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N. J. Martinic
Universidad Mayor de San Andrés
Editorial Mongo 2003
2
Índice general
1. Movimiento Lineal 9
1.1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
1.2. La Dinámica del Movimiento Lineal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
1.3. El Concepto de la Integral de la Energía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
1.4. Las Leyes de Newton . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
1.5. Reseña Bibliográfica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
1.5.1. La Mecánica de Landau y Lifschitz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
1.5.2. La Mecánica de Sommerfeld . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
1.5.3. La Mecánica Clásica del Goldstein . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
1.5.4. La Mecánica de Symon . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
1.5.5. La Mecánica de Slater y Frank . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
4. El Principio de D’Alembert 59
4.1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
4.2. Las ecuaciones de Lagrange (1a Especie) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63
6. Lagrange y Hamilton 77
6.1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77
6.2. Las Ecuaciones de Lagrange . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78
6.3. Las Ecuaciones de Hamilton . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82
6.3.1. Derivación de las ecuaciones de Hamilton a partir del principio variacional . . . . . . . . . . . . 83
6.3.2. Derivación de las ecuaciones de Hamilton a partir de las ecuaciones de Lagrange . . . . . . . . . 84
6.4. Tranformaciones Canónicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
6.5. Variables Canónicamente Conjugadas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87
7. Hamilton-Jacobi 89
7.1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89
7.2. Sistemas Conservativos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90
7.3. Hamilton-Jacobi . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 92
7.3.1. Sistemas Conservativos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93
7.4. El Problema de Kepler . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 94
7.4.1. Solución de la Ecuación de Hamilton-Jacobi por Separación de Variables . . . . . . . . . . . . . 95
7.5. Mecánica Cuántica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97
Movimiento Lineal
1.1. Introducción
El concepto epistemológico de la disciplina llamada mecánica se halla fundamen-
tada luego de la aparición del libro de Newton, Principiae Mathematica en el siglo
XVII. Hasta entonces sólo se habia considerado la mecánica como un capítulo de
la Fisica de Aristóteles. Aunque los eruditos de la edad media así como del rena-
cimiento lo enseñaban como una “ciencia” semejante a otras como la alquimia, la
anatomia, etc. . .
Fue Newton quien sintetizó los conceptos de movimiento que ya se hicieron mo-
dernos a través de los trabajos de Galileo, Copérnico y Kepler. Se sabía perfecta-
mente que la fuerza era la fuente del incremento de la velocidad. Se había hecho
el gran paso de considerar a la ciencia de la mecánica confrontándola con obser-
vaciones de cuerpos celestes, o por lo menos de comprobar esas ideas en algunos
experimentos propuestos y realizados por los hombres de ciencia. Sin embargo,
fue Newton quien propuso, cuantitativamente, que la tasa de la cantidad de movi-
miento era generada por una fuerza exterior. Siendo la cantidad de movimiento el
producto de la masa de una partícula multiplicada por la velocidad de la misma.
Obviamente que le concepto de velocidad ya se lo tenía muy bien definido desde
los tiempos de Aristóteles mientras que el concepto de masa era introducido justo
para permitir esta definición.
Fue entonces que se comienza a hablar de leyes inmutables y universales. Las
fuerzas gravitacionales entre los cuerpos celestes, como la tierra y el sol, pueden
10 Movimiento Lineal
dv d2 x
a= = 2 (1.1)
dt dx
1.2 La Dinámica del Movimiento Lineal 11
la definición de la segunda ley de Newton es: La fuerza que actúa sobre el cuerpo
es igual a la tasa de variación [con respecto del tiempo] de la cantidad de movi-
miento, mv es decir,
d
F = mv (1.2)
dt
la masa m, que para la relatividad restringida no es constante aunque si lo es para
el caso clásico. En el caso relativista, m = √ m02 2 , donde c es la velocidad
1−v /c
de la luz en el vacío y m0 es la masa en reposo, que es una constante universal
para cada cuerpo. Dicha velocidad tomaremos en lo que sigue como c ∼ 3 ×
1010 cm/s. Desde el punto de vista de la mecánica, el momento lineal, o cantidad
de movimiento p = mv debe tener en cuenta la masa relativista. Como se ve el
cambio en la segunda ley de Newton no es muy grande.
Si, en la ecuación 1.2 se conoce F el objetivo del cálculo presente es el de sumi-
nistrar la abscisa x en función de t haciendo uso de cualquier tipo de conocimiento
técnico en matemáticas.
Infelizmente, la dependencia de F puede depender no sólo de la abscissa x, sino
que del tiempo t e incluso de la velocidad v o en el peor de los casos de todas estas
variables.
1F
x = x0 + v + v0 (t − t0 ) + (t − t0 )2 (1.3)
2m
donde m es una constante asi como v0 y t0 .
Fuerza variable dependiente del t asi como de x y dx/dt cada vez en su-
mando. La ecuación resultante es
donde los puntos sobre la variable x implica derivadas con respecto al tiem-
po para un punto, mientras que para dos significa derivadas segundas con
respecto al tiempo dos veces.
12 Movimiento Lineal
donde |A| ≡ 2|A± |. Las dos constantes arbitrarias se pueden escribir como
A0 y φ en la nueva expresión siguiente
1.2 La Dinámica del Movimiento Lineal 13
posición, u.a.
k velocidad
x0 = A0 cos φ
a
v0 = −A0 cos φ − Aω sin φ (1.8)
2m
g
ẋ = −gt x = h − t2 (1.9)
2
14 Movimiento Lineal
Como ya se ha visto en la expresión 1.9 las dos funciones son, una cuadrática en
el tiempo y la otra lineal en la misma variable. En la figura 1.2 se exhibe ambas
curvas. Se ha tomado como condiciones iniciales v0 = −1 m/s y la posición
inicial x0 = 5 m; por otro lado, por sencillez se ha tomado g = 10 m/s2 .
4 8
velocidad, m/s
posición, m
0
0
−4
−8
−8
−0.5 0 0.5 −2 −1 0 1 2
tiempo, s tiempo, s
k
2. Ejercicio: En la expresión 1.4, sabiendo que m = 0,554 s−2 , y que a)
a a
m
= 0,34 s−1 , b) m = 0,554 s−1 encuentre la horaria y hodógrafa del mo-
vimiento
Como quiera que es necesario utilizar paquetes ortodoxos para resolver las ecua-
ciones diferenciales en mecánica, se presenta a continuación el listado del progra-
ma principal, escrito en Fortran, que resuelve dicho problema. En la figura 1.3 se
dan las gráficas pedidas.
END
SUBROUTINE OUTPUT(X,Y,DERY,
*IHLF,NDIM,PARAM)
DIMENSION Y(*),DERY(*),PARAM(*)
common/two/mongo
mongo = mongo+1
if(mongo/50*50.eq.mongo)
*WRITE(*,102) X,Y(1),Y(2),IHLF
102 FORMAT(1x,F10.2,2(1PE17.8,1x),I7)
RETURN
END
20 10
velocidad, m/s
posición, m
10
0
0
−10 −10
0 30 60 0 30 60
tiempo, s tiempo, s
Z t Z t
dx d2 x dξ
m 2
dt = F (ξ) dt (1.10)
0 dt dt 0 dt
m 2 m 2 Zx
v − v0 = F (ξ)dξ (1.11)
2 2 x0
1 2 1
mv + V (x) = mv02 + V (x0 ) ≡ E (1.13)
2 2
que no es otra cosa que la suma de la energía cinética, tradicionalmente escrito
como T = 1/2 mv 2 y la “energía” potencial que acabamos de definir. Como
se ve, ambas sumatorias, independiente del punto en que el cuerpo se encuentre,
siempre dan un número E.
Volviendo el ejercicio anterior de la caida libre, encontramos que la energía poten-
cial se escribe como dV = mg dx, (obsérvese el cambio de signo para la fuerza),
dando como consecuencia V (x) = mgx. Por otro lado, T = 1/2 mv 2 , se obtiene
de 1.13,
1
alternativamente se puede decir que existe una función potencial tal que su gradiente cambiado
de signo sea igual a la fuerza F (x)
18 Movimiento Lineal
1 2
mv + mgx = mgh = E (1.14)
2
lo que implica haber tomado que para la posición inicial el cuerpo se encuentra a
una altura h y con una velocidad v0 = 0, de donde √ se obtiene para la velocidad
final (para cuando arrive al piso, esto es, x = 0) v = 2gh.
En vista de la introducción de este nuevo concepto analicemos ejemplos
dv a a 2
= −g + v 2 = −g(1 − v ) (1.16)
dt m gm
donde se puede observar que el sentido de la aceleración de la gravedad
se halla opuesto a la fuerza de fricción. Ahora bien, separando variables y
haciendo uso de la descomposición en fracciones simples se obtiene
q
dv 1 1 1 a/gmv 1+
−gdt = [ q + q ]= q ln[ q ]
2 1 − a/gmv 1 + a/gmv 2 a/gm 1 − a/gmv
(1.17)
de donde se obtiene
q
q sinh( a/gm gt) q
a/gm v = − q = − tanh( a/gm gt) (1.18)
cosh( a/gm gt)
a
v = −gt[1 − gt2 ] (1.19)
3m
de donde se puede ver la dependencia
q cúbica entre la velocidad y el tiempo
para valores pequeños de ag/mt.
1 2 1 2
mv + kx = E (1.20)
2 2
dando las condiciones iniciales, para t = 0, se suministra digamos, x = a y
v = 0, de tal modo que en el punto t = 0 la energía E valga 1/2 ka2 . De la
ecuación 1.20 se obtiene
dx 2 k
( ) = (a2 − x2 )
dt
s m
k dx
dt = √ 2 (1.21)
m a − x2
x π
ωt = arcsin( ) − (1.22)
a 2
20 Movimiento Lineal
x = a cos(ωt) (1.23)
d2 r mM G
m = − (1.24)
dt2 r2
con las constantes usuales, m, la masa del cuerpo que se halla atraída por
la atracción gravitatoria de una cuerpo celeste de masa M y G la constante
de la gravitación universal. La distancia a la que se encuentra el cuerpo se
define, en una dimensión, como r. (Ver figura 1.4). Para evitar utilizar el
valor de la constante de gravitación G decimos que el valor de la fuerza a la
distancia de la superficie del cuerpo celeste, que es esférico, se confunde con
la llamada aceleración de la gravedad multiplicada por la masa del cuerpo; o
sea, gm = mM G/a2 , donde a es el radio del cuerpo celeste. Para fijar ideas
diremos que se trata de la tierra. Entonces, encontremos la energía potencial
dr
dV = +mga2 (1.25)
r2
efectuando una cuadratura, empero, con los límites de integración entre
el valor que nos interesa y otro a una distancia ∞. Quedando finalmente
V (x) = −mga2 /r. Utilizando entonces la conservación de la energía con
las condiciones iniciales indicadas queda
1.3 El Concepto de la Integral de la Energía 21
F
0
r
r
Figura 1.4: El origen es el centro del cuerpo celeste, el cuerpo de masa m se halla
atraída hacia el centro del cuerpo celeste de acuerdo a la ley de la gravitación
universal. No olvidar que el movimiento es lineal
m dr 2 mga2 mga2
( ) − =E=−
2 dt r s R
dr 1 1
= a 2g( − ) (1.26)
dt r R
de donde se puede despejar el valor del tiempo t. Quedando
1 Z dr
t= √ q (1.27)
a 2g 1
− 1
r R
q h
v= 2gh (1 − + . . .) (1.28)
2a
22 Movimiento Lineal
2. Segunda Ley
La tasa del momento lineal es proporcional a las fuerzas exteriores que ac-
túan sobre el cuerpo. Dicha tasa es un incremento de la velocidad por unidad
de tiempo y que posee la dirección y sentido de las fuerzas exteriores. Se
sobre entiende, como se ha dicho antes que el momento lineal o la canti-
dad de movimiento es el producto de la masa por la velocidad del cuerpo.
Cuantitativamente quiere decir F = ṗ
3. Tercera Ley
Acción es igual a la reacción. Las fuerzas que ejerce un cuerpo sobre otro
son iguales y de sentido contrario a la que éste ejerce sobre aquel.
Landau L., Lifchitz E., Mécanique, 4a Edición, Mir Ed., Moscú, 1988
Aparecido por vez primera en septiembre del 1942, la colección de la física teó-
rica de 6 tomos entre los que sobresale la mecánica. La tradición europea del
enciclopedismo hace posible este tipo de colecciones, muy rara vez emulado en
las Américas. La aparición de esta colección se halla en el esquema de la llamada
física teórica, que era nos imaginamos, vista como una rama más bien de las ma-
temáticas que de la física experimental. Hoy en día dicho calificativo no deja de
ser un pié de página. Se trata de un libro muy didáctico, con un énfasis en el méto-
do inductivo desde las leyes de Newton, pasando clásicamente de la dinámica del
punto material hasta los conceptos de energía y potencial para resolver, con gran
facilidad, el problema de dos cuerpos. A continuación ataca la mecánica de los
sistemas de partículas, los trabajos virtuales, para ingresar a través de las fuerzas
de D’Alembert a las ecuaciones de Lagrange de 1a y 2a especie. El cuerpo rígido
merece particular atención al ser un erudito en la materia ya que este autor junto a
F. Klein ha escrito un tratado sobre el sujeto. Finalmente toda la teoría variacional
y de Hamilton se encuentra discutida con un énfasis para preparar al estudiante
a la mecánica cuántica, sujeto muy conocido por este profesor de Heisenberg en
la Universidad de Munich. Existen una sesentena de ejercicios resueltos de muy
buena calidad.
Hamilton-Jacobi son tratadas con cierta profundidad. Termina el texto con la for-
mulación Lagrangiana de los sistemas contínuos. Obviamente que en la época de
la aparición del libro se pensaba que un fluído era un sistema con infinitos grados
de libertad.
Se trata de un libro que posee más reputación de ser un libro de texto entre los
estudiantes que ser estudiado realmente.
Otro libro relativamente viejo, su primera edición es de 1947. Se trata de otro libro
que forma parte de una colección clásica de la llamada entonces Física Teórica.
Se trata de un muy buen libro con una introducción clásica del sujeto, punto ma-
terial, sistema de partículas, las ecuaciones de Lagrange y Hamilton, aunque no la
ecuación de Hamilton-Jacobi ni los principios variacionales. Posee sin embargo
elasticidad e introducción a la teoría de los fluidos. Es una obra a consultar aún
hoy día ya que sus ideas son muy claras.
26 Movimiento Lineal
Capítulo 2
2.1. Introducción
A partir de ahora se va introducir el concepto de geometría diferencial para que
se pueda exhibir el concepto de análisis vectorial como la base de la cinemática
en mas de una dimensión. Es oportuno mencionar sin embargo que si se domina
pasablemente el álgebra vectorial, la mecánica de más de una dimensión no ofrece
mayores dificultades de comprensión.
A continuación introducimos las fórmulas de Fresnet para entender adecuádamen-
te los conceptos de relaciones geométricas útiles en la cinemática.
Empecemos con la definición geométrica de una curva en el espacio de tres di-
mensiones, sea r = r(t) la ecuación de una curva en tres dimensiones. Se sobre
entiende que r es un vector cuyo orígen está elegido arbitrariamente y cuyo punto
final se encuentra sucesivamente en todos los punto de la curva en cuestión, ver
figura 2.1. Si se define como el cuadrado de un elemento de arco de la curva a la
expresión ds2 , entonces
dr 2 2
ds2 = dr2 = [ ] dt (2.1)
dt
t,s ds
s0 t+dt
r
r+dr
O
Figura 2.1: La magnitud escalar s se puede medir a partir de s0 . Aquel punto coin-
cide con un tiempo t medido en un reloj cualquiera. El incremento vectorial entre
t y t + dt depende de los vectores r y r + dr, mientras que ds se halla medido a
lo largo de la curva que une estos dos últimos puntos
r = R(s) (2.2)
dR
t(s) = (2.3)
ds
se ve inmediatamente que el módulo de |t| = 1, por la definición de derivada de
una función vectorial con respecto a su argumento cuando éste es la longitud a lo
largo de la curva. Ello involucra que t2 = 1, o lo que es lo mismo, derivando t · t,
dt
t· =0 (2.4)
ds
lo que la expresión 2.4 implica es que tanto t como dt/ds son perpendiculares
entre si.
