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Santa Marta, Agosto 22 del 2016

Señores
ELECTRICARIBE S.A. E.S.P.
Santa Marta

Ref.: Derecho de petición. NIC. 6813763

SADY DE JESUS PEREZ RAMIREZ, mayor de edad, y residenciado en


esta ciudad, identificado como aparece al pie de mi firma, por medio del
presente escrito me dirijo a usted en forma respetuosa, en calidad de
propietario del inmueble ubicado en esta ciudad en la Carrera 8 y Carrera
15 Lote Situado en la Y en el Municipio del Copey – Cesar o Carretera Vía
a Fundación Km 2-10 El Copey, con el fin de que sea atendida y resuelta
la siguiente petición, conforme lo disponen los artículos 23 de la
Constitución Nacional, 153 y 156 de la Ley 142 de 1994, artículo 123 del
Decreto 2150 de 1995 y artículo 9 del Decreto 2223 de 1996 y por las
razones de hecho y derecho que a continuación expongo:

HECHOS

1. El 28 de Junio del 2016, adquirí el inmueble ubicado en la Carrera 8 y


Carrera 15 Lote Situado en la Y en el Municipio del Copey – Cesar o
Carretera Vía a Fundación Km 2-10 El Copey, como consta en la
Promesa de Venta de fecha 28 Junio de 2016, registrada en la Notaría
Única del Circulo de Aguachica – Cesar.

2. De acuerdo con el artículo 669 del Código Civil Colombiano, el dominio


o propiedad es el derecho real en una cosa corporal, para gozar y
disponer arbitrariamente, no siendo contra ley o contra derecho ajeno.

En este sentido, más de las formas de adquirir el dominio o propiedad


de las cosas es mediante el contrato de compraventa, regulado por el
artículo 1849 del Código Civil Colombiano que a su tenor dice: “La
compraventa es un contrato en que una de las partes se obliga a dar una
cosa y la otra a pagarla en dinero. Aquella se dice vender y esa comprar.
El dinero que el comprador da por la cosa vendida se llama precio”. El
artículo 1857 del C. C. establece que la venta de bienes raíces se reputa
perfecta con el otorgamiento de la escritura pública.

3. Con base en estas normas y en el contrato de compraventa, registrado


en la Notaría Única del Circulo de Aguachica – Cesar, el 28 de Junio
del 2016, estoy legitimado para la reclamación de la causa.

4. En tal sentido, resulta preciso traer a colación el concepto de la Oficina


Jurídica de la S.S.P.D., que señala:

Concepto SSPD-OJ-2005-036

“…El artículo 129 de la Ley 142 de 1994 prevé la figura de la cesión del
contrato de servicios públicos en la enajenación de cualquier título
de bienes inmuebles urbanos, salvo que las partes acuerden otra
cosa, entendiéndose que hay cesión de todos los derechos y
obligaciones del contrato.

El artículo 129 citado dispone que en la enajenación de bienes raíces


urbanos se entiende que hay cesión de todos los contratos de servicios
públicos, salvo que las partes acuerden lo contrario.

Esta oficina ha venido interpretando que para que haya cesión de los
contratos de servicios públicos debe tratarse de contratos que se
encuentren vigentes, toda vez que no puede haber cesión de un
contrato que se haya extinguido por haber hecho uso de la facultad que
le otorga el artículo 141 de la Ley 142 de 1994. Este ha sido el criterio
de la Oficina Asesora Jurídica de la Superintendencia de Servicios
Públicos, entre otros, en el Concepto SSPD 991300000330, en el cual
se expuso lo siguiente:

“Por lo demás, es solidario únicamente de aquellas obligaciones


que surjan durante el tiempo de ejecución y vigencia del contrato.
Eso significa que si una persona adquiere un inmueble en el cual
se venía prestando el servicio telefónico pero al momento de la
enajenación del inmueble a cualquier título, la empresa hubiese
declarado la terminación del contrato por incumplimiento en el
pago del servicio, ya no hay contrato que ceder, y
consecuentemente tampoco hay solidaridad”

Esta interpretación tiene otra justificación, cual es que la solidaridad se


justifica, y así lo reconoció la Corte Constitucional al declarar exequible
el artículo 130 de la Ley 142 de 1994 1, en la medida que la instalación
de servicios en un inmueble le reporte un beneficio económico en este
caso a quien adquiere el inmueble. Pero si los servicios están
suspendidos de manera definitiva, lejos de beneficiarse el nuevo dueño,
se perjudica dado que no sólo se le priva del goce de los servicios, sino
que tiene que pagar unas sumas de dinero por unos servicios que él no
consumió.

Situación distinta que presenta cuando se trata de simple


suspensión en los términos del artículo 140, es decir, que el
contrato de servicios públicos está vigente, pero hay suspensión
temporal del suministro por verificarse una de las causales de
suspensión de las señaladas en la citada norma o en el contrato de
condiciones uniformes. En este caso el nuevo adquiriente, será
solidario a pagar las sumas adecuadas los servicios hasta el
momento en que la empresa estaba obligada a suspender el
servicio, máximo tres meses cuando la facturación es mensual y
dos meses cuando sea bimestral...”.

Si al momento de la enajenación del inmueble la empresa ha resuelto el


contrato y ha procedido al corte definitivo del servicio se rompe la
solidaridad. Es decir, el comprador del inmueble no está llamado a
responder por las deudas dejadas por el anterior vendedor o anterior
usuario.

1
Sentencia C-493 de 1997.
Si el contrato está sólo suspendido, el comprador será solidario a pagar
las sumas adeudadas hasta el momento en que la empresa estaba
obligada a suspender el servicio.

5. Así las cosas, reconozco ser solidario únicamente con las tres (3)
primeras facturas dejadas de cancelar por el anterior propietario y lo
posterior a la compra.

PRETENSIONES

De conformidad con los hechos narrados y pruebas aportadas


comedidamente me permito solicitar lo siguiente:

1. Declarar la ruptura de solidaridad entre el usuario o suscriptor prevista


en el parágrafo del artículo 130 de la Ley 142 de 1994 modificado por el
artículo 18 de la Ley 689 de 2001.

2. Que se me haga entrega de la primera (1) factura dejada de cancelar


por la anterior propietario y las posteriores al contrato para cancelarlas,
teniendo en cuenta que para tales efectos se debe anular el convenio
realizado por el anterior propietario

PRUEBAS QUE ANEXO A LA PRESENTE

 Promesa de Venta, registrada en la Notaría Única del Círculo de


Aguachica – Cesar.

 Certificado de Tradición y Libertad, impreso el día 12 de Julio del 2016

 Estado de cuenta de fecha de edición 22/08/2016

NOTIFICACIONES

Favor enviar la notificación de la presente en la Calle 24 No. 27-46 Villa


del Rio de esta ciudad.

Cordialmente,

SADY DE JESUS PEREZ RAMIREZ


C.C. No. 18.916.750
Santa Marta, Agosto 22 del 2016

Señores
ELECTRICARIBE S.A. E.S.P.
Santa Marta

Ref.: Derecho de petición. NIC. 5846229

SADY DE JESUS PEREZ RAMIREZ, mayor de edad, y residenciado en


esta ciudad, identificado como aparece al pie de mi firma, por medio del
presente escrito me dirijo a usted en forma respetuosa, en calidad de
propietario del inmueble ubicado en esta ciudad en la Carrera 8 y Carrera
15 Lote Situado en la Y en el Municipio del Copey – Cesar o Carretera Vía
a Fundación Km 2-10 El Copey, con el fin de que sea atendida y resuelta
la siguiente petición, conforme lo disponen los artículos 23 de la
Constitución Nacional, 153 y 156 de la Ley 142 de 1994, artículo 123 del
Decreto 2150 de 1995 y artículo 9 del Decreto 2223 de 1996 y por las
razones de hecho y derecho que a continuación expongo:

HECHOS

6. El 28 de Junio del 2016, adquirí el inmueble ubicado en la Carrera 8 y


Carrera 15 Lote Situado en la Y en el Municipio del Copey – Cesar o
Carretera Vía a Fundación Km 2-10 El Copey, como consta en la
Promesa de Venta de fecha 28 Junio de 2016, registrada en la Notaría
Única del Circulo de Aguachica – Cesar.

7. De acuerdo con el artículo 669 del Código Civil Colombiano, el dominio


o propiedad es el derecho real en una cosa corporal, para gozar y
disponer arbitrariamente, no siendo contra ley o contra derecho ajeno.

En este sentido, más de las formas de adquirir el dominio o propiedad


de las cosas es mediante el contrato de compraventa, regulado por el
artículo 1849 del Código Civil Colombiano que a su tenor dice: “La
compraventa es un contrato en que una de las partes se obliga a dar una
cosa y la otra a pagarla en dinero. Aquella se dice vender y esa comprar.
El dinero que el comprador da por la cosa vendida se llama precio”. El
artículo 1857 del C. C. establece que la venta de bienes raíces se reputa
perfecta con el otorgamiento de la escritura pública.

8. Con base en estas normas y en el contrato de compraventa, registrado


en la Notaría Única del Circulo de Aguachica – Cesar, el 28 de Junio
del 2016, estoy legitimado para la reclamación de la causa.

9. En tal sentido, resulta preciso traer a colación el concepto de la Oficina


Jurídica de la S.S.P.D., que señala:

Concepto SSPD-OJ-2005-036

“…El artículo 129 de la Ley 142 de 1994 prevé la figura de la cesión del
contrato de servicios públicos en la enajenación de cualquier título
de bienes inmuebles urbanos, salvo que las partes acuerden otra
cosa, entendiéndose que hay cesión de todos los derechos y
obligaciones del contrato.

El artículo 129 citado dispone que en la enajenación de bienes raíces


urbanos se entiende que hay cesión de todos los contratos de servicios
públicos, salvo que las partes acuerden lo contrario.

Esta oficina ha venido interpretando que para que haya cesión de los
contratos de servicios públicos debe tratarse de contratos que se
encuentren vigentes, toda vez que no puede haber cesión de un
contrato que se haya extinguido por haber hecho uso de la facultad que
le otorga el artículo 141 de la Ley 142 de 1994. Este ha sido el criterio
de la Oficina Asesora Jurídica de la Superintendencia de Servicios
Públicos, entre otros, en el Concepto SSPD 991300000330, en el cual
se expuso lo siguiente:

“Por lo demás, es solidario únicamente de aquellas obligaciones


que surjan durante el tiempo de ejecución y vigencia del contrato.
Eso significa que si una persona adquiere un inmueble en el cual
se venía prestando el servicio telefónico pero al momento de la
enajenación del inmueble a cualquier título, la empresa hubiese
declarado la terminación del contrato por incumplimiento en el
pago del servicio, ya no hay contrato que ceder, y
consecuentemente tampoco hay solidaridad”

Esta interpretación tiene otra justificación, cual es que la solidaridad se


justifica, y así lo reconoció la Corte Constitucional al declarar exequible
el artículo 130 de la Ley 142 de 1994 2, en la medida que la instalación
de servicios en un inmueble le reporte un beneficio económico en este
caso a quien adquiere el inmueble. Pero si los servicios están
suspendidos de manera definitiva, lejos de beneficiarse el nuevo dueño,
se perjudica dado que no sólo se le priva del goce de los servicios, sino
que tiene que pagar unas sumas de dinero por unos servicios que él no
consumió.

Situación distinta que presenta cuando se trata de simple


suspensión en los términos del artículo 140, es decir, que el
contrato de servicios públicos está vigente, pero hay suspensión
temporal del suministro por verificarse una de las causales de
suspensión de las señaladas en la citada norma o en el contrato de
condiciones uniformes. En este caso el nuevo adquiriente, será
solidario a pagar las sumas adecuadas los servicios hasta el
momento en que la empresa estaba obligada a suspender el
servicio, máximo tres meses cuando la facturación es mensual y
dos meses cuando sea bimestral...”.

Si al momento de la enajenación del inmueble la empresa ha resuelto el


contrato y ha procedido al corte definitivo del servicio se rompe la
solidaridad. Es decir, el comprador del inmueble no está llamado a
responder por las deudas dejadas por el anterior vendedor o anterior
usuario.

2
Sentencia C-493 de 1997.
Si el contrato está sólo suspendido, el comprador será solidario a pagar
las sumas adeudadas hasta el momento en que la empresa estaba
obligada a suspender el servicio.

10. Así las cosas, reconozco ser solidario únicamente con las tres (3)
primeras facturas dejadas de cancelar por el anterior propietario y lo
posterior a la compra.

PRETENSIONES

De conformidad con los hechos narrados y pruebas aportadas


comedidamente me permito solicitar lo siguiente:

3. Declarar la ruptura de solidaridad entre el usuario o suscriptor prevista


en el parágrafo del artículo 130 de la Ley 142 de 1994 modificado por el
artículo 18 de la Ley 689 de 2001.

4. Que se me haga entrega de la primera (1) factura dejada de cancelar


por la anterior propietario y las posteriores al contrato para cancelarlas,
teniendo en cuenta que para tales efectos se debe anular el convenio
realizado por el anterior propietario

PRUEBAS QUE ANEXO A LA PRESENTE

 Promesa de Venta, registrada en la Notaría Única del Círculo de


Aguachica – Cesar.

 Certificado de Tradición y Libertad, impreso el día 12 de Julio del 2016

 Estado de cuenta de fecha de edición 22/08/2016

NOTIFICACIONES

Favor enviar la notificación de la presente en la Calle 24 No. 27-46 Villa


del Rio de esta ciudad.

Cordialmente,

SADY DE JESUS PEREZ RAMIREZ


C.C. No. 18.916.750
Santa Marta, Marzo 14 del 2016

Señor
EDWIN GOENAGA
Gerente Electricaribe S. A. E.S.P.
Santa Marta

Ref.: Recurso de Reposición y apelación. NIC. 1051449

DUBIS MARINA VASQUEZ BOJATO, mayor de edad, y residenciada en


esta ciudad, identificada como aparece al pie de mi firma, por medio del
presente escrito me dirijo a usted en forma respetuosa, en calidad de
propietaria del inmueble ubicado en esta ciudad, para interponer recurso
de reposición y en subsidio de apelación ante la Superintendencia de
Servicios Públicos Domiciliarios, para que se modifique o revoque la
decisión tomada por la empresa mediante Acto Administrativo
RE3410201602856 del 22 de Febrero del 2016.

HECHOS

11. La empresa manifiesta que debo cancelar la totalidad de la


obligación para gozar del servicio, sin tener en cuenta en el acto
atacado, ella manifiesta que el convenio no fue realizado por la persona
que se indica en el escrito como Arrendataria, esto debió probarlo la
empresa, cosa que no hizo, porque son ustedes que tienen la carga de la
prueba.

12. Con relación al señor RODOLFO DANIES LA ROTA, si la empresa


asegura que fue este señor que hizo el convenio, debió ser un
mandatario de la arrendataria, la pregunta seria ¿Cómo hizo la empresa
para hacer un convenio sin la autorización del propietario?, si nos
supeditamos al Concepto 443 del 27 de Agosto del 2006, emitido por la
Superintendencia de Servicios Públicos y la Sentencia T-19-2002, la
empresa hizo un convenio de pago, incluyendo la firma de un pagare,
luego es claro que el cobro se le debe hacer a la Arrendataria o en su
defecto al Mandatario.

El artículo 140 de la Ley 142 de 1994 consagra el deber de las empresas


de servicios públicos de suspender el servicio ante la mora en el pago de
las facturas, “sin exceder en todo caso de dos (2) periodos de facturación
en el evento que en ésta sea bimestral y de tres (3) periodos cuando sea
mensual (…)”.

Significa ello que cuando no se cancela oportunamente la prestación de un


servicio público domiciliario, las empresas prestadoras tienen la obligación
de suspender, máximo al vencimiento del tercer periodo de facturación, el
suministro del servicio por ellas ofrecido. Y como se ha explicado por la
Corte3, esa exigencia no sólo constituye una garantía para la empresa,
quien ejerce un mecanismo legítimo de coacción que de alguna manera le
permite asegurar el pago de un crédito, sino que constituye también una
garantía para los propietarios de los inmuebles, en el evento en que sus
arrendatarios incurran en mora en el pago de sus obligaciones, pues con
ello se evita que la deuda incremente en el tiempo sin ninguna
consecuencia.

Sin embargo, lo anterior debe interpretarse sistemáticamente con el


artículo 130 del mismo estatuto (modificado por el artículo 18 de la Ley
689 de 2001), según el cual el poseedor o el propietario del inmueble, el
suscriptor y el usuario son responsables solidarios en sus obligaciones con
la empresa, salvo cuando la entidad se abstiene de suspender
oportunamente el servicio. Al respecto, la norma señala lo siguiente:

Parágrafo. Si el usuario o suscriptor incumple su obligación de pagar


oportunamente los servicios facturados dentro del término previsto en el
contrato, el cual no excederá dos periodos consecutivos de facturación la
empresa de servicios públicos estará en la obligación de suspender el
servicio. Si la empresa incumple la obligación de la suspensión del
servicio se romperá la solidaridad prevista en esta norma. (Subrayado
fuera de texto).

En consecuencia, si la empresa omite un deber que le impone la ley, no


puede luego trasladar los efectos de su incorrecto proceder a terceras
personas, pues con ello abusa de su posición dominante frente a los
usuarios o suscriptores del servicio4.

De la misma forma y siguiendo los parámetros sentados por la


jurisprudencia constitucional, en el evento en que los usuarios procedan a
reconectar fraudulentamente el servicio las empresas prestadoras deben
adoptar las medidas necesarias para evitar situación de esta naturaleza,
pues no se justifica que teniendo a su alcance diferente herramientas
técnicas y jurídicas asuman una actitud pasiva, limitándose a continuar
facturando un servicio ilegalmente prestado. Si ello no ocurre, como es el
caso que nos ocupa, la empresa ha vulnerado los derechos al debido
proceso y a la igualdad.

Sobre el particular, en la Sentencia T-927/99 M.P. Carlos Gaviria Díaz, la


Corte analizó un caso similar y dijo lo siguiente:

“En estos términos las empresas demandas toleraron a ciencia y paciencia


un comportamiento que puede constituir un delito continuado contra el
patrimonio, y se limitaron a facturar mensualmente el costo del bien mueble
sustraído por medio de una cometida fraudulenta; en consecuencia,
incumplieron durante todo este lapso su deber de actuar de acuerdo con la
3
Cfr. Sentencia T-1225 de 2001 M.P. Alfredo Beltrán Sierra. La Corte tuteló los derechos al debido proceso y a la
igualdad invocada por l a propietaria de un inmueble, luego de considerar que ELECTROCOSTA S.A. había incumplido
sus obligaciones, al no haber suspendido sus obligaciones, al no haber suspendido oportunamente le servicio de energía
ante la mora por parte de los arrendatarios.
4
Cfr. Sentencia T-927 de 1999 M.P.. Carlos Gaviria Díaz. La Corte analizó por primera vez el tema de la
solidaridad en el pago de los servicios públicos entre los propietarios y los arrendatarios de un inmueble, así como
las consecuencias derivadas del incumplimiento de las empresas de servicios públicos específicamente para obtener
la reconexión del servicio. En aquella oportunidad ampararon los derechos a la igualdad y al debido proceso del
dueño de un inmueble, ante la omisión de la Electrificadora del Caribe de suspender el servicio de energía.
ley vigente para poner término a tal situación irregular, y para procurar que
se exigiera la responsabilidad correspondiente al autor de la conducta
irregular detectada, así como se abstuvieron de reclamar de él el pago
correspondiente al daño y los perjuicios que ocasionó. Es indudable, en
consecuencia, que las empresas accionadas incurrieron de esa manera en
una vía de hecho, y con ella vulneraron los derechos fundamentales de la
actora al debido proceso y a la igualdad.”

La responsabilidad solidaria entre el propietario de un inmueble


(generalmente el suscriptor) y su arrendatario (usuario) se quebranta ante
la negligencia de la empresa para suspender el servicio o adoptar las
medidas pertinentes en caso de reconexiones fraudulentas. A partir de ese
momento “la entidad está voluntariamente suministrando el servicio y por lo
tanto no puede responsabilizar de la carga económica que de ello resulte al
propietario del inmueble”5

En el caso que nos ocupa es claro que la empresa debe asumir la


responsabilidad al firmar un convenio de pago, por la Arrendataria a
través del señor RODOLFO DANIES LA ROTA.

Así mismo, la empresa debe darle cabal cumplimiento a lo solicitado en el


Derecho de Petición de fecha 5 de febrero del 2016, que esta deuda sea
sometida a reclamo y sin facturar las cuotas de los convenios de pago, por
valor de $89.172,70.
PRETENSIONES

De conformidad con los hechos narrados y pruebas aportadas


comedidamente me permito solicitar lo siguiente:

Solicito de inmediato se anulen los convenios de pago realizados por la


empresa con la Arrendataria por valor de $1.244.140.

Solicito que este monto sea sometido a reclamo, incluyendo sus cuotas.

Solicito copia del acuerdo de pago suscrito con la arrendataria y la


empresa.

NOTIFICACIONES

Favor enviar la notificación de la presente en la Calle 12 No. 26B-80 Villas


del Libertador.

Cordialmente,

DUBIS MARINA VASQUEZ BOJATO


C.C. No. 32.698.760

5
Sentencia T-011 de 2003 M.P. Manuel José Cepeda. La Corte reiteró los criterios expuestos en la Sentencia T-
1225 de 2001.
Santa Marta, Marzo 31 del 2015

Señor
EDWIN GOENAGA
Gerente Electricaribe S. A. E.S.P.
Santa Marta

Ref.: Recurso de Reposición y apelación. NIC. 1049694

MAILEN MARGARITA ACOSTA, mayor de edad, y residenciada en esta


ciudad, identificada como aparece al pie de mi firma, por medio del
presente escrito me dirijo a usted en forma respetuosa, en calidad de
propietaria del inmueble ubicado en esta ciudad, para interponer recurso
de reposición y en subsidio de apelación ante la Superintendencia de
Servicios Públicos Domiciliarios, para que se modifique o revoque la
decisión tomada por la empresa mediante Acto Administrativo
RE3420201502420 del 16 de marzo del 2015.

HECHOS

13. La empresa manifiesta que debo cancelar la totalidad de la


obligación para gozar del servicio, ya que en estos casos opera la cesión
de contrato conforme a lo dispuesto en el artículo 129 de la Ley 142 de
1994.

14. Con relación a la cesión del contrato dispuesta en el artículo 10 de la


Resolución 108 de la CREG, es de recordar el literal d), que nos señala:

d) Cuando el suscriptor siendo el propietario de un inmueble


urbano, lo enajena y opera la cesión del contrato de servicios
públicos, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 129 de la Ley
142 de 1994. En este evento bastará que cualquiera de las partes
informe a la empresa este hecho para que ella proceda a tomar
nota de la cesión y de la liberación del suscriptor inicial. En los
caos en que por acuerdo entre el comprador y el vendedor
del inmueble urbano, no opere la cesión de pleno derecho
del contrato de servicios públicos, el suscriptor podrá
liberarse de las obligaciones derivadas de éste, anexando
documento ne le cual el nuevo propietario del inmueble
manifieste su consentimiento para asumir las obligaciones
como suscriptor del contrato de servicios públicos (la negrita
y subrayados son míos).

Si analizamos la anterior norma podemos advertir que para que


opere la cesión de la obligación del suscriptor del caso que nos
ocupa debe existir pleno consentimiento del nuevo propietario, y yo
como nueva propietaria en ningún momento he aceptado cancelar
la deuda que recae actualmente sobre el inmueble, como lo
demostré en la Escritura de Compraventa, únicamente estoy
dispuesta a cancelar las tres (03) primeras facturas y la factura del
periodo de marzo del 2015.

El artículo 140 de la Ley 142 de 1994 consagra el deber de las empresas


de servicios públicos de suspender el servicio ante la mora en el pago de
las facturas, “sin exceder en todo caso de dos (2) periodos de facturación
en el evento que en ésta sea bimestral y de tres (3) periodos cuando sea
mensual (…)”.

Significa ello que cuando no se cancela oportunamente la prestación de un


servicio público domiciliario, las empresas prestadoras tienen la obligación
de suspender, máximo al vencimiento del tercer periodo de facturación, el
suministro del servicio por ellas ofrecido. Y como se ha explicado por la
Corte6, esa exigencia no sólo constituye una garantía para la empresa,
quien ejerce un mecanismo legítimo de coacción que de alguna manera le
permite asegurar el pago de un crédito, sino que constituye también una
garantía para los propietarios de los inmuebles, en el evento en que sus
arrendatarios incurran en mora en el pago de sus obligaciones, pues con
ello se evita que la deuda incremente en el tiempo sin ninguna
consecuencia.

Sin embargo, lo anterior debe interpretarse sistemáticamente con el


artículo 130 del mismo estatuto (modificado por el artículo 18 de la Ley
689 de 2001), según el cual el poseedor o e propietario del inmueble, el
suscriptor y el usuario son responsables solidarios en sus obligaciones con
la empresa, salvo cuando la entidad se abstiene de suspender
oportunamente el servicio. Al respecto, la norma señala lo siguiente:

Parágrafo. Si el usuario o suscriptor incumple su obligación de pagar


oportunamente los servicios facturados dentro del término previsto en el
contrato, el cual no excederá dos periodos consecutivos de facturación la
empresa de servicios públicos estará en la obligación de suspender el
servicio. Si la empresa incumple la obligación de la suspensión del
servicio se romperá la solidaridad prevista en esta norma. (Subrayado
fuera de texto).

6
Cfr. Sentencia T-1225 de 2001 M.P. Alfredo Beltrán Sierra. La Corte tuteló los derechos al debido proceso y a la
igualdad invocada por l a propietaria de un inmueble, luego de considerar que ELECTROCOSTA S.A. había incumplido
sus obligaciones, al no haber suspendido sus obligaciones, al no haber suspendido oportunamente le servicio de energía
ante la mora por parte de los arrendatarios.
En consecuencia, si la empresa omite un deber que le impone la ley, no
puede luego trasladar los efectos de su incorrecto proceder a terceras
personas, pues con ello abusa de su posición dominante frente a los
usuarios o suscriptores del servicio7.

De la misma forma y siguiendo los parámetros sentados por la


jurisprudencia constitucional, en el evento en que los usuarios procedan a
reconectar fraudulentamente el servicio las empresas prestadoras deben
adoptar las medidas necesarias para evitar situación de esta naturaleza,
pues no se justifica que teniendo a su alcance diferente herramientas
técnicas y jurídicas asuman una actitud pasiva, limitándose a continuar
facturando un servicio ilegalmente prestado. Si ello no ocurre, como es el
caso que nos ocupa, la empresa ha vulnerado los derechos al debido
proceso y a la igualdad.

Sobre el particular, en la Sentencia T-927/99 M.P. Carlos Gaviria Díaz, la


Corte analizó un caso similar y dijo lo siguiente:

“En estos términos las empresas demandas toleraron a ciencia y paciencia


un comportamiento que puede constituir un delito continuado contra el
patrimonio, y se limitaron a facturar mensualmente el costo del bien mueble
sustraído por medio de una cometida fraudulenta; en consecuencia,
incumplieron durante todo este lapso su deber de actuar de acuerdo con la
ley vigente para poner término a tal situación irregular, y para procurar que
se exigiera la responsabilidad correspondiente al autor de la conducta
irregular detectada, así como se abstuvieron de reclamar de él el pago
correspondiente al daño y los perjuicios que ocasionó. Es indudable, en
consecuencia, que las empresas accionadas incurrieron de esa manera en
una vía de hecho, y con ella vulneraron los derechos fundamentales de la
actora al debido proceso y a la igualdad.”

