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En el presente trabajo hablare de la historia de la concesión de los servicios

públicos , el cual se conoce también como contrato administrativo de carácter


público, ya que quien recibe la concesión (concesionario) se compromete a prestar
el servicio de interés general, de manera continua y regular, como por ejemplo,
servicios de transporte, de provisión de agua potable, de gas, teléfonos,
electricidad, etcétera asy como también se mencionara como ha ido evolucionado
la concesión de los servicios públicos , pero también mencionaremos otro tema
importante como lo es los reglamentos del derecho administrativo ya que no es
otra cosa mas de que hablar eneste tema normas obligatorias de carácter general
emanadas del Poder Ejecutivo, dictadas para el cumplimiento de los fines atribuidos
a la administración pública asi como también mencionare un poco de su historia .

DESARROLLO

Primero empezare por explicar el concepto de servicios públicos el cual se refiere a


actividades que cumple el Estado para satisfacer necesidades colectivas, las que
pueden ser ejecutadas en forma directa por el Estado, o concediendo esta función
a los particulares, bajo contralor estatal.

La noción de servicio público nació y floreció en Francia caracterizada como


actividad de determinado tipo realizada por la administración en forma directa, o
indirectamente a través de concesionarios y fue el concepto que sirvió para la
construcción del viejo derecho administrativo.

La relación con el servicio público era lo que justificaba la competencia de los


tribunales llamados contencioso administrativos, la naturaleza de contrato
administrativo que asumían ciertos convenios con la administración, el régimen
jurídico del dominio público, la monopolización del servicio o falta de libre
competencia, etc.

Fines del siglo XIX y comienzos del XX En esa época la expresión era utilizada, en nuestro país, para designar
actividades realizadas monopólicamente por particulares, por delegación y bajo control del Estado, con un régimen de derecho público
en el cual se fijaban las tarifas, se ordenaban y controlaban las inversiones, se controlaba la prestación del servicio, se aplicaban
sanciones en caso de incumplimientos de metas cuantitativas o cualitativas de inversión, ya que
La influencia en la
interpretación de este sistema provino del derecho pero en esta época fueron las
nacionalizaciones Y amitad del siglo XX se produjo aquí el proceso de nacionalización
pero para esto contribuyeron diversos factores como lo fue la Insatisfacción con el poder
monopólico de los prestadores privados y la poca capacidad del Estado para controlarlos;
la trasnochada tadounidense referido a las publicutilities o servicios privados de interés
público. teoría económica local que ahora se inclinaba por la estatización y causas
circunstanciales.

Pero Los servicios privados que pasaron al Estado recibieron el mismo régimen jurídico
de la administración; servicio público y función administrativa se confundieron en un
mismo régimen jurídico y en una misma praxis administrativa y los los organismos de
control de los servicios públicos se desmontaron.

El control del Estado sobre el Estado prestador de servicios o empresario no parecía una
tarea realizable pueto que desapareció el concepto de la “tarifa” o “tasa” como
contraprestación del servicio, para transformarse en otra manifestación del poder
tributario: Era otro impuesto destinado a rentas generales y no tenía relación con el
servicio prestado ese precio tenía un carácter político, generalmente de tipo social, en
que el Estado atendía el crecimiento del servicio desde rentas generales y no desde la
tarifa todo ello llevó a una desinversión progresiva y generalizada en los servicios
públicos, con imposibilidad de revertir la tendencia cuando el endeudamiento del Estado
adquirió niveles crónicos.

Esa misma época se caracteriza por un intervencionismo estatal en actividades privadas


que nadie llamó servicio público, pero que quedaron sometidas a regímenes de precios
y controles: Ley de abastecimiento, precios máximos, agio y especulación, regulación y
control de alquileres, etc. Los temas jurídicos de ese momento no eran entonces los
servicios públicos, sino la actividad total del Estado y la regulación pública de casi toda
la economía: En algún momento llegó a haber cuatro mil precios fijados por la
administración.

A partir de los años 90 se recepta en el país el cambio de orientación mundial de las ideas
económicas, tanto abandonando la regimentación de la economía privada como
traspasando nuevamente a la actividad privada ciertas actividades asumidas medio siglo
antes por el Estado.

