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un crítico

indispensable de la vida intelectual y social' Cuando a las ideas


norreamerrcano orce ¿l il;i;;entálismo que toma
¿xito en la vida' no hace
ñ;';;;;;-'t*t."t"';;;;;;*"á"é"
l#eflLxivamente "t
a las asociaciones verbales
más oue reacctonar
ü p¿|¿f ¡¿. instrumental''. igual que otros
;# Jñ' il;;á;;; «

ante el uso de la pala-


;;;h;; hán reaccionadL parecidamente
hra ooráctico». De -u""rá similaq un escritor italiano reciente'
;r^ á;;;" .t ptág*atismo y el instrumentalismo sonañade pro- CepÍruro III
ductos característi.oi Jái p""sámiento norteamericano'
oue estos sistemas «consideran la inteligencia un mero
m-eca-
por tanto áe restablecer la digni- Qué entiende el pragmatismo
lf,'-ü; l" .r""".1", y traran
máquila pa.ra.P'99I:i' por «práctico» (1908).
á;;';J ;";¿;-haciJndo de élla una
Semejante critrca
ü""".-irt ¿iiGt . la moral y a la sociedad''
es la producción de ffe-en-
no se sostiene' De
"iú;;'-utlttu
;ár;ttl"r-;la moral ía la sociedad lo-que tales sistemas per- El pragmatismo, según James, es un talante mental, una acti-
sisuen. Es la [ormr;iá; A;;; fe en lá inteligencia como_ la t"¿l.r't riUién una teJría sobre la naturaleza de- Ias ideas y de 1a
¿'ñ#: ñái'd;;;ü;';;;""'á necesaria parala moral v la vida iréiá"á; v.por último, es una teorÍa de la realidad. En el subtítulo
social. Cuanto tnat upi".iá uno el intrÍnséco valor
estético e in- d" r". .óni.rer.ias, «Un nombre nuevo para algunas üejas formas
á"Lpensamiento y de la.ciencia' cuanto más en cuenta de pensarro'k,
-Ád lo que se enfatiza, a mi e-ntende4 es. el pragmatismo
-.ái.t"
tiene lo que la propiá intáligencia ap-orta al goce
y.la dignidad ;; qr. -etódo. Este aspeclo es el
que imagino que ocupa el
á.-iá tanrb mai ñá de"sublevaile.una situación en la que Iusar preferencial en la mente del propio James; uno tiene a me-
;i.j;;;"iaá, I aitft"t" dela razón está limitado a un grupo so- ü impresión de que para é! la diséusión de los otros dos pun-
deberá pre- "ía"
tos constitüye rr, -..ó --at"rial ilustrativo, más o merlos hipoté-
.iaireducidb, .errudt y especializado' y tanto máslos
;;;*d;;i'.i á" h;;; partícipes a todos hombres tico, del -étodo. Su formulación más breve, y u l? vez rnás
-"á"riqueza' io-pr.h"rrriva, es ésta: «La actitud de apartar la üsta de las cosas
áe esa inestimable
priÁ'át, los principios, las "categorías", las pretendidas necesida-
á"r, y mirar hacia lás últimas cosas, los frutos, las consecue¡rcias,
l* há.hot" (págs. 54-55). Y como quigra que la actitud de Ia que
s. "áp"rt" la'vlsia" es 1a racionalistá el principSl^objetivo de estas
conferencias tal vez sea ejemplificar algunas üferencias caracte-
ústicas que resultan de adbptár uno u otro punto de üsta'
Pero «pragmatismo, también se «usa con un sentido toda-
via *át .rirplío, dando a entender que significa además una de-

x .what Pragmatism Means by Practical,, Th3 Middle works of John_De-


-"r. .d.p..ldá jo Anñ Boydsron. Carbondale y Edwardsülle, Southern lllin.ojs_Uni-
r.íi¡t, téil , págs. 98-1 15. Éublicado originalmente en^The^Jour-
"á1.4,
ilr¡totoohv, PsvcholoÁvánd Scientific Me¡hods. 5 (1908)' pá-gs' 85-99' con
"ifái á. .f,üt ái oó.s pri[matism Mean by Practical?,. Revilado y reimpreso
iL, .l n.r.ro título en Essafs in Experimenñl Logic, Chicago, University of Chi-
"i-ifiú1"
303-329. [N. del E.].
--'--*iPress, 1916, págs. Pragmatiim:
cago
wilii.- Íimés, A New Name for Some old ways of Thin-
/cirzp. Lonsmans, Green & éo., Nueva York, 1907. Dewey cita en el texto
profu-
;;.ñ;á;i-iib;;'d" ¡.-"t; las páginas entre paréntesis corresponden a esta edi-
;i¿;-;;*i"ri- Hav traducciá" á"".i.,." de las ocho conferenciás en l¿cciones de
li.i*ií¡tii:, tiáá. f"tr Rodríguez Aranda, rev. R. del Castillo. Madrid, Santi-
Itui", tgst. tN. del E.l.

