Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
SOBRINO, Jon, La Fe en Jesucristo. Ensayo Desde Las Victimas. 1999 (Texto) PDF
SOBRINO, Jon, La Fe en Jesucristo. Ensayo Desde Las Victimas. 1999 (Texto) PDF
La fe en Jesucristo
Jon Sobrino
Edit. Trotta
Madrid 1999
1
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
2
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
Índice
Índice ................................................................................................................................................... 3
INTRODUCCIÓN...............................................................................................................................14
1. LA FE EN JESUCRISTO ............................................................................................................16
3
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
4
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
5
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
1. EL ORIGEN DE LA FE EN JESÚS.....................................................................................221
6
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
2.1.1. Mediador sin mediación: hacia un mesías sin reino ......................................... 323
2.1. La comprensión cristiana de «el Señor Jesús» como fórmula de fe........................ 349
7
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
1.1. La tradición del «hijo de Dios»: «el hombre que venía de Dios» ............................ 383
1.2. Primer contrapunto: la tradición del «Hijo del hombre» ........................................ 387
1.3. Segundo contrapunto: la tradición del «hijo amado», el pais Theou...................... 392
8
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
1.3. El nuevo Adán como teorización del eu-aggelion histórico ..................................... 464
9
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
10
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
11
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
3.3.1. Relacionalidad con respecto al Padre: filiación como entrega ......................... 661
12
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
2. CAMINAR ...........................................................................................................................719
13
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
INTRODUCCIÓN
14
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
15
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
1. LA FE EN JESUCRISTO
En este libro seguimos hablando sobre Jesucristo, pero de
una manera diferente a como lo hacíamos en el anterior. La
vida de Jesús, en efecto, está escrita desde la fe, pero, con
todo, Jesús de Nazaret es un dato objetivo exterior a
nosotros, dato que en principio puede ser analizado y
teologizado en sí mismo. La resurrección, sin embargo, no
16
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
17
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
18
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
19
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
20
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
21
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
22
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
23
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
24
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
25
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
26
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
27
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
28
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
29
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
30
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
31
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
32
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
33
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
34
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
35
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
36
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
37
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
38
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
39
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
40
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
41
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
42
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
43
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
1. LA PROBLEMÁTICA DE LA HERMENÉUTICA
La resurrección de Jesús no es presentada en el Nuevo
Testamento como la vuelta de un cadáver a la vida
cotidiana ni como ser arrebatado al cielo, sino como la
acción de Dios en la que lo escatológico irrumpe en la
historia y en la que se comienza a manifestar la verdadera
realidad de Jesús. En este sentido en el Nuevo Testamento
la resurrección de Jesús es narrada como acontecimiento
sin precedente en ningún otro acontecimiento histórico.
Por ello no es ni puede ser descrita como acontecimiento
intrahistórico, pero es descrita, sin embargo, como
acontecimiento percibido en la historia y que afecta —
decisivamente— a la historia.
Si esto es así, hay que preguntarse cómo pudieron los
discípulos captar la resurrección de Jesús, sobre lo cual hay
que decir dos cosas que se relacionan dialécticamente. La
primera es que, según el Nuevo Testamento, se les
«concedió» la capacidad para hacer esa experiencia en las
44
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
45
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
46
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
47
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
2. LO ESPECÍFICO DE LA HERMENÉUTICA DE LA
RESURRECCIÓN
Sobre la problemática específica de la hermenéutica al
abordar la resurrección de Jesús queremos mencionar tres
cosas fundamentales.
