Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Arenas 2019
DISCIPLINAR: HISTORIA Daniel Gervasi
ACTIVIDADES:
Tomado de:
El estado moderno
Se amplió el conocimiento científico y técnico y hubo una extensa y rápida difusión del
saber gracias a inventos como la imprenta; se produjeron descubrimientos geográficos
1
trascendentes (el continente americano, vastas zonas de Asia y África) a la vez que se
renovaron las artes, las letras y la concepción del hombre y del mundo (movimiento que
se conoce como Renacimiento).
Hacia el final de este período, los reyes afianzaron su poder, unificaron a pueblos antes
aislados bajo un sentimiento de patriotismo y un idioma común, equiparon a ejércitos
permanentes capaces de repeler invasiones extranjeras, integraron a la nobleza como
parte de la administración real, incrementaron sus riquezas, mejoraron la gestión de sus
bienes, posesiones y finanzas y reglamentaron con mayor precisión un sistema común de
tributos y gravámenes.
Estos tipos de estado, cada uno característico de una época determinada, pueden
distinguirse entre sí según:
El estado absolutista
El estado absolutista surge en Europa a principios del siglo XVI cuando se produce una
rápida expansión de las actividades y recursos de los reyes y se consolida su poder
interno.
La primera etapa del estado absolutista se distingue por su énfasis en la tradición como
fundamento de la autoridad y por su orientación confesional, es decir, por la estrecha
vinculación con la religión y su uso para legitimar el poder absoluto: el soberano manda
invocando un derecho divino, la voluntad de Dios. Asimismo, en muchos casos no admite
que sus súbditos profesen un credo distinto del suyo ni la difusión de ideas o
conocimientos que lo cuestionen.
2
En ese tiempo, el absolutismo se extendió por todo el continente europeo: en Francia se
afianzó con Enrique IV y alcanzó su apogeo con Luis XIV, el rey Sol; en Inglaterra se inició
con los Tudor y continuó con los Estuardo; en España, con los “reyes católicos” y luego
con las dinastías de los Habsburgo y de los Borbones.
En una segunda etapa durante el siglo XVIII, los monarcas absolutistas -que ya contaban
con grandes ejército y burocracias- impulsaron importantes reformas económicas,
sociales y jurídicas. Estas políticas también incluyeron la protección de sabios, hombres
de letras y filósofos. Así, la orientación confesional de los primeros absolutistas contrastó
con la “ilustración” de los segundos en la era del “despotismo ilustrado”. Entre estos
últimos se puede mencionar a Federico II El Grande, rey de Prusia (1740-1786), José de
Austria (1765-1790) y Catalina la Grande, emperatriz de Rusia (1762-1796).
3
individuales-, pero también protagonizados por amplios grupos sociales igualmente
oprimidos.
El estado liberal-democrático
Al igual que el absolutismo, su evolución también registra dos épocas bien marcadas,
pero que en este caso no contrastan sino que se complementan: la primera es la fase
liberal (desde el ocaso del siglo XVIII hasta gran parte del XIX) y la segunda, la fase
democrática (fines del siglo XIX hasta principios del XX)
Son ejemplos de ello la constitución de los Estado Unidos de Norte América de 1787, la
Constitución francesa de 1791, la Constitución española de 1812 y el Estatuto Albertino
de 1848.
Durante la fase democrática que le sigue, las constituciones liberales se mantienen. Pero
se amplía la categoría de ciudadano y, por lo tanto, el número de personas con derecho a
participar en las decisiones públicas y en la elección de los gobernantes. Al obtenerse el
sufragio universal, la vieja política oligárquica es reemplazada por la moderna política de
masas y los tradicionales partidos de notables por los flamantes partidos políticos de
arraigo popular. La extensión del derecho de sufragio tuvo lugar en las últimas décadas
del siglo XIX y en las primeras del XX.
4
revocable periódicamente y por la sujeción de los gobernantes y los funcionarios a las
prescripciones de la ley. En este tipo de estado, las leyes no son ya interpretadas o
impuestas por el monarca según su particular voluntad, sino que son redactadas,
discutidas y aprobadas por los parlamentos. El Parlamento es un cuerpo colegiado de
naturaleza representativa y plural, es decir, una institución formada por varios miembros-
generalmente centenares-, que portan un mandato o poder otorgado por los electores y
que reflejan intereses diversos.
