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ISEGORÍA. Revista de Filosofía Moral y Política


N.º 48, enero-junio, 2013, 285-304, ISSN: 1130-2097
doi: 10.3989/isegoria.2013.048.16

Trabajo y ciudadanía en la filosofía


política de Fichte
Labor and citizenship in Fichte’s political philosophy
ALBERTO MARIO DAMIANI
CONICET-UBA-UNR, Argentina

RESUMEN. El objetivo de este trabajo es expli- ABSTRACT. The aim of this paper is to explain
car la conexión entre trabajo y ciudadanía en la the connection between labor and citizenship
filosofía política de Fichte. El trabajo comien- in Fichte's political philosophy. The paper be-
za con un examen de las nociones de cultura hu- gins with an investigation of the ideas of
mana y revolución política. Luego el derecho human culture and political revolution. After
a vivir del propio trabajo es presentado en el that, the right to be able to live from one's
marco de la teoría fichteana del contrato social. labor is presented whithin the framework of
Por último, las regulaciones estatales del trabajo Fichte's theory of the social contract. Lastly
humano se muestran como condiciones de la state regulations of human labor are presented
ciudadanía. as condition of citizenship.

Palabras clave: Fichte, trabajo, ciudadanía, re- Key words: Fichte, labor, citizenship, republic,
pública, propiedad. property.

El problema del fundamento normativo del rido garantizar mediante el pacto. En algu-
poder político comienza a recibir desde el nos autores, como Thomas Hobbes, este
siglo XVII una solución novedosa, que de- summum bonum se identifica con la seguri-
riva del rechazo del presupuesto clásico de dad de la vida de los ciudadanos frente a los
una politicidad natural del ser humano y se peligros de un estado de naturaleza adverso;
basa en la idea de un pacto entre individuos en otros, como John Locke, con la protec-
libres e iguales por naturaleza. Según esta ción de la propiedad privada de la que go-
solución, sólo el consentimiento de los ciu- zaban en ese estado; y en otros, como Jean-
dadanos, expresado en el pacto, autoriza al Jacques Rousseau, con la restauración polí-
Estado a ejercer el poder político. Esta tesis, tica de la igualdad y la libertad, gracias a la
sin embargo, es presentada de manera va- obra de una voluntad general.
riada en los textos de distintos filósofos mo- Johann Gottlieb Fichte puede ser consi-
dernos. Uno de los motivos de esta variedad derado como un heredero y un cultor tardío
reside en las diversas representaciones del de la tradición contractualista. Un rasgo tí-
bien supremo que los ciudadanos han que- pico de su teoría sobre el fundamento del
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poder político se deriva del modo en que destino del sabio.1 En ellas pueden regis-
concibe el bien supremo que los ciudadanos trarse algunos elementos que le servirán,
intentan obtener mediante el pacto y que el años más tarde, para postular una conexión
Estado debe resguardar. Este bien consiste, necesaria entre las nociones de trabajo y
para Fichte, en que todos los ciudadanos ciudadanía. La primera lección presenta cla-
puedan vivir del fruto del trabajo que reali- ramente el elemento antropológico del que
zan. Según esta teoría, el poder político depende la conexión mencionada. En esta
existe fundamentalmente para liberar el lección Fichte pretende responder la pre-
trabajo de los ciudadanos de las contin- gunta por el destino del hombre en sí (die
gencias del mercado. El objetivo del pre- Bestimmung des Menschen an sich) y de
sente trabajo es aclarar la peculiar conexión los medios para cumplirlo. Esta pregunta
que establece Fichte entre las nociones de tiene una importancia de primer orden ya
trabajo y ciudadanía. Para ello, se comienza que, según Fichte, no sólo la filosofía, sino
presentando la dimensión antropológica del también todo el pensamiento humano tienen
trabajo humano, tal como aparece en unas como fin únicamente responderla. Para acla-
lecciones que Fichte imparte en la Univer- rar el sentido de esta pregunta, Fichte co-
sidad de Jena: Einige Vorlesungen über die mienza distinguiendo las nociones de “el
Bestimmung des Gelehrten (1). Luego se re- hombre en sí” y de “el yo puro” (das reine
construye la relación que Fichte establece Ich). Esta última designa lo propiamente es-
entre el trabajo y la emancipación política piritual en el ser humano, haciendo abstrac-
en un escrito, publicado anónimamente, de- ción de toda relación con algo exterior, es
dicado a defender la Revolución Francesa decir, con el no-yo.
frente a los ataques de la propaganda reac- Las dificultades que se presentan a todo
cionaria: Beitrag zur Berichtigung der Ur- intento de aclarar ulteriormente la noción de
teile des Publikums über die franzosische yo puro se derivan del siguiente hecho. Un
Revolution (2). A continuación se recons- yo sólo puede ser consciente de sí mismo en
truyen los argumentos que llevan a Fichte a sus determinaciones empíricas, las que pre-
concluir, en su teoría del derecho natural suponen un vínculo con lo exterior, lo que
(Grundlage des Naturrechts nach Prinzi- incluye también al propio cuerpo. Sin este
pien der Wissenschaftslehre) que los ciuda- vínculo con el propio cuerpo, afirma Fichte,
danos de un Estado racionalmente consti- algo resulta absolutamente inconcebible, al
tuido deben poder vivir de su propio trabajo punto que ni siquiera puede ser conside-
(3). Por último se examina la definición de rado un objeto del pensamiento humano.
propiedad como el derecho al ejercicio de Frente a esta problemática noción de yo
una actividad libre y sus garantías estatales, puro, la noción de hombre en sí remite a un
tal como son presentadas por Fichte en la individuo aislado, considerado sin relación
teoría del Estado comercial cerrado: Die con otros seres racionales semejantes a él.
geschlossene Handelsstaat (4). En la noción de hombre en sí, por tanto, se
hace abstracción de toda relación social. La
1. En 1794 Fichte pronuncia en la Universi- pregunta por el destino (Bestimmung) de
dad de Jena una serie de lecciones sobre el este hombre se refiere, por tanto, a la dife-

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rencia específica del género humano, o sea, taria, o bien por la multiplicidad exterior que
a aquello que lo distingue de lo no humano. afecta a su sensibilidad. En el primer caso el
Para aclarar esta diferencia, Fichte co- ser humano está de acuerdo consigo y en el
mienza señalando que el ser humano es a la segundo es inconsistente y contradictorio.
vez racional y sensible (sinnlich). En cuanto La consistencia o plena concordancia del
ser racional, no existe como un medio que hombre consigo mismo aparece como exi-
garantice la existencia de alguna otra cosa gencia en dos ámbitos. Por un lado, en el
sino que él es su propio fin. En este sentido ámbito restringido de la ética, donde el im-
la existencia humana no es relativa a la perativo categórico ordena comportarse sólo
existencia de otra cosa, sino que tiene el ca- según máximas universalizables, cuyo cum-
rácter del ser absoluto. Por ello sostiene plimiento garantiza la concordancia de la
Fichte que si se considera al ser humano ex- voluntad consigo misma. Por otro lado, en
clusivamente como un ser racional, resulta el ámbito amplio de la antropología, Fichte
absurda la pregunta por el fin de la existen- sostiene que todas las fuerzas del ser hu-
cia humana. El ser humano, en cuanto ser mano deben coincidir y concordar entre sí.
racional, es el fin último de su existencia, ya Dado que en el aspecto sensible del ser
que “el hombre es porque es”. Sin embargo, humano encontramos sentimientos y repre-
si se pregunta por la naturaleza humana ín- sentaciones que dependen de múltiples co-
tegra, aparecen las determinaciones parti- sas externas, la plena concordancia de todas
culares de este ser absoluto. La conciencia las fuerzas humanas exige el esfuerzo para
de estas determinaciones sólo puede ser modificar esas cosas, para ponerlas en ar-
empírica porque supone la sensibilidad hu- monía con la forma pura del yo. Así, el tra-
mana, esto es, una facultad pasiva que per- bajo aparece en esta lección sobre el destino
mita recibir en la conciencia las afecciones del hombre como un medio necesario para
del yo. evitar la contradicción en la naturaleza hu-
De esta manera, si se consideran a la vez mana. Esta contradicción se produce tan
los dos aspectos contenidos en la diferencia pronto como nuestros sentimientos y repre-
específica del ser humano (racionalidad y sentaciones se encuentran determinados por
sensibilidad), esta diferencia aparece bajo la la multiplicidad de cosas externas, mera-
forma del siguiente mandato: el ser humano mente dadas a la sensibilidad. Mediante el
debe ser lo que es simplemente porque lo es. trabajo el ser humano es capaz de modificar
Este mandato significa que el ser humano voluntaria y conscientemente su sensibili-
íntegro debe esforzarse por comportarse dad, produciendo así nuevos sentimientos y
como un ser racional porque, en cuanto tal, representaciones. En la medida en que las
es su propio fin. Fichte presenta este man- cosas exteriores son el resultado del trabajo
dato como una exigencia de consistencia ra- humano, orientado por conceptos sobre
cional que se puede formular del siguiente cómo deberían ser esas cosas, las represen-
modo. Dado que el ser humano es a la vez taciones de las mismas y los sentimientos
racional y sensible, su existencia puede en- derivados de ellas no se originan en algo
contrarse determinada o bien por sí mismo, meramente exterior sino en cosas elabora-
por “la forma del yo puro”, por la razón uni- das consciente y voluntariamente por el ser

