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Sustitución de HCFC en sistemas de refrigeración y aire

acondicionado
Llevar a cabo un procedimiento de sustitución de refrigerante es
una labor que demanda mucha concentración y conocimiento,
debido a la importancia de elegir el gas adecuado para que los
equipos funcionen en las mejores condiciones. De acuerdo con
esto, los técnicos deben conocer las diferentes opciones que
existen, con el propósito de que su elección sea la mejor

Gildardo Yañez

Para sustituir de forma óptima un hidroclorofluorocarbono (HCFC)


por un hidrofluorocarbono (HFC) se debe seguir el procedimiento
descrito en este artículo cuando la compatibilidad del aceite no es
buena con el HFC sustituto. Recuerda siempre consultar al
fabricante del compresor para verificar que el refrigerante
alternativo es el más apropiado para instalarse en el equipo en
cuestión.

A continuación, se describen los diferentes pasos para la sustitución


de un HCFC en un equipo de refrigeración estándar de capacidad
media (5 toneladas):

 Revisa las condiciones del equipo (presión de succión, presión


de descarga, temperatura del evaporador, etcétera), con el fin
de obtener un diagnóstico del equipo

 Recupera el refrigerante y realiza el pesaje para conocer la


carga del equipo
 Verifica el aceite y el drenado completo del compresor para
asegurarte de que esté vacío

 Carga el compresor con aceite, agregando la misma cantidad


que se retiró o la cantidad que indique la mirilla del
compresor

 El lubricante debe ser polioléster (POE) con la viscosidad


apropiada

 Cambia los filtros deshidratadores

 Efectúa el vacío hasta llegar a 250 micrones

 Verifica que no haya fugas en el sistema

 Carga el HFC en el sistema de refrigeración; se sugiere 80 por


ciento de carga en relación con el HCFC que se retiró

 Pon en marcha el sistema y verifica las condiciones de


operación-sustitución de un HCFC por un HC

Los refrigerantes hidrocarburos (HC) están aceptados para utilizarse


en equipos de refrigeración y aire acondicionado que han sido
diseñados, fabricados y aprobados para el uso de estos gases. Los
HC admitidos son:

 R-290 (propano)

 R-600a (isobutano)

El R-600a (isobutano) sólo puede utilizarse en refrigeradores o


congeladores de uso doméstico, diseñados y fabricados para
emplear esta sustancia, cuya carga de gas refrigerante no sea
superior a los 57 gramos.
Mezclas alternativas al R-22 en un sistema de refrigeración

El R-290 sólo puede emplearse en refrigeradores o en congeladores


de alimentos de venta al por menor, diseñados y fabricados para
usar este refrigerante, siempre y cuando sean de tipo
autocontenido, además de que la carga de gas no sea superior a los
150 gramos.

Refrigerante R-407A
Es una mezcla de R-125 y R-134a, cada uno 40 por ciento, y de R-32
al 20 por ciento. Su Potencial de Calentamiento Global (PCG) es
igual a 2107. No es un gas que afecte a la capa de ozono; sin
embargo, es transitorio por su elevado PCG. No está diseñado para
utilizarse en instalaciones de aire acondicionado o en evaporadores
inundados.

Su nivel de seguridad es A1. La temperatura de descarga es menor,


comparada con la del R-22, aunque la presión de descarga es
mayor, principalmente cuando se tienen temperaturas ambiente
elevadas. Se debe lubricar con polioléster y se carga en fase líquida,
ya que es una mezcla zeotrópica. Este refrigerante casi iguala al R-
22, si se le compara con el resto de las mezclas disponibles, pero
tiene un deslizamiento de 10 °F.
Refrigerante R-422D
Es una mezcla de R-125 al 65.1 por ciento, R-134a, y R-600a, al 31.5
y 3.4 por ciento, respectivamente. Tiene un PCG igual a 2230, por el
cual es considerado un gas transitorio, que se emplea para que los
equipos en buenas condiciones puedan finalizar su tiempo de vida
útil.

El R-422D es un refrigerante para media y baja temperatura,


provoca pérdida de potencia al sustituir al R-22 en un sistema, lo
que se traducirá en un incremento del tiempo de operación del
compresor.