Al efectuarse la desestatización algunas actividades quedaron además


desmonopolizadas, libradas a las reglas del mercado y la libre competencia, sin una
destacada regulación estatal por cierto, el estado mantiene el deber de controlar si se
produce una tendencia monopolizante o de abuso de posición dominante en el mercado,
para mantener la competencia como regla y hay casos en que la regulación existe sin
que se aplique la calificación de servicio público: Bancos y entidades financieras,
seguros, etc.

Privatizaciones con monopolio se hicieron no hacia la libre competencia sino bajo un


régimen jurídico oficial de monopolio requirieron entonces la creación de los mecanismos
apropiados de control si determinados servicios están en manos de particulares en
condiciones monopólicas, sea de hecho o por concesión o licencia otorgada por la
administración, el estado debe ejercer su potestad de controlar cómo se presta ese
servicio.

Allí reaparece un corpus normativo y una realidad económica que puede ser calificada
útilmente como servicio público ya que es una solución de derecho que debe
constantemente reajustarse, en cada actividad de que se trate, a lo que la regulación
determina sobre la base de tales cambiantes hechos.

Al final después de todos los procesos que ha sufrido la concesión de servicios públicos
puede definirse como el acto de derecho público por el cual la administración encarga
temporalmente a una persona la ejecución de un servicio público, trasmitiéndole ciertos
poderes jurídicos y efectuándose la explotación bajo su vigilancia y contralor, pero por
cuenta y riesgo del concesionario.

Esto ha sido resultado del desarrollo de la noción de servicio público y, especialmente,


de la constatación de que hay numerosas concesiones de servicios públicos que no
requieren construcción de obra alguna. De ahí que se sostenga que las concesiones de
obra pública tienen un doble contenido, pues la administración encarga al particular la
construcción de la obra y además le concede su explotación ulterior, o que las
concesiones de obra pública implican generalmente también una concesión de servicio
público.

A hora la concesión de obra pública y la concesión de servicio público, se diferencian con


toda claridad En la concesión de obra pública el concesionario construye la obra y luego,
durante un tiempo, tiene a su cargo la percepción de los derechos por su utilización.
Finalmente, en la concesión de servicio público el concesionario tiene que organizar el
servicio y hacerlo funcionar; y cuando se requiere la construcción de una obra, ésta
constituye solamente un aspecto secundario, aunque importante, de la concesión del
servicio, y por lo tanto queda englobado en ésta.”

Debemos entonces tener presente que la concesión de servicio puede conllevar o no la


construcción de obras, pero con un carácter accesorio a la organización del servicio. Su
nota predominante está en la organización y puesta en funcionamiento del servicio, para
lo cual se requiere entonces, asegurar su continuidad, su regularidad, el trato igualitario
entre sus usuarios y los demás principios rectores que informan el servicio público.
La concesión de servicios públicos se encuentra regulada en el artículo 140, inciso 19),
de la Constitución Política, el cual dispone que el Poder Ejecutivo debe someter a la
aprobación de la Asamblea Legislativa, aquellos contratos que llegue a concertar donde
su objeto en cuanto a la obligación que tendría el Poder Ejecutivo de someter a
aprobación de la Asamblea Legislativa un contrato de concesión de obra, que involucre
la organización y puesta en funcionamiento de un servicio público, o, si puede
válidamente el legislador, dictar una ley marco general, con arreglo de la cual la
Administración pueda suscribir contratos de concesión de un determinado servicio
público (por ejemplo, contratos de concesión para brindar servicios de transporte
remunerado de personas, o en el caso de las Municipalidades, para que particulares
brinden el servicio de recolección de desechos sólidos -basura-) la concesión de servicios
públicos la Ley de Contratación Administrativa dispuso en forma genérica en sus artículos
74 y 75, la posibilidad de concesionar los servicios de su competencia, que por su
contenido económico, sean susceptibles de explotación empresarial.

En cuanto a este supuesto, estimamos que, la Ley de Contratación Administrativa


constituye un marco general que no precisa qué tipo de servicios públicos son los que
podrán ser concesionados, de modo que su aplicabilidad práctica estaría también
condicionada, de alguna manera, a la interpretación privativa que haga la Sala
Constitucional, en el sentido de si ese marco resulta suficiente y apropiado, a los efectos
de lo preceptuado en el numeral 140, inciso 19, constitucional; visto que hasta la
promulgación de la Ley de Contratación Administrativa, el legislador ordinario, dispuso
de marcos normativos especiales para autorizar la concesión de determinados servicios
públicos, como sucedió en el caso del transporte público.