48
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
49
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
50
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
51
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
52
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
53
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
54
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
55
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
56
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
57
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
58
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
59
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
60
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
61
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
62
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
63
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
64
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
65
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
66
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
67
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
68
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
69
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
70
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
71
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
72
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
73
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
74
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
75
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
76
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
77
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
78
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
79
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
80
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
81
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
82
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
83
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
84
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
85
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
86
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
87
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
88
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
89
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
90
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
91
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
92
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
93
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
94
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
95
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
96
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
97
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
98
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
99
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
100
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
101
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
102
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
103
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
104
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
105
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
106
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
107
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
108
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
109
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
110
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
111
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
112
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
113
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
114
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
115
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
116
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
117
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
118
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
119
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
histórica y, por tanto, sólo puede ser objeto de fe; más aún,
no debe fundamentarse históricamente, puesto que eso
haría imposible la fe cristiana. Para Pannenberg, por otro
lado, la resurrección es histórica —a lo que añade,
paradójicamente, que el positivismo tiene una visión
ahistórica—, y sólo así la resurrección puede ser objeto de
la teología.
Sin embargo, ambas formas de superación del positivismo
ofrecen serios problemas para comprender la específica
realidad de la resurrección. Bultmann define la esencia de
un acontecimiento histórico no en cuanto es
adecuadamente describible «en sí» o en el contexto causal
de los acontecimientos, sino desde su significado. Pero no
acepta que el futuro traiga un significado cualitativamente
nuevo:
No mires a tu alrededor en la historia universal; más bien
tienes que dirigir la mirada hacia tu propia historia. El
sentido de la historia yace siempre en cada presente, y no lo
puedes observar como espectador, sino sólo en tu decisión
responsable".
Esta postura de Bultmann no supera el positivismo, sino
que es sólo su reverso. «De esta objetivización de la historia
nace entonces la abstracta subjetivización de la naturaleza
humana»". Y esta subjetivización, aunque sea a la manera
existencial, tampoco posibilita la salvación en el presente
120
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
121
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
122
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
123
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
124
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
125
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
126
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
127
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
128
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
129
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
130
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
131
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
132
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
133
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
134
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
135
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
136
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
137
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
138
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
139
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
140
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
141
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
142
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
143
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
144
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
145
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
146
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
147
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
148
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
3. HISTORIA Y FE
¿Qué hay de histórico en la resurrección de Jesús? Para
terminar podemos decir lo siguiente. Hay unos textos, los
del Nuevo Testamento, que afirman que algo acaeció a los
discípulos de Jesús, que ellos atribuyen al encuentro con
149
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
150
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
151
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
152
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
153
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
154
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
155
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
156
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
157
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
158
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
159
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
160
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
161
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
162
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
163
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
164
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
165
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
166
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
167
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
168
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
169
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
170
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
171
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
172
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
173
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
174
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
175
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
176
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
177
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
178
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
179
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
libertad del amor para servir, sin que nada ponga límites ni
sea obstáculo a ese amor.
180
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
181
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
182
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
183
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
184
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
185
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
186
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
187
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
188
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
189
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
190
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
191
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
192
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
193
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
194
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
195
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
196
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
197
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
198
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
199
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
200
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
201
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
202
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
203
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
204
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
205
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
206
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
207
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
208
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
209
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
210
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
211
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
212
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
213
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
214
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
215
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
216
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
217
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
218
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
219
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
220
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
1. EL ORIGEN DE LA FE EN JESÚS
Antes de analizar el tipo de fe que generó la resurrección,
hay que preguntarse si ese Jesús, ya en vida, desencadenó
fe. La respuesta es importante, pues ayuda a conocer el tipo
de fe que llegaron a tener los discípulos después de pascua,
y ayuda a establecer en qué sentido el acontecimiento total
de cruz/resurrección (no sólo la resurrección) es esencial a
la fe definitiva, la de los primeros cristianos y la nuestra
propia.
