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Tales de Mileto (en griego antiguo: Θαλῆς ὁ Μιλήσιος Thalḗs o Milḗsios; Mileto, c. 624 a. C.

-
ibidem, c. 546 a. C.)1 fue un filósofo, matemático, geómetra, físico y legislador griego.

Vivió y murió en Mileto, polis griega de la costa jonia (hoy en Turquía). Fue el iniciador de
la Escuela de Mileto a la que pertenecieron también Anaximandro (su discípulo)
y Anaxímenes (discípulo del anterior). En la antigüedad se le consideraba uno de los Siete
Sabios de Grecia. No se conserva ningún texto suyo y es probable que no dejara ningún escrito
a su muerte. Desde el siglo V a. C. se le atribuyen importantes aportaciones en el terreno de
la filosofía, la matemática, la astronomía, la física, etc., así como un activo papel como
legislador en su ciudad natal.

A menudo Tales es considerado el iniciador de la especulación científica y filosófica griega y


occidental,234 aunque su figura y aportaciones están rodeadas de grandes incertidumbres.

Se suele aceptar que Tales comenzó a usar el pensamiento deductivo aplicado a


la geometría, y se le atribuye la enunciación de dos teoremas geométricos que llevan su
nombre.

Biografía[editar]

Los datos biográficos de Tales de Mileto son una mezcla de opiniones, hechos atribuidos a su
persona, y citas con mayor o menor grado de verosimilitud, recogidas de diversos autores de
épocas bastante posteriores, reinterpretados y expuestos a la luz de la mentalidad del
narrador.

Mileto, la ciudad de la Joniagriega se encuentra hoy en las costas de la actual Turquía.

Tales de Mileto nació en la ciudad de Mileto (griego Μίλητος, turco: Milet) c. 624 a. C., una
antigua ciudad en la costa occidental de Asia Menor (en lo que actualmente es la provincia de
Aydın en Turquía), cerca de la desembocadura del río Menderes. La mayoría de los
historiadores lo presentan como genuino milesio (aunque, según Diógenes Laercio, doxógrafo
griego, fue admitido en la ciudad jonia de Mileto, a orillas del mar Egeo, después de ser
expulsado de Fenicia junto con Nileo). Nacido o no en Mileto, es incuestionable que residió en
aquella ciudad, y que fue allí donde desarrolló su filosofía, sus investigaciones científicas y sus
intervenciones políticas.

Era hijo de Euxamias (o Examio) y de Cleobulinas (o Cleóbula), ambos oriundos de Fenicia y


descendientes de Cadmo y Agenor.5 Puesto que los jonios comerciaban frecuentemente
con Egipto y Babilonia, es probable que Tales visitara Egipto en alguna etapa de su vida, y allí
podría, por un lado, haber recibido enseñanzas de los sacerdotes, quienes registraban con
mucho celo todo evento astronómico o meteorológico excepcional por motivos religiosos y
que poseían, por consiguiente, copiosa información al respecto; y, por el otro, haber adquirido
conocimientos matemáticos, que los egipcios habían desarrollado a un nivel práctico con el fin
de medir y delimitar las parcelas de tierra cuyos límites solían borrarse con las continuas
crecidas del río Nilo.

Podrían haber sido condiscípulos suyos Solón y Ferécides de Siros, y una fuente lo vincula
con Pitágoras, a quien habría recomendado viajar a Egipto y educarse con los sacerdotes
de Menfis y Dióspolis, pero estos datos en absoluto son confiables, puesto que provienen de
fuentes muy alejadas de la época de Tales. De los babilonios pudo también haber obtenido
conocimientos científicos. Sí es más seguro que el filósofo Anaximandro haya sido su discípulo,
así como Anaxímenes el de este.

Tanto Heródoto (I, 170) como Diógenes Laercio (I, 25) lo señalan como un sabio consejero
político de jonios y lidios.

Entre las anécdotas que de Tales se cuentan, refiere Heródoto (I, 75) que logró desviar el
río Halys para que fuera cruzado por el ejército de Creso (Heródoto mismo descree de esto,
pero modernos especialistas no descartan por completo su veracidad). Aristóteles, por su
parte, cuenta en su Política (I, 11, 1259a) cómo una vez que, habiéndosele reprochado su
pobreza y su falta de preocupación por los asuntos materiales, y luego de haber previsto,
gracias a sus conocimientos astronómicos, que habría una próspera cosecha de aceitunas la
siguiente temporada, compró durante el invierno todas las prensas de aceite
de Mileto y Quíosy las alquiló al llegar la época de la recolección, acumulando una gran fortuna
y mostrando así que los filósofos pueden ser ricos si lo desean, pero que su ambición es bien
distinta. Quizás la anécdota más conocida de Tales es aquella que nos refiere Heródoto: que
predijo a los jonios el año en que sucedería un eclipse solar (lo que desde 2005 se sabe que fue
por el conocimiento de un ciclo de eclipses babilónico), hacia el año 585 a. C. El eclipse ocurrió,
en efecto, en medio de una batalla, lo que llevó a los contendientes a detenerse y a avanzar un
acuerdo de paz, por temor de que el evento fuera una advertencia divina.