Definamos una normal n, como un vector unitario, del modo siguiente
dt
= κn (2.5)
ds
donde κ es la curvatura.
2.1 Introducción 29
dn
= αt + τ b (2.6)
ds
y como se ve de la definición del vector binormal se trata de un vector también
unitario como los otros dos la tangente y la normal. De las definiciones los tres
vectores forman una terna cartesiana ortogonal, como la que estamos acostumbra-
dos en un sistema Oxyz. Como quiera que la normal y la tangente son ortogonales,
entonces, de derivar d(t · n)/ds se obtiene
dn dt
t· +n· =0 (2.7)
ds ds
ello implica, haciendo uso las anteriores ecuaciones 2.6 y 2.5 se obtienen α = −κ.
Por otro lado el coeficiente τ de la expresión 2.5 recibe el nombre de coeficiente
de torsión.
Finalmente, es posible demostrar que la derivada del vector binormal con respecto
el arco de la curva se convierte en el producto del coeficiente de torsión multipli-
cado por el vector normal. A continuación resumiremos las tres ecuaciones de
Fresnet
dt
= κn (2.8)
ds
dn
= −τ b − κt (2.9)
ds
db
= τn (2.10)
ds
5. Ejercicio:
Para considerar el tipo de cálculo indicado en las fórmulas de Fresnet busquemos la trayectoria dada por una
30 Movimiento en el Plano y Espacio
z z
y y
n t
b
x x
Figura 2.2: A la izquierda, una vista de una hélice. El radio vector apunta a una
posición con coordenadas polares con acimut: 4π+π 4
. A la derecha se ha dibujado
3π
la terna de Fresnet para un punto con acimut: 2 .
hélice, ver figura 2.2. Ello se realiza mediante el movimiento de un cuerpo con una velocidad angular ω en un
plano que al mismo tiempo se mueve perpendicular a dicho plano hacia arriba. Si consideramos el sistema carte-
siano tal que la velocidad hacia arriba es el sentido del eje positivo oz y por otro lado que el movimiento circular
proyectado sobre el plano xy de tal modo que cuando el tiempo es t = 0 el móvil se encuentra sobre el eje de las
abscisas. Se asume que el radio de la circunferencia es a, entonces las coordenadas cartesianas del movimiento
son
x= a cos ωt (2.11)
y= a sin ωt (2.12)
z= vt (2.13)
entonces
dx aω s
tx = ds
= −√ sin ω √ (2.15)
a2 ω 2 + v 2 a2 ω 2 + v 2
dy aω s
ty = ds
= √ cos ω √ (2.16)
a2 ω 2 + v 2 a2 ω 2 + v 2
dz v
tz = ds
= √ (2.17)
a2 ω 2 + v 2
dtx aω 2 s
κnx = ds
= − cos ω √ (2.18)
a2 ω 2
+ v2 a2 ω 2 + v 2
dty aω 2 s
κny = ds
= − sin ω √ (2.19)
a2 ω 2
+ v2 a2 ω 2 + v 2
κnz = 0 (2.20)
s
nx = cos ω √ (2.21)
a2 ω 2 +v 2
ny = sin ω √ 2 s2 2 (2.22)
a ω +v
nz = 0 (2.23)
ya que |n| = 1.
Finalmente, calculando el producto vectorial entre el vector tangente y el vector normal se obtiene el vector
bi-normal, a saber
v
bx = −√ sin ω √ 2 s2 2 (2.24)
a2 ω 2 +v 2 a ω +v
by = √ v cos ω √ 2 s2 2 (2.25)
2 2
a ω +v 2 a ω +v
bz = − √ 2aω2 2 (2.26)
a ω +v
dp
F= (2.27)
dt
donde F es la fuerza exterior que actua sobre la partícula cuyo momento lineal es
p. La velocidad v está expresada como dr/dt. Como antes si llamamos la longitud
de la curva a partir de un valor fijo, aunque arbitrario, s entonces,
dr
= tv (2.28)
dt
donde v = |v| y t es la tangente unitaria como se ha explicado antes. Es facil darse
cuenta de que ds/dt = d|(∆r)|/dt.
32 Movimiento en el Plano y Espacio
d2 r
m =F (2.29)
dt2
mediante una segunda derivada a la expresión 2.28 reemplazando en 2.29,
dv
mκv 2 n + m t = F = F⊥ + Fk t = F⊥ n + Fk t (2.30)
dt
lo que involucra que la fuerza paralela al movimiento genera una aceleración tan-
gencial dada por ya sea d2 s/dt2 o bien |dv/dt|, mientras que la fuerza normal
genera una aceleración normal que es igual a la curvatura ya descrita multiplicada
por la velocidad al cuadrado.
6. Ejercicio:
Sea el caso de un movimiento parabólico. Se trata de un cuerpo que inicia su movimiento con una velocidad
inicial con una inclinación con respecto al eje horizontal de un ánguno α. Se pretende encontrar no sólo la acele-
ración con sus dos componentes, sino que además se busca el triedro de Fresnet.
Por un lado, las ecuaciones de movimiento, que se integran desde las ecuaciones de Newton, considerando la
masa m constante
sólo necesitamos esas dos ecuaciones ya que el movimiento es plano. Las dos ecuaciones 2.31 y 2.32 son las
ecuaciones paramétricas de la horaria. Derivando ambas ecuaciones se encuentra las ecuaciones paramétricas de
la hodógrafa, a saber
ẏ = v sin α − gt (2.33)
ẋ = v cos α (2.34)
Por otro lado para resolver este problema se necesita, por un lado la curvatura de la trayectoria, es decir, κ
expresada en las fórmulas de Fresnet de mas arriba. Para ello basta encontrar la velocidad de la partícula en
todo punto. Basta derivar, con respecto de t en ambas expresiones 2.31 y 2.32. Dicha velocidad es un vector
cuya magnitud no es por supuesto la unidad en general. Bastará dividir dicho vector por el módulo del mismo y
encontrar el vector tangente t. Es decir
v sin α−gt
ty = √ (2.35)
v 2 +g 2 t2 −2gtv sin α
√ v cos α
tx = (2.36)
v 2 +g 2 t2 −2gtv sin α
tz = 0 (2.37)
2.3 Momento Angular 33
obsérvese que en estas ecuaciones no se ha escrito el vector tangente en función del parámetro longitud de la
curva. Eso a veces no es posible hacerlo en forma compacta. Una vez que se tiene dicho vector, el derivar en
función del parámetro longitud de la curva s hay que realizarla en cadena, lo que resulta ser muy laborioso ya
que se encuentra la raiz en el denominador de las expresiones del vector t. Sin embargo, el encontrar la curvatura
de curvas planas (en cuyo caso el vector bi-normal es el versor k del eje Oz, que es perpendicular al plano de
la parábola y la torsión se anula) es automático cuando la curva está escrita en función de un parámetro, en este
caso el tiempo t. La fórmula de la curvatura de estas curvas está dada por 1
ẋÿ − ẏẍ
κ=± p (2.38)
[ ẋ2 + ẏ 2 ]3
Por lo tanto, en vista de que la normal es escrita con las mismas componentes que la tangente, excepto un signo
cambiado (para que se pueda verificar que son normales entre si), los otros versores del triedro de Fresnet se
escribe como
n= −ty i + tx j (2.39)
b= k (2.40)
p
d
ak = dt
v 2 + g 2 t2 − 2gtv sin α (2.41)
gv cos α
a⊥ = √ (2.42)
v 2 +g 2 t2 −2gtv sin α
n t
y, m
v0 v0=10.8 m/s
0 5
x, m
Figura 2.3: Encuentre la aceleración tangencial y normal para los datos que se
muestran en la ilustración para la posición indicada con un círculo. Se mues-
tra asimismo el versor tangente y el normal en esta ilustración de acuerdo a las
fórmulas 2.35, 2.36, 2.37 y 2.39
L=r×p (2.43)
donde r es el radio posición de la partícula. Hay que insistir en que se debe respetar
el órden de los factores. En forma análoga se define el momento de las fuerzas
exteriores como
N=r×F (2.44)
d
r × F = N = r× mv (2.45)
dt
por otro lado, se sabe que la derivada de un producto vectorial es igual a la derivada
del primer factor vectorial el segundo mas el primer factor vectorial la derivada
del segundo factor. Por lo tanto, dtd r × v = v × v + r × a; sin embargo, el primer
término del segundo miembro es óbviamente igual a cero, por lo tanto
d d
r × p = r× p≡r×F (2.46)
dt dt
2.4 Sistemas Conservativos 35
es decir
d
L=N (2.47)
dt
esta ecuación 2.47 es la reflección especular del primer principio de Newton.
Si los momentos de las fuerzas exteriores se anulan, esto es, N=0, entonces, como
la derivada con respecto del tiempo del momento angular se anula, se saca como
consecuencia, el momento angular, L, se mantiene constante. Recordemos el pri-
mer principio de Newton, si las fuerzas exteriores F=0, entonces, de acuerdo a la
expresión 2.27, el momento lineal p= constante.
m 2
W12 = [v − v12 ] = T2 − T1 (2.49)
2 2
36 Movimiento en el Plano y Espacio
entonces se dice que el trabajo por la fuerza exterior es cero en un camino ce-
rrado. Entonces el sistema es conservativo. Por otro lado, es posible demostrar
(teorema de Stockes) que en esos casos la fuerza exterior posee un rotor que se
anula. Como consecuencia, existe entonces una función escalar, llamada energía
potencial del sistema tal que
Z 2
V1 − V2 = − F·dr (2.52)
1
V1 − V2 = T2 − T1 E ≡ T1 + V1 = T2 + V2 (2.53)
8. Ejercicio:
Demostrar por cálculo directo que la energía E es constante en dos puntos cualesquiera de la trayectoria de
una tiro inclinado.
Por un lado, sabemos quepal iniciar el tiro inclinado, esto es t = 0 s la velocidad inicial, que posee una inclinación
de un ángulo α, es v = v02 cos2 α + v02 sin2 α, ver figura 2.3. Por otro lado, cuando el proyectil se encuentra
en la cima de su movimiento parabólico es fácil de encontrar que v0 sin α = gt, anulando la ecuación 2.33.
En la posición inicial, la energía es (la energía potencial V (y) depende sólo de la altura del piso y)
2.5 Potenciales Mas Conocidos 37
m 2
E= v +0 (2.54)
2 0
en la cima de la parábola, t = v0 sin α/g que reemplazando en la hodógrafa del movimiento, 2.33, sale, vy = 0
y vx = v0 cos α de la expresión 2.34. Por otro lado, la energía potencial es en la cima (ya que en el piso es 0)
V = gmh ≡ m v 2 − 12 mvx2 = 12 mv02 sin2 α, entonces
2 0
m 2 m
E= v cos2 α + v02 sin2 α (2.55)
2 0 2
que es el mismo resultado anterior. En cualquier otro punto la energía E posee el mismo valor.
1 1
V (x, y) = kx x2 + ky y 2 (2.56)
2 2
38 Movimiento en el Plano y Espacio
1 1 1
V (x, y, z) = kx x2 + ky y 2 + kz z 2 (2.57)
2 2 2
donde los coeficientes k son constantes. Hay que pensar que el movimiento del
móvil frente a estas fuerzas puede ejecutar trayectorias cerradas.
En cuanto a los potenciales que dependen de 1/r, donde r(x, y) o bien 1/x para
dos y una dimensiones respectivamente, pueden producir órbitas cerradas (elipses
en general) o bien abiertas (hiperbólicas o parabólicas). Debido a la existencia de
este tipo de potenciales (los llamados potenciales centrales) el movimiento resulta
ser plano en el peor de los casos.
Como quiera que la fuerza de la gravitación universal posee una dirección desde
el cuerpo celeste, digamos la tierra, hacia otro, digamos el sol, el momento de las
fuerzas gravitacionales debe ser cero ya que el producto vectorial de dos vectores
paralelos se anulan. Ello quiere decir que el momento angular L del sistema de
esos dos cuerpos es constante como se ha visto antes. Al ser L constante el pro-
ducto vectorial del radio vector y el momento lineal del sistema siempre deben
estar en un plano: El movimiento es plano. Tomemos el plano del papel como el
plano del movimiento. Ello involucra que sólo el eje cartesiano x, y se pondrá en
juego. U otro sistema plano como el polar con las variables r y φ.
Por otro lado, si bien se trata de dos cuerpos, para introducir un esquema de cálcu-
lo apropiado, supondremos que uno de ellos, digamos el sol, permanece siempre
fijo. Eso no es posible ni en la realidad ni se hace plausible ya que el sol posee
una masa finita y que por el tercer principio de Newton el efecto de la tierra sobre
el sol debe ser idéntido al del sol sobre la tierra. Ello involucra que el sol tam-
bien debe dejar de estar en reposo o con velocidad constante. Oportunamente se
verá que en un sistema de partículas como el que nos ocupa, hay que separar la
discusión de estos dos cuerpos como si se tratara de uno solo y que se mueve con
respecto al centro de masa de ambos. Sólo que hay que cambiar ligeramente la
masa del cuerpo estudiado. Para hacer una historia largo corta, y evitar este tipo
de problemas, diremos que el sol se halla inmóvil en su lugar todo el tiempo.
2.7 Las Leyes de Kepler 39
M
N
b
c
C C’
a
Figura 2.4: la elipse con sus dos semi-ejes y la excentricidad ²=c/a
Las leyes de Kepler, indican fundamentalmente que las trayectorias de los planetas
en nuestro sistema solar siguen órbitas elípticas. La geometría de una elipse está
dada por la definición de los puntos geométricos donde la suma de las distancias
a dos puntos fijos, llamados focos de la elipse posee un valor fijo. Esa distancia
se denomina 2a, donde a será el semieje mayor de la elipse, ver figura 2.4. Los
dos puntos fijos del que se habla están indicados con los símbolos de un pequeño
círculo en la figura. El foco de la izquierda es la posición del sol, mientras que el
extremo del vector CM se encuentra la tierra.
El origen del sistema coordenado Cartesiano de la figura 2.4 se encuentra en el
centro geométrico de la elipse. La distancia b recibe el nombre de semieje menor
√ c es la distancia del centro al foco de la elipse. Es posible
de la elipse. La distancia
demostrar que c = a2 − b2 . A su vez se denomina excentricidad de la elipse al
cociente de la distancia focal (al centro de la elipse) sobre el eje mayor de una
elipse. Es decir
c
²= (2.58)
a
x2 y 2
+ 2 =1 (2.59)
a2 b
como se puede deducir rapidamente. Por otro lado, conviene escribir dicha cónica
en el sistema de coordenas polares del plano. El semieje positivo comienza no en
el centro de la elipse sinó en el foco de la izquierda. el radio vector, r, apunta a
todos los puntos de la elipse, en este caso la ecuación de una elipse se escribe
a(1 − ²2 )
r= (2.60)
1 + ² cos θ
En la figura 2.4 se puede ver que cuando θ = π/2 el radio vector posee una
distancia b × b/a, ya que se sabe que a2 = b2 + c2 por lo que la distancia CN =
b2 /a.
M¯ m
F = −G r (2.61)
r3
obsérvese que el signo menos indica que hay atracción.
Es facil de ver que el momento de las fuerzas exteriores con respecto al origen de
la figura 2.4 es nulo. Se define el momento angular como
L=r×p (2.62)
derivando la ecuación 2.62 se obtiene dos términos uno de los cuales es óbvia-
mente cero ya que la derivada de r es paralela al momento lineal; mientras que
la otra es el momento de las fuerzas centrales, ver 2.61, ya que el momento de ṗ
es, de acuerdo a la segunda ley de Newton, el momento de las fuerzas exteriores,
que sale cero en vista de que tanto la fuerza como el radio vector son paralelos.
