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ESTRUCTURACION SISMICA DE

EDIFICIOS DE CONCRETO ARMADO


LA CONCEPCION ESTRUCTURAL
1. La estructura es la que provee
resistencia y, en determinadas
situaciones, rigidez y ductilidad,
siempre por los medios más
económicos.
2. En obras de ingeniería civil la
estructura se diseña mediante un
proceso que comprende dos etapas:
a) La concepción estructural, que
culmina en el esquema estructural; y
b) El cálculo estructural, que
culmina en el plano y la especificación.
3. La concepción estructural es la
porción creativa del diseño; el
cálculo es esencialmente
mecánico.
4. Mediante la concepción estructural se
deciden las principales características de la
estructura: su forma, la ubicación y
distribución de sus elementos resistentes y
su dimensionamiento básico.
El uso posterior de métodos sofisticados en
el cálculo no puede compensar deficiencias
de concepción; pero un mal cálculo arruina
una buena concepción.
En otras palabras, la concepción
estructural define el potencial de la
calidad resistente y de la economía
integral de una estructura; mediante
el cálculo se debe materializar dicho
potencial.
5. La concepción estructural no se
realiza aisladamente; ella está ligada, a
la concepción integral de la obra, a la
satisfacción de funciones, a los
recursos de materiales, a las
posibilidades constructivas y, en
ciertos casos, a requisitos estéticos.
EL SISMO
1.- La existencia de acciones
sísmicas, es la que lleva a
demandar la participación
conjunta y simultánea del
arquitecto y del ingeniero en la
creación de edificios urbanos.
2.- La razón para la demanda radica en que el
comportamiento sísmico de un edificio ya no
depende exclusivamente del correcto
dimensionamiento de sus secciones resistentes,
como es el caso para cargas de gravedad, sino que
es principalmente dependiente de la forma del
edificio, de su simetría, en plantas y elevaciones, de
la distribución de su masa y de sus elementos
resistentes, y de la sencillez con que es capaz de
transmitir las cargas sísmicas al terreno.
Adicionalmente, la acción sísmica ataca al
edificio en su conjunto sin distinguir
aquello que puede considerarse
exclusivamente arquitectónico, como
ventanas, tabiques o acabados, de aquello
que tradicionalmente es considerado
estructural.
El arquitecto resulta así, aunque no lo
quiera, partícipe en pleno del diseño
sismo-resistente ya que el edificio debe ser
integralmente sismo-resistente.
3.- La experiencia demuestra que
un sismo es un serio atentado
contra la sociedad ya que cobra
vidas y destruye inversiones.
El análisis de las fallas ocurridas, muestra
que estas se deben en pocas ocasiones a
errores de cálculo , y que mayormente
ocurren por concepciones estructurales
inadecuadas.
Consecuentemente, es en esa etapa
creativa del esquema estructural, donde
es más necesario el trabajo en equipo.
4.- En este contexto la acción
sísmica y el diseño estructural
pasan de ser una condición más
del diseño a ser, en muchos casos,
la condición primera.
COMPONENTES DE LA
ESTRUCTURA SISMICA
1. Son componentes de la
estructura de un edificio aquellos
que condicionan su
comportamiento resistente cuando
es sometido a un sismo.
2. Por comportamiento resistente
debe entenderse tanto la
estabilidad, la rigidez y la
ductilidad del edificio en conjunto
y de sus partes, como la resistencia
propiamente dicha de sus
elementos.
3. Para definir los componentes
significativos y sus cualidades es
necesario señalar lo siguiente:
a) El sismo es un movimiento del suelo.
Como todo movimiento posee desplazamiento,
velocidad y aceleración. Los dos primeros son
relativamente pequeños, mientras que la
aceleración puede alcanzar valores elevados,
medibles como porcentajes apreciables del valor
de la aceleración de la gravedad.
Las ondas que originan el sismo emanan de la
línea de ruptura de la falla y, consecuentemente,
se aproximan al edificio en una dirección dada.
La naturaleza e interacciones de las ondas
y las modificaciones que sufren al viajar
por diferentes suelos y rocas, son tales,
que el movimiento real del suelo en el
lugar del edificio es propio y exclusivo para
esa ubicación, es aleatorio,
predominantemente horizontal,
frecuentemente con algún énfasis
direccional y, algunas veces, con una
considerable componente vertical.
b) El movimiento del suelo no
daña al edificio por impacto o por
presión, es decir por acción de
fuerzas externas, lo hace por la
generación de fuerzas internas de
inercia causadas por la aceleración
del movimiento actuando sobre
cada parte de la masa del edificio.
Es consecuencia de lo anterior que la
masa, la distribución de la masa, el
tamaño y la forma del edificio
determinen predominantemente la
magnitud y la ubicación de las fuerzas
y que determinen, asimismo, la
competencia para resistirlas.
c) La evidencia experimental muestra
que la carga vertical, es decir la acción
de la gravedad apoyada por la
componente vertical del movimiento
sísmico cuando este existe, es la que
ocasiona la falla de los edificios. En un
terremoto los edificios que fallan se
desploman, no se voltean.
Esto es así porque las fuerzas laterales
dañan o destruyen los elementos
estructurales y/o sus conexiones por
flexión, corte o torsión y luego la
gravedad actuando sobre la estructura
dañada, debilitada y distorsionada, la
desploma.
4. En este contexto hay ciertas
condiciones para la forma del edificio
que resultan deseables:
Mantener la simetría
Evitar edificios de forma irregular
(en L, T, U o +).
En caso necesario subdividir el edificio
en formas regulares que puedan
responder independientemente.
Evitar sistemas estructurales
asimétricos tales como un muro de
corte en un lado del edificio y un
pórtico en el otro.
Minimizar la torsión.
La distancia entre el centro de
masa y el centro de rigidez debe
ser minimizada.
Proveer caminos directos verticales
para las fuerzas laterales.
Evitar transferir fuerzas laterales a
distancias grandes, ya sea a través de
la acción de diafragma o a través de
sistemas estructurales complicados,
que requieran irregularidades
geométricas antes de alcanzar la
cimentación.
Evitar discontinuidades bruscas.
Minimizar los cambios bruscos en la
resistencia o en la rigidez, tales
como huecos grandes en muros de
corte, interrupciones de columnas y
vigas, aberturas en los diafragmas y
cambios en el sistema estructural de
un nivel a otro".
5. Por lo tanto los componentes
significativos de la estructuración
deben ser:
a) La forma del edificio, es decir su
aspecto volumétrico,
b) El material de construcción de la
estructura,
c) La conformación estructural, es decir
el tipo, ordenamiento y distribución de
los elementos resistentes,
d) Los diafragmas horizontales, y
e) Bajo ciertas condiciones, los
tabiques. .
6. Asumiremos que el material de
construcción es concreto armado y
nos limitaremos al análisis de la
forma, la conformación estructural
y los diafragmas. Analizaremos
aquellos aspectos que tienen que
ver con definiciones conceptuales
consecuentemente, las necesarias
condiciones de resistencia, rigidez
y ductilidad que deben
considerarse detalladamente en la
etapa del cálculo estructural, no
serán cubiertas.
7. Los componentes de la estructuración
pueden concretarse en los siguientes:
a) Simetría,
b) Continuidad,
c) Robustez, y
d) Competencia torsional.
8 Cada uno de los componentes
será analizado. Para hacerlo se aislará
cada componente de los otros a pesar
de que, en la realidad, todos
interactúan y de que la calidad sismo-
resistente de un edificio es, al final de
cuentas, medible, como en una
cadena, por el eslabón más débil.
LA FORMA
Características de la forma.
1. La forma del edificio, su volumetría,
es definida en las primeras etapas de su
concepción arquitectónica. Ella proviene
de la función del edificio, del programa
de necesidades y de las restricciones
reglamentarias urbanas.
Adicionalmente está ligada a condiciones
climáticas, orientación del lote, latitud
del lugar y requisitos estéticos.

