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Enamoramiento

l enamoramiento, comúnmente confundido con el amor, hace referencia a un estado


en el que una persona magnifica las cualidades positivas de otra y que suele tener
lugar al comienzo de una relación amorosa.

Durante esta etapa, en la que conocemos muy pocos aspectos de


la personalidad del otro, solemos esforzarnos por asegurar que hemos encontrado
a la persona perfecta, al amor de nuestras vidas, alguien que tiene el deseo y la
capacidad de entender, de retribuir el afecto y el cuidado, y de compartir el día a día
con uno. Dicho esto, es entendible que la alegría y un estado de embelesamiento
constante suelan ir de la mano del enamoramiento.

Para la bioquímica, se trata de un proceso que se origina en la corteza cerebral,


continúa en el sistema endocrino y se traduce en respuestas de tipo fisiológico. Este
procedimiento implica la intervención de múltiples elementos. Al conocer a alguien
y experimentar atracción, en el ser humano se da inicio a una serie de
transformaciones químicas y psicológicas. Este fenómeno es prácticamente
inmediato y ciertamente involuntario y se puede distinguir claramente de la
seducción intencional, un proceso generalmente más extenso y en ocasiones
asociado con cuestiones culturales y sociales.

La atracción física y el enamoramiento tienen esa cualidad de inconsciente e


inexplicable en común, pero sólo a los ojos de quien lo vive. Justamente, una serie
de señales sensoriales, principalmente olfativas pero también visuales, son las
responsables de esta necesidad imperiosa de acercarse a ese individuo que,
minutos atrás, fuese un extraño.

Diferencias entre amor y enamoramiento

El amor, por otro lado, suele llegar más tarde en una relación y se caracteriza por
una constante entrega y aceptación; requiere de paciencia, de comprensión, de
apertura, y debe fortalecerse a diario para poder sobrellevar los malos momentos,
circunstancias que de existir durante el enamoramiento amenazarían gravemente
con un final temprano. El amor verdadero se fundamenta en la realidad, trasciende
la idealización de la pareja y posee una proyección estable y a largo plazo.

Sin embargo, al no poder encontrar una


definición que englobe la experiencia de todos los seres humanos a la vez, el amor
y el enamoramiento cobran formas muy similares. Un ejemplo muy claro es el
conocido “amor a primera vista”, un concepto que ya existía en la antigua Grecia y
que se definía como locura de los dioses. Sea que Cupido dispare una de sus
fatídicas flechas, o que la química se apodere del accionar de dos personas,
diversas encuestas en distintos países demuestran que un gran porcentaje de la
población cree en el amor a primera vista y la mayoría no duda en
contraer matrimonio si llega a sentirlo. Difícil de creer, pero muchas de estas parejas
perduran más que otras que pasan años conociéndose antes de tomar la decisión
de casarse.

Muchas personas se esfuerzan por marcar diferencias entre los humanos y los
animales, y es en el campo de los sentimientos y la razón donde encuentran más
facilidad para trazar líneas divisorias. Genéticamente, se cree que los humanos
comparten con los animales el instinto de procreación. Sin embargo, muchos
aseguran que las personas pueden relacionarse sexualmente también para mostrar
amor o para satisfacer impulsos sexuales, es decir, no necesariamente para
reproducirse.

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