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Sistema de colores para la

preparación mental
En los Estados Unidos, dentro del marco de los cuerpos del ejército y de las
fuerzas de seguridad del estado, se creó un sistema muy similar al que vemos en
las películas para evaluar el grado de amenaza de cualquier situación y poder
así poner en funcionamiento protocolos ya establecidos de antemano para no
tener que caer en el error de improvisar o pretender que bajo estrés vamos a ser
capaces de tomar decisiones inteligentes. Este sistema se llama el sistema de
colores para la preparación mental (o alerta mental).

Si funciona para ellos, me sirve a mi... es lo que yo pensé la primera vez que se
me explicó este sistema. Si los cuerpos de élite del ejército y la policía de los
EE.UU. lo usan, por algo será...

El sistema se le atribuye a un señor llamado coronel steve cooper, que es


famoso en la comunidad como uno de los mejores tiradores de tiro con pistola
defensivo. A él le debemos la mayoría de las técnicas modernas de tiro
defensivo con pistola y de defensa personal policial. El Coronel Cooper fue un
gran abogado del concepto que la mejor arma que tenemos es nuestra mente y
que, usándola de forma inteligente, podemos tener muchas más posibilidades de
éxito de sobrevivir a una situación real. Pero como veremos, aunque esta
técnica nace en la comunidad policial y militar, puede ser fácilmente
extrapolable a cualquier situación de defensa personal civil.

El sistema es simple. Empecemos por el primer nivel, color blanco. Despistado


y no preparado.

Este nivel hay que evitarlo como la peste, pues signi ca que si algo sucede no
voy a tener ninguna posibilidad de éxito y voy a perder la pelea o la vida...
(como veremos en un momento).

Nivel blanco significa que estoy en mi casa, con la alarma puesta, las ventanas
cerradas, el perro listo y la escopeta debajo de mi almohada... Bueno quizás esté
exagerando un poco... Ahora en serio, nivel blanco es cuando estoy
completamente convencido de que estoy seguro y nada va a molestarme.
Deberíamos estar en nivel blanco, sólo dentro de casa o en situaciones de
completa seguridad y tranquilidad. La triste realidad es que la gran mayoría de
gente pasa sus vidas dentro de este
estado...dentro y fuera de casa.

Pasemos ahora al siguiente nivel: color amarillo. Alerta pero relajado.

Nivel amarillo es cuando soy consciente de que ya no estoy dentro de mi


“castillo”, y que voy a salir al mundo real, por lo tanto, decido abrir los ojos y
despertar...

El nivel amarillo no es un nivel de paranoia, donde voy por la calle esperando


que me asalten ninjas de negro por las esquinas, sino simplemente una forma de
ser donde soy consciente de mi alrededor y de los peligros potenciales que
puede haber. La mentalidad debería ser la siguiente: hoy puede ser el día que
tenga que defender- me para salvar la vida, ¿estoy listo y preparado para ello?
Simplemente te das cuenta de que le mundo no es un lugar seguro y amigable
como nos han hecho creer, sino más bien un bosque o una jungla, donde puede
pasar cualquier cosa, y que tú estás preparado para lo que ocurra, pues te has
entrenado y has pensado en ello de ante- mano. Por lo tanto, ya estas por
delante del 95% de la población en ese aspecto. En condición amarilla puedes
estar durante periodos largos de tiempo, pues no estás segregando adrenalina y
no cansa. Así que mientras te cubras las espaldas, puedes estar en este estado de
forma sostenible.

Pongamos un ejemplo de cómo esto tiene mucha utilidad práctica: a fecha de


este escrito es muy común y muy triste ver estos videos filmados por cámaras
de seguridad en los que se ve a jóvenes tan absortos en su teléfono, que cruzan
la calle sin siquiera mirar y los atropella un vehículo. Muy triste y
especialmente penoso, cuando nos damos cuenta que una vida joven ha sido
segada trágicamente por algo tan fácil de prevenir.

Si esos jóvenes hubieran estado en condición amarilla, en vez de condición


blanca, estarían vivos todavía...

Así pues, condición amarilla es simplemente estar alerta, con los ojos abiertos,
conscientes de nuestro entorno y de lo que estamos haciendo para que no nos
atropelle un coche al cruzar la calle o nos tropecemos al bajar de la acera, o nos
choquemos con alguien simplemente caminando. Y no me refiero sólo a los
jóvenes que van con los ojos clavados en su teléfono, me refiero a los
conductores que van mirando el WhatsApp o escribiendo mensajes de texto
mientras conducen, o maquillándose, etc.

