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libro ilustrado 2o
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EDITORIAL
La ilustración a debate
102 44
ILUSTRACIÓN
Una cuestión de fondo
53
CLIJ
ILUSTRACIÓN De William Blake al Corte Inglés
La ilustración: primera lectura y
educación artística Asun Balzola
13
¿Arte mayor o arte menor:
60
Mesa redonda con editores
y libreros
19
Texto e imagen, ¿matrimonio a la
fuerza?
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Tendencias en los libros ilustrados
para niños
Felicidad Orquín
27 La ilustración a debate
IV Simposio de Salamanca sobre el
74
libro ilustrado
Recorrido histórico
Miguel Ángel Pacheco
NUESTRA PORTADA
Para una educación
32
Luis Fuella es un abogado metido a de la sensibilidad
ilustrador o, lo que es ¡o mismo, un Enric Satué
ilustrador que, a veces, tiene que
dejar aparcados los pinceles para
Aproximación al proceso de ilustración
Jesús Gabán
acudir al juzgado. Hace ya seis años
que compagina estas dos facetas
profesionales en apariencia sin
ningún punto de contacto y, en este
78
37 tiempo, ha ilustrado casi 40 obras,
entre libros de texto y de ficción.
Destacan en esta producción, los doce
Conclusiones
TINTA FRESCA
Grandes
Rodrigo Muñoz Avia
títulos de la colección La Pipa de la
Pau (La Pipa de la Paz)
protagonizada por un simpático
personaje, el talp Eudald (el topo
19
AGENDA
Timoteo), al que Fuella ha dotado
de una personal imagen.
41
Al margen de los libros, el grueso
AUTORRETRATO
de su obra, el artista también
ha ilustrado tarjetas navideñas
para Unicefy ha colaborado en
campañas publicitarias.
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EL ENANO SALTARÍN
Luis Fuella Ana María en el país de los pingüinos
CLU
Directora
Victoria Fernández
Coordinador
Fabricio Caivano
Cuadernos de Literatura Infantil y Juvenil Redactora
Maite Ricart
Diseño gráfico
Mercedes Ruiz-Larrea
Ilustración portada
Luis Fuella
Edita
Editorial Torre de Papel, S.L.
Amigó 38, Io Ia
08021 Barcelona
Tel. (93)414 11 66
Fax. (93)414 46 65
Administración y suscripciones
Susana Sanz
Gabriel Abril
Informática
Manuel López Naval
Impresión
Grafimarc, S.L.
La ilustración
a debate
P A R Q U E F E R I A L J U A N C A R L O S I, M A D R I D . ESPAÑA
P R O G R A A S S P E C A L E S
Cutting Edge • Project Rooms • The 20th Century Revisited • Latinoamérica en ARCO II
X Encuentros Internacionales en el Arte Contemporáneo • Mesas Redondas
R Ó X I M A S
1999, Feb. 11-16 Francia* 2000, Feb. 10-15 Italia*
(* Países Invitados)
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MADRID 12-17 DE FEBRERO
Parque Ferial Juan Carlos I • 28042 Madrid • Apdo. de Correos 67.067 • 28080 Madrid España
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fEMA
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Tel: (3.4-1) 722 50 17 • Fax: (34-1) 722 57 98 • e-maii: arco@ifema.es • http://www.arco.ifema.es Madrid
ILUSTRACIÓN
La ilustración: primera
lectura y educación artística
IV Simposio sobre Literatura Infantil y Lectura
Foto (de familia) de los asistentes al ¡V Simposio sobre Literatura Infantil y Lectura de Salamanca.
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CUJÍ 02
ILUSTRACIÓN
Felicidad Orquín, directora de la Fundación en Madrid, inauguró el Simposio con unas palabras de María de la Vega, subdire
general del Libro, la Lectura y las Letras Españolas del Ministerio de Educación y Cultura.
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CUJÍ 02
edición y en el desarrollo del programa bajadores culturales de nuestra riqueza menos importante: cuál es la función de
de bibliotecas escolares. Tales actuacio- y diversidad artística». este tipo de libros en el desarrollo del co-
nes no deben valorarse aisladamente, si- «Gracias al esfuerzo de estos artistas, nocimiento y la sensibilidad del niño. Y
no que es necesario considerarlas dentro los tesoros escondidos, los bosques má- su finalidad «tratar de revitalizar esta mo-
de un amplio conjunto de medidas reve- gicos, los muñecos que cobran vida, los dalidad de edición tomando conciencia
ladoras de un claro interés por la litera- cielos estrellados, los viajes imposibles, de su importancia».
tura infantil y juvenil, que incluyen el los talismanes, las naves espaciales y las Los temas propuestos a debate fueron:
Premio Nacional de Literatura en dicha palabras mágicas se reflejan en las ilus- Lectura de imágenes; El valor de la ilus-
modalidad y también el Premio a los traciones que guardamos en la memoria tración en las primeras edades; Los libros
mejores ilustradores de libros infantiles y que constituyeron nuestro primer abe- ilustrados como educación artística; Re-
y juveniles. Asimismo el Ministerio de cedario». lación texto/imágenes, autor/ilustrador;
Educación y Cultura colabora con otros Últimas tendencias en los álbumes para
organismos para el mismo propósito. Tal niños en España y otros países; y Refle-
es el caso de los Premios Lazarillo, tan- ¿Qué pasa con el libro xiones sobre el libro escolar ilustrado.
to en su modalidad para escritores como ¡lustrado? Las sesiones de trabajo del Simposio
en la denominada para ilustradores, en se articularon en torno a dos ponencias:
los que apoya a la Organización Espa- Los libros ilustrados, los álbumes, Ver para saber, de Teresa Duran, autora,
ñola para el Libro Infantil y Juvenil atraviesan un mal momento en España. ilustradora, crítica y especialista en LIJ, y
(OEPLI)». Apenas existen colecciones, ya que, las Reflexiones sobre el libro escolar ilustra-
«La importancia, que va más allá de pocas que había, han ido desapareciendo do, de Miguel Ángel Pacheco, Jesús Ga-
la estética, de la ilustración de los li- en los últimos años, y la producción se li- bán y Javier Serrano, los tres ilustrado-
bros infantiles y juveniles obliga a to- mita a un puñado de títulos anuales, en res; una mesa redonda sobre El editor y el
dos los implicados en la actividad edi- su mayoría extranjeros. Curiosamente, la librero, en la que participaron Esther Ru-
torial a un esfuerzo por estimular la edición de libros infantiles y juveniles bio (Editorial Kókinos), Xavier Blanch
producción propia y superar la actual atraviesa una muy buena racha y, ade- (Editorial La Galera), Ana Escarabajal
atonía en la edición de álbumes espa- más, contamos con un colectivo de ilus- (librería Escarabajal) y Pep Duran (li-
ñoles. La universalidad de lo ¡cónico y tradores cuya profesionalidad y prestigio brería Robafaves); una sesión de diapo-
la gran calidad de nuestros ilustradores está fuera de toda duda. Y sin embargo, sitivas comentadas por Felicidad Orquín
ha hecho posible que las principales cada vez se editan menos álbumes. Ana- sobre Ultimas tendencias de la ilustra-
editoriales de todo el mundo soliciten lizar esta situación era el objetivo del ción, y comunicaciones de Juan Farias,
sus trabajos, convirtiéndose así en em- Simposio, sin olvidar otro aspecto no escritor, Antonio Ventura, editor, Asun
Balzola, autora e ilustradora, y Raquel
López Royo, del Centro de Documenta-
ción de la Fundación. La conferencia de
clausura, con el título Para una educa-
ción de la sensibilidad, corrió a cargo de
Enric Satué, diseñador gráfico.
Enseñar a ver
La ponencia de Teresa Duran, Ver pa-
ra saber, se centró en la importancia de
la lectura de imágenes, y en la demos-
tración de los múltiples procesos que de-
sencadena —cognitivos y afectivos—,
fundamentales todos ellos para el desa-
rrollo del individuo. Comenzó con un
toque de atención, poniendo de mani-
fiesto cómo, curiosamente, nadie nos
prepara para ello:
«Nunca insistiré lo bastante en lo im-
prescindible que resulta un aprendizaje
de la visión, una necesaria formación es-
tética, paralela tanto para los adultos co-
Teresa Duran abrió el fuego con su ponencia, Ver para saber, sobre la mo para los niños, en una sociedad, la
importancia de saber leer imágenes. nuestra, que aunque hoy rinde culto a la
ILUSTRACIÓN
10
r>% i u n o
que tira las imágenes como si fueran klee-
nex. Sin embargo, esta primera fase de
recognición es esencial para el ejercicio
temprano de la memoria inteligente, o lo
que es casi lo mismo, del pensamiento
abstracto. Puesto que lo que el niño está
viendo y nombrando no es la realidad,
sino la representación, a veces muy esti-
lizada, de la realidad. Una realidad que a
veces puede estar muy lejos de lo coti-
diano, como el oso, la realeza... o el dra-
gón de siete cabezas, que ni tan siquiera
existe. Sobre estas figuraciones, no for-
zosamente realistas, se construye la ca-
pacidad de síntesis de nuestra mente. Lo
que no es poco».
«La segunda fase consiste en identifi-
carse. Es decir, no tan sólo en reconocer
lo externo, si no también en implicarse
experiencial y emotivamente con ello.
Sentirse triste o alegre si el personaje
llora o ríe sería un ejemplo fácil de esta
situación, que requiere fijar la atención
algo más de lo que es habitual. Llevo ob- Otro grupo de ilustradores del Simposio. De izquierda a derecha: Sofía Balzola, Asun
servando que hasta que casi tienen cua- Balzola, Arnal Ballesta; Noemi Vulcaniza v Pablo Díaz.
tro años, los niños no ven si el ciclista
del dibujo se va a caer o no, pues para
ellos la imagen es estática, aunque el fulgurante que, si se revela positiva, adulto... En definitiva, de cualquier otra
ilustrador haya escorado la bicicleta pe- multiplica en direcciones insólitas la ex- experiencia retenida en su memoria».
ligrosamente, perspicacia que después periencia cognitiva de los dos conceptos «¿Qué función cognitiva tiene esta
observan con creces. También debo re- que lo han originado. Eso es imaginar. imaginación? La de proyectar, anticipar,
marcar que no todas las ilustraciones per- Sencillamente sumar. Sumar experien- desglosar actividades nuevas, posibles o
miten una lectura de identificación que cias. Es imposible imaginar sin expe- fantásticas. El pensamiento proyectivo,
posibilite proyectar la propia experiencia riencia. La experiencia es memoria. Sa- que de lo que no es prefigura lo que pue-
del lector en la propuesta del ilustrador. bremos que el niño que mira un libro de ser, es esencial para la creatividad de
Hay demasiadas ilustraciones ante las imagina, cuando vea un avión y diga cualquier tipo. En definitiva, no hay
que no puedo preguntar si el paje entre- avión (ahora lo ha reconocido). Después ciencia ni ciencias, arte ni artes, sin ima-
ga o recoge la corona, si la Cenicienta abre sus brazos y se balancea de izquier- ginar. Y, dejando aparte el tributo de la
barre o hace gimnasia rítmica con la es- da a derecha y de derecha a izquierda imaginación a todas cuantas técnicas,
coba, o si allí se masca la tragedia que haciendo brrrrooommm-brrrrooommm ciencias, saberes y artes en el mundo
acontecerá en un página muy lejana. La (ahora se ha identificado). Y después han sido, dejemos constancia de que la
implicación afectiva con el relato es queda un instante parado, sus ojos bri- ilustración, entre otras fenomenologías,
esencial para el placer de la lectura, co- llan por el insight que se acaba de pro- contribuye a ello. Lo que no es poco. Por
sa bien sabida cuando se trata de textos, ducir en su interior y, soltando el libro lo tanto, la lectura visual potencia, entre
pero mal exigida cuando se trata de ilus- que cae a plomo sobre el suelo, exclama otras cosas, las facultades más inteligen-
traciones. Identificarse con la lectura vi- gozoso: ¡Ahora se cae, crash! Ha imagi- tes y progresivas de la persona, gracias
sual resulta la base del pensamiento pro- nado una nueva situación, algo que no al fenómeno de la memoria. Fenómeno
yectivo que, a su vez, es fundamental estaba en la historia que narraba el libro, en el que coincido con José Antonio Ma-
para el desarrollo de la personalidad y ni en el dibujo. Ha añadido. Y con la pi- rina en lamentar que ande demasiado
de la sociabilidad, los cuales, a su vez, cardía suficiente como para hacer que denostado en los ambientes pedagógi-
son los parámetros de la inteligencia quien se caiga sea el libro y no él, que un cos, puesto que La memoria no es un
emocional». instante antes era quien hacía de aero- lastre que debamos largar para ir más
«La tercera fase consiste en imaginar. plano. Porque ha anticipado las conse- ligeros, sino el combustible que nos per-
Resumiendo, el proceso imaginativo es cuencias de la caída. ¿De dónde ha saca- mite volar. Es un peso que no hunde, si-
algo así: por simple asociación, encade- do que los aviones caen? ¡Vete a saber! no que eleva. La memoria inteligente es
namos dos conceptos, la suma de los De los dibujos animados de la tele, de un un sistema dinámico. No es un almacén,
cuales produce un insight, una conexión juego, de otro libro, de un comentario ni un cementerio, ni un destino, sino una
1¿
"ÍLIJIO:
ILUSTRACIÓN
13
CUJÍ 02
ILUSTRACIÓN
T
sición del imperio, y sabemos que la
Disney cuando contrata creativos, no lo
ras la lectura de la ponencia de Te- Uester, la escritora y editora, Gemma Lie- hace porque quiera su creatividad, sino
resa Duran se abrió un turno de nas, y la propia ponente, Teresa Duran. que les dice: «oiga, usted es un dibujan-
debate en el que tuvieron especial te excelente, pero cuando haga los ojitos,
protagonismo los ilustradores, y en el hágalos con un piquito así, y las manos
que, más que sobre el contenido de la po- Al alcance de todos de esta otra manera». Esto son directri-
nencia —la recepción de la imagen y su ces. Por eso, por mucho que diga la gen-
importancia—, se habló sobre el trabajo Miguel Calatayud te, esto no es popular, no tiene raíz, no
del ilustrador y sobre la tradicional polé- Tengo un par de consideraciones que tiene esencia.
mica sobre la consideración de la ilustra- hacer a la ponencia de Teresa Duran, que Bien, esta era una cuestión. El otro
ción como arte mayor o arte menor. me ha parecido, por cierto, muy intere- asunto es el tema apuntado en la ponen-
Intervinieron en la discusión los ilus- sante. De nuevo hablamos de aspectos cia, de si debemos considerar las ilustra-
tradores Miguel Calatayud, Miguelanxo que creía que ya estaban superados pero, ciones de libros infantiles como un me-
Prado, Ulises Wensell, Gusti y Arnal Ba- puesto que en cuatro años las cosas en canismo para ir introduciendo al niño en
CUJÍ 02
el mundo del arte. Evidentemente, no.
Aunque sí creo que, de alguna manera,
hay como una especie de... no de fun-
ción didáctica, porque la ilustración es
para disfrutarla, pero si de responsabi-
lidad por parte del ilustrador. Porque, de
hecho, estamos ofreciendo una propuesta
visual, un lenguaje gráfico, que no digo
que vaya a ser su base para el conoci-
miento del arte, pero sí que va a influir en
la formación de su código de interpreta-
ción de la realidad, porque va configuran-
do en el niño unos mundos diferentes a
los de Walt Disney, la publicidad, la tele-
visión y demás bazofia. Y, aunque sean
armas muy flojitas, son las únicas que te-
nemos para hacer frente a una batalla a
priori perdida. Por eso, y aunque la sienta
como una responsabilidad muy gorda, no
podemos renunciar a ella.
Teresa Duran
Estoy de acuerdo con Miguel Calata-
yud en que una de las virtudes de la ilus-
tración es, justamente, que está al alcance DAVID McKEE, TWO ADMIRÁIS, ANDERSEN PRESS, 1977.
de un público muy amplio, muy numero-
so. Lo que se ve es para todos los públi-
cos, te gustará más o menos, tendrás unos
dibujantes preferidos y otros menos, pe-
ro de lo que no cabe duda es de que la
ilustración llega fácilmente a todo el
mundo.
En cuanto a la ilustración como vía de ;
iniciación al arte, estoy también de acuer-
do con Calatayud en el sentido de que hay
una preocupación ética por parte del ilus-
trador. En otro orden de cosas, creo que
existe la tendencia de considerar la ilus-
tración como «un arte pero menos» y
«un dibujo pero más», que no comparto.
Opino que la ilustración es arte en sí mis-
ma, un arte nuevo, que hace poco no exis-
tía tal como lo concebimos hoy. Pero no
hace falta que sea el paso previo al arte
con mayúsculas, es un arte en sí mismo.
Miguelanxo Prado
Insistiré en lo que se ha dicho hasta
ahora. Siempre me he negado a aceptar
que un código sea una iniciación a otro
código. Siempre me pareció una aberra-
ción aquella campaña de «Donde hay
un tebeo habrá un libro». Es decir, cada
código debe aprenderse de manera in-
dependiente. Incluso como autor, lo no-
to: no tiene nada que ver el código que
utilizo cuando pinto, con el que hago LEO UONNI, FUR KATZEN STRENG VERBOTEN GERTRAUD MIDDELFIAUVE VERIAG, 1981
ILUSTRACIÓN
servir cuando ilustro, o con el código utilizando, para saber cómo funcionan tiene una relación con un texto y, por tan-
gráfico que utilizo cuando hago histo- todos esos elementos con los que traba- to, unos condicionantes que la determi-
rieta. O sea que, para comprender, para jamos. nan como realista, no naturalista. Cuan-
aprender el código de la ilustración hay do se lanza un mensaje (texto) y éste está
que ver, hacer y girar entorno a la ilus- relacionado con otro que lo enriquece
tración. Educar la sensibilidad desde el punto de vista plástico, ambos
Por otra arte, estoy también de acuer- mensajes educan la sensibilidad y, por
do con algo que ya se ha dicho: lo que Mises Wensell tanto, preparan para lo que sea. También
nos ocurre, en este periodo finisecular De acuerdo en que la ilustración es un para contemplar arte. No es que eduquen
que todo el mundo admite dominado por arte en si mismo, pero ¿por qué no pue- para el arte, pero educan la sensibilidad
la imagen, es que somos analfabetos vi- de servir también como iniciación? Me del individuo que los recibe y que, des-
suales. Es decir, utilizamos la imagen de da la sensación de que se está excluyen- pués, estará preparado para lo que sea.
manera puramente autodidacta y muy do esa posibilidad. Sin embargo, en la
asilvestrada, y nos movemos en un mun- actualidad, la influencia que se ve en los Gusti
do muy endogámico, en el que muchas ilustradores procede del mundo pictóri- Me gustaría hablar del libro, de la ilus-
veces aquellos que elaboran, es decir, los co, no del mundo de la ilustración. Y no tración de los libros infantiles, pero ten-
autores, no sé hasta que punto conocen creo que eso sea ni deseable ni todo lo go que empezar diciendo que a mí me
también el código. No sé hasta qué pun- contrario. Pero no me parece mal que, cuesta entender todos esos estudios teó-
to están utilizando, estamos utilizando por poner un ejemplo, un chaval abra un ricos que sirven, que están muy bien,
ese código de una manera un tanto nai- álbum y vea en él algo que todavía no aunque yo prefiero guiarme por los sen-
ve. No por la forma final visual que se sabe qué es, pero que, con el tiempo, timientos. Es un tópico, pero creo que
utilice, sino por la forma conceptual en pueda reconocer en otro tipo de trabajo, cada persona es un mundo. Y, por ejem-
la que trabajamos con las imágenes. Ten- que puede ser una pintura de un museo. plo, cuando hablamos del arte, siempre
dríamos que comprometernos, tanto los A mí eso no me parece mal. hablamos de Picasso o de Miró. Sin em-
teóricos como los autores, a llegar real- No hay que olvidar que la ilustración bargo, para mi son arte la televisión y el
mente a conocer el código que estamos no es más que una pintura literaria, que cómic. Me crié con el cómic y me atre-
vería a decir que es un arte. Y no arte
menor. Es tan arte como la pintura de Pi-
casso.
Por otra parte, cuando ilustro un texto
no me planteo si traiciono al autor o no.
Yo leo su historia y la interpreto. Cada
ilustrador haría su propia interpretación,
de lo contrario todos dibujaríamos lo
mismo. En todo caso, una buena ilustra-
ción no es aquella que sólo es buena es-
téticamente, sino la que hace que el libro
sea más bonito, en el sentido de que se
lea mejor. A mí no me gusta hacer abs-
tracción de la historia; es verdad que, en
definitiva, dibujamos lo que queremos,
o lo que nos sale, o lo que podemos, pe-
ro siempre con el condicionante de la
historia.
