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Leyes Económicas en La Historia PDF
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Cuadro 1. Las leyes económicas en la historia del pensamiento económico.
No Si
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y allí se ve que los textos teóricos eran obstante autores modernos que también
más de la mitad en las primeras décadas, se expresan de esta manera. Por tanto, no
y llegaron a un pico del 57.6 % en 1983. es la cronología per se la que constituye
En ese mismo año, las investigaciones la línea divisoria entre las leyes normales
empíricas apenas superaban el 35 % y los y las otras dos categorías, sino, como ve-
papers experimentales no llegaban a 1 % remos, el ―paquete‖ entero de supuestos,
(el resto estaba en la categoría de ―teoría postulados y métodos que los diversos
con simulaciones‖) .... A partir de 1987 autores, independientemente de la época,
comienza el tobogán de la teoría econó- han incorporado en las mismas (Keckeis-
mica. Los estudios de este tipo bajan a sen 2014, pp. 132-33).
32% del total en 1993, a 28 % en 2003 y
a 19.1 % en 2011. Dos años atrás, el ¿Qué autores se agrupan aquí? El
segmento estrella es el de investigaciones Cuadro 1 también nos brinda la respuesta.
empíricas con datos propios (34 %), se- Son los padres fundadores de la economía
guido por el de las empíricas con datos (fisiócratas y Adam Smith), la Escuela
prestados (29.9 %). Los trabajos que des- Clásica (especialmente Ricardo, Malthus,
criben experimentos ya ocupan 8.2 % del Say, McCulloch, Nassau Senior y James
―ancho de banda académico‖, mientras Mill), los Clásicos posteriores y la Escue-
que los teóricos con simulaciones están la Neoclásica (John Stuart Mill, John
apenas por encima, con 8.8 % del total ....
Elliot Cairnes, Alfred Marshall, John
¿Cuál fue el meteorito que impactó contra
el planeta de la teoría económica a me- Neville Keynes, John Bates Clark, Edwin
diados de los ochenta e hizo extinguir a Seligman y Frank Knight) y la Escuela
los viejos dinosaurios? (Campanario Matemática (en particular León Walras,
2013). Vilfredo Pareto y John Hicks). Todos
estos autores creían firmemente en leyes
económicas:
3. La economía clásica/neoclásica y las
Debemos reconocer como fundamento
leyes económicas normales. una ciencia positiva de la economía polí-
tica que se ocupa exclusivamente de lo
JK destina el Capítulo V al estudio de las que es y que busca determinar leyes eco-
leyes económicas normales, recordándo- nómicas. Al postular, entonces, la posibi-
nos las leyes ―clásicas‖ de la producción, lidad de una ciencia de la economía polí-
del valor y del precio, de la oferta y la tica, lo único que queremos decir es que
demanda, del consumo y de la distribu- es posible descubrir leyes generales de
ción. ―Estas leyes,‖ dice JK, ―son clara- los fenómenos económicos, coordinar es-
mente de otro calibre que las leyes débi- tas leyes y explicar hechos económicos
les‖ citadas arriba: específicos por medio de ellas (John Ne-
ville Keynes, citado por Keckeissen
2014, pp. 134-35).
Están basadas en postulados firmes y se
derivan generalmente de un riguroso ar- Más adelante, agrega Neville Keynes:
gumento deductivo o matemático. Se su- ―La economía es necesariamente una
pone que describen lo que sus autores
ciencia de causa y efecto.‖ O en palabras
consideran como condiciones económicas
normales o un estado de equilibrio .… de John Stuart Mill: ―Lo que sucede una
Los economistas han formulado y refor- vez, sucederá de nuevo, bajo circunstan-
mulando leyes económicas normales des- cias suficientemente similares‖ (ambos
de los tiempos de Ricardo. Aunque el si- citados por Keckeissen 2014, p. 166).
