Está en la página 1de 3

Actualmente la realidad social de Colombia va pasando desapercibida ante los

ojos de los colombianos, igual que la política. Los desastres ambientales, los
líderes sociales asesinados, los niños que diariamente mueren de hambre, las
manifestaciones sociales con saldos irreparables de muertos… y un sin fin de
actividades que hacen parte del panorama desolador que un país como Colombia
no ha podido cambiar. Asimismo se encuentra la política y aquí se visualiza en
gran parte la similitud de ambas (realidad y política), porque se han dedicado a la
politiquería y al debate de quién es mejor o peor, y han obviado los temas
importantes que fundamentan un adecuado desarrollo del territorio y el Estado. En
esta ruleta de apuestas han caído millones de colombianos que se limitan a
criticar, acribillar y menospreciar buenas miradas políticas por apoyar un
tradicionalismo que invisiblemente ha deteriorado el país; por apoyar personas
que no conocen en trayectoria en vez de pensar en miradas claras de
construcción; por no ver más allá de la realidad a la que nos someten, en vez de
buscar soluciones de trasformación.

La realidad social se complementa una vez más con la política cuando nos
empecinamos en hablar, por ejemplo del país vecino y no tenemos en cuenta que
aquí tenemos problemas más serios: Desplazados por la violencia, jóvenes
inocentes asesinados y tildados de guerrilleros, familias enteras con altos grados
de desnutrición, desigualdad social (exactamente ocupando el segundo país más
desigual de América Latina), corrupción hasta más no poder, populismo de
primera mano por parte de los que asumen el poder, negligencia en cuestiones de
salud, pésimo sistema de atención en salud, mal pago a los maestros, poco apoyo
al sistema agropecuario, poca remuneración a los trabajadores, altos impuestos…

Es importante resaltar que la realidad social y política de Colombia está también


influenciada por intereses económicos, ya que vemos a las familias adineradas del
país recibiendo mejores salarios y a los empleados de escasos recursos con
retroactivos. Cada persona busca su bienestar –eso es respetable- pero vivimos
en un país donde no importa pasar por encima del bienestar del otro para regular
el mío; aunque si de algo debería tratarse la buena política es del bien común.
La política en el año 2012 en Colombia estuvo marcada por fuertes procesos: en
primer lugar elecciones de nuevos representantes políticos que marcarían otra
etapa en el país en Gobernación. En segundo lugar la ruptura de relación entre el
expresidente Álvaro Uribe y el entonces presidente Juan Manuel Santos,
considerándose esta una acción muy importante para el rumbo del país. Dicha
ruptura no se dio únicamente por las contadicciones en el manejo de los negocios
internacionales, ni por el reconocimeinto del conflicto interno y el manejo de la
seguridad, también influyó un factor importante como El proceso de paz que se
adelantaba en La Habana.

Para hacer un alto en este punto, es importante recordar que esta separación
polarizó en gran medida la política del país, debido a la manupacion de masas que
ha caracterizado al expresidente y la vertiente línea contradictora que apoyaba a
Santos. Todo esto, desplegó una serie de debates e indirectas de ambos lados
que siguió frenando el trabajo por construir mejor sociedad.

Por otro lado, también se dio el fracaso de la reforma a la justicia desde el poder
Legislativo debido a unas irregularidades presentadas en su trámite.

También se presentaron muchas refomas en el gabinete del Ministerio: cambió el


personal del Ministerio de Hacienda, Salud, Ambiente, Interior, Minas y
Transporte.

La marcha Bananera en Necloclí, suscitó que el mandatario Juan Manuel Santos


se desplazará hasta allí e iniciar la aplicación de la Ley de víctimas y restitución de
tierras.

Otro de los aspectos remarcables fue la continuidad de los diálogos de paz que se
adelantaban en La Habana Cuba, fue decisivo este año para este proceso ya que
se inició la instauración del “Marco Legal para la Paz”.
La realidad social de nuestro país ha intervenido de una manera contundente a
nivel político en nuestro país, problemáticas ecológicas y ambientales por parte de
la minería y el petróleo se ven involucradas en la corrupción política de nuestro
país, corrupción que es un agravante grande, ya que por esto se está perdiendo
dinero que se puede utilizar en proyectos para mejorar el país, para ayudar a las
personas, acabar con la pobreza extrema.
Pero esto es casi imposible que se acabe, ya que hay demasiadas personas en el
gobierno que roban dinero o recursos para beneficios propios, gente que no le
importa el pueblo ni el país, y mucho menos ayudar.
Al año se pierden grandes cantidades de dineros o recursos.
Se puede decir que hay gente, principalmente políticos y funcionarios del
gobierno, que tienen grandes propiedades, ya sea a su nombre o con nombres de
otras personas que trabajan para ellos, incluso patrocinan a grupos armados
ilegales del país. Hay otros que no les importa dañar el medio ambiente, ya que
explotan la tierra para sacar minerales o rocas preciosas, para beneficios propios,
dejando violencia, pobreza y grandes daños en el medio ambiente.
Son dineros que se podrían emplear en proyectos para ayudar a personas que
estas en lugares que sufren o han sufrido grandes cambios ecológicos, como lo es
en la Guajira, donde los niños se están muriendo de desnutrición, las personas se
mueren de sed, ya que no ha agua y donde hay, les toca hacer grandes recorridos
para llevar solo unos cuantos galones de agua a sus hogares para subsistir.

También podría gustarte