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Qué son los Valores, se preguntan en las organizaciones. Y aunque los terminan
redactando y se los lee bonitos, quedan como letra muerta o como simples ideales sin
consecuencias. Se publican en Internet, se imprimen y se pegan en cuadritos y allí
termina todo.
Más adelante, te explicaremos qué puede hacer la alta dirección de una empresa u
organización para que el código ético no sea letra muerta o simples ideales sin
consecuencia.
Primero, permítenos contarte lo que sucede cada vez que una organización convoca al
Prof. Mario Héctor Vogel para ayudarles a crear o actualizar su Plan Estratégico aplicando
método científico. Porque, en sus visitas a las empresas e instituciones, el Prof. Vogel
comprueba que 9 de cada 10 no tienen la metodología para crear un KPI que les ayude a
medir sus valores. Nos referimos tanto a los valores éticos como a los morales. Esto es
porque no tienen una metodología para medir el respeto, la honradez, la confianza, etc.
Si no se mide...
El Prof. Vogel siempre recuerda a una persona, a su mentor, el Dr. Robert Kaplan. Con él,
se formó personalmente en Balanced Scorecard. Y él solía decir -durante la capacitación-
que lo que no se mide no le importa a la alta dirección. Que si lo considerara importante,
ordenaría que se lo midiera. Lo serio y lo grave es el mensaje que se envía a todos dentro
de la organización.
Y nosotros opinamos que no solo los valores deben medirse con KPI. También la Misión y
la Visión. Si se hiciera, no leeríamos Visión, Misión y Valores que dan vergüenza ajena.
La mayoría de las veces, cuando el Prof. Vogel pregunta en una organización qué son
los Valores, recibe respuestas tales como:
Responsabilidad
Trabajo en equipo
Excelencia
Innovación
Como ves, son palabras expresadas en forma abstracta. Quizá se deba a que a algunas
organizaciones les cuesta crearles KPI y ejecutarlos.
Generalmente, cuando pregunta a los gerentes qué son los Valores para
ellos o qué es lo que hacen con estos valores, cómo los ejecutan o cómo
gerencian las actitudes personales de los colaboradores, lo miran como si
fuera el malo de la película.
Y puede resultar que, aunque sepan qué son los Valores y tengan la
convicción de poseer una escala de valores, no los estén aplicando de
manera consciente. Por eso no están impactando en las actitudes
personales de sus colaboradores y solo les queda el recuerdo de esa
convicción pegando valores en cartelitos dentro de la organización o
subiéndolos a su sitio web.
El 85 % de las organizaciones donde consultó el Prof. Vogel no hace nada con sus
valores. Porque no tienen KPI para medir su cumplimiento e impacto en las actitudes de
sus colaboradores. Y tampoco son claros en su redacción o son demasiado ambiguos.
Un buen ejercicio sería comenzar a definir claramente qué son los Valores,
jerarquizarlos y evaluar si -en las acciones y actividades diarias dentro de la organización-
se los ejecuta realmente. Si se toman decisiones basadas en lo que son los Valores, tanto
en lo individual como en el ámbito organizacional.
Los valores son principios o preceptos que guían el comportamiento de las personas.
Tienen que ver con lo que agrega algo a su existencia a partir de lo que -según cada uno-
debería ser el mundo. Y se relacionan con lo que cada persona considera que está bien o
mal. Y con las decisiones a tomar en determinadas situaciones o circunstancias.
En la sociedad, por otro lado, existen valores que están enmarcados por la historia, la
cultura y la religión. De allí que se conviertan en una convención que las mantiene
cohesionadas.
Una particularidad de los valores es que muchas veces no se necesita experiencia alguna
para reconocer su existencia. Y, sin embargo, existen y tienen gran peso en el
comportamiento de quien los posee. Y así como la construcción de la escala de valores
de una persona está fuertemente ligada a la crianza familiar y la educación, en el ámbito
organizacional está relacionada con políticas acordadas.
Ejecutar valores para crear valor en una organización o dejarlos como letra
muerta
¿Qué puede hacer la alta dirección de una empresa u organización para que el código
ético no sea letra muerta o simples ideales sin consecuencia?