2.8 La Solución de la ecuación de Newton 41
L = r × p = const. (2.63)
Si denominamos velocidad aerolar a la variación de la superficie de un sector
elíptico por unidad de tiempo como r × v/2, implica que
dS
r × p = 2m (2.64)
dt
llamando C = 2dS/dt, se obtiene
1 dS
dS = r2 dφ 2 = r2 φ̇ = C (2.65)
2 dt
de donde se obtiene, φ̇ = C/r2 .
La primera ley de Kepler dice: Los planetas describen órbitas elípticas alrededor
del sol, el que ocupa uno de los focos de la elipse.
La segunda ley de Kepler dice: El radio vector de los planetas barre áreas iguales
en tiempos iguales. Derivemos la primera ley de Kepler. En el sistema de coorde-
nadas del sistema de referencia polar se puede encontar las componentes de las
velocidades como
dẋ GM¯
= − 2 cos φ (2.66)
dt r
dẏ GM¯
= − 2 sin φ (2.67)
dt r
42 Movimiento en el Plano y Espacio
1
Multiplicando ambos miembros de las expresiones 2.66 y 2.67 por φ̇
y con la
ayuda de la expresión 2.65 se obtiene
dẋ GM¯
=− cos φ (2.68)
dφ C
dẏ GM¯
=− sin φ (2.69)
dφ C
GM¯
ẋ = − sin φ + A (2.70)
C
GM¯
ẏ = + cos φ + B (2.71)
C
GM¯
ẋ = ṙ cos φ − rφ̇ sin φ = − sin φ + A (2.73)
C
GM¯
ẏ = ṙ sin φ + rφ̇ cos φ = + cos φ + B (2.74)
C
GM¯
rφ̇ = − A sin φ + B cos φ (2.75)
C
2.8 La Solución de la ecuación de Newton 43
1 GM¯ A B
= − sin φ + cos φ (2.76)
r C2 C C
d1 2 1 GM¯ d 2 GM¯ dr
[ẋ + ẏ 2 ] = − 3
[x + y 2 ] ≡ − 2 (2.77)
dt 2 2 r dt r dt
que integrando con respecto a t se tiene la forma clásica de la conservación de la
energía que se denomina E, es decir
1 2 GM¯
[ẋ + ẏ 2 ] − =E (2.78)
2 r
Sabiendo que el cuadrado de la velocidad se escribe en coordenadas polares como
1 2 ds 2
C [( ) + s2 ] − GM¯ s = E (2.80)
2 dφ
que, en vista de que la energía total es constante, derivando con respecto de φ se
obtiene
ds 2 d2 s
[C ( 2 + s) − GM¯ ] = 0 (2.81)
dφ dφ
44 Movimiento en el Plano y Espacio
en vista de que la relación entre el radio vector y la variable φ no puede ser nu-
lo sólo queda que el corchete de la expresión 2.82 se anule. Obteniéndose una
expresión similar a la de un resorte con una fuerza constante, a saber
d2 s GM¯
2
+s= (2.82)
dφ C2
La solución de esta expresión 2.82 es óbviamente la solución de la expresión
homogénea mas la solución particular de la inhomogénea, que es la constante del
segundo miembro de dicha expresión. Una comparación de esta posible solución
con las constantes arbitrarias y la expresión 2.76 se identifican inmediátamente.
Ahora se puede intentar buscar los valores de las constantes arbitrarias. Se puede
decir que las derivadas del radio vector con respecto a la variable φ se hace cero
para los valores de φ = 0 y para φ = π. Ello involucra claramente que A = 0.
Por otro lado, para los valores extremos del aphelio y perihelio, ver figura 2.4,
se puede escribir en función de los valores cinemáticos de la elipse, a saber, los
semiejes y la excentricidad: para el perihelio
y para el aphelio
1 GM¯ B
φ=π = − (2.85)
a(1 − ε) C2 C
1 GM¯ B
φ=0 = + (2.86)
a(1 + ε) C2 C
de donde se encuentra
GM¯ 1 B ε
2
= =− (2.87)
C a(1 − ε) C a(1 − ε)
2.9 Reseña Histórica 45
T2 4π 2
= (2.89)
a3 GM¯
3.1. Introducción
En esta parte empezamos a abandonar el sistema cartesiano, debido a que cada sis-
tema mecánico se compondrá por muchos puntos materiales además que existen
vínculos (en principio rígidos) entre los puntos materiales. Deseamos encontar
funciones dinámicas del sistema, como por ejemplo la energía del sistema, o el
momento angunlar o la suma de los momentos lineales. Existe un concepto si-
nóptico para determinar sin posibilidad de ambigüedad a un sistema dinámico,
sin referirse a él como si se tratara de un sistema de puntos materiales en una
configuración geométrica dada.
En forma dogmática contamos los puntos materiales que contiene el sistema, ya
que siempre se puede esquematizar un sistema por muy complejo que sea median-
te un número finito de puntos materiales. Pero, debido a que existen relaciones
geométricas entre los puntos materiales se debe hablar de otro concepto adicional
al de número de puntos materiales. Este concepto se denominará a partir de ahora
vínculo entre los puntos materiales. Veamos un ejemplo, dos puntos unidos por un
vínculo rígido, pueden ser ya sea una barra rígida formada por una continuidad de
puntos materiales, o bien simplemente dos puntos unidos por una barra sin masa,
aunque rígida.
La barra contínua posee una masa m igual a la suma de las dos masas de los
extremos. Si acaso la barra tuviese una masa de tal modo que si bien la masa de
48 Grados de Libertad, Trabajos Virtuales
B
y O
x2 M
x
x1
A
Figura 3.1: A la izquierda, una barra de longitud dada y que debe permanecer
con los dos extremos sobre la circunferencia rígida. Los grados de libertad del
sistema es sólo 1. A la derecha, una barra apoyada sobre el punto M y uno de
sus extremos sobre la semicircunferencia. En ambos casos hay que encontrar los
grados de libertad y las ecuaciones de vínculo. En cada uno de estos ejercicios la
longitud y masa de la barra están dadas, así como los parámetros geométricos de
la configuración de esos sistemas mecánicos.
3.1 Introducción 49
9. Ejercicio:
Sea una esfera rígida, de radio R. Encontrar los grados de liberdad de ese sistema mecánico. Por un lado, una
esfera se puede reemplazar por tres puntos en la superficie de la esfera. Por supuesto que hay que elegir esos tres
puntos fuera de un círculo máximo de la misma. Por otro lado, cada punto tiene que satisfacer la ecuación de la
esfera, es decir, para cada punto
Por otro lado, entre cada punto, sobre la esfera, posee una distancia constante entre sí (será una cuerda de una
circunferencia que es a la vez un círculo máximo que pasa por cada dos puntos). Como hay 3 puntos entonces
hay C32 = 3 relaciones adicionales.
Por lo tanto, la esfera posee f = 3 × 3 − 6 = 3 grados de libertad para la esfera rígida. Ahora bien, si suponemos
que la esfera en vez de estar amarrado al centro de nuestro sistema de coordenadas, dejamos que pueda moverse
libremente, entonces hay que añadir tres grados de libertad más. En consecuencia, una esfera rígida que se mueve
libremente posee 6 grados de libertad.
10. Ejercicio:
Sea una barra que se mueve en un plano de tal modo que siempre sus extremos se encuentren en una circunferen-
cia, ver figura 3.1, izquierda.
La barra siempre es una cuerda de la circunferencia. Una barra puede convertirse en dos puntos (es decir 2×2 = 4
grados de libertad). Se ha multiplicado por 2 debido a que todo el sistema es bidimensional. A eso hay que restarle
un vínculo debido a que la distancia entre los dos puntos es constante. Por otro lado siempre para cada partícula,
ésta se halla sobre la circunferencia, es decir, hay dos condiciones adicionales para cada punto a saber
p
R= x2i + yi2 + zi2 (3.2)
11. Ejercicio:
Sea una semicircunferencia, con la concavidad hacia arriba. Supongamos una barra, uniforme, debe poseer uno
de sus extremos sobre la semicircunferencia mientras que otro punto cualquiera de la barra debe estar siempre en
contacto con uno de los bordes de la semicirunverencia. Averiguar los grados de libertad del sistema mecánico
asi descrito (ver Fig. 3.1, derecha) asi como escribir todas las ecuaciones de vínculo.
Por un lado suponemos que la barra está definida –de acuerdo a nuestra representación de sistemas mecánicos
através de puntos materiales vinculados, por dos puntos, los cuales están colocados en los puntos A y B de
la barra. Ello involucra 4 grados de libertad. Por otro lado, la barra debe ser rígida. Ello involucra la siguiente
ecuación de vínculo
p
L= (x1 − x + 2)2 + (y1 − y2 )2 (3.3)
50 Grados de Libertad, Trabajos Virtuales
donde las coordenas cartesianas en el plano definen cada partícula. Además L es la longitud de la barra.
Por otro lado, el punto M posee las coordenadas xM = R, yM = 0 en un sistema Cartesiano apropiado. R
es el radio de la semicircunferencia. Por un lado, el punto A, con coordenadas, digamos, x1 , y1 debe satisfacer
la ecuación de la semicircunferencia. Si asumimos que el centro del sistema Cartesiano se halla en el centro
geométrico de la semicircunferencia, entonces la ecuación de vínculo número dos será
finalmente, los tres puntos A, M, B están en una línea recto, lo que es lo mismo
à !
x1 y1 1
0 = det xM yM 1
x2 y2 1
ésta expresión mas las ecuaciones 3.3 y 3.4 son las ecuaciones de vínculo solicitadas. Por lo tanto los grados de
libertad del sistema mecánico indicado alcanza a 1
12. Ejercicio:
3.2 Los Grados de Libertad 51
Suponiendo que en la figura 3.1, derecha, se considera como coordenada generalizada a la abscisa del punto A,
es decir, q = x1 , encontrar las coordenadas Cartesianas de los extremos de la barra en función de q.
Se puede ver que las siguientes tres coordenadas Cartesianas se escriben en función de q
p
y1 = ± R2 − q 2 (3.5)
L p
y2 = ( − 1) R2 − q 2 (3.6)
R
q p
x2 = q ± L2 − (y2 (q) − R2 − q 2 )2 (3.7)
donde cada variable Cartesiana de los extremos de la barra se puede escribir como funciones de la coordenada
generalizada q.
∂F
Σi Gi (q)δqi = 0 Gi ≡ (3.8)
∂qi
donde qi son cada uno de los grados de libertad del sistema. Cuando es posible
escribir funciones Gi (qi ) entonces se llama un sistema holonómico como se ha
dicho, empero, si no existe las funciones Gi (qi ) entonces el sistema se dice no-
holonómico. Este tipo de vínculos se definen cuando existen r condiciones de
vínculo de órden infinitesimal, aunque no en forma finita, entonces el sistema se
dice no holonómico. Una moneda que rueda sin deslizarse es un ejemplo de este
tipo de sistemas.
En efecto en la figura 3.2 se exhiben dos ilustraciones esquemáticas, la de la iz-
quierda donde se dan las 5 coordenadas generalizadas del sistema, a saber, los tres
ángulos de la ilustración, a saber, φ, θ y ψ. A ello hay que añadir las coordenadas
(digamos Cartesianas) del punto de contacto. Las variaciones de las coordenadas
generalizadas Cartesianas, esto es, δx y δy de la ilustración de la derecha de la
figura 3.2, se pueden escribir como
θ z y
δx
φ
δy ψ
y x
ψ x
Figura 3.2: A la izquierda, una moneda que rueda sobre la trayectoria indicada
en el sistema de referencia. Los tres ángulos indicados mas las coordenadas del
plano x, y, del punto de contacto de la moneda, forman los 5 grados de libertad
de una moneda que se mueve de acuerdo a una ley dada. A la derecha se ha vuelto
a dibujar la trayectoria en un punto cualquiera. Se puede volver a notar el ángulo
φ de la ilustración de la izquierda.
donde a es el radio de la moneda. Ahora bien, los 5 grados de libertad del movi-
miento se transforman en sólo tres. Obviamente en un movimiento infinitesimal
ya que para esos casos se encuentra las dos ecuaciones de vínculo dados por las
dos ecuaciones 3.9.
Ahora bien, se verá a continuación que no existe una función a la que derivan-
do en función de las (4, ya que θ, al rodar la moneda, puede considerarse como
independiente de las demás) coordenadas generalizadas se pueda encontar una
compatibilidad con las diferenciales dadas por el expresión 3.9. En efecto, supon-
gamos que exista, es decir, f (x, y, φ, ψ), tomando diferenciales se encuentra
∂ ∂ ∂ ∂
δf = f δx + f δy + f δφ + f δψ (3.10)
∂x ∂y ∂φ ∂ψ
reemplazando las variaciones de las coordenadas Cartesianas con ayuda de la ex-
presión 3.9 se tiene
∂ ∂ ∂ ∂
δf = f a cos ψδψ + f a sin ψδφ + f δφ + f δψ (3.11)
∂x ∂y ∂φ ∂ψ
Como quiera que las variaciones δφ y δψ son independientes entre sí, se puede
∂
anular ambos, quedando ∂ψ f = 0. Para que esto ocurra, se puede dejar de anular
δφ por lo que debe cumplirse que su coeficiente se anule, es decir
3.3 Trabajos Virtuales 53
∂ ∂ ∂
a f cos ψ + a f sin ψ + =0 (3.12)
∂x ∂y ∂φ
∂
Derivando la expresión 3.12 con respecto a ψ, y en vista de que se cumple ∂ψ
f =
0 se escribe
∂ ∂
−a f sin ψ + a f cos ψ = 0 (3.13)
∂x ∂y
∂ ∂
a f cos ψ + a f sin ψ = 0 (3.14)
∂x ∂y
por lo tanto,
∂ ∂ ∂
f= f= f =0 (3.15)
∂x ∂y ∂φ
la posición del punto A la fuerza de reacción en dicho punto siempre está perpen-
dicular al posible movimiento de la barra en ese punto. Como la fuerza reacción
en A siempre se halla perpendicular al movimiento, la fuerza no produce trabajo.
En el punto M también hay una reacción, pero que debe ser perpendicular en ca-
da momento al movimiento de la barra en ese punto, dando también un trabajo de
dicha fuerza de reacción igual a cero. A las fuerzas de reacción denominaremos
indistintamente ya sea fuerzas de reacción o fuerzas interiores del sistema, en opo-
sición a las fuerzas exteriores, esto es, activas que originan cualquier movimiento
real o virtual en el sistema.
13. Ejercicio:
Sea el sistema de la figura fig3-1, derecha. Encuentre los trabajos virtuales que las fuerzas exteriores realizan en
ese sistema de un grado de libertad.
Tomemos otra variable como la variable generalizada. Buscamos, naturalmente aquella variable que nos permita
utilizar un mínimo de dificultad en encontrar los trabajos pedidos. Para ello definamos a la coordenada generaliza-
da al ángulo AOM = α. Supongamos que el “piso” se encuentre en una recta paralela a la horizontal y que pase
por el punto 0. Las fuerzas exteriores a cada una de las masas de los extremos de la barra sólo podrán producir
trabajo siempre que la ordenada de cada masa se mueva desde la posición A, digamos que se encuentre a la altura
del piso (ordenada=y1 ) hasta una altura y1 + δy1 , donde y1 es la altura del móbil sobre el piso. No olvidar que
dicha altura puede ser positiva o negativa.
Por otro lado, el triángulo A0M es un triáguno isósceles. ello involucra que los dos ángulos en A y M son iguales
entre si e iguales a π/2 − α/2. Los trabajos virtuales de las fuerzas activas, serán mg/2 × δy1 + mg/2 × δy2 .
Se ve claramente que la expresión de y1 (α) y y2 (α) son las siguientes
y1 = R sin(π − α) (3.16)
π α
y2 = L sin( − ) − R (3.17)
2 2
Por lo tanto, los trabajos realizados por las fuerzas que actúan sobre cada uno de los extremos de la barra son
m α
g δ[R sin α + L cos − R] (3.18)
2 2
m L α
g [R cos α − sin ] δα (3.19)
2 2 2
éstas expresiones deben ser iguales a cero, de donde, resolviendo esta ecuación trascendente se tiene
r
α L L 2 1
sin = − ± ( ) + (3.20)
2 8R 8R 2
en la ecuación 3.20 se puede calcular el valor de la coordenada generalizada, para el caso del equilibrio.
