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UNIVERSIDAD LIBRE DE COLOMBIA

SECCIONAL CÚCUTA

LA CIUDAD ANTIGUA
LIBRO IV

DOCENTE: LUIS ALEJANDRO CORZO

ESTUDIANTES: MANUEL ALEJANDRO FLOREZ ROA


LIZBETH RIVEROS DIAS
KAREN VÁSQUEZ VILLAMIZAR
SERGIO ANDRÉS CUÉLLAR

SALÓN: 1GS

AÑO: 2019
LA CIUDAD ANTIGUA LIBRO IV

CAPITULO I
Las revoluciones patriotas y clientes
Había desde la historia una gran diferencia entre sociedades o estatus Ejem: los patricios y
los plebeyos, esta desigualdad o privilegios de unos se daba aun en la religión desde que el
padre solo designaba a un heredero para que continuase con los ritos de la familia. Los
patricios clase alta, los plebeyos clase obrera, los clientes servidores extranjeros.

CAPITULO II
Los plebeyos
Eran una clase baja en roma que no tenían ninguna participación como pueblo, familia,
sociedad ni religiosamente eran solo esclavos y no cantaban para nada.

CAPITULO III
Primera revolución
Se dio por causa de que los reyes de cada ciudad querían tener más poder, entonces los padres
familias, jefes de fatrias,jefes de tribus no querían que el poder se centrara solo en el rey y
hubieron luchas entre la aristocracia y la monarquías saliendo vencedora la aristocracia.

CAPITULO IV
La aristocracia gobierna las ciudades
La aristocracia produjo como resultado: suprimir la monarquía política, dejando con existencia la
religiosa. Este fue un periodo muy desigual para las poblaciones.
Tenía su base en la constitución religiosa de las familias, su origen se dio en el culto doméstico y en
el derecho privado, ósea en la ley de herencia de la familia, en el privilegio de la primogenitura.
La religión hereditaria era el título de esta aristocracia para la dominación absoluta, puesto que daba
derechos que parecían sagrados.
Solo el primogénito podía ser el propietario del suelo, solo el que llevaba en si el carácter religioso
que constituía el ciudadano era miembro de la ciudad, solo el que descendía de una familia que tenía
culto podía ser sacerdote y solo el que tenía derecho a practicar los sacrificios podía ser magistrado.
Los que no tenían culto hereditario debían ser clientes de otros.
En los años siguientes a la expulsión de los reyes fue absoluto el poder de la aristocracia, en el que
solo podían cumplir las funciones sacerdotales los patricios y siendo de esta casta en donde se elegían
las vestales, los pontífices, los salíos, los flaminios y los augures. Únicamente los patricios
administraban justicia y conocían las fórmulas de la ley.
Este sistema político duro muy poco en Roma, pero en Grecia hubo un periodo muy largo en el que
denomino la aristocracia.

CAPITULO V
Segunda revolución: cambios en la constitución de la familia; desaparece el derecho
de primogenitura divise la gens
El antiguo régimen de la gens, fundado por la religión doméstica, no se había destruido cuando
pasaron los hombres al régimen de la ciudad. La antigua gens tenía como características: un hogar
único, un terreno indivisible y un jefe soberano que se concebía mientras no existiese otra sociedad.
Pero desde que se emanciparon en la ciudad, decreció el poder del jefe, pues no solo tenía que ser
soberano en su hogar si no también en su comunidad.
Poco a poco los jefes se fueron dando las rivalidades entre los jefes de la familia que procuraban
debilitarse unos con otros, se apodero de ellos la ambición por pertenecer a las magistraturas de la
ciudad, que para obtenerlas se dedicaron a adquirir esta oportunidad y descuidaron su soberanía local.
Aquí se empezaron a dar las causas de la desaparición de la gens.
El derecho de primogenitura era la condición necesaria para la unidad de la familia que fue
desapareciendo progresivamente, primero en una familia y después en otra y poco a poco en todas,
permitiendo así que fuese igual la partición del patrimonio para los hijos, pues antes el hijo mayor
recibía el doble del patrimonio. Al desaparecer este derecho, se logró transformar la sociedad: las
diferentes ramas de las familias se separaron, teniendo ya cada una su parte de propiedad, su
domicilio, sus intereses distintos y su independencia. De igual forma seguían llevando el nombre de
la gens, reuniéndose en determinados días alrededor del hogar para venerar a la antigua divinidad,
siendo probable que este privilegio lo mantuviese el primogénito.
La desaparición de la gens tuvo grandes consecuencias, pues quedo para siempre deshabilitada la
antigua familia sacerdotal.

