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8 PLASTICIDAD

Ecuaciones constitutivas en el caso uniaxial


σ
Contrariamente a lo que sucede en elasticidad, en plasticidad no existe una relación
biunívoca entre tensiones y deformaciones. Así, a una misma tensión le pueden σr
σfl(εp)
corresponder dos deformaciones diferentes obtenidas en un ciclo de carga y descarga.
σfl
Formalmente podemos decir que la ecuación constitutiva para materiales
elastoplásticos no se puede expresar mediante una función ordinaria, sino por medio
de un funcional cuyo argumento es la historia del proceso de deformación.
ε
En el caso de limitarnos a cargas o deformaciones monótonamente crecientes, εfl εp εr
tenemos una relación biunívoca que se expresa como: Figura 8.1

Eε si ε ≤ ε fl
σ= p
σ fl (ε ) si ε fl < ε ≤ ε r
Para el caso general, en que la carga no es monótonamente creciente e incluye descargas y recargas, la ecuación
constitutiva se puede escribir en forma incremental o de tasas (velocidades).
Deformación elástica (E)
σ < σ fl período elástico
σ = σ fl , σσ& < 0 descarga
Deformación plástica (P)
σ = σ fl , σσ& ≥ 0 carga
La ecuación constitutiva en forma incremental es:

 & e σ&
ε = E para (E )
ε& = 
ε& e + ε& p = σ& + σ& para (P)
 E H


donde empleamos las relaciones E = para (E)
dε e

H= para (P)
dε p
E es el módulo de elasticidad.
H es la denominada constante de endurecimiento.
Escribiendo las tensiones en función de las deformaciones:

Eε& para (E)



σ& =  EH
 E + H ε& para (P)

o

E p = 0 para (E)

σ& = (E − E p )ε& con  EH
E p = para (P )
 E+H
Durante la deformación plástica, en general se tiene que H = H(ε p ) ; el caso H constante corresponde a un endurecimiento
lineal, y el caso H = 0 a un material elastoplástico perfecto.

1
σ σ

σr
H=cte
H=0
σfl σfl

ε ε
εfl εr εfl εr

Figura 8.2

Relaciones tensión - deformación aproximadas

Para obtener soluciones simples en problemas con materiales elastoplásticos muchas veces es necesario simplificar o
idealizar las relaciones tensión - deformación. Por ejemplo, en algunos casos es posible despreciar las deformaciones
elásticas frente a las plásticas, considerar nulo el endurecimiento. Naturalmente, la simplificación o idealización de las
relaciones tensión - deformación restringe su campo de validez.
Relaciones idealizadas
En la figura adjunta se representan las relaciones idealizadas más comunes junto con sus respectivos modelos reológicos.
Estos modelos están constituidos por resortes que representan la componente elástica de la deformación y bloques con
fricción que representan el efecto de la fluencia plástica.
La ecuación correspondiente al resorte es la ley de Hooke σ = Eε , mientras que para el bloque:
σ& indeterminado, ε& = 0 si σ < σ fl
σ& = 0, ε& ≠ 0 si σ = σ fl sig (ε& )
a) Modelo elástico
σ
E
σ σ σ = Eε

b) Modelo rígido plástico perfecto


σ
σfl
σ
σ& indeterminado, ε& = 0 si σ < σ fl
σ& = 0, ε& ≠ 0 si σ = σ fl sig (ε& )
ε

c) Modelo rígido plástico con endurecimiento lineal

σ
σfl
E
σ

2
d) Modelo elastoplástico perfecto
σ
σfl
E  σ < σ fl
σ σ& = Eε& 
σ = σ fl y σσ& < 0

σ& = 0 σ& = σ fl y σσ& > 0


ε

e) Modelo elastoplástico con endurecimiento lineal


σ
σfl
Ep E
σ

Relaciones empíricas
En aplicaciones prácticas y usualmente en problemas unidimensionales, es común emplear ecuaciones empíricas para
aproximar la curva tensión - deformación.
Una expresión bastante usada es la fórmula de Ramberg - Osgood.
m
σ σ  σ 
ε = +α o  
E E σ 
 o 
donde α y m son constantes adimensionadas y σ r la tensión de referencia.
Esta relación graficada en la siguiente figura, permite representar analíticamente varios tipos de comportamientos
elastoplásticos con distintos tipos de endurecimiento.
E
Para m = 1 se tiene un material elástico de módulo
1+ α
m m −1
 σ  σ  σ 
Si m es impar   =


σ
 y la curva es la misma para tensiones de tracción o de compresión.

 σo  σo  o 
m
σo  σ 
Si m es muy grande ε p = α   permanecerá pequeño mientras σ < σ o y aumentará rápidamente cuando σ > σ o
E σ 
 o
por lo que σo puede considerarse como una aproximación de la tensión de fluencia σ fl .
p
En el límite, cuando m tiende a infinito, la deformación plástica ε es cero mientras σ < σ o , es indeterminada cuando
σ = σ o y tiende a infinito cuando σ > σ o lo cual es imposible. Este caso límite describe el comportamiento elastoplástico
perfecto de un sólido con tensión de fluencia σo .
σ α = 0,5
σo n =1
n = 10
n→∞

ε
1 ↑ 2 3 4 5 6
1+ α
Figura 8.3

3
Plasticidad en estados multiaxiales de tensiones y deformaciones

Generalizando los resultados de plasticidad en estado uniaxial a multiaxial tenemos las siguientes suposiciones:
1) Para todo punto material en un cierto estado de tensiones que se alcanzó siguiendo un cierto proceso, existe una
región o dominio elástico en el espacio de tensiones. Si el estado de tensiones pertenece a esta región el comportamiento del
material será elástico - lineal y por lo tanto independiente del tiempo.
2) La región elástica está limitada por una hipersuperficie en el espacio de tensiones llamada «superficie de fluencia».
3) Si el estado de tensiones pertenece a la región elástica o, a lo sumo, se mueve sobre la superficie de fluencia, la región
elástica y consecuentemente la superficie de fluencia no se modifican.
4) La región elástica es simplemente conexa.
Como en el caso unidimensional, el tensor de deformaciones se descompone en la suma: D = D e + D p
donde D e es la parte elástica del tensor de deformaciones y D p es la parte plástica.
5) La deformación plástica y la superficie de fluencia deben ser funciones del camino o historia de tensiones.