En términos generales, el Estado Liberal democrático no fue sólo una reacción contrea el
absolutismo monárquico, sino también el resultado de una serie de nuevas ideas
vinculadas a las trasformaciones provocas por la Revolución Industrial (1760-1820) y la
consolidación de la economía de mercado o capitalismo moderno.
Por ello, durante esta etapa, la idea predominante es la de un estado mínimo: se creía
que las diferencias o desequilibrios socioeconómicos entre las personas o grupos se dan
siempre transitorios y se corregirán por la acción del mismo mercado –un mercado auto
regulado- sin que fuera necesaria la intervención estatal. La influencia de este
pensamiento se mantuvo incluso frente a los crecientes reclamos del proletariado, que ya
no se contentaba con las libertades civiles y políticas, sino que exigía un orden más justo
en reemplazo de un capitalismo considerado “salvaje” por sus efecto sociales (explotación
de niños, ancianos, enfermos y mujeres embarazadas, jornada de trabajo ilimitada,
despidos arbitrarios, trabajo en condiciones insalubres, inestabilidad en los empleos,
etcétera).
Ante esta desprotección los obreros fundaron primero organizaciones para la defensa de
sus intereses, los sindicatos, y más tarde partidos políticos propios que recibieron el
nombre de “laboristas” (del inglés labour: trabajo), “socialistas” o “socialdemócratas” (por
su reclamos de democracia no sólo política sino también social). Otros, inspirados en el
anarquismo, desdeñaban la actividad política y propugnaban la abolición lisa y llana del
Estado o de toda forma de gobierno como única manera de establecer un orden social y
económico donde reinara la libertad.
5
En el plano del comercio internacional, la concepción liberal sostiene el “librecambismo” o
principio del laissez faire (dejar hacer), según el cual los países debían aceptar una
determinada división internacional del trabajo entre países productores de manufacturas y
naciones exportadoras de materias primas, explotar sus ventajas comparativas y alentar
un intercambio de bienes sin trabas aduaneras o protecciones arancelarias.
El estado liberal-democrático entró en crisis al hacer evidente que no podía dar respuesta
satisfactoria a los reclamos de la clase obrera por mejoras en la calidad de vida y por
protección en las condiciones de trabajo sin modificar sus instituciones y sus políticas
distintivas. Pero si bien estas dificultades afloraron ya al promediar el siglo XIX, momento
a partir del cual la “cuestión social” se convirtió en uno de los problemas centrales de la
política contemporánea, su desplome definitivo no ocurrió sino hasta la crisis capitalista
mundial de 1929-1930.
Ante el fracaso del mercado para autoregularse armoniosa y pacíficamente, a fin de evitar
la conflictividad social y las crisis cíclicas de la economía capitalista, se ensayaron dos
alternativas al estado liberal. Algunos países introdujeron cambios sin suprimir las
instituciones y libertades democráticas y dieron lugar al Estado de Bienestar. Otros
experimentaron transformaciones que llevaron al derrumbe de la democracia y al
surgimiento de Estado totalitarios.
El Estado totalitario
Con este nombre se designa al tipo de estado propio de dos clases de experiencias:
Así los principios clásicos del estado liberal democrático –el gobierno limitado, la división
de poderes, las elecciones abiertas y los derechos individuales –son reemplazados por
una dictadura del (del Fuhrer, Duce), el régimen de partido único, la propaganda política,
la censura y manipulación de la opinión pública las movilizaciones aclamatorias y las
persecuciones ideológicas y etnoreligiosas.
6
Del mismo modo, los parlamentos son o bien clausurados o bien tolerados, pero
desprovistos de todo tipo de poder efectivo.
Por su parte, las ideas de libre mercado o liberalismo que reducen al mínimo la
intervención del estado y conceden al individuo la máxima libertad de trabajo, de
empresa, de producción y de comercio-so sustituidas por el principio de control estatal de
la economía. En efecto en el totalitarismo la propiedad privada o bien no existe, ya que el
estado es el organizados y propietario exclusivo de los medios de producción (como en el
colectivismo propio de la experiencia comunista) o bien está reconocida, pero la influencia
estatal en la producción, el comercio y las finanzas es determinante (como en el
corporativismo del fascismo y en nazismo).
Los estados totalitarios sólo reconocen la actuación legal de un único partido político. A
esta organización se la considera portadora de una ideología universal y
omnicomprensiva, de una verdad histórica que no admite discusión o cuestionamiento
alguno (el marxismo, el nacionalsocialismo, por ejemplo).
