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El arte de Vivir, Juan Luis Lorda

(Comentario)
Moral es el arte de vivir, de vivir bien. “El arte de vivir como un ser humano”, nos dice
el autor y conforme leía el libro profundizaba en ello, comprendía que la moral y la
libertad están más ligadas y unidas de lo que creía, reflexionaba que educar en la libertad
es uno de los mayores bienes que podemos dar, educar para que libremente se elija hacer
el bien. La moral incluye ir poco a poco educando nuestras inclinaciones egoístas para
dar paso a la grandeza de vivir para Dios y los demás, esto es lo que nos enseñan los
mandamientos “el arte de poner en orden los amores del hombre”.
Estamos llamados a salir de nuestro egoísmo que nos limita y condiciona y que nos impide
tener una escala de valores coherente a lo que somos “Hijos de Dios”; “amándole con
todo el corazón con todas nuestras fuerzas1” a la vez que a nuestro prójimo; amando,
respetando y cuidando todo aquello que nos rodea. Ser conscientes que estas tres
realidades nos imponen deberes y por lo tanto una respuesta moral que es algo vital para
el ser humano, la tarea del hombre es ordenar coherentemente en su vida y desde Dios
todo lo que existente.
Menciona el autor que es necesaria la educación de los sentimientos, de la conciencia,
para amar la conducta recta y sentir repugnancia por la conducta desordenada. Cuando
educamos nuestros sentimientos ya no nos dejamos llevar por nuestra concupiscencia ni
por lo sensible, sino que buscamos la rectitud en nuestro actuar y amamos la belleza que
late en elegir el bien.
El autor se detiene a profundizar mucho a lo largo de todo el libro sobre la conciencia, la
cual necesita una educación delicada, una formación exquisita en la doctrina cristiana
para poder juzgar bien, necesita tener principios, valores que le ayuden a descubrir la
verdad y ordenar el corazón del hombre, forjando su la voluntad, para vencer los tres
frentes de nuestra debilidad humana: 1) El atractivo desordenado de los bienes; 2) La
pereza; 3) La presión social. Mediante la práctica de las virtudes y con ayuda de la gracia
divina sino seria mero pelagianismo.

Me ha parecido un libro estupendo que cala la mente y el corazón de una forma muy
práctica pues toca temas esenciales y de gran actualidad (consumismo, naturaleza, vida).
Sin duda es un libro para profundizar, para orar con él y pedir al Señor que la belleza de
la moral cristiana se conozca; descubriendo que no se trata de normas o principios sino
de una persona real e historica2, Jesucristo. La moral cristiana se trata de la participación
de la vida divina de la vida, de la vida de Cristo. Un libro que te invita a la vida divina.

Gloria Guadalupe Hernández Hilerio

1
Dt 6,5
2
Guardini

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