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tcrn'rinada teoría de la verdad, (pág. SS); .J"r.,a teoría gené- cu_sión nos sirva para ejemplificar o respaldar el método. Al con-
tica de Io que se quiere decir con lá palabra nverdad" (pág' 65)' siderar esa actitud de orientar la miraáa hacia los ,"rultáL, y
nVerdad, significá, eso está claro, acuerdo, correspondencia en- las consecuencias, al instante se percibe, como el propio Íá-.,
tre la idea y el hecho (pág. 198), mas-¿qué significan, a suvez, señala, que mantiene puntos de tonhcto con el émp'irismá, el
«correspo;dencia,, "aluérdo,? En el-rácionalismo significan nominalismo y el utilitarismo históricos. Dicha actitud i..át.u
«una réIación inerte, estática», que de tan última nada más que,las nociones generales han de ncobrarse, como objetos y
puede decirse sobre ella. En el prágmati-smo significal el poder cualidades particulares de Ia experiencia; que los «prinÉipios»
áirectivo o conductor que tien-en las ideas, en virtrrd del cual se subsumen en última instanciá en los heciros, más'bián
{ue a
«nos sumergimos de nuevo en los particulares de la experien- la inversa; que el factor que garantiza y sanciona no es tantá la
cia, y, si co-n su ay, ;da establecemos aquella -disposición y -co- base a priori
-como las cónsécuencias empÍricas. No obitante,
nexiOí entre objetós experimentados que la idea pretende, ésta todas estas ideas adquie_ren un rnatiz rué.,ro y se transfoiÁan
queda verificadá; es deóil se corresponde con las cosas con las merced a la influencia dominante de la cienóia experimental,
que pretende cuadrar (págs. 205-206). Verdadera es la idea que esto es, el método de tratar los conceptos, las teorías, etc., cámo
f.,riio.,u a la hora dé conducirnos a lo que intenta decir hipótesis operativas, como directricei para determi""dáÁ á*p.
(pág. 80)1. O también: ncualquier^de
idea que nos transpofte feliz- rimentos. y observaciones experimentales. El pragmatismo,
,ir"ñt. desde cualquier parte nuestra experiencia a cualquier como actitud, representa lo qué peirce ha denominaáo, en feliz
otra, vinculando átre éí.otrs satisfactoriarnerrte, operando de expresión, el nhábito mental del laboratorio» extenclido a toda
ahorrando trabajo, es verdadera
-odo seguro, simplificando,
justamenie por esó, verdadera en esa medida' (pág. 58)' Esta
área en donde pueda llevarse a cabo de modo ftrrctífero una in-
vestigación. En mi opinión, a un científico no le somrendería
-p..srpon"
toncepción que las ideas son esencialmente inten- tanto este método cuanto latardanza de la filosofiu
cioneé (planés y metodos; y que lo que en última instancia pre- convertirse, a lo que ha hecho a la ciencia moderna-ód".rr..,
ser lo que
tenden,'-en cuañto que ideas, tiene un carácter prospectivo: cier-
^cor.s es. Con todo, es impo-.sills prever el cambio intelectual que se
tos caábios en las previamente existentes. Esto 'u.uelve a s-eguiría de trasladar el método sinceramente y sin reseruai a to-
contraponerse al racionaliimo y su teoría de la copia, do¡rde las dos los campos de la investigación. Sin contár la filosofíá,
'en ¡qué
ideas, cuanto que ideas, son-ineficaces e impotentes desde el cambios se operarían en las óiencias históricas y sociales, ár'lo,
momento en que-sólo tratan de reflejar como-en un espejo una conceptos de la política, el derecho y la pohtícal Ja_
realidad (pág.-69) que ya está compléta sin ellas. De este modo ".orroiníu
mes-no aspira a tanto cuando dice: «El centro de §ravedad de
llegamos'ál i.rc"t áspécto del pragmatismo. La alternafiva en- la filosofía debe cambiar lugar. Las cosas terrénas, larga_
tre"racionalismo y pragmatismb oóoncierne a la estructura del "de a mayor
mente arrojadas a las.tinieblas gloria del éter rrp..io.,
universo mismo, (^pag. ZSS). nEl contraste esencial reside en deben recuperar sus derechos. [...] Será un cambio en el-"sitiai
que Ia realidad [...] para el pragmatismo está aún en construc- de la autori$-d-'. que a uno casi le recuerda la Reforma práies_
ción, (pág. 257). Y én otro lugar ha dicho también J¿¡¡s5; «De tante» (pá9. 123).
lo qr're'-Jocupaba principalliente en mis conferencias era dc -., Pu^gdo imaginar que muchos no acepten este método en la
.ori.upon"r ]a creeñcia de que el mundo aún está en proceso nlosorra_por muy diversas razones, entre las cuales una de las
de conitrucción con la de qué existe ya una edición «eterna» de más poderosas quizá sea la falta de fe en la capacidad áe los
é1,' prefabri cada y comPleta,2. elementos y procesos de Ia experiencia para garántizar su oro-
tr.o qr. t"güi-os-el ejemplo de James sj tomamos aquí el pia seguridad y prosperidad; es deci¡ por el séntimiento de que
pragmadimo piincipalmente como un métolo-y nos ocupamos el mundo de la expeiiencia es tan ineitable, errado , f.un-ér_
áe É explic..iótt taito de las ideas y su- verdad como de la rea- tario que necesita contar con un suelo absolutameirte p"".-u-
lidad de manera un poco incidental, en la medida en que su dis- nente, verdadero y completo. No puedo imagina4 en cámbi<_,,
que surja tanta incertidumbre y controversiicomo hoy existe
en torno al contenido y significádo de la doctrina sobre"la base
de su formulación genéral. Es al aplicar el método u p.r"i"r
1 Omito aquí intencionadamente determinados aspectos de esta doctrina,
pecíficos cuando afloran las preguntas. James nos retuerda "t en
oue nos saldrán al encuenlro más adelante.
'-- , .,ft absolute and the strenuous life", The Journal of Philosophy, vol.lY, su prefacio que el movimiento pragmático ha hallado
"
núm. 20 (19O7), pág. 547. sión ndesde tantos puntos de vi§ta áiferentes que el resulüdo ""p."_