Además, creo que hablamos mucho de
los niños, de cómo interpretan nuestras
ilustraciones, pero nos olvidamos de los
padres. Y, en definitiva, los libros fun-
cionan o llegan a los niños si previa-
Éi^^S^ mente han gustado a los padres. Enton-
ces, de la educación que tenga el padre,
de su cultura estética, dependerá que un
libro ilustrado de calidad llegue a las
manos de su hijo. Y lo mismo ocurre en
el colegio. Es un tema que a mí me gus-
taría que se debatiera.
JOHN BURNINGHAM, COME AWAY FROM THE WATER, SHIRLEY'. JONATHAN CAPE, 1977, Y, para terminar, opino que los que
ilustramos libros hacemos arte, pero sin dres me llevaban a un museo o a una ex- múltiples influencias de lo que ha sido la
olvidar que es un arte que se tiene que posición (lo que era raro, porque era una cultura visual desde hace mucho tiempo.
vender, por lo que hay muchos condi- familia humilde), y por lo que, desde lue- Esa conciencia de' narrador, por así de-
cionantes en este arte. No nos ponemos go, he aprendido después. Pero cuando cirlo, es importante además porque reco-
a dibujar porque nos da la gana, lo hace- me peguntan ¿tú qué eres?, ¿cómo defini- noce la fuente de la que hemos bebido los
mos por encargo. Aunque yo, cuando rías tu función como ilustrador?, siempre ciudadanos de este siglo: el cine, un fenó-
ilustro un libro, no lo hago pensando en contesto que soy un narrador. Y, a partir de meno que ha sido mucho más importante
si se venderá o no. Con lo cual, la base ahí, intento explicar todas las funciones y incluso que muchas de las corrientes del
es sana, es auténtica. todas las circunstancias que confluyen arte contemporáneo. Es más, pienso que
en mi trabajo de ilustrador. Porque no esa especie de hermana mayor de la ilus-
soy sólo ilustrador, sino también peda- tración que a veces tendemos a pensar que
Narrar con imágenes gogo de la ilustración, ya que doy clases. existe, que es la pintura, está en una enor-
Eso me ha obligado a reflexionar y a ra- me crisis desde que irrumpió algo tan im-
Arnal Ballester cionalizar muchas de las cosas que du- portante como ha sido el cine en la vida
Estoy muy de acuerdo con las últimas rante años había estado haciendo de una cultural de este siglo.
opiniones que mis compañeros han mani- forma inconsciente. Y he tenido que ex- Tengo la impresión de que los ilustra-
festado, pero cuando muchos de ellos han plicarlas a otros que querían ser ilustra- dores siempre tenemos que pedir per-
dicho con tanto aplomo que «somos deu- dores y que tenían la idea de que ser ilus- dón y legitimar de alguna manera nues-
dores de la pintura», me he sentido un po- trador es hacer acuarelas, o hacer unos tro trabajo; tenemos que explicar las
co extraño, pues me considero deudor, en dibujos más o menos elaborados desde conexiones que existen entre la ilustra-
primer lugar, del cine. De las sesiones do- el punto de vista de la composición, el ción y las otras artes. Sin embargo, en
bles del cine de mi barrio, que iban com- color, etc., pero que tenían una escasa no- mi opinión, la ilustración es arte. Es un
plementadas con los tebeos, muchas ve- ción de que, cuando ilustramos, estamos arte y punto. Ni con mayúsculas, ni con
ces lamentables desde el punto de vista contando una historia con unos medios minúsculas. Lo que ocurre es que den-
gráfico, ya no digo de contenidos, y tam- que no son los de la literatura, pero que, tro de la producción habrá ilustraciones
bién de lo que podía ver cuando mis pa- en tanto que medios gráficos, recogen menores como hay cuadros menores,
ILUSTRACIÓN
Gemina Lienas
Estoy muy de acuerdo con Arnal Ba-
llester, porque creo que ha metido exacta-
mente el dedo en la llaga, aunque no sé si
utilizaría la misma terminología que él,
porque no se si cuando dice «es un pro-
blema de mercado», entendemos todos lo
mismo. Para mí, mercado es volumen de
negocio. Y si fuera eso, realmente, la ilus-
tración y la literatura infantil y juvenil
(LIJ) en general, tendrían que tener un pe-
muchos cuadros menores. Yo creo que sobre el hecho de que se habla de la ilus- so extraordinario en todas partes, porque
estamos inmersos en una crisis global tración restringiéndola mucho al terreno generamos más volumen de negocio que,
de todas las formas de narración y es de los libros infantiles y juveniles, que por ejemplo, la literatura de adultos. O sea
absurdo intentar mantener las divisio- es nuestro tema, pero tengo que recordar que creo que no es un problema de mer-
nes renacentistas y neoclásicas y del si- que hay una ilustración adulta que se cado en términos económicos; es un pro-
glo pasado, cuando estamos hablando manifiesta, no sólo a través de la prensa, blema de otra índole, pero va por ahí. Es
de creación o de arte. Ahora bien, esto sino también a través de la ilustración de decir, los ilustradores estáis asociados a
no responde a la cuestión que aquí nos libros para adultos. Una práctica muy los que nos dedicamos a la LIJ, y eso tam-
ocupa, que es por qué demonios la ilus- saludable que existe en países civiliza- bién está desprestigiado, desgraciada-
tración sigue considerada como un arte dos (no es el caso del nuestro), y que ar- mente. Últimamente me ha tocado asistir
menor. Yo respondería de una forma tistas contemporáneos de esas «artes a algunas mesas redondas, debates, etc.,
que, a lo mejor, parece muy bruta, pero mayores» han practicado con asiduidad, en los que están invitados autores de LIJ,
que es clara: se trata, esencialmente, de empezando por Picasso, por ejemplo. Y y me sorprende comprobar que no hay ni
una cuestión de mercado. Y es que he esos artistas no consideraban que eso un especialista en LIJ, sino que la mayoría
leído cantidad de documentación sobre fuera una cuestión menor; para ellos era son autores de adultos que han hecho in-
el asunto, he intentado buscar paráme- una manifestación de un mismo hecho cursiones en este campo, unas veces con
tros de tipo cultural, de calidad de los creativo. Y ahí tengo que discrepar con fortuna y otras con muy mala pata, la ver-
autores, de capacidad comunicativa, de Miguelanxo Prado: dudo que nadie pue- dad, pero ahí están. Y entonces siempre
capacidad de incidencia, etc. y sólo he da pintar de manera diferente cuando pienso: y toda la gente que de verdad se
encontrado una razón: la ilustración ha hace un cómic o cuando ilustra. A no ser dedica a lo juvenil y a lo infantil desde ha-
quedado reducida a unos ámbitos con- que se produzca una escisión en el ilus- ce tanto tiempo, ¿dónde está? La res-
siderados secundarios por razones de trador de este tipo: cuando ilustro, in- puesta: seguramente es que «no viste».
mercado. conscientemente, estoy haciendo un arte Y nos pasa a todos. A los que ilustráis y
También quisiera llamar la atención menor; en cambio, cuando pinto, ahí es- a los que escribimos. •
•
ILUSTRACIÓN
Texto e imagen,
¿matrimonio a la fuerza?
Las relaciones entre texto e imagen y entre escritor e ilustrador fue otro
tema de debate importante durante el Simposio, El autor Juan Parias
defendió la incompatibilidad entre esas dos formas de expresión que son
la escritura y la imagen, mientras que Antonio Ventura, editor, se refirió
a los álbumes ilustrados, destacando que las mejores obras en este
ámbito se dan cuando autor e ilustrador son la misma persona. En las
discusiones posteriores se analizó afondo la función de la ilustración,
se abundó en la vieja polémica de si las ilustraciones limitan la
imaginación del lector, y se habló de
CUJÍ 02
ILUSTRACIÓN
ción de calidad, de esa ilustración que, rrir que donde él se imaginaba, por ejem- ilustráis la mayoría de los libros infanti-
como ha dicho Juan Farias, surge de la plo, la ciudad de Barcelona, yo le dibuje les que se publican en este país y, a mi
emoción, y teniendo en cuenta que la Nueva York... Pero, bueno, lo discutimos y juicio, la mayoría de esos libros son ab-
imaginación del lector viene dada por la creo que eso es muy enriquecedor. solutas bobadas.
memoria de la experiencia que el lector
ha ido acumulando, bienvenida sea esa Javier García Sobrino
interferencia. Además, pensando en los En relación a lo que plantea Migue- ¿Pactar o rivalizar?
modelos estéticos que tienen los niños lanxo Prado, es verdad que la situación
en este momento, con los que ya hemos óptima sería aquella en la que el autor y Arnal Ballester
dicho que ninguno estamos de acuerdo, el ilustrador se pudiesen sentar a una me- Creo que, en la actualidad, tal como
creo que si esa interferencia va a influir sa y que el libro creciera de la mano de los está conformada la producción de libros
en esos modelos, bienvenida sea. dos. Pero, a partir de su ejemplo de la can- ilustrados, tanto el ilustrador como el es-
ción, también encontramos cantantes que critor tienen que estar dispuestos a pac-
Gusti han musicado a poetas conocidos y el re- tar. Aquí se ha dicho que las condiciones
Se ha dicho que un libro ilustrado em- sultado ha sido bueno. Así que no creo ideales para hacer un libro ilustrado se-
pieza siempre con un texto, y tengo que que esa situación óptima de trabajo con- rían aquellas en las que, o bien hay un
decir que no siempre es así. A veces las junto autor-ilustrador sea imprescindible. producto hecho por una sola persona, o
historias comienzan a partir de un dibu- Por otra parte, no creo que esa lectura bien por dos personas que están muy
jo que el ilustrador le presenta al escritor del texto que hace el ilustrador, y que se identificadas. En mi opinión, eso puede
para que haga un cuento. Lo que puede ofrece después al lector en un libro ilus- parecer muy ideal, pero esas no son las
ocurrir es que el cuento que sale de ahí trado, sea una interferencia entre el tex- condiciones normales de producción de
no responda a la idea que el ilustrador to y el lector, a no ser que el lector tenga los libros.
tenía de ese personaje, que el autor haya una trastienda estética muy pobre. Co- Y en este punto, voy a unir dos cosas:
escrito otra historia que no es la que el mo antes decía Ana Escarabajal, con las creo que es cierto que, en la mayoría de
ilustrador se imaginaba, y entonces, pues referencias estéticas que tienen la mayo- los casos, texto e ilustración se estorban.
bueno, no se hace. Tampoco hay que po- ría de los niños, bienvenidas sean estas Pero se estorban, justamente (y aquí con-
nerse muy puntillosos con este tema. ilustraciones. Además, yo creo que, en la testo a la pregunta de cómo vivimos los
Por otra parte, quisiera hacer un co- medida que los mensajes plásticos, esté- ilustradores la tortura de ilustrar un texto
mentario sobre lo que es la colaboración ticos, sean diversos, el lector de libros plano, etc.), por el tipo de libros con los
entre un escritor y un ilustrador. Yo creo ilustrados irá creándose una trastienda que trabajamos. Siempre he dicho que
que el autor de un texto que va a ser ilus- literaria y plástica que aumentará su ca- prefiero los textos planos, porque me de-
trado, ya es consciente de ello, y cuando pacidad de análisis y de crítica. Por eso jan una libertad enorme, ya que parto de
escribe deja algún espacio para el ilus- nunca será una interferencia. una cierta identificación gráfica con ele-
trador. En mi experiencia personal, he Y añado una pregunta: ¿cómo vivís mentos que se dan en el texto, y a partir
sentido que en los textos hay espacio pa- los ilustradores la situación de enfrenta- de ahí narro mi propia historia sobre el
ra la ilustración. Trabajo mucho con Ri- ros a un texto plano, muchas veces di- asunto. Es decir, no necesariamente la
cardo Alcántara y con sus textos suele dáctico, o eso que ahora se llama, de con- producción comercial de determinados
sucederme que encuentro fácilmente la tenidos transversales? Porque vosotros, y libros supone una limitación a mi capa-
lectura en imágenes. Luego puede ocu- otros ilustradores ausentes, sois los que cidad creadora. Aunque, a veces sí. Son
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ilustraciones cargadas de emoción y que zado para mostrármelas a mí. Es cierto genes distintas y de ver en un mar, en un
refuercen el texto, cumplen una función que el ilustrador puede tener una narra- monstruo o en un paisaje determinados,
de transmisión de universos simbólicos, tiva creativa, pero es cierto también que, una posibilidad como otra cualquiera.
y también emocionales, que es muy im- de la misma manera que yo puedo escri- Por eso yo creo que la imagen, la ilus-
portante. bir un artículo, también puedo escribir un tración, te deja imaginar, te permite ima-
cuento, y el ilustrador ha de tener la mis- ginar.
Teresa Duran ma elasticidad profesional. Puede añadir
Quiero contestar a lo que ha dicho Xa- ingredientes documentales a la ilustra- Miguel Calatayud
vier Blanch. Creo que una de las ten- ción, ingredientes imaginativos, ingre- Voy a contestar a algo que ha dicho Xa-
dencias de la producción editorial de es- dientes de investigación del propio recur- vier Blanch sobre esa «historia sin resol-
te país es el trabajo a corto plazo. He so de la imagen, técnicas variadas, etc. ver» que hay entre escritores e ilustrado-
tenido oportunidad de trabajar en pro- Creo que hay una elasticidad profesional res. Y es que, efectivamente, siempre
yectos extranjeros, y se trabaja más a que no pone un trabajo por encima de la hubo y hay una especie de competencia,
largo plazo, con lo que hay tiempo para categoría de otro. no de rivalidad, entre nosotros. Una his-
un intercambio entre todos los profesio- toria, un western pendiente, un duelo en
nales —editor, autor, ilustrador, maque- Raquel López OK Corral sin resolver, en el que, histó-
tista— que trabajan en el proyecto y, por Hablo como receptora de libros ilus- ricamente, el ilustrador siempre ha lle-
tanto, hay tiempo para perfeccionarlo. trados y, desde esa perspectiva, creo que vado las de perder. Yo mismo he pasado
Aquí no ocurre así, y yo creo que eso la buena ilustración no limita, sino todo por experiencias de auténtica vergüenza
lastra la profesionalidad. lo contrario, permite prolongar las posi- profesional, y nunca me he sentido apo-
También quiero poner el acento en la bilidades de la imaginación, facilita que yado por el autor literario. ¿Por qué? Por-
importancia de la ilustración aplicada. imaginemos cosas a partir de las imáge- que los derechos que se pagan siempre
Se ha hablado mucho de la imaginación nes que estamos viendo. han sido «de autor», y con la entrada del
del ilustrador, de su creatividad, y tam- Y respecto a esa capacidad del ilustra- ilustrador (que está costando mucho que
bién de que el ilustrador se esclaviza, se dor para crear una imagen tan fuerte que se reconozca también como autor), el
comercializa si se dice «dibuja un pino». limite la imaginación del receptor, tam- editor hace porcentajes y reparte. Es ló-
No encuentro tan mal ni tan nocivo el poco estoy de acuerdo. Excepto las imá- gico que los escritores se sientan perju-
trabajo de cronista del ilustrador, es más, genes que tienen esa fuerza arrolladura dicados o se nieguen a ese reparto. Y es
puedo agradecerlo mucho. He visto cier- gracias a medios como la televisión, o a lógico que los ilustradores sintamos un
tos plumajes de los incas, ciertos colla- fenómenos como el de Walt Disney, creo tanto despreciados a nivel profesional y
res de los egipcios y muchas otras cosas, que los niños son capaces de recoger to- artístico.
gracias a que un ilustrador se ha esclavi- do tipo de imágenes, de acumular imá- Esto ocurre hoy todavía. Y se aprecia
más claramente en ese tipo de libros que
llevan poca ilustración, en los que pare-
ce que se trata de «aportar unos dibuji-
tos», sin más, y que si te descuidas, no
cobras. Existen la propiedad intelectual
y los derechos de autor, que son irre-
nunciables. Y me da igual que sean uno
o diez dibujos, en blanco y negro o en
color. Eso es irrenunciable. Y resulta que
hay colectivos en nuestra profesión que
funcionan como asociación de ilustrado-
res, y que permiten que esto no se reco-
nozca. Creo que hasta que una asociación
de ilustradores no contemple y proteja es-
to (bueno, no sé si es facultad de una aso-
ciación), la situación seguirá siendo ab-
surda. Hice un libro en estas condiciones
hace años, y creo que en este momento
hay un montón de colegas que están tra-
bajando así. Y perdonadme que haya ha-
blado tan claro, pero es que siempre nos
vamos por las cuestiones estéticas y artís-
ticas, y opino que esto también es impor-
tante. Porque, insisto, pienso que el tema
ilustración se trata con desprecio. •
ILUSTRACIÓN
Recorrido histórico
Reflexiones sobre el libro escolar ilustrado I
s^wSBdc
27
CUJÍ 02
ILUSTRACIÓN
O R B I S SEN :
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SUALIUM PICTUS.
Omhiumfijndamcnt^liumin híUndorerom, & ¡a
vira aítionurri,
( •W ^
Piétura & Nomenclatura.
Ediiii ttrt'm, rat/eih.j, frkvibm lm¡e nutikr <¿> tmimlntitsr; curtí
TituleTHmjuxla at% Vocaluhrum Indicf.[freía fiíjuíntfa^ínadoceclt.
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N O R I B E B . G . S . .
6umübtisMicaA£Lis & J O A N N I S I F R I D Í H I C I E N D U R I , más o menos la misma que la de Asun
A M f O Saííuii cb be l . \ ! I. Balzola, Miguel Calatayud, Montse Gi-
infantil más atrac- nesta, José Ramón Sánchez, Carme So-
tivo y amable, afec- lé o Ulises Wensell... —por citar unos
temente, que los modos y las modas del tó también, ¡cómo no!, a la forma de ilus- cuantos— los pocos que ilustraron algún
libro didáctico ilustrado han ido evolu- trarlo. que otro libro de texto, lo hicieron más
cionando a lo largo del tiempo. Coincidiendo con esa renovación, las por vocación o por compromiso con sus
Los que hoy rondamos la cincuente- condiciones del mercado de entonces editores que por verdadera necesidad,
na recordamos bien los libros donde se hicieron posible la edición de buen nú- pues los álbumes abundaban y, por otra
nos hizo estudiar: aquellas enciclope- mero de álbumes a todo color, con tapa parte, los libros escolares aún no podían
dias, más parecidas a las cartillas del si- dura y buen papel, que ciertamente go- permitirse ciertos atrevimientos.
glo xvi —que al principio mencionába- zaron del favor de los niños y del de los
mos— que a la de Diderot, en las que verdaderos compradores, sus padres. En
había un mal grabado cada tres páginas pocos años, España se puso a la cabeza Época dorada del libro de texto
de texto. Incluso las gentes de nuestra de este tipo de publicaciones, en verdad
generación, que no están familiarizadas lujosas que, sin embargo, alcanzaron co- Pero en la generación siguiente que
con la evolución de la imagen didáctica, tas de consumo bastante altas. Con la empieza a trabajar hacia principios de
suelen asombrarse, cuando reparan en mejor intención, los editores de libros los 80 —dibujantes como Jesús Gabán,
ello, del aspecto físico que presentan escolares trataron entonces de que su Tino Gatagán, Arcadio Lobato, Teo Pue-
nuestros libros escolares. Y acostumbran producción se asemejara, en la medida bla, Alfonso Ruano o Javier Serrano—
a exclamar: «¡Qué maravilla! ¡Si yo hu- de lo posible, a tal fenómeno y empeza- encuentran una situación algo diferente.
biera tenido libros así...!». ron a surgir ediciones para la escuela La venta de álbumes ha descendido no-
Pero no es oro todo lo que reluce. Vea- progresivamente cuidadas y cada vez tablemente, al tiempo que la competen-
mos por qué. En concreto, en nuestro país, más dignamente ilustradas. cia entre los diversos editores especiali-
a principios de los 70, se produjo una La costumbre no se implantó, con to- zados en la enseñanza requiere libros
renovación pedagógica que trató de ga- do, de la noche a la mañana, pues, en- cada vez más elegantes, con concepcio-
nar el tiempo perdido en la época de la tre otras causas, el costo de semejantes nes más atrevidas, por supuesto siempre a
dictadura. Tal renovación, que proponía obras era considerable. De hecho, en la cuatro colores y a cargo, a ser posible, de
entre otras cosas un concepto del libro generación a la que pertenezco, que es los más prestigiosos ilustradores del país.
