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Nómadas (Col)

ISSN: 0121-7550
nomadas@ucentral.edu.co
Universidad Central
Colombia

Salazar, María Cristina


EL TRABAJO INFANTIL EN COLOMBIA: TENDENCIAS Y NUEVAS POLÍTICAS
Nómadas (Col), núm. 12, 2000, pp. 152-159
Universidad Central
Bogotá, Colombia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=105115263015

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EL TRABAJO INFANTIL
EN COLOMBIA:
TENDENCIAS
Y NUEVAS POLÍTICAS

María Cristina Salazar*

Este ensayo presenta un diagnóstico del trabajo infantil en Colombia, seña-


lando las principales tendencias del fenómeno durante el período 1992-1996. Se
identifica a la pobreza y a los factores culturales como las principales causas del
problema, remarcando la necesidad de erradicar el trabajo infantil, respetando
los Derechos del niño.

* Presidenta, Defensa de los Niños Internacional-Colombia.

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Introducción de luchar a nivel nacional e inter- riesgosos y permanezcan en escuelas
nacional contra el trabajo infantil y de buena calidad hasta los catorce o
El trabajo infantil1 viola los de- contra las causas del mismo. quince años; de esta manera reuni-
rechos de la niñez consagrados en la rán las condiciones necesarias para
Convención sobre los Derechos del Las políticas públicas dirigidas a ingresar a mejores niveles del merca-
Niño de la ONU (CDN). En Colom- la infancia no podrán ya desconocer do laboral. La Convención 182 de la
bia, este trabajo no es una nueva rea- la urgencia de la protección contra la OIT sobre las peores formas de tra-
lidad, pero estudios históricos revelan explotación económica de los niños y bajo infantil, aprobada en 1999, rei-
que hasta hace poco tiempo era visto contra toda forma de trabajo que impi- tera la posición de la OIT acerca de
con indiferencia por los gobiernos y da su educación y pleno desarrollo, la erradicación del mismo, y es de
otras instancias de la socie- esperar que muchos Esta-
dad. Su amplitud lo ha con- dos empiecen a actuar
vertido en parte del orden con mayor coherencia
“natural”, dando lugar a ar- hacia esta finalidad.
gumentos que lo justifican:
se ve como una solución
para la sobrevivencia de los Tendencias del
más pobres, como una for- Trabajo Infantil
ma aceptable de la partici- en Colombia,
pación de los niños en la 1992-1996
sociedad, y como una expe-
riencia de aprendizaje que En 1996 el número
reemplaza la escuela. Estos de jóvenes de doce a
argumentos han servido diecisiete años que tra-
para justificar la pasividad bajaban, incluyendo ofi-
que también se ve reforzada cios domésticos, llegó a
por la invisibilidad que ca- 1.425.400. Esta cifra dis-
racteriza a muchos de los tra- minuyó de 1992 a 1996
bajos realizados por niños y en sólo 34.000. Las ten-
niñas. dencias durante ese perío-
do presentan diferencias
En 1997 se reunieron por zona y por edad. El
dos Conferencias Interna- descenso absoluto en el
cionales sobre Trabajo In- nivel nacional se debió
fantil en Amsterdam y principalmente a la de-
Oslo, en donde los gobier- clinación en el sector ru-
nos proclamaron su repudio ral, ya que en la zona
al trabajo que afecta el de- urbana hubo una ten-
sarrollo pleno y la educa- dencia al alza: en 1996
ción de los niños, y se hubo 28.500 jóvenes tra-
comprometieron a luchar bajadores que se sumaron
contra él, considerándolo Alvaro Restrepo, bailarín colombiano. Foto Juan Camilo Segura
a los ya existentes, en ra-
como una de las manifesta- zón del aumento pobla-
ciones más violentas y crueles de la como bien lo establece el Artículo cional, pues las tasas de participación
inequidad en la distribución de la 32 de la CDN. Igualmente, en Oslo en ambos sectores muestran descen-
riqueza social y de la injusticia que se destacó la importancia de la edu- sos para todos los grupos de edad y
reinan en muchos países del mun- cación como una de las maneras de género. En el grupo de doce a trece
do. De manera contundente la Con- lograr que los niños y niñas en edad años, el número absoluto de niños y
ferencia de Oslo afirmó la necesidad escolar se alejen de los trabajos niñas trabajadores en ambas zonas