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h¿r sido una multitud de declaraciones sin concierto". Y, refi ese instinto suyo para lo concreto qLle nunca le abandona. To-
riéndose a las conferencias, prosigue: «He tratado de unificar Teryoi en primer lugar la cuestión del significado de un objeto:
el cuadro tal como se presenta a mis propios ojos, a base de el significado que débería propiamente estar conteniclo en su
grandes pinceladas., Lbs "diferentes puntos de vista, de que concepción o definición. nPará alcanzar perfecta claridal en
áquÍ se hábla se han ocupado de enfocar pragmáticamente un nuestros pensamientos de un objeto. pues, únicamente necesi-
.rú-"ro de cosas diversas. Y es, creo yo, el esfuerzo de James t,uTgr considerar qué electos concebibles de Índole prlctica po_
por combinarlos tal como están_lo que provoca confusiones en- d.a rnvolucrar el ob.jero; qué sensaciones debenros esperar dá él
t." rrrs lectores. Así, por ejemplo, James mismo aplicó el mé- y qué reacciones debemoi preparar, (págs. 46_47). O U1.", Áa,
todo en 1898 a controversias filosóficas para indicar lo que és- brevemente y en frase que^citá d. osiwid; ;;lrd"_
tas significaban en términos de las cuestio-nes prácticas en "todíslrs
oes rniluencran nuestra práctica, y [al influencia es su signifi_
juego.-Antes, el propio Peirce (en 1878) lo había aplicado para cad-o para nosotros».(páÉ. 4S)'.. Sé observará que aquí ."
éstáblecer la máneia adecuada de concebir y definir obietos'". de. los objetos ya dadós ó presentados empíric^a-.rit", ..á
frrt.
.r,
Luego ha sido aplicado a ideas con el fin de averiguar lo que existencialmente atestiguaáos, y lo que r. plu.rt"u lu'.r"rtio,
significan en términos de lo que pretenden hacel así como-qué "r i1ár.ig
de su correcta concepcior, qr" ,igr-rfoi.ur, ár", oi¡itoi.
dJben pretender hacer, y cómo, para ser verdaderas. También nificado consiste en los efecios qíe procruc"" i¡iiái"iuj"iár"aá
se ha aplica do a creencias, alo qrte las personas de hecho acep- dos- Se puede dgdar del acierto á. teoría, mas no veo cOÁo
tan, 1o que afirman y aquello a lo que se atienen. F,s cierto que "it. a","Uját1;;rr;;
podría dudarse de su senrido o acusárseU id".
está en la naturaleza misma del pragmatismo el buscar una lismo, toda vez-que en ella se da por sentado .l áUi"ál"rrt" .t"
aplicación lo más amplia posible y sobre cosas tan diversas en- su capacidad de producir electos. El significa.l"'q".áá á*o.._
trt sí como controversias, creencias, verdades, ideas y objetos. samenle distinguido de los objetos, nJconfundiáo con ellos
Mas, con todo, las situaciones y los problernas son diferentes; (como en el idealismo), afirmándose que consiste en las reac_
tanto más por cuanto que, si bien el significado de cada uno de ciones prácticas que éstos pueden ,r.ár.u. a" l-_
ellos se puéde discernii sobre la base de «cosas últimas,, nftu- ponernos.,Así pues, cuando de lo que se trata es""r"t.t,
de un ob" jeto,
tosr, ncónsecuenciasr, nhechosr, es absolutamente seguro que «srgnrhcado» quiere decir las respuestcts
f'uturas que un ob¡rro
tales cosas últimas y hechos serán muy diferentes en cada caso, exige de nosotros o a las que nos bompromete.
yt¡ que significados que
los .sisnificadós
oue lo.s saldrtín a la luz
aue saldrán serán de tipos muy di-
iuz se par-tir iambién de üna idea dada y pregunrar
propia palabra
versos. La propra
u"tsot. nsignificado" stgnt[rcarQ
palábra «srgnlrlcaoo>> a-lgo total-
significará a-rBo tota.r- .Pgro.p.odemos
que-srgnrtica esa idea. pl pragmatismo mirará, por súpLesTo, ha_
mente diferente eh el caso de nobjetos» que en el caso de cia las consecuencias futura"s, pero es de todo'pu"iJ.üi"'qL"
nideasr, y en éste algo distinto que en -el caso de overdades,. éstas serán de diferente tipo cuándo partimos dé una idea coiro
explicación a la
Por tanto, la explrcaclon la que me ne he visto
vrslo arlaslraqu
arrastrado erren tal ideay.cuando partimbs de.un ob¡"to. r"", l,o q". iliá;"
torno al insatisfáctorio estado del debate pragmático actual es como tal idea significa es precisamente que un i"^.rta
que, al componer estos odiferentes-puntos de vista, en un dado. AquÍ el modo de proceder pragmático consis"l.e "bjÉ6en Doner
único cuadro total, no se ha enfatizadolo suficiente eldistintc¡ a la idea na trabajar dentro de lá córriente de t. .*p.ri!".i..
tipo de consecuencias, y por tanto de significa-d65 de «prác- Aparece no tanto como una solución cuanto como un
ir.ág.Áu
tióor, que resultan apropiados en cada uno de ellos. pa-ra un ulterior trabajo, y en parlicular como una indióacion
Cuahdo considerámos por separado los temas a los que el sobre el modo en que 3e podríán rrodificar las realiááde;;i,
método pragmático ha sidb aplicado, hallamos que James ha tentes. De esta forma, las teorías se convierlen en instrumentos.
suministradó para cada uno de ellos la necesaria fórmula, con [...] No nos recostamos en ellas, sino que con,"
mos y, llegado el caso, rehacemos la naturaleza" "y"á;;;;;;_
(pa§.!¡j.-E,"
otras palabras, una idea es un pagaré que extendé-"o, .á.rt .
'* Dewey alude, respectivamente, al ensayo de James "Conceptos filosófic-os
y resultadoiprácticos, (hay traducción al castellano en Paul Kurtz [comp.], Fl-
iosofíanorteámericana en ei siglo veinte, trad. Francisco J. Perea, México, Fondrr " Friedrich wilhelm ostwald (1B53-1932), quimico ruso-alemán conside-
de Cultura Económica, 1972,págs. 11,4-128), y al artículo de Peirce uCómo es- rado uno de los f,ndadores de ra moderna fís'iiá química y premio ñáüel
clarecer nuestras ideas, [tradücido en Charles S. Peirce, El hombre, un signo de 1909. Filosóficamente estuvo influido por .t tpáiuiionatismo .1. M;.h. p;,
(El pragmatismo de Peircel, edición de José Vericat. Barcelona, Crítica, 1988, fesor de la universidad de I.sirri*, visit¿ áurantá'un ano Ia de Harvará.-iu
págs.200-223). IN. del E.l. procede de una carra privadaá Jámes. [N. det E.]. .itu

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ITI

l¿rs cos¿rs existentes, una intención de actuar para disponerlas blema concretos en que se enmarcan, resultan triplemente am-
clc cleterminada manera. De donde se sigue que, si el pagaré se
biguos. El significado puede ser la connotación conceptual o de-
h¿rce efectivo, si, como consecuencia de las acciones, lo exis-
finición de un objeto; puede ser la referencia existencial deno-
l-ente se redispone o se reajusta en la forma que la idea pretende,
tativa de una idea; o puede ser valor o importancia real. Del
ésta es verdaáera. Por tanio, cuando de lo que se trata es de una mismo modo, y en los tres casos respectivamente, "pr'áctico"
puede significar las actitudes y conductas que provoca en nos-
idea, es la idea misma la que es práctica (por ser una intención)
y su significado reside err las realidades modificadas a las qrre otros un objeto, o la capacidad y la tendencia de una idea a efec-
ápuntal NÁientras que el significado de un- objeto consiste en los tuar cambios en 1o previamente existente, o la cualidad de de-
cámbios que éste áuestra actitud3, e[significado-de una seable o indeseable de determinados fines. No obstante, en
idea consiste en "^ig.
los "t
óambios que en t&nto que actitud ella efec- todos los casos es la actitud pragmática general Io que se está
túa en los objetos. aplicando.
Disponemos además de otra fórmula, aplicable esta vez no Si se tiene presente la diversidad de problemas y la corres-
a objet-os o ideas en tanto que tales objetos o ideas, sino a ver'
pondiente diversidad de sentidos de los términos "significado,
dadis: es deci4 a situaciones en las que eI significado del objeto y «práctico», no todo el mundo se hará pragmatista, pero sí creo
que se minimizarán las actuales inceftidumbres respecto a qué
y de la idea se supone que ha sido ya co¡gprobado. La fórmula
es el pragmatismo y los "malentendidos, de que continuamente
dice: n¿Qué diferencia habría en la prácticá para alguien sif uera
verdadéra esta noción en lugar de esta otra? Si no puede detec- se queja uno y otro bando. En todo caso, he llegado a la con-
tarse diferencia práctica alguna, entonces las alternativas signi- clusión de que lo que el movimiento pragmático necesita preci-
fican lo mismo en la práctiCa y toda disputa es ociosa, (pág. a5)' samente hoy es tener presente de manera clara y consecuente
No puede existir «una diferencia en la verdad abstracta que no la diferencia entre estos problemas y lo que en cada uno quiere
se eiprese en una diferencia en los hechos concretos, así como
decirse con «práctico". Así pues, el resto de este ensayo será un
en la conducta que, consecuentemente con esos hechos, se le esfuerzo por dilucida4 desde la perspectiva del método prag-
impone a alguien, (pág. 50)a. Es el caso que, cuando-partimos mático, la importancia de recalcar todas estas distinciones.
de-algo q.reés ya una verdad (o que se toma por verdadero), y En primer luga¡ dice James respecto de los problemas de Ia
preguntamos por su significado en términos de sus consecuen- filosofía enfocados pragmáticamente: otoda Ia función de la fi-
iias, se sobreéntiende que la concepción o significació-n con- losofía debe consistir en avcriguar qué diferencia precisa habría
ceptual ya está clara y que las realidades a las -que se refiere ya
para ti y para mí, en momentos determinados de nuestras vi-
se-han óbtenido. EI sigñificado, pues, no puede ser aquí la re- das, si esta o aquella descripción del universo fuera la verda-
ferencia ni denotativa ni connotativa de una expresión, ya que dera" (pág. 50). Aquí la descripción del mundo se supone ya
ambas quedan cubietlas por las dos fórmr,rlas anteriores. Aquí dada; está ahí, definida y constituida, y la cuestión es qué valor
el significado es valor, irnportancia' El factor -práctico, por tendría si fuera creída. Pero, desde el segundo punto de vista,
tanto-, Io constituye la naturaleza valiosa o no de esas conse- el de la idea como hipótesis de trabajo, la principal función de
cuencias: son buénas o son malas, deseables o indeseables, o la filosofía no es averiguar qué diferencia suponen ciertas des-
bien son nad(l, indíferentes, en cuyo caso la creencia es ociosa cripciones prefabricadas en caso de ser verdaderas, sino alcan-
y- la controversia vana y convencional, meramente verbal. zar y clarificar su significado en cuanto que programas de con-
Los términos "signlficado» y «prácticor, tomados aislada- ducta para la modificación del mundo existente. Desde esta
mente y sin una defiñición explícita desde eI contexto y el pro-
perspectiva, el significado de una descripción del mundo es
práctico y moral, no meramente respecto de las consecuencias
que se siguen de aceptar como verdadero un determinado con-
tenido conceptual, sino respecto del contenido mismo. Y es así
3 únicamente aquellas personas ya extraviadas por la-confusión idealista como ya desde el principio nos vemos obligados a encarar la si-
entre existencia y significad-o interpretarán esto como la afirmación de que el guiente pregunta: ¿emplea James el método pragmático para
obieto es esos cambios en nueslres reac('iones.
" a Supongo al lector lo suficientemente familiarizado con el libro de James descubrir d. valor, en términos de consecuencias para Ia vida,
.o-o p.iu ,ó ,..." llevado a pensar erróneamente que e1 propio James di^stin- de una descripción cuyo contenido, cuyo significado lógico, está
gr. sí estos tres tipos de problemas de la forrna el que yo lo hago. No es ya fijado, o para criticar y revisa4 y, en última instancia, para
"nt.. pcse a todo, las otras fórmulas para las tres diferentes situaciones es-
ásí, pero, constifuir el significado intelectual adecuado de esa descrip-
tán allí.