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humano. De esta manera, para evitar que la terminan cómo ellas deben ser gracias al
influencia de las cosas exteriores sobre la desarrollo voluntario de las habilidades, es
sensibilidad humana conduzca a un des- un medio para que el ser humano se apro-
acuerdo del ser humano consigo mismo, él xime, como ser racional, a la concordancia
debe transformarlas mediante su trabajo en consigo mismo, esto es a lo que Kant de-
productos realizados según conceptos, por- nomina “sumo bien”.2
que de ellas dependen sus sentimientos y re- La noción de trabajo aparece, entonces,
presentaciones. en esta temprana lección fichteana, no como
La posibilidad de modificar las cosas un mero medio para satisfacer necesidades
exteriores mediante el trabajo humano de- humanas, sino como un elemento inescin-
pende de dos factores: la voluntad o el pro- dible del destino del ser humano conside-
pósito de modificarlas y la habilidad para rado en sí, es decir, de su infinita aproxi-
hacerlo según este propósito. Esta última se mación a la plena concordancia consigo
adquiere y acrecienta con el ejercicio, que mismo. En las lecciones segunda y tercera,
modifica no sólo las cosas externas elabo- Fichte conecta el impulso a esta concor-
radas por el trabajo humano, sino también dancia con lo que denomina el impulso so-
al ser humano trabajador. Esta última mo- cial y con las distintas formas que adquiere
dificación se basa en la supresión de las in- el desarrollo de las habilidades humanas en
clinaciones y el desarrollo de las capacida- sociedad. Como ya se señaló más arriba, es-
des por las que el ser humano transforma la tas habilidades permiten que el trabajo hu-
realidad exterior mediante su trabajo. Fichte mano haga concordar las cosas externas
denomina cultura (Kultur) a la gradual ad- con sus conceptos. Sin embargo, los seres
quisición de habilidades que permiten mo- humanos no sólo se forman conceptos sobre
dificar tanto las cosas exteriores mediante el cómo deberían ser las cosas que los rodean,
trabajo, como educar al trabajador mediante sino que también se forman los conceptos
el desarrollo de sus capacidades. La cultura de razón y de acción racional. La realización
puede ser concebida de dos maneras distin- de estos conceptos fuera del pensamiento
tas: o bien como un medio o bien como humano no puede ser el resultado de una ac-
una finalidad del ser humano. Si el ser hu- tividad productiva que se logre mediante la
mano es considerado sólo como un ser sen- adquisición y el desarrollo de una habilidad,
sible, entonces la cultura debe ser concebida sino más bien una expectativa de cualquier
como su fin último, en cuanto lo mejor que ser humano: que el no-yo no se reduzca a un
puede hacerse con la sensibilidad es culti- conjunto de cosas privadas de razón y regi-
varla. Si, en cambio, se lo considera como das por leyes naturales necesarias, sino que
un ser sensible dotado de razón, entonces la se encuentre habitado también por seres tan
cultura debe ser concebida como el último racionales y libres como él, con los que
y supremo medio para perseguir la completa pueda entrar en sociedad. Las cosas son
concordancia del ser humano consigo meros medios que pueden ser usadas por el
mismo, lo que constituye su fin final. La ser humano y deben ser modificadas por los
gradual concordancia de todas las cosas ex- fines humanos. Los seres humanos, en cam-
ternas con los conceptos humanos, que de- bio, no pueden ni deben ser usados como un

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mero medio o como un material a transfor- un tipo de trabajo en una rama particular de
mar. Un ser humano no puede hacer a otro la producción. Decidir formarse y dedicarse
virtuoso, sabio o feliz contra su voluntad.3 exclusivamente a desarrollar una o varias
Estas deseables transformaciones, que pue- habilidades específicas significa ingresar a
den lograrse mediante la recíproca influen- un estamento.4
cia de los miembros de la sociedad, requie- De esta manera llegamos a una tercera
ren necesariamente de la voluntad, el caracterización de la noción fichteana de
esfuerzo y el trabajo del sujeto de las mis- cultura. Además de la adquisición gradual
mas. Sería contradictorio querer mejorar a de habilidades y de la influencia recíproca
otro a la fuerza. y universal de los miembros actuales de la
El perfeccionamiento es la meta última sociedad, la cultura supone una relación en-
de todos los seres humanos que entran en tre las distintas generaciones que componen
sociedad. Por ser una meta común, los el género humano. Ningún individuo nace
iguala. El destino del ser humano en socie- aislado ni encuentra frente a sí una natura-
dad consiste, entonces, en una aproximación leza en estado bruto, sino que todos nacen
interminable a la completa igualdad y uni- en una sociedad de seres humanos hábiles
ficación de todos los miembros como un su- para transformar la naturaleza mediante su
jeto único. La misma sólo puede lograrse trabajo en distintas ramas de la produc-
mediante la influencia recíproca y libre- ción. La inserción de cada individuo en un
mente aceptada de los seres humanos. Así, estamento particular y el consiguiente des-
la cultura es no sólo la adquisición gradual arrollo exclusivo de capacidades específi-
de habilidades para transformar las cosas cas, de aptitudes y habilidades particulares,
externas mediante el trabajo y al trabajador deben entenderse como la contribución que
individual mediante la educación, sino tam- realiza cada uno al trabajo colectivo ten-
bién la influencia universal del género hu- diente a perfeccionar la especie humana.
mano sobre sí mismo. Esta influencia es La imagen elegida por Fichte para ilustrar
una educación universal que satisface los este trabajo es la de “un engranaje univer-
dos impulsos sociales básicos que compo- sal de innumerables ruedas, cuyo resorte es
nen la cultura: el impulso a comunicar la libertad”5. Cada miembro del género hu-
nuestros conocimientos, a cultivar a otros mano, como rueda de este engranaje, intenta
en aquello en lo que cada uno está mejor saldar la deuda que tiene con la sociedad, o
cultivado, y el impulso a aprender, a dejar- sea, intenta ocupar un lugar, mediante el
nos cultivar por otros. La formación parcial empleo de la formación que recibió de ella,
de cada individuo se presenta así como un para emanciparla cada vez más de la natu-
patrimonio común de la especie humana. raleza.
Esta formación puede consistir o bien en el
desarrollo unilateral de una aptitud particu- 2. En su escrito sobre la Revolución Fran-
lar natural, desplegada como habilidad para cesa, Fichte postula una conexión necesa-
un tipo de trabajo específico, o bien en la ria entre el mencionado proceso cultural,
elección voluntaria de recibir una clase par- que permite al ser humano emanciparse de
ticular de educación, condición para realizar la naturaleza mediante la adquisición y el

