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Moraleja del águila.

Tomando buenas decisiones


Pasaje devocional: Éxodo 32:26, 1 Reyes 18:20-21, Jeremías 6:16,
Josué 24:14-15, Deuteronomio 30:15-19

La toma de decisiones consiste, básicamente, en elegir una opción entre las


disponibles, a los efectos de resolver un problema actual o potencial (aun
cuando no se evidencie un conflicto latente).

Para poder tomar una decisión es necesario disponer de toda la información


posible sobre cada una de las alternativas entre las que es posible escoger y
las consecuencias que cada una podría conllevar respecto a los objetivos
marcados.

La toma de decisiones es una capacidad netamente humana, deriva del


poder de la razón y el poder de la voluntad, es decir lo que pienso y lo que
quiero hacer unidos en la misma dirección.

Decidiendo mi vida (Lucas 18:26-30)

1. Pedro y los otros discípulos tuvieron que pagar un alto precio al dejar sus
hogares y sus trabajos por seguir al Señor. No obstante, Jesús le recordó a Pedro
que seguirle tiene sus beneficios pero también sus sacrificios. Cualquier creyente
que haya tenido que dejar algo por seguir a Cristo tendrá recompensa en esta
vida y en la venidera. Por ejemplo, si decidimos dejar un trabajo por seguir a Dios
descubriremos que Dios nos ofrece mayor seguridad y estabilidad con El. Si por
seguir a Dios nos rechazan familia y amigos ganaremos el amor de Dios y de la
familia de Dios. No te fijes en lo que dejamos, fijémonos en lo que ganamos y en
lo que ganaremos si seguimos el camino de Dios.

Aprovechando mis decisiones Filipenses 1:21

Para los que no creen en Dios la vida en la tierra es todo lo que hay, por lo tanto es
natural para ellos empeñarse en los valores mundanos (dinero, popularidad, prestigio,
poder, placer, trabajo, etc.) Pablo nos enseña que la vida se trata de desarrollar valores
eternos y hablar a otros de Cristo, que es el único que puede ayudarnos a ver las cosas
bajo la perspectiva de la vida eterna. En otras palabras. Pablo estaba seguro que morir
es mejor que vivir porque de esta manera sería libre de todos los afanes e inquietudes
de este mundo. Si no estamos listos para morir, no estamos listos para vivir. Por lo tanto
asegurémonos en donde pasaremos la eternidad y sirvamos a Dios sin temor a la
muerte.

Un hombre joven fue nombrado para la presidencia de un banco a la temprana edad de


treinta y dos. La promoción a este puesto estaba más allá de sus sueños y lo asustó
bastante, así que se dirigió al venerable presidente de la junta directiva para pedirle
consejo de cómo convertirse en un buen presidente de banco.

"¿Qué es lo más importante que yo debo realizar como nuevo presidente?" le pregunto al
viejo hombre.
"Solo toma decisiones correctas," fue la respuesta de aquel amable hombre.
El joven pensó un momento sobre ello y dijo, "Muchas Gracias; eso me ayuda mucho.
Pero, ¿puede ser un poco más específico? ¿Cómo tomo decisiones correctas?

El sabio hombre respondió, "Experiencia"

Molesto, el joven presidente dijo, "Pero señor, por eso estoy aquí. Yo no tengo la
experiencia que necesito para tomar decisiones correctas. ¿Cómo adquiero experiencia?"

"Malas decisiones," fue la respuesta del viejo hombre.

Aplicación

La madurez espiritual no se adquiere fácilmente. Usualmente se adquiere cometiendo


muchos errores. No te desanimes si no eres capaz de llevar una vida cristiana perfecta
ahora mismo. De eso se trata el compromiso. Compromiso significa que aunque caigas
una y otra vez, sostienes tu posición y te mantienes aprendiendo de tus errores. No te des
por vencido con Jesús; Él nunca se da por vencido contigo.

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