La responsabilidad solidaria entre el propietario de un inmueble


(generalmente el suscriptor) y su arrendatario (usuario) se quebranta ante
la negligencia de la empresa para suspender el servicio o adoptar las
medidas pertinentes en caso de reconexiones fraudulentas. A partir de ese
momento “la entidad está voluntariamente suministrando el servicio y por lo
tanto no puede responsabilizar de la carga económica que de ello resulte al
propietario del inmueble”8

Es claro que si en algún momento el propietario presentó proceso de


ruptura de solidaridad y fue declarada en firme por la empresa, de hecho
es su responsabilidad y no mía como nueva propietaria del bien inmueble,
ya que la empresa debió hacer efectivo el cobro de las facturas dejadas de
cancelar por el anterior propietario.
PRETENSIONES

7
Cfr. Sentencia T-927 de 1999 M.P.. Carlos Gaviria Díaz. La Corte analizó por primera vez el tema de la
solidaridad en el pago de los servicios públicos entre los propietarios y los arrendatarios de un inmueble, así como
las consecuencias derivadas del incumplimiento de las empresas de servicios públicos específicamente para obtener
la reconexión del servicio. En aquella oportunidad ampararon los derechos a la igualdad y al debido proceso del
dueño de un inmueble, ante la omisión de la Electrificadora del Caribe de suspender el servicio de energía.
8
Sentencia T-011 de 2003 M.P. Manuel José Cepeda. La Corte reiteró los criterios expuestos en la Sentencia T-
1225 de 2001.
De conformidad con los hechos narrados y pruebas aportadas
comedidamente me permito solicitar lo siguiente:

Declarar la ruptura de solidaridad entre el usuario o suscriptor prevista en


el parágrafo del artículo 130 de la Ley 142 de 1994 modificado por el
artículo 18 de la Ley 689 de 2001.

NOTIFICACIONES

Favor enviar la notificación de la presente en la Calle 26A No. 17A-20

Cordialmente,

MAILEN MARGARITA ACOSTA MENDIVIL


C.C. No. 26.671.910

Señores
ELECTRICARIBE S.A. E.S.P.
Santa Marta

Ref.: Derecho de petición. NIC. 1049694

MAILEN MARGARITA ACOSTA, mayor de edad, y residenciada en esta


ciudad, identificada como aparece al pie de mi firma, por medio del
presente escrito me dirijo a usted en forma respetuosa, en calidad de
propietaria del inmueble ubicado en esta ciudad en la Calle 26A
No. 17A-20, con el fin de que sea atendida y resuelta la siguiente petición,
conforme lo disponen los artículos 23 de la Constitución Nacional, 153 y
156 de la Ley 142 de 1994, artículo 123 del Decreto 2150 de 1995 y
artículo 9 del Decreto 2223 de 1996 y por las razones de hecho y derecho
que a continuación expongo:

HECHOS

15. El 12 de febrero del 2015, adquirí el inmueble ubicado en la Calle


26A No. 17A-20 de esta ciudad, como consta en la
Escritura Pública de fecha 12 de febrero del 2015, registrada en la
Notaría Segunda del Círculo de Santa Marta, de fecha 18 de febrero del
2015.

16. De acuerdo con el artículo 669 del Código Civil Colombiano, el


dominio o propiedad es el derecho real en una cosa corporal, para gozar
y disponer arbitrariamente, no siendo contra ley o contra derecho ajeno.

En este sentido, más de las formas de adquirir el dominio o propiedad


de las cosas es mediante el contrato de compraventa, regulado por el
artículo 1849 del Código Civil Colombiano que a su tenor dice: “La
compraventa es un contrato en que una de las partes se obliga a dar una
cosa y la otra a pagarla en dinero. Aquella se dice vender y esa comprar.
El dinero que el comprador da por la cosa vendida se llama precio”. El
artículo 1857 del C. C. establece que la venta de bienes raíces se reputa
perfecta con el otorgamiento de la escritura pública.

17. Con base en estas normas y en el contrato de compraventa,


registrado en la Notaría Segunda del Círculo de Santa Marta el 8 de
Enero del 2013, estoy legitimada para la reclamación de la causa.

18. En tal sentido, resulta preciso traer a colación el concepto de la


Oficina Jurídica de la S.S.P.D., que señala:

Concepto SSPD-OJ-2005-036

“…El artículo 129 de la Ley 142 de 1994 prevé la figura de la cesión del
contrato de servicios públicos en la enajenación de cualquier título
de bienes inmuebles urbanos, salvo que las partes acuerden otra
cosa, entendiéndose que hay cesión de todos los derechos y
obligaciones del contrato.

El artículo 129 citado dispone que en la enajenación de bienes raíces


urbanos se entiende que hay cesión de todos los contratos de servicios
públicos, salvo que las partes acuerden lo contrario.

Esta oficina ha venido interpretando que para que haya cesión de los
contratos de servicios públicos debe tratarse de contratos que se
encuentren vigentes, toda vez que no puede haber cesión de un
contrato que se haya extinguido por haber hecho uso de la facultad que
le otorga el artículo 141 de la Ley 142 de 1994. Este ha sido el criterio
de la Oficina Asesora Jurídica de la Superintendencia de Servicios
Públicos, entre otros, en el Concepto SSPD 991300000330, en el cual
se expuso lo siguiente:

“Por lo demás, es solidario únicamente de aquellas obligaciones


que surjan durante el tiempo de ejecución y vigencia del contrato.
Eso significa que si una persona adquiere un inmueble en el cual
se venía prestando el servicio telefónico pero al momento de la
enajenación del inmueble a cualquier título, la empresa hubiese
declarado la terminación del contrato por incumplimiento en el
pago del servicio, ya no hay contrato que ceder, y
consecuentemente tampoco hay solidaridad”

Esta interpretación tiene otra justificación, cual es que la solidaridad se


justifica, y así lo reconoció la Corte Constitucional al declarar exequible
el artículo 130 de la Ley 142 de 1994 9, en la medida que la instalación
de servicios en un inmueble le reporte un beneficio económico en este
caso a quien adquiere el inmueble. Pero si los servicios están
suspendidos de manera definitiva, lejos de beneficiarse el nuevo dueño,
se perjudica dado que no sólo se le priva del goce de los servicios, sino
que tiene que pagar unas sumas de dinero por unos servicios que él no
consumió.

9
Sentencia C-493 de 1997.
Situación distinta que presenta cuando se trata de simple
suspensión en los términos del artículo 140, es decir, que el
contrato de servicios públicos está vigente, pero hay suspensión
temporal del suministro por verificarse una de las causales de
suspensión de las señaladas en la citada norma o en el contrato de
condiciones uniformes. En este caso el nuevo adquiriente, será
solidario a pagar las sumas adecuadas los servicios hasta el
momento en que la empresa estaba obligada a suspender el
servicio, máximo tres meses cuando la facturación es mensual y
dos meses cuando sea bimestral...”.

Si al momento de la enajenación del inmueble la empresa ha resuelto el


contrato y ha procedido al corte definitivo del servicio se rompe la
solidaridad. Es decir, el comprador del inmueble no está llamado a
responder por las deudas dejadas por el anterior vendedor o anterior
usuario.

Si el contrato está sólo suspendido, el comprador será solidario a pagar


las sumas adeudadas hasta el momento en que la empresa estaba
obligada a suspender el servicio.

19. Así las cosas, reconozco ser solidario únicamente con las tres (3)
primeras facturas dejadas de cancelar por el anterior propietario y lo
posterior a la compra.

PRETENSIONES

De conformidad con los hechos narrados y pruebas aportadas


comedidamente me permito solicitar lo siguiente:

5. Declarar la ruptura de solidaridad entre el usuario o suscriptor prevista


en el parágrafo del artículo 130 de la Ley 142 de 1994 modificado por el
artículo 18 de la Ley 689 de 2001.

6. Que se me haga entrega de las tres (3) primeras facturas dejadas de


cancelar por la anterior propietaria y las posteriores al contrato para
cancelarlas, teniendo en cuenta que para tales efectos se debe anular el
convenio realizado por el anterior propietario

PRUEBAS QUE ANEXO A LA PRESENTE

 Escritura Pública, registrada en la Notaría Segunda del Círculo de


Santa Marta.

 Certificado de Tradición y Libertad de fecha 4 de marzo del 2015

 Estado de cuenta de fecha de edición 12/03/2015

NOTIFICACIONES

Favor enviar la notificación de la presente en la Calle 26A No. 17A-20

Cordialmente,
MAILEN MARGARITA ACOSTA MENDIVIL
C.C. No. 26.671.910

Santa Marta, Marzo 21 del 2014

Señor
EDWIN GOENAGA
Gerente Electricaribe S. A. E.S.P.
Santa Marta

Ref.: Recurso de Reposición y apelación. NIC. 6633138

LUIS ORLANDO SEPULVEDA BENAVIDES, mayor de edad, y residenciado


en esta ciudad, identificado como aparece al pie de mi firma, por medio del
presente escrito me dirijo a usted en forma respetuosa, en calidad de
propietario del inmueble ubicado en esta ciudad, para interponer recurso
de reposición y en subsidio de apelación ante la Superintendencia de
Servicios Públicos Domiciliarios, para que se modifique o revoque la
decisión tomada por la empresa mediante Acto Administrativo
RE3420201401720 del 3 de 27 de febrero del 2014.

HECHOS

20. La empresa manifiesta que debo cancelar la totalidad de la


obligación para gozar del servicio, ya que en estos casos opera la cesión
de contrato conforme a lo dispuesto en el artículo 129 de la Ley 142 de
1994.

21. Con relación a la cesión del contrato dispuesta en el artículo 10 de la


Resolución 108 de la CREG, es de recordar el literal d), que nos señala:
d) Cuando el suscriptor siendo el propietario de un inmueble
urbano, lo enajena y opera la cesión del contrato de servicios
públicos, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 129 de la Ley
142 de 1994. En este evento bastará que cualquiera de las partes
informe a la empresa este hecho para que ella proceda a tomar
nota de la cesión y de la liberación del suscriptor inicial. En los
caos en que por acuerdo entre el comprador y el vendedor
del inmueble urbano, no opere la cesión de pleno derecho
del contrato de servicios públicos, el suscriptor podrá
liberarse de las obligaciones derivadas de éste, anexando
documento ne le cual el nuevo propietario del inmueble
manifieste su consentimiento para asumir las obligaciones
como suscriptor del contrato de servicios públicos (la negrita
y subrayados son míos).

Si analizamos la anterior norma podemos advertir que para que


opere la cesión de la obligación del suscriptor del caso que nos
ocupa debe existir pleno consentimiento del nuevo propietario, y yo
como nuevo propietario en ningún momento he aceptado cancelar
la deuda que recae actualmente sobre el inmueble, como lo
demostré en la Escritura de Compraventa, únicamente estoy
dispuesto a cancelar las tres (03) primeras.

El artículo 140 de la Ley 142 de 1994 consagra el deber de las empresas


de servicios públicos de suspender el servicio ante la mora en el pago de
las facturas, “sin exceder en todo caso de dos (2) periodos de facturación
en el evento que en ésta sea bimestral y de tres (3) periodos cuando sea
mensual (…)”.

Significa ello que cuando no se cancela oportunamente la prestación de un


servicio público domiciliario, las empresas prestadoras tienen la obligación
de suspender, máximo al vencimiento del tercer periodo de facturación, el
suministro del servicio por ellas ofrecido. Y como se ha explicado por la
Corte10, esa exigencia no sólo constituye una garantía para la empresa,
quien ejerce un mecanismo legítimo de coacción que de alguna manera le
permite asegurar el pago de un crédito, sino que constituye también una
garantía para los propietarios de los inmuebles, en el evento en que sus
arrendatarios incurran en mora en el pago de sus obligaciones, pues con
ello se evita que la deuda incremente en el tiempo sin ninguna
consecuencia.

Sin embargo, lo anterior debe interpretarse sistemáticamente con el


artículo 130 del mismo estatuto (modificado por el artículo 18 de la Ley
689 de 2001), según el cual el poseedor o e propietario del inmueble, el
suscriptor y el usuario son responsables solidarios en sus obligaciones con
la empresa, salvo cuando la entidad se abstiene de suspender
oportunamente el servicio. Al respecto, la norma señala lo siguiente:

Parágrafo. Si el usuario o suscriptor incumple su obligación de pagar


oportunamente los servicios facturados dentro del término previsto en el
contrato, el cual no excederá dos periodos consecutivos de facturación la
empresa de servicios públicos estará en la obligación de suspender el
10
Cfr. Sentencia T-1225 de 2001 M.P. Alfredo Beltrán Sierra. La Corte tuteló los derechos al debido proceso y a la
igualdad invocada por l a propietaria de un inmueble, luego de considerar que ELECTROCOSTA S.A. había incumplido
sus obligaciones, al no haber suspendido sus obligaciones, al no haber suspendido oportunamente le servicio de energía
ante la mora por parte de los arrendatarios.
servicio. Si la empresa incumple la obligación de la suspensión del
servicio se romperá la solidaridad prevista en esta norma. (Subrayado
fuera de texto).

En consecuencia, si la empresa omite un deber que le impone la ley, no


puede luego trasladar los efectos de su incorrecto proceder a terceras
personas, pues con ello abusa de su posición dominante frente a los
usuarios o suscriptores del servicio11.

De la misma forma y siguiendo los parámetros sentados por la


jurisprudencia constitucional, en el evento en que los usuarios procedan a
reconectar fraudulentamente el servicio las empresas prestadoras deben
adoptar las medidas necesarias para evitar situación de esta naturaleza,
pues no se justifica que teniendo a su alcance diferente herramientas
técnicas y jurídicas asuman una actitud pasiva, limitándose a continuar
facturando un servicio ilegalmente prestado. Si ello no ocurre, como es el
caso que nos ocupa, la empresa ha vulnerado los derechos al debido
proceso y a la igualdad.

Sobre el particular, en la Sentencia T-927/99 M.P. Carlos Gaviria Díaz, la


Corte analizó un caso similar y dijo lo siguiente:

“En estos términos las empresas demandas toleraron a ciencia y paciencia


un comportamiento que puede constituir un delito continuado contra el
patrimonio, y se limitaron a facturar mensualmente el costo del bien mueble
sustraído por medio de una cometida fraudulenta; en consecuencia,
incumplieron durante todo este lapso su deber de actuar de acuerdo con la
ley vigente para poner término a tal situación irregular, y para procurar que
se exigiera la responsabilidad correspondiente al autor de la conducta
irregular detectada, así como se abstuvieron de reclamar de él el pago
correspondiente al daño y los perjuicios que ocasionó. Es indudable, en
consecuencia, que las empresas accionadas incurrieron de esa manera en
una vía de hecho, y con ella vulneraron los derechos fundamentales de la
actora al debido proceso y a la igualdad.”

La responsabilidad solidaria entre el propietario de un inmueble


(generalmente el suscriptor) y su arrendatario (usuario) se quebranta ante
la negligencia de la empresa para suspender el servicio o adoptar las
medidas pertinentes en caso de reconexiones fraudulentas. A partir de ese
momento “la entidad está voluntariamente suministrando el servicio y por lo
tanto no puede responsabilizar de la carga económica que de ello resulte al
propietario del inmueble”12

PRETENSIONES

11
Cfr. Sentencia T-927 de 1999 M.P.. Carlos Gaviria Díaz. La Corte analizó por primera vez el tema de la
solidaridad en el pago de los servicios públicos entre los propietarios y los arrendatarios de un inmueble, así como
las consecuencias derivadas del incumplimiento de las empresas de servicios públicos específicamente para obtener
la reconexión del servicio. En aquella oportunidad ampararon los derechos a la igualdad y al debido proceso del
dueño de un inmueble, ante la omisión de la Electrificadora del Caribe de suspender el servicio de energía.
12
Sentencia T-011 de 2003 M.P. Manuel José Cepeda. La Corte reiteró los criterios expuestos en la Sentencia T-
1225 de 2001.
De conformidad con los hechos narrados y pruebas aportadas
comedidamente me permito solicitar lo siguiente:

Declarar la ruptura de solidaridad entre el usuario o suscriptor prevista en


el parágrafo del artículo 130 de la Ley 142 de 1994 modificado por el
artículo 18 de la Ley 689 de 2001.

PRUEBAS QUE ANEXO A LA PRESENTE

 Copias de las facturas canceladas.

NOTIFICACIONES

Favor enviar la notificación la recibo en la Carrera 3 No. 7-29 Rodadero


Santa Marta

Cordialmente,

LUIS ORLANDO SEPULVEDA BENAVIDES


C.C. No. 17.185.649

Santa Marta, Febrero 25 del 2014

Señores
ELECTRICARIBE S.A. E.S.P.
Santa Marta

Ref.: Derecho de petición. NIC. 6633138

LUIS ORLANDO SEPULVEDA BENAVIDES, mayor de edad, y residenciado


en esta ciudad, identificado como aparece al pie de mi firma, por medio del
presente escrito me dirijo a usted en forma respetuosa, en calidad de
poseedor del inmueble ubicado en esta ciudad en la carretera vía al SENA
km 2 No. 2-10, con el fin de que sea atendida y resuelta la siguiente
petición, conforme lo disponen los artículos 23 de la Constitución
Nacional, 153 y 156 de la Ley 142 de 1994, artículo 123 del Decreto 2150
de 1995 y artículo 9 del Decreto 2223 de 1996 y por las razones de hecho
y derecho que a continuación expongo:

HECHOS

22. El 7 de febrero del 2013, adquirí el inmueble ubicado en la carretera


vía al SENA km 2 No. 2-10de esta ciudad, como consta en el contrato
de compraventa, registrado en la Notaría Segunda del Círculo de Santa
Marta el 7 de febrero del 2013

23. De acuerdo con el artículo 669 del Código Civil Colombiano, el


dominio o propiedad es el derecho real en una cosa corporal, para gozar
y disponer arbitrariamente, no siendo contra ley o contra derecho ajeno.

En este sentido, más de las formas de adquirir el dominio o propiedad


de las cosas es mediante el contrato de compraventa, regulado por el
artículo 1849 del Código Civil Colombiano que a su tenor dice: “La
compraventa es un contrato en que una de las partes se obliga a dar una
cosa y la otra a pagarla en dinero. Aquella se dice vender y esa comprar.
El dinero que el comprador da por la cosa vendida se llama precio”. El
artículo 1857 del C. C. establece que la venta de bienes raíces se reputa
perfecta con el otorgamiento de la escritura pública.

24. Con base en estas normas y en el contrato de compraventa,


registrado en la Notaría Segunda del Círculo de Santa Marta el 8 de
Enero del 2013, estoy legitimada para la reclamación de la causa.

25. En tal sentido, resulta preciso traer a colación el concepto de la


Oficina Jurídica de la S.S.P.D., que señala:

Concepto SSPD-OJ-2005-036

“…El artículo 129 de la Ley 142 de 1994 prevé la figura de la cesión del
contrato de servicios públicos en la enajenación de cualquier título
de bienes inmuebles urbanos, salvo que las partes acuerden otra
cosa, entendiéndose que hay cesión de todos los derechos y
obligaciones del contrato.

El artículo 129 citado dispone que en la enajenación de bienes raíces


urbanos se entiende que hay cesión de todos los contratos de servicios
públicos, salvo que las partes acuerden lo contrario.

Esta oficina ha venido interpretando que para que haya cesión de los
contratos de servicios públicos debe tratarse de contratos que se
encuentren vigentes, toda vez que no puede haber cesión de un
contrato que se haya extinguido por haber hecho uso de la facultad que
le otorga el artículo 141 de la Ley 142 de 1994. Este ha sido el criterio
de la Oficina Asesora Jurídica de la Superintendencia de Servicios
Públicos, entre otros, en el Concepto SSPD 991300000330, en el cual
se expuso lo siguiente:

“Por lo demás, es solidario únicamente de aquellas obligaciones


que surjan durante el tiempo de ejecución y vigencia del contrato.
Eso significa que si una persona adquiere un inmueble en el cual
se venía prestando el servicio telefónico pero al momento de la
enajenación del inmueble a cualquier título, la empresa hubiese
declarado la terminación del contrato por incumplimiento en el
pago del servicio, ya no hay contrato que ceder, y
consecuentemente tampoco hay solidaridad”

Esta interpretación tiene otra justificación, cual es que la solidaridad se


justifica, y así lo reconoció la Corte Constitucional al declarar exequible
el artículo 130 de la Ley 142 de 1994 13, en la medida que la instalación
de servicios en un inmueble le reporte un beneficio económico en este
caso a quien adquiere el inmueble. Pero si los servicios están
suspendidos de manera definitiva, lejos de beneficiarse el nuevo dueño,
se perjudica dado que no sólo se le priva del goce de los servicios, sino
que tiene que pagar unas sumas de dinero por unos servicios que él no
consumió.

Situación distinta que presenta cuando se trata de simple


suspensión en los términos del artículo 140, es decir, que el
contrato de servicios públicos está vigente, pero hay suspensión
temporal del suministro por verificarse una de las causales de
suspensión de las señaladas en la citada norma o en el contrato de
condiciones uniformes. En este caso el nuevo adquiriente, será
solidario a pagar las sumas adecuadas los servicios hasta el
momento en que la empresa estaba obligada a suspender el
servicio, máximo tres meses cuando la facturación es mensual y
dos meses cuando sea bimestral...”.

Si al momento de la enajenación del inmueble la empresa ha resuelto el


contrato y ha procedido al corte definitivo del servicio se rompe la
solidaridad. Es decir, el comprador del inmueble no está llamado a
responder por las deudas dejadas por el anterior vendedor o anterior
usuario.

Si el contrato está sólo suspendido, el comprador será solidario a pagar


las sumas adeudadas hasta el momento en que la empresa estaba
obligada a suspender el servicio.

26. Así las cosas, reconozco ser solidario únicamente con las tres (3)
primeras facturas dejadas de cancelar por el anterior propietario y lo
posterior a la compra.

PRETENSIONES

De conformidad con los hechos narrados y pruebas aportadas


comedidamente me permito solicitar lo siguiente:

7. Declarar la ruptura de solidaridad entre el usuario o suscriptor prevista


en el parágrafo del artículo 130 de la Ley 142 de 1994 modificado por el
artículo 18 de la Ley 689 de 2001.

8. Que se me haga entrega de las tres (3) primeras facturas dejadas de


cancelar por la anterior propietaria y las posteriores al contrato para

13
Sentencia C-493 de 1997.
cancelarlas, teniendo en cuenta que para tales efectos se debe anular el
convenio realizado por el anterior propietario

PRUEBAS QUE ANEXO A LA PRESENTE

 Contrato de Compraventa registrado en la Notaría Segunda del Círculo


de Santa Marta.

 Estado de cuenta de fecha de edición 18/02/2014

NOTIFICACIONES

Favor enviar la notificación de la presente en la Carrera 3 No. 7-29 –


Rodadero

Cordialmente,

LUIS ORLANDO SEPULVEDA BENAVIDES


C.C. No. 17.185.649

Santa Marta, Diciembre 20 del 2013

Señor
JULIO BONILLA RODELO
Gerente Electricaribe S. A. E.S.P.
Santa Marta
Ref.: Recurso de Reposición y apelación. NIC. 1043068

GABRIEL ENRIQUE JOHNSON DAVILA, mayor de edad, y residenciado


en esta ciudad, identificado como aparece al pie de mi firma, por medio del
presente escrito me dirijo a usted en forma respetuosa, en calidad de
propietario del inmueble ubicado en esta ciudad, para interponer recurso
de reposición y en subsidio de apelación ante la Superintendencia de
Servicios Públicos Domiciliarios, para que se modifique o revoque la
decisión tomada por la empresa mediante Acto Administrativo
RE9342201302782 del 3 de Diciembre del 2013.

HECHOS

27. La empresa manifiesta que debo cancelar la totalidad de la


obligación para gozar del servicio, ya que en estos casos opera la cesión
de contrato conforme a lo dispuesto en el artículo 129 de la Ley 142 de
1994.

28. Con relación a la cesión del contrato dispuesta en el artículo 10 de la


Resolución 108 de la CREG, es de recordar el literal d), que nos señala:

d) Cuando el suscriptor siendo el propietario de un inmueble


urbano, lo enajena y opera la cesión del contrato de servicios
públicos, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 129 de la Ley
142 de 1994. En este evento bastará que cualquiera de las partes
informe a la empresa este hecho para que ella proceda a tomar
nota de la cesión y de la liberación del suscriptor inicial. En los
caos en que por acuerdo entre el comprador y el vendedor
del inmueble urbano, no opere la cesión de pleno derecho
del contrato de servicios públicos, el suscriptor podrá
liberarse de las obligaciones derivadas de éste, anexando
documento ne le cual el nuevo propietario del inmueble
manifieste su consentimiento para asumir las obligaciones
como suscriptor del contrato de servicios públicos (la negrita
y subrayados son míos).

Si analizamos la anterior norma podemos advertir que para que


opere la cesión de la obligación del suscriptor del caso que nos
ocupa debe existir pleno consentimiento del nuevo propietario, y yo
como nuevo propietario en ningún momento he aceptado cancelar
la deuda que recae actualmente sobre el inmueble, como lo
demostré en la Escritura de Compraventa, únicamente estoy
dispuesto a cancelar las tres (03) primeras y las que corrieron
después de la compra.

El artículo 140 de la Ley 142 de 1994 consagra el deber de las empresas


de servicios públicos de suspender el servicio ante la mora en el pago de
las facturas, “sin exceder en todo caso de dos (2) periodos de facturación
en el evento que en ésta sea bimestral y de tres (3) periodos cuando sea
mensual (…)”.
Significa ello que cuando no se cancela oportunamente la prestación de un
servicio público domiciliario, las empresas prestadoras tienen la obligación
de suspender, máximo al vencimiento del tercer periodo de facturación, el
suministro del servicio por ellas ofrecido. Y como se ha explicado por la
Corte14, esa exigencia no sólo constituye una garantía para la empresa,
quien ejerce un mecanismo legítimo de coacción que de alguna manera le
permite asegurar el pago de un crédito, sino que constituye también una
garantía para los propietarios de los inmuebles, en el evento en que sus
arrendatarios incurran en mora en el pago de sus obligaciones, pues con
ello se evita que la deuda incremente en el tiempo sin ninguna
consecuencia.

Sin embargo, lo anterior debe interpretarse sistemáticamente con el


artículo 130 del mismo estatuto (modificado por el artículo 18 de la Ley
689 de 2001), según el cual el poseedor o e propietario del inmueble, el
suscriptor y el usuario son responsables solidarios en sus obligaciones con
la empresa, salvo cuando la entidad se abstiene de suspender
oportunamente el servicio. Al respecto, la norma señala lo siguiente:

Parágrafo. Si el usuario o suscriptor incumple su obligación de pagar


oportunamente los servicios facturados dentro del término previsto en el
contrato, el cual no excederá dos periodos consecutivos de facturación la
empresa de servicios públicos estará en la obligación de suspender el
servicio. Si la empresa incumple la obligación de la suspensión del
servicio se romperá la solidaridad prevista en esta norma. (Subrayado
fuera de texto).

En consecuencia, si la empresa omite un deber que le impone la ley, no


puede luego trasladar los efectos de su incorrecto proceder a terceras
personas, pues con ello abusa de su posición dominante frente a los
usuarios o suscriptores del servicio15.

De la misma forma y siguiendo los parámetros sentados por la


jurisprudencia constitucional, en el evento en que los usuarios procedan a
reconectar fraudulentamente el servicio las empresas prestadoras deben
adoptar las medidas necesarias para evitar situación de esta naturaleza,
pues no se justifica que teniendo a su alcance diferente herramientas
técnicas y jurídicas asuman una actitud pasiva, limitándose a continuar
facturando un servicio ilegalmente prestado. Si ello no ocurre, como es el
caso que nos ocupa, la empresa ha vulnerado los derechos al debido
proceso y a la igualdad.