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I'1 ción? Si lo primero, existe el peligro de que el método pragmá- concepción de él como «poder sobrehumano» encargado de la
ti." aLmplearse únicanienté para ieavivar, si no,convali- eterna preservación de algo decir, define a Dios, apofia eI
do.t.irrut qr" en sí mismas son parte de la metafísica ra-
áur "oVu contenido de nuestra noción -es
de Dios-? ¿O bien meramente so-
cionalista, y no^inherentemente p-ragmáticas. Si Io segundo, se breañade unvalor a un significado ya fijado? Y, en este segundo
corre el riésgo de que algunos lectores piensen que,.s5 9sfá caso, ¿es el objeto, Dios en tanto que definido, o la noción, o la
áá"á" confiráación a viejás nociones cuando, en realidad, lo creencia (la aceptación de la noción), 1o que produce tales va-
que se hace es traducirlas a otras nuevas e inconsistentes con lores subsiguientes? En cualquiera de estas alternativas, las con-
aquéllas.
- secuencias buenas o valiosas no pueden clarificar el signi'ficado
Considérese el caso del designio. James empieza Por acep- o la concepción de Dios, pues, de acuerdo con el argumento,
tar una noción prefabricada, ala que luego Ie aplica^el criterio proceden de una definición previa de Dios. No pueden demos-
pragmático. liiha noción tradicional es Ia de nuna fuerza cla- tra4 o hacer más probable, la existencia de semejante seq por-
ii"láá"t" que dirige las cosas,. Esto sería algo vacÍo desde una que, según el razonamiento, tales consecuencias deseables de-
consideraciión rac-ionalista y retrospectiva: el que dicha fuerza penden de la aceptación de dicha existencia; y ni siquiera el
esté ahí no supone diferencia alguna- (Aquí parece,pasarse por pragmatismo es capaz de demostrar Llna existencia a par-tir de
alto el hecho á. qr. podría ser qre el,mundo pasado Fuera pre- unas consecuencias deseables que sólo existirían ellas mismas
cisamente lo que'es en virtud de la diterencia que una luerza si, y en tanto que, esa otra existencia se diera. Por otro lado, si
ciesa o una fuierza clarividente ha supuesto ya en él' Tanto el el método pragmático no se aplica simplemente para discernir
pra"gmatista como el racionalista podrÍan replicar que la.noción el valor de una creencia o una controversia, sino para fijar el
,ro írpor" ninguna diferencia retrospectivamente tan sólo por- significado de los términos involucrados en ella, entonces las
q"" d.i"-ot fñ".^ la diferencia retrospectiva más importante') consecuencias resultantes ser-virán para constituir el entero sig-
§itr oal regresar a la expe rien-cia con esa, noción, ga- nificado, tanto intelectual como práctico, de los términos; de
namos "-bu.go,
univisión más confiada sobre eI futuro. Si las cosas es- manera que el método pragmático sencillamente abolirá el sig-
tán airigiaas por una fuerza clarividente, podemos razonable- nificado de un poder antecedente que perpetúa eternamente de-
Áente ."rp.r^i mejores frutos Qyq si'se tratara de una fuerza terminada realidad. Pues esa consecuencia no surge de la creen-
ciega. Esia vaga cbnfianza nn il futuro. es el único "signific.ado cia o idea, sino de la existencia, del poder. No es pragmática en
pralgmdtico qué po, ei momento puede discet nirse en las palabras absoluto.
r'i"7ignio" y "disenador", (pág. 115, l^as cursivas son mías)' Por consiguiente, cuando James dice: nA no ser esta signifi-
Ah"rá bien, ¿se pretende qué eite significado sustituya al signi caciónpráctica,las palabras "Dios", "libre albedrío" y "designio"
ficado de .ñreria clarividente que dirige las cosas'? ¿O más no tienen ninguna. Y por oscuras que puedan ser en sí mismas,
bien que sobreañada un valor y una c_onvalidación pragmáticos o cuando se las toma de forma intelectualista, al adentrarnos
u .s" tot...pto de una fuerza clarividente? ¿O lo q.Lre se quiere con ellas en la espesura de la vida la oscuridad se torna a nues-
decir es que^, independientemente de la existencia de semejante tro alrededor luz" (pág. l2l ,las cursivas son mías), ¿qué es lo
objeto, ui.La creenéiq en él tiene ese valor? Un pragmatismo es- que se quiere decir? ¿Se quiere decir que, cuando tomamos la
trióto parecería exigir la primera interpretación, pero no creo noción intelectualista y la empleamos, adquiere valor por vía de
oue sea esto lo que quiere decir James. sus resultados y por ende tiene algún valor propio?, ¿o que el
Las mismas dificultades se plantean en la discusión entre teís- contenido intelectual mismo debe ser determinado en términos
mo espiritualista y materialismo. c_ompárense los dos enuncia- de los cambios que efectúa en el ordenamiento de la espesura
áár ri§"i""tes: nLá noción de Dios [...] garantiza un orden ideal de la vida? En mi opinión, una declaración explícita en torno a
que sErá preserwado de manera Perrnanente' (pág'.106)' *Fs este punto no sólo serviría para aclarar una cuestión que resulta
áqri, pr.é, en estas diferentes apélaciones emocionales y prác- interesante por sí misma, sino que es además esencial a la hora
tióas, en estos ajustes de nuestras actitudes de esperanza y ex- de determinar en qué consiste el método pragmático. En lo que
o"itáti"u, y en tádas las sutiles consecuencias que se s-iguen de a mí respecta, no dudo en afirmar que parecería poco pragmá-
Ius difereácias, donde reside el verdadero significado del mate- tico que el pragmatismo se contentara con descubrir el valor de
,iit¡t*" y el espiritualismo,, (pág. lO71,, las ctrrsivas. son mías)'
,9. IU una concepción cuyo significado intelectual inherente no hu-
,R.uro.rt. últi-o método paia determi
áeterminar el significado de un biera é1 determinaclo antes tratándolo, no como una verda.d,
bioi espiritual, por ejempio, suministra un sustituto para 7a sino como hipótesis y método de trabajo. Además, en este caso

