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UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS

ASIGNATURA:

Psicofisiológica

FACILITADOR(A):

Tomasina Vásquez

TEMA II

El procesamiento de la comunicación y la información en el cuerpo

PRESENTADO POR:

MELANIA CARABALLO MENDEZ

MATRÍCULA:
14-6402

Febrero 2017
Unidad II

1- Realización de lectura analítica y crítica de más de dos páginas sobre


el procesamiento de la comunicación y la información en el cuerpo:

a. Elaboración de un esquema que consiste en cómo se procesa la


información en el sistema nervioso.

El sistema nervioso

Tiene alrededor de 30 millones de neuronas y


toda acción voluntaria o involuntaria es
realizada por la interacción armónica de todas
esas neuronas. Su comunicación es eléctrica
en el rango de micro voltios.
Procesamiento de la información y memoria

Entre las funciones del sistema nervioso, tal vez la más importante sea el
procesamiento de la información aferente a partir de la cual proceder a la
elaboración de repuestas motoras y mentales adecuadas. No obstante,
previamente, antes de procesar la información sensorial, nuestro sistema
nervioso procede a una filtración de la información; esto es, una primera
selección. Tenemos experiencias sensitivas porque nuestros receptores
sensitivos nos dan cuenta de ellas.

Estos receptores pueden ser nuestra visión, la audición, el tacto,… Una


reacción sensitiva puede dar lugar, en ocasiones, a una reacción inmediata
desde el cerebro; y, en otros casos, a la formación del recuerdo de la
experiencia que se conservará durante minutos, días o años. En este caso, es
muy probable que tengamos reacciones posteriores.

Podemos apreciar la existencia de un filtro de la información entrante o


aferente si nos detenemos a pensar que nuestro cerebro desestima más del
99% de la información sensorial que somos capaces de percibir. Nuestro
cerebro considera, en estos casos, que la información en cuestión carece de
importancia o interés. Así normalmente no percibimos el reloj que llevamos en
la muñeca o el anillo de nuestro dedo, tampoco la presión que ejercemos sobre
el asiento cuando nos sentamos. Igualmente, sólo prestamos atención a uno de
los múltiples objetos que se encuentran en nuestro campo visual o auditivo.
En cambio, cuando nuestra mente considera que se encuentra ante una
información relevante o importante, la canaliza de inmediato hasta las regiones
integradoras y motoras adecuadas del encéfalo para, desde ahí, generar
respuestas convenientes. Esta canalización y procesamiento de la información
se corresponde con la función integradora del sistema nervioso.

Es especialmente llamativo que en situaciones de alerta, pongamos en marcha


mecanismos más intensos y eficaces de procesar la información. Un caso
evidente de ello son las situaciones de estrés agudo.

Las sinapsis neuronales juegan un papel importante en el procesamiento de la


información. Una sinapsis es el punto de encuentro entre dos neuronas y, por
ello, se convierte en controladora de la transmisión de información. La acción
de las sinapsis en la transmisión de la información puede ser de facilitación o
de inhibición dependiendo de si dejan pasar la información (la potencian) o si
la bloquean (frenan). Desempeñan pues una función de selección.