Sobre el particular, en la Sentencia T-927/99 M.P. Carlos Gaviria Díaz, la


Corte analizó un caso similar y dijo lo siguiente:

14
Cfr. Sentencia T-1225 de 2001 M.P. Alfredo Beltrán Sierra. La Corte tuteló los derechos al debido proceso y a la
igualdad invocada por l a propietaria de un inmueble, luego de considerar que ELECTROCOSTA S.A. había incumplido
sus obligaciones, al no haber suspendido sus obligaciones, al no haber suspendido oportunamente le servicio de energía
ante la mora por parte de los arrendatarios.
15
Cfr. Sentencia T-927 de 1999 M.P.. Carlos Gaviria Díaz. La Corte analizó por primera vez el tema de la
solidaridad en el pago de los servicios públicos entre los propietarios y los arrendatarios de un inmueble, así como
las consecuencias derivadas del incumplimiento de las empresas de servicios públicos específicamente para obtener
la reconexión del servicio. En aquella oportunidad ampararon los derechos a la igualdad y al debido proceso del
dueño de un inmueble, ante la omisión de la Electrificadora del Caribe de suspender el servicio de energía.
“En estos términos las empresas demandas toleraron a ciencia y paciencia
un comportamiento que puede constituir un delito continuado contra el
patrimonio, y se limitaron a facturar mensualmente el costo del bien mueble
sustraído por medio de una cometida fraudulenta; en consecuencia,
incumplieron durante todo este lapso su deber de actuar de acuerdo con la
ley vigente para poner término a tal situación irregular, y para procurar que
se exigiera la responsabilidad correspondiente al autor de la conducta
irregular detectada, así como se abstuvieron de reclamar de él el pago
correspondiente al daño y los perjuicios que ocasionó. Es indudable, en
consecuencia, que las empresas accionadas incurrieron de esa manera en
una vía de hecho, y con ella vulneraron los derechos fundamentales de la
actora al debido proceso y a la igualdad.”

La responsabilidad solidaria entre el propietario de un inmueble


(generalmente el suscriptor) y su arrendatario (usuario) se quebranta ante
la negligencia de la empresa para suspender el servicio o adoptar las
medidas pertinentes en caso de reconexiones fraudulentas. A partir de ese
momento “la entidad está voluntariamente suministrando el servicio y por lo
tanto no puede responsabilizar de la carga económica que de ello resulte al
propietario del inmueble”16

PRETENSIONES

De conformidad con los hechos narrados y pruebas aportadas


comedidamente me permito solicitar lo siguiente:

Declarar la ruptura de solidaridad entre el usuario o suscriptor prevista en


el parágrafo del artículo 130 de la Ley 142 de 1994 modificado por el
artículo 18 de la Ley 689 de 2001.

PRUEBAS QUE ANEXO A LA PRESENTE

 Copias de las facturas canceladas.

NOTIFICACIONES

Favor enviar la notificación la recibo en la Calle 3A No. 21C-41 Santa


Marta

Cordialmente,

GABRIEL ENRIQUE JOHNSON DAVILA


C.C. No.

16
Sentencia T-011 de 2003 M.P. Manuel José Cepeda. La Corte reiteró los criterios expuestos en la Sentencia T-
1225 de 2001.
Santa Marta, Diciembre 17 del 2013

Señor
JULIO BONILLA RODELO
Gerente Electricaribe S. A. E.S.P.
Santa Marta

Ref.: Recurso de Reposición y apelación. NIC. 1019588

ROSALBINA OROZCO MARTÍNEZ, mayor de edad, y residenciada en esta


ciudad, identificada como aparece al pie de mi firma, por medio del
presente escrito me dirijo a usted en forma respetuosa, en calidad de
propietario del inmueble ubicado en esta ciudad, para interponer recurso
de reposición y en subsidio de apelación ante la Superintendencia de
Servicios Públicos Domiciliarios, para que se modifique o revoque la
decisión tomada por la empresa mediante Acto Administrativo
RE3410201313890 del 30 de Noviembre del 2013.

HECHOS

29. La empresa manifiesta que debo cancelar la totalidad de la


obligación para gozar del servicio, ya que en estos casos opera la cesión
de contrato conforme a lo dispuesto en el artículo 129 de la Ley 142 de
1994.

30. Con relación a la cesión del contrato dispuesta en el artículo 10 de la


Resolución 108 de la CREG, es de recordar el literal d), que nos señala:

d) Cuando el suscriptor siendo el propietario de un inmueble


urbano, lo enajena y opera la cesión del contrato de servicios
públicos, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 129 de la Ley
142 de 1994. En este evento bastará que cualquiera de las partes
informe a la empresa este hecho para que ella proceda a tomar
nota de la cesión y de la liberación del suscriptor inicial. En los
caos en que por acuerdo entre el comprador y el vendedor
del inmueble urbano, no opere la cesión de pleno derecho
del contrato de servicios públicos, el suscriptor podrá
liberarse de las obligaciones derivadas de éste, anexando
documento ne le cual el nuevo propietario del inmueble
manifieste su consentimiento para asumir las obligaciones
como suscriptor del contrato de servicios públicos (la negrita
y subrayados son míos).

Si analizamos la anterior norma podemos advertir que para que


opere la cesión de la obligación del suscriptor del caso que nos
ocupa debe existir pleno consentimiento del nuevo propietario, y yo
como nuevo propietario en ningún momento he aceptado cancelar
la deuda que recae actualmente sobre el inmueble, como lo
demostré en la Escritura de Compraventa, únicamente estoy
dispuesto a cancelar las tres (03) primeras y las que corrieron
después de la compra.

El artículo 140 de la Ley 142 de 1994 consagra el deber de las empresas


de servicios públicos de suspender el servicio ante la mora en el pago de
las facturas, “sin exceder en todo caso de dos (2) periodos de facturación
en el evento que en ésta sea bimestral y de tres (3) periodos cuando sea
mensual (…)”.

Significa ello que cuando no se cancela oportunamente la prestación de un


servicio público domiciliario, las empresas prestadoras tienen la obligación
de suspender, máximo al vencimiento del tercer periodo de facturación, el
suministro del servicio por ellas ofrecido. Y como se ha explicado por la
Corte17, esa exigencia no sólo constituye una garantía para la empresa,
quien ejerce un mecanismo legítimo de coacción que de alguna manera le
permite asegurar el pago de un crédito, sino que constituye también una
garantía para los propietarios de los inmuebles, en el evento en que sus
arrendatarios incurran en mora en el pago de sus obligaciones, pues con
ello se evita que la deuda incremente en el tiempo sin ninguna
consecuencia.

Sin embargo, lo anterior debe interpretarse sistemáticamente con el


artículo 130 del mismo estatuto (modificado por el artículo 18 de la Ley
689 de 2001), según el cual el poseedor o e propietario del inmueble, el
suscriptor y el usuario son responsables solidarios en sus obligaciones con
la empresa, salvo cuando la entidad se abstiene de suspender
oportunamente el servicio. Al respecto, la norma señala lo siguiente:

Parágrafo. Si el usuario o suscriptor incumple su obligación de pagar


oportunamente los servicios facturados dentro del término previsto en el
contrato, el cual no excederá dos periodos consecutivos de facturación la
empresa de servicios públicos estará en la obligación de suspender el
servicio. Si la empresa incumple la obligación de la suspensión del
servicio se romperá la solidaridad prevista en esta norma. (Subrayado
fuera de texto).

En consecuencia, si la empresa omite un deber que le impone la ley, no


puede luego trasladar los efectos de su incorrecto proceder a terceras
personas, pues con ello abusa de su posición dominante frente a los
usuarios o suscriptores del servicio18.

17
Cfr. Sentencia T-1225 de 2001 M.P. Alfredo Beltrán Sierra. La Corte tuteló los derechos al debido proceso y a la
igualdad invocada por l a propietaria de un inmueble, luego de considerar que ELECTROCOSTA S.A. había incumplido
sus obligaciones, al no haber suspendido sus obligaciones, al no haber suspendido oportunamente le servicio de energía
ante la mora por parte de los arrendatarios.
18
Cfr. Sentencia T-927 de 1999 M.P.. Carlos Gaviria Díaz. La Corte analizó por primera vez el tema de la
solidaridad en el pago de los servicios públicos entre los propietarios y los arrendatarios de un inmueble, así como
De la misma forma y siguiendo los parámetros sentados por la
jurisprudencia constitucional, en el evento en que los usuarios procedan a
reconectar fraudulentamente el servicio las empresas prestadoras deben
adoptar las medidas necesarias para evitar situación de esta naturaleza,
pues no se justifica que teniendo a su alcance diferente herramientas
técnicas y jurídicas asuman una actitud pasiva, limitándose a continuar
facturando un servicio ilegalmente prestado. Si ello no ocurre, como es el
caso que nos ocupa, la empresa ha vulnerado los derechos al debido
proceso y a la igualdad.

Sobre el particular, en la Sentencia T-927/99 M.P. Carlos Gaviria Díaz, la


Corte analizó un caso similar y dijo lo siguiente:

“En estos términos las empresas demandas toleraron a ciencia y paciencia


un comportamiento que puede constituir un delito continuado contra el
patrimonio, y se limitaron a facturar mensualmente el costo del bien mueble
sustraído por medio de una cometida fraudulenta; en consecuencia,
incumplieron durante todo este lapso su deber de actuar de acuerdo con la
ley vigente para poner término a tal situación irregular, y para procurar que
se exigiera la responsabilidad correspondiente al autor de la conducta
irregular detectada, así como se abstuvieron de reclamar de él el pago
correspondiente al daño y los perjuicios que ocasionó. Es indudable, en
consecuencia, que las empresas accionadas incurrieron de esa manera en
una vía de hecho, y con ella vulneraron los derechos fundamentales de la
actora al debido proceso y a la igualdad.”

La responsabilidad solidaria entre el propietario de un inmueble


(generalmente el suscriptor) y su arrendatario (usuario) se quebranta ante
la negligencia de la empresa para suspender el servicio o adoptar las
medidas pertinentes en caso de reconexiones fraudulentas. A partir de ese
momento “la entidad está voluntariamente suministrando el servicio y por lo
tanto no puede responsabilizar de la carga económica que de ello resulte al
propietario del inmueble”19

PRETENSIONES

De conformidad con los hechos narrados y pruebas aportadas


comedidamente me permito solicitar lo siguiente:

Declarar la ruptura de solidaridad entre el usuario o suscriptor prevista en


el parágrafo del artículo 130 de la Ley 142 de 1994 modificado por el
artículo 18 de la Ley 689 de 2001.

PRUEBAS QUE ANEXO A LA PRESENTE

 Copias de las facturas canceladas.

las consecuencias derivadas del incumplimiento de las empresas de servicios públicos específicamente para obtener
la reconexión del servicio. En aquella oportunidad ampararon los derechos a la igualdad y al debido proceso del
dueño de un inmueble, ante la omisión de la Electrificadora del Caribe de suspender el servicio de energía.
19
Sentencia T-011 de 2003 M.P. Manuel José Cepeda. La Corte reiteró los criterios expuestos en la Sentencia T-
1225 de 2001.
NOTIFICACIONES

Favor enviar la notificación la recibo en la Calle 11 No. 33-59 Barrio


Galicia

Cordialmente,

ROSALBINA OROZCO MARTÍNEZ


C.C. No. 36.552.785

Santa Marta, Noviembre 29 del 2013

Señores
ELECTRICARIBE S.A. E.S.P.
Santa Marta

Ref.: Derecho de petición. NIC. 1043068

GABRIEL ENRIQUE JHONSON DAVILA, mayor de edad, y residenciado


en esta ciudad, identificado como aparece al pie de mi firma, por medio del
presente escrito me dirijo a usted en forma respetuosa, en calidad de
poseedor del inmueble ubicado en esta ciudad en la Calle 3A No. 21C-41,
con el fin de que sea atendida y resuelta la siguiente petición, conforme lo
disponen los artículos 23 de la Constitución Nacional, 153 y 156 de la Ley
142 de 1994, artículo 123 del Decreto 2150 de 1995 y artículo 9 del
Decreto 2223 de 1996 y por las razones de hecho y derecho que a
continuación expongo:

HECHOS

31. El 8 de enero del 2013, adquirí el inmueble ubicado en la Calle 3A


No. 21C-41 de esta ciudad, como consta en el contrato de compraventa,
registrado en la Notaría Segunda del Círculo de Santa Marta el 8 de
Enero del 2013.

32. De acuerdo con el artículo 669 del Código Civil Colombiano, el


dominio o propiedad es el derecho real en una cosa corporal, para gozar
y disponer arbitrariamente, no siendo contra ley o contra derecho ajeno.
En este sentido, más de las formas de adquirir el dominio o propiedad
de las cosas es mediante el contrato de compraventa, regulado por el
artículo 1849 del Código Civil Colombiano que a su tenor dice: “La
compraventa es un contrato en que una de las partes se obliga a dar una
cosa y la otra a pagarla en dinero. Aquella se dice vender y esa comprar.
El dinero que el comprador da por la cosa vendida se llama precio”. El
artículo 1857 del C. C. establece que la venta de bienes raíces se reputa
perfecta con el otorgamiento de la escritura pública.

33. Con base en estas normas y en el contrato de compraventa,


registrado en la Notaría Segunda del Círculo de Santa Marta el 8 de
Enero del 2013, estoy legitimada para la reclamación de la causa.

34. En tal sentido, resulta preciso traer a colación el concepto de la


Oficina Jurídica de la S.S.P.D., que señala:

Concepto SSPD-OJ-2005-036

“…El artículo 129 de la Ley 142 de 1994 prevé la figura de la cesión del
contrato de servicios públicos en la enajenación de cualquier título
de bienes inmuebles urbanos, salvo que las partes acuerden otra
cosa, entendiéndose que hay cesión de todos los derechos y
obligaciones del contrato.

El artículo 129 citado dispone que en la enajenación de bienes raíces


urbanos se entiende que hay cesión de todos los contratos de servicios
públicos, salvo que las partes acuerden lo contrario.

Esta oficina ha venido interpretando que para que haya cesión de los
contratos de servicios públicos debe tratarse de contratos que se
encuentren vigentes, toda vez que no puede haber cesión de un
contrato que se haya extinguido por haber hecho uso de la facultad que
le otorga el artículo 141 de la Ley 142 de 1994. Este ha sido el criterio
de la Oficina Asesora Jurídica de la Superintendencia de Servicios
Públicos, entre otros, en el Concepto SSPD 991300000330, en el cual
se expuso lo siguiente:

“Por lo demás, es solidario únicamente de aquellas obligaciones


que surjan durante el tiempo de ejecución y vigencia del contrato.
Eso significa que si una persona adquiere un inmueble en el cual
se venía prestando el servicio telefónico pero al momento de la
enajenación del inmueble a cualquier título, la empresa hubiese
declarado la terminación del contrato por incumplimiento en el
pago del servicio, ya no hay contrato que ceder, y
consecuentemente tampoco hay solidaridad”

Esta interpretación tiene otra justificación, cual es que la solidaridad se


justifica, y así lo reconoció la Corte Constitucional al declarar exequible
el artículo 130 de la Ley 142 de 1994 20, en la medida que la instalación
de servicios en un inmueble le reporte un beneficio económico en este
caso a quien adquiere el inmueble. Pero si los servicios están
suspendidos de manera definitiva, lejos de beneficiarse el nuevo dueño,
se perjudica dado que no sólo se le priva del goce de los servicios, sino

20
Sentencia C-493 de 1997.
que tiene que pagar unas sumas de dinero por unos servicios que él no
consumió.

Situación distinta que presenta cuando se trata de simple


suspensión en los términos del artículo 140, es decir, que el
contrato de servicios públicos está vigente, pero hay suspensión
temporal del suministro por verificarse una de las causales de
suspensión de las señaladas en la citada norma o en el contrato de
condiciones uniformes. En este caso el nuevo adquiriente, será
solidario a pagar las sumas adecuadas los servicios hasta el
momento en que la empresa estaba obligada a suspender el
servicio, máximo tres meses cuando la facturación es mensual y
dos meses cuando sea bimestral...”.

Si al momento de la enajenación del inmueble la empresa ha resuelto el


contrato y ha procedido al corte definitivo del servicio se rompe la
solidaridad. Es decir, el comprador del inmueble no está llamado a
responder por las deudas dejadas por el anterior vendedor o anterior
usuario.

Si el contrato está sólo suspendido, el comprador será solidario a pagar


las sumas adeudadas hasta el momento en que la empresa estaba
obligada a suspender el servicio.

35. Así las cosas, reconozco ser solidario únicamente con las tres (3)
primeras facturas dejadas de cancelar por el anterior propietario y lo
posterior a la compra.

PRETENSIONES

De conformidad con los hechos narrados y pruebas aportadas


comedidamente me permito solicitar lo siguiente:

9. Declarar la ruptura de solidaridad entre el usuario o suscriptor prevista


en el parágrafo del artículo 130 de la Ley 142 de 1994 modificado por el
artículo 18 de la Ley 689 de 2001.

10. Que se me haga entrega de las tres (3) primeras facturas dejadas de
cancelar por la anterior propietaria y las posteriores al contrato para
cancelarlas.

PRUEBAS QUE ANEXO A LA PRESENTE

 Contrato de Compraventa registrado en la Notaría Segunda del Círculo


de Santa Marta.

 Estado de cuenta de fecha de edición 29/11/2013

NOTIFICACIONES

Favor enviar la notificación de la presente en la Calle 3A No. 21C-41

Cordialmente,
GABRIEL ENRIQUE JHONSON DAVILA
C.C. No. 1.082.907.018

Santa Marta, Octubre 25 del 2013

Señor
JULIO BONILLA RODELO
Gerente Electricaribe S. A. E.S.P.
Santa Marta

Ref.: Recurso de Reposición y apelación. NIC. 1015591

DANER SMITH MORE FONTALVO, mayor de edad, y residenciado en esta


ciudad, identificado como aparece al pie de mi firma, por medio del
presente escrito me dirijo a usted en forma respetuosa, en calidad de
propietario del inmueble ubicado en esta ciudad, para interponer recurso
de reposición y en subsidio de apelación ante la Superintendencia de
Servicios Públicos Domiciliarios, para que se modifique o revoque la
decisión tomada por la empresa mediante Acto Administrativo
RE934220132346 del 8 de Octubre del 2013.

HECHOS

36. La empresa manifiesta que debo cancelar la totalidad de la


obligación para gozar del servicio, ya que en estos casos opera la cesión
de contrato conforme a lo dispuesto en el artículo 129 de la Ley 142 de
1994.

37. Con relación a la cesión del contrato dispuesta en el artículo 10 de la


Resolución 108 de la CREG, es de recordar el literal d), que nos señala:
d) Cuando el suscriptor siendo el propietario de un inmueble
urbano, lo enajena y opera la cesión del contrato de servicios
públicos, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 129 de la Ley
142 de 1994. En este evento bastará que cualquiera de las partes
informe a la empresa este hecho para que ella proceda a tomar
nota de la cesión y de la liberación del suscriptor inicial. En los
caos en que por acuerdo entre el comprador y el vendedor
del inmueble urbano, no opere la cesión de pleno derecho
del contrato de servicios públicos, el suscriptor podrá
liberarse de las obligaciones derivadas de éste, anexando
documento ne le cual el nuevo propietario del inmueble
manifieste su consentimiento para asumir las obligaciones
como suscriptor del contrato de servicios públicos (la negrita
y subrayados son míos).

Si analizamos la anterior norma podemos advertir que para que


opere la cesión de la obligación del suscriptor del caso que nos
ocupa debe existir pleno consentimiento del nuevo propietario, y yo
como nuevo propietario en ningún momento he aceptado cancelar
la deuda que recae actualmente sobre el inmueble, como lo
demostré en la Escritura de Compraventa, únicamente estoy
dispuesto a cancelar las tres (03) primeras y las que corrieron
después de la compra.

El artículo 140 de la Ley 142 de 1994 consagra el deber de las empresas


de servicios públicos de suspender el servicio ante la mora en el pago de
las facturas, “sin exceder en todo caso de dos (2) periodos de facturación
en el evento que en ésta sea bimestral y de tres (3) periodos cuando sea
mensual (…)”.

Significa ello que cuando no se cancela oportunamente la prestación de un


servicio público domiciliario, las empresas prestadoras tienen la obligación
de suspender, máximo al vencimiento del tercer periodo de facturación, el
suministro del servicio por ellas ofrecido. Y como se ha explicado por la
Corte21, esa exigencia no sólo constituye una garantía para la empresa,
quien ejerce un mecanismo legítimo de coacción que de alguna manera le
permite asegurar el pago de un crédito, sino que constituye también una
garantía para los propietarios de los inmuebles, en el evento en que sus
arrendatarios incurran en mora en el pago de sus obligaciones, pues con
ello se evita que la deuda incremente en el tiempo sin ninguna
consecuencia.

Sin embargo, lo anterior debe interpretarse sistemáticamente con el


artículo 130 del mismo estatuto (modificado por el artículo 18 de la Ley
689 de 2001), según el cual el poseedor o e propietario del inmueble, el
suscriptor y el usuario son responsables solidarios en sus obligaciones con
la empresa, salvo cuando la entidad se abstiene de suspender
oportunamente el servicio. Al respecto, la norma señala lo siguiente:

Parágrafo. Si el usuario o suscriptor incumple su obligación de pagar


oportunamente los servicios facturados dentro del término previsto en el
contrato, el cual no excederá dos periodos consecutivos de facturación la
21
Cfr. Sentencia T-1225 de 2001 M.P. Alfredo Beltrán Sierra. La Corte tuteló los derechos al debido proceso y a la
igualdad invocada por l a propietaria de un inmueble, luego de considerar que ELECTROCOSTA S.A. había incumplido
sus obligaciones, al no haber suspendido sus obligaciones, al no haber suspendido oportunamente le servicio de energía
ante la mora por parte de los arrendatarios.
empresa de servicios públicos estará en la obligación de suspender el
servicio. Si la empresa incumple la obligación de la suspensión del
servicio se romperá la solidaridad prevista en esta norma. (Subrayado
fuera de texto).

En consecuencia, si la empresa omite un deber que le impone la ley, no


puede luego trasladar los efectos de su incorrecto proceder a terceras
personas, pues con ello abusa de su posición dominante frente a los
usuarios o suscriptores del servicio22.

De la misma forma y siguiendo los parámetros sentados por la


jurisprudencia constitucional, en el evento en que los usuarios procedan a
reconectar fraudulentamente el servicio las empresas prestadoras deben
adoptar las medidas necesarias para evitar situación de esta naturaleza,
pues no se justifica que teniendo a su alcance diferente herramientas
técnicas y jurídicas asuman una actitud pasiva, limitándose a continuar
facturando un servicio ilegalmente prestado. Si ello no ocurre, como es el
caso que nos ocupa, la empresa ha vulnerado los derechos al debido
proceso y a la igualdad.

Sobre el particular, en la Sentencia T-927/99 M.P. Carlos Gaviria Díaz, la


Corte analizó un caso similar y dijo lo siguiente:

“En estos términos las empresas demandas toleraron a ciencia y paciencia


un comportamiento que puede constituir un delito continuado contra el
patrimonio, y se limitaron a facturar mensualmente el costo del bien mueble
sustraído por medio de una cometida fraudulenta; en consecuencia,
incumplieron durante todo este lapso su deber de actuar de acuerdo con la
ley vigente para poner término a tal situación irregular, y para procurar que
se exigiera la responsabilidad correspondiente al autor de la conducta
irregular detectada, así como se abstuvieron de reclamar de él el pago
correspondiente al daño y los perjuicios que ocasionó. Es indudable, en
consecuencia, que las empresas accionadas incurrieron de esa manera en
una vía de hecho, y con ella vulneraron los derechos fundamentales de la
actora al debido proceso y a la igualdad.”

La responsabilidad solidaria entre el propietario de un inmueble


(generalmente el suscriptor) y su arrendatario (usuario) se quebranta ante
la negligencia de la empresa para suspender el servicio o adoptar las
medidas pertinentes en caso de reconexiones fraudulentas. A partir de ese
momento “la entidad está voluntariamente suministrando el servicio y por lo
tanto no puede responsabilizar de la carga económica que de ello resulte al
propietario del inmueble”23

PRETENSIONES

22
Cfr. Sentencia T-927 de 1999 M.P.. Carlos Gaviria Díaz. La Corte analizó por primera vez el tema de la
solidaridad en el pago de los servicios públicos entre los propietarios y los arrendatarios de un inmueble, así como
las consecuencias derivadas del incumplimiento de las empresas de servicios públicos específicamente para obtener
la reconexión del servicio. En aquella oportunidad ampararon los derechos a la igualdad y al debido proceso del
dueño de un inmueble, ante la omisión de la Electrificadora del Caribe de suspender el servicio de energía.
23
Sentencia T-011 de 2003 M.P. Manuel José Cepeda. La Corte reiteró los criterios expuestos en la Sentencia T-
1225 de 2001.
De conformidad con los hechos narrados y pruebas aportadas
comedidamente me permito solicitar lo siguiente:

Declarar la ruptura de solidaridad entre el usuario o suscriptor prevista en


el parágrafo del artículo 130 de la Ley 142 de 1994 modificado por el
artículo 18 de la Ley 689 de 2001.

PRUEBAS QUE ANEXO A LA PRESENTE

 Copias de las facturas canceladas.

NOTIFICACIONES

Favor enviar la notificación la recibo en la Carrera 7 No. 15-15 Centro

Cordialmente,

DANER SMITH MORE FONTALVO


C.C. No. 19.594.823
Santa Marta, Octubre 11 del 2013

Señores
ELECTRICARIBE S.A. E.S.P.
Santa Marta

Ref.: Derecho de petición. NIC. 1019588

ROSALBINA OROZCO MARTÍNEZ, mayor de edad, y residenciada en esta


ciudad, identificada como aparece al pie de mi firma, por medio del
presente escrito me dirijo a usted en forma respetuosa, en calidad de
poseedor del inmueble ubicado en esta ciudad en la Carrera 37
No. 14B-60, con el fin de que sea atendida y resuelta la siguiente petición,
conforme lo disponen los artículos 23 de la Constitución Nacional, 153 y
156 de la Ley 142 de 1994, artículo 123 del Decreto 2150 de 1995 y
artículo 9 del Decreto 2223 de 1996 y por las razones de hecho y derecho
que a continuación expongo:

HECHOS

38. El 14 de Junio del 2013, adquirí el inmueble ubicado en la Calle


11C No. 33-59 Barrio Galicia de esta ciudad, como consta en el
contrato de compraventa, registrado en la Notaría Segunda del Círculo
de Santa Marta el 14 de Junio del 2013.

39. De acuerdo con el artículo 669 del Código Civil Colombiano, el


dominio o propiedad es el derecho real en una cosa corporal, para gozar
y disponer arbitrariamente, no siendo contra ley o contra derecho ajeno.

En este sentido, más de las formas de adquirir el dominio o propiedad


de las cosas es mediante el contrato de compraventa, regulado por el
artículo 1849 del Código Civil Colombiano que a su tenor dice: “La
compraventa es un contrato en que una de las partes se obliga a dar una
cosa y la otra a pagarla en dinero. Aquella se dice vender y esa comprar.
El dinero que el comprador da por la cosa vendida se llama precio”. El
artículo 1857 del C. C. establece que la venta de bienes raíces se reputa
perfecta con el otorgamiento de la escritura pública.

40. Con base en estas normas y en el contrato de compraventa,


registrado en la Notaría Segunda del Círculo de Santa Marta el 14 de
Junio del 2013, estoy legitimada para la reclamación de la causa.