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('()ncrcto resulta difícil ver cómo podría aplicarse el método Teniendo esto presente, no veo por qué un racionalisla rno_
¡rragr-nír.tico a la noción de «perpetuación eterna», la cr,ral, por
,
oeraclo obrer.aria a ra doclrina de que la verdad es valiosa
no per
su r-nisma naturaleza, nunca puede verificarse empírica- se, sino porque, cuando se da, conduc, a consecuencias
desea-
nrente ni hacerse efectiva o cobrarse en ningún caso par- btes. «EI pensamiento verdadero es útil aquí porque el
deslino
ticular. g]," .r su,objero resulta útil. por tanto, el piá.ti." á. f",
E,sto nos conduce a la cuestión de la verdad. También aquí rdeas verdaderas deriva primariamente de "alái
ra importancia prác-
el problema resulta ambiguo cuando se aborda sin contar con tica que- rienen sus objetós para nosotr".,
ipag. iOJi. y ,;ri;"
una definición previa. ¿El problema de qué es la verdad se re- chos, además de los p.agmárisras prob;d"r _ñ"i
fiere al descubrimiento del nverdadero significado, de algo, o al quier utilitarisla- los que .rrr.íun disp"error'á "iá-ri", .r"r
descubrimiento de lo que una idea tiene que hacen y cómo, para nuestro deber de buscar
á!."i'.'qr"
ser verdadera, o al descubrimiento de qué valor tiene la verdad "la verdad, está'cánáici""u¿lp"i a
hecho de que_conduce.a.objetos que, án conjunto, l..rr,l,án uu_
cuando es ya un hecho existente y cumplido? (1) Naturalmente liosos. "Es a los beneficios".or..'.to. q""
que podemos hallar el «verdadero significado, de algo, por opo- nos referimos al llamar un deber u "Ét"rr";;;;l;'q".
U.rrqr.áá,"tplg. j:1,
sición a sus interpretaciones erróneas, sin que ello signifique es- "rá
compárese con la pág.76t. (3) Las dificulracles h;; ,;;;iá;r"_
tablecer la verdad de ese «verdadero significado" (como cuando bre todo porque a James se le ha acusado de darle la,"tr"elta
sin
discutimos sobre el "ver"dadero significado, de un pasaje clá- más,a Ia proposición anterior, arguyendo ."t"n.L,
sico referido a los centauros, sin que Ia determinación de su ver- que las ideas verdaderas son b,r.eñus, ."ulq;i.; i.l-;o';;" o"., orlr,"
dadero sentido establezca la verdad de la idea de que existen alguna manera buena es verdaderu. rr-.i"ito q"; i;i..^i.i¿"
!J, a.
centauros). En ocasiones parece que es este «verdadero signifi- de una a otra de esras.concep_ciones se ve faciiit;á;
cado» lo que James tiene en mente, como cuando, tras el pásaje cho de que la validez de ras i2r.u, .. ."-pr.r.uu ;;;i'h.
ya citado acerca del designio, continúa: .Pero si la confianza determinoda bondad suya, a saber: si son buenas -"aL'"t"^"r" pctra.u-óri.
cósmica está bien, y no mal, si es mejor, y no peol entonces lo que pr^etenden, aquelio para lo q";;;;1";;;-r".'ü"I""t'i-r.
aquella fvaga confianza en el futuro] es un significado de la ma- es, modificar de cierlos modos lai realidad",
yor importancia. Pues, en ese caso, los términos albergarán en das. En [al caso, es la idea la que ;;"il;;;;;;.
p.;;;;;,"ri,.r'.rá".Lr
sí al menos esa medida de posible «verdad»» (pág. 115). nVer- -","19. un intento y un plan paia alteiar"; la realidad pi."iu'a"
dad».parece significar aquí quq el designio tiene un significado una srrtración concreta, la cual el p-ropio hecho de que necesite
genuino, y no meramente convbncional o verbal, parece querer o sugiera una modificación .specifi.á indica q"á i"r"1irr..
decir que hay algo en juego. Y son frecuentes los momentos en toria._I_o que ahora tenemos es la teoría d. qrré tá,"É ia..r, .áá,
los que overdad" parece referirse justamente a un significado tales- ideas, son siempre hipótesis de trabaio puru
ul.iirá..iro,
que es genuino, por oposición a uno vacío o verbal. (2) Pero el resultados empíricos parriculares, t"-úi¿í p-;;;;;i#,
problema del significado de la verdad puede referirse también v
tivos (o esbozos de método) pr.. ilég.. .ll"rlsi-"";;;;";;;,
al significado o valor de las verdades que ya existen como ver- de un modo coherente a esta concépción " d" ú, iá;;;-;-"ir"_
dades. Las tenemos; existen; ahora bien, ¿qué significan? La res- mente aquellas consecuencias que ,"o, d" t i
puesta es: «Las ideas verdaderas nos introducen en regiones ver- "rt ir"Aiiii"'r'J",
la opera.ción de la idea en colaborc¡.r¡¿"iá",-á;pi;;;;;;';-",i",
bales y conceptuales útiles, y nos guían directamente hacia re,alidades previas son buenas ,orrrrrnrrias, ei el
senticlá'is'oe-
desenlaces sensibles igualmente útiles. Conducen a la consis- ctltco. de «buenas» que es relevante paru establecer la verclacl'de
tencia, a la estabilidad y a un intercambio humano fluido, (pá- una tdea. L,sto es also que James a veces reconoce inequÍvoca_
"¡"-pt",de la;;];.;;;;
gina 215). Esto, referido a lo que ya es verdadero, no creo que mente. (Véase, por i; i; *ri¡;r.,*i,'."r'r,
1o ponga en duda ni el racionalista más encallecido; e incluso si p.ag.4U l;o s.u aceptación idea de que verificación sieni_
cuestionara la tesis pragmática de que tales consecuencias de- hca et advenimiento del objeto pretendidó, en la pás. 20-5.i"
finen el significado de Iá verdad, al-menos debería vcr que no ,:Io: otras.veces, cua,lquier lri.r qu. brote Je jr?."piá.i¿"
_,^ una creencra
hay aquí una explicación de qué significa para una idea el ha- oe es lralado como si tuera una evidencia, en esu
cerse verdqdera, sino únicamente de lo que significa después de medida, de Ia verdad de la idea. Esto parlicular ."á"á"
haberse rrrelto verdadera, de la verdad como fait accompli. Es "ulá "r.,S'e arrojaiia;lil;"
en juego.son nociones teolOgicas.
el significado de la verdad como fait accompli lo que aquí se de- I:_,y^",::_,n
ruz soDre como entiende James esta cueslión si se pron.-rnóiaru
fine. sobre puntos como los siguientes: si una idea d.;;;t*";;;r,