3.3 Trabajos Virtuales 55
N 0 M
A
B
m1g m2g
Figura 3.3: Una semiesfera de radio R donde se encuentra una barra de longitud
L y de masa M aunque con su centro de masa a una distancia l1 del extremo A
de la barra y a la distancia l2 del extremo B. Se desea encontrar la posición de
equilibrio del sistema.
14. Ejercicio:
Encuentre la posición de equilibrio del sistema mecánico de la Fig. 3.1, derecha, utilizando la energía potencial
del sistema.
Utilizando α como el grado de libertad del sistema se encuentra la energía potencial de los dos puntos materiales
como V = m/2 × gy1 + m/2 × gy2 . Derivando esta expresión con respecto a q se obtiene el problema similar
al del ejercicio 4.
15. Ejercicio:
Encontrar la posición de equilibrio del sistema de la figura 3.3. Se trata de una barra de densidad de masa no
homogénea que posee un centro de masa a una distancia l1 del extremo A de la barra. Utilice el principio de los
trabajos virtuales.
En primer lugar se deduce que se trata de un sistema de un grado de libertad. Elijamos la coordenada generalizada
q = θ al ángulo que forma el punto B con respecto el eje horizontal cuyo orígen se ubica en el centro geométrico
0 de la semiesfera.
El triángulo 0AB es un triángulo isósceles. Mediante los datos L, la longitud de la barra y el radio R de la
semiesfera se puede encontrar el ángulo α, el ángulo que subtiende a la barra AB como
L
α = 2 arc cos( ) (3.21)
2R
l2 l1
mgj · δq1 + mgj · δq2 = 0 (3.22)
L L
3.3 Trabajos Virtuales 57
donde, la relación li /L asume que la barra homogénea se ha reemplazado por dos masas diferentes a la mitad
de la masa total m de la barra. La fracción sirve para identificar el centro de masa de la barra con la suma de las
masas de los dos puntos materiales en los extremos de la barra.
Por otro lado, las fuerzas exteriores siempre se hallan dirigidos hacia abajo, como sucede con las fuerzas de
gravedad. Los desplazamientos virtuales, o posibles son siempre a lo largo de la circunferencia. Por otro lado el
ángulo entre las fuerzas y la tangente a la curva son respectivamente para los extremos A y B π − θ − α y π − θ.
Reemplazando el producto escalar entre las fuerzas y los desplazamientos se tiene
l2 l1
mg · Rδθ cos(α + θ) + mg · Rδθ cos θ = 0 (3.23)
L L
de donde se puede encontrar la solución para la variable generalizada θ. Vale la pena mencionar que hay que tener
cuidado con los signos de los términos de los trabajos virtuales, por otro lado hay que sumar magnitudes escalares
aunque es laborioso darse cuenta cuál de los términos puede ser positivo y cuál negativo. Es decir, saber en qué
caso existe un ángulo agudo entre la fuerza exterior o activa y en qué caso el ángulo es obtuso.
16. Ejercicio:
Resolver el mismo ejercicio de la figura 3.3 pero teniendo en cuenta sólo las derivadas parciales de la energía
potencial.
En este caso, hay que sumar dos energías potenciales de cada masa. A saber, la distancia al piso multiplcado por
la masa de cada partícula por la gravedad g. Para la partícula en A se tiene la masa de la partícula multiplicado
por g y R sin(π − α − θ). La otra partícula en B además de su masa hay que multiplicar por g y R sin(θ). Por
lo tanto derivando la energ’ıa potencial e igualando a cero
∂ l2 l1
V (θ) = cos(θ + α) + cos(θ) = 0 (3.24)
∂θ L L
l1 + l2 cos α
tan θ = (3.25)
l2 sin α
En ningún caso se ha considerado las fuerzas interiores o de reacción por las razo-
nes discutidas más arriba. Existe una razón adicional que tal vez es útil mencionar.
Todas las fuerzas de tensión interna poseen fuerzas opuestas e iguales dos a dos.
Por lo tanto, aunque el desplazamiento de las “partículas” generado por ambas
tensiones producen “trabajos” que se anulan dos a dos.
58 Grados de Libertad, Trabajos Virtuales
Capítulo 4
El Principio de D’Alembert
4.1. Introducción
Desde el punto de vista dinámico la segunda ley de Newton dice que un cuerpo ya
sea se encuentra en reposo o bien provisto de un movimiento uniforme. Se trata
óbviamente de una resitencia a una tasa de movimiento. Esta resistencia recibe el
nombre de Fuerza Inercial. Se puede pues, pensar que en forma dinámica existe
un equilibrio vectorial de fuerzas entre la fuerza inercial y las fuerzas exteriores
que son la causa del movimiento. Esta fuerza, si bien en su concepción académi-
ca puede considerarse como ficticia, tiene una realidad a toda prueba. Cuando un
vehículo frena, los ocupantes del mismo se sienten como si una fuerza les empuja-
ra hacia adelante. Lo propio sucede, aunque en sentido inverso, cuando ese mismo
vehículo arranca del reposo. En ambos casos la fuerza activa frena, o acelera al
vehículo.
La más conocida fuerza inercial es la fuerza centrífuga. Ya que cuando los ocupan-
tes de un vehículo que maniobra una curva entonces éstos se sienten empujados
hacia “afuera”. La única fuerza activa que hace que el vehículo siga una trayecto-
ria circular es la fuerza centrípeta, que tiene el mismo sentido que la aceleración
centrípeta, dirigida hacia el centro de curvatura de la trayectoria. Mientras que
la fuerza centrífuga se dirige en sentido opuesto. La fuerza de Coriolis es otro
ejemplo de fuerza inercial.
D’Alembert, en su Traité de Dynamique, 1758, separó los puntos materiales so-
bre los cuales existen fuerzas, tanto aplicadas o exteriores asi como ésta fuerza de
60 El Principio de D’Alembert
inercia y finalmente las fuerzas de reacción, que provienen de los vínculos pre-
sentes en el sistema mecánico. Como ya hemos visto antes, en esas condiciones,
el trabajo realizado por estas fuerzas es equivalente al trabajo realizado por las
fuerzas exteriores y las de inercia ya que las reacciones no producen trabajo. En-
tonces, el resultado equivalente a los trabajos virtuales de la estática en el caso
dinámico será
Σk (Fk + FR
k ) · δrk = 0 (4.1)
Pendulo Fisico
mg
Figura 4.1: Se ilustra un momento dado del péndulo cuando su posición está sobre
la posición de equilibrio. Se muestra asimismo la fuerza acción sobre el cuerpo
que es el peso del cuerpo.
Σk=n
k=1 (Xk − mk ẍk )δx + . . . (4.2)
4.1 Introducción 61
17. Ejercicio:
Sea un péndulo simple, ver fig. 4.1. Utilizando la ecuación del equilibrio dinámico encuentre la ecuación de
movimiento de un péndulo físico. Datos la longitud del hilo y la masa del péndulo.
En primer lugar encontremos la fuerza exterior, ésta es F=(0, −mg), por otro lado, haciendo uso de la coordenada
generalizada, θ, se escribe en las coordenadas Cartesianas de la figura como x = −a sin θ y y = −a cos θ.
Debemos calcular la fuerza de D’Alembert, a saber,
luego, hay que encontrar el desplazamiento virtual, δr = δx, δy. Con una doble derivada se encuentra
δx = −a cos θ δθ (4.5)
δy = +a sin θ δθ (4.6)
(4.7)
q
g 2
θ̈ + ( ) sin θ = 0 (4.8)
a
18. Ejercicio:
Sea un proyectil, el llamado tiro inclinado, que sólo posee una fuerza exterior que actúa sobre el móvil. En este
caso, F = 0, −mg donde las constantes son las habituales. Es oportuno indicar que el sistema posee dos grados
de libertad. Es automático el buscar las dos variables generalizadas como las coordenadas Cartesianas del móvil.
En estas condiciones el desplazamiento virtual (que no tiene porqué estar sobre la trayectoria!) se escribe como
δr = δx, δy. Obsérvese asimismo que el tiempo, en los desplazamientos virtuales, no interviene. La fuerza de
D’Alembert es automática: FR = −mẍ, − mÿ. De donde se saca la ecuación de equilibrio dinámico
Ahora bien, se debe asumir por un lado que las coordenadas generalizadas son independientes entre si. Ello
involucra que se puede asumir los valores de los desplazamientos virtuales como se deseee. Por ejemplo yo deseo
que cuando uno de los desplazamientos es diferente de cero, el otro elijo que sea igual a cero, de ese modo se
puede encontrar de una sóla ecuación 4.9 dos ecuaciones independientes a saber
62 El Principio de D’Alembert
−mẍ = 0 (4.10)
−mg − mÿ = 0 (4.11)
De las dos ecuaciones diferenciales se obtiene todos los parámetros del tiro inclinado, la forma de la trayectoria,
...
20. Ejercicio: Idem para la derecha de la figura 4.2. El punto A puede resba-
lar sin rozamiento. Los datos además del radio de la circunferencia son los
dos pesos P y W
W
A
φ
a P W
b
b R
a
β a
α
W W
φ1 = 0, φ2 = 0, . . . (4.12)
Σ3n
k=1 (Xk − mk ẍk )δxk = 0 (4.13)
δφi = 0 i = 1, r (4.14)
∂φi
Σ3n
k=1 δxk = 0 (4.15)
∂xk
multiplicando cada una de las ecuaciones 4.15 por una constante λi y luego se
suma a las ecuaciones 4.13, la ecuación de D’Alembert se convierte en
∂φi
Σ3n r
k=1 (Xk − mk ẍk + Σi=1 λi )δxk = 0 (4.16)
∂xk
ahora bien, estas ecuaciones 4.16, poseen algunas de los desplazamientos virtuales
δxj legítimos. Es decir que son independientes entre si. Pero no lo son todos ya
que existen sólo 3n−r grados de libertad. Sin embargo, como quiera que tenemos
los coeficientes λi para elección, elegimos a éstos de tal modo que permitan a los
paréntesis de la ecuación 4.16 se puedan anular para cualquier valor de k. Esos
parámetros adicionales λi nos permiten entonces escribir
∂φi
Xk − mk ẍk + Σi=r
i=1 λi =0 k = 1, 3n (4.17)
∂xk
estas ecuaciones, escritos en otro orden, como la siguiente ecuación reciben el
nombre de Ecuaciones de Lagrange de Primera Especie
∂φi
mk ẍk = Xk + Σi=r
i=1 λi k = 1, 3n (4.18)
∂xk
Se indica a continuación un ejemplo trivial para explicar cada uno de los términos
de las expresiones de más arriba. En primer lugar se enuncia el problema trivial,
esto es, el movimiento de un cuerpo de masa m que se desliza sin rozamiento a
lo largo de un plano inclinado que tiene una pendiente dada por el ángulo θ. En la
figura 4.4 se ilustra el problema donde se ha dibujado no sólo el peso del cuerpo
sino que también la reacción del plano inclinado.
Se ha denominado λ a la reacción para acostumbrar al lector que se trata del
mismo λ de la expresión 4.18. Además en la figura 4.4 se supone que la dimen-
sión física de λ es la fuerza. Se ve claramente de la ilustración que las fuerzas
4.2 Las ecuaciones de Lagrange (1a Especie) 65
λ
y
λ cos θ λ sinθ
mg sinθ
mg
θ
Figura 4.4: Las fuerzas exteriores (la acción peso mas la reacción del plano incli-
nado). Se ha puesto en evidencia las componentes Cartesianas de cada una de las
fuerzas exteriores.
Q
y (x,y)
(a,0)
A
x
l mg
θ
(0,[x−a]cotanθ)
P a
√
x l 2 − x2
θ = arcsin cot θ = (4.22)
l x
la relación de vínculo es una sola, a saber
x y 1
φ= a 0 1
=0
0 (x − a) cot θ 1
que no es otra cosa que decir que todos los puntos (P , A y Q) se encuentran en
una recta. Obteniéndose
4.2 Las ecuaciones de Lagrange (1a Especie) 67
√
φ(x, y) = axy + (x − a)2 l2 − x2 = 0 (4.23)
∂ ∂ √ (x − a)2 x
φ = ax φ = ay + 2(x − a) l2 − x2 − √ 2 (4.24)
∂y ∂x l − x2
√ (x−a) 2x
mẍ = −λ(ay + 2(x − a) l2 − x2 − √
l2 −x2
)
(4.25)
mÿ = −mg + λax
que son las ecuaciones diferenciales que hay que resolver para encontrar la ecua-
ción de movimiento. Es decir, las ecuaciones 4.25, la 4.25 y la ecuación de víncu-
lo, es decir la 4.23. Se trata de tres ecuaciones, dos de ellas diferenciales, la otra
una función algebraica con las cuales se debe encontrar x(t), y(t) y λ(t). Obsér-
vese que en en este ejercicio la reacción λ no es constante.
Una de las razones más importantes para continuar con la búsqueda de una teoría
más práctica para resolver los problemas de mecánica es la dificultad de obtener
las soluciones de las ecuaciones de Lagrange de primera especie.
68 El Principio de D’Alembert
Capítulo 5
∂ d ∂
f − { 0 f} = 0 (5.6)
∂y dx ∂y
que es la ecuación de Euler buscada. Cuando existen varias funciones yi (x) como
argumentos de la función f al ser las derivadas sumandos de integrales similares
a la expresión 5.3, la ecuación 5.5 se convierte en una sumatoria de integrales
similares a éstas; y, cuando se saca factores comunes para cada integral δyi · dx,
al ser cada una de las δyi independientes entre sí siempre se puede elegir, para un
i = j dado todos los demás δyi = 0 para i 6= j. Y se repite el razonamiento de
más arriba para la integral que queda, esto es para i = j y como j es arbitrario se
tienen tantas ecuaciones como subíndices exista similares a la expresión 5.6. Ese
sistema de ecuaciones recibe el nombre de ecuaciones de Euler en matemáticas.
A continuación se exhiben ejemplos de molde –matemáticos, que se pueden en-
contrar en cualquier libro. La razón de estos ejercicios es la de ilustrar la técnica
del cálculo de variaciones.
1
ya que Z Z
∂ 0 ∂ 2 d ∂
f δy ]dx = δy · 0 |1 − δy { 0 f }dx (5.4)
∂y 0 ∂y dx ∂y
ya que el primer término del segundo miembro de la expresión se anula debido a que las variacio-
nes δy en los extremos son nulos por ser estos fijos.
5.1 El Cálculo de Variaciones 71
23. Ejercicio:
Sea la función f (x, y 0 ) que como se ve no depende de la función propiamente dicha. Este ejercicio variacional
se puede enunciar de un modo simple. A saber, dada una curva y(x) que entre dos puntos fijos, esto es, y0 y y1
exhibe una longitud mínima.
La ecuación de Euler, 5.6 da para la distancia entre dos puntos
p p p
ds = dx2 + dy 2 ds = 1 + y 02 dx f (x, y 0 ) = 1 + y 02 (5.7)
que integrando
d ∂ y0
{ f (x, y 0 )} = 0 − p =C y = cx + c0 (5.8)
dx ∂y 0 1 + y 02
donde C y c, c0 son constantes arbitrarias que se ajustan para que se cumpla que y0 = y(x0 ) y y1 = y(x1 ).
25. Ejercicio:
La función f no depende de la variable independiente x. Este es un caso muy común en la dinámica analítica para
sistemas conservativos.
Buscar una superficie de revolución que tenga un área mínima. En la figura ?? se ilustra el elemento de longitud
ds y la superficie de revolución (alrededor del eje de las x) resultante.
