Está en la página 1de 3

See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.

net/publication/223973532

Musical obsessions in obsessive-compulsive

Article  in  Revista de neurologia · April 2012


Source: PubMed

CITATION READS

1 972

3 authors, including:

Andre Palma da Cunha Matta Francisco Javier Carod Artal


Universidade Federal Fluminense Raigmore Hospital, Inverness, UK
62 PUBLICATIONS   215 CITATIONS    202 PUBLICATIONS   3,694 CITATIONS   

SEE PROFILE SEE PROFILE

Some of the authors of this publication are also working on these related projects:

Descrição de uma coorte de pacientes com síndrome de Moyamoya e acidenta vascuçar encefálico admitidos no hospital SARAH Brasília View project

Neuroimmunology View project

All content following this page was uploaded by Francisco Javier Carod Artal on 02 February 2015.

The user has requested enhancement of the downloaded file.


Correspondencia

Caso 2. Varón de 25 años de edad, con antece- En algunos casos, especialmente aquellos que
Obsesiones musicales en el dentes de TOC, que acudió a la consulta tras es- cursan con un inicio repentino, es necesario rea-
trastorno obsesivo-compulsivo cuchar, de modo intermitente, una canción de lizar estudios de neuroimagen para descartar
rock que aparecía por la mañana y que reapa- una lesión tumoral cerebral. El electroencefalo-
André P.C. Matta a, Márcia C.A. Ribas a, recía docenas de veces a lo largo del día. En grama puede ser útil para diferenciar una ob­
Francisco J. Carod-Artal b
ocasiones, tenía que evocar otra canción dife- sesión/alucinación musical de una crisis parcial
a Servicio de Neurología. Universidad Federal Fluminense.
rente para retirar de su pensamiento la canción compleja.
Niterói, Río de Janeiro, Brasil. b Servicio de Neurología.
Hospital Virgen de la Luz. Cuenca, España. de rock. Gradualmente, desarrolló un síndrome Se desconoce la fisiopatología de las obse-
depresivo. Se inició tratamiento con 100 mg/día siones musicales. Estudios funcionales han im-
Correspondencia: Dr. Francisco Javier Carod Artal. Servicio
de Neurología. Hospital Virgen de la Luz. Avda. Hermandad de sertralina. Al mes de iniciados los síntomas, plicado a los circuitos frontobasales y al sistema
Donantes de Sangre, 1. E-16002 Cuenca. había mejorado el estado del humor, pero per- serotoninérgico en la génesis de los síntomas
E-mail: fjcarod-artal@hotmail.com sistían las obsesiones musicales. Éstas desapa- del TOC. Así, se ha descrito una hiperactividad
Aceptado tras revisión externa: 04.01.12. recieron de forma gradual tras aumentar la do- de la corteza prefrontal y afectación del cíngulo
sis de este fármaco a 150 mg/día. y estriado [2]. Otros autores sugieren una base
Cómo citar este artículo: Matta APC, Ribas MCA, Carod-
Artal FJ. Obsesiones musicales en el trastorno obsesivo- otológica, con un estado de hiperactividad del
compulsivo. Rev Neurol 2012; 54: 508-9. Caso 3. Varón de 47 años de edad, que padecía sistema auditivo periférico asociado a estadios
© 2012 Revista de Neurología TOC y fue atendido en la consulta porque escu- iniciales de enfermedad de Ménière [10]. En este
chaba espontáneamente, desde hacía un año, trastorno, las melodías musicales serían conse-
Las obsesiones musicales constituyen un sínto- varias canciones a lo largo del día. Al inicio, las cuencia de un tinnitus rítmico.
ma neuropsiquiátrico auditivo complejo con una melodías aparecían de modo intermitente, le Zunu-Dirwayi et al han descrito el caso de
cierta heterogeneidad clínica. Este término, que resultaban agradables e incluso conseguía se- una mujer de 59 años de edad afecta de un epi-
se superpone a veces con las alucinaciones au- leccionar y cambiar una canción por otra. Con sodio depresivo mayor y una melodía intrusiva
ditivas, se caracteriza por la aparición involun- el paso del tiempo, las canciones se hicieron no epiléptica y resistente al tratamiento [2]. En
taria de melodías auditivas no relacionadas con más continuas y le generaron estrés. El pacien- ocasiones, esta paciente conseguía cambiar la