ILUSTRACIÓN
30
CUJÍ 02
rjVTTKZ- f —
por Jesús G a b á n *
aportación de carácter 30
Encontrar a Pápelo, que está escondido en algún lugar de la lámina.
eminentemente práctico,
basada en la experiencia.
A unque en el reparto de inter-
venciones de esta ponencia me
ha tocado la parte central, des-
pués de conocer la intervención de Mi-
guel Ángel Pacheco no tengo tan claro
estar situado en el lugar correcto, ya que
su invitación al debate conviene más pa-
C a m i n a m o s p o r la calle
En la calle debemos respetar unas normas de circulación. ¿Qué pa-
saría si un día, al salir de clase, vieras que algunos coches circulan
por la acera y que no hay semáforos?
El desorden sería enorme y se producirían muchos accidentes. Por
eso, los peatones y los coches tenemos que cumplir unas normas de
circulación.
ra el final. Pero, al margen de esta con- Los peatones debemos andar siempre por las aceras, utilizar los pa-
sideración, voy a centrarme en el tema sos de cebra y esperar la luz verde de los semáforos para cruzar las
que entre los tres hemos decidido que calles.
me corresponde, precisamente por mi
mayor experiencia práctica.
Mi primera obra ilustrada no fue un li- Observa el dibujo y señala algunas acciones incorrectas de
bro de texto, pero empecé simultánea- personas y de vehículos.
mente con unos y con otros y, a lo largo
de toda mi trayectoria como ilustrador, En la ilustración hay algunas señales de tráfico. Dibuja las que
los he tenido que ir alternando. ¿A qué conozcas y di qué significan.
se ha debido esto? A una razón funda-
mental: la ilustración de libros de texto Escribe alguna acción incorrecta que estén haciendo los viajeros
supone la mayor parte de mis ingresos y del autobús.
para muchos colegas es prácticamente la
única fuente de remuneración que tienen
hoy en día; por eso me parecen muy preo-
cupantes las recientes propuestas de la
actual ministra de Educación y Cultura,
que tal como ha planteado el asunto de
liberalización de precios, no nos permi-
te ser muy optimistas de cara al futuro
que nos espera
Tipología
Cuando se habla de ilustrar un libro
escolar no se puede generalizar, hay que
distinguir varios tipos:
• Libros de lecturas
Estos libros se aproximan a lo que se-
ría el concepto de ilustración de un ál-
bum, con más limitaciones, evidente-
mente; pero en ellos el ilustrador tiene
posibilidades de desarrollar una imagen
más libre y creativa. ella, con colores más intensos o más de las limitaciones de la ilustración.
suaves, pero reales, la figura de dicho Cuando estoy ante un libro de texto me
• Libros de conocimientos pájaro. Si se hace una recreación de la someto dócilmente a lo que se requiere
Matemáticas, Lengua, Conocimiento imagen hasta deformarla o se utilizan de mí, una determinada forma de resol-
de Medio, etc. Los que se conocen como colores que no se correspondan con la ver las figuras, con cierta gracia y capa-
libros de texto, donde el ilustrador se ha realidad, se estará haciendo otra cosa, un ces de transmitir la información clara-
de atener a unas normas bastante estric- pajarícido, por llamarlo de alguna ma- mente.
tas para la representación de los objetos nera, y a lo mejor es muy creativo, in- Por desgracia, y como he podido
o acciones, porque, como es notorio, és- cluso bonito, pero se estará transmitien- constatar, no en todas las editoriales se
tas tienen un fin didáctico y deben ser do al niño una información falsa. siguen criterios rigurosos en cuanto a la
muy precisas. Desde el principio lo he tenido muy calidad de las imágenes, y muchas veces
Un ejemplo: si se requiere dibujar un claro: cuando he ilustrado un cuento o impera el «cualquiercosavale». Como se
estornino, el ilustrador tendrá que hacer una novela me he permitido todas las ve- ve, no soy nada corporativo en esto y
con línea más fina o más gruesa o sin leidades artísticas que he querido dentro pienso que el editor debe ser tan exigen-
ILUSTRACIÓN
España. Además, muchos de ellos casas. Es el momento de hacer balan-. lando». Xavier Pastor sentencia al
son «pescadores de temporada que se ce de la temporada y comprobar qué respecto: «Las volantas y la pesca
dedican a otras cosas cuando acaba la sistema de pesca es más productivo. tradicional son incompatibles».
te con las ilustraciones como con los costera», explica Marión Stoler. ex- El resultado es abrumador: los pesca- Extrañamente, un estudio francés
textos, aunque me temo que en este perta en temas pesqueros del grupo dores españoles han capturado algo señala que para rentabtlizar la pesca
asunto tiene mucho que ver el criterio ecologista. más de dos toneladas cada uno. Los con volantas es necesario emplear un
económico. La mayor parte de los tripulantes franceses, irlandeses y británicos, 17 kilómetro de red por cada tripulante,
españoles se dedican a la pesca desde toneladas por tripulante. es decir, faenar con aparejos ilegales
siempre. «Saben que su supervivencia Tras la evidencia, los boniteros de 7 kilómetros. Según Greenpeace, si
• Libros de vacaciones depende del mar, por eso lo respetan. españoles acusan a sus vecinos co- se tomara esta medida o si los 700 bu-
Estos libros son más llevaderos, tal La vida les ha enseñado que si arrasan munitarios de «competencia desleal» ques de la ilota española usaran redes
vez por tener un planteamiento más re- los bancos de pesca, arrasan su propio y de «juego sucio» con el agravante, de deriva, el banco de bonito «se ex-
futuro», comenta Marión Stoler. según Stoler, de que los volanteros tinguiría en tina sola temporada».
lajado. De todas formas, incluso en los En el mes de octubre, cuando la piensan sólo «en obtener beneficios
libros de texto puros y duros influye mu- costera del bonito llega a su fin, los inmediatos sin tener en cuenta que El Periódico,
cho el planteamiento más formal o más pescadores vuelven a tierra, a stis los recursos pesqueros se están ago- 8 de agosto de 1994
informal que se haga desde el principio Cebo vivo
por parte del autor y el editor de cara al LAS DIFERENTES ARTES DE PESCA
En este Upo de pesca
se utiliza una cana y
trabajo del ilustrador y el buen entendi- se lanzan cebos vivos
miento entre ellos. No siempre ocurre, Palangre
al mar para atraer y
entretener al banco
pero en bastantes ocasiones he tenido la Ss pesca mediante de peces.
Dificultades y
condicionamientos
A continuación, voy a enumerar algu-
nas de las dificultades y condiciona-
mientos que encuentra el ilustrador a la
hora de hacer su trabajo. Aunque, como
ya he señalado, el primero y más impor-
tante es el sometimiento a las necesida-
des didácticas del libro en cuestión.
• El tiempo Volanta
Uno de los más importantes, y que Se coloca una red
transversal a la
muchas veces puede imponer el resulta- corriente marina,
suspendida mediante
Arraslre
do final de la ilustración, es la celeridad Un barco arrastra una 'otadores. Contólos
peces nadan en
con que normalmente se requiere la rea- red en lorma de balsa
por el londooel sentido conlrario a la
lización del trabajo. La ilustración es el semitondo marino. corriente, quedan
atrapados en la red.
último eslabón en el proceso de elabo-
ración del libro antes de iniciar su im-
presión. Los textos no suelen llegar al
dibujante hasta que no están pulidos y
repulidos, y así debe ser. Los autores se trabajar de una determinada manera. mo un planteamiento industrial. El mé-
toman todo el tiempo necesario para que Concretamente, en mi caso y en el de al- todo, hoy por hoy, funciona.
el contenido quede bien. Luego, eso hay gún otro compañero lo hacemos de una
que presentarlo con un buen diseño, hay forma que podríamos llamar industrial. • El espacio
que hacer una maqueta que recoja tex- Me explico: tanta premura requiere la Desde el punto de vista de la realiza-
tos, epígrafes, recuadros, ilustraciones... realización de muchos dibujos diaria- ción del dibujo sobre el papel, otro con-
El tiempo pasa y la fecha de edición es mente. Los años te dan la agilidad sufi- dicionante, y nada baladí, es el del es-
inamovible. La ley del mercado así lo ciente para poder hacerlo, pero no es pacio disponible. Antes mencionaba la
impone. bastante. La técnica debe ser sencilla. maquetación y el diseño. Estos vienen
Cuando todo eso está perfilado empe- Directamente huyo de cualquier plantea- determinados por multitud de exigen-
zamos a ilustrar, aunque no es nada raro miento pictórico, los colores han de ser cias: longitud de textos, contenidos que
introducir modificaciones que suponen limpios, la línea bien definida. Así pue- hay que destacar, códigos, símbolos, co-
repetición de dibujos, lo que nos agobia do dedicarme un día al dibujo y otro al mercialidad.., que van ocupando el es-
a todos un poco más. Todo esto obliga a color; me cunde más, esto es lo que lla- pacio de la página.
34
CUJÍ 02
Resueltos estos asuntos, hay que dejar 15x10 cm. El encargo me lo hizo una ¿Tus conoflrifflnHM
unos huecos donde se puedan insertar editorial extranjera. Lo rechacé solo por
unas ilustraciones que incidan, resalten,
aclaren, muestren o simplemente deco-
ese dibujo, pero les puse en contacto con
otro amigo ilustrador que, si mal no re-
sobra
ren, que de estas también hay, el conte- cuerdo, lo aceptó, ya que estaba pasando
nido de la materia tratada. Aquí es donde por un momento de dificultades econó-
a veces se plantea uno de los problemas micas. Francamente, no sé cómo lo re-
más serios para el ilustrador: cómo me- solvería; yo entonces me había sentido
ter en determinados espacios lo que de- impotente ante tal desafío.
mandan los autores. He hablado antes de la maquetación.
En este tema uno descubre las limita- Éste es otro hueso duro de roer muchas
ciones de algunas personas, concreta- veces, ya que la dimensión de los textos
mente la falta de visión espacial; y aún o la inclusión de apartados, junto a la
diría más, la falta de lógica al plantear consideración de que en tal sitio debe in-
ciertos requerimientos. sertarse una ilustración, obliga a dejar
Para que se comprenda mejor lo que huecos bastante raros: formas en L muy
quiero decir voy a exponer varios ejem- estrechas, o en Z ; bandas de 1,5 cm. de
plos reales. Hace ya tiempo que se me ancho por 17cm. de largo donde, en el
pidió la siguiente ilustración: una vista mejor de los casos, cabría poner una gre-
aérea en perspectiva del cruce de dos ca o una línea de color, por poner algo,
avenidas de Madrid, con plaza y fuente si de eso se trata. Pero no, justo enton-
(interpreté que más o menos querían la ces, cuando la banda es horizontal, al-
zona de Gran Vía, Alcalá y Cibeles), guien se le ocurre que ahí quedaría muy
donde debía verse un guardia urbano re- bien un rascacielos...antes del terremoto
gulando el tráfico, un semáforo cerrado u otra figura imposible.
para los coches y niños que vuelven del He aquí otro ejemplo real, que resolví
colegio cruzando por un paso cebra. En como buenamente pude. Se trataba de
el semáforo se tenía que distinguir cla- dibujar el cauce del río Guadalquivir
ramente la figurita verde que indica el desde su nacimiento hasta su desembo-
paso a los peatones. Debía figurar tam- cadura, graciosamente. Córdoba y Sevi-
Ecología I Cine NTEI Ser H u m a n o
bién una señora con abrigo llevando una lla con la Giralda incluida, unos arboli-
bolsa de la compra con verduras, carne, tos aquí, unas montañitas allí. Granada
pescado, pan y unas chocolatinas; un co- también, con el Darro y el Genil que lle-
che de bomberos y una ambulancia; un gan por debajo. ¡Ah! También algún bar-
autobús al que suben los viajeros y a los quito de pesca en la mar, unas cascaditas
que cobra el conductor; un coche de po- por la Sierra de Cazorla. De partida, no
licía; señales de tráfico de «prohibido había ningún problema; pero todo eso
aparcar» y «dirección obligatoria»; un había que meterlo en un espacio en for-
cartel de cine, y en la entrada a la sala un ma de L invertida, con unas medidas
señor sacando los billetes; debía verse aproximadas de 10 cm. en la parte más
también a la taquillera que se los despa- alta y de 4 cm de ancho. Con un esfuer-
cha. Había que dibujar también unas zo de memoria, todos podemos recordar
personas de diversos oficios andando el curso del Guadalquivir dibujado so-
por la acera —un ejecutivo con su male- bre un mapa. Sobran, pues, los comen-
tín, un obrero en mono...—; tiendas va- tarios. La colección Oxford Joven recoge,
riadas —una de ellas, una zapatería con Un ejemplo más: el dibujo de una con un lenguaje directo y cientos
zapatos en el escaparate y sus precios granja en una banda de 17x4 cm., con
correspondientes, y en el interior de la todo tipo de animales domésticos (caba- de fotografías, los temas de Interés
tienda, el dependiente probando unos llos, vacas, cerdos, gallinas, ovejas, pa-
zapatos a una dienta—; por el cielo, un para quienes quieren saber más.
vos, conejos, palomas), cada uno de
avión. Debía verse, además, una boca de ellos en su corralillo. Había que añadir,
metro. Todavía me estoy preguntando además, unos cuantos animales salvajes
por qué no quisieron también los ande-
nes y los anuncios del interior.
( un león, un zorro, una cebra...). Se tra-
COLECCIÓN
OXFORD
taba de que el alumno descubriera entre
Quizá he exagerado un poco en algu- tantos animales aquellos que no suelen
nos detalles, pero lo más increíble es que habitar en las granjas. En fin, con la ex-
todo eso tenía un espacio destinado de periencia de mucho dibujo didáctico a la
ILUSTRACIÓN
CUJÍ 02
TINTA FRESCA
Hay veces que te encuentras en un si- sí misma. Para titular El ruido y la furia, afán de trascendencia. Pero eso se en-
tio y no sabes cómo has llegado. A mí al Faulkner se inspiró en una frase de Mac- tiende menos.
menos, me ocurre bastante. Te ves ahí, beth: «La vida (...) es un cuento dicho De pequeño, a los nueve años, me
sentado, de pie, tumbado, y no tienes por un idiota, lleno de ruido y de furia, quemé las piernas con gasolina ardien-
constancia de lo que ha ocurrido en los sin significado». do. Estuve algunas semanas en la cama,
últimos treinta segundos. Falta un trozo Quitemos el ruido y la furia, y nos con la piernas rígidas y vendadas. Una
de tu pasado. Seguramente faltan unos quedamos... ¿con qué? En mi caso con noche, mientras mis padres atendían a
cuantos pasos sobre el parqué del pasi- poca cosa. una visita, aparecí sentado en el retrete
llo. Pero estás ahí, y cualquier intento de Pretendo ser escritor. Quiero decir que del cuarto de baño, yo solo, sin saber có-
reconstruir lo que tú eres es incompleto. escribo, y eso ya me convierte en escri- mo había llegado allí, sin entender nada
Quieres una pieza, y no la tienes. tor. He escrito un par de novelas juveni- de lo que me pasaba. También alguna
Ahora tengo que utilizar la primera les y trabajo en otras dos infantiles. Tam- pieza se quedó en el camino.
persona y escribir con ella mi vida. No sé bién intento escribir guiones de cine y Por último: nací en Madrid en 1967.
si puedo hacerlo. Sé lo que soy ahora, pe- televisión.
ro no me pidáis que ande buscando pie- Para escribir me han influido mis ami-
zas. Soy lo que soy. He llegado aquí, ya gos escritores (con los que aprendo a es- Bibliografía
está. Ahora mismo estoy empezando a vi- cribir), y la Escuela de Letras (que me
vir, aquí sentado, delante del ordenador. sentó a escribir), y la carrera de Filoso- Lo que no sabemos, Madrid: Alfa-
Podemos pensar que la vida de uno es fía (que me enseñó a pensar), y mis pa- guara, 1996.
una historia que ha contado alguien, pe- dres (que me enseñaron a ver), y Méni- El portero de hockey, León: Eve-
ro eso es mentira. La vida de alguien (la ca (que me enseña a leer lo que escribo). rest, 1998. (Próxima aparición.)
mía al menos) no encierra un sentido en También está, como quien dice, mi
TINTA FRESCA
Grandes
por Rodrigo Muñoz Avia
38
CUJÍ 02
Grande 1 .-(Tira de los brazos de Pe- (Grande 2 se echa hacia atrás. Pausa. (Mira a Pequeño). Bueno, ¿no te moles-
queño y le obliga a levantarse). Venga. Grande 2 se vuelve a incorporar. Coge ta, verdad?
Buena gana de estar sufriendo. del brazo a Pequeño). Pequeño.-(Sonríey disimula). No, no,
(Grande 1 y Pequeño cambian sus si- Grande 2.-(Riendo). Oye, ¿sigues tranquilo.
tios. Pequeño sonríe avergonzado). usando estuche? Grandel.-¡Es verdad!, un día le cayó a
Pequeño.-Bueno, gracias, no hacía (Pequeño sonríe tímidamente). un niño más pequeño en la cabeza, y su-
falta, de verdad. Grande 1 .-(Incorporándose también). bió el director...
Grande 1.-Tú tranquilo, chico, relájate. ¡El estuche de Villena!, es cierto, cómo Grande 2.-(Riendo). Sí, sí, ¡qué risa!
(Grande 2 , sentado a la derecha de no me había acordado. Pequeño.-(Sonrisa tímida). Dijisteis
Pequeño, se echa hacia adelante para Pequeño.-(Sottma forzada). Sí, sí. que lo había tirado yo.
verle bien la cara). Grande 2.-(A Grande 1). ¿Te acuer- Grande 2.-Ah sí. Es cierto. Tienes to-
Grande 2.-Villena, qué gracia, el últi- das, no? Se lo tirábamos siempre desde da la razón. ¡Qué fuerte, no! ¡Cómo nos
mo de la lista. la ventana de clase al patio, y un día... pasábamos!
TINTA FRESCA
Grande \.-(Coge a Pequeño del bra- (Pequeño sonríe de mala gana). Grande l.-Pero hombre, esto son tur-
zo). Oye, perdónanos, te estamos ago- (Oscuro). bulencias, no pasa nada.
biando. (Grande 1, Grande 2 y Pequeño tiene Grande 2.-Claro, es la cosa más nor-
Grande 2.-Eso, perdónanos, hombre, cada uno la bandeja del desayuno de- mal del mundo, ocurre siempre.
era sin malicia, entonces éramos todos lante. Grande 1 y Grande 2 comen ga- Grande l.-No sabes el aguante que
crios. lletas, mantequilla, mermelada, etc. Ha- tienen estos aparatos.
Pequeño.-(Sonrisa forzada). No pasa blan todo el tiempo con la boca llena. Pequeño.-(Se quita las manos de la
nada. Pequeño sólo bebe su café y mira al cara, abrumado).Ya, ya, claro, no os
(Pausa). frente). preocupéis, no es nada. Ya estoy me-
Grande 1 .-(A Grande 2). Oye, y lo de... Grande 1.-Nuestra idea es vender co- jor.
Grande 2.-Lo de... mida a los hospitales. Eso es. (Pequeño se seca los lacrimales con
Grande 1 .-Si ya sabes, lo de la terraza, Grande 2.-Un catering, pero para hos- la punta del dedo meñique. Grande 1 y
sobre la barandilla. (A Pequeño). ¿Eso pitales. Grande 2 le miran en silencio ahora).
era también a ti, no, Villena? Grande l.-Sí, catering, llámalo como Pequeño.-(Más tranquilo). Es que...
Pequeño.-(Media sonrisa). Sí. quieras. Lo importante es que los hospi- no sé... el vuelo, el café... se me revuel-
Grande 2.-¿Era a ti, Villena? (Le da tales sean hospitales, y no restaurantes. ve la tripa... además todos esos recuer-
unas palmaditas a Pequeño en la espal- Grande 2.-Claro. Cada cual que se de- dos... no sé... creo que me he puesto un
da). Qué gracia, chico, lo que tuviste dique a lo que sabe hacer. Si saben curar poco melancólico.
que pasar. a los enfermos, que los curen. Pero la co- Grande 2.-Bueno, chico, ya está, ya se
Grande \.-(A Pequeño). ¿Te acuerdas, mida que nos la dejen a nosotros. ha pasado.
verdad? Grande 1.-Nosotros se la cocinamos, Grande 1.-(Bromea).El señor director
Grande 2.-Te manteábamos encima de la llevamos, la servimos y la recogemos. comercial se nos echa a llorar.
la barandilla de la terraza. Grande 2.-¿Qué te parece, Villena? (Grande 2 mira hacia la ventanilla y
Grande 1 .-Todos los días, en el recreo. Grande l.-Es una buena idea, ¿ver- señala alarmado).