Dado que hemos asumido que aquellos caminos que se encuentran dentro de la región elástica o en el contorno de la
misma, no modifican ni la superficie de fluencia ni la deformación plástica, solamente parte de la historia de tensiones podría
contribuir en esas cantidades; a esa parte la llamamos «historia recordada».
En lo que sigue, adaptaremos como parámetros para definir la historia recordada al tensor de deformación plástica D p y
a un escalar h que nos permitirá modelar el endurecimiento por deformación.
En base a lo anterior, el estado en que se encuentra un punto material queda definido por la terna (T, D p , h ) .
La definición de estado en términos de T, D p , h resulta útil para caracterizar la superficie de fluencia en términos
matemáticos.
Para ello, supongamos que a cada estado (T, D p , h ) le asignamos una cantidad escalar f de manera de poder definir una
función f = f (T, D p , h ) . A través de esta función f vamos a diferenciar lo que llamamos estados accesibles y estados
inaccesibles.
Por estados inaccesibles entendemos aquellos estados (T, D p , h ) que no pueden ser alcanzados por ningún proceso y
lo contrario será un estado accesible.
Para lograr esta determinación construiremos f de manera que
f = f (T, D p , h ) ≤ 0 ∀ estado accesible
f = f (T, D p , h ) > 0 ∀ estado inaccesible
Supondremos además que la región definida en el espacio (T, D p , h) por f ≤ 0 es simplemente conexa y que está
limitada por la superficie f = 0 .
Generalmente estamos interesados en observar la respuesta de un punto material a un determinado programa de tensiones
por lo que normalmente trabajamos en el espacio de tensiones. Este espacio es un subespacio del (T, D p , h) en el cual D p
y h están fijos y corresponden a la historia recordada actual del punto material.
La proyección de las regiones accesibles e inaccesibles, para un determinado valor de la historia recordada en el espacio
de tensiones está caracterizada por:

f = f (T, D p , h ) ≤0
D p , h constantes

La proyección de la región accesible para la historia recordada (D p , h ) actual es la propia región elástica ya que:
• Cambios en las tensiones impuestas de manera que los puntos se muevan dentro de esta región accesible caracterizan
(por definición) por el hecho de no modificar la historia recordada ( D p , h constantes).
• Dado que el estado actual (T, D p , h ) es un estado accesible, T siempre estará dentro o sobre la superficie que limita
la región elástica en el espacio de tensiones.

4
• La proyección de la región inaccesible en el espacio de tensiones indica que aquellos T para las cuales
f = f (T, D p , h ) > 0 no puede ser alcanzada sin modificar la historia recordada.
D p , h constantes
De esta manera, la función f = f (T, D p , h ) = 0 es la representación matemática de la superficie de fluencia,
D p , h constantes
de allí el nombre de función de fluencia dado a f.

Procesos de carga y descarga

Consideremos un estado (T, D p , h) tal que f = f (T, D p , h ) = 0 y modifiquemos las tensiones una cantidad infinitesimal
dT; el nuevo estado de tensiones será T + dT . Para que la respuesta sea elástica el incremento de T deberá ser tal que
T + dT se encuentre dentro de la región elástica, en ese caso diremos que el proceso es un proceso de descarga.
Dado que la historia recordada no se modifica a lo largo de procesos elásticos la descarga puede ser expresada
matemáticamente. En efecto: f = f (T, D p , h ) = 0 por cuanto (T, D p , h) está en la superficie de fluencia.
El nuevo estado, obtenido después de la descarga, está en la región elástica; luego f = f (T + dT, D p , h ) < 0 .
Si designamos con df al incremento sufrido por f cuando la tensión varía en dT tendremos que:
df = df Dp ,h constantes < 0 ∀ dT que causa descarga.
Ahora bien, todo incremento de tensiones dT impuesto a un estado sobre la superficie de fluencia tal que
df = df Dp ,h constantes > 0 forzosamente conducirá a un cambio en la historia recordada y por lo tanto en la proyección de la
función de fluencia sobre el espacio de tensiones. La aplicación de tal incremento será designado como proceso de carga.
T
dT
T + dT

f (T + dT, D p + dD p , h + dh ) = 0 superficie de fluencia luego del incremento dT.


f (T, D p , h ) = 0 superficie de fluencia actual.

Figura 8.4
El nuevo estado de tensiones T + dT permanecerá sobre la superficie de fluencia tal como se representa en la figura, por
lo cual:
f = f (T + dT, dD p + D p , h + dh) = 0 luego el incremento df será tal que:
df = df T constante
+ df D p , h constante
= 0 ⇒ df T constante
= −df D p , h constante
<0

Una última posibilidad corresponde al proceso neutro. En este proceso la historia recordada permanece constante y el
incremento de tensiones es tal que el nuevo estado de tensiones permanece sobre la superficie de fluencia. La caracterización
será por tanto: f = f (T, D p , h ) = 0 , f = f (T + dT, D p , h ) , luego df = df D p ,h constante = 0
Resumiendo, si estamos en un punto de la superficie de fluencia, los distintos procesos se caracterizan por:

Proceso de descarga: f = f (T, D p , h ) = 0, df p <0


 D , h constante

Proceso de carga: f = f (T, D p , h ) = 0, df D p ,h constante > 0

Proceso neutro : f = f (T, D p , h ) = 0, df D p ,h constante = 0

5
Caracterización de los procesos cuando f es continuamente diferenciable

En las consideraciones anteriores no hicimos ninguna suposición sobre la función f.


