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INTRODUCCIÓN
El síndrome antifosfolipídico (SAF) es una reconocida causa de complicaciones en el embarazo, su
tratamiento exige un abordaje multidisciplinario médico-obstétrico, así la intervención terapéutica
basada en la combinación de ácido acetilsalicílico y heparina. Importantes limitaciones de los
estudios existentes, conllevan a cierto grado de consenso en la recomendación del tratamiento
combinado en mujeres con trombosis y/o muertes fetales previas. Las pacientes con historia
exclusiva de abortos tempranos son el grupo en el que más se debate sobre la actitud a seguir, si
bien el ácido acetilsalicílico en monoterapia sigue siendo una opción. En cualquiera de las
situaciones, es fundamental una correcta tromboprofilaxis periparto en todas las mujeres con
anticuerpos antifosfolipídicos
OBJETIVO:
Establecer, mediante la bibliografía médica existente estrategias de tratamiento sistematizadas,
junto con la eficacia de los esquemas terapéuticos que se pueden instituir en la gestante con
Síndrome antifosfolipídico
MATERIALES Y METODOS
Se realizó una búsqueda una exhaustiva búsqueda bibliográfica en bibliotecas virtuales Cochrane,
Pubmed, Latindex distintas revistas médicas además de protocolos de actuación que fueron
revisados y publicados durante los últimos 2 años de las que se extrajo la información más relevante
para abordar este tema.
CONCLUSIONES:
El síndrome antifosfolipídico (SAF) es una enfermedad autoinmunitaria caracterizada por el
desarrollo de trombosis y morbilidad obstétrica este estudio se ha llevado a cabo con el fin de
revisar y analizar en la bibliografía existente acerca de los diferentes esquemas de tratamiento en
pacientes con y sin antecedentes de trombosis previa a la gestación se ha determinado que ningún
esquema terapéutico ha eliminado las pérdidas fetales, la administración del tratamiento
antitrombótico no previene las complicaciones asociadas a la insuficiencia placentaria como la
preeclampsia (PE) y la restricción del crecimiento intrauterino (IUGR).
Si bien existe cierta polémica al respecto del manejo ideal de las diferentes situaciones clínicas, la
anticoagulación indefinida es aceptada de forma general; En pacientes con SAF y antecedente de
trombosis los expertos recomiendan anticoagulación profiláctica durante todo el embarazo y 6
semanas después del parto; sin embargo, el tratamiento en mujeres que no han presentado evento
trombótico no ha sido bien definido un esquema terapéutico En la actualidad existen modalidades
de tratamiento, tales como: recambio plasmático y uso de inmunoglobulinas intravenosas a altas
dosis. no están todavía establecidas, se realizan estudios terapéuticos al azar multicéntricos por lo
que puede en un futuro cercano alcanzarse una estandarización en el tratamiento
Presentación del caso: Paciente gestante de 32 años quien cursa su tercera gesta de 34 semanas de
gestación, con antecedentes de haber presentado tromboembolismo pulmonar y abortos. Es
admitida en el hospital durante su último trimestre de embarazo por presentar manifestaciones
purpúricas petequiales en los miembros inferiores, o aumento del volumen con dolor en forma de
tensión, en el miembro inferior derecho, debido a trombosis venosa iliofemoral. En el momento de
admisión presentaba trombocitopenia (50 x 109 /L), con velocidad de sedimentación globular
acelerada (90 mm/ h), hemoglobina: 112 g/ L, y hematócrito: 0,33 L/L, determinación de
positividad por anticuerpos antifosfolipídicos. Se inició tratamiento con prednisona (30 mg/ día) y
anticoagulación con heparina, por encontrarse cercana al tiempo de parto. Evolutivamente, se logró
maduración pulmonar fetal, se realizó operación cesárea, y se obtuvo un recién nacido con buena
vitalidad.
Discusión: El espectro clínico del síndrome antifosfolípidos oscila desde un paciente con
manifestaciones menores, hasta aquellos con síntomas mayores, o la presencia de títulos elevados
de anticuerpos antifosfolipídicos, sin síntomas. La terapia en gestantes con síndromes de este tipo
mediante el uso de esteroides y antiagregantes plaquetarios o anticoagulantes reduce
significativamente la mortalidad fetal. El espectro clínico del síndrome antifosfolípidos oscila
desde un paciente con manifestaciones menores, hasta aquellos con síntomas mayores, o la
presencia de títulos elevados de anticuerpos antifosfolipídicos, sin síntomas los abortos y muertes
fetales repetidas son expresión del fenómeno trombótico e isquémico, que se produce.