, pues quedó ciego cuando vio por
primera vez la luz; Así que cuando vemos la luz por primera vez, nos ocurre
similar a Pablo, pues quedamos aturdidos espiritualmente, y nos es necesario
que nuestros ojos espirituales se adapten al reflejo de la luz y sus retinas
vuelvan a su natural estado, para poder recibir con ansias y apetito la buena
luz, pues así como a Pablo le llegó Ananías, para curarlo de su ceguera, así nos
llega a nosotros el Espíritu Santo y nos aclara la vista, apartando toda
ceguedad espiritual.
“Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos,
buscando reposo; y no hallándolo, dice: Volveré a mi casa de donde salí. Y
cuando llega, la halla barrida y adornada. Entonces va, y toma otros siete
espíritus peores que él; y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel
hombre viene a ser peor que el primero” (LC 11:24-26), Cuando nos
arrepentimos con arrepentimiento verdadero y de corazón y somos
bautizados, quedamos prestos para recibir al Espíritu Santo, y lo recibimos,
éste nos instruye y nos acompaña en la batalla contra aquellos malos espíritus,
y poco a poco nos va liberando, y los espíritus inmundos que gobernaban
en el desierto de nuestro cuerpo, salen y se van, pero por nuestra falta de fe y
paciencia, recurrimos por ayuda espiritual ante aquellos que se alimentan de
pan leudado, y creemos en sus doctrinas falsas y nos dejamos llevar conforme
sus concupiscencias, y por no esperar la manifestación del Espíritu Santo, éste
rehúye de nosotros y deja nuevamente la casa vacía, para que aquel espíritu
inmundo retorne, y esta vez, al encontrar aquella casa limpia y vacía, llama a
siete espíritus más y llegan a posar en el cuerpo, y si los que salieron fueron
dos espíritus inmundos, los que retornan son catorce y si fueron tres, los que
retornan son veintiuno; De tal forma, que cuando el Espíritu Santo, deja sola
aquella casa, los espíritus engañadores se hacen manifiestos, y caemos en el
error, guiados por falsos senderos, creyendo que vamos por el correcto. Y
pensando que estamos bien, resulta que nos hallaremos peor que nuestro
estado anterior, todo ello, por no guardar paciencia y esperar a que se
manifestara el Espíritu de verdad, pues no hicimos frutos de arrepentimiento y
nos desesperamos a buscar a Dios, sabiendo que es Dios el que nos busca y no
nosotros a Él, pues Él nos dice: “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo
os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro
fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él
os lo dé” (Juan 15:16), Es Dios quien nos debe elegir, no nosotros a Él, así
que esperemos con paciencia, y Dios se nos manifestará mediante el Espíritu
Santo, y Él mismo nos asignará tareas, pero no vayamos conforme nuestra
mente a buscar lo que aún Dios no nos ha hecho llegar, no salgamos a buscar
como locos lo que llegará a nosotros por su propia cuenta, porque así como
aquellos Ángeles llegaron a Sodoma para socorrer a Lot y salvarlo de la ira de
Dios, así llegará a nuestra casa terrenal el Espíritu Santo y socorrernos en la
angustia, en el hambre y sed de la palabra verdadera de Dios, no desesperes
porque la palabra nos dice: “Todos ellos esperan en ti, Para que les des su
comida a su tiempo”(Salmos 104:27), Dios es quien nos da el pan sin
levadura a nuestro debido tiempo, no en el tiempo que nosotros deseemos,
sino en el tiempo que Él considere necesario y preciso; Así como las personas
actúan en sus malos caminos por instrucciones de malos espíritus, así
caminará el hombre por el buen camino por instrucciones del Espíritu de
verdad, no es por instrucciones de hombres, sino por instrucciones del Espíritu
de verdad, así que es Él quien nos alimenta del verdadero pan, pues Él es
quien nos instruye, así pues nos lo dice su palabra: “He aquí, tú amas la
verdad en lo íntimo,
Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría” (Salmo 51:6), en lo
íntimo, Dios nos enseñará, en lo íntimo nos instruirá, tu conciencia hablará a ti
llena del Espíritu Santo, tu pensamiento se extenderá sin límites en la
sabiduría y comprenderás, cuál realmente es la misión y el objetivo del
Cristiano, debemos amar la intimidad con Dios y despreciar la publicidad,
porque en lo público lo que se manifestará son sus recompensas y sus
bendiciones, en público debemos mostrar nuestro testimonio, por eso nos dice
“me seréis testigos”, pero el aprendizaje es en lo íntimo, sus enseñanzas son a
solas, no en universidades, ni en grandes concilios, ni en grandes eventos en
grandes estadios y plazas, no mediante teologías y filosofías, no mediante
estatutos, no mediante doctrinas humanas, no mediante tradiciones humanas,
no mediante ciencia humana; Sino en lo íntimo.
Mientras el Espíritu Santo nos enseña e instruye en lo íntimo, los espíritus
engañadores lo hacen en público, para exhibirse y para dar muestras de
veracidad, pero Dios no se afana por hacer demostraciones, porque lo que
debía demostrar, ya lo ha hecho.
“Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro
de mí. No me eches de delante de ti, Y no quites de mí tu santo Espíritu.
Vuélveme el gozo de tu salvación, Y espíritu noble me sustente. Entonces
enseñaré a los transgresores tus caminos, Y los pecadores se convertirán a
ti” (Salmo 51:10-12), sólo creando en nosotros un corazón limpio y un espíritu
recto, es que Dios no quita de nosotros a su Santo Espíritu, es teniendo a éste
Espíritu que estaremos presto a sustentarnos del verdadero alimento espiritual,
pues él nos sustenta, y es hasta que él nos sustenta que podremos enseñar a los
transgresores los caminos de Dios, no antes, pero sabemos que es Dios el que
crea un corazón limpio, pues Él es quien nos ha buscado, no nosotros a Él.
Los Fariseos Cristianos se mofan de obrar conforme al Espíritu Santo, hacen
cosas que a los ojos naturales parecen prodigios y señales, pero a la verdad,
Dios no se exhibe conforme a los deseos del hombre, pues ni el Mesías mismo
obraba por exhibir a Dios de la manera en que estos lo exhiben, pues a Satanás
dijo: “….No tentarás al Señor tu Dios” , hacen presentaciones en sus eventos
donde hacen caminar a minusválidos, exhibiendo según ellos el poder de Dios
para sanar, pero no actúan conforme el Espíritu de verdad, porque Dios no
actúa en el momento en que un hombre lo desee, ni hace su obra según los
hombres lo quieran, pues ciertamente los milagros de Dios, llegan por donde
menos se espera, no por donde los hombres quieren o esperan, porque ¿Quién
supondría en aquella ocasión que Dios sacaría agua de una piedra?, o ¿Quién
supondría que la alimentación de aquellos que vagaban por el desierto, llegaría
desde el cielo?, no es el hombre quien elige los métodos de Dios, no es el
hombre constructor de los conductos de Dios, no es el hombre quien obliga a
Dios a obrar de tal o cual manera, no es cuando el hombre dice que se obran
los milagros, es a su momento que Dios hace llover, es en el momento que Él
considera necesario que obra conforme su voluntad, porque Dios no necesita
probar nada a la humanidad, pues hoy por hoy, el hombre debe de creer sin
ver, pues una de las cosas que Dios aborreció de aquel pueblo, era que para
todo pidieran señales, Así que, el Espíritu Santo, no obra según los deseos del
hombre, ni en el momento en que el hombre lo desee, por tanto si un milagro,
señal o prodigio es hecho conforme a los deseos de los hombres y en el
momento en que el hombre lo desea, por mucho bien que se haga mediante ese
milagro, por mucha sanidad que ocurra, por muy placentero que se vea la
obra; Esa obra no es del Espíritu Santo, sino de un Espíritu de engaño, y así
por consiguiente, todas las obras, señales, prodigios, que ocurran en exhibición
pública, conforme a los deseos de los hombres, conforme al momento en que
el hombre quiera que ocurran, esas señales, prodigios y obras, no provienen
del Espíritu Santo, pues se acabó el tiempo de creer por la vista, se acabó el
tiempo de las demostraciones, pues hoy por hoy, se cree conforme la fe, pues
la bienaventuranza del hombre procede del creer sin ver, porque el que cree
viendo, ese no ha conocido la fe; “Es, pues, la fe la certeza de lo que se
espera, la convicción de lo que no se ve” (Hebreos 11:1), Dios por tanto no
requiere ya demostrar nada a los hombres, ni hacer de su poder un circo, ni de
sus atributos películas, Él ya ha dicho y hecho lo que ha debido hacer para el
fortalecimiento de la fe en los hombres, pero la fe es la esperanza que Dios
hará realidad aquello que le pedimos, pero nosotros no le ponemos ni el
tiempo, ni el momento, ni el día, ni la hora, sino que Él actuará en el momento
que Él lo estime conveniente, lo hará y se verá, pero la espera y la paciencia
darán por resultado la fe, y la fe dará por resultado la obra, y la obra dará por
resultado el gozo del hombre. Por tanto, todo aquello que es obrado conforme
la disposición de los hombres, no es obra del Espíritu Santo, por mucha
realidad que se vea, y por mucha sanidad que se logre, pues todo ha sido
hecho, por obra de espíritus engañadores, porque Dios ha aplicado aquel viejo
principio “…
Mas los pecadores serán atrapados en su pecado” (Prov. 11:6).

CAPITULO IV
EL ESPIRITU DE VERDAD.
El hombre piensa que él es sólo carne y sangre, y piensa que la existencia del
alma y del espíritu, es mera creencia, religión y superstición, y piensa a su vez
que el hombre actúa por mero mandato de los miembros de su cuerpo, pues
según la ciencia humana, no existen datos probados que confirmen la
existencia de algo más allá de la carne y la sangre, y que por ello, los
mecanismos de la carne son suficiente, para considerar que la vida del hombre
no es más que carne y sangre, y después de eso, no hay nada más; Sin
embargo, el hombre es una unidad compuesta, pues él es cuerpo, alma y
espíritu, es una unidad de tres, y su cuerpo es nada más la casa de su alma y su
espíritu, su cuerpo es su tienda, el tabernáculo que Dios nos ha dado por
herencia, así pues lo relata Pablo, cuando dice: “Porque sabemos que si
nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios
un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos” (2da. COR.
5:1), nuestra morada terrestre es nuestro cuerpo, ésta es la tierra que debemos
conquistar, porque el hombre primero debe conquistarse a sí mismo, tal y
como Israel tuvo que conquistar la tierra que antes había sido dada a sus
padres por heredad, y que estaba siendo usurpada por naciones ajenas ; Tanto
el alma como el espíritu , no están a la vista del hombre, pues el alma es su
aliento de vida y su espíritu es la voz que a través de su conciencia lo instruye
en su actuar, sin embargo a como vimos en el capítulo anterior, hay muchos
espíritus que vagan en este mundo, y ellos buscan casas donde morar, y así
como hay naciones que invaden y colonizan a otras naciones cuando éstas son
débiles; Y así como hay hombres que invaden las heredades de otros hombres,
y personas que usurpan la casa de otro, y otros que roban lo que pertenece a
los demás cuando los demás son débiles en todos los sentidos, así mismo estos
espíritus usurpan la heredad de nuestro espíritu, y se posesionan de la casa de
nuestra alma y espíritu, que es nuestro cuerpo, de tal manera que una vez
colonizado los someten , haciendo cautiva a nuestra alma y a nuestro espíritu,
y estando el alma bajo cautiverio, el espíritu debe someterse, y escuchar las
instrucciones de estos espíritus, haciendo que el cuerpo actúe conforme a los
deseos de estos, iniciando así el hombre a caminar bajo el pecado, pues la
instrucción de aquellos lo conduce hacia el pecado y la abominación; todo esto
ocurre mientras nuestro espíritu anda sólo, pues es débil, como las naciones
oprimidas lo son, y no tiene cómo defenderse contra los invasores, no está
instruido para esa guerra espiritual, no sabe entonces cómo defenderse, cómo
contrarrestar la invasión y el sometimiento, es así que el hombre actúa en
pecado, no por deseo de su alma y espíritu, sino por la conducción engañosa
de los malos espíritus, pues el espíritu humano sólo no actuaría de esa manera,
por tanto el pecado del hombre es en verdad pecado de los malos espíritus, el
hombre es solo su instrumento para materializarlos; y es ahí donde entra a
jugar su gran papel el Espíritu Santo; El espíritu de verdad, es el Espíritu que
nos instruye por el camino correcto y verdadero, el que prepara a nuestra alma
y espíritu para la lucha contra los espíritus de maldad y engaño, el que nos
abastece de las armas y los escudos necesarios para la lucha, el que lucha a
nuestro lado contra los malos, el que llega al rescate de nuestro espíritu
cautivo, la fuerza auxiliadora que nos consuela mientras nuestra alma es
cautiva; El Espíritu Santo, es el proveedor de las fuerzas caída de nuestra alma
y de nuestro espíritu, es el que hace que nuestro espíritu vuelva al control de
su casa, el que ahuyenta a los invasores, es el que abre el gran mar detrás del
cual estamos atrapados por los invasores, y así nos separa de los malos
espíritus, ; es así como puedo definirte al Espíritu Santo, que es el Espíritu de
verdad.
El Espíritu de verdad, muy por lo contrario de los Espíritus de engaño y de
maldad, que llegan y someten a nuestra alma y espíritu por la fuerza, y que
inducen a las personas al pecado y hacen que el pecado se vea como natural y
normal; Es un Espíritu, que llega no como invasor, sino como invitado, no con
violencia sino por petición de ayuda de parte de nuestro Espíritu, no mediante
las armas, sino mediante el amor, no por usurpar lo nuestro, sino para regresar
lo que es nuestro a nuestras manos y a nuestro control; El Espíritu Santo es
llamado y clamado por nuestra alma, como un aliado en nuestra guerra, a
quien por nuestra falta de conocimiento damos el control sobre nuestro
Espíritu, no porque Él quisiera controlarnos como robot, sino porque Él es
quien posee el conocimiento necesario e inmenso para derrotar al enemigo,
pero además, porque nuestro espíritu de Él procede y Él es su tallo proveedor,
y no hay mejor cuña que la del mismo palo, así que, siendo nuestro espíritu de
la misma madera que Dios, y siendo Dios la única madera compatible con
nuestra especie, se vuelve necesario sustentarnos con la savia bendita de su
vitalidad , para que la rama de aquel tallo, que es nuestro Espíritu, retoñe
nuevamente, alimentada por el verdadero sustento que la hace inmortal.
“Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar
fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no
permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece
en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada
podéis hacer” (JN 15:4,5), nosotros somos las ramas del gran árbol, las cuales,
si no están atadas a su tallo, no pueden dar frutos, y separados de su tallo se
secan y no hay frutos, y si están separadas, aquellos malos espíritus llegan
para alimentarse de toda la savia del gran árbol, que quedó en la rama cuando
ésta fue cortada, y la consumen hasta dejarla seca, y luego se mudan a otra
para hacer lo mismo, y así sucesivamente andan errante, de rama en rama,
absorbiendo de las ramas todo el sustento heredado de Dios, porque ellos han
sido desheredados de su sustento y de sus moradas, y andan por eso buscando
alojos en aquellos seres humanos que viven separados de su tallo, porque ellos
están claro que lo separado es para los separados, y que lo impuro es para los
impuros, por tanto siendo ellos impuros buscan cuerpos impuros para morar.
Se hace entonces necesario permanecer unido a la vid, y así producir frutos, y
es al producir frutos, que nos volvemos puros, y es estando puros que los
espíritus impuros se alejan de nuestra órbita, y también es estando puros que
podremos alimentarnos de lo puro; Por eso se nos dice que separados de Él
nada podemos hacer, cuando nos dice que nada podemos hacer si estamos de
Él separados, entonces nos está diciendo que no nos podremos defender de los
invasores, porque al no dar frutos, nuestra alma no genera escudos, ni armas,
para abastecer a nuestro espíritu y defender su territorio contra aquellos
invasores. Porque son los frutos del espíritu, las armas, los escudos y las
trincheras, detrás de las cuales se refugia nuestro Espíritu, por eso
necesariamente tenemos que estar vinculados al tallo del que procede nuestro
espíritu, que es el Espíritu Santo de Dios.
El Espíritu de verdad, es aquel que nos provee de el escudo y las armas, para
combatir contra aquellos espíritus de maldad y engaño que han llegado a
usurpar nuestro tabernáculo terrenal, nuestra casa, nuestra heredad, nuestra
tierra que es nuestro cuerpo; porque la palabra nos dice “También enviará
Jehová tu Dios avispas sobre ellos, hasta que perezcan los que quedaren y
los que se hubieren escondido de delante de ti. No desmayes delante de
ellos, porque Jehová tu Dios está en medio de ti, Dios grande y temible. Y
Jehová tu Dios echará a estas naciones de delante de ti poco a poco; no
podrás acabar con ellas en seguida, para que las fieras del campo no se
aumenten contra ti. Mas Jehová tu Dios las entregará delante de ti, y él las
quebrantará con grande destrozo, hasta que sean destruidas. El entregará
sus reyes en tu mano, y tú destruirás el nombre de ellos de debajo del cielo;
nadie te hará frente hasta que los destruyas” (Deut. 7:20-24), Veamos a
detalle cuán grande es la labor que YAHWEH hace mediante su Santo Espíritu
en nosotros; Cuando generalmente leemos este pasaje en la Biblia, nos
encerramos en el contexto de la letra, y creemos que aquellas cosas, Dios las
dijo en afán de su apoyo a su pueblo contra aquellos que ocupaban el territorio
que había sido prometido a Israel; Pero aquellas cosas fueron dichas para ser
trasladadas al mundo espiritual, donde verdaderamente se desarrolla la guerra
real; Así que, cuando nos enfocamos en la realidad espiritual, nos damos
cuenta que así como Dios ofreció todo su poder y fortaleza para acompañar a
Israel en la lucha por la recuperación del territorio que Dios le había
prometido a sus padres, así mismo, Dios pone a disposición del hombre todo
su poder y su fortaleza, para derrotar a aquellos malos espíritus que usurpan la
casa terrenal del hombre, que es su cuerpo, Él nos provee de las herramientas
para conquistarnos a nosotros mismos, es así que la primera gran conquista es
la nuestra propia, conquistar nuestra casa es la primera gran tarea; Él nos hace
saber que: “No desmayes delante de ellos, porque Jehová tu Dios está en
medio de ti, Dios grande y temible”, Dios ha llegado para ser tu ayuda en la
batalla, porque no son las guerras exteriores las que interesan a YAHWEH,
sino las guerras interiores, porque su palabra nos dice “Porque no tenemos
lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades,
contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes
espirituales de maldad en las regiones celestes” (Efesios 6:12), es así pues,
que tenemos que comprender que aquellas palabras que Dios hizo llegar a
Israel, las estaba hablando para su pueblo espiritual, y hay algo muy
importante que destacar acá, porque nos damos cuenta que: “Y Jehová tu Dios
echará a estas naciones de delante de ti poco a poco; no podrás acabar con
ellas en seguida, para que las fieras del campo no se aumenten contra ti” ,
Dios echa a los usurpadores, pero no lo hace de forma inmediata, sino que
poco a poco va echándolas , y lo hace de esa manera con el objetivo de
protegerte, porque si las echas de una vez, entonces las bestias espirituales
(fieras del campo) se aumentan contra nosotros, es decir, para evitar que
aquellos malos espíritus no vallan por refuerzo, y así hacer más difícil la
lucha; En otras palabras, la estrategia de Dios, es hacer una guerra no masiva,
para evitar que los malos se organicen de mejor manera, para atacarlos por
separados, para debilitarlos uno a uno, una lucha a domicilio, una lucha de
franco tirador, por decirlo de alguna manera.
El Espíritu de Dios actúa de forma estratégica y paulatina, por eso nadie debe
desesperarse, ni acudir por ayuda a otras partes, porque la paciencia es una de
las virtudes que más nos exige Dios, y nos la exige porque su forma de actuar
así lo amerita, pues sólo él sabe cuál es el método más eficiente para el
exterminio de las naciones que pretenden usurpar nuestro territorio, que Dios
nos ha heredado.
Él nos dice: “También enviará Jehová tu Dios avispas sobre ellos, hasta que
perezcan los que quedaren y los que se hubieren escondido de delante de ti”,
Eso significa que Dios ataca a estos Espíritus de la forma en que lo hacen las
avispas, hostigándolos mediante la constante meditación, porque mientras
ellos susurran a nuestros oídos malas ideas y malas intenciones,
inmediatamente nuestra reacción será la meditación en la palabra con respecto
a aquellas malas ideas que se nos vengan, tal como si hayan apedreado un
panal de avispas, así pues refrenaremos los malos pensamientos uno a uno,
hasta que perezcan los susurradores, y hasta que los susurradores que aún
permanezcan escondido también perezcan, y así quede nuestro territorio
liberado completamente de todo mal espíritu, de toda mala influencia, de todo
engaño; Es así por tanto que Dios va a ir exterminando a todo espíritu
inmundo, y nos va moldeando hasta perfeccionarnos, como el alfarero
perfecciona la obra de sus manos; No pensemos entonces que una vez
bautizados en agua, al arrepentirnos, al confesar nuestros pecados y al pedir
perdón, los espíritus inmundo han abandonado nuestro cuerpo, sino que esa es
nada más una señal que enviamos a Dios, algo así como una solicitud de
ayuda, como una señal de humo, mediante la que estamos diciendo “estamos
perdidos, ven a rescatarnos”; Es hasta cuando Dios responde a la solicitud y ha
acudido en tu ayuda y rescate, que los Espíritus inmundos y de engaño
comienzan a salir poco a poco, uno a uno, porque a penas habrá iniciado la
guerra por la conquista de tu territorio, a penas habrá terminado tu vagar por el
desierto, y habrás llegado a la tierra prometida, pero ahora habrá comenzado la
lucha por la conquista, por la recuperación de tu heredad, por el
establecimiento del control de Dios sobre ti, y tomará tiempo controlar tu
territorio, por lo cual no debes desesperar; Pero una vez liberado, ten cuidado
de no volver a comer del fruto de la ciencia del bien y del mal, con esto pues,
te digo: Una vez que Dios ha liberado tu territorio y haya entregado a tus
enemigos en tus manos, tu alma habitará en un Edén espiritual, donde estarán
a tu disposición todos los árboles, pero la prohibición inicial se mantiene, y no
debes bajo ningún motivo comer del fruto prohibido, es decir, no debes
alimentarte de la ciencia del bien y del mal, no debes alimentar a tu alma con
Teología, ni con filosofías, ni con ciencia alguna, sino que siempre debes
alimentarla con la savia verdadera, la cual procede de Dios, y de esta forma tu
alma mantendrá su vitalidad y su control sobre la tierra que le fue dada por
morada, pero si una vez liberada tu heredad terrenal, te alimentas con ciencia
humana, haz de cuenta que tu proveedor y aliado original y verdadero, te ha
abandonado, y es igual como cuando Adán y Eva fueron echados del Edén,
pues Él confundirá el camino de retorno, y ha quedado nuevamente a
disposición de los malos espíritus, quienes regresan al encontrar vacía y limpia
la casa, y van y llaman a siete espíritus más, y te vuelven a someter en tu
propia tierra nuevamente.
Los Fariseos Cristianos en algún momento quizás obraron de buena fe, quizás
profirieron un buen y magnifico arrepentimiento, quizás su bautismo en agua
fue con corazón humillado, quizás su perdón fue escuchado y fueron
perdonados, quizás el Espíritu Santo acudió en su ayuda y junto a su espíritu
reconquistaron su casa terrenal heredada, echando fuera a todos los espíritus
inmundos, de engaño y de maldad; Pero, muy probablemente alimentaron a su
alma de pan leudado, de ciencia de hombre, de doctrina humana, quizás se
desesperaron por el alimento espiritual, o pensaron que el alimento espiritual
que Dios les proveía en su ración diaria era muy poca, y quisieron comer más
de la cuenta o almacenar más de la cuenta, olvidándose que Dios ha dicho :
“Esto es lo que Jehová ha mandado: Recoged de él cada uno según lo que
pudiere comer; un gomer por cabeza, conforme al número de vuestras
personas, tomaréis cada uno para los que están en su tienda” (EXODO
16:16), El Espíritu Santo nos da el alimento espiritual que a diario requerimos,
y nos permite tomar para cada uno de los que están en nuestra tienda, pero no
nos permite excedernos en la ración, ni comer de otro tipo de alimento, ni
almacenar para el día siguiente, esto es: El Cristiano verdadero recibe su
porción alimentaria diario, mediante su meditación diaria, y el Espíritu Santo
abre su entendimiento, siempre y cuando él así lo pida, y conforme pasan los
días, su conocimiento en ciencia de Dios irá aumentando, de forma paulatina y
poco a poco, sin embargo, éste debe esperar pacientemente la alimentación
que proviene del Espíritu, por lo cual no debe desesperarse, ni andar buscando
alimento de otras fuentes como la teología o la filosofía, ni en las doctrinas y
tradiciones humanas, sino que debe alimentarse de la fuente verdadera, y
tomar agua del verdadero manantial de agua viva, porque si se alimenta de
hombre, será una cisterna rota que no retiene agua; Pero además debe saber
que debe aprender a distinguir entre hombre cizaña y hombre trigo, entre el
hombre que oye la voz del Espíritu y el hombre que oye la voz de un Espíritu
que parece pero no es; Pero para lograr eso, debe tener el don de
discernimiento espiritual, el cual es dado por el Espíritu Santo, mismo que se
adquiere mediante la misma paciencia en la espera de la instrucción de Dios,
porque dentro de la enseñanza que llegará sólo mediante el Espíritu de verdad,
está “El discernimiento de espíritus”, por lo cual es obvio afirmar, que la
alimentación del hombre hijo de la luz debe ser mediante el Espíritu Santo, el
cual lo instruirá en conocimiento sólido, dándole maná puro, pan sin levadura.
“Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él” (1ra. COR. 6:17),
Cuando ocurre la alianza con nuestro Dios en la lucha por el restablecimiento
de las cosas dentro de nosotros, en la lucha por la reconquista de nuestra
morada terrenal, nuestro espíritu se une al Espíritu Santo, y ocurre como el
matrimonio, pues mientras el hombre y la mujer al unirse se vuelven una sola
carne, también nuestro espíritu al unirse al Espíritu Santo se vuelve un solo
Espíritu; Así que, cuando esto ocurre nuestra fortaleza es mayúscula, y
podremos erradicar con toda confianza y facilidad todas aquellas influencias
de malos espíritus, que nos mantienen apresados y oprimidos a su voluntad,
cuando ocurre esa unión, fácilmente nos enrumbamos hacia la perfección,
pues si nuestra imperfección era ocasionada por las malas obras que nos
inspiraban aquellos malos espíritus, una vez que hacemos la unión con el
Espíritu de Dios, nuestra perfección se materializa, pues obraremos conforme
el Espíritu Santo de Dios, sin embargo, no debemos obviar que a la usanza
hebrea, los matrimonios tienen dos etapas; La primera es la etapa del
compromiso, el noviazgo y cuando ya la novia está preparada, es cuando
ocurre la unión en una sola carne con el novio, pues igual es la unión de
nuestro espíritu con el Espíritu Santo de Dios, pues primero es el compromiso,
durante el cual ocurre el noviazgo, etapa en la que Él es nuestro aliado, nuestro
refugio, fortaleza y escudo, para emprender la buena batalla por la fe, y es una
vez ganada la batalla, una vez que nuestra fe ha sido manifiesta, que nuestra
unión ocurre, y nuestro espíritu se vuelve uno sólo con el Espíritu Santo de
Dios,; Pero como todo buen matrimonio, éste debe mantener su comunicación
fluida, obediencia en todo momento, disciplina, y la sujeción completa tal cual
una esposa se somete a su marido, así debe ser esa unión, de lo contrario muy
probablemente terminará en divorcio; Lo grandioso de todo esto, es que
cuando ocurre la unión en un solo espíritu, no tenemos que luchar en nuestras
abstinencias al pecado, pues nuestra voluntad será la misma voluntad de Dios,
por tanto, sin necesidad de estar pensando en la ley de Dios, aborreceremos
todo lo que no sea del agrado de Dios, no requeriremos que nadie nos diga
“esto es bueno o esto es malo”, porque lo bueno lo veremos como bueno y lo
malo como malo, no nos pasará como el hombre común, que las cosas buenas
las ve malas o anticuadas, y las cosas malas, las ve buenas y a la moda; Es ahí
donde la ley deja de surtir efecto, porque la ley es dada para los pecadores, es
decir, para los muertos, pero siendo nuestro espíritu uno con el Espíritu Santo,
ahí ha cesado la ley para nosotros, y todo se vuelve lícito para nosotros, pues
así como el esposo da sus privilegios a su esposa, y la vuelve señora, así
también Dios nos da sus privilegios y nos vuelve santos, por eso es que se nos
dice: “Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no
todo edifica” (1ra. COR. 10:23) , ahora bien, todo es lícito, sin embargo hay
cosas que no convienen al hombre, aunque estas sean lícitas, pues son cosas
que pueden distraer demasiada nuestra atención, tanto así que pueden desviar
nuestra mirada, y quitarla de donde debe estar puesta, por eso aunque todo sea
lícito, no debemos apresurarnos a hacer, decir o practicar cosas que sustituyan
el amor que sentimos por Dios, porque ¿A caso los maridos le prohíben a sus
esposas que hablen con otros hombres?, claro que no, lo que no les es lícito
ante Dios es serle infiel a su marido con otros hombres, lo que no se les
permite es ser una sola carne con otros hombres, pues así mismo funciona el
matrimonio espiritual con Dios; Pero además al vivir conforme a la voluntad
del Espíritu hacemos lo que nuestra voluntad dicte, por una sencilla razón;
Porque al ser nuestro espíritu uno solo con el Espíritu Santo, la voluntad del
Espíritu se vuelve nuestra voluntad, y nos deleitamos haciendo lo que al
Espíritu le complace, y no requerimos observar la ley para aborrecer las cosas
que Dios aborrece, porque sin ver la ley, aborreceremos aquellas cosas, porque
al vivir conforme el Espíritu, la ley queda implantada en nuestros corazones,
y entonces ocurre aquello: “Guíame por la senda de tus mandamientos,
Porque en ella tengo mi voluntad” (Salmos 119:35), cuando nuestro espíritu
se vuelve uno con el Espíritu de Dios, nuestra voluntad será siempre cumplir
con los estatutos de Dios, no requerimos que la ley nos lo diga, sino que
nuestro corazón nos lo hará saber, y nuestra voluntad será hacer la voluntad de
Dios, por lo tanto no hay nada qué refrenar en cuanto a nuestros actos, porque
haremos las cosas que Dios nos manda por mera voluntad, y más que por mera
voluntad, lo haremos por placer, ya no porque la ley nos obligue, sino que no
estaremos conforme si no lo hacemos, no será como el cristiano común, que
hace las cosas obligadamente, porque si fuera por voluntad propia no las
hicieran; Este efecto ocurre, porque se ha cumplido en nosotros aquello que
Dios anunció desde la antigüedad “…..Daré mi ley en su mente, y la escribiré
en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Y no
enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo:
Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de
ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos,
y no me acordaré más de su pecado” (JER. 31:33,34), Su ley ha quedado
grabada en nuestra mente y en nuestro corazón, por eso es que no
requeriremos de las enseñanzas de los hombres, porque la instrucción del
Espíritu llega mediante el Espíritu, si la ley ya está escrita en nuestros
corazones, es absurdo que la leas, mas si aún no lo está entonces se hace
necesario instruirnos mediante la ley, pero cuando andas conforme el Espíritu,
la ley es cumplida sin requerir de maestros, porque quien hizo la ley es quien
te gobierna, y siendo que Dios siempre predica con su ejemplo, lógico es saber
de antemano que cualquier cosa que el Espíritu nos ordene hacer es lícita,
porque es orden de Dios.
El Cristiano tradicional sin embargo, aún no ha llegado a hacer de su espíritu
uno con el Espíritu Santo, pues aún vive pensando: “Si hacer esto es bueno o
es malo, si hacer lo otro agrada o no agrada a Dios, si comer de esta manera, si
comer de otra, si beber de esto o beber lo otro, si visitar un lugar o visitar otro,
si juntarse con unos o juntarse con otros, si tocar a unos y no tocar a otros, si
decir una cosa o si decir otra, si usar una vestimenta o si usar otra, si cantar
una cosa o si cantar otra”, si ellos ya hubieran concretado su matrimonio
espiritual, ellos no tuvieran esa laguna de dudas que tienen, si ellos ya
hubieran renunciado a su carne , aquel matrimonio ya se hubiera concretado,
pero ellos aún sirven a su carne y quieren según ellos servir al Espíritu, pero
las dos cosas no se puede hacer, en tanto vivan aferrados a su imperfección no
avanzarán, mientras se resignen a su imperfección no serán capaces de
conocer de Dios aquellas cosas que Él ha mantenido ocultas, las cuales ha
dejado al descubierto a aquellos que se han aferrado a la perfección, a los que
han logrado el matrimonio espiritual, los que viven conforme el Espíritu.
Si el Cristiano tradicional o fariseísta, que pregona tanto de vivir conforme el
Espíritu, aún tiene muchas lagunas en su modo de entender, y todavía no ha
trasladado el contexto material bíblico al contexto espiritual, aún analiza la
palabra de Dios desde la perspectiva física, aún mantiene sus ojos en este
mundo, todavía habla de supuestos y no de hechos concretos, aún dice “esto
puede ser así o esto puede ser de esta otra forma”; Entonces aún no han tenido
el matrimonio espiritual, aún no se ha hecho uno su espíritu y el Espíritu
Santo; porque si viviesen realmente conforme el Espíritu, podrían afirmar las
cosas sin lugar a dudas, pues no serían ellos los que hablaren sino el Espíritu
Santo, el cual habla con autoridad y certeza.
Todos ellos se jactan de vivir conforme al Espíritu, pero habiendo tantas
divisiones, tantas doctrinas distintas, tantos punto de vistas, tantas
“Teologías”, ¿Cómo puede decirse que andan conforme el Espíritu Santo?, el
que anda conforme el Espíritu, no tiene dudas, no consulta con otro hombre
pues el Espíritu es su maestro, y nadie sabe más que el maestro, el que anda
conforme el Espíritu hace la voluntad de Dios por voluntad y no por
obligación, el que anda conforme el Espíritu habla con firmeza y certeza, sin
dejar lugar a dudas, y no por supuestos o presunciones; El que anda conforme
el Espíritu poco se preocupa por satisfacer sus necesidades físicas, pues sabe
que Dios lo proveerá de lo necesario, El que anda conforme el Espíritu siente
placer hacer la voluntad de Dios, porque la voluntad de Dios se ha vuelto su
voluntad; Si ellos anduvieran conforme al Espíritu de verdad ¿Qué
contendrían sus oraciones?, ¿A caso el Espíritu ora por la carne?, escucha
atentamente las oraciones que públicamente y a gran voz profieren los que
jactanciosamente dicen que andan conforme el Espíritu, y te darás cuenta que
todos oran para que Dios les provea empleos, para que Dios les genere más
ganancia en sus labores, para que sus negocios prosperen, para que Dios les dé
salud, para que no haya guerras en el mundo, por la paz entre los hombres, en
fin, todos ellos oran para sentirse bien en la carne; Pero ¿A cuántos de ellos
los escuchas orar para que Dios le abunde en sabiduría, en ciencia, en verdad,
en esperanza , en fe, en paciencia, en amor, en benignidad?, ¿A caso el que
anda en el Espíritu no sabe que teniendo sabiduría, ciencia, verdad, esperanza,
fe, paciencia, mansedumbre, benignidad y amor, todas las demás cosas vienen
por añadidura?, Todo le es dado a quien anda conforme el Espíritu, y no
requiere pedirlo, porque la enfermedad y todos los males son generadas por
espíritus, y el que anda conforme al Espíritu ha logrado conquistar su casa (su
cuerpo) y se ha vuelto casa de Dios, y la casa de Dios, siempre está
fortalecida, nada lo aqueja, pues la palabra nos dice: “Con sus plumas te
cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro;
Escudo y adarga es su verdad. No temerás el terror nocturno,
Ni saeta que vuele de día, Ni pestilencia que ande en oscuridad,
Ni mortandad que en medio del día destruya” (salmos 91:4-6), el hombre que
anda conforme el Espíritu, con la verdad anda, y la verdad se vuelve escudo y
adarga, no hay nada qué temer, ni enfermedad, ni peste, ni matanza; Si te
enfermas y andas conforme al Espíritu, tómalo como una gran prueba, te fe
que si Dios te tiene preparado trabajo o requiere todavía de tus servicios, te
sanará; Y si según su voluntad, no quiere que permanezcas más en la tierra, no
temas a la muerte, pues irás seguro siempre, pues tu alma vivirá y tu muerte
será tu victoria; Pero el que no anda conforme al Espíritu ora por su salud
antes que por la sabiduría, mas no sabe que la sabiduría le otorga fe, y
mediante la fe puede mover montañas, y ordenar a los espíritus de enfermedad
abandonar su cuerpo; El que anda conforme al Espíritu no teme, aunque sepa
que morirá su cuerpo, y el que no teme algo, no tiene porqué pedir protección,
pues a Dios se le pide lo necesario, y si no es necesario abatir el temor,
entonces ¿Para qué pedirlo?; El que anda conforme la voluntad del Espíritu,
no pide cosas que satisfacen a la carne, sino que pide lo que satisface al
Espíritu, porque al satisfacer al Espíritu, de Dios consigues dádivas generosas,
bendiciones llegaran de los lugares menos esperados; El alimento no faltará,
techo no faltará, salud no faltará; Y si andando conforme el Espíritu faltare la
salud, por prueba es ese padecimiento, si faltare el alimento, prueba de Dios
es; Pero el que anda conforme el Espíritu, estando convencido de ello, no
desesperará, y se refugiará en la oración verdadera, la que se hace conforme el
Espíritu, no los grandes gritos, ni las largas letanías, sino la oración en lo
secreto, en la intimidad, porque recuerda “He aquí, tú amas la verdad en lo
íntimo,
Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría” (salmo 51:6) y además
“Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu
Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará
en público. Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que
piensan que por su palabrería serán oídos” (MT 6:6,7), habla con Dios en lo
secreto, búscalo a solas, háblale a Él, no busques los consejos de los hombres,
pues Él no requiere de intermediarios para escuchar, sino invócalo
humildemente, reconociendo tu inferioridad y tu dependencia, porque la
prueba se hace necesaria, pues en tanto no haya prueba nuestro corazón puede
envanecerse y hacernos creer autosuficiente, por eso es necesario que tú
sientas la necesidad de buscarlo, y teniendo esa necesidad, Él vendrá a ti, e
inclinará su oído a tu oración, pero cuando haces oraciones públicas, lo haces
para que el mundo lo oiga, para que todos escuchen la cantidad de palabras
bonitas que puedes decir, mas no sabes que tantas palabras son dichas en
vano, porque la misma palabra nos dice: “Ciertamente las muchas palabras
multiplican la vanidad. ¿Qué más tiene el hombre?” (Eclesiastés 6:11), ¿Para
qué tantas palabras?, ¿Para qué tantos gritos?, ¿Para qué violar la intimidad
entre tú y Dios?, porque si Dios te habla y enseña en lo secreto ¿Para qué
orarle en público?, ¿A caso no es eso jactancia?, ¿No es soberbia?; Por otra
parte la palabra también nos dice: “En las muchas palabras no falta pecado;
Mas el que refrena sus labios es prudente” (Proverbios 10:19), cuando se
habla demasiado el pecado se hace manifiesto, porque la multitud de palabra
multiplican la vanidad, y ¿Qué es la vanidad, sino la falsedad, y la falsedad
sino la mentira, y la mentira sino pecado?, el que habla mucho, entre tantas
cosas profiere pecado, porque más de alguna palabra no dijo a como
conviene, algo dijo a Dios que no debió decir, alguna palabra entre tantas
estuvo mal aplicada; Pero el Cristiano Fariseo, inspirados según ellos en el
Espíritu, aman los grandes discursos en sus oraciones, se llenan de vanas
repeticiones, hablan vanas palabras, aborrecen la intimidad con Dios, porque
sus oraciones son dichas para que el mundo las escuche, piden cosas que no
son necesarias pedirlas, cosas que Dios las da sin necesidad de pedirlas.
El que ama a Dios, sabe también que Dios lo ama a él, así es que ¿Para qué
gritar tus peticiones a Dios?, ¿A caso no dijimos que el que anda en el camino
correcto sufre una boda espiritual entre su espíritu y el Espíritu Santo?, ¿Has
visto a una buena esposa que le grite sus necesidades a su marido?, ¿A caso
no hay un dicho conocido que dice “Los trapos sucios se lavan en casa”?, ¿A
caso no debe haber intimidad en el matrimonio?, el que anda conforme al
Espíritu habla al Espíritu, mismo que está dentro de él, pues él es morada del
Espíritu Santo, y para hablar hacia adentro ¿Es necesario gritar?, el que anda
conforme el Espíritu sabe que Dios lee su mente y la voz de su corazón
escucha, por eso no requiere ni siquiera hablar, porque la voz es solo una
repetidora de la mente y del corazón, pues con ello te digo, que lo que la voz
haya hablado, Dios lo supo ya antes, porque lo escuchó de tu corazón.
El Fariseo Cristiano que se jacta de andar bajo las órdenes del Espíritu Santo,
se rige por programas de enseñanzas creados en las mentes de sus teólogos, en
sus planes están las clases de todos los domingos del año, pues ellos piensan
que la Iglesia marcha y avanza conforme avanza el mundo, porque a como
ellos han observado que marcha el mundo, así quieren hacer avanzar a la
Iglesia de Dios; Ellos creen que de la misma manera en que un país planifica
sus gastos, sus proyectos, su desarrollo, su educación, su economía y todos sus
movimientos; así mismo la Iglesia de Dios, debe tener planes para su
desarrollo, su economía, su educación y sus movimientos; Que así como el
hombre profesional llega al éxito mediante la planeación de su vida, así mismo
piensan que la Iglesia de Dios llegará al éxito mediante la planeación de la
vida espiritual; Pero si ellos vivieran conforme el Espíritu de verdad, entonces
supieran que: “El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni
sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del
Espíritu” (JN 3:8), el que anda conforme el Espíritu, como el viento es, va a
donde el Espíritu dice que vaya, hace lo que el Espíritu le dice que haga, y
dice lo que el Espíritu le dice que diga; El que anda en el Espíritu, no planea
su vida, pues el viento no hace planes y aún no está extinto, el que anda en el
Espíritu sopla de donde quiere (Enseña lo que quiere, no lo que le ordenan que
enseñe) porque la voluntad del Espíritu se ha hecho su voluntad, no se
preocupa por qué habrá de decir, ni cómo lo ha de decir, pues no es él el que
habla sino el Espíritu Santo a través suyo, pues así lo dice la escritura: “…no
os preocupéis por cómo o qué habréis de responder, o qué habréis de decir;
porque el Espíritu Santo os enseñará en la misma hora lo que debáis decir”
(LC 12:12), no se requiere plan de enseñanza, porque el Espíritu enseña lo que
quiere y a como quiere, y donde quiere y a como quiere; Así como la nube se
movía al antojo de Dios en aquellos cuarenta años de vaguedad en el desierto,
así el Espíritu enseña cada cosa cuando la desea enseñar y de la forma en que
Él la desee enseñar, a veces a prisa a veces lento, pues Él impone su autoridad,
y hace que el hombre sepa que Dios no hace las cosas cuando el hombre las
ordena de la forma en que el hombre las desea.
El Cristiano verdadero que anda en el Espíritu no guarda doctrinas de hombre,
ni defiende creencia denominacional, sino que acepta la palabra de verdad, así
esta verdad contradiga la doctrina en la que se ha criado, porque la verdad es
acepta a lo verdadero, es decir, si el Espíritu que mueve al Cristiano es el de
verdad, éste asimilará con gozo la verdad, venga de donde venga y mediante
quien venga; Nadie que ande conforme al Espíritu puede dar como acepta la
doctrina de hombre, las tradiciones y mucho menos la ciencia del hombre,
pues siendo una la ciencia que proviene de Dios, no puede aceptarse como
verdadera una ciencia ideada por la mente humana, pues la mente del hombre
y la de Dios no son coincidentes en ninguna manera, pues Él dio al hombre
una mente reprobada (Romanos 1:28), y ¿ puede idearse en una mente
reprobada lo mismo que se ha ideado en una mente sana y santa?; Así pues, la
ciencia del hombre es reprobada porque ha nacido en la mente reprobada del
hombre, y la ciencia de Dios es santa, pues ha sido creada en la mente Sana y
Santa de Dios, Entonces, lo reprobado engendra cosas reprobadas y lo santo
cosas santas emana. La Teología, la Filosofía, la Escatología y toda ciencia
humana abominables y reprobadas son para Dios, mientras que su ciencia, en
la cual se encuentran las cosas invisibles de Dios, cosa santa es; Por lo tanto,
el que anda por el Espíritu, ciencia de Dios medita, y cosas ocultas conoce, y
el que no anda por el Espíritu, anda por espíritus de engaño, y cosas engañosas
conoce.