NÓMADAS 153
disminuyó, mientras aumentó en el nales; de allí la dificultad de cuanti- dos ocasiones, 1992 y 1997, el DANE
grupo de catorce-diecisiete años en ficar el trabajo infantil. El DANE, incluyó un módulo sobre actividad
la parte urbana y disminuyó en la sin embargo, en las Encuestas Nacio- laboral de los niños de cinco a once
rural. Es decir, que durante el perío- nales de Hogares reúne información años; se involucró el trabajo remu-
do de 1992 a 1996 la tendencia ge- trimestral que permite evaluar las nerado aunque fuera menor de quin-
neral fue hacia la disminución de la condiciones de trabajo de los jóve- ce horas semanales. En 1996 también
fuerza laboral infantil en términos nes de doce a diecisiete años. Según se introdujo información sobre
absolutos, con excepción del grupo estas encuestas, de 1977 a 1993 y de trabajo infantil en las ocho princi-
urbano de catorce-diecisiete años. 1992 a 1996 se detecta la tendencia pales ciudades; las conclusiones más
decreciente –explicada arriba–, en la destacadas de esas cifras son las
Sin contar a los que siguientes:
laboraban en oficios do-
mésticos, el 20.5% del · En las ocho ciudades
total de los casi 1.5 millo- principales, aproximada-
nes de jóvenes trabajado- mente 21 mil niños de sie-
res entre doce y diecisiete te a once años colaboraban
años, en 1996, trabajaba; o trabajaban en un nego-
esto es, uno de cada cin- cio o industria o como in-
co jóvenes de ese grupo dependientes, mientras que
etario, siendo la inciden- en la zona rural, eran 56 mil
cia del trabajo mucho niños. Al incluir los oficios
mayor entre los jóvenes del hogar, las cifras aumen-
rurales. La tasa global de tan a 33 mil en las ciuda-
participación laboral era des señaladas y los de diez a
de 13.8% en la zona ur- once años en el campo au-
bana, mientras que en la mentan a 81 mil.
rural llegaba al 29.6%. · Las tasas de ocupación
son bajas en las ciudades,
No se tienen estadísti- pero relativamente altas en
cas posteriores a 1996, pero el campo: uno de cada 55
es muy probable que el au- niños urbanos de siete a
mento de los niveles de once colaboraba o trabaja-
pobreza y los desplazamien- ba en un negocio, industria
tos masivos de la población o en forma independiente,
campesina presentados en y uno de cada once niños
el país durante los últimos rurales de siete a once la-
años, signifiquen incre- boraba en actividad remu-
mentos en la fuerza laboral nerada o como trabajador
infantil y juvenil. familiar.
· Las razones dadas por los
niños para vincularse al tra-
Irene y Federico Joliot-Curie, 1944. Foto H. Cartier-Bresson
El trabajo bajo fueron de carácter for-
de niños menores mativo y de colaboración
de trece años participación laboral de estos jóve- por la pobreza del hogar: el
nes, al tiempo que aumenta la asis- 60% de los niños varones de
Muchos niños laboran invisible- tencia escolar. siete a once años que trabaja-
mente dentro del hogar o realizan ban lo hacían porque “el tra-
actividades marginales que no son Para los niños menores de doce bajo lo hace honrado o lo
captadas por las estadísticas tradicio- años, es muy difícil obtener cifras. En aleja de los vicios”; un 21%