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desarrollo de habilidades para el trabajo antropológica sobre el destino del género


colectivo, y el proceso político, que per- humano. Esta concepción postula que el
mite a un pueblo emanciparse del despo- verdadero fin último del ser humano es
tismo mediante el establecimiento de una puesto por “la forma de nuestro sí mismo
república de ciudadanos autónomos.6 La puro”. Todo aquello que en el ser humano
conexión mencionada es presentada en uno no pertenece a esta forma es la sensibilidad,
de los argumentos con los que Fichte pre- que sólo tiene el valor de servir de medio
tende justificar filosóficamente el derecho para estimular y renovar nuestras fuerzas
del pueblo francés a modificar su constitu- para el desarrollo cultural. En este texto,
ción mediante una revolución política. El ar- Fichte define la cultura como el uso de todas
gumento toma como punto de partida la nuestras fuerzas para lograr la completa in-
concepción filosófico-política propia de la dependencia respecto de nuestra sensibili-
modernidad, según la cual la obligación de dad, o en otros términos, de todo aquello que
obediencia de los súbditos sólo puede deri- no es nuestro puro sí mismo. El desarrollo
varse de un contrato originario, en el que cultural es posible, entonces, sólo mediante
cada uno autoriza a los magistrados a ejer- una lucha entre los dos aspectos propios
cer el poder del Estado. Admitido este punto del ser humano: la sensibilidad y la forma
de partida, la pregunta decisiva es si el con- pura de la razón. Esta lucha ocurre de dos
trato social puede contener una cláusula que maneras que representan dos tipos de acción
haga inmodificable la constitución, es decir, necesaria para la liberación de nuestro yo
la forma de gobierno establecida. La res- empírico. El primer tipo de acción exige que
puesta de Fichte es que las obligaciones de- la forma pura domine a la sensibilidad, a fin
rivadas de los contratos surgen exclusiva- de que ésta no condicione ni prescriba los fi-
mente de la voluntad de los pactantes y, por nes de la acción humana. El segundo con-
lo tanto, esta voluntad puede cambiarse. siste en el cultivo de la sensibilidad. Una vez
Cada modificación que éstos hagan del con- sojuzgada, la sensibilidad debe servir a la
trato suscripto resulta ser un nuevo contrato forma pura de un modo hábil y con todas
que deroga, al menos parcialmente, al ante- sus fuerzas.
rior y sólo obliga a quienes lo suscriben. Si Mientras que la forma pura del yo es
el contrato originario contuviese una cláu- completamente inmodificable, la sensibili-
sula que declarase inmodificable la consti- dad es el aspecto educable del ser humano,
tución estatal, la misma sería inválida porque que puede ser orientado hacia el cumpli-
entraría en contradicción con la naturaleza miento de los fines prescritos por esa forma
moral del ser humano, esto es, con la deter- a través del desarrollo cultural. La sensibi-
minación o el destino (Bestimmung) de la lidad, por tanto, no radica sólo en lo corpo-
humanidad indicado por la ley moral, o sea, ral o en las fuerzas del ánimo humano que
con lo que Fichte denomina cultura para la pueden ser determinadas por algo exterior,
libertad (Kultur zur Freiheit). sino que también el espíritu y el corazón
De esta manera se conecta en el Beitrag pueden ser educados mediante las repre-
el problema político de la transformación de sentaciones sublimes de la religión o del
la constitución estatal con la concepción arte. Tan pronto como la formación im-

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prime reglas a la sensibilidad, ésta puede ser des de la formación cultural. Esta política
orientada hacia fines determinados por la tiende a gobernar autocráticamente en el in-
forma pura del yo y se vuelve incapaz de re- terior de los Estados y a expandirse ilimita-
sistir. El ser humano se emancipa, así, me- damente hacia el exterior para transformarse
diante el ejercicio de dos derechos: el de do- en una monarquía universal. El absolutismo
minar la sensibilidad y el de hacerla servir. se presenta, entonces, como el principal obs-
Si no ejerciese el primero, la voluntad hu- táculo del desarrollo de la cultura, porque as-
mana sería dependiente de los impulsos pira a eliminar toda libertad de la voluntad
sensibles, las acciones humanas estarían de- humana. Fichte reconoce, sin embargo, que
terminadas por la sensibilidad y el ser hu- el gobierno absolutista tuvo como efecto no
mano ni siquiera podría querer libremente. sólo el dominio sobre los súbditos, sino tam-
Por otra parte, sin el dominio de la sensibi- bién sobre la sensibilidad de los mismos, e
lidad, el ser humano se vuelve “un instru- incluso contribuyó parcialmente a la for-
mento ejecutado para armonizar en el con- mación de esa sensibilidad, mediante el
cierto del mundo sensible”.7 El dominio de desarrollo de las habilidades necesarias para
la sensibilidad es, sin embargo, sólo una el trabajo. El desarrollo de las ciencias y las
condición necesaria, pero no suficiente, de artes fue promovido por el absolutismo, por-
la acción humana. Si la forma pura del sí que lo utilizó como un nuevo instrumento de
mismo se limita a dominar la sensibilidad, dominación sobre los súbditos.8 Sin em-
sin hacerla servir para realizar sus propios bargo, las contribuciones involuntarias que
fines, la voluntad humana se vuelve impo- el absolutismo realizó al desarrollo cultural
tente. El ser humano sólo podría querer li- de la humanidad no lo autorizan a obstacu-
bremente, pero no ejecutar lo que quiere. lizarlo en el presente, violando así el dere-
Sin el servicio de una sensibilidad educada, cho humano al progreso político infinito.
la acción humana se encontraría atada a la Dicho progreso comienza con la modifica-
cadena del destino, aunque la voluntad hu- ción de la constitución y se dirige hacia un
mana fuese libre. En el ser humano inte- horizonte en el que el poder político se
gralmente emancipado, en cambio, a cada vuelve superfluo.
acto de la voluntad le corresponde su reali- Fichte conecta, entonces, el desarrollo
zación fenoménica en una acción transfor- cultural de las habilidades con la emanci-
madora del mundo sensible. pación política. El primero somete la natu-
Si se considera al ser humano como raleza (tanto la naturaleza sensible humana
parte del mundo sensible, su fin último sólo como la naturaleza externa) mediante el tra-
puede consistir en la mencionada cultura bajo humano. La segunda transforma las
para la libertad. Según Fichte, si la marcha constituciones del absolutismo monárquico
del género humano en la historia hubiese en constituciones republicanas. Esta cone-
sido conducida por la razón, la cultura para xión tiene, al menos, dos consecuencias re-
la libertad se habría desarrollado espontá- levantes para nuestro propósito9. En primer
neamente. La política del absolutismo mo- lugar, las constituciones que impiden o de-
nárquico ha impedido, por todos los medios, tienen el desarrollo de la cultura humana ha-
ese deseable desarrollo de las potencialida- cia la libertad deben ser modificadas para

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permitir ese desarrollo, y en ello consiste son presentadas en distintos pasajes de la


uno de los argumentos de Fichte en favor de Grundlage, fundamentalmente en la “De-
la Revolución Francesa. En segundo lugar, ducción del concepto de derecho”, en la
una constitución republicana debe promo- “Deducción del derecho originario” y en la
ver la cultura para la libertad, único destino “Doctrina del derecho de Estado”, referente
del ser humano, y al hacerlo contribuye a la a la legislación civil.
autodisolución gradual de la actividad esta- En la primera deducción mencionada,
tal. El pasaje revolucionario de una consti- Fichte intenta demostrar tres teoremas sobre
tución absolutista a una republicana tiene las determinaciones necesarias de la acción
como correlato la transformación de los de un ser racional finito, tal como el ser hu-
súbditos –sometidos a la voluntad arbitraria mano. La primera es que dicha acción es
del monarca– en ciudadanos, partícipes con una actividad causal libre sobre un mundo
iguales derechos de la soberanía popular. El sensible y exterior; la segunda es que esta
establecimiento de una ciudadanía sobe- actividad debe atribuirse también a otros
rana es exigido en el Beitrag como una con- seres semejantes y la tercera es que esta
secuencia del desarrollo cultural del género atribución implica una relación jurídica en-
humano, es decir, de la progresiva y gradual tre ellos. La explicación fichteana de esta re-
emancipación de la naturaleza externa e in- lación contiene una teoría sobre la génesis
terna, gracias a la adquisición, la forma- intersubjetiva de la conciencia que cada in-
ción y el ejercicio de las habilidades propias dividuo puede tener de su propia libertad.11
del trabajo humano. La conexión lógica entre estos tres teoremas
puede ser sintetizada del siguiente modo.
3. En los apartados anteriores se intentó La diferencia categorial entre fenóme-
mostrar que en las obras del período 1793- nos producidos por el mecanismo causal de
1794, Fichte expone algunos elementos de la naturaleza y los efectos de la propia vo-
una concepción filosófica sobre la necesa- luntad sobre la naturaleza sólo es posible
ria conexión entre las nociones de trabajo y para un ser racional finito, que se atribuya
ciudadanía. Esta concepción es formulada a sí mismo la capacidad de causar libre-
explícitamente por primera vez en su teoría mente modificaciones en el mundo sensi-
del derecho natural, nada menos que como ble. Esta atribución, sin embargo, contiene
un principio rector de toda constitución ra- la siguiente dificultad: si el sujeto la realiza
cional: todos los ciudadanos deben poder vi- reflexivamente en el interior de su con-
vir de su trabajo.10 Para reconstruir la justi- ciencia, se considera como un objeto, y los
ficación fichteana de este principio es objetos, según la filosofía crítica, son fe-
necesario remontarse a las condiciones que nómenos producidos por el mecanismo
hacen posible la cultura, entendida como la causal de la naturaleza. El camino refle-
influencia recíproca y universal de los seres xivo, por tanto, no permite alcanzar la au-
humanos en su destino de comunicar y toconciencia de la libertad de la propia vo-
aprender libremente las habilidades que per- luntad, o sea, no permite comprender la
miten transformar tanto la naturaleza exte- capacidad de causar libremente modifica-
rior como a sí mismos. Estas condiciones ciones en el mundo sensible. La solución