glo XIX podría considerarse la época do-
rada de este concepto de ley, existen no En este caso, el análisis se enfoca en
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un homo oeconomicus, donde el ―hom- Para estos economistas las leyes eran
bre‖ básico no cambia y su naturaleza es de aplicación universal. Frank Knight,
―invariable y perenne‖. A partir de esto por ejemplo, explicaba que ―existe una
los economistas deducen regularidades y ciencia de la economía, una ciencia ver-
están dispuestos a plantear proposiciones dadera y exacta, que se expresa en leyes
―inverificables‖ (en el sentido de Hutchi- tan universales como las de la matemática
son) como premisas en su razonamiento. y la mecánica‖ (citado por Keckeissen
Aunque muchos de ellos enfatizan la im- 2014, p. 163), y otros expresaban ideas
portancia de la inducción y de estudios similares:
empíricos, la mayor parte de sus aportes
son de tipo analítico. Say escribió que ―las máximas de la Eco-
nomía Política son inmutables‖. Cairnes
se burlaba de los ―burdos intentos de anu-
Estos economistas tenían que basarse lar las leyes de la naturaleza‖ y Laughlin
en algún principio fundamental, una hablaba de lo inútil que resulta ―pelearse‖
―fuerza unificadora‖ o ―cimiento‖ para con dichas leyes. Neville Keynes, sin
las estructuras que erigían. En ello no embargo, reconocía que ―aunque las fuer-
hubo consenso: algunos basaron su es- zas de la competencia podrían usualmen-
tructura en el derecho natural, otros en el te ejercer una influencia preponderante en
utilitarismo clásico, otros en modernos el mundo económico, no poseen la uni-
principios de racionalidad (Keckeissen versalidad y la necesidad que aquí se les
2014, p. 138). Desde ya que el debate atribuye‖ (Keckeissen, p. 168).
acerca de cuál de estos principios debiera Cuando estas leyes no se cumplían,
ser el cimiento de la ciencia económica estos economistas se escudaban en que el
permanece abierto entre los defensores de mundo es dinámico, perversiones que
las leyes normales. para John Bates Clark podrían deberse al
monopolio, al desgobierno, a las guerras
Un concepto central aquí es el ―valor o la anarquía. ―Las fricciones de este ti-
normal‖ al cual tiende la economía, que po‖, afirmó, ―van de la mano con la di-
con el tiempo – a partir de Marshall y námica, y no existen en el estado estáti-
Walras – se ha convertido en el concepto co‖ (citado por Kekeissen, p. 164). Con
de ―equilibrio‖: ello, estos autores estaban señalando cier-
Smith y Ricardo hablaban de un valor tas hipótesis auxiliares fundamentales –
―natural‖. John Stuart Mill interpretaba concepto que trabajaremos más adelante
este valor como un punto ―en torno al – en referencia al marco institucional en
cual el valor oscila, y hacia el cual siem- el que las leyes económicas tendrán lugar.
pre tiende a retornar; el valor central, ha- Esta cita de Clark sobre el mercado labo-
cia el cual, como lo expresa Adam Smith, ral ilustra el caso:
gravita constantemente el valor de mer-
cado de cualquier cosa; cualquier desvia- Los salarios en el mundo práctico, con
ción es solo una irregularidad temporal todos sus cambios radicales y con todas
que, desde el momento en que se presen- las fricciones que entorpecen la acción de
ta, pone en movimiento fuerzas tendien- la ley pura, de hecho fluctúan en torno a
tes a corregirlo‖. Este punto, decía Mill, los estándares estáticos; y las variaciones
es el centro de todas las oscilaciones, así respecto de estos niveles están, ellas
como el nivel del mar es la norma teórica mismas, sujetas a una ley (citado por
para el océano. Marshall repetía este Keckeissen, p. 165).
mismo pensamiento (Keckeissen 2014,
pp. 140-41). A lo que Toynbee agrega:
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Enséñenles [a los obreros] que el nivel de universal y su propio lenguaje. Esto fue
salarios no es el resultado de causas acci- precisamente uno de los máximos objeti-
dentales, controlables por los hombres, vos de la obra de Carl Menger.