Supongamos que f es continuamente diferenciable con respecto a sus argumentos. Ésto implica que la superficie de
fluencia es una superficie suave en el sentido de que en cada punto de dicha superficie existe una única normal. Puntos
angulosos son excluidos de esta consideración.
Aceptando que f es continuamente diferenciable podemos caracterizar más las condiciones de carga y descarga.
∂f ∂f ∂f
df = : dT + : dD p + dh
∂T ∂D p ∂h
luego los distintos procesos se caracterizan por:
 p ∂f
Proceso de descarga: f = f (T, D , h ) = 0, ∂T : dT < 0

 ∂f
Proceso de carga: f = f (T, D p , h ) = 0, : dT > 0
 ∂T
 ∂f
Proceso neutro : f = f (T, D p , h ) = 0, : dT = 0
 ∂T
Observación 1:
Siempre entenderemos por superficie de fluencia, la superficie que limita, en el espacio de tensiones, la región elástica
para un determinado valor de la historia recordada (D p , h ) . Al iniciar el programa de carga, la superficie de fluencia es
llamada superficie de fluencia inicial. En la mayoría de los casos no estamos en condiciones de caracterizar la historia
recordada al comienzo del proceso. En este caso la superficie de fluencia inicial también recibe el nombre de superficie de
fluencia virgen.
Las superficies de fluencia que se van generando por el cambio de la historia recordada durante el proceso, reciben el
nombre de superficies de fluencia subsecuentes.
Observación 2:
Las deformaciones plásticas sólo ocurren en procesos que modifican la historia recordada, ésto se expresa como:
si f (T, D p , h ) < 0

dD p = 0  p
o si f (T, D , h ) = 0 y df D p ,h constantes ≤ 0
La expresión anterior nos define las condiciones para las cuales dD p = 0 cuando se conoce el estado (T, D p , h ) y el
incremento dT.
Para obtener alguna expresión para el caso en que D p ≠ 0 , se debe recordar que cuando ocurre un proceso de carga
varía la historia recordada. Luego con suficiente generalidad podemos establecer que:
dD p = D p (T, D p , h , dT) para f (T, D p , h ) = 0 y df D p , h constantes
>0
donde D p es una función de valor tensorial y argumentos T, D p , h, dT .
Recordando que estamos considerando solamente el caso de materiales con endurecimiento en los cuales, por definición,
cambios en la deformación plástica no pueden ocurrir cuando dT = 0 , la expresión anterior deberá ser tal que :
D p (T, D p , h,0) = 0
Por otra parte, suponemos que las ecuaciones constitutivas, en la teoría de la plasticidad que estamos analizando, son
independientes de la escala empleada para el tiempo, luego la función D p deberá ser homogénea respecto a dT:
D p (T, D p , h, λdT) = λD p (T, D p , h, dT)
& p en lugar de dD p .
De lo anterior es inmediata la posibilidad de trabajar con velocidades de deformación D
En efecto:

& p = lím  1 D p (T, D p , h , dT) = D p (T, D p , h , T& )


D
dt →0 
 dt

6
Postulado de la plasticidad asociada

Si la superficie de fluencia f es regular (su normal está definida en todo punto de la superficie), entonces para un proceso
de carga a partir del estado (T, D p , h ) el incremento de deformación plástica debe estar orientado según la normal saliente
a f en el punto T.

& p = λ& ∂f
D λ& ∈ IR +
∂T
Aplicación al caso del proceso neutro:
En un proceso neutro, df = 0 y eso sabemos que implica:
∂f & & p = λ& ∂f con λ& ≠ 0
: T = 0 para D
∂T ∂T
∂f &
λ& : T = 0 por ser λ& ≠ 0
∂T
& p : T& = 0 en todo proceso neutro.
Luego D

Principio del máximo trabajo plástico

A partir del postulado anterior y la convexidad de la superficie de fluencia f, se puede demostrar el principio del máximo
trabajo plástico.
«Para un incremento de deformación plástica D & p dado, su tensor de tensiones asociado
T se distingue de todos los
p p
otros tensores compatibles con la historia recordada actual (D , h ) (las que verifican f (T, D , h ) ≤ 0 ) por la restricción de
&
que el trabajo plástico T : D p durante dicho incremento es el mayor de todos».
&
Dp

T
T

Figura 8.5

Demostración:
Debida a la hipótesis de convexidad, todo punto T tal que f (T, D p , h ) ≤ 0 estará en el hipersemiplano opuesto al que
∂f ∂f ∂f
contiene al vector . Luego el producto interno (T − T) : < 0 ⇒ (T − T) : λ& < 0 ya que
&p
&λ ∈ IR + ⇒ (T − T ) : D ∂ T &p & p. ∂T ∂T
< 0 ⇒ T : D < T :D
Teorema:
∂f &p =0
Si = 0 ⇒ trD
∂I1
Demostraremos que en las hipótesis de las superficies de fluencia adoptadas para los metales dúctiles de que cambios en
la presión hidrostática no modifican la superficie de fluencia y extendiéndola ahora no producen cambios en la deformación
plástica, se puede probar que no hay cambio de volumen asociado con la deformación plástica.
Consideremos un estado (T, D p , h) tal que f = f (T, D p , h ) = 0 y modifiquemos las tensiones en una cantidad T& = σ& m I ,
o sea un incremento de tensiones en las presiones hidrostáticas solamente. Además tendremos un D & p = λ& ∂f con λ& ∈ IR + .
∂T

7
Como f es independiente de las presiones hidrostáticas no sufrirá ningún incremento y df = 0 , por lo cual el proceso de
carga se trata de un proceso neutro.
∂f & ∂f &
Sabemos que en todo proceso neutro de carga : T = 0 ⇒ λ& & p : σ& I = 0
:T = 0 ⇒ D m
∂T ∂T
& p : I = 0 ⇒ tr (D
⇒ D & p I) = 0 ⇒ tr (D
& p) = 0
º
La expresión anterior nos dice que no hay cambio de volumen asociado con la deformación plástica en los metales
dúctiles.
Este resultado ha sido confirmado experimentalmente en metales. Por tanto las deformaciones plásticas que ocurren en
un elemento material producen una distorsión, es decir, un cambio de forma sin alterar el volumen. Aquí debemos resaltar que
las suposiciones de independencia respecto a I1 , hecha en el caso de los metales dúctiles, no se verifica para otros
materiales como hormigón, suelos, etc.