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propuesta por Fichte para salvar la men- mundo sensible. El reconocimiento de la


cionada dificultad se encuentra en su teoría propia capacidad para transformar el mundo
del reconocimiento intersubjetivo. Según sensible mediante el propio trabajo involu-
esta teoría, un ser racional finito sólo puede cra, necesariamente, el reconocimiento de
lograr la conciencia de su propia libertad, si una pluralidad de seres portadores de esa ca-
media una peculiar acción de otro ser ra- pacidad.
cional finito, denominada exhortación (Auf- Por ello Fichte sostiene que el ser hu-
forderung). Mediante una exhortación, un mano sólo es tal entre los seres humanos. La
ser humano puede invitar a otro a que ac- necesidad de la pluralidad de seres humanos
túe de manera autodeterminada. asociados, o de la sociedad, se sigue racio-
Quien exhorta a otro a actuar libremente nalmente del puro concepto de ser humano,
deja disponible para él una esfera en la que esto es, del concepto de género humano.
pueda realizar su libre actividad causal so- Para devenir seres humanos, racionales y li-
bre el mundo sensible. Dejar disponible una bres, los individuos deben ser formados,
esfera de acción libre para otro significa cultivados, educados. El proceso de adqui-
restringir la propia libertad y abstenerse de sición y desarrollo de habilidades para trans-
ejercer la propia actividad causal en la esfera formar el mundo sensible según conceptos,
que se dejó disponible al otro. De esta ma- por otra parte, contiene como condición la
nera, según Fichte, el sujeto exhortado se exhortación a la actividad libre de un ser hu-
vuelve consciente de su propia libertad, de mano a otro que lo reconoce como tal. De
su propia actividad causal sobre el mundo esta manera, la exhortación es una parte
sensible recién cuando otro sujeto restringe esencial del proceso educativo que el género
la propia actividad causal a una esfera par- humano realiza cuando sus miembros dan y
ticular, renunciando así a interferir en la reciben conocimientos, comunican sus ha-
que le deja disponible. Según esta concep- bilidades a otros y aprenden las habilidades
ción, recién cuando otro nos atribuye ra- que otros ya tienen. Esta libre acción recí-
cionalidad y libertad nos volvemos, por un proca que caracteriza a la vida humana su-
lado, conscientes de que somos seres racio- pone el hecho básico, primario, de la ex-
nales y libres, es decir, seres que no se en- hortación y el consiguiente reconocimiento
cuentran meramente determinados por la recíproco de las esferas de actividad, ex-
causalidad mecánica de la naturaleza, sino clusivas de los involucrados.
que son capaces de transformar esa natura- Esta concepción sobre el carácter nece-
leza de acuerdo con fines racionales, me- sariamente intersubjetivo de la autocon-
diante la actividad libre llamada trabajo hu- ciencia humana se propone deducir a priori
mano. Por otro lado, como dicha atribución el concepto de derecho, o en otras palabras,
proviene de otro sujeto, simultáneamente a demostrar que su validez se encuentra jus-
la conciencia de la propia libertad, los seres tificada racionalmente con independencia
humanos adquieren también conciencia de de cualquier reglamentación establecida
la existencia de otros seres semejantes, a sa- como convención arbitraria, vigente para
ber, seres libres y racionales, capaces de los seres humanos de una comunidad parti-
causar libremente modificaciones en el cular. Esta justificación reside en el si-

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guiente hecho: la comprensión que un ser propiedad privada de cada una de las partes,
humano pueda tener de sus propias con- reconocimiento denominado “contrato de
ductas como acciones libres presupone ne- propiedad” (Eigentumsvertrag).
cesariamente una relación específica con Fichte concibe el contrato de propiedad
otros seres humanos. En esta relación, cada como el primero de los tres momentos del
ser humano limita la esfera de sus propias contrato de ciudadanía (Staatsbürgerver-
acciones y reconoce las del prójimo. Fichte trag). En su deducción del derecho origi-
denomina “relación jurídica” a esta rela- nario, Fichte define el concepto de propie-
ción. dad privada del siguiente modo: “La parte
del mundo sensible conocida por mí y so-
“La relación entre seres racionales dedu- metida a mis fines, aunque sólo sea en el
cida, es decir, que cada uno limite su libertad por plano del pensamiento, es originariamente
el concepto de la posibilidad de la libertad de otro
mi propiedad, pero en absoluto en la socie-
bajo la condición de que éste mismo limite igual-
mente la suya por la del otro, se llama relación
dad, respecto de la cual podrían encontrarse
jurídica, y la fórmula ahora establecida es el ulteriores determinaciones”.15
principio del derecho”.12 Un primer aspecto de esa definición a
tener en cuenta es que la propiedad de un in-
Fichte pretende haber demostrado que el dividuo es relativa a los fines que tiene, es
concepto de derecho es una condición de la decir, a las metas que orientan su actividad.
autoconciencia, porque la misma supone la En segundo lugar, “la parte del mundo sen-
exhortación y la consiguiente restricción sible” a la que se refiere la definición no hay
que cada uno realiza del ejercicio de la pro- que entenderla como un conjunto de cosas
pia libertad a una esfera del mundo sensible materiales o una porción de territorio que
particular, dejando disponible una esfera pertenezcan en exclusividad a un indivi-
inviolable para las posibles acciones libres duo, sino más bien como una parte de los
de otros. La libertad que la relación jurídica posibles usos de las cosas materiales, a sa-
restringe consiste en el llamado “derecho ber, de los usos que le permiten al propie-
originario” (Urrecht), versión fichteana del tario alcanzar sus fines. En tercer lugar, se-
ius omnia de la tradición iusnaturalista.13 gún esta definición no es necesario que los
Éste comprende, por un lado, la inviolabi- posibles usos de cosas materiales para lograr
lidad y la libertad absoluta del propio cuerpo sus propios fines se den fácticamente, sino
y, por el otro, la libre influencia de cada uno que alcaza con que sean sólo pensados
en todo el mundo sensible.14 Este segundo como medios para realizar esos fines. Por
aspecto del derecho originario es limitado último, esta definición distingue dos for-
en la relación jurídica, porque de él se se- mas de considerar la propiedad: originaria-
guiría la colisión entre los derechos origi- mente y en sociedad. Como ya se indicó
narios de los individuos. Esta limitación del más arriba, originariamente cada uno piensa
derecho originario, denominada “relación su propiedad como la libre e irrestricta in-
jurídica”, sólo puede volverse efectiva, per- fluencia de su actividad en el mundo sensi-
manente y vinculante mediante un recono- ble. Las colisiones de fines o de derechos
cimiento público y recíproco del derecho de originarios subjetivos, que de esa influencia

