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Liliana Cerfoglia

Algunas consideraciones sobre los dispositivos grupales

Durante estas jornadas se han ido recorriendo distintos aspectos relacionados con la problemática de
las adicciones, en mi caso, trataré de compartir algunas reflexiones a partir de la práctica asistencial –
durante estos 10años en el Hospital Reencuentro, a través de la observación de actividades grupales-
con carácter de asambleas en ADAR, así como del material clinico trabajado en los grupos de
investigacion del I.D.I.A , en torno precisamente del tratamiento de las adicciones.

Esta circunstancia me permite intentar hacer algunas aproximaciones respecto a los dispositivos
grupales, ya que ocupan un lugar de relevancia en la asistencia de la drogadependencia y el alcoholismo
con objetivos, modelos y lógicamente consecuencias diversas.

En primer término y sintéticamente definiríamos a los dispositivos grupales como un espacio táctico,
que puede diseñarse e implementarse de distinto modo, según sea el objetivo que se trace y a la
trascendencia que a dicho espacio se le otorgue dentro del proceso de recuperación. Por lo tanto, tales
espacios se estructuran y denominan, según sea su finalidad. Tenemos entonces modalidades que
privilegian a dichos espacios grupales como ejes del tratamiento; otras configuraciones grupales son
las denominadas de autoayuda- las que generalmente son lideradas por un ex –adicto. Existen además
los dispositivos que desarrollan una estrategia dentro de un proceso de tratamiento - que son los
espacios de psicoterapia grupal - en tanto constituyen una instancia que puede ser hegemónica o
complementaria- operando psicoterapéuticamente, intentando siempre ser facilitadora para el acceso
al abordaje de la subjetividad. A tal espacio me referiré particularmente.

Respecto a este punto, lo destaco, en tanto que la problemática adictiva alude siempre a un conflicto
con la identidad, especialmente a la indiferenciación con el otro. En su abordaje- a través del
tratamiento del adicto, éste denuncia a lo vincular, como un punto trascendente en esta problemática.

Entonces, considerando a lo grupal como un espacio "ad hoc", en el cual aparece un proceso y dinámica
que lo caracteriza, la riqueza del interjuego, que en él se producen , da la posibilidad a diversas
intervenciones.

Instalada esta cuestión, voy a tomar una frase extraída del material registrado durante un proceso
grupal- en el cual un paciente dice "ahora sé quien soy, aquello que oigo de los otros, lo pienso, pero
sé que la otra persona es diferente a mí."

Traigo esta frase, en tanto que la considero representativa de aquello que durante un proceso grupal
pueda facilitarse y es el de constituirse en un espacio dinámico y elaborativo para posibilitar la
consolidación de la identidad, o por el contrario, constituirse en obturador de lo que en este campo se
nos plantea, quedando relegado a un espacio meramente catártico o de verbalizaciones intrascendentes
que quedan tangencialmente circunscriptas a lo anecdótico.

Menciono estas dos alternativas, en tanto que la dinámica grupal debe posibilitar una mirada, una
escucha e intervención, desde donde la función de la coordinación cobra importancia, no
caprichosamente, sino porque la llamada " funcionalidad interpretativa" por R.Kaës, debe evitar
sostener pseudo-síntomas, que en algunos casos son recreados y hasta actúan reforzando lo que llamaré
"identidad ficcional", representada en la designación y nominación que a sí mismo el paciente se otorga
a través del "soy drogadicto, soy alcohólico o soy ex adicto", acrecentando las resistencias ,que elude
la esencial pregunta que debe hacerse el paciente acerca de quién es, que no es otra cosa que
interrogarse respecto a la subjetividad y a los significantes que trae consigo.

He mencionado la función interpretativa, que es aquella función que sin una verbalización explícita,
permite advertir y conducir los distintos momentos que en un proceso grupal se presentan y lo
constituyen en sí mismo, tanto en el plano de las fantasías, como en las identificaciones y transferencias
que circula entre los miembros del grupo, permitiendo la consolidación grupal- al sustentar la
denominada ilusión grupal- en que aparece la fantasía de uniformidad y cohesión que protege y
contiene. Al respecto, citaremos el concepto de Didier Anzieu "La ilusión grupal responde a un deseo
de seguridad, de preservación de la unidad yoica amenazada,para ello desplaza la preservación de la
identidad del individuo con el grupo a la amenaza dirigida al narcisismo individual y responde
instaurando un narcisismo grupal. El grupo encuentra así su identidad, al mismo tiempo que los
individuos afirman ser todos idénticos".

Aludiendo nuevamente al material clínico grupal con adictos, se presenta como observable la aparición
de contenidos recurrentes, que remite al cuánto, cómo y dónde se consume, poniendo énfasis en el
objeto tóxico- del cual podemos hacer una lectura respecto a lo que en esas preguntas se categorizan y
que es el reconocerse en lo similar, lo igual o parecido que los identifica. Y en primer instancia
tranquiliza. Cobra allí importancia la intervención terapéutica, para que estas preguntas iniciales no se
repitan gozosamente, paralizando la producción grupal, evitando se cristalice con y en el tóxico y de
apertura a preguntas que remitan aquello que no se puede o se omite hablar. Y allí los emergentes
grupales aparecen y son el de sentirse desautorizados, descalificados, culposos, aludiendo
principalmente a la dependencia afectiva, porque es oportuno, en este caso ,aclarar que el acto adictivo
siempre esta destinado a un otro, al que algo se le reclama.

Citaré nuevamente a D.Anzieu, quien dice: " el grupo, como el sueño, como el síntoma es en cada uno
de los episodios, la asociación de una defensa y un deseo"; en consecuencia hay material del
inconciente que en el grupo se proyecta.