221
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
222
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
223
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
224
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
225
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
226
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
227
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
228
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
229
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
230
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
231
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
232
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
233
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
234
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
235
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
236
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
237
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
238
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
239
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
240
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
241
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
242
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
243
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
244
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
245
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
246
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
247
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
b) El Exaltado
Comprender a Jesús como «el que ha de venir» fue la
forma de expresar su especial relación con Dios, y ello
desde el futuro. La experiencia de la resurrección, sin
embargo, forzó también a reflexionar sobre su realidad ya
en el presente. Eso lo expresaron con el título Señor, Kyrios,
248
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
249
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
250
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
251
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
252
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
253
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
254
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
255
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
256
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
257
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
258
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
259
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
260
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
261
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
262
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
263
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
264
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
265
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
266
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
267
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
268
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
269
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
270
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
271
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
272
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
273
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
274
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
275
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
276
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
277
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
278
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
279
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
280
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
281
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
282
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
283
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
284
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
285
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
286
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
287
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
288
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
289
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
290
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
291
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
292
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
293
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
294
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
295
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
296
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
297
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
298
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
299
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
300
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
301
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
302
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
303
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
304
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
305
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
306
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
307
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
308
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
309
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
310
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
311
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
312
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
313
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
314
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
315
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
316
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
317
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
318
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
319
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
2. «DESMESIANIZACION» Y «RE-MESIANIZACION»
DEL MESÍAS EN LA ACTUALIDAD
Del Nuevo Testamento pasamos ahora a la actualidad para
releer el título «mesías», evaluar los cambios que se operan
320
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
321
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
322
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
323
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
324
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
325
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
326
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
327
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
328
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
329
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
330
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
331
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
332
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
333
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
334
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
335
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
336
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
337
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
338
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
339
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
340
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
341
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
342
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
343
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
344
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
345
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
346
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
347
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
348
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
349
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
350
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
351
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
352
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
353
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
354
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
355
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
356
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
357
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
358
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
359
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
360
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
361
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
362
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
363
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
364
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
365
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
366
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
367
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
368
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
369
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
370
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
371
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
372
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
373
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
374
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
375
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
376
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
377
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
378
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
379
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
380
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
381
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
382
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
383
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
384
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
385
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
386
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
387
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
388
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
389
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
390
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
391
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
392
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
393
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
394
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
395
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
396
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
397
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
398
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
399
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
400
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
401
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
402
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
403
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
humano que tome postura ante sus obras. «Si no hago las
obras de mi Padre no me creáis, pero si las hago creed en
mis obras, aunque a mí no me creáis» (10, 37s.). La otra es
la vía de la praxis: «el que quiera cumplir su voluntad (del
Padre), verá si mi doctrina es de Dios o si hablo yo por
propia cuenta» (7, 17).
Por último, el evangelio de Juan recalca que esa unidad es
diferenciada, porque el Padre es «mayor» que el Hijo: «el
Padre es más que yo» (14, 28). En términos operativos,
Juan recalca la esencial dependencia del Hijo con respecto
al Padre: «Mi alimento es hacer la voluntad del que me ha
enviado» (4, 34); «yo hago siempre lo que a él le agrada» (8,
29); «el mundo ha de saber que amo al Padre y que obro
según el Padre me ha ordenado» (14, 31).
La relación del Hijo con el Padre es presentada, pues, en
forma dialéctica: recalca, a la vez, la unidad entre Padre e
Hijo y su diferenciación en términos de obediencia del Hijo
al Padre. Por lo primero afirma que Cristo pertenece
esencialmente a Dios, su realidad divina. Por lo segundo
afirma que esa participación en la realidad de Dios no es a
modo de «paternidad» sino a modo de «filiación», lo cual
posibilitará y forzará a la reflexión sobre la realidad
trinitaria de Dios. En conclusión, podemos decir: «El Hijo
es aquel que hace sitio totalmente a Dios en la obediencia.
De manera que es total y absolutamente transparente para
Dios; su obediencia es la forma en la que Dios se encuentra
esencialmente presente».
404
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
405
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
406
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
407
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
408
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
409
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
410
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
411
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
412
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
413
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
414
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
415
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
416
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
417
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
418
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
419
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
420
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
421
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
1.1. El helenismo
En el helenismo el logos es una realidad fundamental. Con
él se afirma y se hace hincapié en que tras la realidad
empírica existe una razón, un sentido. En los comienzos del
pensamiento griego el logos es considerado como la ley del
universo que todo lo gobierna, y para Platón es una de las
ideas. Sin embargo, no se llega a especular sobre si ese
logos pueda convertirse en una realidad sustancial en sí
misma, problema fundamental que ocupará después a la
teología cristiana. En Filón el logos aparecerá ya como
esencia intermedia entre Dios y los hombres, emparentada
con la Sabiduría, ya personificada, de la que habla el
Antiguo Testamento. En el gnosticismo el logos es una
esencia mítica, mediador también, a la que se personifica
como creador, revelador y salvador. Llega incluso a
hablarse de encarnación, aunque no en el sentido en que lo
hará el prólogo de Juan, sino en un sentido mítico-doceta.
