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Nombre:

Yahaira Hernández García


Matricula:
201808783

Asignatura:
Filosofía General

Tema:
Tarea IV

Facilitador (a):
Ana Díaz Sandoval

FECHA
14/02/2019
INTROCCION

Para quienes creen en la razón por sobre otra forma de encontrar respuestas a las
innumerables inquietudes del ser humano, resulta de particular importancia descubrir la
relación existente entre Filosofía y Religión, talvez con el único fin de entender las
motivaciones de algunos hombres para aceptar como verdades irrefutables los dogmas que
ofrecen respuestas divinas a sus inquietudes.
Actividad V: Filosofía y Religión

Consultar en el texto básico de la asignatura, recursos en plataforma y otras fuentes los


contenidos de la Unidad V

Para desarrollar esta actividad, debes estudiar el contenido de la unidad V de tu texto y


luego realiza las actividades que se te presentan a continuación.

a) Construye un cuadro comparativo destacando las diferencias entre la filosofía y


religión

Filosofía Ciencia
Hablando en sentido figurado, la ciencia se La filosofía surge primero que la ciencia,
asemeja más a la mente humana, mientras utiliza cuestionamientos y una serie de
que la filosofía se podría comparar al corazón análisis a través de argumentos lógicos y la
humano. La ciencia, en general, trata de dialécticos. Por lo tanto, la filosofía funciona
comprender y explicar los fenómenos mediante la ejecución de análisis lógicos que
naturales. Se preocupa más por las evidencias tienen a la razón como intrumento. La ciencia
empíricas e hipótesis comprobables. Por es diferente, ya que hace uso de las pruebas y
“empíricas”, se entiende “que pueden ser las hipótesis que pueden ser estudiadas
observadas o experimentadas”. Por el empíricamente. Esta diferencia los procesos
contrario, la filosofía es más abstracta. Sin que siguen ambas, permite que puedan
embargo, en términos generales, la filosofía trabajar de manera interdependiente y así
es una rama del pensamiento que utiliza el lograr unos mejores resultados.
razonamiento para analizar los problemas
relativos a la metafísica, la lógica, la
epistemología, el lenguaje, la ética, la
estética, y otras disciplinas. Filosofía mejora, aborda y se opone a ciertas
nociones o posiciones que han surgido de sí
La ciencia se vale de métodos para lograr misma, tales como los conceptos de hoy en
comprender y explicar los fenómenos. Está día (es decir, el utilitarismo). Demuestra los
orientada a predecir (a partir de sus principios que deben ser correctos. Estos
descubrimientos) cómo se comportarán los principios no son realmente del todo
fenómenos en un futuro y cómo eran en el correctos o verdaderos, sino que buscan
pasado. La ciencia es por demás objetiva, se mejorar la condición humana. Incluso le
centra en la realidad inmediata del ser muestra a la gente cómo debe o puede
humano y exige mucho más rigor que la actuar.
filosofía.
¿Cómo puede la filosofía ayudar a aclarar o
En la ciencia, las teorías se van sucediendo o explicar los temas en cuestión? Como tal, la
cambiando por otras, conforme se realizan filosofía ayuda a responder interrogantes que
nuevos descubrimientos; contrario a la no podrían ser contestadas simplemente por
filosofía, en donde esto no siempre ocurre. medio de la experimentación y la
observación. Basa sus explicaciones a partir
del argumentos y de principios. Ciencia en
cambio, utilizanda su metodología científica y
por medio de ésta es capaz de adquirir más
conocimiento; a causa de la experimentación
y la observación.
b) Redacta un resumen destacando la posición del fideísmo y la del racionalismo con
respecto a la fe y a la razón

El fideísmo es la doctrina, profesada por algunos religiosos, de que a Dios no se puede llegar
por la razón, sino solamente a través de la fe. En la teología de varias iglesias cristianas (a
excepción del catolicismo, que lo niega), el fideísmo es una de muchas perspectivas. Un
sentido más amplio del término es que el fideísmo, al contrario del deísmo, esencialmente
enseña que el razonamiento es más o menos irrelevante para la creencia religiosa.
Específicamente, enseña que los argumentos sobre la existencia de Dios son falaces e
irrelevantes, y que no tienen nada que ver con la teología cristiana. En resumen, sus
argumentos son:

La teología cristiana enseña que la gente es salvada por la fe.

Pero, si la existencia de Dios puede ser probada, tanto por empirismo como por uso de la
lógica, la fe sería irrelevante.