2. La forma debe estar además influida y,


en casos importantes, condicionada, por
la necesidad de asegurar su competencia
sísmica.
3. Son las formas simples, sin cambios
bruscos, compactos, simétricos y robustos
los más competentes para asegurar un
buen comportamiento sísmico
4. La forma condiciona, hasta cierto
punto, la conformación estructural. Por
ejemplo, fija la ubicación de los elementos
estructurales.
En este sentido el análisis de la forma
tiene implícita la evaluación de algunos
aspectos de la conformación estructural y
adquiere, por ello, doble importancia.
5. Los atributos importantes de la forma
son: simetría, continuidad, robustez y
competencia torsional.
6. El logro de simetría es importante ya
que la asimetría tiende a producir
excentricidades entre el centro de masa y el
centro de rigidez ocasionando, torsión. Pero
la simetría no es suficiente, ella debe estar
acompañada de continuidad de la forma; es
decir, no deben existir cambios bruscos,
ya que estos tienden a producir
concentraciones de esfuerzos
particularmente en los ángulos entrantes
sobre todo por acciones torsionales.
En un edificio asimétrico y además
discontinuo (o irregular) la problemática
torsional se magnifica.
Pero aun los edificios simétricos y
continuos deben guardar proporciones de
altura y largo al ancho razonables, que les
confieran una debida robustez. El
problema sísmico más que ligado a las
dimensiones está ligado a las
proporciones. Es así que cuando más
esbelto es un edificio mayores serán las
compresiones sobre las columnas o placas
perimétricas y mayor su flexibilidad;
el primer efecto es difícil de resistir y el
segundo tiende a dañar la tabiquería, el
equipamiento y el amoblamiento.
De otro lado, cuanto más alargado el
edificio es más problemático el
comportamiento de los diafragmas, que
tratan de asegurar un comportamiento
integrado único del edificio y existe la
tendencia a que se produzcan diversas
formas de vibración en su largo.
Finalmente, el edificio debe poseer
competencia torsional; es decir capacidad para
resistir las torsiones causadas por lo aleatorio y
multidireccional del movimiento sísmico y por
las inevitables asimetrías de carga o de rigidez
o de resistencia del edificio.
Con este propósito el edificio debe ser, además
de simétrico, continuo, robusto y compacto.
Las mejores formas son circulares o cuadradas
en planta.
CONFORMACION ESTRUCTURAL y
DlAFRAGMAS HORIZONTALES
A. La función de la conformación estructural.
1. La conformación estructural está dada
por los tipos de elementos resistentes
verticales y su disposición y ubicación en
planta.
2. Los tipos de elementos resistentes
verticales, en edificios de concreto armado,
son los pórticos y las placas.
3. En un edificio de concreto armado,
diseñado de conformidad con exigencias
modernas de rigidez, es prácticamente
inevitable la incorporación de placas
para poder cumplir dichas exigencias.

