carácter mental. Los trastornos psicológicos existen desde los orígenes de la humanidad, pero sólo desde hace poco tiempo se ha comenzado ha hablar del concepto de psicopatología. Modelo biomédico: Considera el trastorno mental como una enfermedad física más. Este modelo ha sido desarrollado por la psiquiatría, que trata los síntomas de la enfermedad, clasifica los cuadros clínicos y los tratamientos se realizan con fármacos olvidando posibles intervenciones psicosociales. Modelo cognitivo-conductual: Describe el comportamiento como un continuo y las variables que influyen en la conducta anormal son variadas y complejas, igual que las de la conducta normal (que se diferencian de las anormales en grado y no en tipo). Los seguidores de este modelo conciben la terapia como una tarea educativa que consiste en enseñar a la persona a enfrentarse a sus dificultades y a tener mayor control de su vida. Modelo biopsicosocial: El paradigma biopsicosocial es un marco conceptual para guiar la práctica clínica, que trata de analizar la complejidad de la conducta desde tres niveles: biológico, psicológico y social. Este modelo acepta la interacción entre diferentes niveles, aunque todavía faltan investigaciones para saber como se concretan esas relaciones. Criterio estadístico: las variables psicológicas que definen a un individuo tienen una distribución normal en su población de referencia. Todo pensamiento, conducta, etc. que se desvíe de lo normal pasa a ser considerado patológico Criterio biológico: El comportamiento anormal se debe al imperfecto funcionamiento del organismo por alguna alteración del cerebro (estructural o funcional). Criterio social: Lo psicopatológico es una construcción o convención social establecida en una época determinada. Lo que en una cultura es normal puede ser anormal en otras. Criterio subjetivo y personal: Cada individuo sabe cuál es su incapacidad o sufrimiento personal para desarrollar con éxito su vida. Este criterio tampoco es correcto, porque muchas personas desconocen sus síntomas o los interpretan mal. La DEPRESIÓN es un profundo malestar que afecta a todo el cuerpo, los pensamientos y el estado de ánimo. No es un estado de tristeza pasajero, una debilidad personal, ni una actitud personal que pueda cambiarse según nuestra voluntad.
Los síntomas mas significativos son:
Físicos: insomnio, perdida de apetito, falta de actividad o deseo sexual , dolores de cabeza, estreñimiento y pérdida de la menstuación en las mujeres. Anímicos: tristeza e irritabilidad, un excesivo nerviosismo, sentimientos de vacío e impotencia. Cognitivos: el rendimiento cognitivo de un deprimido es menor, porque disminuye la atención y concentración en sus actividades cotidianas. Motivacionales y conductuales: el síntoma más característico es la disminución en la capacidad de gozar y disfrutar de la vida. Interpersonales: un deprimido mantiene unas relaciones tensas con las personas que le rodean, sea en el ámbito familiar o laboral. La evitación social que acompaña a la depresión hace que a la persona le resulte más difícil relacionarse, lo que agrava el problema. La ANSIEDAD es una sensación difusa, una señal que nos anticipa el peligro o el dolor que surge cuando no somos capaces de comprender la realidad que vivimos o se tambalea nuestro autoconcepto. La ansiedad es una respuesta emocional en la que actúan tres sistemas (fisiológico, cognitivo y motor), a veces con escasa covariación entre ellos. Las manifestaciones de estos sistemas son: Nivel fisiológico: mayor activación del SNA expresada en cambios en el sistema cardiovascular, muscular, cambios respiratorios y mayor actividad electrodérmica. Nivel cognitivo: presentimientos de la situación temida que generan distorsiones cognitivas e ideas irracionales, y sentimientos de miedo o tensión emocional. Nivel motor: las conductas motoras, fruto de la activación fisiológica y la valoración cognitiva de la situación, consisten en respuestas de escape o evitación, temblor, quedarse paralizado y tartamudeo. Los trastornos de ansiedad podemos agruparlos así:
Las fobias (miedo irracional ante una
situación) El trastorno obsesivo-compulsivo (obsesión por un pensamiento o conducta que le sujeto no puede evitar). El estrés postraumático (tras un episodio violento). El trastorno de ansiedad generalizada. Una FOBIA es un miedo excesivo, persistente, irracional y desproporcionado, provocado por determinados objetos, animales o personas.