CAPITULO VI
Emancípense los clientes
La familia antigua comprendía dos clases de distinta categoría: por una parte, las ramas menores, o
sea, los individuos naturalmente libres, y, por otra parte, los dependientes o los clientes, inferiores
por nacimiento, pero unidos al jefe por el culto doméstico.
El cliente no podía separarse del patrono, ni escoger a otro, y quedaba ligado a una familia de padres
a hijos. No era propietario del suelo, porque la tierra le pertenecía al patrono. Si el cliente cultivaba
el terreno, era en nombre y en provecho del dueño, no tenía propiedad ni del mobiliario, ni de las
herramientas, ni del dinero.
No era precisamente un esclavo, pero tenía un esclavo al que le pertenecía y a cuya voluntad debía
estar sumido en todo. Y sus hijos quedaban sometidos a esta servidumbre. Se les tenía prohibido
casarse por fuera de la gens, y no podía contraer matrimonio sin permiso del patrono.
El patrono no solamente era amo, sino también era juez y podía condenar a muerte a su cliente.
El cliente no contaba con ninguna protección, ni siquiera era ciudadano, y si quería ir al tribunal de
la ciudad, necesitaba que su patrono le presentase y llevase por él la palabra.
Después de fundada la ciudad, los clientes de las diferentes familias podían verse, hablarse y contarse
sus deseos o remordimientos. Esto hizo que naciera en el corazón de los hombres un deseo ardiente
de ser libres.
Lo cierto es que poco a poco mejoro la situación de los clientes, porque al principio vivían en la casa
del amo, y más tarde se le asigno a cada uno un lote particular de tierra, aunque seguía trabajando
para el amo. Vino después un progreso, en el que ya no cultivaba la tierra para el patrono, sino para
sí. Con las ansias de independencia el cliente quería ser propietario de las tierras que se lograron a lo
largo de un tiempo. Cabe destacar que no se generaron guerras civiles, pero si guerras intensas en
cada aldea y casa de familia.
En Roma, lo más parecido al cliente era el liberto, la clientela no desapareció, pero no era hereditaria.
Adquirieron otro derecho más, el de trasmitir el lote a su hijo al fallecer, si bien es cierto que a falta
de hijo volvía la tierra al patrono. Esto no era todavía una emancipación absoluta, hay un texto de
Tito Livio que demuestra que en los primeros años de la republica de los clientes eran ciudadanos.
Para el 372 ya no había clientes y no se distinguieron en Roma las tres clases de patricios, clientes y
plebeyos, no quedando más que dos por haberse, confundido los clientes con los plebeyos.

CAPITULO VII
Tercera revolución: la plebe ingresa a la ciudad
En la tercera revolución se vio que los eupátridas vencieron a la realeza y se tomaron el poder, pero
posteriormente este nuevo gobierno comienza a ser desigual en la sociedad siendo oprobio para las
clases inferiores, el pueblo busco ser libre de ese sistema rompiéndose ese sistema social antiguo.
La plebe se levantó a luchar contra la aristocracia con el fin de obtener el reconocimiento político,
social, religiosa etc. y ser tenidos en cuenta dentro de una sociedad.

CAPITULO VIII
Cambios en el derecho privado, el código de las 12 tablas y código de Solón
Nos muestra que no es la esencia del derecho quedarse estancado en el tiempo o cualquiera que sea
su connotación si no que va evolucionando en el tiempo culturalmente y social mente, en cuanto a el
derecho privado este se daba en la antigua familia por sus tradiciones ancestrales donde se excluía de
todo derecho a otros parientes y solo se reconocía al varón mayor, pero esto cambio cuando se
formaron las ciudades porque este derecho se hizo público.
El primer derecho público que se observo fue el de la religión cuando los plebeyos hicieron parte de
la ciudad con esto lograron que se reconocieran públicamente sus derechos.
Las 12 tablas en roma se hicieron por los patricios a petición y para el uso de la plebe ya que al fin
habían sido reconocidos como ciudadanos.
El código de Solón se dio en Grecia por causa de la misma revolución donde la clase desprotegida e
ignorada por el gobierno, se introdujo en ella para ser contada como ciudad el código son reglamentos
que se obedecieron.