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lo hacía por la situación eco- ubican en 17 departamentos con Factores culturales
nómica difícil del hogar. una población estimada de dos mi-
· En el campo, el 87% de los llones, de los cuales un 30% – El trabajo infantil también está
varones y el 50% de las niñas 600.000 personas– estaría vinculado determinado por factores culturales.
de diez a once años, que tra- a ellos. Según la Defensoría del Pue- En áreas rurales no hay discrimina-
bajaban lo hacían en tareas blo, en un solo departamento, ción entre el trabajo productivo y
agropecuarias. Las niñas tie- Putumayo, en 1997 había casi once reproductivo; ni el tiempo ni el es-
nen mayor diversidad en esta mil niños y jóvenes entre cinco y pacio los separan; ambos hacen par-
labor. En las ciudades, los ni- dieciocho años dedicados al raspa- te de los derechos y responsabilidades
ños de siete a once trabajaban do de coca (Defensoría del Pueblo. del niño. Los niños y niñas empie-
como comerciantes y vende- Ministerio Público 1997). zan a “ayudar” en tareas domésticas y
dores, siendo el porcentaje de agrícolas a los seis años. La educación
las niñas más alto: 65%, se no ocurre aislada del trabajo; ambas
desempeñan en el hogar o en Principales causas actividades convergen en un proce-
la calle. del trabajo infantil so único. Igual puede ocurrir en áreas
· Las jornadas de estos niños urbanas, por ejemplo, en el caso de
pequeños son altas: en el cam- La pobreza niños y niñas que son ayudantes do-
po 27 horas semanales como mésticos en su propio hogar, pero a
promedio, en las ciudades ca- Los niños y niñas trabajadores la vez trabajan en las ventas calleje-
torce horas semanales. provienen de hogares pobres, pero no ras o, en el caso de las plazas de mer-
· Los niveles de remuneración todos los niños pobres trabajan, lo cado, como cargueros o recogedores
son mínimos: el 10% del sa- que impide afirmar que la pobreza es de desechos3 .
lario mínimo/hora. Sólo los “la” causa del trabajo infantil (me-
niños trabajadores de la ciu- nores de catorce años). La penuria El trabajo es una parte importan-
dad de siete a once recibían de los hogares es mayor en aquellos te de la socialización de los niños. Es
casi medio salario mínimo/ con un mayor número de hijos y tam- un vehículo para transmitir conoci-
hora. bién en los monoparentales con je- mientos sobre el ambiente y deter-
· La asistencia escolar es casi fatura femenina. Existe un relativo minadas actividades remunerativas.
universal (97%) entre los ni- mayor empobrecimiento de los ho- La producción agrícola, la pesca, las
ños urbanos de siete a once gares dirigidos por mujeres solas y es artesanías, la caza y otras actividades
años: el 94% sólo estudiaba. considerable la probabilidad de que se aprenden por la experiencia. Los
En el campo, la asistencia es en contextos de este tipo los niños estándares y el ritmo de esta instruc-
menor (91%) y el 10% de los abandonen la escuela para convertir- ción se establecen culturalmente para
niños combinaba el trabajo se en trabajadores. asegurar un desarrollo adaptado al
con el estudio. ambiente. Es por eso que ocurre la
· La inasistencia escolar se debe La tasa de dependencia econó- vinculación laboral prematura de los
a falta de motivación (44%) mica (número de personas a las que niños que comienzan a “ayudar” a sus
y a razones económicas hay que sostener) puede ejercer pre- padres tanto en tareas vinculadas a
(30%). Son datos que eviden- sión sobre los miembros económi- la producción como a la reproducción
cian las deficiencias de la edu- camente activos de una familia; del hogar. Se considera que ello hace
cación primaria. éstos deben laborar más horas para parte del proceso de aprender a tra-
lograr un ingreso mayor. Es en este bajar y familiarizarse con reglas de
Estas cifras pueden estar incom- caso cuando se produce la vincula- relaciones sociales armoniosas.
pletas debido a las dificultades que ción de niños/as y jóvenes al traba-
presenta el levantamiento de esta- jo, ya sea realizando actividades El conflicto entre educación y
dísticas en zonas de conflicto y en remuneradas o gratuitas como en el trabajo comienza cuando se ve a la
áreas caracterizadas por los cultivos sector doméstico que facilita el in- escuela como una institución exter-
ilícitos (coca, marihuana y amapo- greso de otros adultos de la familia na. Además, los criterios acerca de
la). En Colombia, estos cultivos se al mercado de trabajo. cuándo termina la niñez varían se-