4. Esto lleva al trabajo en conjunto de


pórticos y placas. Como cada uno, de
actuar aislado, asume una deformada
diferencia ante solicitaciones laterales y
como los diafragmas horizontales
rígidos los amarran y los obligan a
deformarse en conjunto, se originan
complejas fuerzas de interacción. El
edificio asume así una deforma propia
derivada de su conformación
estructural.
5. En cualquier caso ambos elementos son
asimilables a vigas verticales en voladizo. En
consecuencia su comportamiento individual
será dependiente de su robustez y
continuidad.
6. De otro lado, la disposición de estos
elementos en planta es definida, en primera
instancia, por la forma y, en segunda instancia,
por la ubicación específica de cada pórtico y
cada placa.
La evaluación de la conformación
estructural en cuanto está definida por la
forma ya ha sido realizada implícitamente
al analizar la forma. El análisis relativo a la
distribución y ubicación de pórticos y
placas amerita un tratamiento específico,
en particular en cuanto influyen en la
minimización de la torsión y en la
competencia para resistirla.
7. Consecuentemente los atributos que
deben evaluarse son:
a) Para cada pórtico y placa, en
elevación, su continuidad y robustez.
b) Para el conjunto de pórticos y placas,
su simetría y competencia torsional en
planta, por lo menos para dos direcciones
ortogonales principales.
B. La función del diafragma.
1. La función de los diafragmas en un
edificio es amarrar la estructura y
distribuir las fuerzas laterales a los
pórticos y placas que actúan como
elementos resistentes verticales.
2. En un edificio de concreto armado
actúan como diafragmas los entrepisos.
3. En este caso los diafragmas se
clasifican como rígidos; es decir, se supone
que tienen la capacidad para actuar como
placas horizontales y, consecuentemente,
la competencia para distribuir las cargas
laterales en proporción a las rigideces
relativas de los elementos resistentes
verticales. En otras palabras, para acciones
laterales -fuerzas actuando en el centro de
rigidez y torsiones.
no ocurrirá deformación del diafragma;
sólo ocurrirán traslaciones y rotaciones.
La magnitud de estos desplazamientos
dependerá: de la suma de rigideces de
los elementos resistentes verticales en el
caso de traslaciones y de la rigidez
torsional del conjunto de elementos
para las rotaciones.
4. Es evidente que para actuar
como diafragma rígido el entrepiso
estará sometido a flexiones y
cortes en su plano. Es, en esencia,
una viga horizontal con cargas
también horizontales
5. Si bien, los entrepisos de concreto
son excelentes diafragmas rígidos, su
comportamiento será dependiente de su
simetría, continuidad y robustez, como
en cualquier viga.
Estos serán los atributos que podremos
evaluar para juzgar la competencia de un
diafragma como componente esencial
del comportamiento sismo-resistente de
un edificio; teniendo en cuenta,
siempre, el hecho de que las fuerzas laterales
generadas por la aceleración del sismo son
multidireccionales, la evaluación deberá
hacerse, por lo menos, para dos direcciones
ortogonales principales.
V. ALGUNOS CASOS
1. A continuación se detallan algunos casos
problemáticos que se presentan comúnmente
en el diseño de edificios urbanos. Para todos
ellos se supone que se ha resuelto
satisfactoriamente la forma, es decir que se
ha logrado una adecuada combinación de
simetría, continuidad, robustez y
competencia torsional.
El problema aparece, más bien, como
consecuencia de que la aceptación acrítica
de ciertas condiciones o posibilidades
causan asimetría en la disposición en
planta de los elementos resistentes y/o
discontinuidad en las elevaciones de los
mismos.
Dependiendo de su magnitud, estos
problemas o deben ser evitados o pueden
ser atendidos con diseños conservadores.
2. El lote esquinero
Tal como se muestra en la Figura 9, el lote
esquinero se caracteriza por tener dos
linderos, que deben cerrarse, y dos frentes
expuestos, que deben tener generosa área
abierta. La forma del edificio, como se ha
dicho anteriormente, puede ser
satisfactoria; sin embargo, la exigencia
generada por la ubicación del lote lleva,
casi naturalmente, a ubicar placas en los
linderos y pórticos en los frentes
expuestos. La conformación estructural