CAPITULO IX
Nuevo principio de gobierno interés público y el sufragio
se le quita el poder político a la iglesia separándose lo político de lo religioso y se constituye un
gobierno elegido por el pueblo.

CAPITULO X
Pretende la riqueza constituirse como Aristocracia: establecimiento de la democracia;
cuarta revolución
Después de la caída de la nobleza religiosa hereditaria; se encontró una nueva fuerza que
tomaría las riendas del estado, se fundó una aristocracia que se distinguía por la riqueza y
fortuna que no admitía la igualdad. Solón dividió la sociedad en cuatro clases dándoles
derechos desiguales, en donde los más ricos podían aspirar a las magistraturas, y se
necesitaba pertenecer las dos clases medias para aspirar al senado o tribunales. Lo mismo
sucedió en Roma en donde Servio creo una aristocracia que le hiciera rivalidad al patriciado.
Creó doce centurias de caballeros (entre los plebeyos más ricos) y esto origino el orden
ecuestre y más adelante el orden rico de Roma. Los plebeyos que no tenían censo fijado para
ser caballeros eran divididos en cinco clases según su fortuna y los proletarios quedaron
excluidos y sin derechos políticos por lo cual no podían votar. Se conservó la constitución
republicana con estas distinciones del rey y plebe, y no mostraron interés en pedir la igualdad.

Cumas también solo dio derechos políticos a quienes poseían caballos y más tarde a quienes
les seguían en importancia de fortuna en donde se les elevo a rango de ciudadanos, y así en
Regio, Turio, Megara, Tebas (en donde ni se podía ser mercader u artesano) en donde
gobernaban y tenían derechos políticos y estos eran inherentes a la fortuna y riqueza. Esta
aristocracia no solo fundaba su superioridad en la riqueza también en el rango militar así esta
clase gobernaba y protegía las ciudades, así los más ricos formaban parte de la caballería,
clase acomodada: hoplitas o legionarios y los pobres quedaron excluidos del ejército, a
mucho empleaban como vélites y peltastas o remeros de flota. La organización del ejército
respondía a la organización política.

Entre sus méritos la Aristocracia honró y estimulo el trabajo, más valor político al más
trabajador favoreciendo el desarrollo de la industria y comercio como también el progreso
intelectual obedeciendo la instrucción la primera necesidad y la inteligencia el más poderoso
resorte para triunfar en los negocios humanos. La aristocracia se distinguía al no
fundamentarse en el poder de los dioses ni en un influjo mágico que hiciera someter a los
hombres y no se podía legitimar en la tradición a diferencia del Eupátrida, generando una
gran inequidad la cual el hombre busco derribar atacando l a la aristocracia para de esta
manera penetrar en el órgano político, las revoluciones lograron derribar principios,
tradiciones y leyes que ya no había que obedecer y estas se presentaron de forma diferente,
podemos diferenciar que las poblaciones cuyo principal factor de riqueza es el suelo
perduraron más que por ejemplo Atenas cuya riqueza se basaba en el comercio e industria y
fue más atacada por las clases inferiores, demostrando que la aristocracia griega era más débil
que la romana, ya que la griega no se podía oponer con argumentos de protección divina.

