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BOSTER

Agustin Haedo
16/02/19
Capítulo 1: Atarashī sekai

Tora
Está totalmente oscuro, el joven se va guiando solo por el contacto de la pared, esta se siente tibia
casi caliente y tiene una formación rocosa. En el ambiente casi no corren brisas, por el momento la
situación se le hace extraña, está en una cueva de eso no tiene dudas, el problema consiste en que en
sus viajes de reconocimiento cerca de su pueblo, nunca encontró una cueva donde las paredes no
estuvieran frías. Intenta hablar, pero algo se lo impide. ¡CATAPLÚM! El sonido aparece en la otra
parte de la cueva, una luz intensa que sale de ese lugar ilumina el camino a seguir. El joven se
acerca al lugar de donde sale el destello, sin antes notar una llama, no le parecería raro sino fuera
porque esta se mantenía encendida sin un combustible, aparte de emitir un color rojo mezclado con
negro carbón.

Soy consciente de que un mago puede sacar un elemento de sus manos o en alguna parte del cuerpo
a través de runas, pero tengo entendido que una vez que toque cualquier lugar no proveniente de la
runa, este se perderá en la nada. ¿cómo es posible que esta se mantenga en pie?

Todo eso pensaba mientras miraba la llama, una vez que se decide acercarse, más destellos de luz
aparecen en el lugar, las cuales llaman su atención y logra ver la confrontación de dos magos de
fuego.
A la vez que la batalla estaba más encendida, el calor subía. El joven se dio cuenta que la situación
estaba a otro nivel, el aun con la capacidad de soportar temperaturas grandes, el calor lo estaba
sofocando, no lograba distinguir a ninguno ya que solo podía ver las sombras que aparecían con
cada choque de fuego, lo único con lo que lograba distinguirlo era por el color de las llamas que
brotaban de sus manos, uno era el color rojo con negro carbón ya mencionado y el otro era un rojo
naranja.
La batalla duro solo unos segundos más, hasta que el mago de las llamas rojo naranja cae al suelo
después que una bola de fuego lo atraviesa de lado a lado.
El joven se da cuenta de un cambio de brusco en el escenario, la temperatura descendió a gran
velocidad y todo se tornó de un color cían mientras miraba el cuerpo tendido en el suelo. De repente
entre sus pies corría niebla, de la entrada aparece un hombre tapado desde la cabeza hasta los pies,
con botas de cuero de las cuales casi no se escuchaban sus pisadas, y la túnica con la que tapaba
toda la cabeza junto con un pañuelo que cubría su rostro, todo de un color negro, pero aun así se
lograba ver el maltrato de su traje.
El hombre se acerca a la persona tendida en el suelo, una vez que lo observa, empieza a recitar unas
palabras y de sus manos cinco runas de color violeta sobresalen, en tan solo un instante un tornado
invertido con el color de la runa con brillos se crea encima del cuerpo. El joven se cubre con los
antebrazos, tratando de que ráfagas de la niebla causado por el tornado no le pegue en los ojos,
luego escucha un grito, del cual proviene del cuerpo, intenta ver qué sucede, pero es ahí donde se
levanta del sueño con su amigo gritándole

- ¡Tora! Deja de gritar- se veía la cara enojada de su amigo desde la otra cama
- otra vez tuve ese sueño- le dice Tora mientras se acomoda en su cama, la cual está del lado
derecho a la ventana.
- sí, lo note pedazo de gritón-
- lo siento Constantin, pero esta vez casi veo al mago, hizo cinco runas, de un color violeta ¡cinco
runas! -
- fue un sueño Tora -
- yo voy a llegar a ese poder, estoy seguro de eso- una runa roja es creada en su mano derecha y una
llama sale de ahí.
- ¡Tora La cortina! - grita Constantin mientras tira un proyectil de agua hacia la tela encendida
- ¡ahhhflelelflfle! - fue lo que se escuchó del chico cuando se asustó al ver el fuego de la cortina