También en las religiones circundantes se menciona un
logos revelador y salvador (Hermes, Theot), y en ellas se
acelerará el proceso de personificación del logos para uso
de la religiosidad del pueblo.
Sea cual fuere la forma de pensar y personificar al logos, lo
fundamental para la teología consiste en la convicción de
que la realidad está transida de racionalidad y de sentido.
Es decir, la realidad no es sólo objeto de salvación o de
422
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
1.2. El judaísmo
También en el judaísmo existía una honda reflexión sobre
la palabra que proviene de dos tradiciones distintas. Una
versa sobre la palabra creadora de Dios {debar Yahvé), y la
otra sobre la «sabiduría». En los primeros capítulos del
Génesis el modo en que acaece la creación es descrito a
veces en forma artesanal (Dios trabaja el barro de la tierra,
Gen 2, 7), pero, programáticamente, la creación acontece a
través de la palabra: «y dijo Dios», y todas las cosas fueron
creadas (Gen 1, 3; cf. Sal 33, 6, etc.) y todas eran «buenas».
Esta palabra creadora va cobrando entidad propia. «Dios
envía su palabra» (Sal 107, 20; 145, 13). En Is 55, lOs. se
recalca la eficacia de la palabra de Dios y se llega casi a
personificarla. Pero es en el judaísmo de la diáspora donde
comienza el movimiento a hipostasiar y personificar la
palabra. «La fuente de la sabiduría es la palabra de Dios en
el cielo» (Ecl 1, 5), y se comienza a hablar de la «palabra»
sin más, sin tener que mencionar ya que es la palabra de
Dios. «Tu palabra sana todas las cosas» (Sal 107, 20),
423
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
424
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
razón Dios no tiene imagen, sino sólo palabra, voz. Así dijo
Dios a Moisés: «entonces te habló el Señor en medio del
fuego; tú escuchabas sonidos de palabras, pero no veías
forma alguna: sólo había voz» (Dt 4,12). Aceptar la relación
con Dios es, entonces, estar dispuestos a dejarse interpelar
por su palabra; y, a la inversa, neutralizar esa interpelación
es dejar de relacionarnos con Dios.
La segunda es que el ser humano no sólo puede ignorar la
palabra, sino rechazarla. Y ese rechazo no sólo expresa una
pecaminosidad humana genérica, sino la pecaminosidad
específica de la creatura ante un Dios que le habla y
conmina, que argumenta, y hasta le ruega recordando los
beneficios que ha hecho a su pueblo. El rechazar la palabra
de Dios es otra forma que toma el mysterium iniquitatis,
expresado ahora en la relación explícita del ser humano con
el mismo Dios. Por obvio que parezca, hay que recordarlo:
al tener Dios palabra, está también aceptando la
posibilidad de ser no sólo desconocido, sino activamente
ignorado y rechazado, como lo denuncian con fuerza los
profetas en el Antiguo Testamento.
