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Universidad Maya

Salud pública II

Cecilia Judith Sánchez

Epidemiología y prevención de enfermedades


relacionados con alcohol

2°B
Integrantes
Leonardo Palomeque
Wendy Serrano
Giovanni Fuentes
Alhelí Cáceres

Tuxtla Gutiérrez, Chiapas


13-febrero-2019
Índice

Introducción ……………………………………. 1

Descripción del tema …………………………. 2

Bibliografías …………………………………….. 6

Anexos …………………………………………… 7
INTRODUCCION

El consumo del alcohol, ha sido reconocido como un factor de integración social y


favorecedor de la convivencia. Esto es, el alcohol es una de las bebidas
embriagantes, consumidas con moderación y en los contextos permitidos, reduce
la tensión, desinhibe y provoca sensaciones de bienestar. Los bebedores
"normales" disfrutan de las bebidas por esos efectos placenteros y aprecian
diferentes calidades de bebidas. Desafortunadamente, proporciones variables de
individuos en la población presentan problemas en su salud y en sus relaciones
interpersonales a causa del consumo inmoderado de alcohol.
El alcohol es una de las drogas que por su fácil acceso y poderosa propaganda
que recibe, se ha convertido en un verdadero problema social en casi todos los
países y en todas las edades a partir de la adolescencia. es la droga más
ampliamente empleada por los adolescentes en E.U. y México, aunque no
tenemos estadísticas, existen evidencias de un elevado índice de alcoholismo
entre los jóvenes, A continuación hablamos de algunos de los efectos a corto
plazo provocados por el alcohol.
El alcoholismo es una enfermedad crónica, progresiva y a menudo mortal; es un
trastorno primario y no un síntoma de otras enfermedades o problemas
emocionales.
La OMS define el alcoholismo como la ingestión diaria de alcohol superior a 50
gramos en la mujer y 70 gramos en el hombre una copa de licor o un combinado
tiene aproximadamente 40 gramos de alcohol, un cuarto de litro de vino 30 gramos
y un cuarto de litro de cerveza 15 gramos. El alcoholismo parece ser producido por
la combinación de diversos factores fisiológicos, psicológicos y genéticos. Se
caracteriza por una dependencia emocional y a veces orgánica del alcohol, y
produce un daño cerebral progresivo y finalmente la muerte.
EPIDEMIOLOGIA Y PREVENCION DE ENFERMEDADES

El consumo de alcohol es una práctica muy extendida, se estima que durante las
pasadas décadas se consumían entre 9-10 litros de etanol por habitante y año,
oscilando nuestro país entre el tercer y el quinto puesto mundial en lo que a
consumo de alcohol se refiere. A pesar de esa gran aceptación social, relacionada
con la larga relación histórica entre nuestra sociedad y el alcohol, el alcohol es tóxico
para la mayoría de tejidos del organismo. Su consumo crónico y excesivo se ha
asociado a numerosas enfermedades inflamatorias y degenerativas, es el tercer
lugar en factores de riesgo para la salud tras el consumo de tabaco y la hipertensión
arterial. Como factor de riesgo para la salud es 3 veces más importante que la
diabetes y 5 veces más importante que el asma. Se calcula que un 65% de la
población consume de forma regular bebidas alcohólicas; entre el 7% y el 10% de
nuestra población es bebedora de riesgo y un 50% de los bebedores de riesgo
cumplen criterios de dependencia, siendo este trastorno más frecuente en los
varones, doblando o triplicando el riesgo de presentar una dependencia al alcohol
con respecto a las mujeres y presentando un inicio más precoz. En términos de
consumo de alcohol, el 20% de los bebedores bebe el 80% de todas las bebidas
alcohólicas.

El alcohol es la segunda sustancia de abuso más consumida por detrás del tabaco
Un 76,7% de la población ha consumido alcohol el último año, el 14,9% consumen
alcohol a diario y el 5,5% son consumidores de riesgo . El abuso de alcohol es una
de las principales causas prevenibles de morbilidad y mortalidad en el mundo. Pero
el consumo abusivo de alcohol no solo perjudica al consumidor por ser el alcohol
una droga de abuso con causalidad en más de 60 patologías médicas, ya que su
relación con la violencia a nivel familiar y de género, con los accidentes laborales y
de circulación está claramente demostrada, y por ello los gastos indirectos son
mucho mayores.
Sus consecuencias de orden físico, mental y social tienen un gran impacto
sociosanitario, con importantes efectos diferenciales entre distintos grupos de
población, así como grandes costes sociales derivados tanto de la utilización de
los servicios sanitarios como de las pérdidas materiales y de producción que
ocasiona.

El alcohol, además de ser una droga adictiva y la puerta de entrada a otras


drogas, es la causa que provoca unas 60 enfermedades y dolencias diferentes,
incluyendo lesiones, trastornos mentales y del comportamiento, afecciones
gastrointestinales, cánceres, enfermedades cardiovasculares, pulmonares y
músculo-esqueléticas, trastornos reproductivos, así como daño prenatal, mayor
riesgo de parto prematuro y bajo peso al nacer.

Son los patrones del consumo de alcohol los que determinan los beneficios y
daños: dónde, qué, cómo, cuándo, con qué frecuencia y con quién bebe la gente
son todas influencias importantes. Al mismo tiempo, el consumo de alcohol, como
muchas otras conductas, se aprende, puede estar acompañado de elecciones
responsables y puede prevenirse la posibilidad de que cause daño.