Ahora bien, el área de la superficie de revolución es
Z r
dx 2
A = 2π y 1+( ) · dy (5.9)
dy
Se debe acalarar que la función que se desconoce es x(y), por lo que la función cuyos extremos deseamos
encontrar es (ahora la variable independiente es y)
r
0 dx 2
f (y, x ) = 2πy 1+( ) (5.10)
dy
y y(x)
x1 x2
ds x
q
Figura 5.1: A la izquierda se muestra el elemento de curva ds = 1 + (dx/dy)2 ·
dy, por otro lado, por el teorema de Papus, el área de la curva que subtiende dicho
elemento al rotar alrededor del eje de las abscisas es igual a 2π × y × ds. A la
derecha la superficie de revolución resultante.
d ∂
f (y, x0 ) = 0 (5.11)
dy ∂x0
0
una integración inmediata, con c una constante se obtiene √ yx = c. Esta ecuación diferencial se puede
1+x02
separar variables, quedando
cdy
dx = p (5.12)
y 2 − c2
p
dy = c sinh(z)dz y 2 − c2 = c sinh z dx = cdz (5.13)
1
que integrando sale z = c
(x + C), de donde
x+C
y = c cosh (5.14)
c
En la figura 5.2 se ilustra la solución para x = ±a, obteniéndose valores iguales para la variable y(x).
26. Ejercicio: Encuentre la curva sobre la que se desliza un grave de tal modo
que el tiempo que transcurra entre el piso y una ordenada y sea mínimo
5.2 El Lagrangiano 73
1.5
1.5
0
1 −1.5
1
y(x)=cosh(x) 0
−1
0 −1
1
0.5
−1 0 1
5.2. El Lagrangiano
Sea la trayectoria de una curva en el espacio de 3n dimensiones, es decir se tiene
xk (t), yk (t), zk (t), donde el subíndice k varía entre 1 y n, de acuerdo al principio
de D’Alembert, se escribe
n
X n
X n
X
(mk ẍk − Xk )δxk + (mk ÿk − Yk )δyk + (mk z̈k − Zk )δzk = 0 (5.15)
k k k
d d d
ẍk δxk = (ẋk δxk ) − ẋk (δxk ) (δxk ) = δ ẋk (5.16)
dt dt dt
entonces la expresión 5.15 se convierte en
d P
P dt k [m (ẋ δx
Pk k k
+ ẏk δyk + żk δzk +)] =
= 12 mk δ(ẋ2k + ẏk2 + 2
żk +) + (Xk δxk + Yk δyk + Zk δzk +)
74 Las Ecuaciones de Lagrange
d X
[mk (ẋk δxk + ẏk δyk + żk δzk +)] = δT + δW (5.17)
dt k
donde T es la energía cinética mientras que W es el trabajo ejecutado por las fuer-
zas exteriores. Obviamente si se piensa que se trata de un trabajo virtual entonces
las variaciones de la curva en el espacio se realizan en un mismo instante, esto es,
tanto la curva real como la variación se realizan simultáneamente.
Se ha visto oportunamente, por ejemplo en la ecuación 1.12 del capítulo 1, o bien,
la ecuación 2.52 del capítulo 2, que la función energía potencial V con signo
contrario es idéntica al trabajo de W .
Integrando la expresión 5.17 se ve que el primer término se hace cero (ya que los
extremos de la curva en el espacio multidimensional la variación de la curva se
anula) quedando por lo tanto
Z Z
(δT + δW )dt ≡ (δT − δV )dt = 0 (5.18)
de donde se puede ver que la función cuyo extremos se obtiene mediante la ecua-
ción de Euler no es otra que la diferencia entre la energía cinética y la energía
potencial, es decir
Z Z 1
δ (T − V )dt = δ Ldt = 0 (5.19)
0
Z Z X Z X
∂ ∂
δL(qk , q̇k )dt = Lδqk dt + Lδ q̇k dt (5.20)
k ∂qk k ∂ q̇k
5.2 El Lagrangiano 75
Z X Z Z
∂ ∂ d ∂ 1 d ∂
Lδ q̇k dt = L δqk dt = Lδqk |0 − Lδqk dt (5.21)
k ∂ q̇k ∂ q̇k dt ∂ q̇k dt ∂ q̇k
que, en vista de que los límites de la línea vertical implican cero, se puede escribir
la ecuación llamada de Lagrange (de segunda especie)
d ∂ ∂
L(qk , q̇k ) − L(qk , q̇k ) = 0 (5.22)
dt ∂ q̇k ∂qk
se debe puntualizar que esta ecuación involucra que las fuerzas dependen de un
potencial. Cuando no es el caso se debe modificar estas ecuaciones.
76 Las Ecuaciones de Lagrange
Capítulo 6
6.1. Introducción
Una vez conocido los trabajos virtuales, (para estática) y las ecuaciones de La-
grange de 1a especie (para la dinámica), introducimos a continuación el punto
central de la llamada mecánica analítica.
En primer lugar, haciendo uso de las coordenadas generalizadas, qi , encontrare-
mos una ecuación diferencial compacta para resolver de un modo “mecánico”
cualquier problema holonómico de la mecánica. Como es sabido, cada sistema
mecánico puede escribirse como una colección de puntos materiales relacionados
mediante vínculos, es decir mediante funciones que interrelacionan las coordena-
das de los puntos materiales.
En efecto, sea N el número total de puntos, ello involucra una colección de 3N
coordenadas. Ya sean Cartesianas o de otra índole. Si, por otro lado, existen S
relaciones de vínculo, entonces se tienen f = 3N − S grados de libertad . Ello
involucra que existen f coordenadas generalizadas, a saber, qi i = 1, f , que en ge-
neral es relativamente facil de definirlos. Sin embargo, no existe una única manera
de elegirlos. Cada operador buscará sus propios grados de libertad de acuerdo a
sus inclinaciones naturales.
Se obtiene un grado de libertad, digamos el ángulo θ = BOD. Se ve claramente que el ángulo α = COB y el
ángulo β = BOA se escriben del modo siguiente:
β R
2R cos =l β = 2 arc cos (6.1)
2 2l
π/2+θ
por otro lado, la cuerda CB = 2R sin 2 . El ángulo α = COB = π/2 + θ, de donde se encuentra las
coordenadas del punto B y A (ver figura 6.1, ilustración de la derecha). En efecto en un sistema de coordenadas
Cartesianas, colocado en el centro de la circunferencia siendo las abscisas la recta horizontal y las ordenadas la
vertical
yB = R sin θ (6.2)
xB = R cos θ (6.3)
yA = R sin(β + θ) (6.4)
xA = R cos(β + θ) (6.5)
las ecuaciones 6.2-6.5 nos proporcionan las coordenadas (en este caso Cartesianas) de los dos puntos materiales
de que consta el sistema.
Una vez definidas las coordenadas generalizadas, qi , donde el subíndice varía des-
de uno hasta el número de grados de libertad del sistema, estamos en condiciones
de determinar la posición del sistema en todo momento. Sin embargo, no sólo
se deben conocer las coordenadas generalizadas –a no ser que se trate de cono-
cer la posición de equilibrio del sistema, sino que también las derivadas de qi
con respecto del tiempo, esto es, q̇i . Veremos que en ese caso podemos conocer
completamente el estado del sistema mecánico en cualquier tiempo.
En efecto. De acuerdo a lo que se ha explicado es siempre posible encontrar las
coordenadas de cada punto material –digamos en un sistema Cartesiano, aunque
no necesariamente así, es decir
xi = xi (q1 , q2 , . . .) i = 1, f (6.6)
Si derivamos totalmente con respecto de t la expresión 6.6 se convierte en
X ∂xi
ẋi = q̇j (6.7)
j ∂qj
es decir una combinación linel –para qj fijos, de las variables q̇j . Si derivamos
–partialmente, la expresión 6.7 con respecto a un q̇k se obtiene
∂ ẋi ∂xi
= (6.8)
∂ q̇k ∂qk
ésta expresión 6.8 será útil mas adelante.
Hemos visto en los capítulos previos que se puede extender el principio de los
trabajos virtales con un término adicional –sin tomar en cuenta las reacciones
como en caso de la estática, que se ocupe del movimiento del sistema. Entonces el
principio de los trabajos virtuales extendidos será
X
{Fi − mi ẍi } δxi = 0 (6.9)
i
P
En primer lugar encontraremos la fuerza generalizada , a partir de Fi δxi . No
olvidemos que los subíndices van desde 1 hasta el número total de coordenadas.
Es decir si hay dos partículas habrán 6 coordenadas si las dos partículas están
en un espacio de 3 dimensiones; por otro lado serán 4 coordenadas si se trata de
partículas en el plano. Si por otro lado hay suficientes ecuaciones de vínculo de
80 Lagrange y Hamilton
tal modo que los grados de libertad son f , derivando en cadena la expresión 6.6
se puede escribir
X ∂xi
δxi = δqj (6.10)
j ∂qj
y el primer término de la expresión 6.9 se convierte en, donde se han intercambia-
do los subíndices
X X ∂xi X
{ Fi }δqj = Qj δqj (6.11)
j i ∂qj j
1X
T = mi ẋ2i (6.12)
2 i
Si se trata de coordenadas polares (en el espacio) se tiene, para una partícula
(i=1,3)
1
T = m{ṙ2 + r2 sin2 θ φ̇2 + r2 θ̇2 } (6.13)
2
como se ve, una combinación cuadrática de las derivadas temporales de las coor-
denadas generalizadas. En casi todos los casos que trabajaremos muy rara vez
encontraremos derivadas de las coordenadas cruzadas ya que casi siempre traba-
jamos con coordenadas ortogonales .
Definimos ahora el momento generalizado pj a la expresión
∂T
pj = (6.14)
∂ q̇j
El momento generalizado pθ de la expresión 6.13 se obtiene
6.2 Las Ecuaciones de Lagrange 81
pθ = mr2 θ̇ (6.15)
mientras que de la expresión 6.12 se obtiene pj = mẋj . Obsérvese que en este
último caso es igual a la masa por la velocidad, esto es, dimensiones de momento
lineal clásico; mientras que de la expresión 6.15 se ve que se trata de una dimen-
sión de la energía.
Ahora bien, trabajando con coordenadas Cartesianas –por sencillez, se puede es-
cribir al momento generalizado como
∂T X ∂ ẋi X ∂xi
pj ≡ = mi ẋi ≡ mi ẋi (6.16)
∂ q̇j i ∂ q̇j i ∂qj
la última identidad se obtiene gracias a la expresión 6.8.
Derivemos ahora, con respecto del tiempo, la expresión 6.16, para reemplazar en
la expresión 6.9. Entonces
X ∂xj X d ∂xj
ṗi = mj ẍj + mj ẋj (6.17)
j ∂qi j dt ∂qi
la derivada temporal del segundo término de 6.17 se escribe como una doble de-
rivada con respecto a dos variables generalizadas, en efecto
X ∂xj X ∂ 2 xj
ṗi = mj ẍj + mj ẋj q̇k (6.18)
j ∂qi jk ∂qi ∂qk
donde se ve que el primer término del segundo miembro de 6.18 no es otra cosa
que la fuerza generalizada Qi mientras que el segundo término no es otra cosa que
la derivada parcial de la energía cinética con respecto a una coordenada generali-
zada, en efecto
∂T X ∂ ẋj X ∂ X ∂xj
= mj ẋj = mj ẋj { q̇k } (6.19)
∂qi j ∂qi j ∂qi k ∂qk
Entonces, la expresión 6.18 se convierte en
∂T
ṗi = Qi + (6.20)
∂qi
Luego, la ecuación de Lagrange se convierte en
82 Lagrange y Hamilton
d ∂T ∂T
− = −Qi (6.21)
dt ∂ q̇i ∂qi
Por otro lado, en los sistemas conservativos, las fuerzas –o las fuerzas generaliza-
das , dependen de un potencial V (qi ), de tal modo que
∂V
Qi = − (6.22)
∂qi
además que los potenciales, en general, no dependen de las derivadas de las coor-
denadas generalizadas explícitamente, es decir
d ∂{T − V } ∂{T − V }
− =0 (6.23)
dt ∂ q̇i ∂qi
entonces, si llamamos a L = T − V , como un Lagrangiano , la ecuación de
Lagrange –de 2a especie, se escribe como
d ∂L ∂L
− =0 (6.24)
dt ∂ q̇i ∂qi
X
H(p, q) = pk q̇k − L(q, q̇(p)) (6.25)
1
En efecto, se ve de las expresiones 6.12 y 6.13, así como de toda forma de la energía cinética
en la que se puede escribir como una combinación bilineal de q̇i y que q̇i ∂∂q̇i T = 2T ; entonces, de
acuerdo a la definición de L = T − V de acuerdo a 6.25 H = 2T − (T − V ) = T + V
6.3 Las Ecuaciones de Hamilton 83
Z t1
δ L dt = 0 (6.26)
t0
Como se sabe la expresión 6.26 implica que hay que buscar las funciones qi =
qi (t), de tal modo que cuando se realice la integración entre dos puntos fijos en el
tiempo, t0 y t1 , la integral de la expresión de mas arriba de un valor extremo, esto
es, ya sea uno mínimo o máximo. Se sobre entiende asimismo que la Lagrangiana
2
L puede ser función de las coordenadas generalizadas, de las derivadas tempora-
les de las coordenadas generalizadas. También, en los procesos no estacionarios,
puede ser función del tiempo. Nótese la diferencia entre la función de Hamilton y
la de Lagrange. Las variables en los argumentos de ambas son diferentes entre si.
Al encontrar la variación de cada variable, incluso de las funciones en las que sus
variables independientes son por separado diferentes de cada término, el Lagran-
giano se transforma, con ayuda de la expresión 6.25, en
Z Z Z X
−δ L dt = δ H(p, q, t) dt − δ pk q̇k dt (6.27)
k
La variación es similar a un diferencial, con sus reglas, por lo que, para sistemas
estacionarios se puede escribir 6.27 como
Z XZ ∂H ∂H
−δ Ldt = { δqk + δpk − q̇k δqk − pk δ q̇k }dt = 0 (6.28)
k ∂qk ∂pk
2
Puede considerarse al sustantivo Lagrangiana, o Lagrangiano; en aquél caso se sobre entiende
como la función Lagrangiana mientras que en este caso se trata de un substantivo. En España se
dice Lagrangiana, mientras que en América se utiliza más bien Lagrangiano
84 Lagrange y Hamilton
XZ ∂H ∂H
{[ + ṗk ]δqk + [ − q̇k ]δpk }dt = 0 (6.30)
∂qk ∂pk
Aquí vale la pena indicar que tanto el Goldstein 3 como el Landau 4 dicen que las
variaciones δp y δq son independientes entre si, por lo tanto se pueden igualar a
cero los dos corchetes de la expresión 6.30, lo que da las ecuaciones de Hamilton.
Sin embargo, el Sommerfeld 5 dice que no se puede asumir dicha discusión ya que
p y q están relacionadas por la expresión 6.14. Por lo que derivando la definición
de H en la expresión 6.25 nos da, para q =constante, que el segundo corchete de
6.29 se anule, por lo que también el primero debe anularse. Es decir
∂H(p, q)
ṗk = + (6.31)
∂qk
∂H(p, q)
q̇k = − (6.32)
∂pk
∂H X ∂H X ∂H
dH = dt + dqk + dpk (6.33)
∂t k ∂qk k ∂pk
3
Goldstein H., Classical Mechanics, Addison-Wesley, Reading Mass, 1959
4
Landau L., Lifshitz E., Physique théorique, Mécanique, 4a Edición, Ediciones Mir, 1988
5
Sommerfeld A., Mechanics, Academic Press, New York, 1952
6.4 Tranformaciones Canónicas 85
∂L X ∂L X ∂L
dL = dt + dqk + dq̇k (6.34)
∂t k ∂qk k ∂ q̇k
∂L X X
dL = dt + ṗk dqk + pk dq̇k (6.35)
∂t k k
A partir de la ecuación 6.25 diferenciando con respecto a las dos variables tanto
para el primer o segundo término de dicha ecuación se tiene
X X ∂L X X
dH = q̇k dpk + pk dq̇k − dt − ṗk dqk − pk dq̇k (6.36)
k k ∂t k k
∂L X X
dH = − dt − ṗk dqk + q̇k dpk (6.37)
∂t k
∂H ∂L
=− (6.38)
∂t ∂t
∂H(p, q)
ṗk = + (6.39)
∂qk
∂H(p, q)
q̇k = − (6.40)
∂pk
siendo la misma ya sea escrito en las variables independientes L(q, q̇) o bien en
función de L(q(Q), q̇(Q̇)). Ya que el nuevo Pk se escribe como una combinación
lineal de los pk . En efecto,
∂L X ∂L ∂ q̇j X
Pk = = = aj,k pj (6.41)
∂ Q̇k j ∂ q̇j ∂ Q̇k
Qk = Qk (p, q) (6.42)
Pk = Pk (p, q) (6.43)
X X d
pq̇ = P Q̇ + F (q, Q) (6.45)
dt
para cualquier F se puede escribir (en vista de que la variación de los extremos
δq = δQ = 0, quedando)
Z X
δ [H̄(P, Q) − Pk Q̇k ] dt = 0 (6.46)
lo que implica
∂ H̄
Ṗk = − (6.47)
∂Qk
∂ H̄
Q̇k = + (6.48)
∂Pk
6.5 Variables Canónicamente Conjugadas 87
d ∂ X ∂ ∂
H= H+ { H q̇k + H ṗk } (6.49)
dt ∂t k ∂qk ∂pk
d ∂
H= H (6.50)
dt ∂t
lo que quiere decir que si el Hamiltoniano H no depende explícitamente del tiem-
po t se encuentra
∂
H=0 H(pq) = constante (6.51)
∂t
que no es otra cosa que la conservación de la energía.