El hidrocarburo (R-600a), que tiene el R-422D en su fórmula, ayuda


a promover el regreso del aceite en sistemas lubricados con aceite
mineral o alkilbenceno. Algunos componentes del sistema deberán
de cambiarse en caso de presentar problemas de caída de presión.
En sistemas de refrigeración grandes, que presenten un diseño
complicado de tuberías y que contengan un volumen grande de
refrigerante, será necesario retirar el aceite mineral o el
alkilbenzeno y sustituirlo por el aceite polioléster.

Refrigerante R-407F
Es una mezcla de R-134a al 40 por ciento, R-125 y R-32, cada uno al
30 por ciento. Posee un elevado PCG (1824) que lo convierte en un
gas transitorio, utilizado para que los equipos en buenas
condiciones finalicen su tiempo de vida útil.

El cambio a R-407F es otra opción, ya que tiene un parecido en la


capacidad de enfriamiento del R-404A. También reduce
significativamente el PCG de una instalación, de 3922 a 1824.
Puede utilizarse en aplicaciones de media o de baja temperatura.
Refrigerantes sustitutos al R-22 en un sistema de aire
acondicionado

Cuenta con las propiedades necesarias para ser considerado una


opción para la actualización de instalaciones existentes de media o
de baja temperatura, con poco o ningún cambio en cuanto al
diseño de la instalación.

Refrigerante R-422B
Es una mezcla de R-125, R-134a y R-600a, al 55, 42 y 3.0 por ciento,
respectivamente. Su PCG es igual a 2080, es decir, un gas
transitorio, que se puede usar para que los equipos en buenas
condiciones finalicen su tiempo de vida útil.

Es un HFC fácil de usar y no daña la capa de ozono. Fue diseñado


para reemplazar al HCFC-22 en los sistemas de enfriamiento de
agua de expansión directa (DX) existentes. También puede
utilizarse en sistemas HVAC residencial y comercial, así como en
sistemas de refrigeración de temperatura media.

Refrigerante R-407C
Es una mezcla de R-32, R-125 y R-134a, al 23, 25 y 52 por ciento,
respectivamente. Su PCG es de 1774, otro gas transitorio. Fue
diseñado como reemplazo del HCFC-22 y para que los equipos en
buenas condiciones finalicen su tiempo de vida útil.

Tiene un significativo deslizamiento de temperatura, por lo que no


es adecuado para unidades con una gran carga de refrigerante o
que tengan acumuladores de succión, como las unidades de
condensación, los sistemas centralizados y ciertos refrigeradores.
En otras aplicaciones, el deslizamiento de temperatura todavía
tiene que ser tomado en consideración en el diseño y el servicio. Se
debe de lubricar con polioléster y se carga en fase líquida, ya que es
una mezcla zeotrópica.

Un sistema pequeño no significa que lo sea físicamente; sino simple


y autocontenido. Es casi seguro que habrá dificultad para cambiar
un componente o el aceite. Ejemplos: equipos autocontenidos,
cubicadoras de hielo, sistemas de aire acondicionado de ventana o
minisplits. La facilidad con la que será hecho el retrofit dependerá
de la buena elección del refrigerante sustituto.

Un sistema grande, por el contrario, cuenta con muchos


componentes, tiene un acceso simple a ellos y el cambio de aceite
es sencillo. En general, estos equipos requieren mantenimiento
preventivo o uno de mayor complicación, comparado con el de un
sistema pequeño. La sustitución de refrigerante requiere un
proyecto; una evaluación planeada con anticipación implicará más
trabajo. Ejemplos: sistemas de aire acondicionado de precisión, de
refrigeración en supermercados y enfriadores de líquido para
procesos industriales (plastiqueras, industria química, etc.). En los
sistemas grandes, el análisis del rendimiento del refrigerante
sustituto es de vital importancia, ya que en todos los casos el
cambio tendrá como consecuencia una pérdida en su capacidad.

Si se va a cambiar un compresor durante el servicio, el sistema (sin


importar el tamaño) podrá recargarse con refrigerante si el
compresor está cargado con lubricante polioléster. Ésta es una
buena oportunidad para seleccionar la mejor opción ambiental o de
rendimiento, debido a que casi todo el trabajo requerido para el
retrofit se realiza durante el cambio de compresor, siempre y
cuando el sistema no tenga compresores trabajando en paralelo.