Grande 2.-Itu, Lucas, y nosotros dos. dad? Grande 2.-¡Oye, el motor echa humo,
Qué bestias. (Sin contener la risa). Pequeño .-(Serio). Muy buena idea. qué pasa!
Siempre pensabas que te íbamos a tirar (Grande 2 saca un documento de su (Pequeño se gira muy asustado hacia
de verdad. cartera y se lo entrega a Pequeño). la ventanilla. Grande 1 y Grande 2 esta-
Grande {.-(Riendo también). Sí, sí. ¿Y Grande 2.-Mira esta memoria, Ville- llan a reir).
te acuerdas de cómo.. (Explota a reír, y na, quizá a Larasa... Grande 2.-(Dándole palmaditas en la
acto seguido se disculpa). Perdona, eh. Grande l.-Sí, eso está bien, tú eres di- espalda a Pequeño). Era una broma,
Es que no sé si te acuerdas de... bueno sí, rector comercial, quizá a Larasa le inte- hombre, Villena, era una broma.
de cómo te cogíamos del tobillo. rese entrar en la sociedad. (Pequeño trata de sonreír, pero sufre
(Ahora es Grande 2 quien explota a (Pequeño mira durante tres segundos, un ataque de tos repentino. Después,
reir. Pequeño mira al frente, serio). y con escaso interés, el documento. Se lo muy pálido y descompuesto, echa el
Grande l.-La verdad es que no tenía devuelve a Grande 2). cuerpo hacia delante y apoya los codos
gracia. Pero ahora, no sé, después de Pequeño.-(Fríamente). Esta no es la lí- sobre las piernas).
tanto tiempo... nea del Grupo. Lo siento. Jamás hemos Grande 2.-(Le pone la mano en el
(Grande l y Grande 2 se quedan mi- hecho hostelería. hombro). Villena.
rando a Pequeño, que parece cada vez Grande 2.-Bueno, bueno, no te preo- Grande ¡.-(Le pone la mano en el
más hundido en su asiento. Pausa). cupes, chico, el proyecto está en marcha. hombro). Villena, chico.
Grande \ .-(Pone la mano en el hom- Grande 1.-Claro, está en marcha. ¡Va- Pequeño.-No os preocupéis.
bro de Pequeño). Qué barbaridad, chico, ya con Villena!, lo tienes claro, ¿eh? Grande 2.-Sí nos preocupamos, Ville-
parece mentira, las vueltas que da la vi- Grande 2.-Un tipo duro, ¿eh?, todo un na.
da. director comercial. Grande 1 .-Cómo no nos íbamos a preo-
Grande 2.-(Pone la mano en el otro (Los tres se quedan callados, serios, cupar.
hombro de Pequeño). ¿No te lo tomas a mirando al frente). Pequeño.-No os preocupéis, por favor.
mal, verdad? (Oscuro). Grande 1.-Estamos preocupados.
Grande l.-¿Eh?, ¿no te lo tomas a (El avión pasa por una zona de turbu- Pequeño.-Dejadme en paz, os lo pido
mal, verdad? lencias atmosféricas. Pequeño está muy por favor.
Pequeño.-(Sonrisa muy forzada). No, pálido. Grande 1 y Grande 2 se incor- Grande 2.-No podemos dejarte en paz,
no. poran para ver lo que le pasa). estamos preocupados.
Grande 1.-Siempre fuiste un buen ti- Grande 1.-Estás pálido, Villena. Grande 1 .-Villena, estamos muy preo-
po, caray. Grande 2,-Villena. ¿estás mal, qué te cupados.
Grande 2.-(Le da un leve codazo a Pe- pasa? (Pequeño se tapa la cara con las ma-
queño). Aquello sí que daba vértigo, (Pequeño se lleva las manos a la ca- nos. Llora con desesperación).
¿eh? (Rie). ra). (Oscuro).
40
CUJÍ 02
AUTORRETRATO
Luis Fuella
él vinieron los doce títulos de la colec-
ción La Pipa de la Pau (Cru'ílla), con las
aventuras del talp (topo) Eudald, perso-
naje de Maite Carranza; algunos libros
de texto; tarjetas navideñas con Unicef;
colaboración en una campaña publicita-
ria con Danone... Y la actividad no ha
cesado (y espero que dure), aunque sigo
compaginándola con mi faceta legal.
Bibliografía
(selección)
El talp Eudald i els caps de carbas-
sa, Barcelona: Cruilla, 1992.
El talp Eudald i en Serafi Pocape-
la, Barcelona: Cruilla, 1992.
El talp Eudald i la Caterina Xan-
dallgroc, Barcelona: Cruilla,
1992.
La lluna vol un ful, Barcelona:
Cruilla, 1992.
El talp Eudald i la Carla Celclar,
Barcelona: Cruilla, 1993.
El talp Eudald i la Violeta Vullser-
jo, Barcelona: Cruilla, 1993.
Marsupial, no siguis animal!, Bar-
celona: Alfaguara/Grup Promo-
tor, 1993.
El gorg blau, Valencia: Bromera,
1994.
El talp Eudald i en Mgamba Mat-
xucat, Barcelona: Cruilla, 1994.
El talp Eudald i en Marti Totgas,
Barcelona: Cruilla, 1994.
El talp Eudald i Teresa Tancalate-
¿Qué hace un abogado ilustrando cia el juzgado para estar presente en la le, Barcelona: Cruilla, 1994.
cuentos infantiles? o ¿qué hace un ilus- declaración del señor López, me llamó L'ultim llop de la Cerdanya, Bar-
trador de cuentos infantiles trabajando al despacho Pep Rosell, de la editorial celona: El Arca/Grijalbo-Mon-
como abogado? ¿Cómo puedes dedicar- Cruilla, anunciándome que las ilustra- dadori, 1994.
te a dos cosas tan diferentes? He aquí las ciones que tímidamente me había atrevi- Leyendas, cuentos y mitos del mun-
preguntas que me dirigen a menudo, sin do a llevarles (tenía que enseñárselas a do, Barcelona: Juventud, 1996.
que hasta el momento haya sido capaz alguien; en casa ya no sabía qué hacer El talp Eudald i en Bernat Trafecs,
de articular una respuesta coherente más con tanto dibujo muerto de risa por los Barcelona: Cruilla, 1995.
allá de un encogimiento de hombros. cajones) les habían decidido a proponer- El talp Eudald i la Rut Tincraó,
La cosa empezó hace unos seis años, me ilustrar un Vaixell de Vapor. Barcelona: Cruilla, 1995.
cuando una mañana, tras atender la con- Aquel primer libro publicado (La Hu- Cuentos del Japón, Barcelona: Ju-
sulta del matrimonio Juanez, en vías de rta vol un ful, de Dolors Alibés) me ani- ventud, 1997.
separación, y antes de salir corriendo ha- mó a seguir visitando editoriales, y tras
AUTORRETRATO
ILUSTRACIÓN
44
CUJÍ 02
D ^ N ien quisiera, aun frustrando las
suspenso y la perplejidad —insisto— los
mimbres con que se urde mi reflexión,
propio y compete solo a la actividad ar-
tística, a la creación de obras de arte. Di-
1 expectativas de Jesús Gabán, no creo que he disvirtuado, en realidad, la cho de otra manera, mientras realiza su
\^mS ya arrojar un poco más de luz so- ponencia, llevado en parte —no lo nie- trabajo, no importa cuál sea el fin prác-
bre algún aspecto, al menos, del descon- go— por mi perversa intención y, en tico a que pueda ser destinado, el artista
certante y laberíntico tema que nos ocu- parte, porque su enunciado se comporta sigue gratuita y gozosamente el dicta-
pa, sino también abrir cuantas puertas y conmigo como fatal «petición de princi- men de su propia discreción, verificando
ventanas pudiese, dejando que la luz, a pio», devolviéndome, a sí mismo una y así el viejo aforismo de Schiller: «El ar-
raudales, invadiera por fin tanta penum- otra vez. te es aquello que se da a sí mismo su
bra y tanta perplejidad...Pero me temo Queda entonces esta ponencia reduci- propia regla».
que, tal como veo las cosas, ambos sus- da a sencilla —que no simple— «charla Pero es una tensión bien distinta la
tantivos —penumbra y perplejidad— informal», huérfana ya, eso sí, de estu- que engendra y anima la otra naturaleza
me vienen que ni pintados para adjetivar pendas conclusiones. de nuestro oficio: su utilitarismo. Y lle-
con ellos la cabecera de esta «charla in- va consigo necesariamente la transgre-
formal». sión de la primera, ya que modifica en
Siento la necesidad de pedir disculpas, Un oficio desconcertante ella lo que le es más propio y sustantivo:
primero por haber aceptado el pequeño su identidad. De forma que este segundo
encargo de completar, con la tercera y Digamos otra vez ahora —y no sin in- aspecto del trabajo del ilustrador, que es
última parte, esta ponencia sobre un te- quietud— que es el nuestro un oficio en realidad un mero huésped de su obra,
ma cuya esencia —la naturaleza de las bien desconcertante. Quien trate —qui- se convierte en el único referente con el
imágenes que se reproducen en los li- zá innecesariamente— de comprender que cuenta el propio artista para definir-
bros, la relación entre ellas y sus crea- las claves de su definición, se enfrenta- se y significarse en su entorno. Es cier-
dores y la de ambos con su entorno so- rá, lo quiera o no, con la ambigüedad de to, como todos sabemos y padecemos,
cial— ya de antemano se me antojaba algo que posee dos naturalezas, si no que nuestros observadores, nuestros crí-
imposible de desentrañar. Cuantas ve- contradictorias, al menos claramente ticos y aún nuestros clientes, en no pocas
ces, por medio de reflexión o a través de distintas. En la primera de ellas, el ilus- ocasiones, evalúan el trabajo que hace-
la lectura de quienes han estudiado y es- trador se comporta como un artista, y, en mos con medidas que no son las adecua-
crito sobre la actividad humana creativa, consecuencia, desarrolla puntualmente das para calibrar y comprender obras de
o mediante la conversación y el debate, un proceso intelectual y técnico que es arte (tales suelen ser: adecuación al tema,
he intentado establecer criterios de los
que extraer conclusiones, no he logrado
cosa alguna que no fuese encontrar cada
vez más sólidos y rotundos los contor-
nos de mi propia perplejidad.
Pido disculpas, en segundo lugar, por
tener el descaro de abusar de vuestra
confianza, una vez aceptado el encargo,
proyectando sobre vosotros y vuestra in-
conmensurable paciencia mi propio desa-
sosiego intelectual. Siendo éste, el juicio
STPHEN BIESTY.
STEAMTRAIN, 1992.
ILUSTRACIÓN
quecidos quebraderos de cabeza, cuyas ra en general, de forma que hay autores Esta ambigüedad ha permitido a la
respuestas a nadie importan. La realidad dueños de su razón que, por encontrar crítica de todos los tiempos trocear a sus
se explica sola frecuentemente, y éste no solo inútil, sino también perniciosa, anchas la sensitiva carne de la expresión
quizá sea el caso. Pero es lo cierto que la ilustración de textos literarios, se nie- artística, y mientras repartía los pedazos
buena parte de los ilustradores con quie- gan a que los suyos vean la luz acompa- a su gusto, se han ido creando conceptos
nes he conversado pintarían en tonos ñados de imágenes. y valoraciones vinculados a los propios
bien parecidos la misma visión dantesca Estas reflexiones justifican sobrada- fenómenos artísticos, al albedrío de los
con que Jesús Gabán ha ilustrado aquí su mente que Miguel Ángel Pacheco se halla mismos críticos. No olvidemos aquella
experiencia. muy poco a sus anchas en tal descon- expresión de tufo tautológico que pare-
La ingenuidad, encantadora y solícita, cierto. Y, conociéndole, diría yo que es- ce dar hoy consensual definición del arte:
no acaba nunca de proporcionarme in- capa cuando puede de un trabajo cuya el arte es aquello que, a través del tiem-
quietudes. Es ahora el criterio de Miguel definición es un enigma. po, la crítica ha llamado arte.
Ángel Pacheco el que sorprende nueva- De él podría hacerse una elegía de El ilustrador vive, al mismo tiempo,
mente a un espectador instalado ya en la parecidos tintes a la de Jesús Gabán. Su prisionero y desterrado de esta magnífi-
perplejidad. patrimonio es el arte. Hace un millón ca ambigüedad, por causa, me parece, de
de años, Miguel Ángel Pacheco descen- la cara más visible de su obra, su lado
dió a las cavernas de la ilustración y le utilitario. Y no ha caído dentro de su es-
¿Un arte útil? arrancó sin contemplaciones su acre pe- cudilla trozo alguno de carne en el ban-
lo rupestre. Es un ilustrador jurásico. La quete. La crítica le niega el marchamo y
No es que Pacheco muestre apego o re- madre de todos los ilustradores. Me pre- el lugar que le convienen.
chazo alguno hacia la actividad de ilus- gunto qué ocurre en el seno de un colec- No existe un solo renglón en toda la
trar libros escolares. Es, sencillamente, tivo de profesionales; qué ocurre en la historia del arte en el que se pueda leer
que, desde la distante contemplación del esencia misma de la actividad que les alguna referencia a los criterios que de-
desarrollo de los hechos en el tiempo, aglutina, cuando, curiosamente, dos de ben regir el comportamiento estético en
cuestiona la propia idoneidad de este tra- sus más cualificados representantes no la ilustración. Al menos yo no he oído
bajo en general, y muy especialmente en se muestran lo que se dice encantados ni hablar de él. Nadie ha escrito jamás nin-
las circunstancias en que se viene reali- en el «cómo» ni en el «qué» de buena gún tratado, opúsculo, artículo, ni tan si-
zando'desde hace medio siglo, al menos. parte de esa actividad. Entiendo, como quiera página, que justifique la metodo-
Ejemplifica con la Enciclopedia de Di- dije en mi particular declaración de prin- logía para este trabajo del arte. Pero eso
derot, dando por estupenda la actitud de cipios, que «parte» en este caso hace sí, en la jerga cotidiana de la pintura se
no ilustrar cosa alguna que no precise clara referencia a la cantidad y no a la usaba, hasta no hace tanto, el adjetivo
ser descrita gráficamente para su com- cualidad, porque insisto se me hace muy «ilustrativo» para calificar negativamen-
prensión. Y en este sentido, naturalmente, cuesta arriba admitir que en una actividad te aquellas obras que no cumpliesen in-
califica de espurias otras intenciones me- creativa puedan convivir varias cualida- determinadas condiciones. En realidad,
nos didácticas y más decorativas que per- des, y tal criterio, naturalmente, parece nadie supo explicar jamás cuáles y cómo
siguen el alivio y hasta el lícito refrigerio adecuado para cualquier especialización eran. Este es el laberinto en el que se
del lector en lugar de la estricta transmi- humana. pierde la conclusión de nuestra «charla
sión de conocimiento. Propendo a pensar, quizá por matar informal» en lo que a mí concierne. No
Y no digamos ya, bien lo señala Pache- el tiempo, que la raíz de esta condición alcanzo a ver mejor final que la propia
co, si las directrices editoriales del libro de artistas exiliados tiene que ver pre- reflexión.
escolar no dependen, precisamente, de cisamente con el aspecto utilitario de Sin embargo, en medio de todo, una
una exquisita pedagogía ni de un escrupu- nuestro trabajo. Es probable que la ma- mirada al interior de nuestro oficio nos
loso refinamiento estético, sino del gro- yor dificultad con la que Occidente se reconforta. Ahí está agazapada y cálida
sero marketing y la impúdica competen- ha encontrado para definir el arte, cues- su primera esencia: la pura expresión ar-
cia. Entonces, el propio sentido utilitario tión resuelta a medias expirando ya el tística, ese diálogo íntimo con algo am-
de la ilustración queda más que en en- vigésimo siglo, sea la naturaleza gratui- plio y profundo que se pierde en la me-
tredicho. Suele ocurrir —puede, al me- ta del arte, su inutilidad. moria del hombre. Algo que tiene que
nos— que una ebria y rutilante algarabía Decía Kennick que «la estética tradi- ver con la belleza. De ella hablaba Kier-
de colores y dibujos distorsione, media- cional se fundamenta en un error», y es kegaard en términos sobrecogedores.
tice y estrangule el texto. Parece evidente que se ha intentado definir el arte. «Un «Es —decía— aquello que aún pode-
que, al menos en el caso del libro escolar, cuchillo —comenta— puede definirse mos soportar de lo terrible». La per-
y según la visión de un ilustrador—lo su- porque su función determina su defini- plejidad queda así subliminada por la
brayo—, la cualidad propia de las ilus- ción. No es el caso del arte, cuya fun- experiencia, cuyo goce hace llevadera
traciones sería su utilidad. Y me temo ción compete al espíritu del hombre, en cualquier marginación. •
que existen criterios —todos lo sabe- el sentido más global de sus aspiracio-
mos— que hacen extensiva dicha cuali- nes, pero no satisface expectativas prác-
dad también a la narrativa y a la literatu- ticas en el plano de la realidad humana». *Javier Serrano es pintor e ilustrador.
48
CUJÍ 02
Debate: el libro escolar
lista en LIJ, Javier García Sobrino, y la res- Es el problema de los editores, de los crear, contrariamente a lo que ocurre con
ponsable de la Xarxa de Biblioteques de la que venden libros y de otras gentes muy los ilustradores. No creo que sea así. To-
Diputado de Barcelona, Nuria Ventura. dignas y muy disciplinadas. Comprendo das esas servidumbres que habéis ex-
que es un problema y que está ahí, y qui- puesto, tal vez existen en el ámbito del li-
Sofía Balzola zá este Simposio tiene ese objeto, pero, bro de texto, pero los ilustradores no sólo
Lo que creo es que el libro de texto se por mi actitud personal, prefiero mante- hacen manuales escolares, sino trabajos
ha complicado demasiado como produc- nerme en este otro lado de la cuestión. Y que les permiten mayor creatividad, igual
to de consumo. Es decir, ya no se trata si es necesario, hago una declaración de que los pintores, que no solamente pintan
de hacer un libro, sino cincuenta mil principios: soy un idealista a la manera cuadros para exponer en la Marlboro. A
productos más que se venden junto con de los alemanes del siglo pasado y, por veces, les encargan quinientas acuarelas
ese libro, que son todos carísimos, que eso, no me interesa tanto que se plantee para decorar un hotel de Benalmádena, y
hasta tienen pastas en cartoné y están he- qué pasa con el libro escolar, como que las hacen. Y eso forma parte de lo que es
chos con todo lujo, y eso es innecesario. se discuta qué pasa con nosotros los ilus- la infraestructura económica.
Todo eso no aporta nada a la educación tradores para que aceptemos todo esto. Y por otro lado, sobre el utilitarismo,
y encarece mucho el producto. Hay que creo que existen suficientes ejemplos, a
preguntarse por qué se ha llegado a ese Antonio Ventura lo largo de la historia del arte, de gran-
nivel de complicación, porque es como En la ponencia se mencionan las dos des artistas que hicieron trabajos de ilus-
una carrera absurda. De verdad. Es ex- naturalezas del trabajo del ilustrador: por tración, dieron clases de ilustración, y
cesivo. En mi opinión, es el consumismo un lado la gratuidad y, por otro lado, el eso no suponía, precisamente, una de-
llevado al extremo. utilitarismo. Respecto a lo primero, se ha gradación de su status.
hablado de las sucesivas limitaciones a
Javier Serrano las que se enfrenta el ilustrador, al con- Amal Ballester
Estoy viendo que el debate empieza a trario que el artista no ilustrador, a saber, Si se me permite, me gustaría hacer
tomar un tinte editorial que, desde luego, el artista plástico. Es decir, que el artista una reflexión sobre el hecho creativo en
a mí personalmente no me interesa nada. plástico goza de total libertad a la hora de general, a través de los tiempos. Eso que
se llama arte, y me da lo mismo si es con cuerpo. Me niego a esto y reivindico mi muy discutibles, si hay fundaciones,
mayúsculas o minúsculas, ha sido siem- modesta profesión en toda su dignidad, y asociaciones que se preocupan por la sa-
pre el fruto de una tensión. Es decir, los me la trae al pairo si los críticos me con- lud del libro, por qué no formar una pla-
artistas han tenido siempre que ganarse sideran un artista o no me consideran. taforma para empezar a editar y a expe-
la vida haciendo libros de texto, tirando Otra cosa muy distinta es la reflexión que rimentar realmente. No experimentar en
de la levita de un obispo, adulando al tenemos que hacer de una forma respon- el sentido de que yo soy el artista crea-
rey, etc. Para no entrar en ejemplos pic- sable sobre el producto o la obra que es- dor y libre y hago lo que me sale de la
tóricos, os invito a leer las memorias de tamos realizando. Eso es otra cuestión, punta del lápiz, sino experimentar con la
Orson Wells, cineasta cuyo prestigio hoy porque la dignificación de nuestra labor creación de un producto, contemplado
día está fuera de toda duda, en las que vendrá por ahí, no porque nos reconoz- desde todos los puntos de vista posibles,
explica qué porcentaje hay en sus pelí- can o no como artistas. y que desmienta la falacia de que las co-
culas de lo que él quería hacer, y qué Respecto al tema que nos ocupa, opino sas que tienen calidad y contenido no se
porcentaje estuvo determinado por im- que, efectivamente, el libro de texto está venden, o no sirven, o no circulan. Creo
posiciones de la productora. Welles, en cargado de inutilidades. Pero no sólo en que hay un espacio para intentar otras
este sentido, fue un creador que vivió la cuestión de las ilustraciones. Diría, cosas. No se cuál, pero me gustaría que
mal este conflicto, pero ahí está su obra. además, que la crítica que se está ha- discutiéramos sobre ello.
