Está en la página 1de 9

10 MANERAS DIVERTIDAS DE

ENSEÑAR MINDFULNESS A LOS


NIÑOS

Los niños son los que más atención plena y mindfulness realizan del mundo, son los
verdaderos maestros de vivir el presente, de eso no hay ninguna duda. Fluyen
magistralmente cuando juegan, ríen mucho más que los adultos (400 veces al día contra
15 de los adultos), muestran una pasión y un asombro infinita ante muchas cosas, no se
preocupan por el futuro ni le dan vueltas al pasado, aprenden como esponjas, viven cada
experiencia como si fuera la primera vez…

Los niños son unos expertos innatos en esto del mindfulness, el problema de estos
pequeños avezados es que con el tiempo van perdiendo esa capacidad y se van
volviendo adultos. Además los niños también tienen sus puntos débiles, a veces no sabe
vivir plenamente bien sus propias emociones, sobre todo las negativas como el enfado,
la ansiedad o el miedo. También a veces se pierden y no están atentos a lo que le dice la
maestra o a las indicaciones de su padre. Y todo esto que se une con un nuevo hándicap
muy actual, las nuevas tecnologías están provocando que muchos niños estén perdiendo
demasiado temprano esa maestría en vivir en el aquí y en el ahora. Youtube, los
videojuegos, los chats, las redes sociales…son ejemplos de elementos que mal llevados
pueden romper la atención del presente en niños y adultos perdiendo además ( y entre
otras cosas) la capacidad de concentración y de profundidad en lo que hacemos, bajadas
de rendimiento, ansiedad o problemas de atención.

(En el siguiente video vemos como cada vez más colegios e institutos de Barcelona
practican el mindfulness en sus aulas)

La buena noticia es que los niños también pueden aprender muy rápidamente a vivir su
vida desde el presente porque como hemos dicho parten con una gran ventaja que ya lo
llevan aprendido de serie, algo que bien enfocado y con las herramientas necesarias y
adaptadas a su edad podemos hacer maravillas:

“Evidentemente, el mindfulness puede ser de gran ayuda para los niños que están
demasiado estresados, demasiado dispersos, demasiado angustiados, para que vuelvan
a encontrar su centro y tranquilizarse. Ciertamente, les puede permitir defenderse de
los anuncios publicitarios, de las interrupciones y de los otros excesos de estimulación
propios del estilo de la vida moderna (tan tóxicos para la mente, ya seamos adultos o
niños, sobre todo si estamos expuestos a los mismos sin discernimiento y sin
moderación).

El mindfulness es una herramienta para ayudar a nuestros hijos a enfrentarse con todo
esto. Pero puede ir aún mucho más lejos: puede ayudarles a adquirir más humanidad.
A no convertirse solamente en trabajadores y consumidores, sino a cultivar desde muy
pronto las capacidades de presencia en el mundo y a tomar conciencia de lo hermoso y
frágil que este es. «El niño es el padre del hombre», escribía el poeta inglés
Wordsworth. Personalmente, estoy persuadido (¡todo y que de momento no tengo
pruebas ni estudios para adelantaros!) de que el mindfulness puede ayudar a nuestros
hijos a convertirse en adultos mejores. “
(CHRISTOPHE ANDRÉ es médico psiquiatra en el Hospital de Sainte-Anne de
París)
10 maneras divertidas de enseñar mindfulness a los
niños
Aquí os dejamos algunos ejercicios de mindfulness para niños que funcionan muy bien
y que sobre todo son sencillos y divertidos, unos ingredientes para que los niños (sin
presión y sin obligación) vayan aprendiendo todos estos maravillosos hábitos. Y por
cierto, unos ejercicios que hasta los más adultos podríamos practicar que no nos vendría
nada mal:

1. Aprender a estar en contacto con las propias


emociones
En el libro “Tranquilos y Atentos como una rana” (del que hablaremos más tarde), Eline
Snel anima a los niños a comentar como si fuesen unos meteorólogos el clima que
mejor describe sus sentimientos en cada momento. Cierran los ojos y se preguntan qué
tiempo hace por dentro, ¿soleado, lluvioso, tormentoso, ventoso, huracanado? Esta
actividad permite a los niños parar y analizar sus estados emocionales como si fuesen
un observador externo: “Yo no soy el aguacero, pero me doy cuenta de que está
lloviendo;. O “No soy un miedoso, pero me doy cuenta de que a veces tengo este gran
sentimiento de miedo en algún lugar cerca de mi garganta” De esta manera los niños
aprenden a ser conscientes de sus emociones y a trabajar la forma en que se relacionan
con ellos.

2. La respiración diafragmática (Respirar con la


barriga)
Que un niño aprenda a ser conscientes de su respiración, a relajarse y a practicar la
respiración diagramática no es tan difícil como pueda parecer. Un ejercicio muy
práctico consiste en darle un peluche a cada niño (u otro objeto pequeño que les guste).
Si tienes espacio, haz que los niños se acuesten en el suelo y coloca los peluches en sus
vientres. Diles que a respiren en silencio durante un minuto y que observen cómo su
respiración se mueve hacia arriba y hacia abajo. Puedes también decirles que se fijen en
que sensaciones corporales van teniendo o que imaginen como los pensamientos al
entrar en sus mentes, se convierten en burbujas y flotan. Este ejercicio viene muy bien si
el niño tenga un compañero porque hace que este ejercicio se haga más ameno y
permite a los niños verlo como una actividad compartida divertida.