estímulos externos. Aunque raramente descri- te estaba en tratamiento con 20 mg/día de ci- melodía no deseada por otros pensamientos o
tas, las obsesiones musicales repetitivas se han talopram desde hacía dos meses, sin mejoría. melodías cuando la obsesión musical se hacía
observado en pacientes con un trastorno obse- En la entrevista clínica presentaba síntomas de muy incapacitante, como sucedió en el paciente
sivo-compulsivo (TOC) [1]. En algunos casos pue- ansiedad moderada. Se aumentó la dosis de ci- número dos. A pesar de haber recibido trata-
den ser muy incapacitantes y la respuesta a las talopram a 40 mg/día y se añadió alprazolam miento con varios antidepresivos y antiepilépti-
estrategias terapéuticas farmacológicas y no far- 0,5 mg/12 h, y empezó con terapia cognitivo- cos, sus síntomas no mejoraron. En nuestra ex-
macológicas moderada. conductual. Se apreció una mejoría de la ansie- periencia, altas dosis de antidepresivos pueden
Se describen tres pacientes afectos de TOC dad y posteriormente una remisión de sus ob- controlar, al menos de forma parcial, las obsesio-
idiopático y obsesiones musicales en los que la sesiones musicales. nes musicales. En la actualidad, los ISRS se con-
exploración neurológica fue normal. Todos ellos sideran el tratamiento de elección en el TOC [11].
realizaron bioquímica sanguínea, electroence- Se presentan tres casos de pacientes afectos de Mahendran et al describieron una paciente de
falograma y estudios de neuroimagen (tomo- TOC idiopático y obsesiones musicales incapa­ 56 años afecta de TOC y obsesiones musicales
grafía computarizada o resonancia) que no mos- citantes que mejoraron de estas últimas tras que mejoró con altas dosis de citalopram [9].
traron datos patológicos. Este estudio fue apro- re­cibir altas dosis de inhibidores selectivos de Las obsesiones musicales se consideran pen-
bado por el comité de ética de la Universidad la recaptación de serotonina (ISRS). Todos ellos samientos intrusivos generados internamente.
Fluminense de Río de Janeiro. presentaban síntomas de ansiedad o depresión En cambio, las alucinaciones musicales, a pesar
asociados. de ser percibidas con un gran sentido de la rea-
Caso 1. Mujer de 57 años de edad, afecta de TOC, Las obsesiones musicales han sido confundi- lidad, podrían tener su origen en estímulos ex-
que comenzó a escuchar una canción de Navidad das con alucinaciones musicales en ciertos con- ternos [2]. La presencia de un TOC indicaría que
que solía oír cuando era niña. Esta melodía sur- textos. Éstas pueden aparecer en numerosas las obsesiones musicales son ‘pseudoalucina-
gió cinco meses antes, coincidiendo con la época patologías psiquiátricas y neurológicas, que in- ciones intrusivas’ y no verdaderas alucinaciones
de Navidad, y le era bastante molesta. A pesar cluyen depresión, demencia, esquizofrenia, en- musicales [9]. Por ello, se recomienda utilizar
de los múltiples intentos para ‘no escucharla’, no fermedad de Parkinson, lesiones cerebrales fo- el término ‘obsesiones musicales’ para describir
era capaz de borrar la letra de la canción de su cales (tumores) y epilepsia [2-8]. Ancianos con mejor los pensamientos musicales intrusivos e
pensamiento. La paciente estaba tomando 100 sordera progresiva y deterioro cognitivo pue- inapropiados de pacientes con TOC. En cambio,
mg/día de sertralina para tratar un episodio de- den presentar alucinaciones musicales [4,6,7]. el término ‘alucinaciones musicales’ se reserva-
presivo mayor desde hacía tres meses. Se au- Al menos un tercio de los sujetos con TOC ría para las alucinaciones auditivas con conteni-
mentó la dosis de sertralina a 150 mg/día y se puede padecer obsesiones musicales, lo que in- do musical que pueden presentar, por ejemplo,
asoció terapia cognitivo-conductual, y los sínto- dica que éstas pueden ser más comunes en el pacientes esquizofrénicos, con pérdida auditiva
mas de la paciente mejoraron moderadamente. TOC que en otros trastornos psiquiátricos [9]. o deterioro cognitivo [12,13].