Soy un anti-romántico y no creo eso ciendo al libro de texto se puede exten-
de que el artista se define como alguien der a lo que se llama libro de imagina- Javier García Sobrino
que hace sus propias reglas. Reivindico ción. Se puede afirmar que el libro de Respecto a los libros de texto, com-
al artista en minúscula, a los artistas co- lectura o de imaginación es, actualmen- parto la duda y la preocupación sobre
mo gente que desempeñan una función te, un sector subsidiario de lo que sería qué es lo que estamos haciendo con los
social y que están sometidos a unas re- el libro escolar y el libro de texto. Y eso niños, porque si un maestro se dedica
glas justamente por ello. El problema es explicaría también la desaparición de los únicamente a utilizar esos libros de tex-
cómo las maneja. Es decir, en qué medi- álbumes. Entonces, el problema es que to, al final, el niño sabe contestar muy
da eso que hace acaba formando parte estamos saturados de productos inútiles, bien preguntas, pero no sabe hacer otras
del acerbo cultural de sus semejantes. A tanto literarios como visuales. Al menos muchas cosas, no sabe crear su propio
mí lo que me interesa de la pintura, o de es la sensación que tengo desde hace conocimiento. Porque por desgracia, la
cualquier arte visual, es en qué medida unos años. Y al final es el hastío ante la educación y los libros han ido por un
se transforma en un lenguaje que permi- cantidad de cosas que no sirven para na- camino que no era el esperado. Todos
te a la gente entender el mundo, por eso da, que no tienen valor estético, que no recordamos cuando comenzó la refor-
protesto contra esa concepción del arte sirven como educación a través de la ma a mediados de los 80, y que en sus
como algo gratuito. El arte no es gratui- imagen, ni nada de nada. Y todo ello se planteamientos iniciales estaba el de
to, el arte existe porque es necesario pa- produce porque hay que copar el merca- ofrecer al alumno una biblioteca de au-
ra nuestra percepción, para nuestra rela- do, porque hay que competir. El proble- la, con libros de conocimientos a los
ción con la realidad y para el desarrollo ma de los libros de texto es muy fácil: que él accediera en su momento para
de nuestra inteligencia. Partiendo de eso, que sean gratuitos. Y si las editoriales no poder construir su conocimiento de for-
yo acepto modestamente el papel que me sacan beneficios, pues que edite el Esta- ma autónoma. Por presiones y razones
ha tocado jugar. do. El libro de texto es un derecho bási- económicas, la reforma no sólo no dio
Creo que sería bueno discutir sobre co y tiene que estar al alcance de todo el lugar a eso, sino todo lo contrario, sa-
estas referencias conceptuales, porque si mundo. cralizó al libro de texto y ahora cada vez
no, tengo la impresión de que estamos Pero no quiero ir por estos derroteros. hay más libros, y con más colores y más
siempre llorando porque no nos dejan Lo que ocurre es que, efectivamente, hay bonitos que antes.
ser lo que se supone que deberíamos ser. una dinámica comercial que no pode- Me preocupa especialmente la mezcla
Soy lo que soy en las circunstancias que mos obviar a la hora de reflexionar sobre y la confusión que todo esto supone.La
me ha tocado. Creo que sólo hay peque- nuestra propia función. Me parece mucho literatura infantil ha sido subsidiaria de
ños momentos en la historia del arte en más interesante que de un simposio como la escuela desde siempre, pero ahora, la
los que los artistas han tenido la ilusión éste pudiéramos sacar, no ya unas conclu- mezcla del libro de creación con el de
—porque ha sido una ilusión— que es- siones (que podemos elevar a las instan- texto es muy notable. Es decir, ahora
taban libres de los condicionamientos cias correspondientes, y luego no pasa abundan los libros «para leer» que abor-
«alimenticios». Pero eso es un mito y nada), sino crear una serie de platafor- dan temas transversales, como la educa-
hay que reconocerlo como tal. Yo diría mas prácticas que permitan, por ejem- ción para la paz, ecología etc.; libros de
que el mundo del arte está sometido a plo, editar aquellos libros que nosotros lecturas recomendadas en vacaciones de
unas reglas comerciales, absolutamente queremos, que son socialmente necesa- verano o de invierno; libros con su guía
cuantificables, que van desde el encargo rios pero que no son comerciales, y que didáctica... El peligro que veo es que se
administrativo hasta el blanqueo de di- de otra forma nunca serían editados. En- instrumentaliza la literatura infantil de
nero negro. Siempre se habla del arte co- tonces, de la misma forma que se crean tal manera que deja de ser creación y li-
mo si fuera un alma desencarnada del plataformas digitales, con finalidades teratura, para convertirse en un instru-
51
CUJÍ 02
ILUSTRACIÓN
mentó al servicio de la escuela, que to también) que al final llega a ser abso- ra de libro de texto. Estoy de acuerdo con
aborda diferentes temas que en la escue- lutamente incoherente y antipedagógico muchos de los inconvenientes de los que
la hay que tratar, pero de «otra manera». en todos los aspectos. Es un tipo de li- se está hablando, pero no se debe olvidar
Esto puede confundir las cosas hasta el bros en los que no se puede ser imagina- que desde las editoriales se hacen estu-
punto de que no sepamos qué son libros tivo de ninguna manera. Incluso cual- dios de mercado, que incluyen mostrar a
de literatura y qué son libros de conoci- quier intento de creatividad, resulta casi los profesores diferentes maquetas y ma-
mientos. molesto. Quiero decir que, si además de teriales que se están elaborando, sin que
cumplir con el requisito de dibujar las ellos sepan de qué editorial son, para dar-
Miguel Ángel Pacheco gallinas, los pollos y los cerditos que se les a elegir. Y son los propios usuarios (o
A mí, contrariamente a Arnal Balles- te han pedido, intentas hacerlo con cier- los prescriptores más bien) los que eligen
ter, me gusta más trabajar sin reglas. De ta gracia, pues eso no gusta mucho, por- un determinado tipo de libros.
hecho, dejé de ilustrar hace mucho que se trata de ser lo más impersonal po- Y, respecto a esa escalada consumista
tiempo porque estaba harto de las re- sible. de más cartoné, más pegatinas, más co-
glas que había en ese mundo, no sólo en Es cierto que siempre hay cosas bonitas lorido, tengo que decir que aunque a un
el mundo de la ilustración en sí, sino en el y cosas feas, cosas inteligentes y cosas editor no le guste —como a mí me ha
mundo de la educación infantil, en ge- torpes, pero yo diría que la mayoría de pasado—, si lo hace la competencia, tú
neral. Y tampoco me ha preocupado mu- nuestros libros escolares han nacido de tienes que hacerlo también, de lo contra-
cho si se me considera como artista o no. planteamientos superfluos y torpísimos rio no vendes. Finalmente, quienes eli-
Pero sí que me ha preocupado mucho desde el punto de vista visual. Son li- gen los materiales profusamente ilustra-
hacer algo coherente, e insisto en que el bros, en la mayoría de los casos, empo- dos y muy caros son los prescriptores.
tratamiento gráfico de la mayoría de los brecedores en todos los aspectos. Las razones que tengan para elegirlos,
libros escolares, no es siquiera coheren- serán las que sean, no quiero entrar en
te. Al contrario, es tan poco original, tan Gemina Llenas eso ahora, pero, desde luego, la industria
poco creativo y tan poco interesante (por Participo en el Simposio como autora, se mueve por lo que vende, y lo que ven-
supuesto, desde el punto de vista del tex- pero durante muchos años he sido edito- de es lo que elige el usuario.
Nuria Ventura
Muy brevemente, y sólo para docu-
mentar la cuestión del gusto de los lec-
tores, o de los prescriptores, del que se
está hablando, quiero comentar que hi-
cimos una pequeña investigación en
nuestra red de bibliotecas (Xarxa de Bi-
blioteques de Diputació de Barcelona)
para ver qué libros eran los que los niños
pedían más en préstamo. El resultado
nos parecía un indicador muy claro. En
concreto, los más solicitados eran los li-
bros de las Tres Mellizas, los de Teo,
Walt Disney (Los Aristogatos), los de
Wally, los de la Bruja Aburrida, un libro
antiquísimo como El ratón de campo y
el ratón de ciudad, una obra del ilustra-
dor Picanyol, Los tres cerditos, en una
edición extranjera, La sirenita de Walt
Disney y, finalmente, El manual de la
bruja , de Malcom Bird. Para que veáis
un poco por dónde van los tiros y qué es
lo que en este momento está pidiendo la
gente. Por lo tanto, no nos ha de sor-
prender que en los libros de texto se es-
té pidiendo que hayan muchas guirnal-
das, mucho adorno, que tenga muchas
pegatinas, porque realmente la media en
las escuelas, en la calle, en los progra-
mas de televisión, es la que es. Y no da
para más. •
ILUSTRACIÓN
De William Blake
al Corte Inglés
por Asun Balzola*
amas he dudado de la importancia mántico inglés, filósofo y místico, ade- el rosbif (que ahora no pueden comer
de la ilustración en el libro (en par- más. Hace poco estudiaba unos textos por culpa de las vacas locas)1 en lonchas
ticular, en el libro infantil) o de la suyos que serían mucho más oscuros si- finísimas, tienen estudiado y clasificado
necesidad de los libros ilustrados para no los hubiera iluminado con sus fantás- todo lo que una quiera sobre sus autores
nuestra educación literaria, sentimental ticos grabados. Escribe, por ejemplo, e ilustradores. Da igual que sean miem-
e, incluso, para una educación estética una poesía titulada The poison tree (El bros del canon literario como Blake, o
posterior. Tampoco he dudado nunca árbol venenoso), en la que habla de có- que posean un estilo tan comercial como
que la literatura aliente nuestra imagina- mo la represión de nuestros instintos el de Kate Greenaway (1846-1886) y sus
ción como casi ninguna otra cosa, y de agresivos puede conducir al odio más deliciosas y cursis niñitas victorianas.
que su interpretación visual, es decir, la devastador. Pues bien, si no fuera por la Sería estupendo que nosotros, o mejor
ilustración de los textos nos lleve por ilustración que acompaña al poema, en dicho ustedes que están en editoriales y
unos derroteros mentales igualmente en- la que aparece un hombre tendido en el fundaciones, con nuestra ayuda, por su-
riquecedores, sean éstos parecidos o di- suelo con los brazos en cruz, en clara puesto, hicieran un esfuerzo de recupe-
ferentes de los de la interpretación del alusión a la figura de Cristo, sería mu- ración de nuestras glorias pasadas, de
texto. Desde niña he mirado las pirámi- cho más difícil entender que, entre otras nuestros grandes ilustradores e ilustra-
des de Egipto como paredes dibujadas y cosas, el poeta, muy sutilmente, pues doras, como ya hemos pedido en oca-
las vidrieras medievales como cuentos eran tiempos muy difíciles, pone en sol- siones anteriores.
ilustrados para analfabetos. La historia fa la educación anglicana de la iglesia La tradición es un punto de referencia
del arte, desde mi punto de vista, está de Inglaterra a través de esa imagen. muy evidente y necesario, muchas ve-
llena de ejemplos de manifestaciones ces, para recrear y buscar nuevas for-
precursoras de la ilustración: los códices mas.2 En este momento, en el que pare-
miniados, los libros de horas, el tapiz de La tradición como punto de ce que existe en nuestra sociedad un
Bayeux que es, además, una pequeña referencia tímido intento de estudiar nuestro pasa-
historia del traje, los grabados en made- do reciente, sería formidable publicar a
ra y muchísimos más. Y ¿por qué reflexiono sobre Blake, aquellos colegas cuyo rastro hemos per-
Si queremos hablar de la importancia que quizá no es excesivamente conocido dido a causa de la guerra civil.
o no de que un texto esté ilustrado, pue- aquí, y no sobre Castelao, Penagos o En Gran Bretaña, cuyas gentes se ape-
do poner como ejemplo a William Blake Freixas? Sencillamente, porque los bri- gan a la tradición con la misma pasión
(1757-1827), el poeta e ilustrador ro- tánicos, del mismo modo que cortaban que Linus a su manta3, pueden estar or-
gullosos de poseerla en cuanto a los li-
bros ilustrados se refiere. Estos apare-
cen, tal como los entendemos ahora, a
mediados del siglo xix con el invento de
un impresor que encarga precisamente a
Kate Greenaway y a Randolph Caldecott
(un dibujante de excelente calidad, ilus-
trador de Los cuentos de Washington Ir-
ving, entre otras cosas) unas ilustracio-
nes para experimentar un invento sobre
reproducción en color que tuvo mucho
éxito y que fue pionero de los actuales
métodos de reproducción.
Blake, precursor de ilustradores y pin-
tores4, y Wordsworth (1770-1850), el
poeta de la memoria, que tanto habla de
la niñez y sobre la niñez, contribuyen
por muchas razones a fomentar el inte-
rés por la infancia, muy importante en el
Romanticismo. Es la mirada de la ino-
cencia perdida, la mirada nueva, sin las-
tre, que los escritores, sobre todo los po-
etas, buscan después de la revolución
francesa que ha sacudido la civilización
europea de arriba a abajo. Esta es la tie-
rra fértil donde florecerá más tarde, ya
en la era victoriana, la literatura para la
DECADA DE LOS 60: TONI UNGERER, LOS TRES BANDIDOS, (19Ó3). infancia, uno de cuyos máximos expo-
nentes es la obra maestra de Lewis Ca-
rroll (1832-1898), Alicia en el País de
las Maravillas. Los libros para los niños
y niñas, los álbumes ilustrados, no nacen
por casualidad, sino debido a un conjun-
to de circunstancias felices, entre ellas,
sin duda, unas condiciones económicas
muy florecientes (no en vano Inglaterra
fue, entre 1850 y 1875, la primera po-
tencia del mundo).
CUJÍ 02
Debate: propuestas para impulsar
el libro ilustrado
T ras la comunicación de Asun Balzo-
la, Raquel López Royo, coordinado-
ra de Programas de la Fundación GSR,
expuso muy brevemente los resultados
trados», un proyecto subvencionado pol-
la Comunidad Europea, en el que parti-
cipan la Asociation du Cote des Filies,
de Francia, un equipo italiano y uno de
de cosas, como el sexismo en los libros
para niños. Creo que eso hace falta. Lo
que pediría es que no nos quedáramos
simplemente en esas áreas, sino que ese
de un estudio sobre la imgen sexista en la propia Fundación. La exposición, que tipo de iniciativas se ampliara a otros do-
los álbumes, titulado «Atención al ál- se hacía sólo a título informativo —ya minios de la producción de álbumes.
bum. Un programa europeo plurianual que el tema del sexismo no era uno de Que hubiera unas plataformas de edi-
de investigación sobre los álbumes ilus- los objetivos del Simposio—, ofreció ción amplias, dedicadas a la experimen-
como dato destacado que los álbumes tación, a la creación del libro ilustrado,
actuales siguen ofreciendo una visión más allá de lo que imponen las estrechas
estereotipada de hombres y mujeres, lo vías comerciales que existen hoy en el
cual originó una serie de intervenciones mercado.
de los asistentes.
Luego,se retomó el debate general, cen- Jorge Riobóo
trado en la comunicación de Asun Bal- Estoy de acuerdo con Asun Balzola
zola, respecto a las propuestas concretas cuando habla de las iniciativas de los
para impulsar el libro ilustrado y un tipo consumidores, y con Arnal Ballester, so-
de trabajo más experimental y creativo bre las plataformas para la edición. Sin
del ilustrador. embargo, me referiré a la televisión por-
que es el medio en el que trabajo y el
Arnal Ballester que conozco mejor y, en este sentido,
Me parece muy loable que haya un quiero recordar los maravillosos progra-
proyecto europeo que estudie este tipo mas de televisión que se hacían hace
años, en los que se hablaba del mundo
del libro y se mostraban las ilustraciones
de los dibujantes. Se hacían cosas muy
dignas y se acercaba a los niños al mun-
do de la ilustración, del arte, de la sensi-
bilidad hacia el color y las formas, pero
ya no se han vuelto a hacer. Ahora sólo
queda Miquel Obiols en Canal Plus, y
creo que esa sensibilidad que muestra
una cadena comercial, es la que deberían
tener las cadenas públicas, porque lo que
ahora domina es el imperio Disney o el
imperio manga, y las dosis de imágenes
que los chavales reciben a diario no tie-
nen nada que ver con las que, por otro
lado, las editoriales intentan colocarles
cuando se habla del placer de la lectura.
Opino que con una plataforma contra
la tele-basura, a la que se incorporasen
las asociaciones de vecinos, los centros
culturales y otros organismos, se podrían
conseguir muchas cosas. Igual que se
consiguirían si se unieran los pequeños
esfuerzos que se están haciendo en el
mundo del teatro para niños, al que se
CUJÍ 02
ILUSTRACIÓN
CUJÍ 02
va a transmitir, por lo menos a través de sa para que ésto pueda funcionar), o di- con que este señor invita a sus autores a
los libros, porque sólo editaremos libros fícilmente vamos a seguir haciendo ál- la Feria de Bolonia, les permite apren-
hechos y pensados en otros países. Na- bumes ilustrados. En todo caso, haremos der, ver cosas, relacionarse con otra gen-
turalmente, cuando hablo con editores cosas muy marginales, con muy pocos te, etc. Los editores en este país, no solo
ingleses, por ejemplo, el de Andersen ejemplares...Rompería una lanza en fa- no suelen cuidar ese aspecto, digamos,
Press y le pregunto cómo puede salirle a vor de a ver cómo podemos desbloquear afectivo, sino que ni siquiera están inte-
cuenta editar 5.000 ejemplares de un li- esta situación y llevar a cabo proyectos resados en establecer un diálogo con los
bro, me confiesa que, por ejemplo, hay reales. ilustradores.
una red de bibliotecas que le compra
2.000 ejemplares, con lo cual cubre par- Asun Balzóla Gusti
te del precio de la edición. O sea, que Yo también conozco a los de Andersen Lo que quiero es hacer una crítica en
hay maneras de llegar a un mejor enten- Press y a muchos ilustradores que traba- voz alta a todos los que hacemos el li-
dimiento entre los editores, ilustradores, jan para esa editorial, y puedo deciros bro: editor, escritor, ilustrador, al colec-
autores, y todos los que estamos en el que se sienten muy motivados por el edi- tivo en general. Y es que esta profesión,
mundo del libro, porque estamos en el tor. Un individuo muy astuto que ha sa- no es profesional, y lo digo muy seria-
mismo barco. Si el barco navega habrá bido entender que en la edición influye mente. Por ejemplo, tú hablas con un di-
un poco para todos, pero si no navega no mucho el elemento afectivo y cuida a señador gráfico y nunca te va a plantear
habrá nada para nadie. Quizá tendría que sus autores como yo jamás, en mis trein- problemas de que si no le pagan, de que
haber un clima de mayor confianza. ta y bastantes años de profesión, he vis- si el contrato, de que si no lo firmo. Es
En fin, creo que o bien llegamos algún to hacerlo a un editor español. Y he tra- un profesional, todo el mundo sabe que
tipo de conclusión de este tipo, es decir, bajado prácticamente para todos. Pero es un profesional y le respetan como tal.
a planteamientos realistas, que no se có- Klaus, que es muy inteligente, ha sabido En cambio, en las editoriales no hay una
mo hay que hacerlo (seguro que hasta comprender eso, y jamás, repito, he vis- profesionalidad, ni por parte de los ilus-
tendré dificultades en mi propia empre- to la delicadeza y el verdadero cariño tradores a la hora de exigir sus condicio-
nes, porque creo que o no tienen con-
fianza en sí mismos o no creen en esta
profesión, ni por parte de los editores,
que no suelen ser los interlocutores ade-
cuados, porque se limitan a seguir unas
directrices «que vienen de arriba».