Los estados totalitarios sólo reconocen la actuación legal de un único partido político. A
esta organización se la considera portadora de una ideología universal y
omnicomprensiva, de una verdad histórica que no admite discusión o cuestionamiento
alguno (el marxismo, el nacionalsocialismo, por ejemplo).
Este partido político único cumple con varias y múltiples funciones: ejerce un estricto
control sobre los nombramientos de los dirigentes y los funcionarios públicos, moviliza a
las masas en apoyo de los líderes partidarios o de las autoridades gubernamentales,
difunde la propaganda oficial y asegura obediencia ciega de la población a los
gobernantes.
El Estado de bienestar
7
El estado de bienestar (welfare state) es el tipo de estado que persigue, en el marco del
respeto por las instituciones democráticas, dos fines básicos:
El estado de bienestar implica una profunda transformación de las funciones del Estado
Moderno y del tamaño de su aparato administrativo. En efecto, con las políticas
keynesianas y de bienestar, el Estado suma a sus funciones tradicionales (orden,
defensa, justicia y educación) otras nuevas: protección social, promoción del crecimiento
con equidad, estímulo al desarrollo) y amplía las dimensiones de su aparato burocrático a
una escala hasta entonces impensada.
Las primeras experiencias de Estado de bienestar tuvieron lugar en los Estados Unidos y
en los países escandinavos, donde fueron aplicadas como respuesta a la Gran Depresión
de 1930 por gobiernos de gran apoyo popular y obrero, liderados respectivamente por un
presidente demócrata, Franklin D. Roosevelt, y por partidos obreros de orientación
laborista (Noruega) o socialdemócrata (Suecia, Dinamarca).
8
Debido a su éxito en estas naciones, se adoptaron medias similares en casi todo el
mundo desarrollado tras finalizar la Segunda Guerra Mundial (1945). También fueron
promovidas en muchos países subdesarrollados que vieron en ellas una oportunidad
propicia para superar el desequilibrio provocado por la anterior división internacional del
trabajo. De este modo, estas naciones alentaron el cierre de mercados nacionales a los
productos externos y promovieron un proceso de industrialización acelerado, destinado a
sustituir las manufacturas, que hasta entonces importaban, por productos de origen local.
Sin embargo hacia principios de la década de 1970 las políticas keynesianas revelaron
cierto agotamiento, que derivó en una crisis de características hasta entonces
desconocidas: bajos índices de productividad, altas tasas de desempleo e importantes
niveles de inestabilidad de precios (inflación).
El estado neoliberal
Como respuesta a los problemas generados tras esta crisis del Estado de bienestar,
surgieron una serie de ideas llamadas, en términos generales, neoliberalismo. Según
esta concepción el tamaño del estado debía ser acorde a los recursos impositivos para
sostenerlo; debían disminuir los impuestos a los capitales y a la renta; las grandes
empresas públicas –prestadoras de malos servicios y generadoras de pérdidas –
resultaban una carga y, por lo tanto, tenían que ser privatizadas; los gastos sociales
debían ser controlados y orientado exclusivamente a los pobres, y el poder desmesurado
de los sindicatos debía ser recortado para mejorar la competitividad de la economía y
estimular nuevamente la inversión de capital.
En pocas palabras, el neoliberalismo implica una severa revisión de las políticas propias
del estado de bienestar, tanto en términos del tamaño de su aparato administrativo como
de las nuevas funciones por este asumidas. En este sentido, el neoliberalismo plantea
una renuncia o abandono directo de las nuevas funciones por este asumidas. En este
sentido, el neoliberalismo plantea una renuncia por abandono directo de las nuevas tareas
estatales asociadas al keynesianismo, un reforzamiento de los deberes tradicionales del
estado –garantía de orden y seguridad, capacidad de defensa externa y administración de
justicia- y prácticamente, un retorno a los postulados básicos del “mercado autorregulado”
propios del liberalismo clásico.
9
sustitución de importaciones y se favoreció, nuevamente, la apertura de la economía al
mercado internacional.
Sin embargo, tanto en unos países como en otros, estas nuevas medidas no lograron
superar la crisis, y en algunos casos, provocaron un aumento de las desigualdades
sociales, la decadencia de la prestación de ciertos servicios públicos básicos el ascenso
de los niveles de desempleo y el desmantelamiento del aparato estatal, con serio
compromiso de su capacidad regulatoria.
1) Subrayar los conceptos más importantes del texto contenido en el subtítulo “El
estado Moderno”.
2) Resumir en tres párrafos el contenido del subtítulo “El Estado absolutista”.