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gún la clase social y la cultura. Nues- Muchos padres manifiestan re- ños trabajadores para justificar el tra-
tra definición de niñez no necesaria- celo frente a esta institución porque bajo de sus hijos es uno de los meca-
mente coincide con aquella de los allí los niños supuestamente apren- nismos más utilizados.
campesinos quienes consideran que den contenidos que los llevan a re-
el niño es un adulto desde muy tem- belarse contra las tradiciones y Los padres consideran que el tra-
prano y por lo tanto una persona que normas del hogar. Otros temen que bajo es una «preparación para la
debe trabajar. desarrollen hábitos nocivos. En la vida», que opera como una suerte de
expresión de una madre brasileña escuela para la existencia futura. Se
En algunas formas de produc- aparece plasmada la desconfianza la- presentan, de otro lado, segmentos de
ción, la familia actúa como bloque, tente hacia la escuela: “No voy a familias pobres para quienes el trabajo
dándose por sobreentendi- prematuro se convierte en
da la colaboración activa mecanismo preventivo de
de todos sus miembros, in- la ociosidad. Esto tiene
cluidos obviamente los ni- que ver con la escasa valo-
ños. Los padres justifican ración que se da en secto-
la vinculación de sus hijos res populares al juego de
al trabajo aduciendo que los niños. La actividad
en él adquieren valores lúdica es vista por muchos
como la responsabilidad, la como pérdida de tiempo
autonomía y la tenacidad sin avizorar la importancia
para sobrellevar las dificul- del juego en su formación.
tades o para soportar sacri-
ficios. Además se ve el Los empleadores tam-
trabajo como una protec- bién piensan que al vincu-
ción contra los vicios y el lar los niños al trabajo
ocio que conducen a la de- precoz los están ayudando,
lincuencia. lo que los lleva a pensar
que no tienen por qué pa-
La percepción acerca gar justamente su labor.
de la escuela es ambiva- Estas formas de concep-
lente. Por una parte se va- tualizar al trabajo como
lora la posibilidad de una manera de “salvar” o
aprender a leer y escribir, prevenir la perdición del
pero por lo menos un sec- niño tienden a legitimar el
tor de padres, en particu- trabajo infantil de los ni-
lar en áreas rurales, percibe ños y adolescentes pobres.
esta educación como irre- Pero dificultan las metas
levante, y cuando los ho- de erradicación progresiva
rarios de la escuela y del Profesor de danza. Bali, 1949. Foto: H. Cartier Bresson al sacar la discusión del te-
trabajo se contraponen, rreno de los derechos del
tienden a privilegiar el trabajo, por quedarme batallando para que ellos ciudadano, ubicándola en el marco
cuanto éste tiene beneficios inme- estudien, porque me parece más im- ideológico o de la filantropía , ocul-
diatos evidentes para la subsistencia portante que aprendan a trabajar. tando la relación compra/venta del
de la familia; la asistencia a la es- Hay niños por ahí que terminaron trabajo y la relación patrón/emplea-
cuela, en cambio, no. Es la disyun- el cuarto año pero que fuman mari- do (Rodríguez dos Santos 1995).
tiva entre la posibilidad de huana. Después de aprender a tra-
movilidad social futura que les abre bajar ellos van a dar valor al servicio Concepciones premodernas de la
la escuela y las urgencias de la y al estudio. Yo aprendí así”. Reco- infancia, para las que niños y niñas
sobrevivencia presente. ger su propia experiencia como ni- son vistos como «adultos en minia-

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tura», hacen que recaiga en ellos un Sin embargo, para que una me- de la niñez enfaticen los derechos de
sinnúmero de actividades laborales dida como esta resulte eficaz para los niños y niñas acogidos por la
en tanto éstas forman parte de su rol erradicar el trabajo infantil se requie- Constitución e incorporados recien-
como tales. re un fuerte apoyo del sector estatal temente al Plan Nacional de Erradi-
de la educación; es preciso, primero, cación del Trabajo Infantil. Mientras
El género vincular a los maestros; segundo, es- cada uno de estos principios no se
tablecer los estímulos y programas constituyan en orientadores de la
El género es una variable que jue- necesarios; tercero, procurar los es- acción estatal, no podrán resolverse
ga un rol importante en este tema: pacios adecuados (puede ser una es- ni la extensión ni la intensidad del
son más los varones que las niñas que cuela) y por último, convencer a los trabajo infantil. El Estado, las insti-
trabajan en Colombia y en los países mismos niños y adolescentes del be- tuciones gubernamentales y la socie-
de la región. Sin embargo, aquí es neficio que la jornada alterna puede dad civil tienen que actuar para lograr
necesario señalar que frecuentemen- aportarles. Pero mientras tanto, el la universalidad de estos derechos, su
te la participación laboral de las ni- Proyecto puede tener un efecto de indivisibilidad, su alcance progresi-
ñas adolece de un significativo demostración con las jornadas alter- vo, su dimensión individual y la res-
sub-registro en la conceptualización nas en cuanto éstas por lo menos evi- ponsabilidad colectiva para su
tradicional de la población económi- tan una parte del empleo infantil y cumplimiento. El interés superior del
camente activa, en tanto no se con- desarrollan otras aptitudes, destrezas niño/niña, que significa que los de-
signa como trabajo la participación y valores que a veces ni la escuela ni rechos de los niños priman sobre
de éstas en actividades domésticas en la familia posibilitan. cualquier otro derecho no ha sido su-
su propio hogar, aunque en muchos ficientemente enfatizado; tampoco la
casos estas tareas suponen el aban- participación de los niños y de las
dono de la escuela y jornadas labora- Conclusiones niñas en todas las decisiones que los
les excesivas. afectan.
El trabajo infantil niega los dere-
Un segmento de niñas y jóve- chos de los niños e impide su pleno El Plan Nacional de Erradicación
nes mujeres tiene una doble jorna- desarrollo como lo han constatado del Trabajo Infantil, reformado re-
da laboral. Salen a trabajar fuera de numerosos estudios. Es muy impor- cientemente con la participación de
casa, pero además cumplen con ta- tante que las acciones de erradicación amplios sectores de gobierno, empre-
reas domésticas al regresar a su pro- del trabajo infantil se dirijan cada vez sarios, sindicalistas y organizaciones
pio hogar. más al mejoramiento de la calidad de no gubernamentales, refleja una nue-
la educación básica en las escuelas va posición frente al trabajo infan-
La calidad de la educación oficiales; todos los niños deben te- til, muy acorde con los principios de
ner acceso al sistema de educación la legislación internacional, en par-
Para los niños que no han ingre- formal, y es necesario desarrollar pro- ticular de las Convenciones de la
sado a la escuela y para todos los que gramas especiales para los niños y OIT. Queda claro que el trabajo in-
entran pero no terminan la educa- niñas trabajadores que se han salido fantil es ética y moralmente inacep-
ción básica (ni siquiera los cinco años de la escuela sin completar el ciclo table, que viola los derechos de la
de la primaria) no hay alternativas básico. No debe continuar la tenden- niñez, y que por más dificultades que
de educación. Se ha propuesto desa- cia al alza de los costos de la educa- presente el país en su economía y en
rrollar, en varios países, “jornadas al- ción pública. Por el contrario, hay el alto desempleo que la caracteriza
ternas” para actividades lúdicas y que mejorar los ingresos de las fami- en la actualidad, Colombia tiene que
recreativas de los niños, tanto del lias que tienen niños que trabajan, hacer el esfuerzo necesario para erra-
grupo de escolarizados como de los precisamente para respetar su dere- dicar cualquier trabajo que impida el
que no asisten a la escuela, que han cho a la educación y a la no discri- pleno desarrollo de los niños y niñas.
demostrado ser útiles para evitar el minación.
trabajo de los niños, ya que por unas En el Seminario realizado en
horas adicionales en el día, están en El mejoramiento de la calidad de Bogotá en marzo del 2000, por el
actividades extra-escolares. la educación exige que las políticas Ministerio del Trabajo y la OIT, se