Como hemos dicho, la información aferente puede desencadenar una repuesta


motora inmediata. Pero esta circunstancia concurre en escasa ocasiones; o,
mejor dicho, solamente una escasa parte de la información sensorial
importante conduce a una respuesta inmediata. Por el contrario, gran parte de
los datos que recogemos se almacenan para un uso posterior bajo la forma de
una regulación de la actuación motora o en los procesos mentales. Esta
mayoría de datos se conserva en la corteza cerebral, aunque también la base
del encéfalo y la médula espinal pueden almacenar pequeñas cantidades de
información. Se denomina memoria al almacenamiento de información.
También las sinapsis contribuyen al mismo, pues cada vez que una
determinada categoría de señales sensoriales atraviesan una serie de sinapsis,
aumenta la capacidad de las mismas para transmitir dicho tipo de señales en
una ocasión posterior. Es un proceso que se denomina facilitación. Si las
señales sensoriales han pasado muchas veces por las sinapsis, éstas han
quedado tan facilitadas que las señales generadas en el propio cerebro se
transmiten impulsadas con la misma secuencia de sinapsis aunque no se
hayan excitado los receptores y las aferencias sensitivas. La persona tiene la
impresión de haber experimentado las sensaciones originales, aunque en
realidad sólo se trata de recuerdos de las sensaciones anteriores.
La plasticidad neuronal (neuroplasticidad, plasticidad neural o plasticidad
sináptica) constituye una propiedad de la naturaleza y funcionamiento de la
comunicación neuronal. El paso de información (eferente o aferente, saliente o
entrante) por las neuronas y las sinapsis deja un conjunto de huellas que
modifican la eficacia de la transmisión misma de información y conforma la
constitución de una cosmovisión en lo que lo anterior modifica la percepción de
los siguientes.

Una vez que los recuerdos se han almacenado en el sistema nervioso, se


convierten en una parte del mecanismo cerebral de procesamiento de la
información. Los recuerdos ayudan a seleccionar las nuevas experiencias
sensoriales de importancia y a canalizarlas hacia las áreas apropiadas de
almacenamiento para usarlas en el futuro o hacia las áreas motoras para
generar respuestas corporales inmediatas.

b. Mencionar son los diferentes neurotransmisores, su lugar de


formación y la función de cada uno.

El cuerpo neuronal produce ciertas enzimas que están implicadas en la síntesis


de la mayoría de los NT. Estas enzimas actúan sobre determinadas moléculas
precursoras captadas por la neurona para formar el correspondiente NT. Éste
se almacena en la terminación nerviosa dentro de vesículas. El contenido de
NT en cada vesícula (generalmente varios millares de moléculas) es cuántico.
Algunas moléculas neurotransmisoras se liberan de forma constante en la
terminación, pero en cantidad insuficiente para producir una respuesta
fisiológica significativa. Un PA que alcanza la terminación puede activar una
corriente de calcio y precipitar simultáneamente la liberación del NT desde las
vesículas mediante la fusión de la membrana de las mismas a la de la
terminación neuronal. Así, las moléculas del NT son expulsadas a la hendidura
sináptica mediante exocitosis.

Principales neurotransmisores

Un neurotransmisor (NT) es una sustancia química liberada selectivamente de


una terminación nerviosa por la acción de un PA, que interacciona con un
receptor específico en una estructura adyacente y que, si se recibe en cantidad
suficiente, produce una determinada respuesta fisiológica. Para constituir un
NT, una sustancia química debe estar presente en la terminación nerviosa, ser
liberada por un PA y, cuando se une al receptor, producir siempre el mismo
efecto. Existen muchas moléculas que actúan como NT y se conocen al menos
18 NT mayores, varios de los cuales actúan de formas ligeramente distintas.

Los aminoácidos glutamato y aspartato son los principales NT excitatorios del


SNC. Están presentes en la corteza cerebral, el cerebelo y la ME.

El ácido g-aminobutírico (GABA) es el principal NT inhibitorio cerebral. Deriva


del ácido glutámico, mediante la decarboxilación realizada por la glutamato-
descarboxilasa. Tras la interacción con los receptores específicos, el GABA es
recaptado activamente por la terminación y metabolizado. La glicina tiene una
acción similar al GABA pero en las interneuronas de la ME. Probablemente
deriva del metabolismo de la serina.

La serotonina (5-hidroxitriptamina) (5-HT) se origina en el núcleo del rafe y las


neuronas de la línea media de la protuberancia y el mesencéfalo. Deriva de la
hidroxilación del triptófano mediante la acción de la triptófano-hidroxilasa que
produce 5-hidroxitriptófano; éste es descarboxilado, dando lugar a la
serotonina. Los niveles de 5-HT están regulados por la captación de triptófano
y por la acción de la monoaminooxidasa (MAO) intraneuronal.