425
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
426
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
427
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
428
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
429
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
430
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
431
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
432
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
433
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
2.4. La salvación
«Pero a todos los que la recibieron les dio poder de hacerse
hijos de Dios, a los que creen en su nombre» (1, 12). Ésta es
la finalidad del acercamiento de la palabra, salvar, realidad
comprendida de diversas maneras en el Nuevo Testamento,
y que aquí se formula de la siguiente forma: salvación es lo
acaecido y aparecido en Jesús: charis kai aletheia, la gracia
y la verdad; tomado en su conjunto, es plenitud. Pero
también es importante notar el orden de ambos términos:
la gracia, el amor, la vida, tienen prioridad lógica sobre la
verdad y la luz. Sobre esto volveremos más adelante, pero
podemos formular ya la tesis fundamental: la salvación no
consiste primariamente en un saber, sino en un ser (ser
amado y ser amador). Más adelante se esclarece la
salvación y el elemento que tiene prioridad: «de su plenitud
todos nosotros hemos recibido, ante todo un amor que
responde a su amor» (1, 16). La salvación viene expresada
en términos de «amor», de ser amados y de amar. Y
434
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
2.5. La revelación
El prólogo termina presentando la palabra como el
«revelador» del Padre. Lo hace de forma positiva, pero
también polémica. «A Dios nadie le ha visto jamás; el Hijo
único que está en el seno del Padre, él lo ha contado» (1,
18). La palabra es revelación y puede ser revelación porque
ha visto el misterio del Padre, lo que está escondido para
todos los demás. «El que me ha visto a mí ha visto al
Padre» (Jn 14, 9). Jesús es el que muestra al Padre.
435
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
436
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
437
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
salmo 45, 7s.). Por último, hay dos textos, ambos en los
escritos joannos, que llaman a Jesús «Dios». El evangelio
termina —en su primer final— con la confesión de Tomás:
«Señor mío y Dios mío» (Jn 20, 28). La primera carta de
Juan termina también con una confesión: «Éste es el
verdadero Dios y vida eterna» (1 Jn 5, 20).
El Nuevo Testamento relaciona, pues, íntimamente a Jesús
con Dios en la línea de lo que después se llamará su
divinidad. Pero hay que hacer dos precisiones. Los textos
que hablan con mayor claridad de la divinidad de Jesús son
tardíos, operan como punto de llegada, a partir de la carne
histórica de Jesús. Y el interés que aparece en ellos no es
especulativo —cuál es la realidad esencial de Cristo—, sino
salvífico, y de ahí que se analice su relación con Dios,
fuente última de salvación.
Así termina el análisis de la aplicación de títulos a Cristo en
el Nuevo Testamento. En síntesis pudiéramos decir que
cualquier «título» que expresa lo bueno y verdadero, lo
justo, esperanzador y liberador, cualquier título que
expresa lo mejor de lo humano y de lo divino, todo ello lo
aplicaron a Jesús. Lo único que el Nuevo Testamento no
llegó a llamar a Jesús es «Padre».
438
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
439
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
440
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
441
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
442
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
443
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
444
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
445
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
446
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
447
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
448
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
449
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
450
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
451
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
452
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
453
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
454
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
455
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
456
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
457
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
458
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
459
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
460
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
461
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
462
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
463
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
464
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
465
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
466
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
467
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
468
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
469
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
2. LA NECESIDAD DE EU-AGGELION EN LA
ACTUALIDAD
El análisis de Jesús como buena noticia obedece a una
exigencia cristológica intrínseca del Nuevo Testamento,
pero apunta a una cuestión actual más general: si hoy se
percibe o no algo de eu-aggelion en la realidad de nuestro
mundo. Este es el problema fundamental para los seres
humanos y para los creyentes.