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señalaron las medidas que deben po- en la escuela, y que el poder de los
nerse en práctica inmediatamente niños y niñas no está en el trabajo. Bibliografía
para lograr en el futuro inmediato y
DEFENSORÍA DEL PUEBLO Ministerio
mediano la erradicación del trabajo Público, “Menores trabajando en el
infantil. En general, las medidas bus- raspado de coca”, en: La Niñez y sus
carán mejorar la condición económi- Citas Derechos, Boletín No. 3, Bogotá, 1997.
ca de los hogares más pobres y de las FLÓREZ, C.E. y R. Méndez, Niñas, niños y
madres que, solas, velan por sus hi- 1 El trabajo infantil es el que desempe- jóvenes trabajadores colombianos, CEDE/
ñan los niños y niñas menores de ca- OIT/IPEC Col. 1998.
jos; incrementar el acceso a la edu-
torce años, que en Colombia es ilegal. GARCÍA Méndez, E. y M.C. Salazar, Nue-
cación básica y la calidad de ésta;
2 Esta sección se basa en Flórez y Méndez vas perspectivas para erradicar el trabajo
insistir sobre los derechos de los ni- infantil en América Latina, Bogotá,
1998.
ños y lograr los cambios culturales que UNICEF/Tercer Mundo, 1999.
reivindiquen la educación antes que 3 Véase M.E.Ramírez et al. 2000.Biblio-
grafía. LÓPEZ Báez, C., “Posibilidades de erradi-
el trabajo para los niños y niñas. En cación del trabajo infanto juvenil en
resumen, el país debe convencerse de cultivos ilícitos”, en: E. García Méndez
y M.C. Salazar, Nuevas perspectivas para
que el lugar del niño y de la niña está erradicar el trabajo infantil en América
Latina, Bogotá, UNICEF/Tercer Mun-
do, 1999.
RAMÍREZ, M.E., I. Urquijo, C. del Porti-
llo, Hacia la erradicación del trabajo in-
fantil en Aquitania y Corabastos. Unicef/
DNI, Bogotá, 2000.

158 NÓMADAS
...
Una vez que lo haga –y con ello el disposable time
cesará de tener una existencia antitética – por una
parte el tiempo de trabajo necesario encontrará sus
medidas en las necesidades del individuo social y por
otra el desarrollo de la fuerza productiva social será
tan rápido que, aunque ahora la producción se
calcula en función de la riqueza común, crecerá el
disposable time de todos, ya que la riqueza real es la
fuerza productiva desarrollada de todos los
individuos. Ya no es entonces, en modo alguno, el
tiempo de trabajo, la medida de la riqueza,
sino el disposable time.

Karl Marx, Grundrisse

NÓMADAS 159

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