Imaginamos que tú tendrás ideas sobre el tema. Nosotros tenemos las nuestra y te las
vamos a presentar.
También es conveniente que cada valor conste de más de un término o palabra. Por
ejemplo, hablemos de la honestidad. Si a "honestidad" le agregamos más de un término,
seremos más específicos. Digamos “honestidad en el uso de los recursos”.
¿Qué opinas? Es más específico que "honestidad" a secas, pues con honestidad a secas
el responsable de esa conducta podría interpretarlo a su modo.
Otro ejemplo de valores en una empresa es el respeto. Pero ocurre lo mismo. "Respeto"
no es específico. Pudiera parecer obvio, pero lo que no está expresado de manera
completa no necesariamente puede ser interpretado con claridad. ¿A qué respeto nos
estamos refiriendo? ¿Al respeto hacia la autoridad, hacia los iguales, hacia ambos?
Recomendamos elaborar entre cinco y siete valores. Y usar, para su difusión, todos los
medios comunicacionales al alcance. Incluso siendo creativos e innovadores para
garantizar que sean conocidos por todos los miembros.
El plus de esto es la confianza que se adquirirá a lo largo del tiempo y de las tareas
diarias.
Algunas buenas acciones o estrategias para poner los valores en ejecución en cualquier
ente podrían ser:
Los dos grandes grupos de valores son los valores morales y los valores éticos. De
ellos derivan todos los otros valores.
Se consideran valores morales aquellos valores intrínsecos de las personas y tienen una
fuerte carga de lo que se considera positivo o negativo, correcto o incorrecto.
Las personas que trabajan en una empresa tienen valores morales. Entre ellos:
Amor
Bondad
Paz
Respeto
Lealtad
Responsabilidad
Justicia
Estos son algunos de los valores morales de una larga lista. Aunque se caracterizan por
ser valores universales, en su adquisición van configurando la personalidad de un ser
humano.
Los valores éticos están más determinados por las sociedades, tienen fuerte carga
sociocultural y religiosa. Y por depender del contexto y la convivencia, pueden
modificarse.
Sin embargo, estas dos categorías de valores morales y valores éticos con frecuencia son
usados indistintamente.
Podría decirse que los valores éticos reflejan los principios que los sustentan. Mientras,
los valores morales se traducen en su aplicación, en el comportamiento o acción en que
se concretan.
Por esta razón, es fundamental que -en los documentos fundacionales (Plan Estratégico)-
estén claramente expresados. Porque es el primer paso para conducir a su aplicación o
para determinar si están incidiendo o no en la dinámica y resultados organizacionales.
Como toda la concepción estratégica, no es deseable que los principios o valores sean lo
que llamamos “letra muerta”, como hemos anticipado al comienzo de este artículo.
La lista de valores éticos en una organización puede ser muy extensa y dependerá de la
naturaleza de sus actividades. Pero podríamos decir que la siguientes lista es
considerada como ejemplo de valores de una empresa:
Responsabilidad
Respeto
Disciplina,
Esfuerzo,
Lealtad,
Perseverancia,
Prudencia
Tanto empresas como organizaciones en general deben contar con un corpus ético sin
importar su tamaño. Y este implica a todos sus integrantes si se necesita evaluar las
responsabilidades, pues recordemos que violaciones al código ético -dependiendo de su
gravedad e incidencia- puede acarrear sanciones.
Como se dijo al principio, los cambios en el entorno pueden obligar a una modificación de
los valores personales o colectivos. Cambios que pueden ser importantes. Cada nuevo
conocimiento, descubrimiento, cambio social, filosófico, científico, biológico o tecnológico
trae consigo una revisión y una puesta a tono con la realidad. Resistirse a ello es nadar
contra la corriente.
Incluso puede significar la supervivencia de uno o distintos tipos de entes. Pero el cambio
no significa necesariamente renunciar a aquellos valores personales que son universales,
inamovibles, sino a una redefinición en aras de seguir, con nuestras actitudes personales,
construyendo un mundo y una organización mejor.
Lecturas recomendadas
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En síntesis