Finalmente, la concesión de servicios se regula con lo dispuesto en el artículo 1º, de la


Ley Marco para la Transformación Institucional y Reformas a la Ley de Sociedades
Anónimas Laborales, publicada en La Gaceta Nº84 de 5 de mayo de 1997. Esa norma,
en criterio de este Despacho, no introdujo ningún elemento nuevo, que no estuviera
contemplado en la Ley de Contratación Administrativa y adolece de su misma
generalidad. Por el contrario, esa ley está referida fundamentalmente a la contratación
de servicios accesorios, a ser contratados con sociedades anónimas laborales.

Debemos advertir que esa norma no creó ningún régimen especial de contratación directa
con las organizaciones sociales (cooperativas, fundaciones, asociaciones, etc.), motivo
por el cual, la contratación de servicios con esas organizaciones debe atenderse con
estricta observancia de los procedimientos ordinarios de concurso, salvo en el caso de
las sociedades anónimas laborales u otro en que la contratación esté debidamente
amparada en alguna excepción a los procedimientos de concurso, según se dirá más
adelante.

Pero la concesión de servicios públicos observa otro límite fundamental, no referido al


sujeto que lo ejecuta, sino en cuanto al objeto, cuando su prestación compromete la
explotación de un bien especial sobre el cual la Constitución Política, haya establecido
una demanialidad especial en favor de la Nación, conforme a lo previsto en el numeral
121, inciso 14, sólo explotable mediante concesión autorizada por la Asamblea
Legislativa.

Pero en tal caso , el legislador ordinario, en atención a su competencia originaria puede


optar por dar una concesión singular para la explotación de determinado bien, o, por el
contrario, en una ley general, en cuanto a un objeto específico, establecer las condiciones
y estipulaciones imperativas que debe observar la Administración para otorgar
concesiones, así como la naturaleza temporal, forma de cumplimiento, obligaciones
mínimas, etc., las cuales se sitúan fuera del alcance de la Administración ejecutante y del
concesionario, y pasan a constituir materia de reserva de ley.

Las obligaciones del concesionario de un servicio público local las podemos encontrar en
elartículo 128 como lo es prestar el servicio de modo regular y continuo y, además, de la
forma impuesta por la Administración; la admisión al goce del servicio; indemnización de
daños a terceros; obligaciones respecto a los bienes y por último la obligación de ejercer
por sí la concesión del servicio público local en cuestión.

Ya que el concesionario no puede interrumpir ni suspender la prestación del servicio,


produciéndose graves sanciones que se prevén en el Ordenamiento en el caso de
suspensión.

El Tribunal Supremo, en su sentencia de 30 de junio de 1987, entiende que "la cesación


temporal de un servicio público municipal por causa del ejercicio de un derecho
establecido en la Constitución española por parte de los empleados de la empresa
concesionaria sin que se haya imputado a ésta ninguna responsabilidad por dolo,
negligencia o morosidad o de cualquier otra índole, ni haber sido causa u origen de la
huelga, no puede dar lugar a la obligación de la concesionaria de indemnizar fundada en
el artículo 92 del Reglamento de Contratos de las Corporaciones locales... la obligación
del contratista de cumplir con las obligaciones pactadas... deviene imposible cuando por
aplicación de una norma legal, de rango constitucional, la situación jurídica dimanante de
la aplicación de esa norma se contradice en el contenido de la obligación.

La admisión al goce del servicio quien cumpla los requisitos establecidos para acceder
a estos servicios será admitido al uso y goce del mismo, atendiendo al principio de
igualdad del artículo 14 de la Constitución española,y la Indemnización de daños a
terceros Correrá a cargo del concesionario la obligación de indemnizar salvo si los daños
se produjesen por actos realizados en cumplimiento de una cláusula (ésta deberá ser
impuesta por la Administración).

Las obligaciones respecto a los bienes deben revertir sobre la Administración Pública
(obligatoria y gratuitamente se entiende) tendrán carácter de bienes de dominio público,
obligación de ejercer por sí la concesión tendrá la obligación de ejercer por sí la concesión
salvo previa autorización de la Administración, gracias a la cual podrá ceder o traspasarla
a terceros en supuestos especiales.

En economía y en Derecho administrativo, una concesión es el otorgamiento del derecho


de explotación, por un período determinado, de bienes y servicios por parte de una
Administración pública o empresa a otra, generalmente privada.