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bucnas consecuencias, y sin embargo esa bondad de las conse- que determinan el valor de una crcencia a las que deciden el va-
I cuencias no formaba parte de la intención de la idea, ¿tiene di- lor de una idea. Cuando_ James dice que la función de propor-
cha bondad alguna fuerzaverificadora? Si la bondad de las con- cionar osatisfacción mediante el maridaje de partes previai de
secuencias surge del contexto de la idea dentro de la creencia, la experiencia con otras nuevas» es neceéaria para esiablecer la
más que de la idea misma, ¿tiene alguna fserza verificadora?s verdad, la doctrina resulta inequívoca. El carácter satisfactorio
Si una idea conduce a consecuencias que son buenas única- de las consecuencias viene medido y definido é1 mismo por las
mente en el aspecto de cumplir lo que pretende (como cuando condiciones que condujeron a él; la óualidad inherentemeote sa-
uno bebe un líquido para comprobar la idea de que se trata de tisfactoria de los resultados no se toma como una validación de
un veneno), ¿la maldad de sus consecuencias en todos los de- las operaciones intelectuales que la anteceden. Mas cuando dice
más aspectos va en detrimento de la fuerza verificadora de las (no de su propia posición, sino de la de un oponente)7: la idea
primeras? de algo absoluto, oen la medida en que propoiciona ese bienes-
Dado que James me ha atribuido la tesis de que "la verdad taq ciertamente no es estéril, tiene ese grado de valo6 cumple
es lo que da satisfacción, (pág. 234), puedo decir que (aparte de una función concreta. Como buen pra§matista, por tanto, yo
que no creo haber afirmado jamás que la verdad sea lo que da mismo debo llamar al absoluto "verdadero" en esi medida: y Áo
satisfacción) nunca he identificado ninguna satisfacción con la vacilo en hacerlo así ahora» (pág.73),la doctrina no parece"me-
verdad de una idea salvo aquella que surge cuando la idea, en nos inequívoca, pero en la dirección contraria: que cualquier
tanto que hipótesis de trabajo o método tentativo, se aplica a rea- bien que se siga de la aceptación de una creencia .i, en .sá me-
lidades previas de tal forma que cumple lo que pretende. dida8, una garantí¡" de verdad. En pasajes como los siguientes
Mi impresión final (aunque no puedo propiamente pro- (muy- comunes a lo largo del libro), ambas nociones -parecen
barla) es que, en conjunto, lo que más le preocupa a James es mezclarse: nLas ideas se hacen verdaderas justamente .., la me-
subraya4 en contra del racionalismo, dos conclusiones en torno dida en que nos ayudan a establecer relaciones satisfactorias
al carácter de las verdades corno faits accomplis: que éstas son con otras pafies de nuestra experiencia" (pág. 58); o también,
construidas, es deci4 no son a priori ni existen eternamente6, y
que su valor o imporlancia no es estática, sino dinámica y prác-
tica. La cuestión concrbta de cómo se construyen las verdades 7 Tales afirmaciones, justo es decirlo, aparecen por
lo general cuando Ja-
no tiene especial relevancia en esta cntzada antirracionalista, si mes está hablando de una doctrina en la que él mismo no óree, y a mi enten-
bien resulta ser la que tiene un interés principal para muchos der nacen de esa franqueza y falta de malicia de James tan poco hábitual en ios
filósofos y que le hace ,plegarse en exceso al otro (de modb poco pragmático,
que no son racionalistas. Debido a este conflicto entre proble- rne parece a mí). Cuando se trata de formuiar su propia doctiina, si aliene co-
mas, lo que James dice sobre el valor de la verdad cuando es al- herentemente a sus palabras: .Viendose como se ve á sÍ mismo ei pragmatista,
canzada tiende a ser inLerpretado por algunos como un cri terio ryás -qu-e ningú! otro, encajonado entre todo el cuerpo solidario de verdades
para las ideas en tanto que ideas; mientras que, por otro lado, destiladas por el pasado y las coerciones del mundo sins<¡rial que 1e circunda,
el propio James tiende a pasar a la ligera de las consecuencias ¿quién senlirá tan claramente como él la inmensa presión del óontrol objetivo
bajo el cqal nuestras mentes ejecutan sus operacioines? Si alguien se imágina
que esta ley es laxa, que intente seguir sus mandamientos un solo día, décía
Emerson, (pág. 233).
u Pol supuesto, James sostiene que esa .medida, es muy pequeña.
s La idea de Ia inmortalidad o Ia idea teísta tradicional de Dios, por ejem- .1as págs. Véanse
77-79.Pero, en mi opinión, incluso ia más ligera concesión resulta no-
plo, podrÍan tener sus consecuencias buenas, no en ürtud de la idea como idea, pragmática a menos que la satisfacción sea relevante para la idea en tanlo que
sino debido al carácter de la persona que tiene la creencia; o podría ser la idea intención. Ahora bien, la satisfacción en cuestión no deri,"a de la idea en taito
delvalor supremo delas consideraciones ideales, más que la de su duración tem- que idea, sino de su aceptación_ como yerdadera. ¿Acaso puede ser relevante para
poral, Io que funcionara. comprobar la verdad de una idea una satisfaccién que áepende del supuestb de
6 uVerdad eterna» es una de las expresiones más ambiguas en las que se que la_idea es ya verdadera? ¿Y puede una idea como la de absoluto, ia cual, sj
enredan los filósofos. Puede significar que existe eternamente: o que un énun- es terdodera, cancela oabsolutamente" toda apelación a las consecuencias como
ciado que alguna vez es verdadero lo es siempre (si es verdad que hay una mosca test de verdad, confirmarse mediante el test piagmático sin incurrir en flagrante
revoloteando, es verdad eternamente que justo ahora una mosca revoloteó); o autocontradicción? Dicho de otro modo, eslamos confundiendo el test d.-" l,r*
puede significar que algunas verdades, en la medida en que son por completo idea en r_anto que idea con el del valor de una creencia en tanto que creencia.
conceptuales, son irrelevantes respecto de cualquier determinación temporal Por otro l.adg, es perfectamente posible que todo lo que quiera decii James aquí
concreta al carecer de contenido existencial ejemplo, las verdades de la con «verdad» sea que ha¡ un verdadero (esto es. genuino) sipniFicado en iueg.r
geometría tomadas dialécticamente (esto es,-porsin preguntar si algúrn existente dentro de la disputa; veidadero por oposición, ná a falso, slno a rerbal"o c'a-
particular las ejemplifica). rente de significado.