41. En tal sentido, resulta preciso traer a colación el concepto de la


Oficina Jurídica de la S.S.P.D., que señala:
Concepto SSPD-OJ-2005-036

“…El artículo 129 de la Ley 142 de 1994 prevé la figura de la cesión del
contrato de servicios públicos en la enajenación de cualquier título
de bienes inmuebles urbanos, salvo que las partes acuerden otra
cosa, entendiéndose que hay cesión de todos los derechos y
obligaciones del contrato.

El artículo 129 citado dispone que en la enajenación de bienes raíces


urbanos se entiende que hay cesión de todos los contratos de servicios
públicos, salvo que las partes acuerden lo contrario.

Esta oficina ha venido interpretando que para que haya cesión de los
contratos de servicios públicos debe tratarse de contratos que se
encuentren vigentes, toda vez que no puede haber cesión de un
contrato que se haya extinguido por haber hecho uso de la facultad que
le otorga el artículo 141 de la Ley 142 de 1994. Este ha sido el criterio
de la Oficina Asesora Jurídica de la Superintendencia de Servicios
Públicos, entre otros, en el Concepto SSPD 991300000330, en el cual
se expuso lo siguiente:

“Por lo demás, es solidario únicamente de aquellas obligaciones


que surjan durante el tiempo de ejecución y vigencia del contrato.
Eso significa que si una persona adquiere un inmueble en el cual
se venía prestando el servicio telefónico pero al momento de la
enajenación del inmueble a cualquier título, la empresa hubiese
declarado la terminación del contrato por incumplimiento en el
pago del servicio, ya no hay contrato que ceder, y
consecuentemente tampoco hay solidaridad”

Esta interpretación tiene otra justificación, cual es que la solidaridad se


justifica, y así lo reconoció la Corte Constitucional al declarar exequible
el artículo 130 de la Ley 142 de 1994 24, en la medida que la instalación
de servicios en un inmueble le reporte un beneficio económico en este
caso a quien adquiere el inmueble. Pero si los servicios están
suspendidos de manera definitiva, lejos de beneficiarse el nuevo dueño,
se perjudica dado que no sólo se le priva del goce de los servicios, sino
que tiene que pagar unas sumas de dinero por unos servicios que él no
consumió.

Situación distinta que presenta cuando se trata de simple


suspensión en los términos del artículo 140, es decir, que el
contrato de servicios públicos está vigente, pero hay suspensión
temporal del suministro por verificarse una de las causales de
suspensión de las señaladas en la citada norma o en el contrato de
condiciones uniformes. En este caso el nuevo adquiriente, será
solidario a pagar las sumas adecuadas los servicios hasta el
momento en que la empresa estaba obligada a suspender el
servicio, máximo tres meses cuando la facturación es mensual y
dos meses cuando sea bimestral...”.

24
Sentencia C-493 de 1997.
Si al momento de la enajenación del inmueble la empresa ha resuelto el
contrato y ha procedido al corte definitivo del servicio se rompe la
solidaridad. Es decir, el comprador del inmueble no está llamado a
responder por las deudas dejadas por el anterior vendedor o anterior
usuario.

Si el contrato está sólo suspendido, el comprador será solidario a pagar


las sumas adeudadas hasta el momento en que la empresa estaba
obligada a suspender el servicio.

42. Así las cosas, reconozco ser solidario únicamente con las tres (3)
primeras facturas dejadas de cancelar por el anterior propietario y lo
posterior a la compra.

PRETENSIONES

De conformidad con los hechos narrados y pruebas aportadas


comedidamente me permito solicitar lo siguiente:

11. Declarar la ruptura de solidaridad entre el usuario o suscriptor


prevista en el parágrafo del artículo 130 de la Ley 142 de 1994
modificado por el artículo 18 de la Ley 689 de 2001.

12. Que se me haga entrega de las tres (3) primeras facturas dejadas de
cancelar por la anterior propietaria y las posteriores al contrato para
cancelarlas.

PRUEBAS QUE ANEXO A LA PRESENTE

 Contrato de Compraventa registrado en la Notaría Segunda del Círculo


de Santa Marta.

 Estado de cuenta de fecha de edición 09/08/2013

NOTIFICACIONES

Favor enviar la notificación de la presente en la Calle 11C No. 33-59 Barrio


Galicia

Cordialmente,

ROSALBINA OROZCO MARTÍNEZ


C.C. No. 36.552.785
Santa Marta, Septiembre 25 del 2013

Señores
ELECTRICARIBE S.A. E.S.P.
Santa Marta

Ref.: Derecho de petición. NIC. 1015591

DANER SMITH MORE FONTALVO, mayor de edad, y residenciado en esta


ciudad, identificado como aparece al pie de mi firma, por medio del
presente escrito me dirijo a usted en forma respetuosa, en calidad de
poseedor del inmueble ubicado en esta ciudad en la Carrera 37
No. 14B-60, con el fin de que sea atendida y resuelta la siguiente petición,
conforme lo disponen los artículos 23 de la Constitución Nacional, 153 y
156 de la Ley 142 de 1994, artículo 123 del Decreto 2150 de 1995 y
artículo 9 del Decreto 2223 de 1996 y por las razones de hecho y derecho
que a continuación expongo:

HECHOS

43. El 25 de Enero del 2013, adquirí el inmueble ubicado en la Carrera


37 No. 14B-60 de esta ciudad, como consta en el contrato
de compraventa, registrado en la Notaría Segunda del Círculo de Santa
Marta el 31 de Enero del 2013.

44. De acuerdo con el artículo 669 del Código Civil Colombiano, el


dominio o propiedad es el derecho real en una cosa corporal, para gozar
y disponer arbitrariamente, no siendo contra ley o contra derecho ajeno.

En este sentido, más de las formas de adquirir el dominio o propiedad


de las cosas es mediante el contrato de compraventa, regulado por el
artículo 1849 del Código Civil Colombiano que a su tenor dice: “La
compraventa es un contrato en que una de las partes se obliga a dar una
cosa y la otra a pagarla en dinero. Aquella se dice vender y esa comprar.
El dinero que el comprador da por la cosa vendida se llama precio”. El
artículo 1857 del C. C. establece que la venta de bienes raíces se reputa
perfecta con el otorgamiento de la escritura pública.

45. Con base en estas normas y en el contrato de compraventa,


registrado en la Notaría Segunda del Círculo de Santa Marta el 25 de
Enero del 2013, estoy legitimado para la reclamación de la causa.
46. En tal sentido, resulta preciso traer a colación el concepto de la
Oficina Jurídica de la S.S.P.D., que señala:

Concepto SSPD-OJ-2005-036

“…El artículo 129 de la Ley 142 de 1994 prevé la figura de la cesión del
contrato de servicios públicos en la enajenación de cualquier título
de bienes inmuebles urbanos, salvo que las partes acuerden otra
cosa, entendiéndose que hay cesión de todos los derechos y
obligaciones del contrato.

El artículo 129 citado dispone que en la enajenación de bienes raíces


urbanos se entiende que hay cesión de todos los contratos de servicios
públicos, salvo que las partes acuerden lo contrario.

Esta oficina ha venido interpretando que para que haya cesión de los
contratos de servicios públicos debe tratarse de contratos que se
encuentren vigentes, toda vez que no puede haber cesión de un
contrato que se haya extinguido por haber hecho uso de la facultad que
le otorga el artículo 141 de la Ley 142 de 1994. Este ha sido el criterio
de la Oficina Asesora Jurídica de la Superintendencia de Servicios
Públicos, entre otros, en el Concepto SSPD 991300000330, en el cual
se expuso lo siguiente:

“Por lo demás, es solidario únicamente de aquellas obligaciones


que surjan durante el tiempo de ejecución y vigencia del contrato.
Eso significa que si una persona adquiere un inmueble en el cual
se venía prestando el servicio telefónico pero al momento de la
enajenación del inmueble a cualquier título, la empresa hubiese
declarado la terminación del contrato por incumplimiento en el
pago del servicio, ya no hay contrato que ceder, y
consecuentemente tampoco hay solidaridad”

Esta interpretación tiene otra justificación, cual es que la solidaridad se


justifica, y así lo reconoció la Corte Constitucional al declarar exequible
el artículo 130 de la Ley 142 de 1994 25, en la medida que la instalación
de servicios en un inmueble le reporte un beneficio económico en este
caso a quien adquiere el inmueble. Pero si los servicios están
suspendidos de manera definitiva, lejos de beneficiarse el nuevo dueño,
se perjudica dado que no sólo se le priva del goce de los servicios, sino
que tiene que pagar unas sumas de dinero por unos servicios que él no
consumió.

Situación distinta que presenta cuando se trata de simple


suspensión en los términos del artículo 140, es decir, que el
contrato de servicios públicos está vigente, pero hay suspensión
temporal del suministro por verificarse una de las causales de
suspensión de las señaladas en la citada norma o en el contrato de
condiciones uniformes. En este caso el nuevo adquiriente, será
solidario a pagar las sumas adecuadas los servicios hasta el
momento en que la empresa estaba obligada a suspender el
25
Sentencia C-493 de 1997.
servicio, máximo tres meses cuando la facturación es mensual y
dos meses cuando sea bimestral...”.

Si al momento de la enajenación del inmueble la empresa ha resuelto el


contrato y ha procedido al corte definitivo del servicio se rompe la
solidaridad. Es decir, el comprador del inmueble no está llamado a
responder por las deudas dejadas por el anterior vendedor o anterior
usuario.

Si el contrato está sólo suspendido, el comprador será solidario a pagar


las sumas adeudadas hasta el momento en que la empresa estaba
obligada a suspender el servicio.

47. Así las cosas, reconozco ser solidario únicamente con las tres (3)
primeras facturas dejadas de cancelar por el anterior propietario y lo
posterior a la compra.

PRETENSIONES

De conformidad con los hechos narrados y pruebas aportadas


comedidamente me permito solicitar lo siguiente:

13. Declarar la ruptura de solidaridad entre el usuario o suscriptor


prevista en el parágrafo del artículo 130 de la Ley 142 de 1994
modificado por el artículo 18 de la Ley 689 de 2001.

14. Que se me haga entrega de las tres (3) primeras facturas dejadas de
cancelar por el anterior propietario y las posteriores al contrato para
cancelarlas.

PRUEBAS QUE ANEXO A LA PRESENTE

 Contrato de Compraventa registrado en la Notaría Segunda del Círculo


de Santa Marta.

 Estado de cuenta de fecha de edición 25/09/2013

NOTIFICACIONES

Favor enviar la notificación de la presente en


la___________________________________________________________

Cordialmente,

DANER SMITH MORE FONTALVO


C.C. No. 19.594.823
Santa Marta, Septiembre 11 del 2013

Señor
JULIO BONILLA RODELO
Gerente Electricaribe S. A. E.S.P.
Santa Marta

Ref.: Recurso de Reposición y apelación. NIC. 6770452

JULIO DURAN BERRIO, mayor de edad, y residenciado en esta ciudad,


identificado como aparece al pie de mi firma, por medio del presente
escrito me dirijo a usted en forma respetuosa, en calidad de propietaria del
inmueble ubicado en esta ciudad, para interponer recurso de reposición y
en subsidio de apelación ante la Superintendencia de Servicios Públicos
Domiciliarios, para que se modifique o revoque la decisión tomada por la
empresa mediante Acto Administrativo RE3410201309147 del 28 de
Agosto del 2013.

HECHOS

48. La empresa manifiesta que debo cancelar la totalidad de la


obligación para gozar del servicio, ya que en estos casos opera la cesión
de contrato conforme a lo dispuesto en el artículo 129 de la Ley 142 de
1994.

49. Con relación a la cesión del contrato dispuesta en el artículo 10 de la


Resolución 108 de la CREG, es de recordar el literal d), que nos señala:

d) Cuando el suscriptor siendo el propietario de un inmueble


urbano, lo enajena y opera la cesión del contrato de servicios
públicos, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 129 de la Ley
142 de 1994. En este evento bastará que cualquiera de las partes
informe a la empresa este hecho para que ella proceda a tomar
nota de la cesión y de la liberación del suscriptor inicial. En los
caos en que por acuerdo entre el comprador y el vendedor
del inmueble urbano, no opere la cesión de pleno derecho
del contrato de servicios públicos, el suscriptor podrá
liberarse de las obligaciones derivadas de éste, anexando
documento ne le cual el nuevo propietario del inmueble
manifieste su consentimiento para asumir las obligaciones
como suscriptor del contrato de servicios públicos (la negrita
y subrayados son míos).

Si analizamos la anterior norma podemos advertir que para que


opere la cesión de la obligación del suscriptor del caso que nos
ocupa debe existir pleno consentimiento del nuevo propietario, y yo
como nuevo propietario en ningún momento he aceptado cancelar
la deuda que recae actualmente sobre el inmueble, como lo
demostré en la Escritura de Compraventa, únicamente estoy
dispuesto a cancelar las tres (03) primeras y las que corrieron
después de la compra.

El artículo 140 de la Ley 142 de 1994 consagra el deber de las empresas


de servicios públicos de suspender el servicio ante la mora en el pago de
las facturas, “sin exceder en todo caso de dos (2) periodos de facturación
en el evento que en ésta sea bimestral y de tres (3) periodos cuando sea
mensual (…)”.

Significa ello que cuando no se cancela oportunamente la prestación de un


servicio público domiciliario, las empresas prestadoras tienen la obligación
de suspender, máximo al vencimiento del tercer periodo de facturación, el
suministro del servicio por ellas ofrecido. Y como se ha explicado por la
Corte26, esa exigencia no sólo constituye una garantía para la empresa,
quien ejerce un mecanismo legítimo de coacción que de alguna manera le
permite asegurar el pago de un crédito, sino que constituye también una
garantía para los propietarios de los inmuebles, en el evento en que sus
arrendatarios incurran en mora en el pago de sus obligaciones, pues con
ello se evita que la deuda incremente en el tiempo sin ninguna
consecuencia.

Sin embargo, lo anterior debe interpretarse sistemáticamente con el


artículo 130 del mismo estatuto (modificado por el artículo 18 de la Ley
689 de 2001), según el cual el poseedor o e propietario del inmueble, el
suscriptor y el usuario son responsables solidarios en sus obligaciones con
la empresa, salvo cuando la entidad se abstiene de suspender
oportunamente el servicio. Al respecto, la norma señala lo siguiente:

Parágrafo. Si el usuario o suscriptor incumple su obligación de pagar


oportunamente los servicios facturados dentro del término previsto en el
contrato, el cual no excederá dos periodos consecutivos de facturación la
empresa de servicios públicos estará en la obligación de suspender el
servicio. Si la empresa incumple la obligación de la suspensión del
servicio se romperá la solidaridad prevista en esta norma. (Subrayado
fuera de texto).

En consecuencia, si la empresa omite un deber que le impone la ley, no


puede luego trasladar los efectos de su incorrecto proceder a terceras
personas, pues con ello abusa de su posición dominante frente a los
usuarios o suscriptores del servicio27.

26
Cfr. Sentencia T-1225 de 2001 M.P. Alfredo Beltrán Sierra. La Corte tuteló los derechos al debido proceso y a la
igualdad invocada por l a propietaria de un inmueble, luego de considerar que ELECTROCOSTA S.A. había incumplido
sus obligaciones, al no haber suspendido sus obligaciones, al no haber suspendido oportunamente le servicio de energía
ante la mora por parte de los arrendatarios.
27
Cfr. Sentencia T-927 de 1999 M.P.. Carlos Gaviria Díaz. La Corte analizó por primera vez el tema de la
solidaridad en el pago de los servicios públicos entre los propietarios y los arrendatarios de un inmueble, así como
De la misma forma y siguiendo los parámetros sentados por la
jurisprudencia constitucional, en el evento en que los usuarios procedan a
reconectar fraudulentamente el servicio las empresas prestadoras deben
adoptar las medidas necesarias para evitar situación de esta naturaleza,
pues no se justifica que teniendo a su alcance diferente herramientas
técnicas y jurídicas asuman una actitud pasiva, limitándose a continuar
facturando un servicio ilegalmente prestado. Si ello no ocurre, como es el
caso que nos ocupa, la empresa ha vulnerado los derechos al debido
proceso y a la igualdad.

Sobre el particular, en la Sentencia T-927/99 M.P. Carlos Gaviria Díaz, la


Corte analizó un caso similar y dijo lo siguiente:

“En estos términos las empresas demandas toleraron a ciencia y paciencia


un comportamiento que puede constituir un delito continuado contra el
patrimonio, y se limitaron a facturar mensualmente el costo del bien mueble
sustraído por medio de una cometida fraudulenta; en consecuencia,
incumplieron durante todo este lapso su deber de actuar de acuerdo con la
ley vigente para poner término a tal situación irregular, y para procurar que
se exigiera la responsabilidad correspondiente al autor de la conducta
irregular detectada, así como se abstuvieron de reclamar de él el pago
correspondiente al daño y los perjuicios que ocasionó. Es indudable, en
consecuencia, que las empresas accionadas incurrieron de esa manera en
una vía de hecho, y con ella vulneraron los derechos fundamentales de la
actora al debido proceso y a la igualdad.”

La responsabilidad solidaria entre el propietario de un inmueble


(generalmente el suscriptor) y su arrendatario (usuario) se quebranta ante
la negligencia de la empresa para suspender el servicio o adoptar las
medidas pertinentes en caso de reconexiones fraudulentas. A partir de ese
momento “la entidad está voluntariamente suministrando el servicio y por lo
tanto no puede responsabilizar de la carga económica que de ello resulte al
propietario del inmueble”28

PRETENSIONES

De conformidad con los hechos narrados y pruebas aportadas


comedidamente me permito solicitar lo siguiente:

Declarar la ruptura de solidaridad entre el usuario o suscriptor prevista en


el parágrafo del artículo 130 de la Ley 142 de 1994 modificado por el
artículo 18 de la Ley 689 de 2001.

PRUEBAS QUE ANEXO A LA PRESENTE

 Copias de las facturas canceladas.

las consecuencias derivadas del incumplimiento de las empresas de servicios públicos específicamente para obtener
la reconexión del servicio. En aquella oportunidad ampararon los derechos a la igualdad y al debido proceso del
dueño de un inmueble, ante la omisión de la Electrificadora del Caribe de suspender el servicio de energía.
28
Sentencia T-011 de 2003 M.P. Manuel José Cepeda. La Corte reiteró los criterios expuestos en la Sentencia T-
1225 de 2001.
NOTIFICACIONES

Favor enviar la notificación en la Mz G Casa 22 Bavaria Country

Cordialmente,

JULIO DURAN BERRIO


C.C. No. 12.543.156

Santa Marta, Agosto 29 del 2013

Señores
ELECTRICARIBE S.A. E.S.P.
Santa Marta

Ref.: Derecho de petición. NIC. 1008336

ARMANDO ROMERO ROMERO, mayor de edad, y residenciado en esta


ciudad, identificado como aparece al pie de mi firma, por medio del
presente escrito me dirijo a usted en forma respetuosa, en calidad de
poseedor del inmueble ubicado en esta ciudad en la Calle 7 No. 10-41,
con el fin de que sea atendida y resuelta la siguiente petición, conforme lo
disponen los artículos 23 de la Constitución Nacional, 153 y 156 de la Ley
142 de 1994, artículo 123 del Decreto 2150 de 1995 y artículo 9 del
Decreto 2223 de 1996 y por las razones de hecho y derecho que a
continuación expongo:

HECHOS

50. El 27 de Mayo del 2013, adquirí el inmueble ubicado en la Calle 7


No. 10-41 de esta ciudad, como consta en el contrato de compraventa,
registrado en la Notaría Segunda del Círculo de Santa Marta el 27 de
Mayo del 2013.

51. De acuerdo con el artículo 669 del Código Civil Colombiano, el


dominio o propiedad es el derecho real en una cosa corporal, para gozar
y disponer arbitrariamente, no siendo contra ley o contra derecho ajeno.

En este sentido, más de las formas de adquirir el dominio o propiedad


de las cosas es mediante el contrato de compraventa, regulado por el
artículo 1849 del Código Civil Colombiano que a su tenor dice: “La
compraventa es un contrato en que una de las partes se obliga a dar una
cosa y la otra a pagarla en dinero. Aquella se dice vender y esa comprar.
El dinero que el comprador da por la cosa vendida se llama precio”. El
artículo 1857 del C. C. establece que la venta de bienes raíces se reputa
perfecta con el otorgamiento de la escritura pública.

52. Con base en estas normas y en el contrato de compraventa,


registrado en la Notaría Segunda del Círculo de Santa Marta el 27 de
Mayo del 2013, estoy legitimado para la reclamación de la causa.

53. En tal sentido, resulta preciso traer a colación el concepto de la


Oficina Jurídica de la S.S.P.D., que señala:

Concepto SSPD-OJ-2005-036

“…El artículo 129 de la Ley 142 de 1994 prevé la figura de la cesión del
contrato de servicios públicos en la enajenación de cualquier título
de bienes inmuebles urbanos, salvo que las partes acuerden otra
cosa, entendiéndose que hay cesión de todos los derechos y
obligaciones del contrato.

El artículo 129 citado dispone que en la enajenación de bienes raíces


urbanos se entiende que hay cesión de todos los contratos de servicios
públicos, salvo que las partes acuerden lo contrario.

Esta oficina ha venido interpretando que para que haya cesión de los
contratos de servicios públicos debe tratarse de contratos que se
encuentren vigentes, toda vez que no puede haber cesión de un
contrato que se haya extinguido por haber hecho uso de la facultad que
le otorga el artículo 141 de la Ley 142 de 1994. Este ha sido el criterio
de la Oficina Asesora Jurídica de la Superintendencia de Servicios
Públicos, entre otros, en el Concepto SSPD 991300000330, en el cual
se expuso lo siguiente:

“Por lo demás, es solidario únicamente de aquellas obligaciones


que surjan durante el tiempo de ejecución y vigencia del contrato.
Eso significa que si una persona adquiere un inmueble en el cual
se venía prestando el servicio telefónico pero al momento de la
enajenación del inmueble a cualquier título, la empresa hubiese
declarado la terminación del contrato por incumplimiento en el
pago del servicio, ya no hay contrato que ceder, y
consecuentemente tampoco hay solidaridad”

Esta interpretación tiene otra justificación, cual es que la solidaridad se


justifica, y así lo reconoció la Corte Constitucional al declarar exequible
el artículo 130 de la Ley 142 de 1994 29, en la medida que la instalación
de servicios en un inmueble le reporte un beneficio económico en este
caso a quien adquiere el inmueble. Pero si los servicios están
suspendidos de manera definitiva, lejos de beneficiarse el nuevo dueño,
se perjudica dado que no sólo se le priva del goce de los servicios, sino
que tiene que pagar unas sumas de dinero por unos servicios que él no
consumió.

Situación distinta que presenta cuando se trata de simple


suspensión en los términos del artículo 140, es decir, que el
contrato de servicios públicos está vigente, pero hay suspensión
temporal del suministro por verificarse una de las causales de
suspensión de las señaladas en la citada norma o en el contrato de
condiciones uniformes. En este caso el nuevo adquiriente, será
solidario a pagar las sumas adecuadas los servicios hasta el
momento en que la empresa estaba obligada a suspender el
servicio, máximo tres meses cuando la facturación es mensual y
dos meses cuando sea bimestral...”.

Si al momento de la enajenación del inmueble la empresa ha resuelto el


contrato y ha procedido al corte definitivo del servicio se rompe la
solidaridad. Es decir, el comprador del inmueble no está llamado a
responder por las deudas dejadas por el anterior vendedor o anterior
usuario.

Si el contrato está sólo suspendido, el comprador será solidario a pagar


las sumas adeudadas hasta el momento en que la empresa estaba
obligada a suspender el servicio.

54. Así las cosas, reconozco ser solidario únicamente con las tres (3)
primeras facturas dejadas de cancelar por el anterior propietario y lo
posterior a la compra.

PRETENSIONES

De conformidad con los hechos narrados y pruebas aportadas


comedidamente me permito solicitar lo siguiente:

15. Declarar la ruptura de solidaridad entre el usuario o suscriptor


prevista en el parágrafo del artículo 130 de la Ley 142 de 1994
modificado por el artículo 18 de la Ley 689 de 2001.

16. Que se me haga entrega de las tres (3) primeras facturas dejadas de
cancelar por el anterior propietario y las posteriores al contrato para
cancelarlas.

PRUEBAS QUE ANEXO A LA PRESENTE

 Contrato de Compraventa registrado en la Notaría Segunda del Círculo


de Santa Marta.

 Estado de cuenta de fecha de edición 28/08/2013

29
Sentencia C-493 de 1997.
NOTIFICACIONES

Favor enviar la notificación de la presente en la


______________________________________________________

Cordialmente,

ARMANDO ROMERO ROMERO


C.C. No. 91.449.462

Santa Marta, Agosto 6 del 2013

Señores
ELECTRICARIBE S.A. E.S.P.
Santa Marta

Ref.: Derecho de petición. NIC. 6770452

JULIO DURAN BERRIO, mayor de edad, y residenciado en esta ciudad,


identificado como aparece al pie de mi firma, por medio del presente
escrito me dirijo a usted en forma respetuosa, en calidad de poseedor del
inmueble ubicado en esta ciudad en la Calle 9 No. 9-42 Taganga, con el fin
de que sea atendida y resuelta la siguiente petición, conforme lo disponen
los artículos 23 de la Constitución Nacional, 153 y 156 de la Ley 142 de
1994, artículo 123 del Decreto 2150 de 1995 y artículo 9 del Decreto 2223
de 1996 y por las razones de hecho y derecho que a continuación expongo:

HECHOS

55. El 24 de Abril del 2013, adquirí el inmueble ubicado en la Calle 9


No. 9-42 Taganga de esta ciudad, como consta en el contrato de
compraventa, registrado en la Notaría Primera del Círculo de Santa
Marta el 24 de Abril del 2012.

56. De acuerdo con el artículo 669 del Código Civil Colombiano, el


dominio o propiedad es el derecho real en una cosa corporal, para gozar
y disponer arbitrariamente, no siendo contra ley o contra derecho ajeno.

En este sentido, más de las formas de adquirir el dominio o propiedad


de las cosas es mediante el contrato de compraventa, regulado por el
artículo 1849 del Código Civil Colombiano que a su tenor dice: “La
compraventa es un contrato en que una de las partes se obliga a dar una
cosa y la otra a pagarla en dinero. Aquella se dice vender y esa comprar.
El dinero que el comprador da por la cosa vendida se llama precio”. El
artículo 1857 del C. C. establece que la venta de bienes raíces se reputa
perfecta con el otorgamiento de la escritura pública.

57. Con base en estas normas y en el contrato de compraventa,


registrado en la Notaría Primera del Círculo de Santa Marta el 24 de
Abril del 2012, estoy legitimado para la reclamación de la causa.

58. En tal sentido, resulta preciso traer a colación el concepto de la


Oficina Jurídica de la S.S.P.D., que señala:

Concepto SSPD-OJ-2005-036

“…El artículo 129 de la Ley 142 de 1994 prevé la figura de la cesión del
contrato de servicios públicos en la enajenación de cualquier título
de bienes inmuebles urbanos, salvo que las partes acuerden otra
cosa, entendiéndose que hay cesión de todos los derechos y
obligaciones del contrato.

El artículo 129 citado dispone que en la enajenación de bienes raíces


urbanos se entiende que hay cesión de todos los contratos de servicios
públicos, salvo que las partes acuerden lo contrario.