Julieta y Martín
- ¡Martín cuidado! - es lo que escucha el chico antes de cruzar la calle, una vez quieto ve pasar un
auto frente al a una gran velocidad.
-uff por poco- exclama el chico mientras un escalofrió recorre toda su espalda moviéndose
involuntariamente por el disgusto de esta.
- ¿Qué te pasa? ¿por qué tan pensativo? - pregunta Julieta quien se pone a la par de el.
- Estoy preocupado por la evaluación de hoy-
- De seguro es porque no estudiaste-
- Claro que sí, pero aun así estoy algo nervioso- exclama el chico con un tono enojado por la
contestación.
- Tranquilo, no parece tan difícil-
- Lo dice la chica que tiene una memoria fotográfica-
- Sabes que no es mi culpa que seas un vago para estudiar- contesta la chica mientras se toca su pelo
de color castaño dorado

los dos se quedaron callados durante un momento mientras caminaban juntos hacia la escuela, ella
vestida con un chupín negro y una remera blanca, mientras que él iba de gime azul y una remera
negra con el logo de los Rolling Stone.

- ¿Ya sabes que es lo que vas a estudiar en la universidad? - pregunta Julieta rompiendo el silencio.
El chico se sujeta su mentón mientras contesta- Creo que voy a estudiar algo que tenga que ver con
la informática -
- Para ser sincera no te veo para eso-
- ¿A qué se debe? - lo observa Martín con mirada desafiante
- Eres pésimo en matemáticas-
- ¿Te digo a donde va tu comentario…? - contestaba Martín hasta que fue interrumpido al ver
ráfagas de viento que lo estaban rodeando- ¿Que sucede? - pregunta, hasta que sobre sus pies se
forma un remolino de color violeta con brillo, como si estuviera viendo las constelaciones en una
noche sin luces artificiales. Por un momento Martín se siente cansado, pero eso se acaba cuando ve
su cuerpo caer al suelo a su espalda. Julieta tiene la misma reacción de terror que Martín al ver lo
que sucede, pero aun así ella reacciona más rápido e intenta agarrar lo que parece ser la esencia del
Martín, el cual de a poco es tragado por el remolino como si fuera arena movediza. Sus esfuerzos
son en vano, ya que ella tropieza y cae también en el remolino. Los dos giran sin parar gritando con
fuerzas por la adrenalina obtenida hasta quedar inconscientes.
Martín

Martín se despertó con un poco de dolor de cabeza, le hacía recordar a cuando se subió obligado por
Julieta a la montaña rusa ya que ella no quería ir sola. Al levantarse encuentra un vaso de madera
con agua, encima de una mesa de luz, se sienta en la cama y la toma, al terminar ve en su panza una
gran cicatriz, igual a una gran quemadura, también ve que solo lleva puesto pantalones, de una tela
muy suave, del cual no tiene idea que es.