Referencia cruzada del rendimiento de los reemplazos del R-22

Procedimientos y normas para la apropiada selección de


refrigerantes sustitutos de HCFC
El técnico que realice el servicio a un equipo con un refrigerante de
nueva generación deberá cumplir con los siguientes puntos:

 Ser capaz de identificar el tipo o mezcla de refrigerantes de


una instalación, con base en la comparación de temperaturas
y presiones de trabajo del que será sustituido, y las que
presentan los que habrán de utilizarse
 Saber cómo realizar la selección del fluido más adecuado para
cada aplicación

A su vez, para la selección adecuada de un refrigerante, se deben


considerar los siguientes criterios:

 No tener presiones excesivas de condensación; es decir, no


sobrepasar los 290 psig

 Poseer un bajo punto de ebullición

 Temperatura crítica alta

 Alto calor latente de vaporización

 Bajo calor específico del líquido

 Bajo volumen específico del vapor

 Volumen y potencia bajos por cada tonelada de refrigeración

 Tener un Coeficiente de Desempeño Alto (COP, por sus siglas


en inglés)

De seguridad
Toxicidad. Alude al nivel tóxico del refrigerante cuando se inhalan
sus vapores. Se ha adoptado una clasificación de productos tóxicos
en la que se sitúan los refrigerantes.

Inflamabilidad. Sustancias candidatas a ser excelentes


refrigerantes, como los hidrocarburos, quedan excluidas debido a
que son altamente inflamables.
Técnicos
Metales. El refrigerante no debe tener ninguna acción sobre los
metales con los cuales entra en contacto en el circuito frigorífico.

Aceites y lubricantes. Su selección se basa en tres aspectos


esenciales: físico, que corresponde a las condiciones de miscibilidad
de la sustancia utilizada y del lubricante; químico, que se refiere a
las acciones recíprocas entre el refrigerante y el lubricante, y
mecánico, que trata de asegurar la lubricación deseada de un par
de metales en movimiento relativo, en presencia de refrigerante y
en las condiciones de empleo: temperatura y presión de contacto.

Estabilidad térmica. La molécula de refrigerante debe soportar sin


descomponerse la acción de la temperatura, en ocasiones bastante
elevada, que se produce en el curso de su evolución en el ciclo
termodinámico.

Eficacia de los intercambios térmicos. Éste es un criterio de gran


importancia, dado que una unidad condensadora o una bomba de
calor comprenden, al menos, dos importantes intercambiadores:
evaporador y condensador. La eficacia depende de diversos
parámetros del refrigerante:

 La conductividad térmica, especialmente la del líquido. Las


conductividades de los refrigerantes halogenados son
generalmente bajas y más reducidas que las del amoniaco o
las del agua, por ejemplo

 La densidad, generalmente favorable, tomando en cuenta


tanto la del líquido como la del vapor
 La viscosidad dinámica, que debe ser, en la medida de lo
posible, reducida para mejorar el intercambio de calor

La tensión superficial, magnitud física que aparece cuando existen


superficies de separación entre el líquido y el vapor, común en los
evaporadores y condensadores

Fugas. Los numerosos lugares de fugas potenciales son, en general:


orificios de pequeñas dimensiones que son obstruidos por tapones
de aceite retenidos por las fuerzas capilares.

La permanencia de estos tapones depende directamente de la


tensión superficial del aceite en presencia de refrigerante. Cuando
el aceite absorbe al refrigerante, su tensión superficial disminuye,
los tapones de aceite desaparecen y las fugas aparecen.

Detección y localización de fugas. Si existen fugas, es preciso


detectar su presencia. Ésta se torna muy difícil cuando el fluido es
prácticamente inodoro, como en el caso de los refrigerantes
fluorados.

Los productos halogenados se detectan mediante dispositivos que


conducen sus moléculas sobre una superficie caliente, que las
descompone y libera los halógenos del compuesto. La presencia de
estos átomos de halógeno actúa sobre el elemento sensible del
detector. Con los refrigerantes clorados, se detecta el cloro, que es
fácilmente liberado.

Económicos
Costo del refrigerante. Es un aspecto clave para la elección del
fluido, por lo que debe ser preferentemente bajo.
Disponibilidad del refrigerante. Debe ser suficiente para cubrir las
necesidades de los instaladores. El refrigerante debe ser un fluido
ampliamente producido y universalmente distribuido.

Estas consideraciones garantizan que se evitarán condiciones


extremas en el proceso y que se logrará una alta eficiencia en el
ciclo.

Gildardo Yañez. Especialista en Refrigerantes y Refrigeración e


Ingeniero Industrial Electricista, con el grado de Maestro en
Administración. Actualmente se desempeña como el Gerente de
Capacitación Técnica en BOHN de México.

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