Esta oficina ha venido interpretando que para que haya cesión de los
contratos de servicios públicos debe tratarse de contratos que se
encuentren vigentes, toda vez que no puede haber cesión de un
contrato que se haya extinguido por haber hecho uso de la facultad que
le otorga el artículo 141 de la Ley 142 de 1994. Este ha sido el criterio
de la Oficina Asesora Jurídica de la Superintendencia de Servicios
Públicos, entre otros, en el Concepto SSPD 991300000330, en el cual
se expuso lo siguiente:

“Por lo demás, es solidario únicamente de aquellas obligaciones


que surjan durante el tiempo de ejecución y vigencia del contrato.
Eso significa que si una persona adquiere un inmueble en el cual
se venía prestando el servicio telefónico pero al momento de la
enajenación del inmueble a cualquier título, la empresa hubiese
declarado la terminación del contrato por incumplimiento en el
pago del servicio, ya no hay contrato que ceder, y
consecuentemente tampoco hay solidaridad”

Esta interpretación tiene otra justificación, cual es que la solidaridad se


justifica, y así lo reconoció la Corte Constitucional al declarar exequible
el artículo 130 de la Ley 142 de 1994 30, en la medida que la instalación
de servicios en un inmueble le reporte un beneficio económico en este
caso a quien adquiere el inmueble. Pero si los servicios están
suspendidos de manera definitiva, lejos de beneficiarse el nuevo dueño,
se perjudica dado que no sólo se le priva del goce de los servicios, sino
que tiene que pagar unas sumas de dinero por unos servicios que él no
consumió.

Situación distinta que presenta cuando se trata de simple


suspensión en los términos del artículo 140, es decir, que el
contrato de servicios públicos está vigente, pero hay suspensión
temporal del suministro por verificarse una de las causales de
suspensión de las señaladas en la citada norma o en el contrato de
condiciones uniformes. En este caso el nuevo adquiriente, será
solidario a pagar las sumas adecuadas los servicios hasta el
momento en que la empresa estaba obligada a suspender el
servicio, máximo tres meses cuando la facturación es mensual y
dos meses cuando sea bimestral...”.

Si al momento de la enajenación del inmueble la empresa ha resuelto el


contrato y ha procedido al corte definitivo del servicio se rompe la
solidaridad. Es decir, el comprador del inmueble no está llamado a
responder por las deudas dejadas por el anterior vendedor o anterior
usuario.

Si el contrato está sólo suspendido, el comprador será solidario a pagar


las sumas adeudadas hasta el momento en que la empresa estaba
obligada a suspender el servicio.

59. Así las cosas, reconozco ser solidario únicamente con las tres (3)
primeras facturas dejadas de cancelar por el anterior propietario y lo
posterior a la compra.

PRETENSIONES

De conformidad con los hechos narrados y pruebas aportadas


comedidamente me permito solicitar lo siguiente:

17. Declarar la ruptura de solidaridad entre el usuario o suscriptor


prevista en el parágrafo del artículo 130 de la Ley 142 de 1994
modificado por el artículo 18 de la Ley 689 de 2001.

18. Que se me haga entrega de las tres (3) primeras facturas dejadas de
cancelar por el anterior propietario, para cancelarlas.

PRUEBAS QUE ANEXO A LA PRESENTE

30
Sentencia C-493 de 1997.
 Escritura Protocolaria, registrada en la Notaría Primera del Círculo de
Santa Marta.

 Estado de cuenta de fecha de edición 06/08/2013

NOTIFICACIONES

Favor enviar la notificación de la presente en la Mz G Casa 22 Bavaria


Country

Cordialmente,

JULIO DURAN BERRIO


C.C. No. 12.543.156

Santa Marta, Abril 4 del 2013

Señores
ELECTRICARIBE S.A. E.S.P.
Santa Marta

Ref.: Derecho de petición. NIC. 1071494


JHON JAIRO CARDONA RUIZ, mayor de edad, y residenciado en esta
ciudad, identificado como aparece al pie de mi firma, por medio del
presente escrito me dirijo a usted en forma respetuosa, en calidad de
poseedor del inmueble ubicado en esta ciudad en la calle 32 No. 4A-70
Barrio Manzanares, con el fin de que sea atendida y resuelta la siguiente
petición, conforme lo disponen los artículos 23 de la Constitución
Nacional, 153 y 156 de la Ley 142 de 1994, artículo 123 del Decreto 2150
de 1995 y artículo 9 del Decreto 2223 de 1996 y por las razones de hecho
y derecho que a continuación expongo:

HECHOS

60. El 21 de Abril del 2012, adquirí el inmueble ubicado en la calle 32


No. 4A-70 de esta ciudad, como consta en el contrato de compraventa,
registrado en la Notaría Primera del Círculo de Santa Marta el 21 de
Abril del 2012.

61. De acuerdo con el artículo 669 del Código Civil Colombiano, el


dominio o propiedad es el derecho real en una cosa corporal, para gozar
y disponer arbitrariamente, no siendo contra ley o contra derecho ajeno.

En este sentido, más de las formas de adquirir el dominio o propiedad


de las cosas es mediante el contrato de compraventa, regulado por el
artículo 1849 del Código Civil Colombiano que a su tenor dice: “La
compraventa es un contrato en que una de las partes se obliga a dar una
cosa y la otra a pagarla en dinero. Aquella se dice vender y esa comprar.
El dinero que el comprador da por la cosa vendida se llama precio”. El
artículo 1857 del C. C. establece que la venta de bienes raíces se reputa
perfecta con el otorgamiento de la escritura pública.

62. Con base en estas normas y en el contrato de compraventa,


registrado en la Notaría Primera del Círculo de Santa Marta el 21 de
Abril del 2012, estoy legitimado para la reclamación de la causa.

63. En tal sentido, resulta preciso traer a colación el concepto de la


Oficina Jurídica de la S.S.P.D., que señala:

Concepto SSPD-OJ-2005-036

“…El artículo 129 de la Ley 142 de 1994 prevé la figura de la cesión del
contrato de servicios públicos en la enajenación de cualquier título
de bienes inmuebles urbanos, salvo que las partes acuerden otra
cosa, entendiéndose que hay cesión de todos los derechos y
obligaciones del contrato.

El artículo 129 citado dispone que en la enajenación de bienes raíces


urbanos se entiende que hay cesión de todos los contratos de servicios
públicos, salvo que las partes acuerden lo contrario.

Esta oficina ha venido interpretando que para que haya cesión de los
contratos de servicios públicos debe tratarse de contratos que se
encuentren vigentes, toda vez que no puede haber cesión de un
contrato que se haya extinguido por haber hecho uso de la facultad que
le otorga el artículo 141 de la Ley 142 de 1994. Este ha sido el criterio
de la Oficina Asesora Jurídica de la Superintendencia de Servicios
Públicos, entre otros, en el Concepto SSPD 991300000330, en el cual
se expuso lo siguiente:

“Por lo demás, es solidario únicamente de aquellas obligaciones


que surjan durante el tiempo de ejecución y vigencia del contrato.
Eso significa que si una persona adquiere un inmueble en el cual
se venía prestando el servicio telefónico pero al momento de la
enajenación del inmueble a cualquier título, la empresa hubiese
declarado la terminación del contrato por incumplimiento en el
pago del servicio, ya no hay contrato que ceder, y
consecuentemente tampoco hay solidaridad”

Esta interpretación tiene otra justificación, cual es que la solidaridad se


justifica, y así lo reconoció la Corte Constitucional al declarar exequible
el artículo 130 de la Ley 142 de 1994 31, en la medida que la instalación
de servicios en un inmueble le reporte un beneficio económico en este
caso a quien adquiere el inmueble. Pero si los servicios están
suspendidos de manera definitiva, lejos de beneficiarse el nuevo dueño,
se perjudica dado que no sólo se le priva del goce de los servicios, sino
que tiene que pagar unas sumas de dinero por unos servicios que él no
consumió.

Situación distinta que presenta cuando se trata de simple


suspensión en los términos del artículo 140, es decir, que el
contrato de servicios públicos está vigente, pero hay suspensión
temporal del suministro por verificarse una de las causales de
suspensión de las señaladas en la citada norma o en el contrato de
condiciones uniformes. En este caso el nuevo adquiriente, será
solidario a pagar las sumas adecuadas los servicios hasta el
momento en que la empresa estaba obligada a suspender el
servicio, máximo tres meses cuando la facturación es mensual y
dos meses cuando sea bimestral...”.

Si al momento de la enajenación del inmueble la empresa ha resuelto el


contrato y ha procedido al corte definitivo del servicio se rompe la
solidaridad. Es decir, el comprador del inmueble no está llamado a
responder por las deudas dejadas por el anterior vendedor o anterior
usuario.

Si el contrato está sólo suspendido, el comprador será solidario a pagar


las sumas adeudadas hasta el momento en que la empresa estaba
obligada a suspender el servicio.

64. Así las cosas, reconozco ser solidario únicamente con las tres (3)
primeras facturas dejadas de cancelar por el anterior propietario y lo
posterior a la compra.

PRETENSIONES

De conformidad con los hechos narrados y pruebas aportadas


comedidamente me permito solicitar lo siguiente:

31
Sentencia C-493 de 1997.
19. Declarar la ruptura de solidaridad entre el usuario o suscriptor
prevista en el parágrafo del artículo 130 de la Ley 142 de 1994
modificado por el artículo 18 de la Ley 689 de 2001.

20. Que se me haga entrega de las tres (3) primeras facturas dejadas de
cancelar por el anterior propietario, para cancelarlas.

PRUEBAS QUE ANEXO A LA PRESENTE

 Contrato de compraventa, registrado en la Notaría Primera del Círculo de


Santa Marta.

 Estado de cuenta de fecha de edición 4/04/2013

NOTIFICACIONES

Favor enviar la notificación de la presente en


la______________________________________________

Cordialmente,

JHON JAIRO CARDONA RUIZ


C.C. No. 89.004.863

Santa Marta, Diciembre 14 de 2012

Señor
JULIO BONILLA RODELO
Gerente Electricaribe S. A. E.S.P.
Santa Marta

Ref.: Recurso de Reposición y apelación. NIC. 1040291


BLANCA DORIS SERNA DE AGUDELO, mayor de edad, y residenciada en
esta ciudad, identificada como aparece al pie de mi firma, por medio del
presente escrito me dirijo a usted en forma respetuosa, en calidad de
propietaria del inmueble ubicado en esta ciudad, para interponer recurso
de reposición y en subsidio de apelación ante la Superintendencia de
Servicios Públicos Domiciliarios, para que se modifique o revoque la
decisión tomada por la empresa mediante Acto Administrativo
RE3410201214463 del 30 de Noviembre de 2012.

HECHOS

65. La empresa manifiesta que debo cancelar la totalidad de la


obligación para gozar del servicio, ya que en estos casos opera la cesión
de contrato conforme a lo dispuesto en el artículo 129 de la Ley 142 de
1994.

66. Con relación a la cesión del contrato dispuesta en el artículo 10 de la


Resolución 108 de la CREG, es de recordar el literal d), que nos señala:

d) Cuando el suscriptor siendo el propietario de un inmueble


urbano, lo enajena y opera la cesión del contrato de servicios
públicos, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 129 de la Ley
142 de 1994. En este evento bastará que cualquiera de las partes
informe a la empresa este hecho para que ella proceda a tomar
nota de la cesión y de la liberación del suscriptor inicial. En los
caos en que por acuerdo entre el comprador y el vendedor
del inmueble urbano, no opere la cesión de pleno derecho
del contrato de servicios públicos, el suscriptor podrá
liberarse de las obligaciones derivadas de éste, anexando
documento ne le cual el nuevo propietario del inmueble
manifieste su consentimiento para asumir las obligaciones
como suscriptor del contrato de servicios públicos (la negrita
y subrayados son míos).

Si analizamos la anterior norma podemos advertir que para que


opere la cesión de la obligación del suscriptor del caso que nos
ocupa debe existir pleno consentimiento del nuevo propietario, y yo
como nueva propietaria en ningún momento he aceptado cancelar
la deuda que recae actualmente sobre el inmueble, como lo
demostré en la Promesa de Compraventa, únicamente estoy
dispuesta a cancelar las tres (03) primeras y las que corrieron
después de la compra.
El artículo 140 de la Ley 142 de 1994 consagra el deber de las empresas
de servicios públicos de suspender el servicio ante la mora en le pago de
las facturas, “sin exceder en todo caso de dos (2) periodos de facturación
en el evento que en ésta sea bimestral y de tres (3) periodos cuando sea
mensual (…)”.

Significa ello que cuando no se cancela oportunamente la prestación de un


servicio público domiciliario, las empresas prestadoras tienen la obligación
de suspender, máximo al vencimiento del tercer periodo de facturación, el
suministro del servicio por ellas ofrecido. Y como se ha explicado por la
Corte32, esa exigencia no sólo constituye una garantía para la empresa,
32
Cfr. Sentencia T-1225 de 2001 M.P. Alfredo Beltrán Sierra. La Corte tuteló los derechos al debido proceso y a la
igualdad invocada por l a propietaria de un inmueble, luego de considerar que ELECTROCOSTA S.A. había incumplido
sus obligaciones, al no haber suspendido sus obligaciones, al no haber suspendido oportunamente le servicio de energía
quien ejerce un mecanismo legítimo de coacción que de alguna manera le
permite asegurar el pago de un crédito, sino que constituye también una
garantía para los propietarios de los inmuebles, en el evento en que sus
arrendatarios incurran en mora en el pago de sus obligaciones, pues con
ello se evita que la deuda incremente en el tiempo sin ninguna
consecuencia.

Sin embargo, lo anterior debe interpretarse sistemáticamente con el


artículo 130 del mismo estatuto (modificado por el artículo 18 de la Ley
689 de 2001), según el cual el poseedor o e propietario del inmueble, el
suscriptor y el usuario son responsables solidarios en sus obligaciones con
la empresa, salvo cuando la entidad se abstiene de suspender
oportunamente el servicio. Al respecto, la norma señala lo siguiente:

Parágrafo. Si el usuario o suscriptor incumple su obligación de pagar


oportunamente los servicios facturados dentro del término previsto en el
contrato, el cual no excederá dos periodos consecutivos de facturación la
empresa de servicios públicos estará en la obligación de suspender el
servicio. Si la empresa incumple la obligación de la suspensión del
servicio se romperá la solidaridad prevista en esta norma. (Subrayado
fuera de texto).

En consecuencia, si la empresa omite un deber que le impone la ley, no


puede luego trasladar los efectos de su incorrecto proceder a terceras
personas, pues con ello abusa de su posición dominante frente a los
usuarios o suscriptores del servicio33.

De la misma forma y siguiendo los parámetros sentados por la


jurisprudencia constitucional, en el evento en que los usuarios procedan a
reconectar fraudulentamente el servicio las empresas prestadoras deben
adoptar las medidas necesarias para evitar situación de esta naturaleza,
pues no se justifica que teniendo a su alcance diferente herramientas
técnicas y jurídicas asuman una actitud pasiva, limitándose a continuar
facturando un servicio ilegalmente prestado. Si ello no ocurre, como es el
caso que nos ocupa, la empresa ha vulnerado los derechos al debido
proceso y a la igualdad.
Sobre el particular, en la Sentencia T-927/99 M.P. Carlos Gaviria Díaz, la
Corte analizó un caso similar y dijo lo siguiente:

“En estos términos las empresas demandas toleraron a ciencia y paciencia


un comportamiento que puede constituir un delito continuado contra el
patrimonio, y se limitaron a facturar mensualmente el costo del bien mueble
sustraído por medio de una cometida fraudulenta; en consecuencia,
incumplieron durante todo este lapso su deber de actuar de acuerdo con la
ley vigente para poner término a tal situación irregular, y para procurar que
se exigiera la responsabilidad correspondiente al autor de la conducta
irregular detectada, así como se abstuvieron de reclamar de él el pago
correspondiente al daño y los perjuicios que ocasionó. Es indudable, en

ante la mora por parte de los arrendatarios.


33
Cfr. Sentencia T-927 de 1999 M.P.. Carlos Gaviria Díaz. La Corte analizó por primera vez el tema de la
solidaridad en el pago de los servicios públicos entre los propietarios y los arrendatarios de un inmueble, así como
las consecuencias derivadas del incumplimiento de las empresas de servicios públicos específicamente para obtener
la reconexión del servicio. En aquella oportunidad ampararon los derechos a la igualdad y al debido proceso del
dueño de un inmueble, ante la omisión de la Electrificadora del Caribe de suspender el servicio de energía.
consecuencia, que las empresas accionadas incurrieron de esa manera en
una vía de hecho, y con ella vulneraron los derechos fundamentales de la
actora al debido proceso y a la igualdad.”

La responsabilidad solidaria entre el propietario de un inmueble


(generalmente el suscriptor) y su arrendatario (usuario) se quebranta ante
la negligencia de la empresa para suspender el servicio o adoptar las
medias pertinentes en caso de reconexiones fraudulentas. A partir de ese
momento “la entidad está voluntariamente suministrando el servicio y por lo
tanto no puede responsabilizar de la carga económica que de ello resulte al
propietario del inmueble”34

PRETENSIONES

De conformidad con los hechos narrados y pruebas aportadas


comedidamente me permito solicitar lo siguiente:

Declarar la ruptura de solidaridad entre el usuario o suscriptor prevista en


el parágrafo del artículo 130 de la Ley 142 de 1994 modificado por el
artículo 18 de la Ley 689 de 2001.

PRUEBAS QUE ANEXO A LA PRESENTE

 Copias de las facturas canceladas.

NOTIFICACIONES

Favor enviar la notificación de la presente en la Calle 26A No. 2A-08

Cordialmente,

BLANCA DORIS SERNA DE AGUDELO


C.C. No. 29.598.378

Santa Marta, Junio 13 de 2012

Señor
34
Sentencia T-011 de 2003 M.P. Manuel José Cepeda. La Corte reiteró los criterios expuestos en la Sentencia T-
1225 de 2001.
JULIO BONILLA RODELO
Gerente Electricaribe S. A. E.S.P.
Santa Marta

Ref.: Recurso de Reposición y apelación. NIC. 1047501

EMMA GUERRERO HENRÍQUEZ, mayor de edad, y residenciada en esta


ciudad, identificada como aparece al pie de mi firma, por medio del
presente escrito me dirijo a usted en forma respetuosa, en calidad de
propietaria del inmueble ubicado en esta ciudad, para interponer recurso
de reposición y en subsidio de apelación ante la Superintendencia de
Servicios Públicos Domiciliarios, para que se modifique o revoque la
decisión tomada por la empresa mediante Acto Administrativo
RE3410201205551 del 25 de Mayo de 2012.

HECHOS

67. La empresa manifiesta que debo cancelar la totalidad de la


obligación para gozar del servicio, ya que en estos casos opera la cesión
de contrato conforme a lo dispuesto en el artículo 129 de la Ley 142 de
1994.

68. Con relación a la cesión del contrato dispuesta en el artículo 10 de la


Resolución 108 de la CREG, es de recordar el literal d), que nos señala:

d) Cuando el suscriptor siendo el propietario de un inmueble


urbano, lo enajena y opera la cesión del contrato de servicios
públicos, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 129 de la Ley
142 de 1994. En este evento bastará que cualquiera de las partes
informe a la empresa este hecho para que ella proceda a tomar
nota de la cesión y de la liberación del suscriptor inicial. En los
caos en que por acuerdo entre el comprador y el vendedor
del inmueble urbano, no opere la cesión de pleno derecho
del contrato de servicios públicos, el suscriptor podrá
liberarse de las obligaciones derivadas de éste, anexando
documento ne le cual el nuevo propietario del inmueble
manifieste su consentimiento para asumir las obligaciones
como suscriptor del contrato de servicios públicos (la negrita
y subrayados son míos).

Si analizamos la anterior norma podemos advertir que para que


opere la cesión de la obligación del suscriptor del caso que nos
ocupa debe existir pleno consentimiento del nuevo propietario, y yo
como nueva propietaria en ningún momento he aceptado cancelar
la deuda que recae actualmente sobre el inmueble, como lo
demostré en la Promesa de Compraventa, únicamente estoy
dispuesta a cancelar las tres (03) primeras y las que corrieron
después de la compra.
El artículo 140 de la Ley 142 de 1994 consagra el deber de las empresas
de servicios públicos de suspender el servicio ante la mora en le pago de
las facturas, “sin exceder en todo caso de dos (2) periodos de facturación
en el evento que en ésta sea bimestral y de tres (3) periodos cuando sea
mensual (…)”.
Significa ello que cuando no se cancela oportunamente la prestación de un
servicio público domiciliario, las empresas prestadoras tienen la obligación
de suspender, máximo al vencimiento del tercer periodo de facturación, el
suministro del servicio por ellas ofrecido. Y como se ha explicado por la
Corte35, esa exigencia no sólo constituye una garantía para la empresa,
quien ejerce un mecanismo legítimo de coacción que de alguna manera le
permite asegurar el pago de un crédito, sino que constituye también una
garantía para los propietarios de los inmuebles, en el evento en que sus
arrendatarios incurran en mora en el pago de sus obligaciones, pues con
ello se evita que la deuda incremente en el tiempo sin ninguna
consecuencia.

Sin embargo, lo anterior debe interpretarse sistemáticamente con el


artículo 130 del mismo estatuto (modificado por el artículo 18 de la Ley
689 de 2001), según el cual el poseedor o e propietario del inmueble, el
suscriptor y el usuario son responsables solidarios en sus obligaciones con
la empresa, salvo cuando la entidad se abstiene de suspender
oportunamente el servicio. Al respecto, la norma señala lo siguiente:

Parágrafo. Si el usuario o suscriptor incumple su obligación de pagar


oportunamente los servicios facturados dentro del término previsto en el
contrato, el cual no excederá dos periodos consecutivos de facturación la
empresa de servicios públicos estará en la obligación de suspender el
servicio. Si la empresa incumple la obligación de la suspensión del
servicio se romperá la solidaridad prevista en esta norma. (Subrayado
fuera de texto).

En consecuencia, si la empresa omite un deber que le impone la ley, no


puede luego trasladar los efectos de su incorrecto proceder a terceras
personas, pues con ello abusa de su posición dominante frente a los
usuarios o suscriptores del servicio36.

De la misma forma y siguiendo los parámetros sentados por la


jurisprudencia constitucional, en el evento en que los usuarios procedan a
reconectar fraudulentamente el servicio las empresas prestadoras deben
adoptar las medidas necesarias para evitar situación de esta naturaleza,
pues no se justifica que teniendo a su alcance diferente herramientas
técnicas y jurídicas asuman una actitud pasiva, limitándose a continuar
facturando un servicio ilegalmente prestado. Si ello no ocurre, como es el
caso que nos ocupa, la empresa ha vulnerado los derechos al debido
proceso y a la igualdad.
Sobre el particular, en la Sentencia T-927/99 M.P. Carlos Gaviria Díaz, la
Corte analizó un caso similar y dijo lo siguiente:

35
Cfr. Sentencia T-1225 de 2001 M.P. Alfredo Beltrán Sierra. La Corte tuteló los derechos al debido proceso y a la
igualdad invocada por l a propietaria de un inmueble, luego de considerar que ELECTROCOSTA S.A. había incumplido
sus obligaciones, al no haber suspendido sus obligaciones, al no haber suspendido oportunamente le servicio de energía
ante la mora por parte de los arrendatarios.
36
Cfr. Sentencia T-927 de 1999 M.P.. Carlos Gaviria Díaz. La Corte analizó por primera vez el tema de la
solidaridad en el pago de los servicios públicos entre los propietarios y los arrendatarios de un inmueble, así como
las consecuencias derivadas del incumplimiento de las empresas de servicios públicos específicamente para obtener
la reconexión del servicio. En aquella oportunidad ampararon los derechos a la igualdad y al debido proceso del
dueño de un inmueble, ante la omisión de la Electrificadora del Caribe de suspender el servicio de energía.
“En estos términos las empresas demandas toleraron a ciencia y paciencia
un comportamiento que puede constituir un delito continuado contra el
patrimonio, y se limitaron a facturar mensualmente el costo del bien mueble
sustraído por medio de una cometida fraudulenta; en consecuencia,
incumplieron durante todo este lapso su deber de actuar de acuerdo con la
ley vigente para poner término a tal situación irregular, y para procurar que
se exigiera la responsabilidad correspondiente al autor de la conducta
irregular detectada, así como se abstuvieron de reclamar de él el pago
correspondiente al daño y los perjuicios que ocasionó. Es indudable, en
consecuencia, que las empresas accionadas incurrieron de esa manera en
una vía de hecho, y con ella vulneraron los derechos fundamentales de la
actora al debido proceso y a la igualdad.”

La responsabilidad solidaria entre el propietario de un inmueble


(generalmente el suscriptor) y su arrendatario (usuario) se quebranta ante
la negligencia de la empresa para suspender el servicio o adoptar las
medias pertinentes en caso de reconexiones fraudulentas. A partir de ese
momento “la entidad está voluntariamente suministrando el servicio y por lo
tanto no puede responsabilizar de la carga económica que de ello resulte al
propietario del inmueble”37

PRETENSIONES

De conformidad con los hechos narrados y pruebas aportadas


comedidamente me permito solicitar lo siguiente:

Declarar la ruptura de solidaridad entre el usuario o suscriptor prevista en


el parágrafo del artículo 130 de la Ley 142 de 1994 modificado por el
artículo 18 de la Ley 689 de 2001.

PRUEBAS QUE ANEXO A LA PRESENTE

 Copias de las facturas canceladas.

NOTIFICACIONES

Favor enviar la notificación de la presente en la Calle 18 No. 13-94 Los


Alcázares

Cordialmente,

EMMA GUERRERO HENRÍQUEZ


C.C. No. 36.553.710

37
Sentencia T-011 de 2003 M.P. Manuel José Cepeda. La Corte reiteró los criterios expuestos en la Sentencia T-
1225 de 2001.
Santa Marta, Mayo 30 de 2012

Señor
LUÍS JOSÉ LONDOÑO
Gerente Metroagua S. A. E.S.P.
Santa Marta

Ref.: Recurso de Reposición y apelación. Pol. 46158

EMMA GUERRERO HENRÍQUEZ, mayor de edad, y residenciada en esta


ciudad, identificada como aparece al pie de mi firma, por medio del
presente escrito me dirijo a usted en forma respetuosa, en calidad de
propietaria del inmueble ubicado en esta ciudad, para interponer recurso
de reposición y en subsidio de apelación ante la Superintendencia de
Servicios Públicos Domiciliarios, para que se modifique o revoque la
decisión tomada por la empresa mediante decisión empresarial de fecha 25
de Mayo de 2012.

HECHOS

69. El 22 de Marzo de 2012, adquirí el inmueble ubicado en esta ciudad,


como consta en la Promesa de Contrato de Compraventa.

70. Posterior a la compraventa, me enteré que el bien tenía una deuda


por los servicios de agua y alcantarillado.

71. La empresa manifiesta que debo cancelar la totalidad de la


obligación para gozar del servicio, ya que en estos casos opera la cesión
de contrato conforme a lo dispuesto en el artículo 129 de la Ley 142 de
1994.

72. Con relación a la cesión del contrato dispuesta en el artículo 10 de la


Resolución 108 de la CREG, es de recordar el literal d), que nos señala:

d) Cuando el suscriptor siendo el propietario de un inmueble


urbano, lo enajena y opera la cesión del contrato de servicios
públicos, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 129 de la Ley
142 de 1994. En este evento bastará que cualquiera de las partes
informe a la empresa este hecho para que ella proceda a tomar
nota de la cesión y de la liberación del suscriptor inicial. En los
casos en que por acuerdo entre el comprador y el vendedor
del inmueble urbano, no opere la cesión de pleno derecho
del contrato de servicios públicos, el suscriptor podrá
liberarse de las obligaciones derivadas de éste, anexando
documento en le cual el nuevo propietario del inmueble
manifieste su consentimiento para asumir las obligaciones
como suscriptor del contrato de servicios públicos (la negrita
y subrayados son míos).

Si analizamos la anterior norma podemos advertir que para que


opere la cesión de la obligación del suscriptor del caso que nos
ocupa debe existir pleno consentimiento del nuevo propietario, y yo
como nueva propietaria en ningún momento he aceptado cancelar
la deuda que recae actualmente sobre el inmueble, como lo
demuestro con la promesa de compraventa.