¿Qué es esto? ¿Qué es lo que está sucediendo? ¿Dónde está Julieta? -se preguntaba el joven
mientras se levantaba de la cama abrumado por la situación.
Al pararse empieza a recorrer el lugar, lo cual descubre que es una cabaña acogedora, toda de
madera. Ve unas botas en la entrada junto con una remera un tanto anticuada, corte en v exagerado y
todo blanco, con una tela la cual parecía ser casi traslucida. Se levanta de la cama sintiéndose un
poco débil, empieza a caminar lentamente hasta acercarse a la ventana donde ve a un hombre
sentado en una gran roca mirando el monte que no parecía tener fin.
- ¿Quién es el? ¿Qué es este lugar? Ahh tantas preguntas, maldita sea- golpea el marco de la
ventana con fuerza, por un momento se asusta pensando que el hombre lo iba a escuchar, pero este
ni se percata, va a la entrada y se pone las prendas mencionadas para salir en dirección al hombre.
Al acercarse se da cuenta que es un viejo quien está sentado, con barba completamente blanca y
cabello relativamente corto medio platinado, vestía una ropa oscura y bastante maltratada.
- ¿Ya te despertaste Paidí? - pregunta el viejo mientras dirige la vista hacia Martín
- ¿Pai qué? ¿Quién es usted? ¿Dónde estoy? -
el viejo lo mira con sorpresa – ¿No eres Paidí? Si es así, creo que falle-
- ¿Fallar en qué? ¡Sabe que! mejor devuélvame a mi casa-
- no puedo, no tengo idea de cómo-
-por supuesto que sí, dígame que colectivo tomar y listo-
- ¿colectivo? Creo que deberías escucharme- el viejo se levanta de la roca y empieza a contar- Mi
nombre es Gimok, antes tu cuerpo había una persona llamada Paidí quien era mi aprendiz, él fue
atacado por un full y murió en la batalla. Encontré el cuerpo una hora después de lo sucedido, en un
acto desesperado utilicé la magia de controlar almas más allá de los límites, tratando de recuperar a
mi alumno, pero por alguna razón traje a otra persona de otro mundo -
Ustedes sin duda en este momento no deben entender nada de lo que sucede, pero les aseguro que
nuestro joven protagonista está en la misma situación, Martín se frota la cara, mientras intenta
razonar algo de lo dicho – me estás diciendo que estoy atrapado en un mundo con magia ¿algo así
parecido a cuando Ash viaja al pasado por culpa del Necronomicón? ¿También me acabas de decir
que este no es mi cuerpo? Ahora entiendo lo de la vestimenta-
-No sé qué es eso, pero creo que comprendiste y si, ese no es tu cuerpo- contesta el viejo.
- ¿y Julieta? Ella cayo conmigo, entramos juntos a eso que parecía ser un tornado chupa almas -
pregunta Martín acordando se de lo ocurrido, los gritos, el viento, el miedo.
- No lo sé – contesta el viejo con mirada fría, de hecho, durante la charla que tuvieron, el viejo no
mostró ni un solo gesto que indique no ser un robot.
Martín se sienta en el suelo, tratando de asimilar lo que está viviendo en este momento, un gran
conjunto de sentimientos se apodera de su pecho, casi llegando a llorar.

muy bien, estoy en un mundo mágico, sin saber dónde está Julieta y no tengo idea de cómo volver a
casa, supongo que necesito tiempo para averiguar ambas cosas, ahora estaría bueno saber porque
mataron a mi otro yo, que raro decir eso…. también tengo que tratar de saber cómo seguir en este
mundo vivo

eso pensaba el chico mientras miraba el cielo, como si buscara una solución en alguna nube. El
chico se levanta y mirando al viejo empieza a hablar. – Algunas preguntas, pero, antes que nada, mi
nombre es Martín, vengo de la tierra, no sé qué número de universo será, ni siquiera sé si es como
en un cómic, tengo 18 años y estoy por terminar la secundaria, ahora vamos con las preguntas,
primero ¿Que mierda es un full? -
- Un full es un mago que supera los límites tanto físico y mágico alcanzado por cualquier otro
mago- contesta el viejo sin hacer ni un solo gesto que pareciera tener emoción
- ¿Me estás diciendo que un semis-dios me mato? -
- supongo que para vos son esa es la representación de un full en tu mundo- el viejo se da vuelta
mirando al mismo lugar que estaba viendo, antes de que le hablara Martin. -Si, te veían como un
enemigo en ascenso, no podían permitir que siguieras avanzando con tu magia-
- ¿Y cómo fue que morí? - pregunta el joven.
- no estuve en el momento, pero por lo visto, fuiste alcanzado por una bola de fuego que paso por tu
estomago de lado a lado, como ya te dije, llegué a tiempo para regenerar el cuerpo, pero no para
salvar la vida de Paidí-

-ok… supongo que nos encargaremos de ocultar mi identidad para que eso no ocurra otra vez, otra
cosa es que me hablas de magos como si fuera algo natural, a que le llamas magia ¿Eres algo así
como el chico de la cicatriz en la frente o la utilizan como en esa donde es la edad media con orcos
y todo eso?
-De acá en adelante, ahórrate tus comentarios, no entiendo nada de tus referencias, ahora observa-
Gimok alza su mano derecha en dirección a la roca, de ella sale una runa celeste y a una gran
velocidad sale disparada una escarcha que impacta contra la roca donde estaba sentado,
congelándola por completo. Para sorpresa de Martín todo esto lo logra ver en cámara lenta,
pudiendo analizar cada uno de los movimientos echo por el viejo mago – ¿esto en tu mundo existe?
- pregunta el viejo una vez echo la acción.
-claro que no, bueno quizás en algún anime, pero no importa, eso fue sorprendente- contesta el
chico con gran asombro, por alguna razón siente que en sus manos se concentra una gran energía y
copiando cada uno de los pasos logra crear una runa celeste, del cual sale una pequeña bola de
nieve. - ¿los viste? Fue grandioso-