Ergo, si la teología cristiana es verdadera, ninguna prueba de la existencia de Dios es posible.

Mientras que el centralismo de los asuntos de la fe y su rol en la salvación hacen al fideísmo de


gran valía para el cristianismo, puede existir en otras religiones también. En el Islam, el teólogo
Al-Ghazali tiende a una posición similar al fideísmo tertulianista en su Talafut al-falasafa (la
Incoherencia de los filósofos). Donde los clamores de la razón entran en conflicto con la
revelación, la razón cederá paso a la revelación. Esta posición se convirtió en la creencia
estándar de la exégesis musulmana ortodoxa.

En general, entre los protestantes es donde se encuentran más frecuentemente actitudes


fideístas. La Iglesia católica considera equivocada esta postura, que menosprecia la capacidad
de la razón; sin embargo, en la práctica hay católicos que parecen sostenerla.

c) Investiga en qué consiste el racionalismo y explica cuál es la posición del mismo en


relación a la fe

es una corriente filosófica que apareció en Francia en el siglo XVII, formulada por René
Descartes, que se complementa con el empirismo, y que es el sistema de pensamiento que
acentúa el papel de la razón en la adquisición del conocimiento, en contraste con el
empirismo, que resalta el papel de la experiencia sobre todo el sentido de la percepción.

El racionalismo ha aparecido de distintas formas desde las primeras etapas de la filosofía


occidental, pero se identifica ante todo con la tradición que proviene del filósofo y científico
francés del siglo XVII René Descartes, quien creía que la geometría representaba el ideal de
todas las ciencias y también de la filosofía. Mantenía que sólo por medio de la razón se podían
descubrir ciertas verdades universales, evidentes en sí, de las que es posible deducir el resto
de contenidos de la filosofía y de las ciencias. Manifestaba que estas verdades evidentes en sí
eran innatas, no derivadas de la experiencia. Este tipo de racionalismo fue desarrollado por
otros filósofos europeos, como el holandés Baruch Spinoza y el pensador y matemático alemán
Gottfried Wilhelm Leibniz. Se opusieron a ella los empiristas británicos, como John Locke y
David Hume, que creían que todas las ideas procedían de los sentidos.
El racionalismo epistemológico ha sido aplicado a otros campos de la investigación filosófica. El
racionalismo en ética es la afirmación de que ciertas ideas morales primarias son innatas en la
especie humana y que tales principios morales son evidentes en sí a la facultad racional. El
racionalismo en la filosofía de la religión afirma que los principios fundamentales de la religión
son innatos o evidentes en sí y que la revelación no es necesaria, como en el deísmo. Desde
finales del siglo XIX, el racionalismo ha jugado sobre todo un papel antirreligioso en la teología.

Contexto histórico

Es una corriente filosófica europea que posteriormente fue subdividida por los historiadores,
quizás en forma arbitraria, en dos bloques antagónicos: racionalismo y empirismo. Comprende
todo el siglo XVII y es un largo e intenso epígono metafísico a los grandes progresos de la
ciencia del Renacimiento. En él la filosofía adopta el paradigma matemático de la geometría y
el paradigma experimental de la física, oponiéndose tanto al escepticismo pirrónico como al
formalismo escolástico. Sus características principales son:

Confianza en el poder de la razón.

Postulación de las ideas innatas. (Véase Innatismo)

Utilización del método lógico-matemático para explicar los razonamientos del empírico y
confirmarlos cuando ello es posible.

d) División del conocimiento de San Agustín.

La fe da lugar a la religión y la razón a la filosofía, y, en tanto que la fe y la razón tienen su


origen en Dios, no puede haber oposición entre ambas. La fe es una gracia de Dios y, junto con
la Sagrada Escritura, forma la palabra divina, infalible e invariable; la fe no es algo irracional,
guía la investigación y protege frente al error. Por su parte, la razón y la filosofía (la palabra
humana), aunque limitadas y frágiles, son buenas porque pueden favorecer a la religión:
permiten la comprensión intelectual, aunque imperfecta, de verdades religiosas, ayudan a
refutar las herejías y a convencer a los que dudan. Fe y razón se complementan: “creo para
entender y entiendo para creer”, dice San Agustín.