73. En un caso idéntico la señora ARTENSI VÁSQUEZ COLINA,


presentó Acción de Tutela, por los mismos hechos y conoció de esta
demanda en el Juzgado Cuarto Civil Municipal, a primera instancia
fue a favor de la señora ARTENSI VÁSQUEZ COLINA, por su parte
la empresa Electricaribe impugnó el fallo de primera instancia,
conociendo de esta en el Juzgado Segundo Civil del Circuito, quien
confirmó el fallo de primera instancia.

74. La empresa me manifiesta que para presentar el Recurso de


Reposición en subsidio de apelación ante la Superintendencia de
Servicios Públicos Domiciliarios, debo dar cumplimiento a lo dispuesto
en el artículo 155 inciso 2º de la Ley 142 de 1994, esta norma nos
señala que “para recurrir el suscriptor o usuario deberá acreditar el
pago de las sumas que no han sido objeto de recursos, o del promedio
de consumo de los últimos cinco (5) periodos de facturación”, en este
caso cancelo los tres primeros dejados de cancelar por el anterior
propietario.

A la luz de la anterior prueba, se determina que le usuario cumplió


con los requisitos legales exigidos para recurrir.

PRETENSIONES

De conformidad con los hechos narrados y pruebas aportadas


comedidamente me permito solicitar lo siguiente:

21. Declarar la ruptura de solidaridad entre el usuario o suscriptor


prevista en el parágrafo del artículo 130 de la Ley 142 de 1994
modificado por el artículo 18 de la Ley 689 de 2001.

22. Que se me haga entrega de las tres (3) primeras facturas dejadas de
cancelar por el anterior propietaria, para cancelarlas.

PRUEBAS QUE ANEXO A LA PRESENTE

 Las tres primeras facturas dejadas de cancelar por el anterior propietario

NOTIFICACIONES
Favor enviar la notificación de la presente en la Calle 18 No. 13-94 Los
Alcázares

Cordialmente,

EMMA GUERRERO HENRÍQUEZ


C.C. No. 36.553.710

Santa Marta, Mayo 9 de 2012

Señores
METROAGUA S.A. E.S.P.
Santa Marta

Ref.: Derecho de petición. PÓLIZA. 46158

EMMA GUERRERO HENRÍQUEZ, mayor de edad, y residenciada en esta


ciudad, identificada como aparece al pie de mi firma, por medio del
presente escrito me dirijo a usted en forma respetuosa, en calidad de
propietaria del inmueble ubicado en esta ciudad en la calle 18 No.
13-94, con el fin de que sea atendida y resuelta la siguiente petición,
conforme lo disponen los artículos 23 de la Constitución Nacional, 153 y
156 de la Ley 142 de 1994, artículo 123 del Decreto 2150 de 1995 y
artículo 9 del Decreto 2223 de 1996 y por las razones de hecho y derecho
que a continuación expongo:

HECHOS

75. El 22 de marzo de 2012, adquirí el inmueble ubicado en la calle 18


No. 13-94 de esta ciudad, como consta en el Certificado de
Tradición y Libertad impreso el 30 de Abril de 2012.

76. De acuerdo con el artículo 669 del Código Civil Colombiano, el


dominio o propiedad es el derecho real en una cosa corporal, para gozar
y disponer arbitrariamente, no siendo contra ley o contra derecho ajeno.

En este sentido, más de las formas de adquirir el dominio o propiedad


de las cosas es mediante el contrato de compraventa, regulado por el
artículo 1849 del Código Civil Colombiano que a su tenor dice: “La
compraventa es un contrato en que una de las partes se obliga a dar una
cosa y la otra a pagarla en dinero. Aquella se dice vender y esa comprar.
El dinero que el comprador da por la cosa vendida se llama precio”. El
artículo 1857 del C. C. establece que la venta de bienes raíces se reputa
perfecta con el otorgamiento de la escritura pública.

77. Con base en estas normas y en el contrato de compraventa,


registrado en la Notaría Segunda del Círculo de Santa Marta el 26 de
Diciembre de 2011, estoy legitimada para la reclamación de la causa.

78. En tal sentido, resulta preciso traer a colación el concepto de la


Oficina Jurídica de la S.S.P.D., que señala:

Concepto SSPD-OJ-2005-036

“…El artículo 129 de la Ley 142 de 1994 prevé la figura de la cesión del
contrato de servicios públicos en la enajenación de cualquier título
de bienes inmuebles urbanos, salvo que las partes acuerden otra
cosa, entendiéndose que hay cesión de todos los derechos y
obligaciones del contrato.

El artículo 129 citado dispone que en la enajenación de bienes raíces


urbanos se entiende que hay cesión de todos los contratos de servicios
públicos, salvo que las partes acuerden lo contrario.

Esta oficina ha venido interpretando que para que haya cesión de los
contratos de servicios públicos debe tratarse de contratos que se
encuentren vigentes, toda vez que no puede haber cesión de un
contrato que se haya extinguido por haber hecho uso de la facultad que
le otorga el artículo 141 de la Ley 142 de 1994. Este ha sido el criterio
de la Oficina Asesora Jurídica de la Superintendencia de Servicios
Públicos, entre otros, en el Concepto SSPD 991300000330, en el cual
se expuso lo siguiente:

“Por lo demás, es solidario únicamente de aquellas obligaciones


que surjan durante el tiempo de ejecución y vigencia del contrato.
Eso significa que si una persona adquiere un inmueble en el cual
se venía prestando el servicio telefónico pero al momento de la
enajenación del inmueble a cualquier título, la empresa hubiese
declarado la terminación del contrato por incumplimiento en el
pago del servicio, ya no hay contrato que ceder, y
consecuentemente tampoco hay solidaridad”

Esta interpretación tiene otra justificación, cual es que la solidaridad se


justifica, y así lo reconoció la Corte Constitucional al declarar exequible
el artículo 130 de la Ley 142 de 1994 38, en la medida que la instalación
de servicios en un inmueble le reporte un beneficio económico en este
caso a quien adquiere el inmueble. Pero si los servicios están
suspendidos de manera definitiva, lejos de beneficiarse el nuevo dueño,
se perjudica dado que no sólo se le priva del goce de los servicios, sino
que tiene que pagar unas sumas de dinero por unos servicios que él no
consumió.

38
Sentencia C-493 de 1997.
Situación distinta que presenta cuando se trata de simple
suspensión en los términos del artículo 140, es decir, que el
contrato de servicios públicos está vigente, pero hay suspensión
temporal del suministro por verificarse una de las causales de
suspensión de las señaladas en la citada norma o en el contrato de
condiciones uniformes. En este caso el nuevo adquiriente, será
solidario a pagar las sumas adecuadas los servicios hasta el
momento en que la empresa estaba obligada a suspender el
servicio, máximo tres meses cuando la facturación es mensual y
dos meses cuando sea bimestral...”.

La anterior posición fue ratificada por el Departamento Jurídico de la


Superintendencia de servicios Públicos Domiciliarios el 19 de mayo de
2005 en Barranquilla durante la conferencia del programa de difusión y
actualización en servicios públicos domiciliarios. En esta oportunidad la
doctora LUZ ÁNGELA GIRALDO LOZANO, señaló los eventos en que se
rompe la solidaridad (ver copia de las diapositivas de la conferencia),
destacándose lo siguiente:

Si al momento de la enajenación del inmueble la empresa ha resuelto el


contrato y ha procedido al corte definitivo del servicio se rompe la
solidaridad. Es decir, el comprador del inmueble no está llamado a
responder por las deudas dejadas por el anterior vendedor o anterior
usuario.

Si el contrato está sólo suspendido, el comprador será solidario a pagar


las sumas adeudadas hasta el momento en que la empresa estaba
obligada a suspender el servicio.

79. Así las cosas, reconozco ser solidaria únicamente con las tres (3)
primeras facturas dejadas de cancelar por el anterior propietaria.

PRETENSIONES

De conformidad con los hechos narrados y pruebas aportadas


comedidamente me permito solicitar lo siguiente:

23. Declarar la ruptura de solidaridad entre el usuario o suscriptor


prevista en el parágrafo del artículo 130 de la Ley 142 de 1994
modificado por el artículo 18 de la Ley 689 de 2001.

24. Que se me haga entrega de las tres (3) primeras facturas dejadas de
cancelar por el anterior propietaria, para cancelarlas.

PRUEBAS QUE ANEXO A LA PRESENTE

 Certificado de Tradición y Libertad

 Contrato de compraventa, registrado en la Notaría Segunda del Círculo


de Santa Marta, donde consta que la anterior propietaria LILIA PAULINA
ROVIERA ARMEDO, se compromete al pago de los servicios públicos.

 Estado de endeudamiento de fecha 27/04/2012


NOTIFICACIONES

Favor enviar la notificación de la presente en la Calle 18 No. 13-94 Los


Alcázares

Cordialmente,

EMMA GUERRERO HENRÍQUEZ


C.C. No. 36.553.710

Santa Marta, Mayo 9 de 2012

Señores
ELECTRICARIBE S.A. E.S.P.
Santa Marta

Ref.: Derecho de petición. NIC. 1047501

EMMA GUERRERO HENRÍQUEZ, mayor de edad, y residenciada en esta


ciudad, identificada como aparece al pie de mi firma, por medio del
presente escrito me dirijo a usted en forma respetuosa, en calidad de
propietaria del inmueble ubicado en esta ciudad en la calle 18 No.
13-94, con el fin de que sea atendida y resuelta la siguiente petición,
conforme lo disponen los artículos 23 de la Constitución Nacional, 153 y
156 de la Ley 142 de 1994, artículo 123 del Decreto 2150 de 1995 y
artículo 9 del Decreto 2223 de 1996 y por las razones de hecho y derecho
que a continuación expongo:

HECHOS

80. El 22 de marzo de 2012, adquirí el inmueble ubicado en la calle 18


No. 13-94de esta ciudad, como consta en el Certificado de
Tradición y Libertad impreso el 30 de Abril de 2012.
81. De acuerdo con el artículo 669 del Código Civil Colombiano, el
dominio o propiedad es el derecho real en una cosa corporal, para gozar
y disponer arbitrariamente, no siendo contra ley o contra derecho ajeno.

En este sentido, más de las formas de adquirir el dominio o propiedad


de las cosas es mediante el contrato de compraventa, regulado por el
artículo 1849 del Código Civil Colombiano que a su tenor dice: “La
compraventa es un contrato en que una de las partes se obliga a dar una
cosa y la otra a pagarla en dinero. Aquella se dice vender y esa comprar.
El dinero que el comprador da por la cosa vendida se llama precio”. El
artículo 1857 del C. C. establece que la venta de bienes raíces se reputa
perfecta con el otorgamiento de la escritura pública.

82. Con base en estas normas y en el contrato de compraventa,


registrado en la Notaría Segunda del Círculo de Santa Marta el 26 de
Diciembre de 2011, estoy legitimada para la reclamación de la causa.

83. En tal sentido, resulta preciso traer a colación el concepto de la


Oficina Jurídica de la S.S.P.D., que señala:

Concepto SSPD-OJ-2005-036

“…El artículo 129 de la Ley 142 de 1994 prevé la figura de la cesión del
contrato de servicios públicos en la enajenación de cualquier título
de bienes inmuebles urbanos, salvo que las partes acuerden otra
cosa, entendiéndose que hay cesión de todos los derechos y
obligaciones del contrato.

El artículo 129 citado dispone que en la enajenación de bienes raíces


urbanos se entiende que hay cesión de todos los contratos de servicios
públicos, salvo que las partes acuerden lo contrario.

Esta oficina ha venido interpretando que para que haya cesión de los
contratos de servicios públicos debe tratarse de contratos que se
encuentren vigentes, toda vez que no puede haber cesión de un
contrato que se haya extinguido por haber hecho uso de la facultad que
le otorga el artículo 141 de la Ley 142 de 1994. Este ha sido el criterio
de la Oficina Asesora Jurídica de la Superintendencia de Servicios
Públicos, entre otros, en el Concepto SSPD 991300000330, en el cual
se expuso lo siguiente:

“Por lo demás, es solidario únicamente de aquellas obligaciones


que surjan durante el tiempo de ejecución y vigencia del contrato.
Eso significa que si una persona adquiere un inmueble en el cual
se venía prestando el servicio telefónico pero al momento de la
enajenación del inmueble a cualquier título, la empresa hubiese
declarado la terminación del contrato por incumplimiento en el
pago del servicio, ya no hay contrato que ceder, y
consecuentemente tampoco hay solidaridad”

Esta interpretación tiene otra justificación, cual es que la solidaridad se


justifica, y así lo reconoció la Corte Constitucional al declarar exequible
el artículo 130 de la Ley 142 de 1994 39, en la medida que la instalación
de servicios en un inmueble le reporte un beneficio económico en este
39
Sentencia C-493 de 1997.
caso a quien adquiere el inmueble. Pero si los servicios están
suspendidos de manera definitiva, lejos de beneficiarse el nuevo dueño,
se perjudica dado que no sólo se le priva del goce de los servicios, sino
que tiene que pagar unas sumas de dinero por unos servicios que él no
consumió.

Situación distinta que presenta cuando se trata de simple


suspensión en los términos del artículo 140, es decir, que el
contrato de servicios públicos está vigente, pero hay suspensión
temporal del suministro por verificarse una de las causales de
suspensión de las señaladas en la citada norma o en el contrato de
condiciones uniformes. En este caso el nuevo adquiriente, será
solidario a pagar las sumas adecuadas los servicios hasta el
momento en que la empresa estaba obligada a suspender el
servicio, máximo tres meses cuando la facturación es mensual y
dos meses cuando sea bimestral...”.

La anterior posición fue ratificada por el Departamento Jurídico de la


Superintendencia de servicios Públicos Domiciliarios el 19 de mayo de
2005 en Barranquilla durante la conferencia del programa de difusión y
actualización en servicios públicos domiciliarios. En esta oportunidad la
doctora LUZ ÁNGELA GIRALDO LOZANO, señaló los eventos en que se
rompe la solidaridad (ver copia de las diapositivas de la conferencia),
destacándose lo siguiente:

Si al momento de la enajenación del inmueble la empresa ha resuelto el


contrato y ha procedido al corte definitivo del servicio se rompe la
solidaridad. Es decir, el comprador del inmueble no está llamado a
responder por las deudas dejadas por el anterior vendedor o anterior
usuario.

Si el contrato está sólo suspendido, el comprador será solidario a pagar


las sumas adeudadas hasta el momento en que la empresa estaba
obligada a suspender el servicio.

84. Así las cosas, reconozco ser solidaria únicamente con las tres (3)
primeras facturas dejadas de cancelar por el anterior propietaria.

PRETENSIONES

De conformidad con los hechos narrados y pruebas aportadas


comedidamente me permito solicitar lo siguiente:

25. Declarar la ruptura de solidaridad entre el usuario o suscriptor


prevista en el parágrafo del artículo 130 de la Ley 142 de 1994
modificado por el artículo 18 de la Ley 689 de 2001.

26. Que se me haga entrega de las tres (3) primeras facturas dejadas de
cancelar por el anterior propietaria, para cancelarlas.

PRUEBAS QUE ANEXO A LA PRESENTE

 Certificado de Tradición y Libertad


 Contrato de compraventa, registrado en la Notaría Segunda del Círculo
de Santa Marta, donde consta que la anterior propietaria LILIA PAULINA
ROVIERA ARMEDO, se compromete al pago de los servicios públicos.

 Estado de cuenta de fecha de edición 27/04/2012

NOTIFICACIONES

Favor enviar la notificación de la presente en la Calle 18 No. 13-94 Los


Alcázares

Cordialmente,

EMMA GUERRERO HENRÍQUEZ


C.C. No. 36.553.710

Santa Marta, Marzo 10 de 2011

Señor
LUÍS JOSÉ LONDOÑO
Gerente Metroagua S. A. E.S.P.
Santa Marta

Ref.: Recurso de Reposición y apelación. Póliza No. 14893

JUAN CARLOS ORTIZ CARRILLO, mayor de edad, y residenciado en esta


ciudad, identificado como aparece al pie de mi firma, por medio del
presente escrito me dirijo a usted en forma respetuosa, en calidad de
propietario del inmueble ubicado en esta ciudad, para interponer recurso
de reposición y en subsidio de apelación ante la Superintendencia de
Servicios Públicos Domiciliarios, para que se modifique o revoque la
decisión tomada por la empresa mediante Acto Administrativo de fecha
14 de febrero de 2011.

HECHOS

85. La empresa manifiesta que debo cancelar la totalidad de la


obligación para gozar del servicio, ya que en estos casos opera la cesión
de contrato conforme a lo dispuesto en el artículo 129 de la Ley 142 de
1994.
86. Con relación a la cesión del contrato dispuesta en el artículo 10 de la
Resolución 108 de la CREG, es de recordar el literal d), que nos señala:

d) Cuando el suscriptor siendo el propietario de un inmueble


urbano, lo enajena y opera la cesión del contrato de servicios
públicos, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 129 de la Ley
142 de 1994. En este evento bastará que cualquiera de las partes
informe a la empresa este hecho para que ella proceda a tomar
nota de la cesión y de la liberación del suscriptor inicial. En los
caos en que por acuerdo entre el comprador y el vendedor
del inmueble urbano, no opere la cesión de pleno derecho
del contrato de servicios públicos, el suscriptor podrá
liberarse de las obligaciones derivadas de éste, anexando
documento ne le cual el nuevo propietario del inmueble
manifieste su consentimiento para asumir las obligaciones
como suscriptor del contrato de servicios públicos (la negrita
y subrayados son míos).

Si analizamos la anterior norma podemos advertir que para que


opere la cesión de la obligación del suscriptor del caso que nos
ocupa debe existir pleno consentimiento del nuevo propietario, y yo
como nuevo propietario en ningún momento he aceptado cancelar
la deuda que recae actualmente sobre el inmueble, como lo
demostré con el Acta de Remate, únicamente estoy dispuesto a
cancelar las tres (03) primeras y las que corrieron después de la
compra que no los he pagado porque la empresa pretende que se le
pague la totalidad de la deuda dejada de pagar por el anterior
propietario.

El artículo 140 de la Ley 142 de 1994 consagra el deber de las empresas


de servicios públicos de suspender el servicio ante la mora en le pago de
las facturas, “sin exceder en todo caso de dos (2) periodos de facturación
en el evento que en ésta sea bimestral y de tres (3) periodos cuando sea
mensual (…)”.

Significa ello que cuando no se cancela oportunamente la prestación de un


servicio público domiciliario, las empresas prestadoras tienen la obligación
de suspender, máximo al vencimiento del tercer periodo de facturación, el
suministro del servicio por ellas ofrecido. Y como se ha explicado por la
Corte40, esa exigencia no sólo constituye una garantía para la empresa,
quien ejerce un mecanismo legítimo de coacción que de alguna manera le
permite asegurar el pago de un crédito, sino que constituye también una
garantía para los propietarios de los inmuebles, en el evento en que sus
arrendatarios incurran en mora en el pago de sus obligaciones, pues con
ello se evita que la deuda incremente en el tiempo sin ninguna
consecuencia.

Sin embargo, lo anterior debe interpretarse sistemáticamente con el


artículo 130 del mismo estatuto (modificado por el artículo 18 de la Ley
689 de 2001), según el cual el poseedor o e propietario del inmueble, el
suscriptor y el usuario son responsables solidarios en sus obligaciones con
40
Cfr. Sentencia T-1225 de 2001 M.P. Alfredo Beltrán Sierra. La Corte tuteló los derechos al debido proceso y a la
igualdad invocada por l a propietaria de un inmueble, luego de considerar que ELECTROCOSTA S.A. había incumplido
sus obligaciones, al no haber suspendido sus obligaciones, al no haber suspendido oportunamente le servicio de energía
ante la mora por parte de los arrendatarios.
la empresa, salvo cuando la entidad se abstiene de suspender
oportunamente el servicio. Al respecto, la norma señala lo siguiente:

Parágrafo. Si el usuario o suscriptor incumple su obligación de pagar


oportunamente los servicios facturados dentro del término previsto en el
contrato, el cual no excederá dos periodos consecutivos de facturación la
empresa de servicios públicos estará en la obligación de suspender el
servicio. Si la empresa incumple la obligación de la suspensión del
servicio se romperá la solidaridad prevista en esta norma. (Subrayado
fuera de texto).

En consecuencia, si la empresa omite un deber que le impone la ley, no


puede luego trasladar los efectos de su incorrecto proceder a terceras
personas, pues con ello abusa de su posición dominante frente a los
usuarios o suscriptores del servicio41.

De la misma forma y siguiendo los parámetros sentados por la


jurisprudencia constitucional, en el evento en que los usuarios procedan a
reconectar fraudulentamente el servicio las empresas prestadoras deben
adoptar las medidas necesarias para evitar situación de esta naturaleza,
pues no se justifica que teniendo a su alcance diferente herramientas
técnicas y jurídicas asuman una actitud pasiva, limitándose a continuar
facturando un servicio ilegalmente prestado. Si ello no ocurre, como es el
caso que nos ocupa, la empresa ha vulnerado los derechos al debido
proceso y a la igualdad.

Sobre el particular, en la Sentencia T-927/99 M.P. Carlos Gaviria Díaz, la


Corte analizó un caso similar y dijo lo siguiente:

“En estos términos las empresas demandas toleraron a ciencia y paciencia


un comportamiento que puede constituir un delito continuado contra el
patrimonio, y se limitaron a facturar mensualmente el costo del bien mueble
sustraído por medio de una cometida fraudulenta; en consecuencia,
incumplieron durante todo este lapso su deber de actuar de acuerdo con la
ley vigente para poner término a tal situación irregular, y para procurar que
se exigiera la responsabilidad correspondiente al autor de la conducta
irregular detectada, así como se abstuvieron de reclamar de él el pago
correspondiente al daño y los perjuicios que ocasionó. Es indudable, en
consecuencia, que las empresas accionadas incurrieron de esa manera en
una vía de hecho, y con ella vulneraron los derechos fundamentales de la
actora al debido proceso y a la igualdad.”

La responsabilidad solidaria entre el propietario de un inmueble


(generalmente el suscriptor) y su arrendatario (usuario) se quebranta ante
la negligencia de la empresa para suspender el servicio o adoptar las
medias pertinentes en caso de reconexiones fraudulentas. A partir de ese
momento “la entidad está voluntariamente suministrando el servicio y por lo

41
Cfr. Sentencia T-927 de 1999 M.P.. Carlos Gaviria Díaz. La Corte analizó por primera vez el tema de la
solidaridad en el pago de los servicios públicos entre los propietarios y los arrendatarios de un inmueble, así como
las consecuencias derivadas del incumplimiento de las empresas de servicios públicos específicamente para obtener
la reconexión del servicio. En aquella oportunidad ampararon los derechos a la igualdad y al debido proceso del
dueño de un inmueble, ante la omisión de la Electrificadora del Caribe de suspender el servicio de energía.
tanto no puede responsabilizar de la carga económica que de ello resulte al
propietario del inmueble”42

PRETENSIONES

De conformidad con los hechos narrados y pruebas aportadas


comedidamente me permito solicitar lo siguiente:

Declarar la ruptura de solidaridad entre el usuario o suscriptor prevista en


el parágrafo del artículo 130 de la Ley 142 de 1994 modificado por el
artículo 18 de la Ley 689 de 2001.

PRUEBAS QUE ANEXO A LA PRESENTE

 Copias de las facturas canceladas.

NOTIFICACIONES

Favor enviar la notificación de la presente en la calle 19A No. 7A-14 Los


Almendros de esta ciudad.

Cordialmente,

JUAN CARLOS ORTIZ CARRILLO


C.C. No. 88.196.577

Santa Marta, Marzo 1 de 2011

Señor
JULIO BONILLA RODELO
Gerente Electricaribe S. A. E.S.P.
Santa Marta

Ref.: Recurso de Reposición y apelación. NIC. 1039468

JUAN CARLOS ORTIZ CARRILLO, mayor de edad, y residenciado en esta


ciudad, identificado como aparece al pie de mi firma, por medio del
presente escrito me dirijo a usted en forma respetuosa, en calidad de
propietario del inmueble ubicado en esta ciudad, para interponer recurso
de reposición y en subsidio de apelación ante la Superintendencia de
42
Sentencia T-011 de 2003 M.P. Manuel José Cepeda. La Corte reiteró los criterios expuestos en la Sentencia T-
1225 de 2001.
Servicios Públicos Domiciliarios, para que se modifique o revoque la
decisión tomada por la empresa mediante Acto Administrativo No.
1040085 del 8 de febrero de 2011.

HECHOS

87. La empresa manifiesta que debo cancelar la totalidad de la


obligación para gozar del servicio, ya que en estos casos opera la cesión
de contrato conforme a lo dispuesto en el artículo 129 de la Ley 142 de
1994.

88. Con relación a la cesión del contrato dispuesta en el artículo 10 de la


Resolución 108 de la CREG, es de recordar el literal d), que nos señala:

d) Cuando el suscriptor siendo el propietario de un inmueble


urbano, lo enajena y opera la cesión del contrato de servicios
públicos, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 129 de la Ley
142 de 1994. En este evento bastará que cualquiera de las partes
informe a la empresa este hecho para que ella proceda a tomar
nota de la cesión y de la liberación del suscriptor inicial. En los
caos en que por acuerdo entre el comprador y el vendedor
del inmueble urbano, no opere la cesión de pleno derecho
del contrato de servicios públicos, el suscriptor podrá
liberarse de las obligaciones derivadas de éste, anexando
documento ne le cual el nuevo propietario del inmueble
manifieste su consentimiento para asumir las obligaciones
como suscriptor del contrato de servicios públicos (la negrita
y subrayados son míos).

Si analizamos la anterior norma podemos advertir que para que


opere la cesión de la obligación del suscriptor del caso que nos
ocupa debe existir pleno consentimiento del nuevo propietario, y yo
como nuevo propietario en ningún momento he aceptado cancelar
la deuda que recae actualmente sobre el inmueble, como lo
demostré con el Acta de Remate, únicamente estoy dispuesto a
cancelar las tres (03) primeras y las que corrieron después de la
compra que son los meses de Octubre, noviembre y diciembre de
2010.
El artículo 140 de la Ley 142 de 1994 consagra el deber de las empresas
de servicios públicos de suspender el servicio ante la mora en le pago de
las facturas, “sin exceder en todo caso de dos (2) periodos de facturación
en el evento que en ésta sea bimestral y de tres (3) periodos cuando sea
mensual (…)”.

Significa ello que cuando no se cancela oportunamente la prestación de un


servicio público domiciliario, las empresas prestadoras tienen la obligación
de suspender, máximo al vencimiento del tercer periodo de facturación, el
suministro del servicio por ellas ofrecido. Y como se ha explicado por la
Corte43, esa exigencia no sólo constituye una garantía para la empresa,
quien ejerce un mecanismo legítimo de coacción que de alguna manera le
permite asegurar el pago de un crédito, sino que constituye también una
garantía para los propietarios de los inmuebles, en el evento en que sus
43
Cfr. Sentencia T-1225 de 2001 M.P. Alfredo Beltrán Sierra. La Corte tuteló los derechos al debido proceso y a la
igualdad invocada por l a propietaria de un inmueble, luego de considerar que ELECTROCOSTA S.A. había incumplido
sus obligaciones, al no haber suspendido sus obligaciones, al no haber suspendido oportunamente le servicio de energía
ante la mora por parte de los arrendatarios.
arrendatarios incurran en mora en el pago de sus obligaciones, pues con
ello se evita que la deuda incremente en el tiempo sin ninguna
consecuencia.

