Obtenemos datos de primera mano de nuestros clientes o posibles
consumidores. Aquí no hay intermediarios, ni se puede manipular o camuflar la información. Es más, el telemarketing no sólo nos proporciona datos sobre el consumo o los gustos del usuario, también podemos identificarle con nombre y apellidos, edad, residencia, etc. Una información añadida que puede darnos mucho juego, entre otras cosas actualizando y ampliando nuestra base de datos. Se cuantifica rápidamente. Esa inmediatez con la que conseguimos la información hace que al instante sepamos si la acción empresarial es acertada o no, incluso detecta los fallos concretos. El empresario puede poner en marcha las rectificaciones que mejoren sus resultados sin demoras que podrían hacerle perder mercado respecto a sus competidores. Facilidad de expansión e internacionalización. Con las mismas herramientas y costes, tendremos un contacto telefónico con un cliente en el centro de la ciudad de Madrid o en Singapur. La consecuencia es que podemos llegar a cualquier punto del mundo que nos interese en un tiempo récord y sin tener que preocuparnos de asumir un importante gasto extra. Abaratamiento de costes. Siguiendo en la línea del punto anterior, la inversión que tenemos que hacer para una buena campaña de telemarketing es realmente mínima. Nos ahorramos gastos tan importantes como los de desplazamiento de un equipo comercial a pie de calle.
Desventajas del telemarketing
Dependencia de las compañías que gestionan el servicio telefónico. Este es un gasto
que es inevitable afrontar en una campaña de telemarketing y que no está en nuestras manos. Siempre se puede negociar condiciones específicas con los operadores o aprovechar sus ofertas. Limitaciones de tiempo. Hay que contar con que el cliente se sentirá incómodo si le “robamos mucho tiempo” con nuestra llamada. Es esencial que el teleoperador sepa aprovechar al máximo esos minutos de los que dispone para conseguir su objetivo. Limitaciones por la distancia. Una clave para ganarnos al otro es conseguir crear una cercanía, una empatía con él. De forma auditiva no contamos con herramientas que sí están disponibles en una conversación cara a cara. Se ocasionan molestias. El hecho de recibir una llamada no esperada en nuestra casa puede no gustar nada al receptor y predisponerle en nuestra contra. Es imprescindible que tengamos cuidado con los horarios elegidos para llamar o la insistencia del teleoperador.