Con gran frecuencia se reconoce al alcoholismo como la actual toxicomanía de


mayor relevancia y extensión a nivel mundial por su prevalencia y repercusión,
cuyas consecuencias se expresan como enfermedad y muerte. Sin embargo, aún
resulta polémico comprender si es el alcoholismo un problema médico que deriva
en problemas sociales o si, por el contrario, es un problema social que deriva, en
muchos casos, en problema de salud-enfermedad que afecta no solo a individuos,
sino también a la sociedad.
PREVENCION

1 .- Maten con tus hijos/as una comunicación fluida


Es importante que te mantengas accesible a tus hijos/as. Si ellos perciben que
al contarte algo van a ser escuchados es más fácil que acudan a ti ante
cualquier duda o problema que pueda surgirles

2. Establece normas y límites claros y acordes a su edad


Las normas y límites dan seguridad a vuestros hijos/as. Aunque se rebelen
contra ellos, necesitan saber lo que está bien y lo que no lo está. Por otro
lado, en el establecimiento de estas normas y límites, es necesario que
ambos padres estéis de acuerdo.
3. Habla claramente con tus hijos/as sobre los efectos del alcohol en los
adolescentes.
Los adolescentes no tienen sentido del riesgo. Es por ello que, aunque
escuchen noticias sobre los efectos negativos del alcohol, nunca piensan que
eso les puede ocurrir también a ellos/as.
4. Edúcales en valores y actitudes responsables a través de tu ejemplo.
Si estás tratando que tus hijos/as no consuman alcohol, no lo hagas tú
tampoco delante de ellos.

5. Refuerza sus comportamientos positivos


Si estableces con tus hijos una relación sana y coherente en la que les
marques aquello que no está bien, enseñándoles comportamientos
alternativos y premiando lo que hacen bien, será más fácil que acudan a ti
ante cualquier dificultad o duda. Si esto es así y están dudando sobre si
consumir alcohol o no hacerlo, es posible que traten de obtener información
preguntando a sus padres antes de hacerlo por cualquier otra vía, lo que os
dará seguridad a vosotros y también a ellos.

6. Enséñales a decir que no a pesar de la presión del grupo.


En la etapa de la adolescencia es muy importante la pertenencia al grupo de
iguales. Por ello, es posible que aunque vuestros hijos/as no beban alcohol, si
hay gente dentro de su grupo que lo hace, puedan recibir la presión de beber.
Enseñarles a confiar en sí mismos/as y a negarse a hacer aquello que saben
será perjudicial, es un seguro de vida para ellos/as. Además, no es
infrecuente que cuando un adolescente se niega a beber otros que piensan
como él pero no se atreven a decirlo, se sumen a su decisión.

7. El alcohol no hace a la gente más divertida.


Es muy frecuente que los adolescentes beban en grupo para desinhibirse y
deshacerse de sus complejos e inseguridades. Sin embargo, beber, aunque
puede en un primer momento engañar estos sentimientos negativos, no los
elimina. Más bien al contrario, volverán con más fuerza junto con los efectos
negativos de haber bebido. Por ello es importante que hables con ellos de la
posibilidad de divertirse sin necesidad de beber.

8. Enséñales la importancia del ocio saludable


En relación con el punto anterior, queremos señalar que es muy frecuente que
muchos adolescentes no sepan divertirse si no beben. Bajo la aparente
euforia y desinhibición que produce el alcohol, no piensan en las
consecuencias posteriores. Por ello, es necesario enseñarles alternativas de
ocio saludable en las que disfruten con sus cinco sentidos y se sientan bien
consigo mismos aprendiendo que no necesitan consumir ninguna sustancia
para pasarlo bien.
9. Trata de conocer las amistades de tus hijos/as
Es importante que trates de saber con quién van tus hijos/as y qué tipo de
amigos/as tienen. Incluso es positivo que les ofrezcas que se reúnan, en la
medida de lo posible, alguna vez en tu casa para que observes có mo se
relacionan entre ellos y la forma de comportarse que utilizan para pasarlo
bien. Así tendrás información relevante sobre las costumbres de tus hijos/as y
podrás intervenir a tiempo si fuera necesario.

10. Pide ayuda si la necesitas


Si consideras que tu hijo/a tiene problemas con el consumo de alcohol y no
sabes cómo ayudarle, no lo dudes, pide ayuda a los profesionales
especializados.
BIBLIOGRAFIA

1. Manual de diagnóstico y estadística de los trastornos mentales. DSN III.


Barcelona Toray-Masson,1983;180.

2. Piña CA, Madrigal BE, Cassuni GM. Daño genético producido por las bebidas
alcohólicas. Ciencia y Desarrollo. Vol XVII, México, 1991

3. Anderson P, Baumberg B, McNeill A. Alcohol in Europe. Report to the European


Commission. London: Institute of Alcohol Studies; 2005.

4. Chisholm D, Rehm J, Van Ommeren M, Monteiro M. Reducing the global burden of


hazardous alcohol use: a comparative cost-effectiveness analysis. J Stud Alcohol. 2004; 65:
782-93.
ANEXOS

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