Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Qué es
La muerte súbita es la parada cardiaca que se produce de forma abrupta,
inesperada y repentina en personas que aparentemente tienen un buen estado de
salud. Esta parada concluye con el fallecimiento del paciente si no recibe asistencia
médica inmediata.
Se desencadena principalmente por una arritmia cardiaca, como bradicardia,
taquicardia ventricular y, con más frecuencia, por fibrilación ventricular. Las
personas que han tenido una muerte súbita pierden en primer lugar el pulso, a
continuación la consciencia y la capacidad de respirar.
En algunos casos, tal y como indican desde la Fundación del Corazón, la
reanimación cardiopulmonar puede provocar que la arritmia desaparezca y el
paciente se recupere. Esto se conoce como muerte súbita reanimada.
Causas
Mientras que los ataques cardiacos (que suelen confundirse con muertes súbitas
cardiacas) están causados por un problema de circulación del corazón, las muertes
súbitas cardíacas se producen por algún problema eléctrico.
Así, su causa más importante suele ser tener una enfermedad cardiovascular
previa, es decir, toda alteración de la función cardiaca causada por una dilatación
del corazón, por una válvula dañada o por anomalías congénitas en el músculo del
corazón, podrían motivar el episodio. No obstante, también se han dado casos de
personas que no habían padecido ninguna patología de este tipo.
Miocardiopatía Hipertrófica
Es una enfermedad hereditaria que se caracteriza por el engrosamiento del músculo
cardiaco, en la mayoría de los casos del ventrículo izquierdo. Es la principal causa
de muerte súbita en los adultos jóvenes (menores de 50 años), quienes desconocen
su enfermedad.
Se han identificado 10 genes, de los cuales 9 codifican proteínas
www.cuidateplus.com/vida-sana/alimentacion/diccionario-de-
alimentacion/proteinas.html sarcoméricas. Entre ellos se encuentran los MYL2,
MYL3, ACTC, TPM1, TNNT2, TNNI3, TTN (PRKAG2), MYH7 y MYBPC3. Si bien se
han descrito muchas mutaciones asociadas a esta miocardiopatía, las más
recurrentes hasta el momento se encuentran en los genes MYBPC3 y MYH7.
Miocardiopatía Dilatada
Es una enfermedad del corazón que se caracteriza por la dilatación anormal del
ventrículo izquierdo y disfunción sistólica, incapacitando al músculo cardiaco para
bombear sangre eficazmente. Esta cardiomiopatía suele venir causada por el
trasplante cardiaco, tanto en niños como en adultos y es una de las causas de
muerte súbita. Si bien la prevalencia real aún no se conoce con exactitud, se estima
en 1 de cada 3.000 individuos.
Entre los genes identificados se encuentran ACTC, TPM1, MYH7, TNNT2, TNNI3,
MYBPC-3, TTN, TCAP, DES, DMD, VCL, SGSD, ACTN2 y, LMNA/C. Muchos de
ellos codifican para proteínas sarcoméricas.
Esta patología afecta con más frecuencia a los jóvenes, en el 80 por ciento de los
casos, a personas menores de 40 años. Su diagnóstico clínico es difícil de realizar,
tal es así que en muchas ocasiones la primera manifestación de la enfermedad es
la muerte súbita, principalmente en personas menores de 30 años. Si bien su
prevalencia aún no ha sido bien definida, se calcula de 0.1-1 de cada 1.000
individuos.
Cabe destacar que el 25 por ciento de los individuos con esta enfermedad presentan
una mutación que afecta a la proteína Plakofilina 2.
Síndrome de Brugada
Es una enfermedad del corazón caracterizada por episodios de taquicardia
ventricular polimórfica rápida, que pueden causar episodios de síncope (desmayo)
o muerte súbita. Su herencia es autosómica dominante y presenta mayor incidencia
en hombres (8:1).
Se conocen al menos nueve genes que han sido asociados al desarrollo de esta
enfermedad. Estos genes codifican proteínas que regulan el transporte de sodio,
potasio o calcio a través de las membranas plasmáticas de las células cardiacas.
Los genes KCNQ1, KCNH2, SCN5A, KCNE1, KCNE2 están asociados al Síndrome
de Romano-Ward; el gen KCNJ2, al síndrome Andersen-Tawil; el gen CACNA1C,
al síndrome de Timothy, y los genes KCNQ1 y KCNE1, al síndrome de Jervell-
Lange-Nielsen.