En otros países, por ejemplo en Esta-
dos Unidos, hay ilustradores que traba-
jan en la ilustración infantil, se ganan
muy bien la vida, están muy bien consi-
derados, pero el nivel de exigencia es al-
tísimo, con lo cual se hace una criba
muy grande de ilustradores. Lo cual per-
mite un nivel profesional de auténtica
calidad. En cambio aquí, esa criba no
existe, cualquiera puede ser ilustrador, y
entonces es muy difícil que salgan pro-
ductos de calidad. Y de la misma mane-
ra que soy crítico con los colegas, tam-
bién soy crítico con los editores, porque
creo que las editoriales no tienen perso-
nas competentes que sepan exigir cali-
dad en la ilustración, que tengan criterio
artístico y, muchas veces, se guían úni-
camente por las reglas del mercado.
También pienso que los dibujantes de-
beríamos ser más exigentes con nosotros
mismos, porque los hay que siempre ha-
cen lo mismo, sin ninguna intención de
evolucionar, de mejorar... Hay como una
pereza en los dibujantes que les hace re-
petir y copiar continuamente los viejos
esquemas. •
ILUSTRACIÓN
Mesa redonda
con editores y libreros
60
CUJÍ 02
después de haber escuchado
algunas cosillas, pues casi
siempre uno tiene que pedir
perdón por ser editor, y pedir-
lo doblemente por ser tam-
bién editor de libro de texto.
Cuando se ha hecho referen-
cia a los procesos de elabora-
ción de libros de texto, no me
he sentido nunca aludido,
porque mi estilo no es ése.
Por mi parte, digamos que
hago material educativo en
una línea que me parece, no
sé si bien o mal, pero en to-
do caso muy distinta a lo
que se apuntaba en el ante-
rior debate y ponencia. Hay
una expresión que en mi
opinión define bien lo que
DECADA DE LOS 70: MITSUMASA A N N O , EL VIAJE DE A N N O (1970]
debería de hacer un equipo
dedicado a la elaboración de
materiales educativos: inge-
niería didáctica. Lo cual sig-
U
nifica que hay una gran can-
tidad de saberes, de toma de
na vez tratado el tema del libro la calma y el sueño. A quien recibe el decisiones, de elementos, en lo que es la
ilustrado desde el punto de vista cuento se le permite rescatar la memoria configuración de un instrumento de apren-
de especialistas, autores e ilus- de la humanidad que lleva grabada en dizaje corno puede ser un libro o un ma-
tradores, el programa del Simposio se sus células, para que la enriquezca con terial impreso.
centró en las opiniones de editores y li- imágenes y palabras nuevas que queda- Pero, al margen de ello, quiero referir-
breros sobre el particular. Con este fin, rán ya en él para siempre. A quien se le me a la estructura comercial, al tema de
tuvo lugar una mesa redonda en la que da un cuento se le ofrece la oportunidad los comerciales, que parece que están
participaron Esther Rubio, de Kókinos, de abandonarse al olvido de sí mismo en endemoniados o criminalizados, y que es
Xavier Blanch, de La Galera, y los libre- ese país de todos y de nadie. Ser nada una lástima que nunca, o casi nunca, es-
ros Ana Escarabajal de la Librería Escara- para ser todos, vivir de verdad. tén invitados a este tipo de reuniones,
bajal, de Cartagena, y Pep Duran de Ro- Un cuento es una cosa muy importante, para que puedan defenderse. Por lo tan-
bafaves, de Matará, y que fue moderada es un objeto precioso. Mediante un len- to, creo que hay que defenderlos desde
por Victoria Fernández. guaje simbólico implícito, parte del alma la posición del equipo de ediciones. En
para ir al alma, y por eso hay que cuidar- cualquier caso, vale la pena apuntar que
Esther Rubio lo. Tiene que ser limpio, libre de preten- la guerra con los comerciales empieza
Me dedico a editar cuentos porque me siones morales, sociales, científicas o ya dentro de la casa, es decir, que existe
gusta trabajar con ese objeto, transmisor culturales, porque si se produce alguna una guerra histórica, de toda la vida, en-
especial de sensaciones y belleza. Creo de estas manipulaciones el poso que de- tre el equipo de edición y el comercial.
que me atrae compartir el enamoramien- ja podrá ser útil, pero no servirá a su au- Normalmente, las personas que integran
to que crean en mi determinadas imáge- téntico fin. Un buen cuento contiene cla- los equipos comerciales tienen perfiles
nes e ideas, me encanta contribuir con mi ves universales que nos ayudan a superar distintos, sensibilidades diferentes, y es
labor de hormiga hacendosa a llevar un conflictos y a convivir con la relatividad frecuente que no coincidan en sus plan-
proceso creativo a su cometido más im- de las ideas. Los cuentos nos ayudan a teamientos, en su manera de ver las co-
portante: alimentar el alma del niño. Le ser personas. Un cuento es un regalo y a sas. Eso, y hablo desde mi experiencia,
damos cuentos al niño porque queremos mi me encanta hacer paquetes. no significa que el editor se pliegue, ce-
despertar en él imágenes hermosas, y lo da a la imposición, a los gustos de los
hacemos con la emoción de quien da la Xavier Blanch comerciales. Ni cede ni deja de ceder; es
llave de un tesoro que tiene que ver con Mi intervención no va a ser tan poéti- que hay que hacer concesiones, porque
la vida y detrás del cual se aloja la espe- ca como la de Esther Rubio, sino más se trata de un debate, una discusión, un
ranza. Es el bálsamo proporcionado en prosaica. Para empezar, permitidme que estira y afloja. Me imagino que en cada
la hora mágica y en el lugar sagrado de lo haga con una provocación amable, casa tendrá más peso un departamento,
ILUSTRACIÓN
o unas personas más que otras, y en fun- bien vienen de fuera, como un propues- editor; es algo que contribuye de forma
ción de esto se perfilan o se configuran ta de autores, ilustradores etc. Por tanto, decisiva a crear una línea de tratamiento
unos programas editoriales. En cualquier el editor es, en cualquier caso, un catali- de las imágenes en los libros. Por tanto,
caso, diré que, por definición, un comer- zador, alguien que tiene que tener olfato también ahí el papel del editor es prota-
cial tiene como objetivo principal la ven- para seleccionar aquello que puede tener gonista. Es el editor quien se rodea de
ta, esa es su función. No creo que los interés cultural. No es, por lo tanto, un esos profesionales que tienen una inter-
comerciales sean los causantes de la con- simple comparsa. Y quizá esté haciendo vención realmente determinante en la
figuración del gusto general del público. una defensa corporativa o gremialista, pe- configuración de los libros.
Lo que sí es verdad es que el comercial ro es que a veces me parece que se habla Por último, tengo que decir que, como
tiene la antena puesta y recoge un lo que del editor infravalorándolo. El hecho de editor, muchas veces tampoco me he
hay en el ambiente y, equivocadamente o que estén unas personas u otras dirigien- sentido bien tratado, mimado por los
no, va a la editorial con la demanda hecha. do una editorial, puede configurar de for- ilustradores. Lo digo sinceramente. Me
Pero no tienen esa responsabilidad, no son ma muy distinta la línea editorial de esa sorprende que, a veces, cuando vienen a
culpables en el sentido en que se ha co- empresa. Lo cual demuestra la importan- la editorial te vean como un señor con
mentado en el debate sobre el libro de tex- cia de la función del editor. sombrero de copa y un puro enorme, co-
to ilustrado. En lo que afecta a los libros ilustrados, mo si fueras el dueño de la llave de la ca-
Respecto a la función del editor, creo se ha comentado también la necesidad o la ja fuerte. Tienen una imagen tuya este-
que somos responsables de los planes de conveniencia de que las editoriales cuen- reotipada que no se corresponde con la
edición, de lo que publicamos. Y diría ten con los servicios, con la intervención realidad, y vienen un tanto a la defensi-
que el editor es también un creador. En de un director artístico. En nuestro caso, va, pensando que tú estás intentando es-
los libros aparecen por lo menos tres sí contamos con una persona, que no tie- catimar unos duros. Esa no es nuestra
copyrights : los que corresponden a los ne ese título, pero hace las funciones de manera de funcionar, no es la mía, cla-
autores —el escritor, el ilustrador—, pe- director artístico, que es Claret Serrahi- ramente. En este sentido, hay que distin-
ro también el de una marca, el de una ma, un diseñador. Ahora bien, hay que guir de forma rotunda entre un editor y
editorial. Y es que las ideas para hacer decir que es una persona más que se in- el dueño de la empresa. Ser editor es un
los libros, básicamente las colecciones, tegra en equipo editorial y, en cualquier oficio. El editor es un creador al que se
o surgen del mismo equipo editorial, co- caso, lo que se decida a partir de su in- le encarga que configure una línea edi-
mo una creación del equipo editorial, o tervención no es únicamente responsa- torial, y se le asigna un presupuesto, ma-
bilidad suya. Trabajar con alguien así, yor o menor, que tiene que administrar.
cuando hay sintonía, ayuda mucho al Si esto se entendiera así, quizá la rela-
ción entre editores y autores e ilustrado-
res mejoraría.
Ana Escarabajal
!,,, Que vivimos en plena era de la ima-
gen es ya una verdad de perogrullo; que
esta imagen es cada vez más
adormecedora de la voluntad
ya no sorprende a nadie; que
el texto escrito ya no es la
única forma de representa-
» ción simbólica podría afir-
* marlo casi cualquier estudian-
3 te. Entonces me pregunto el
5 porqué este rechazo, desde las
s diversas instancias educativas
1 y culturales, a considerar la
5 imagen gráfica, la ilustración,
<- no como un complemento del
I texto, o como un arte, o como
5 una forma expresiva secundá-
is ria, sino simplemente como
S una posibilidad de expresión
9 con plenos derechos.
s
El valor de un medio de ex-
<
< presión no reside en la forma
• misma, sino en aquello que
contiene. Así, los libreros pensamos que como elemento enriquecedor, como por- y padres caen en el error de creer que la
hay libros buenos y malos, de la misma tador de mensajes, de conocimientos que ilustración en muchas ocasiones empo-
manera que hay buenas y malas pelícu- me parece totalmente necesario saber y brece la lectura. Piensan que en el libro
las, y buenas y malas ilustraciones. La transmitir. Constantemente, en la librería ilustrado hay más dibujos, menos letra y,
calidad no viene dada por el soporte, si- me piden listas de libros no sexistas, de por lo tanto, su lectura, su aprovecha-
no por la capacidad de información que libros de valores, de ejes transversales, miento supone menos esfuerzo por par-
el libro contiene, de forma que el recep- de obras que hablen de amor, de amistad te del niño. ¿Qué es, pues, lo mejor? ¿Dar
tor se enfrente de manera crítica y crea- ... Y, estoy de acuerdo en que educar es mucha letra para que los niños se esfuer-
tiva al mundo, para conseguir que com- comunicar valores sociales, morales y cen y vayan «al contenido»? Letra igual a
prenda mejor su entorno y también para culturales. Pero, ¿qué hay de los valores contenido.
comprenderse mejor a sí mismo. En mi estéticos?, ¿y del simple goce a la hora de La librería juega un papel importante
opinión, eso es muy importante. Los li- leer? Me parece que educar deleitando es por lo que representa de contacto direc-
bros me han ayudado siempre a com- una gran posibilidad y que las imágenes to con el cliente. No me considero sólo
prenderme a mí misma, y por ello creo juegan un importante papel en ese senti- una vendedora, aunque pertenezco a un
que es tan válida la palabra escrita como do. Es una contradicción que en plena era gremio que es pura empresa y si no ven-
la imagen. de la imagen y sabiendo que, como se ha do mi negocio se viene abajo, pero tam-
Parece que todo el mundo está de demostrando científicamente, somos ca- bién me considero —igual que muchos
acuerdo en que la función de los prime- paces de captar mejor y más rápidamente otros libreros—, un poco asesora, inter-
ros libros para niños es de carácter mo- a través de la imagen, a los libros de imá- mediaria o mediadora entre el libro y el
ralizante, incluso ideológico. En la ac- genes no se los valore en su justa medida. lector. En este sentido, quiero asumir mi
tualidad, nos encontramos que se han Concretando, en nuestro sector, las li- responsabilidad como librera, pero ten-
enfocado hacia la adquisición de valo- brerías, nos encontramos con dos pro- go que reivindicar y solicitar que a las li-
res, como la amistad, la igualdad, el amor, blemas fundamentales con respecto a los brerías nos llegue una correcta, aunque
siempre a través del texto y despreciando libros ilustrados. En primer lugar, no hay sea mínima, información acerca de los
la educación en los valores estéticos. Sin demanda. Cuando padres y profesores libros que recibimos. Y es que los libros
embargo, soy optimista, porque no se me solicitan un libro para un niño pe- nos llegan en sacos, por centenares, y sin
puede ser librera sin ser optimista en es- queño, yo les enseño un álbum y enton- ningún tipo de referencia. Si los libreros
te país, y creo que se ha conseguido que ces me dicen: «¡ah, no! Ese es un libro tenemos que ser profesionales del libro,
padres, niños y profesores reconozcan la caro». Entre la población hay una idea que es lo que se nos pide, ¿por qué la red
importancia de los libros en el mundo in- generalizada de que álbum ilustrado equi- comercial de los editores no es profesio-
fantil, que estén convencidos de la nece- vale a libro caro. Esto quiere decir que los nal? Esto pasaba hace veinte años, y la
sidad de leer. Pero, ¿qué pasa con los li- valores culturales quedan excluidos a la situación sigue siendo la misma ahora.
bros ilustrados? Una gran mayoría de lo hora de elegir el álbum; es decir, se tiene Por ejemplo, Se llama cuerpo es un vo-
que podemos llamar especialistas, porque en cuenta que es caro y no se piensa que lumen especial con fotografías extraor-
entiendo que los profesores son especia- dentro esconde una gran belleza y rique- dinarias de Pere Formiguera, editado por
listas, se esfuerzan por conseguir unos za, algo que va a ayudar al niño, que le va Aura Comunicación, que ha ganado el
contenidos adecuados y adaptados a los a dar una perspectiva de la vida. premio Bolonia Ragazzi 1997. Pues es-
niños, pero se olvidan del libro ilustrado Y el otro problema es que profesores to no nos llega a las librerías, nadie nos
ILUSTRACIÓN
informa, nadie nos lo recomienda para ventas que mencionaba, también puede suficiente. Pero, ¿de que manera se pue-
que podamos ofrecerlo a nuestros clien- decirse que un álbum es exitoso si ven- de ampliar el mercado? Porque en la
tes, para que lo digamos en bibliotecas, de 2.000, 3.000 ó 5.000 ejemplares. Pero cuestión de los valores del álbum esta-
al ciudadano de a pie, a los profesores. hay pocos que se vendan tanto. El editor mos todos de acuerdo, y nadie discutiría
Sólo los que estamos suscritos a CLIJ que publica álbumes sabe que necesitará su importancia. La cuestión es: ¿hay
podemos disponer de esta información. diez o quince años para vender esa canti- 2.000 personas en España que puedan
Y creo que es deber de los editores crear dad, y los edita como una inversión en comprar álbumes? Sí que las hay, pero
los mecanismos necesarios para hacer- prestigio, como una aportación cultural. ¿dónde están? Pues éste es el problema,
nos llegar estas cuestiones, estos datos Pero la mayoría de editores no pueden saber dónde están y reunirías para que
técnicos acerca del producto que mane- mantener los libros inmovilizados
jamos. Por otro lado, tenemos que tener durante tantos años, y lo que hacen
en cuenta que el sector del libro infantil es liquidarlos.
y juvenil es el más importante, puesto La verdad es que no hay mercado
que es el primer eslabón de la cadena,
son los futuros adictos a la lectura. En
esto creo que todos los que participamos
en el Simposio estamos de acuerdo, y
que los editores deben ser muy conscien-
tes del crecimiento vertiginoso del mer-
cado infantil en muy pocos años.
Por último, insistir en que es necesario
que los profesionales que tenemos que
ver con este mundo del libro (libreros,
editores, escritores, distribuidores...) tra-
bajemos juntos, ligados por la profesio-
nalidad.
Pep Duran
Se trata de analizar, en este caso des-
de el punto de vista del librero, el porqué
no se venden los álbumes o libros ilus-
trados. Creo que es porque se trata de
productos que no llegan al consumidor.
Pero también hay consumidores que lo
piden. Y lo hacen cuando lo conocen.
Por ejemplo, llevo veinte años yendo con
mis maletas de cuentos a las escuelas,
abriéndolos, explicándolos a los niños y a
los maestros, y puedo decir que no es ver-
dad que las escuelas no quieren los ál-
bumes. Hay escuelas que aceptan el ál-
bum y lo utilizan en el aula, y luego
recomiendan a los padres que los com-
pren para formar la biblioteca de sus hi-
jos y para regalos de Navidad. Es decir,
que los álbumes funcionan cuando se
conocen. Por ejemplo, de Stelaluna (Ju-
ventud), se han vendido 60.000 ejem-
plares, lo cual es un gran éxito. Y de Adi-
vina cuánto te quiero (Kókinos), creo
que se han vendido unas 20.000 unida-
des. Otro gran éxito. ¿Por qué un álbum
funciona y otros no? En mi opinión, un
álbum funciona si tiene una buena histo-
ria y una buena ilustración. Si ambas co-
sas no van juntas, algo falla y el álbum
no funciona. Sin llegar a esas cifras de
sea posible editar álbumes. ¿Y las escue-
las? No, porque no saben que hacer con
ellos. Falta educación de la sensibilidad y
hay todavía un gran trabajo por hacer en
las escuelas de Magisterio sobre educa-
ción artística.
Por lo tanto, si el mercado ha de existir
y se ha de ampliar para que los álbumes se
vendan, para que ios ilustradores tengáis
trabajo, para que los editores produzcan
mucho y se ganen la vida, para que los li-
breros también vendamos y los bibliote-
carios puedan hacer su difusión (ellos ya
cobran del Estado), se ha de juntar toda la
demanda en un espacio desde donde se
pueda difundir. Por ejemplo, un centro de
difusión del álbum ilustrado en España,
que sea un lugar donde se puedan reunir
todos los álbumes que todavía están vi-
vos en las editoriales, y desde allí darlos
a conocer, hacer llegar la información a
todas partes, y que sea un punto de refe-
rencia para todos los interesados en el
álbum ilustrado. Luego, ya vendrá el te-
ma del mailing, de cómo conectarnos,
de hacer una revista para que el álbum
ilustrado se de a conocer, y que esos po-
tenciales 2.000 interesados puedan leer
críticas y saber qué libro les puede inte-
resar y cuál no.
En cuanto a las librerías, ¿son el lugar
adecuado para vender el libro ilustrado?
¡Qué va! ¿Cuántas librerías hay en Es- público en general que existe este géne- que el álbum ilustrado tenga una impor-
paña que vendan álbum ilustrado? ¿10, ro. ¿De qué manera? Pues, por ejemplo, tancia social general, no únicamente en
15,20? Muy pocas que lo conozcan y que a través de la Feria del Libro de Barcelo- el ámbito infantil. Es decir, se trata de co-
lo quieran trabajar en serio y que apuesten na, que ha fracasado durante veintidós nectar con el auténtico comprador, que
por él. ¿Por qué? Porque no es rentable, años, y que este año ha aprobado un nue- es el adulto. Y el reto es encontrar las fór-
porque ocupa espacio, porque exige mo- vo plan. Se hará en julio, en el Molí de la mulas que permitan esa conexión.
biliario adecuado, porque tampoco se Fusta, y será una gran librería temática En Cataluña se ha creado una asocia-
conoce muy bien el contenido y porque infantil donde habrá ilustradores, exposi- ción que se llama Ca Llibre, o sea, la Ca-
necesita una dedicación especial para ex- ciones, cuenta-cuentos, presentaciones. sa del Libro, formada por siete locos que
plicarlo y venderlo a los posibles compra- Será la Feria del Libro y la Lectura, no la nos hemos juntado para tener una masía
dores. ¿Qué se puede hacer? ¿Cuántas li- Feria del Libro para vender libros, sino donde se expliquen cuentos. Hay expo-
brerías hay que quieran trabajar el álbum para dar a conocer las técnicas de anima- siciones, hay librería, hay biblioteca, y
ilustrado en España? ¿50?, pues vamos a ción, de difusión, de planteamientos des- queremos que sea un foco de referencia
impartir formación en esas librerías. En de la prensa, radio, televisión... Se hará del libro infantil, del álbum ilustrado,
Barcelona hay un librero que está ha- dentro del programa del Grec, del Ayun- básicamente.Y ¿qué aportamos? Lo que
ciendo un programa de formación sobre tamiento, que lo ha adoptado para que, hemos aprendido durante 25 años de
libros infantiles, al que pueden acogerse dentro de la programación de teatro, la Fe- profesión y que deseamos que tenga una
librerías con unas características deter- ria entre como un espectáculo más. Joan repercusión en otra gente, que lo puedan
minadas, gozar así de una serie de privi- Manuel Serrat irá a explicar y a cantar ir explicando y multiplicando.
legios concretos. Además, un distintivo los cuentos que cuenta y es una forma En resumen, lo más importante es en-
relacionado con el libro infantil las iden- también de incorporar al mundo del libro contrar el punto de conexión con el mer-
tifica como centro de referencia. una voz, un personaje que tiene gran éxi- cado, es ampliar el mercado. De lo con-
¿Que más cosas se pueden hacer? Por to. En definitiva, se trata de encontrar un trario, las tiradas de las ediciones seguirán
ejemplo, organizar eventos a nivel de to- montón de actividades de las que ya exis- siendo muy pequeñas y, por tanto, los pre-
da España para poder dar a conocer al ten en el mercado, para juntarlas y hacer cios muy altos. •
ILUSTRACIÓN
CUJÍ 02
¿abréis
jugar con
nosotros?
