Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Los niños son los que más atención plena y mindfulness realizan del mundo, son los
verdaderos maestros de vivir el presente, de eso no hay ninguna duda. Fluyen
magistralmente cuando juegan, ríen mucho más que los adultos (400 veces al día contra
15 de los adultos), muestran una pasión y un asombro infinita ante muchas cosas, no se
preocupan por el futuro ni le dan vueltas al pasado, aprenden como esponjas, viven cada
experiencia como si fuera la primera vez…
Los niños son unos expertos innatos en esto del mindfulness, el problema de estos
pequeños avezados es que con el tiempo van perdiendo esa capacidad y se van
volviendo adultos. Además los niños también tienen sus puntos débiles, a veces no sabe
vivir plenamente bien sus propias emociones, sobre todo las negativas como el enfado,
la ansiedad o el miedo. También a veces se pierden y no están atentos a lo que le dice la
maestra o a las indicaciones de su padre. Y todo esto que se une con un nuevo hándicap
muy actual, las nuevas tecnologías están provocando que muchos niños estén perdiendo
demasiado temprano esa maestría en vivir en el aquí y en el ahora. Youtube, los
videojuegos, los chats, las redes sociales…son ejemplos de elementos que mal llevados
pueden romper la atención del presente en niños y adultos perdiendo además ( y entre
otras cosas) la capacidad de concentración y de profundidad en lo que hacemos, bajadas
de rendimiento, ansiedad o problemas de atención.
(En el siguiente video vemos como cada vez más colegios e institutos de Barcelona
practican el mindfulness en sus aulas)
La buena noticia es que los niños también pueden aprender muy rápidamente a vivir su
vida desde el presente porque como hemos dicho parten con una gran ventaja que ya lo
llevan aprendido de serie, algo que bien enfocado y con las herramientas necesarias y
adaptadas a su edad podemos hacer maravillas:
“Evidentemente, el mindfulness puede ser de gran ayuda para los niños que están
demasiado estresados, demasiado dispersos, demasiado angustiados, para que vuelvan
a encontrar su centro y tranquilizarse. Ciertamente, les puede permitir defenderse de
los anuncios publicitarios, de las interrupciones y de los otros excesos de estimulación
propios del estilo de la vida moderna (tan tóxicos para la mente, ya seamos adultos o
niños, sobre todo si estamos expuestos a los mismos sin discernimiento y sin
moderación).
El mindfulness es una herramienta para ayudar a nuestros hijos a enfrentarse con todo
esto. Pero puede ir aún mucho más lejos: puede ayudarles a adquirir más humanidad.
A no convertirse solamente en trabajadores y consumidores, sino a cultivar desde muy
pronto las capacidades de presencia en el mundo y a tomar conciencia de lo hermoso y
frágil que este es. «El niño es el padre del hombre», escribía el poeta inglés
Wordsworth. Personalmente, estoy persuadido (¡todo y que de momento no tengo
pruebas ni estudios para adelantaros!) de que el mindfulness puede ayudar a nuestros
hijos a convertirse en adultos mejores. “
(CHRISTOPHE ANDRÉ es médico psiquiatra en el Hospital de Sainte-Anne de
París)
10 maneras divertidas de enseñar mindfulness a los
niños
Aquí os dejamos algunos ejercicios de mindfulness para niños que funcionan muy bien
y que sobre todo son sencillos y divertidos, unos ingredientes para que los niños (sin
presión y sin obligación) vayan aprendiendo todos estos maravillosos hábitos. Y por
cierto, unos ejercicios que hasta los más adultos podríamos practicar que no nos vendría
nada mal:
3. El comer consciente
Practicar la atención plena al comer es una actividad genial para los niños. Ya sea una
fresa o un trozo de chocolate se pueden hacer juegos muy divertidos para que aprendan
a saborear plenamente lo que comen con cada sentido . O también podemos hacer
juegos con ellos para que se den cuenta de cuando comen con hambre, con prisa o con
ansiedad.
7. La gratitud
La gratitud es una gran fortaleza psicológica y además es un componente fundamental
de la atención plena. Enseñar a nuestros niños a apreciar la abundancia en sus vidas en
lugar de centrarse en todos los juguetes o golosinas que anhelan es un ejercicio
maravilloso. Puede ser antes de comer, al acabar el día o la semana y se puede crear una
especie de ritual bonito en donde los niños sean conscientes de todo lo bueno que tienen
en su presente.
10. Un libro
Para acabar os proponemos un libro muy interesante, “Tranquilos y Atentos como una
rana”, una guía de Eline Snel sobre cómo trabajar el mindfulness, (y acompañada de un
CD con audios). Práctico, concreto y muy fácil de entender para poder llevar a cabo
todo lo que hemos hablado. La solidez de su método es tal que el Ministerio de
Educación de Holanda ha decidido ofrecer esta formación a los profesores que lo
deseen. Os dejamos con un artículo muy potente en donde una profesora malagueña
explica cómo ha llevado a cabo todo lo que se comenta en el libro en su clase:
http://www.auladeelena.com/2015/03/tranquilos-y-atentos-como-una-rana-
mindfulness.html
Otras fuentes sobre el tema:
http://www.mindbodygreen.com/0-18136/7-fun-ways-to-teach-your-kids-
mindfulness.html
http://leftbrainbuddha.com/10-ways-teach-mindfulness-to-kids/