sino de grandes leyes naturales más allá
de su control, y todo marchará bien (cita- Por supuesto que no todos aceptaron
do por Keckeissen, p. 172). la revolución marginalista. Marx y sus
seguidores elaboraron una fuerte resisten-
De ahí que JK advierte que, según Clark, cia en pro de la teoría del valor-trabajo,
―el conocimiento de las leyes económicas aunque existe un amplio consenso en
[clásicas o normales] es útil para la con- economía sobre el fracaso de aquellos
ducción del estado‖, o para ser más preci- intentos (Ravier 2011d).
so, para conducir la política económica.
Agrega JK que estas leyes ―han sobrevi- JK define las leyes económicas fuertes
vido admirablemente, y la mayoría de (en el sentido que le dieron precisamente
ellas aparecen en los textos modernos, los austríacos y los marxistas), como le-
aunque a menudo sin el epíteto de ‗ley‘‖ yes aprioristas, válidas en todo tiempo y
(Keckeissen, pp. 173, 176). en todo lugar. Entre los austríacos JK
coloca en una misma bolsa a Carl Men-
ger, Eugen von Böhm-Bawerk, Ludwig
4. La economía austríaca/marxista y von Mises y Friedrich von Hayek, aunque
las leyes económicas fuertes. no me parece correcto incluir a este últi-
mo en el grupo. JK incluye, además, a
Como ya hemos visto, los clásicos han Frédéric Bastiat, Philip Wicksteed y Lio-
sido los primeros economistas en formu- nel Robbins, siendo este último quizás
lar leyes económicas – que JK sintetizó quien mayor éxito alcanzó en el campo de
arriba como ―normales‖ – pero a partir de la metodología apriorista. Si bien no lo
sus escritos surgieron otras escuelas o hace al comienzo, luego JK agregará refe-
tradiciones que reelaboraron la doctrina rencias a Murray Rothbard y Fritz Mach-
económica en un sentido algo diferente. lup, autores que para nosotros resultan
centrales más adelante.
La revolución marginalista no fue ex-
clusivamente una refutación de la teoría Estas leyes no son, en ningún sentido,
del valor-trabajo y el origen del margina- empíricas, históricas, matemáticas o esta-
dísticas. Más bien, se generan mediante
lismo en economía. Fue mucho más que
deducción lógica, a partir de un limitado
eso. El marginalismo vino acompañado número de postulados básicos, el más
de la economía moderna, que si bien se importante de los cuales es que el hombre
basó en la ley de utilidad marginal y otras escoge los medios más aptos para lograr
leyes clásicas como esencia del cuerpo sus fines (Robbins) o actúa a fin de mejo-
teórico, también focalizó la atención en rar sus circunstancias (Mises). Aunque
ciertos debates metodológicos fundamen- tiene libertad para decidir entre cursos de
tales para la disciplina. Los economistas, acción alternativos, al intentar mejorar
a partir de 1776, lograron mostrar a la sus condiciones de vida, en su conducta
economía como una ciencia independien- el hombre necesaria e invariablemente
te del resto de las ciencias sociales, pero a obedece a ciertas regularidades formales
que pueden determinarse mediante razo-
partir de 1871 dieron un paso más, seña-
namiento discursivo, a partir de postula-
lando que la economía científica era bas- dos fundamentales (Keckeissen, p. 180).
tante más que ―simple historia‖, una cien-
cia que tenía sus propias leyes de carácter JK coloca entre los supuestos austría-
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bién a ellos discípulos de ambas partes Un ejemplo de las matemáticas que acos-
(Cachanosky 1984, pp. 22-23). tumbra ofrecer Juan Carlos Cachanosky
en sus clases puede resultar útil para mos-
La Methodenstreit no dejó, según Mi- trar el punto. Imaginemos que yo deposi-
ses, nuevos avances científicos, pero sí to 4 manzanas en una heladera vacía.