También es muy conocido lo que cuenta Platón en su diálogo Teeteto (174 A): que, al caer
Tales en un pozo por ir mirando el movimiento de las estrellas, una campesina tracia se reía
mientras el filósofo se excusaba diciendo «que tenía ansias de conocer las cosas del cielo pero
que lo que estaba... justo a sus pies se le escapaba»6

Apolodoro, en sus Crónicas, afirma que murió a la edad de setenta y ocho años; Sosícrates, que
murió en la olimpiada LVIII, a la edad de noventa años.7 Otra fecha en la que se afirma que
murió se da en el año 585 a. C.,8 aunque actualmente se acepta que murió cerca del año 546 a.
C.

Obras[editar]

Teorema de Tales del ángulo inscrito

Simplicio de Cilicia escribió: «Se dice de Tales que no dejó nada escrito, excepto la
llamada Astrología náutica (Ναυτιχῆς αστρολογίας)».9
En cambio Diógenes Laercio escribe: «Según algunos, nada dejó escrito, pues dicen que
la Astrología náutica que se le atribuye es de Foco Samio [...] Pero, según otros, escribió dos
obras: Sobre el solsticio y Sobre el equinoccio».7

Así, son tres las líneas de opinión: que solo escribió la Astrología, que solo escribió Sobre el
solsticio y Sobre el equinoccio y que no escribió nada. De cualquier manera, lo cierto es que, de
haber escrito algo, sus escritos se perdieron pronto, y, respecto de las pocas fuentes que citan
presuntos dichos de Tales, no puede determinarse con certeza si tales fuentes tenían en sus
manos o bien escritos de Tales o bien fuentes secundarias o si solo repetían tradiciones orales.

Aportes matemáticos[editar]

Se atribuyen a Tales varios descubrimientos matemáticos registrados en los Elementos de


Euclides: la definición I. 17 y las proposiciones I. 5, I. 15, I. 26 y III. 31.

Semicírculo que ilustra un teorema de Tales.

Asimismo es muy conocida la leyenda acerca de un método de comparación de sombras que


Tales habría utilizado para medir la altura de las pirámides egipcias: el milesio se percató de
que se podría saber la altura exacta de las pirámides midiendo la sombra de estas en el
momento del día en que su sombra era más o menos de igual tamaño que su cuerpo. Este
método fue aplicado luego a otros fines prácticos de la navegación.10 Se supone además que
Tales conocía ya muchas de las bases de la geometría, como el hecho de que
cualquier diámetro de un círculolo dividiría en partes idénticas, que un triángulo isósceles
tiene por fuerza dos ángulos iguales en su base o las propiedades relacionales entre los
ángulos que se forman al cortar dos paralelas por una línea recta perpendicular.

Los egipcios habían aplicado algunos de estos conocimientos para la división y parcelación de
sus terrenos. Esta necesidad surgió a raíz de que el Nilo, con sus constantes crecidas, borraba
las líneas divisorias de los campos de cultivo, por lo que era necesaria una manera de medir de
nuevo el terreno. Mas, según los pocos datos con los que se cuenta, Tales se habría dedicado
en Grecia mucho menos al espacio (a las superficies) y mucho más a las líneas y a las curvas,
alcanzando así su geometría un mayor grado de complejidad y abstracción.

Filosofía[editar]

Se considera a Tales de Mileto como el primer filósofo de Occidente por haber sido quien
intentó la primera explicación racional a distintos fenómenos del mundo de la que se tiene
constancia en la historia de la cultura occidental. En su tiempo predominaban aún las
concepciones míticas, pero Tales buscaba una explicación racional, lo que se conoce como «el
paso del mito al logos», donde la palabra griega logos alude en este contexto a «razón», uno
de sus significados en castellano.