El Cristiano Fariseo ha ideado en su mente que la unción de Dios se derrama
cada vez que la congregación se reúne a alabar a Dios, pero el que anda por el
Espíritu sabe que Dios unge una vez nada más, pues ¿A caso David después de
haber sido ungido cuando era un adolescente, volvió a ser ungió cuando fue
hecho rey?, la unción es única, pues ni aún después que David había pecado
volvió a ser ungido, porque cuando se arrepintió de su pecado, fue perdonado,
pero la unción era la misma; ¿ A caso cuando los discípulos recibieron el
Espíritu Santo, se volvió a repetir aquel acto una y otra vez, cada vez que se
reunían?, ellos piensan que la unción de Dios se derrama solo cuando están
congregados los miembros de su iglesia, pero el Espíritu de Dios, cuando llega
a establecerse en el corazón de alguien, lo hace una vez y ahí se queda; El
Espíritu llega una vez y ahí se queda, aunque el hombre peque Él ahí
permanece, lo único que hace es volver su rostro, pues la palabra nos dice:
“Porque cualquier hombre de la casa de Israel, y de los extranjeros que
moran en Israel, que se hubiere apartado de andar en pos de mí, y hubiere
puesto sus ídolos en su corazón, y establecido delante de su rostro el tropiezo
de su maldad, y viniere al profeta para preguntarle por mí, yo Jehová le
responderé por mí mismo; y pondré mi rostro contra aquel hombre, y le
pondré por señal y por escarmiento, y lo cortaré de en medio de mi pueblo; y
sabréis que yo soy Jehová” (Ezequiel 14:7,8), además nos dice: “Y apartaré
de ellos mi rostro, y será violado mi lugar secreto; pues entrarán en él
invasores y lo profanarán” (Ezequiel 7:22), Una vez que recibimos el Espíritu
Santo, éste se queda en nosotros, si andamos en obediencia se queda para
bendición, y si andamos en desobediencia, se queda para maldición, pues una
vez que apartamos nuestro amor de Él, no se marcha, sino que Él mismo nos
asolará, a como asoló a Israel, Él mismo nos es por tropiezo, y permite la
entrada de los invasores, como lo permitió en Jerusalén y se queda a observar
la caída de su ciudad, y en su presencia es profanada su casa para vergüenza
de nuestra alma, Él da permiso a los malos para que nos acechen , para que
nos cautiven nuevamente, Él no se marchó, sino que ahí permaneció y volvió
su rostro, nos dio la espalda, Él mismo abrió la puerta al enemigo para hacer
cautiva su ciudad santa, su lugar secreto, tu corazón; ten en cuenta entonces,
que cuando recibes al Espíritu Santo, debes luchar por su obediencia, y
mantenerlo como aliado tuyo, porque de lo contrario se volverá tu enemigo, y
tú te volverás en su blanco, pues la palabra nos dice: “Próspero estaba, y me
desmenuzó;
Me arrebató por la cerviz y me despedazó,
Y me puso por blanco suyo” (Job 16:12), y por otra parte nos dice: “Edificó
baluartes contra mí, y me rodeó de amargura y de trabajo. Me dejó en
oscuridad, como los ya muertos de mucho tiempo. Me cercó por todos
lados, y no puedo salir; ha hecho más pesadas mis cadenas; Aun cuando
clamé y di voces, cerró los oídos a mi oración; Cercó mis caminos con
piedra labrada, torció mis senderos. Fue para mí como oso que acecha,
como león en escondrijos; Torció mis caminos, y me despedazó; me dejó
desolado. Entesó su arco, y me puso como blanco para la saeta”
(Lamentaciones 3:5-12), contesta pues, ¿Qué pasa cuando un matrimonio
sufre la separación?, ¿A caso la casa no queda desolada?, ¿A caso los hijos de
aquel matrimonio no quedan confundidos?, ¿A caso no hay pleitos entre los
esposos, uno quiere la casa otro los demás bienes?, ¿A caso no hay tristeza en
ambos lados del matrimonio?, ¿A caso no hay resentimiento?, Pues, cuando se
divorcia nuestro Espíritu con el Espíritu de Dios, las consecuencias son así o
peores, pues Él nos ha dicho “Porque Jehová tu Dios es fuego consumidor,
Dios celoso” (Deuteronomio 4:24), ¿qué pues significa fuego consumidor?,
bueno, pues, Él se vuelve como oso que nos acecha, hace más pesadas
nuestras cadenas del cautiverio, aún cuando clamas y das voces pidiendo
ayuda, cierra sus oídos a nuestra oración, cerca los caminos y no nos deja
salida, entensa su arco y nos pone por blanco, nos rodea de amargura y de
trabajo, nos arrebata por la cerviz y nos despedaza; así como grande ha sido su
amor, así también grande es su castigo, así como Él limpió nuestra morada, así
mismo Él abre las puertas a los invasores para que nos asolen, es terrible la ira
de Dios, por eso cuando recibas al Espíritu Santo, amalo , obedécelo, porque
es para bendición, pero no pretendas burlarte de Dios, porque la descarga de
su ira es fuerte.
Los Fariseos Cristianos han jugado y se han burlado del Espíritu Santo,
sabiendo que la palabra de Dios nos dice: “A todo aquel que dijere alguna
palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que
blasfemare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado” (LC 12:10), no se
perdona a quien habla contra el Espíritu Santo, así es que el que ha creído que
anda en el Espíritu de verdad, y ha hablado en su nombre diciendo mentiras,
¡Ay de él!, el que ha dicho que anda conforme el Espíritu y ha desviado su fe,
¡Ay de él!, el que ha recibido al Espíritu Santo, y lo ha reemplazado por otros
amores ¡Ay de él!, pues el que ha hecho matrimonio con el Espíritu Santo y lo
deja, se vuelve “Ramera”, Fornicaria o adúltera, y el adúltero, es apedreado
por el pueblo, así que conforme a su justicia, siendo Él el único libre de
pecado, Él mismo te apedreará.
Los Fariseos Cristianos han asimilado un mal concepto del Espíritu de verdad
y de la edificación de la Iglesia de Dios, pues no han comprendido que la
edificación de la Iglesia es la unión espiritual entre nuestro espíritu y el
Espíritu Santo, ese matrimonio es el sello de la edificación del templo de Dios
en nosotros, púes siendo Cristo Templo de Dios, y siendo nuestro cuerpo una
vez limpio depositario del Espíritu Santo, tal y como Cristo es depositario del
Espíritu Santo ¿A caso no nos volvemos templo también?, pues cuando
recibimos al Espíritu Santo, a Cristo Recibimos, pues hemos de recordar que
Él dijo : “Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si
no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo
enviaré” (JN 16:7), Él nos ha enviado al Espíritu Santo en su representación,
por tanto si actuamos conforme al Espíritu, una réplica de Cristo nos hemos
hecho, con su criterio, con su verdad, sin confusas corrientes; Por eso el que
anda en el Espíritu un solo criterio tiene, por lo cual, si las iglesias que son
visibles a nuestros ojos tienen muchos criterios a como en efecto lo tienen,
entonces ninguna de ellas anda conforme al Espíritu y ninguna es verdadera; Y
si se juntan todas ellas en las cosas que tienen en común, obviando por
momentos las cosas que no tienen en común, ninguna entonces anda conforme
al Espíritu; Porque Cristo siendo nuestro modelo, tenía en común con los
Fariseos la doctrina de la resurrección de los muertos, así mismo coincidían en
la recompensa de Dios; Pero no por ello realizó unión con ellos, porque pese a
las cosas que tenían en común, también habían muchas diferencias, porque
mientras aquellos se aferraban a sus tradiciones, Cristo desechó las tradiciones
de los hombres, mientras aquellos practicaban doctrinas de hombre
santificándolas como si proviniesen de Dios, Cristo desechó las doctrinas de
los hombres; Por lo tanto, al ver que todos los cristianos Comunes se unen de
común acuerdo en las cosas en las que coinciden, tapando sus ojos a las cosas
en las que no coinciden, entonces, ninguno de ellos anda por el Espíritu Santo,
pues no habiendo unión agradable para Dios entre el lino y la lana, mucho
menos la hay entre los que andan en el Espíritu y los que no andan conforme
al Espíritu.
Para Dios no existe la unión y la desunión a la vez, es decir, los que se unen
por las cosas comunes y que a la vez tienen diferencias doctrinales, eso es
abominable para Dios, porque, o todos creen en lo mismo, o ninguno cree,
porque si andan por el mismo Espíritu todos, entonces lo mismo creerán, pues
el Espíritu Santo, profesa una sola verdad, y Cristo no está dividido. Así es
que si dos que se unen no creen en las mismas cosas, los dos son impuros el
uno por no creer y el otro por creer y unirse al que no cree (en yugo desigual),
y por tanto ninguno andaba en el Espíritu de verdad, sino de engaño.
El Verdadero Cristiano entiende al Espíritu de verdad, sabe oír su voz y sabe
distinguirla entre la voz de los espíritus engañadores, pues el que anda por el
Espíritu tiene discernimiento espiritual y su conciencia le advierte cuando está
frente a alguien que se guía por espíritus engañadores, por eso se nos dice:
“…………Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz” (JN 18:37), el que
anda en la verdad oye la voz y la obedece, y por tanto oye, cuando ésta voz le
dice “estás frente a espíritus de engaño”, y por lo tanto el que anda en la
verdad no puede ser engañado, y no puede alegar que se unió por engaño,
porque el espíritu verdadero no se deja engañar.
“Rogué a Tito, y envié con él al hermano. ¿Os engañó acaso Tito? ¿No
hemos procedido con el mismo espíritu y en las mismas pisadas?” (2da.
COR. 12:18), los que andan en el mismo Espíritu no difieren en sus ideas,
todos creen unánimes en las mismas cosas, pues la verdad es única, por eso es
que Pablo pregunta: “¿No hemos procedido con el mismo espíritu y en las
mismas pisadas?”, y por si a caso han sido informado en forma distinta él les
pregunta “¿Os engañó acaso Tito?”, esta pregunta nos indica, que si Tito
hubiera enseñado cosa distinta, entonces Tito habría hablado mediante espíritu
de engaño, por eso es que dos congregaciones que no piensan ni creen en lo
mismo, no pueden tener uniones, y nada de lo que hagan juntos es acepto ante
Dios, porque si no hablan lo mismo, si no creen lo mismo y a pesar de esto se
han unido en una idea en común, significa que ninguno es verdadero, porque
la unión de los impuros se da entre impuros y la unión de los puros se da entre
puros; Pero si un puro y un impuro se unen, los dos terminan siendo impuros.
¿Cómo sabemos que miles de denominaciones que en el mundo hay, son falsas
y fariseas?, bueno, porque todas dicen actuar, hablar, predicar y andar
conforme al Espíritu de verdad, pero todas ellas y entre ellas difieren en
muchos aspectos, y al tener diferencias nos enteramos que no andan en el
mismo espíritu, pues Pablo habló claro, los que andan en el mismo Espíritu
proceden de la misma forma y andan en las mismas pisadas; Así mismo,
sabemos que son falsas porque constantemente se cohesionan entre ellas para
emprender acciones conjuntas en nombre de Dios, pero aunque lo hacen en
nombre de Dios, no son verdaderas sus acciones, pues tal cohesión está dada
bajo la base del hipocresía y la mentira, pues solo se han unido en los aspectos
comunes manteniéndose desunidas en sus diferencias, por lo que sería así
como una mezcla de lino y lana, o una yunta de buey y asno, no hay por tanto
pureza para que sus actos sean acepto ante Dios, así que si la cohesión es
parcial y no total, entonces esa unión no fue inspirada por el Espíritu de
verdad, sino por uno de engaño; De igual forma, sabemos que son falsas
cuando sus precursores y fundadores han impuesto su propia interpretación
bíblica como doctrina obligatoria de sus miembros, y han establecido
clausulas disciplinarias de inhibición o expulsión en sus estatutos contra
quienes no crean o piensen de la misma manera; Sabemos que son falsas,
porque sus líderes se alimentan del árbol de la ciencia del bien y del mal, pues
su sabiduría proviene de alguna rama de la teología y la filosofía, desechando
así la enseñanza del Espíritu de verdad, desechando al único maestro;
Sabemos que son falsas, porque guían a sus miembros con el mismo métodos
con que el hombre dirige sus instituciones terrenales, mediante planes ideados
en mentes humanas, suponiendo que la Iglesia de Dios es una institución más
del hombre en la tierra, creyendo que así como el hombre planifica los
destinos de las naciones, de sus empresas, de sus organizaciones, de sus
ministerios y de todas las áreas de su vida, así mismo debe ser planificado el
destino de la Iglesia de Dios, desconociendo aquello dicho por nuestro maestro
“El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde
viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu” (JN 3:8);
Sabemos que son falsas y fariseas, porque han creado partidos sectarios
basadas en doctrinas humanas, dividiendo a Cristo en diversos puntos de vista;
Son falsos y fariseos, porque han querido atribuirse la facultad de reunir al
pueblo de Dios en una denominación, facultad que Dios dijo que era suya,
pues su palabra nos dice “Y yo mismo recogeré el remanente de mis ovejas de
todas las tierras adonde las eché, y las haré volver a sus moradas; y crecerán
y se multiplicarán” (Jeremías 23:3); Sabemos que son falsas y fariseas,
porque desechan toda verdad dicha por boca de quienes no son teólogos o
quienes no son miembros de sus iglesias, y hacen de la misma manera que
hicieron los Fariseos con nuestro Santo Maestro, de quien desecharon su
verdad, por el hecho de no ser Fariseo, por el hecho de contrarrestar sus
doctrinas tradicionalistas y sus reglamentos ideados en sus mentes humanas;
sabemos que son falsas, porque cuando se les denomina “Religión” aceptan tal
concepto e incluso de denominan religiosos, cuando Dios no ha fundado
religión alguna, sino un pueblo, ¿Qué relación tiene la palabra Pueblo con la
palabra Religión?, Ninguna, y son religiosos porque hacen de su doctrina
tradición, son religiosos porque sus encuentros y reuniones son un rito, con
agenda programada, con pasos específicos, con tiempo limitado, con palabras
ensayadas, con gestos aprendidos de hombres; En fin, sabemos que son falsas,
porque el Espíritu de verdad no está en ellas, ´pues si en ellas estuviera
abandonaran sus prácticas mundanas, aprenderían del Espíritu de verdad,
atendieran a la verdad viniera de donde viniera, porque sabrían que el viento
sopla y oyes su sonido, mas no sabes de donde viene ni adónde va, así pues, si
escucharan una verdad, sin saber de quién viene y hacia dónde va, la
atendieran, sin pedir títulos de teología o filosofía antes de atenderla, porque
cuando piden títulos de teología, es tal cual quisieran saber de dónde viene la
voz de la verdad escuchada.
Los Cristianos Fariseos, inspirados por espíritus de engaño, alaban a Dios y
adoran a Cristo, lo llaman “Señor”, pero no hacen su voluntad, no oyen su voz,
por tanto no conocen al Espíritu de verdad, ellos gritan el nombre de Jesús en
plazas, estadios, en Asambleas, ante multitudes, pero no oyen la voz de Cristo,
sino de un falso Cristo, porque no han entendido que la palabra nos dice “Dios
es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que
adoren” (JN 4:24), es en Espíritu que se adora a Dios, no en carne, es con la
voz del corazón que se le habla, es en Espíritu que de Él se aprende, no en
Universidad, es mediante el Espíritu que se enseña, no mediante planes
humanos; Así pues, no todo el que lo llama Señor es porque lo adora o lo
escucha, porque no basta la voz de la boca, pues antes de llamarlo “Señor”
debió ser llamado así en el Corazón, mediante el Espíritu; Por eso para adorar
en Espíritu y verdad, se hace necesario empezar a oír la voz de nuestra alma,
mediante nuestro propio espíritu, y podremos escuchar su clamor y sabremos
nuestras verdaderas necesidades, y solicitaremos la ayuda del único ayudador,
y podremos adorar en Espíritu, pues podremos escuchar la voz del Espíritu y
reproducirla mediante nuestra boca.
El Espíritu de verdad es pues el apaciguador de nuestra inquietud espiritual, el
aclarador de toda información que nos turba y que en alguna forma nos genera
duda, éste Espíritu de verdad, llega a nosotros para aclararnos la palabra de
Dios, enseñarnos las cosas ocultas de Dios, pero además para enseñarnos y
mostrarnos “nuevas cosas”, porque la palabra nos dice: “Mas el Consolador,
el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará
todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho” (Jn 14:26),
Veamos pues, que el Espíritu Santo, nos enseñará todas las cosas y además nos
recordará todo lo que Él nos ha dicho, así que, además de recordar palabra del
Mesías también el Espíritu enseña cosas nuevas y ocultas, así entonces vemos
que a Pablo le enseñó muchas cosas que durante el Ministerio de Jesús, no se
habían dicho, así también a los demás apóstoles como a Juan a quien le fue
revelado el Apocalipsis, en fin, Cristo continúa enseñando mediante el Espíritu
Santo, su ministerio no ha terminado, nosotros somos sus discípulos, y su
enseñanza no es como la enseñanza de los hombres, pues mientras los
hombres enseñan en escuelas, colegios y universidades, Cristo enseña a
domicilio y a solas, en secreto y en Espíritu, y sólo el que sabe escuchar la voz
del Espíritu capta la clase, y el que no, ese no entenderá y continuará
abocándose a los maestros humanos, a los Fariseos Cristianos, los maestros
que son reconocidos por los hombres, tal cual eran los antiguos Fariseos, pero
que son reprobados por Dios, tal cual eran los antiguos Fariseos.





CAPITULO V
TRADICION Y RELIGION, INSEPARABLES HASTA LA MUERTE.
Aquellos Fariseos antiguos, desde sus predecesores hicieron de la adoración a
Dios una tradición, ellos miraron a Dios de la forma en que sus vecinos veían
a sus deidades e hicieron de sus sacrificios ritos, de su creencia cultura, de su
Dios religión; Ciertamente Dios desechó la adoración tradicionalista y
religiosa, detestó que se le viera como a “uno más”, pues lo vieron de la forma
en que los gentiles veían a sus estatuas e hicieron a Dios una parte de su vida,
cuando Dios realmente es la vida, y Jehová dijo: “Aborrecí, abominé vuestras
solemnidades, y no me complaceré en vuestras asambleas” (Amos 5:21);
Empezaron a creer en los rabinos más que en la ley, y el libro de la ley se
cubrió de polvo (2da. Cr. 34), pues no era abierto ni leído, sino que los
ancianos que decían saberse toda la ley educaron al pueblo desde sus
concupiscencias, porque siendo ellos los ancianos creían ser por sus cabezas
canosas, los portadores de la sabiduría del pueblo.
“Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con
sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es
más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado” (Isaías
29:13), Dios desde tiempos antiguos detestó la vana palabrería, aquellos
circuncidaron su carne y adoraron con la carne, doblaron sus rodillas y
humillaron su cuerpo muchas veces, pero Dios detestaba la hipocresía, pues
mil años puede permanecer el hombre de rodilla y eso no significa
arrepentimiento ni humillación, pues ante los reyes el hombre inclina su
cabeza no por amor sino por miedo, no por respeto sino por tradición, pero el
corazón nadie lo doblega, pues la excepción es Dios, único capaz de doblegar
corazones, porque todo hombre puede llegar a ser capaz de hacer que otro
hombre se le arrodille y le clame misericordia y clemencia, pero nunca será
capaz de doblegar el corazón de otro hombre, y esto era lo que pasaba con los
Fariseos desde sus predecesores , pues ellos tardaban horas orando de rodillas,
pero ni una sola palabra era atendida por Dios, porque su corazón estaba lejos
de Dios; Ellos hablaban de Dios con palabras hermosas y doblaban rodillas
ante Él, pero nunca entendieron la pretensión de Dios para con ellos; El temor
que los judíos tenían por Dios, era un temor aprendido de hombres, temían a
Dios no por amor, sino por obligación a obedecer la tradición de los ancianos,
temían a Dios para no ser señalados por el pueblo pero no porque realmente
sintieran la necesidad de temerle, temían por tradición, temían por religión.
La religión es un conjunto de normas morales, pero la moralidad no es un
asunto de espíritu sino de carne, pues la moralidad tiene por objeto ser acepto
por la sociedad, pero la espiritualidad lleva por objeto ser acepto por Dios, así
que, mientras la religión persigue una aceptación humana, la espiritualidad
lleva por objeto ser aceptado por Dios, independientemente de lo que la
sociedad piense o crea de las personas espirituales, pues a Dios no le interesa
lo que piensen los hombres de sus hijos, pues Él no pide opiniones a los
hombres como pre-requisito para recibir a alguien; Mientras la Religión
enseña una forma de vida pacífica y persigue la paz entre los hombres, la
Espiritualidad persigue la paz con Dios para no ser blanco de la ira de Dios en
el día de su venganza; mientras la religión persigue una sociedad más
consciente, equitativa, pacífica y feliz, la Espiritualidad persigue la felicidad
del alma y no la de la carne, la satisfacción del espíritu, no del cuerpo;
Mientras la religión busca un mundo mejor y maquillado de pacificidad, la
espiritualidad trata de desnudar la mentira del mundo, hacernos conciencia que
la violencia mundial es necesaria, para que la verdad sea manifestada y
podamos ver el rostro de nuestro rey, pues su palabra nos dice: “Y cuando
oigáis de guerras y de sediciones, no os alarméis; porque es necesario que
estas cosas acontezcan primero; pero el fin no será inmediatamente” (LC
21:9). Así que el ulterior fin de la Religión es buscar la paz mundial, pero
sabemos que la paz mundial será una falsa paz, porque a la verdad habrá paz
en el mundo, paz entre los hombres, pero tal paz no será obra de Dios, sino de
Satanás, quien adormecerá a las Iglesias de los hombres, implantará su
gobierno mundial y maquillará lo tenebroso de luz, lo bueno de malo, lo malo
de bueno, la luz de tinieblas, la paz de guerra y la guerra de paz, porque
mientras la paz entre los hombres basada en la mentira creará un ambiente
tranquilo para los hombres y entre los hombres, en el mundo espiritual la
guerra será más intensa que nunca, la tribulación espiritual se hará manifiesta;
Es así pues, que mientras la religión conducirá al mundo a la perdición, la
Espiritualidad nos conducirá a la Salvación de Dios, mientras la religión
cambiará la paz espiritual por la paz terrenal, la Espiritualidad cambiará la paz
terrenal por la paz espiritual; Mientras la Religión habrá creído conquistar su
gran meta, la Espiritualidad verdadera habrá llevado al alma al fuego más
intenso para la fundición final de la plata; Porque Satanás habrá creído en su
victoria, hará gritar en el mundo “PAZ Y SEGURIDAD”, y resultará que en
ese momento se manifestará la promesa de Dios, y habrá comenzado la
justicia de Dios.
Los Religiosos están destinados a servir a Satanás, pues los religiosos
pretenden encontrar un punto de equilibrio entre los hombres, según ellos
luchan por un mundo mejor, pero por ser religiosos y haberse enfrascado en
sus tradiciones no se han percatado que la palabra nos dice: “Mira la obra de
Dios; porque ¿quién podrá enderezar lo que él torció?” (Eclesiastés 7:13), la
religión pretende enderezar lo torcido, mas no saben que lo torcido está así por
la mano de Dios, que la violencia y las guerras existen porque Dios sujetó al
mundo a la vanidad y a la corrupción, y que el hombre no destuerce lo que
Dios torció, porque ¿A caso la fuerza del hombre es superior a la de Dios?,
porque el que destuerce lo que otro torció es porque ha superado al primero,
¿A caso los religiosos son más poderosos que Dios?, querer enderezar lo
torcido es oponerse a la voluntad de Dios, y todo el que se opone a la voluntad
de Dios, aliado del Diablo es.
A los religiosos se les olvida que la palabra de nuestro Santo Maestro nos dice:
“No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer
paz, sino espada” (MT 10:34), Si la espada ha sido su voluntad, ¿porqué
oponerse a su voluntad?, ¿A caso Dios no conoce sus propósitos?, Si Él ha
traído espada, con un propósito la ha traído, entonces ¿Para qué anteponernos
a los propósitos de Dios?, la Religión se ha preocupado por la paz en el
mundo, pero no se ha ocupado de la paz en su corazón, porque la paz que Él
nos ha dado es mucho más valedera que la paz que la religión persigue, pues
su paz es la paz entre Dios y los hombres, su paz no busca salvar cuerpos sino
almas; Mientras la paz de los hombres trata de hacer perdurable la vida
terrenal, la paz que Cristo nos ofrece es hacer perdurable la vida celestial;
Mientras la paz de los hombres trata de salvar carne y sangre, la paz que nos
ofrece Cristo trata de salvar almas; Pues también nos dijo: “La paz os dejo, mi
paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro
corazón, ni tenga miedo” (JN 14:27), Su paz es distinta a la paz de los
hombres, por eso nos dice “No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”,
porque afuera el hombre va a ver guerra. Violencia, injusticia todos los días de
su vida, y tendrá temor, porque no verá cumplida la promesa de paz que Cristo
ha hecho, pero no hay porqué turbarse, pues su paz no es la paz entre
hombres, sino que es la paz entre Dios y el hombre, pero teniendo la paz de
Cristo, verá un panorama opuesto dentro de sí, pues estará tranquilo, sabiendo
que la ira de Dios no caerá sobre él, sino sobre aquellos que hacen iniquidades
e impiedad en el mundo, porque él habrá suscrito la paz con Dios; Así que no
es posible tener paz con los hombres y a la vez paz con Dios, porque para
tener paz con Dios, necesario es rechazar la paz de los hombres, porque ésta
última está llena de hipocresía y de mentiras, y el que ama a Dios no puede ni
debe participar de la mentira del mundo, así que el que abraza la paz de los
hombres, ha renunciado a la paz de Dios, por tanto, la Religión que ha
perseguido la paz de los hombres, ha renunciado a la paz de Dios.
¿Es mala la paz entre los hombres?, por supuesto que no, siempre y cuando
no sea basada en la hipocresía y la mentira, pero todos sabemos que la palabra
nos dice: “Todo camino del hombre es recto en su propia opinión……….”
(Prov. 21:2), siendo rectos todos los caminos del hombre en su propia opinión
¿Podrá alguno deponer de corazón sus diferencias con otro? De ninguna
manera lo hará, sino que lo que hará será callar sus diferencias a cambio de
beneficios, callar una cosa para que su contra parte calle otra; Porque según él
su camino será siempre el correcto, así pues, si cada cabeza es un mundo, a
como comúnmente se dice, entonces hay miles de millones de diferencias
entre hombre y hombre, ninguna opinión es igual, por eso cualquier alianza
entre hombres será hipócrita siempre, cualquier acuerdo de paz siempre será
condicionado, adoptando obligaciones de callar y de no hacer, de un lado y del
otro lado, por eso la biblia nos manda: “Y procurad la paz de la ciudad a la
cual os hice transportar, y rogad por ella a Jehová; porque en su paz
tendréis vosotros paz” (JER. 29:7), la paz entre los hombres debemos
procurarla, eso es: De nuestra parte no debe salir motivo de guerra o violencia
alguna, cada cosa que digamos y hagamos, debe hacerse o decirse con la
cautela y la mansedumbre necesaria, por eso se nos manda: “Mas también si
alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por
tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis, sino santificad
a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para
presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os
demande razón de la esperanza que hay en vosotros; teniendo buena
conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de
malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta
en Cristo” (1ra Pedro 3:14-16), la única causa a defender ante los hombres es
nuestra fe, de tal manera que donde existe la posibilidad de desatar violencia
departe nuestra es en la defensa de la fe, pero ante tal situación se nos
aconseja, que somos bienaventurados por padecer por causa de la justicia, pero
no debemos sentir temor alguno y que en lugar de reaccionar fogosamente o
escandalosamente o violentamente, debemos presentar nuestra defensa con
mansedumbre y reverencia, teniendo buena conciencia para que aquellos que
nos calumnien o nos tengan por malhechores se avergüencen de sí mismos, es
por tanto de esa manera que nosotros procuraremos la paz siempre; Procurar la
paz es renunciar al ejercicio de la violencia para conseguir lo que anhelamos,
es poner todo de nuestra parte para que los demás no reaccionen con violencia,
sin embargo, el hecho de que nosotros procuremos la paz, no significa que los
demás reaccionarán a como nosotros esperamos; Por tanto la paz mundial no
está garantizada, y la única forma sería que todas las personas del mundo se
adhieran a nuestra fe, renunciando a sus propias opiniones y proclamando a
Cristo como su rey y Señor, pero sabemos que eso no va a pasar, porque ha
sido claro nuestro Mesías cuando dijo “porque muchos son llamados, y pocos
escogidos” (MT 22:14), así que no basta con que todos hayamos creído
porque fuimos llamados, sino también ser escogido, por lo cual, sabiendo que
no todos los llamados serán escogidos, no puede ser posible que todos los
seres humanos lleguemos a alcanzar esa paz que es de Dios, por eso es
necesario para que la paz de Dios se haga manifiesta en el mundo, que el reino
de Dios se haga manifiesto mediante nuestro Señor Jesús de Nazaret, y para
ello a su vez es necesario que se haga la justicia de Dios sobre la tierra, para
que todo mal fruto sea destruido y queden sobre la tierra solo los buenos
frutos, así se lograría esa verdadera paz de Dios y se gozaría en el mundo
externo, porque el mundo interno y el externo sería uno nada más; De
momento, la paz de Dios, solo es posible vivirla y sentirla en nuestro mundo
interno o espiritual; Así pues, procurar la paz verdadera es reflejar en el
exterior, la paz de nuestro interior, así de nuestra parte ofreceremos buena paz
a los hombres, pero siempre estando claro que de su parte recibiremos paz
falsa; Porque la verdadera paz, solo es posible vivirla en el mundo exterior
cuando los demás lleguen a alcanzar la gracia y la fe nuestra.
Los religiosos practican su “fe” por tradición, lo hacen por rutina; La religión
por tanto es rutina nada más, es cumplir con un esquema o un formato
preestablecido por los antepasados, así pasa con toda religión, sea Cristiana o
no, son un cúmulo de ritos que se repiten constantemente, monótonos, en
donde se vive no por fe sino por superstición, así pues se dice entre los
religiosos “Si no hago las cosas así desmejorará mi suerte” “Si no levanto las
manos de esta manera mi oración no es oída”, “Si no veo hacia tal o cual lugar
cuando oro entonces Dios ignora mi oración”, “Si no digo tal o cual palabra en
mi oración, es tal cual no haya orado”, “Si no oro a tal hora como es la
costumbre de mi raza o religión, Dios no me oye”, en fin, son muchas las
cosas que hacemos basados en la religión y que se hacen conforme a las
costumbres y tradiciones; La Religión perpetúa y santifica determinados ritos,
determinados métodos, determinados vocabularios, los santifica de tal forma
que se vuelven sus palabras mágicas, y si no se dicen o se hacen, cargan con
una culpa enorme, suponiendo que nada de lo que hayan hecho o dicho, si no
se hizo o dijo a como se acostumbra, entonces no es acepto.
La Religión establece mecanismos de control y dirección, establece
organización ideadas según los rudimentos de éste mundo, establece jefes y
subordinados, ignorando lo ya dicho “Pero vosotros no queráis que os llamen
Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois
hermanos” (MT 23:8), no hay para nuestra fe más que un solo nivel
jerárquico, porque de Jesús hacia abajo todos somos hermanos, pero en la
religión hay jerarquía, las decisiones son tomadas en consejos de hombres, hay
jerarquía cuya decisión debe ser acatada por los miembros, de tal forma que si
la decisión es contraria a la Escritura, es necesario dar más valor a lo decidido
que a lo normado por Dios, en la religión hay niveles de preferencias, al que
tiene tal o cual cargo en la organización se le trata de tal o cual manera, el que
más aporte económico hace a la organización tiene tales o cuales privilegios;
En la religión entonces hay clases sociales, niveles sociales, poderes sociales,
sistemas sociales y actos sociales; La religión es conforme la cultura humana,
en donde los ancianos son los sabios y los que han de gobernar, ignorando que
la sabiduría está depositada en los niños; La religión actúa de forma
antagónica a la fe espiritual, en donde se exige la adoración física sin importar
la adoración interna, a la religión le interesa lo que sea visible ante la gente,
que el pueblo vea que te arrodillas y que oras en voz alta a Dios, pero lo que
Dios quiere son adoradores en “Espíritu y verdad”, pues para Dios, nada es
lavar el vaso por fuera nada más, sino que es importante lavarlo por dentro; La
religión se interesa por abultar su feligresía, llenar plazas y estadios, mostrar
músculos de masas populares, sin importarle si realmente todos esos que
llenan plazas y estadios, realmente aman a Dios.
La Religión se propone aumentar creyentes, pero no aumentar la fe en los que
ya tiene, a ella le interesa que el nombre de la religión alcance fama mundial,
pero no que la fe alcance el tamaño de una mostaza; En la iglesia religiosa o
farisaica se sirve leche nada más, en tanto el que ama verdaderamente a Dios
gusta del alimento sólido, de la ciencia, de las cosas ocultas de Dios, pues sabe
que la única fórmula para aumentar la fe es conociendo lo oculto de Dios y
crecer en sabiduría de Dios; En la religión se come pan leudado, mientras que
Dios desea que tu alimento sea pan sin levadura, es decir: La palabra sola y
nada más.
La tradición y la religión son amigas inseparables, hermanas de lucha, ambas
son ideadas en mentes humanas, transmitidas de generación en generación,
guardadas rigurosamente por aquellos que se aferran a la nacionalidad
terrenal, pues por siglos y siglos se ha creído que quien no guarda las
tradiciones, es traidor de su patria o nación, y quien se afrenta de ellas ha
renunciado a su nacionalidad sanguínea; La tradición pues, ha sido dada para
los que guardan el linaje de su carne y la religión es igual de rigurosa; La
religión y la tradición están dadas para conservarse por una nación, así que,
ambas tienen límites territoriales o raciales, ambas tienen límites doctrinales y
normativos, ambas tienen límites de idioma, ambos aman la ritualidad.
La religión y la tradición no son más que costumbres, en contravención a lo
que Dios desea de nosotros, que es terminar por completo con la tradición de
los hombres, pues la tradición de los hombres es meramente repetir las
acciones de sus padres, y dentro de esas acciones, sus pecados; Muchas veces
la tradición se antepone a la voluntad de Dios, y la religión se antepone
siempre, pues se ha llegado a creer, que una religión tal y como fue concebida
así debe permanecer para siempre, conservando sus bases como tradición y
cultura, sin importarles que algunas de sus bases estaban erradas con respecto
a la sagrada escritura, porque se cree que si se ha llegado a la luz entonces se
debe estar estáticos, inmóvil, en el mismo lugar, no obstante se han
equivocado, porque ¿Para qué se llega al camino si no es para caminar en él?,
y ¿Para qué se camina si no es para avanzar?, avanzar en el camino es ir a su
vez reconociendo el terreno que pisamos. Nadie que ha llegado al camino lo
ha conocido antes, así que no es verdad que el que ha iniciado un ministerio ha
conocido toda la verdad, porque si ya toda la verdad hubiese sido conocida, el
juicio de Dios ya hubiese tenido lugar, porque ¿acaso no está escrito “Echad
la hoz, porque la mies está ya madura. Venid, descended, porque el lagar
está lleno, rebosan las cubas; porque mucha es la maldad de ellos” (Joel
3:13) ? y ¿No es verdad que también se escribió “y cuando el fruto está
maduro, en seguida se mete la hoz, porque la siega ha llegado” (MC 4:29)?,
La madurez en el fruto es llegar al pleno conocimiento de la verdad, y es hasta
que el ser humano llegue al pleno conocimiento de la verdad que estará
preparado para la siega de Dios, es el conocimiento pleno de la verdad que
hará al hombre perfecto, y es al alcanzar la perfección que Dios mandará a sus
segadores; Por lo tanto, la religión se queda estática desde el inicio hasta el fin,
en cambio la Iglesia de Dios, la verdadera Iglesia de Dios, debe caminar paso
a paso por el camino, reconociendo el territorio, meditando en la verdad,
encontrándose con nuevos mensajes, descubriendo la verdadera ciencia,
aprendiendo a oír la voz del Espíritu Santo, encontrando la satisfacción plena
del Espíritu, hasta lograr la boda entre su espíritu y el Espíritu Santo, en tanto
la religión, a penas observó una esquina de la verdad, creyó conocerla toda y
se quedó con lo que apenas observó.
La palabra de Dios es inconmovible , pero la Iglesia de Dios sí es cambiante,
porque la Iglesia debe quemar sus etapas de crecimiento, pues está compuesta
por hombres, y los hombres primero son niños, luego adolescentes, después
adultos, hasta llegar a la vejez; Así también la Iglesia se va desarrollando
según el conocimiento, comenzó siendo niña, ella irá creciendo hasta llegar a
la edad perfecta para la boda, la Iglesia comenzó imperfecta, pero al final de
los tiempos será perfecta, comenzó con un pequeño rayo de luz, pero al final
de los tiempos su luz será como el sol del medio día, pues el propósito de la
Iglesia es llegar a ser el cuerpo de Cristo quien es la cabeza, y si la cabeza es
perfecta, el cuerpo también debe ser perfecto; La iglesia entonces debe
alcanzar la estatura del Mesías, pero eso se logra mediante el conocimiento, no
con el conocimiento con el que se comienza, sino con el conocimiento que nos
es dado mediante la enseñanza del Espíritu Santo, conocimiento que
adquirimos durante nuestro caminar, durante los tropiezos en el camino; La
iglesia está destinada a ser la esposa del Mesías, pero siendo su novio perfecto,
éste no puede contraer matrimonio con una novia imperfecta.
Las religiones se quedaron estancadas en su niñez, no han crecido, pues la
verdad en que fundaron sus movimientos quedaron inmóviles y no han sufrido
los cambios necesarios, son plantas donde el abono no alcanzó a llegar, sus
fundamentos humanos envejecieron igual que el ser humano en su carne,
andan con bastón, pero se rehúsan al relevo generacional, se oponen a las
verdades dichas por los miembros que a sus ojos son reprobados, porque son
verdades que se oponen a las bases mal asentadas de sus inicios; Sin embargo
todo lo que ocurre con las religiones incrementa la fe en los que escuchan al
Espíritu, pues ven cumplida la Escritura que nos dijo: “Porque vendrá tiempo
cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se
amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y
apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas” (2da Timoteo
4:3,4) y también nos dijo : “Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que
confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de
Jehová. Será como la retama en el desierto, y no verá cuando viene el bien,
sino que morará en los sequedales en el desierto, en tierra despoblada y
deshabitada” (Jeremías 17:5,6), el que ha confiado en las concupiscencia de
los hombres se volverá a las fábulas, a las historias y cuentos de caminos, a los
relatos de fantasía, apartan su oído de la verdad, solo porque no ha sido dicha
por sabio reconocido por los hombres, es entonces maldito el hombre que ha
confiado en el hombre, y que ha puesto carne por su brazo, porque ni el brazo
ni la cabeza de la iglesia es de carne, ¿A caso no es confiar en el hombre
prestarle credibilidad a la teología humana?, ¿No es confiar en el hombre
andar según las doctrinas de los hombres?, ¿No es confiar en el hombre seguir
a Dios por tradición?, ¿No es confiar en el hombre defender a capa y espada a
una religión o denominación?, ¿No es confiar en el hombre desechar la verdad
por conservar las bases de una religión?, pues el que confía en el hombre
morará en los sequedales, en tierra despoblada y deshabitada; Así que, el que
confía en las doctrinas humanas y en sus religiones, sin el Espíritu Santo anda,
porque está desierto y desolado, por tanto es morada de bestias salvajes, de
espíritus malignos y de engaño, ellos no verán el bien cuando venga, porque
son ciegos y se han cegado a sí mismos, pues han puesto de lámparas a
hombres inspirados por demonios.
La religión camina según los rudimentos de los hombres, igual que la
tradición; La religión es la creencia de Dios mediante las costumbres, lo cual
es cosa abominable ante Dios; La religión, la tradición y las costumbres, son
desechadas por Dios, pues a Dios le interesa nuestra renovación diaria, y las
religiones se deterioran como se deteriora la carne del hombre, por eso se nos
ha dicho: “Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre
exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día”
(2da. Cor. 4:16), las religiones que son las expresiones de “fe” del hombre en
el exterior, se va deteriorando igual que el hombre mismo en su exterior, pues
todo, todo lo que está en el mundo exterior se va desgastando, pero el hombre
interior, ese, debe irse renovando día a día; Pero, ¿Cómo puede renovarse un
hombre en su interior, si se alimenta de la religión y del hombre exterior que
se van desgastando?, lo que se desgasta no puede proveer a lo que se renueva,
pues entonces ocurrirá que lo que se desgasta un día acabará y lo que se
renueva ¿De qué se alimentará?, si nuestra alma se renueva día a día como el
sol lo hace a diario, y un día es distinto al otro, entonces ¿cómo puede ser que
la religión sea la misma siempre? Y ¿Cómo siendo la religión la misma
siempre, puede ir edificando a quienes pretenden renovarse día a día?, ¿No es
inaudito que lo que desee ser renovado se edifique de lo que siempre está
estático?, pero así son los Cristianos Fariseos. Ellos piensan que como Dios es
el mismo de ayer, y será el mismo siempre, que el hombre debe ser igual
siempre, mas no se han percatado que si Dios quisiera que el hombre fuera el
mismo siempre, entonces no hubiese ideado un plan de salvación, entonces
¿Para qué el sacrificio de Jesús?, Dios espera cambio en la humanidad, pero
¿Puede haber cambio si las religiones y denominaciones que siguen los
hombres no cambian?, por supuesto que no; Pero así como los antiguos
Fariseos se opusieron al cambio, así mismo los Cristianos tradicionalistas se
oponen al cambio, así como aquellos rechazaron la verdad a cambio de
preservar sus tradiciones, así los Cristianos tradicionalistas prefieren
ensordecer sus oídos con tal que sus religiones y denominaciones
permanezcan intactas e inamovibles;
Rehusarse al cambio y pretender que Dios actúe conforme a los designios
humanos, es ser Fariseo. Porque aquellos actuaron igual cuando nuestro Santo
Maestro se hizo presente, pues pretendieron obligar a Dios a depositar su
verdad en ellos, y se rehusaron a cualquier verdad que saliera de una boca
extraña a ellos; Estos que viven, predican y actúan conforme a sus tradiciones,
se rehúsan al cambio cuando esos cambios implica reconocer sus errores
doctrinales, aún sabiendo que lo que se les ha dicho ha sido una verdad;
Desacreditan a las voces que claman en el desierto, tal y como aquellos
desacreditaron a la voz de Juan y posterior desacreditaron a la voz de Jesús;
Así mismo ocurre hoy, Pues aquellos que se aferran a su doctrina humana
respaldándose en sus títulos universitarios y de cartones, títulos llenos de
colores llamativos, firmados por los grandes rectores universitarios y grandes
catedráticos en teología, Creen que Dios los ha elegido a ellos para depositar
su verdad, mas se han equivocado; Han escuchado espíritu de engaño
creyéndolo Santo, Dios los ha dejado hundirse en su pecado, los ha dejado
seguirse alimentando del árbol de la ciencia del bien y del mal. Él los ha
embriagado, cumpliendo aquello que se había propuesto y que se escribe “Y
embriagaré a sus príncipes y a sus sabios, a sus capitanes, a sus nobles y a
sus fuertes; y dormirán sueño eterno y no despertarán, dice el Rey, cuyo
nombre es Jehová de los ejércitos” (JER. 51:57).