La acetilcolina es el NT fundamental de las neuronas motoras bulbo-


espinales, las fibras preganglionares autónomas, las fibras colinérgicas
posganglionares (parasimpáticas) y muchos grupos neuronales del SNC (p. ej.,
ganglios basales y corteza motora). Se sintetiza a partir de la colina y la acetil-
coenzima A mitocondrial, mediante la colinacetiltransferasa. Al ser liberada, la
acetilcolina estimula receptores colinérgicos específicos y su interacción finaliza
rápidamente por hidrólisis local a colina y acetato mediante la acción de la
acetilcolinesterasa. Los niveles de acetilcolina están regulados por la
colinacetiltransferasa y el grado de captación de colina.

La dopamina es el NT de algunas fibras nerviosas y periféricas y de muchas


neuronas centrales (p.ej., en la sustancia negra, el diencéfalo, el área
tegmental ventral y el hipotálamo). El aminoácido tirosina es captado por las
neuronas dopaminérgicas y convertido en 3,4-dihidroxifenilalanina (dopa) por
medio de la tirosina-hidroxilasa. La dopa se decarboxila hasta dopamina por la
acción de la descarboxilasa de l-aminoácidos aromáticos. Tras ser liberada, la
dopamina interactúa con los receptores dopaminérgicos y el complejo NT-
receptor es captado de forma activa por las neuronas presinápticas. La tirosina-
hidroxilasa y la MAO regulan las tasas de dopamina en la terminación nerviosa.

La noradrenalina es el NT de la mayor parte de las fibras simpáticas


posganglionares y muchas neuronas centrales (p. ej., en el locus ceruleus y el
hipotálamo). El precursor es la tirosina, que se convierte en dopamina, ésta es
hidroxilada por la dopamina b-hidroxilasa a noradrenalina. Cuando se libera,
ésta interactúa con los receptores adrenérgicos, proceso que finaliza con su
recaptación por las neuronas presinápticas, y su degradación por la MAO y por
la catecol-O-metiltransferasa (COMT), que se localiza sobre todo a nivel
extraneuronal. La tirosina-hidroxilasa y la MAO regulan los niveles
intraneuronales de noradrenalina.

La b-endorfina es un polipéptido que activa muchas neuronas (p. ej., en el


hipotálamo, amígdala, tálamo y locus ceruleus). El cuerpo neuronal contiene un
gran polipéptido denominado proopiomelanocortina, el precursor de varios
neuropéptidos (p. ej., a, b y g-endorfinas). Este polipéptido es transportado a lo
largo del axón y se divide en fragmentos específicos, uno de los cuales es la b-
endorfina, que contiene 31 aminoácidos. Tras su liberación e interacción con
los receptores opiáceos, se hidroliza por acción de peptidasas en varios
péptidos menores y aminoácidos.
La metencefalina y leuencefalina son pequeños péptidos presentes en
muchas neuronas centrales (p. ej., en el globo pálido, tálamo, caudado y
sustancia gris central). Su precursor es la proencefalina que se sintetiza en el
cuerpo neuronal y después se divide en péptidos menores por la acción de
peptidasas específicas. Los fragmentos resultantes incluyen dos encefalinas,
compuestas por 5aminoácidos cada una, con una metionina o leucina terminal,
respectivamente. Tras su liberación e interacción con receptores peptidérgicos,
son hidrolizadas hasta formar péptidos inactivos y aminoácidos, como son las
dinorfinas y la sustancia P.

Las dinorfinas son un grupo de 7 péptidos con una secuencia de aminoácidos


similar, que coexisten geográficamente con las encefalinas. La sustancia P es
otro péptido presente en las neuronas centrales (habénula, sustancia negra,
ganglios basales, bulbo e hipotálamo) y en alta concentración en los ganglios
de las raíces dorsales. Se libera por la acción de estímulos dolorosos
aferentes.

Otros NT cuyo papel ha sido establecido menos claramente son la histamina, la


vasopresina, la somatostatina, el péptido intestinal vasoactivo, la carnosina, la
bradicinina, la colecistocinina, la bombesina, el factor liberador de
corticotropina, la neurotensina y, posiblemente, la adenosina.

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