La concesión tiene por objeto la administración de los bienes públicos mediante el uso,
aprovechamiento, explotación de las instalaciones o la construcción de obras y nuevas
terminales de cualquier índole sea marítima, terrestre o aérea de los bienes del dominio
públi Los objetivos de estos negocios radican en proporcionar servicios esenciales para
el público, por ejemplo, la electricidad, el gas, el suministro de agua, la depuración de
aguas residuales y las telecomunicaciones. Las concesiones públicas afectan a casi toda
la infraestructura de los países desarrollados, ya que requieren grandes redes de
distribución integradas, o la coordinación de muchos servicios esenciales como la red
nacional del tendido eléctrico. Muchas concesiones públicas tienen una estructura de
costos que se beneficia de la gran escala, puesto que los costos unitarios caen a medida
que la red aumenta. Sin embargo, la existencia de estas redes suele provocar que las
concesiones públicas se beneficien de un monopolio natural para dar ese servicio en el
área donde operan.

Desde la perspectiva del Derecho administrativo español, la concesión presenta una


mayor dificultad en su definición habida cuenta de su carácter heterogéneo y diverso en
cuanto al objeto. Puede definirse como el medio para obtener la cooperación de sujetos
particulares para: La ejecución de una obra pública, constituyendo la concesión la forma
de retribución. la gestión de un servicio público, el aprovechamiento de un patrimonio
colectivo como es el dominio público debe considerarse lo dispuesto por el artículo 84 de
la Ley de Patrimonio de las Administraciones Públicas de 3 de noviembre: «Nadie puede,
sin título que lo autorice ocupar bienes de dominio público ni utilizarlos excediéndose del
uso que a todos corresponde y la obra publica De obra pública.

La gestión de servicio público se realiza a riesgo y ventura del concesionario. Propiedad


dada la utilidad pública de este tipo de concesiones, suelen estar sometidas al control del
Gobierno, e incluso estar nacionalizadas. Sin embargo, la naturaleza monopolística
inherente a muchas concesiones públicas ha disminuido durante las dos últimas décadas,
habiéndose iniciado en varios continentes procesos de desregulación y privatización.
Desde entonces, en algunas áreas existe hoy una relativa competencia, como en los
servicios telefónicos de larga distancia, el suministro eléctrico, las comunicaciones
ferroviarias o el suministro de gas.

En algunos países las concesiones públicas pertenecen al Gobierno o a los municipios;


este es el caso de los sistemas de depuración y de suministro de agua. El alcance que
deben tener las concesiones públicas sigue siendo objeto de debate. Para decidir si la
propiedad debe ser pública o privada hay que considerar tanto los costes como la
eficiencia en cada caso concreto. Las empresas privadas a las que se cede una
concesión pública se diferencian de otras compañías en que están obligadas a atender a
cualquier persona que requiera sus servicios y necesitan una enorme inversión de capital
en relación con los ingresos que obtienen. Además, suelen estar sometidas a una
estrecha vigilancia económica, y a veces ecológica, por parte del Gobierno.

El control de las concesiones públicas depende de las comisiones de servicios públicos,


agencias creadas para proteger la seguridad de las personas y de las propiedades que
están bajo su jurisdicción. Se pueden encontrar medidas reguladoras de las concesiones
públicas en el derecho consuetudinario inglés La razón de ser de la regulación estriba en
que, puesto que la empresa concesionaria suele lograr un monopolio para ofrecer ese
servicio en un determinado área, los precios y servicios ofrecidos a los consumidores no
estarán regulados por la libre competencia, por lo que el Gobierno tiene que reemplazar
la competencia mediante normas.

En teoría, el objetivo es asegurar un servicio adecuado y barato a los consumidores,


permitiendo que la empresa concesionaria pueda obtener beneficios,parte de los cuales
se podrán reinvertir en el servicio público que se ofrece.

Los sistemas de regulación son distintos según los países. En aquellos en los que la
concesión sigue estando bajo control estatal, los precios y el nivel de servicio son
establecidos por el Gobierno.