X X
pi dqi − H dt = Pi dQi − H̄ dt + dF (6.52)
i i
88 Lagrange y Hamilton
X X
dF = pi dqi − Pi dQi + (H̄ − H) dt (6.53)
i i
de 6.53 se obtiene
pi = ∂q∂ i F
∂
Pi = − ∂Q i
F (6.54)
∂
H̄ = H + ∂t F
para el caso que nos ocupa la función generatriz sea designada por Φ, entonces la
expresión similar a la 6.53 será
X X
dΦ = pi dqi − Pi dQi + (H̄ − H) dt (6.55)
i i
pi = ∂q∂ i Φ
∂
Qi = − ∂P i
Φ (6.56)
∂
H̄ = H + ∂t Φ
27. Ejercicio: Demuestre por cálculo directo que la función generatriz F(qQ)
P
que transforma Qi = pi y Pi = −qi es la función F = i qi Qi
Capítulo 7
La Ecuación de Hamiton-Jacobi
7.1. Introducción
∂S
pk = (7.1)
∂qk
1
1 t1 E, t"
δx1 = 0 t1
δ q"
E, t"−δ t
t" δ q"
B E, t’+δ t
A δ q’ B
t"
E, t’
t’ A
δ x 0= 0 t’ δ q’
t0 0
0 t0
Figura 7.1: Las trayectorias A y B de la ilustración de la izquierda son dos po-
sibles en el espacio de las variables Cartesianas, un instante dado t0 , t1 el móvil
se encuentra en los puntos indicados con dichas letras. Se elige la trayectoria que
posea un extremo su integral de acción. La ilustración de la derecha, por otro lado,
se tiene también dos curvas A y B, aquella la curva real mientras que ésta una va-
riación de la curva real. La ilustración de la derecha es utilizado para el principio
de Maupertuis
k=N
X
{(mk ẍk − Xk )δxk + (mk ÿk − Yk )δyk + (mk z̈k − Zk )δz) } = 0 (7.2)
k=1
como quiera que sabemos que δW = −δV , con V la energía potencial para siste-
mas conservativos se puede escribir como
Z t1 Z t1
δ (T − V ) dt = δ L dt = 0 (7.8)
t0 t0
δT + δV = 0 δL = δT − δV ≡ 2δT (7.9)
como se ve, la energía cinética T , hace el papel del Lagrangiano, tal como fue
introducido por Leibnitz en 1707 . Por otro lado, Maupertuis, pensó que habia que
buscar otra expresión compacta, como por ejemplo, 2T dt = mv · vdt = mvds,
con ds un desplazamiento. Como se ve, si la energía E es constante, todas esas
maneras de ver el principio variacional son equivalentes.
Para hablar del principio de mínima acción tal como lo introdujo RMaupertuis, hay
que asumir que δE = 0, y que la acción no es otra cosa que δ 2T dt = 0. En
efecto, si ahora δt 6= 0 debemos cambiar la técnica de poner δ ẋ = d/dt δx ya que
d(x + δx) dx
δ ẋ = − (7.10)
d(t + δt) dt
con un desarrollo en serie se obtiene
d d
δ ẋ = δx − ẋ δt (7.11)
dt dt
d d
δx = δ ẋ + ẋ δt (7.12)
dt dt
7.3 Hamilton-Jacobi 93
d d
ẍk δxk = ẋk δxk − ẋk δ ẋk − ẋ2k δt (7.13)
dt dt
reemplazando en la ecuación 7.2 se obtiene
d X d
mk (ẋk δxk + ẏk δyk + żk δzk ) = δT + 2δT δt + δW (7.14)
dt dt
por otro lado, ya sabemos que δW = −δV = δT en vista de que δE = 0 obte-
niéndose
d X dδt
. . . = 2δT + 2T (7.15)
dt dt
Integrando entre t1 y t2 se tiene (en los extremos las variaciones de las coordena-
das son cero)
Z t2 Z t2 Z t2
2 δT dt + 2 T dδt = 2δ T dt = 0 (7.16)
t1 t1 t1
δW = −δV = δT − δE (7.17)
d X dδt
pk δqk = 2δT + 2T − δE (7.18)
dt dt
en la ecuación 7.18 se ha reemplazado en el primer término una suma de productos
de los momentos generalizados multiplicado por la variación de las coordenadas
generalizadas. Integrando, recordando la expresión 7.16, la expresión 7.18 se tiene
94 Hamilton-Jacobi
X X
δS − tδE = pδq − p0 δq0 (7.19)
Pensemos por un momento que la solución de este algoritmo es una función ac-
ción S, que debe depender de varias “variables”, digamos todas las que poseen
una δ en la expresión 7.19, la misma que escrita en otra forma tiene la forma de
una diferencial en cadena
X X
δS = tδE + pδq − p0 δq0 (7.20)
H(p, q) = E (7.22)
a(1 − ²2 )
r= (7.43)
1 + ² cos(φ − κ)
que posee las dimensiones de la acción que estamos acostumbrados en éste ca-
pítulo. N. Bohr tuvo la osadía de plantear la hipótesis de que dicha variable –en
procesos estacionarios, debería tener un valor entero multiplicado por una cons-
tante dimensionada, la constante de Planck h̄ × 2π, es decir
Jk = nk h̄ × 2π (7.45)
98 Hamilton-Jacobi
GM m e2
− →− (7.46)
r r
para el caso de la variable acimutal, φ, la expresión 7.44 se convierte en
Z Z
∂S
dφ ≡ C dφ = nφ h̄ × 2π (7.47)
∂φ
me4
E=− (7.49)
2h̄n2
que son los niveles estacionarios de las energías del átomo de H.
Capítulo 8
8.1. Introducción
Un sistema de partículas con vínculos rígidos puede considerarse como un cuerpo
que llamamos a partir de ahora como un rígido. En primer lugar introduciremos
el concepto de mecánica de un sistema de partículas (con o sin vínculos rígidos),
dando algunas proposiciones que se demostrarán oportunamente. Por un lado, la
fuerza total que actúa sobre un sistema de partículas es igual a la masa total de las
partículas multiplicado por la aceleración del centro de masa del sistema.
Por otro lado, el momento de las fuerzas en el centro de masa del sistema de par-
tículas (que no tiene que estar en reposo) es igual a la tasa del momento angular
alrededor del centro de masa. Finalmente la energía total de un sistema de partí-
culas es igual a la energía del centro de masa de una “partícula” con masa igual al
de la masa total de aquellas mas la energía de rotación, con respecto al centro de
masa del que hablamos, del sistema de partículas original, pero que viajan con la
velocidad del centro de masa del sistema
mi
m1 m2 fi
f ij mj
M m3 ri f ji
fj
m4
rj
m 5
O
Cada partícula se la puede ver por separado, y la ley de Newton se puede expresar
como
d2 ri X
m i 2 = fi + fij (8.1)
dt j6=i
aprovechando la discusión sobre las fuerzas con doble subíndice, se puede sumar
sobre todos los i de la expresión 8.1 se reescribe como
d2 X X XX
m i ri = f i + ( fij ≡ 0) (8.2)
dt2 i i i j6=i
las fuerzas de vínculo sumadas sobre todos los elementos del sistema se anula por
el principio de acción y reacción como ya dijimos. Por otro lado, si se tiene la
suma de las posiciones de cada partícula multiplicada por la masa de cada una
de ellas, es posible identificarlo con el producto de la masa total de las mismas
multiplicada por una posición especial, llamada “el centro de masa” del sistema.
Ejemplo 1.
Dado tres partículas idénticas que se hallan equidistantes entre si de una distancia a, encuentre el centro de masa
del sistema.
√
La fórmula a utilizar es: M × xcm = Σmi xi , . . . Si las coordenadas
√ de las tres masas son 0, 0; 0, 4; 2, 2 3.
De donde se obtiene las coordenadas del centro de masa 2, 3. Ver figura 8.2
Ejemplo 2.
Encontrar el centro de masa de un cuerpo formado por un plano de forma parabólica. Hay que suponer que
las partículas están uno al lado de otro y su número es infinito. (Se puede incluso asumir que la “densidad” de
partículas no es constante a lo largo y ancho de la superficie).
102 Mecánica del Rígido
m m
dA=dxdy
0
-a 0 a
Se supone, ver figura 8.3, que el elemento de área, dA, puede ser un “elemento” de masa dm. La relación entre
R en las dimensiones de masa por unidad de superficie.
ambas diferenciales recibe el nombre de densidad superficial
La masa total de la superficie parabólica, se obtiene, como dx dy. Esa integral doble se calcula inmediátamente,
da 4/3 a3 . Otra manera de ver este resultado es diciendo que el área de una tal superficie se obtiene como 2/3 el
área del rectángulo que subtiende a la superficie parabólica. El área del rectángulo es 2a × y(a) ≡ 2a3 .
Entonces la integral buscada y a calcular es
Z a2 Z +x
4 3
ycm × a = y dy dx (8.3)
3 0 −x
La integración doble es inmediata: 4/5 a5 . De donde, se obtiene como centro de masa ycm = 3/5 a2 ≡
3/5 y(a). Dada la simetría de la superficie, xcm = 0.
Si, la densidad superficial no fuera constante, como en la expresión 8.2, podemos suponer que la densidad super-
ficial puede ser una función ya sea de cada una de las variables o de ambas. Digamos
dm
≡ σ(x, y) (8.4)
dA
8.3 Angulos de Euler 103
Z a2 Z +y
dy y σ(x, y) dx ≡ M × ycm (8.5)
0 −x
Z a2 Z +y
M = dy σ(x, y) dx (8.6)
0 −x
z
z" y"
Α
θ b
x" c
α θ y C
φ ψ
x a
Β
Figura 8.4: En la ilustración de la izquierda se muestran dos ternas, una con eti-
quetas x, y, z y otra con etiquetas x00 , y 00 , z 00 . Los ejes puntuados en la misma
ilustración corresponden a una terna intermedia etiquetada con primas. Los ángu-
los de Euler se hallan identificados en la misma ilustración mediante los símbolos
φ, θ, ψ. A la derecha se ilustra un triángulo esférico donde sus vértices se hallan
indicadas con letras mayúsculas y sus “lados” opuestos a dichos vértices se hallan
indicadas con letras minúsculas. Los vértices no sólo son tales sino que a su vez
designan los ángulos diedros del triángulo esférico. Los “lados” del triángulo es-
férico se forman con la intersección de un plano que pasa por el origen del sistema
y que pasa por dos vértices adyacentes con la esfera, cuyo radio tradicionalmente
es la unidad.
104 Mecánica del Rígido
La matriz M se obtiene de hacer las tres operaciones matriciales. Una vez efec-
tuado las operaciones la única matriz que resulta está expresada en la ecuación
8.8
à !
cos φ cos ψ − sin φ sin ψ cos θ + sin φ cos ψ + cos φ sin ψ cos θ − sin θ sin ψ
− cos φ sin ψ − sin φ cos ψ cos θ − sin φ sin ψ + cos φ cos ψ cos θ + sin θ cos ψ (8.8)
+ sin θ sin φ − sin θ cos φ cos θ
8.3 Angulos de Euler 105
y otras expresiones similares para cada lado del triángulo. Si se desea por ejemplo
sacar la proyección del eje 0x sobre el eje rotado 0x00 , ver figura 8.4, izquierda, hay
que construir un triángulo esférico donde los (ángulos) lados con letras minúsculas
son conocidos, en este caso φ, ψ, de tal modo que el ángulo que forman los dos
ejes 0x y 0x00 forman un ángulo desconocido que llamaremos x − x00 = α, en la
figura 8.4, izquierda, entonces con ayuda de la expresión 8.9 se escribe
28. Ejercicio: Haga rotar un paralelepípedo los tres ángulos de Euler. Mues-
tre el programa que reproduce las rotaciones así como las figuras resultantes
En efecto, en la figura 8.5 se dan los gráficos correspondientes. A la izquierda la rotación sobre el ángulo φ, sobre una
arista vertical del paralelepípedo cuyas aristas son paralelas al sistema Cartesiano original. En la parte central dos rotaciones
sucesivas, primero alrededor el ángulo φ luego alrededor otra arista (la que es paralela al eje de las abscisas) un ángulo θ.
Y, finalmente a la derecha, la rotación de los tres ángulos de Euler, que para el presente caso se han tomado 45◦ , 30◦ y
30◦ respectivamente.
106 Mecánica del Rígido
El programa en C
#include <stdio.h> {0,L2,0},{L1,0,0},
#include <math.h> {L1,L2,0},{L1,L2,0},
for(j=0;j<3;j++) }
rotation(x,xp); for(j=0;j<3;j++){
for(j=0;j<3;j++) if(j==0){
j!=2?printf(" %f %f ", for(k=0;k<3;k++)
xp[j],x[j]):printf(" %f x[k]=vec1[i][k];
%f \n",xp[j],x[j]); rotation(x,xp);
} }
fp=fopen("arrphithe","w+");
j!=2?fprintf(fp," %f,",xp[j]):
fprintf(fp,"set linestyle 3 lt 3\n");
fprintf(fp," %f ",xp[j]);
for(i=0;i<12;i++){
}
fprintf(fp,"set arrow %d from ",i+21);
fprintf(fp,"nohead ls 3 \n");
for(j=0;j<3;j++)
}
j!=2?fprintf(fp," %f,",vec0[i][j]):
fclose(fp);
fprintf(fp," %f ",vec0[i][j]);
return(0);
fprintf(fp,"to ");
for(j=0;j<3;j++) }
108 Mecánica del Rígido
ψ=0° °
ψ=0° ° θ=45
φ=30°
φ=30
θ=45°
El script
Una vez corrido el programa de más arriba, se obtiene un archivo, <arrphithe> en este caso. Además se obtiene una salida
en la pantalla que se puede canalizar mediante un pipe, en este caso se denomina <rotaphithe>. Los dibujos se ejecutan
mediante el siguiente script.
29. Ejercicio: Haciendo uso del programa anterior, dibuje dos rotaciones con-
secutivas de los ángulos de Euler de tal modo que se muestre ópticamente que
las rotaciones no son conmutativas
eje z, luego alrededor del eje y, para finalmente hacer una rotación nueva-
mente a lo largo del eje de las z
En efecto, el producto de las tres rotaciones se escribe como, ver ecuación 8.11:
à !à !à !
cos ψ sin ψ 0 cos θ 0 sin θ cos φ sin φ 0
M = − sin ψ cos ψ 0 0 1 0 − sin φ cos φ 0 (8.11)
0 0 1 − sin θ 0 cos θ 0 0 1
La nueva matriz M se obtiene de hacer las tres operaciones matriciales. Una vez
efectuado las operaciones la única matriz que resulta está expresada en la ecuación
8.12
à !