Superficie de fluencia inicial

Analizaremos a continuación las características de las superficies de fluencia inicial, esto es, las correspondientes a un
elemento material sin deformaciones plásticas previas.
La superficie de fluencia inicial, podrá, de esta manera expresarse como función del estado de tensiones únicamente. Ésto
supone que el cuerpo en su configuración inicial se encuentra en un estado virgen, es decir sin deformaciones plásticas. En
otras palabras, la historia recordada se supone nula en el estado virgen. En este caso tendremos que D p = 0 y la ecuación
matemática de la superficie de fluencia f = f (T, D p , h ) = 0 se simplifica a f = f (T) = 0 .
Como el tensor de tensiones es simétrico se puede escribir f (T) = f (T11 , T12 , T13 , T22 , T23 , T33 ) = 0 o en función de las
tensiones y direcciones principales f (σ1 , σ 2 , σ 3 , n1 , n 2 , n 3 ) = 0 .
En lo que sigue nos restringiremos a materiales isótropos, en el sentido de que su superficie de fluencia es independiente
de la posición de los ejes principales respecto al continuo (no tiene direcciones preferenciales en cuanto a la iniciación de la
fluencia). En este caso, la superficie de fluencia tendrá la ecuación f (σ1 , σ 2 , σ 3 ) = 0 y podremos representarla en el espacio
de Westergaard.
Evidentemente, también podemos expresar la superficie de fluencia en función de los invariantes del tensor de tensiones
como f (I1 , I 2 , I 3 ) = 0 donde I1 = trT ; I 2 = 12 (( trT) 2 − tr (T 2 )) ; I 3 = det T .

Criterio de Rankine

La fluencia comienza cuando la máxima tensión normal en el material en valor absoluto alcanza un valor crítico igual a la
tensión de fluencia obtenida para una probeta del mismo material en un ensayo de tracción o compresión uniaxial.
Si el material tiene el mismo comportamiento en tracción que en compresión σ flt = −σ cfl el criterio de Rankine es de un
parámetro, de lo contrario el criterio es de dos parámetros σ flt y σ cfl y su expresión matemática es:
σ flt ≥ σ1 ≥ σ cfl
σ flt ≥ σ 2 ≥ σ cfl
σ flt ≥ σ 3 ≥ σ cfl
La fluencia comienza cuando una de las seis igualdades anteriores se verifica.
La representación en el espacio de Westergaard es el cubo que se muestra a continuación.

8
σ3

(σlímt, σlímt, σlímt)


σ2
(σlímc, σlímc, σlímc)

σ1

Figura 8.6

Criterio de Tresca (1864)

La fluencia comienza cuando la máxima tensión rasante en el material alcanza la máxima tensión rasante a que se llega en
un ensayo de tracción uniaxial cuando se alcanza la fluencia.
Representación en el plano de Mohr:
τ

τfl
τmáx

σfl σ
σM
III σM
II σM
I

Figura 8.7
τ máx ≤ τ fl
Expresando la relación anterior en función de las tensiones principales se tiene:

σ fl σM − σM
τ fl = ; τ máx = I III
⇒ σM M
I − σ III ≤ σ fl
2 2
La fluencia comienza cuando la igualdad anterior se verifica.

Para representar el criterio en el espacio de Westergaard, se debe pasar de la tensiones de Mohr a la principales σ1 , σ 2
y σ 3 de las cuales no sabemos cual es la mayor, por lo cual tenemos seis planos de ecuaciones:
σ1 − σ 2 = ± σ fl
σ1 − σ 3 = ± σ fl
σ 2 − σ 3 = ± σ fl
Es evidente que estos planos son paralelos al eje hidrostático de ecuación σ1 = σ 2 = σ 3 . Por lo cual para representarlo
en el espacio de Westergaard podemos representarlo para estado plano ( σ 3 = 0 por ejemplo) y trazar por los vértices de la
figura obtenida rectas paralelas al eje hidrostático.

9
σ2
σ3 = 0 (1’)
(2)
σfl
(1)
−σfl σfl σ1

(3) −σfl
(4)

Figura 8.8
Si comienzo por el cuarto cuadrante, allí σ1 > 0 , σ 2 < 0 y σ 3 = 0 por lo cual:
σMI = máx{σ1 , σ 2 , σ 3 } = σ1

III = míx{σ1 , σ 2 , σ 3 } = σ 2
σM
⇒ σM M
I − σ III = σ fl y por lo tanto σ1 − σ 2 = σ fl
Si pasamos al primer cuadrante, debemos distinguir entre el ángulo (1) donde σ1 > σ 2 y el (1’) donde σ 2 > σ1 .
Trabajando en el ángulo (1): σ1 > σ 2 > 0 y σ 3 = 0 ⇒ σ MI = máx{σ1 , σ 2 , σ3 } = σ1 y σ III = mín {σ1 , σ 2 , σ 3 } = σ 3 = 0 .
M

M M
Luego σ I − σ III = σ fl es σ1 = σ fl .
I = máx{σ1 , σ 2 , σ3 } = σ 2 y σ III = mín {σ1 , σ 2 , σ 3 } = σ 3 = 0 .
Pasando al ángulo (1’) allí: σ 2 > σ1 > 0 y σ 3 = 0 ⇒ σ M M

Entonces σ M M
I − σ III = σ fl es σ 2 = σ fl .
Razonando en forma análoga se completa el hexágono irregular y se puede construir la superficie de fluencia de Tresca.
σ1 = σ 2 = σ 3
σ3

B
B'

σ2
O

A
σ1
A'

Figura 8.9

Observemos que un estado hidrostático de tensiones dado por σ1 = σ 2 = σ 3 nunca alcanzará la fluencia según este
criterio.
Observemos que como las aristas de este prisma son paralelas al eje hidrostático su intersección con planos
perpendiculares a este eje, llamados planos desviadores, serán superficies iguales ya que son superficies de traslación
respecto al eje hidrostático. Es fácil ver que dicha superficie es un hexágono regular ya que los planos determinados por el
eje hidrostático y cada uno de los ejes de coordenadas son planos de simetría del prisma.
Por ejemplo el plano dado por el eje σ1 = σ 2 = σ 3 y el eje Oσ1 (σ 2 = σ 3 = 0) transforma: σ1 → σ1 ; σ 2 → σ 3 ; σ 3 → σ 2
y por lo tanto transforma σ1 − σ 2 = σ fl en σ1 − σ 3 = σ fl y σ 3 − σ 2 = σ fl en σ 2 − σ 3 = σ fl y su recta intersección AB en la
de sus correspondientes A’B’.
Por lo cual la sección del prisma con un plano desviador que es unido, σ1 + σ 2 + σ 3 = k , tendrá dos lados consecutivos
iguales; repitiendo el razonamiento para los restantes ejes coordenados se concluye que todos los lados del hexágono son
iguales y éste es regular.