única salida que tenemos para hacer de prestigio lo demuestra. Y lo que quie- cionarían. Esta política resta riqueza al
nuestro trabajo, sin imposiciones, aun- ro es un trato correcto y una actitud de libro y al trabajo de los ilustradores.
que con toda la conciencia de que esas respeto hacia mi trabajo como ilustrador. Una de las cosas que habría que rei-
obras llegarán a poca gente, y con la idea, Respecto al álbum ilustrado, pienso vindicar, exigir, de los poderes públicos
quizá muy inocente, de que eso puede que no hay que salvar nada. Sencilla- y de la televisión pública, es una presen-
cambiar en algún momento. Pero en rea- mente, el álbum es una cosa que funcio- cia del libro infantil en televisión, en los
lidad quería referirme a eso que se ha lla- na cuando llega al receptor. Entonces, el programas. Y da igual que digan que no
mado «responsabilidad compartida». Al problema es procurar que al menos esos es rentable. Pago mis impuestos y tengo
respecto, creo que no es nuestra respon- 2.000 lectores potenciales, que segura- derecho a exigir que una televisión pú-
sabilidad hacer llegar 2.000 libros a sus mente son la punta del iceberg, puedan blica proyecte o haga descubrir a esa in-
2.000 posibles compradores inmediatos. tenerlos en sus manos. Y es ahí donde se mensa audiencia, una necesidad que yo
No es nuestra responsabilidad como ilus- presentan mis dudas, porque todas las estoy convencido que existe, y que ellos
tradores. Y mi respuesta a lo que plantea- iniciativas pueden ser buenas, pero des- están tapando con consideraciones que
ba Jesús Ballaz es que estamos en el mis- de la perspectiva editorial, ¿hay algún no tienen nada que ver ni con la cultura
mo barco, no hay duda, pero he viajado a interés en el libro ilustrado? En mi opi- ni con las necesidades reales de la gen-
Mallorca en cubierta y en hamaca, mien- nión no lo hay, y soy terriblemente es- te. Por eso propongo, ya formalmente,
tras había señores que iban en primera. céptico respecto a que lo pueda haber que como una de las conclusiones de es-
Claro que estamos en el mismo barco, más adelante. Se ha presentado al res- te Simposio hagamos esta exigencia pú-
pero es que no todos viajamos en la mis- ponsable de Andersen Press como un blica. Yo creo que eso sería indiscutible-
ma clase, ni tenemos, por tanto, idén- ejemplo de lo que podría ser el editor so- mente un paso, que no excluye la multitud
ticas responsabilidades. Acostumbro a ñado por autores e ilustradores. Su ma- de iniciativas que se pueden tomar. Pero si
trabajar gratis, absolutamente gratis, por nera de trabajar puede resultar ideal, pe- el mayor enemigo, en cuanto a medios, es
causas en las que creo, de la misma ma- ro no deja de ser una excepción dentro la televisión, planteemos la batalla en la
nera que estoy dispuesto a trabajar con del mundo editorial internacional actual. televisión.
un editor, sin cobrar un duro, para llevar Es como la herencia de una época en la
adelante un producto en el que creo. Sin que todavía no se había afianzado el em- Javier García Sobrino
embargo, no estoy dispuesto a que una presario-tiburón, que desprecia no ya lo No estoy de acuerdo con PepDuran
empresa que pretende ganar dinero con que le produce pérdidas, sino lo que no cuando comenta que el álbum no tiene
mi trabajo y el de otros, me diga que es- le produce los suficientes beneficios, sitio en la escuela. Por lo general, la es-
toy en el mismo barco. A ello respondo: que es muy distinto. Y que practica la cuela, el profesorado, tienen escasa in-
yo cumplo mi función, tú cumple la tu- política de la «tierra quemada», despre- formación y se suelen dejar llevar por
ya. Que cada palo aguante su vela. Por ciando y marginando una serie de pro- las editoriales que les ofrecen muchas
otro lado, creo efectivamente que no se ductos que tal vez no serían mayorita- veces el oro y el moro, pero también hay
nos trata bien. El grado de participación rios, que quizá no generarían todos los una limitación presupuestaria y el álbum
de los ilustradores del país en los libros beneficios que él espera, pero que fun- no deja de ser un libro caro, entre comi-
ILUSTRACIÓN
lias. A pesar de esas circunstancias, el ese carro, porque las editoriales tienen
trabajo con el libro ilustrado ha mejora- una responsabilidad cultural de la que,
do mucho, en muchos centros se hacen hasta ahora, han hecho dejación. Y es que,
buenos proyectos y bien pensados. Nor- además de su responsabilidad económica
malmente, las editoriales nunca van a como empresas, también tienen otra res-
ofrecer álbumes a los colegios. El rey es ponsabilidad. Por lo menos las editoriales
el libro de texto y lo demás son cosas de otros países lo entienden así.
subsidiarias, y no hay vuelta de hoja. Y
cuando te venden algo, lo hacen en blo- Miguelanxo Prado
que, es decir, te venden la colección com- Bueno, yo quería comentar tres pun-
pleta, y es tu problema seleccionar los tí- tos. Uno seguramente es pertinente, el
tulos que realmente interesan. otro es prosaico y el tercero, claramente
Generalmente, el primer contacto del impertinente. Empiezo por el pertinente.
niño con el libro se produce en la escue- Respecto a los comerciales, a los que se
la que, justamente por ello, tiene una ha llegado a enlazar con los libreros, y sin
gran responsabilidad en este sentido. Es entrar a satanizar ni a beatificar, quiero
un primer contacto en el que influye, ex- dejar claro que, para lo bueno y para lo
cesivamente desde mi punto de vista, el malo, unos y otros son seguramente la
mediador, en este caso el profesor o la pieza más determinante de toda la cade-
profesora. Si ellos no tienen una actitud na. Un ejemplo personal: realicé un libro
positiva, es decir, si no consideran que es de esos que haces con la más absoluta
valioso o importante que sus alumnos convicción que lo van a leer cuatro y, de
dispongan de álbumes, muy posiblemen- repente, la Asociación de Libreros de
te en su aula no los habrá. Pero si el do- Francia decide que es el mejor libro del
cente tiene una actitud positiva, cualquier año. Y entonces no lo leen cuatro, sino
cosa que se haga en torno a los álbumes que en Francia me parece que anda por
con los primeros lectores, aunque no se- los 45 ó los 50.000 ejemplares vendidos
pan leer, funciona. Y ocurre normalmente que, para un autor como yo, es realmente
que los libros no existen para muchos excepcional. Esta es una muestra más de
crios hasta que se los pones delante, has- lo determinante que es el papel activo de
ta que se lo cuentas. En educación in- ese señor o señora, como pieza de cone-
fantil, en las primeras edades, todo fun- xión con el lector. De su opinión sobre lo
ciona. El peligro es cuando entramos en que se va a vender va a depender, en mu-
Primaria. Es el momento de mayor ries- chos casos, el futuro de un libro.
go, porque el caballo de batalla es el El punto prosaico es con referencia a
aprendizaje de la lectura, y se corre el DÉCADA DE IOS 70- CARME SOIÉ VENDRELL,
esa cuestión de la implicación de los au-
IA LUNA DE JUAN (1981],
peligro de utilizar los libros como ins- tores, ese «arrimar el hombro» en el pro-
trumento para que aprendan a leer. Y ahí ceso de activación del libro ilustrado.
se pueden mezclar mucho las cosas. so en las revistas especializadas —y for- Como autor e ilustrador, suelo trabajar
En cuanto a la función del álbum ilus- mo parte del equipo de una— no hay crí- cobrando un 10% de derechos de autor.
trado, creo que las ilustraciones pueden tica del libro ilustrado. Nosotros hace- Ese porcentaje ya me parece discutible,
hacer un buen contrapeso a las imágenes mos 200 palabras de comentario y al pero vamos a dejarlo ahí. Ahora bien, lo
que impone la televisión y, además, per- final hablas de las ilustraciones, pero que ya me parece grotesco, es que se nos
miten a los niños ensanchar la aprecia- normalmente no se disecciona un álbum hable siempre de los costes objetivos
ción del mundo. Esa es una de las razo- ilustrado, porque ahí también nosotros que fijan los presupuestos, como son el
nes para defender el álbum. La otra es tenemos que aprender. papel, el impresor, la fotomecánica de
que facilita, como un segundo paso (por- No quiero dejar de comentar lo que di- cuatricromía, que es muy cara, los gas-
que primero es la narración oral), que jo Jesús Ballaz, porque me parece im- tos de infraestructura editorial... Y, al fi-
los niños cojan el gusto por la lectura. portante que dejemos de dar vueltas a lo nal, lo único que es variable es lo que se
Aquí nos encontramos con el tema de la mal que nos trata la vida, y empezar a lleva el autor. Es como esa propuesta eter-
compra. Quienes compran los libros, los mirar un poco hacia adelante, plantear- na del Gobierno de que hay que apretarse
álbumes ilustrados son los profesores, nos qué es lo que podemos hacer para el cinturón, y resulta que siempre me toca
los padres, los bibliotecarios, y para que que haya más álbumes de ilustradores y a mi y al colega que tengo al lado. Enton-
elijan bien es necesaria una buena infor- escritores españoles, porque es impor- ces, para mi ese 10% es sagrado y, desde
mación. La información llega a través de tante que los niños vean la vida desde el luego, si quiero meterme en alguna aven-
los medios de comunicación que, nor- punto de vista de la gente que vivimos tura, lo haré por propia iniciativa. Pero
malmente, pasan del asunto. Pero inclu- aquí. Mi pregunta es quién va a tirar de arrimar el hombro ya lo hago en mi tra-
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CUJÍ 02
bajo, como lo hace el impresor, el de la mayoría me dijeron que sí,
fotomecánica, y como lo hace la telefo- y eso es estar un poco en el
nista de la editorial. A mí, la verdad, no mismo barco. Por lo tanto,
creo que moralmente se me pueda pedir no se por qué hay que hacer
que arrime el hombro más allá de la, lla- una lectura de confronta-
mémosla, materia prima. Es ridículo que ción permanente de lo que
estemos admitiendo como intocables el es la relación entre editores,
resto de los estamentos y al final el úni- ilustradores etc.. Estar en el
co que realmente es el origen y el meo- mismo barco quiere decir,
llo de la obra, sea el que tiene que arri- en mi opinión, tener conoci-
mar el hombro. miento de cómo funciona el
Y ahora el impertinente, que ya sé que sector, de cuáles son los
es improcedente, pero es que si no lo di- márgenes, las ganancias y
go no me quedo a gusto, porque es un las posibilidades reales.
asunto que me tiene bastante perplejo.
Me permitiréis que juegue un poco al Jesús Ballaz
misterio. ¿Os imagináis, por ejemplo, un Quiero ser muy breve, pero lamento
premio enológico internacional en que algunas reacciones que he provocado
dijeran: quedan expresamente excluidos con lo de «ir en el mismo barco». Quizá
los blancos de Rueda o los tintos del Pe- no me he explicado bien. De todas for-
nedés? Sería impensable ¿no? Desde que mas, quería insistir en que si nuestro ob-
hemos llegado aquí se ha estado hablando jetivo es que sobreviva el álbum ilustra-
de álbumes, de libros ilustrados y me pa- do, y reducimos esa ambición a hacer
rece que, entre sus características para de- tiradas de 2.000 ejemplares, editoriales
finirlo, se dijo: convivencia de texto y de como en la que yo trabajo, y me imagi-
imagen. La imagen no basta, tiene que ha- no que otras editoriales de un volumen
ber un hilo argumental que relacione la un poco fuerte, no vamos a trabajar en
totalidad de las imágenes. Eso es, en su ese campo, porque no nos compensa
más pura esencia, el cómic. Y, por ejem- económicamente. Me parecería un fra-
plo, el Premio Catalónia de Ilustración que funcionarán igual.Pero, en cualquier caso de la gente que en este momento
excluye expresamente los trabajos de caso, tengo que hacerme responsable de representamos un poco lo que es este
cómic. Yo no se cómo lo interpretarán todo lo que publico, porque soy el editor y sector, esa meta de las 2.000 copias de
los implicados, pero a mí me parece un decido, no paso la pelota a nadie más sino un álbum ilustrado.
tremendo sarcasmo que a autores como que tengo que asumir esa responsabilidad.
Calatayud o Max se les de un Premio Na- Por otra parte y comentando lo que decía Ulises Wensell
cional de Ilustración por un libro ilustra- ahora Miguelanxo Prado de que siempre Voy a incidir en lo de la relación entre
do, cuando tienen a sus espaldas una can- tienen que pagar el pato los mismos, no editor e ilustrador. Llevamos más de
tidad ingente de obras maestras en el es verdad. A mí también me piden cuen- treinta años en esto y, aunque con el pa-
campo del cómic. En este sentido, no en- tas, y yo me he pillado los dedos muchas so del tiempo uno se acuerda de lo me-
tiendo el hecho de que se pueda plantear veces, y ha habido libros con los que he jor y se olvida de lo peor, pienso que ha
un Simposio sobre el álbum, sobre el li- perdido dinero. Eso lo puedo compensar habido, no estafa, pero si maltrato. Ade-
bro ilustrado, sin que se mencione el có- si el balance final global es bueno. Pero más, en una relación profesional se es-
mic, si exceptuamos la intervención de como me equivoque con muchos libros, pera un trato de igual a igual, lo que
Teresa Duran, y que sólo la revista CLIJ pues mal va la cosa. Por lo tanto, no se también puede comportar la existencia
lo trate sistemáticamente, mes a mes, puede tener una visión tan reduccionista de un cierto afecto entre los individuos
con un sección de reseña y crítica de ál- del sector. implicados. Pero, en fin, lo que quería
bumes de cómic. Y respecto a lo que decía Jesús Ballaz decir es que las editoriales que han de-
del barco, me gustaría poner un ejem- sarrollado sus capacidades económicas
Xavier Blandí plo, que alguno de los que estáis aquí co- y han ampliado su negocio a base de
En mi editorial me aprueban a final de noce. A raíz de una oferta de Sudaméri- malos contratos, o de inexistentes con-
año un presupuesto que presento, y luego ca, de compra de unos libros en unas tratos, durante todos estos años, a lo me-
me administro. Pero, hasta la fecha, nadie condiciones muy inferiores al precio de jor le deben algo al mundo de la crea-
me ha dicho qué es lo que tengo que ha- venta en España, propuse a los autores ción, por ejemplo, arriesgarse con un
cer y qué no puedo hacer. No se si es un implicados un pacto que consistía en ha- tipo de ediciones como el álbum ilus-
caso frecuente o no, pero me imagino que cer el mismo reparto que habitualmente trado de calidad. No solamente por deu-
gente que esté trabajando en empresas de hacemos aquí, pero aplicado a los pre- da cultural, sino por deuda con el propio
una dimensión similar a la mía, se supone cios que nos ofrecían en Sudamérica. La estamento de los creadores de libros. •
69
CUJÍ 02
ILUSTRACIÓN
70
CUJÍ 02
n los 60 surge un tipo de libros ilus-
trados que son radicalmente dis-
LBMI tintos a los que existían anterior-
mente en la especialidad de los libros
ilustrados para niños. Se produce una in-
vestigación en la imagen y las nuevas téc-
nicas de impresión posibilitan también
hacer un tipo de obra distinta. Surge una
nueva estética visual, un nuevo lenguaje
de imágenes, una idea lúdica desde la
propia página y hay también libros com-
prometidos ideológicamente. Es decir,
no sólo se da un paso adelante en la con-
cepción estética sino también en la par-
te ideológica.
La selección que presento a continua-
ción no es, por supuesto, completa. Fal-
tan nombres importantes, pero creo que
los que están son suficientes para mos-
trar el tipo de imágenes que han marcado
tendencias en los álbumes o libros ilus-
trados de estos últimos treinta años.
Década de los 60
Janosch, Historia de Valek, el caballo ven los monstruos, tuvo una gran impor- pudieran ser utilizados por los propios
(1960), Barcelona: Lumen, 1963. tancia, no sólo por el tema de la ilustra- niños, como son los collages e impre-
El hombrecillo de la manzana (1965), ción, sino porque era la primera vez que siones. En Nadarin, por ejemplo, juega
Barcelona: Lumen, 1966. en un libro infantil el autor aplicaba las con la fábula de «la unión hace la fuer-
Ungerer, Tomi, Rufus (1961), Madrid: teorías psicoanalíticas sobre la agresivi- za». Y en Frederik, le da la vuelta a la fá-
Alfaguara, 1983. dad en los niños pequeños. Lo que ha bula de la cigarra y la hormiga, y así
Los tres bandidos (1963), Madrid: Al- cambiado, sobre todo, de esa década de consigue una explicación muy simple,
faguara, 1977. los 60-70 con respecto a la de los 90, es pero realmente eficaz y poética, de cuál
Sendak, Maurice, Donde viven los que había una preocupación muy clara es la función del artista. Es decir, la de-
monstruos (1963), Madrid: Alfaguara, en los ilustradores —muchos de ellos dicación artística no sólo como realiza-
1977. son autores únicos del texto y de la ilus- ción personal, sino como servicio a la
La cocina de noche (1970), Madrid: tración— por el receptor, por el niño que sociedad.
Alfaguara, 1987. iba a leer los libros, y tenían muy en Elglobito rojo, de lela Mari, es un libro
Lionni, Leo, Nadarin (1963), Barce- cuenta la manera cómo evolucionaba. sin texto, con lo que podríamos llamar
lona: Lumen, 1969. De ahí su relación con el psicoanálisis y imágenes narrativas. El niño, siguiendo
Frederick (1963), Barcelona: Lumen, la psicología. Etienne Delessert, por su las imágenes, ve cómo se transforma su
1969. parte, colaboró con el psicólogo Jean globo, cómo se independiza y en qué aca-
Pequeño Azul y Pequeño Amarillo (sin Piaget en el libro Cómo el ratón descu- ba convertido. Es un juego, el de ir des-
edición española). bre el mundo..., en el que se daba una vi- cubriendo qué hay en cada página y qué
Mari, lela, Elglobito rojo (1967), Bar- sión de cómo los niños de 6 años perci- le plantea la imagen en la página siguien-
celona: Lumen, 1992. ben lo que son las estrellas, la luna, la te. Todos los libros de lela Mari están en
El huevo v la gallina (1969, con Enzo lluvia, etc. Era el primer trabajo que ha- esta misma línea, no tienen texto, sólo
Mari), Madrid: Anaya, 1998. cían conjuntamente un científico y un imágenes narrativas.
Delessert, Etienne, Cuento número uno ilustrador, y es de esos álbumes que abrie-
para niños menores de 3 años (1967), ron caminos que, por las causas que sea,
Madrid: Altea, 1983. no se han continuado. Década de los 70
Cómo el ratón descubre el mundo al Al referirme a la literatura de imáge-
caerle una piedra en la cabeza (1971, nes «comprometida» pensaba en Leo Edelman, Heinz, Andromedar SR1
con prólogo de Jean Piaget), Madrid: Al- Lionni que, como es sabido, trabajaba (1970).
tea, 1981. con fábulas pero vueltas del revés y, ade- Munari, Bruno, II venditore di animali.
La obra de Maurice Sendak, Donde vi- más, con procedimientos técnicos que Storie di tre uccellini.