3. El comer consciente
Practicar la atención plena al comer es una actividad genial para los niños. Ya sea una
fresa o un trozo de chocolate se pueden hacer juegos muy divertidos para que aprendan
a saborear plenamente lo que comen con cada sentido . O también podemos hacer
juegos con ellos para que se den cuenta de cuando comen con hambre, con prisa o con
ansiedad.

4. Aprender a parar y a meditar


Este ejercicio de la rana es muy fácil para los niños y es un ejercicio esplendido de
meditación para niños y para que aprendan a pararse y a respirar conscientemente. El
objetivo consiste en estar atento y quieto como una rana y podemos explicarlo de la
siguiente manera: “Es verdad que la rana es un animalito que puede dar grandes saltos
pero también puede quedarse muy quieto, observando todo lo que pasa a su alrededor
pero sin reaccionar de inmediato y respirando con mucha calma. Su barriga se hincha
cuando entra el aire y se deshincha cuando sale el aire. Así que nos vamos a sentar y a
respirar como la rana, así, la ranita no se cansa y no se deja arrastrar por todas las
cositas que se le pasan por la cabeza. Durante un rato vamos a estar quietos como una
rana, notando como la barriguita de abulta un poco y después se hunde otra vez.”

(En este video podemos escuchar el audio del ejercicio de la ranita)

5. Aceptar las emociones…


¿Cuántas veces hemos dicho a nuestros hijos: “No te enfades”, “Deja de llorar”, “No
deberías estar nervioso” Negar sus propias emociones genera un gran problema para los
niños al provocarles una lucha contra ellas y no aceptarlas. Recordemos que los niños
son grandes maestros en la atención plena y la frustración, la ira o el miedo que sienten
es muy real. Valida sus emociones y hazles saber comprendes su tristeza o su enfado.
Eso les ayudará a aceptarlas desde el presente.
6…Y ser conscientes de porqué tienen esas emociones y
para que les sirven
Muchos niños cuando están nerviosos, o preocupados no saben que les están
ocurriendo. Explicarles síntomas de la ansiedad o del enfado como el dolor de estómago
o la opresión en el pecho les ayuda mucho a entender que está ocurriendo. Un ejercicio
muy bueno consiste en comparar las emociones con esos frasquitos con paisajes llenos
de nieve que si los movemos parece que está nevando. Si lo agitamos se ve la tormenta
de nieve, pero pronto, si nos sentamos, paramos y respiramos podemos ver como de
nuevo la nieve se va asentando de nuevo. Las emociones son como esa nieve que a
veces se agitan pero si nos calmamos y paramos deja de nevar
En este sentido también puedes enseñarle a reconocer el origen y la utilidad de sus
emociones con preguntas como: ¿De dónde viene tu enfado?”¿Cómo se siente tu cuerpo
cuando estás enojado? ¿Te ayuda a algo ese enfado? Charlar de todo esto con cariño,
escuchándoles y haciéndoles pensar les crea una visión mucho más consciente y
proactivo respecto a sus emociones.

7. La gratitud
La gratitud es una gran fortaleza psicológica y además es un componente fundamental
de la atención plena. Enseñar a nuestros niños a apreciar la abundancia en sus vidas en
lugar de centrarse en todos los juguetes o golosinas que anhelan es un ejercicio
maravilloso. Puede ser antes de comer, al acabar el día o la semana y se puede crear una
especie de ritual bonito en donde los niños sean conscientes de todo lo bueno que tienen
en su presente.

8. Practicar el mindfulness con tus hijos


La mejor enseñanza sobre mindfulness que puedes hacer con tus hijos es practicándola
tú mismo. Vive cada momento con tus hijos (sean buenos o malos) desde el presente.
Deja el móvil, el estrés del trabajo, la televisión o las preocupaciones en el cajón y vive
cada momento que pasas con ellos. Incluso puedes meditar y practicarlo con ellos como
un mágico momento compartido en familia
9. Prestar atención a lo que nos rodea.
Una manera fácil para que los niños practiquen la atención plena es centrarse en lo que
pueden oír ( u oler, saborear, tocar). Podéis ir al bosque e intentar escuchar el silencio
(que no es tan silencio). O sin salir de casa podéis prestar atención a los ruidos que
normalmente no nos damos cuenta. Podemos también utilizar una campanita, un
conjunto de campanillas o una aplicación del móvil con sonidos parecidos, diles a tus
hijos que harás el sonido, y que deben escuchar con atención hasta que ya no puede oír
el sonido (que suele ser de 30 segundos a un minuto).

10. Un libro
Para acabar os proponemos un libro muy interesante, “Tranquilos y Atentos como una
rana”, una guía de Eline Snel sobre cómo trabajar el mindfulness, (y acompañada de un
CD con audios). Práctico, concreto y muy fácil de entender para poder llevar a cabo
todo lo que hemos hablado. La solidez de su método es tal que el Ministerio de
Educación de Holanda ha decidido ofrecer esta formación a los profesores que lo
deseen. Os dejamos con un artículo muy potente en donde una profesora malagueña
explica cómo ha llevado a cabo todo lo que se comenta en el libro en su clase:

http://www.auladeelena.com/2015/03/tranquilos-y-atentos-como-una-rana-
mindfulness.html
Otras fuentes sobre el tema:

http://www.mindbodygreen.com/0-18136/7-fun-ways-to-teach-your-kids-
mindfulness.html

http://leftbrainbuddha.com/10-ways-teach-mindfulness-to-kids/

También podría gustarte