3) Resumir en tres párrafos el contenido del subtítulo “El Estado totalitario”.
4) Sintetizar las principales características de estado liberal democrático.
5) Comparar las características del Estado de bienestar y las del Estado neoliberal en
los siguientes aspectos: objetivos y funciones del estado, aparato administrativo y
concepción de la economía en el capitalismo.
10
Estado y Nación
Tomado de:
Se suele utilizar el término nación para hacer referencia a un conjunto poblacional que
tiene algunas características en común, por lo general el orden cultural: religión, idioma,
tradiciones, costumbres. Estos elementos se combinan para definir una nación con
caracteres propios y distintivos.
Estos rasgos de las naciones actuales hacen que sea difícil distinguir y separar el
concepto de nación del de Estado. Por eso se suele decir que “el Estado es la
organización de la nación en instituciones, la garantía de soberanía, independencia y
autonomías” o también que “el Estado personifica en actos el alma de la nación”.
El caso de Polonia es uno de los más conocidos ya que desde el siglo XVII a la
actualidad, apareció y desapareció del mapa europeo como Estado independiente
por lo menos cinco veces. Otro caso de nación sin Estado es el del pueblo judío
hasta la creación del Estado de Israel en 1948. Y finalmente tenemos el caso de los
gitanos que, aunque conforman un grupo con las características que definen a una
nación, nunca tuvieron un Estado propio.
11
Naciones en el interior de un Estado que no reconocen como propio:
Entre los siglos XV y XIX se fueron desarrollando los atributos que caracterizan al estado
moderno. Estos son algunos de ellos:
El estado tiene un gobierno propio que toma las decisiones políticas para orientar el
rumbo del país y vincularse con el resto del mundo. También garantiza la
organización pública.
El poder político debe guiar todas sus acciones por las normas establecidas por la
Constitución y las leyes.
El Estado obtiene los recursos para los pagos de sueldos, ejercito, salud pública,
etc., fundamentalmente de los impuestos establecidos por las leyes.
12
Es el Estado también quien tiene la capacidad de emitir moneda la que debe
circular libremente y sin competencia por todo el país. En la Argentina fue en el
periodo de construcción del Estado cuando surgieron las leyes que reemplazaron
las monedas emitidas por las provincias por una única moneda nacional.
Centralización de la administración.
Los Estados, aunque estén organizados bajo un sistema federal tienen leyes y
disposiciones que unifican las cuestiones administrativas básicas para el mejor
desarrollo de la nación.
Es el Estado el único que puede realizar acciones violentas a través del ejército
hacia afuera (por ejemplo si sufre el ataque de una nación extranjera), de la
gendarmería en las aéreas de frontera y de la policía en el interior del país. Esta
atribución debe guiarse en todo momento por las leyes.
ACTIVIDADES:
1. Leer el texto:
2. Elabora los conceptos de Nación y Estado.
3. ¿Qué atributos son necesarios para la conformación de un Estado
moderno?. Una vez identificados construye un mapa conceptual con los
mismos.
Desaparecido, en Cepeda, el régimen que las unía, cada una de las provincias buscó su
propio camino. Los grandes propietarios, los fuertes caudillos, los comerciantes
poderosos y los grupos populares de las ciudades que gravitaban en la plaza pública
procuraron imponer sus puntos de vista y provocaron, con sus encontrados intereses,
situaciones muy tensas, hasta que alguien logró imponer su autoridad con firmeza. Y
según quién fuera y qué intereses representara, cada provincia adoptó un modo de vida
que definiría con el tiempo sus características y su papel en el conjunto de la nación:
13
porque en 1820 había desaparecido el gobierno de las Provincias Unidas, pero no la
indestructible convicción de la unidad nacional.
Entre tanto, Buenos Aires, reducida ahora su influencia, desarrollaba dentro de las
fronteras provinciales lo que había sido su ilusorio programa para toda la nación. Los
meses que siguieron a la derrota de Cepeda fueron duros, pero finalmente la aparición de
las fuerzas de la campaña que mandaba Juan Manuel de Rosas permitió al gobernador
Martín Rodríguez mantenerse en el poder desde fines de 1820.
Fue un período de paz y de progreso que duró hasta mayo de 1824. Favorecía las
posibilidades de una política ilustrada que encontró en el ministro de gobierno, Bernardino
Rivadavia, un brillante ejecutor.