nos dejó un claro mensaje: La economía Luego mi esposa me comenta que deposi-
no debe ser un producto de la historia. tó otras 8 manzanas en la heladera. Ahora
La economía debe ser más ambiciosa que imaginemos que al abrir la heladera cuen-
eso. La economía debe ser capaz de cons- to 13 manzanas. ¿Refuta el caso los res-
truir a un nivel abstracto una serie de pectivos teoremas de las matemáticas?
teoremas de aplicación universal. Claro que no. Al aplicar los axiomas y
teoremas deducidos lógicamente sobre el
Simplificar en este pequeño espacio lo mundo real, debo hacer ciertas observa-
que los austríacos entienden por praxeo- ciones empíricas, subjetivas, ajenas al
logía sería un desafío inalcanzable, pero modelo. Luego, los errores de predicción
unas breves notas servirán para que el (pasados y futuros) no son necesariamen-
lector ajeno a este paradigma se acerque te problemas del modelo teórico. A lo
al enfoque. Puede resultar paradójico, sumo, nos pueden prender una luz de
pero así como los austríacos han denun- alarma de que puede haber allí un pro-
ciado el abuso de la matemática por parte blema. Para refutar un teorema matemáti-
de los profesionales de esta disciplina, co se necesita una demostración lógica en
también sostienen que el método adecua- la deducción de los teoremas. Para refutar
do para la economía es precisamente el una ley económica ―fuerte‖ del tipo aus-
mismo que el de las matemáticas. Sin tríaco también se necesita una demostra-
entrar en el debate de si las matemáticas ción lógica en la deducción de los teore-
son o no una ciencia, diremos – siguiendo mas.
a Russell (2010 [1919]) – que las mate-
máticas son un cuerpo de teoremas abs- ¿Podemos sostener entonces que los
tractos, vacíos de contenido empírico, que teoremas de la matemática o la economía
se deducen lógicamente de ciertos axio- son siempre verdaderos y que es imposi-
mas. Luego, bajo ciertas definiciones, las ble su refutación? Claro que no. Todos
matemáticas tienen numerosas aplicacio- los teoremas son construcciones teóricas
nes en el mundo real. abiertas al debate, pero no debemos con-
fundir la contrastación o refutación de
La praxeología precisamente sigue es- estos teoremas, respecto de la contrasta-
te método. Define un axioma como punto ción o refutación de las predicciones em-
de partida, y deduce de él una serie de píricas que surgen de aplicar estos teore-
teoremas, que podemos llamar leyes eco- mas. En el primer caso, necesitamos lógi-
nómicas fuertes en el sentido de JK, por- ca para desmantelar el sistema. En el se-
que son de aplicación universal y vacías gundo, las observaciones sobre hechos
de contenido empírico. empíricos pueden ayudarnos a identificar
un problema.
Este enfoque es claramente anti-
positivista (Friedman 1953), porque sos- ¿Y qué podemos decir de los axio-
tiene que no es posible refutar las leyes mas? Por conveniencia metodológica los
económicas que se deducen del axioma axiomas se toman como válidos, indiscu-
central a través de la evidencia empírica. tibles y no se contrastan directamente con
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La Acción Humana 1. Medios y fines 9. Ley de utilidad marginal Oferta y Demanda Precios
2. Medios versus condiciones generales …
Intencional 3. Preferencias y valoraciones subjetivas 14. Ley de rendimientos decrecientes Precios de los Factores de la producción
Deliberada 4. Tiempo …
Humanamente Racional 5. Escasez 16. Ley de preferencia temporal Tasa de interés Ahorro = Inversión
6. Incertidumbre
Individualismo metodológ. 7. Expectativas Formación de capital
Antropológicas 1. Alertness empresarial Teorema 55: Todo modo de intervención humana que modifique la hipótesis auxiliar
2. Principio de maximización institucional y los precios como síntesis de conocimiento disperso (teorema 7) produce
una mayor dispersión del conocimiento y menor coordinación entre expectativas de oferta
Sociológicas 3. Cooperación social y demanda
4. Ley de división del trabajo Precios
Moneda
Institucionales 5. Propiedad privada Teoría del ciclo económico (5) Socialismo
6. Libre contrato Trabajo y Salarios
7. Libertad de entrada al mercado Recursos naturales La imposibilidad del cálculo económico
Otras restricciones
Diremos que la primera es una ley luego los teoremas de la economía pura
económica en sentido fuerte, universal, de mercado, el intervencionismo y el so-
vacía de contenido empírico: ―El valor cialismo.