En otros países, los precios y los servicios están estrechamente vigilados por
supervisores, y sólo se permite aumentar los precios en función de la inflación Casi todos
los servicios ofrecidos mediante concesiones públicas influyen sobre el medio ambiente
(efectos que se denominan externalidades). Por ello, muchos países exigen que las
líneas telefónicas, telegráficas y eléctricas estén bajo tierra. También se ha prestado
atención a los efectos destructivos de algunas concesiones públicas. Por ejemplo, los
sistemas de depuración de aguas están muy vinculados a la creciente contaminación
planetaria.

En otras emisiones provenientes de las centrales eléctricas parecen ser responsables de


la destrucción de bosques de coníferas en algunas zonas del norte de europa los
conflictos entre los defensores y los detractores de la energía nuclear han llevado, por
otra parte, a que los programas de construcción de este tipo de centrales se hayan ido
reduciendo, o abandonando, en muchos países debido a los peligros que conllevan la
concesión.

La concesión se regulaba por las normas del derecho civil, y como si se tratara de un
contrato; lo que es más, se pensaba que era un contrato; pero cuando ya se forma en el
campo del derecho administrativo la teoría del acto jurídico concesión, se percatan los
autores que no puede ser un acto contractual el que el estado otorgue una concesión.

Pero para que todo esto funcione correctamente como lo mencione anterior mente es
necesario una correcta al ministración como lo son los reglamentos del derecho
administrativo lo cual a continuación mencionare algunos puntos más relevantes.

Los reglamentos del derecho administrativo primero que nada mencionare el


concepto por el cual lo conocemos y que hace referencia al conjunto de normas jurídicas
creadas por el titular de la administración pública que desarrollan principios establecidos
en una ley, o bien una norma de carácter general, abstracta e impersonal expedida por
el titular del ejecutivo, con la finalidad de lograr la aplicación de una ley previa.

Ahora bien comenzare por explicar un poco de la historia del derecho administrativo asi
como ha ido evolucionando como a continuación mencionare:

La organización administrativa tiene su origen en las primeras sociedades primitivas en


donde existe un esfuerzo común (bienestar social, paz, tranquilidad). Sin embargo
podemos afirmar que con el transcurso del tiempo la organización administrativa ha
modificado su estructura y métodos y todo esto ha sucedido a raíz de la revolución
francesa de 1789, en donde comienza a germinar la estructura del Estado Moderno, y de
ahí a nuestros tiempos surge la necesidad de reformar el complejo aparato administrativo,
con el objetivo de responder en un modo más eficiente a nuestra realidad social,
administrándose bajo un estudioso dialogo abierto entre el ciudadano administrado y el
gobierno administrador, así como la necesidad de una especialización en el
funcionamiento público, además es necesario y aunque suene repetitivo que el Derecho
Administrativo, conservar la característica de ser eficaz y eficiente para la sociedad.

Como ya sabemos los órganos administrativos tienen su clasificación y se clasifican de


acuerdo a sus elementos personales como a continuación mencionare:

-unipersonales y monocráticos.- Son aquellos cuyo titular es un solo individuo.

-pluripersonales y colegiados.- Están integrados por dos o más personas, por lo que su
voluntad se forma con la concurrencia de sus integrantes que se encuentran en un mismo
nivel, es decir realizan la misma función y deciden por deliberación y por ejecución.

Pero también depende mucho del nombre que reciben ya que como :

-activos.- emiten la voluntad de la administración, creando situaciones concretas e


individualizadas. A través de éstos órganos se realizan los más importantes actos
administrativos que pueden ser de decisión y de ejecución.
-consultivos.- Son los que emiten declaraciones de juicio, asesoría y de opinión, pero no
deciden ni ejecutan ya que su dictamen sólo sirve para reforzar u orientar el criterio de los
órganos activos.

- control.- Tienen como finalidad comprobar la debida actuación de los demás órganos
administrativos y la de los servidores públicos. La actividad de control que realiza la
Administración pública puede ser:

- control presupuestal.-Consiste en vigilar que el presupuesto designado a los órganos


de la administración sea debidamente ejercido, de acuerdo con los lineamientos,
prioridades y requisitos que el régimen jurídico establece.

-control de legalidad.- Tiene como fin garantizar a los particulares que no se omitan actos
que violen sus derechos.

- control disciplinario.- Que procura evitar una indebida actuación de los servidores
públicos, imponiendo en su caso, las sanciones a que haya lugar.

- jerarquía.- Es un vinculo que liga a las unidades que integran toda organización
colocando a unas respecto de otras en una relación de dependencia, que les da
estabilidad y conexión.

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