La fuerza de las armas fallo por las constantes guerras que diezmaban a las clases altas al
tener la primera línea de combate y así le daban más fuerza al partido popular; ejemplo: Roma
la conquista de Samnio destruyo el patriciado y dejo solo la tercera parte de las familias que
conformaban la casta. Por esto se veían obligados a armar a las clases inferiores dándoles a
la clase pobre la importancia que las constituciones le negaban. Los Toetas se vieron
convertidos en remeros. Marinos y hasta soldados, comprendieron su importancia y se
volvieron más osados originando la democracia Ateniense. Tucidides necesitaba de sus
neodámodos, motaces e ilotas presuponiéndoles que al darles armas a estas clases oprimidas
los ponía en peligro de revolución, y que las ciudades deberían de imponerse a la ley que les
pusiesen los ejércitos. La guerra borro distancia entre la aristocracia y las clases inferiores
las cuales alegaban que las constituciones estaban en desacuerdo con el estado social y debían
modificarse, dándoles derechos políticos a todos los hombres libres. La plebe romana
determino tener comicios populares admitiendo a los proletarios sin división de clases,
formando así verdaderas asambleas populares y el sufragio universal; este último tenía un
valor mayor ya que permitía hasta al último ciudadano intervenir en todos los negocios,
nombrar magistrados, leyes, administrar justicia, decidir sobre la paz y guerra y redactar
alianzas. Era necesario el régimen democrático para que los pobres tuviesen amparo y los
ricos freno, formaron derechos políticos porque en contra del estado no sobrevivía nada; así
si no se lograba formar parte de la legión mandataria se encontraba en medio de la mayor
inseguridad.
CAPITULO XI
Reglas del gobierno democrático; ejemplo de la democracia ateniense
A medida que las revoluciones avanzaban era más difícil el ejercicio de gobernar por eso
eran necesarios mecanismos más complicados y delicados. Ejemplo el gobierno de Atenas
contaba con un gran número de magistrados, en primer lugar, conservo todos los de la época
precedente: el arconte que daba su nombre al año y velaba por la conservación de los cultos
domésticos; el rey que practicaba sacrificios, el polemarca, que figuraba como jefe del
ejército y juzgaba extranjeros, los seis tesmotcetas que administraban justicia, los diez que
consultaban los oráculos y hacían algunos sacrificios y acompañaban al rey; los diez
atlotcetas que permanecían cuatro años en actividad para pretender la fiesta de Baco; Los
pritaneos que en número de cincuenta estaban permanentemente reunidos para mantener el
hogar público y la continuación de los banquetes sagrados por esta relación Atenas
permanecía fiel a las tradiciones. Nadie se atrevía a romper con las antiguas formas religiosas
y la democracia mantenía un culto instituido por lo Eupátridas. Los magistrados creados
especialmente para la democracia, que no eran sacerdotes y velaban por los intereses
materiales de la ciudad estos eran primero las diez estrategas que se ocupaban de negocios
de guerra y política, diez astynomos que cuidaban la de la policía; los diez agoranomos que
cuidaban los mercados de la población y del Pireo, los quince sitifolicos que vigilaban la
venta de trigo; los quince metrónomos, que contrastaban los pesos y medidas; los diez
guardas del tesoro; los diez receptores de cuentas, y los onces encargados de la ejecución de
las sentencias, cada una de estas magistraturas era repetida por cada una de las tribus y cada
uno de los demos.

Siendo anuales estos cargos, casi todo individuo pasaba por ejercer estos cargos, los
magistrados sacerdotes se elegían por suerte y por el pueblo los que sólo ejercían funciones
de orden público, pero había cuenta precaución contra el sufragio universal, cada uno d ellos
elegidos sufría un examen ante el senado, los magistrados salientes o en areópago, pero no
porque se le exigiesen pruebas de capacidad o talento, sino porque se practicaba una
información sobre la probidad del aspirante y su familia, exigiendo sé que todo magistrado
tuviese un patrimonio de fincas territoriales, los atenienses tenían una gran facilidad para
apegarse a toda disciplina debido a los hábitos de obediencia que les habían sido imbuidos.
Respetaban al estado y a todas sus jerarquías representantes y no menospreciaban a los
magistrados por haber sido elegidos por ellos estando catalogado el sufragio como un origen
de donde emana la autoridad. Sobre los magistrados que su cargo era hacer ejecutar leyes
estaba el senado el cual era un cuerpo deliberante o consejo estatal que no ejercía ninguna
clase de soberanía. Por esto se renovaba cada año, este se componía de cincuenta pritanos
(sacerdotes del hogar) de cada tribu que deliberaban sobre los intereses religiosos o políticos
de la población. Pero estos al renovarse pasaban por una depuración y se descartaba al que
no parecía digno.