La religión y la tradición, juntas y de la mano, mantienen al hombre estancado,
pero ya esto había sido profetizado en aquellas palabras: “Porque Jehová
derramó sobre vosotros espíritu de sueño, y cerró los ojos de vuestros
profetas, y puso velo sobre las cabezas de vuestros videntes” (Isaías 29:10),
hay un espíritu de sueño en la congregación de las iglesias fundadas por los
hombres, andan somnolientos y se quedaron con el “ABC” de las sagradas
escrituras, con el contexto nada más, aún ellos no han podido aterrizar al
verdadero campo de batalla, ellos quedaron igual que aquellos Fariseos,
alimentándose del “ABC” de las palabras de Dios, con la introducción nada
más, nadando en la superficie del agua, y no han sido capaces de sumergirse a
las profundidades del océano de la sabiduría de Dios; Ellos están durmiendo y
disfrutan de su sueño, pues en verdad sienten gozo espiritual, mas no han
sabido distinguir entre la cizaña y el trigo, pues han creído que su gozo es
provocado por el Espíritu Santo, cuando realmente ha sido provocado por
espíritu “CIZAÑA”. YAHWEH ha cerrado los ojos de los profetas, se
desviaron por veredas que son muy parecidas a las sendas de la verdad, no han
escuchado a la voz cuando nos dijo “Paraos en los caminos, y mirad, y
preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por
él”, ellos no quieren hacer un alto, para detenerse y meditar: ¿Realmente voy
por el camino correcto?, ¿Es normal que aún Dios no me haya mostrado sus
cosas ocultas?, ¿Es normal que las iglesias se muestren sordas a la verdad?,
¿Si la biblia nos dice esto o lo otro, ¿porqué hacemos lo opuesto?, ¿Es
apreciado por Dios que nos alimentemos de la ciencia humana y que
aprendamos de Él en las universidades?, ¿Es correcto que las denominaciones
impongan sus opiniones bíblicas como una verdad tajante, aunque esa opinión
haya provenido de la Teología?, ¿Es mandato de Dios que sus ministros y
pastores vallan a aprender de su ciencia a la Universidad?, ¿Es correcto que la
denominación haga planes de estudio a como los hombres hacen planes de
estudios en sus sistemas de educación?, ¿Es correcto que la Iglesia sea
conducida como una organización más entre los hombres?, ¿Es correcto que
las Iglesias tengan líderes?, ¿Realmente Cristo dejó hombres que lo relevasen
de su cargo?, Si la adoración a Dios es en espíritu y verdad, ¿No sería lo
correcto que la enseñanza de Dios llegase a nosotros por la misma vía?,
¿Porqué hacer planes para todo un año, cuando la palabra de Dios nos dice que
debemos ser como el viento?, ¿Necesita la iglesia planes hechos por hombres,
cuando ya Dios tiene un único plan de salvación?, ¿A caso es bíblico que el
hombre iba a hacer planes didácticos y pedagógicos como derivados del plan
de Dios?, ¿No han sido castigado ya los Judíos por escribir normas a la
margen de las sagradas escrituras?, ¿No es verdad que hoy por hoy se hace
igual que en la antigüedad, escribiendo normas sobre normas, santificando
costumbres como religión y mirando a Dios como los muertos miran a sus
ídolos?, ¿Actúan los vivos iguales a los muertos?; En fin, muchas son las
interrogantes que hay que hacerse, pero para ello la persona debe pararse en
todos los caminos, observar a cada uno de ellos, y el más estrecho de ellos, ése
es el verdadero camino; Porque la estrechura del camino correcto no consiste
sólo en la forma de vida, en lo que se hace o lo que se dice, sino que la
estrechura también tiene mucho que ver en lo que se aprende, en quién enseña,
en dónde, cómo y qué se aprende, consiste también en el método de enseñanza
de Dios, en el aprendizaje mediante el Espíritu Santo.
Por siglos y siglos se ha creído que aquella expresión: “porque estrecha es la
puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la
hallan” (MT 7:14), es una expresión dirigida sólo a que es estrecha la forma
de vida del Cristiano que busca salvación, es decir que está referida a nuestros
hábitos sociales, a recapacitar en cuanto a nuestro estilo de vida, y a evitar los
vicios, las malas palabras, las vanidades materiales, la violencia, las malas
costumbres, las lujurias, las lascivias, el adulterio, la fornicación etc. Sin
embargo la expresión no solo se refiere a que el estilo de vida de un Cristiano
debe ser dedicado a evitar todas esas cosas y otras más, sino que también se
refiere a que es estrecha la puerta del conocimiento de la ciencia de Dios, de la
santidad, de la verdad y de la luz, porque el que verdaderamente desea
aprender para hacer de su fe su escudo y arma en la batalla, debe aprender a
afinar sus oídos, sus ojos, su corazón, su espíritu y su alma, porque no debe
aprender de cualquiera ni escuchar a cualquiera, pues el maestro de los pocos
que logran hallar la puerta no es hombre alguno sino el mismo Espíritu Santo;
Para los que no logran aprender el idioma del Espíritu Santo están destinadas
las religiones y las tradiciones, y al estar en las religiones y las tradiciones, el
camino y la puerta se ensanchan cada día más. El camino verdadero es angosto
porque sólo hay una forma de aprender de la sabiduría de Dios y de su ciencia,
es mediante el Espíritu Santo, y pocos logran entrar en la puerta del camino,
porque pocos son los que logran entender y escuchar las palabras del Espíritu
Santo, son pocos los que pasan el examen de admisión del Espíritu Santo, son
pocos los que mantienen su beca con sus buenas calificaciones, son pocos los
que rinden en su centro de educación, y son pocos los grandes
profesionales(santos) que se gradúan de su escuela; Pero cuando el hombre
aprende de Dios en la Universidad más cercana, en el centro bíblico más
famoso y más caro, en los lugares donde se enseña toda la ciencia del hombre,
en las “Iglesias que ahora están en cada esquina de la ciudad”, en los canales
de televisión, en las radios cuyos propietarios son propulsores de algún
pensamiento teológico, en las clases de sus escuelas dominicales en donde se
enseñan las lecciones que ideó un hombre desconocido para el destinatario
final o mediante el método más obvio para el hombre; Entonces el hombre ha
ensanchado la puerta y el camino a ambos lados, porque en la universidad de
los hombres ingresa todo el que ame la ciencia humana, para pasar su examen
de admisión basta con saber de matemática, filosofía y español( o cualquier
idioma oficial) y si el caso es que el aspirante no sabe nada, basta con tener
una cuña adentro de la universidad o ser amigo del ministro para que te
admitan; Entonces ocurre que el camino dejó de ser camino y se volvió
autopista, pero autopista de las más anchas donde caben trenes, buses, rastras,
volquetes y grúas; Una autopista no de ocho o diez carriles, sino de cincuenta
y de miles de carriles, donde caben todo tipo de denominación, todo tipo de
sectas, todo tipo de corriente teológica, de doctrina humana, de tradición
humana; Y ocurre entonces que el Dios de los santos se ha vuelto el Dios de
los presidentes, de los reyes, de los homosexuales, de los guerrilleros, de las
fuerzas armadas, de los Políticos; Y luego el nombre de Dios ya no sólo estará
en la Biblia y en los libros sagrados, sino que estará en las constituciones
políticas de los países del mundo, en los nombres de Partidos políticos, de
centros comerciales, de Pulperías, de canciones, de películas, de obras de
teatro, en los nombres y contenidos de canciones y en escaparates de tiendas;
En fin, se hace del nombre de Dios un nombre común el cual puede ser
pronunciado por cualquiera e invocado por pecadores y no pecadores, por
Cristianos y no Cristianos, por templos de Dios y templos de demonios y así
todos hablan de Dios, y aquel Dios que debería ser aborrecido por el mundo se
convierte falsamente en el dios de todos; Sin embargo, a pesar que el camino
fue ensanchado a la fuerza por el hombre mediante la religión y la tradición, el
camino verdadero sigue siendo el mismo, y tiene la misma estrechura y
angostura que tenía al principio, el camino verdadero está en el mismo lugar,
con la gran variante, que a ambos lados ya no hay monte, sino que ha sido
limpiado a ambos lados y aparenta ser más ancho, ahora la misión es más
difícil que antes, pues como todo el camino ha sido ampliado y hasta
pavimentado, entre toda esa anchura del camino se debe rebuscar el camino
antiguo y verdadero, y la persona debe pararse en medio de aquella gran
autopista y debe ir palpando cada palmo de la autopista hasta lograr
redescubrir el sitio por donde pasa el verdadero camino y volverlo a marcar
con una línea imaginaria y andar por él, sin salirse hacia el resto de la
autopista, y como diría nuestro Santo Maestro “El que tenga oídos para oír,
oiga” .
Las religiones y tradiciones ensancharon el camino, pero eso no significa que
ahora el camino es ancho, o como fue pavimentado que ahora el camino no
tiene tropezadero, pues a pesar que los religiosos y tradicionalistas no ven
piedras sobre el pavimento, el que ha encontrado el lugar por donde pasa el
camino verdadero, cuando trazó la línea imaginaria que marca ambos lados del
camino correcto, también imaginariamente levantó el pavimento del camino
verdadero y ha vuelto a ver los tropezaderos y ha comenzado a utilizar la
lumbrera verdadera de Dios para evitar los tropiezos; Este que ha encontrado
nuevamente el camino, que se ha parado en los caminos y ha visto y
preguntado por el buen camino, encontrando el camino antiguo. Este ha
logrado ver que muchos marchan paralelamente a sus lados derecho e
izquierdo, pero van fuera de las líneas imaginarias, aquellos aún van en
carretera pavimentada, y aquellos lo llaman a cruzarse a la carretera
pavimentada porque ahí hará la carrera más rápida, pero al estar
completamente seguro en su ruta, éste no se saldrá. Aquellos se van guiando
por las rayas amarillas y blancas con las que el hombre marcó la carretera
moderna y pavimentada, y éste que va por el camino antiguo, va guiado por
la nube en medio del desierto, éste va según lo aprendió del viento, pues no
tiene planes para sus domingos, porque su plan es según el Espíritu Santo.
Aprendió que el hombre no planea su vida espiritual porque Dios ya tiene un
plan, y no hay más planes que el de Dios, aprendió que el hombre debe ser
como el viento que no sabe a dónde va ni de dónde viene, sólo sabe que va
seguro porque es guiado por Dios, aprendió que el Cristiano es como el viento,
porque sopla donde Dios quiere y cuando Dios lo desea y en la dirección que
Dios le indique; Porque el Cristiano verdadero no es dominguero, ni tiene días
preestablecidos para intimar con Dios, pues lo hace según convenga y en el
momento necesario y justo.
Hoy por hoy los caminos son muchos, unos bonitos otros feos, unos
pavimentados otros no, unos aéreos y otros acuáticos, unos calientes y otros
fríos, unos encendidos y otros apagados, unos anchos y otros angostos; Hay
tantos caminos, que es común escuchar decir a la gente “Hoy seguir a Dios es
fácil, porque la Iglesia ya no es perseguida, porque los presidentes y ministros
aprueban que el pueblo visite las Iglesias”, pero esa expresión es falsa de toda
falsedad, pues es clara la palabra cuando nos dice “No todo el que me dice:
Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad
de mi Padre que está en los cielos” (MT 7:21), muchos llaman a Dios “dios
mío”, muchos oran en el nombre de Jesús, muchos son los que se acuerdan de
Dios en sus malos momentos, pero muchos de ellos no entraran en su reposo;
En el campo de trigo hoy por hoy está más visible la cizaña, pues el trigo
aunque ahí está, todavía no se ha hecho manifiesto a los ojos humanos, porque
está preparándose para el tiempo correcto de su madurez. En tanto el trigo no
llegue a su madurez, su apariencia semejante a la cizaña es ante los ojos
humanos, porque si se muestra maduro entre la cizaña, vendrá ésta a robarse
sus minerales. Por eso el trigo (La iglesia) sólo está a la vista de Dios y de sus
iguales, porque sus frutos son para Dios y no para los chacales, por eso no está
a la vista del hombre natural o del falso espiritual.
¿Qué es pues la religión y la tradición, sino fijar nuestra mirada en las
costumbres de nuestros padres?, Religión y tradición ¿A caso no es imitar los
actos de nuestros padres y antepasados?, ¿A caso creemos que honrar a
nuestros padres es andar bajo sus concupiscencias?, la palabra de Dios nos
dice: “Y no sean como sus padres, Generación contumaz y rebelde;
Generación que no dispuso su corazón, Ni fue fiel para con Dios su
espíritu” (Salmos 78:8), no seamos como aquellos nuestros antepasados
rebeldes, que pese a que la palabra de Dios les ha venido diciendo por miles de
años “No sean idólatras”, “amen a Dios sobre todas las cosas”, “amen a Dios
en Espíritu y verdad” etc. No han querido escuchar; La palabra no nos dice
que seamos como nuestros padres sino que más bien seamos distintos a ellos,
pero muy por lo contrario lo que hacemos desde nuestras perspectivas es
“Conservar nuestras tradiciones”, y nuestra educación común y natural está
destinada a la conservación de nuestras tradiciones cueste lo que cueste, y si su
tradición es andar detrás de una estatua, ahí van los amantes de la tradición, y
si es dedicar su tiempo a cosas sin sentido, ahí están los que no desean
abandonar su “identidad nacional”, y si sus padres y antepasados creían en
Dios de una forma, de esa misma forma lo hacen, y van adoptando las mismas
creencias, los mismos ritos, la misma “Teología” que sus padres, según ellos
haciendo eco al mandamiento de “Honrar a sus padres”; Así son los Cristianos
Fariseos, pues ellos son capaces de vincular sus tradiciones con la palabra de
Dios para traer su idiosincrasia a la Iglesia, y hacen de Dios, el dios de sus
tradiciones, es ahí donde la religión y la tradición se hacen grandes parientes,
amigas inseparables, todo por conservar la creencia de los padres y
antepasados; Pero ¿A caso no han leído que Dios quiere que no seamos como
nuestros padres?, Dios manda a que honremos a nuestros padres, pero esa
honra debe ser condicionada por una pequeña y significativa cosa, que
nuestros padres honren también a Dios; Es cuando esto ocurre que nos
debemos volver imitadores de nuestros padres, cuando realmente honran a
Dios en sus mandamientos, en espíritu y verdad; No con vana palabrería,
porque hoy por hoy todos de palabra honran a Dios; Pero es con ejemplo claro
de obediencia en todo, en todo y no en parte, que ellos deben honrar a Dios,
para ser honrados por sus hijos, hasta entonces será que nuestros padres
merecerán aquella honra de la que Dios nos ha hablado, pues también su
palabra nos dice: “¿Qué pensáis vosotros, los que usáis este refrán sobre la
tierra de Israel, que dice: Los padres comieron las uvas agrias, y los dientes
de los hijos tienen la dentera? Vivo yo, dice Jehová el Señor, que nunca más
tendréis por qué usar este refrán en Israel. He aquí que todas las almas son
mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que
pecare, esa morirá. Y el hombre que fuere justo, e hiciere según el derecho
y la justicia;” (Ezequiel 18:2-5), Hoy en día y desde siempre así ha sido, que
nuestros padres comieron las uvas agrias y nosotros como sus hijos heredamos
la dentera, y mientras no se cambie el rumbo de ese hilo las cosas seguirán
igual hasta el final de los tiempos, y sucederá que así como comenzó el
hombre en su vagancia desértica así mismo finalizará su generación; Pero
Dios nos dice que tanto la alma del padre como la del hijo son suyas y cada
una recibirá su juicio por separado, por lo tanto nos dice “Nunca más tendréis
que usar ese refrán”, es decir, nos manda a que cortemos ese hilo que nos
vincula a nuestros padres, que nos hace cómplices y consentidores de sus
actos, nos manda a que hagamos un corte en sus tradiciones, que nos salgamos
de la ruta de ellos, que abandonemos todas aquellas prácticas que nos acercan
a ellos y que a la vez nos aleja de Dios; Porque Dios nos ha dicho que nuestro
juicio con el de nuestros padres son cosas separadas, que si nuestros padres
han vivido en su idolatría, en su injusticia y su pecado, ellos serán juzgados
por eso, y que si nosotros vivimos en la justicia real de Dios que seremos
juzgado en buena forma por esa nuestra justicia, pero que si seguimos los
pasos de nuestros padres terminaremos en el mismo lugar que ellos, en la
muerte eterna.
La Religión por su parte, va encaminada a mantener las formas de adoración
de nuestros padres, en sus ritos; Mantenernos en los errores de nuestros
padres, nos obliga a creer lo que aquellos que fundaron sus doctrinas creyeron,
nos impiden avanzar en el camino de la verdad, nos heredan su espíritu de
engaño y de error, nos mantienen subyugados y cautivos de sus doctrinas
falsas, tontas y ridículas, a mirar a Dios de la forma en que ellos lo ven, a
enfocarnos más en la defensa de la religión y de la denominación que en la
defensa de la verdad y de la fe; Nos hacen partícipes de su maldición, de sus
cegueras, de su visión escabrosa de la divinidad de nuestro Dios; Y muchos de
nosotros por nuestra parte nos interesamos más en aquello que en el
descubrimiento de nosotros mismos, nos hacemos seguidores de nuestros
padres, según nosotros para no faltar a sus memorias, pero lo que
desconocemos es que mientras honramos a nuestros padres inicuos e impíos,
deshonramos a nuestro verdadero y omnipotente padre, porque honramos a
quien Él aborrece, y sus palabras han sido claras cuando nos dijo “El que ama
a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija
más que a mí, no es digno de mí; y el que no toma su cruz y sigue en pos de
mí, no es digno de mí” (MT 10:37,38), así que la honra hacia nuestros Padres
no implica imitar sus prácticas que deshonran a Dios, sino que implica el
reconocimiento de sus errores y el enderezar el camino que ellos traían
torcido, implica a su vez honrarlos en todo, siempre y cuando ellos honren de
igual forma a Dios en todo.
El Fariseo en muchas ocasiones fue señalado por nuestro Señor Jesucristo por
su ferviente vinculación a las tradiciones de sus ancianos, de sus padres y de
sus ancestros, y de santificar esas tradiciones como si fuesen dadas por Dios;
Aquel Fariseo fue señalado por su religiosidad, la que era defendida a capa y
espada, apartándose de la verdadera lucha, la lucha de la fe; El Fariseo
Cristiano, ha hecho del Cristianismo una religión y más que una religión, una
tradición santificada, y la adoración a Dios se ha convertido en lo mismo que
se convirtió para los Judíos, en una costumbre nada más; Para el Cristiano
Fariseo el adorar a Dios es gritar unos cuántos “Vivas”, unos cuántos
“Aleluya” y ya; Mas la verdadera adoración no radica en los gritos, ni en
posturas físicas y corporales, ni cuántas veces se visite el “templo” de Dios al
que se acude a adorar, ni a los veinte minutos de mensaje que hacen sus
pastores y predicadores en cada servicio o culto, ni al formato planificado de
cada servicio monótono, ni acudir a las llamadas escuelas dominicales en las
que se enseñan lecciones planificadas por un teólogo que no conoce las
necesidades espirituales que cada uno tenga; Sino que la adoración a Dios es
una relación íntima y espiritual, es la conexión de nuestro espíritu con el
Espíritu Santo de Dios, es un noviazgo espiritual que culminará con un
matrimonio espiritual para hacer de nuestro espíritu uno solo con el Espíritu de
Dios; Por eso es que la palabra nos dice “Dios es Espíritu; y los que le
adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren” (JN 4:24), a Dios
se le adora sometiendo a nuestro cuerpo de carne a la voluntad del Espíritu, se
le adora alimentando a nuestra alma día a día con alimento celestial, sin
mezclarlo con alimento terrenal, esto es: No mezclar el pan de Dios con la
monstruosa levadura de la ciencia teológica humana.
Los Fariseos Cristianos son carcomas del cuerpo eclesial de Cristo, son una
enfermedad en el cuerpo de Cristo, que es la Iglesia, ellos son el cáncer, el sida
y la suciedad de la que la Iglesia se debe desprender, ellos constituyen aquella
enfermedad con la que fue probado Job, por eso se nos escribió “Guardaos de
los perros, guardaos de los malos obreros, guardaos de los mutiladores del
cuerpo” (Filipenses 3:2), el Cristiano verdadero debe mantener su distancia
con los perros, con esos que muerden la mano de Dios y desean comer hasta el
codo, aquellos que han encontrado en Dios una forma de ganarse la vida física
y no lo han visto como la vida misma, ellos son los malos obreros, los obreros
que fueron contratados para edificar con materiales de primera categoría, pero
ellos han utilizado material de segunda y tercera clase, tratando de que la obra
les salga barata y de paso quedarse con mucha ganancia; Ellos son los que
mutilan al cuerpo, pero, ¿De qué cuerpo es que habla? Del cuerpo de Cristo
que es la Iglesia, ellos muerden los miembros del cuerpo y les ocasionan rabia,
y quedan envenenados con su maldad, dispuesto a enfrentarse al mundo para
defender las doctrinas sectarias y denominacionales, ellos mutilan el cuerpo de
Cristo, y lo mantienen en su imperfección; Por eso se hace necesaria la
circuncisión del cuerpo, pero no la circuncisión común que se conoce entre los
Judíos, sino que la circuncisión del cuerpo, es la circuncisión de la Iglesia de
Dios, es quitar del cuerpo aquello que Dios desecha, cortar de la Iglesia el
prepucio que aún se mantiene, por eso Pablo nos continúa diciendo: “Porque
nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos
gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne” (Filipenses
3:3), el que no confía en carne y vive conforme al Espíritu, ese se ha
circuncidado, pues se ha desprendido de su prepucio que es su carne y ha
dejado al descubierto su Espíritu, y ha colocado su Espíritu por encima de su
carne, haciendo morir todo deseo de la carne, y se ha guardado de los perros,
de aquellos que mutilan el cuerpo; Por eso circuncidar el cuerpo es separar de
la Iglesia todo aquello que le es dañoso, que son los malos obreros, los que
infunden vanidad en el cuerpo.
Los Cristianos Fariseos y su doctrina religiosa y tradicional al igual que los
Fariseos Judíos y sus doctrinas religiosas y tradicionales, constituyen el
prepucio del cuerpo que debe ser circuncidado, pues bien lo dice la palabra
sagrada de Dios cuando nos dice: “…..Toda planta que no plantó mi Padre
celestial, será desarraigada” (MT 15:13), por tanto, siendo que la
circuncisión se practica a los ocho días de nacido, y notando que la Iglesia de
Dios aún no ha sido circuncidada, podemos determinar que la Iglesia de Dios
aún está en su etapa de niñez y no ha cumplido los ocho días de edad, por eso
es que la verdadera Iglesia aún no se ha hecho manifiesta para reclamar su
herencia, y es precisamente por eso, por su falta de madurez y de crecimiento
espiritual que se escribió: “….Entre tanto que el heredero es niño, en nada
difiere del esclavo, aunque es señor de todo; sino que está bajo tutores y
curadores hasta el tiempo señalado por el padre” (Gálatas 4:1,2), el heredero
es la Iglesia, pero ésta aún está en su niñez, por lo cual en nada difiere de los
esclavos todavía, aunque sea la heredera de todo, hoy por hoy está bajo
tutores, bajo malos tutores que pretenden mantener a la iglesia en su niñez
espiritual, porque esclavos del pecado son, y mientras la Iglesia no haya
pasado su etapa de niñez, aún no es capaz de heredar, y en tanto no herede
quien debe heredar, todos aprovechan la riqueza del heredero, y en tanto el
heredero sea niño, está bajo esclavitud también, bajo la esclavitud de quienes
administran sus bienes, por eso Pablo continúa diciendo: “Así también
nosotros, cuando éramos niños, estábamos en esclavitud bajo los rudimentos
del mundo” (Gálatas 4:3), así que, la Iglesia esclava es de los rudimentos del
mundo, por eso es que marcha según marcha la humanidad, es dirigida de la
misma manera en que el hombre dirige sus negocios, sus instituciones, sus
gobiernos, sus métodos de educación, sus metodologías de enseñanzas, les es
enseñada la palabra de la misma manera en que el hombre enseña su ciencia,
en las universidades.
Los Fariseos de hoy, son esclavos de los rudimentos del mundo, de las
tradiciones del mundo y de sus religiones, y mantienen a la Iglesia de Dios
bajo el mismo yugo, porque así les es rentable, de la misma forma en que
aquellos antiguos Fariseos mantenían al Pueblo de Israel, así mismo estos
mantienen sumisa a la Iglesia de Dios, y será en el tiempo que Dios tiene
determinado que el niño crecerá, por eso es que el Apóstol nos dijo “sino que
está bajo tutores y curadores hasta el tiempo señalado por el padre”, ya hay
un tiempo señalado en que el cuerpo de Cristo crecerá y madurará, hay un
tiempo en que el trigo crecerá, pero de momento en el campo lo único que se
observa es la cizaña, la cual tiene apariencia de trigo, pero no lo es, porque el
trigo será visto en el campo en el tiempo señalado por el Señor; Hoy por hoy,
el mundo se afana y se goza viendo aquel campo tupido de lo que a sus ojos es
trigo, pero que en verdad es cizaña; hoy por hoy, la gente está convencida que
el reino de Dios se está haciendo manifiesto, porque observa que los
presidentes, ministros estatales y políticos, magistrados, reyes, empresarios, y
todos los sectores de la sociedad, de ninguna manera rechaza y ni persigue
ninguna doctrina cristiana que se les predique, porque también mira que el
nombre de Dios es gritado por todas partes y nadie recibe condena por ello, y
más bien es aplaudido; Pero lo que realmente se observa es la Iglesia coronada
de espinas, es una iglesia con una corona falsa, de la cual el Diablo día a día se
burla, así que la corona de la cual hoy por hoy goza la Iglesia de Dios, es la
misma corona que le fue impuesta a nuestro Señor Jesucristo aquel día en el
calvario.
Nadie se engañe y ni piense que por el hecho de observar que en su país no
hay persecución contra la Iglesia, y que más bien el nombre de Dios se
escucha en boca de los más grandes líderes de su nación o del mundo, es
porque Dios ya ha sido recibido por todos los habitantes de la tierra, porque
eso es falso; Nadie se engañe por el hecho de observar que en cada esquina
hay una Iglesia Cristiana en la que se enseña algún tipo de doctrina y lo hace
con toda libertad, porque eso no significa que la Iglesia está en crecimiento,
pues aún es niña y lo que observa no es la iglesia de Dios, pues por eso la
palabra nos dice: “Me ha entregado Dios al mentiroso,
Y en las manos de los impíos me hizo caer” (Job 16:11), Dios ha entregado a
la Iglesia en manos del mentiroso, no porque la Iglesia esté bajo castigo, sino
porque todo niño es esclavo de los designios de sus padres y de sus tutores,
hasta que su tiempo de madurez en el que se puede valer por sí mismo llegue,
y entonces pueda negarse a heredar la dentera provocada por las uvas agrias
que sus padres comieron, de tal manera que se cumple una vez el precepto que
anteriormente analizamos: ““….Entre tanto que el heredero es niño, en nada
difiere del esclavo, aunque es señor de todo”, así que siendo niños, esclavos
somos.
Es hasta que el niño crece que puede determinar por su propia cuenta las
abominaciones de sus padres y podrá romper las cadenas que le atan a sus
padres, y así dejará todo lo que sea y parezca religión y tradición, y así lograr
su circuncisión , cortando el prepucio de la religión y de la tradición heredada
por sus padres, despojándose del Fariseísmo que le rodea, apartándose del
malvado con sabiduría, pues por eso también se escribió: “El avisado ve el
mal y se esconde;
Mas los simples pasan y llevan el daño” (Prov. 27:12), la circuncisión del
cuerpo entonces es cortar lo simple de lo sabio, apartarse del mal que se
visualiza a la vista, vivir conforme el Espíritu de verdad, despojarse de las
tradiciones y de las religiones, acabar con los ritos y prácticas culturales,
arrancar el prepucio Fariseo, hacer morir a la carne para que viva el espíritu.
¿Quieres tú juzgarlos? ¿Los quieres juzgar tú, hijo de hombre? Hazles
conocer las abominaciones de sus padres, (Ezequiel 20:4), Para que el cuerpo
del Mesías que hoy es cuerpo de niño logre su madurez, deberá hacerle
conocer a sus miembros las abominaciones de sus padres, debe luchar por
abrir los ojos de la iglesia cautiva en esas miles de denominaciones alrededor
del mundo, porque debemos comenzar la tarea de vitaminar el cuerpo,
inyectándole conocimiento para hacerlo desarrollar, para que a su vez éste
pueda heredar, porque el tiempo estimado por Dios para la maduración del
trigo ha llegado.
Hoy los insensatos nos gobiernan y nos guían, ellos son empleados del
enemigo, y nos causan graves daños, y por eso aquel salmista nos escribió
“Porque no me afrentó un enemigo,
Lo cual habría soportado; Ni se alzó contra mí el que me aborrecía,
Porque me hubiera ocultado de él; Sino tú, hombre, al parecer íntimo mío,
Mi guía, y mi familiar; Que juntos comunicábamos dulcemente los secretos,
Y andábamos en amistad en la casa de Dios” (Salmo 55:12-14), porque los
enemigos de afuera son fáciles de distinguir, pero los de adentro son más
difíciles, por eso debemos alimentarnos de sabiduría, pues el enemigo está en
el cuerpo que es la Iglesia, es contra la enfermedad de nuestro cuerpo que
debemos luchar; El enemigo se ha disfrazado de nuestra piel, por eso cuando
la vemos en nuestros espejos pensamos que verdaderamente es nuestra piel la
que vemos, pero realmente cuando nos vemos ante el espejo lo que realmente
vemos es a nuestro enemigo mismo, él se ha adherido a nuestra piel y como
camaleón ha tomado el mismo tono de nuestra piel y nos mantiene engañados,
nos ha encerrado en sus celdas y nuestra alma está atrapada, mas en nuestro
corazón está la llave de la prisión, y ¿Qué espera Dios de nosotros? Que de la
misma manera en que Él en el principio, estando en medio de las tinieblas,
andando sobre las desordenadas aguas del mundo, pudo despertar a su ser y
dar aquella orden “HAGASE LA LUZ”; Que de ésa misma manera el hombre
estando en medio de las tinieblas, andando sobre las revueltas aguas del
mundo, pueda despertar al ser y diga la orden “HAGASE LA LUZ”, por eso es
que nuestro Señor Jesucristo nos dijo “Sed, pues, vosotros perfectos, como
vuestro Padre que está en los cielos es perfecto”, porque solo siendo tan
perfectos como el Padre podemos dar aquella orden, no obstante para ser
perfectos como el Padre ¿Qué debemos hacer? Alojar en nuestro corazón al
Espíritu del Padre, único perfecto, y actuar según sus designios, para llegar a
ser uno con su Espíritu, y entonces, en su perfección seremos perfectos como
Él.


CAPITULO VI
EL TEMPLO NO ES DE PIEDRA.
“Y despertó Jacob de su sueño, y dijo: Ciertamente Jehová está en este
lugar, y yo no lo sabía. Y tuvo miedo, y dijo: ¡Cuán terrible es este lugar!
No es otra cosa que casa de Dios, y puerta del cielo. Y se levantó Jacob de
mañana, y tomó la piedra que había puesto de cabecera, y la alzó por señal,
y derramó aceite encima de ella.” (Gen. 28:16-18), en aquella época Jacob
tuvo una gran revelación, la cual nunca comprendió, porque observó una
escalera que unía la tierra con el cielo, ángeles bajaban y subían sobre aquella
escalera, y en el extremo superior de la Escalera, la gloria de Dios era visible,
sin embargo, Jacob despertó aterrado, con fuerte miedo, y entre sus primeras
reacciones dijo “¡Cuán terrible es este lugar! No es otra cosa que casa de
Dios”, Supuso él que el sueño le había revelado que aquel lugar era la casa de
Dios, y santificó el lugar y bendijo a la piedra sobre la cual había puesto su
cabeza en la noche; Pero bajo ninguna circunstancia meditó sobre la Escalera
y mucho menos sobre el mensaje que Dios le había dicho aquella noche, así es
que entonces surgió la idea de creer que la casa de Dios es una casa física y
edificada por las manos de los hombres, pues Jacob creyó que aquel lugar
donde había tenido el sueño, era la casa de Dios, y por eso bendijo la piedra, y
se quedó Jacob maravillado del lugar donde tuvo la revelación pero no de la
revelación misma, prestó más importancia a la piedra que a la escalera, y
jamás supo que la escalera era la verdadera protagonista de aquel sueño, y no
fue sino hasta que el mismo Mesías se hiso presente que nos dijo: “…..De
aquí adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y
descienden sobre el Hijo del Hombre” (JN 1:51) fue el mismo Jesús que nos
reveló el significado de aquella escalera, pues esta simbolizaba la simiente de
Abraham sobre la cual serían benditas todas las familias de la tierra. Sin
embargo por milenios se ha creído que el templo de Dios es una casa hecha de
piedras y concreto, construida por las manos de los hombres, y se ha
santificado más al templo de piedra que al templo verdadero de Dios, porque
aquel sueño Jacob en cualquier lugar lo pudo haber tenido, pero lo importante
no era el lugar donde había tenido el sueño, sino el sueño mismo.
En las sagradas escrituras se habla de dos Israeles, el uno carnal y el otro
espiritual, el primero ama a Dios en la carne y el segundo lo ama en el
Espíritu, el que lo ama en la carne piensa que el templo de Dios es semejante
al templo de la carne, que son casas hechas por hombres, así que éste Israel
cree que el templo de Dios es aquel que construyó Salomón, y luego de éste el
segundo templo, y ahora que no está ninguno, se reúnen alrededor de una
pared que quedó de los escombros del último templo; En tanto el Israel
Espiritual, que es el verdadero Israel, el cual es surgido a partir de la verdadera
simiente de Abraham, éste sabe que el templo de Dios no es una fría casa de
concreto, y que Dios no habita en casa hecha por manos humanas.
Los Dos Israeles se hacen visible en Ezequiel 17:22-24 donde se nos dice:
“Así ha dicho Jehová el Señor: Tomaré yo del cogollo de aquel alto cedro, y
lo plantaré; del principal de sus renuevos cortaré un tallo, y lo plantaré
sobre el monte alto y sublime. En el monte alto de Israel lo plantaré, y
alzará ramas, y dará fruto, y se hará magnífico cedro; y habitarán debajo de
él todas las aves de toda especie; a la sombra de sus ramas habitarán. Y
sabrán todos los árboles del campo que yo Jehová abatí el árbol sublime,
levanté el árbol bajo, hice secar el árbol verde, e hice reverdecer el árbol
seco. Yo Jehová lo he dicho, y lo haré”, Dios tomó del primer Cedro (Israel,
la nación terrenal) un cogollo del mejor de sus renuevos y lo plantó en el lugar
más alto y sublime, éste cogollo tomado del mejor de sus renuevos, es la
simiente de Abraham, de la tribu de Judá, nuestro Señor Jesucristo; Mientras
tanto ha hecho secar al antiguo cedro, cuyas ramas tienen aún esperanza de
salvarse, siempre y cuando abandonen la dependencia de aquel viejo cedro el
cual se alimenta de religión y tradición, y se injerten en el renuevo sembrado
en lo más alto y sublime del monte de Dios; Pero aquel viejo cedro se quedó
creyendo que la casa de Dios es de piedra y aman acudir a los alrededores de
las piedras para según ellos encontrarse con Dios, sin embargo el nuevo cedro
acude a su templo espiritual, que es Jesucristo, el cual se aloja en su corazón.
Sabemos entonces que el viejo Cedro, el Israel carnal, nunca aceptó más
templo que el de piedra, pero quizás en su entendimiento nunca analizaron,
que el mismo constructor de aquel primer templo, lleno del Espíritu dijo:
“Mas ¿quién será capaz de edificarle casa, siendo que los cielos y los cielos
de los cielos no pueden contenerlo? ¿Quién, pues, soy yo, para que le
edifique casa, sino tan sólo para quemar incienso delante de él?” (2da.
Crónica 2:6) aquel mismo constructor reconoció que aquella casa eran tan sólo
para quemar incienso, para hacer los sacrificios, para celebrar las fiestas, sería
un lugar para reunirse en nombre de Dios y celebrar en comunidad, pero el
mismo Salomón estaba claro que Dios no habitaría en aquel lugar, pues
posteriormente una vez construido aquel primer templo dijo: “Mas ¿es verdad
que Dios habitará con el hombre en la tierra? He aquí, los cielos y los cielos
de los cielos no te pueden contener: ¿cuánto menos esta casa que he
edificado?” (2da, Crónicas 6:18), desde el momento de la edificación se sabía
que Dios no habitaría en el templo de roca, sino que su objetivo era ser un
lugar predestinado para que el pueblo se congregase en su nombre; Ellos no
analizaron que si realmente Dios habitaba en aquel lugar, Dios nunca hubiera
permitido que fuese destruido la primera vez, ni la segunda vez.
Cuando Cristo Jesús se hiso presente y anduvo entre los hombres, Él fue claro
en aquella ocasión cuando dijo “…..Destruid este templo, y en tres días lo
levantaré. Dijeron luego los judíos: En cuarenta y seis años fue edificado
este templo, ¿y tú en tres días lo levantarás? Mas él hablaba del templo de
su cuerpo” (JN 2:19-21), Cristo se refirió a sí mismo como el templo de Dios,
y en efecto así es, siendo que el Espíritu de Dios habita en Él; No así aquel
templo de piedra, cuyos administradores suponían que era el verdadero
templo, así que al ser asesinado Jesús, en efecto el templo fue levantado en
tres días, pues en tres días Él resucitó.
Cristo es entonces el templo de Dios, pero cuando Él ascendió a los cielos, una
promesa hiso: “Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros
me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis. En aquel día vosotros
conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros. El
que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me
ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él” (JN
14:19-21), Él nos dijo que el mundo no le vería más, pero que sus discípulos sí
le verían, porque Él se manifestaría en cada uno de los que le aman, sin
embargo el que le ama es aquel que tiene sus mandamientos y los guarda, así
que no basta tener los mandamientos sino obedecerlos para que él se
manifieste en cada ser humano; Pues debido a esta promesa sabemos que Él se
fue y su presencia física se fue también, por lo que el templo de Dios que es el
Mesías, no está visible más en un lugar específico, sino que según su promesa
Él se manifiesta en cada uno de los que le aman, porque el mundo no lo ve,
pero quien lo ama sí lo ve; Por lo tanto sólo el que lo ve, puede afirmar que ha
vsitado el templo, solo el que lo ama conoce el templo de Dios, pues el templo
está en espíritu en cada corazón que lo ama, es entonces que el templo de Dios
es lo que da vida a la Iglesia de Dios, es ahí donde radica la gran diferencia
entre templo e iglesia; En que el templo mora en la Iglesia que es cada uno de
los miembros del cuerpo de Cristo, por lo cual siendo que el Templo es la
morada del Espíritu Santo, y siendo que el Espíritu Santo mora en el cuerpo de
Cristo, y siendo que el cuerpo de Cristo es la Iglesia, y por ende la Iglesia es
cada uno de los que ama a Cristo, entonces cada uno de los que lo ama se ha
convertido en el templo de Dios; Por esta razón el que ama a Cristo no
requiere visitar una casa física de madera o concreto para que diga que ha
visitado la casa de Dios, porque él sabe que la casa de Dios, es él mismo, y en
cualquier lugar donde se encuentre, le basta estar a solas y dirigir sus palabras
hacia su corazón, como una madre cuando le habla a su vientre, y sucederá
que entablará su conversación con el altísimo, y éste le oirá y le responderá; El
que verdaderamente ama a Cristo no llama a las edificaciones humanas
“iglesias, ni templos” porque sería tal cual comparásemos nuestro corazón que
es la casa de Dios, como una piedra fría e insensible, sino que esas deberían
llamarse “Lugar de reunión” donde los miembros de la iglesia se congregan a
compartir la enseñanza del Espíritu, y a brindar alabanzas al Señor.
La palabra nos dice: “para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la
casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la
verdad” (1ra Timoteo 3; 15) la persona que ama a Cristo, quien tiene sus
mandamientos y los guarda, éste es Iglesia, es decir, la ciudad sobre la cual se
ha edificado el templo de Dios, nuestro ser es la ciudad sobre la cual Dios
decidió poner su nombre, y al respecto ha dicho a nuestro señor Jesucristo, lo
mismo que dijo a Salomón cuando edificó aquel templo de piedra: “Yo he
santificado esta casa que tú has edificado, para poner mi nombre en ella
para siempre; y en ella estarán mis ojos y mi corazón todos los días” (1
Reyes 9:3), nuestro ser entonces es la iglesia, la casa que ha edificado Cristo
para poner el nombre de Dios y se ha convertido por tanto en “Casa de Dios”,
y goza de la bendición de Dios, y Dios la ha santificado al igual que aquella
casa de piedra; Por eso cuando se nos dice “cómo debes conducirte en la casa
de Dios” es: La forma en que debemos conducir nuestro ser, como arrendar
nuestro cuerpo desde el Espíritu, como comandar los movimientos y los actos
que hacemos en la carne, en el mundo exterior o físico; Conducirnos en la casa
de Dios, es saber gobernar nuestros sentidos, según los deseos del Espíritu y
no según los deseos de nuestro cuerpo.
En aquel templo que Salomón había construido para poner el nombre de Dios,
se ministraba la palabra del Padre Celestial, y quienes la ministraban eran los
sacerdotes que por su linaje sanguíneo y carnal Dios había designado; Pero en
el nuevo templo de Dios, el que no está visible al mundo, ahí su palabra es
Ministrada por el Espíritu Santo, quien vino como enviado y designado del
Padre en lugar de nuestro Santo Maestro, y que por tanto vino a ocupar el
Lugar de Cristo, que es nuestro real Sacerdote por linaje no de hombre sino de
Dios, pues ha sido nombrado Rey y Sacerdote, por eso previo a su partida
nuestro Señor nos dijo: “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no
las podéis sobrellevar. Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os
guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que
hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir”
(JN 16:12,13), el Espíritu Santo entonces vendría a terminar de enseñar, pues
Cristo mismo dijo que hacía falta mucho por enseñar, pero lo que había que
enseñar era demasiado complejo para que sus apóstoles lo contuvieran o lo
sobrellevaran, y que por eso era mediante el Espíritu que terminaría de revelar
toda la verdad, porque el Espíritu hablaría la palabra de Dios; Es así pues, que
en el templo de Dios que somos sus hijos, es ministrada la palabra, no
mediante sacerdotes humanos, sino mediante sacerdote espiritual, es a
domicilio que Dios nos trae el conocimiento; Es dentro de nosotros que se
desarrolla la clase del Espíritu Santo, y es mediante el Espíritu que se nos abre
el conocimiento y la sabiduría; Es dentro de nuestro ser que está el templo, no
afuera; Es dentro de nosotros que se ministra la palabra, no afuera; Es dentro
de nosotros que el Espíritu nos revela aquellas cosas ocultas de Dios, no
afuera; Es en el espíritu que está la palabra que merece toda confianza, porque
no podemos confiar en los hombres; Es dentro de nosotros mediante nuestra
conciencia que se produce la voz de aprobación o desaprobación cuando
oímos la palabra de Dios en boca de los hombres, es desde nuestra conciencia
que debe salir nuestro “amén”.
¿Es malo oír la enseñanza de los hombres? Por supuesto que no, pues la
misma palabra nos dice: “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros,
profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de
perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del
cuerpo de Cristo” (Efesios 4:11,12) Cristo mismo constituyó apóstoles,
evangelistas, pastores y maestros, pero la razón de su constitución es:
“Perfeccionar a los santos para la obra del ministerio” , cuando se nos dice
que debemos perfeccionar algo o a alguien, eso significa que ese alguien o
algo ya está hecho o edificado, es algo cuya edificación ya la había comenzado
alguien más, y lo que queda es hacer un acabado final, pulir la obra, definir la
obra que alguien más ha comenzado; Así que la razón para que existan estos
cargos en la Iglesia es darle el toque final a la obra que ya el Espíritu comenzó,
es corregir lo que el hombre mal entendió del Espíritu, es redefinir algunos
detalles que la persona no captó con fineza; Es tal cual un maestro de obra
haya construido una casa, y luego llegó el pintor para darle imagen, maquillaje
o fachada a la obra. El objetivo pues de estos personajes, no es hacer la obra
sino perfeccionarla, porque el hacer o edificar es trabajo directo del Maestro
real, del Sacerdote real.
