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Diarios de un magistrado

El magistrado debe elegir un nuevo guardián. Se encuentran dos candidatos para el puesto.
El primero es un hombre educado, hijo de un compañero magistrado y poseedor del favor
de la asamblea. No obstante, es incompetente para la tarea. El segundo es un hombre sabio,
aunque de familia perteneciente a la asamblea, es repudiado por sus actitudes impertinentes.

Un estratega condecorado aguarda en el campo de batalla para emboscar a la polis enemiga.


La noche anterior a la batalla, uno de sus soldados acude a la asamblea para acusarlo de
brutalidad y abuso de autoridad. Si se le aprehendiera antes de la batalla, la derrota sería
inminente y la polis correría peligro. Si no se toma acción, será muy difícil de convencer a
la asamblea de castigarlo, ya que seguramente regresará victorioso.

Un muchacho acude a la asamblea exigiendo el enjuiciamiento de su padre, alegando que lo


ha maltratado y ha mancillado el honor de su hermana. Su padre es el comerciante más
productivo de la polis. Posee una reputación impecable y ha sido responsable de numerosas
obras de beneficio público. En caso de ser enjuiciado, no sólo la polis sufriría daños
económicos, sino que la asamblea no sería capaz de desarrollar sus funciones con fluidez.

Un deportista célebre presume ser el hombre más fuerte de la polis. Lo comprueba en


repetidas ocasiones, cada vez mediante actos más cercanos al libertinaje. No obstante, sus
discípulos están imitando su perseverancia y se están convirtiendo en ciudadanos
disciplinados en el deporte y las armas.

Hay escasez de alimentos en la polis. Un guardián con buena reputación comienza a


persuadir a sus iguales de servirse de los ciudadanos para sobrevivir (dejándolos sin
comer). Este personaje justifica su campaña bajo el pretexto de que ellos son su única
defensa ahora que la polis es susceptible de ataque.

La asamblea aprueba y ratifica una ley que enumera las características esenciales de todo
miembro de su polis. Todo ciudadano que no las cumpla será considerado extranjero y será
desterrado de la polis. Sin embargo, La esposa de un magistrado es extranjera y sus hijos no
concuerdan con los requisitos. Por otra parte, una familia extranjera huye de bandidos y
llega a los límites de la polis, suplicando asilo.
¿qué saberes utilizaron para resolver el dilema?

¿Cómo se aplicó la justicia platónica en la situación?

¿Están satisfecho con las soluciones de los oro? pulgar arriba/abajo

Hay un sofista entre nosotros

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