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Trabajo y ciudadanía en la filosofía política de Fichte

resulta, exigen establecer una relación de re- fera. El fin particular es el producto que
conocimiento recíproco de límites autoim- cada uno se propone producir, los usos son
puestos, que sólo puede fijarse y determi- el trabajo hábil u oficio con el que se pro-
narse mediante un contrato de propiedad. pone producirlos y los objetos son las ma-
Por ello, en esta definición, Fichte advierte terias primas y herramientas necesarias para
que la misma requiere “ulteriores determi- realizarlos. El fin común y último de la ac-
naciones” si el derecho de propiedad es tividad productiva de todos los ciudadanos
considerado en la sociedad. es, dice Fichte, poder vivir (Lebenskön-
El contrato de propiedad tiene por ob- nen).18 El trabajo es la actividad libre reali-
jeto la distribución de las actividades de los zada por cada ciudadano en la esfera que ha
ciudadanos, o en otros términos, los usos de declarado y los demás le han reconocido a
los objetos que determinan las esferas res- través del contrato. Esta actividad es un
pectivas de cada uno. Quien suscribe dicho medio que tiene como objetivo fundamen-
contrato declara ante los demás ciudada- tal la conservación de la vida de todos me-
nos el fin al que pretende someter los obje- diante la satisfacción de sus necesidades
tos de su esfera, y todos le reconocen como básicas. El contrato de propiedad, consis-
propias las actividades tendientes a reali- tente en la declaración y el reconocimiento
zarlo. La propiedad de cada uno sobre los mencionados, se suscribe para garantizar
mencionados objetos es considerada sólo en que todos los ciudadanos de una república
cuanto su uso resulta ser un medio para al- puedan vivir de su trabajo. En la conexión
canzar el fin declarado. En consecuencia, di- entre el fin y el medio mencionados radica
cha propiedad se extiende sólo hasta el lo- justamente la originalidad y el carácter dis-
gro de ese fin.16 Por ello, Fichte sostiene que tintivo de la teoría fichteana de la propiedad
un mismo objeto puede ser usado como frente a las doctrinas tradicionales del de-
medio por distintos individuos para realizar recho natural.19 Esta conexión aparece cla-
cada uno su propio fin. ramente formulada en el siguiente pasaje.
Todos los fines que los pactantes decla-
ran y reconocen se subordinan a un fin co- “Obtenemos por lo tanto una determinación
más precisa del uso de la libertad concedido con
mún, no sólo de la vida y el esfuerzo hu-
exclusividad a cada individuo en el contrato de
manos en general, sino también del Estado propiedad. Poder vivir es la propiedad absoluta
que los garantiza: la satisfacción de las ne- e inalienable, de todos los seres humanos. Ya he-
cesidades básicas. “El fin supremo y más mos visto que les ha sido concedida con exclu-
universal de toda actividad libre es, por sividad una cierta esfera de objetos para un cierto
tanto, poder vivir. Todos tienen este fin y por uso. Pero el fin último de este uso es poder vivir.
eso está garantizado en general como la li- El logro de este fin está garantizado; este es el es-
bertad. Sin su obtención no serían posibles píritu del contrato de propiedad. El principio de
toda constitución estatal racional es: todo el
de ningún modo ni la libertad ni la perma-
mundo debe poder vivir de su trabajo.”20
nencia de la persona”.17
Mediante el contrato de propiedad, cada
Quienes suscriben el contrato de pro-
parte declara un fin particular como propio
piedad declaran y reconocen las actividades
y los usos requeridos de los objetos de su es-
específicas que se proponen realizar como
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ciudadanos de la república. De esta decla- hacer para que se restituya la situación es-
ración y de este reconocimiento se sigue una perada por todos los pactantes: que cada
distribución de esferas de actividades ex- uno pueda vivir del fruto de su trabajo. En
clusivas para cada uno, es decir, un dia- ese sentido, el segundo momento del con-
grama de la división social del trabajo, li- trato de ciudadanía es un contrato de pro-
bremente acordada por los ciudadanos. La tección (Schutzvertrag) o ayuda mutua, en
finalidad de esta distribución es que todos el que cada uno se compromete a contribuir
puedan vivir del trabajo que han elegido con la propia fuerza a asegurar la propiedad
aprender. Por ello, el contrato de propiedad de cada uno reconocida por el contrato de
y la constitución racional resultante son ins- propiedad. El compromiso asumido en este
trumentos jurídicos que garantizan la reali- segundo contrato se hace efectivo y vincu-
zación de esta finalidad humana. En este lante gracias a la potencia estatal instau-
contrato cada ciudadano les promete a todos rada en el tercer momento del contrato de
los demás que podrá vivir del trabajo que ha ciudadanía, denominado contrato de unión
elegido y los demás le han reconocido. Este (Vereinigungsvertrag).
reconocimiento no significa sólo una auto- De esta manera, el uso de la fuerza le-
rización a realizar dicho trabajo, sino tam- gítima, monopolizada por el Estado racio-
bién el compromiso de comprarle los pro- nal para proteger la propiedad de los ciu-
ductos del mismo.21 dadanos, no consiste en primera instancia
Los alcances de esta peculiar doctrina fi- ni fundamentalmente en una garantía del
losófica sobre la propiedad se advierten en disfrute de bienes poseídos de manera ex-
dos de sus consecuencias necesarias. En clusiva por los particulares, sino sobre todo
una república organizada según el concepto en la garantía de que cada ciudadano podrá
racional de derecho no hay ciudadanos po- vivir del fruto del trabajo que todos le han
bres ni ciudadanos completamente ociosos, autorizado realizar mediante el contrato
sino que todos los que trabajan pueden sa- de propiedad. De esta garantía estatal se si-
tisfacer sus necesidades y nadie puede sa- gue la segunda consecuencia mencionada.
tisfacerlas sin trabajar. La primera conse- Si el Estado se instaura para garantizar
cuencia se desprende del siguiente hecho. Si que todos podrán vivir del fruto de su tra-
alguien no puede vivir de su trabajo, ello in- bajo, todos le transfieren al Estado la fa-
dica que los demás pactantes no le garanti- cultad de supervisar el modo en que cada
zaron lo que habían prometido en el con- uno administra su “propiedad”, a saber, la
trato de propiedad y, por ello, lo liberaron de facultad de controlar que cada ciudadano
la obligación de reconocer sus propieda- trabaje en su esfera respectiva lo suficiente
des.22 Ante un necesitado, pierden su validez para poder vivir.23 Este control no es más
las esferas de producción distribuidas entre que el reverso de la protección garanti-
los demás ciudadanos mediante el contrato zada por el Estado, o en términos de
de propiedad. Dado que la única “propiedad Fichte, del “absoluto derecho de coacción”
absoluta e inalienable” de los seres humanos a la asistencia que tiene el ciudadano ne-
es “poder vivir”, la necesidad de uno vuelve cesitado, que no puede trabajar para satis-
alienable la contribución que cada uno debe facer sus necesidades.

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Mediante el contrato de propiedad fich- concepción corriente del mismo, que parte
teano, cada ciudadano declara su propiedad de principios opuestos.25 Según esta con-
y el resto la reconoce. Sin embargo, el con- cepción, el derecho de propiedad le otorga
tenido de esta declaración no es una enu- a una persona la posesión exclusiva de una
meración de los bienes que posee, sino una cosa. Los bienes inmuebles, y en especial la
indicación del oficio o profesión del que tierra, el suelo, son los objetos que más se
piensa vivir como ciudadano de la repú- corresponden con las cosas apropiables
blica. “Quien no sabe indicarlo –sostiene mentadas por esta concepción corriente de
Fichte– no puede ser un ciudadano del Es- la propiedad, porque es posible establecer
tado, pues nunca puede ser obligado a reco- claramente un límite espacial que excluya
nocer la propiedad de los otros.”24 La repú- de estos bienes a los no propietarios. Según
blica es el resultado de un contrato de esta concepción de la propiedad, la nobleza
ciudadanía entre quienes son capaces de constituiría el estamento de los grandes po-
transformar mediante su propio trabajo una seedores de bienes. Los integrantes de este
esfera particular del mundo sensible. De allí estamento serían no sólo los únicos y ver-
que la adquisición y el desarrollo de algún daderos propietarios, sino también los úni-
tipo de habilidad corporal o espiritual sean cos y verdaderos ciudadanos que forman
condiciones necesarias para devenir ciuda- parte del Estado político. El resto de los ha-
dano de una república organizada conforme bitantes del territorio estatal estaría excluido
al concepto de derecho. Por otra parte, el re- no sólo de la propiedad (de la tierra) sino
conocimiento de la “propiedad” declarada también de la ciudadanía y constituiría un
por el pactante, efectuado por los demás en estamento de súbditos, subordinado a la vo-
el contrato de propiedad, se realiza final- luntad arbitraria de los nobles.
mente como la autorización estatal para ejer- Frente a la mencionada concepción aris-
cer el oficio declarado por cada pactante. tocrática del derecho de propiedad, Fiche
Mediante el contrato de ciudadanía, el pac- sostiene que éste se identifica fundamen-
tante no sólo deviene ciudadano de la repú- talmente con el derecho exclusivo a una
blica, es decir, miembro del cuerpo político, determinada esfera de actividad libre. La
sino también miembro de un estamento par- propiedad no es, en sentido estricto, un de-
ticular, dedicado a una rama particular de la recho a poseer cosas de manera exclusiva
producción. El ingreso a un estamento par- sino a ejercer actividades. La misma con-
ticular es el significado concreto que ad- siste en el derecho a realizar un tipo de ac-
quiere el reconocimiento social al uso de tividad sobre una determinada clase de ob-
los objetos de una esfera de la actividad li- jetos y a excluir a otros de ese tipo
bre, que se presentaba de manera abstracta específico de actividad. La teoría fichteana
en la doctrina del derecho originario. concede que, en sentido figurado, se diga
que un objeto es propiedad de quien tiene el
4. En su teoría del Estado comercial ce- derecho a una actividad sobre él. Sin em-
rrado, Fichte se encarga de contraponer ex- bargo, según esta teoría, la propiedad pri-
plícitamente su novedosa teoría del derecho vada no resulta violada cuando dos o más
de propiedad con lo que presenta como la propietarios realizan distintos tipos de acti-

