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LA LEYENDA DE LOS VOLCANES UN AMOR IMPOSIBLE

Popocatepetl era el hombre más sencillo y bueno de corazón que el pueblo había
conocido. Una tarde en que paseaba por un bosque vio pasar una comitiva formada
por sacerdotes vestidos de negro. En medio de ellos caminaba una hermosa mujer que
había venido desde tierras lejanas. Su nombre era Iztaccihuatl, que significa mujer
blanca, mujer pura.

Lo sabía y por ello, se retiro a su chinampa a llorar y a soñar con la bella joven. Muchos
días estuvo pidiendo a los dioses que le enviaran la muerte o algún remedio para su
mal. De pronto, se oscureció el cielo con el paso de una bandada de tecolotes, que
eran considerados de mal agüero porque su paso predecía la muerte de alguien. Estos
tecolotes fueron enviados por Huitzilopochtli, el dios de la guerra y del exterminio, para
castigar el dolor apasionado del guerrero.

Esa misma noche Popo se marchó a la guerra para probar su valentía. 2 días
después el padre de Izta le pagó a uno de los acompañantes de Popo para que le
dijera a su hija que él había muerto en combate.

Días después Izta murió de tristeza, y su cuerpo fue llevado a lo alto de una montaña.
Popo al llegar al pueblo se enteró de que su amada había muerto, de inmediato pidió
que lo llevaran a lo alto de la montaña; al llegar, lleno de dolor se tiro junto a su amada,
cayendo de rodillas le dijo:

Huitzilopochtli al ver aquel amor imposible le lanzó una flecha a Popo hiriéndolo en la
frente, matándolo al instante.

Popo cayó en los pies de su amada; sus cuerpos permanecerán por siempre en lo alto
de la montaña.

FIN

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