Digamos brevemente que, por lo que toca a la realidad
eclesial, ya en 1974 señalaba Schillebeeckx dos razones
principales para que se vacíen las iglesias: «Estamos
perdiendo la capacidad de presentar el evangelio a los
hombres de hoy con una fidelidad creativa, junto con sus
aspectos críticos, como una buena noticia», a lo que hay
que añadir el ambiente de miedo, desencanto y
desconfianza de que el evangelio triunfe sobre las
limitaciones y pecados de la institución. Y por lo que toca a
la realidad social, vivimos en un mundo en el que las
noticias no son buenas, y en el que la bondad no suele ser
noticia. Y, lo que es peor, si a la modernidad le era
constitutiva, por principio, la expectativa de salvación —el
advenimiento del reino de la libertad, de la sociedad sin
clases, o como quiera que se formule—, la postmodernidad,
el neoliberalismo, la globalización están limitando, cuando
no anulando, la expectativa misma. La mayor dificultad
para la evangelización consiste en la falta de convicción de
que la buena noticia es posible. Por ello terminamos este
470
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
471
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
472
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
473
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
474
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
475
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
476
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
477
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
478
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
479
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
480
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
481
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
482
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
483
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
484
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
485
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
486
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
487
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
488
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
489
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
490
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
491
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
492
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
493
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
494
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
495
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
496
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
497
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
498
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
499
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
500
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
501
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
502
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
503
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
504
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
505
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
506
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
507
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
508
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
509
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
510
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
511
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
512
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
513
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
514
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
515
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
516
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
517
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
518
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
519
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
520
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
521
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
522
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
523
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
524
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
525
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
526
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
527
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
528
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
529
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
530
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
531
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
532
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
533
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
534
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
535
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
536
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
537
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
538
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
539
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
3. INCULTURACIÓN, LO CULTURAL Y LO
CONTRACULTURAL
Para terminar este excurso hagamos una reflexión sobre la
inculturación, problema de actualidad, añadiendo otra más
breve sobre la dimensión contracultural de la fe, que está
más ausente en la discusión.
540
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
541
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
542
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
543
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
544
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
545
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
546
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
547
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
548
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
549
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
550
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
551
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
552
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
553
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
554
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
555
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
556
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
2. NICEA Y SU SIGNIFICADO
Para zanjar la cuestión arriana, el emperador Constantino
convocó, en 325, el primer concilio ecuménico de Nicea, y
en él se definió la verdadera divinidad de Cristo contra
Arrio.
La afirmación dogmática viene dada en un símbolo de fe, es
decir, en un credo. Es formulada en lenguaje de la tradición,
con raíces en el Nuevo Testamento, pero en ella se
introducen precisiones y novedades («palabras nuevas», se
decía entonces) que no estaban en la tradición. Y se incluye,
por primera vez, aunque sea sólo en el término homoousios,
terminología conceptual de tipo filosófico. Dice así el
símbolo:
Creemos en un solo Dios Padre omnipotente, creador de
todas las cosas, de las visibles y de las invisibles, y en un
solo Señor Jesucristo Hijo de Dios, nacido unigénito del
Padre, es decir, de la sustancia del Padre, Dios de Dios, luz
de luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no
hecho, consustancial al Padre (homoousion to Patri), por
557
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
quien todas las cosas fueron hechas, las que hay en el cielo
y las que hay en la tierra, que por nosotros los hombres y
por nuestra salvación descendió y se encarnó, se hizo
hombre (enan-thropesanta), padeció y resucitó al tercer día,
subió a los cielos, y ha de venir a juzgar a los vivos y a los
muertos. Y (creemos) en el Espíritu Santo» (DS 125).
Hagamos un breve análisis de la fórmula.
558
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
559
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
560
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
561
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
562
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
563
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
3. LA NOVEDAD TEOLOGAL
Nicea introdujo lenguaje y categorías técnicas para precisar
la fe cristológica, de tal modo que «no hubiese escapatoria»
para el arrianismo. Pero al hacerlo con radicalidad puso al
dogma, por una parte, en la pista del esencialismo, y, por
otra, en la pista de una conceptualización radical sobre
Dios, cuyas consecuencias sólo se irán sacando con el
tiempo. Como dice B. Sesboüé, «el "consustancial" de Nicea,
que durante mucho tiempo pareció demasiado, era de
hecho demasiado poco». Afirmar la divinidad de Jesucristo,
en efecto, tuvo que llevar, por necesidad, a operar un
cambio radical en la concepción de la divinidad. En otras
palabras, no se puede decir que Jesucristo es consustancial
al Padre sin que la noción del Padre (Dios, «el poseedor»
de la divinidad) quede intocada.
