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Clase 4 - Métodos de Evaluación de La Ingesta PDF
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Por otro lado, conviene tener presente que el grado de exactitud a la hora de medir
la ingesta dietética requiere considerar además del tipo de encuesta a utilizar,
asuntos de otra índole. Son los que se detallan a continuación:
1. Contar con entrevistadores entrenados y capacitados para no dar al
entrevistado una retroalimentación positiva o negativa. Además deben ser
capaces de animar a los sujetos con el fin de que informen con precisión
sobre su ingesta.
2. Si para una situación determinada se decide utilizar un cuestionario ya
empleado anteriormente, conviene que éste esté validado y si es posible,
que la validación se haya hecho con el mismo perfil (por ejemplo, ancianos,
niños, etc …) que el que tiene los individuos a los que les va a pasar la
encuesta.
3. Elegir el modo de administración de la encuesta más adecuado (electrónico,
entrevista personal, por teléfono, etc…)
4. Decidir el uso o no de materiales de apoyo que ayuden en la estimación de
las raciones consumidas.
5. Elegir qué bases de datos o tablas de composición se van a emplear en la
traducción de consumos de alimentos a ingesta de energía y nutrientes.
6. Elegir el software nutricional para la recogida de los datos y posterior
análisis e interpretación.
7. Y por último, seleccionar las tablas de ingestas de referencia a utilizar para
confrontarlas con los valores de energía y nutrientes.
Por otro lado, aunque el empleo de biomarcadores obtenidos de una muestra
biológica de fácil accesibilidad como el plasma, orina, uñas o tejido adiposo,
permite medir la presencia y disponibilidad de nutrientes en los tejidos y la
valoración de posibles déficit nutricionales, hay que reconocer que el mayor
problema derivado de su empleo, es no poder encontrar marcadores bioquímicos/
biológicos de la ingesta para todos los componentes alimentarios. Este hecho
evidencia un futuro muy prometedor en este campo así como la necesidad de más
investigaciones antes de aconsejar su empleo generalizado.
Por otro lado, conviene reseñar la existencia de cuestionarios centrados en
analizar el consumo de ciertos alimentos o la ingesta de determinados nutrientes,
tales como los ácidos grasos omega-3, los folatos, el zinc o el calcio entre otros.
Por último, en las últimas décadas se han desarrollado muchos cuestionarios de
cribado nutricional, de evaluación rápida o de autoevaluación. Estos
cuestionarios resultan de gran utilidad en situaciones que no requieren la
evaluación de la dieta total o una exactitud cuantitativa en las estimaciones de la
dieta. Por ejemplo, el empleo de un cuestionario breve para evaluar algunos
componentes específicos de la dieta puede usarse para clasificar a los individuos
en grupos y localizar rápidamente a aquellos con mayor necesidad de intervención
dietética o de educación alimentario-nutricional.
A menudo, estos métodos son simplificaciones de los cuestionarios de frecuencia
de consumo de alimentos. Así por ejemplo, si un investigador tiene interés en
estimar la ingesta de un grupo de nutrientes o alimentos, bastará con un
cuestionario con tan sólo 15-30 items, frente a los 100 o más que contienen los
cuestionarios de frecuencia tradicionales.
Sin embargo, aunque la inmediatez con la que se realizan y se interpretan los datos
obtenidos por este tipo de cuestionarios, además con bajo presupuesto, hace que
sea un tipo de encuesta a considerar según el objeto del estudio, como cualquier
encuesta dietética también tiene sus limitaciones.