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Huerta Loera Helí Damián

Instrucciones para palpar la madurez y buena forma de glúteos femeninos en el transporte


colectivo metro

Advertencia: este manual instruye las mejores técnicas comprobadas ante notario público
del cómo hacer estas menesterosas palpaciones, si usted sufre alguna enfermedad
crónica o degenerativa, absténgase, repito, absténgase de estas prácticas.

Paso 1. Procure usted vestir dignamente ataviado a la manera de oficinista o cajero de


banco.

a) no olvide usted su lonchera o tupper.

Paso 2. Diríjase usted a la estación más cercana a su domicilio.

Paso 3. Compre usted un boleto.

Paso 4. Insértelo en los torniquetes.

Paso 5. Imperantemente no haga contacto visual con ninguna fémina hasta subir al
vagón.

Paso 6. Espere usted en el andén a la llegada del tren con gesto de que no podrá llegar a
tiempo a su trabajo enajenado.

Paso 7. Espere al menos que pasen tres trenes, y un punto fundamental: evite la hora
pico o las horas donde el transporte este vacío, procure que el tren lleve una carga regular
de personas. Pues de esta manera no habrá separación de género en el andén.

Paso 8. Le recomendamos que el primer viaje sea de reconocimiento, es decir, evite


usted mayugar en este prístino tren. Para mejorar la experiencia procure usted visitar las
líneas 3, 7 y 9; pues en ellas la seguridad no es tan rigurosa y transportan estudiantes
universitarias y oficinistas.

Paso 9. Cuando seleccione a su víctima evite todo contacto visual, voltee a ver su reloj o
su celular y haga cara de asco del supuesto retraso que lleva.
Paso 10. Estudie su posición, evite situarse en medio de los asientos. Debido a que
delatará su autoría.

Paso 11. Para poder llegar a estar cerca de ella sin ser detectado, espere a que algún
vendedor o cantor soprano intervenga la paz del vagón, y así usted podrá aproximarse
con la agilidad de un guepardo.

Paso 12. Evite que su víctima este muy despampanante, debido a que si cuenta con estas
cualidades físicas en caso de ser sorprendido los policías aplicaran todo el rigor de la ley
sobre usted, con el fin de quedar bien con la fémina.

Paso 13. El ángulo de la posición es fundamental para que usted se salga con la suya,
procure estar a 50 centímetros de distancia de manera paralela a ella. Pues al momento
del acto palpativo su cabeza naturalmente girará a buscar a quien este atrás de ella.

Paso 14. Para asegurar el éxito de esta refinada práctica atrás de la víctima debe estar
algún otro hombre, se sugieren hombres con las siguientes características: con algún
artículo con la imagen de San Judas, cejas depiladas, aspecto de artista de reggaetón
dominicano o puertorriqueño, algún vendedor, invidente, persona de tez morena con algo
de sobrepeso de unos cincuenta años de edad vestida de traje –con aspecto de diputado-
, algún guardia de seguridad, carnicero, albañil –de ser así será infalible la discreción del
acto-, o algún otro oficio del cual sea paradigma el piropo popular hacia las doncellas en
cuestión.

Paso 15. Recuerde que en ciertas estaciones los tripulantes femeninos con posibilidad de
ser atendidos en esta noble tarea bajan del tren, a saber, Polanco, Universidad,
Coyoacán, etc. y también tenga usted en cuenta las estaciones para transbordar.

Paso 16. Mida usted la distancia de su mano y la parte del cuerpo a intervenir, usando su
celular -en la mano que está midiendo por supuesto- como pretexto del movimiento.

Paso 17. Estudie rápidamente el tiempo en el que las puertas se abren y se cierran en el
tren, pues este depende del operador del mismo.

Paso 18. Los mejores momentos para realizar este piropo táctil son en el momento del
ascenso y descenso de usuarios.

Paso 19. Espere alguno de estos momentos, recuerde no deje de respirar.


Paso 20. Dirija su mano hacia aquella sublime curvatura, procurando q su brazo forme
una v desde la muñeca hasta su hombro, que el codo genere ángulos de 40 grados para
que la fémina dude de que sea de usted la autoría del acto y apueste que el artífice fue el
hombre que se encuentra atrás de ella.

Paso 21. Con la mano en posición, comience la intervención colocando sus dedos índice
y medio sobre la curvatura, apriete suavemente hacia adelante, después añada el anular,
el índice y el pulgar; para lograr apretar el cuerpo ajeno de manera óptima- a la manera
que se palpan los aguacates en la verdulería para saber cuál conviene comprar
dependiendo de su madurez-. Este movimiento debe durar fracciones de segundo y se
debe efectuar con precisión milimétrica.

Paso 22. Tenga la vista al frente con un gesto ecuánime.

Paso 23. Espere un alarido lleno de ira y finja sorpresa.

Paso 24. Al momento que la fémina comience a atacar al caballero que se encuentre
atrás de ella, usted debe de expresar con el rostro: asco, desaprobación y vergüenza. A la
manera del gesto natural cuando su señora madre comentaba con sus amigos momentos
no muy oportunos de su infancia.

Paso 25. Permanezca dentro del tren, bajo ninguna circunstancia haga movimientos
bruscos, y por ningún motivo quiera defender a la dama en cuestión. Pues el heroísmo
puede generar sospechas.

Paso 26. Espere a que jalen la palanca, o llamen a los cuerpos de seguridad.
Permanezca con el gesto de asco, desaprobación y vergüenza viendo al sujeto y
aprobando los golpes que seguramente está recibiendo en ese momento.

Paso 27. Cuando arriben los cuerpos de rescate y pregunten sobre la veracidad del
testimonio de la afectada, usted no hable, solo mueva la cabeza con expresión de es
verdad y finja empatía con la víctima.

Paso 28. Después de que las autoridades se lleven al golpeado inocente junto con la
iracunda víctima y el tren siga su curso. Espere usted por lo menos dos estaciones para
no levantas sospechas, recuerde que va tarde a su trabajo, así que dramatice esta
funesta situación.
Nota 1. Si le dieron resultado estos sencillos pasos que describen una buena ejecución
del mayugueo, felicidades es usted un buen practicante de las artes de los tocamientos
ilícitos.

Nota 2. En caso de que lo hayan sorprendido, usted no se preocupe, cargue siempre con
usted celulares viejos, cadenas chapeadas en oro, o algún reloj de imitación para poder
negociar con la autoridad su impune escape.

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