En Nicea, además, hacen su aparición los dos presupuestos
—y su intrínseca tensión— que van a guiar todo el
desarrollo posterior. Uno es el presupuesto cristológico:
«haber trasladado a Dios el principio de la existencia de
Cristo, transformando al mismo tiempo su existencia
histórica en existencia eterna»"". El otro es el presupuesto
teológico: Nicea «ha arreglado el concepto de Dios único
para hacer sitio en él a otro, a un Hijo». Nicea es, ante todo,
564
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
565
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
566
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
567
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
568
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
569
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
570
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
571
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
572
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
573
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
574
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
575
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
576
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
577
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
578
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
579
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
580
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
581
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
582
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
583
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
584
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
585
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
586
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
587
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
588
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
589
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
Jesús, sino poder ofrecer al ecce homo, poder decir «he ahí
al ser humano».
c) La tercera razón es eclesiológica. Además del peligro
de docetismo cristológico existe el peligro (quizás todavía
mayor) del docetismo eclesial, si no necesariamente como
teoría, sí en forma práxica y existencial: la irrealidad del ser
y de la misión de la Iglesia. Esto ocurre cuando la Iglesia
(con todas sus virtudes y pecados) da la sensación de
haberse construido para sí un mundo distinto —y
distante— al mundo real, en el cual puede actuar mejor o
peor, pero en el que no comparte lo obvio del mundo real:
«sus gozos y esperanzas, sus angustias y sufrimientos». Y
de esta irrealidad puede estar transida no sólo la
eclesiología, sino la vida cristiana en general. En este
contexto, las antiguas discusiones sobre la humanidad de
Cristo pueden ayudar a captar la necesidad de mantener el
«principio realidad», a concebir el cristianismo, ante todo,
como cosa real en un mundo real.
Volver sobre la «humanidad» de Cristo no es, pues, tarea
trivial ni superflua. Qué es en concreto esa humanidad ya lo
analizamos en nuestro anterior libro: la historia de Jesús,
su vida, praxis y destino. Sobre ello queremos volver ahora
más formalmente desde la perspectiva de los concilios,
analizando los debates y vaivenes que se produjeron, las
dificultades y las razones para mantener la humanidad en
presencia de la divinidad que parece absorberla. Y digamos
que de este proceso podemos aprender estas tres cosas: 1)
590
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
1. LA INTUICIÓN DE LA ÉPOCA
Al introducirse el cristianismo en el mundo del helenismo
tuvo que enfrentarse con el gnosticismo, que cuestionaba
teórica y prácticamente la humanidad de Cristo. Ante este
peligro surgió —con vaivenes— una firme convicción, que a
nuestro entender es la herencia más importante que nos ha
dejado la época: lo humano es real, y ni siquiera la realidad
divina le priva de realidad. Por decirlo de forma gráfica, así
como el ser humano debe «dejar a Dios ser Dios», así Dios
«deja a lo humano ser humano». Esto, además, es
necesario para que la salvación sea posible. Dicho con
mayor precisión, lo humano es condición de posibilidad de
la salvación, y de ahí que Cristo tuviera que ser «vere
homo»; a lo que añadimos que la aparición de lo humano
verdadero es ya en sí mismo salvación, ofrecida e incoada:
Cristo es el «homo verus».
A esta intuición corresponde un pathos que se muestra en
las luchas de los apologetas contra los gnósticos. Hasta el
591
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
592
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
593
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
594
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
595
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
596
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
597
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
598
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
599
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
600
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
601
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
602
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
603
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
604
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
605
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
606
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
607
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
608
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
609
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
610
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
611
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
612
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
613
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
614
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
615
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
en vez de preguntarse por qué hay más bien ente que nada,
debería haberse preguntado por qué hay nada —no ser, no
realidad, no verdad, etc.— en vez de ente». Y el Ellacuría
teólogo insistía, como hemos dicho muchas veces, en que
«entre tantos signos como siempre se dan, unos llamativos
y otros apenas perceptibles, hay en cada tiempo uno que es
el principal, a cuya luz deben discernirse e interpretarse
todos los demás. Ese signo es siempre el pueblo
históricamente crucificado».