Ahora bien, hay una temática que es pertinente plantearnos, y es si todo paciente adicto puede ser
agrupable, e indefectiblemente esto lleva a respondernos que debe haber una aproximación diagnóstica
lo más abarcativa posible, que permita conocer no sólo el transtorno de personalidad o psicopatología
subyacente sino el entorno y ámbito vincular que ese sujeto posee, teniendo en cuenta además ,la etapa
evolutiva que transita. Sin estas consideraciones previas, la inserción se torna riesgosa o en el mejor de
los casos aventurada.

Diría entonces que el gran desafío que nos plantea esta compleja clinica, es no apelar
indiscriminadamente al abordaje grupal, y en caso de ser instrumentado no quede como efector que
iguale y uniformice, sino que a través de la intervención del profesional –con conocimiento sobre esta
dinámica- pueda empezar a descubrir lo diferente que posee, que lo constituye en sujeto único, no
quedando fascinado y atrapado mirándose en el espejo ante los que cree ser idéntico, recreando
modelos vinculares de fuerte adherencia, o sea reinstalando la dependencia afectiva que trae consigo.

Para finalizar, retorno entonces a la frase del paciente que expusiera al comienzo, quien decía "ahora
sé quien soy, aquello que oigo de los otros lo pienso, pero se que la otra persona es diferente a mí",
esto permite apreciar la culminación del proceso que un sujeto debe efectuar durante su tratamiento,
para reconocerse a sí como persona autónoma, y para ello debe hallar la significación que el tóxico
encubría y la representación imaginaria que para él ha tenido.

El dispositivo psicoterapéutico grupal,-con la selectividad planteada anteriormente,posibilita la riqueza


identificatoria y transferencial que en el interjuego ante y con los otros pueden ser recreadas, objetivada
e internalizada, tanto a través de lo similar que el sujeto percibe, como en lo singular que implica su
decir. Se confronta con lo diferente del otro y ese otro especular puede ser facilitador de que caiga su
certeza, que lo haga vacilar en su supuesto saber sobre sí, y abra un espacio para que emerja la angustia
que posibilite hallar significantes sintomáticos,que le permitan diferenciarse del Otro primordial, y
acceder a su propia representación simbólica..

Jornadas de I.D.I.A. (Setiembre de 1999)

Presentación Personal Graciela Giacovone


El psicoanálisis es una disciplina que constituye una corriente teórica de innegable relevancia para el
estudio del psiquismo, cuyas aplicaciones no se limitan al ámbito terapéutico sino que contribuye
también a la comprensión de los procesos socioculturales.

Las adicciones y demás patologías del consumo denuncian un sufrimiento personal y familiar así como
las condiciones del malestar en nuestra civilización. Alcohol, drogas, sexo, hidratos de carbono,
también trabajo y actividad informática se han vuelto sustancia "generadoras" de adicción, llevándonos
más a una sustancialización del problema que a la búsqueda de su causa.

Estas problemáticas suelen no aparecer en la forma de un síntoma, en general estos pacientes son
traídos, no demandan, el que demanda es el Otro.

Desde una perspectiva interdisciplinaria es nuestro objetivo propiciar el abordaje teórico-clínico de los
múltiples factores que bordean la práctica con estos pacientes, contribuir a su comprensión, lograr el
intercambio y aporte de los diferentes profesionales comprometidos desde sus especificidades con estas
patologías.

Área de Asistencia

Psicoanálisis de niños y adolescentes.


Psicoanálisis de adultos y gerontes.
Atención psicológica en adicciones, trastornos de la alimentación, violencia familiar, maltrato, abuso,
y otras problemáticas.
Orientación familiar.
Grupos de reflexión.
Modalidad de trabajo:

Entrevista individual.
Entrevista familiar
Abordaje grupal
Área de Prevención

Prevención Escolar.
Prevención en el Trabajo y la Empresa.
Prevención Comunitaria.
Equipo Interdisciplinario.

Área Asistencia:

Psic. Liliana Cerfoglia


Psic. Virginia Borgoglio
Lic. Selva Salaberry
Lic. Yasmina Romano
Lic. Ramón Eliçabe Urriol
Lic. Perla Hardoy
Lic. Cecilia Sciarra
Lic. Natalia Fernández Plastino
Lic. Graciela Fierro
Lic. Sara Ganon.
Área Médica:

Dra. Silvia Maggi.


Área Prevención:

Lic. Mirta Gómez


Lic.T.S. Carola M. Reggirozzi
Lic. Ramón Río.
Área Legal:

Dr. Juan Ramón Viana


Dra. Graciela Añaños.

Presentación Personal Liliana Cerfoglia

Psicóloga, egresada de la U.N.L.P en el año l975.

Matricula Provincial 50.108.


Ha efectuado formación en clinica de adolescentes y adultos, en el ámbito individual y grupal, así como
en la temática de las adicciones.
Actividad asistencial en hospital público desde el año l980, integrando el cuerpo profesional del Hptal.
Especializado -en Alcoholismo y Drogadependencia -Reencuentro desde el año l989 en que se creara,
hasta la actualidad en que coordina el área de Consultorios Externos.
Docente horas cátedras y coordinación en talleres grupales en la carrera de Enfermería hasta el año
l996.
Actividad Pericial de Oficio en Poder Judicial, desde el año l.99l.
Participante en los Talleres y Jornadas de I.D.I.A. en el Programa de Investigaciones Clinicas en
Adicciones a partir del año l994.

Actividad psicoterapéutica y orientativa en ámbito privado.

tel: (0221)451-9166 La Plata

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