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COMPETENCIAS EMOCIONALES DEL CUIDADOR DE LA TERCERA EDAD

La calidad de atención a los cuidados a la persona de la tercera edad viene


estrechamente ligada al estado de salud del cuidador (bienestar físico, psíquico y social). Por
ello, es imprescindible el desarrollo de una serie de habilidades emocionales y sociales que no
sólo se destinen a sus funciones como cuidadores, sino también a su autocuidado.

La inteligencia emocional se ha demostrado que es un factor determinante para la salud


mental y física, ya que está implicada en la correcta gestión de las emociones, ofreciendo una
gran cantidad de estrategias de afrontamiento al estrés y auto-regulación emocional, que son
necesarias para reaccionar positivamente ante las situaciones difíciles.

Inteligencia emocional (Góleman)  Capacidad de establecer contacto con los propios


sentimiento, discernir entre ellos y aprovechar el conocimiento para orientar nuestra
conducta, y la capacidad de discernir y responder adecuadamente a los estados de ánimo,
temperamento, motivaciones y deseos de los demás.

Así pues es una herramienta de gestión emocional que potencia el bienestar y permite
hacer frente a los retos de cada día.

Si bien es cierto que todos nacemos con unas potencialidades marcadas genéticamente,
estas competencias socio-emocionales, están incluidas, como se ha comentado anteriormente,
dentro de la inteligencia emocional, la cual se considera como una capacidad que puede
desarrollarse y ejercitarse.

CINCO COMPETENCIAS BÁSICAS:

- INTELIGENCIA INTRAPERSONAL (COMPETENCIAS PERSONALES): se determinan en


función de cómo se relacionan consigo mismas. Se trata de conocer los aspectos
internos de la persona: acceso a la propia vida emocional, sentimientos,
discriminación y nombramiento de emociones y tomar recurso de las emociones
para interpretar y orientar nuestra conducta. Incluye tres competencias:
o Conciencia emocional: identificar los propios estados internos,
preferencias, recursos e intuiciones. Incluye la autoestima, seguridad en sí
mismo, sentimientos de autoeficacia y conocimiento de fortalezas y
debilidades. Es decir, se valoran los distintos tipos de emociones y se
gestiona su expresión.
o Regulación emocional: control de estados emocionales, impulsos y recursos
internos. Incluye la expresión adecuada de emociones, las estrategias de
autocontrol y el control y manejo de pensamientos y emociones negativas.
o Automotivación: capacidad de encontrar fuentes que puedan guiar o
facilitar la obtención de objetivos personales. Permite la valoración y
regulación del esfuerzo y el desarrollo del optimismo, así como la capacidad
para enfrentarse a las dificultades y salir fortalecido de ellas.
- COMPETENCIAS INTERPERSONALES: determinan el modo en que las personas se
relacionan con los demás, el modo en que manejan las relaciones. Se constituye a
partir de una capacidad para sentir las diferencias de cada persona, contrastando
sus estados de ánimo, temperamentos, motivaciones e intenciones.
o Empatía: capacidad para captar sentimientos y puntos de vista de las otras
personas e interesarse activamente por las cosas que pueden preocupar a
los demás. Permiten la prevención de anticipar el reconocimiento y/o la
satisfacción de necesidades de los demás, así como cultivar y aprovechar las
oportunidades que ofrecen diferentes tipos de personas.
o Gestión de relaciones: comprende habilidades como la escucha activa, el
manejo de conflictos, la asertividad, la creación de vínculos de colaboración
y cooperación y habilidades de comunicación emocional.

COMPETENCIAS INTRAPERSONALES

Las siguientes competencias han sido consideradas como un conjunto de


conocimientos, capacidades, cualidades y comportamientos que contribuyen al éxito de un
puesto de trabajo o en la ejecución de una determinada tarea.

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