El temor es una reacción natural para la
supervivencia del individuo y se convierte en fobia cuando: o El objeto temido no entraña ningún peligro real. o El temor es desproporcionado al peligro. o El temor es incongruente con el resto de la personalidad del sujeto. o Perturba la vida cotidiana del sujeto. La AGORAFOBIA consiste en el temor a los lugares públicos y se manifiesta por un conjunto de temores: no salir a la calle, incapacidad de coger transportes públicos y evitar lugares donde hay mucha gente.
La FOBIA SOCIAL es un miedo ante
situaciones sociales ante situaciones sociales donde la persona se expone a ser observada, evaluada o humillada por otros y a comportarse o hacer algo embarazoso. Es un signo de inseguridad y de culpabilidad frente a la mirada ajena. Las OBSESIONES son pensamientos, ideas, imágenes o recuerdos inapropiados no experimentados como voluntarios, sino como invasores de la conciencia y considerados repugnantes o sin sentido. Las COMPULSIONES son conductas repetitivas, hechas de forma estereotipada (se denominan rituales) y se realizan en respuesta a una obsesión. La conducta no tiene una finalidad en sí misma, sino que está orientada a prevenir algún acontecimiento futuro. Según el psicólogo Enrique Echeburúa las personas que han pasado por una situación traumática suelen presentar tres aspectos comunes: o Las víctimas suelen revivir la agresión sufrida o la experiencia vivida como recuerdos constantes o pesadillas. o Muestran síntomas de irritabilidad, dificultades para conciliar el sueño y embotamiento afectivo. o Rechazan hablar sobre el acontecimiento traumático. El término ESQUIZOFRENIA significa fragmentación de las capacidades cognitivas y afectivas.
Las características más comunes de esta
enfermedad son: o Percepciones perturbadas. o Desorganización del pensamiento. o Emociones y conductas inadecuadas. o Retraimiento social. La psicopatología reconoce cuatro tipos de esquizofrenia: Paranoide: Se caracteriza por tener ideas delirantes de persecución o de grandeza, sensaciones auditivas y desorganización del lenguaje y del comportamiento. Catatónica: Las personas muestran un negativismo extremo, son pasivos e incomunicativos, mantienen posturas y movimientos corporales extraños y esteriotipados. Desorganizada: Las personas con este trastorno presentan un comportamiento infantil en sus poses y gesticulaciones, hablan con personas imaginarias y su afecto es inapropiado y superficial. Residual: Es característica de personas con síntomas psicóticos moderados, como tener un comportamiento excéntrico o un pensamiento ilógico. La anorexia nerviosa Es un trastorno de la conducta alimentaria que se nutre y crece conforme aumenta el miedo a engordar. Los criterios para el diagnóstico de la anorexia son los siguientes: o Realización de una dieta obsesiva hasta perder más del 15% del peso normal, que se mide de acuerdo a la altura y la edad de la persona. o Ausencia de otra enfermedad orgánica o psíquica. o Tener una imagen de la talla o silueta corporal distorsionada y un miedo intenso a ganar peso o convertirse en obesa. o En general, las adolescentes anoréxicas son buenas estudiantes, hiperactivas y muy perfeccionistas. o Amenorrea o perdida de la menstruación regular. o En algunos casos, durante la anorexia nerviosa, la persona se da atracones de comida y realiza conductas purgantes. La bulimia Se caracteriza por comer demasiado y realizar conductas purgativas. La bulimia nerviosa se caracteriza por los siguientes síntomas: o Desarrollo de hábitos alimenticios anormales tales como seguir dietas rígidas y conductas ritualizadas durante las comidas. o Atracones de comida, que provocan en la persona sentimientos de vergüenza, culpabilidad y desprecio. Para mitigar su estado emocional, vomitan, utilizan laxantes, diuréticos o hacen excesivo ejercicio físico. o Dos episodios de atracón de comida a la semana durante al menos tres meses. o Distorsión de la imagen corporal y sensación de pérdida de control sobre la conducta de comer. o Los estados de ánimo negativos, las situaciones estresantes y el hambre intenso son algunos de los factores desencadenantes de los atracones. La psicología clínica dispone de un conjunto de procedimientos y técnicas terapéuticas para el cambio y la modificación de los problemas cognitivos, emocionales y de conducta. El término TERAPIA proviene del griego therapeutikós que significa ‘aquel que cuida de otra persona’. La terapia es una relación de trabajo entre un terapeuta y un cliente, para desarrollar formas más viables de estar en el mundo. Un terapeuta no sólo se preocupa de las conductas observables y de las relaciones interpersonales, sino también de las expresiones afectivas, los estilos cognitivos o los bloqueos que impiden asumir el control y el cambio personal. Ayudar a superar la desmotivación Algunos problemas se deben a tener baja autoestima, falta de habilidades sociales, etc.