La asamblea del pueblo era el verdadero soberano, pero, así como en las monarquías bien
constituidas el monarca se rodea de precauciones contra sus propios errores, la democracia
estaba también sometida a normas invariables. La asamblea se convocaba por los pritanos y
esta se celebraba en un recinto consagrado por la religión, en la mañana los sacerdotes daban
una vuelta al Pnyx e invocaban la protección de los dioses, el pueblo se sentaba en bancos de
piedra y sobre una especie de plataforma más alta estaban los pritanos y adelante los
prohedras que presidía la asamblea, cerca de la tribuna había un altar que se consideraba otro
altar, sentados todos un sacerdote levantaba la voz para rogar a sus respectivos dioses que la
asamblea fuera bien para la mayor gloria de Atenas, después el pueblo respondía "invocamos
a los dioses para que protejan la ciudad. Que prevalezca la opinión del más sabio y sea
maldito el que nos de malos consejos, altere las leyes o informe al enemigo". Luego el heraldo
anunciaba por orden del presidente de que asuntos trataría la asamblea, la cual el senado
proponía los temas de los cuales debatirían. El heraldo decía "¿Quién quiere tomar la
palabra?" y los oradores subían a la tribuna en orden de edades y todos podían hablar sin
distinción de fortuna, pero debían probar que tenían derechos políticos, no eran deudores del
estado, que eran de buenas costumbres, que tenían un matrimonio legítimo, que tenían una
finca territorial en ática, que había cumplido con sus obligaciones, que habían tenido servicio
militar y no habían tirado el escudo en combate.

Por eso el pueblo ateniense se abandonaba a la elocuencia, los atenienses sentían la necesidad
de ilustrarse y no siendo la política un régimen de tradición pensaban que convenía pesar las
razones y era necesaria la discusión porque las palabras sólo podían llevarlos a la luz y la
verdad, y querían que se les mostrará el pro y contra de cada fase de negociación. El orador
era tan respetado que muy raramente se interrumpían las intervenciones ya sean Pericles o
Cleón, Esquines o Demóstenes, siempre el orador está dispuesto a llegar al término de su
discurso. Para Atenas era importante instruirse y se tomaban decisiones después del debate
para estar convencido de ello. La elocuencia era la palanca para la democracia, por eso lo
oradores tomaban el nombre de demagogos esto es de conductores de la ciudad.

El orador que vertiera ideas contrarias a las leyes existentes y para remediarlo tenía Atenas
magistrados especiales que se llamaban guardianes de leyes en número de siete, y vigilaban
la asamblea y se encargaban de proteger las leyes. El orador que atentara contra la ley podía
ser vetado o castigado. El cargo de excogitar la legislación pertenecía a los tesmotcetas los
que presentaban sus proposiciones al senado el cual tenía el derecho a rechazar las pero no
de convertirlas en ley, en caso de aprobación el senado convocaba la asamblea y ponía en
conocimiento el proyecto de los tesmotcetas, pero el pueblo no podía tomar una decisión en
el acto, difería la discusión para otro día y elegía cinco oradores que estuvieran en contra de
la ley y a favor de la antigua, luego el pueblo se reunía de nuevo y escuchaban los debates de
los oradores que estén en oro y en contra pero todavía no fallan, se nombra una comisión de
individuos que hubiesen ejercido como jueces y volvían a examinar el asunto, se oía de nuevo
los oradores y se discutía y deliberaba, si la ley era desechada no se podía apelar pero si era
aprobada se reunía al pueblo para que tomará la decisión.