10
Criterios para materiales dúctiles

La forma de la función de fluencia puede, en principio, ser determinada de manera experimental. Más simple y conveniente
es emplear algunas hipótesis básicas de base experimental, matemática o termodinámica para establecer la estructura matemática
de la función f la cual puede ser posteriormente completada por medio de algunos ensayos complementarios.
En el caso de los metales dúctiles las hipótesis básicas antes mencionadas son:
1) La superficie de fluencia no es modificada por la presencia de tensiones hidrostáticas arbitrarias (indica el efecto
predominante de las tensiones rasantes).
2) Isotropía (las propiedades del material en cuanto a iniciar su fluencia son independientes de su orientación).
3) Igual comportamiento en tracción que en compresión (si las tensiones de corte son la principal causa de la fluencia,
es razonable esperar un comportamiento igual en tracción que en compresión).
4) La superficie de fluencia es convexa.
De acuerdo con la primer hipótesis, la superficie de fluencia f no depende de las componentes hidrostáticas del tensor de
tensiones T, por lo cual es independiente del primer invariante del tensor de tensiones I1 .
Ésto nos permite escribir f (I 2 , I 3 ) = f (J 2 , J 3 ) = 0 y esta figura es un cilindro de generatriz paralela al eje hidrostático, por
lo que para representar la superficie de fluencia en el espacio de Westergaard bastará estudiar lo que ocurre sobre la
intersección del cilindro con el plano desviador σ1 + σ 2 + σ 3 = 0 para obtener su directriz.
En la siguiente figura, el plano desviador con el plano del papel donde están proyectados los ejes principales como σ'1 ,
σ' 2 y σ' 3 .
En este plano desviador se han dibujado posibles formas para la directriz de la superficie de fluencia.
Por la hipótesis de isotropía, la superficie de fluencia debe ser independiente de los subíndices 1, 2 y 3 de los ejes
principales y por lo tanto de los subíndices de sus proyecciones σ'1 , σ'2 y σ'3 sobre el plano desviador. Ésto implica que
la directriz debe ser simétrica respecto a estos ejes.
Por otro lado, usando la tercera hipótesis por la cual el material tiene igual comportamiento en tracción que en compresión,
se deduce que el origen O debe ser centro de simetría de la superficie de fluencia y de su directriz, por pertenecer ésta al plano
desviador al igual que O.
Y por ser la composición por ejemplo de una simetría axial de eje σ'1 con una central de centro O, cuyo centro pertenece
al eje, otra simetría axial de eje perpendicular a σ'1 en O. La directriz de la superficie de fluencia también debe ser simétrica con
respecto a los ejes σ1⊥ , σ ⊥2 y σ 3⊥ perpendiculares a las proyecciones de los ejes principales σ'1 , σ'2 y σ'3 en el origen de
coordenadas O.
De lo anterior se concluye que solamente es necesario determinar la forma de la superficie de fluencia sobre un sector de
30º, pudiéndose determinar el resto de la directriz por consideraciones de simetría.
Por la última hipótesis, la superficie de fluencia debe ser una figura convexa y por lo tanto su intersección con el plano
desviador, o sea la directriz también.
Llamando B al punto proyección del punto B 0 ( σ1 = σ fl , σ 2 = σ 3 = 0 ) sobre el plano desviador , la convexidad implica
que si B pertenece a la directriz, existen dos límites (superior e inferior) para la posible posición de la directriz indicados por
los hexágonos exterior e interior respectivamente.
El hexágono interior corresponde a la directriz de la superficie de fluencia de Tresca que vimos anteriormente.
Observemos que cualquier curva convexa que pase entre los dos hexágonos servirá como directriz de una superficie de
fluencia para un material que cumpla las cuatro hipótesis propuestas.
De todas estas posibles directrices la más fácil de usar sería la circunferencia circunscrita al hexágono de Tresca, ésta
corresponde a la superficie de fluencia de Von Mises que estudiaremos a continuación.

11
σ'1
círculo de
σ'fl B
Von Mises

hexágono
de Tresca
σ'fl σ'fl

σ'3 σ'2

Figura 8.10

Criterio de Von Mises (1904)

Necesitamos determinar la ecuación de la superficie de fluencia.


Para ello consideremos en el espacio de Westergaard al punto B 0 de coordenadas σ1 = σ fl , σ 2 = σ 3 = 0 el cual
corresponde al estado de tensiones T̂ para el cual se alcanza la fluencia del material en un ensayo de tracción uniaxial.
La distancia de B 0 al eje hidrostático (e): σ1 = σ 2 = σ 3 es:

d (T̂, e) = − 2Ĵ 2 = − 2( Î 2 − 13 Î12 )

1
Î1 = trT̂ = σ fl ; Î 2 =
2
[ ] 1
( trT̂) 2 − tr (T̂ 2 ) = (σ fl 2 − σ fl 2 ) = 0 ⇒ d (T̂, e) = 23 σ fl
2
Éste es el radio de la circunferencia directriz del cilindro de eje hidrostático correspondiente a la superficie de fluencia de
Von Mises, por lo que si un punto P de coordenadas (σ1 , σ 2 , σ 3 ) en el espacio de Westergaard correspondiente a un estado
tensional T, tal que su distancia al eje hidrostático (e) es d(T, e) = − 2J 2 pertenece a la superficie de fluencia de Von Mises
debe verificar que − 2J 2 = 23 σfl .
Lo que nos conduce a la ecuación de la superficie de Von Mises: σ fl = − 3J 2

r r r
Dada una base {e1 , e 2 , e 3 }, si la matriz asociada con el tensor de tensiones de en dicha base es

 σ11 σ12 σ13 


 
m(T) =  σ12 σ 22 σ 23 
σ σ 23 σ 33 
 13
Luego de calcular J 2 se llega a la siguiente expresión para la superficie de Von Mises:

σ fl = (σ11 + σ 22 + σ 33 ) 2 − 3(σ11σ 22 + σ11σ 33 + σ 22 σ 33 − σ12 2 − σ13 2 − σ 23 2 )


En los criterios anteriores, Tresca y Rankine, partimos de un enunciado que nos daba una interpretación física de la
ecuación del criterio. En el criterio de Von Mises partimos de la ecuación y necesitaríamos encontrarle una interpretación
física. Eso lo hicieron varios investigadores, llegando a diferentes interpretaciones las que estudiamos a continuación.
Observamos que en la ecuación estamos igualando − 2J 2 = − 2Ĵ 2 donde J 2 es el segundo invariante del tensor
desviador de tensiones y Ĵ 2 el que corresponde a un ensayo de tracción uniaxial cuando se alcanza la fluencia, por lo tanto
cualquier expresión que se pueda escribir en función de J 2 nos dará una posible interpretación física del criterio.
Interpretación de Hencky (1924)
Recordemos que la energía de deformación desviadora o energía de distorsión está dada por la fórmula:
1 1
U d0 = Td : D d para Td = 2GD d , por lo cual U d0 = Td : Td
2 4G

12
1 1
Por otro lado J 2 = − Td : Td , lo que nos permite escribir U 0 = − J 2 ⇒ − 2J 2 = 4GU 0 .
2 2G
Sustituyendo en la ecuación de Von Mises − 2J 2 = − 2Ĵ 2 ⇔ 4GU 0 = 4GÛ 0 ⇔ U 0 = Û 0
Concluimos que U 0 = Û 0 y podemos enunciar el criterio de Hencky - Von Mises.
La fluencia comenzará cuando la energía de distorsión en el material alcanza la energía de distorsión a que se llega en un
ensayo de tracción uniaxial cuando se alcanza la fluencia.
Interpretación de Nadai (1950)
2
Recordemos que la tensión de corte octaédrica está dada por τ oct = − 23 ( I 2 − 13 I1 ) = − 23 J 2 ⇒ 3τ oct = − 2J 2

Sustituyendo en la ecuación de Von Mises: − 2J 2 = − 2Ĵ 2 ⇔ 3τ oct = 3τˆ oct ⇔ τ oct = τˆ oct lo que nos permite
enunciar el criterio de Huber - Von Mises.

Criterios para materiales granulares (del tipo del hormigón)

Si bien mantiene con los metales dúctiles las hipótesis de isotropía y convexidad, las otras hipótesis varían totalmente.
Estos materiales en general, tienen distinto comportamiento en tracción que en compresión, siendo la tensión límite de
tracción menor (en valor absoluto) que la de compresión. Este comportamiento hace necesario determinar la sección de la
superficie de fluencia con cada plano desviador en un sector de 60º para luego completarlo por simetría (en lugar de 30º como
en metales dúctiles).
La presión hidrostática influye mucho en la condición de fluencia para tensiones hidrostáticas bajas y moderadas, en
cambio comienza a perder importancia en altas tensiones hidrostáticas. Por lo que ahora f = f (I1 , J 2 , J 3 ) . La forma y
dimensiones de la sección de la superficie de fluencia con los planos desviadores, es distinta a bajas que a altas tensiones
hidrostáticas, pasando de una forma casi triangular para bajas tensiones a otra circular para altas. Para bajas presiones
hidrostáticas depende del tercer invariante del tensor de tensiones J 3 y se independiza de él en altas presiones.

Criterio de Mohr - Coulomb (1900)

Envolvente de Mohr
El criterio de Tresca presenta dos propiedades importantes:
1) Sólo hace intervenir las tensiones principales máxima y mínima, f (T) = f (σ I , σ III ) = 0 .
2) Sólo interviene la diferencia σ I − σ III de dichas tensiones f (T ) = f (σ I , σ III ) = σ I − σ III − σ fl = 0 .
Una generalización de este criterio fue propuesta por Mohr donde la diferencia σ I − σ III es comparada, no con una
constante sino con una función de (σ I + σ III ) / 2 . Entonces f (T) = f (σ I , σ III ) = σ I − σ III − g(σ I + σ III ) .
Observemos que dado un tensor de tensiones T, (σ I − σ III ) / 2 es el radio del círculo de Mohr máximo mientras que
(σ I + σ III ) / 2 es la absisa de su centro en el plano de Mohr.
Así la ecuación f (T) = 0 expresa una relación entre el radio de máximo círculo de Mohr correspondiente al estado
tensional T y la absisa de su centro.
Si representamos todos los círculos de Mohr correspondientes a estados de tensiones límites van a delimitar una
envolvente. Ésta será una curva llamada curva intrínseca de ecuación τ = h (σ)
La curva intrínseca tiene en general una forma como la representada en la figura. Se demuestra que es convexa y cerrada
para el lado de la tracciones (σ > 0) y abierta para las compresiones (σ < 0) .

13
τ

σ
σlímc σlímt
Figura 8.11
La curva intrínseca limita el fin del comportamiento elástico, es la curva correspondiente a la superficie de fluencia inicial.
Los materiales granulares a los que se les puede aplicar un criterio del tipo de la curva intrínseca tales como suelos, rocas,
hormigón, presentan en sus ensayos de rotura un fenómeno de ruptura dúctil para solicitaciones correspondientes a σ < 0
y frágil para σ > 0 .
La simplificación fundamental adoptada para la teoría de Mohr, consiste en que la superficie de fluencia inicial se
considera no como dependiente de las tres tensiones principales, sino solamente de la máxima y la mínima sin importar el
valor de la tensión intermedia.
Ésto simplifica mucho el análisis y lo transfiere de un problema tridimensional a uno bidimensional, permitiendo trabajar
en el plano de Mohr.
De esta forma, en lugar de determinar una superficie de fluencia en el espacio de Westergaard, alcanza con hallar una
envolvente de los círculos de Mohr máximos en el plano de Mohr, la cual luego será fácil de representar en el espacio de
Westergaard.
Conociendo por ejemplo resultados experimentales, se pueden trazar diferentes círculos de Mohr máximos y determinar
una curva envolvente de todos ellos.
Si para un estado de tesiones cualquiera el círculo de Mohr máximo queda por debajo de la envolvente sin tangenciarla,
tendremos un comportamiento elástico, mientras que si es tangente comenzará la fluencia.
Criterio de Mohr - Coulomb
La representación de esta envolvente en forma de una recta tangente a los círculos correspondientes a los ensayos de
tracción y compresión uniaxial permite obtener la expresión del criterio de Mohr - Coulomb.
En este caso, la recta envolvente se puede escribir en el plano de Mohr de la forma: (e) : τ − c + σ tg θ = 0 la cual depende
de dos parámetros de fluencia: la cohesión o resistencia intrínseca al corte c y el ángulo de fricción interna θ . Un material
se dice polvoriento si θ ≠ 0 y c = 0 y se dice puramente cohesivo si θ = 0 y c ≠ 0 .