Afianzar la competencia personal
Estrategias: o Pensar en conductas concretas, no en definiciones globales. o Pensar la solución. o Pensamiento práctico. o Pensar en logros pequeños. o Pensar en el futuro, no en el pasado. Superar las conductas de evitación Es necesario aprender estrategias para enfrentarse a los problemas y situaciones estresantes de la vida, en lugar de evitarlas.
Ser consciente de las propias ideas erróneas
Los terapeutas, especialmente los de orientación cognitiva, enseñan a ser conscientes de las propias distorsiones cognitivas e ideas irracionales que perturban el estado emocional.
Enseñar a aceptar las realidades de la vida
Hay dos tareas que son importantes para alcanzar la madurez personal: aceptar las cosas que no podemos cambiar y luchar para intentar transformar las que podemos, y tener criterios realistas para lograr un equilibrio entre los deseos, la imaginación y nuestra capacidad de acción. Las tres técnicas que emplea el psicoanálisis son: o La asociación libre. o El análisis e interpretación de los sueños. o La transferencia. Características: o Tanto la conducta normal como ‘’anormal’’ se adquieren según las leyes del aprendizaje y existe una continuidad entre ellas. o La modificación de conducta implica buscar las causas de los conflictos del individuo, no al culpable. o En el análisis de una conducta problemática importan más los motivos actuales que sus antecedentes lejanos. o La terapia cognitivo-conductual estudia la adquisición, consolidación y extinción de la conducta y de los procesos cognitivos. Para ello, el terapeuta utiliza entrevistas, cuestionarios, etc. Las fases del análisis conductual son: o Evaluación detallada de la conducta problemática. o Cuando se ha seleccionado la conducta que se desea modificar, detallar las variables que la mantienen y delimitar los objetivos de la terapia. o Tratamiento dirigido a la modificación de la conducta problemática mediante diversas técnicas. o Valoración de los resultados obtenidos. Algunas técnicas conductuales son: Modelado. Las personas pueden aprender a aceptar estímulos temidos y manejar situaciones ansiógenas, como volar en avión o hablar en público. Esta técnica es muy útil en el tratamiento de fobias y obsesiones. Entrenamiento asertivo. Su finalidad es superar la ansiedad ante situaciones interpersonales o sociales. Asertividad son respuestas incompatibles; no es igual ser tímido que asertivo. Si una persona no defiende sus pensamientos y sentimientos en las situaciones sociales, nunca vencerá la timidez. En las sesiones terapéuticas, individuales o en grupo, la persona poco asertiva puede aprender, a través de ensayos de conducta, nuevas formas de pensar y comportarse. Los terapeutas familiares distinguen entre un sistema abierto y uno cerrado. Las características de un sistema abierto son: o Mantiene frecuentes cambios en su entorno. o Puede alcanzar un nuevo estado independiente de las condiciones iniciales. o Tiende a mostrar una ‘voluntad propia’.
Las características de un sistema cerrado son:
o No mantiene ningún tipo de intercambio con el entorno. o Aumenta la entropía en su seno, es decir, hay un empobrecimiento energético y, por tanto, una pérdida constante de calidad.