Actividades de lectura realizadas por los docentes.

Se caracterizan por darle un lugar preferente al docente como mediador de la estrategia para
realizar una lectura crítica, lo que implica la responsabilidad de que este sea primero un lector
crítico.

Las actividades de lectura en soporte digital o analógica, están relacionadas con prácticas más
instrumentalistas que reflexivas.

Es relevante para profesores y expertos darle valor al contexto en procesos de lectura crítica. Así
como la educación de la mirada en términos semióticos para comprender los propósitos
comunicativos y fines culturales de los diversos contenidos mediáticos en relación con la lectura
crítica

Los debates, los centros de interés, el diario personal, las múltiples lecturas, fomentar la escucha y
la lectura de imágenes, se destacan como actividades que pueden propiciar los procesos de
pensamiento crítico desde la lectura.

La pregunta aparece como el dispositivo de mayor referencia para movilizar el diálogo en la

perspectiva del desarrollo del pensamiento crítico.

Uno de los principales obstáculos a los que se enfrenta un docente en la institución educativa
cuando pretende ser mediador de procesos de lectura crítica es el seguimiento estricto a los
planes académicos, al currículo y sus lineamientos que limitan el tiempo dedicado a la lectura, las
prácticas evaluativas y el uso de diversos materiales.

Se considera la necesidad de implementar con la estrategias algunos elementos metodológicos

que le garanticen a los docentes claves para fomentar el pensamiento mediante la lectura critica

Particularmente en relación con los textos digitales, audiovisuales o no, en general existe una
percepción de que "no tienen por qué" vincularse a prácticas docentes y menos con lectura crítica
por cuanto sus contenidos no son alcanzados por los propuestos en la escuela. Esto conlleva a la
presencia de "barreras" docentes para trabajar con recursos digitales, sean redes sociales, o
medios digitales, a partir de prejuicios o desconocimiento para su uso en el aula. Se consideran
como un escenario propio del entretenimiento y no como recurso para aprender o enseñar en la
escuela.

Uno de los hallazgos más significativos para la educación superior se traduce en el lugar que
ocupan las fuentes y los diversos recursos que las nuevas tecnologías de información y
comunicación proveen como insumos para construir conocimientos. Se ha podido identificar la
importancia que tiene para el profesor universitario incorporar estrategias de uso de la
información dentro de sus prácticas docentes.