otorgado a las unidades de un bien for-
mado por n unidades es mayor que el Volviendo sobre la ley del intercam-
otorgado a las unidades del mismo bien bio, no podemos suponer a priori que
formado por n + 1 unidades y menor que siempre habrá intercambio. Para ello de-
el otorgado a las unidades del mismo bien bemos suponer la existencia de más de un
formado por n – 1 unidades (ley de utili- individuo y una determinada interacción
dad marginal)‖ (Zanotti 2009, p. 34). social entre ellos. Pero esa cooperación
Partiendo del axioma praxeológico cen- social (y también la división del trabajo)
tral de ―la acción humana‖, su deducción requieren como condicionante de ciertas
es lógica y sólo puede ser refutada me- instituciones – que Zanotti coloca como
diante esta herramienta. Tomemos ahora hipótesis auxiliares – como por ejemplo,
la ley del intercambio: el derecho de propiedad o la libertad de
contratos, los que no necesariamente apa-
La ley de utilidad marginal y la [hipótesis recen en el mundo real. Hubo otros tiem-
auxiliar de la] división del trabajo consti- pos (y hay hoy muchos lugares) en que
tuyen dos condiciones necesarias para el tales asociaciones voluntarias no ocurrie-
intercambio de bienes y servicios (mer- ron (ni ocurren hoy). La teoría de los jue-
cado). Según la hipótesis auxiliar 3ª, en la gos, por ejemplo, se preocupa precisa-
cooperación social cada persona concen- mente por mostrar centenares de situacio-
tra su labor en aquello para lo cual posee nes en que los agentes no cooperan.
mayor productividad. Por lo tanto, cada
persona dispondrá de mayor cantidad de Luego, bajo todo lo dicho, podemos
unidades del bien que produce que del pasar a la ley de determinación de los
bien que no produce. Luego, dada la ley precios: ―Oferta y demanda encuentran
de utilidad marginal (axioma 9), si A
una valoración común en el precio. Si A
produce a y si B produce b, el valor de
las unidades de a será para A menor que demanda 3 b y por ellos ofrece 2 a, y B
para B, y el valor de las unidades de b se- demanda (valora) 2 a pero por ellos ofre-
rá menor para B que para A. En ese caso, ce 1 b, no hay intercambio. Luego, para
cada persona valora menos lo que posee que haya intercambio el valor esperado
que lo que no posee, y dado el axioma 1, mínimo del oferente (‗yo no vendo por
tenderá a realizarse el intercambio menos de …‘) debe ser menor o igual al
(Zanotti 2009, pp. 37-38). valor esperado máximo del demandante
(‗yo no compro por más de …‘). Luego,
Puede confundir al lector que aquí Zanot- si se produce el intercambio, oferente y
ti define como axioma 1 y 9 lo que noso- demandante se han encontrado, comuni-
tros definimos inicialmente como teore- cado, en una valoración en común que se
mas. Lo que ocurre es que dentro del sis- denomina precio. El precio no es enton-
tema representado en el Cuadro 2 hay dos ces el precio esperado del vendedor ni del
sub-sistemas axiomático-deductivos. El comprador, sino el precio en el momento
primero tiene como axioma a la acción del intercambio. Es el encuentro de ex-
humana, esto es, el axioma praxeológico pectativas entre oferente y demandante lo
central, del cual se derivan los 24 teore- que se denomina precio‖ (Zanotti 2009,
mas praxeológicos. El segundo sistema, pp. 38-39).