Pero esto no se asumía como si la democracia cometiera faltas porque hay días en donde la
pasión se impone a la razón. Demostraban que las constituciones duraban a fuerza de
prudencia. La democracia le exigía a los individuos, que al menos debían reunirse tres veces
en la asamblea y no iba sólo a orar sino debía permanecer en la mañana allí, para el votar era
un asunto muy serio así fuera para elegir cargos públicos, para aprobar una ley o decidir sobre
la guerra y si este se equivocaba en promulgar una ley podía ser duramente castigado,
importaba mucho reflexionar y ver claro, porque un desastre de la patria reportaba a cada
ciudadano una ofensa a la dignidad personal a su seguridad y una merma a su peculio. El
deber del ciudadano era cumplir con sus obligaciones y cargos asignados durante el año pues
el estado era el entre más primordial. Oír a los magistrados, rendir cuantas a embajadores
extranjeros para los de Atenas examinar los negocios públicos y preparar los decretos que se
debían someter al pueblo. Ser ciudadano era primordial, le daba su sangre a la guerra y tiempo
a la paz y debía dedicarse exclusivamente a esta. La democracia se regía al trabajo de los
ciudadanos.
CAPITULO XII
Ricos y pobres, muerte de la democracia; tiranos populares
Cuando las revoluciones produjeron la igualdad entre los hombres, y no tuvieron estos ya
que combatir por sus principios y derechos empezaron la guerras de intereses, esta empezó
de forma diferente para todas pero tarde o temprano cayeron en tan deplorable luchas, al
haberse creado la clase pobre, tiempo atrás cuando cada individuo formaba parte de la gens
y tenía un amo, la miseria era casi desconocida, ya que el individuo era mantenido por su jefe
y este a quien prestaba obediencia debía subvenir a sus necesidades y el día que el hombre
se emancipo se enfrentó a las necesidades y dificultades de la existencia, la vida se hizo más
independiente pero más dura. La desigualdad de fortuna es inevitable en toda la sociedad que
no quiere permanecer en el estado patriarcal o tribu. La democracia hizo la miseria más
ostensible y la igualdad d ellos derechos políticos hizo resaltar la desigualdad de condiciones
económicas. Los principios económicos y las condiciones de trabajo no permitieron que las
clases se desarrollasen en buena inteligencia, pues el rico compra al pobre su trabajo y el
pobre subsiste trabajando al rico. Si esta desigualdad hubiera estimulado la actividad e
inteligencia humana no hubiera terminado en corrupción y guerra civil. Muchos ciudadanos
carecían absolutamente de industria y de comercio y no tenían recursos para aumentar la
riqueza pública a fin de darle algo al pobre sin quitarle nada a nadie y donde había industria,
los trabajadores eran esclavos. Sabiendo que en Roma y Atenas los ricos tenían talleres
trabajos por esclavos y los ciudadanos liberales estaban casi cerrados para el ciudadano, y
que varios trabajos eran con rendición de cuneta a sus amos (médicos, arquitecto y
constructores) la esclavitud constituía en una plaga que sufría hasta la misma sociedad libre
de este modo todas las ocupaciones ya vedadas hacían que el hombre despreciar a él trabajo,
así los hábitos económicos, las disposiciones morales y las preocupaciones todo esto impedía
al pobre salir de la miseria, la riqueza y pobreza no podían vivir en paz. Tenía el probé la
igualdad de derechos, pero su sufrimiento le permitía pensar que habría sido mejor la
igualdad de fortuna y así ellos percibieron que siendo dueños del sufragio podrían conseguir
lo que les faltaba. Empezó vendiendo su derecho al voto hizo pagar por asistir a la asamblea
y por juzgar en los tribunales y como estas actividades eran frecuentes podían vivir de ellas,
en Roma este ejercicio se hacía a la luz del día y en Atenas se ocultaba más, en Roma el
pobre al no formar parte de los tribunales se vendía como testigo, En Atenas como juez más
esto no sacaba al pobre de la miseria y se sumía en la degradación.
El pobre no bastándole organizo una guerra en contra de la riqueza, a principio se presente
como formas legales, cargándole a los ricos todos los gastos públicos, se les abrumo con
impuestos, se les hizo construir trirremes y se les exigió organizar fiestas al pueblo, después
se les decreto la confiscación de bienes por las más ligeras faltas y se les condenaba a
destierro por el único motivo de ser ricos, la fortuna del desterrado iba a a parar al tesoro
público, en donde este se filtraba en forma de trióbolo para distribuirse entre los pobres.
Usaron su derecho de sufragio para decretar aboliciones de deudas o confiscaciones masivas
a bienes.
Marcaron un precedente pues antes de esto se respetaba el derecho a propiedad porque tenían
fundamento las creencias religiosas, y éstas propiedades eran inseparables a los dioses
domésticos, por tanto, no se podía despojar a un ciudadano de la heredad, pero en la época
de las revoluciones se abandonaron esas creencias y desapareció la religión de la propiedad.
La riqueza ya no era terreno sagrado y se podía apoderar de esta despojando al que la poseía
y era considerado algo legítimo. No respetándose el principio superior al derecho de
propiedad sino se pensaba en la propia necesidad.

La ciudad (más para los griegos) tenía un poder ilimitado, que la libertad era desconocida y
que el derecho individual no era nada frente a la voluntad del estado, pues el sufragio podía
decretar que permitía el despojo de los bienes a los ricos fuera visto como algo legítimo y
justo para los griegos. Lo que el estado decretada eso era derecho. esto causó desórdenes en
Grecia, pero en Roma en donde el derecho a la propiedad se respetaba más hubo menos
convulsiones.