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vidad sobre una cosa. Por ejemplo, cuando el derecho a excluir a otros de cierta activi-
sobre una parcela un labrador cultiva cerea- dad libre reservada al propietario.
les, un pastor alimenta ganado entre la co- Al igual que en la Grundlage, Fichte
secha y la siembra, y el Estado hace extraer sostiene en su teoría del Estado comercial
minerales bajo su superficie. Ello indica cerrado que el efectivo ejercicio del derecho
que ninguno de los propietarios tiene dere- de propiedad no depende ni de la naturaleza,
cho a apropiarse de manera exclusiva de esa ni de la ley civil o positiva, sino que deriva
parcela, sino sólo un derecho propio y ex- de un pacto entre voluntades libres. Este
clusivo a darle determinado uso o a realizar derecho puede ejercerse sólo allí donde los
un tipo específico de trabajo en ella. particulares suscriben un contrato mediante
Fichte intenta mostrar que su teoría de la el cual cada uno renuncia a las acciones
propiedad, como derecho a ejercer una ac- asignadas a otro y dispone de las que de-
tividad, es preferible a la teoría alternativa, claró como propias. Por ello, el contrato de
que la concibe como el derecho a la pose- propiedad tiene por objeto sólo la división
sión exclusiva de una cosa. Para ello ad- del trabajo entre los miembros de una co-
vierte que el derecho de propiedad sobre co- munidad que pueden ejercer o abstenerse de
sas supone un derecho a impedir acciones una influencia recíproca. De este contrato
ajenas sobre ellas, o sea, un derecho a ex- Fichte deduce la distinción de estamentos y
cluir la actividad de otros. Entonces, el sig- sus diferenciaciones internas.
nificado del supuesto derecho a la posesión De las dos concepciones contrapuestas
exclusiva de una cosa puede reducirse a sobre el derecho de propiedad se siguen no
una prohibición de una acción ajena sobre sólo dos teorías opuestas sobre la ciudada-
la cosa. Por el contrario, el derecho exclu- nía, que podrían llamarse aristocrática y de-
sivo a una actividad libre determinada o a mocrática, sino dos concepciones diversas
realizar un tipo de trabajo humano no su- sobre la conexión del trabajo con la ciuda-
pone que exista necesariamente también danía. La concepción que identifica la pro-
propiedad sobre cosas. Por ejemplo, el de- piedad con la posesión exclusiva de una
recho a ejercer un oficio o una actividad cosa restringe la ciudadanía a los propieta-
profesional puede realizarse incluso cuando rios de tierras y excluye a los trabajadores,
ni las herramientas ni los materiales son cuya mayoría se mantienen ligados a esa tie-
propiedad del trabajador. Por ello, el dere- rra de la que no son propietarios. En cam-
cho a ejercer un determinado tipo de trabajo bio, la concepción fichteana, que identifica
no puede reducirse a un derecho de posesión a la propiedad con el derecho exclusivo a
exclusiva de cosas. Dicho brevemente, el una actividad libre, integra a todos los tra-
presunto derecho sobre cosas remite nece- bajadores como ciudadanos de la república.
sariamente a actividades, pero el derecho a Identificar el trabajo con una actividad libre
realizar actividades no remite necesaria- no implica aquí sólo la independencia del
mente a cosas. La conclusión extraída por trabajador respecto de los lazos tradiciona-
Fichte de este argumento es que el funda- les que lo ataban a la tierra, sino también la
mento de todo derecho de propiedad reside independencia respecto del azar, de la buena
no en la posesión exclusiva de cosas sino en o mala suerte que pueda tener cada trabaja-

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Trabajo y ciudadanía en la filosofía política de Fichte

dor particular para encontrar empleo en un Este disfrute es presentado por Fichte, por
mercado laboral. La república o Estado un lado, como algo condicionado a aquella
organizado según el concepto de derecho satisfacción. Recién cuando las necesidades
excluye la posibilidad de un mercado la- básicas de todos los ciudadanos resulten
boral en el que el trabajo de los ciudadanos efectivamente satisfechas, es decir, recién
sea ofrecido como una mercancía que cuando los productos indispensables se en-
pueda no ser comprada, esto es, excluye el cuentren disponibles en el mercado, es po-
desempleo.26 sible atender a lo superfluo, o sea, a lo agra-
Mediante el contrato de propiedad, los dable que una comunidad pueda disfrutar.
ciudadanos de la república fichteana acuer- Por otro lado, este disfrute, que se encuen-
dan libremente una división del trabajo ne- tra por encima del mínimo vital indispen-
cesario para la satisfacción de sus necesi- sable para sobrevivir, también resulta dis-
dades. Esta división evita, precisamente, tribuido de manera equitativa. Fichte se
que dicha satisfacción quede librada al azar encarga de señalar los modos de determinar
del mercado laboral. Poder vivir del propio cuantitativa y cualitativamente en qué puede
trabajo no es, para Fichte, un mero derecho consistir el carácter “agradable” de la vida
de los ciudadanos, cuyo ejercicio efectivo de los ciudadanos de una república. Un as-
dependa de circunstancias contingentes, pecto de ese carácter se encuentra en la ca-
sino que constituye la razón de ser de la co- lidad de los productos elaborados para un
munidad republicana formada por los pac- consumo más refinado. Otro aspecto con-
tantes a través del contrato de ciudadanía. siste en el disfrute del tiempo libre y en la
Este contrato adquiere en la teoría política calidad de las condiciones laborales. Por
de Fichte el sentido de una responsabilidad ello, Fichte le asigna a las expresiones “ri-
social asumida colectivamente por todos queza nacional” y “bienestar nacional” el
los ciudadanos para que la satisfacción de significado de que la totalidad de los miem-
sus necesidades no dependa de la contin- bros de la comunidad política pueda conse-
gencia mercantil, fuente de desigualdades guir goces lo más humanos posibles me-
sociales extremas, superadas en todo Estado diante un trabajo lo menos penoso y extenso
constituido de acuerdo con el concepto de posible. Cumplido el principio según el cual
derecho. todos los ciudadanos deben poder vivir de
su trabajo y ninguno pueda vivir sin traba-
“Precisamente es injusto que uno pueda pa- jar, Fichte presenta del siguiente modo la
gar lo superfluo mientras cualquier otro de sus exigencia de la limitación cuantitativa y la
conciudadanos no disponga de lo imprescindible,
mejora cualitativa del trabajo humano:
o no pueda pagarlo; y aquello con lo que paga el
primero de ningún modo es suyo por derecho en
“El ser humano debe trabajar, pero no como
el Estado racional.”27
una bestia, que cae de sueño bajo la carga que
lleva, y que después del restablecimiento apenas
De esta manera queda planteada la re- suficiente de su fuerza agotada, para el transporte
lación entre la satisfacción de las necesida- de la misma carga, es nuevamente hostigada. Él
des básicas y el disfrute de lo agradable por debe trabajar sin miedo, con ganas y alegría y
parte de los ciudadanos de una república. disponer del tiempo restante para elevar su espí-