− sin φ sin ψ + cos φ cos ψ cos θ + cos φ sin ψ + sin φ cos ψ cos θ − sin θ cos ψ
− sin φ cos ψ − cos φ sin ψ cos θ + cos φ cos ψ − sin φ sin ψ cos θ + sin θ sin ψ (8.12)
+ sin θ cos φ + sin θ sin φ cos θ
Hay que hacer notar varios puntos en la nueva matriz de rotación, a saber, que la
rotación alrededor del eje de las y tiene un sentido contrario al de las rotaciones
sobre los otros ejes y que las matrices en cuestión, al ser un tipo de matriz unitaria,
la matriz inversa es igual la simétrica.
110 Mecánica del Rígido
31. Ejercicio: Haciendo uso de los números complejos encontrar las rota-
ciones en dos dimensiones. Mostrar que es isomorfo a las rotaciones con las
matrices reales de rango 2.
u0 = αu + βv (8.13)
v 0 = γu + δv (8.14)
Hay que ver la expresión 8.14 como una rotación del vector con componentes u, v
para convertirse en u0 , v 0 . Infelizmente no estamos en condiciones de dibujar dihos
vectores ya que una componente compleja necesita un plano y al tratarse de dos
componentes necesitariamos un espacio de dimensión 4 lo cual no es automático.
8.5 Los Parámetros de Klein-Cayley 111
à !à ! à ! à !
† α β α∗ γ ∗ αα∗ + ββ ∗ γγ ∗ + δδ ∗ 1 0
RR = = =
γ δ β ∗ δ∗ α∗ γ + β ∗ δ γγ ∗ + δδ ∗ 0 1
los cuatro términos (dos de los cuales son complejos, y dos son reales) de la matriz
RR† = R† R son iguales a cuatro ecuaciones a saber,
αα∗ + ββ ∗ = 1 (8.15)
γγ ∗ + δδ ∗ = 1 (8.16)
Real[γγ ∗ + δδ ∗ ] = 0 (8.17)
Imag[γγ ∗ + δδ ∗ ] = 0 (8.18)
112 Mecánica del Rígido
αα∗ + ββ ∗ = 1 (8.19)
que no es otra cosa que una invariancia del módulo del vector r ante la transfor-
mación unitaria R. Ello es equivalente a decir que una transformación unitaria en
8.7 Klein-Cayley y los ángulos de Euler 113
que no es otra cosa que una transformación ortogonal al estilo de las matrices con
los ángulos de Euler.
Veamos cómo se realiza dos rotaciones sucesivas. Para ello necesitamos una ma-
triz bidimensional R1 , a continuación se obtiene sucesivamente otra rotación, R2 .
La matriz resultante es RT = R2 R1 , a saber
à !à ! à !
α 2 β2 α1 β1 α1 α2 + γ1 β2 β1 α2 + δ1 β2
RT = =
γ2 δ2 γ1 δ 1 α1 γ2 + γ1 δ2 β1 γ2 + δ1 δ2
para terminar con la tercera rotación, nuevamente a lo largo del nuevo eje de las z
esta vez un ángulo ψ, que, análogamente a la rotación en φ da
à !
eiψ/2 0
Rψ = −iψ/2
0 e
Se puede dar una representación mas “visual” de un vector que rota en el espacio
de tres dimensiones haciendo uso de las llamadas matrices de Pauli, a saber
à ! à ! à !
0 1 0 −i 1 0
σx = σy = σz =
1 0 i 0 0 −1
Entre paréntesis, las tres matrices de Pauli y la matriz unidad δij se forma un
espacio vectorial de cuatro dimensiones. Es decir cualquier matriz 2 × 2 se puede
escribir como una combinación lineal de estas cuatro matrices que se acaba de
introducir.
8.8 Las Matrices de Pauli 115
9.1. Introducción
Ya hemos visto que los grados de libertad del rígido alcanza a 6. Hemos visto asi-
mismo que si un rígido posee un punto fijo, sólo le quedan tres grados de libertad.
Los mismos que es fácil de encontrarlos, a saber, se asume que una barra se ha-
lla fija dentro del rígido, entonces no sólo la barra tendrá una longitud constante,
sino que la distancia de los extremos de la barra al centro de giro también serán
constantes. Ello involucra, 3 × 2 coordenadas lo que hace 6. Hay que restar las
relaciones de vínculo que son las distancias tanto de la barra como desde los ex-
tremos al centro de coordenadas –que coincide con el punto fijo del rígido, lo que
da 3 relaciones de vínculo. La resta de las coordenadas y las relaciones de vínculo
es 3. Es habitual tomar estos tres grados de libertad los ángulos de Euler.
Como se ve de la figura 9.1 la velocidad tangencial en la curva circular plana se
escribe como
v =ω×r (9.1)
O’
dα
v
A
φ r
O
Figura 9.1: Una rotación definida por un elemento de ángulo dα que proviene
de hacer un giro infinitesimal/indexgiro infinitesimal en función de la velocidad
angular, ω, define una velocidad v tal que v = ω × r. El módulo de la velocidad
se escribe como v = ω sin φ · r. El ángulo φ se escribe como φ = arcsin(O0 A/r).
Finalmente, no sólo puede rotar un cuerpo rígido en un punto fijo, sinó que tam-
bién este punto pivote puede tener un movimiento en el espacio, digamos con
velocidad u, entonces la velocidad v de un punto fijo del rígido se escribe como
v =u+ω×r (9.2)
1Z 1Z
T = dm · v2 = dm · (ω × r)2 (9.3)
2 2
Desarrollando el producto vectorial, con un poco de álgebra la energía cinética se
convierte en
1
T = Iij ωi ωj (9.4)
2
Si se desarrolla la contracción del tensor Iij de la expresión 9.4 aparece un signo
menos en cada sumando del tensor cuando éste posee índices cruzados, de tal
modo que hay que ver al tensor como
Ixx −Ixy −Ixz
Iik = −Iyx Iyy −Iyz
−Izx −Izy Izz
32. Ejercicio: Encontrar el momento de inercia de una barra homogénea de longitud L, ver la figura 9.2,
izquierda
Z L
x3 L L3
Iyy = dxx2 = | = (9.7)
0
3 0 3
120 Mecánica del Rígido II
y
dx
Figura 9.2: A la izquierda una barra, perpendicular al eje de cuyo momento se de-
sea encontrar, mientras que a la derecha una esfera maciza a la que hay suminstrar
los momentos de inercia con respecto a un eje que pase por el origen
si el eje es paralelo al anterior y pasa por el centro de la barra (línea punteada) queda
Z +L/2
0 x3 L3
Iyy = dxx2 = = (9.8)
−L/2
3 12
no olvidar que la densidad, en este caso, considerándola igual a 1 kg/m, la masa total es igual a M = 1 × L kg.
Por lo que las dos expresiones de arriba se encuentra como Iyy = M L2 /3 y Iyy 0 = M L2 /12 respectivamente.
33. Ejercicio: Encuentre el momento de inercia de una esfera homogénea de radio R con respecto a un eje
que pasa por el centro de la misma, ver figura 9.2, derecha
Como quiera que todos los momentos de inercia son equivamentes, encontremos la suma de los tres momentos
de inercia quedando para cada eje
Z Z Z
Ij = dr r2 dΩ (x2i + x2k ) (9.9)
sumando tres de las expresiones 9.9 y dividiento entre 3 se obtiene el momento de inercia pedido, empero, en la
integral triple resultande se obtien dos veces r2 , quedando
Z Z Z Z R
1 1 8 5R 8 2
I= 2r2 r2 dr dΩ = 4π 2dr r4 = r |0 = π R5 = M R2 (9.10)
3 3 0
15 15 5
34. Ejercicio: encuentre el momento de inercia con respecto a un eje que pasa a lo largo de un cilindro
homogéneo de radio R y longitud L
9.2 Momentos de Inercia 121
Figura 9.3: un cilindro homogéneo, Rde “altura” L y de radio R. El eje es el eje geo-
métrico del cilindro. La fórmula es dmρ2 , donde ρ es la distancia perpendicular
al eje.
dm = dV = ρdρdθdz (9.11)
donde z es la variable del eje del cilindro. El ángulo acimutal en el plano de la base del cilindro es θ. El radio
vector paralelo al plano de la base es ρ. El momento de inercia es entonces
Z Z Z
1
I= ρdρρ2 dθdz = M R2 (9.12)
2
simple de la flecha. Es decir, un vector, que ahora indicamos por sus componentes
cartesianas, se representa como una terna de números, a saber, xi i = 1, 3 posee
la propiedad de que ante una rotación del sistema de referencia los tres números
se transforman en otros tres números (en el nuevo sistema rotado de referencia)
que están relacionados linealmente con los anteriores a traves de las siguientes
relaciones
x̄1 r11 r12 r13 x1
x̄2 = r21 r22 r23 x2
x̄3 r31 r32 r33 x3
35. Ejercicio: Sea un vector de componentes (3,6); encuentre –en dos dimensiones, las componentes del
mismo vector en un sistema rotado con respecto al inicial. Datos el ángulo de rotación α = π/6
La matriz de rotación es
³ ´
cos α sin α
R=
− sin α cos α
√ √
Aplicando a la matriz columna (3,6), se obtiene ( 3/2 × 3 + 1/2 × 6, −1/2 × 3 + 3/2 × 6), es decir
(5.598,3.696).
y
x’
y’
Figura 9.4: Encontrar los ejes principales de inercia del cuadrado de lado a que
originalmente está dado en el sistema x, y. El sistema de ejes que diagonaliza al
tensor de inercia es el x0 , y 0 .
diagonal. Esto es posible en vista de la forma simétrica del tensor. Ello involucra
raíces reales para la ecuación característica que sirve para sacar los autovalores de
la matriz.
Hemos visto que el doble de la energía cinética de rotación no es otra cosa que
una combinación cuadrática de las tres componentes de la velocidad angular ω:
ωi . Llamando ξ, η, ζ a los cocientes de cada componente dividido por el doble de
la energía cinética de rotación se escribe como
1 = I1 ξ¯2 + I2 η̄ 2 + I3 ζ̄ 2 (9.16)
124 Mecánica del Rígido II
36. Ejercicio: Dada un cuadrado de lado a, en el sistema de la figura 9.4, encuentre los ejes principales de
inercia, así como los valores (diagonales) del tensor en ese sistema
Se encuentra los tres momentos de inercia, en el sistema x, y que se obtiene, (colocamos a=1[ ])
1 1
Ixx = Iyy = M Ixy = Iyx = M (9.20)
3 4
donde M es la masa del cuadrado. La ecuación característica es
µ ¶
1
3
−λ − 14
M det =0
− 14 1
3
−λ
Como regla general, hay que intentar desde el comienzo a encontar ejes de sime-
tría en el cuerpo para atrapar los ejes principales de inercia.
9.2 Momentos de Inercia 125
r × (ω × r) = ω r2 − r(ω · r) (9.26)
Z Z Z Z
Lx = ωx (x2 + y 2 + z 2 ) dm − ωx x2 dm − ωy xy dm − ωx xz dm (9.27)
escribiendo en función de los momentos de inercia Iij , ver ecuación 9.4, es decir
se escribe las tres componentes del momento angular del rígido como
una vez que la energía de rotación es una combinación bilineal de las componentes
de la velociad angular es fácil encontrar la identidad
∂T
Li = (9.31)
∂ωi
Sea un cuerpo esférico, en cuyo caso los ejes principales de inercia son en tres di-
recciones perpendiculares entres sí. Los tres momentos principales de inercia son
126 Mecánica del Rígido II
L L
w
w
L=I·ω (9.32)
en cuyo caso el momento angular tiene la misma dirección que la velocidad angu-
lar. En general estas direcciones no coinciden.
La construcción de Poinsot, ver figura 9.5, nos ayuda a construir los dos vectores
L y ω. Desde el centro del elipsoide se puede identificar al eje instantáneo de ro-
tación. Una vez encontrado el punto donde este eje corta al elipsoide, donde, se
construye una tangente en ese mismo punto. Entonces a partir del centro del elip-
soide se dibuja un vector perpendicular a la tangente antes construida, que posee
la dirección del momento angular L. En la figura 9.5 se presentan tres vectores,
por un lado el eje de simetría: tanto este eje como los vectores ω y L son coplana-
res. En el elipsoide prolate (“cigarro”) la velocidad angular se encuentra entre el
eje de simetría y el momento angular. En elcaso del elipsoide oblate (“plato”) es el
momento angular que se encuentra entre el eje de simetría y la velocidad angular.
37. Ejercicio: Encuentre el elipsoide de Inercia para un rectángulo de lados 1, 2 respectivamente. Dibuje la elipse
de inercia así como sus ejes principales de inercia
9.3 Las Ecuaciones de Euler 127
2 2 8 2
1= ξ + η 2 − 2 ξη (9.33)
3 3 3
Los coeficientes de la forma bilineal 9.33 son los momentos de inercia en el sistema dado por la figura 9.6, izquierda,
mientras que, en un sistema Cartesiano ξ, η la elipse de inercia se muestra en la figura 9.6, derecha.
√
5 13
Un cálculo inmediato suministra a través de la ecuación característica los autovalores 2
± 2
.
El script
switch=1 y(t)=b*sin(t)
set nokey set zeroaxis
if(switch==1)set encoding iso8 8591 #calculo de la inclinacion del eje
if(switch==1)set t post eps enhanced color solid tng2alpha=2*I12 /(I22 − Ixx )
if(switch==1)set o "f ig1 0 − 2.eps" alpha=0.5*atan(tng2alpha)
if(switch==1)set xlabel /Symbol /150" xx(t)=cos(alpha)*x(t)+sin(alpha)*y(t)
if(switch==1)set ylabel /Symbol /170" yy(t)=-sin(alpha)*x(t)+cos(alpha)*y(t)
I11 =2./3 if(switch==1)set size .4,.3
I22 =8./3 set yrange[-0.8:0.8]
I12 =2./3 set xrange[-1.5:1.5]
#los autovalores set size ratio -1
Ixx =2.5+sqrt(13)/2. set xtics 1
Iyy =2.5-sqrt(13)/2. set ytics 0.5
set para plot y(t),x(t),yy(t),xx(t) w l 1
a=sqrt(1./Ixx ) show var
b=sqrt(1./Iyy ) if(switch==0)pause -1
x(t)=a*cos(t) exit
y 0.5
1
0
ξ
−0.5
x −1 0 1
2 η
Una vez definida la velocidad angular ω como magnitud vectorial. Las rotaciones
físicas, ver figura 8.4 del capítulo 8, donde los ángulos positivos se orientan de
acuerdo a las reglas eurísticas de la mano derecha (a veces se llama también del
tirabuzón o bien contrario a las agujas del reloj, aunque ésta última imagen deja
de ser actual al no existir más relojes analógicos en los mercados). Como quiera
que hay dos ternas, entonces, los ángulos φ y ψ varían entre 0 y 2π, mientras que
el ángulo θ lo hace entre 0 y π sólamente.
Ahora se trata de descomponer la velocidad angular en los ejes x00 , y 00 , z 00 de la
figura 8.4, ejes solidarios al cuerpo rígido. Las componentes serán óbviamente
denominados como θ̇, ψ̇, φ̇, empero, dos de estas magnitudes circulares se hallan
definidas en el sistema x, y, z, a saber θ̇, φ̇; la restante a lo largo del eje z 00 fijo
en el cuerpo.
Ello involucra entonces
Si, como es deseable, se hace coincidir los ejes principales de inercia con los tres
ejes solidarios al cuerpo – en el caso de la ilustración 9.7 los ejes con dobles
primas, y para no complicar más las ecuaciones se supone que se trata de un
9.3 Las Ecuaciones de Euler 129
.