En Siracusa apenas se vio libre el pueblo del tirano Dionisio, cuando en la primera asamblea
decreto la repartición de las tierras. Aquí en esta parte de la historia griega los ricos forman
un partido y los pobres otros en donde los pobres quieren apoderarse de la riqueza y los ricos
conservarla o recobrarla, y los demagogos para ganarse a las muchedumbres desterrada a los
ricos y repartía a los pobres.

Las clases elevadas no fueron lo suficientemente inteligentes y virtuosas para ayudar al pobre
a salir honrosamente de la miseria, las ciudades flotaban entre revoluciones: una despojaba a
los ricos y otra que los volvía a poner en posesión de sus bienes, durando esto desde la guerra
de Peloponeso hasta la conquista de Grecia por los romanos. El rico y el pobre se volvieron
enemigos que vivían de un lado del otro: el uno codicia a la riqueza y el otro sabía que su
riqueza era codiciada, no había nada que los uniese, el pobre no podía hacer fortuna sin
despojar al rico, el rico no podía defender sus bienes sin usar la fuerza, en todas las ciudades
existía esa doble conspiración: el pobre empujado por la codicia y los ricos alimentada por
el miedo. Los ricos pronunciaban según Aristóteles "Juro ser enemigo del pueblo y hacerle
todo el daño que pueda".

Los odios borraban del corazón todo sentimiento de humanidad y llevaban el "en la guerra
todo se vale" en contra de la vida humana en Mileto los ricos expulsados se hicieron con un
grupo de niños de la ciudad y los hicieron pisotear por bueyes. Pero no le demos a la
democracia la culpa por estos excesos, pero reconozcamos que constituían la causa
desencadenante al no imponer respeto por sus normas y actuar según los intereses de un
partido y las ambiciones personales por encima de un derecho de cada cual. Según Platón "la
ciudad se convirtió en una masa de individuos amos y esclavos que se dejaban arrastrar por
sus instintos primarios" llamabase aristocrático al gobierno de los ricos y democrático al de
los pobres, pero ninguno aseguraba la verdadera democracia.

Alterada y corrompida esta concepción del gobierno por los intereses materiales paso por
distintas etapas, pasando de oligarquías violentas a tiranías insoportables, desde el siglo V a
II de nuestra era peligraban todos los conceptos republicanos en todas las ciudades de Grecia
e Italia (menos Roma) por el odio de los pobres y el descontento de las clases pudientes. Ya
cuando la clase pobre reconoció que de nada servía alzarse con el poder ya que cuando lo
perdían se iniciaba nuevamente desde cero la lucha, ideo establecer un régimen monárquico
conforme a sus intereses y asegurase para el porvenir las ventajas de su victoria, por eso creo
los tiranos, cambiando todo en los partidos, paso de ser una lucha entre aristócratas y
demócratas a por la libertad y la tiranía siendo en verdad la riqueza y pobreza quienes
pelearían. Libertad era el gobierno en donde los ricos estaban encima y defendía su fortuna
y tiranía era exactamente lo contrario, para llegar a la tiranía es necesario ganarse el apoyo
de la muchedumbre y declarar la guerra a los ricos y estos sólo se podían mantener en el
poder si satisfacían las ambiciones de la multitud y alimentar sus pasiones tuvieron ocasión
los griegos de conocer fácilmente que el gobierno republicano se cambia en despotismo
cuando no profesa un gran respeto a los derechos individuales y daban a entender a los
ciudadanos que el día en que un tirano tomaba el mando no tenían garantía en contra de él.

CAPITULO XIII
Revoluciones de Esparta
Esparta vivían sus propias contiendas internamente por eso se deduce que no haya vivido
varios siglos sin revoluciones TUCIDIDES nos dice que Esparta fue más atacada que
cualquier otra sociedad esto estaba oculto a los demás ya que el gobierno los ocultaba estas
sufrieron una lucha interna haciéndoles perder su identidad a causa de la invasión de otros y
desencadeno una lucha de poder interno entre la plebe y los iguales por el ejercicio del poder
unos defendían la monarquía para el pueblo y los otros la aristocracia.

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