La instrucción, la enseñanza y el proporcionar sabiduría es tarea directa y sin
intermediarios del Espíritu Santo, pero el acabado y el toque final es de los
apóstoles, evangelistas, pastores y maestros, por eso cuando uno de estos
miembros de la Iglesia intenta hacer la obra, imponerte sabiduría o cambiar
radicalmente tu entendimiento, éste es falso, y no ha sido constituido por
Cristo, porque intenta hacer la obra cuya potestad es única y exclusiva del
Espíritu Santo; El que intenta formar al hombre ese es falso, pues su tarea es
nada más perfeccionar los conocimientos que ya el hombre ha obtenido
procedente del Espíritu Santo; Y el que aprende todo su conocimiento de
hombre también es falso discípulo porque no ha sido edificado por el
verdadero constructor, y se vuelve templo hecho por manos humanas, en
donde está Dicho que Dios no habita; Así que la captación, la instrucción, la
edificación, la enseñanza, no está en manos de hombres, sino que es tarea del
Espíritu santo, y el trabajo del hombre es nada más retocar la obra del maestro,
sellar fisuras, rellenar hendiduras; no puede entonces el hombre usurpar el
lugar de Dios, ni usurpar la potestad de Dios, porque Dios es el alfarero, en
tanto el hombre es quien retoca la vasija, Dios es quien construye la casa
donde habitará, pero el hombre es quien le pone pintura y le da colorido, pero
el pintor no puede desbaratar la casa y volverla a construir, ni añadir
habitaciones, ni quitar o poner puertas a la casa, ni hacerle anexos, sino que su
trabajo se limita a pintarla nada más; Y ni el jardinero puede arrancar las
plantas y los ornamentos para sembrar otros, sino que su trabajo es mantener
lindo el jardín, podado, regarlo con agua a diario, asistirlo para que éste no
muera; ese pues es el trabajo dentro de la Iglesia, de los Discípulos, de los
evangelistas, de los pastores y de los maestros, darle mantenimiento a la obra
hecha por Dios, darle mantenimiento a la casa que Dios edificó para poner su
nombre, darle perfección a la Iglesia, corregir lo que el discípulo entendió mal
del Espíritu Santo.
Cuando se nos dice en el libro de los Hechos 17:24 “El Dios que hizo el
mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra,
no habita en templos hechos por manos humanas” no tan sólo se nos está
diciendo que Él no habita en templos de Concreto, sino también se nos dice
que Él no habita en templos de carne y sangre, cuya edificación espiritual no
fue hecha por el Espíritu Santo; Por lo que, el que quiere llevar consigo al
Espíritu Santo, el que quiere ser habitado por Dios, debe alimentarse con
palabra proveniente del propio Espíritu Santo, debe recibir su enseñanza no de
hombres, sino del propio Maestro constructor, debe ser edificado por las
manos propias del alfarero, porque de lo contrario se ha de considerar
“Templo hecho por manos humanas” en donde no habita ni habitará Dios,
hasta que éste renuncie a toda la masa leudada con la que se ha venido
alimentando su alma.
La palabra de Dios es completamente clara cuando nos dice: “…He aquí yo,
yo mismo iré a buscar mis ovejas, y las reconoceré” (Ezequiel 34:11), Si
Dios mismo dice yo mismo iré a buscar a mis ovejas, es porque Él mismo lo
hará, y si él nos dice que Él las reconocerá, es porque Él mismo las edificará
para poder habitar en ellas, porque también nos dice: “Yo apacentaré mis
ovejas, y yo les daré aprisco, dice Jehová el Señor. Yo buscaré la perdida, y
haré volver al redil la descarriada; vendaré la perniquebrada, y fortaleceré
la débil; mas a la engordada y a la fuerte destruiré; las apacentaré con
justicia” (Ezequiel 34:15,16), Se trata entonces que el hombre recibirá su
llamado del propio Dios omnipotente, y él tendrá que atenderlo, deberá
aprender a escucharlo, y al escucharlo, deberá aprender a obedecerlo en la
instrucción, y poco a poco lo irá formando, lo irá edificando, es una vez
edificado que estará en manos de los maestros y pastores humanos, quienes lo
perfeccionarán; Pero necesario es que primero el hombre sea formado y
edificado por el propio Espíritu Santo, porque de otra manera podría ser
fácilmente engañado por las doctrinas de los hombres; Así pues, una vez
edificado, él sabrá distinguir entre las cosas buenas que enseñan los hombres y
las cosas malas, podrá discernir si quien se supone lo está perfeccionando anda
verdaderamente por el Espíritu, si quien se supone que lo perfeccionará habla
el mismo idioma que el Espíritu que lo edificó, si utiliza el mismo barro con el
que el alfarero lo construyó, podrá tomar lo bueno y desechar lo malo, tendrá
capacidad para repeler toda mala doctrina que no proviene de Dios, sabrá si
realmente lo están perfeccionando, o más bien están desbaratando la obra que
Dios había hecho; Por eso es necesario que el hombre antes de recibir
enseñanza humana, sea edificado por la mano poderosa de Dios, porque si las
cosas las hace al revés, e inicia a edificarse con enseñanza humana, le será
imposible llegar a gozar de la presencia del Espíritu, porque éste no habita en
templos hechos por manos humanas; Pero también, cuando le llegue la
enseñanza del verdadero Espíritu, costará mucho que asimile la enseñanza,
porque creerá que está confundido y difícilmente renunciará a lo que ya le fue
enseñado por hombres, porque querrá conservar la tradición de su creencia, le
parecerá una fábula la verdadera enseñanza.
Pablo dijo a los Gálatas “¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el
Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?” , Las mismas preguntas hoy la
hago a los Fariseos de éste siglo, porque comenzaron por el Espíritu, si es que
alguna vez comenzaron, pero han acabado en la Carne, porque siguen
pensando como carnales, así que siguen creyendo que Dios habita en los
lugares donde el hombre habita, en casas de concreto, llenas de lujos,
abarrotadas de inversiones monetarias, con pisos brillantes, pero cuyo brillo es
apestoso ante los ojos de Dios; Estos seres aún no se ven como a espirituales
ni a ellos mismos, mucho menos han visto como a espiritual a Dios; Han
supuesto que nuestro Dios y ellos tienen un mismo pensamiento, piensan que
Dios no tiene gusto para elegir dónde quiere habitar, y le hacen casas de
concreto con grandes lujos, para que según ellos a Dios se le vallan los ojos al
ver semejante belleza de Construcción que le han dedicado, y ganar con eso,
según ellos, la gracia de Dios. Los que comenzaron en el Espíritu no pueden
acabar en la carne, porque la vida en el Espíritu es renunciar a la carne, ¿Cómo
se puede comenzar por la vida y acabar en la muerte?, ¿A caso no saben que
primero se muere y después se vive?, porque primero se destruye el templo de
piedra para dar paso al templo espiritual, así también primero se mata a la
carne (que es polvo) y después se recibe al Espíritu.
Bajo ninguna circunstancia lo imperfecto puede perfeccionar la obra de lo
perfecto, así que, solo el que fue instruido en el Espíritu y ha logrado la
perfección , puede realizar la perfección de la obra de Dios; Ningún hombre
cuya alimentación provenga de la ciencia humana, de las doctrinas humanas,
de las religiones humanas o de las tradiciones humanas, podrá realizar el
trabajo dado a los apóstoles, a los evangelistas, a los pastores y a los maestros;
Pues solo con las manos de nuestros propios cuerpos podemos corregir un
botón que esté mal colocado en nuestra ropa, solo con nuestras propias manos
es que podemos atarnos a gusto los cordones de nuestros zapatos, solo con
nuestras propias uñas podremos rascarnos donde nos pica, esto quiere decir:
Que solo los que forman parte del cuerpo de Cristo que es la Iglesia pueden
retocar la obra de Cristo, porque el que no ha sido instruido por el Espíritu
Santo no es miembro del cuerpo de Cristo que es la Iglesia, pues en él no
habita el Espíritu Santo, y por tanto, no siendo parte del cuerpo, no puede
retocar el cuerpo, porque siendo de otro cuerpo que no es el de Cristo, ¿ cómo
puede saber en qué parte del cuerpo de Cristo que es la Iglesia hay comezón?,
de ninguna manera lo puede saber.
¿Has intentado alguna vez rascar la espalda de otra persona?, ¿A caso no es
incómodo?, porque tienes que estarle preguntando en qué lugar exacto es que
le pica, y tienes que preguntar con cuánta fuerza quiere que lo rasques, te
pones a pensar que quizás andas muy largas las uñas, llevas el temor de
ocasionarle rasguños, en fin, no es cómoda esa situación; Y ¿Qué tal siente la
persona a la que se rasca?, ¿Te ha rascado la espalda alguien alguna vez?, ¿No
es acaso engorroso sentir las uñas de otro en tu espalda?, ¿no es incómodo que
tú le digas “Un poco más arriba” ó “un poco más abajo” y al final te rasca
donde no tienes comezón?; Así mismo ocurre, cuando el discípulo del espíritu
Santo acude a un evangelista, pastor o maestro, que no ha sido instruido por el
Espíritu Santo, sino que se instruyó mediante la Teología, la religión, la
tradición o la ciencia de cualquier índole, éste no forma parte del cuerpo de
Cristo que es la Iglesia, y por tanto le es difícil detectar en qué parte del
cuerpo es que se presentó la comezón, y no puede rascarte, y si lo hace puede
lastimarte, en fin, al pertenecer sus manos a otro cuerpo, no pueden esas
manos corregir los detalles del cuerpo de Cristo, no pueden rascar la comezón
adecuadamente.
Veamos un gran ejemplo del daño que hacen al cuerpo cuando el que lo
perfecciona es imperfecto; Cuando Cristo ascendió al cielo, ocurrió que sus
apóstoles esperaban por el Espíritu Santo, estaban reunidos, pero con el
transcurso de los días, y ante la tardanza, supusieron ellos que dicha tardanza
se debía a que ellos hasta antes de la traición de Judas Iscariote eran doce
discípulos, y que para que el Espíritu Santo se hiciera manifiesto en ellos,
necesitaban reemplazar al traidor, así que por su propia cuenta decidieron
perfeccionar el cuerpo (La iglesia) y nombraron como reemplazo d Judas
Iscariote a Matías, esa decisión fue echada a suerte; Días más tarde la llegada
del Espíritu Santo no se hizo esperar más, y fueron ungidos por el Espíritu
todos ellos, incluso Matías; Pero años más tarde, el propio Jesús se le apareció
a Saulo, a quien luego se le llamara Pablo, y a éste lo nombró apóstol, la
pregunta es ¿Fue Matías el reemplazo de judas Iscariote o lo fue Pablo?, ¿A
caso entonces con el nombramiento de Pablo, los apóstoles subieron a trece en
lugar de doce?, bueno la palabra del propio Mesías nos dice: “Yo, pues, os
asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí, para que comáis y
bebáis a mi mesa en mi reino, y os sentéis en tronos juzgando a las doce
tribus de Israel” (LC 22:29,30), Acá vemos que la razón de los doce apóstoles
es para juzgar a las Tribus de Israel, y si las Tribus de Israel son doce, significa
que a cada Apóstol le corresponde juzgar a una de ellas, pero si ahora son
trece apóstoles, uno de ellos estaría sobrando con relación a las doce Tribus,
por otra parte se nos dice: “Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y
sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero” (Apocalipsis
21:14), Al final de los tiempos serán reconocidos únicamente doce Apóstoles,
doce y no trece, por lo tanto ¿Cuál de los dos apóstoles nombrados posterior al
ascenso de Cristo ha quedado validado por Cristo?, ¿A caso Cristo validará al
que fue nombrado por sus discípulos o validará al que fue nombrado por Él
mismo?, obviamente, Él validará al que Él mismo nombró, él reconocerá a
Pablo, no a Matías, pues éste fue nombrado sin su consentimiento, fue
nombrado por hombres, por hombres que aún no habían recibido al Espíritu
Santo, porque si realmente fue válido el nombramiento de Matías, ¿porqué no
se le menciona más en los hechos de los Apóstoles?, ¿Porqué no escribió éste
ninguna carta a ninguna iglesia?, y si no es Pablo entonces ¿Porqué Pablo sí
recibió mucha inspiración y revelación del Espíritu Santo?, ¿Porqué Pablo en
muchas de sus cartas recalca “Pablo, apóstol (no de hombres ni por hombre,
sino por Jesucristo y por Dios el Padre que lo resucitó de los muertos)”? Por
la sencilla razón, de que su nombramiento fue directa y no por intermediarios;
Así que, debemos dejar claro, que Cristo es quien edifica a sus discípulos, Él
es quien los nombra, no los hombres; Él es quien escoge a quien revelar su
sabiduría, no los hombres; Él es quien construye su cuerpo, no los hombres; Él
es quien educa a su iglesia que es su cuerpo, no los hombres; Por tanto, si para
Él no fue válido el nombramiento que hicieron sus Apóstoles, por no contar
con su autorización, imagínate pues, si es válido el nombramiento de
Apóstoles, Maestros, evangelistas o pastores hechos por hombres; Imagínate si
es posible que el hombre común construya, eduque y perfeccione la obra de
Dios.
Los Fariseos Cristianos al igual que los antiguos Judíos Fariseos, han creído
por siglos que el templo de Dios es de piedra, y exigen como pre requisito para
iniciarse y mantenerse reconocido como Cristiano, visitar “La iglesia” a lo que
ellos también llaman “el templo de Dios”. Si el Cristiano no llega a la casa a la
que ellos llaman Iglesia o templo, los tildan de haber ya abandonado los atrios
del Señor, de haberse olvidado de su amor de juventud, de haber abandonado
la fe, de no estar consagrados al señor, de haber caído nuevamente en el
pecado, pues consideran pecado el no visitar la casa a la que ellos llaman
“Iglesia”, y por esta razón aplican medidas disciplinarias a sus feligreses. Ellos
al igual que aquellos Fariseos se han quedado con la piedra y desechado la
escalera, ellos al igual que aquellos han creído ser dueños de la verdad
absoluta, y el que no cuenta con su aprobación como Cristiano, entonces no
cuenta con la aprobación del altísimo, y han considerado que el que no llega a
sus “iglesias” a aprender la palabra de Dios, a practicarla y a recibir la unción,
entonces ese no puede ser salvo; Dicen saber tanto de la Palabra, que ni ellos
mismo se han percatado, que sus templos son de roca terrestres, pero que el
verdadero templo también es roca, pero roca celestial, roca de la cual emana
agua viva, roca que aunque fue desechada a llegado a ser piedra angular del
verdadero templo de Dios, dicen conocer tanto a Dios, que al final no conocen
nada de Él, pues el que no sabe estas simples cosas, no puede saber las cosas
más complejas de Él.
Mientras los Fariseos del Cristianismo se han apropiado y administran los
templos de piedras, los verdaderos Cristianos son edificados y administrados
por el verdadero templo, pues a diferencia de su templo de piedra en el que
ellos enseñan, el templo de la roca verdadera, enseña, pues este templo es de
roca viviente, la cual habla, camina, se mueve, pues es todo en uno, porque
tanto el templo, como el maestro y el sacerdote, uno mismo es y fue edificado
por manos de Dios; En cambio el templo de piedra al que ellos consideran
casa de Dios, es inmóvil, es piedra muerta, no habla, ni oye y es hecho por
manos humanas, al igual que quienes en él enseñan, pues los que enseñan en
esos templos fueron edificados mediante la ciencia humana de la Teología.
El verdadero Templo de Dios no espera a que el que ama a Dios llegue a Él,
sino que el templo mismo llega a quien ama al Padre, mientras el templo de
los Fariseos está en un solo lugar esperando a que llegue quien desea alabar a
Dios, y para poder acercarse más al creyente construyen y construyen más
casas de concreto, pero el verdadero templo de Dios se multiplica sólo,
logrando la existencia de un templo para cada creyente real, pues Él habló y
nos dijo: “Yo que hago dar a luz, ¿no haré nacer? dijo Jehová. Yo que hago
engendrar, ¿impediré el nacimiento? dice tu Dios. Alegraos con Jerusalén,
y gozaos con ella, todos los que la amáis; llenaos con ella de gozo, todos los
que os enlutáis por ella; para que maméis y os saciéis de los pechos de sus
consolaciones; para que bebáis, y os deleitéis con el resplandor de su gloria.
Porque así dice Jehová: He aquí que yo extiendo sobre ella paz como un río,
y la gloria de las naciones como torrente que se desborda; y mamaréis, y en
los brazos seréis traídos, y sobre las rodillas seréis mimados. Como aquel a
quien consuela su madre, así os consolaré yo a vosotros, y en Jerusalén
tomaréis consuelo. Y veréis, y se alegrará vuestro corazón, y vuestros
huesos reverdecerán como la hierba; y la mano de Jehová para con sus
siervos será conocida, y se enojará contra sus enemigos.” (Isaías 66:9-14), Si
Dios hizo que el hombre pudiera engendrar y hacer que su mujer diera a luz,
¿Porqué Dios no podrá multiplicar su Espíritu?, ¿Si hace multiplicar a la
carne, cuánto más podrá hacer multiplicar al Espíritu?, Él ha hecho multiplicar
su Espíritu para que al nacimiento de cada nuevo hombre en Cristo, le sea
dado el Espíritu Santo, Él ha hecho multiplicar su Espíritu para que en cada
hombre que se humille ante Él, more el Espíritu Santo; Sabemos pues que
donde mora el Espíritu Santo ahí mora Dios, por tanto es esa morada la que
debe llamarse Templo de Dios; sabemos también que Dios escogió a Jerusalén
para poner ahí su nombre, y por ello se nos dice: “Alegraos con Jerusalén, y
gozaos con ella, todos los que la amáis” , Él ha hecho de cada hombre que le
ama una “nueva Jerusalén” pues en cada hombre que lo ama ha puesto su
nombre, su templo está en Jerusalén, pero no en la Jerusalén desolada y física
de nuestro mundo, sino en la Jerusalén en la que cada hombre que ama a Dios
fue convertido; Ahora bien, entendamos, que el rey de Israel tiene su casa en
Jerusalén, junto al templo de Dios, es por ello que nos hemos vuelto morada
del templo de Dios y de la casa del rey, por eso debemos alegrarnos y
gozarnos con ella, porque ella (Jerusalén) ha llegado a nosotros y se ha
fundado en nosotros, pues nosotros mismos somos esa Jerusalén, donde Dios
ha puesto su nombre y donde el Rey ha hecho su morada, por eso es que
también acá se nos escribió “llenaos con ella de gozo, todos los que os
enlutáis por ella” , ella (Jerusalén) cuando fue fundada en nosotros nos ha
traído gozo, alegría, ha desvanecido la desolación espiritual en la que
vivíamos, acabando con nuestra escasés de alimento espiritual y por eso
también dice “para que maméis y os saciéis de los pechos de sus
consolaciones; para que bebáis, y os deleitéis con el resplandor de su
gloria”, al estar en nosotros Jerusalén, ciudad Santa y sagrada, en la que Dios
ha puesto su nombre y el Rey su morada, nos hemos hecho beneficiarios de su
prosperidad, de su saciedad, de su alimento, al hacernos sucursal de Jerusalén
hemos ganado la bendición de Dios, amamantándonos con leche espiritual,
saciándonos de consolaciones, para deleitarnos con el resplandor de su gloria.
Dios nos hizo merecedores de la verdad que antes había sido dada de forma
física, hoy cada cual es una ciudad, una pequeña réplica de la ciudad Santa de
Dios, donde está la casa del rey y el Templo de Dios, somos una ciudad que
habla, y tenemos un templo que habla también, pues por eso Dios nos dijo:
“Voz de alboroto de la ciudad, voz del templo, voz de Jehová que da el pago a
sus enemigos” (Isaías 66:6) , Dios nos enseña que las cosas que Él hace, todas
son obras vivas, así que su ciudad tiene voz y su templo tiene voz. En el
templo fariseo, las paredes, los techos y los muros son roca muerta, no tienen
voz, son fríos y desolados, el templo por tanto no se mueve, no habla, no
enseña, y para hacerlo realmente útil, son los hombres que en él moran los que
tienen que hablar y enseñar; Pero el Templo de Dios enseña porque tiene voz,
transmite lo que Dios habla sin alterar su palabra, sus paredes y sus pilares son
vivas, por eso acá en este templo se han constituido Maestros, Pastores,
Evangelistas y Apóstoles, no para edificar, sino para perfeccionar lo edificado,
pues la edificación es tarea de Dios y de nadie más, pues la edificación de la
que se nos habla constantemente en las enseñanzas Cristianas, no es más que
la construcción de la nueva Jerusalén en nosotros.
Esta afirmación no es más que la confirmación de aquellas palabras que Dios
nos hizo saber “Aunque les he arrojado lejos entre las naciones, y les he
esparcido por las tierras, con todo eso les seré por un pequeño santuario en
las tierras adonde lleguen” (Ezequiel 11:16), Dios no nos dijo “Me
construiréis santuarios a mi nombre”, sino que Él dijo “les seré por un
pequeño santuario”, desde antes ya nos había dicho que Él sería nuestro
Santuario, es decir, que nuestro santuario sería viviente, eterno, inconmovible,
un santuario que no se deteriora, ni necesita reparaciones, ni pintura, uno que
no requiere de sacerdotes que enseñen, sino que requiere de hombres que
perfeccionen el templo edificado, que lo embellezcan, no hombres que añadan
más compartimientos al templo ya edificado, sino hombres que lo cuiden y
vigilen, que resguarden sus entradas para que a él ingresen los verdaderos; Ya
desde antes nuestro Dios había dejado claro que su Santuario no es un lugar
sino un ser, que su santuario es Él mismo, y nosotros somos su ciudad, la
ciudad donde Él estableció el Santuario mediante su Espíritu Santo.
Desde la antigüedad Dios nos habló sobre esto, pues cuando hizo brotar agua
de la roca, la señal era clara: “De la piedra sobre la que establecería su
Templo, haría brotar agua viva”, pero ¿Quién es la piedra sobre la que
estableció su Templo? Pues esa piedra es Cristo, a quien golpeó con su vara
en aquel sacrificio, por eso se nos escribió: “Contra los pastores se ha
encendido mi enojo, y castigaré a los jefes; pero Jehová de los ejércitos
visitará su rebaño, la casa de Judá, y los pondrá como su caballo de honor
en la guerra. De él saldrá la piedra angular, de él la clavija, de él el arco de
guerra, de él también todo apremiador.” (Zacarías 10:3,4) Dios mismo
bajaría en busca de su rebaño, mediante nuestro Señor Jesucristo, de Él mismo
saldría la piedra angular, la base del templo, el templo mismo, así pues, Él
sería piedra angular, clavija, arco de guerra y todo apremiador, Él sería todo en
uno, y el hombre que lo recibiera sería “su caballo de honor en la guerra”;
Asumamos algo pues, que el hombre no es jinete sino el caballo, pues el
guerrero, el arco, el escudo y la piedra angular es nuestro Santo Maestro, ¿Qué
son los caballos, sino los vehículos que utilizan los guerreros en la batalla?,
somos caballos de guerra, pero nuestro jinete es Cristo, vamos donde Él va,
por eso nadie que ha recibido a Cristo puede hacerse planes espirituales, pues
los caballos van según la rienda lo indique; Por otra parte, los caballos no son
amaestrados por otros caballos, sino que son amaestrados por su jinete, y los
jinetes usan a los caballos de más experiencia para perfeccionar el
amaestramiento de su nuevo caballo, así pues, vemos que la tarea del Pastor, el
evangelista, el maestro que Cristo ha constituido, es la tarea del caballo
experimentado a quien el jinete pone de modelo, pero quien lo entrena para la
batalla es el jinete mismo.
La Piedra angular del templo de Dios es Cristo, ya que se nos dice: “por tanto,
Jehová el Señor dice así: He aquí que yo he puesto en Sion por fundamento
una piedra, piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable; el que
creyere, no se apresure” (Isaías 28:16), Está claro que la gran piedra es el
Mesías, pero algo muy claro también nos dice “El que creyere, no se apresure”
, es la presura que nos lleva al abismo espiritual, es el tomar a Dios como
bebida rápida lo que nos hace perder el hilo dorado hacia la salvación, porque
sabiendo que él nos dice que Él lo es todo, Maestro, Sacerdote, rey y Templo,
nos vamos en la primera impresión con maestros que son hombres, Sacerdotes
que son hombres y templos que son de piedra corriente y muerta; no somos
pacientes en la espera, pues no debemos apresurarnos, porque la enseñanza y
la edificación de la ciudad santa en nosotros es tarea suya y de nadie más, por
eso también se nos dijo: “Yo os he enviado a segar lo que vosotros no
labrasteis; otros labraron, y vosotros habéis entrado en sus labores.” (JN
4:38), Cristo constituyó ministros para segar lo que ellos no sembraron, ellos
fueron puestos para perfeccionar la obra que el obrero real ya había hecho,
solo para darles el retoque de embellecimiento, para sembrar jardines en el
patio de la casa construida, pintar la casa construida, adornar la casa
construida y edificada por Él; No para hacerle nuevas divisiones, o para
destruirla y construirla de nuevo.
El Fariseo que se dice Cristiano a sí mismo, tiene arraigada la idea del templo
de roca fría y muerta, estos aún consideran que Dios habita en esas casas, pero
deben darse cuenta de cosas que notoriamente nos hacen saber que Dios ha
repudiado que se crea eso; En primer lugar , Dios permitió que el Templo que
edificó el Rey Salomón cayera, y que fuera saqueado por los usurpadores, esta
señal nos dice: Que Dios no ve con agrado que los seres humanos se aferren a
una casa de piedra para buscarlo, con esta señal Él nos ha comunicado que su
templo pasaría de roca muerta a roca viva, que lo que antes era materia hoy
sería Espíritu, que lo que antes era muerto hoy es vivo, esta señal también nos
dice que para que el hombre sirva a Dios no es necesario servirlo en un templo
de piedra, pues el que sirve a Dios, anda con Dios, porque en él mora Dios y
que por tanto se ha convertido él mismo en templo de Dios.
Hay cosas que deben ser analizadas en el Espíritu para comprenderlas, cosas
como las que te plantearé: En el libro de Éxodo 17:6 la palabra de Dios nos
dice: “He aquí que yo estaré delante de ti allí sobre la peña en Horeb; y
golpearás la peña, y saldrán de ella aguas, y beberá el pueblo. Y Moisés lo
hizo así en presencia de los ancianos de Israel”, Dios mandó que la peña
fuese golpeada con la vara de Moisés, para que de ella brotara agua, y que de
esa agua bebiese el Pueblo de Israel; Esa peña que fue golpeada fue Jesús de
Nazaret, aquella vivencia del pueblo de Israel, simbolizaría aquella roca que
siglos después sería hecha persona, la que una vez más sería golpeada con la
vara de Moisés (El pueblo de Israel) para hacer brotar de ella agua para que la
bebiera no sólo el pueblo de Israel sino todas las naciones de la tierra, porque
de todas las naciones, sin distinción alguna de linajes sanguíneos saldría el
nuevo Israel; Igualmente lo hizo Dios con el Templo de piedra que había sido
construido por Salomón, pues también permitió su desolación, permitió que
fuese golpeado y destruido, para que de la destrucción de aquel templo físico
surgiera el nuevo templo, el Templo en Cristo Jesús. Jesús de Nazaret es la
peña de Horeb, pues Dios dijo claramente “yo estaré delante de ti allí sobre la
peña en Horeb”, Dios está delante de nosotros sobre esa peña, y por eso de
esa peña brota agua, pero agua viva; Por eso es que este templo de Dios, no es
como los templos humanos, porque éste templo, esta nueva roca, calma la sed
del pueblo, sacia la necesidad espiritual de su pueblo, es de ésta roca que es
Cristo que brota el agua de Dios, agua que es viva y no permanece represa,
Cristo es la roca de la que brota agua, así lo dejó planteado aquel día cuando
dijo a la mujer Samaritana: “mas el que bebiere del agua que yo le daré, no
tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de
agua que salte para vida eterna.” (Juan 4:14), Cristo es la roca que sacia al
pueblo en el desierto, Él es la roca delante de quien está Dios, por eso Él
mismo habló claramente: “…Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en
este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre” (Juan 4:21), Él cumplió con
aquella palabra dada a la samaritana, porque estamos en el tiempo en que no
es en un lugar geográfico de la tierra que se adora a Dios, no es yendo hasta
Jerusalén que se le adora, no es yendo a los templos humanos construidos de
roca que se le adora a Dios; Porque Dios no espera a que sus adoradores
lleguen a las casas de piedra fría, pues Él personalmente va con su pueblo a
donde quiera que su pueblo vaya, el templo de Dios anda con el adorador,
porque en su corazón mora, y entonces le basta al adorador dirigir su oración
al templo que está en su corazón para ser escuchado por Dios; El verdadero
adorador no es religioso y no piensa en templos de concreto, se preocupa por
embellecer el verdadero templo que está en la nueva Jerusalén, la cual fue
fundada dentro de sí, dirige su oración hacia el templo que está en su corazón,
no requiere caminar kilómetros para ir a Jerusalén, pues Dios ha hecho
multiplicar la roca y en cada uno se ha construido una Jerusalén donde su
nombre está puesto.
En la antigüedad se nos dijo: “Cuando Daniel supo que el edicto había sido
firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban
hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias
delante de su Dios, como lo solía hacer antes.” (Daniel 6:10), el que ama a
Dios abre las ventanas de su corazón, se humilla, pide a Dios entrar en él, y
dirige su oración con dirección a Jerusalén (su corazón) ; Así que, de igual
forma hoy debe hacerse, abrir nuestras ventanas que dan hacia la santa ciudad
y dirigir nuestra oración, sabiendo que Dios habita en Jerusalén, pero esa
Jerusalén está edificada en nosotros mismos, basta pues, cerrar nuestros ojos
que significaría abrir nuestras ventanas hacia Jerusalén y hablar hacia el
Corazón, porque la ciudad santa está ahí, porque si fuimos edificados, una
ciudad santa entonces somos.
Son Fariseos y procedentes de Sacerdocio desecho todos los que se aferran a
los templos de piedra para adorar, los que piensan que a Dios se le adora solo
yendo a la iglesia de piedra, y a su vez abominan a los que no acuden a sus
templos espirituales y prefieren aferrarse a la palabra que nos dice que
“Nosotros somos el templo”; Pero no es de extrañarse este pensamiento
materialista del templo de Dios, pues Dios nos ha dicho: “Así ha dicho
Jehová: En esto conocerás que yo soy Jehová: he aquí, yo golpearé con la
vara que tengo en mi mano el agua que está en el río, y se convertirá en
sangre.” (Éxodo 7:17) el Agua que está en el río (El Mundo) ha sido golpeada
con su vara, y se ha convertido en sangre; Así que el agua que ha brotado del
mundo ha sido convertida en sangre, por eso ellos pelean, tienen distintas
doctrinas, hacen sus propias normas religiosas, fundan sus denominaciones
según el parecer de sus líderes, imponen sus verdades al pueblo y los obligan a
creerlas; Toda esa agua está revuelta, no es agua viva, es agua contaminada,
pues ha sido golpeada con la vara de Dios y se ha revuelto con el lodo
(levadura) de la tierra, se ha manchado de sangre, pues según ellos “en
nombre de Dios” han matado, torturado, esclavizado y humillado a muchos;
Ellos se golpean entre sí con sus puños, y con ellos mismos luego extienden
sus manos y se saludan en “sana paz”, ellos han herido la fe, sus doctrinas y
enseñanzas son agua revuelta, abominable y sangrienta del Nilo.
Sabemos entonces que hay dos aguas, una es viva y la otra muerta, una limpia
y la otra ensangrentada, pero hay una sola vara (La Palabra de Dios), la cual
golpeó la roca sólida y pura y brotó agua viva: Y la misma vara golpeó las
aguas (distintas doctrinas y religiones) del mundo y el agua fue hecha sangre,
con la misma vara fueron golpeados tanto la roca como el río, pero la roca fue
bendecida y el Nilo fue maldito, esto es: La misma vara de Dios golpea a los
Cristianos verdaderos y a los falsos Cristianos, pues con la misma palabra se
instruyen, sin embargo los verdaderos se instruyen para edificarse como
ciudad santa, sabiendo que Cristo es su templo, su roca fuente de agua, su
maestro único, su rey, sabiendo que la verdad es una, sabiendo que no se
mezcla el aceite con el agua, sabiendo que la palabra de Dios no se mezcla con
doctrina humana, que el templo de Dios no es roca fría; Pero los falsos se
instruyen para maldición, pues el golpe de la vara los convierte en sangre,
toman agua muerta, revuelven el agua con el barro, mezclan a Dios y su
palabra con ciencia, con sabiduría de éste mundo, se aferran a los templos de
piedra, son sucesores quieran o no de una Iglesia sanguinaria y torturadora,
herederos de sus ideas y de templos de barro e inmovibles, los que han lavado
el vaso por fuera pero por dentro son fieras rapaces; Los Fariseos Cristianos se
han quedado con el agua del Nilo, los verdaderos han preferido el agua de la
roca; La misma vara hoy por hoy continúa golpeando, el efecto dependerá del
que recibe el golpe, porque si te consideras un Nilo, el más grande río del
mundo, entonces tu agua será roja, pero si te consideras templo verdadero,
entonces el golpe te hará brotar agua cristalina.
La gran diferencia de los golpes de la vara de Dios, que es su palabra, es la
superficie donde impacta el golpe, pues cuando su palabra llega a las personas
que no han sido instruidas por el mundo en la sabiduría de Dios, entonces esa
vara ha golpeado sobre piedra, y tendrá el mejor de los efectos su edificación,
pues es piedra virgen, piedra no usada ni labrada por manos humanas; Pero si
la vara golpea en agua, es porque la persona es piedra de la que ya había salido
agua antes, pues había sido labrado por la ciencia humana, había sido golpeada
con vara humana y su agua es contaminada, por lo tanto cuando es golpeada
por la vara real, ya esa piedra no es virgen, sino que ya es agua, ya es un río en
el mundo, por eso la vara no golpea sólido en roca sino que ya encuentra agua,
y esa agua se convierte en sangre, y se hace abominable, y el impacto de la
vara es para maldición.
Fíjate en algo esencial, Cuando Jesús vino al mundo, no vino en vientre usado,
sino en uno virgen, pero si de la roca ya ha brotado agua por el impacto de una
vara humana (enseñanza humana), entonces ocurrirá que cuando venga el
golpe de la verdadera vara, ya esa roca no será virgen, y la vara de Dios
encontrará que la roca ya es un río, por lo tanto no impactará en roca sino en
agua y la convertirá en sangre, pues no puede brotar agua viva desde el agua
muerta, no hay mezcla alguna entre lo vivo y lo muerto, porque lo vivo que se
mezcla con lo muerto se muere, pues ocurre idénticamente lo que en el
matrimonio, se vuelven uno, así como en el matrimonio hombre y mujer se
vuelven una sola carne, así también el agua viva que junta sus agua con el
agua muerta, se volverán una sola agua, y será abominablemente roja cual
sangre; Por lo que, aquella roca (persona) que desee que de su corazón brote
agua viva, deberá ser lavado, sacado del río de agua muerta y secado de
aquella agua, para poder ser nuevamente golpeado, esta vez con la vara
verdadera de Dios, y solo así podrá a ser piedra de la que brote agua viva, por
eso es necesario según dijo nuestro Maestro “Nacer de nuevo”, porque nacer
de nuevo, es salir de Egipto, y salir de Egipto implica sacar nuestra piedra
(corazón) del Nilo, para que la vara golpee en piedra seca y firme, porque si la
vara nos encuentra aún dentro del Nilo o aún húmedo con esas aguas
abominadas, nuestra agua no será viva.
Los Fariseos Cristianos son piedras de las cuales han brotado agua, pero su
golpe les llegó mediante vara humana, y por tanto su agua es muerta, se hace
necesario entonces, que salga del río y se sequen de sus aguas, para ser una
nueva piedra, y así recibir la vara de Dios, para poder emanar agua viva.
El templo de Dios está construido solo con piedras que han sido golpeadas con
su vara, y que al momento de su golpe no los ha hallado convertidos en río,
pues ha golpeado en piedra sólida y los ha hecho brotar agua viva; El templo
de Dios por tanto, está hecho de rocas vivientes, rocas que hablan y caminan,
rocas benditas y preciosas, labradas por su mano poderosa.
Hay dos tipos de templos, en ambos se habla de Dios y de su majestuosidad,
pero uno es de piedra muerta y labrada por manos humanas, y el otro es de
piedras vivas y labradas por su mano poderosa; El primero de estos templos no
se mueve, pues es obra muerta, ni habla porque no vive; Pero el segundo, este
es móvil, no espera a que quien lo ama llegue a visitarlo, sino que Él mismo
reposa en quien lo ama; El primero necesita de hombres que enseñen y lo
administren, pero el segundo no requiere de sacerdotes humanos, porque Él
mismo enseña y edifica; Así también, el primero de ellos habla de Dios y
habla bien de Dios, pero Dios no los oye y ni les toma en cuenta todo su
esfuerzo, porque no puede y ni tiene efecto la oración de los muertos, pues
nada vivo puede surgir de lo muerto; Pero en el segundo templo, se habla de
Dios, pero no con la boca sino con el corazón, y sus oraciones son oídas
porque son habladas por vivos, porque Dios es Dios de vivos, así que si Dios
es Dios de vivos, ¿Cómo puede vivir en templos de piedra fría y muerta?, pues
lo vivo vive en casa viva. En tanto la casa sea labrada por muertos, el dios que
ahí habite es dios muerto también.
Cristo mismo en aquella gran conversación dijo a la Samaritana: “….Mujer,
créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis
al Padre” (JN 4:21), el día y la hora ya llegó en que los hombres no deben
buscar a Dios ni en Jerusalén, ni en monte alguno, ni en templo de barro
alguno, porque es dentro de nosotros mismos que el altísimo mora, y es en
Espíritu y verdad que se adora, el monte Sion, la ciudad Santa, su templo, su
trono y su arca, han sido traídas por Él mismo a nuestros corazones, en donde
ha establecido una pequeña Jerusalén para nuestro regocijo, para que nadie
tenga excusa de no poder ir a su templo a buscarlo; Así que nadie se jacte
como persona ejemplar por el hecho de no faltar en los templos de piedra
hechos por hombres, sino que investigue si realmente visita el templo donde
mora Dios, y si adora en ese verdadero templo; Nadie crea por tanto, que es
necesario buscar a Dios en un lugar geográfico alguno, pues es Él el que viene
a ti y no tú a Él, por eso es que se nos escribió “…Asimismo Jehová te hace
saber que él te hará casa” (1ra. Samuel 7:11), no es el hombre quien hace
casa para Dios, sino Dios el que hace casa para sí, es Dios el que hace templo
al hombre para habitar en él, para que el hombre no busque a Dios fuera de él,
sino dentro de él, es Dios el que nos transforma en casa suya; Pero así mismo
se nos dice: “….Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se
había perdido.” (LC 15:5), como antes hemos visto, desde la antigüedad Dios
había prometido que Él mismo iría por sus ovejas, y ha cumplido su promesa
pues ahora Él dice “Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se
había perdido”, Él es quien nos ha encontrado, no es a la inversa; Él es quien
busca y encuentra a sus ovejas perdidas, Él es quien se revela ante el hombre,
porque Él ahí ha estado siempre, habitando en el hombre aunque este ande en
tinieblas, pues según la palabra “….Jehová ha dicho que él habitaría en la
oscuridad.” (1ra. Reyes 8:12), ahí en las tinieblas está presente Dios, ahí
mismo se te revela, pues en el principio según las Escrituras “la tierra estaba
desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el
Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.”, Así como estaba la
tierra en el principio de la Creación, así estaba el hombre antes de conocer a
Dios, y así como el Espíritu de Dios se movía sobre las aguas en aquel oscuro
abismo, así también el Espíritu de Dios se mueve sobre las aguas de nuestro
oscuro corazón, y así como en aquel principio Dios obró por cuenta propia y
por voluntad y amor propio, así mismo Él obra por su voluntad en nuestros
corazones, pues sin necesidad que busques una iglesia construida de concreto
y por manos humanas, Él se te revela y dice aquellas gloriosas palabras que
dijo en el principio y estando en la oscuridad “HAGASE LA LUZ” y la luz se
hace en nuestros corazones, porque el ser humano no es más que una réplica
de aquel principio, de aquella tierra en la que reinaba la oscuridad abismal, así
mismo es el ser humano cuando no ha conocido la obra de Dios en su vida; No
busquemos a Dios en casas de concreto, porque él ya está en nosotros, basta
nada más pedirle a Él que dé la orden de “HAGASE LA LUZ” en nosotros y
la luz se hará, y seremos luz.
No pretendas ser como Fariseo, aferrado a templos de piedra; No creas que
para ser hallado por Dios tienes necesariamente que irlo a buscar a templos de
roca muerta, pues Dios es omnipresente y omnisciente, bástale al hombre
únicamente reconocer sus culpas, arrepentirse y suplicar humilladamente en
silencio y en secreto a Dios su perdón, y no tendrá ninguna duda que ha sido
perdonado; Bástale al hombre para recibir el conocimiento de Dios, tomar la
palabra de Dios pidiendo sabiduría a Dios, para que el mismo Dios abra su
entendimiento y comience a construir en él una nueva Jerusalén, un nuevo
templo, un nuevo trono del rey, dentro de él mismo; Bástale al hombre hacer
obras de arrepentimiento en espíritu y en verdad para hallar gracia ante los
ojos de Dios y ser bendecido; Bástale al hombre clamar a Dios para que nos
muestre cosas ocultas que antes no conocíamos; Bástale al hombre dedicar
toda su obra sincera y transparente a Dios, para que su labor sea bendita;
Bástale al hombre orar viendo hacia su corazón para ser atendido por Dios;
Bástale al hombre la enseñanza del propio Dios en Espíritu para conocer la
ciencia de Dios, sin necesidad de bajar a Egipto (La universidad) a buscar
conocimiento de Dios en los hombres; Bástale al hombre estar en paz con
Dios para obtener salvación, sin importarle el agradar o no a los hombres que
lo rodean; Bástale al hombre su propio templo que Dios ha fundado en su
corazón para acudir ahí a adorarle a diario, y no pretender o creer que su
templo no es templo si no visita el templo de roca muerta.
Sal ya de la ciudad desolada, donde las bestias han hecho morada, y múdate a
la tierra habitable de Dios, donde mora también la sabiduría de Dios que es
Cristo, porque recuerda que ella misma nos dice “Me regocijo en la parte
habitable de su tierra;
Y mis delicias son con los hijos de los hombres” ¿Dónde está entonces la
tierra habitable de Dios? , la tierra habitable es su templo divino, que ha sido
construido en nuestros corazones, la tierra habitable es el edificio no hecho de
manos humanas, sino el que Él ha hecho con sus propias manos, por eso la
sabiduría misma ha dicho que sus delicias son con los hijos de los hombres,
¿A caso ha dicho que su delicia está en las casas de roca muerta?, busca en
tu desierto el sitio perfecto donde se refleja la sombra de la nube para acampar
del sol candente, no sigas los consejos de los hombres porque sus consejos son
vanos, por eso la palabra nos dice “Pedid a Jehová lluvia en la estación
tardía. Jehová hará relámpagos, y os dará lluvia abundante, y hierba verde
en el campo a cada uno” (Zacarías 10:1), Él nos da a cada uno hierba verde
en nuestro campo, es a cada uno en su campo, ¿Cuál es nuestro campo? La
tierra habitable de Dios que es nuestro corazón, ¿porqué buscar fuera de
nosotros lo que ya está en nosotros?, no busques lo vivo en lo muerto, sino
que, lo vivo búscalo en lo vivo; No busques la sabiduría de Dios en los
hombres muertos, no la busques en los Fariseos de éste siglo, no la busques en
los auto llamados sabios de éste siglo, los cuales se han engordado de Teología
vana y barata; Busca sabiduría dentro de ti, porque ahí está el maestro y el
alfarero; Desentiende la voz de los Fariseos, y pide socorro a Dios, porque su
palabra nos dice “Danos socorro contra el adversario,
Porque vana es la ayuda del hombre” (salmos 108:12).

CAPITULO VII
LA IGLESIA SEGÚN LOS HOMBRES, NO ES LA IGLESIA DE DIOS.
Según el concepto humano la Iglesia es una institución organizada, fundada
bajo estatutos, que se guía y enseña mediante una determinada doctrina, así
pues, todas las Iglesias que se observan en el mundo, son instituciones,
fundamentadas en la interpretación bíblica de uno o varios hombres, sobre la
cual reposa su doctrina, sus estatutos y sus normas disciplinarias; De tal
manera que según su óptica, la Iglesia es una organización de hombres,
dedicadas a ministrar la palabra de Dios, que son dirigidas tal cual el hombre
dirige a sus organizaciones e instituciones humanas; Mediante planes,
presupuestos, políticas de admisión que tiene que ver con niveles económicos,
raza, sexo, etc. Que goza de personalidad Jurídica y es reconocida por los
Estados; Que cuenta y goza de exenciones económicas de impuesto y que en
muchos casos tiene influencia política en los Estados. Este concepto de Iglesia
suena brusco, pero aterrizado a la realidad según la visión del hombre, eso es
la “Iglesia”.
Según el hombre la Iglesia se dirige de la misma manera en que el hombre
dirige otras organizaciones, la iglesia humana planifica todas las actividades
del año, las enseñanzas están ya programadas desde su sede central y este
mismo plan se ejecuta en todas sus sedes locales y, en muchas ocasiones
quienes idean los planes ni siquiera conocen a quienes impartirán aquellas
planificaciones, ni a quienes recibirán las enseñanzas planeadas y por lo tanto
desconocen la necesidad espiritual que tengan los creyentes.