Sin embargo, lo anterior debe interpretarse sistemáticamente con el


artículo 130 del mismo estatuto (modificado por el artículo 18 de la Ley
689 de 2001), según el cual el poseedor o e propietario del inmueble, el
suscriptor y el usuario son responsables solidarios en sus obligaciones con
la empresa, salvo cuando la entidad se abstiene de suspender
oportunamente el servicio. Al respecto, la norma señala lo siguiente:

Parágrafo. Si el usuario o suscriptor incumple su obligación de pagar


oportunamente los servicios facturados dentro del término previsto en el
contrato, el cual no excederá dos periodos consecutivos de facturación la
empresa de servicios públicos estará en la obligación de suspender el
servicio. Si la empresa incumple la obligación de la suspensión del
servicio se romperá la solidaridad prevista en esta norma. (Subrayado
fuera de texto).

En consecuencia, si la empresa omite un deber que le impone la ley, no


puede luego trasladar los efectos de su incorrecto proceder a terceras
personas, pues con ello abusa de su posición dominante frente a los
usuarios o suscriptores del servicio44.

De la misma forma y siguiendo los parámetros sentados por la


jurisprudencia constitucional, en el evento en que los usuarios procedan a
reconectar fraudulentamente el servicio las empresas prestadoras deben
adoptar las medidas necesarias para evitar situación de esta naturaleza,
pues no se justifica que teniendo a su alcance diferente herramientas
técnicas y jurídicas asuman una actitud pasiva, limitándose a continuar
facturando un servicio ilegalmente prestado. Si ello no ocurre, como es el
caso que nos ocupa, la empresa ha vulnerado los derechos al debido
proceso y a la igualdad.
Sobre el particular, en la Sentencia T-927/99 M.P. Carlos Gaviria Díaz, la
Corte analizó un caso similar y dijo lo siguiente:

“En estos términos las empresas demandas toleraron a ciencia y paciencia


un comportamiento que puede constituir un delito continuado contra el
patrimonio, y se limitaron a facturar mensualmente el costo del bien mueble
sustraído por medio de una cometida fraudulenta; en consecuencia,
incumplieron durante todo este lapso su deber de actuar de acuerdo con la
ley vigente para poner término a tal situación irregular, y para procurar que
se exigiera la responsabilidad correspondiente al autor de la conducta
irregular detectada, así como se abstuvieron de reclamar de él el pago
correspondiente al daño y los perjuicios que ocasionó. Es indudable, en
consecuencia, que las empresas accionadas incurrieron de esa manera en
una vía de hecho, y con ella vulneraron los derechos fundamentales de la
actora al debido proceso y a la igualdad.”

44
Cfr. Sentencia T-927 de 1999 M.P.. Carlos Gaviria Díaz. La Corte analizó por primera vez el tema de la
solidaridad en el pago de los servicios públicos entre los propietarios y los arrendatarios de un inmueble, así como
las consecuencias derivadas del incumplimiento de las empresas de servicios públicos específicamente para obtener
la reconexión del servicio. En aquella oportunidad ampararon los derechos a la igualdad y al debido proceso del
dueño de un inmueble, ante la omisión de la Electrificadora del Caribe de suspender el servicio de energía.
La responsabilidad solidaria entre el propietario de un inmueble
(generalmente el suscriptor) y su arrendatario (usuario) se quebranta ante
la negligencia de la empresa para suspender el servicio o adoptar las
medias pertinentes en caso de reconexiones fraudulentas. A partir de ese
momento “la entidad está voluntariamente suministrando el servicio y por lo
tanto no puede responsabilizar de la carga económica que de ello resulte al
propietario del inmueble”45

PRETENSIONES

De conformidad con los hechos narrados y pruebas aportadas


comedidamente me permito solicitar lo siguiente:

Declarar la ruptura de solidaridad entre el usuario o suscriptor prevista en


el parágrafo del artículo 130 de la Ley 142 de 1994 modificado por el
artículo 18 de la Ley 689 de 2001.

PRUEBAS QUE ANEXO A LA PRESENTE

 Copias de las facturas canceladas.

NOTIFICACIONES

Favor enviar la notificación de la presente en la calle 19A No. 7A-14 Los


Almendros de esta ciudad.

Cordialmente,

JUAN CARLOS ORTIZ CARRILLO


C.C. No. 88.196.577

Santa Marta, Febrero 1 de 2011

Señores
GASES DEL CARIBE S.A. E.S.P.
Ciudad

REF. Suscripción No. 2074128

45
Sentencia T-011 de 2003 M.P. Manuel José Cepeda. La Corte reiteró los criterios expuestos en la Sentencia T-
1225 de 2001.
JUAN CARLOS ORTIZ CARRILLO, mayor de edad, y residenciado
en esta ciudad, identificado como aparece al pie de mi firma, por
medio del presente escrito me dirijo a usted en forma respetuosa,
en calidad de propietario del inmueble ubicado en esta ciudad en
la carrera 19A No. 7A-14, con el fin de que sea atendida y resuelta
la siguiente petición, conforme lo disponen los artículos 23 de la
Constitución Nacional, 153 y 156 de la Ley 142 de 1994, artículo
123 del Decreto 2150 de 1995 y artículo 9 del Decreto 2223 de
1996 y por las razones de hecho y derecho que a continuación
expongo:

HECHOS

Con fecha 14 de septiembre de 2010, adquirí el bien inmueble


ubicado en la carrera 19 A No. 7A – 14, como consta en el acta de
remate y el certificado de tradición y libertad que anexo a la
presente, me acerque a las oficinas de la empresa para solicitar un
estado de cuenta y encuentro un monto total de $1.299.275 el cual
en su mayoría corresponde a una financiación hecha al anterior
propietario, la cual no estoy obligado a pagar, por lo que solicito
únicamente me sea cobrado el servicio de gas natural que se le
presta al inmueble.

PRETENSIONES

De conformidad con los hechos narrados y pruebas aportadas


comedidamente me permito solicitar lo siguiente:

27. Solicito sean retirados de la suscripción 2074128, mediante


la cual se le presta el servicio de gas natural a mi vivienda,
todos los conceptos adquiridos por el anterior propietario
mediante el crédito BRILLA, que aparecen en el estado de
cuenta.

PRUEBAS QUE ANEXO A LA PRESENTE

 Certificado de tradición y libertad impreso el 10 de Noviembre de


2010.

 Diligencia de Remate de fecha 14 de Septiembre de 2010.

 Estado de cuenta

NOTIFICACIONES

Favor enviar la notificación en la calle 19A No 7A -14 Los


Almendros de la ciudad de Santa Marta.

Cordialmente,
JUAN CARLOS ORTIZ CARRILLO
C.C. No. 88.196.577
Santa Marta, Febrero 1 de 2011

Señores
METROAGUA S.A. E.S.P.
Santa Marta

Ref.: Póliza No. 14893

JUAN CARLOS ORTIZ CARRILLO, mayor de edad, y residenciado en esta


ciudad, identificado como aparece al pie de mi firma, por medio del
presente escrito me dirijo a usted en forma respetuosa, en calidad de
propietario del inmueble ubicado en esta ciudad en la carrera 19A
No. 7A-14, con el fin de que sea atendida y resuelta la siguiente petición,
conforme lo disponen los artículos 23 de la Constitución Nacional, 153 y
156 de la Ley 142 de 1994, artículo 123 del Decreto 2150 de 1995 y
artículo 9 del Decreto 2223 de 1996 y por las razones de hecho y derecho
que a continuación expongo:

HECHOS

89. El 14 de Septiembre de 2010, adquirí el inmueble ubicado en la


carrera 19A No. 7A - 14 de esta ciudad, como consta en el Acta de
Remate de fecha 24 de Septiembre de 2010, del Juzgado Séptimo Civil
Municipal de Santa Marta.

90. De acuerdo con el artículo 669 del Código Civil Colombiano, el


dominio o propiedad es el derecho real en una cosa corporal, para gozar
y disponer arbitrariamente, no siendo contra ley o contra derecho ajeno.

91. En vista de que la empresa Electricaribe envía funcionarios a


suspenderme el servicio de energía, ya que no estoy obligado a pagar
los servicios dejados por el anterior propietario por un valor total de
$8.623.837.71 según el estado de cuenta con fecha de edición
19/01/2011. Solicito el rompimiento de la solidaridad que establece el
artículo 130 de la Ley 142 de 1994 modificado por el artículo 18 de la
Ley 689 de 2001.

92. En un caso idéntico, la Corte Constitucional se pronunció y dijo que:

(…)

2. El asunto bajo revisión.

La señora Berlis del Carmen Roa Escobar presentó acción de


tutela contra la Electrificadora del Caribe S. A. E.S.P con el
propósito de obtener la protección de sus derechos fundamentales
al debido proceso y a la igualdad. En consecuencia, solicita se
ordene a la Empresa accionada reliquidar la deuda que recae
sobre el inmueble identificado con el Nic 2358105, y se deje sin
efecto el cobro de las facturas causadas desde el mes de agosto
de 1998.
3. Problema jurídico.

Corresponde en esta oportunidad a la Sala resolver si la Empresa


Electricaribe S.A. E.S.P violó los derechos fundamentales de la
accionante al exigirle el pago de las facturas dejadas de cancelar
desde agosto de 1998 por concepto de energía eléctrica bajo el
argumento de que no hay solidaridad pues la actora adquirió bajo
su responsabilidad el inmueble rematado.

Con el fin de resolver el problema jurídico planteado, la Sala: (i)


estudiará el tema de los servicios públicos domiciliarios y su
protección por la vía de la acción de tutela; (ii) analizará la
materia relacionada con el acceso a los servicios públicos
domiciliarios y su relación con los derechos fundamentales, (iii)
reiterará la jurisprudencia relacionada con el deber de
suspensión oportuna de los servicios por parte de las empresas
de servicios públicos domiciliarios. (iii) Por último, se referirá la
Corte al estudio del caso concreto.

4. Los servicios públicos domiciliarios y su protección por


la vía de la acción de tutela.

La acción de tutela se caracteriza por su naturaleza subsidiaria y


residual, por cuanto ella sólo procede en ausencia de otro
mecanismo de defensa judicial o cuando existiendo éste, la
persona se encuentra ante la posibilidad de sufrir un perjuicio
irremediable, que puede ser conjurado mediante una orden de
amparo transitorio.

En este punto conviene precisar que, a pesar de que en materia


de servicios públicos domiciliarios, los usuarios cuentan previo
agotamiento de la vía gubernativa, con las acciones ante la
Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo con el fin de
demandar los actos administrativos que lesionen sus derechos
para obtener su restablecimiento material; esta Corporación ha
dejado claro que, el amparo constitucional será procedente en los
eventos en que las conductas o decisiones de las empresas de
servicios públicos domiciliarios vulneren de manera evidente los
derechos constitucionales fundamentales, como la igualdad, la
vida, la dignidad humana, el debido proceso administrativo, entre
otros.

De esta manera, para decidir sobre el amparo solicitado contra


empresas prestadoras de los servicios públicos, el juez de tutela
deberá verificar en cada caso la vulneración o amenaza de un
derecho fundamental. Posteriormente valorará la existencia de
otro mecanismo de defensa judicial y analizará su eficacia para
la protección del derecho presuntamente vulnerado o amenazado.
5. El acceso a los servicios públicos domiciliarios y su
relación con los derechos fundamentales.

Esta Corporación en numerosos fallos de tutela ha puesto de


manifiesto la relación que existe entre los servicios públicos
domiciliarios y los derechos fundamentales. Así pues, en
sentencia T-1104 de 2005, la Corte Constitucional amparó el
acceso a los servicios públicos domiciliarios de una persona a
quien la EEPPM le había negado la conexión del servicio de
acueducto. Al respecto consideró la Sala de Revisión que “la
dignidad humana, concepto normativo de carácter fundamental,
se relaciona estrechamente con la garantía de las condiciones
materiales de existencia y dentro de ésta garantía se debe incluir,
sin duda alguna, la prestación de los servicios públicos esenciales
y, entre ellos, el de acueducto. Así pues, la falta de prestación de
éste servicio también está llamada a constituir una posible
violación del derecho que tienen todas las personas a vivir una
vida digna” 46.

(…)

7. El caso concreto.

Se demanda en este caso, la protección de los derechos


fundamentales de la accionante, para que, en consecuencia, se
ordene a ELECTRICARIBE S.S E.S.P proceder a reliquidar la
deuda que recae sobre el inmueble adquirido por la señora Berlys
del Carmen Roa Escobar en la diligencia de remate adelantada
en el Juzgado 18 Civil Municipal de Barranquilla el día 5 de julio
de 2006 y se deje sin efecto el cobro de las facturas causadas
desde el mes de agosto de 1998.

Recordemos que la actora, alega que adquirió el bien inmueble


sobre el cual recae la deuda por adjudicación del Juzgado 18 Civil
Municipal de Barranquilla dentro del proceso ejecutivo con título
hipotecario adelantado por Ligia de Jesús Pérez Buelvas contra
Luis Eduardo de las Salas Mejía y Aliria Mejía Mier de las Salas.

Respecto de las pretensiones alegadas en la demanda, y luego de


que la Empresa accionada descorriera el respectivo traslado
oponiéndose a todas y cada una de las peticiones de la
accionante, el Juzgado 9º Penal Municipal de Barranquilla
decidió desfavorablemente las súplicas del escrito tutelar al
declarar su improcedencia. De igual forma, el Juez de Segunda
Instancia confirmó el mencionado fallo al considerar que en este
caso, el recurso de amparo resultaba improcedente, habida
cuenta que la discusión se originaba en una pretensión
económica, pues se trataba de un asunto de facturación. Razón
por la cual, la actora pudo haber acudido ante la Jurisdicción de
lo Contencioso Administrativo por medio de la acción de nulidad y
restablecimiento del derecho, o de simple nulidad, y pedir dentro
del trámite respectivo se decretara la suspensión provisional de
46
Sentencia T-1104 de 2005. Se examinaba la tutela interpuesta por una persona a quien una empresa
prestadora de servicios públicos domiciliarios le negaba la conexión del servicio de acueducto. A juicio de la
Sala primera de revisión la conducta de la entidad demandada vulneraba los derechos fundamentales del
peticionario porque: “la Sala ve que la conducta de la empresa demandada, pese a que se soporta en unas
disposiciones normativas que en todo caso son de inferior rango jerárquico a la Constitución, toca y afecta
por lo menos los tres aspectos arriba señalados. En relación con el primero y el segundo de ellos, la EEPPM
está negando al actor la posibilidad de establecer un plan vital, de vivir como quiera, en particular en lo que
refiere al servicio de acueducto, obligándolo a perpetuar la incómoda situación. Ahora, en cuanto a la última
manifestación de la “vida digna” (vivir sin humillaciones) esta sentencia ya ha sido prolija en explicaciones
en relación con el mal que se le causa al señor Castro al obligarlo al asumir una situación de marginalidad
e ilegalidad”.
los actos administrativos expedidos por la empresa, mientras se
decidía de fondo.

A juicio de esta Sala de Revisión, no les asiste razón a los


jueces de instancia cuando niegan el amparo
constitucional, pues a pesar de la accionante cuenta con la
vía contencioso administrativa para zanjar el conflicto
planteado; la jurisprudencia de esta Corporación ha sido
clara en indicar que en los supuestos en que las conductas
o decisiones de las empresas de servicios públicos
domiciliarios vulneren de manera evidente el derecho de
acceso a los servicios públicos domiciliarios y sus derechos
constitucionales fundamentales conexos, tales como la
vida, la dignidad humana o el debido proceso, entre otros,
el amparo constitucional será procedente.

Concretamente, en el caso sub examine es posible evidenciar que


Electrocosta S. A. ESP está violando el derecho de acceso a los
servicios públicos domiciliario en conexidad con los derechos
fundamentales a la dignidad humana y el debido proceso de la
accionante, al suspender el servicio de energía eléctrica y exigirle
el pago de las facturas dejadas de cancelar desde el mes de
agosto de 1998, sin tener en cuenta que se había roto la
solidaridad entre la propietaria y el usuario porque la Empresa
accionada omitió su deber de suspensión oportuna de los
mencionados servicios al momento de verificar el incumpliendo en
el pago de las facturas dentro del término previsto en el contrato,
en dos períodos consecutivos.

Estima la Sala que, a fin de resolver el asunto sometido a


revisión, resulta de gran importancia aclarar que, para determinar
en cada caso concreto si existe o no vulneración del derecho de
acceso a los servicios públicos domiciliario y sus derechos
fundamentales conexos, debe hacerse la distinción entre si se
trata de un inmueble destinado a vivienda o por el contrario, el
bien está dedicado al desarrollo de una actividad comercial, pues
en el segundo evento resulta discutible que la no prestación del
servicio de energía por parte de la demandada, guarde una
relación de conexidad con derechos constitucionales
fundamentales tales como la vida o la dignidad humana, dado
que en estos caso resulta evidente que la afectación que pueda
padecer el usuario es simplemente patrimonial, por la misma
destinación del inmueble que no es otra que la meramente
lucrativa o económica.

A partir de un análisis general de las pruebas documentales


aportadas al proceso de tutela, en especial el acta de la diligencia
de entrega bien rematado es posible concluir que la accionante
adquirió el inmueble con el propósito de habitarlo. Así lo deja
saber el abogado de la accionante cuando durante la respectiva
diligencia de entrega del bien rematado manifiesta: “(…) el día 6
de noviembre de la presente anualidad llamó a mi cliente, una
señora quien manifestó ser la mamá de CARLOS DE LAS SALAS,
solicitando diez días de plazo más, a lo que mi cliente se negó,
ya que tenía compromiso de entrega del inmueble donde
vivía”47. De lo anteriormente trascrito puede colegirse sin
ninguna dificultad que, la señora Roa Escobar adquirió el
inmueble para habitarlo pues la vivienda que habitaba debía ser
entregada, circunstancia que evidencia aún más la vulneración de
los derechos fundamentales de la actora.

De acuerdo con lo narrado en el libelo de tutela, resulta un hecho


pacífico de debate, pues además no se controvirtió, que
Electricaribe S.A. le está cobrando en la actualidad a la parte
actora una suma superior a los DIECINUEVE MILLONES DE
PESOS por unas facturas no pagadas desde el año 1998, cuando
ella solo adquirió la titularidad del inmueble localizado en la Calle
70C No 27-20 de Barranquilla, a partir de la diligencia de entrega
que se realizó el 10 de noviembre de 2006 (folios 6 y 7).

Una deuda por ese concepto, subida a esos extremos, de rompe


advierte una incuria imputable a la Empresa de Servicios Públicos
por no haber cancelado el servicio de energía eléctrica en la
oportunidad debida, pues cuando se presentó el incumplimiento
de la obligación del pago de servicio del servicio público de
energía eléctrica por más de tres meses en el año 1998, ésta
debió dar lugar, por ministerio de la ley, al rompimiento de la
solidaridad entre el usuario del servicio y el propietario.

Nótese que, en el caso sub examine, si bien la Empresa canceló el


servicio y dio por terminado el contrato en una forma
EVIDENTEMENTE TARDÍA, PUES SOLAMENTE ELLO SE HIZO EN
DICIEMBRE DE 2006, según se desprende de la contestación de
la entidad (folio 54), mal puede exigirle a la nueva titular del
derecho real de dominio sobre el inmueble identificado con el No
de matrícula inmobiliaria 040-102746, el pago de la facturación
completa que se adeuda por causas imputables solamente a ella.
Así, como lo dijera esta misma Corporación, “no es admisible que
la negligencia para cumplir con las obligaciones a su cargo pueda
repercutir en la afectación de los derechos del propietario del
inmueble…”48

Una interpretación diversa, sería un craso desconocimiento del


principio de la buena fe, elevado en pocas Constituciones del
mundo a rango constitucional (Art. 83 C.P.), así como el de la regla
que deriva de ese postulado, representado en el brocardo nemo
auditur propriam turpitudinem allegans.

Además, debe recordarse que si la empresa omite un deber


impuesto por la Ley, como lo es el de suspender el servicio en
caso de mora, no puede trasladar los efectos de su proceder a
terceras personas, pues con ello abusa de su posición dominante
frente a los usuarios o suscriptores.

Lo anterior encuentra firme asidero en las disposiciones legales


que regulan la materia, según las cuales las empresas de
servicios públicos domiciliarios están en la obligación de
suspender el servicio si el propietario o poseedor del inmueble el

47
Folio 30 del cuaderno 1.
48
Sentencia T-1432 de 2000
usuario o suscriptor incumple su obligación de pagar
oportunamente las prestaciones facturadas dentro del término
previsto en el contrato, en dos períodos consecutivos, No obstante,
si las mencionadas Empresas desconocen la correspondiente
obligación, la ley dispone que se rompe la solidaridad entre el
propietario o poseedor del inmueble, el usuario y el suscriptor del
contrato de condiciones uniformes.

Ello se justifica también, porque, tal como lo ha advertido la Corte


Constitucional los artículos 130 y 140 de la ley 142 de 1994
constituyen “un parámetro de equilibrio contractual y de garantía
de la equidad que debe reinar entre las partes, que buscan
proteger tanto al propietario de un inmueble como a la E.S.P. Por
un lado, se garantiza la suspensión del servicio a partir de la
mora en el pago de un número determinado de las facturas y, por
tanto, se prescribe un límite material de crecimiento de la deuda.
De otra parte, la suspensión misma constituye un mecanismo de
coacción en favor del pago del crédito”.49

Por tanto, y atendiendo lo dispuesto en el artículo 130 de la ley


142 de 1994, se declarará la ruptura de la solidaridad prevista
en la ley y en consecuencia procede el amparo deprecado por la
accionante, para lo cual se dispondrá revocar la sentencias
proferidas por el Juzgado Noveno Penal Municipal de Barranquilla
el veinticuatro (24) de abril de 2007 y el Juzgado Octavo Penal del
Circuito de ese mismo Distrito Judicial el quince (15) de junio de
2007.

En consecuencia, se ordenará a ELECTRICARIBE S.A. E.S.P, que


dentro de las cuarenta y ocho (48) horas siguientes a la
notificación de la presente providencia, si aún no lo hubiere
hecho, declare la ruptura de la solidaridad y efectúe las
liquidaciones a cargo de la señora Berlys del Carmen Roa
Escobar, propietaria del inmueble, correspondientes a las tres
primeras facturas, más los gastos de reinstalación y reconexión,
así como los recargos por dicho concepto, siempre y cuando el
servicio de energía eléctrica hubiere sido suspendido. En tal caso,
una vez efectuado el pago de dichos valores, la E.S.P. procederá a
efectuar la reconexión inmediata del servicio.

93. Así las cosas, reconozco ser solidaria únicamente con las tres (3)
primeras facturas dejadas de cancelar por el anterior propietario.

PRETENSIONES

De conformidad con los hechos narrados y pruebas aportadas


comedidamente me permito solicitar lo siguiente:

28. Declarar la ruptura de solidaridad entre el usuario o suscriptor


prevista en el parágrafo del artículo 130 de la Ley 142 de 1994
modificado por el artículo 18 de la Ley 689 de 2001.

49
Sentencia Corte Constitucional T- 636 de 2006.
29. Que se me haga entrega de las tres (3) primeras facturas dejadas de
cancelar por el anterior propietario, para cancelarlas.

PRUEBAS QUE ANEXO A LA PRESENTE

 Certificado de tradición y libertad impreso el 10 de Noviembre de 2010.

 Diligencia de Remate de fecha 14 de Septiembre de 2010.

 Estado de cuenta de fecha de edición 18/01/2011.

NOTIFICACIONES

Favor enviar la notificación en la calle 19A No 7A -14 Los Almendros de la


ciudad de Santa Marta.

Cordialmente,

JUAN CARLOS ORTIZ CARRILLO


C.C. No. 88.196.577
Santa Marta, Febrero 1 de 2011

Señores
ELECTRICARIBE S.A. E.S.P.
Santa Marta

Ref.: Derecho de petición. NIC. 1039468

JUAN CARLOS ORTIZ CARRILLO, mayor de edad, y residenciado en esta


ciudad, identificado como aparece al pie de mi firma, por medio del
presente escrito me dirijo a usted en forma respetuosa, en calidad de
propietario del inmueble ubicado en esta ciudad en la carrera 19A
No. 7A-14, con el fin de que sea atendida y resuelta la siguiente petición,
conforme lo disponen los artículos 23 de la Constitución Nacional, 153 y
156 de la Ley 142 de 1994, artículo 123 del Decreto 2150 de 1995 y
artículo 9 del Decreto 2223 de 1996 y por las razones de hecho y derecho
que a continuación expongo:

HECHOS

94. El 14 de Septiembre de 2010, adquirí el inmueble ubicado en la


carrera 19A No. 7A - 14 de esta ciudad, como consta en el Acta de
Remate de fecha 24 de Septiembre de 2010, del Juzgado Séptimo Civil
Municipal de Santa Marta.

95. De acuerdo con el artículo 669 del Código Civil Colombiano, el


dominio o propiedad es el derecho real en una cosa corporal, para gozar
y disponer arbitrariamente, no siendo contra ley o contra derecho ajeno.

96. En vista de que la empresa Electricaribe envía funcionarios a


suspenderme el servicio de energía, ya que no estoy obligado a pagar
los servicios dejados por el anterior propietario por un valor total de
$8.623.837.71 según el estado de cuenta con fecha de edición
19/01/2011. Solicito el rompimiento de la solidaridad que establece el
artículo 130 de la Ley 142 de 1994 modificado por el artículo 18 de la
Ley 689 de 2001.

97. En un caso idéntico, la Corte Constitucional se pronunció y dijo que:

(…)

2. El asunto bajo revisión.

La señora Berlis del Carmen Roa Escobar presentó acción de


tutela contra la Electrificadora del Caribe S. A. E.S.P con el
propósito de obtener la protección de sus derechos fundamentales
al debido proceso y a la igualdad. En consecuencia, solicita se
ordene a la Empresa accionada reliquidar la deuda que recae
sobre el inmueble identificado con el Nic 2358105, y se deje sin
efecto el cobro de las facturas causadas desde el mes de agosto
de 1998.
3. Problema jurídico.

Corresponde en esta oportunidad a la Sala resolver si la Empresa


Electricaribe S.A. E.S.P violó los derechos fundamentales de la
accionante al exigirle el pago de las facturas dejadas de cancelar
desde agosto de 1998 por concepto de energía eléctrica bajo el
argumento de que no hay solidaridad pues la actora adquirió bajo
su responsabilidad el inmueble rematado.

Con el fin de resolver el problema jurídico planteado, la Sala: (i)


estudiará el tema de los servicios públicos domiciliarios y su
protección por la vía de la acción de tutela; (ii) analizará la
materia relacionada con el acceso a los servicios públicos
domiciliarios y su relación con los derechos fundamentales, (iii)
reiterará la jurisprudencia relacionada con el deber de
suspensión oportuna de los servicios por parte de las empresas
de servicios públicos domiciliarios. (iii) Por último, se referirá la
Corte al estudio del caso concreto.

4. Los servicios públicos domiciliarios y su protección por


la vía de la acción de tutela.

La acción de tutela se caracteriza por su naturaleza subsidiaria y


residual, por cuanto ella sólo procede en ausencia de otro
mecanismo de defensa judicial o cuando existiendo éste, la
persona se encuentra ante la posibilidad de sufrir un perjuicio
irremediable, que puede ser conjurado mediante una orden de
amparo transitorio.

En este punto conviene precisar que, a pesar de que en materia


de servicios públicos domiciliarios, los usuarios cuentan previo
agotamiento de la vía gubernativa, con las acciones ante la
Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo con el fin de
demandar los actos administrativos que lesionen sus derechos
para obtener su restablecimiento material; esta Corporación ha
dejado claro que, el amparo constitucional será procedente en los
eventos en que las conductas o decisiones de las empresas de
servicios públicos domiciliarios vulneren de manera evidente los
derechos constitucionales fundamentales, como la igualdad, la
vida, la dignidad humana, el debido proceso administrativo, entre
otros.