-93-
en Ia misma págiÍ7a:. oCualquier idea que nos transporte feliz.- nuewas, la más vcrdadera es la que cur-nple con mejor fortuna
mente desde cualquier parte de nuestra experiencia a cualquier su función de satisfacer nue;tro doble apremio" (pá§.64). Aun-
otra, conectando cosas entre sí satisfactoriamente, operando de que. queda totalmente claro a partir del coniexJo que este
lo apremio,
modo seguro, simplificando, ahorrando trabajo, es verdadera "doble sea el de las exigéncias personarles y lis obje-
justamente por eso» (las cursivas son mías). Estoy seguro de tivas., probabl.emente es así (véasé también Ia pág. ZtZ, do,ld.
que una declaración explícita sobre si la función transporta- se dice que- nla coherencia con las verdades piev'ias y con los
dora, la conexión entre cosas, es satisfactoria y feliz, y por ende nuevos hechos, es «siempre Ia demanda más imperiósa"). So-
verdadera, en la medida en que ejecuta la intención de una idea, bre esta base, el «en esa medida, referido a la veidad del ábso_
o si más bien la satisfacción y la felicidad residen en las conse- luto por mor del bienestar que reporta significa que una de las
cuencias materiales por su propia cuenta y en ese sentido ha- dos condiciones.que deben'satislacerse r? .r-pi", de manera
cen a la idea verdadera, aludaría alocalizar eI punto en discu- que, si la idea del absoluto cumpliera también lá otra, entonces
sión y haría menos prolijas y más fructíferas las futuras sería completamente verdadera. No me cabe duda de que esto
discusiones. En la actualidad, el pragmatismo es aceptado por
aquellos cuyas ideas tienen una configuración totalmente ra-
es
-lo que James quiere deciq y ello le pone suficientemente a
cubierto de Ia acusación de que el pragmatismo significa que
cionalista como un medio paÍa reÍnoza4, pulir y justificar esas cualquier cosa agradable es vérdadeia. Éero, al misñ-ro tiempo,
mismas ideas. Es rechazado por los no racionalistas (los empi- no creo que en puridad lógica pueda decirse que el satisfa-cer
ristas y los idealistas naturalistas) porque lo identifican con la uno solo de entre dos test, cuando se piden am-bos, hace a una
tesis de que para el pragmatismo la deseabilidad de determina- creencia verdadera ni siquiera «en esámedidar.
das creencias está por encima de la cuestión del significado de En todo caso, esto suscita una cuestión que hasta ahora no
las ideas que implican y de la existencia de los objetos que de-
-hemos tocado: el lugar de lo personal en la d?terrninación de la
notan. Otros (como yo mismo), que creemos plenamente en el verdacl. James,.por ejeap-lo, pone el énfasis en la doctrina que su-
pragmatismo como método para orientarse, según la definición gieren las siguientes palabras: nDecimos que esta teoría ráuelve
de James, y que estamos dispuestos a aplicarlo a la determina- más satisfactoriamente [el problema] que-aquella otra; pero eso
ción del significado de los objetos, de la intención y el valor de significa más satisfactoriamente para nosotios, y los ináividuos
las ideas en tánto que ideas y del valor humano y moral de las ponderarán de modo diferente süs puntos de sátisfacción, (pá-
creencias, siempre que estos diversos problemas se distingan gina 61, las cursivas son mías). Aquinos asomamos a un asunto
cuidadosamente entre sí, no sabemos si somos o no pragmatis- que, en.sus rasgos_ más-amnlios lugar del factor personal en
tas, pues no estamos seguros de si lo «práctico», en el sentido la constitución de la realidad y de-el
los sistemas de conocimiente ,
de los hechos deseables que definen el valor de una creencia, se no.puedo abordar aquí, salvopara decir queunpragmatismo sin-
confunde con lo práctico en tanto que actitud impuesta por los tético cot,,o el que James aventura tomará forrnaJmuv diferen-
objetos, y con lo práctico como la capacidad y la función de las tes.según el pun-to de vista que se adopte que él áenomina
ideas de producir cambios en lo previamente existente. De ahí de la "Escuela de Chicago"t o el del ñumanismo--el como base
la importancia de saber qué entiende el pragmatismo por «prác- p-ara interpretar la naturaleza de lo De acuerdo con
tico". Y como quiera que fue James el primero en poner el tér- "personalr.
el segrrndo, 1o personal parece ser algb último e inanalizable, lo
mino en letra impresa, y el principal responsable de su circula- metafísicamente real. Además, sus aJociaciones con el idearismo
ción, es éI quien puede hablar con más autoridad que ningún le confieren un giro idealista, convirliéndolo de hecho en una tra-
otro. ducción del idealismo intelectualista monista a un idealismo plu-
Sería, empero, una injusticia para con James el detenerse ralista voluntarista.
-En cambio, de acuerdo con el primeró, lo
y_
aquí. En mi opinión, su auténtica doctrina es que una creencia pg{so.nai no es algo último, sino que ha de ser analiiado y defi-
es verdadera si satisface tanto necesidades personales como las nido biológicamente en su vertienie genética, y éticamente en su
exigencias de las cosas objetivas. Hablando del pragmatismo, vertiente prospectiva y funcional.
dice: "Su único test de que algo es probablemente verdadero
consiste en ver qué funciona mejor corto guía nuestra, qué es
lo que hace encajar mejor cada parte de la vida y se coniuga con
'*_ El gr,¡po encabezado por el propio Dewe¡ y por George
el coniunto de las demandas de la experiencia, sín omitir nada" . universidad
la -, d-e chicago. de donáe surgiria eJ
Herbert Meacl en
(pág. 80, las cursivas son mías). O también: psiósociar para eI aná-
"De entre las ideas lisis del suieto. [N. del E.l. ""f"q""