El ser humano ha creído que a partir de una interpretación bíblica puede
fundar una Iglesia o una congregación, y bajo esa premisa se han fundado
cientos de congregaciones, religiones y denominaciones eclesiales; Desde esa
perspectiva, para el ser humano, una Iglesia es una congregación o
denominaciones fundada en una apreciación humana de las sagradas escrituras
y su objetivo parece ser el de llegar a congregar a todos los que opinen de la
misma manera, haciéndoles creer que quienes piensen de esa manera son la
Iglesia de Dios elegida.
Partiendo de una premisa Bíblica que dice: “Vivo yo, dice Jehová el Señor,
que con mano fuerte y brazo extendido, y enojo derramado, he de reinar
sobre vosotros; y os sacaré de entre los pueblos, y os reuniré de las tierras
en que estáis esparcidos, con mano fuerte y brazo extendido, y enojo
derramado; y os traeré al desierto de los pueblos, y allí litigaré con vosotros
cara a cara. Como litigué con vuestros padres en el desierto de la tierra de
Egipto, así litigaré con vosotros, dice Jehová el Señor. Os haré pasar bajo la
vara, y os haré entrar en los vínculos del pacto;” (Ezequiel 20:33-37), Es
Dios mismo y sin intermediarios humanos que reunirá a su pueblo, es Él
mismo y sin intermediarios que reinará en su pueblo, es Él mismo y sin
intermediarios humanos que enjuiciará a los suyos, es Él y sin intermediarios
que hará pasar bajo la vara al pueblo y los hará entrar en su pacto. En cierta
ocasión el rey David siendo tentado por Satanás, sin contar con la aprobación
de Dios se dispuso por sus propios juicios a hacer un censo en el pueblo, él se
dispuso a contar al pueblo de Dios para conocer cuántos ciudadanos habían en
el país de Dios, y ¿Cuál fue la respuesta de Dios a ese atrevimiento?, “Y
viniendo Gad a David, le dijo: Así ha dicho Jehová: Escoge para ti: o tres
años de hambre, o por tres meses ser derrotado delante de tus enemigos con
la espada de tus adversarios, o por tres días la espada de Jehová, esto es, la
peste en la tierra, y que el ángel de Jehová haga destrucción en todos los
términos de Israel. Mira, pues, qué responderé al que me ha enviado.”
(1Crónica 21:11,12), Dios castigó a David por su acción de hacer contable al
pueblo de Dios, dejando muy en claro Dios, que no es de su agrado que el
hombre se tome atribuciones que no les han sido dadas; David reconoció que
había pecado contra Dios por intentar contabilizar a su pueblo, y por el
reconocimiento voluntario de su pecado le dio a escoger su castigo; En la
actualidad el hombre se ha tomado no solo el atrevimiento de intentar reunir lo
que solo Dios puede reunir, sino que ha cometido una y otra vez el mismo
pecado que David cometió, pues al fundar sus “Iglesias” y al ser para ellos la
“Iglesia” una institución controlada con planes y presupuestos, deben a su vez
manejar la cantidad de creyentes que acuden a sus congregaciones, y se
atreven a contar el pueblo de Dios, pero al no reconocer ellos su pecado, Dios
no les dará a escoger su castigo.
Ningún hombre puede ni debe atribuirse funciones que según el plan de Dios
son funciones únicas de Él, Cuando Dios nos dice que algo lo hará Él mismo,
es porque Él mismo lo hará y si nos dice que enviará a alguien a hacerlo es
porque así lo hará; Dios no ha dado a ningún hombre la atribución de reunir al
remanente de su pueblo, porque esa tarea la dejó para sí mismo, Dios no ha
mandado a ningún hombre a que cuente a su pueblo, ni a que levante censo en
su Pueblo, Dios no ha mandado al hombre a que funde instituciones eclesiales
y las inscriba como personas jurídicas en cada Estado del mundo, porque sólo
Él sabe quien pertenece a su pueblo y quien no pertenece a él, sólo el pastor es
quien sabe donde puede encontrar a su oveja y la sabe distinguir de entre las
ovejas de otros pastores, sólo Dios sabe leer corazones y no ha dado esa
facultad a los hombres.
Día a Día surge una idea “Teológica” y a partir de ella se funda una “Iglesia”,
¿Agradan esas cosas a Dios? De ninguna manera, por eso nos dice: “¡Ay de
los pastores que destruyen y dispersan las ovejas de mi rebaño! dice Jehová.
Por tanto, así ha dicho Jehová Dios de Israel a los pastores que apacientan
mi pueblo: Vosotros dispersasteis mis ovejas, y las espantasteis, y no las
habéis cuidado. He aquí que yo castigo la maldad de vuestras obras, dice
Jehová.” (Jer. 23:1,2), el hombre no se ha dado cuenta que cuando actúa sin
consentimiento de Dios, en lugar de hacer deshace, en lugar de acercar aleja,
en lugar de abrir cierra, en lugar de iluminar oscurece, en lugar de juntar
dispersa y en lugar de construir destruye; Los hombres que teniendo una idea
bíblica tratan de implantarla como una obligación en los corazones humanos a
través de sus fundaciones eclesiales, cometen un gran pecado, porque ha
malentendido la función de los ministros de Dios, pues clara es la palabra que
nos dice que fueron constituidos los pastores, los evangelistas, los maestros y
los Apóstoles, para perfeccionar el cuerpo de Cristo, no para edificarlo, no
para reunirlo, sino para perfeccionarlo, y cuando se nos pide perfeccionar algo,
es porque ese algo ya fue construido; El deber por tanto del hombre que ha
recibido revelación de Dios, no es fundar iglesias, pues su razón de ser es la de
perfeccionar a la Iglesia no la de fundarla, ni la de crearla, ni la de edificarla.
Cuando Dios nos habla debemos prestar mucha atención a las palabras que nos
dice, porque si las malentendemos y las mal aplicamos, encendemos su ira;
Ponle mucha mente a lo sucedido a Moisés, porque por mal entender una
simple palabra no logró entrar en la tierra prometida: “Y habló Jehová a
Moisés, diciendo: Toma la vara, y reúne la congregación, tú y Aarón tu
hermano, y hablad a la peña a vista de ellos; y ella dará su agua, y les
sacarás aguas de la peña, y darás de beber a la congregación y a sus
bestias. Entonces Moisés tomó la vara de delante de Jehová, como él le
mandó. Y reunieron Moisés y Aarón a la congregación delante de la peña, y
les dijo: ¡Oíd ahora, rebeldes! ¿Os hemos de hacer salir aguas de esta
peña? Entonces alzó Moisés su mano y golpeó la peña con su vara dos
veces; y salieron muchas aguas, y bebió la congregación, y sus bestias”
(Números 20:7:11), Dios habló a moisés y le ordenó tomar la vara, reunir al
pueblo y hablar a la peña a la vista de ellos, pero nunca le dijo que golpeara a
la peña, sino que le dijo “habla” a la peña, sin embargo dentro de su enojo y
un poco de arrogancia, Moisés golpeó dos veces contra la roca; De la roca en
verdad brotó agua, pero Dios pese a cumplir el milagro, entró en enojo contra
Moisés, y lo castigó fuertemente, porque no habló a la roca, sino que la
golpeó, no alabó a Dios por el milagro que haría sino que dudó y renegó,
porque antes de golpear la roca en forma de pregunta , a modo de burla y de
duda dijo : “¿Os hemos de hacer salir aguas de esta peña?”, hubo cierto
sarcasmo, hubo duda, no fue bendecido el nombre de Dios por aquella obra,
pero pese a ello Dios hizo el milagro, mas Moisés sufrió una pena y su
hermano Aarón también, porque no penetraron en la tierra prometida por
aquella sencilla causa. Ahora bien, al hombre nunca se le dijo “FUNDAD
VUESTRAS PROPIAS DENOMINACIONES, CON VUESTRAS PROPIAS
DOCTRINAS, CON VUESTROS PROPIOS ESTATUTOS, CON
VUESTROS PROPIOS PLANES DE ENSEÑANZAS, CON VUESTROS
PROPIOS TEMPLOS DE PIEDRA”, al hombre nunca se le dijo: “ID Y
REUNID A EL REMANENTE DE ISRAEL, PONEDLE UN NOMBRE A LA
DENOMINACIÓN, ENSEÑADLE MI VERDAD Y EDIFICADLOS CON
TEOLOGIA”, al hombre nunca se le dijo: “ID Y CREAD UNA CIENCIA
QUE SE LLAME TEOLOGIA, EN LA QUE SE ENSEÑE LA CIENCIA DE
MI PADRE, Y QUE ESTA CIENCIA SE ENSEÑE EN LAS
UNIVERSIDADES DE HOMBRES”, nunca se dijo al hombre: “ID Y NO
CREAIS A NADIE QUE NO HAYA ESTUDIADO TEOLOGIA”, al hombre
nunca le fue dicho: “VALLAN Y OTORGUEN TITULOS DE
LICENCIADOS, DOCTORES O INGENIEROS EN TEOLOGÍA”, nunca
nos fue dicho: “QUE VUESTROS PASTORES TENGAN TITULOS
AUTORIZADOS Y RECONOCIDOS POR LOS HOMBRES, PARA QUE
SEAN CONOCIDOS COMO PASTORES”, nunca se nos dijo: “QUE LA
IGLESIA SEA UNA PERSONA JURIDICA Y QUE SE REGISTRE COMO
TAL EN CADA NACION, PARA QUE LE SEAN EXONERADOS SUS
IMPUESTOS”; Así que, ¿Cuántas atribuciones se ha tomado el hombre?,
muchas, y yo diría que demasiadas, porque la orden ha sido incumplida,
porque aquella orden era: “….y me seréis testigos en Jerusalén, en toda
Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” (Hechos 1:8), ser testigos
de Cristo y su verdad, no es ir e inventar una ciencia para que se le conozca en
la universidad; Ser testigos de Él no significa idearte una interpretación bíblica
para considerarla tu doctrina para fundar una Iglesia; Ser testigo de Él no
implica fundar Denominaciones con nombres Bíblicos, bajo una idea
teológica, con reglamentos propios, con planes de educación espiritual
propios, con normas y legislación propia, con personalidad jurídica propia; Ser
testigos de Él implica difundir su verdad, sin mezclarla con la sucia ciencia
humana, sin mezclarla con sucios métodos de enseñanzas humanos, sin
leudarla, sin manipularla, sin agregarle o quitarle, sin alterarla; Ser sus testigos
es ser su voz, transferir su copa a otros hermanos, compartir su pan
(enseñanza), eso es ser sus testigos; Pero la actitud humana, lejos de juntar las
ovejas del Señor las ha dispersado, lejos de construir la Iglesia la han tratado
de destruir, dividiéndola en cientos de miles de Denominaciones, con cientos
de corrientes teológicas e ideológicas; La orden de ser testigos de Cristo es
hacer discípulos suyos en las naciones, pues en un contexto más completo, su
orden fue: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones,
bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo
estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.” (MT
28:19,20), por ninguna parte en esta orden puedo ver en qué momento se nos
dijo “FUNDAD DENOMINACIONES, USAD LA CIENCIA TEOLOGICA
DE LOS GRIEGOS PARA QUE ME ESTUDIEIS, FUNDAD CARRERAS
UNIVERSITARIAS, CREAD VUESTRAS DOCTRINAS
DENOMINACIONALES, CONSTRUID GRANDES CATEDRALES Y
TEMPLOS, EDUCAD A VUESTROS PATORES SEGÚN LA CIENCIA DEL
HOMBRE, CREAD VUESTRO PROPIO CRITERIO BIBLICO Y
OBLIGAD A LOS MIEMBROS DE TU CONGREGACION QUE LO
CREAN O DE LO CONTRARIO DESTITUYELOS, PON EN DISCIPLINA
A QUIENES PEQUEN, CREAD UN PROGRAMA DE CLASES PARA
TODOS LOS DOMINGOS DE CADA AÑO, EN DICIEMBRE CELEBRAD
MI CUMPLEAÑOS, CONSIDERAD A MARIA COMO LA REYNA DEL
CIELO, QUE SUS IGLESIAS SE INSCRIBAN EN LAS NACIONES COMO
ORGANIZACIONES SIN FINES DE LUCRO PARA QUE SEAN
RECONOCIDAS COMO PERSONAS JURIDICAS Y GOCEN DE
EXENSIONES DE IMPUESTOS”, en fin, en ninguna parte de nuestras
órdenes bajadas por nuestro Señor he podido apreciar todas estas cosas, ni
otras que he omitido mencionarlas.
En el libro de proverbios se nos dice: “Manzana de oro con figuras de plata
Es la palabra dicha como conviene”, Si la palabra de Dios es manzana de oro
con figuras de plata, cuando se dice como conviene, imagínate ¿Qué ha de ser
la palabra dicha a como no conviene?; Cuando Pablo escribió a los Filipenses,
dijo: “Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como
pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como
pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por
amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a
Cristo” (FP 3:7,8), Si la palabra de Dios dicha de la forma apropiada es
manzana de oro con adornos de plata, para Pablo, la Palabra de Dios dicha a
como no conviene es “BASURA”; Pablo se había criado bajo las enseñanzas
Fariseas, aprendiendo a los pies de uno de los “más grandes” maestros de la
cultura rabínica judía, toda su vida había aprendido las Escrituras desde el
enfoque Fariseo, pero cuando conoció la verdad absoluta sobre ellas mediante
la luz del único MAESTRO, desechó todo aquel aprendizaje y lo echó a la
basura, porque bien se ha dicho “Un poco de levadura leuda toda la masa”
(Gálatas 5:9), ninguna congregación, denominación o religión, cuyas bases no
estén puestas sobre la piedra angular, puede llamarse “Iglesia”, ninguna cuyos
preceptos se hayan salido de los preceptos de Dios, tiene la dignidad de
hacerse llamar “Iglesia”; Ninguna congregación, denominación o religión que
no dicen la palabra a como conviene puede llamarse “Iglesia”; Nadie que haya
sido edificado, enseñado, instruido, entrenado, titulado o nombrado por manos
humanas ´puede ser miembro del cuerpo de Cristo, pues el templo de Cristo
solo acepta piedras de la misma clase; Nadie cuyas aguas hubieran brotado
mediante el golpe de la vara humana(ciencia humana) puede entrar en el
reposo de Dios; Para que ellos puedan entrar en la viña verdadera tendrán que
hacer lo que Pablo, echar todo el aprendizaje que llegó por enseñanza humana
a la basura, deben sacar su roca (corazón) del río Nilo (Las denominaciones y
religiones), para que sea golpeada por la vara de Cristo y así pueda brotar de
ella agua viva.
La iglesia de los hombres al igual que la secta Farisea han petrificado y
adulado la enseñanza humana, han puesto a los hombres como la mano
constructora de la Iglesia de Dios, muchos se inclinan ante las estatuas de
hombres y mujeres que han brillado en las iglesias de los hombres, han
colocado sus doctrinas e interpretaciones bíblicas como únicas y verdaderas, a
muchos incluso se los conoce como “LOS PADRES DE LA IGLESIA”, pero
¿Es que acaso en las sagradas escrituras existe el término “Padre de la
iglesia”?; Ellos han adulado a estos hombres, y nadie que contradiga sus
enfermas ideas bíblicas sobrevive como miembro activo en estas
congregaciones, más bien son tratados como herejes, como aberración humana
en la Iglesia; Muchas iglesias de hombres han dejado de inclinarse ante sus
estatuas según ellos porque han abandonado la idolatría, sin embargo se
inclinan ante sus ideas, se inclinan ante sus escritos, se subordinan a sus
interpretaciones bíblicas, se alimentan de sus mentiras, de su falsa ciencia
llamada Teología, ¿Podrá una congregación que siga las ideas de los llamados
“Padres de la Iglesia” llamarse Iglesia de Dios?, ¿Habrá abandonado la
idolatría quienes no se inclinan ante imágenes, pero inclinan sus creencias ante
las doctrinas e interpretaciones bíblicas de sus líderes?, ¿Tiene la Iglesia más
Padres además de Dios?, por supuesto que no, porque la Iglesia de Dios no
tiene más Padre que uno, pues Cristo claramente habló “Y no llaméis padre
vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los
cielos” (MT 23:9), La Iglesia de Dios tiene un solo Padre, y éste padre a nadie
ha delegado como padre sustituto, porque la Iglesia es el cuerpo de Cristo, y
Cristo no tuvo padre terrenal, por eso precisamente y para enseñar a los
hombres que no hay más padre que Dios, él no fue engendrado por hombre,
por eso vino en mujer virgen y, La Iglesia de Dios, siendo el cuerpo de Cristo,
también no fue engendrada por hombre alguno, por eso fue visible ante cientos
de personas cuando el Espíritu Santo descendió en forma de lenguas de fuego
y se posesionó sobre las cabezas de los elegidos, para que no se dijese que la
Iglesia tenía padres en la tierra.
Todas las Iglesias de hombres que existen de forma física y visible en la tierra,
son surgidas desde las mentes humanas, la primera de ellas ideada en la mente
maligna, idólatra y sanguinaria de un emperador Romano, el que obligó a las
personas a convertirse a una fe desconocida por muchos, y cuya consecuencia
fue la adaptación de la doctrina pura de Cristo en la doctrina abominable del
paganismo griego, romano y babilónico; Y éste sujeto hizo cautiva a la Iglesia,
dando persecución y muerte a quienes se oponían a su visión de la fe cristiana;
Luego de siglos de dominio unipolar y de gobernar al mundo utilizando para
ello el nombre de Cristo, surgieron las ideas “protestantes”, y muchos se
separaron de aquella sanguinaria “iglesia”, separándose de los adoradores de
estatuas, mas no se deshicieron de la tradición religiosa teológica, ni se
desprendieron de las doctrinas de los llamados “Padres de la Iglesia”, ni de la
costumbre de adorar en templos de roca muerta, ni en la costumbre de
mantener la enseñanza de Dios en boca de hombres, ni la costumbre de
imponer la interpretación escritural, ni la de expulsar a quienes no piensen
igual, ni la de estudiar a Dios en universidades, ni la de administrar a las
congregaciones de la misma forma en que los hombres administran sus
haciendas e instituciones; En fin, la reforma protestante fue eso nada más, una
reforma, pero el fondo y el meollo del problema espiritual sigue siendo el
mismo.
Todas esas congregaciones por muy distintas que parezcan son hermanas
todas, pues todas ellas reconocen a los mismos “Padres de la Iglesia”, todas
ellas conservan la enseñanza de aquellos hombres que primitivamente
interpretaron la ciencia de Dios de una forma áspera y contextual, pero
aquellas interpretaciones son las que han engendrado a muchas de las
denominaciones que hoy son visibles ante los ojos humanos; Todas pues, son
engendradas por hombres, y por tanto ninguna puede ser el cuerpo de Cristo,
pues Cristo nunca fue engendrado por hombre.
¿Cuál es la diferencia entre Católicos y protestantes? La Ausencia de estatuas
en unas y la presencia de ellas en otras, la enseñanza de adoración de santos y
vírgenes en una, y la ausencia de esas enseñanzas en otras, la existencia de
limbos y purgatorios en una, y la no existencia en las otras; fuera de esos tres
fundamentos vanos, no hay más diferencia, pues clero hay en una y clero hay
en la otra, fundamentos doctrinales humanos hay en una y fundamentos
doctrinales humanos hay en la otra, y todas ellas comparten en comunidad a
los mismos “Padres de la Iglesia”, por tanto son hermanas, hermanas como
todas, con pequeñas diferencias pero con los mismos padres.
¿Qué ocurrió en realidad entre Católicos y los llamados “Protestantes”?, lo que
ocurrió fue solo una reforma, y ¿Qué es una reforma?, en materia de derecho
una reforma es una enmienda, una pequeña reparación de alguna fisura, la
reforma en sí no cambia la forma, por eso se le llama reforma, por
simplemente reparar lo que ya está hecho, es tal cual una remodelación de una
casa, una reconstrucción, que simplemente es construir encima de lo que ya
está edificado; Así que la reforma protestante, no fue más que un nuevo
maquillaje en la cara de la mujer babilónica, una cirugía plástica en el rostro
de la gran ramera, ¿no ves que por eso el Apocalipsis nos dice: “….y te
mostraré la sentencia contra la gran ramera, la que está sentada sobre
muchas aguas;” (AP 17:1), ¿Quiénes crees tú que son todas esas aguas donde
está sentada la gran ramera?, no podemos hacernos los ciegos, la reforma
protestante sigue siendo el mismo cuerpo de la ramera, pues la reforma fue
sólo un rejuvenecimiento de su rostro, pues ella se sienta sobre muchas aguas,
y en ninguna de esas aguas hay tiburones contra ella pues es bienvenida a sus
aguas, ¿Porqué? Porque todas esas aguas son del río Nilo, todas esas aguas
brotaron de rocas que fueron golpeadas por vara humana, todas ellas fueron
golpeadas con la vara de “los padres de la iglesia”, todas por tanto son aguas
muertas, las que al ser tocadas por la vara de Dios se vuelve sangre.
Todas las denominaciones protestantes lo quieran o no son asiento de la gran
ramera, pues lo quieran o no reconocen su calendario, reconocen su horario,
reconocen su conteo de años, reconocen los nombres de los días de la semana
que fueron puestos por ellos, muchos reconocen sus tradiciones como navidad,
año nuevo, semana santa, la bendición del agua, del fuego, el establecimiento
de cleros, la educación teológica y sobre todo comparten a los mismos “padres
de la iglesia”.
La reforma protestante no puede ser acepta, pues así como Pablo siendo
nombrado Apóstol tuvo que desechar y botar al bote de la basura su enseñanza
farisaica, también el protestantismo, si su decisión era realmente ser
discípulos de Cristo en la forma correcta, debieron echar a la basura toda
enseñanza humana previa a la reforma, toda tradición, toda religión; La
reforma no debía ser reforma sino un nuevo cuerpo, un nuevo ser, pues la
reforma no es nada nuevo, solo es lo viejo con nuevos matices; Pero si la
reforma realmente hubiese sido un nuevo cuerpo, una nueva roca, al ser
golpeada con la vara de Dios, hubiese brotado agua viva de aquella nueva
piedra; Pero la reforma es la misma mona, solo que vestida de seda, los
mismos pies con otros zapatos.
El punto primordial es que lo que es nacido de lo muerto, muerto es
también; Si lo que se reformó era obra muerta, obra muerta continuó siendo su
reforma, pues aquellos reformistas nunca pudieron comprender aquellas
palabras “…De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no
puede ver el reino de Dios” (JN 3:3), La palabra de Dios nos dice que
debemos nacer de nuevo para poder ver el reino de Dios, pero en ningún lado
nos dice que debemos reformarnos; Nacer de nuevo no es hacernos una
reforma, sino una nueva forma, no es una reconstrucción, sino una demolición
y una nueva construcción; Pero la reforma protestante fue tan solo una
reforma, una nueva fachada, pero la casa es la misma, un nuevo jardín pero el
patio es el mismo; Ser una nueva criatura y nacer de nuevo, es tener un nuevo
padre, pero la reforma protestante tiene los mismos padres; Cuando Cristo dijo
aquellas palabras a Nicodemo, éste hombre ya era formado, ya tenía educación
rabínica, conocía según él la escritura, enseñaba en la sinagoga de los
hombres, pero nacer de nuevo implicaría echar a la basura toda aquella falsa
sabiduría que tenía y ser golpeado por la vara de Dios para que de él brotara
nueva agua; Era entonces necesario ser nueva persona, lo que implicaba hacer
lo que Pablo hizo con su enseñanza rabínica, tirarla a la basura; Lo mismo
ocurre con la iglesia de hombres, pues según los hombres al fundar una nueva
denominación están reformando lo que antes también fue reformado, lo que
significa que es igualmente obra muerta; Pero según ellos al reformar la
“iglesia” se están haciendo en nueva criatura, pero no es verdad, pues siguen
siendo la misma criatura, porque los fundamentos y enseñanzas son las
mismas, con pequeñas “reformas”, son la misma herencia de los “padres de la
iglesia”, porque no atienden a lo ya dicho “No seáis como vuestros padres y
como vuestros hermanos, que se rebelaron contra Jehová el Dios de sus
padres, y él los entregó a desolación, como vosotros veis” (2da, CR. 20:7),
Las denominaciones y religiones Cristianas organizadas clericalmente, andan
todas por los caminos de sus padres (Los padres de la Iglesia), mirando en la
escritura una fórmula para cambiar el comportamiento del hombre, sin
embargo, no se han percatado que cambiar el comportamiento de las personas
es nada más una “reforma en las personas”, porque no es el comportamiento
conductual el que debe cambiar el hombre que anhela alcanzar salvación, pues
no es una reforma en el hombre lo que Dios pide, sino que el hombre nazca
nuevamente, y el que el hombre nazca nuevamente es tener un nuevo padre, y
con ello un nuevo gen, y con ello un nuevo corazón, y con ello un nuevo
conocimiento de la vida, y con ello una nueva vida; Pero cambiar el
comportamiento de las personas es solo cambiar la mentalidad de la gente;
Pero la gente es la misma, con los mismos sentimientos, pues los cambios de
comportamientos son solo apariencia, eso es nada más lavar el vaso en su
exterior; Cambiar el comportamiento de una persona es nada más cambiar una
pequeña parte de su vida, pero lo demás en su vida sigue siendo lo mismo; El
cambio de comportamiento es nada más una forma de ser mejor recibido por
la sociedad, pero el hombre no debe preocuparse por ser mejor recibido por la
sociedad, sino por ser recibido por Dios; El cambio de comportamiento es
nada más un cambio de fachada pero la estructura de la casa sigue siendo la
misma.
Antes se nos escribió “El que ama a padre o madre más que a mí, no es
digno de mí”, ¿Qué es amar a Padre y a madre más que a Cristo? , es hacer lo
que hoy hacen las “iglesias terrenales”, porque han amado más la doctrina de
los Padres de la “Iglesia” que la verdad de Cristo, es amar sus tradiciones
humanas más que a la verdad de Cristo, es practicar las obras de sus Padres
eclesiales; Por eso, nacer de nuevo es renunciar a nuestro linaje sanguíneo y
tomar nuestro linaje espiritual.
La iglesia que hoy conocemos y que está a la vista de todos los hombres, sea
esta de la línea romana (Católica) o de la línea protestante (Evangélica), goza
del aprecio del mundo, pues todos, absolutamente todos los sectores de la
sociedad humana aprecian a ésta Iglesia; Todos hablan bien de ella, porque
ella se codea con todos los sectores, con políticos, con empresarios, con
gobernantes, con magistrados, con funcionarios, con ricos y con pobres;
Porque ésta Iglesia no constituye amenaza a nadie ni a nada, ésta iglesia no
preocupa en nada a nadie de la sociedad actual, porque lo que busca la actual
iglesia es “Un mundo mejor”; Es decir , busca transformar el mundo actual,
tratando, queriéndolo o no, de prolongar la noche del Señor; Busca enderezar
lo que Dios propio torció, lejos de preocuparse por el interior se enfoca en el
exterior, cuando en verdad hay una guerra fuerte a la que no están prestando
atención; Una guerra que se desarrolla en el interior de cada ser humano, una
guerra contra principados, potestades y espíritus de maldad; ellos prestan más
atención a la guerra externa que se vive, en la que hay hambre, sed de justicia,
hay frío, hay muerte sangrienta, hay violencia, violaciones de derechos
humanos, hay abusos y pugnas; Ellos están alarmados con todo lo que ven,
pero no se percatan de lo que no ven, cuando lo importante y en lo que más
deberían estar atentos es en lo que no ven, pues Cristo nos dijo: “Mas cuando
oigáis de guerras y de rumores de guerras, no os turbéis, porque es
necesario que suceda así; pero aún no es el fin” (MC 13:7), Él nos dijo “No
os turbéis”, pero ellos se alarman con las cosas que están pasando afuera, mas
no se han dado cuenta que Satanás eso es lo que busca, porque él desea
distraer a la Iglesia de Dios a fin de que ésta no profundice en sabiduría y
ciencia de Dios, y desata disturbios en el exterior para atraer su atención, para
enfocar su atención en las cosas que se ven en el exterior, y desenfocarlos de
las cosas que ocurren en su interior; Él desata violencia, guerra, injusticias y
pugnas afuera, lo cual aprovecha él para ir calando dentro de cada ser humano,
así fácilmente irá tomando y ganando territorio dentro de nosotros, haciendo
que perdamos nuestro tiempo de vida preocupados por todo lo que afuera
ocurre, para que cuando nos percatemos de lo que adentro ocurre, ya sea
demasiado tarde.
“Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se
va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. Porque
esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más
excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se
ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero
las que no se ven son eternas.” (2da Cor. 4:16-18), Se nos dice “No
desmayemos” ¿Porqué? Por ver a nuestro hombre exterior desgastándose, pero
ese desgaste no es solo físico por vejez o por enfermedad, sino que en el
exterior también hay un desgaste del hombre como género, del hombre como
un todo, como un cuerpo, el hombre como raza humana; Hay un desgaste
mediante guerras, violencia, enfermedades y pestes, injusticias y pugnas, hay
un gran desgaste del ser humano; Pero se nos dice que por esas cosas no
debemos desmayarnos, es decir, no debemos alarmarnos por todas estas cosas,
porque a pesar que estos desgastes están a nuestra vista, se ven y se tocan,
también es verdad, que todo ese desgaste es momentáneo, pues todas las cosas
que se ven y se tocan son temporales y pasarán; Pero hay cosas en las que
debemos fijar nuestra mirada y nuestra preocupación, y esas cosas no se ven, y
esas cosas cuando las hacemos bien y nos preocupamos por ellas, traen
consigo recompensas buenas, pero que por el momento no son visibles, pero
son recompensas eternas; Es por estas cosas que debemos preocuparnos,
porque estas cosas que no son visibles son las que nos renuevan a diario, y nos
fortalecen a diario también; Debemos por tanto preocuparnos por nuestro
hombre interior que es lo importante para Dios, y no por el hombre exterior el
cual es visible y por ello también es temporal.
El hombre exterior del que habla Pablo, no sólo es nuestro hombre exterior de
forma individual, sino que también lo es todo el género humano, el cual se va
desgastando, en tanto el género humano interior se renueva día con día, con la
gran diferencia que lo que se desgasta es todo el género humano exterior y lo
que se renueva día con día es solo la parte del género humano que ha hecho
entrar en él la verdad, es decir: Todos nos desgastamos en el exterior, los que
conocen y los que no conocen a la verdad(Cristo), pero sólo nos renovamos en
el interior los que sí conocemos la verdad; Por tanto, los que no conocen a la
verdad, esos, se van desgastando en el exterior y en el interior conjunta y
simultáneamente.
La Iglesia de los hombres se ha preocupado más por el hombre exterior que
por el hombre interior, pues ha prestado más atención a lo que afuera sucede
que lo que adentro ocurre, pero además se afana pidiendo a Dios sólo por el
hombre exterior y no se les escucha pedir por el hombre interior; Pues ellos
quieren salud, bienestar social, bienestar económico, bienestar político,
bienestar familiar, mas sabemos que todas esas cosas son temporales, pues son
cosas visibles todas.
Así que todo lo que se ve, conforme a lo que se nos escribió, es temporal; Es
decir, que todo lo visible pasará, terminará; Así pues, la iglesia de los
hombres que todos vemos acabará, y se hará manifiesta la Iglesia de Dios que
no vemos pero que es eterna, pues está dentro de las cosas que no se ven;
Porque ¿A caso no es verdad que se nos ha dicho “Dios es Espíritu; y los que
le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren”? y ¿Quiénes son
los adoradores de Dios?, ¿A caso quienes adoran a Dios no es la Iglesia?, y si
los adoradores de Dios son espirituales ¿No es verdad que los Espíritus no son
visibles?, pues entonces la Iglesia es espiritual y por tanto, la Iglesia no es
visible a los ojos de los hombres, sólo a los ojos de Dios es visible ¿porqué?
Porque Dios es Espíritu, y los Espíritus se ven entre espíritus.
Alejémonos de la idea antigua de creer que el templo de Dios es un lugar
físico o geográfico, Dios es poseedor de toda ciencia imaginable e
inimaginable, así que Dios no requiere que un hombre le construya casa
(física) con ingeniería humana, sino que Él mismo se edifica casa, ¿A caso no
has leído en génesis que Él se movía en las aguas y luego comenzó a
edificarse el universo entero para sí?, si Dios hubiese querido que otro le
edificara casa, sencillamente hubiese creado a otro ser y le hubiese dado la
orden que le construyera casa, pero sabemos que no fue así.
La iglesia de los hombres son denominaciones, grupos de creyentes que se
distinguen en unas cosas y coinciden en otras, todas las cuales no son guiadas
por el mismo espíritu, porque si así fuera todos caminaran sobre la misma
senda, en nada tuvieran diferencias, porque eso que se dice del hombre
“CADA CABEZA ES UN MUNDO”, “TODOS PENSAMOS DISTINTO O
DE LO CONTRARIO EL MUNDO NO FUERA MUNDO”, esas cosas son
para los hombres comunes, pues solo los hombres del mundo piensan
conforme al mundo (vanidad), porque los hombres comunes tal y como lo dijo
Cristo “……no saben lo que hacen” y mucho menos saben lo que dicen,
porque lo que dicen están entre las cosas que hacen; Pero el que
verdaderamente anda en Cristo en nada difiere de sus hermanos, porque el
Espíritu es uno en todos, y el cuerpo es uno, el de Cristo, ¿Cómo puede la
mano derecha de tu cuerpo querer tocar guitarra y la otra pide la trompeta?,
¿Cómo puede en un mismo cuerpo un ojo ver hacia el frente y el otro hacia
atrás?, ¿Cómo puede un pie correr mientras el otro solo camina?, pues la
Iglesia es un solo cuerpo, el de Cristo, y es imposible que Cristo quiera con
una parte de su cuerpo hacer una cosa y con la otra parte hacer otra, a como lo
dijo Pablo ¿Acaso está dividido Cristo?; El cuerpo de Cristo que es la Iglesia,
no es la Iglesia que vemos y visitamos, no son todas esas denominaciones y
religiones, pues en Cristo sólo cabe un Espíritu, pero en estas denominaciones
hay muchos espíritus, pues unos dicen “No se debe tomar café”, otros dicen
“Se debe adorar en día sábado”, otros “El domingo es el día del Señor”, otros
dicen “No comer carne de cerdo”, otros dicen “Que las mujeres se pongan un
velo en sus cabezas”, otros dicen “El cristiano debe vestirse de ésta forma y la
Cristiana de esta otra forma”; En fin, son tantas normas insignificantes las que
establecen y por esas cosas insignificantes hacen pugnas, y si por esas
pequeñeces hacen pugnas, ¿Cuánta pugna no harán cuando en verdad
conozcan a la verdad?, ¿Cuánto más pelearán entre ellas cuando se percaten
que viven en la mentira?; La Iglesia de Dios por tanto no es una denominación
fundada por hombres y mucho menos una religión fundada por un emperador
Romano; La Iglesia de Dios no tiene padres humanos, pues ¿Cómo sería la
Iglesia de Dios si sus padres son humanos?, pues si Cristo que es su fundador
no tuvo padre humano alguno, ¿Cómo entonces el cuerpo de Cristo puede
tener “Padres humanos”?, decir que la iglesia de Dios tiene padres humanos,
es lo mismo que decir que Cristo es hijo de un hombre, pues cuando se habla
de la iglesia, del mismo Cristo es que se habla, pues la Iglesia es su cuerpo.
La palabra de Dios nos dice: “…Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no
es de él” (Romanos 8:9), el que viven según el mismo Espíritu, el mismo
parecer tiene, pero cuando vemos a cientos de denominaciones, cada una con
su propia opinión bíblica distintas unas de otras, ¿Cómo puede ser que sean
guiadas por el mismo Espíritu?, y ¿Qué se nos dice al respecto? Que si alguno
no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Él, por tanto, si todas estas
denominaciones andan conforme a doctrinas distintas, ¿Es posible que anden
por el mismo Espíritu?, de ninguna manera, porque en Cristo se mueve un solo
Espíritu, el Espíritu de Dios, y bajo ninguna circunstancia el Espíritu de Dios
difiere en su propia opinión, ¿Habrá al menos una entre cientos que sí anda
conforme al Espíritu de verdad?, si hay una, al menos una, ésta no se uniera a
las demás en eventos interdenominacionales; Si hubiera una de ellas, ésta
fuera aborrecida por todas las demás, pues la Iglesia de Cristo que es su
cuerpo, tiene el mismo fin de Cristo, el sacrificio; Y en ese afán del sacrificio,
el cuerpo de Cristo que es la Iglesia, debe ser maltratado, aborrecido, objeto de
burlas, difamado, acosado, azotado, visto como malos y asesinados, pero,
¿Vemos alguna Iglesia denominacional o religión alguna que haga honor al
cuerpo de Cristo?, aún no la he visto, porque la Iglesia de Dios que es el
cuerpo de Cristo, tiene el mismo destino de Cristo, pues la vida de Cristo es el
modelo de la vida de su cuerpo que es la Iglesia, así que lo mismo que Cristo
sufrió, sufrirá su cuerpo, o ¿A caso en lo que han leído la biblia han podido ver
que Cristo sólo fue maltratado en su cabeza? Claro que no; Él fue maltratado
en cada miembro de su cuerpo, no hubo parte de su cuerpo que no recibiera
golpe, no hubo parte de su cuerpo que no recibiera castigo; Pues así también
será la Iglesia de Dios, porque la Iglesia de Dios no es en vano llamada “El
cuerpo de Cristo”, sino que es llamada así, porque tiene la misma función que
Cristo tuvo en la tierra, y beberá la misma copa que Cristo bebió del padre, y
por tanto tendrá el mismo sufrimiento que Cristo sufrió en su pasión y muerte,
porque de igual forma tendrá el mismo gozo y gloria que Cristo tuvo en su
resurrección.
La iglesia siendo cuerpo de Cristo no puede ser acepto por el mundo, porque
¿A caso el mundo aceptó a Cristo?, Cristo no vino para vestirse de Gloria en el
mundo, porque Cristo rechazó la gloria del mundo, así que preocupémonos
cuando vemos que nuestras denominaciones a las que acudimos son bien
vistas por el mundo, cuando éstas son aceptadas por la sociedad, porque la
gloria de éste mundo no es de Cristo sino de su enemigo, ¿A caso Él mismo no
dijo “Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis
servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi
reino no es de aquí”?, Si su reino no es de éste mundo, entonces ¿Cómo se
explica que las iglesias hoy por hoy sean aceptas en el mundo?, ¿Cómo
explicar que el nombre de Dios se lee en las constituciones políticas de
muchos países?, ¿Cómo explicar que las iglesias de los hombres todas tengan
personería jurídica en los países?, ¿Cómo explicar que el nombre de Dios está
en boca de toda persona, sean buenos o malos?, ¿Cómo explicar que hay una
Iglesia en cada esquina, una distinta de la otra pero ninguna de ellas se
aborrecen entre sí, y más bien cuando hacen eventos unidos todas ellas se
juntan sin problemas?, ¿cómo explicar que mientras él nos dice “No os unáis
en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la
justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué
concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?”
(2da COR. 6:14,15) todas las denominaciones y religiones se unen en
comunidad para hacer eventos conjuntos y demostrar músculo popular, ¿es eso
bueno?, ¿tiene aprecio Dios por esas cosas?, por supuesto que no, pues Él nos
dijo “Oye, tierra: He aquí yo traigo mal sobre este pueblo, el fruto de sus
pensamientos; porque no escucharon mis palabras, y aborrecieron mi ley.
¿Para qué a mí este incienso de Sabá, y la buena caña olorosa de tierra
lejana? Vuestros holocaustos no son aceptables, ni vuestros sacrificios me
agradan”, Él hará llover al hombre el fruto de sus pensamientos, pues si ellos
han creído falsamente en Dios, entonces les enviará un dios falso; Si ellos han
pensado que han obedecido a Cristo, entonces les enviará un Cristo Falso; A
cada cual le dará conforme a su pensamiento; Al que piensa que la iglesia es
visible, les dará un Cristo visible y temporal a como todas las cosas visibles;
Al que piensa que a Dios le agradan las uniones desiguales, les dará un dios
que acepta toda abominación, y los hará sentirse bien, pues así se escribió “Y
embriagaré a sus príncipes y a sus sabios, a sus capitanes, a sus nobles y a
sus fuertes; y dormirán sueño eterno y no despertarán, dice el Rey, cuyo
nombre es Jehová de los ejércitos” (JER. 51:57).
El hombre se ha volcado a las iglesias visibles, el hombre va a donde ve, no ha
entendido que debe ir hacia donde no ve, no ha entendido que debemos ser
como el viento, pues el viento va y nadie sabe hacia dónde va, viene y nadie
sabe de dónde viene, y con esa tónica ha durado todo este tiempo, porque el
precepto de Dios nos dice “El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido;
mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido
del Espíritu”, si el hombre espiritual es como el viento, ¿Cómo es que a las
Iglesias que vemos les conocemos origen y destino?, la Iglesia
verdaderamente de Dios es como el viento, la sientes, la oyes, pero no sabes
de donde viene ni hacia dónde va, ella es como el viento que se siente mas no
se ve; La verdadera Iglesia de Dios es como el viento, en ocasiones calma y en
ocasiones arrecia, la Iglesia de Dios es como el viento, que a veces inspira
calma y otras veces arremete con violencia, así es la Iglesia de Dios; No como
la iglesia de los hombres, porque la iglesia de los hombres es como el aire de
los hombres (acondicionado) , como el aire muerto, que sube o baja su
temperatura y velocidad, según el deseo del hombre, es limitado, sopla hasta
donde la energía humana y artificial se lo permite.
El hombre de Dios, la Iglesia de Dios, el cuerpo de Cristo, va a donde quiere,
cuando quiere y lo que quiere hace; Pues es como el viento de Dios, que sopla
de donde quiere; No puede entonces el hombre de Dios hablar lo que otro
hombre quiere que hable, pues no responde a los hombres sino a Dios, la
responsabilidad del hombre de Dios es para con Dios, la obediencia por tanto
es a Dios, pues se ha escrito “Ningún siervo puede servir a dos señores;
porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y
menospreciará al otro….” , ¿Cómo una congregación puede decirse que sirve
a Dios si se enrumba según lo planeó un hombre?, ¿A caso no tiene éste dos
señores?, ¿Puede una iglesia obedecer a Dios y al hombre a la vez?, por
supuesto que no, pues las denominaciones obedecen a sus estatutos, a sus
doctrinas, a sus planes de estudios bíblicos, pero al obedecer estos designios
¿Están realmente sirviendo a Dios?, ¿A caso no se están subordinando a los
hombres?, el hombre está sujeto a sus señores humanos porque así se nos dice
en la Escritura “Todos los que están bajo el yugo de esclavitud, tengan a sus
amos por dignos de todo honor, para que no sea blasfemado el nombre de
Dios y la doctrina” (1ra Timoteo 6:1), pero la sujeción al hombre es en los
asuntos del hombre, en los asuntos del mundo, no así en los asuntos de Dios,
porque los asuntos de Dios, no son los asuntos del hombre, y de los asuntos de
Dios se encarga la Iglesia, el cuerpo de Cristo, por eso nuestro Maestro nos
dijo en su infancia “….¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los
negocios de mi Padre me es necesario estar? (LC 2:49), Cristo mismo salió
de la subordinación de sus padres humanos para ocuparse personalmente de
los “Negocios de su padre Celestial”, así idénticamente es la Iglesia de Dios,
pues en la carne se sujeta a sus señores de Carne y en espíritu se sujeta a su
Señor que es Espíritu; En los asuntos de Dios quien ordena es Dios y no un
hombre; En los asuntos del hombre quien ordena es el hombre; De tal manera
que la Iglesia de Dios recibe instrucciones directas de Dios, y la iglesia de los
hombre recibe instrucciones de los hombres, y como nadie mira a Dios
entonces nadie mira a la Iglesia, así como el viento; Mas como todos de
alguna forma sentimos a Dios así mismo sentimos a la Iglesia de Dios, así
como el viento; Así que el que está bajo el yugo de la esclavitud haga caso a
su amo y téngalo por digno, no porque lo sea, sino para evitar que el nombre
de Dios sea blasfemado, es decir: A estos se deben tratar como a dignos, no
por ser realmente dignos, sino que, si el Cristiano trata como a indigno a éste,
quizá este no la arremeta contra nosotros sino contra Dios, pues dirá “Mira a
este que se dice Cristiano y busca violencia contra mí, ¿Cómo es que los
Cristianos desechan la violencia y las ofensas?”; Tengamos por dignos a
nuestros amos, no porque lo sean, sino para darles ejemplo de dignidad, para
que ellos aprendan de nosotros; Tengamos por dignos a ellos, no porque lo
sean, sino para que vean en nosotros ejemplos dignos de fidelidad; Pero no
será a ellos que seremos fieles, sino a la orden que nuestro Dios nos ha
mandado, que es tener a estos por dignos, para evitar que el nombre de
nuestro Dios sea ensuciado por estos; Así que debemos tratarlos como a
dignos, no porque lo sean, sino porque es una orden y por amor que el nombre
de nuestro Dios no sea blasfemado. Pero recuerda que somos esclavos del
hombre en la carne, pero en el Espíritu somos libres completamente, así que
en asuntos espirituales, trata al digno como digno y al indigno como indigno,
porque en el Espíritu no puedes mentirte ni a ti y mucho menos a Dios, porque
recuerda que se nos ha dicho “He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo,
Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría” (Salmos 51:6); Así que
en lo íntimo habla a Dios con la verdad, y ante Él dignifica a quien es digno
verdaderamente, a aquel que anda verdaderamente en el Espíritu, y desnuda a
quien no es digno.
