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5.

El camino hacia el poder global: Los Estados Unidos en la crisis


sistémica de entreguerras

1. Estados Unidos en la I Guerra mundial y en la construcción de la paz.

Neutralidad e intervención en la Guerra del Catorce. Estaba muy marcada la tradición


de no inmiscuirse en los asuntos europeos. La neutralidad es la etiqueta, el concepto en
toro al cual se había dirigido la política exterior. Pese a esto, había una marcada
diversidad de opiniones entre los estadounidenses: aliadófilos y germanófilos. Respecto
a Europa la política que se había mantenido era alejamiento. Estados Unidos está
presente en la Conferencia de Berlín y en la de Madrid, asiste en defensa de sus
intereses comerciales. Wilson argumenta la guerra submarina que acababa con el
ventajoso comercio que estaban desarrollando con los europeos. Afectaba a la libertad
de comercio y a la libertad de navegación. El desciframiento de un telegrama que
Alemania había enviado a México en el que prometía ayudar a la recuperación de sus
antiguos territorios, rompía de lleno con la doctrina Monroe y amenazaba la seguridad
norteamericana. Pero son los argumentos éticos e ideológicos los que legitiman la
intervención de Estados Unidos: democracia y libertad de los pueblos.
- geopolítica seguridad
- geoeconomía libre navegación y comercio
- geocultura civilización liberalismo y democracia

Planes para después de la guerra: Wilson en París. A mediados del mes de enero de
1918, el presidente proporciona las condiciones de paz: los Catorce Puntos. Por un lado
hay cuestiones territoriales en Europa y mención a las colonias. Todo para organizar a
Europa con una cultura pacifista y el rechazo a la guerra. La libertad de los pueblos se
dispone mediante el principio de autodeterminación y el principio de las nacionalidades.
En París también se unen las promesas al panafricanismo, el sionismo y el panarabismo.
La guerra se presenta como un debate entre dos sociedades: militaristas frente a
pacifistas. Las democracias frente al autoritarismo y militarismo de los Imperios
centrales. Una guerra que plantea el ocaso de la civilización. Nos pone en relación con
el Destino Manifiesto que pide la expansión territorial de la democracia. Pero no sólo se
defiende la independencia sino un modelo determinado de vida y de formas políticas. El
autogobierno estaba asociado al principio de autodeterminación. La defensa de la
civilización y las democracias. La diplomacia que se plantea es abierta y la Sociedad de
Naciones va a ser el organismo garante de los principios liberales. A los nuevos países
se les pedirían modelos demoliberales. Llevar a las últimas consecuencias este principio
habría supuesto dar la apertura a la creación de mecanismos para decidir. También está
la cuestión del desarme. Todo descansa en la concepción liberal e idealista que Wilson
tiene de las relaciones internacionales. ¿Wilson es un rupturista o un continuista con la
política exterior tradicional estadounidense? Realmente es un continuista pues se trata
de extender la política que se practicaba en América al resto del mundo, sigue estando
dentro de la tradición estadounidense. El contexto ha cambiado pues nunca había habido
una guerra de las dimensiones de la Primera Guerra Mundial. Wilson era un intelectual

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