-Fue interesante, tu habilidad es pésima, pero tu manera de aprender es rápida, debe ser gracias a
que el cuerpo en el que estas es usuario de magia, por lo tanto, creo que eres capaz de controlarla,
como si fueras su nuevo dueño, también es increíble que puedas utilizar magia de hielo, ya que tu
predecesor era un mago de fuego. Está bien, si quieres averiguar cómo salir de acá te va a tomar
tiempo, por mientras deberías aprender de mi magia- dice el viejo caminando alrededor del chico,
observándolo por completo - Pero antes comamos algo, vas a necesitar energía.

Martín no le agrado mucho la idea de aprender, pero si la idea de la comida ya que, al mencionarla,
su estómago rugió con fuerza. Luego de un estofado el viejo lo observa y le dice. - Te recomiendo
que te adaptes al lugar mundo donde estas actualmente, por eso te sugiero camines de acá, hasta el
pueblo de Shiman , a la entrada de Eslis-
Martín lo mira con cara de susto, pero el viejo logra interpretar tal gesto -Es por ese camino siempre
recto- le señala el camino de tierra que sale de la cabaña y se pierde en el infinito monte- toma, te
daré esto- el viejo le da un bolso de color rojizo gastado.
-oww gracias ¿no lo temes en azul? - contesta martín
- Si, existe en azul, pero debe estar en alguna parte del mundo, este bolso te permite guardar 50
veces su capacidad actual, es de la vieja escuela, si quieres algo simplemente debes pensar en ello y
aparecerá, siempre y cuando lo tengas dentro de ese bolso y ni siquiera se te ocurra meterte si no es
que te quiera perder en la nada- le dice Gimok mientras Martín estaba metiendo el brazo entero en
el regalo dado.
- ¿No entiendes el sarcasmo no? -
- me importa poco tu sarcasmo, supongo que es tu forma de confrontar la situación-
Martín se levanta y acomoda varias cosas en el bolso-Esta bien, ya metí varios panes dentro del
bolso, supongo que nos vemos ahí-
y así fue como Martín fue en dirección al pueblo sin saber a qué distancia estaba y ni las amenazas
que se les presentaría en el camino

Julieta

su cabeza daba vueltas y su cuerpo se sentía un poco pesado, costándole levantarse. A su alrededor
solo ve vegetación, grandes hojas que la rodean. A duras penas se levanta y ve que su ropa que esta
totalmente sucia, su chupín negro se ha roto del lado derecho y la manga de la remera del mismo
lado desapareció con signos de haberse arrancado.

¿Martín? ¿dónde estará Martín? Ese tornado, su cuerpo que cae atrás, dejándolo como una
especie de fantasma el cual era consumido ¿Me habré golpeado la cabeza? Seguro Martín
encontraría explicaciones en base a sus películas o cómics, de lo que estoy segura, es que nada de
esto es natural ¿por qué aparecí en un bosque? ¿¡y ese ruido!?

Deja de pensar la joven chica al escuchar ruidos entre las plantas de gran tamaño, de estas sale un
jabalí gigante de 1,50 m de altura con lo que parecía ser alrededor de su cabeza una melena similar
a la de un león, este se va acercando mostrando sus grandes colmillos.
Julieta cae de cola al suelo por el miedo, sin siquiera poder reaccionar, el jabalí arrastra sus patas
contra el suelo y sale a toda velocidad para dale una embestida a su presa
- ¡Ahhhhhh! - grita Julieta largando todo el miedo que mantenía dentro mientras se tapa su rostro
con los brazos y agarrándose la cabeza, estuvo así por unos segundos, hasta darse cuenta que nada
había sucedido.
Al destaparse la cara ve a un chico agachado examinando al jabalí que estaba tendido en el suelo.
El chico se levanta y camina en dirección a la joven. es de piel blanca, su pelo de color anaranjado,
ojos verdes y un físico bastante bien mantenido, con una vestimenta bastante simple, debido a que
tenía una remera marrón claro con un corte en V muy pronunciado y un pantalón de lana.