Pero los caracteres del interior del país diferían de los que predominaban en Buenos
Aires que pasaba ya de los 55.000 habitantes y estaba en permanente contacto con
Europa a través de su puerto. Las provincias del interior, en cambio, sólo contaban con
unas pocas ciudades importantes y era escasa en ellas esa burguesía que buscaba
ilustrarse y prosperar al margen de la fundamental actividad agropecuaria en la que se
reclutaban las minorías locales. Pero el ambiente de las ciudades provincianas, y más aún
el de las zonas rurales, se resistía a toda innovación y transformaba en un propósito
activo la defensa y la conservación de su idiosincrasia colonial.
El rechazo de la Constitución de 1826 y el mal manejo del Tratado de paz con Brasil
polarizó la hostilidad contra Rivadavia, comprendiendo la debilidad de su posición
presentó su renuncia en junio de 1828. El Congreso la aceptó y la experiencia rivadaviana
de reunificación nacional quedó concluida en medio de la incertidumbre general.
…Entre todos los caudillos, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Juan Manuel
de Rosas, se distinguía su personalidad peculiar. Su fuerte ascendiente sobre los
hombres de la campaña le proporcionaba una base para sus ambiciones; pero su claro
conocimiento de los intereses de los propietarios de estancias y saladeros le permitía
encabezar a los grupos más influyentes de la provincia y expresar con claridad la política
que les convenía; esa fue precisamente, la que puso en funcionamiento durante su
gobierno provincial, desde 1829 hasta 1832, y especialmente en el último año de su
administración. La situación política del país se definía rápidamente. Cada una de las tres
grandes áreas económicas de la nación contaba con una personalidad inconfundible para
representarlas y regir sus destinos. En el interior, Quiroga se había afirmado
definitivamente después de su victoria sobre Lamadrid en 1831. En el litoral, López
conservaba con firmeza la hegemonía regional. Y en Buenos Aires, Rosas consolidaba su
poder y acrecentaba su influencia. Los tres compartían los mismos principios, pero los
tres aspiraban a alguna forma de supremacía nacional.
El escenario para dilucidar la contienda hubiera podido ser el congreso que el Pacto
Federal obligaba a convocar. Siempre temerosos de Buenos Aires, López y Quiroga —el
litoral y el interior— insistían en apresurar su reunión. Celoso de los privilegios de su
provincia —esto es, Buenos Aires—, Rosas se oponía a que se realizara… la opinión de
Rosas prevaleció y el congreso no fue convocado.
El 16 de febrero de 1835, en Barranca Yaco, Quiroga cayó asesinado y poco más tarde la
legislatura bonaerense elegía gobernador y capitán general de la provincia, por cinco
años y con la suma del poder público, a Juan Manuel de Rosas.
ACTIVIDADES:
5- Puesta en común.
La federación (1835-1852)
La muerte de Quiroga y el triunfo de Rosas aseguraban el éxito de las ideas que este
último sostenía sobre la organización del país: según su opinión, las provincias debían
mantenerse independientes bajo sus gobiernos locales y no debía establecerse ningún
régimen que institucionalizara la nación. Y así ocurrió durante los diecisiete años que duró
la hegemonía de Rosas en Buenos Aires. Hubo, sin embargo, durante ese período una
singular forma de unidad, que se conoció bajo el nombre de Federación y que Rosas
quiso que se considerara sagrada. Era una unidad de hecho lograda por la sumisión de
los caudillos provinciales. Como encargado de las relaciones exteriores tenía Rosas un
punto de apoyo para ejercer esa autoridad, pero la sustentó sobre todo en su influencia
personal y en el poder económico de Buenos Aires.
La Federación, proclamada como el triunfo de los ideales del federalismo, aseguró una
vez más la hegemonía de Buenos Aires y contuvo el desarrollo de las provincias. El
puerto de Buenos Aires seguía siendo la mayor fuente de riqueza para el fisco y
proporcionaba pingües beneficios tanto a los comerciantes de la ciudad como a los
productores de cueros y tasajos que se preparaban en las estancias y saladeros.
De esas ventajas no participaban las provincias del interior, pese a la sumisión de los
caudillos federales. Las industrias locales siguieron estranguladas por la competencia
extranjera y los estancieros del litoral y del interior continuaron ahogados por la
competencia de los de Buenos Aires.
Por otra parte su autoritarismo y su animadversión por las ideas liberales le atrajo el
apoyo del clero y muy especialmente el de los jesuitas, a quienes concedió autorización
para reabrir los establecimientos de enseñanza.