Usualmente, los síntomas aparecen entre los 5 y 10 años; sin embargo los casos
de muerte súbita en este rango de edad son raros. Un 30 por ciento de los casos
presentan historia familiar de síncope (desmayos) y muerte súbita. Su prevalencia,
actualmente es desconocida, se estima en 1 de cada 2.000 individuos.
Bebé durmiendo
Poner al bebé a dormir boca arriba ayuda a prevenir el síndrome de muerte súbita
infantil.
Síntomas
Las manifestaciones de esta patología son:
Pérdida de conocimiento.
Ausencia de respuesta ante cualquier estímulo.
Dejar de respirar (parada respiratoria).
Pérdida del color de la piel. El paciente pasa de un color rosado a un azul violáceo.
Prevención
Dado el carácter inesperado de la enfermedad, no existen indicaciones que ayuden
a prevenir la muerte súbita cardiaca. Sin embargo, la Academia Estadounidense de
Pediatría recomienda unos consejos para ayudar a prevenir el síndrome de muerte
súbita infantil:
Intentar que el bebé duerma sobre una superficie firme, como la cuna, y evitar que
duerma en la cama con adultos o en superficies menos firmes como el sofá.
Utilizar una sábana liviana para cubrir al bebé y evitar la utilización de almohadas,
cobertores o edredones.
A día de hoy se desconocen las causas que provocan la muerte súbita en los bebés.
Aunque las noticias que más trascienden en los medios de comunicación suelen ser
las relacionadas con deportistas profesionales, los expertos hacen énfasis en que
todos, tanto federados como aficionados, deberían someterse a reconocimientos
médicos específicos con asiduidad. Esto se debe, entre otras cosas, a que muchas
de las muertes súbitas sucedidas en deportistas menores de 35 años, son causadas
por malformaciones congénitas del corazón que podrían ser descubiertas con
pruebas convencionales. Otro porcentaje mucho menor de estos eventos se
produce por miocardiopatías, arritmias y otras causas, como fármacos.
En el caso de los mayores de 35 años, casi el 90 por ciento de las muertes súbitas
son producidas por lesiones en las arterias coronarias causadas, en muchas
ocasiones, por el consumo de tabaco o por un nivel alto de colesterol.
Así, realizar un examen, algo más exhaustivo en el caso de los deportistas
federados, es fundamental para poder descubrir anomalías que puedan
desembocar más tarde en una muerte súbita cardíaca. En esta valoración deberían
incluirse: estudio de los antecedentes personales y familiares, un
electrocardiograma y una ecocardiografía.
Diagnóstico
Por las características de esta patología, el diagnóstico no se puede realizar
previamente. Conocer los síntomas puede ayudar a intervenir rápidamente e
intentar salvar la vida del paciente.
Tratamientos
Sólo hay un tratamiento efectivo para frenar la muerte súbita cardíaca y es la
desfibrilación precoz. Este procedimiento consiste en realizar una descarga
eléctrica en el corazón, a través de unas palas o parches, con la que se pretende
reiniciar la actividad eléctrica del corazón.
Otros datos
Se calcula que el 12,5 por ciento de las defunciones que se producen de forma
natural son muertes súbitas y, de éstas, el 88 por ciento son de origen cardiaco.
Del total de casos de muerte súbita de origen cardiaco, el 80 por ciento ocurre en
pacientes con cardiopatía isquémica, entre ella, las enfermedades de las arterias
coronarias y de las arterias periféricas. Tanto la oclusión de la arteria, como la
reperfusión pueden originar arritmias, como la fibrilación ventricular, que conducen
a la muerte súbita. Estos casos suelen ocurrir en personas mayores expuestas a
factores de riesgo cardiovascular tales como hipercolesterolemia, hipertensión
arterial, obesidad, diabetes y tabaquismo.
Finalmente, en menos del cinco por ciento de las ocasiones, las causas de la muerte
súbita cardiaca se dan en pacientes con cardiopatías arritmogénicas, donde el
corazón es estructuralmente normal pero presenta fallos eléctricos. Las
enfermedades cardiacas asociadas a estos episodios de muerte súbita son,
principalmente, el síndrome de Brugada y el síndrome de QT largo, pero no
debemos olvidar el síndrome de QT corto y la taquicardia ventricular polimórfica
catecolaminérgica.
Factores de riesgo
Existen determinados factores que pueden influir en su aparición:
Insuficiencia cardiaca; es decir, que el corazón tenga dificultades para realizar sus
funciones (o que le haya ocurrido esto previamente).