Puesto que en el hombre encontramos una sustancia material y otra espiritual, habrá también
dos tipos de conocimiento, el sensitivo y el intelectual. San Agustín no rechaza completamente
el valor de los sentidos (conocimiento sensitivo) pues nos informan de las cosas sensibles,
incluido nuestro propio cuerpo, y son necesarios para la vida práctica. La sensación es común a
los animales y al hombre, pero nosotros disponemos además de la razón, con la que podemos
alcanzar un conocimiento más elevado de la realidad (conocimiento inteligible). Mediante la
razón inferior conocemos el mundo sensible, temporal y cambiante, y resolvemos las
necesidades prácticas de la vida; y gracias a la razón superior podemos alcanzar las esencias, lo
inmutable, necesario y eterno como los objetos matemáticos (el mundo inteligible), e incluso a
Dios, dando lugar a verdades eternas, inmutables y comunes a todos.
San Agustín combatió el escepticismo y creyó posible la certeza de verdades como el principio
de contradicción, o de la existencia de las propias sensaciones de las cosas; más aún, de un
modo muy parecido a Descartes, mostró también la existencia de verdades indubitables a
partir de los hechos de conciencia: podemos dudar de lo exterior, de las cosas, pero no de que
vivimos y de que nos acordamos, entendemos y queremos, hechos de nuestra alma que
encontramos cuando miramos en nuestro interior.

e) Señale algunos aportes de San Agustín a la Filosofía.

Los textos de San Agustín con los que contamos en la actualidad son escritos pertenecientes a
su época de converso. Por tanto, las doctrinas que abundan en esos escritos tienen que ver,
sobre todo, con su intento de entender y articular las verdades que encontraba en la doctrina
cristiana y en las Sagradas Escrituras. En este contexto, el telón de fondo intelectual, perfil y
circunstancias de San Agustín contrastan con las de los filósofos de su época.

Fue en los meses de invierno de los años 386 y 387 en los que San Agustín pasó un periodo de
conversación y contemplación con sus allegados. En ese periodo, Agustín escribió Contra
académicos, De beata vita, De ordine y Soliloquia, textos que definirían su filosofía cristiana.
Después de su bautismo, San Agustín escribió dos tratados sobre el alma, a saber, De
immortalitate animae y De quantitate animae, y De libero arbitrio. Entre el 388 y 391, se
escribieron los libros De magistro, De vera religione, Enarratione in Psalmos, De sermone
Domini in monte y De doctrina christiana. Después de su ordenación episcopal como obispo de
Hipona, Agustín escribió sus célebres Confesiones, narrativa de su vida en la cual comienzan a
aventurarse los principales tópicos que serán piedra angular de sus tres obras culmen: De
Genesi ad litteram, De Trinitate y De civitate Dei.

El trabajo episcopal de San Agustín consistía en predicar, escribir cartas y resolver asuntos
pastorales y administrativos tocantes a su diócesis, quehaceres de su día a día que lo
encarrilaron a controversias eclesiásticas y doctrinales. Una de las controversias más
importantes encarada por San Agustín fue la que mantuvo contra la iglesia cismática del Norte
de África, a saber, la iglesia donatista. Quizá, el enemigo público más conocido de San Agustín
fue el monje británico Pelagio. Es de sobra conocida la disputa que mantuvieron San Agustín y
él en torno al espinoso problema de la conciliación entre gracia y libertad. Es en esa discusión
contra Pelagio que deben enmarcarse sus De spiritu et littera, De natura et gratia y dos
tratados Contra Julianum, todos ellos escritos donde se exponen las visiones de San Agustín
sobre el pecado original, la sumisión de la voluntad humana, la predestinación y la gracia.

San Agustín muere en el año 430, mientras los Vándalos merodeaban Hipona para sitiarla. En
esos momentos, el Norte de África experimentaba una época convulsa, parecida a la que había
sufrido el Imperio Romano veinte años antes gracias a los actos (vandálicos) de los Visigodos,
una catástrofe que impulsó la composición de La Ciudad de Dios. Los escritos de San Agustín
fueron preservados y transmitidos a pensadores pertenecientes a una era totalmente distinta
a la de San Agustín. El impacto intelectual de San Agustín fue tal que una gran gama de
teólogos y filósofos, poetas e historiadores, mantenían la cosmovisión legada por el Obispo de
Hipona.
CONCLUSIÓN

El desarrollo de una Filosofía de la Religión a partir de la búsqueda de un camino común de


análisis debe ser considerada como una reflexión crítica, sin duda abierta y rigurosa,para la
discusión, sentido en el cual es necesario mantener su extructura en forma puramente no
confesional en relación a los temas relacionados propiamente con la Religión y por tanto es
menester comprometer el uso de la razón como búsqueda de respuesta que le den coherencia
y significado a la discusion.

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