Fuentes[editar]
Tales, considerado uno de los Siete sabios de Grecia ,

La filosofía de Tales de Mileto no se conoce de primera mano, pues no ha sobrevivido ningún


escrito de Tales (de hecho, ni siquiera es seguro que haya escrito algo). Las afirmaciones
registradas que se le atribuyen probablemente hayan llegado a los transmisores por segunda
mano o incluso por tradición oral; entre las ideas que se le atribuyen, no es posible establecer
a ciencia cierta cuánto es realmente de lo que Tales dijo como tampoco si Tales se expresó en
los mismos términos en que sus ideas se han transmitido. En cuanto a su filosofía, contamos
con el importante aporte de Aristóteles, el cual, en su descripción, diferencia los dichos
atribuibles con alguna certeza al mismo Tales («Tales dijo que...») de los hechos dudosos
(«dicen que Tales dijo que...») y de sus propias opiniones («quizá Tales quiso decir que...»).
Aristóteles lo considera, en su relato de las ideas metafísicas (Metafísica, libro A) como el
primero que se dedicó a investigar las primeras causas y los primeros principios, señalándolo
así como el primer filósofo y fundador de la filosofía natural.

Cabe destacar que en su época, estos primeros filósofos (los presocráticos) no trataban acerca
de ética, política o moral, de hecho se les considera físicos porque teorizaban racionalmente
sobre el origen del universo, se dedicaban al estudio de la naturaleza y empezaron a estudiar
el campo de las matemáticas, geometría y aritmética.10

Pensamiento[editar]

La explicación universal y racional que sostuvo Tales fue que el agua es origen de todas las
cosas que existen, el elemento primero:

La mayoría de los primeros filósofos consideró que los principios de todas las cosas eran solo
los que tienen aspecto material […] En cuanto al número y a la forma de tal principio, no todos
dicen lo mismo, sino que Tales, el iniciador de este tipo de filosofía, afirma que es el agua, por
lo que también declaró que la tierra esta sobre el agua. Concibió tal vez esta suposición por ver
que el alimento de todas las cosas es húmedo y porque de lo húmedo nace del propio calor y
por él vive. Y es que aquello de lo que nacen es el principio de todas las cosas. Por eso concibió
tal suposición, además de porque las semillas de todas las cosas tienen naturaleza húmeda y el
agua es el principio de la naturaleza para las cosas húmedas.

Aristóteles, en Metafísica11

En cuanto al alma, la considera como dadora de vida, movimiento y divina. Como en la época
en la que vive, todavía no se diferenciaba entre seres vivientes y no vivientes. Tales atribuye
vida al agua, porque como el agua se mueve sola (véanse los mares o los ríos), esta debe tener
alma, puesto que el alma es lo que hace moverse las cosas. Y también es divina (está llena de
dioses) porque el alma es divina para él. «Así por lo tanto, el agua para Tales es, el origen de
todo, está llena de dioses y tiene vida propia». Y de manera parecida que con el agua, razona
para con las piedras imán. Como estas se mueven solas, piensa que están vivas, o que «hay
algo vivo en ellas».

Algunos afirman que el alma se haya entreverada en el todo. Posiblemente por este motivo es
por el que Tales pensó que todo estaba lleno de dioses.

Aristóteles, en Acerca del alma12

Parece que también Tales, según cuentan, supuso que el alma era algo capaz de producir
movimiento, si es que afirmó que la piedra imán tiene alma porque mueve al hierro.

Aristóteles.13

Y por último, de nuevo Aristóteles en Acerca del cielo y Séneca en Cuestiones


naturales afirman que Tales sostenía que la tierra sobre la que pisamos es una especie de isla
que «flota» sobre el agua de forma parecida a un leño y por ello la tierra a veces tiembla. Al no
estar sostenida sobre unas bases fijas si no que como está flotando sobre el agua, esta la hace
tambalearse.

Importancia de su labor[editar]

Con todo esto, se puede entender claramente por qué se considera a Tales de Mileto como el
primer filósofo de Occidente, y es que, como ya hemos dicho, fue el primer hombre occidental
(del que se sabe) que trató de conocer la verdad del mundo mediante explicaciones racionales
y no fantásticas o místicas, como hasta entonces se hacía en la Antigua Grecia por medio de
los mitos. Y por lo tanto, Tales es verdaderamente importante para la Historia de la filosofía
occidental. Fue el iniciador de la misma y con ello, creó un legado de búsqueda y amor a la
sabiduría, que continuará inmediatamente con Anaximandro y Anaxímenes, y que llegará a su
esplendor, en la Antigua Grecia; más de un siglo después con Sócrates, Platón y Aristóteles:
tres filósofos que se han convertido en los pilares del pensamiento que hoy conocemos bajo el
nombre de filosofía occidental.

Origen de su pensamiento[editar]

Es muy probable que haya sido uno de los primeros hombres que llevaron la geometría al
mundo griego, y Aristóteles lo consideraba el primero de los φυσικόι o ‘filósofos de la
naturaleza’. Muchas de estas ideas parecen provenir de su educación egipcia. Igualmente, su
idea de que la tierra flota sobre el agua puede haberse desprendido de ciertas ideas
cosmogónicas del Oriente próximo.

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