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El juego es inherente al ser humano.

Entre otros objetivos el juego, en la etapa infantil, tiene una clara función
educativa, puesto que ayuda al niño a desarrollar sus capacidades motoras, mentales, sociales, afectivas y
emocionales; además de estimular su interés y su espíritu de observación y exploración para conocer lo que le rodea.
El juego como recurso didáctico, se convierte en un proceso de descubrimiento de la realidad exterior a través del
cual, el niño va formando y reestructurando progresivamente sus conceptos sobre el mundo, ayudándole a
descubrirse a sí mismo, a conocerse y formar su personalidad. Dada la importancia del juego, ¿cómo puede el
docente incorporarlo a su tarea educativa?

El juego como recurso didáctico, constituye una importante oportunidad para el desarrollo del niño desde un punto de
vista integral. Influye sobre el desarrollo psicomotor, puesto que gracias al juego el niño desarrolla el cuerpo, los
sentidos y otras características como la fuerza y el control muscular, el equilibrio, la percepción, la confianza en el
uso del cuerpo. También es importante para el desarrollo intelectual, ya que a través del juego, se estimula el
desarrollo de las capacidades del pensamiento y de la creatividad infantil, además de ser una oportunidad para
conoce su entorno y al mismo tiempo descubrirse a sí mismo. El juego también es importante para el desarrollo de la
sociabilidad, gracias a él los niños aprenden a relacionarse con sus iguales. Desde el punto de vista del desarrollo
afectivo o emocional, el juego les procurar placer y entretenimiento, le permite expresarse libremente. En definitiva, el
juego es una actividad vital e indispensable para el desarrollo humano.

Según las aportaciones de Piaget, en la edad infantil, se establecen dos tipos de juegos. De los 0 a los 2 años
encontramos el juego sensoriomotor. Éste consiste, fundamentalmente, en repetir y variar distintos movimientos. Por
otro lado, desde los 2 hasta los 8 años destaca el juego simbólico, a partir de este tipo de juego, el niño elabora
diferentes representaciones mentales: de sí mismo, de los demás, y del mundo de objetos que le rodea.

Para poder utilizar el juego como recurso didáctico en la etapa de Educación Infantil, el docente puede implementar
diversas estrategias, entre ellas destacan los rincones educativos y los talleres de juegos.

El rincón educativo es una estrategia que consiste en unos espacios concretos y delimitados dentro del aula donde
los estudiantes, de forma individual o en grupos, realizan al mismo tiempo diversas actividades de aprendizaje. Esta
metodología de trabajo permite responder a las diferentes necesidades, intereses y ritmos de aprendizaje de cada
alumno. El aula infantil puede ser organizada en rincones educativos de dos formas; entendiendo, por un lado, el
rincón educativo como un complemento más dentro de las actividades del curso, o por otro lado, entendiendo el
rincón educativo como un contenido específico a tratar en la programación. Llevar a cabo la organización del aula en
rincones educativos implica una serie de condicionantes a tener en cuenta como son el espacio, los materiales
educativos, el mobiliario, el tiempo, los agrupamientos del alumnado y la participación de otros adultos.

Por su parte, los talleres educativos implican una organización del aula mucho más compleja que la organización
por rincones educativos. Es una estrategia organizativa y didáctica que consiste en la realización de un trabajo en
grupo. Los talleres parten de las necesidades, intereses y motivaciones de los estudiantes, que son protagonistas del
proceso, tanto en la planificación, en la ejecución, en el resultado final, y en la evaluación.

La utilización del juego como un recurso didáctico, implica un cambio, no solo en la metodología de trabajo en el aula,
sino también en el papel que el docente tiene en el proceso de enseñanza y aprendizaje. El profesorado abandona
su papel de fuente del saber y del conocimiento, para establecerse como un mediador que debe encargarse de
presentar al alumnado diversas situaciones de aprendizaje. Además, el uso de estas metodologías, permite al
profesorado ofrecer una adecuada atención a los ritmos de aprendizaje de cada alumno.

Otro aspecto importante en la labor docente, a la hora de utilizar el juego como recurso didáctico, es la de favorecer
la interacción entre los alumnos, con especial atención a la elección de materiales y situaciones de aprendizaje,
cuidando la presentación y explicación al alumnado y a la vez potenciando el diálogo del alumno con sus
compañeros. Para ello, el profesorado debe conocer no solo las características evolutivas de sus alumnos, sino
también sus necesidades e intereses y motivaciones para poder crear situaciones atractivas e interesantes, que
fomenten la actitud de aprender y conocer.

Si quieres utilizar los talleres y los rincones educativos como recurso de enseñanza, así como, conocer las
actividades que puedes desarrollar en cada uno de estos recursos, puede realizar el curso titulado “El juego como
recurso didáctico en Educación Infantil”. Para más información puedes consultar los contenidos de la acción formativa
en el siguiente enlace.

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