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ritu y sus ojos hacia el cielo, para cuya contem- rie des deutschen Früliberalismus, Suhr-
plación él está formado”.28 kamp, Frankfurt a. M., pp. 259-337.
Buhr, M., “Die Philosophie Johann Gottlieb
Así queda claramente delimitada la fun- Fichtes und die Französische Revolu-
ción que Fichte le asigna al trabajo. El tion”, en: M. Buhr, D. Losurdo, Fichte
mismo es concebido como el único medio – die Französische Revolution und das
legítimo que pueden utilizar los ciudadanos Ideal vom ewigen Frieden, Akademie
de una república a fin de obtener los recur- Verlag, Berlin, 1991, pp. 9-73.
sos necesarios para lograr una finalidad co- Damiani, A. M., “El Fiche de Lassalle: an-
mún a todos los seres humanos: conservar tecedentes e influencias”, en: Deus mor-
la propia vida y hacerla agradable. La rea- talis. Cuaderno de filosofía política, 7,
lización de esta finalidad es una condición 2008, pp. 253-275.
necesaria para que puedan aspirar a la con- De Pascale, C., “Droit à la vie. Nature et Tra-
cordancia espiritual consigo mismos, ca- vail chez J. G. Fichte”, en: Archives de
racterística de los seres racionales en gene- Philosophie, 51, 1988, pp. 597-612.
ral y objetivo hacia el que tiende la Fichte, J. G., Beitrag zur Berichtigung der
formación humana, mediante el desarrollo Urteile des Publikums über die franzö-
de las capacidades y la adquisición de ha- sische Revolution (1793 y 1795), en: Jo-
bilidades. Esta formación no sólo permite a hann Gottlieb Fichtes sämtliche Werke,
los ciudadanos vivir del propio trabajo, sino herausgegeben von I. H. Fichte, Veit &
que también los emancipa gradualmente de Comp., Berlin, 1845/1846, Band VI.
los condicionantes que la naturaleza, ex- Fichte, J. G., Einige Vorlesungen über die
terna e interna, imponen a sus vidas. Por Bestimmung des Gelehrten (1794), en:
ello, el Estado constituido conforme a la Johann Gottlieb Fichtes sämtliche Wer-
razón, al garantizar que los ciudadanos pue- ke, herausgegeben von I. H. Fichte, Veit
dan vivir de su propio trabajo, contribuye al & Comp., Berlin, 1845/1846, Band VI.
progreso gradual e indefinido del género Fichte, J. G., Grundlage des Naturrechts nach
humano hacia la concordancia de la subje- Prinzipien der Wissenschaftslehre (1796-
tividad humana consigo misma. 1797), en: Johann Gottlieb Fichtes säm-
tliche Werke, herausgegeben von I. H.
BIBLIOGRAFÍA Fichte, Veit & Comp., Berlin, 1845/1846,
Band III.
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derecho natural”, en: Revista de filosofía H. Fichte, Veit & Comp., Berlin,
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Batscha, Z., “Die Arbeit in der Sozialphilo- Fichte, J. G., Der geschlossene Handelsstaat.
sophie Johann Gottlieb Fichtes”, en: Z. Ein philosophischer Entwurf als Anhang
Batscha, Studien zur politischen Theo- zur Rechtslehre und Probe einer künftig

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Merle, J.-Ch.,“Eigentumsrecht (§§ 18-19)”, ihre Stellung in der Rechtsphilosophie,
en: J.-Ch. Merle, (Hrsg.), Johann Got- Vittorio Klostermann, Frankfurt a. M.,
tlieb Fichte. Grundlage des Naturrechts, 1992, pp. 71-91.

NOTAS
1
Cf. J. G. Fichte, Einige Vorlesungen über die Bes- mente bueno hace feliz y que, por tanto, no hay felicidad
timmung des Gelehrten (1794), en: Johann Gottlieb Fich- posible sin moralidad. Cf. Vorlesungen, SW VI, 299.
3
tes sämtliche Werke, herausgegeben von I. H. Fichte, Veit Cf. Vorlesungen, SW VI, 309.
4
& Comp., Berlin, 1845/1846, Band VI, 309, en adelante: El sistema de los estamentos es deducido en otras
Vorlesungen, SW VI, seguido del número de página. obras posteriores a estas Vorlesungen, donde sólo se ocupa
2
En la edición danesa de las Vorlesungen, Fichte del estamento de los sabios o doctos (Gelehrte). Más ade-
agrega un párrafo en el que, por un lado, explica esta re- lante se mencionarán algunos aspectos de este sistema re-
ferencia a la noción kantiana de sumo bien y, por el otro, lacionados con el derecho de ciudadanía, tal como apare-
reproduce la crítica kantiana al eudemonismo. El sumo cen en la Grundlage des Naturrechts (1796/97) y en Der
bien de un ser racional dependiente de cosas exteriores geschlossene Handelsstaat (1800).
5
tiene dos aspectos: la bondad ética y la felicidad. La pri- Vorlesungen, SW VI, 311.
6
mera reside en la concordancia de la voluntad con la idea Cf. J. G. Fichte, Beitrag zur Berichtigung der Urteile
de una voluntad eternamente válida, expresada en la ley des Publikums über die französische Revolution (1793 y
moral; la segunda, en la concordancia de nuestra voluntad 1795), SW, Band. VI. En adelante: Beitrag, SW VI, se-
racional con las cosas externas. Frente a la tesis eudemo- guido del número de página.
7
nista, la deontología crítica sostiene que sólo lo moral- Beitrag, SW VI, 89.

ISEGORÍA, N.º 48, enero-junio, 2013, 285-304, ISSN: 1130-2097 301


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Alberto Mario Damiani

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En su quinta lección sobre el destino del sabio, res humanos, el hombre tiene realmente sus derechos sólo
Fichte critica la tesis que Rousseau había sostenido en su en comunidad.
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Discours sur les sciences et les arts (1750): las ciencias y Grundlage, SW III, 116.
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las artes son cómplices del despotismo, porque han con- La teoría fichteana de la propiedad reconcilia
tribuido a corromper las costumbres. Cf. Vorlesungen, dos derechos derivados de la relación jurídica: el dere-
SW VI, 335-346. En el Beitrag Fichte sólo parece conce- cho a excluir a otro del uso de un bien y el derecho a usar
der que las ciencias y las artes han cumplido también esa y desarrollar las propias capacidades sin depender de
función. otros particulares. En términos conceptuales, esta recon-
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En el Beitrag, Fichte conecta también su noción de ciliación permite concebir el derecho a excluir a otro como
trabajo con el origen de la propiedad privada, en una con- un medio para ejercer las propias capacidades y poder vi-
cepción que denomina “Teoría de la formación de la pro- vir de los frutos del propio trabajo. En términos políticos,
piedad” (Formationstheorie des Eigentums). La misma re- la misma implica una considerable limitación del derecho
sulta equiparable a la que John Locke formula en el de exclusión, tal como lo comprende la doctrina liberal de
capítulo quinto de su Segundo tratado sobre el gobierno la propiedad. Sobre los niveles conceptual y político de la
civil. Para un balance de las afinidades y los contrastes de reconciliación fichteana de estos dos derechos, véase: D.
las teorías de la propiedad de Locke y Fichte, véase: Z. James, “Fichte’s Theory of Property”, en: European Jour-
Batscha, “Die Arbeit in der Sozialphilosophie Johann Got- nal of Political Theory, 9, 2010, pp. 202-217.
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tlieb Fichtes”, en: id., Studien zur politischen Theorie des Grundlage, SW III, 212.
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deutschen Früliberalismus, Suhrkamp, Frankfurt a. M., pp. Jean-Christophe Merle advierte una importante di-
259-337: 261-263, 269. ferencia en la consideración de los fines humanos, entre las
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Cf. J. G. Fichte, Grundlage des Naturrechts nach actuales teorías filosóficas de la justicia distributiva y la
Prinzipien der Wissenschaftslehre (1796-1797), en: SW, concepción fichteana. Las primeras pretenden ser neutra-
Band III. En adelante: Grundlage, SW III, seguido del nú- les respecto de los fines particulares que pueden propo-
mero de página. nerse los individuos. Según esta exigencia de neutralidad,
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Una segunda deducción de esta conexión entre au- una teoría admisible debe permitir la búsqueda de todos los
toconciencia de la libertad e intersubjetividad es formulada fines de los particulares, sin favorecer ninguno de ellos.
por Fichte en el § 18 de Das System der Sittenlehre nach Fichte, en cambio, sostiene que si en la distribución de la
den Prinzipien der Wissenschaftslehre (1798), en SW IV, propiedad se consideran los fines que todos los seres hu-
pp. 212- 253. Para un examen de esta segunda deducción manos persiguen, éstos pueden subordinarse a un fin co-
véase el trabajo de V. Hösle, “Intersubjektivität und Wi- mún, consistente en poder vivir del fruto del propio trabajo.
llensfreiheit in Fichtes Sittenlehre”, en: M. Kahlo, E. A. Cf. J.-Ch. Merle, “Eigentumsrecht (§§ 18-19)”, cit. p.
Wolf, R. Zaczyk (Hrsg.), Fichtes Lehre vom Rechtsver- 167. David James, por su parte, sostiene que Fichte pro-
hältnis. Die Deduktion der §§ 1-4 der Grundlage des Na- vee por primera vez tanto un concepto de justicia distri-
turrechts und ihre Stellung in der Rechtsphilosophie, Vit- butiva en sentido moderno, como la exigencia de aplicarlo
torio Klostermann, Frankfurt a. M., 1992, pp. 29-52. políticamente. Cf. D. James, op. cit., pp. 215-216.
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Grundlage, SW III, 52. El contractualismo fichteano contiene una exigen-
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Para un examen de la relación que mantiene la doc- cia de responsabilidad social mutua de los pactantes, cuyo
trina fichteana de la exhortación con dicha tradición véase: contenido es el principio mencionado: que los ciudadanos
L. Siep, Praktische Philosophie im Deutschen Idealis- puedan vivir de los frutos del trabajo. Esta exigencia puede
mus, Suhrkamp, Frankfurt a. M, 1992, pp. 36 ss.; id., entenderse como una propuesta frente a los problemas eco-
“Naturrecht und Wissenschaftslehre”, en: M. Kahlo, E. A. nómico-sociales de una época, en la que buena parte de la
Wolf, R. Zaczyk (Hrsg.), Fichtes Lehre vom Rechtsver- población no puede ganar mediante su trabajo lo mínimo
hältnis, cit., pp. 71-91; J.-Ch. Merle, “Eigentumsrecht (§§ para sobrevivir. Manfred Buhr señala los textos de Ro-
18-19)”, en: id. (Hrsg.), Johann Gottlieb Fichte. Grun- bespierre referidos a esta exigencia de un mínimo vital uni-
dlage des Naturrechts, Akademie Verlag, Berlin, 2001, pp. versal y sostiene la correspondencia de la teoría fichteana
159-172. del período 1796-1800 con los lineamientos de la con-
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Fichte admite el carácter ficcional del derecho ori- cepción del Estado durante el período del gobierno revo-
ginario y del estado de naturaleza en que regiría sin res- lucionario en Francia. Cf. M. Buhr, “Die Philosophie Jo-
tricciones. Se trata sólo de una “posibilidad ideal sin sig- hann Gottlieb Fichtes und die Französische Revolution”,
nificado real”, resultado de una suerte de experimento en: M. Buhr, D. Losurdo, Fichte – die Französische Re-
mental realizado “en aras de la ciencia”. El mismo propone volution und das Ideal vom ewigen Frieden, Akademie
una abstracción metódica de la limitación de la libertad de Verlag, Berlin, 1991, pp. 9-73, esp.: 42-47. Héctor O.
cada uno, que encontramos en la formulación de la “rela- Arrese Igor extiende la influencia jacobina recibida por
ción jurídica”. Dado que sólo hay seres humanos entre se- Fichte hasta la deducción metafísica del cuerpo propio, for-