Nadie se afane en encontrar a la Iglesia de Dios ni en reunirla, porque el
encontrarla y recogerla es asunto propio de Dios, por eso aquella pregunta
¿Porqué me buscabais?, pero sí debemos preocuparnos por los negocios de
nuestro Padre Celestial; Ningún hombre quiera hacer lo que solo Dios debe
hacer, reunir el remanente es asunto y tarea de Dios, pero es tarea de la Iglesia
ocuparse de los negocios del Padre, así que quizás muchos se digan ¿Cómo es
que no debemos ocuparnos en hacer lo que Dios se dejó como tarea propia,
pero sí por sus negocios?, a quien se pregunte eso, le digo, ¿Quién es el
empresario que da sus potestades a los empleados?, mientras tanto el
empleado debe preocuparse por los negocios del empresario, pues del
empresario viene su paga, el empresario construye la empresa, pero el
empleado vigila los negocios para que la empresa prospere, si Dios dijo “yo
mismo iré a buscar mis ovejas, y las reconoceré”, es porque Él mismo lo hará
sin intermediarios humanos; Quien reunirá a la iglesia será Dios y no un
hombre, quien reconocerá a la iglesia será Dios y no un hombre; El trabajo de
la Iglesia es nada más hacer oír su palabra en el mundo, ser testigos de Cristo,
reflexionar sobre su grandeza, promulgar a Dios ante el mundo, regar la
semilla de su palabra, para que ésta nazca y crezca donde deba nacer y crecer;
Pero quien se encargará de la cosecha es Él con sus segadores (Los ángeles),
quien almacenará la cosecha es Él; Preocupémonos por congregarnos, por
compartir su pan, desconfiando en todo momento de los hombres y mujeres
que con nosotros se congregan pues siempre recordemos que se nos ha dicho
“…Arad campo para vosotros, y no sembréis entre espinos” (JER. 4:3),
aremos nuestro campo para nosotros, preparemos nuestro corazón para su
Espíritu, invoquemos en secreto y en silencio su enseñanza, y será Él propio
quien nos instruirá; No tratemos de encontrar a la verdadera Iglesia en el
mundo, porque la verdadera Iglesia no es del mundo; No busquemos a lo
invisible entre lo visible, preocupémonos por encontrar un lugar propicio para
la siembra, preocupémonos en arar antes el terreno, para abolir y desaparecer
los espinos, y luego sembrar en terreno fértil; Preocupémonos en arar antes de
sembrar en nuestro corazón , y quitar los espinos que en él hay; La iglesia de
Dios son sembradores de la palabra nada más, pero no somos cosechadores de
sus frutos; Porque los segadores ya está nombrados, así que el sembrador debe
arar su campo, para darle buenos frutos al cosechador, pues no se puede
desperdiciar la semilla lanzándola entre espinos, pues se nos ha dicho “Otra
parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron y la ahogaron, y no dio
fruto” (MC 4:7); Cuando te congregues, no lo hagas pensando que estás en la
iglesia correcta y verdadera, porque has de saber que ninguna denominación o
religión lo es; No te enfoques en defender la doctrina o los estatutos de tu
denominación o religión, porque cosas vanas son, encárgate más bien de arar
ese campo, tratando de desaparecer los espinos de ese campo, para que luego
tú riegues la semilla buena en ese campo, y des buenos frutos al segador.
No busquemos en el mundo lo que el mundo no puede ofrecernos, no
busquemos verdad donde solo hay vanidad, porque recordemos que la
creación entera ha sido sometida a vanidad; Así que no busquemos a la Iglesia
verdadera en el mundo, porque en el mundo encontrarás muchas Iglesias pero
ninguna es verdadera, no busquemos lo que no nos han encargado de buscar,
porque si Dios dijo “Yo mismo iré a buscar” es porque no es el hombre quien
buscará, si Él nos dijo “y las reconoceré” no es el hombre quien debe
reconocer; Así que, no pretendamos ser buscadores y reconocedores de la
iglesia de Dios, preocupémonos por arar nuestro campo y sembrar en lo arado,
en el campo donde no hay espinos; Arar y sembrar es nuestra función, segar y
recoger es función de Dios y sus Ángeles.
Los Fariseos que se dicen Cristianos, andan por el mundo fundando
denominaciones bajo un fundamento teológico, inculcando hábitos y formas
de vida, limitando la libertad espiritual, juzgando y legislando según sus
estatutos, imponiendo como cierta su verdad, persiguiendo seguidores por
amor a ganancias indecorosas, queriendo lavar el vaso en su exterior,
buscando oportunidades de vanagloriarse, buscando respeto entre los hombres,
ideando cada día una forma de vida,; Confundiendo a los hombres, halando a
los náufragos más adentro del océano; En fin, los hombres buscan
protagonismo, y las iglesias que a nuestros ojos se manifiestan son guiadas por
este tipo de hombres.
La Iglesia de Dios cumple con los preceptos de Dios, y ¿A caso no es precepto
de Dios aquel que nos dice “No menospreciéis las profecías. Examinadlo
todo; retened lo bueno”?, Pero las iglesias que conocemos desechan toda
profecía salida de la boca de uno que no sea miembro suyo, menosprecian a
aquellos quienes se oponen a su teología, los callan en sus congregaciones, los
aíslan, les colocan zíper en sus bocas, los difaman entre la congregación para
que no los escuchen, y en muchos casos los expulsan de sus congregaciones,
¿A caso es esta la actitud de una Iglesia verdadera?, Cristo mismo remó contra
la corriente, y a pesar que Él mismo andaba en el mundo iniciando su
ministerio nunca cayó a aquellos que paralelamente enseñaban su palabra,
porque en aquel tiempo hubo alguien que a pesar de no andar entre la
muchedumbre que andaba físicamente con Él, hablaba y ministraba su palabra
en otras regiones y, ¿Cómo reaccionó Cristo? Él dijo: “No se lo prohibáis;
porque el que no es contra nosotros, por nosotros es” (LC 9:50), Si Cristo
mismo estando en el mundo no le prohibió a nadie que ministrara su palabra,
¿Por qué entonces estos que dicen ser Cristianos lo prohíben?, porque no son
verdaderos discípulos de Cristo, y si ellos no son verdaderos ¿Pueden ser
verdaderas las iglesias que ellos fundan?, ¿Desde cuándo la mentira es
fundadora de la verdad?.}
Que nuestros ojos no nos engañen pues escrito estaba que ellos nos engañarían
cuando se nos dijo “… para que los que no ven, vean, y los que ven, sean
cegados” (Jn 9:39), ¿Porqué es necesario que la iglesia no esté a la vista de los
hombres? , bueno, realmente no es que no esté a la vista de los hombres, sino
que los que ven serían cegados, y los que no ven, verán, si la iglesia estuviera
a la vista de los hombres, entonces no se cumpliera aquella su sentencia y
maldición, ; Los que hoy ven a la Iglesia en cualquiera de las denominaciones
mundialmente conocidas, entonces ellos no verán y serán cegados, pero los
que no la ven reflejada en todas esas religiones y denominaciones, esos son los
que la verán cuando Cristo la reúna; Los que únicamente ven lo visible, serán
cegados, pues su visión tiene límite al igual que las cosas visibles tienen
límites, pero los que tienen su mirada en lo no visible, su vista perdurará al
igual que perdurarán para la eternidad las cosas invisibles; Así que los que van
hacia donde ven, con lo que ven terminarán, y los que van hacia donde no ven,
con lo que no ven perdurarán.

CAPITULO VIII
LA DIVINA NECEDAD ES ABOMINACION PARA LOS HOMBRES

En la antigüedad aquellos Fariseos veían a Juan el Bautista y a Jesús de


Nazaret como necios, los veían como abominación, pero desde antes, ya los
predecesores de estos fariseos aborrecían a los santos Profetas de Dios, pues
muchos de aquellos fueron asesinados en manos del antiguo sacerdocio Judío,
así que la necedad a los ojos de los hombres ha sido el escuchar la verdad en
boca de quienes no son de su agrado, a aquellos Fariseos les aborrecía la
verdad, principalmente cuando esa verdad les señalaba a ellos como los
oscurecedores de la sagrada palabra de Dios, pero ¿Cuál era la actitud de
aquellos opositores de la verdad?, la palabra de Dios nos dice: “Jesús
entonces, enseñando en el templo, alzó la voz y dijo: A mí me conocéis, y
sabéis de dónde soy; y no he venido de mí mismo, pero el que me envió es
verdadero, a quien vosotros no conocéis. Pero yo le conozco, porque de él
procedo, y él me envió” (Jn 7:28,29), El orgullo Fariseo no les permitía
alcanzar la humildad y reconocer a Jesús como el único enviado directo del
Padre, pues ellos se rehusaban a creer que Jesús siendo procedente de una
humilde familia pudiera ser elegido de Dios antes que cualquiera de ellos,
porque ellos conocían que Él venía de una familia pobre y humilde y sabían de
donde venía, pero ellos no sabían que Cristo no vino por sí mismo, pero una
cosa les habló muy claro “pero el que me envió es verdadero” eso significa
que quien envió a los Fariseos es el falso (Satanás), pues también les dijo “a
quien vosotros no conocéis” y el que no conoce a Dios, significa que a quien
conoce es a Satanás, así que claramente les dijo que Él conocía a Dios porque
de Él procedía y Él lo había enviado, lo que significa que a aquellos Fariseos
no procedían ni habían sido enviado por Dios, sino que procedían y habían
sido enviados por el maligno; Cuando ellos escuchaban estas verdades en sus
caras, su tolerancia equivalía a “cero”, y se airaban con facilidad, y ansiaban
prender a Cristo, y en cada momento buscaban una excusa para exponerlo
como falso, ellos siempre estaban al acecho, esperando a que Él diera un paso
en falso para tener los argumentos y así enjuiciarlo y deshacerse de Él.
La palabra también nos dice: “Entonces los principales sacerdotes y los
fariseos reunieron el concilio, y dijeron: ¿Qué haremos? Porque este
hombre hace muchas señales. Si le dejamos así, todos creerán en él; y
vendrán los romanos, y destruirán nuestro lugar santo y nuestra nación” (Jn
11:47,48), la divina necedad de Cristo había calado tanto que los Fariseos
sentían que su doctrina ya era obsoleta para el pueblo, ellos estaban
preocupados porque la gente estaba creyendo en Jesús, y al creer en Jesús
estaban despertando en conocimiento y con su despertar estaban a punto de
conocer que la doctrina Farisea y toda doctrina sectaria de la época era falsa, y
ellos pensaban que si el pueblo creía en Jesús vendrían según ellos los
Romanos y destruirían su lugar santo y su nación, lo cual realmente ocurrió;
Pues tiempo después del sacrificio santo de nuestro Señor Jesucristo, los
Romanos vinieron y destruyeron el segundo templo y hubo mucha guerra
contra los Judíos; Pero lo que en realidad presagiaban los Fariseos era la
destrucción de su doctrina, el resplandecimiento de la verdad a cerca de esa
oscura doctrina y la escogencia de parte de Dios de un Israel espiritual y no
carnal; Por tanto, a pesar que según ellos con la muerte de Cristo se evitarían
la destrucción de su templo y la agresión contra su Pueblo de parte de Roma,
la destrucción llegó aún con la muerte de Cristo; Porque de la propia boca del
hombre llega su destrucción, y lo que ellos intentaron evitar fue lo primero en
llegar; Sin embargo, a pesar que en el fondo de su corazón no era eso lo que
intentaban evitar, sino que lo que intentaban evitar era que su doctrina
decayera, que fuera desnudada su mentira, que fueran abierto los ojos del
pueblo con respecto a ellos y su doctrina, y que su poderío se extinguiera; Pero
las dos cosas ocurrieron.
Los Fariseos de la Cristiandad guardan la misma postura que aquellos Fariseos
antiguos, ellos abominan a todo aquel que se levanta en sus congregaciones
para expresar la verdad de Dios, acechan a quienes se paran en contra del
montón de doctrinas de hombres que se prescriben en las congregaciones
denominacionales y en las habituales religiones, desprestigian a todo aquel
que en nombre de la verdad se levantan contra ellos, cierran los micrófonos de
sus “templos” a aquellos que quieran desnudar la mentira de sus fundadores y
de sus dirigentes, ellos inculcan en las congregaciones el veneno contra
aquellos miembros que contradigan sus doctrinas, sin importar el respaldo
bíblico por el cual hablan, porque ellos tienen el mismo temor de aquellos
Fariseos antiguos.
Los Fariseos de la Cristiandad mundana y visible, piensan que con el
establecimiento de la verdad absoluta de Dios en boca de quienes no tienen
voz ni voto en las congregaciones, caerá su poderío, no tendrán las influencias
con las que hoy en día cuentan, se acabaría su vanagloria, se extinguiría su
teología absurda y barata; Así que el mismo temor que abundaba en aquellos
días en los corazones de los Fariseos, hoy en día abunda en los llamados
“líderes” de las denominaciones cristianas y religiones a fin; Comparten el
mismo Espíritu que invadía el corazón de los Fariseos en aquella época.
Ellos piensan que la autoridad para divulgar la palabra de Dios se obtiene en la
universidad mediante la ciencia de la Teología o siendo miembro activo de una
de las tantas denominaciones que existen en el mundo; Ellos piensan como
hombre, pues no han renunciado a su carne, pues los hombres piensan que
nadie tiene autoridad de ejercer una profesión, si antes no muestra su Cartón o
Título universitario, o Título de preparación Técnica, o un respaldo de una
firma reconocida; Los Fariseos de la Cristiandad, antes de escuchar a alguien
piden sus credenciales y si no la presentas, no serás escuchado; Ellos sin darse
cuenta en cada momento personalizan a aquellos Fariseos de los cuales
predican en sus congregaciones, y sus propias bocas les trae su castigo, al
igual que las bocas de aquellos Fariseos les trajo su propio castigo.
El modelo de Cristiano debe ser según los hombres, un hombre titulado en
Teología, con tantos cursos bíblicos, con tantos cursos de liderazgo en la
Iglesia, gozar de la recomendación de algún teólogo reconocido, mostrar un
título firmado y sellado por firma reconocida por los hombres; Pues a ellos les
trae una gran duda cuando tú dices “Mi sabiduría me ha sido dada
directamente por Dios” y se ríen de quien habla de esa manera, pues a pesar
que se dicen estudiosos de la palabra de Dios, realmente han desconocido
hasta la más irrelevante tilde de la palabra de Dios, porque les cuesta creer que
el Espíritu Santo es quien instruye al hijo de Dios, porque la palabra nos dice:
“Bienaventurado el hombre a quien tú, JAH, corriges,
Y en tu ley lo instruyes” (Salmos 94:12), El hombre a quien Dios instruye
directamente es visto por los hombres como necio, como abominable, pues el
hombre instruido por Dios es piedra desechada, del mismo destino que Cristo
gozan los hombres instruidos por Dios, pues al tener que hablar con verdad,
herirán el ego de muchos, y provocarán la ira de ellos, y buscaran cualquier
excusa para desecharlo e incluso para matarlo al igual que los Fariseos
hicieron con Cristo; Pues al igual que los Fariseos, estos llamados Cristianos a
pesar que dicen creer en Dios y en la instrucción del Espíritu Santo, les parece
increíble cuando te paras frente a ellos y les dices “Según lo que Dios me ha
enseñado yo te digo…”, y se burlan, y rumoran igual que aquellos Fariseos
“¿Cómo puede este decir que Dios le ha instruido?, ¿No es este un blasfemo?,
¿Cómo Dios puede revelarle cosas a éste que nunca ha estudiado Teología?,
¿Cómo puede este acreditarse si no tiene título de Universidad?, ¿Cómo éste
puede hablar de Dios si no pertenece a nuestras congregaciones?”.
A los Fariseos de la Cristiandad les cuesta creer lo que la palabra nos dice en
Isaías 28:26 “Porque su Dios le instruye, y le enseña lo recto”, Así que es
Dios y no el hombre el que instruye al hombre, es Dios y no el hombre quien
regala sabiduría al hombre, es en Espíritu que se aprende y no en Universidad
de hombre, es en Espíritu y no en cursos de estudios bíblicos que Dios nos
muestra su palabra, pues es Dios nuestro instructor y edificador y no un
hombre, la doctrina por tanto es una y no son diversas como las doctrinas de
hombres son diversas.
Los instruidos por Dios son visto como necio en el sacerdocio humano, pero
por eso no debemos preocuparnos pues la palabra nos dice: “sino que lo necio
del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo
escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte;
y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para
deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia” (1ra.
Corintios 1:27-29), la verdadera sabiduría ha sido puesta en los necios, aquello
que es necio a los ojos de los hombres es visto con gracia a los ojos de Dios, lo
blanco de Dios es negro para los hombres, así que no es de extrañarse la
actitud de los ególatras Fariseos que se hacen llamar Cristianos, pues así está
escrito desde la antigüedad, que los hombres rechazarían lo que Dios acogería,
por eso somos bienaventurados, por ser escogidos; Pues al ser aborrecido por
los hombres somos amados por Dios, porque Dios construye al nuevo hombre
de aquel barro que no es manoseado por el mundo, pues sólo es amasado por
las manos de Dios, por eso se nos dice “sino que subía de la tierra un vapor,
el cual regaba toda la faz de la tierra. Entonces Jehová Dios formó al
hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el
hombre un ser viviente” (Gen. 2:6,7), Dios formó al hombre de tierra virgen,
en la que nadie más había echado mano, así mismo Dios forma a sus hijos, por
su propia mano y de tierra virgen, Dios desecha por tanto al hombre que
prefiere la enseñanza del hombre a la enseñanza suya; Si la palabra nos dice
que Dios nos instruye, eso no significa que Dios nos instruye mediante otro
hombre, sino que Él es nuestro instructor, nuestro edificador; pues como ya lo
hemos visto antes los maestros humanos tienen una función muy particular
que ya está antes explicada; Dios formó al hombre y Él mismo sopló sobre su
nariz aliento de vida, pues hoy ocurre igual, porque Él nos forma del barrio, y
en nuestro corazón instaura su vida (Cristo) y así es que nos da el aliento de
vida desde la fuente directa.
El Fariseo de la Cristiandad rechaza a todo aquel que prefiere la instrucción
directa de Dios, pues no le cabe en su cabeza que Dios instruya directamente
al hombre, ya que según ellos para eso es que Dios tiene pastores, evangelistas
y maestros en la tierra, y que ellos son esos “pastores, evangelistas y
maestros”, pero al pensar de ésta manera, ellos no saben que están apartando
su oído de la verdad, porque piensan que Dios sería incapaz de ser instructor
del hombre, y que Dios tiene que auxiliarse de ellos para llevar su palabra a
sus hijos; Pero demostrado está que Dios no necesita del hombre, ni requiere
de la inteligencia y sabiduría del hombre para llevarle instrucción a sus hijos;
Al pensar de ésta manera ¿Realmente ellos creen en Dios? Pues si no son
capaces de creer que Dios es nuestro maestro particular y que Él enseña en
secreto directamente a su hijo, entonces ¿Cómo pueden creer que Dios rehará
el mundo y que revestirá la tierra, y que resucitará a todos sus hijos y que
coronará a todos sus fieles con vida eterna?, ¿no es insólito que ellos piensen
que Dios es capaz de refundar el mundo, pero no son capaces de creer que
Dios es instructor personal a cada uno de sus hijos y que Dios no necesita de
hombres para llevar sabiduría a los suyos?, si Dios no necesitó de ayuda
alguna para fundar el universo ¿Cómo no podemos creer que Él sea capaz de
llegar a nosotros para educarnos en su palabra y ciencia?.
Ellos al escuchar una voz primero observan detalladamente de qué persona
proviene la voz, estudian de dónde procede la persona de cuya voz salió la
palabra, y si esa persona procede de los arrabales entonces la voz es ignorada,
y es peor aún cuando esa persona habla con certeza y franqueza contra todo lo
que se hace llamar Iglesia y no lo es. Estas personas aún hablando con verdad
son rechazadas por no contar con lo que ellos valoran; título de Teología,
membrecía de alguna denominación, culto o religión y, una nacionalidad de
renombre mundial.
Ellos actúan idénticamente como aquellos Fariseos, quienes rechazaron a Juan
y posteriormente a Jesús, por no pertenecer a la alta alcurnia social, ni
proceder de Familias tradicionalmente Fariseas, ni vivir en grandes
residenciales y domicilios connotados, ni vestir túnicas de las mejores
calidades; Ellos desconocen cualquier verdad de Dios que proceda de una
boca que no tenga membrecías en sus “Clubes Cristianos”, son clasistas como
clasistas eran los Fariseos, son ciegos como ciegos eran los Fariseos, niegan
entonces el poder y la potestad de Dios de ser maestro, Pastor y Sacerdote
directo de sus ovejas,; Pues han pensado que la palabra de Dios llega al
hombre por conducto del mismo hombre, pero ¿A caso estos seres humanos no
se han puesto a pensar sobre el cómo llegó la palabra de Dios a quienes
escribieron la Biblia?, ¿A caso no han leído claramente que Jesús dijo “Ni
seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo” (MT
23:10)?, Si Jesús dijo que Él era el maestro y ellos dicen creer en Él, entonces
¿Porqué no han creído que Cristo nos instruye en la sabiduría y en la ciencia
de Dios?, porque Él ha sido claro y dijo que todas las cosas le habían sido
dadas a Él y que Él las revelaría a quien Él quisiera, ¿En qué parte entonces de
las Escrituras se dice que la sabiduría de Dios debe ser transmitida de hombre
a hombre?, porque Cristo dijo que Él la daría a quien Él quisiera, no a quien el
hombre quisiera darla, ni a quien tenga las mejores condiciones de pagar la
mejor Universidad de Teología, porque el hombre no puede dar lo que no le ha
sido dado; ¿A caso Cristo dio sin que le diera a Él primero el Padre?, Él esperó
que el Padre le diera para dar; Así que el hombre debe esperar que Cristo le dé
para que él pueda dar, entonces quizá muchos ahora digan “por eso es que
damos, porque primero Cristo nos dio”, pero entonces yo digo, si Cristo les
dio, entonces ¿Cómo es que ellos fueron a aprender de Dios a la Universidad?,
¿a caso Cristo es maestro en las Universidades?, ¿Cómo es que son teólogos? ,
¿A caso Cristo se graduó de Teología?, porque Dios a Cristo no le dio teología,
por lo tanto Cristo no puede dar Teología, porque Cristo da lo que el Padre le
dio, ¿Han leído en las sagradas Escrituras que Dios haya dado a Cristo la
ciencia Teológica? Por supuesto que no, porque ésta surgió en Grecia, no en
Israel; A ellos les digo, si aprendieron del maestro entonces aprendieron de la
fuente directa y no tenían la necesidad de acudir a los centros de enseñanza
humana; Pero si no han aprendido del Maestro, todo cuanto saben es basura,
pues todo es falso, así pues Pablo lo dijo “Y ciertamente, aun estimo todas las
cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi
Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para
ganar a Cristo” (Filp. 3:8), porque si Pablo habiendo aprendido de los grandes
maestros de la época, tuvo por basura todo lo aprendido de ellos para ganar a
Cristo, entonces ¿Por qué ellos no han tenido por basura lo aprendido en las
universidades de Teología?, ¿Qué tiene de más o de menos la enseñanza
universitaria de teología con respecto de la enseñanza Farisea de aquella
época?, ¿A caso las dos no son enseñanzas de hombres?, ¿A caso en las dos no
estudian a los “grandes pensadores en materia de religión”?, ¿A caso en las
dos no estudian grandes pensamientos que han salido de las mentes humanas
con respecto a Dios?, ¿A caso las dos no son tradiciones humanas?, ¿A caso
las dos no son fuentes educativas de hombre reconocidas por el hombre?, ¿A
caso no saben que las fuentes de conocimiento del hombre no son las fuentes
de enseñanzas de Dios?, ¿A caso no saben que lo que el mundo ve a través de
sus sentidos externos, todo es falso?, ¿Cómo puede una fuente muerta(la
universidad) proveer de algo vivo (conocimiento de Dios)?; Si ellos dicen “Lo
que enseñamos proviene de Dios”, entonces pregunto ¿Tiene Dios distintas
corrientes de pensamiento como distintas corrientes de pensamientos tiene la
Teología?, Pablo mismo una vez dijo “¿Acaso está dividido Cristo?”, Los
Apóstoles recibieron la enseñanza de un mismo Maestro, por eso en el plan de
Dios no hay un Plan para distintas corrientes, sino sólo para una, pero la
Teología tiene muchas corrientes, por eso pregunto ¿Procede la Teología de
Dios?, si ella tiene muchas corrientes ella nunca puede provenir por designio
de Dios, ella es solo invención humana, es una de las muchas a las que Pablo
llamo “las falsamente llamadas Ciencias”, por ello, nadie cuya fuente sea la
ciencia humana puede decir que su enseñanza proviene de Dios, y si no
proviene de Dios entonces no es de Cristo, y si no es de nuestro Rey, entonces
es del otro rey.
Al decir todas estas cosas quizás me he vuelto necio a los ojos de ellos, y de
eso precisamente quiero hablarles en este capítulo, porque la palabra de Dios
nos dice “sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los
sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte”, si
para ellos yo soy necio, entonces ¿Qué soy para Dios?, para Él soy escogido,
porque la palabra dice “Lo necio del mundo escogió”, Él ha escogido lo
necio, y por eso me preocupo por ser necio, por hablar cuanta verdad Él ha
puesto en mi corazón, porque obedezco a la voz que me ha dicho “He aquí
que yo te he puesto por trillo, trillo nuevo, lleno de dientes; trillarás montes y
los molerás, y collados reducirás a tamo” (Isaías 41:15) ; Nadie entonces
tiene potestad de callar la voz del que trilla, porque trillar es gritar la verdad,
amar la verdad hiera ésta o no, por eso se nos ha dicho “No pondrás bozal al
buey cuando trillare” (DT 25:4), es deber del Cristiano puro y verdadero,
gritar a los cuatro vientos la verdad, duela a quien duela, es orden para el
soldado de Dios hablar con verdad, es orden de Dios ser necio ante los ojos
humanos, y al llegar a ser necios ante los hombres nos volvemos aborrecidos
por ellos y es ahí donde comienza nuestra bienaventuranza, aquella que Jesús
nos dijo “Bienaventurados seréis cuando los hombres os aborrezcan, y
cuando os aparten de sí, y os vituperen, y desechen vuestro nombre como
malo, por causa del Hijo del Hombre. Gozaos en aquel día, y alegraos,
porque he aquí vuestro galardón es grande en los cielos; porque así hacían
sus padres con los profetas” (LC 6:22,23); Así que si a sus ojos soy necio,
alegre me siento, pues se habrá cumplido en mí esa profecía, galardón estarían
construyendo para mí.
A Jesús, a Juan, a nuestros Apóstoles así los vieron, como necios; Así los
desecharon, así los aborrecieron, así los persiguieron, así fueron tratados por
los Fariseos; Así que siendo así los Fariseos, en nada nos podemos extrañar de
la actitud de quienes apartan su oído a la verdad, porque son tan Fariseos
como aquellos.
En el mundo para ser oído, debes ser Titulado en Teología, reconocido por la
sociedad como un hombre de Dios, tener el aprecio de las autoridades y
proceder de una reconocida y carismática nación; Si no llenas ése requisito,
muy pocos serán quienes te escuchen, pero somos tan comprendidos por Dios
que Él tan sólo nos mandó a trillar, Él no nos ha exigido que tenemos que
convencer al mundo, porque el mundo es necio a sus ojos, Él ordena que la
verdad sea gritada, aquellos verán si la oyen y la aceptan, o si la oyen y la
ignoran, a sus profetas ordenó “Hijo de hombre, habla a los hijos de tu
pueblo, y diles….” , a ninguno dijo “convéncelos” de que no hagan así o
“convéncelos de que hagan”; Nuestro deber es hablar con verdad, nuestro
deber no es convencer ni agradar, así que no debo preocuparme por convencer
a los que no desean ser convencidos, porque ellos se resisten a la verdad, y el
que se resiste a la verdad es promotor del mentira y ama a la mentira, y quien
ama a la mentira no es tan sólo cautivo de la mentira sino que es esposo de la
mentira, y al ser esposo de la mentira son una sola cosa, así como el hombre y
la mujer al casarse son una sola carne, por eso ¿Quién podrá convertir la
mentira en verdad?, porque querer convencer a un mentiroso que ha contraído
matrimonio con la mentira y hoy son una sola cosa, es igual a querer convertir
una mentira en verdad, y Dios no nos mandó a convertir mentiras en
verdades.
La palabra de Dios es viva, pero los hombres que no se han alimentado de la
fuente directa, estos han comido pan con levadura, y aunque hablan de Dios
sus ´palabras son muertas; Porque lo vivo proviene de lo vivo, y lo vivo no se
junta con lo muerto, porque al juntarse lo vivo con lo muerto, una misma cosa
se vuelven ambas, así que cosa muerta se vuelve lo vivo; Por tanto el que ha
comido pan con levadura, ha comido alimento muerto, porque aunque el
nombre de Dios se escucha entre esas palabras de la Teología, al ser
combinada con la ciencia humana esa palabra viva ya no está viva en la boca
de quienes la hablan, pues han juntado lo vivo con lo muerto, han hecho yunta
entre buey y asno.
Pablo, lleno del Santo Espíritu nos dijo “….porque no todos los que
descienden de Israel son israelitas” (Romanos 9:6), lo que en cierto modo
significa, que no todo lo que se dice palabra de Dios es Palabra de Dios, no
todo lo que de Dios se dice proviene de Dios, porque lo que de Él procede
viene puro, es decir, sin alteración, sin pensamiento humano que lo adorne, sin
Filosofía, sin Teología, sin corrientes de todo tipo, por conducto de Él mismo
y no por conducto de mente humana; Su palabra es textualmente suya y su
interpretación es completamente suya, porque todas las cosas incluso su
palabra misma, fueron hechas por Él y para Él, pues clara es la palabra
cuando nos dice: “Porque mía es toda bestia del bosque,
Y los millares de animales en los collados. Conozco a todas las aves de los
montes,
Y todo lo que se mueve en los campos me pertenece. Si yo tuviese hambre,
no te lo diría a ti; Porque mío es el mundo y su plenitud” (Salmos 50:10-12),
si de Él es todo el mundo y su plenitud, ¿A caso dentro de la plenitud del
mundo no está su misma palabra?, la Palabra de Dios fue dada por Dios y su
interpretación es completamente de Él; Así que no es el hombre a través de su
sucia ciencia que interpretará su palabra, sino que esa Palabra pura y limpia es
interpretada por Él mismo, es por eso necesario que aquel que desee sabiduría
pura procedente de Dios, debe alojar en su corazón al Espíritu de Dios, fue
precisamente por esa causa que Dios ha hecho descender su Espíritu, para
ayudar al hombre a visualizar la verdad plena de Dios, o ¿A caso ellos han
pensado que el Espíritu Santo ha descendido sólo como un adorno? solo el que
verdaderamente aloja a su Espíritu es capaz de interpretar su Palabra, porque
no sería él quien la interpretaría sino Dios mismo, cuyo Espíritu reposa en
aquel hombre; Pero además Él nos dice “Si yo tuviese hambre, no te lo diría a
ti” , por eso ¿Tiene necesidad Dios de los hombres?, por supuesto que no,
porque Él necesita para sí, Él mismo se lo provee.
Ningún hombre que se llame Teólogo puede interpretar su Palabra, antes debe
tener por basura su Teología, así como Pablo tuvo por basura la enseñanza de
hombre que recibió de sus hermanos Fariseos, porque la Teología no procede
de Dios sino de los hombres, no procede de Israel sino de Grecia, ¿A caso se
ha visto o leído de un profeta Bíblico procedente de Grecia?; Si Dios no eligió
hombres de otras naciones para hacer llegar su mensaje a su Pueblo, mucho
menos elegirá una “ciencia humana” que ni siquiera surgió entre su Pueblo. Si
Dios desechó el sacerdocio hebreo, mismo que Él había implantado, ¿Cuánto
más no desechará a una ciencia que ni siquiera procede de Él y a quienes son
partícipes de ella?, ¿A caso no han ellos leído la palabra que nos dice: “Me
pusieron además hiel por comida,
Y en mi sed me dieron a beber vinagre. Sea su convite delante de ellos por
lazo,
Y lo que es para bien, por tropiezo. Sean oscurecidos sus ojos para que no
vean,
Y haz temblar continuamente sus lomos” (Salmos 69:21-23)?, ¿Qué clase de
banquete nos proporciona la Teología?, ¿A caso no están dando de beber
vinagre y dando de comer hiel a los sedientos? Y ¿Qué ha pedido David contra
quienes le dieron de beber vinagre y de comer hiel?, ¿A caso no ha pedido que
su convite sean por tropiezo, que sean oscurecido sus ojos para que no vean y
que Dios haga temblar continuamente sus lomos?, ¿A caso creemos que Dios
no escuchará está petición de su siervo David?, Si David ha pedido esto para
quienes convidan a sus hermanos a comer alimento leudado, ¿No crees que los
que promueven la Teología como ciencia de Dios y quienes participan de ella
serán castigados?, ¿A caso Dios no ha oscurecido sus ojos?, ¿Si Dios ha
oscurecido sus ojos cómo pueden ver la luz de Dios?, Si no ve la luz de Dios
¿Cómo puede decirse que interpretan su palabra?, ¿A caso no mienten cuando
hablan de Dios?, ¿A caso Dios vive en medio de la mentira?, ¿Su palabra no es
palabra muerta?.
Todas estas palabras que les he dicho, a los ojos de los Fariseos de nuestra
época, son palabras necias y para ellos son necios quienes las hablan, pero
ellos y sus organizaciones constituyen esos montes que debemos trillar; Ellos
son esos collados los cuales hay que molerlos y reducirlos a tamos, ellos son
los gigantes contra los que David (el hombre) debe luchar, a ellos hay que
derribar y a su ciencia hay que desnudar, pues ésta se ha vestido con túnicas
doradas y resplandecientes, pero en su dorso son vestiduras inmundas, son
vestido de lana y lino juntas, pues se han vestido de cosa muerta y viva a la
vez, han arado con buey y asno a la vez, por eso su enseñanza es muerta, aún
cuando el nombre de Dios resuena entre sus frases.
El hecho de que ellos vean como necios a quienes hablan con franqueza la
palabra buena a nadie debe de extrañar, es por eso que se nos dijo: “Amados,
no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si
alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos por cuanto sois
participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la
revelación de su gloria os gocéis con gran alegría” (1ra Pedro 4:12,13),
estamos destinados a participar de los mismos padecimientos de nuestro Señor
Jesucristo, y dentro de esos padecimientos ¿A caso no están las burlas, los
insultos, las falsas acusaciones y la condenación de parte de los Fariseos?, ¿No
fue objeto de cuestionamiento nuestro Señor Jesucristo?, ¿A caso su
revelación de proclamarse hijo de Dios no provocó la ira de sus
perseguidores?, ¿A caso a Él no dieron a beber vinagre en lugar de agua?; Los
miembros del cuerpo sufren al igual que la cabeza, por eso Cristo es la cabeza
y la Iglesia verdadera es su cuerpo, y su cuerpo debe someterse a sus
padecimientos, pues nadie al momento del padecimiento separa su cabeza de
su cuerpo, sino que padece su tortura el cuerpo completo; Por eso es que nos
han dado a beber vino en lugar de agua, y nos han dado hiel en lugar de
comida.
Estamos llamados a ser necios ante los hombres y humillados ante Dios, pero
aquellos, son necios ante Dios y humillados ante el sistema de los hombres;
Ellos tratan de estar bien con Dios y bien con los hombres juntamente, pero
eso de ninguna manera es posible ni es aceptable ante Dios; Porque los
matrimonios son de dos y no de tres, nadie puede caminar en dos caminos a la
vez a menos que ensanche uno hasta alcanzar el área del otro, y hacer de
ambos uno solo, el gran problema es que aunque a los ojos humanos se verá
como un solo camino, ante Dios los dos caminos aún están separados, pues lo
que está escrito es: “Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre”
(MC 10:9) y no es: “Lo que el hombre juntó, no lo separe Dios”. Ahora, la
situación es similar cuando decimos: “Si lo que Dios unió no lo puede separar
el hombre, entonces lo que Dios separó no lo puede unir el hombre”, porque
¿Cómo puede ser que el hombre no pueda separar lo que Dios unió, pero, sí
pueda unir lo que Él unió?, ¿Tiene eso algún lógica real?, de ninguna manera,
pues por eso se nos ha escrito “Mira la obra de Dios; porque ¿quién podrá
enderezar lo que él torció?” (Eclesiastés 7:13), si Dios ha separado su ciencia
de la ciencia humana, ¿Quién es el hombre para juntarlas?, Si Dios desechó el
sacerdocio humano ¿Quién es el hombre para restituirlo?, Si Él entregó los
templos de piedra a los opresores ¿Quién es el hombre para re edificarlos?.

Cristo siendo la cabeza fue ofrecido como Sacrificio y la iglesia siendo su


cuerpo no está exenta de ese sacrificio, pues Él claramente dijo “…A la
verdad, del vaso que yo bebo, beberéis, y con el bautismo con que yo soy
bautizado, seréis bautizados” (MC 10:39), y esto fue dicho porque el Padre
antes le había dicho “…Toma de mi mano la copa del vino de este furor, y da
a beber de él a todas las naciones a las cuales yo te envío” (Isaías 25:15), Él
tomó la copa del Padre y fue el intermediario para hacerla llegar a su pueblo,
pero ¿Qué es esa copa?, esa copa es el sacrificio, el sometimiento a la voluntad
de nuestro Padre celestial, esa copa es la aceptación de nuestro paso por el
fuego para hacernos valer como hijos, pues siendo Dios nuestro alfarero ¿No
es verdad que debe pasar su obra por horno, para que la obra quede completa y
valedera?; Así pues lo podemos comprobar, en el momento en que Jesús sería
aprehendido por sus perseguidores, cuando Pedro Tomó la espada para
defender a su maestro y a su causa, y Jesús dijo a éste: “….Mete tu espada en
la vaina; la copa que el Padre me ha dado, ¿no la he de beber?” (JN 18:11),
Cristo mismo se antepuso a Pedro para que no obstruyera el Sacrificio al que
el Santo Maestro sería sometido, porque esa era la copa que su Padre le había
dado a beber, y esa misma copa nos fue heredada departe de Él hacia nosotros,
pues como vemos Él dijo “…A la verdad, del vaso que yo bebo, beberéis, y
con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados”; Sin embargo,
para que podamos ser merecedores de la copa que Cristo nos heredó a
nosotros y que Él a la vez heredó del Padre, se requiere ser necio a los ojos de
los hombres, de todos los hombres; Se requiere hablar con la verdad siempre,
pero no la verdad del mundo, donde toda verdad es falsa, sino con la verdad de
Dios, pues solo diciendo la verdad brotará en los hombres el aborrecimiento
hacia nosotros, y es provocando ese aborrecimiento, que nos volvemos
merecedores de la gracia de nuestro Padre Celestial; No hay gracia si no hay
sacrificio, y nuestro sacrificio es y será el vituperio de los hombres; Debemos
por tanto llegar a ser tildados como malos por aquellos que son tildados como
buenos por el mundo, así como nuestro Señor Jesús fue tildado como blasfemo
y como sedicioso, así debemos llegar a ser tildados, pues hemos bebido de la
misma copa y por tanto nos hemos hecho merecedores del mismo sacrificio,
sacrificio que trae consigo recompensa, como también dio recompensa a
nuestro Santo Maestro. ¿Qué hizo Jesús para merecer el desprecio de los
hombres? Hablar con la verdad, sin importarle herir susceptibilidades, golpeó
el ego de los que eran reconocidos como sabios entre los hombres, irrespetó a
los respetados, implantó la autoridad del Padre, no habló mediante
suposiciones ni se inventó reglamentos, ni suscribió estatutos, ni pactó con los
opresores; Se sometió a la voluntad del Padre, puso ambas mejías a la orden
de sus torturadores, mató su cuerpo para ganar su alma, se ofreció a sí mismo
por amor a la verdad, mantuvo su palabra sin temor a las consecuencias; Si
eso y otras Cosas hiso Jesús para ganarse el oprobio de los hombres, entonces
eso debemos hacer nosotros, porque en nuestro pasó por esta tierra, tenemos
una gran misión, ganarnos el aborrecimiento de los hombres para ganar la
gracia de Dios todo poderoso; Venimos a hacernos perfectos, pero perfectos
¿para qué? Para ser sacrificados, pues la Iglesia es el cuerpo del cordero, y el
cordero para ser sacrificado debe ser perfecto a los ojos de Dios, o acaso no
hemos leído “Perfecto serás delante de Jehová tu Dios” (DT 18:13), ¿Porqué
y Paraqué crees que Dios nos pide perfección? Porque sencillamente estamos
destinados al sacrificio, pues si Cristo es nuestro Pastor ¿Qué somos
nosotros?, somos sus ovejas, y si Cristo es nuestro Sumo sacerdote a la vez
que es nuestro Pastor, ¿de dónde tomará para hacer sacrificios a Dios? Los
tomará de su rebaño, y de su rebaño tomará lo mejor para ofrecerla a nuestro
Dios, o ¿A caso Abel tomó de sus peores ovejitas para su sacrificio?, ¿A caso
David no pagó precio a su real costo a Ornán Jebuseo para construir el altar
para Dios? , y ¿Qué dijo Dios al Sacerdote? “…Toma de la vacada un becerro
para expiación, y un carnero para holocausto, sin defecto, y ofrécelos
delante de Jehová” (LV 9:2), Cristo se ofreció a sí mismo como Sacrificio,
pero siendo nosotros su cuerpo y Él nuestra cabeza ¿no estamos sometidos a
su voluntad? Y si Él se ofreció a sí mismo, junto con él estamos nosotros, pues
también formamos parte de su cuerpo Y Siendo Él nuestro Pastor, ¿no tiene
potestad de elegir entre sus ovejas las más perfectas para ofrecerlas en
sacrificio al Padre?, siendo así ¿No estamos destinados al Sacrificios todos los
Santos?, ¿ o Qué?, ¿Es que acaso no se ha leído? “Juntadme mis santos, Los
que hicieron conmigo pacto con sacrificio” (Salmos 50:5), o ¿No está
ordenado en la maldición de nuestro Dios “Con el sudor de tu rostro comerás
el pan “ porque muchas veces creemos que aquellos que han muerto en manos
de los opresores por causa del evangelio, fueron abandonados por Dios, pues
Él permitió que muriesen torturados y presos, a veces creemos que Dios nos
abandona cuando estamos sometidos a pena humana, pero lo que ocurre
realmente es un sacrificio agradable a Dios, y quien padezca de éste sacrificio
es porque más bien ha sido escogido y acogido por Dios, pues ha sido acepto
ante Él el ofrecimiento que Cristo ha hecho.
Somos ovejas y nuestro Pastor tiene potestad de escoger de entre nosotros sus
holocaustos ante nuestro Dios, pero la gran salvedad en el sacrificio es que no
se ofrece a la menos apreciada sino a la más apreciada, a la que más ama; Así
que ser una oveja en sacrificio es un gran honor, por lo que en lugar de
contristarse aquella oveja que ha sido ofrecida más bien debería gozarse, pues
ha hallado gracia ante los ojos de su Pastor, es un sacrificio perfecto, porque la
orden dada por Dios es “…Toma de la vacada un becerro para expiación, y
un carnero para holocausto, sin defecto, y ofrécelos delante de Jehová”,
Dios manda a nuestro Pastor y sacerdote que tome un becerro y un carnero sin
defecto, eso significa que cuando Cristo nos ha escogido para ofrecernos en
holocausto, nos ha dado su aprobado, y nos ha visto sin defecto, nos ha visto
perfecto.