Pero no era esto todo. Rosas había sabido atraerse la simpatía de los gauchos de la
campaña bonaerense y con ellos constituyó su fuerza militar. También se atrajo a las
masas suburbanas y sumaba, pues, al apoyo de los poderosos un fuerte apoyo popular,
con el que no contaban los grupos ilustrados.
Todo ese respaldo social no bastó, sin embargo para impedir que Rosas establecieran un
estado policial. Solo la más absoluta sumisión fue tolerada. Y la fidelidad a la Federación
debió demostrarse públicamente con el uso del cintillo rojo o la adopción de la moda
federal.
Pero entre tanto, los proyectos revolucionarios de los unitarios argentinos que habían
emigrado a Montevideo, encabezados por Juan Lavalle, hallaban eco en la provincia de
Buenos Aires. Los jóvenes escritores que en junio de 1837 que habían sembrado los
principios de su inquietud y su rebeldía.
Entre Ríos desarrollaba una intensa y progresista actividad agropecuaria que requería
contacto con Europa, y sus intereses chocaban abiertamente con los de Buenos Aires…
Debido a que el monopolio comercial porteño ahogaba cada vez más a las provincias del
Litoral, el gobernador de Entre Ríos, Urquiza, juzgó insostenible el apoyo que hasta el
momento había prestado a Rosas.
Poco después el Ejército Grande entró en campaña, cruzó Entre Ríos, invadió Santa Fe
y se presentó frente a Buenos Aires. El 3 de febrero de 1852 los ejércitos de la Federación
caían vencidos en Caseros y Rosas se embarcaba en una nave de guerra inglesa rumbo
a Gran Bretaña. La Federación había terminado.
ACTIVIDADES:
Urquiza entró en Buenos Aires poco después de la victoria para iniciar la etapa más
difícil de su labor: echar las bases de la organización del país. La administración de
Rosas, sin duda, había preparado el terreno para la unidad nacional dentro de un régimen
federal. Todos estaban de acuerdo con la necesidad de la unión, porque las autonomías
habían consagrado también la miseria de las regiones mediterráneas.
Por lo demás, las oligarquías locales eternizadas en el gobierno habían concluido por
acaparar la tierra. La aristocracia ganadera monopolizaba el poder político
18
El 1° de mayo de 1853 fue firmada la constitución y, por decreto de Urquiza, fue jurada
el 9 de julio por todas las provincias excepto la de Buenos Aires.
La creciente tensión entre los dos Estados desembocó en una abierta guerra
económica. La Confederación resolvió en 1856 establecer los que se llamaron "Derechos
diferenciales" para las mercaderías que llegaban a su territorio, directamente y las que
habían pasado por Buenos Aires; estas últimas debían pagar un impuesto más alto, con
que se suponía que se desviaría el tráfico hacia el puerto de Rosario y otros puertos
menores de la Confederación. Era una provocación, sin duda, desencadenada por la
crisis rentística que sufría el gobierno de Paraná y por el secreto propósito de llegar
finalmente a la guerra si la situación no se resolvía de otro modo.
Era la guerra económica, pero en tales términos que podía preverse que no se
mantendría mucho tiempo dentro de esos límites. Un conflicto político suscitado en San
Juan precipitó los acontecimientos y los dos Estados movilizaron sus tropas. Buenos Aires
declaró la guerra y encargó a Mitre el mando de sus fuerzas. Urquiza avanzó sobre
Buenos Aires y los dos ejércitos se encontraron el 23 de octubre de 1859 en Cepeda,
donde Mitre quedó derrotado.
Esta vez, Urquiza, jefe de las fuerzas de la Confederación, quedó derrotado en Pavón el
17 de septiembre de 1861. Triunfante Buenos Aires y disueltos los poderes nacionales,
Mitre asumió interinamente el gobierno de la Confederación y llamó a elecciones de
diputados al congreso, que debía reunirse en Buenos Aires, donde Mitre había fijado la
capital de la República. El 5 de octubre de 1862 fue elegido Mitre presidente de la Nación
y el día 12 asumió el cargo. La unidad nacional quedaba consumada.
ACTIVIDADES:
1- Lee el texto “Buenos Aires frente a la Confederación Argentina” y subraya las ideas
principales.
19
2- Elabora una síntesis en 3 párrafos integrando los siguientes conceptos:
Confederación Argentina, Constitución, secesión, intereses económicos, unidad
nacional.
3- Puesta en común.
Como antes Urquiza, Mitre emprendió la tarea de organizar desde la base el Estado
nacional… frente a los poderes provinciales. Además, las relaciones entre las provincias
ocasionaron delicados problemas, empezando por el de los límites entre ellas. Fue
necesario suprimir las fuerzas militares provinciales y reorganizar un ejército nacional.