tiene como axiomas a los 24 teoremas
praxeológicos, de los cuales se derivan Estos dos teoremas, el de la ley de in-
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Of Desempleo Of
Salario Mínimo
Pe Pe
Pcio. Máximo
D D
Qof Qd Qof Qd
Escasez
MERCADO CREDITICIO
Of
(Ahorristas)
Of '
i
Expansión
crediticia
i'
D
(Firmas)
Auge
(ciclo económico)
del socialismo, lo cual es relevante para para ofrecer un análisis comparativo con
mostrar que el sistema no limita su utili- los otros enfoques metodológicos, corres-
dad únicamente al caso específico del ponde señalar que estos teoremas son
capitalismo, sino a todos los sistemas sólo un punto de partida, que deberá ser
económicos posibles (o más bien, cono- corregido y ampliado por nuevos econo-
cidos). Si definimos socialismo como mistas en el futuro:
ausencia de propiedad privada, entonces
surge un nuevo teorema: ―El cálculo eco- El desarrollo de estos teoremas puede ser
continuado y perfeccionado ad infinitum.
nómico es imposible bajo el socialismo‖ Los ideales de ―ciencia terminada‖ ya ha-
(Zanotti 2009, p. 88). En comparación ce mucho tiempo que concluyeron. La
con la economía pura de mercado, uno epistemología ha dado un verdadero pro-
puede notar lógicamente que la ausencia greso con el tema de los límites del cono-
de propiedad privada de los medios de cimiento humano, en las ciencias natura-
producción implicará ausencia de merca- les, ciencias sociales y formales .… Tra-
dos para esos medios de producción. Sin bajos como estos no sólo no cierran los
estos mercados no habrá precios para temas sino que los abren a mayores desa-
esos medios de producción, lo que impli- rrollos. Pero esa apertura tiene que ver
ca lógicamente que no es posible realizar con un orden epistemológico de los con-
cálculo económico, lo que en definitiva es tenidos. Tal ha sido nuestro principal in-
tento (Zanotti, 2009, pp. 90-91).
una guía para la función empresarial en
cuanto a qué bienes y servicios deben ser
producidos. Cabe notar que este teorema
elaborado por Mises (1922) anticipó el 6. La metodología “austríaca” como
caos en la producción que habría en cual- superadora de sus alternativas.
quier economía que rechace la propiedad
privada de los medios de producción.2 Debemos aclarar que la praxeología de la
sección anterior no se corresponde con la
Antes de pasar a la siguiente sección lectura conocida de Murray Rothbard –
más bien extrema – de la metodología de
2Mark Blaug – uno de los tratadistas de ma- Mises, sino con la lectura ofrecida por
yor prestigio en la historia de las ideas – re- Fritz Machlup, más moderada (Zanotti y
conoció que ―de forma lenta y extremada- Cachanosky 2014). En un artículo de esta
mente reacia he llegado a darme cuenta de revista, el profesor Zanotti resumía estas
que ellos (los teóricos de la Escuela Austría- diferencias en los siguientes términos:
ca) están en lo cierto y de que todos los de-
más hemos estado equivocados‖, afirmando Hace tiempo que vengo sosteniendo que
además, al evaluar la aplicación del paradig- la ―interpretación Rothbard‖ de Mises
ma neoclásico cara a justificar la posibilidad debería competir en igualdad de condi-
del cálculo económico socialista, que es algo ciones con la ―interpretación Machlup‖
―tan ingenuo desde el punto de vista adminis- de Mises .… Por ―intepretación Roth-
trativo como para dar risa. Sólo aquellos bard‖ aludimos a la conocida y difundida
embriagados con el modelo de equilibrio interpretación de la epistemología de Mi-
estático perfectamente competitivo pueden ses como extremadamente apriorista, co-
haberse tragado semejante tontería. Yo mis- mo si Mises hubiera presentado su eco-
mo fui uno de los que se la tragó en mis años nomía como un sistema axiomático-
de estudiante en la década de los 50‘s, y aho- deductivo donde, entre medio de los
ra no hago sino maravillarme ante mi propia axiomas (praxeología) y sus teoremas
falta de agudeza‖ (Blaug y De Marchi 1991, (economía), no fueran necesarias ningún
p. 508). tipo de hipótesis auxiliares intermedias
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teorías económicas normales, que pode- cesos. Cuáles modelos serán consistentes
mos caracterizar como leyes expresadas con la praxeología y cuáles no es un pro-
bajo modelos matemáticos y nociones de ceso que deberá comenzar a estudiarse
equilibrio (general o parcial). una vez que el positivismo y la economía
neoclásica definitivamente se derrumben.