-94- -95-
I
I
Hay, no obstante, un aspecto de la doctrina sugerida por la
cita anterior que resulta diiectamente relevante aquí. Debido a
que James reóonoce que el elemento personal interviene en I¿r
gerirá que esa complicidad de lo personal que está involucrada
en la creencia es garantía de esta o aquella actitud personal es-
pecial, en lugar de ser una advertencia para que la localicemos
y la definamos, y para que aceptemos nuestra responsabilidad
i cbnsideración de si un problema ha sido o no resuelto satisfac-
toriamente, se le acusa de subjetivismo extremo, de fomentar el moral por ella. Si por .voluntad, entendemos, no algo delibe-
que las preferencias personales apisonen -todo control objetivo' rado y conscientemente intencional (mucho menos aún algo in-
Áhora bien, lo que iuscitan aquellas palabras es primordial- sincero), sino una participación personal activa, entonces la ex-
mente una cuestfun de hecho, no de doctrina' ¿Hay o no hay un presión más acertada no sería ni el derecho ni Ia voluntad de
factor personal en la evaluación de lo que es verdadero? Si kr creer:, sino la creencia como voluntad.
hay, el pragmatismo no es responsable de haberlo introducido. No era mi propósito reseñar el libro de James, sino más bien
Si no ló háy, entonces tiene que ser posible refutar el pr-agma la actual situación del movimiento pragmático tal como en él
tismo apelándo a hechos empíricos, eL vez de maldecirlo por queda expresada; y he seleccionado sólo aquellos puntos que
subjetiüsta. Ahora, es más que sabido que los filósofos, como los parecen afectar directamente a cuestiones que hoy son objeto
teólbgos y los teóricos sociales, están tan seguros {e que hábitos de controversia. Aun circunscritas a ese limitado horizonte, es-
e interesés personales condicionan las doctrinas de su-s lPonen- tas páginas serían injustas con James si no reconocieran que las
tes, como dé que sus propias creencias son de una cualidad nab suyas son unas .conferencias populares", como se nos avisa en
solutamente, universál y objetiva. De aquí nace esa deshonesti la poftada. No podemos esperar de ellas la claridad y explicitud
dad, esa insinceridad característica de la discusión filosófic¿r. qué satisfarían los intereses profesionales y técnicos que han
Como dice James (pág. 8), nla más poderosa de nuestras premi- iñspirado este comentario. Más aún, es inevitable que el intento
sas nunca se mencionar. Por eso, el día en que se reconozca dt' de combinar diferentes puntos de vista hasta ahora descoordi-
manera plena, franca y general la complicidad del factor perstr nados en un todo único haga surgir problemas que son ajenos
nal en nuestras valoraciones filosóficas, ese día comenzará un¿t a cualquiera de los factores de esa síntesis tomados por sepa-
I
nueva era para la filosofía. Tendremos que descubrir los factcr rado. Tanto la necesidad como la posibilidad de separar dife-
res p.rsonáles que ahora influyen inconscientemente sobre nos rentes elementos en el significado pragmático de «práctico»,
otros, y habremos de empezar a aceptar-una nueva responsabi que es 1o que aquí he intentado hace4 difícilmente se me ha-
lidad áe tip6 moral poi ellos, juzgándolos y poniéndolos a brían hecho patentes de no ser por los efectos laterales, en la
f orma de perplejidades y confusiones, que ha surtido la combi-
prrreba porius consecuencias. Mientras sigamos ignorando eslt'
iactor, sus efectos serán perniciosos, no porque él mismo lo s*r, nación ensayada por James. James ha dado tantas pruebas de
sino porque, al germinai en Ia sombra, carece de-responsabili la sinceridad de sus fines intelectuales que confío en que me
dad y de controles. El único modo de controlarlo es recon() perdone por la injusticia que eI tenor de mi comentario haya
ciénáolo. Y así como no me atrevo aprofetizar eI futuro del prag podido cometer con é1, a cuenta del eventual servicio que se
matismo, sí diré que este elemento, que de modo tan general hov haya prestado con ello a la clarificación del problema al que él
se condena por intelectualmente deshonesto (taLvez porqrre ins se ha consagrado.
tintivamenté se reconoce con incomodidad el examen de col'r Por lo que hace al libro en sí, de todos modos se encuentra
ciencias que su aceptación traería consigo), en el-futuro le set:, rnás allá de cualquier alabanza o condena crítica. Tiene más
demandado a la filosofía en nombre de la rectitud. ¡rrobabilidades de quedar como un clásico de la filosofía que
Todo esto sea dicho en general. En casos parliculares, es p() cualquier otro texto publicado en nuestros días. El crítico que
sible que el modo en que James se expresa dé a veces la imprc ¡rretendiera evaluarlo posiblemente no haría sino demostrar
sión dé que la inevitab-le implicación del factor personal en toclr lrna vez más la esterilidad de toda crítica en comparación con
l¿r fertilidad del genio creativo. Incluso aquellos a quienes no les
creencif apolla una sanción especial a algunas creencias-e.s7-rr'
ciales. Dic¿ él que su ensayo sobre el derecho a creer recibió ,'l t'omplace el pragmatismo difícilmente dejarán de sacar prove-
desafor-tunado [ítulo delavoluntad de creer (pá9.258). Bien, irr cho de la exhibición que hace James de su instinto para los he-
cluso la palabra oderecho, es desafortunada si el factor pers,, t'hos concretos y de la amplitud de sus simpatías, así como de
nal o creéncial resulta inevitable, porque parece indicar un pr'l srrs iluminadoras intuiciones. Una franqueza sin reservas, una
vilegio que puede ejercerse en casos especiales como la religi<irr, irrraginación lúcida, una variedad de contactos con la vida real
por eiempló, pero no en la ciencia; o porque a algunos les ttr rcsueltos en sumarias e incisivas conclusiones, una aguda per-

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cepción de la naturaleza humana en su realidad concreta, el
sentido constante de subordinación de la filosofia a la vida, un
uso del idioma capaz de proyectar las ideas en el espacio cual
si fueran cuerpos hasta convertirlas en algo sólido que uno
puede rodear e inspeccionar desde distintos ángulos... Estas co-
sas no son tan frecuentes en la filosofía como para que no nos
sepan a gloria incluso cuando se presentan bajo Ia etiqueta del
pragmatismo.
Por lo que hace al pragmatismo, en fin, James ha combi- CepÍruro IV
nado distintos elementos en un único todo pictórico o arlístico
de forma tan singular que, en un futuro inmediato, posible- El concepto de arco refleio
mente los progresos deberán venir de una aclaración y des-
arrollo más analíticos de esos elementos singulares. Será en- en psicología (1896)*
tonces posible combinarlos lógica y coherentemente, pasando
por encima de sus notas distintivas. Tras un período de absor-
ciones y fusiones, la tendencia es siempre a retornar a las ven- Es natural que la necesidad de un principio unificador para
tajas del esfuerzo y la responsabilidad individual. Quizá e\ la psicología y de una hipótesis de trabajo que controle sus acti-
«pragmatismo», como multinacional de intereses y problemas vidades se haga más patente justo en el momento en el que
aliados entre sí pero distintos, pueda entonces disolverse y re- todas las generalizaciones y clasificaciones se han r,rrelto más
vertir a sus componentes originales. cuestionables y más cuestionadas. Es la propia acumulación de
hechos discretos, y la consiguiente demanda de unificación, lo
que quiebra las directrices de clasificación existentes. La masa
de material es demasiado grande y su estilo demasiado variado
como para encal'ar en los nichos ya creados, y así los comparti-
mentos de la ciencia se rompen bajo eI efecto de su propio peso.
En términos generales, la idea del arco reflejo es la que más se
ha acercado a esa función de hipótesis global de trabajo. Una
vez admitido que el aparato sensorio-motor representaba tanto
la unidad estmctural como el prototipo de función nerviosa, la
imagen de esa relación pasó a la psicología y se convirtió en
principio organizador para mantener unida la multiplicidad de
Ios hechos.
AI criticar esa idea, no pretendo hacer un alegato en favor de
Ios principios explicativos y de clasificación que la noción de
arco reflejo vino a sustitui4 sino, por el contrario, mostrar que
no han sido suficientemente sustituidos y que dentro de la idea
de circuito sensorio-motor aún siguen imperando concepciones
sobre la naturaleza de la sensación y de la acción que derivan de
la psicología nominalmente sustituida.

* uThe Reflex Arc Concept in Psychology The Eally Works of John Dewey,
",
ed. de Jo Ann Boydston. Carbondale y Edwardsvilie, Southern Illinois
University Press / Londres y Amsterdam, Feffer & Simons Inc., 1972; vol..5,
págs. 96-i09. Publicado originalmente ert The Psychological Review, III (ulio
de 1896), págs. 357-370; reimpreso iuego con algunas revisiones y bajo el título
de uThe Unit of Behavior, en Philosophy and Civilizatiorz, Nueva York, Minton,
Balch and Co., 1.934, págs.233-248. [N. del E.].

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