resulta así asimétrica, genera torsiones
importantes y condiciones de trabajo
estructural excesivamente exigentes, hasta
inaceptables, para las columnas de los
pórticos perimétricos.
La solución más elemental conduce o a
reducir la asimetría usando pórticos
muy robustos en los frentes abiertos o,
alternativamente, a eliminada reemplazando
las placas de los linderos por pórticos.
3. La tabiquería rígida
Usando como ejemplo el mismo caso
anterior y suponiendo que se haya decidido
cambiar las placas de lindero por pórticos,
logrando así la deseada simetría estructural,
ocurre, con frecuencia, que dichos pórticos
se rellenan con tabiquería de albañilería
colocada ajustadamente entre columnas y
vigas. Dado que la albañilería posee
elevada rigidez y resistencia a la
compresión, al actuar conjuntamente con
los pórticos, que la confirman, se forman
nuevamente "placas" mixtas que originan
la misma asimetría que se pretendía evitar.
Los efectos son ahora no solamente torsiones
importantes que afectan a los pórticos de
fachada, sino que las nuevas "placas", por su
gran rigidez atraen una parte importante de la
carga sísmica para la que no han sido
concebidas.
La solución, en este caso, es separar, dejando
espacios libres adecuados, las columnas y
vigas del pórtico, de la albañilería.
Esta a su vez, deberá tener el arriostramiento
necesario para acciones sísmicas
perpendiculares a su plano.
4. Estacionamiento de vehículos en el
primer nivel.
La necesidad de estacionar vehículos en el
primer nivel , lleva, en combinación con el
descuidado uso de tabiquería de albañilería
en los siguientes niveles, a una situación de
deficiencia estructural conocida como "piso
blando" caracterizada por una peligrosa
discontinuidad
de resistencia y rigidez en la elevación de
los elementos resistentes. El "piso blando"
se puede asemejar a un fusible; es decir,
un piso menos fuerte que los otros y que,
por lo tanto, será el primero en fallar.
Resulta evidente, que la ubicación de este
fusible en el primer nivel, puede acarrear la
falla total del edificio y, que en todo caso,
limita la resistencia del edificio a la de ese
piso débil.
5. El alfeizar de fachada.
Muchos edificios, en particular los
destinados a uso de oficina, requieren de
alfeizar en fachada. Existe, la tendencia a
utilizar dichos alfeizares como elementos
resistentes, como vigas de gran peralte o,
simplemente, a diseñarlas como parapetos
continuos de concreto armado.
La consecuencia es generar otra
estructuración peligrosa: "columna débil-
viga fuerte", que' viola el principio básico
de que, ante un sismo severo, las vigas
deben comportarse plásticamente antes
que las columnas, con el propósito de
asegurar la disipación de energía sin rotura
de los elementos portantes principales, es
decir, sin colapso.
6. El piso parcial
En muchos casos aparece la exigencia
funcional de que uno o más pisos,
generalmente en los primeros niveles, tengan
plantas recortadas. El efecto puede
considerarse en principio como una
discontinuidad de forma y como tal debiera
descartarse como solución desde un principio.
Sin embargo culmina, normalmente, en una
discontinuidad en elevación de los elementos
resistentes verticales, en una discontinuidad de
los diafragmas comprometidos y en
asimetría estructural.
La consecuencia final es una combinación
de piso blando, concentración de esfuerzos
e incompetencia para distribuir torsiones.
7. El núcleo de circulación vertical.
El núcleo de circulación vertical ofrece la
posibilidad, por la necesidad de ser
cerrado, de ser utilizado para la colocación
de placas. Dadas sus dimensiones resulta
resulta un elemento estructural
particularmente poderoso, rígido y
resistente. Como consecuencia su
ubicación en la planta del edificio
resulta condicionante para obtener
simetría estructural y competencia
torsional de los diafragmas; esto
ocurre si el ancho está cerca del centro
(o en el mismo centro) de la planta.
Conforme el núcleo es alejado del
centro hacia los bordes se desmejoran
los atributos indicados anteriormente,
y, finalmente, si el núcleo es colocado
en la esquina de la planta se puede
negar a conformaciones estructurales
inaceptables.

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