Hubo que ordenar la hacienda pública, la administración y la justicia federal, fue necesario
redactar los códigos, impulsar la educación popular, hacer el primer censo nacional y
vigilar el cuidado de la salud pública.
Para los hombres del interior, el acuerdo entre Urquiza y los porteños fue una alianza
entre las regiones privilegiadas del país. Pero no fueron éstas las únicas preocupaciones
internas. Una vasta región del país estaba de hecho al margen de la autoridad del Estado
y bajo el poder de los caciques indígenas. El 1879 Roca, ministro de guerra de
Avellaneda, encabezó una expedición al desierto. La soberanía nacional se extendió
sobre el vasto territorio.
Pero todavía estaba en pie el problema de la residencia del gobierno nacional, que Mitre
aspiraba a fijar en la provincia de Buenos Aires. Cuando Nicolás Avellaneda, tucumano y
partidario decidido de la federalización de Buenos Aire subió a la presidencia adoptó la
resolución de poner fin al problema de la capital de la República al tiempo que ofrecía su
apoyo a la candidatura provinciana del general Roca contra la del gobernador de Buenos
Aires. Poco después, el 20 de septiembre, una ley del Congreso Nacional convirtió a la
ciudad de Buenos Aires en la capital federal de la República.
Con ese paso quedaba cerrado un ciclo de la vida argentina, que había girado alrededor
de las relaciones entre el puerto de Buenos Aires y el país. Según los intereses y las
opiniones el país seguía dividido en tres áreas claramente diferenciadas: Buenos Aires,
las provincias litorales y las provincias interiores, y a esta división correspondía el juego
de los grupos políticos desde la independencia y más acentuadamente desde 1852.
Dos grandes partidos se enfrentaban, en principio, desde esa última fecha: el Partido
Federal, que agrupaba a las oligarquías provincianas y presidía Urquiza, y el Partido
Liberal, que encabezaban los antiguos emigrados y predominaba en Buenos Aires.
Unificada la República, los partidos pactaron. La ventaja era cada vez mayor para el
20
Partido Federal, informe por cierto, pero en marcha hacia la organización que alcanzaría
más tarde con el nombre de Partido Nacional. A sus manos iría a parar el destino de la
República y en sus filas se fueron agrupando con distinto grado de entusiasmo todas las
minorías, porteñas o provincianas, que aspiraban al poder.
El paso más audaz en la promoción del cambio economicosocial fue la apertura del país a
la inmigración.
El Estado no buscó el camino que podía resolver el naciente problema, que era el de
transformar a los inmigrantes en poseedores de la tierra; sólo se propuso, para asimilar al
menos a sus hijos, un vasto programa de educación popular.
Pero pese al vigor del plan educacional, no podía esperarse de él que contuviera las
inevitables consecuencias de la política estatal con respecto a la tierra y a la inmigración.
Hubo un crecimiento acelerado de la riqueza, pero ésta se concentró en pocas manos.
21
En cambio, la construcción de los ferrocarriles creó una importante fuente de trabajo para
los inmigrantes y desencadenó un cambio radical en la economía del país. Eran empresas
de capital inglés preferentemente y realizaron un pingue negocio, porque recibieron tan
vastas extensiones de campo a los costados de sus vías que agregaron a la explotación
ferroviaria el negocio de venta de tierras.
Buenos Aires fue la principal beneficiaria del nuevo desarrollo económico. La ciudad se
europeizó en sus gustos y en sus modas la Capital ponía de manifiesto todos los rasgos
del cambio que se operaba en el país.
ACTIVIDADES:
22
La postura mayoritaria lo presenta como una ideología que supo capitalizar las
demandas planteadas por los sectores populares contra los viejos regímenes
oligárquicos que marginaban de la política a las grandes mayorías.
Esta definición general sirvió para agrupar a las diversas experiencias políticas
latinoamericanas que compartieron características comunes. Por otro lado, a
grandes rasgos, la fórmula populista fue útil a la hora de nombrar a aquellas
naciones que constituyeron gobiernos empeñados en el desarrollo de un nuevo
modelo económico y que emplearon un tipo de discurso dirigido a las grandes
masas con el objeto de atraer su apoyo. Pero sobre todo, intentaron obtener el
favor de las masas trabajadoras en su lucha por el control del Estado.