¿Qué elementos distinguirían a unos
de otros? JK destaca que estos últimos
han descontinuado el término ―ley‖, Reflexiones finales
mientras que los primeros lo mantienen
(Keckeissen, p. 179). Pero más importan- Zanotti concluye en uno de los artículos
te aún me parece el hecho de que los pri- citados que aceptar la lectura de Machlup
meros parten en su deducción de teore- sobre Mises coloca ―a nivel de diálogo a
mas o leyes económicas de un axioma la epistemología de Mises con el
central, mientras que los segundos parten mainstream de la epistemología de la
de ciertos supuestos de dudosa credibili- economía‖ (Zanotti 2011, p. 34). Noso-
dad. Estos últimos creen además que la tros nos sumamos a esta hipótesis, y mos-
economía necesita ser expresada formal- tramos a continuación que el trabajo de
mente a través del uso de la matemática, economistas teóricos, macroeconomistas,
al punto de pensar, como lo ha manifes- econometristas, historiadores y analistas
tado George Stigler que el método mate- puede ser consistente bajo esta metodolo-
mático necesariamente conduce a una gía. El Cuadro 4 ordena esta propuesta en
buena teoría económica: ―The greatest su parte superior, y define diez debates
claim that can be made for the mathema- abiertos fundamentales en su parte infe-
tical method is that it necessarily leads to rior. Lo que queremos expresar en la par-
good economic theory‖ (Stigler 1950, te superior de este cuadro es que el pri-
p. 40). Cachanosky se ocupó de mostrar mer debate abierto acerca de las leyes
lo equivocado de esta afirmación, dejan- económicas de carácter universal es si
do claro que ha habido un abuso de la éstas deben partir de un único axioma, o
matemática en economía y que el método si cada modelo puede elaborar los su-
no carece de vicios: ―[The mathematical puestos que se requieran, según el caso.
method] is an entirely vicious method, Mi opinión al respecto es que la arbitra-
starting from false assumptions and riedad de los supuestos elegidos definirá
leading to fallacious inferences‖ (Mises, el resultado del modelo, lo que abre una
citado por Cachanosky 1985, p. 133). incógnita acerca de su importancia cientí-
fica. En este debate, los economistas neo-
En la práctica econométrica, muchos clásicos deberán enfrentar la posición
economistas o econometristas han logra- austríaca y marxista.
do desarrollar la habilidad de crear ciertos
modelos que permiten arrojar los resulta- Un segundo debate abierto será defi-
dos deseados. Luego, la práctica es más nir cuál debiera ser el axioma correcto del
bien un juego y no trabajo científico, y su cual partir. No se requiere que el axioma
utilidad real es prácticamente nula. Con sea sólo uno para toda la ciencia econó-
esto no debemos concluir que todos los mica, pero es importante que exista cierto
modelos económicos sólo arrojan conclu- consenso acerca de su realismo, para evi-
siones falsas, pero nuestra impresión es tar viciar el modelo completo. Hemos
que la economía debe desarrollar un mé- definido más arriba los axiomas sobre los
todo que elimine por completo estos ex- que se basa la posición austríaca y mar-
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Cuadro 4. Compatibilidad de enfoques.