Siempre que estamos haciendo algo que no corresponde con la situación en que
nos encontramos, estamos fallando esta norma y hemos salido de condición
amarilla para caer en condición blanca cuando no debemos. Ya dije que
condición blanca

sólo debería existir en la seguridad del hogar u otro lugar que sabemos al 100%
que es seguro.

Estando en condición amarilla, no sólo evitamos accidentes estúpidos, sino que


aparentamos ser un objetivo difícil a los delincuentes y eso por sí mismo ya
puede evitar un porcentaje muy alto de agresiones. Además, si estamos alerta en
amarillo, podemos identificar esas cosas que están fuera de sitio, podemos
reconocer los mensajes que nos envía nuestro sexto sentido (el sentido de la
supervivencia) o las señales de miedo e incomodidad que se acumulan cuando
estamos entrando en una situación que no es segura... El mismo Cooper decía
del estado amarillo, es ese estado donde pienso: hoy quizás tenga que usar mi
arma...

Si estamos en amarillo, podemos reconocer esas señales, hacerles caso y pasar


al siguiente nivel, el nivel naranja. Alerta específica.

Nivel naranja es cuando pasamos a la acción, pero acción preventiva. Es cuando


algo capta nuestra atención y hacemos algo al respecto, pero la mayoría de las
veces suele resultar que no es nada, y bajamos inmediatamente a nivel amarillo
de nuevo.

Es decir, hemos notado algo extraño en esa persona en la calle que nos mira con
demasiado interés, o parece que nos está siguiendo... como ya hemos decidido
de antemano y tenemos protocolos para este tipo de situaciones, pasamos
inmediata- mente a la acción y cambiamos de acera, o nos encaramos a él y le
decimos algo (o lo que sea apropiado para esa situación) La persona se
disculpa, vemos que no es ninguna amenaza para nosotros y bajamos de nuevo
a amarillo y seguimos con nuestro día...

A esto se le llama nivel naranja, y también previene muchísimas desgracias,


pues el delincuente no solo ve que estamos despiertos y alerta, sino que le
hemos reconocido y le hemos robado el elemento sorpresa. La mayoría de
delincuentes en este punto desisten y nos dejan tranquilos para ir a buscar una
presa más fácil. Así que como diría Sun Tsu, hemos ganado la batalla incluso
antes de empezarla.

Lo que determina el color naranja es (a parte de que ya hemos tomado alguna


acción), que nos hacemos la pregunta en nuestra mente: si él ahora hace X,
entonces yo paso a nivel rojo.
Por último, hablemos de la condición roja, LA LUCHA.

El color rojo se le da a la fase donde la prevención no ha funcionado, la


escapatoria no es posible y la situación nos obliga a luchar. Esta es la fase roja,
cuando lo hemos intentado ya todo, cambiar de acera, dar vueltas a la redonda,
hablar con el atacante, razonar, usar el judo verbal, etc., pero no hay forma
humana posible de evitar la confrontación. Aquí es donde debemos tomar la
decisión de actuar antes que él de forma lo más agresiva posible, incluso
aparentando estar locos o fuera de control para intimidar al atacante. Debemos
pasar a la mentalidad de que vamos a ganar pase lo que pase, cueste lo que
cueste, y que esta noche no soy yo quien la pasará en el hospital...

Algunos cuerpos de seguridad o militares añaden un color más, el color negro,


para denotar que pasamos a la acción, pero vamos a tomar medidas letales
justificadas.

Bien, aquí tienes el sistema de colores del C. Cooper. Es un sistema altamente


útil y yo lo uso incluso con mis hijos, para jugar a juegos y preguntarles: A ver
familia... ¿en que color estamos ahora? y si ese señor de ahí viene directo hacia
nosotros para pedir la hora o un cigarrillo... ¿a qué color pasamos? Y si le
decimos que no tenemos, que nos deje tranquilos e insiste en preguntar algo
más o sigue acercándose, etc.

Estos son juegos divertidos, fáciles y altamente didácticos que uno puede jugar
con sus hijos, con su pareja, o simplemente imaginar dentro de su propia mente
y nos ayudaran a poder tener respuestas adecuadas al nivel de agresión o de
amenaza que podamos experimentar, pero respuestas ya tomadas de antemano.
No puedo sobre enfatizar suficientemente lo importante que es tener las cosas
ya pensadas y decididas de casa, y no solo eso, sino haber ensayado miles de
veces los posibles escenarios y haber escogido la acción más adecuada a cada
situación. Esto es fácil de hacer y salva vidas.

En nuestros cursos hacemos cientos de ejercicios de este tipo para cubrir las
situaciones más comunes que se experimentan en la defensa personal real. Para
más información joaquim_almeria@hotmail.com o www.joaquinalmeria.com.

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