Actividades:
23
Preocupados por la posibilidad del acercamiento de los trabajadores al
comunismo, los gobiernos populistas los incorporaron junto a las burguesías
industriales nacionales en las renovadas alianzas de poder. Estos acuerdos
policlasistas fueron apoyados por los sectores nacionalistas del ejército, que
estaban interesados en el desarrollo de la industria nacional para organizar la
defensa, alcanzar la autarquía económica y evitar el caos social que podría traer
el comunismo. La integración de los sectores populares fue el medio por el cual
los nuevos regímenes políticos controlaron los movimientos sociales.
Actividades:
24
Elabora un cuadro sinóptico que sintetice las principales medidas de los Estados
populistas.
En 1930 Vargas llega al poder e inicia su modelo político llamado “Estado Novo”
inspirado en los regímenes totalitarios de Salazar en Portugal y Mussolini en
Italia.
Durante la Segunda Guerra Mundial el apoyo brindado por Brasil a los aliados
fue premiado por los norteamericanos con ayuda para la construcción de
grandes obras de infraestructura. Getulio Vargas llevó adelante la construcción
de un complejo siderúrgico estatal en Volta Redonda. Gracias a esta acería
Brasil desarrollaría una industria automovilística propia.
Actividades:
25
Los estudios sobre el peronismo coinciden en destacar que se trató de un
movimiento sustentado en un amplio apoyo popular. Algunos autores lo califican
como un movimiento popular, o como un nacionalismo popular, mientras que
otros utilizan el concepto de populismo. Existe un conjunto de características
que describen al peronismo como un movimiento populista y en la que coinciden
muchos autores.
Actividades:
26
COMO HACER UNA MONOGRAFÍA
Pasos
1. Elige un tema sobre el cual te gustaría adquirir más información, el tema debe ser algo o
alguien que realmente te inspire.
2. Debes enfatizar un sólo aspecto del tema que quieres desarrollar, para no tener algo muy
grande donde omitas detalles importantes.
3. Una vez que has recortado el tema para el análisis de un aspecto específico, empieza la
recolección de tu material informativo (bibliografía, artículos, documentos previos a tu
investigación, etc.).
4. Es importante que organices tus fuentes de información haciendo uso del método del
fichaje; este método consiste en realizar pequeñas fichas donde especifiques el autor del
documento, la fecha de edición, el tema central que lo relaciona con tu tema de investigación y
por último la naturaleza del documento (artículo, documento, libro)
5. Cuándo ya hayas terminado de revisar tus fuentes y hayas organizado la información
obtenida en las mismas, empieza a elaborar el esbozo del informe.
6. Lo primero que debe ir dentro del informe es la introducción, que es dónde haces un
brochazo sobre toda la información que contiene tu documento, incluyendo autores revisados,
documentos y fuentes.
7. En segundo lugar va el desarrollo del trabajo, el cual debe estar dividido con diferentes
títulos o subtítulos por orden ya sea cronológico o de importancia de los hechos. Aquí puedes
citar textualmente a alguna de las fuentes, entre comillas que delimiten la cita y mencionando
al autor de la misma. Esto se usa para reafirmar o ejemplificar lo que se está diciendo.
8. Cuándo hayas expuesto todos tus puntos, elabora una conclusión; la conclusión debe
resumir los aspectos analizados y debe contener una opinión personal.
9. Una vez que tu trabajo consta de las partes establecidas revisa el documento para la
presentación, una monografía completa tiene la siguiente estructura: Carátula; Introducción;
Desarrollo, Conclusión, Notas y citas, Índice y Bibliografía.
27
CLASE 11 Y 12 EVALUACIÓN
Los alumnos deberán elegir un ejemplo de los tipos de Estado estudiados durante el
curso de ingreso ( ejemplo: Estado absolutista, El reinado de Luis XIV, Estado Totalitario,
Mussolini y el fascismo) y elaborar en grupo una monografía a partir de una guía que les
será proporcionada por las profesoras. La misma deberá ser expuesta por el grupo frente
a la clase acompañada por power point o afiches como examen final. La acreditación del
examen será individual.
En caso de no aprobar el examen final en noviembre, deberá rendirse nuevamente en
febrero.
El ingreso a las carreras de nivel superior es irrestricto, por lo tanto aquel alumno
que no apruebe el examen final podrá cursar el ciclo lectivo 2014, sin embargo, por
ser considerado el curso de ingreso en la carrera de Historia como un UDI, deberá
rendirlo las veces que sean necesarias hasta su aprobación.
28