Estas palabras de Ellacuría expresan lo real desde la
negatividad flagrante. No hay que leerlas masoquistamente,
pero hay que leerlas y, entre otras cosas, para que puedan
ayudar a entender qué queremos decir con eso de «ser
real». Hoy en día ser real es, ante todo, estar activamente
en la realidad más densa, la injusta pobreza e indignidad,
dejarse afectar por ella y reaccionar adecuadamente ante
ella. Por decirlo negativamente, si Sumpul y El Mozote,
Zaire y Ruanda no interesan centralmente, no mueven el
corazón y la inteligencia, no estamos en la realidad en
forma alguna, y entonces no sólo no somos éticos ni
cristianos ni auténticos ni santos, sino que no somos
«reales», somos «irreales». Seremos la excepción o la
anécdota, habremos fabricado una realidad alternativa (que
puede ser histórica, cultural, religiosa) para vivir en ella.
Si esta realidad del pecado del mundo, con los
correspondientes anhelos y esperanzas, con la bondad y el
gozo de las víctimas, no configura nuestra totalidad,
616
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
617
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
618
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
619
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
620
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
621
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
622
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
623
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
624
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
625
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
626
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
627
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
628
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
629
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
2, BREVE HISTORIA
Comenzamos con una breve exposición de la historia que
llevó a Calcedonia. Esta síntesis es superfina para el
experto y para el no iniciado es quizás demasiado
condensada. Pero nos parece importante comunicar,
aunque sea mínimamente, el carácter de proceso y de
debate a través de los cuales se llegó a formular la realidad
de Jesucristo. Con lo primero se facilita leer la fórmula
como fórmula doxológica, es decir, como afirmación que
tiene que recoger el camino recorrido (proceso). Y con lo
segundo se facilita leerla en su aspecto formal, es decir,
desde lo que estaba en juego (debate): la relación adecuada
entre lo humano y lo divino. En cualquier caso nos parece
importante tener la sensación, si se nos permite hablar así,
de que, dada la dirección que tomó el pensamiento
cristológico en el mundo greco-romano, Calcedonia
«acertó». Es decir, que no sólo formula la visión de los
vencedores en el debate, sino que expresa una verdad que
abre al «más».
630
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
631
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
632
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
633
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
634
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
635
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
636
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
637
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
638
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
639
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
640
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
641
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
642
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
643
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
644
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
645
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
646
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
647
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
648
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
649
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
650
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
651
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
652
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
653
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
654
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
655
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
656
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
657
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
658
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
659
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
660
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
661
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
662
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
663
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
664
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
665
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
666
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
667
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
668
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
669
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
670
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
671
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
672
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
673
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
674
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
675
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
676
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
677
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
678
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
679
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
680
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
681
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
682
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
683
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
684
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
685
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
686
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
687
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
688
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
689
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
690
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
691
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
692
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
693
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
694
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
695
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
696
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
697
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
698
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
699
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
700
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
701
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
702
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
703
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
704
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
705
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
706
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
707
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
708
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
709
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
710
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
711
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
712
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
713
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
714
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
715
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
716
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
717
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
718
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
2. CAMINAR
Ya hemos mencionado la estructura de caminar que tiene la
fe cristiana, sobre todo al hablar en el último capítulo del
seguimiento de Jesús, estructura dejada por el mismo
Jesús con la necesidad de historizarla y actualizarla con la
fuerza de Dios, el Espíritu. Por ello seremos más breves en
este segundo punto, pero lo mencionamos porque nos
parece elemento esencial de la identidad cristiana y porque
nos parece importante en la actualidad.
Hoy se habla de desencanto tras la esperanza de décadas
pasadas, lo cual en la fe cristiana comenzó pronto después
de la resurrección: «nosotros esperábamos, pero...». Nos
dicen que ya no hay absolutos y sólo queda relativizar las
cosas o el «sálvese quien pueda». La coyuntura habla, pues,
más de fluidez que de solidez, y aunque no fuera más que
por eso sería útil hablar del «caminar». Pero aclaremos
719
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
720
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
721
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
722
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
723
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
724
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
725
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
726
Jon Sobrino La fe en Jesucristo
727