(e)

c
σ
σIII σII σI θ

Figura 8.12
Consideremos un estado genérico, el que tendrá una tensión principal máxima σ I y una mínima σ III . Su círculo de Mohr
máximo tendrá:
 σ + σ III  σ − σ III
centro C =  I ,0  y radio R = I .
 2  2
Será tangente a la envolvente (e) cuando la distancia del centro C a la recta (e) sea igual al radio, o sea:

14
σ I + σ III
tg θ −c sen θ σ I + σ III 1 σ I − σ III
2 σ − σ III
d(C, (e)) = = I =R ⇒ −c = − ⇒
− 1 + tg θ2 2 cos θ 2 cos 2 θ 2

sen θ(σ I + σ III ) − 2c. cos θ = −σ I + σ III ⇒ σ I (sen θ + 1) + σ III (sen θ − 1) = 2c. cos θ ⇒
1 + sen θ 1 − sen θ
σI − σ III = 1
2c. cos θ 2c. cos θ
2c. cos θ
Para el ensayo de tracción uniaxial σ I = σ t , σ III = 0 por lo que σ t =
1 + sen θ
2c. cos θ
Para el ensayo de compresión uniaxial σ I = 0 , σ III = −σ c por lo que σc =
1 − sen θ
σ I σ III
Por lo cual la ecuación es − =1
σ t σc
donde σ t y σ c son las tensiones de fluencia , en este caso distintas, obtenidas en los ensayos de tracción y compresión
uniaxial.
Veamos ahora como representar el criterio en el espacio de Westergaard.
Las superficies de fluencia de Tresca y Von Mises no cortaban al eje hidrostático, σ1 = σ 2 = σ 3 , lo cual significa que por
grandes que sean las tensiones nunca un estado hidrostático de tensiones podrá producir la plastificación del material. ¿Qué
sucede con el criterio de Mohr - Coulomb?
σ σ σ − σt σ σ
Si centramos I − III = 1 con el eje hidrostático σ I = σ II = σ III se tiene: σ I c = 1 ⇒ σ I = σ II = σ III = c t
σt σc σ σ
c t σ c − σt
y como en los materiales que tienen distinto comportamiento en tracción que en compresión en general se cumple que
σc σ t
σc > σ t ⇒ > 0 y al superficie de fluencia de Mohr - Coulomb corta al eje hidrostático en un punto de coordenadas
σc − σ t
σ σ
positivas, lo que corresponde a un estado hidrostático de tensiones de tracción. El valor de H = c t se llama presión
σc − σ t
de cohesión.
Para este material, por mayores que sean las tensiones no se produce plastificación para estados hidrostáticos de
compresión, no así de tracción.
Mediante un razonamiento análogo al realizado para el criterio de Tresca podemos representar el criterio de Mohr -
Coulomb para estado plano de tensiones, obteniendo:
σ2

σlímt

σ1
−σlímc σlímt

−σlímc

Figura 8.13
Como al igual que en el criterio de Tresca, su ecuación viene dada por seis planos, uniendo el punto de itersección con
cada vértice del hexágono irregular obtenido para estado plano queda determinada una pirámide que es la representación del
criterio de Mohr - Coulomb en el espacio de Westergaard.
A diferencia del criterio de Tresca, la intersección de la superficie de Mohr - Coulomb con los planos desviadores es un

15
hexágono irregular. El criterio de Tresca es un caso particular del de Mohr - Coulomb cuando σ c = σ t o lo que es lo mismo,
el ángulo de fricción interna es cero, y es el único caso en que el hexágono es regular.

Criterio de Drucker - Prager (1932)

El criterio de Drucker - Prager aproxima la pirámide de Mohr - Coulomb por un cono de manera análoga a como el criterio
de Von Mises aproximaba el de Tresca.
De esta manera, se puede considerar como una generalización del criterio de Von Mises, en el que se considera un estado
hidrostático para el cual el material falla en tracción.
Luego, la fórmula del criterio debe ser de la forma αI1 + β − 2J 2 = σ c ya que si α = 0 obtenemos el criterio de Von
Mises, un cilindro en el espacio de Westergaard, pero como queremos tener un cono necesitamos que el radio de cada
sección con un plano desviador dependa linealmente del punto en que dicho plano corta al eje hidrostático, por lo que
deberá agregarse un término, αI1 .
Como el criterio de Mohr - Coulomb depende de dos parámetros c y θ , o σ c y σ t , vamos a determinar los parámetros
α y β en función de ellos de manera de aproximar la superficie de Mohr - Coulomb.
La primer condición que exigiremos es que corte al eje hidrostático en el mismo punto que Mohr - Coulomb, o sea que la
pirámide de Mohr - Coulomb y el cono de Drucker - Prager tengan el mismo vértice.
σ σ σ σ
Nuestro estado de tensiones será hidrostático con σ1 = σ 2 = σ 3 = c t ⇒ I1 = σ1 + σ 2 + σ 3 = 3 c t .
σc − σ t σc − σ t
Como este estado de tensiones es esférico su parte desviadora será nula y el segundo invariante de su tensor desviador
también, por lo que J 2 = 0 .
σ σ σ σ
Sustituyendo I1 = 3 c t y − 2J 2 = 0 en la ecuación del criterio de Drucker - Prager tenemos α3 c t = σ c ⇒
σc − σ t σc − σt
σ − σt
α= c .
3σ t
Necesitamos determinar el parámetro β , pero como el hexágono sección con los planos desviadores es irregular tenemos
dos opciones.
a) Hacer pasar la circunferencia por los puntos σ' t1 , σ' t 2 y σ' t 3 . σ' c 3
Consideremos el estado de tensiones correspondientes a un ensayo de tracción σ' σ'1
2
uniaxial con σ1 = σ t , σ 2 = σ 3 = 0 . σ' t 2
I1 = trT = σ1 σ' t1
2
J 2 = − 12 Td : Td ⇒ − 2J 2 = Td
Como la matriz asociada con Td en nuestra base es diagonal con componentes:
I 2 I 1 I 1 σ' c1 σ' t 3
S1 = σ t − 1 = σ t , S2 = − 1 = σ t , S3 = − 1 = σ t entonces σ' c 2
3 3 3 3 3 3
2 2 2
2 2  1  1  2
Td =  σ t  +  σ t  +  σ t  = σ t 2 .
 3   3   3  3 σ' 3
Por lo que − 2J 2 = 2σ
3 t
. Figura 8.14