CIENCIA ARTE
Leyes económicas teóricas Leyes económicas empíricas Historia económica Predicciones futuras
xista, lo cual constituye un debate que derna carecer de una teoría del capital?
necesita mayor diálogo. La respuesta de los especialistas hoy en
día parece ser afirmativa, como sostuvo
El tercer debate es intra-austríacos, y Keynes en los años treinta, pero las falen-
se basa especialmente en las lecturas con- cias del enfoque están hoy en boca de
tradictorias que Machlup y Rothbard ela- toda la profesión.
boraron de la praxeología de Mises. La
primera, moderada, parece ser más acce- La filosofía intervencionista keyne-
sible para el diálogo con la corriente prin- siana nos abre un sexto interrogante. Si
cipal, mientras que la segunda, más radi- aceptamos la inestabilidad del mercado,
cal, supone un nivel de abstracción mayor ¿puede el gobierno corregir esa falla?
al posible. ¿Tiene instrumentos adecuados para esta-
Todo lo dicho nos permite pasar ahora bilizar los ciclos económicos? ¿Pueden
a las leyes económicas empíricas, defini- sostenerse en el tiempo los efectos positi-
das de este modo precisamente porque vos de corto plazo que genera la política
estas leyes no están vacías de contenido económica? ¿O más bien debiéramos
empírico. En este sentido, pueden distin- reconocer que esa misma política econó-
guirse los teoremas de la economía pura mica es la que inyecta mayor inestabili-
de mercado, aquellos de la teoría general dad al sistema? En definitiva, sostenemos
del intervencionismo y los teoremas del que los fallos del estado pueden ser más
socialismo. En el primer caso, existe un profundos que los fallos de mercado, y si
debate pendiente acerca del proceso de éste es el caso, difícilmente la interven-
mercado que podría generarse en ausen- ción del estado sea exitosa.
cia de intervención estatal. Los manuales
de microeconomía neoclásica, dominados Respecto del socialismo, las preguntas
por modelos de equilibrio (general o par- abiertas giran en torno al individualismo
cial) y expectativas racionales, no pare- y el subjetivismo metodológico que anu-
cen poder representar con cierto realismo larían el colectivismo de las clases socia-
el proceso que caracteriza al mercado. En les marxistas. Pero el debate de fondo que
otros términos, ¿qué es lo que el mercado necesitamos recuperar es que el socialis-
puede y no puede hacer? ¿Cuán inestable mo pruebe ser capaz de reemplazar al
es este proceso de mercado? El debate mercado en lo que refiere al cálculo eco-
enfrenta a los austríacos con los seguido- nómico. Mi impresión es que en este de-
res de John Maynard Keynes y Piero bate los consensos podrían ser mayores a
Sraffa, reproduciendo aquella famosa los generalmente aceptados, partiendo de
controversia con Hayek en la London la base de que el propio Marx fue un ad-
School of Economics en los años treinta mirador del potencial productivo y de los
del siglo pasado. En ese entonces Hayek niveles de eficiencia que el capitalismo
sostuvo que los agregados de Keynes puede alcanzar. Luego, aceptada esa tesis,
carecían de micro-fundamentos. El punto el debate que se abre es acerca de una
vuelve a estar hoy en la mesa de debate, y posible transición al socialismo – en la
representa quizás el mayor desafío de los que han trabajado Marx y Schumpeter –
macroeconomistas. aunque nosotros pensamos que tal proce-
so es imposible porque durante dicha
En el mismo sentido, surge el otro transición la capacidad productiva del
punto de Hayek en la mencionada con- capitalismo se derrumbaría (Ravier
troversia: ¿Puede la macroeconomía mo- 2010b).
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