508 www.neurologia.com  Rev Neurol 2012; 54 (8)


Correspondencia

Las obsesiones musicales pueden ser frecuen- Aceptado tras revisión externa: 06.02.12. forma excesiva sus salidas, conversaciones tele-
tes en el TOC. Aquellos pacientes que presenten Cómo citar este artículo: Zabalza-Estévez RJ. Síndrome fónicas, relaciones sociales, etc. Últimamente,
síntomas resistentes podrían beneficiarse del de Otelo inducido por pramipexol. Rev Neurol 2012; las acusaciones de infidelidad eran constantes y
empleo de altas dosis de ISRS. Es necesario es- 54: 509-10. estaban deteriorando la relación marital. Se
tablecer una definición clínica mejor que nos © 2012 Revista de Neurología planteó modificar el tratamiento, a lo que el
permita distinguir las obsesiones de las alucina- paciente se opuso desde un principio debido a
ciones con contenido musical. La uniformidad en La enfermedad de Parkinson (EP) es consecuen- la mejoría que había notado y a la falta de con-
las definiciones clínicas puede permitirnos des- cia de la disfunción del sistema nigroestriado y ciencia de sus celos patológicos. No obstante,
cribir, comprender y tratar de modo más adecua- se caracteriza, además de por los síntomas mo- dos semanas después accedió a un cambio de
do este síntoma, casi siempre incapacitante. tores, por otros no motores a los que en los últi- medicación y el pramipexol fue sustituido por
mos años se está dando mayor importancia. El 10 mg de rotigotina. Al mes de cambiar de ago-
Bibliografía espectro de síntomas neuropsiquiátricos en la nista dopaminérgico, el cuadro de celotipia ha-
1. Hermesh H, Konas S, Shiloh R, Dar R, Marom S, EP es amplio e incluye, entre otros, los síntomas bía remitido totalmente, sin que haya reapare-
Weizman A, et al. Musical hallucinations: prevalence psicóticos, que aparecen en hasta el 60% de los cido con posterioridad la ideación delirante.
in psychotic and nonpsychotic outpatients. J Clin
pacientes [1] y con frecuencia son desencade-
Psychiatry 2004; 65: 191-7.
2. Zungu-Dirwayi N, Hugo F, Van Heerden BB, Stein DJ. nados por los fármacos antiparkinsonianos. El epónimo SO procede de la tragedia de William
Are musical obsessions a temporal lobe phenomenon? El síndrome de Otelo (SO) es un trastorno Shakespeare escrita hacia 1604. En ella, Otelo
J Neuropsychiatry Clin Neurosci 1999; 11: 398-400. delirante de contenido celotípico descrito rara- mata a su esposa, Desdémona, presa de los ce-
3. Evers S, Ellger T. The clinical spectrum of musical
hallucinations. J Neurol Sci 2004; 227: 55-65.
mente en los pacientes con EP, cuya etiología los instigados por Yago. La primera referencia
4. Gomibuchi T, Gomibuchi K, Akiyama T, Tsuda H, se relaciona con la terapia agonista dopaminér- en la literatura médica al SO se encuentra en
Hayakawa T. Obsession of hearing music: from the gica [2-4]. Así como gambling e hipersexualidad un artículo de 1955 [6], que lo describe en pa-
viewpoint of Morita theory. Psychiatry Clin Neurosci son trastornos psicopatológicos frecuentemen- cientes psiquiátricos. Este síndrome se caracte-
2000; 54: 203-6.
5. Ergün U, Bozbaş A, Akin U, Inan L. Musical hallucinations te descritos como efectos secundarios de la me- riza por un delirio celotípico con ideas de enga-
and Parkinson disease. Neurologist 2009; 15: 150-2. dicación antiparkinsoniana, el SO se ha comu- ño e infidelidad sin otra sintomatología psicóti-
6. Fischer C, Marchie A, Norris M. Musical and auditory nicado pocas veces en la literatura neurológica. ca asociada y en algunos casos puede conside-
hallucinations: a spectrum. Psychiatry Clin Neurosci
Se trata de un cuadro delirante con ideas de ce- rarse una manifestación del síndrome de disre-
2004; 58: 96-8.