Sustituyendo I1 = σ t y − 2J 2 = 2σ
3 t en la ecuación del criterio de Drucker - Prager, se tiene:

σc − σ t σ − σt 3 3σ c − σ c + σ t 3 2σ c + σ t
ασ t + β 2σ
3 t
= σc , como α = ⇒ c σt + β 2σ
3 t
= σc ⇒ β = =
3σ t 3σ t 2 3σ t 2 3σ t

σc − σt 3 2σ c + σ t
y la ecuación del criterio queda: I1 + − 2J 2 = σ c
3σ t 2 3σ t
b) Hacer pasar la circunferencia por los puntos σ'c1 , σ'c2 y σ'c3 .
Consideremos el estado de tensiones correspondientes a un ensayo de compresión uniaxial con σ1 = σ 2 = 0 y σ 3 = −σ c .
En este caso I1 = −σ c y − 2J 2 = 23 σ c entonces:

16
σc − σ t 3  σc − σ t  3  2σ t + σ c 
− σc + β 2σ = σc ⇒ β = 1 +  =  
3σ t 3 c
2  3σ t  2  3σ t 

σc − σ t 3  2σ t + σ c 
y la ecuación del criterio queda: I1 +   − 2J 2 = σ c
3σ t 2  3σ t 

Superficie de Mohr - Coulomb


Figura 8.15

Superficie de Drucker - Prager


Figura 8.16

17
Inconvenientes del criterio de Mohr - Coulomb para modelar al hormigón

1) No tiene en cuenta la influencia de la tensión principal intermedia σ II , resultando un material con igual resistencia
para un estado de compresión biaxial simétrico que para un estado de compresión uniaxial simple.
En la figura se representan los resultados obtenidos por Kupfer (1973) para estado plano junto con la superficie de
fluencia de Mohr - Coulomb para estado plano. Se observa que en hormigones sometidos a compresión doble simétrica se
alcanzan resistecias 1,16 veces mayores que para compresión uniaxial.
σ2
σc
σ1
σc

1
1,16

Figura 8.17
2) Los meridianos de tracción y compresión (intersecciones de la superficie con el plano determinado por el eje
hidrostático y uno de los ejes coordenados) son dos líneas rectas que se cortan sobre el eje hidrostático, pues son funciones
lineales del primer invariante I1 . Esta aproximación resulta deficiente si se trabaja con estados hidrostáticos de compresión
muy altos, siendo necesario para altas presiones que las curvas de los meridianos de tracción y compresión sean paralelas.
Aunque dentro del rango habitual de trabajo de los hormigones no se alcanzan presiones hidrostáticas que hagan necesario
considerar esta situación, siendo una aproximación razonable considerar meridianos rectos.
3) La relación entre las tensiones límites uniaxiales de tracción y compresión, depende solamente del ángulo de rozamiento
σ 1 + sen θ π θ
interno θ , c = = tg +  , lo que hace dificil de adaptar el criterio a un gran número de materiales.
σ t 1 − sen θ  4 2 σ
En el caso particular de los hormigones se tiene una relación de R Mohr = c ≅ 10 , pero el ángulo de rozamiento interno
σt
σ
es θ ≅ 32º lo cual daría c ≅ 3,25 .
σt
Las dificultades del criterio de Mohr - Coulomb para modelar al hormigón se agraban aun más para el de Drucker - Prager
ya que además de los problemas señalados, el criterio de Drucker - Prager es independiente del invariante J 3 , tiene sección
con el plano desviador circular, lo que no se ajusta con el comportamiento del hormigón que para bajas tensiones hidrostáticas
presenta una sección más cóncava a un triángulo que a un círculo.

Criterio de Breslev - Pister (1958)

Este criterio es una generalización del criterio de Drucker - Prager, en el que se supone en lugar de una dependencia lineal
entre el radio de la circunferencia y la posición del plano desviador que la contiene sobre el eje hidrostático, una dependencia
cuadrática.
1 b I2
La ecuación del criterio queda de la forma: 3 − 2J 2 = a − I1 + c 1 2
σc σc 3σ c
Como el criterio tiene tres parámetros, se deben realizar tres ensayos para determinarlos.
Este criterio tiene como particulares al criterio de Von Mises si b y c son cero y al de Drucker - Prager si c es cero.
Su aplicación a materiales como el hormigón no es aconsejable ya que sus secciones con los planos desviadores siempre
son circunferencias y los resultados experimentales en el hormigón muestran que para presiones hidrostáticas pequeñas las
secciones con los planos desviadores tienden a ser triangulares. El comité europeo del hormigón recomienda usar el criterio
de Ottosen.

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Criterio de Ottosen (1977)

Ottosen propone un criterio de cuatro parámetros que utiliza los invariantes I1 , J 2 y J 3 dado por la fórmula:
J J I
a 22 + λ 2 + b 1 − 1 = 0 donde λ = λ (J 3 ) > 0 depende de dos parámetros, por lo que para ajustar el criterio hay que
σc σ c σ c
realizar cuatro ensayos.

Criterio de Hsiek (1979)


J2 − 2J 2
σI I
La ecuación de este criterio es de la forma: a +b +c
+d 1 =1
σc 2 σc σc σc
Es una combinación de Drucker - Prager con Rankine más el término en J 2 . Fue desarrollado para el hormigón.

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