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Trabajo y ciudadanía en la filosofía política de Fichte

mulada en la Grundlage. Cf. H. O. Arrese Igor, “La he- como un derecho especial de los necesitados, que el Estado
rencia del jacobinismo en la deducción fichteana del se encarga de compatibilizar con el derecho de los propie-
cuerpo propio y del derecho a la existencia. Metafísica y tarios, sino que exige un reordenamiento legal de la pro-
política en el fundamento del derecho natural”, en: Revista piedad de los ciudadanos, derivado del contrato social y ga-
de filosofía y teoría política, 41, 2010, pp. 41-65. Richard rantizado por la fuerza coactiva del Estado. Sobre la
Schotky, por su parte, destaca las diferencias entre la con- originalidad de la posición de Fichte respecto del derecho
cepción individualista, sostenida por Fichte en el Beitrag de asistencia de los necesitados, dentro de la tradición del
para demostrar el derecho del pueblo francés a la revolu- derecho natural moderno, véase: J.-Ch. Merle, “Notrecht
ción, y la sostenida por los propios revolucionarios fran- und Eigentumstheorie im Naturrecht, bei Kant und bei
ceses, por ejemplo, Saint Just. Cf. R. Schotky, “Einleitung Fichte”, en: Fichte-Studien, 11, 1997, p. 41-61.
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des Herausgebers”, en: Johann Gottlieb Fichte, Beitrag zur Theodoros Papadopoulos advierte que Fichte en el
Berichtigung der Urteile des Publikums über die franzö- Beitrag no le atribuye al Estado esta facultad de supervi-
sische Revolution, Felix Meiner Verlag, Hamburg, 1973, sión sobre el trabajo de los ciudadanos, que le asigna en la
pp. VII-XI. De todas maneras, independientemente de Grundlage, como un derecho derivado del contrato de ciu-
esta cuestión, resulta claro que la deducción del derecho dadanía y señala como contexto jurídico las reglamenta-
a obtener un mínimo vital por medio del trabajo expresa ciones prusianas sobre el trabajo obligatorio para los men-
la preocupación de Fichte por los problemas de la realidad digos. Véase: Th. Papadopoulos, Die Theorie des
social de su época. Cf.: Z. Batscha, op. cit., pp. 278-281. Eigentums bei J. G. Fichte, ars una Verlagsgesellschaft,
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Grundlage, SW III, 212. En esta concepción el de- München, 1993, pp. 190-192.
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recho al trabajo y el derecho de propiedad engloban el de- Grundlage, SW III, 214. Fichte postula una relación
recho a la vida. Cf. C. De Pascale, “Droit à la vie. Nature orgánica entre los ciudadanos como miembros del Estado.
et Travail chez J. G. Fichte”, en: Archives de Philosophie, El trabajo de cada ciudadano sirve para satisfacer las ne-
51, 1988, pp. 597-612: 606. cesidades de los demás y las necesidades de cada uno se
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En Der geschlossene Handelsstaat (1800), Fichte satisfacen gracias al trabajo de los otros. De esta manera,
propone un modelo de economía planificada acorde a di- cada miembro/ciudadano contribuye permanentemente a
cho compromiso. conservar la totalidad orgánica del Estado y ésta, a su
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En la tradición del derecho natural moderno, que vez, garantiza la conservación de cada miembro/ ciuda-
atraviesa las teorías de Pufendorf, Locke y Kant, puede re- dano. Sobre esta relación orgánica véase: Grundlage, SW
gistrarse una solución típica del problema de la subsisten- III, 208-209.
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cia de los seres humanos carentes de propiedad. La misma Cf. J. G. Fichte, Der geschlossene Handelsstaat.
se basa en la previsión de un derecho mínimo de subsis- Ein philosophischer Entwurf als Anhang zur Rechtslehre
tencia, derivado como un residuo de la posesión común ori- und Probe einer künftig zu liefernden Politik (1800) en:
ginaria de todos los seres humanos a utilizar los recursos na- SW III.
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turales (dominium terrae). En esta tradición, el ejercicio de Batscha sostiene que el modelo de planificación
este derecho limita lo menos posible los derechos de los económica propuesto en Der geschlossene Handelsstaat
propietarios y se materializa como el deber de la caridad e no puede identificarse sin más con un socialismo de Es-
instituciones tales como las casas de pobres. Frente a esta tado, porque dicho modelo presupone el reconocimiento
tradición y en sintonía con el igualitarismo republicano de de la propiedad privada de los ciudadanos. Cf. Z. Batscha,
Rousseau, Fichte invierte por completo el planteo del pro- op. cit., p. 327, n. 102. Ello, sin embargo, no ha impedido
blema. Según las teorías sociales expuestas en la Grundlage una importante, prolongada y poco conocida recepción de
y en Der geschlossene Handelsstaat, el origen de la pobreza la filosofía política de Fichte en el pensamiento socialista
no se encuentra meramente en la fáctica insatisfacción de alemán desde mediados del siglo XIX hasta comienzos del
las necesidades básicas de los desposeídos, sino en un or- XX. Sobre esta recepción puede consultarse: A. M. Da-
den económico ilegítimo que distribuye la propiedad de los miani, “El Fichte de Lassalle: antecedentes e influencias”,
ciudadanos de manera azarosa y contraria al concepto de en: Deus mortalis. Cuaderno de filosofía política, 7, 2008,
derecho. La solución al problema mencionado, propuesta pp. 253-275.
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por Fichte en estos textos, no considera, a la manera del ius- Der geschlossene Handelsstaat, SW III, 409.
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naturalismo anterior, el derecho a la asistencia (Notrecht) Der geschlossene Handelsstaat, SW III, 422-423.

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