. ω φ π/2+θ
ψ θ
y"
z"
x" π/2+ψ
. ψ
θ
Figura 9.7: A la izquierda, una ilustración de las componentes del eje instantá-
neo de rotación ω, así como de los tres ejes sucesivos de rotación física, a saber,
θ̇, ψ̇, φ̇. A la derecha por otro lado, se muestran los ángulos que definen las com-
ponentes en los tres ejes x00 , y 00 , z 00 . La proyección de φ̇ en el plano x00 , y 00 posee
ángulos π2 − ψ y π2 + ψ con respecto al eje x00 e y 00 respectivamente
1 1
T = I1 φ̇2 sin2 θ + θ̇2 + I3 (φ̇ cos θ + ψ̇)2 (9.35)
2 2
Empero, se puede aún simplificar más. En efecto, en vista de que existe la identi-
dad entre dos momentos de inercia, entonces la elección del valor de ψ puede ser
cualquiera, en particular el valor nulo, entonces la expresión 9.34 se convierte en
130 Mecánica del Rígido II
ω1 = θ̇
ω2 = φ̇ sin θ (9.36)
ω3 = φ̇ cos θ + ψ̇
Se vuelve más adelante sobre este problema, por el momento se continúa la dis-
cusión sobre la rotación del rígido en ausencia de fuerzas.
Para entender el movimiento de un rígido, desde el punto de vista de dos sistemas
de referencia: uno fijo en el espacio y otro fijo en el cuerpo, que por el momento
imaginamos posee un eje de rotación fijo, sobre el que se encuentra el punto fijo,
llamado el pivote sobre el cual puede rotar el cuerpo, es necesario entender cómo
se visualiza las velocidades de cada punto del cuerpo desde ambos sistemas.
Para el observador que está fijo en el espacio, o mejor, que está observando al
eje de rotación en reposo –aunque no los puntos que se encuentran fuera del eje,
la velocidad de cada punto se puede escribir como (sólo hace falta la velocidad
angular ω)
dr
)e = ω × r (9.37)
dt
donde el subíndice “e” implica la palabra en el espacio. Si, por otro lado, se desea
ver desde el sistema de referencia en el cuerpo, es decir en un sistema de referen-
cia que ve al mismo punto fijo en el espacio, la velocidad de este punto (que es
cualquiera) será
dr
)c = r × ω (9.38)
dt
el subíndice “c” quiere decir en el cuerpo. No olvidar que en la ecuación 9.37 cada
uno de los puntos se hallan en el cuerpo, mientras qn en la ecuación 9.38 se trata
de los mismos puntos, pero, fijos en el espacio. En este último caso, el observador
fijo en el cuerpo, ve al eje y vector volocidad angular ω como moviéndose en su
propio sistema, aunque, como es lógico, con un sentido (a lo largo del eje) opuesto
al que lo ve el observador del espacio.
En general, se puede escribir en forma automática que la velocidad (en el sentido
de derivada temporal de “algo”) de una magnitud física vectorial visto desde el
espacio como el producto vectorial del momento angular visto desde ese sistema
9.3 Las Ecuaciones de Euler 131
de referencia por esa magnitud vectorial. Así si se trata del momento angular L se
puede ver su tasa de variación como ω × L. Recíprocamente, si se encuentra uno
el el cuerpo, donde por otro lado uno está calculando los momentos de inercia por
ejemplo, la tasa de variación del momento anguloar L será
dL
)c = L × ω (9.39)
dt
sin olvidar que el cambio de signo de ω ya fue tomado en cuenta. La ecuación
9.39 recibe el nombre de la ecuación de Euler. Escribiendo en componentes la
ecuación 9.39 se tiene
d
Lx = Ly ωz − Lz ωy (9.40)
dt
d
Ly = Lz ωx − Lx ωz (9.41)
dt
d
Lz = Lx ωy − Ly ωz (9.42)
dt
El momento angular, como se vio en las ecuaciónes 9.28-9.30, se escribe en el
peor de los casos como una combinación lineal de las componentes de la velocidad
angular ω. Si utilizamos un sistema de referencia apropiado que sean los ejes
principales de los momentos de inercia, entonces esa combinación linealse hace
más simple. A saber
Lx = Ix ωx Ly = Iy ωy Lz = Iz ωz (9.43)
donde los momentos de inercia sólo necesitan un subíndice, al ser los momentos
centrífugos nulos. En este caso las ecuaciones de Euler 9.39 toman una forma más
ordenada y fácil de reconocer mnemotécnicamente. Esta siguiente forma es la que
uno piensa cuando se dice las ecuaciones de Euler
d
Ix ωx = (Iy − Iz )ωy ωz (9.44)
dt
d
Iy ωy = (Iz − Ix )ωz ωx (9.45)
dt
d
Iz ωz = (Ix − Iy )ωx ωy (9.46)
dt
132 Mecánica del Rígido II
θ ω
c.m. θ
mg
φ
d
L=L×ω+N (9.47)
dt
siempre en el sistema del cuerpo. La ecuación 9.47 es la ecuación de Euler del
rígido con un punto fijo.
38. Ejercicio: Encontrar las ecuaciones de Euler para un giróscopo pesado que posee un punto fijo, donde
N se halla a lo largo del eje de los nodos
Se ve de la figura 9.8, derecha, cuando se colocan los ángulos de Euler como φ, θ, deseamos por simplicidad
que el momento de las fuerzas exteriores (el peso del trompo) pase por la dirección de la línea de los nodos. En
ese caso, las componentes del momento de las fuerzas N posee las siguientes tres componentes en el sistema del
cuerpo (es cero en la dirección del eje del trompo debido a que la componente de un vector a lo largo de los nodos
es cero)
Donde s es la distancia del centro de masa al punto de pivote y haciendo uso de la expresión 9.47 se encuentra
9.3 Las Ecuaciones de Euler 133
d
Ix ωx = (Ix − Iz )ωy ωz + mgs sin θ cos φ (9.49)
dt
d
Ix ωy = (Iz − Ix )ωz ωx − mgs sin θ sin φ (9.50)
dt
d
Iz ωz = 0 (9.51)
dt
donde s es la distancia desde el piso a lo largo del eje del trompo entre el piso y el centro de masa. De la expresión
9.51 se obtiene
Iz ωz = Nz = constante (9.52)
que de todos modos ya sabíamos. Sin embargo repetimos que para poder escribir las ecuaciones de Euler uno
debe tener en cuenta que el momento del peso debe estar escrito a lo largo del eje de los nodos.
39. Ejercicio: Sea un trompo simétrico y fijo en el punto del centro de masa. Encuentre el movimiento del
mismo sin fuerzas exteriores
De la tercera ecuación, similar a la 9.51, se encuentra que ωz = constante. Las otras dos ecuaciones se con-
vierten en
d
Ix ωx = (Ix − Iz )ωy ωz (9.53)
dt
d
Ix ωy = (Iz − Ix )ωz ωx (9.54)
dt
reemplazando las variables reales por una compleja, del modo siguiente, ξ = ωx + iωy las dos ecuaciones
anteriores se convierten en
d
Ix ξ = i(Iz − Ix )ξωz (9.55)
dt
ξ = ξ0 exp(iαt) (9.56)
Iz − Ix
α= ωz (9.57)
Ix
Colocando en la ecuación 9.57 los valores aproximados de los momentos de inercia Iz y Ix de nuestro oblato
esférico que es la tierra
Iz − Ix 1
∼ (9.58)
Ix 300
se obtiene (tomando ωz = 2π/(24 hr) se obtiene un período de precesión de aproximadamente 10 meses. Esta
“precesión” ha sido naturalmente encontrado en los polos de la tierra, aunque, por razones astronómicas, no es de
10 meses sino de aproximadamente 14 meses.
134 Mecánica del Rígido II
1 1
T = Ix (θ̇2 + sin2 θ φ̇2 ) + Iz (ψ̇ + cos θ φ̇)2 (9.60)
2 2
Encontrando el Lagrangiano se tiene
1 1
L = T − V = Ix (θ̇2 + sin2 θ φ̇2 ) + Iz (ψ̇ + cos θ φ̇)2 − mgs cos θ (9.61)
2 2
pφ = L0 pψ = L00 (9.62)
9.3 Las Ecuaciones de Euler 135
entonces
1
Ix θ̈ = (L0 − L00 cos θ)(L0 cos θ − L00 ) + mgs sin θ (9.64)
Ix sin3 θ
que hay que resolverlo para poder encontrar las libraciones o “precesiones”.
La ecuación 9.64 se parece a una ecuación generalizada del péndulo. Nosotros
trataremos de atacar este problema haciendo uso de la ecuación de la energía. La
energía total E que debe ser constante, tiene que resultar de integrar una vez la
ecuación 9.64. Volvamos pues a la ecuación de la energía cinética, 9.60, donde
se ha reemplazado todas las magnitudes ψ̇ y φ̇ gracias a las expresiones 9.63. Es
decir,
00
ψ̇ + cos θ φ̇ = LI3
(9.65)
Iz cos θ ψ̇ + (Ix sin2 θ + Iz cos2 θ) φ̇ = L0
eso quiere decir que las tres constantes L0 , L00 , E son las que se necesitan para
rebajar en un orden las soluciones. Sólo queda el reemplazar el siguiente cambio
de variables
s
du 2E L00 2mgs L0 − L00 u 2
= { − − u}(1 − u2 ) − { } (9.68)
dt Ix Ix Iz Ix Ix
entonces se puede despejar el tiempo, obteniéndose una integral elíptica de primer
orden. Es decir Z u
du
t= √ (9.69)
...
L00
ψ̇ + cos θφ̇ = (9.70)
Iz
2 0 00
Ix sin θ φ̇ = L − L cos θ (9.71)
u2 u1
Figura 9.9: La curva du/dt en funciń de u; como debe ser positivo, ya que es la
raiz cuadrada de una función cúbica, la que se presenta en la figura. Sólo puede
existir cuando el valor de u se encuentre entre u2 y u1 . Nótese que al ser el rango
negativo, se trata de valores en el hemisferio inferior, como debe ser.
pueden ser dos the los ángulos φ y θ. Empero, es tal vez mejor tratar de buscar
una ecuaciónd de primer orden haciendo uso de la conservación de la energía.
Derivando las anteriores ecuaciones se tiene
Por un lado se tiene la conservación del momento angular, a cuya amplitud llama-
mos C. La velociadad aerolar (multiplicado por 2) da
dS
2 = xẏ − y ẋ = l2 sin2 θ · φ̇ (9.79)
dt
La conservación de la energía, como ya lo habíamos anunciado da
1 2 2
ml (θ̇ + sin2 θ · φ̇2 ) + mgl cos θ = E (9.80)
2
138 Mecánica del Rígido II
obteniéndose finalmente
CZ u du 1
φ= · √ (9.85)
l2 1 − u2 ...
como se ve, la raiz es una función de tercer grado en u. De acuerdo a las funciones
elíticas, el movimiento de planta del péndulo se parece a la precesión de las órbitas
de los planetas, como el de mercurio. El dibujo, que se conoce con el nombre
de ojo de ave, define la trayectoria entre los valores de θ1 = arc cos u1 y θ2 =
arc cos u2 . Las órbitas quasi-elípticas “precesionan” un poco más lentamente que
los movimientos del péndulo en su órbita. Tanto el período de la “órbita” así como
el ángulo de precesión se encuentran con las integrales 9.69 y 9.72
Capítulo 10
δ0
|C|
δ
δ0−π
0
ω0 ω0
ω ω
xp = C cos(ω t − δ0 ) (10.5)
C(k − mω 2 ) = c (10.6)
x(t)
0
0 2π 4π
t
Figura 10.2: Las oscilaciones de resonancia entre las oscilaciones libres y las for-
zadas, cuando la frecuencia de oscilación de unas y otras tienden entre si
1. Cuando p < ω
q
ρ1
= −p ± i ω 2 − p2 (10.15)
ρ2
que para algunas condiciones de borde se puede escribir la solución como
q
x ∼ e−pt sin ω 2 − p2 t (10.16)
2. Cuando ω < p, al existir dos raíces reales las soluciones se pueden escribir,
siempre para algunas condiciones de borde sencillas como
q
−pt
x∼e sinh ω 2 − p2 t (10.18)
| C | iω1 t−δ
xp =| C | cos(ω1 t − δ) = [e + e−iω1 t+δ ] (10.21)
2
ω 2 − ω12 − 2ipω
e2iδ = (10.24)
ω 2 − ω12 + 2ipω
de esta última expresión 10.24 se puede escribir (ya que el cociente entre un núme-
ro complejo dividido por su complejo conjugado no es otra cosa que un exponente
con argumento imaginario e igual a 2iδ con δ la fase del numerador)
1 e2iδ − 1 2pω1
≡ tan δ = − 2 (10.25)
2iδ
ie +1 ω − ω12
a
|C|
0
ω
ω1
0
a
b
δ
c c
ω
ω1
Para el caso de la llamada estática se puede hacer uso de las ecuaciones de La-
grange de primera especie siempre que se considere en dichas ecuaciones, a saber,
i
X ∂
mk ẍk = Xk + λi φi (A.1)
i=1 ∂xk
T
m1 g
φ
l
2
Rp
l1
m2
Rb Rb
T
mg
Rp mg
φ
φ
m1 Rp
Figura A.1: Una barra no homogénea que se apoya en la pared vertical y la es-
quina. La barra se puede considerar sin peso pero en los extremos se colocan dos
puntos materiales con masas m1 = m ll2 , donde m es la masa total de la barra y li
se ilustra en la figura
mientras que los ejes de las ordenadas que pasen paralelo a la pared vertical) de
la masa que se halla en contacto con la pared vertical, mientras que se denomina
a las coordenadas de la otra masa m2 como x2 , y2 , se puede escribir en función
de la única coordenada generalizada que se ha elegido como el ángulo φ ilustrado
en la figura.
Es automático ilustrar que
por otro lado, de los triángulos de fuerzas de la derecha de la figura A.1 se obtiene
fácilmente las reacciones, a saber
∂ ∂ ∂ ∂
φ
∂x1 1
=1 φ
∂y1 1
=0 φ
∂x2 1
=0 φ
∂y2 1
=0
∂ ∂ ∂ ∂
φ
∂x1 2
= −2(x2 − x1 ) φ
∂y1 2
= −2(y2 − y1 ) φ
∂x2 2
= 2(x2 − x1 ) φ
∂y2 2
= 2(y2 − y1 ) (A.9)
∂ ∂ ∂ ∂
∂x
φ3 = y2 ∂y
φ3 = a − x2 ∂x
φ3 = −y1 ∂y
φ3 = −a + x1
1 1 2 2
Se debe aclarar que todos los λi son constantes, y además, sólo el λ1 tiene di-
mensiones de fuerza, mientras que los otros coeficientes de Lagrange tienen di-
mensiones de fuerza por longitud. Sea como fuere todos estos coeficientes son
constantes.
148 Las Ecuaciones de Lagrange de 1a Especie
y
x
0
φ
m
x, y
Figura A.2: Punto material con un hilo de longitud l donde pende la masa m. Se
observa el ángulo φ que puede considerarse como una coordenada generalizada
Sin embargo, todos los 4 coordenadas son incógnitas, además de los coeficientes
de Lagrange λi que son tres. Ello involucra que se tiene necesidad de otras rela-
ciones, en número 3, y que son las funciones de vínculo φi = 0. Es relativamente
fácil el identificar estos coeficientes de Lagrange con las reacciones de más arriba.
Si se desea encontrar la dinámica de este problema se encuentra uno con desafíos
algebraicos un tanto árduos. Por lo que se monstrará la dinámica con la ecuación
de Lagrange de 1a especie, sólo el problema del péndulo matemático.
A continuación se presenta las ecuaciones del péndulo matemático, ver figura A.2
haciendo uso de las ecuaciones de Lagrance de 1a especie.
Las ecuaciones de Lagrange de primera especie para un punto material con una
ecuación de vínculo
φ(x, y) = x2 + y 2 − l2 (A.14)
donde λ es una constante dividada por m. Derivando una vez la ecuación A.14 se
obtiene
ẋ y
=− (A.16)
ẏ x
derivando otra vez se tiene
reemplazando en la segunda ecuación A.15 se tiene dos ecuaciones con dos in-
cógnitas
ÿy − ẍx = −gy
(A.19)
−x ẋÿ + ẏx2 ẍ = y ẋẏ 2 − xẏ 3
2