¿y el quién es? ¿Qué fue lo que paso? ¿Qué le digo?

Pensaba Julieta, hasta que el chico extiende su mano y de su boca escucha- ¿Glauco triuyo suporit?
-
- ¿Qué? - el chico raciona de la misma manera de desorientado al escucharla hablar
- ¿Rodoku frutoli treta? -
- lo siento, pero no entiendo nada de lo que me dices- dice Julieta mientras marca su gesto de
negación con la cabeza. El chico se rasca el cachete derecho de su rostro mientras piensa, luego
extiende su mano para ayudarle a levantarle y con la cabeza le señala que lo siga.

Esta sensación, es como si ya lo conociera, como si confiara en el, debe ser a causa de no tener
alternativa, tendré que seguirlo.

La chica comienza a seguirlo, sin antes darle un último vistazo al jabalí, lo que vio fue un hueco del
cual parecía salir humo proveniente de su cabeza < ¿qué le habrá pasado?> se preguntaba la chica.
Mientras lo sigue, se va trasladando por lo que parece ser un bosque, incluso en la caminata que no
duro más de 4 minutos hasta antes de llegar al pueblo, vio animales de los cuales nunca lo habían
descrito. En el pueblo la gente andaba con una vestimenta parecida al viejo oeste pero omitiendo los
sombreros y las armas, sino más bien lo decía por sus camisas de algodón y pantalones de lana,
respecto a las mujeres salían del estereotipo de la pollera larga, ya que varias de ella también usaban
pantalones, las calles eran de tierra e incluso charcos de barros por algunos lugares, Las estructura
del pueblo también le hacía acordar a esas cabañas en Texas en el siglo XIX, aun así la idea de un
viaje en el tiempo no estaba en su lista, por el idioma y por el lugar donde estaban situados. No
coincidían con su mapa mental.
Los dos llegaron a una tienda donde un hombre calvo los atendió de inmediato, mientras el chico
charlaba con el hombre en ese idioma incompresible, Julieta ve a su al rededor los objetos que
vendía, entre ellos solo notaba frascos con polvos de distintos colores, ramas de distintas especies,
por un momento se le ocurrió que podría ser una herboristería, hasta que ve uno frascos con líquidos
tanto de color rojos como azules, los cuales emanaban un brillo extraño.
Pasa unos minutos cuando el hombre que los atendió, llama a Julieta para que se acerque. Ella al
acercarse lo ve con una olla que contenía un polvo de color rosado, le hacía acordar a la gelatina en
polvo, de su lado izquierdo un libro con lo que parecía contener recetas. El hombre le pide que se
acerque asiendo seña con la mano, esta le hace caso y una vez cerca, el hombre agarra un puñado de
este polvo y se lo tira en la cara.
-Cof cof, creo que me entro en la nariz cof- dice Julieta mientras se intenta sacar el polvo de la cara
- ¡increíble, funciono! Le pude entender- grita el chico sorprendido
- ¿Qué fue lo que sucedió? - pregunta Julieta
- es una magia antigua, esta permitía que la gente de diferentes reinos se pudiera entender entre si,
pero a medida que fueron pasando las generaciones, todos fueron naciendo con este don de esta
mezcla, permitiendo todos hablar el mismo idioma y así esta magia se fue olvidando, lo que me
parece extraño es que haya alguien quien todavía lo siga necesitando – dice el hombre mientras se
acomoda sus lentes
- ¿Magia? ¿y ustedes quiénes son?
- perdón, me había presentado antes, pero no me entendías- se acerca el chico y estrecha su mano-
un gusto me llamo Tora-

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