La Iglesia es la vacada y entre la vacada son escogidos los sacrificios, y entre
los sacrificios están los perfectos, por ello debemos luchar, para ser vistos por
nuestro Maestro como perfectos, pero para ello debemos promulgar su verdad
delante de quien sea necesario y ganarnos el desprecio de los hombres para
cosechar gracia ante Dios. Pues prohibido está el sacrificio de las ovejas
malas, así pues está escrito “No ofrecerás en sacrificio a Jehová tu Dios,
buey o cordero en el cual haya falta o alguna cosa mala, pues es
abominación a Jehová tu Dios” (Dut. 17:1).
Procurar la necedad ante los hombres es una misión dura de aceptar pero de
alta estima por Dios, por siglos y siglos los religiosos han procurado que los
hombres estén bien entre ellos a toda costa, pero ¿Qué significa a toda costa?,
ellos han callado la palabra por siglos, a fin de ganarse el aprecio de todos los
hombres, y al ganarse el aprecio se han ganado el respeto de los seres
humanos, y conseguido el respeto les es fácil apaciguar a los hombres, sin
importar que esa paz es maligna y abominable pues se basa en la mentira y en
el silencio; Los Religiosos han creído que ganan mucho con Dios al hacer
esto, pero ¡Cuan equivocados están!, pues para Dios está Claro que es
necesaria la discordia entre los hombres para que la verdad resplandezca, por
eso se nos escribió “No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no
he venido para traer paz, sino espada”, ellos en lugar de buscar la paz con
Dios se han enfrascado en buscar la paz con los hombres, pero no se puede
estar en paz con Dios si se ha hecho pacto con los hombres, no se puede
someter la paz de Dios que es verdadera por debajo de la paz de los hombres
que es falsa y basada en la mentira y la hipocresía; Porque callar la voz de
Dios a cambio de ganar el aprecio de los hombres es renunciar a tu escogencia
como oveja en sacrificio, hacer esto es tal cual rehúses a beber del vaso de
Cristo.
Hemos sido enviados a ser necios, a ser perseverantes en la verdad, a hablarla
siempre no importando si nos creen o no nos creen; No estamos obligados a
convencer, solo fuimos enviados a hablar y a gritar la verdad, a regar la
semilla en el campo, sin importar que ella caiga en piedra o en camino, pero
más de alguna semilla caerá en tierra fértil y rendirá sus frutos.
Los Fariseos de éste siglo se rehúsan a escuchar, pues ellos se creen los
Maestros, porque así se los ha reconocido la humanidad, porque la humanidad
al creerles a ellos han engordado su ego; Ellos por haber estudiado Teología
creen que su título ha sido reconocido en el Cielo, y que Cristo impuso ya su
firma sobre ése título, pero a Dios poco le interesan los títulos implantados en
cartones universitarios, ellos suponen ser los iluminados porque el Pueblo así
lo ha reconocido, ellos en su orgullo hoy por hoy no pueden retractarse de su
ciencia; Porque si lo hacen ganarán menosprecio y es preferible a ellos
mantener ese aprecio popular, a perderlo todo a cambio del sacrificio; Ellos
poco interesados están en tener por basura lo que aprendieron en la
Universidad respecto a la Teología, a ellos les es más rentable la Teología que
la ciencia de Dios, pues la Teología les produce materia inmediata en tanto la
ciencia de Dios procede bendición a la medida de la porción de Dios, pues
Dios nos da lo necesario, pero aquellos quieren más de lo necesario, la
Teología les produce popularidad, mientras la ciencia de Dios produce menos
precio humano.
Todos ellos dicen en su propia opinión que la “Iglesia” en la que militan es la
verdadera Iglesia de Dios, pero si es así, ¿Porqué no se han ganado el rechazo
de los hombres?, ¿Porqué no han gritado la verdad al mundo sin importar las
consecuencias?, ¿Porqué no han dicho al mundo cuál es el verdadero objeto de
la existencia del hombre?, ¿Por qué no han recibido el conocimiento suficiente
para vivir por la fe y el Espíritu?, ¿Porqué no se han percatado cuál es la
verdadera función de la Iglesia?, la respuestas a éstas y a una infinidad de
preguntas es: “Ninguna de esas llamadas Iglesias es real”, pero esta verdad a
ellos les aturde sus oídos y cuando la oyen, tildan a quienes la dicen como
herejes, como blasfemos, como Satánicos, como perseguidores de la “Iglesia”,
como ateo; En fin, tildan a quien habla de esa manera de la misma manera en
que tildaban a nuestro Maestro, pues ¿Cuántas veces aquellos no dijeron de
Cristo que sanaba y echaba demonios en nombre de “Belzebú”?, ¿Cuántas
veces lo llamaron blasfemo?, ¿Cuántas veces lo acusaron por sedicioso?, el
mundo no acaba de comprender que lo que ellos ven como luz Dios lo ve
como tinieblas, pero ya Jesús había advertido “Mira pues, no suceda que la
luz que en ti hay, sea tinieblas” (LC 11:35), esa advertencia de Jesús era clara,
pues nos estaba diciendo que veríamos luz, que aparentaría ser luz, pero que
realmente serían tinieblas. ¿Has visto detalladamente las grandes ciudades
humanas?, ¿te has percatado que cuando es de día no se ven tan bellas como
de noche?, Así precisamente es el mundo, y así son las iglesias que se han
fundado en el mundo por los hombres, porque cuando las enfocas con la
verdadera luz, observas que no son tan bellas como las han hecho aparentar;
Son tal cual una ramera, que en la noche se observa bella, maquillada,
atractiva, pero en la mañana, cuando todo su maquillaje ha quedado entre
sábanas, no es la mujer bella que deambula en las calles por las noches, sino
que aquella belleza es nocturna.
La iglesia de hombres que es visible, es idéntica a todas las cosas visibles,
temporal; Pues se nos dijo “….pues las cosas que se ven son temporales, pero
las que no se ven son eternas” (2da. Corintios 4:18), Así que la iglesia visible
de hombres es también temporal, pues está entre las cosas que se ven, pero la
Iglesia que es eterna y acepta ante Dios está entre las cosas que no se ven. Es
necedad a muchos quizá mis palabras, pero es una necedad necesaria para mí,
porque al decirla gano el aprecio de Dios en mi carácter personal, pero a la vez
al decirlo despierto en algunos aquella disensión de la que habló nuestro
Maestro, la espada que Él dejó en el mundo, La cual por largos siglos ha
estado guardada para los tiempos postreros.
Mientras los Fariseos Cristianos según ellos luchan para alcanzar la Unidad de
todas las iglesias, el verdadero Cristiano debe luchar por fortalecer la
disensión en esas congregaciones, para hacer manifiesto y distinguir entre los
falsos y los verdaderos, pues así se nos escribió “Porque es preciso que entre
vosotros haya disensiones, para que se hagan manifiestos entre vosotros los
que son aprobados” (1ra. Corintios 11:19), hay por tanto necesidad de aquella
disensión, así que en cierto modo me alegró de formar parte de quienes
siembran la disensión entre las congregaciones.
¡Cuánto quisiera que todos crean o al menos consideren las palabras que les
escribo en este libro!, pero a la vez ¡Cuánto quisiera que muchos me
consideren necio, blasfemo, y otros adjetivos peyorativos!, porque así sabría
que he agradado a Dios, porque decir la verdad se ha vuelto mi afán de diario;
Decir la verdad me constituye en una piedra en el desierto la cual fue golpeada
con la vara y ahora brota de ella agua para calmar la sed de los vagos del
desierto; ¡cuánto gozo sentiría al ser desechado! Pero a la vez ¡Cuánta tristeza
me daría ver que muchos ciegos no ven lo que yo he visto!
Insto a que luchemos en aras de la necedad, insistamos en la necedad, porque
es la necedad la perseverancia en la fe, quien no es necio y se muestra pasivo y
receptivo de todo mandato doctrinal humano, ese no es verdadero, ese aún no
ha despertado, ¿A caso no ven que por eso se nos ha dicho “…..me ha sido
necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe
que ha sido una vez dada a los santos”? , contender ardientemente por la fe,
es tomar la bandera de la necedad y gritar la verdad al mundo sin importar las
consecuencias, pero estemos totalmente claro que contender ardientemente por
la fe, es herir la serpiente en la cabeza, y la serpiente cuando es herida
reacciona con más violencia, y puede incluso mordernos; Por eso en la
maldición que Dios proclamó contra la serpiente le dijo: “Y pondré enemistad
entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la
cabeza, y tú le herirás en el calcañar”, estamos entonces llamados a
contender, a herir la cabeza de la serpiente, y herir la cabeza es luchar contra
toda vana sabiduría, contra todo pensamiento torcido, contra toda mala
doctrina, contra todo lo que se oponga a la verdad, pero teniendo en cuenta
que la serpiente herirá nuestro calcañar; Esto es: La Serpiente podrá matar
nuestra física existencia, por eso se nos dijo “Mas os digo, amigos míos: No
temáis a los que matan el cuerpo, y después nada más pueden hacer”,
debemos vivir siempre preparados para el momento del sacrificio, para el
momento de cumplir con el destino para el que nuestro Pastor que es Cristo
nos disponga, porque a tanto agrado que consigamos ante Él, a tanta gracia
que consigamos a sus ojos; Estaremos prestos en cualquier instante a ser
ofrecidos en sacrificio, y ese triste momento ante nuestro cuerpo, será el más
gozoso momento ante nuestra alma y espíritu, privilegio y liberación del alma
será aquel momento, por eso, que Dios no haga nada por salvar tu vida terrenal
de las garras del enemigo, es una señal que has caído en gracia ante sus ojos;
Alégrate entonces cuando así ocurra, porque mientras tus torturadores, tus
burladores, no sabrán lo que hacen, tú si sabrás lo que ellos hacen, lo que tú
estás haciendo y lo que Dios está haciendo a través tuyo.
Cuando Cristo nos dijo “Yo soy el Camino”, tácitamente nos estaba diciendo
“Lo que yo sufra ustedes deben sufrirlo, lo que a mí me hagan se lo harán a
ustedes, los pasos que yo doy esos mismos darán ustedes, las debilidades que
yo tenga esas mismas tendrán ustedes, el destino mío será el mismo destino de
ustedes”; Teniendo esto en cuenta, entonces es fácilmente determinable que la
Iglesia que hoy vemos a través de nuestros ojos no puede ser verdadera,
porque no es sufrida, nadie de ella se burla, no es perseguida ni acusada, no es
desechada; Ella es más bien acogida por todos los “grandes” de la tierra e
incluso recibe beneficios materiales de los “grandes” de la tierra, pero lo
insólito es que hoy vemos una iglesia prostituida, que habla el lenguaje más
conciliador para estar bien con los hombres y según ellos con Dios; Hoy por
hoy, la iglesia no sufre persecución porque sencillamente no es considerada
amenaza contra nadie y, quizás muchos se preguntan ¿debería ser una amenaza
la Iglesia? De ninguna manera, pero claro debemos estar que Cristo no era
amenaza para nadie y fue considerado amenaza; Así que siendo la Iglesia su
cuerpo, y siendo a su vez que quienes nos dominan hoy en día son los mismos
de ayer, entonces ellos así como consideraron a la cabeza deberían considerar
al cuerpo; Pero no la han considerado así porque sencillamente ese cuerpo que
se observa no es el de Cristo.
Ser necio es una virtud de Dios, ser necio es hablar sin mordaza la verdad, es
gritar con autoridad “esto es y esto no es”, es apropiarse de la autoridad que
Dios nos ha dado para desenmascarar la falsedad del mundo, ser necio es ir
siempre en contra de todo aquello que signifique muerte; Es buscar
incesantemente la verdad y una vez encontrada darla a quienes la merezcan;
Ser necio es hacer del espíritu y el cuerpo uno, tal como El Padre y el hijo son
uno; Ser necio a los ojos del mundo, es ser imitadores de Cristo; Ser necio es
tomar de la copa de Cristo, la cual Él mismo tomó del Padre; Es por tanto
contagiarse de la libertad plena de hablar sin miedo la verdad, por eso es que
Él nos dijo “y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”; Esta es la
libertad a la que se refería nuestro Santo Maestro al decirnos aquellas palabras,
conocer la verdad nos hace libres del yugo humano, de la obligación de creer
que todos lo que los hombres nos dicen es verdad, la verdad nos hace libres de
expresarnos a cerca del verdadero Cristo; no hace libres de la ciencia humana
que nos mantiene enceguecidos, nos hace libre de toda Teología y filosofía,
nos hace libres de aquellos que mantienen secuestrada a la Iglesia de Dios, nos
hace libres de hablar a la cara de cualquiera lo que según nuestro Espíritu es
verdadero, libres de afrontar a los hombres que han distorsionado las palabras
de nuestro Maestro, libres de pensar según nuestro espíritu y no según
nuestros “guías” que son hombres, que no son más que cisternas rotas que no
contienen y no son capaces de retener el agua viva; La verdad, nos hace
plenamente libre de todos los preceptos que de las mentes humanas han salido
para según ellos adoctrinar la mente humana, la verdad nos ha hecho libre, y
ser libre es ser verdaderamente santo; Porque ser libre nos hace despojarnos de
la inmundicia humana y nos hace entrar en el reino, y lógico es que en el
verdadero reino no entra ni carne ni sangre; Ser libre nos deshumaniza y nos
vuelve celestiales, pues es claro que la palabra nos ha dicho “Y así como
hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del
celestial” (1ra. Corintios 15:49), ¿Cuántas veces se nos ha dicho que ya no
vivimos nosotros sino que es Cristo quien vive en nosotros?, ¿A qué se refiere
la palabra cuando nos dice estas cosas?, sencillamente se refiere a que, así
como Cristo tuvo la valentía de enfrentarse contra la mentira del mundo así
mismo nosotros debemos cargar con nuestra Cruz que es la verdad y sembrar
la disensión en la humanidad para que se hagan manifiestos los verdaderos
hijos de la luz; Estamos llamados a deshumanizarnos, es decir, dejar a un lado
la imagen del hombre y arrebatar la imagen del celestial, desatender al hombre
para atender a Dios; Se trata por tanto de afrontar a la verdad contra la
mentira, a lo santo contra lo profano, al amor contra el falso amor; Se nos dijo
“Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será
salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por
los hombres” (MT 5:13) ser la sal del mundo nos compromete a mantener
nuestro fin, a no perder la característica de la verdad, porque la verdad es el
salitre de la sal, y el salitre es lo que hace que la sal cumpla con su fin,
estamos llamados a no callar la verdad, aunque nuestra vida corra riesgo la
verdad permanece y debe prevalecer; Nadie puede poner por excusa que calló
la verdad porque su vida estaba en riesgo, pues la palabra es clara cuando nos
dice “Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que
pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará” (MC 8:35), no
hay excusa que se funde en proteger la vida, porque la vida que creemos que
es vida, no lo es; Sino que es tan solo una etapa previa a la vida, pues aún
somos seres no nacidos, estamos en el vientre de la creación, por eso se nos
dice “Porque los que menospreciaron el día de las pequeñeces se alegrarán,
y verán la plomada en la mano de Zorobabel…” (Zacarías 4:10), este es el
tiempo de las pequeñeces, tiempo de la formación de la vida, somos tal cual un
niño en vientre, es tiempo de pequeñeces porque tan sólo es un tiempo de
nueve meses, y así como el niño a su debido momento renuncia al vientre de
su madre para salir a la luz, así mismo nosotros debemos menospreciar el
tiempo de la pequeñez, que es éste tiempo, para recibir el tiempo de las
grandezas; Los que menosprecian este tiempo y sus placeres, vivirán,
presenciarán y se gozarán de las grandezas; Porque si hoy nos impresionamos
cuando hay una nueva invención humana, si hoy nos maravillamos con la
ciencia, la tecnología y todas esas obras muertas, imaginémonos cuánto nos
maravillaremos en el tiempo de las grandezas.
Estamos llamados a despreciar el tiempo de las pequeñeces, y con ello,
estamos llamados a despreciar toda sabiduría humana, a desechar toda
enseñanza que intente ocultar una sola verdad, obligados a enfrentar nuestra
guerra, obligados a combatir, obligados a ser violentos para arrebatar el reino
de Dios, obligados a procurar la estadía de Dios en nuestro corazón; Y con ello
estamos obligados a despojarnos de toda inmundicia, obligados a promulgar la
verdad delante de quien sea, obligados a ser valientes para decir verdades en
los rostros de los “sabios” de éste mundo, porque si la sal no sala es porque se
ha vuelto insípida y ¿qué nos dice la palabra de Dios al respecto? “Buena es la
sal; mas si la sal se hiciere insípida, ¿con qué se sazonará?” (LC 14:34), no
seamos como muchos que dicen “Es mejor no decir esto porque se enojará el
pastor, o no hables aquello porque te pondrán en disciplina, o no digas aquello
porque nuestra doctrina no es esta”, porque así como la sal no es sal sin salitre,
así la Iglesia no es Iglesia sin verdad, sino que la Iglesia sin verdad es como la
sal insípida; La verdad se habla y se habla a como conviene, pues ¿A caso no
han leído que la palabra nos dice “Manzana de oro con figuras de plata Es la
palabra dicha como conviene” (Proverbios 25:11), la hermosura de la palabra
es decirla de la forma correcta, no de la forma en que a todos les gusta
escucharla, no para endulzar la vanidad de nuestros oídos, no para
enamorarnos sino para despertarnos del sueño en que nos encontramos; Por lo
cual, si la palabra no es para enamorarnos, sino para despertar del sueño, debe
decirse con autoridad, como cuando tú vas a despertar a tu hijo porque se le
hace tarde para ir a la escuela, así mismo, para que puedas ser visto como
necio, a como somos visto necio por nuestros hijos cuando los levantamos de
sus camas.
Seamos necios, porque en tanto no seamos considerados necios ante los
hombres, no podemos decir que hemos conseguido salvación; Porque no hay
salario sin trabajo, no hay gloria sin sufrimiento, no hay paz si antes no
peleamos la guerra; El agrado de Dios no se consigue estando en paz con los
hombres, porque para estar en paz con los hombres se debe hablar lo que los
hombres quieren oír, y siempre lo que los hombres quieren oír es falsedad, por
eso es que no se puede estar bien con Dios y con los hombres, porque mientras
Dios ama la verdad, los hombres aman la falsedad.
No nos enfoquemos en las denominaciones, ni en defender teorías Teológicas,
ni en creer que la doctrina de tu denominación es la correcta, no te enfoques en
las normas humanas, no defiendas lo indefendible, no tomes una verdad falsa;
Toma la verdadera verdad y defiéndela, pon tu cabeza por delante, no importa
si el pastor, si el predicador o si el maestro que labora en tu Iglesia se ofende
con aquella verdad, eso es secundario, porque a eso fuimos enviados; No
fuimos enviados a oír sino a hablar, no a callar sino a gritar, no ha decir sí a los
hombres sino a decirles “no”, no te vuelvas insípido porque no tendrías razón
de ser., recuerda que la palabra de Dios nos dice “Jehová hace nulo el
consejo de las naciones,
Y frustra las maquinaciones de los pueblos. (Salmos 33:10) así que todo
consejo humano es nulo, toda verdad que brota de mente humana es nula, pues
la verdad brota del Espíritu y el Espíritu no es carne ni sangre, busca la verdad
pero no en el mundo, búscala en el Espíritu porque es ahí donde la
encontrarás, por eso se nos dijo “He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo,
Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría” (Salmos 51:6).
Seamos “necios” a tal punto de ser desechado porque ese es nuestro objetivo,
recuerda que eres como un niño en el vientre de su madre, y mientras el niño
dentro del vientre no sea necio, no dé patadas, y no provoque dolores en su
madre; Éste no será dado a luz, porque su madre creerá que aún no es tiempo
del parto o supondrá que quizás su niño no se mueve porque ha muerto en el
vientre y procederá a abortarlo; Por eso seamos necios, para ser expulsados de
nuestra matriz y poder salir a la luz; Porque caminar por el camino de Jesús es
amar la libertad, y amar la libertad es amar la verdad, y amar la verdad es no
callarla, y no callarla tiene como consecuencia la reprensión humana; Porque
quienes viven cómodos con la mentira vomitarán la verdad, no hace buena
digestión ingerir un alimento y una bebida incompatibles entre ambos, así
mismo, no puede digerir la verdad el que se alimenta de la mentira; No
callemos la verdad, no temamos a quienes matan el cuerpo y luego nada
pueden hacer; Así que no hay que temer decir la verdad por amor a que no te
echen de tu trabajo, no calles la verdad a cambio de conservar tu vida o de
saciar tus necesidades, no calles la verdad a cambio de prebendas muertas que
dan los hombres, no calles la verdad a cambio de estar bien con quienes te
pagan o con tus patrones, o con tus guías espirituales, o con quien paga tu
salario, pues a quien paga tu salario dale aquello por lo que te paga, porque
recuerda que la palabra nos dice : “No deis lo santo a los perros, ni echéis
vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y
os despedacen”, porque en este mundo nada vale la pena, nada ni nadie vale la
pena con respecto a la verdad, porque es mejor estar en paz con Dios y no en
paz con los hombres, porque la paz de los hombres es temporal mientras duren
los buenos tiempos pero la paz de Dios es eterna. Conservemos la verdadera
disciplina para con Dios y no para con los hombres, no seamos serviles de los
hombres por amor a sus sobras, seamos mejor esclavos de Dios por amor a la
vida eterna y a sus sagradas prebendas, porque Dios es el amo que paga lo
justo por tu trabajo y tu trabajo es trillar, arar y sembrar la verdad.
Preparémonos para el sacrificio, porque al ser necios, los Fariseos de éste
tiempo y los del futuro nos acusarán delante de las cortes humanas y delante
de nuestro Padre Celestial; Buscarán según ellos justicia tanto en la tierra
como en el cielo contra nosotros, de manera que aquella escena del pasado, en
la que Cristo fue falsamente acusado se repetirá con aquellos verdaderos hijos
de la luz, a quienes señalarán de blasfemos, de traidores, de sediciosos;
Aquellos nos acusarán, porque lo que ocurre en el cielo, también ocurre en la
tierra; Así como allá Satanás acusa a los justos, aquí los falsos hijos también
acusan a los justos, pero Dios escudriña nuestro corazón, y no nos juzgará
según las acusaciones de los hombres sino conforme a nuestro corazón; Los
Fariseos preferirán la libertad de los convictos antes que un hijo de la luz sea
libre de expresarse, así como en el pasado prefirieron la libertad de Barrabás
antes que la libertad de Cristo; Por ello debemos estar preparados, porque
nuestro sufrimiento no será por castigo, sino por premio , porque estaremos
orgullosos de padecer los sufrimientos de Cristo, seremos galardonados con
ese privilegio. En aquellos momentos nuestra mente pensará que hemos sido
abandonados por Dios, pero nuestra alma pensará “ ¡Qué gran orgullo es
padecer los sufrimientos de mi Señor!


CAPITULO IX
MENTIRAS ENVUELTAS EN VERDADES.
En aquel tiempo los Fariseos tomaban las verdades de la palabra de Dios como
envoltura de sus mentiras, etiquetaban sus doctrinas con sello de Dios, pero
por supuesto ese era un falso sello; Ellos hicieron falsificación de sello para
hacer creer el pueblo que ellos lo que hablaban lo hacían en el nombre de
Dios; Pero ¿Cuál era el objetivo de aquella actitud sacerdotal de la época?, la
razón era económica y social, ellos querían estar bien con las fuerzas
gobernantes y opresoras, y a la vez estar bien con el pueblo oprimido, pero de
ninguna manera querían estar bien con Dios. Ellos requerían mantener un
estatus social por razones clasistas, deseaban ser respetados tanto por su
“conocimiento de Dios” como por su vinculación con el estado; Necesitaban
vivir a gusto económica, social y políticamente; Así que, tomaron la palabra
de Dios, la moldearon conforme a sus concupiscencias y la transmitieron
alteradamente de tal forma que no se sintiese ofendido ni el gobernante, ni el
pueblo, pero ¿En algún momento pensaron si Dios se sentiría ofendido?, no,
ellos poco se interesaron en pensar si aquello que hacían agradaba a Dios o no,
porque según ellos sus obras eran suficiente para agradar a Dios y la fe era un
asunto secundario; Sin embargo por sus mismas obras cavaban día con día su
propio hueco en el que serían enterrados, pues la palabra de Dios siendo
tajante dice “…Mas los pecadores serán atrapados en su pecado” (Prov.
11:6); Aquellos tan sólo usaron a Dios como envoltura, pero su contenido era
todo falso, su esencia era toda impura, por eso es que Cristo habló claro a ellos
y les dijo : “…vosotros los fariseos limpiáis lo de fuera del vaso y del plato,
pero por dentro estáis llenos de rapacidad y de maldad. Necios, ¿el que hizo
lo de fuera, no hizo también lo de adentro?” (LC 11:40), ellos no solo en su
apariencia sino en sus obras se veían puros y pulcros ante los hombres y sus
gobernantes, ellos en sus palabras hablaban grandes maravillas y palabras
hermosas que sonaban melódicas a los oídos humanos, todas sus palabras
hablan de Dios, pero pese a que en sus palabras resonaba el nombre de Dios,
todas ellas eran falsas, todas eran vanas, nada de lo que decían venía de Dios;
Porque su propósito no era engrandecer a Dios sino engrandecerse ellos
mismos, su intención no era obrar para y según Dios, sino obrar para y según
el hombre y la carne. Los deseos de su corazón eran sonar bonitos para ser
adulados por el pueblo y a la vez por los gobernantes, para que los
gobernantes no viesen en ellos amenaza alguna, para que los gobernantes los
subsidiaran y otorgaran a ellos beneficios; Utilizaban a Dios como escaparates
de sus tiendas de comercio, y su actividad comercial y económica era su
sacerdocio. Ellos se veían limpios ante el mundo pero ante Dios eran los más
asquerosos leprosos en este valle.
La Palabra de Dios nos dice “Así ha dicho Jehová acerca de los profetas que
hacen errar a mi pueblo, y claman: Paz, cuando tienen algo que comer, y al
que no les da de comer, proclaman guerra contra él: Por tanto, de la
profecía se os hará noche, y oscuridad del adivinar; y sobre los profetas se
pondrá el sol, y el día se entenebrecerá sobre ellos. Y serán avergonzados
los profetas, y se confundirán los adivinos; y ellos todos cerrarán sus labios,
porque no hay respuesta de Dios” (Miqueas 3:5-7), Aquel sacerdocio de la
antigüedad mantenía en error al pueblo, amaban a quienes saciaban su apetito
y detestaban a quienes no les proveían alimento; Bendecían a sus proveedores
pero maldecían a los demás, oraban por quienes daban a ellos dádivas pero no
oraban por quienes no daban ningún beneficio a ellos. Por aquellas actitudes
Dios les hizo anochecer la profecía, cegó su entendimiento y por ende nunca
pudieron sumergirse en la rica sabiduría de Dios, nunca pudieron descifrar los
códigos divinos, no pudieron desamarrar la sabiduría y por eso no pudieron y
ni han podido desnudar la mentira del mundo.
Pero lo que pasó con el sacerdocio Hebreo es sólo una señal de lo que pasaría
con el “sacerdocio” Cristiano, porque de la misma manera en que erraron
aquellos “sabios” y “Rabinos”, así mismo han errado los que se
autodenominaron sacerdotes en el Cristianismo, así como los Pastores, los
predicadores, los Teólogos, los maestros y los evangelistas que se
autonombraron con esos Títulos; Todos ellos erraron en la misma manera,
puesto que de igual forma ellos han tratado de tomar a Dios como la envoltura
de sus mentiras, para ganar adeptos y así gozar de muchos beneficios
humanos, a ellos también se les ha endulzado el paladar de la vanagloria, han
amado estar bien con los gobernantes de éste siglo y con el pueblo, aman el no
tener afrontamiento con quienes los gobiernan, aman estar bien con quienes
los dirigen, ellos han encontrado un equilibrio entre los hombres subyugados y
los subyugantes, y al encontrarlo han deseado mantener esa línea estática, de
tal manera que ni el subyugado ni el subyugante sientan la vara de Dios, ni el
uno ni el otro vea en ellos el rostro de Dios.
Hoy en día, quienes dicen tener la autoridad de Dios hacen exactamente lo
mismo que aquellos, porque intentan difundir la palabra de Dios sin herir
susceptibilidades, ellos para difundir la palabra de Dios se han sometido a una
metodología según la ciencia humana y sus rudimentos, con el fin de alagar la
invención humana han dirigido a “La iglesia” según el ser humano dirige sus
instituciones, y han hecho de “La Iglesia” una institución más, que se rige por
un plan central ideado por un hombre, por estatutos centrales que son ideados
por sus dirigentes, por planes de enseñanzas programados ideados por sus
dirigentes y metodistas; Ellos han sometido a Dios como objeto de estudio,
mediante una ciencia llamada Teología, pues han visto a Dios como un
elemento más objeto de una ciencia para ser analizado desde la mente humana,
lo han visto como una manifestación más que debe ser analizado como se
analiza a la lluvia, al verano o al invierno, han creído que Dios es una
especialización que encaja en alguna de sus ciencias, han querido encerrar en
una ciencia a la verdadera ciencia, han querido hacer de la ciencia absoluta y
verdadera una ciencia más del hombre, han tomado a Dios como una envoltura
de la mentira humana, han falsificado el sello de Dios en la obra de sus manos.
¿A caso un océano puede caber en una copa?, ¿A caso LA CIENCIA puede
caber en “ una ciencia”?, ¿A caso Dios puede ser tomado como cualquier otro
elemento natural para ser estudiado según la ciencia humana?, así que la
ciencia teológica es una mentira envuelta en verdades, es una máscara ideada
por Satanás para hacerse pasar por Dios, es un dulce veneno que Satanás ha
dado de beber a los hombres, quienes creyendo adorar a Dios terminan
adorando a Satanás, y por su error a estos seres se les ha oscurecido el
conocimiento, y Dios ha hecho anochecer la profecía en ellos, y sus sabios han
enloquecido y sus conclusiones son disparates, y se han quedado estancados
predicando siempre lo mismo, gritando “Vivas” y “aleluyas”, pero su sabiduría
está dormida, y andan por el desierto caminando en círculos y morirán
caminando según ellos por el camino correcto y cuando mueran se habrán ido
de la misma forma en que vinieron, vacíos y desnudos.
Hoy “Las iglesias” Buscan paz donde no debe ni puede haber paz, hablan de
paz, pero de la paz según el hombre, pero sabemos que la paz según el hombre
es falsa, pues toda paz humana se basa en el silencio de la verdad y en la
hipocresía; Porque sabemos que la creación está sometida a vanidad y que por
tanto todo en este mundo está torcido, incluso la paz entre los hombres;
Quienes dirigen a “Las iglesias” ni siquiera se han percatado que la paz
verdadera se busca en el interior, pues es en el interior donde está la verdadera
guerra, porque nuestra lucha no es contra carne ni sangre, sino contra
Espíritus, y ¿donde sino es en el interior que se alojan los espíritus? La paz se
busca donde hay guerra, por lo tanto la paz se ha de buscar dentro de nosotros
donde libramos la batalla de la fe, dentro de nosotros está la tierra prometida
de la que tenemos que desalojar a millares de Espíritus que ansían con todas
sus fuerzas despojarnos de nuestra heredad.
Las Iglesias visibles han predicado un Dios distinto al real, es decir, han
hablado de un Dios Falso, y aunque para ´predicar a este dios han tomado a la
biblia como su referencia escritural, eso no significa que éste sea real;
¿Cuántas verdades hablan ellos? Lo cierto es que hablan muchas verdades,
pero, entre cien verdades que ellos hablan siempre hay una o varias mentiras,
y ello hace que todas las verdades que quizá hablaron queden invalidadas;
Porque ciertamente es bonito escuchar decir en la boca de ellos: “Dios es
amor”, “Dios se ha sacrificado por nuestros pecados”, “Dios nos ama”, “Dios
cambia tu vida”, “Dios es real”, “La Sangre de Cristo tiene poder”, etc.…
Pero es una verdadera lástima escuchar de ellos: “El reino de Dios ya está
resplandeciendo”, “Vamos a celebrar el día de las madres con un culto”,
“Celebremos el día del pastor, el día de los niños, la semana Santa, la navidad,
el día de San Valentín”, o escuchar de ellos “Hagamos eventos
interdenominacionales, unámonos porque aunque tenemos diferencias todos
adoramos al mismo Dios”, o cuando de ellos escuchamos “El rapto de la
Iglesia será en secreto, de pronto Cristo vendrá a llevarse su iglesia y nadie se
dará cuenta y los que queden tendrán que enfrentar el advenimiento de la
Bestia” o cuando los escuchamos decir “No visiten estos lugares ni aquellos
porque a Dios no le agrada que visitemos estos lugares” o “Estudiemos
teología para ser grandes líderes de la iglesia”, o también “Tienes que usar este
tipo de vestimenta y no de aquella”, “Tienes que orar de esta manera y no de la
otra”, o cuando escuchamos decir “Ven , acércate y pacta con Dios”, o cuando
te aconsejan “ No hables con éste ni con aquel otro porque a Dios no le agrada
que te revuelvas con ellos”, o cuando nos dicen “Acá no puede predicarnos
alguien que no sea teólogo”, o cuando nos dicen “No comas esto ni aquello
porque ofendes a Dios cuando lo haces”, o cuando escuchas en las iglesias que
enredan sus lenguas para que se diga que Dios los ha hecho hablar en lenguas,
o cuando los ves tirados en el piso revolcándose como quien tiene ataque de
epilepsia diciendo que el Espíritu Santo lo hace portarse de esa manera, o
cuando muchos pastores y predicadores ponen el diezmo como la principal
función del Cristiano para hallar gracia ante Dios, o cuando nos obligan a
creer que sus doctrinas denominacionales son realmente la doctrina verdadera
de Cristo y nos obligan a contender para defender la doctrina de la
denominación; Ellos hablan de libertad espiritual, pero si nuestro pensamiento
espiritual no coincide con su doctrina denominacional entonces nos expulsan
de sus denominaciones y nos aíslan para no tomar palabra en la congregación
para según ellos no confundir a la congregación; Ciertamente muchas cosas
que hablan son verdades pero sus prácticas y sus interpretaciones bíblicas con
relación a la profecía están fuera del contexto real de Dios, y si su
interpretación profética está fuera del contexto de Dios, eso significa que por
alguna razón Dios les ha oscurecido el conocimiento; Dios les hizo anochecer
la profecía, y sabemos según lo leído, que Dios oscurece el conocimiento de
aquellos guías espirituales que hacen errar a su pueblo, así que si Dios les ha
oscurecido la profecía eso sutilmente significa que ellos han hecho errar al
pueblo de Dios.
La palabra de Dios nos dice “Me ha entregado Dios al mentiroso,
Y en las manos de los impíos me hizo caer” (Job 16:11), ciertamente cuando
Job profiere estas Palabras hablando de sí mismo, él estaba hablando mediante
el Espíritu Santo, así que no fue Job sino el Espíritu quien habló aquellas
Palabras, y ciertamente no se refería a Job sino al pueblo de Dios que es la
Iglesia, por tanto, cuando Job dijo “Me ha entregado Dios al mentiroso,
Y en las manos de los impíos me hizo caer”, nos estaba anunciando que La
Iglesia de Dios sería entregada al mentiroso y que en manos de impíos caería;
Así que, Job Anunciaba una profecía que hoy vemos cumplida, pues la Iglesia
de Dios está en boca de los mentirosos y son ellos quienes en la tierra la
conducen, y en manos de los impíos, quienes por su impiedad la han hecho
errar; En manos de impíos está, puesto que todos hablan de Dios, de la
grandeza de Dios pero no hacen su voluntad. Todos los impíos sean estos ricos
o pobres, reyes y magistrados, todos ellos hablan de Dios como si Él fuera su
guía, pero ciertamente no es del verdadero Dios que hablan, sino del dios de
este mundo; Así que Dios ha puesto a su hijo en boca de mentirosos y en las
manos de los impíos lo ha hecho caer, y la iglesia siendo cuerpo del Mesías no
es la excepción.
¿Porqué Dios nos ha hecho caer en manos de los impíos y los mentirosos?,
porque el oro se prueba en ácido corrosivo en donde solo permanece intacto el
verdadero oro, porque el oro que es falso al someterlo al ácido éste deja al
desnudo su falsedad; Así pues, la Iglesia de Dios ha sido entregada al
mentiroso con el fin de que el verdadero hijo de la luz descubra la vanidad de
éste mundo, y logre reaccionar ante la impiedad; Dios nos ha sometido a
esclavitud y sufrimiento porque claramente habló en el principio cuando nos
dijo “Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra”
, sólo el hombre de mente y corazón corta cree que estas palabras se refieren
solo al trabajo que el hombre tenía que desarrollar para poder alimentar su
cuerpo carnal; Pero realmente esta sentencia se refiere también a que el
hombre iba a sudar su rostro para poder comer el pan espiritual, debía derribar
murallas para poder ver la luz real, y esas murallas a derribar estarían
constituidas por aquellos que se llaman a sí mismos “Iglesias” pues cada una
de ellas son enormes torres de babel en cuya construcción participan la
mayoría, a los cuales debemos confundir sus lenguas, ¿Cómo podremos
nosotros confundir sus lenguas? Desnudando sus mentiras, gritando la verdad,
predicando al verdadero Cristo, sólo así confundiremos sus lenguas y
podremos detener la construcción de sus torres de Babel.
Has de cuenta que un grupo de personas se han perdido en el desierto, en
donde solo se observa arena por todas partes, donde no hay un camino
definido, entonces el grupo se dividen en sus opiniones, porque unos dicen
“Iremos hacia el norte”, otros dicen “Mejor hacia el sur”, y así sucesivamente
todos escogen un rumbo; y quienes no tienen ni voz ni voto se adhieren al
grupo donde van la mayoría por temor a quedarse solos en un mismo lugar,
porque luego vendrán los monstruos del desierto y los devorarán; Eso
precisamente es lo que ha pasado en el mundo, pues hemos sido puestos en un
desierto, y cuando nacemos observamos que nuestros padres siguen a un grupo
mayoritario y entonces nos adherimos a ese grupo, sin percatarnos que ese
grupo va por el rumbo equivocado; Pero cuando despertamos y nos damos
cuenta del grave error que hemos cometido al seguir a la mayoría, entonces
nos toca enfrentar a toda la mayoría, tratando de hacerlos caer en razón, pero
todos nos ignoran, nos tratan de necios, nos llaman locos, y sucede que nos
aíslan y se alejan de nosotros; Ocurre pues que unos por temor a quedarse
solos se resignan a la opinión de la mayoría y acceden a callar su verdad y
continúan subyugados a la mayoría, pero hay quienes se visten de valentía y
enfrentan a la mentira desnudándola; Estos últimos son los verdaderos hijos de
la luz, y aunque vallan solos por el desierto se desentienden de la mayoría y
entonces se cumple aquello que se nos dijo “Tomó el sabio la ciudad de los
fuertes, Y derribó la fuerza en que ella confiaba” (Prov. 21:22), es deber de
los hijos de la luz honrar a su padre (La Luz), tomando ellos el yugo de su
padre, y haciendo resplandecer en ellos el nombre de su padre; Así que un hijo
de la luz no puede guardar silencio, pues estaría entonces honrando a la
tiniebla que no es su padre, por eso el mandamiento nos dice “Honrarás a tu
padre y a tu madre”, honrar la verdad es hablar con la verdad, por eso no se
puede ser hijo de la verdad y a la vez hablar falsedad.
Los llamados guías espirituales quienes se autodenominan líderes de las
iglesias, nos han conducido por un camino erróneo en este desierto,
quitándonos en lugar de darnos libertad, atándonos en lugar de soltar nuestras
cadenas, nos han dado a conocer a un Mesías falso como verdadero, una
ciencia falsa como real, una iglesia Falsa como verdadera; Ahora es el tiempo
de acatar aquella orden “Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las
sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis
descanso para vuestra alma” , observa bien, pues nos han pintado muy bonito
y de llamativos colores el camino del falso Cristo, se ve atractivo y ahí anda la
mayoría que dice amar a nuestro Señor, pero a la vez entendamos que sus
palabras fueron claras cuando nos dijo “muchos son llamados, y pocos
escogidos”, y a la vez nos dijo “porque estrecha es la puerta, y angosto el
camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan”, Imaginémonos
pues, si el camino es estrecho y son pocos los que lo hallan ¿Cómo puede en
un camino estrecho andar la mayoría?, que no nos engañen nuestros ojos, y no
pensemos que “Como la mayoría caminan por este camino, entonces por ese
es donde yo debo andar” y “Como aquel va solo por el camino y nadie o casi
nadie lo sigue, entonces no me atrevo a seguir por ese camino, porque a él se
lo van a devorar las bestias del desierto”; Piensa en esto ¿A caso no piensas
que al cazador en el inmenso desierto le resulta más provechosa su casa
interceptando a la manada más grande que tratar de interceptar en el inmenso
desierto a uno o a unos cuántos de la manada que van con otro rumbo?,
porque interceptando a la manada más grande hay más posibilidades de lograr
una buena caza, pero interceptando sólo a uno, le costaría más trabajo tener
éxito; Así que, apártate de la manada para despertar el interés del Pastor, para
que así te comience a buscar hasta encontrarte; Porque recuerda aquel salmo
que nos dice “Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento”.
Para que el pastor busque a su oveja es necesario que la oveja ande dispersa de
la manada, no creamos en aquellos dichos comunes salidos de la mente
humana “Una sola golondrina no hace verano” o aquello que dicen “La
Mayoría es la que decide y manda”; Desapártate de la manada porque andan
lobos vestidos de ovejas, percátate que hay mentiras envueltas en verdades, y
es deber tuyo darte cuenta de ello.
Jesús nos advirtió desde antes “…Guardaos de la levadura de los fariseos,
que es la hipocresía”, La levadura de los Fariseos es la doctrina bajo la cual se
rigen las iglesias hoy en día, Cristo sabía que Fariseos habrían entre sus ovejas
y que ellos tomarían control de su pueblo, porque la iglesia sería entregada en
manos de los mentirosos e impíos, sabía por tanto de las mentiras que se
difundirían en su nombre y por ello les dijo a sus discípulos “Guardaos de la
levadura de los Fariseos”, ¿Por quién crees que lo dijo?, ¿Por los Fariseos de
aquella época? Por supuesto que no, porque aquellos sus discípulos ni siquiera
visitaban las sinagogas de los Fariseos, ni se reunían con ellos, porque ellos
andaban donde Cristo los llevaba y andaban con Él en todas partes;
Ciertamente lo dijo para nuestra generación, porque Él sabía que luego de la
partida de los Apóstoles, la iglesia de Dios estaría dispersa y los Fariseos
disfrazados de Cristianos tomarían el control de la misma, y que además, estos
tratarían de dar pan con levadura a su pueblo, por eso nos dijo “Guardaos de la
levadura de los Fariseos”; Porque es levadura toda Teología, toda
reglamentación de iglesia, todo plan metodológico de Clases, toda ciencia que
se encargue de estudiar a Dios, toda palabra que acarrea consigo tradición,
todo culto vano que se mezcle con el Culto a Dios, todo eso es vanidad, todo
eso es levadura.
La advertencia de Cristo no era para sus doce discípulos, sino para los millares
que en Él creemos, pero que nos encontramos en medio de congregaciones
con prácticas ajenas a la voluntad de nuestro Padre Celestial; Porque en la
palabra de Dios se nos advirtió “Porque yo sé que después de mi partida
entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño”
(Hechos 20:29), ya estaba entonces predestinada la Iglesia a caer en manos
mentirosas y pecadoras, ya estábamos predispuestos a crecer entre lobos, ya se
sabía que los lobos rapaces serían la cizaña plantada por el enemigo de Cristo,
ya se sabía que mucha mentira se hablaría en las congregaciones, y por eso
también el salmista nos dijo : “Oh congregación, ¿pronunciáis en verdad
justicia? ¿Juzgáis rectamente, hijos de los hombres? Antes en el corazón
maquináis iniquidades; Hacéis pesar la violencia de vuestras manos en la
tierra. Se apartaron los impíos desde la matriz; Se descarriaron hablando
mentira desde que nacieron. Veneno tienen como veneno de serpiente; Son
como el áspid sordo que cierra su oído, Que no oye la voz de los que
encantan, Por más hábil que el encantador sea” (Salmos 58:1-5), se sabía
entonces que la congregación que se autodenominaría Iglesia de Dios
hablarían palabras de injusticia como si fuesen palabras de justicia, sonarían a
justicia pero el que realmente conoce la justicia detectaría que son de
injusticia, por eso el salmista preguntaba ¿pronunciáis en verdad justicia?;
Así que la Iglesia de Dios está destinada a surgir y brillar de la misma manera
que lo hiso Dios en el principio, porque clara es la palabra de Dios cuando nos
dice “Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la
faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas”; Así
que Dios quiere que sus verdaderos hijos sean capaces de hacer lo que Él hiso,
porque entre el desorden y las tinieblas Él se encontraba cuando dijo “Hágase
la luz”, así mismo nos encontramos sus hijos entre el desorden y las tinieblas,
entre espinos y cardos, entre cizaña y maldad; Y por tanto, estamos en la
misma condición en que Dios estuvo en el principio, Él nos puso en la misma
situación, para que nosotros saquemos la casta que de Él tenemos para decir
“Hágase la luz” y podamos de esta manera ordenar nuestra propia tierra,
nuestra morada (nuestros propios seres), de la misma manera en que Él ordenó
el Universo e hizo las grandes bellezas y maravillas de lo que antes era un
abismo entenebrecido, de esa misma manera quiere que nosotros ordenemos
nuestra morada haciendo un verdadero Paraíso de lo que antes era un abismo
de tinieblas.