7. Fénelon G, Marie S, Ferroir JP, Guillard A. Musical los e infidelidad que puede afectar a la relación gulación dopaminérgica [7].
hallucinations: 7 cases. Rev Neurol (Paris) 1993; 149: de pareja y abocar a conductas peligrosas [5]. El SO se ha descrito tanto en patologías psi-
462-7. quiátricas como neurológicas [8]. Además del
8. Wengel SP, Burke WJ, Holemon D. Musical hallucinations.
The sounds of silence? J Am Geriatr Soc 1989; 37: 163-6. Varón de 61 años de edad que consultó por alcoholismo, el hiperparatiroidismo [9], la hi-
9. Mahendran R. The psychopathology of musical temblor y torpeza motora. No tenía anteceden- drocefalia normotensiva [10], los infartos ce­
hallucinations. Singapure Med J 2007; 48: 68-70. tes familiares ni personales de interés; tampo- rebrales [11] o la escisión orbitofrontal derecha
10. Cope TE, Baguley DM. Is musical hallucination an
co de psicopatología ni de consumo de fárma- [12], se han relacionado con la aparición de
otological phenomenon? A review of the literature.
Clin Otolaryngol 2009; 34: 423-30. cos o drogas. este cuadro delirante. Los fármacos agonistas
11. Bandelow B. The medical treatment of obsessive- El cuadro comenzó dos años antes de con- dopaminérgicos son también causa de SO, aun-
compulsive disorder and anxiety. CNS Spectr 2008; sultar, con temblor de reposo en las extremida- que las publicaciones que recogen esta compli-
13: 37-46.
12. Ruiz-Almazán I, Cáceres C, Plano J, Cobo-Gómez JV.
des izquierdas que difundía hacia las derechas cación del tratamiento dopaminérgico son es-
Perfil neuropsicológico en las alucinaciones musicales en situaciones de ansiedad, y posteriormente casas [2-4,8,13-15].
del anciano. Rev Neurol 2009; 48: 500-1. lentitud al caminar. La exploración física mos- En el caso presentado el paciente desarrolló
13. Soria-Urios G, Duque P, García-Moreno JM. Música y traba un cuadro de parkinsonismo típico, de un cuadro delirante de contenido celotípico,
cerebro (II): evidencias cerebrales del entrenamiento
musical. Rev Neurol 2011; 53: 739-46. predominio izquierdo, asociado a leve temblor monosintomático, no asociado a otra sintoma-
cefálico. El estudio neuropsicológico y los análi- tología psicótica como alucinaciones, otro tipo
sis resultaron normales. La resonancia magné- de delirios ni problemas de comportamiento.
tica cerebral no reveló patología reseñable. Con Esta ideación patológica llegó a influir de forma
Síndrome de Otelo estos datos se estableció el diagnóstico de EP y negativa en la relación de pareja pero, como en
inducido por pramipexol se pautó tratamiento con 1 mg de rasagilina y otros casos publicados, el paciente era incapaz
2,1 mg de pramipexol. de identificar a la persona con quien supuesta-
Ramón J. Zabalza-Estévez
A los seis meses de iniciado el tratamiento, mente le engañaba su esposa [13].
Ambulatorio de Especialidades de Tolosa. Servicio
de Neurología. Hospital Universitario Donostia.
refirió una gran mejoría que fue constatada en Es bien conocida la aparición de síntomas psi-
Tolosa, Guipúzcoa, España. la exploración clínica. Aunque él no reconocía cóticos en pacientes con EP [1], sobre todo si han
Correspondencia: Dr. Ramón J. Zabalza Estévez. Servicio efecto secundario alguno achacable a la medi- desarrollado la enfermedad a edad avanzada,
de Neurología. Hospital Universitario Donostia. Paseo cación, su esposa hizo notar que a las pocas se- sufren trastornos de conducta del sueño REM o
Dr. Beguiristain, s/n. E-20014 San Sebastián (Guipúzcoa). manas de iniciado el tratamiento su marido co- toman dosis altas de agonistas dopaminérgicos;
E-mail: zabalzaes@telefonica.net menzó a mostrarse muy celoso, controlaba de las alucinaciones visuales son los más frecuentes

www.neurologia.com  Rev Neurol 2012; 54 (8) 509

View publication stats

También podría gustarte