ILUSTRACIÓN
Lobel, Arnold, Sapo y Sepo (1970), visión feminista. Son libros que mues- en obras como Cuentos en verso para ni-
Madrid: Alfaguara, 1979. tran brujas con aspecto de hadas para ños perversos, también una visión desde
Cuentos de ratones (1972), Madrid: deshacer el estereotipo. el humor de cuentos tradicionales como el
Alfaguara, 1978. Esto me recuerda una cuestión que se de Blancanieves y los siete enanitos y de
Anno, Mitsumasa, El viaje de Anno planteó en uno de los debates de este Sim- Caperucita Roja. De Bruno Munari (iné-
(1977), Barcelona: Juventud, 1979. posio, sobre si estos libros pueden, y en dito en España) es difícil reproducir imá-
Le Cain, Errol, La Bella Durmiente qué medida, ayudar a una educación del genes por el tipo de propuesta de sus li-
(1975), Bilbao: Asuri, 1982. ojo y de la propia sensibilidad artística, bros, en los que había papiroflexia, juego
Postma, Lidia, El jardín de la bruja aunque no como camino para acceder al con las páginas, etc. Es decir, lo que aho-
(1978), Barcelona: Lumen, 1978. arte —ya decíamos que ilustración y pin- ra hace la autora checa Pakovska, lo hacía
Briggs, Raymond, Papá Noel (1973), tura tienen códigos diferentes—, pero qui- Munari quince o veinte años atrás.
Valladolid: Miñón, 1974. zá sí para preparar a los niños en la apre-
El muñeco de nieve (1978), Madrid: ciación de otro tipo de cosas cuando son
Altea, 1988. mayores. Ilustradores españoles de los 70
Blake, Quentin, El libro de las camas En El muñeco de nieve, del inglés Ray-
(1976), Madrid: Espasa Calpe, 1989. mond Briggs, tenemos el cine, la secuen- Las obras citadas corresponden a la
Mister Magnolia (1980), Madrid: Al- ciación, de la que también se ha hablado época en que estos ilustradores fijaron
tea, 1983. en el Simposio. El autor creó también realmente un estilo que influyó sobre
En los años 70 fue muy famosa la se- muchos libros similares, en los que se po- ilustradores posteriores.
rie de viajes por Europa de Mitsumasa día seguir perfectamente la historia sin Pacheco, Miguel Ángel, El último lo-
Anno. Eran unos libros solo de imáge- necesidad de texto. Quentin Blake, por su bo y Caperucita; texto de J.L. García
nes, que tuvieron muy poco éxito co- parte, ha trabajado mucho más el dibujo Sánchez; Madrid: Labor, 1975.
mercial porque, al no tener texto, se pen- a línea, en blanco y negro, como en El li- La Bella y la Bestia; texto de L. Beau-
só que eran para preescolar. Además, bro de las camas, que el color, que utiliza mont; Valladolid: Miñón, 1982.
como el autor no quería que lleva- Wensell, Ulises, La niña invisible,
sen detrás una explicación de qué Madrid: Altea, 1978.
era cada cosa, los primeros libros Escrivá, Viví, Mañana en el par-
que se editaron llegaban mudos a que;, texto de Jaime Ferrán; Ma-
las escuelas y, realmente, no salían drid: Anaya, 1972.
de las cajas porque los maestros no Cuando Lía dibujó el mundo, Ma-
sabían qué hacer con ellos. Son li- drid: Espasa Calpe, 1991.
bros también para jugar, para ir Calatayud, Miguel, Cuentos del
descubriendo figuras, edificios, año 20100; texto de Aron Cupit;
épocas. Siempre está la figura del Valladolid: Doncel, 1973.
viajero, que es el propio Anno a ca- El árbol inquieto, Madrid: SM,
ballo. En este sentido, creo que los 1994.
libros de Wally no existirían sin los Krahn, Fernando, ¿Quién ha visto
de Anno. Éstos son como una vul- las tijeras? (1975), Madrid: Alfa-
garización de un proyecto artístico, guara, 1978.
y también son un buen ejemplo de La señorita Amalia, Barcelona:
la relación entre ilustración y pin- Destino, 1983.
tura, ya que Anno incorporó mu- | Solé Vendrell, Carme, Peluso y la
chísimos cuadros a sus libros. o cometa; texto de Jean Paul Leclerq;
Por otro lado, en determinado | Valladolid: Miñón, 1979.
momento, que coincide con la polé- £ La luna de Juan, Barcelona: Hym-
mica sobre los cuentos de hadas sur- ¿ sa, 1981.
gida a raíz del libro de Bruno Bet- | Balzola, Asun, Historia de un erizo,
telheim, se empiezan a hacer libros o Valladolid: Miñón, 1978.
bastante sofisticados, muy apoya- *- Munia y la luna, Barcelona: Desti-
dos en la pintura, sobre cuentos de % no, 1982.
los Grimm o de Perrault. Buenos
ejemplos serían los firmados por
Errol Le Cain y Lidia Postma. Década de los 80
Además, aparecen toda una se-
rie que coinciden en lo que se lla- Con la inclusión de la obra de Jindra
ma la desmitificación de la figura Capek abriendo esta década, he que-
de la bruja, concretamente desde la rido hacer mención a todos aquellos
ilustradores de la colección de Borgen
Press, que publicó en España Ediciones
SM, no porque todos se parezcan, en ab-
soluto, sino porque supuso un interesan-
te intento de mostrar otro tipo de ilustra-
ción, dentro de una colección. Se dice
que es una ilustración «centroeuropea»,
pero nos llevaría tiempo decidir qué es
eso, y no estoy segura de que sea cierto.
Sin embargo, el comienzo de los 80 lo
marca un ilustrador como Innocenti. En
uno de sus primeros libros, una versión
de La Cenicienta, está ya todo lo que ve-
remos después. En cuanto a los españo-
les, cabe destacar a Luis de Horna, cuyo
estilo y, concretamente, el libro La pie-
dra arde, marcó una época y también a
otros ilustradores.
Capek, Jindra, La canción más boni-
ta; texto de Max Bolliger; Madrid: SM,
1980.
Innocenti, Roberto, La Cenicienta
(1983); texto de Perrault; Madrid: Ana-
ya, 1984.
Bosnia, Nella, La mano de Milena
(1982); texto de Adela Turin; Barcelona:
Lumen, 1982.
McKee, David, Ahora no, Fernando
(1980), Madrid: Altea, 1984.
No quiero el osito (1982), Madrid: Es-
pasa Calpe, 1986.
Browne, Anthony, El libro de los cer-
dos (1986), México D.F.: Fondo de Cul-
tura Económica, 1991.
De Horna, Luis, La piedra arde; texto
de Eduardo Galeano; Salamanca: Ló- Eguillor, Juan Carlos, La ciudad de la París-Pekín, Barcelona: Aura Comunica-
guez, 1980. lluvia, Madrid: Espasa Calpe, 1984. ción, 1991.
La caja voladora, Madrid: Espasa Cal- Gabán, Jesús, El payaso y la princesa, Gusti, Adiós y ¡buena suerte!; texto de
pe, 1988. Barcelona: Destino, 1983. Ricardo Alcántara; Barcelona: Aura Co-
Lobato, Arcadio, El toro fiel; texto de El cascanueces y el rey de los ratones;municación, 1992.
Ernest Hemingway; Madrid: Debate, texto de E.T.A. Hoffmann; Madrid: Ana- Urdiales, Alberto, Mateo y los Reyes
1982. ya, 1987. Magos; texto de Fernando Alonso; Ma-
El valle de la niebla, Madrid: SM, Alonso, Juan Ramón, La vuelta al mun- drid: Altea, 1995.
1987. do; texto de Javier Villafañe; Madrid: Es- Urberuaga, Emilio, La selva de Sara,
Ginesta, Montse, La caja verde, Bar- pasa Calpe, 1986. Madrid: Espasa Calpe, 1991.
celona: Destino, 1982. Gatagán,Tino, La reina de las nieves; Ballester, Arnal, Una dulce mirada;
Ruano, Alfonso, El señor Viento Nor- texto de Andersen; Valladolid: Miñón, texto de Montse Ginesta; Barcelona: Des-
te; texto de Carmen de Posadas; Madrid: 1984. tino, 1992.
SM, 1983. La cesta del hada, Barcelona: La Ga-
El guardián del olvido; texto de Joan lera, 1994.
Manuel Gisbert; Madrid: SM, 1990. Década de los 90 Montserrat, Pep, El regalo; texto de
Serrano, Javier, Inventando el mundo; Gabriela Keselman; Barcelona: La Ga-
texto de José Antonio del Cañizo; Ma- Pacovská, Kveta, El teatro de media no- lera, 1996. •
drid: Anaya, 1989. che (1992), Barcelona: Montena, 1994.
El terrible Safrech; texto de Ricardo El pequeño rey de las flores (1993),
Alcántara; Barcelona: Aura Comunica- Madrid: Kókinos, 1993. * Felicidad Orquín es directora de la Fundación
ción, 1992. Meléndez, Francisco, El peculiar Rally Germán Sánchez Ruipérez en Madrid.
73
CUJÍ 02
ILUSTRACIÓN
74
CUJÍ 02
c 1 diseñador gráfico e historiador
del diseño, Enric Satué, autor, en-
L M I tre otras obras, de El diseño grá-
fico. Desde los orígenes hasta nuestros
días, clausuró el Simposio con la po-
nencia «Para una educación de la sensi-
bilidad». El texto era la segunda parte de
los apuntes expuestos, antes de la caída
actual del libro ilustrado en la produc-
ción editorial, en el curso de la Bienal
Internacional de Ilustración celebrada en
Barcelona en 1990, con motivo del Pre-
mio Catalónia de Ilustración.
El aprendizaje visual
• El factor estético
Todos sabemos que, desde la perspecti-
va de la producción, la estética es una ac-
tividad más bien parasitaria y, al no gene-
rar grandes riquezas económicas, en las
sociedades desarrolladas no la consideran
un servicio vital. A pesar de su implacable
lógica, es evidente que esta razón no es lo
suficientemente poderosa como para jus-
tificar el grado de marginación que sufre
en los programas educativos generales. tales de los últimos decenios. Para moral, formación humanística global sería la al-
Más bien parece que contra esta nobilísi- el Latín, sobre todo desde que un relevan- ternativa a oponer a las perspectivas tec-
ma rama del conocimiento humano se te personaje de la cultura contemporánea nocráticas dominantes en Estados Uni-
aplica una inconsciente y perpetua repre- contó que, de pequeño, preguntó a su pro- dos, y la filosofía, el aprendizaje visual y
sión, probablemente debida al peligro la- fesor de Filosofía para qué servía el latín: la formación lingüística deberían consti-
tente de que la interpretación de la reali- para cocinar, por ejemplo. Porque, para tuir las tres áreas centrales para dotar la
dad a través de la estética desarrolla en los cocinar bien, se precisa sentido común y mente del joven con una configuración
gobernados su conciencia crítica, y esta es el latín provee de sentido común. capaz de afrontar con éxito todas las ra-
una posibilidad que no está dispuesta a Asimismo, cuando un arquitecto de la mas educativas.
amparar ningún estado, y menos que nin- talla intelectual de Rafael Moneo confie- El aprendizaje visual es, para mí, el
guno el Estado de Bienestar. sa que se siente satisfecho de ver el mun- camino recto.
El viejo romántico Schiller, por ejem- do con ojos de arquitecto, está afirman-
plo, proponía, en La educación estética do la decisiva influencia del componente • El factor artístico
del hombre, una dulce consigna que nin- estético en la comprensión, no sólo pre- Joan G. Junceda, uno de los más admi-
gún colectivo ha conseguido jamás lle- cisa, sino también bella, del mundo. Se- rables ilustradores de nuestra historia, al
var a la práctica: «Para resolver en la ex- ría hermoso que por lo menos los habi- que el pintor Joaquim Mir le asignaba el
periencia el problema político es preciso tantes del tercer milenio pudieran ver el primer lugar en el mundo de haber naci-
tomar el camino de la estética, porque a mundo con ojos de esteta, contando con do en Estados Unidos, apostillaba soste-
la libertad se llega por la belleza». que el pleno desarrollo de los medios de nía, con sus 40.000 espléndidos dibujos a
Tras la jubilación anticipada de la Ur- comunicación visual no conocerá su má- cuestas y desde su estricta y reconocida
banidad, la Religión, el Latín, la Filosofía ximo apogeo hasta el siglo que viene. moral, una tesis verdaderamente difícil de
y la Ética de los planes de estudios gene- Ante la hipótesis de incidir en la educa- formular desde su pedestal: «Los libros
rales básicos que se han ido sucediendo en ción de la sensibilidad estética infantil y no deberían ilustrarse, ya que toda inter-
los últimos doscientos años, resulta sos- juvenil, ¿qué lugar debería ocupar la es- vención en este caso la del dibujante, es
pechoso que la Estética no haya tenido to- tética en las asignaturas escolares y qué coaccionadora y constituye un atentado a
davía su oportunidad como asignatura sentido habría que dar al proceso de ini- la imaginación del lector».
moral, más allá de los prosaicos servicios ciación del niño a la lectura? Algunos Asimismo, el gran renacentista Aldo
a la motricidad y la expresión espontánea han respondido ya a la hipotética pre- Manuzio, que con un único libro ilustra-
de los más pequeños, característicos de gunta tomando partido públicamente. do, Hypnerotomachia o El sueño de Poli-
los procesos de aprendizaje más elemen- Para Rudolf Arnheim, por ejemplo, una filo, se situó para siempre a la cabeza de la
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los directores ejecutivos, y el éxito de su transforma en los caracteres menores de
gestión ha hecho multiplicar los ingre- la pseudomadurez, es doloroso y desa-
sos empobreciendo la calidad del pro- gradable y, sobre todo, triste. Pero con-
ducto, quizá definitivamente». suela pensar que si no podemos decir
Efectivamente, para bien o para mal, nada sobre cómo evitar un desastre so-
antes pesaba más la parte editorial que la cial, quizá sea útil intentar simplemente
comercial por la sencilla razón de que el entender porque está pasando».
propietario solía sentirse más editor que
comerciante, en el sentido idealista del
término, en un tiempo en que las activi- A modo de conclusión
dades editoriales en general eran, como
recuerda Squires al hablar del periodis- Si ya no podemos hablar con
mo, «un negocio con consciencia y con propiedad de niños, si los escena-
un propósito elevado». El mercado está rios de la imagen han tomado otros
dando la razón a los nuevos ejecutivos derróteos y si el margen de actua-
porque, efectivamente, como dice Da- ción de los ilustradores de libros
niel Pennac, «hoy no cuentan tanto los va quedando reducido a mínimos inquie-
hábitos de la lectura como los de consu- tantes, habrá que ir pensando en diversi-
mo». O los autores de éxito, que reco- ficar las prestaciones de tan espléndidos
nocen abiertamente que aunque se ven- creadores de imágenes. Porque, si una
den más libros, hoy se lee menos. cosa es cierta es que la imagen como
medio de expresión y comunicación va
• La desaparición de la infancia a ser más y más solicitada en los próxi-
Marshall McLuhan ya lo anunció apo- mos años, y desde luego, en el próximo
calípticamente hace 30 años, poniendo a siglo.
la ciencia por testigo: «Hay un mundo La labor que pueden desarrollar nues-
de diferencia entre el aula y el ambiente tros ilustradores en el conjunto de la
de información eléctrica integrada del «revolución gráfica» debería ser pri-
hogar moderno. Al niño televidente de mordial, participando en la elaboración
hoy se lo afina con el diapasón de las no- de las imágenes simbólicas, dibujos
ticias adultas al minuto: inflación, dis- animados, carteles, anuncios, flyers o
turbios, guerra, impuestos, delincuencia, cualquier otro trámite que caracterice a la
beldades en traje de baño (en eso se que- cultura ¡cónica del siglo que viene. Para
do corto, hoy salen en carne viva), y ello, podemos tomar como ejemplo una
queda perplejo cuando ingresa al am- experiencia gloriosa que tuvo lugar mil
biente del s. xix que caracteriza todavía trescientos años atrás, cuando el
al sistema educacional, con información ilustrador más brillante
escasa pero ordenada y estructurada por y original de toda la his-
patrones, temas y programas fragmenta- toria española (y quizá
dos y clasificados. Se trata, naturalmen- universal) fue perfecta-
te, de un ambiente muy semejante al de mente consecuente con -2> ^p~»
cualquier fábrica, con sus inventarios y su época. En efecto, el
cadenas de montaje. El niño fue un in- humilde fraile benedic-
vento del s. xvn; no existía en los tiem- tino Mayo (o Magius), a quien sus com- des de las iglesias románicas exponentes
pos, digamos, de Shakespeare. Hasta en- pañeros de convento llamaban admirati- comunicacionales de entonces equivalen-
tonces, estaba fundido en el mundo vamente príncipe de pintores, tuvo la tes a los que hoy suponen las imágenes
adulto y no había nada que pudiera lla- gran fortuna de ilustrar con un estilo del televisor y las vallas publicitarias ur-
marse infancia en el sentido que noso- propio de las más fabulosa originalidad banas a un tiempo, estaban decoradas con
tros damos la palabra». un texto clásico, el Comentario al Apo- pinturas murales con temarios muy pare-
Hoy, evidentemente, tampoco. Y a calipsis de San Juan, conocido familiar- cidos y tratamientos estilizados del todo
juzgar por lo que dice Neil Postman en mente desde entonces como Beato de semejantes.
un libro dedicado por entero a esta cues- Liébana. Sin embargo, pese a su excep- Este es, en fin, para mí, el único ca-
tión, La desaparición de la infancia, en cional categoría y novedad, esta obra mino recto verdaderamente seguro. Y,
eso no va a haber marcha atrás: «Tener quedó perfectamente encajada en el con- desde luego, el más inteligente. •
que presenciar cómo el encanto, la ma- texto general de expresión de la imagen
leabilidad, la inocencia y la curiosidad de aquellos tiempos, por una razón bien
* Enric Satué es diseñador gráfico, historiador
del diseño y profesor asociado de la Universitat
délos niños se degrada, y acto seguido se sencilla. Por citar un solo caso, las pare- Pompen Fabra.
ILUSTRACIÓN
Conclusiones
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CUJÍ 02
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EL ENANO SALTARÍN
e da un poco de vergüenza
decirlo. Me he enamorado, \ i \
i Como lo leen: a mi edad y
con estas barbas me he enamorado como
un tontín de una joven encantadora que
escribe historias fantásticas, le gustan
los bosques y los cuentos. Se me olvida
su nombre pero con rememorarla ya no-
to el temblorcillo de la emoción. ¡Qué
cosas! Creo que ahora le han dado un
premio muy importante. Es un tanto pe-
culiar: un sillón. Parece que en lugar de
estar numerado, lleva una letra; está en
una especie de templo lleno de varones
vestidos de pingüinos pero sin cola.
Creo que estos caballeros, todos muyjo-
vencitos, se dedican a guardar las pala-
bras en armarios, sacarles el polvo y po-
nerlas brillantes cuando tienen visitas.
Eso me han dicho. Supongo que esa
princesa de cabellos blancos se llevará
el sillón a su casa y, en esas largas, in-
terminables tardes que la vida nos rega-
la, se sentará en él a imaginarse y des-
cribir cómo es el mundo que hay tras el
espejo y en los bosques como el mío.
Es un amor platónico, nacido al con-
templar una foto de la dama en un pe-
riódico atrasado. Aunque nada más ver-
la se encendió la chispita azul, que es
para mí la señal de que estoy ante una
persona iluminada con un aura especial.
Me ha pasado pocas veces a lo largo de ra de la chispita azul en la oscuridad, de ción, la fantasía y el valor sustancial de
mi vida. Y ésta es una, estoy seguro. He percibir cómo nos llama esa otra vida la palabra hecha magia. No sigo. Estoy
recortado su foto y la tengo colgada que hay tras el espejo, de decir que los li- aquí, en mi bosque, coladito por esa má-
con unas chinchetas en la pared. A ver bros, con sus hormiguitas negras dis- gica princesa, echando grandes suspiros
si alguna visita me regala un marco. puestas ordenadamente en cada página, al aire, desganado y taciturno, mirando y
También he leído unas palabras que les son como bosques misteriosos, capaz de remirando su fotografía ; triste y feliz a
dirigió a los señores pingüinos. Son pre- vindicar en el templo ese de los señores un tiempo. Ya digo: enamorado. Pero por
ciosas. ¿Cómo no querer a alguien así? serios que tutelan el lenguaje el valor favor, no se lo cuenten a nadie.
Alguien capaz de ver también la dulzu- sustantivo de los cuentos, la imagina- El Enano Saltarín
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