Estamos hoy sumergidos en las religiones y en las tradiciones humanas, que
han hecho de Dios un elemento objeto de estudio; Estamos hoy entre
hipócritas y sabios que intentan convencernos de que ellos son poseedores de
la verdad de Dios, y nos hablan cosas bonitas pero detrás de aquellas cosas
bonitas hay cosas espantosas y abominables; Es entonces que tenemos que
despertar del sueño y madrugar, para aprontar el amanecer y ordenar “Hágase
la luz” y la luz se hará, y entonces sabremos quiénes somos y porqué somos,
en tanto eso no ocurra, entre religiones y tradiciones creeremos que estamos
en el camino correcto, y habremos de partir en la misma condición en la que
vinimos, “Desnudos y vacíos de conocimiento”.
En tanto la Iglesia no alcance la madurez necesaria para reclamar la herencia,
mientras la iglesia siga en su etapa de infancia, mientras ésta no alcance
adultez, se mantendrá bajo el yugo de los albaceas, por eso se nos dijo “…
Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del esclavo, aunque es
señor de todo; sino que está bajo tutores y curadores hasta el tiempo
señalado por el padre” (GT 4:1,2), fuimos entregados en manos de cuidadores
y tutores, quienes hacen uso de nuestros bienes, quienes nos hablan dulzura de
nuestro Padre, mas no nos han dicho de los bienes que nuestro Padre nos ha
dejado; Ellos son solo guardadores de lo nuestro, pero ¿Qué hacen los
guardadores? Ellos mantienen silencio, y se rehúsan a enseñarnos para evitar
que alcancemos la madurez, ellos tratan de mantener estancado nuestro
conocimiento luchando para que el heredero se mantenga siempre niño en
conocimiento y sabiduría, ¿Porqué? Porque en tanto el heredero sea un niño
sencillamente es un esclavo a merced de quienes administran sus bienes,
porque sus tutores saben que si el heredero crece y se hace adulto, reclamará
sus bienes y ellos quedarán sin nada; Ellos saben que lo que poseen y
administran no les pertenece, pero también saben que el dueño de todo eso,
está bajo su tutela, por lo que despilfarran la herencia del heredero, la
administran de la forma que se les antoja, por lo tanto el heredero debe luchar
contra todas estas adversidades; Porque aquellos tutores ni siquiera han
permitido que el heredero haya sido circuncidado todavía, porque ¿Qué es la
circuncisión de la Iglesia sino el desprendimiento del prepucio eclesial que
hace estorbo al cuerpo de Cristo que es su Iglesia?, ¿A caso la circuncisión de
la iglesia no es el despojarse de aquellos que a ella hacen errar?; Por tanto los
tutores han hecho y ejecutado tan bien su pretensión de despojo que ni
siquiera han permitido que el heredero se circuncide, porque saben que en
tanto el heredero no se circuncide tampoco entra en el pacto del Señor, y por
ende no puede ser reconocido como hijo de su padre, y así también no puede
constituirse en heredero; Así que a ellos conviene mantener el silencio de la
verdad, es por ello que el heredero debe descubrirse a sí mismo, porque si se
esperanza a sus guardadores entonces su crecimiento será más tardado y
cuando logre reclamar su herencia, ya ésta no va a existir, porque la habrán
acabado todos los administradores de sus bienes.
El heredero debe por tanto ser como ABRAHAM, quien nació y creció en
medio de la opresión del pecado, en familia idólatra y sucia, en medio de un
pueblo enceguecido, y tuvo entonces que recurrir a su interior para poder tener
contacto con lo verdadero (Dios), y como señal de aquella separación entre él
y su ascendencia procedió a circuncidarse a los noventa y nueve años de edad,
así que ¿Qué hay de extraño que a dos mil años aún la Iglesia no se ha
circuncidado? En cierto modo muchos dirán “La circuncisión es a los ocho
días de nacido, así que no tiene caso analizar este aspecto en la iglesia” pero
yo digo: ¿A caso no somos hijos de Abraham?, ¿A caso no nacimos y
crecimos como gentiles inmundos y pecadores como nació y creció
Abraham?, pues de la misma manera que en su ancianidad Abraham fue
circuncidado y a partir de ése momento fue una nueva criatura y entró a
formar parte de la nación celestial de Dios, así mismo nosotros que crecimos
siendo gentiles inmundos también debemos circuncidarnos y despojarnos del
prepucio humano que no nos permite entrar en el pacto de nuestro Dios,
circuncidarnos es por tanto separar de nuestro cuerpo (La Iglesia) todo aquello
y aquellos que nos hacen errar mediante la mentira y la vana palabra a la que
falsamente llaman sabiduría y ciencia, porque nos quieren mantener
estancados en el conocimiento de tal manera que nunca alcancemos el
merecimiento de la herencia.
Satanás inauguró y fundó muchas congregaciones las cuales se han
autodenominado “Iglesias” e ideó muchas ciencias de todo tipo de
conocimiento y entre estas ciencias fundó la Teología, e hizo creer a quienes
se acercaron a sus “Iglesias” que aquella ciencia teológica era la ciencia de
Dios, y los ha hecho caminar por una ruta equivocada, una ruta que se ve
limpia, que parece la ruta de Dios pero que no la es; Han mantenido al pueblo
sumergido en aguas muertas, pues las mismas ´predicaciones y sermones se
escuchan a diario en sus congregaciones, ¿Cómo se puede llamar a eso?, a eso
se le llama agua represa, y ¿Qué pasa con el agua represa?, Pierde su calidad,
se alojan en ella suciedades, bacterias y toda clase de descomposición; Por eso
el agua debe fluir, y debe mantenerse viva, porque solo manteniéndose viva
puede ser útil a nuestro organismo, de lo contrario, si se mantiene represa,
aquella agua tan solo sirve para lavar ropa, para lavar los pisos y las paredes
de la casa, quizás para regar el Jardín, o para hacer mezclas de concreto y
construir casas de cemento, pero para consumirla no es buena; y ¿Qué
significa esto?, que mientras las congregaciones hablen los mismos sermones,
mientras la meditación no escale niveles ascendentes, mientras la sabiduría no
penetre hasta lo más hondo del ser, en tanto no asimilemos la ciencia y la
verdad de Dios; En tanto quienes dicen servir a Dios piensen que han
abandonado el mundo, pero queriendo y no queriendo, muchas cosas del
mundo se han quedado con ellos; Entonces el agua que inicialmente recibieron
se ha estancado y no ha encontrado la forma de fluir, por lo tanto se ha
contaminado de bacterias, de malezas orgánicas e inorgánicas, y ya no es
digerible para el cuerpo (La iglesia), el hombre por tanto ha hecho para sí
cisternas rotas que no retienen agua (Jer. 2:13), por eso las congregaciones hoy
en día tienen un discurso monótono, porque su sed la calman con agua
contaminada. Satanás ha dado de beber agua que enferma y que no calma la
sed de la sabiduría y del conocimiento de Dios; Satanás se ha encargado de
alargar los días de la manifestación de los hijos de la luz, manteniendo en
sueño profundo a la Iglesia y deteniéndola en su desarrollo intelectual, a fin de
que no crezca en sabiduría y por tanto no tenga aún potestad de reclamar la
herencia que por naturaleza la pertenece.
Todas estas cosas estaban ya manifiestas que sucederían y su forma de
manifestación está plenamente dicho en las sagradas escrituras, así pues
vemos:“Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó de ellos
diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella; y enviándolos a
Belén, dijo: Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le
halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore. Ellos,
habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el
oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde
estaba el niño. Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo. Y al
entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo
adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y
mirra. Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a
Herodes, regresaron a su tierra por otro camino” (MT 2:7-12), En esta
porción Bíblica, se aprecia que el Rey Herodes, se mostró amable con los
Magos(sabios) que iban guiados por la estrella y que los conducía hacia el
nacimiento del Mesías, él atendió de maravilla a aquellos sabios y con
palabras bonitas les dijo “Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño;
y cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore” ,
ese es el mismo discurso que Satanás ha susurrado al oído de quienes dicen
haber encontrado la sabiduría de Dios y se han jactado de ella, Él les ha
ordenado que averigüen todo a cerca del niño (La Iglesia) que es el heredero,
para que luego den a él toda información y luego éste valla y le adore
falsamente; éste individuo ha ideado un plan extenso y complejo, infiltrándose
en las filas de la “Iglesia” y sabiendo que es aún un niño ha tomado control de
ella, manteniéndola en error y en falsa luz; Pero tenemos que considerar que el
verdadero hijo de la luz, sigue la estrella e ignora la instrucción de Herodes
(Satanás), y reacciona así como reaccionaron aquellos tres sabios, quienes
ignoraron la instrucción de Herodes, siguieron la estrella, hallaron al niño
dieron sus obsequios, le adoraron y retornaron por un camino que Herodes
ignoraba; Así que debemos ignorar la instrucción engañosa, sigamos la estrella
aunque para ello tengamos que pasar reportándonos por el palacio de Herodes
(“Las iglesias del Mundo”) pero cuando ya hayamos encontrado al niño, y le
hayamos adorado y dado los obsequios que a Él llevábamos, regresemos por
un camino que Herodes no conozca, logrando así Ignorar la voz de Satanás.
Muchos en la Iglesia han hecho caso a la voz de Herodes, pues han seguido a
la estrella, han encontrado al Mesías, le han adorado mas no de corazón, pues
han retornado por el mismo camino de regreso a Herodes, y le han informado
de todo lo necesario para que él diseñe la estrategia para contrarrestar el
reinado del nuevo y único Rey; No para impedirlo sino ´para retrasarlo,
manteniéndolo estancado en la infancia, pues aunque la cabeza del heredero
que es el rey ya maduró , aún su cuerpo que es la Iglesia no lo ha hecho, así
que la sabiduría del heredero que es su cabeza está ahí a la orden de su cuerpo
que es la Iglesia, pero el cuerpo aún no se ha correspondido con su verdadera
cabeza.
Lo que a simple vista se observa como tardanza de Dios para ejecutar su
justicia, realmente es un retraso de su pueblo, pues el mismo no ha alcanzado
la madurez necesaria, así que el trigo del sembrador aún no ha madurado para
ser cosechado, pues aún se ve más fuerte la cizaña que el mismo trigo, porque
la cizaña roba los nutrientes del trigo y el trigo por tanto es más tardado en su
maduración; El grave problema es que el trigo ha escogido el mismo alimento
de la cizaña, pero si el trigo escogiera el alimento que el sembrador le ha dado
exclusivamente a él, ya hubiera madurado, mas Dios sabe que a su tiempo
hará llover en la cantidad necesaria para nutrir y fortalecer al trigo; Pero la
gran esperanza es que madurará y alcanzará la estatura necesaria para su
cosecha.
Son tantas mentiras con envolturas verdaderas que cargaríamos muchos libros
para mencionar una a una las abominaciones que hacen los hombres
combinando LA CIENCIA con una o varias ciencias humanas; Queriendo
alimentarnos con leche espiritual adulterada, nos olvidamos por completo de
los estatutos de Dios, pues el mandamiento de no adulterar , no es dado por el
simple hecho de guardar fidelidad a nuestras esposas o por guardar respeto a
nuestros prójimos, sino que ha sido dado para que no adulteremos nada, ni la
palabra de Dios ni el orden natural de las cosas creadas, pero ¿Qué h hecho el
hombre? Ha adulterado todo, desde la palabra sagrada de Dios hasta la utilidad
inadecuada de las cosas creadas, ¿A caso Dios puso nombres abominables a
los meses y a los días de la semana?, ¿A caso el conteo de los años que lleva
en cuenta el hombre es el mismo que Dios lleva en su cuenta?, ¿A caso el año
de Dios empieza en la misma fecha que el año humano?, todas las cosas
creadas han sido utilizadas por el hombre fuera del curso natural, y su palabra
ha sido adulterada por muchos y de muchas maneras, sin embargo es tan
grande su poder que por mucho que el hombre intente quebrantar su escritura
éste no lo logrará; Porque así como su palabra nos dice “¿quién podrá
enderezar lo que él torció?”, así también sabemos que si nadie puede
enderezar lo que Él ha torcido, entonces también nadie puede torcer lo que Él
ha hecho recto,
Satanás lucha pero no para vencer, pues desde hace mucho sabe que no puede
contra Dios, simplemente lo hace por obstruir el Plan de salvación de Dios, lo
hace para retrasar su juicio, su estrategia está diseñada no para curar su
enfermedad sino para retrasar su agonía; Él sabe que mientras el sembrador no
observe maduro su plantío éste no va a levantar su cosecha, entonces ¿Qué
hace él para retrasar la maduración del plantío?, retrasar la lluvia, robar los
nutrientes de la tierra, implantar plagas en el plantío, regar al plantío con
líquidos tóxicos; En fin, él hace toda clase de cosas a fin de que el plantío
permanezca en semillas y no crezca en la forma esperada y en el tiempo
esperado.
Aquella noche la boca de Herodes desenmascaró la intención y la estrategia
que Satanás utilizaría para no permitir que su Reino decayera; Porque
ciertamente Satanás es aquel rey malo, aquel rey que reinó en aquella nación
donde en otro tiempo se acostumbraba tener reyes ungidos por Dios, pero que
en su tiempo fue puesto no por Dios, sino por el imperio Romano (Los
hombres); Pues así mismo es Satanás, porque éste reina en una nación (El
mundo) donde en otro tiempo reinaba el hombre por potestad dada por Dios,
pero que hoy reina Satanás porque el hombre lo ha elegido a él como su
proveedor; Aquella noche quedaba al desnudo lo que hoy vemos materializado
en “Las Iglesias visibles de este mundo”, que nos darían de beber agua represa
para calmar nuestra sed, y pan con levadura para calmar nuestra hambre.
No te extrañe que te diga que Satanás reina en este mundo, pues así ya está
escrito, porque la palabra de Dios nos dice: “…ahora el príncipe de este
mundo será echado fuera” (JN 12:31), ¿Quién es el príncipe de este mundo?
Satanás lo es, así que pon mucha atención cuando las sagradas escrituras
hablan sobre los reyes de Israel, porque muchos de ellos son modelos de
Satanás y su reino, así pues mira con cuidado la rivalidad de Saúl y David,
porque mucho puedes aprender, ¿Cuántas veces Saúl dijo a David que lo
amaba?, ¿Cuántas veces Saúl dijo arrepentirse de su intención pero no era
verdad?, así mismo es Satanás, porque para acercarse al pueblo de Dios ha
fundado Iglesias como el pescador que tiende las redes, y al reunir mucho
pueblo les instruye en error, en mentiras disfrazadas de verdad, tengamos
cuidado pues no todo hijo de Israel es Israel (Romanos 9:6).


CAPITULO X
EL FUEGO VITAL Y EL FUEGO MORTAL.
Sabemos que cuando el Espíritu de Dios bajó sobre los discípulos de nuestro
Señor Jesucristo, lo hizo en forma de fuego, sabemos que cuando Dios
apareció ante Moisés lo hizo en forma de Zarza ardiendo en fuego, sabemos
que Dios ha dicho “Una tercera parte quemarás a fuego en medio de la
ciudad, cuando se cumplan los días del asedio; y tomarás una tercera parte y
la cortarás con espada alrededor de la ciudad; y una tercera parte esparcirás
al viento, y yo desenvainaré espada en pos de ellos”, Cuando vemos estas
palabras en las sagradas escrituras, a simple vista vemos que hay dos tipos de
fuego que emanan de Dios, uno es destructor de los transgresores y otro es
purificador de los obedientes; Así pues sabemos que cuando Israel anduvo en
el desierto, Dios acabó de inmediato con los que se rebelaron contra Moisés,
hiso andar errantes por el desierto a la generación desobediente y con mucha
lucha y guerra hiso ingresar a la nueva generación en la tierra prometida; Así
que hay tres grupos de humanos; Los que de plano se han opuesto a los
designios de Dios y atentan contra Dios y sus escogidos; Los que dicen
obedecer pero no lo hacen realmente, y los que obedecen en verdad; A los
primeros Él los acaba de forma inmediata, a los segundo los hace andar errante
por el desierto, y a los tercero los esparce por todos los vientos, los hace
pasar por fuego y muchas pruebas para limpiarlos y circuncidarlos por
completo de todo vínculo con las dos clases anteriores.
A simple vista pareciese que hay dos tipos de fuego, uno de ellos es para
exterminar y el otro es el ácido mediante el cual es probada la joya; Él ha
dicho que a una tercera parte la liquida en el mismo lugar y de forma
inmediata, la segunda tercera parte la extermina alrededor de la ciudad y a la
última tercera parte la esparce a los cuatro viento y su espada va en pos de
ella; Pero es a ésta última tercera parte a la que hará retornar a su ciudad; Así
que los Fariseos que se dicen Cristiano, constituyen el pueblo que será
exterminado alrededor de la ciudad, constituyen a la vez el conjunto de
personas a las que Dios ha hecho vagar en el desierto sin la esperanza de
entrar en el reposo, ellos vagan en el desierto porque han dicho “si” con la
boca pero “no” con el corazón; Entonces pasarán muchos años caminando
hasta que la generación desobediente haya desaparecido y así puedan entrar en
el reposo la generación nueva, pero la generación nueva deberá librar guerras
y duras batallas, porque mientras ellos vagaban con sus padres en el desierto,
en su territorio otros se posesionaban, deberán desalojar a quienes ocupan su
heredad, esto es : “Trillar hasta reducir los collados a tamo”, luchar contra los
cuidadores, quienes cruelmente aprovechando la infancia del heredero se han
posesionado de todo y no quieren entregar voluntariamente a su dueño las
cosas.
Ciertamente entre el pueblo de Dios habían estos tres tipos de personas, pero a
los primeros los cuales estaban en el grupo de Datán, Él los exterminó a lo
inmediato, pues ni con la boca ni con el corazón honraban a Dios; Pero se
quedó con los del segundo grupo y con los del tercero, pero a los del segundo
grupo les habló claro, porque les dijo “No verá hombre alguno de estos, de
esta mala generación, la buena tierra que juré que había de dar a vuestros
padres” (DT 1:35), ellos sabían que no entrarían en el reposo del Señor, ellos
vagaron por casi cuarenta años, hasta que el último de los sentenciados
desapareció; Fue entonces que Dios permitió al tercer grupo, a los de la nueva
generación y a los de la vieja generación como Josué y Caleb (excepciones
entre aquellos sentenciados) entrar en la tierra prometida, no sin antes
establecer luchas para tomarla, así que todos ellos, tanto los obedientes como
los desobedientes sintieron el fuego de Dios, unos para bien y otros para mal.
Los Fariseos de la nueva ola ciertamente sienten el fuego y el sufrimiento de
Dios, ellos han dicho “Sí” a Dios, pero han errado ellos y han hecho errar al
Pueblo de Dios, ellos están sometidos al fuego de Dios, pero en tanto el “sí”
que han dado con la boca a Dios, no lo hagan efectivo en su corazón, estarán
en el grupo de los que vagan en el desierto ciertamente bajo la nube de Dios,
pero no entrarán en el reposo de Dios, sino que serán sus hijos, la nueva
generación los que logren ingresar al reposo; Pues serán sus hijos los que
despierten la sabiduría de Dios en sus corazones, por eso nos ha dicho “Y he
aquí hay postreros que serán primeros, y primeros que serán postreros” , los
hijos serán quienes se percaten que sus padres han andado en error, que
ciertamente no han obedecido a Dios en la perfección de su palabra, ellos se
darán cuenta que sus padres han estado estancados en el conocimiento debido
a su desobediencia de abandonar por completo los rudimentos del mundo;
Lograrán percatarse que adorar a Dios en espíritu y verdad tiene que ver con
amar la verdad en la intimidad, reconocer ante Dios que los rudimentos del
mundo, desde el calendario hasta los meses, desde los días hasta las horas,
desde la ciencia hasta su utilidad, todo es falso, y que a Dios se le debe adorar
en la verdad de Dios y según los tiempos de Dios, y no en la verdad del
mundo, porque el pueblo de Dios no puede ni debe vincular a Dios con las
normativas del mundo. Será entonces hasta que la generación malvada
desaparezca que Dios permitirá a la nueva generación y a los casos
excepcionales entre aquella generación entrar en su reposo
Aunque a simple vista hemos denotado que hay dos tipos de fuego que
emanan de Dios, ciertamente nos percatamos que el fuego de Dios, así como
aquellos dos sueños de Faraón que fueron interpretados por José eran uno y el
mismo, así también el fuego de Dios que recae sobre justos y pecadores es uno
y el mismo, pero el efecto del mismo dependerá en gran medida de quien lo
recibe, por eso vemos que nos dice “Porque nadie puede poner otro
fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. Y si sobre este
fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno,
hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la
declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el
fuego la probará. Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó,
recibirá recompensa. Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida,
si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego. ¿No sabéis que
sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?” (1COR
3:11-16), notemos que cuando la palabra de Dios nos dice “Y si sobre este
fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno,
hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la
declarará, pues por el fuego será revelada”, Dios somete a fuego a todos y a
todo, el fuego que pasará en todos y en todo será el mismo y con la misma
intensidad, pero a ese fuego únicamente sobreviven quienes se hayan
edificado y hayan edificado lo suyo y a los suyos sobre el verdadero
fundamento; Así que, de la misma manera que a todos nos llega el sol y la
lluvia, de la misma manera que a todos nos beneficia y nos perjudica el
invierno, de la misma manera en que un terremoto es sentido por buenos y
malos; De ésa misma forma el fuego de Dios es sentido por todos, pero
seamos claro en algo, ¿A caso el arquitecto no conoce la calidad de su
construcción? , pues he aquí, que hay muchos constructores en la nación, pero
hay un constructor celoso que cuando ve edificaciones que quieren copiar la
suya, hace sacudir el terreno a tal punto que solo las construcciones originales
y propias de Él sobreviven; Solo sus construcciones permanecen en pie, las
demás se derrumbarán fácilmente, pero sus construcciones están hechas para
soportar su peso y su fuerza, de algo estemos claro, el temblor es sentido por
las edificaciones suyas y las ajenas en la misma intensidad, la gran salvedad es
que sus construcciones son más fuerte y soportan esa inmensa potencia, pues
¿Quién es ese que construye para destruir?, Él lanza ácido sobre sus joyas
porque sabe que el ácido destruirá las que son falsas y sólo las verdaderas
conservarán su belleza.
La palabra de Dios es parte de ese inmenso e intenso fuego de Él, ella ha
llegado a todos mediante la Biblia, todos tenemos o podemos tener acceso a
ella, sin embargo el estruendo de su efecto ya sea positivo o negativo es
sentido por cada uno según el Espíritu que more en nosotros; Así que, a aquel
en quien mora el Espíritu Santo llegará conocimiento de sabiduría y de
ciencia, y su transformación será evidente, y acatará las instrucciones dadas
por Dios, que es: “…trillarás montes y los molerás, y collados reducirás a
tamo”, pero en aquellos donde no mora el Espíritu Santo, en su entendimiento
llegará falsa sabiduría, unos alabarán santos, otros vírgenes, otros traerán y
adaptarán sus culturas a la Palabra de Dios, otros combinarán al mundo con la
palabra de Dios, otros aprovecharán la palabra para enriquecerse, otros se
autodenominarán “Profetas”, otros fundarán corrientes Teológicas, otros
fundarán Iglesias con nuevas Doctrinas según su entendimiento, otros tomarán
lo que a ellos conviene de la biblia y lo que no conviene lo desecharán, en fin,
harán cosas y dirán cosas según ellos en la rectitud de la Palabra de Dios, pero
serán cosas erradas.
Todos aquellos en quienes no mora el Espíritu Santo, pero que hacen uso de
las Sagradas Escrituras para fundar sus mentiras, todos ellos son Fariseos,
simplemente son cizaña que aparenta ser trigo; El fuego de Dios ha llegado a
ellos pero cabe recordar que su palabra nos ha dicho “Y si sobre este
fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno,
hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la
declarará, pues por el fuego será revelada”, ellos han edificado casa,
levantado altares, han adornado “La casa de Dios” con piedras preciosas, con
oro, plata, madera, han construido preciosos templos, pero realmente el fuego
de Dios ha revelado su edificación, y ahora es visible que toda su obra es vana,
que nada por muy precioso que sea, aún así sea ofrecido al Señor, será acepto
por Él, porque no está fundado sobre el verdadero fundamento; Por eso se dice
“porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada”, Porque es en el
momento en que amanece a cada ser en su corazón, es en el momento en que
la luz de la sabiduría verdadera resplandece en cada corazón, que nos damos
cuenta que el fundamento de nuestra casa “Denominación” es falso, y que
están haciendo errar a los hijos de Dios, y es al darnos cuenta de ello que
comienza nuestra gran lucha “Derribar collados hasta reducirlos a tamo”.
Es Fariseísmo mostrarnos ante el mundo como de Dios, pero ante Dios como
del mundo; Es Fariseísmo ser por fuera pero no ser por dentro; Es Fariseísmo
hacer planes cuando el plan es uno y proviene de Dios; Es Fariseísmo tocar
con las manos pero no tocar con el Espíritu; Es Fariseísmo hablar de Dios pero
no sentir a Dios ni oírlo a Él; Fariseísmo es lavar el vaso por fuera pero no
lavar su interior.
El fuego de Dios ciertamente llega a todos, a unos quema y los destruye, pero
a otros los fortalece y los edifica; A unos con su fuego les saca brillo como al
oro, pero a otros los corroe como a falso oro; A unos los prospera para
bendición y a otros los prospera para maldición; A unos los hace fuertes y a
otros los hace tercos; A unos da entendimiento y sabiduría y a otros da
necedad y falso saber; A unos los salva y a otros los hunde.
En cierta ocasión Jesús nos dijo: “Toda planta que no plantó mi Padre
celestial, será desarraigada”, ¿Qué significa esto?, no todo aquello que se
diga trigo realmente es trigo, no todo aquel que se haga llamar Israel, es
Israel; El fuego de Dios revelará lo real y lo separará de lo Irreal, es este fuego
el único capaz de hacer manifiesto a los hijos de la Luz; Es su fuego el que
quita la escoria de la plata, por eso nos mandó decir “Haré más precioso que
el oro fino al varón, y más que el oro de Ofir al hombre” (Isaías 13:12)
¿Cómo nos hará Dios más precioso que el oro de ofir ?, Nos hará pasar por el
fuego, el fuego lloverá a todos y en todos habrá fuego, pero sus hijos lo
resistirán, y en sus hijos el fuego tendrá un efecto precioso, pues nos hará más
brillante que el oro fino, mas en los que no son sus hijos aunque con su boca
se hallan llamado a sí mismo como tal, los destruirá, los desarraigará, porque
son planta que nuestro Padre no ha plantado.
El fuego de Dios está inserto en cada uno de sus hijos, pues ese fuego es su
Espíritu Santo, por eso el día en que su Espíritu descendió a los apóstoles lo
hiso en forma de fuego, por eso se nos ha dicho “Y la luz de Israel será por
fuego, y su Santo por llama, que abrase y consuma en un día sus cardos y
sus espinos” (Isaías 10:17), el Espíritu de Dios es una pequeña lengua de
fuego depositada en cada uno de sus verdaderos hijos, éste arde en el corazón
de cada uno de sus hijos, son pequeños destellos de fuego por toda la tierra;
Pero un día, cuando los hijos de Dios se hagan manifiestos, cuando la
circuncisión de la Iglesia haya ocurrido, cuando el heredero haya dejado de ser
niño y reclame su herencia; Entonces nuestra Luz será por fuego, y nuestro
Santo (Dios) será por llama, y serán destruido mediante nuestro fuego todos
los cardos y los espinos, esto es: Los impíos y malvados, los pecadores e
inicuos , aquellos espinos y cardos de los que en el principio Dios dijo
“Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo”, son esos
espinos y cardos que serán abatidos, quemados y desechos; Pues con aquel
fuego será quemada y se dará por finalizada la maldición que heredamos de
nuestros Padres, y acabará la maldición de la tierra, y al fin llegará a ser
bendita toda la tierra, y habrá vida verdadera y eterna; Es mediante el fuego de
Dios entonces que Él selecciona lo que será y lo que dejará de ser.
El fuego de Dios arderá sobre todos, pues de hecho ya arde en cada uno de sus
hijos, y desolará la tierra, pues se nos ha dicho “Porque la ciudad fortificada
será desolada, la ciudad habitada será abandonada y dejada como un
desierto; allí pastará el becerro, allí tendrá su majada, y acabará sus
ramas”, todas las grandes urbes del mundo serán desoladas, y con ellas
también serán desoladas todas aquellas organizaciones que un día se hicieron
llamar “Iglesias”, pues al igual que a los Fariseos de la antigüedad, les será
desechado su sacerdocio.
El fuego de Dios es uno y a todos llega con la misma intensidad, pero a los
inicuos les será para muerte y a sus hijos les será por vida; Porque por el
mismo horno que desfiló Daniel y sus amigos, también desfilaron otros antes y
después que él, pero él sobrevivió, salió ileso y con más vitalidad que antes de
entrar en el horno; Pero los demás que entraron antes que él y después que él,
esos no sobrevivieron. Todos pasaron por el mismo horno y por la misma
intensidad de su calor, pero con Daniel y sus amigos anduvo Cristo, mas con
los demás no estuvo Él; Así que Dios nos ha arrojado en el horno a todos por
igual, pero Él anda con sus hijos, con los que le aman, Él fortalece el Espíritu
de quienes en Él se regocijan, mas no está con quienes no lo llaman a Él, ni
con quienes lo llaman con la boca mas no con el corazón.
El fuego de Dios por tanto es vital pero a la vez es mortal, pero ¿Para quién es
vital y para quién es mortal? , es mortal para aquellos que “Sembraron trigo, y
segaron espinos; tuvieron la heredad, mas no aprovecharon nada; se
avergonzarán de sus frutos, a causa de la ardiente ira de Jehová” (JER.
12:13), Los que siembran trigos y siegan Espinos, ¿Quiénes son? Los que de
su misma palabra se han valido para hacer errar al Pueblo de Dios, los que
según ellos han andado por el camino correcto pero en el fondo se han
extraviado, los que han comido el pan que Dios mandó que no comiésemos,
los que han llegado y han regresado por el mismo camino, los que han
agregado y otras veces quitado de lo ya prescrito por Dios, los que han
legislado a la margen de la propia ley de Dios, los que han hecho planes para
la iglesia sabiendo que ya hay un Plan y no es hecho por hombres, los que se
han vanagloriado con la verdad de Dios, los que han brillado ante los hombres
pero se ha entenebrecido ante Dios, los que aman la verdad del mundo pero
huyen de la verdad de Dios, los que por miedo a la reprensión callan la verdad
revelada por Dios, los que temen a la persecución y al sacrificio, y motivados
por ese temor callan la verdad y se vuelven malos Atalayas; En fin, los que
sembraron trigo y cosecharon Espinos, son todos aquellos que con su boca
endechan contra a los Fariseos pero con su corazón son más Fariseos que
aquellos.
Lo que de Dios viene todo es bienvenido, así sea para bien o para mal, porque
la palabra nos dice “¿De la boca del Altísimo no sale lo malo y lo bueno?
(Lamentaciones 3:38)” , Él nos sujetó a vanidad, él torció nuestro mundo, y
sólo Él es capaz de enderezarlo; Tanto lo bueno como lo malo constituyen
ambos las llamas del fuego de Dios, porque su fuego trae cosas buenas y trae
cosas malas, y muchas cosas que vienen en el fuego de Dios se ven como
buenas y no lo son, y otras cosas se ven como malas y no lo son, ¿Es confusa
esta situación? No, si realmente andas en el Espíritu, porque el ojo humano es
de carne y juzga conforme su carne siente, ve de la forma opuesta en que Dios
ve, por eso Él nos ha dicho “…porque Jehová no mira lo que mira el
hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová
mira el corazón” (1ra. Samuel 16:7), ciertamente cuando vemos prosperar a
quienes andan en camino errado, decimos “¿Porqué Dios lo hace prosperar si
hace lo que no es recto ante los ojos de Dios?” , pero lo cierto es que la misma
palabra nos da la respuesta, cuando nos dice “Hay un mal que he visto debajo
del cielo, y muy común entre los hombres: El del hombre a quien Dios da
riquezas y bienes y honra, y nada le falta de todo lo que su alma desea; pero
Dios no le da facultad de disfrutar de ello, sino que lo disfrutan los extraños.
Esto es vanidad, y mal doloroso” (Eclesiastés 6:1,2), a muchos impíos Dios
les ha dado Riquezas, pero Dios no les hace disfrutar de sus riquezas, y quizás
unos dirán ¿A caso no vemos a los impíos y millonarios, disfrutar de cruceros,
de hoteles, de lujos, de placeres carnales, de juegos de azar etc…?, pero yo
pregunto, ¿A caso eso es disfrutar de los bienes que Dios nos da?, No lo es,
podemos verlos según ellos disfrutando y despilfarrando dinero por doquier y
en la forma que ellos lo desean, pero ¿realmente son ellos los que se
benefician? No son ellos, ellos benefician a quienes les brindan servicio, ellos
benefician a extraños, mientras ellos acarrean para sí maldición, depresión,
abominación, y desprecio ante Dios; Así que cuando vemos a un impío
disfrutar de bienes a pesar de su mala obra, no se debe sentir envidia de ello,
porque Dios lo ha hundido en su pecado, y le costará mucho salir de ahí, pues
pondrá su corazón en sus riquezas y las amará más que a Dios, por eso Él nos
ha dicho “Y embriagaré a sus príncipes y a sus sabios, a sus capitanes, a sus
nobles y a sus fuertes; y dormirán sueño eterno y no despertarán, dice el
Rey, cuyo nombre es Jehová de los ejércitos” (JER. 51:57) y también se ha
dicho “Gózate y alégrate, hija de Edom, la que habitas en tierra de Uz;
Aun hasta ti llegará la copa; te embriagarás, y vomitarás” (Lamentaciones
4:21), lo que vemos como disfrute con nuestros ojos, es simplemente
perdición, lo que a simple vista vemos como “Gran vida” es la forma en que
Dios ha embriagado a los malvados, los ha hundido en su propio vómito; No
veamos esas cosas como vida próspera porque no lo es, recordemos que su
palabra nos dice “¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo;
que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por
dulce, y lo dulce por amargo!” , las risas que vemos hoy se convertirán en
lamento en el día de la ira de Dios; En cambio hay prosperidad buena, que
Dios nos da como recompensa de nuestras obras y de guardar sus
mandamientos, y sucede muy por lo contrario que “He aquí, pues, el bien que
yo he visto: que lo bueno es comer y beber, y gozar uno del bien de todo su
trabajo con que se fatiga debajo del sol, todos los días de su vida que Dios le
ha dado; porque esta es su parte. Asimismo, a todo hombre a quien Dios da
riquezas y bienes, y le da también facultad para que coma de ellas, y tome su
parte, y goce de su trabajo, esto es don de Dios” (Eclesiastés 5:18,19),
Entonces vemos, que: Hay personas a quienes Dios da bienes y riqueza, pero
no les da facultad de disfrutar de ellas, sino que extraños son los que de ella se
benefician; Y hay personas a quienes Dios da bienes, pero que a su vez les da
facultad de verdaderamente disfrutar de ellos, porque lo bueno es comer y
beber, y gozar de los bienes que Dios nos da, pero comer y gozar con la
compañía de Dios y obedeciendo a sus estatutos.
Los que han sembrado trigo y cosechado espinos, estos pueden incluso recibir
bienes y riquezas, y pueden incluso alardear que son bienes dados por Dios,
eso no puede negarse bajo ninguna circunstancia, porque de Él son las
riquezas del mundo, pero seguro estoy, que a pesar que Dios les ha dado
bienes y riquezas, ellos no tienen facultad de disfrutar de sus bienes, y que son
extraños los que de ellos disfrutan; Porque no han entendido el fuego de Dios,
no han comprendido que Dios también destruye y mata sutilmente a quienes
dicen obedecerlo y muy por lo contrario, lo desobedecen.
Nuestros ojos nos han engañado, no hemos podido discernir los Espíritus de
quienes nos guían, no hemos entendido la magnitud y naturaleza del fuego de
Dios, no hemos profundizado en su violencia y pacificidad, en su ardor y su
calidez, en su sutileza y su rudeza; Poco nos ha interesado en preguntarnos , si
realmente nuestros guías están en error, ¿porqué Dios los ha prosperado en sus
proyectos?, y la respuesta sencillamente sería, porque sus hijos aún no
sobrepasan la infancia, y requieren estar bajo cuidadores, y si sus hijos están
bajo cuidadores Él debe proveer a los cuidadores por amor de sus hijos que
aún son niños, y sabemos que el niño es igual al esclavo en tanto siga siendo
niño, que Dios nos cuida mediante tutores mientras no seamos capaces de
entrar en la maduración de nuestros frutos; Pero también sabemos que en la
mayoría de las veces, los cuidadores quieren hacerse de los bienes del
heredero, y que a estos malintencionados Dios les da prosperidad a los ojos
humanos, para que se embriaguen de su maldad, para que posean bienes y
riquezas, que más tarde serán disfrutadas por extraños; Él hace que ellos
amasen la riqueza, que luego heredará a sus verdaderos hijos y siervos, por eso
él da riqueza, pero no les ha dado facultad de disfrutar de ella, por eso él hace
que ellos se embriaguen en su impiedad, porque sabe que más tarde esa
riqueza pasará a manos de quien verdaderamente las merece.
El fuego de Dios es comprensible solo a quien vive por el Espíritu, pues sólo
este es capaz de sentir su intensidad, su espesura y su finalidad; Porque en
aquella época los ojos humanos engañaron a los hombres, pues creyeron que
aquel sacerdocio era bueno ante Dios porque lo era ante los hombres, creyeron
los seres humanos que los Fariseos eran dignos por la belleza y limpieza de
sus vestiduras, sin embargo por dentro eran abominación y suciedad; Hoy en
día, observamos a quienes los hombres han denominado “Maestros, pastores,
predicadores, Teólogos, evangelistas”, los cuales visten elegante, lucen como
tales a los ojos de los hombres, hablan cosas que a los oídos humanos suenan
congruentes, convincentes y con bellezas de palabras; Pero a pesar de ello, no
suenan de esa manera ante los oídos de Dios, y no son acepto ante su
presencia; Sin embargo, ese falso sacerdocio es parte del fuego que Dios ha
arrojado sobre sus hijos a fin de que despierten a la verdad que está en su
interior, a fin de que clamen por la verdadera justicia a fin de que se den
cuenta que ese falso sacerdocio Fariseo en el que está sumergido constituye y
forma parte de las grandes fortalezas que hay que derribar; Son esas doctrinas
los grandes collados y montañas que hay que trillar, hasta reducirlas a tamo;
Ese falso sacerdocio que se vive hoy por hoy es un gran gigante que se ha
constituido sobre la tierra, establecido para combatir a los David, a quienes
constituimos el cuerpo de Cristo, a quienes promulgamos la verdad; Y cada
día se alimenta de poder humano, estableciendo vínculos de poder con los
hombres para establecer sus bases y tener poderosas armas, las cuales utilizará
contra los pequeños David, los cuales en su infancia al igual que el rey David,
han sido ungidos, en espera de su batalla contra el gigante, y en espera de la
caída del rey que usurpa su trono.
David fue ungido en su infancia y la iglesia verdadera también ha sido ungida
en su infancia, pero David no reinó desde el momento en que fue ungido, sino
que tuvo que ser paciente, esperó y luchó contra Goliat, lo derribó y ganó el
aprecio de aquel que sin saberlo usurpaba su trono; Ingresó en las filas de
quienes más tarde buscarían su mal y su perecimiento, tendría en muchas
ocasiones la oportunidad de matar a sus perseguidores, mas sabía que Dios
también había ungido a quien su mal deseaba; Por eso fue paciente, y esperó
hasta que Dios hiciese su justicia; ¿No sucede lo mismo con la Iglesia?, la
Iglesia fue ungida desde su nacimiento, desde su infancia, mas su reino no ha
llegado, ha entrado en las filas de quienes sabiéndolo o no, usurpan su trono,
los que más tarde en el despertar de la Iglesia, a ella darán persecución;
Muchas veces quizás la Iglesia o algún hijo verdadero de Dios tendrá en sus
manos la cabeza de los usurpadores, pero no hará su propia justicia, sino que
al igual que David, esperarán paciente la justicia de Dios, porque los
verdaderos hemos comprendido que aunque Dios ponga la cabeza de tu
enemigo en tu mano, Él no te ha dado facultad para ejecutar Justicia, pues así
nos lo ejemplificó David, así también nos lo ejemplificó Miguel, porque éste
cuando disputó el cuerpo de Moisés con Satanás, no profirió contra éste juicio
de maldición alguna, sino que sólo le dijo “El Señor te reprenda”.
El fuego de Dios es derramado sobre buenos y malos, pues Saúl quien fue
malo, en algún momento fue bendecido y ungido por Dios, pero su soberbia y
ambición lo separó de Dios, por lo cual Dios ungió a David, y le mandó que
aguardase hasta el día en que sería coronado; Pues así mismo la Iglesia pasa
por la misma encrucijada, porque quienes hoy cuidan de ella, en algún
momento Dios los ungió y dio bendiciones, pero se ensoberbecieron y se
tomaron atribuciones que no les correspondía, desobedecieron al mandato y
establecieron sus propios estatutos, por lo que serán destronados al igual que
lo fue Saúl, y le será entregada la corona a David, personalizados en aquellos
que aguardan paciente y obedientemente en la fortaleza de la verdadera
Palabra de Dios, que no buscan su propia justicia sino que esperan
pacientemente la justicia de Dios.
Recuerda bien que la palabra nos dice “Los ríos todos van al mar, y el mar no
se llena; al lugar de donde los ríos vinieron, allí vuelven para correr de
nuevo”, pues así como la Iglesia comenzó así ha de finalizar en este camino,
ya que así como los Fariseos dominaban la vida espiritual del Pueblo a la
venida de nuestro Maestro, así mismo a su nueva venida los nuevos Fariseos
estarán bajo el control del Pueblo en general; No así de los elegidos, a quienes
los hombres y los Fariseos tendrán por malos, herejes, traidores y sediciosos;
Porque los hijos de la luz habrán despertado de su infancia, se habrán
circuncidado de aquella parte de su cuerpo que les hacía errar; Es cuando
Cristo retornará, y tomará a los suyos, y aquellos quienes ante los ojos
humanos eran visto como buenos, serán visto por Cristo como abominables, y
es entonces que se cumplirá la profecía “¡Ay de los que a lo malo dicen
bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas
luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!”, porque la
profecía no es para cumplirse sólo en las obras sino en la fe, no sólo en la
carne sino también en el Espíritu, porque en los tiempos finales, cuando la
verdad se generalice, a los buenos tratarán como malos y los malos serán
vistos como buenos; Por eso también nuestro maestro nos advirtió
“Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y
digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo” y dijo
“Bienaventurados seréis cuando los hombres os aborrezcan, y cuando os
aparten de sí, y os vituperen, y desechen vuestro nombre como malo, por
causa del Hijo del Hombre”; Porque será en los tiempos finales cuando el
hijo de la luz despierte, y tendrá que oponerse a todas las doctrinas que en
nombre de Cristo se predicaren, y tendrá que emprender lucha de abajo hacia
arriba, y hablará a las masas tratando de desnudar la mentira de la Iglesia de
Hombres, y pocos oirán las advertencias, y ellos serán visto como malos, así
como nuestro maestro fue visto como malo, y nos desecharán así como
nuestro maestro fue desechado por los hombres, entonces habrá sido
circuncidada la Iglesia, entonces habrá sido circuncidado el cuerpo de Cristo y
reclamará la herencia.

FIN.

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