De esta manera, para decidir sobre el amparo solicitado contra


empresas prestadoras de los servicios públicos, el juez de tutela
deberá verificar en cada caso la vulneración o amenaza de un
derecho fundamental. Posteriormente valorará la existencia de
otro mecanismo de defensa judicial y analizará su eficacia para
la protección del derecho presuntamente vulnerado o amenazado.
5. El acceso a los servicios públicos domiciliarios y su
relación con los derechos fundamentales.

Esta Corporación en numerosos fallos de tutela ha puesto de


manifiesto la relación que existe entre los servicios públicos
domiciliarios y los derechos fundamentales. Así pues, en
sentencia T-1104 de 2005, la Corte Constitucional amparó el
acceso a los servicios públicos domiciliarios de una persona a
quien la EEPPM le había negado la conexión del servicio de
acueducto. Al respecto consideró la Sala de Revisión que “la
dignidad humana, concepto normativo de carácter fundamental,
se relaciona estrechamente con la garantía de las condiciones
materiales de existencia y dentro de ésta garantía se debe incluir,
sin duda alguna, la prestación de los servicios públicos esenciales
y, entre ellos, el de acueducto. Así pues, la falta de prestación de
éste servicio también está llamada a constituir una posible
violación del derecho que tienen todas las personas a vivir una
vida digna” 50.

(…)

7. El caso concreto.

Se demanda en este caso, la protección de los derechos


fundamentales de la accionante, para que, en consecuencia, se
ordene a ELECTRICARIBE S.S E.S.P proceder a reliquidar la
deuda que recae sobre el inmueble adquirido por la señora Berlys
del Carmen Roa Escobar en la diligencia de remate adelantada
en el Juzgado 18 Civil Municipal de Barranquilla el día 5 de julio
de 2006 y se deje sin efecto el cobro de las facturas causadas
desde el mes de agosto de 1998.

Recordemos que la actora, alega que adquirió el bien inmueble


sobre el cual recae la deuda por adjudicación del Juzgado 18 Civil
Municipal de Barranquilla dentro del proceso ejecutivo con título
hipotecario adelantado por Ligia de Jesús Pérez Buelvas contra
Luis Eduardo de las Salas Mejía y Aliria Mejía Mier de las Salas.

Respecto de las pretensiones alegadas en la demanda, y luego de


que la Empresa accionada descorriera el respectivo traslado
oponiéndose a todas y cada una de las peticiones de la
accionante, el Juzgado 9º Penal Municipal de Barranquilla
decidió desfavorablemente las súplicas del escrito tutelar al
declarar su improcedencia. De igual forma, el Juez de Segunda
Instancia confirmó el mencionado fallo al considerar que en este
caso, el recurso de amparo resultaba improcedente, habida
cuenta que la discusión se originaba en una pretensión
económica, pues se trataba de un asunto de facturación. Razón
por la cual, la actora pudo haber acudido ante la Jurisdicción de
lo Contencioso Administrativo por medio de la acción de nulidad y
restablecimiento del derecho, o de simple nulidad, y pedir dentro
del trámite respectivo se decretara la suspensión provisional de
50
Sentencia T-1104 de 2005. Se examinaba la tutela interpuesta por una persona a quien una empresa
prestadora de servicios públicos domiciliarios le negaba la conexión del servicio de acueducto. A juicio de la
Sala primera de revisión la conducta de la entidad demandada vulneraba los derechos fundamentales del
peticionario porque: “la Sala ve que la conducta de la empresa demandada, pese a que se soporta en unas
disposiciones normativas que en todo caso son de inferior rango jerárquico a la Constitución, toca y afecta
por lo menos los tres aspectos arriba señalados. En relación con el primero y el segundo de ellos, la EEPPM
está negando al actor la posibilidad de establecer un plan vital, de vivir como quiera, en particular en lo que
refiere al servicio de acueducto, obligándolo a perpetuar la incómoda situación. Ahora, en cuanto a la última
manifestación de la “vida digna” (vivir sin humillaciones) esta sentencia ya ha sido prolija en explicaciones
en relación con el mal que se le causa al señor Castro al obligarlo al asumir una situación de marginalidad
e ilegalidad”.
los actos administrativos expedidos por la empresa, mientras se
decidía de fondo.

A juicio de esta Sala de Revisión, no les asiste razón a los


jueces de instancia cuando niegan el amparo
constitucional, pues a pesar de la accionante cuenta con la
vía contencioso administrativa para zanjar el conflicto
planteado; la jurisprudencia de esta Corporación ha sido
clara en indicar que en los supuestos en que las conductas
o decisiones de las empresas de servicios públicos
domiciliarios vulneren de manera evidente el derecho de
acceso a los servicios públicos domiciliarios y sus derechos
constitucionales fundamentales conexos, tales como la
vida, la dignidad humana o el debido proceso, entre otros,
el amparo constitucional será procedente.

Concretamente, en el caso sub examine es posible evidenciar que


Electrocosta S. A. ESP está violando el derecho de acceso a los
servicios públicos domiciliario en conexidad con los derechos
fundamentales a la dignidad humana y el debido proceso de la
accionante, al suspender el servicio de energía eléctrica y exigirle
el pago de las facturas dejadas de cancelar desde el mes de
agosto de 1998, sin tener en cuenta que se había roto la
solidaridad entre la propietaria y el usuario porque la Empresa
accionada omitió su deber de suspensión oportuna de los
mencionados servicios al momento de verificar el incumpliendo en
el pago de las facturas dentro del término previsto en el contrato,
en dos períodos consecutivos.

Estima la Sala que, a fin de resolver el asunto sometido a


revisión, resulta de gran importancia aclarar que, para determinar
en cada caso concreto si existe o no vulneración del derecho de
acceso a los servicios públicos domiciliario y sus derechos
fundamentales conexos, debe hacerse la distinción entre si se
trata de un inmueble destinado a vivienda o por el contrario, el
bien está dedicado al desarrollo de una actividad comercial, pues
en el segundo evento resulta discutible que la no prestación del
servicio de energía por parte de la demandada, guarde una
relación de conexidad con derechos constitucionales
fundamentales tales como la vida o la dignidad humana, dado
que en estos caso resulta evidente que la afectación que pueda
padecer el usuario es simplemente patrimonial, por la misma
destinación del inmueble que no es otra que la meramente
lucrativa o económica.

A partir de un análisis general de las pruebas documentales


aportadas al proceso de tutela, en especial el acta de la diligencia
de entrega bien rematado es posible concluir que la accionante
adquirió el inmueble con el propósito de habitarlo. Así lo deja
saber el abogado de la accionante cuando durante la respectiva
diligencia de entrega del bien rematado manifiesta: “(…) el día 6
de noviembre de la presente anualidad llamó a mi cliente, una
señora quien manifestó ser la mamá de CARLOS DE LAS SALAS,
solicitando diez días de plazo más, a lo que mi cliente se negó,
ya que tenía compromiso de entrega del inmueble donde
vivía”51. De lo anteriormente trascrito puede colegirse sin
ninguna dificultad que, la señora Roa Escobar adquirió el
inmueble para habitarlo pues la vivienda que habitaba debía ser
entregada, circunstancia que evidencia aún más la vulneración de
los derechos fundamentales de la actora.

De acuerdo con lo narrado en el libelo de tutela, resulta un hecho


pacífico de debate, pues además no se controvirtió, que
Electricaribe S.A. le está cobrando en la actualidad a la parte
actora una suma superior a los DIECINUEVE MILLONES DE
PESOS por unas facturas no pagadas desde el año 1998, cuando
ella solo adquirió la titularidad del inmueble localizado en la Calle
70C No 27-20 de Barranquilla, a partir de la diligencia de entrega
que se realizó el 10 de noviembre de 2006 (folios 6 y 7).

Una deuda por ese concepto, subida a esos extremos, de rompe


advierte una incuria imputable a la Empresa de Servicios Públicos
por no haber cancelado el servicio de energía eléctrica en la
oportunidad debida, pues cuando se presentó el incumplimiento
de la obligación del pago de servicio del servicio público de
energía eléctrica por más de tres meses en el año 1998, ésta
debió dar lugar, por ministerio de la ley, al rompimiento de la
solidaridad entre el usuario del servicio y el propietario.

Nótese que, en el caso sub examine, si bien la Empresa canceló el


servicio y dio por terminado el contrato en una forma
EVIDENTEMENTE TARDÍA, PUES SOLAMENTE ELLO SE HIZO EN
DICIEMBRE DE 2006, según se desprende de la contestación de
la entidad (folio 54), mal puede exigirle a la nueva titular del
derecho real de dominio sobre el inmueble identificado con el No
de matrícula inmobiliaria 040-102746, el pago de la facturación
completa que se adeuda por causas imputables solamente a ella.
Así, como lo dijera esta misma Corporación, “no es admisible que
la negligencia para cumplir con las obligaciones a su cargo pueda
repercutir en la afectación de los derechos del propietario del
inmueble…”52

Una interpretación diversa, sería un craso desconocimiento del


principio de la buena fe, elevado en pocas Constituciones del
mundo a rango constitucional (Art. 83 C.P.), así como el de la regla
que deriva de ese postulado, representado en el brocardo nemo
auditur propriam turpitudinem allegans.

Además, debe recordarse que si la empresa omite un deber


impuesto por la Ley, como lo es el de suspender el servicio en
caso de mora, no puede trasladar los efectos de su proceder a
terceras personas, pues con ello abusa de su posición dominante
frente a los usuarios o suscriptores.

Lo anterior encuentra firme asidero en las disposiciones legales


que regulan la materia, según las cuales las empresas de
servicios públicos domiciliarios están en la obligación de
suspender el servicio si el propietario o poseedor del inmueble el

51
Folio 30 del cuaderno 1.
52
Sentencia T-1432 de 2000
usuario o suscriptor incumple su obligación de pagar
oportunamente las prestaciones facturadas dentro del término
previsto en el contrato, en dos períodos consecutivos, No obstante,
si las mencionadas Empresas desconocen la correspondiente
obligación, la ley dispone que se rompe la solidaridad entre el
propietario o poseedor del inmueble, el usuario y el suscriptor del
contrato de condiciones uniformes.

Ello se justifica también, porque, tal como lo ha advertido la Corte


Constitucional los artículos 130 y 140 de la ley 142 de 1994
constituyen “un parámetro de equilibrio contractual y de garantía
de la equidad que debe reinar entre las partes, que buscan
proteger tanto al propietario de un inmueble como a la E.S.P. Por
un lado, se garantiza la suspensión del servicio a partir de la
mora en el pago de un número determinado de las facturas y, por
tanto, se prescribe un límite material de crecimiento de la deuda.
De otra parte, la suspensión misma constituye un mecanismo de
coacción en favor del pago del crédito”.53

Por tanto, y atendiendo lo dispuesto en el artículo 130 de la ley


142 de 1994, se declarará la ruptura de la solidaridad prevista
en la ley y en consecuencia procede el amparo deprecado por la
accionante, para lo cual se dispondrá revocar la sentencias
proferidas por el Juzgado Noveno Penal Municipal de Barranquilla
el veinticuatro (24) de abril de 2007 y el Juzgado Octavo Penal del
Circuito de ese mismo Distrito Judicial el quince (15) de junio de
2007.

En consecuencia, se ordenará a ELECTRICARIBE S.A. E.S.P, que


dentro de las cuarenta y ocho (48) horas siguientes a la
notificación de la presente providencia, si aún no lo hubiere
hecho, declare la ruptura de la solidaridad y efectúe las
liquidaciones a cargo de la señora Berlys del Carmen Roa
Escobar, propietaria del inmueble, correspondientes a las tres
primeras facturas, más los gastos de reinstalación y reconexión,
así como los recargos por dicho concepto, siempre y cuando el
servicio de energía eléctrica hubiere sido suspendido. En tal caso,
una vez efectuado el pago de dichos valores, la E.S.P. procederá a
efectuar la reconexión inmediata del servicio.

98. Así las cosas, reconozco ser solidaria únicamente con las tres (3)
primeras facturas dejadas de cancelar por el anterior propietario.

PRETENSIONES

De conformidad con los hechos narrados y pruebas aportadas


comedidamente me permito solicitar lo siguiente:

30. Declarar la ruptura de solidaridad entre el usuario o suscriptor


prevista en el parágrafo del artículo 130 de la Ley 142 de 1994
modificado por el artículo 18 de la Ley 689 de 2001.

53
Sentencia Corte Constitucional T- 636 de 2006.
31. Que se me haga entrega de las tres (3) primeras facturas dejadas de
cancelar por el anterior propietario, para cancelarlas.

PRUEBAS QUE ANEXO A LA PRESENTE

 Certificado de tradición y libertad impreso el 10 de Noviembre de 2010.

 Diligencia de Remate de fecha 14 de Septiembre de 2010.

 Estado de cuenta de fecha de edición 18/01/2011.

NOTIFICACIONES

Favor enviar la notificación en la calle 19A No 7A -14 Los Almendros de la


ciudad de Santa Marta.

Cordialmente,

JUAN CARLOS ORTIZ CARRILLO


C.C. No. 88.196.577
Santa Marta, Octubre 12 de 2010

Señor
JULIO BONILLA RODELO
Gerente Electricaribe S. A. E.S.P.
Santa Marta

Ref.: Recurso de Reposición y apelación. NIC. 1050681

JORGE IVAN BEDOYA GONZÁLEZ, mayor de edad, y residenciado en esta


ciudad, identificado como aparece al pie de mi firma, por medio del
presente escrito me dirijo a usted en forma respetuosa, en calidad de
propietario del inmueble ubicado en esta ciudad, para interponer recurso
de reposición y en subsidio de apelación ante la Superintendencia de
Servicios Públicos Domiciliarios, para que se modifique o revoque la
decisión tomada por la empresa mediante decisión empresarial de fecha 27
de Septiembre de 2010, radicado RE 911293

HECHOS

99. El 24 de agosto de 2010, adquirí el inmueble ubicado en esta


ciudad, como consta en la Promesa de Contrato de Compraventa de la
Notaría Primera del Círculo de Santa Marta.

100. Posterior a la compraventa, me enteré que el bien tenía una deuda


por los servicios de energía, aseo y alumbrado público.

101. La empresa manifiesta que debo cancelar la totalidad de la


obligación para gozar del servicio, ya que en estos casos opera la cesión
de contrato conforme a lo dispuesto en el artículo 129 de la Ley 142 de
1994.

102. Con relación a la cesión del contrato dispuesta en el artículo 10 de la


Resolución 108 de la CREG, es de recordar el literal d), que nos señala:

d) Cuando el suscriptor siendo el propietario de un inmueble


urbano, lo enajena y opera la cesión del contrato de servicios
públicos, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 129 de la Ley
142 de 1994. En este evento bastará que cualquiera de las partes
informe a la empresa este hecho para que ella proceda a tomar
nota de la cesión y de la liberación del suscriptor inicial. En los
caos en que por acuerdo entre el comprador y el vendedor
del inmueble urbano, no opere la cesión de pleno derecho
del contrato de servicios públicos, el suscriptor podrá
liberarse de las obligaciones derivadas de éste, anexando
documento ne le cual el nuevo propietario del inmueble
manifieste su consentimiento para asumir las obligaciones
como suscriptor del contrato de servicios públicos (la negrita
y subrayados son míos).

Si analizamos la anterior norma podemos advertir que para que


opere la cesión de la obligación del suscriptor del caso que nos
ocupa debe existir pleno consentimiento del nuevo propietario, y yo
como nuevo propietario en ningún momento he aceptado cancelar
la deuda que recae actualmente sobre el inmueble, como lo
demuestro con la promesa de compraventa registrada en la Notaría
Primera del Círculo de Santa Marta del 24 de agosto de 2010.

103. En tal sentido, resulta preciso, citar las ACTAS DEL COMITÉ DEL
DEPARTAMENTO JURÍDICO DE LA S.S.P.D., donde se han evaluados
casos idénticos como el que nos ocupa, en donde el fallo que se le
sugiere a los abogados externos de la S.S.P.D. en estos casos es el
siguiente:

FALLO SUGERENCIA
RADICADO EMPRESA PROYECTOR CUANTÍA
PROYECTOR COMITÉ
Un usuario
adquirió un
inmueble en
remate y la
empresa le
está cobrando
por
solidaridad al
usuario la
EL COMITÉ
deuda que
ACOGE FALLO
presenta el
PERO
inmueble. El
SUGIERE QUE
proyecto de
SE HAGA
fallo es
CLARIDAD
revocar
2004-850- VLADIMIR QUE EL
EMCALI $12.003.779 teniendo en
006192-2 ESTRELLA CONTRATO
cuenta que
ESTABA
existen
TERMINADO
múltiples
AL MOMENTO
órdenes de
DEL REMATE
suspensión,
Y QUE NO SE
pero no de
CEDIÓ.
reconexión,
observándose
que la
empresa
incumplió con
la obligación
de suspender
efectivamente
el servicio.
2005-850- EMCALI RAMIRO 2.891.215 El usuario COMITÉ
001814-2 TORRES solicita que se ACOGE FALLO
le retire la
cartera del
predio que
adquirió en el
año 2003 y
que se le
cobre a la
anterior
propietaria y
ya se
encontraba
contado el
servicio por
falta de mora.
PROPUESTA
DE FALLO:
REVOCAR
POR CUANTO
LA FECHA DE
ADQUISICIÓN
YA NO
EXISTÍA
CONTRATO
DE
SERVICIOS.
El usuario
solicita no se
le efectúe el
cobro de una
deuda que
tenía un
predio
adquirido en
remate y que
ya tenía el
servicio de
acueducto y
energía
cortados y con
acuerdos de
pago con el
anterior
propietario.
La empresa
dice que el
nuevo
2005-850- RAMIRO COMITÉ
EMCALI 8.478.123 propietario es
000617-2 TORRES ACOGE FALLO
solidario con
le anterior en
las deudas del
inmueble.
PROPUESTA
DE FALLO:
REVOCAR
POR CUANTO
PARA LA
ÉPOCA DE LA
ADQUISICIÓN
NO EXISTÍA
CONTRATO
DE
SERVICIOS
PÚBLICOS Y
POR QUE
EXISTIÓ UN
ACUERDO DE
PAGO CON
LE ANTERIOR
2004-850- EMCALI LUZ 16.440.708 Facturación. EL COMITÉ
005418-2 ESPERANZA La usuaria ACOGE EL
MUÑOZ adquirió en FALLO.
abril de 2004 SUGIERE QUE
el inmueble y EN EL
tenía deuda y RESUELVE SE
que no tiene PRECISE EN
porque QUE SENTIDO
pagarla,. La SE REVOCA.
empresa le
dice que debe
pagar la
obligación ya
que debió
averiguar si
los servicios
estaban al
día. La
empresa
precisa que el
servicio fue
cortado desde
el 2001.
PROYECTO
DE FALLO:
REVOCAR
POR CUANTO
EL SERVICIO
ESTÁ
CORTADO Y
POR LO
TANTO NO
OCURRIÓ LA
CESIÓN DEL
CONTRATO.
Facturación.
El usuario
adquirió el
inmueble pero
el predio
muestra una EL COMITÉ NO
deuda grande. ACOGE EL
La empresa le FALLO Y
contesta que SUGIERE QUE
se presentó la SEA
cesión del REVOCATORIO
2004-840- LUIS CARLOS
39.531.132 contrato y que POR CUANTO
005763-2 MALDONADO
debía ser CUANDO EL
diligente en ADQUIRIENTE
saber cómo COMPRÓ YA
está la NO ESTABA
condición del VIGENTE EL
inmueble. El CONTRATO.
contrato está
vigente.
Propuesta del
fallo:
confirmar

104. A lo anterior, se agrega la noticia publicada en NOTIFAX para el


cumplimiento de las funciones de la S.S.P.D.

NOTIFAX
Año 12 – Bogotá, jueves 6 de octubre de 2005-03-21
Edición 3361 ISSN 1657 – 0391

391. Negativa de una ESP a instalar nuevos servicios en


inmueble que fue vendido y el propietario anterior debe
algunos consumos. La ley 142/94 señala que es obligación de la
empresa suspender el servicio por no pago del mismo, dentro del
término estipulado en el contrato de condiciones uniformes, el cual
no puede exceder de dos periodos de facturación cuando ésta sea
bimestral y tres periodos cuando sea mensual. Si la empresa fue
negligente y no suspendió el servicio dentro del término previsto en
le contrato, sólo le puede exigir al propietario del inmueble el pago
solidario de las sumas adeudadas hasta el momento en que la
empresa estaba obligada a suspender el servicio. Los valores
causados desde la fecha en que tenía que suspender el servicio los
paga el arrendatario. Ahora bien, el artículo 129 de la misma ley
señala que en la enajenación de bienes raíces urbanos se entienden
cedidos todos los contratos de servicios públicos, salvo que las
partes acuerden otra cosa. De tal manera que si las partes del
contrato de venta del bien inmueble no acordaron nada respecto de
los servicios públicos, operaría la solidaridad en el pago de éstos,
pero sólo hasta el monto en que debió la empresa suspender el
servicio. Una vez que el propietario pague la suma que le
corresponde, la empresa está obligada a restablecer el servicio o
debe instalar nuevas líneas, si el nuevo propietario lo solicita.

105. En un caso idéntico la señora ARTENSI VÁSQUEZ COLINA,


presentó Acción de Tutela, por los mismos hechos y conoció de esta
demanda en el Juzgado Cuarto Civil Municipal, a primera instancia
fue a favor de la señora ARTENSI VÁSQUEZ COLINA, por su parte
la empresa Electricaribe impugnó el fallo de primera instancia,
conociendo de esta en el Juzgado Segundo Civil del Circuito, quien
confirmó el fallo de primera instancia.

106. La empresa me manifiesta que para presentar el Recurso de


Reposición en subsidio de apelación ante la Superintendencia de
Servicios Públicos Domiciliarios, debo dar cumplimiento a lo dispuesto
en el artículo 155 inciso 2º de la Ley 142 de 1994, esta norma nos
señala que “para recurrir el suscriptor o usuario deberá acreditar el
pago de las sumas que no han sido objeto de recursos, o del promedio
de consumo de los últimos cinco (5) periodos de facturación”, en este
caso cancelo los periodos de Marzo, Abril y Julio del año 2009 de las
tres (03) primeras facturas dejadas de cancelar por el anterior
propietario.

A la luz de la anterior prueba, se determina que le usuario cumplió


con los requisitos legales exigidos para recurrir.

Sobre el particular, resulta oportuno citar las ACTAS DEL COMITÉ DEL
DEPARTAMENTO JURÍDICO DE LA S.S.P.D., donde se han evaluado
casos idénticos como el que nos ocupa en donde el recurrente cancela lo
que reconoce deber, en estas oportunidades el comité sugiere revocar el
fallo y conceder la apelación.

FALLO SUGERENCIA
RADICADO EMPRESA PROYECTOR CUANTÍA
PROYECTOR COMITÉ
DIRECCIÓN
TERRITORIAL
NORTE
2005-820- TRIPLE A ALBERTO 1.335.667 RECURSO DE Comité
005740-2 MARIO JUBIS QUEJA. El sugiere
usuario revocar el fallo
reclama por el de la empresa
cobro de 14 teniendo en
facturas en cuanta que a
mora, la folio 5 del
empresa expediente se
declara no encuentra
procedente la copia de
reclamación. Y consignación
concede los de los dineros
recursos. La que él cree
empresa deber. Como
rechaza el la empresa no
recurso por resolvió el
incumplimiento recurso de
del usuario a lo reposición,
dispuesto en el debe
ARt. 155 de la ordenarse que
Ley 142 de se resuelva y
1994: se conceda la
propuesta de apelación si
fallo confirmar no se resuelve
como quiera a su favor.
que el usuario
no canceló las
sumas no
reclamadas.

PRETENSIONES

De conformidad con los hechos narrados y pruebas aportadas


comedidamente me permito solicitar lo siguiente:

Declarar la ruptura de solidaridad entre el usuario o suscriptor prevista en


el parágrafo del artículo 130 de la Ley 142 de 1994 modificado por el
artículo 18 de la Ley 689 de 2001.

PRUEBAS QUE ANEXO A LA PRESENTE

 Copia de los fallos de primera instancia del Juzgado Cuarto Civil


Municipal de Santa Marta y copia del fallo en segunda instancia del
Juzgado Segundo Civil del Circuito.

NOTIFICACIONES

Favor enviar la notificación de la presente en la calle 11 No. 8-100 de esta


ciudad.

Cordialmente,

JORGE IVAN BEDOYA GONZÁLEZ


C.C. No. 70.722.901 de Sonson – Antioquia
Santa Marta, Septiembre 22 de 2010

Señores
ELECTRICARIBE S.A. E.S.P.
Santa Marta

Ref.: Derecho de petición. NIC. 1050681

JORGE IVAN BEDOYA GONZÁLEZ, mayor de edad, y residenciado en esta


ciudad, identificado como aparece al pie de mi firma, por medio del
presente escrito me dirijo a usted en forma respetuosa, en calidad de
propietario del inmueble ubicado en esta ciudad en la calle 14 No.
25 - 28, con el fin de que sea atendida y resuelta la siguiente petición,
conforme lo disponen los artículos 23 de la Constitución Nacional, 153 y
156 de la Ley 142 de 1994, artículo 123 del Decreto 2150 de 1995 y
artículo 9 del Decreto 2223 de 1996 y por las razones de hecho y derecho
que a continuación expongo:

HECHOS

107. El 24 de Agosto de 2010, adquirí el inmueble ubicado en la calle 14


No. 25 - 28 de esta ciudad, como consta en el contrato de compraventa,
registrado en la Notaría Primera del Círculo de Santa Marta el 24 de
Agosto de 2010.

108. De acuerdo con el artículo 669 del Código Civil Colombiano, el


dominio o propiedad es el derecho real en una cosa corporal, para gozar
y disponer arbitrariamente, no siendo contra ley o contra derecho ajeno.

En este sentido, más de las formas de adquirir el dominio o propiedad


de las cosas es mediante el contrato de compraventa, regulado por el
artículo 1849 del Código Civil Colombiano que a su tenor dice: “La
compraventa es un contrato en que una de las partes se obliga a dar una
cosa y la otra a pagarla en dinero. Aquella se dice vender y esa comprar.
El dinero que el comprador da por la cosa vendida se llama precio”. El
artículo 1857 del C. C. establece que la venta de bienes raíces se reputa
perfecta con el otorgamiento de la escritura pública.

109. Con base en estas normas y en el contrato de compraventa,


registrado en la Notaría Primera del Círculo de Santa Marta el 24 de
Agosto de 2010, estoy legitimado para la reclamación de la causa.

110. En tal sentido, resulta preciso traer a colación el concepto de la


Oficina Jurídica de la S.S.P.D., que señala:

Concepto SSPD-OJ-2005-036

“…El artículo 129 de la Ley 142 de 1994 prevé la figura de la cesión del
contrato de servicios públicos en la enajenación de cualquier título
de bienes inmuebles urbanos, salvo que las partes acuerden otra
cosa, entendiéndose que hay cesión de todos los derechos y
obligaciones del contrato.

El artículo 129 citado dispone que en la enajenación de bienes raíces


urbanos se entiende que hay cesión de todos los contratos de servicios
públicos, salvo que las partes acuerden lo contrario.

Esta oficina ha venido interpretando que para que haya cesión de los
contratos de servicios públicos debe tratarse de contratos que se
encuentren vigentes, toda vez que no puede haber cesión de un
contrato que se haya extinguido por haber hecho uso de la facultad que
le otorga el artículo 141 de la Ley 142 de 1994. Este ha sido el criterio
de la Oficina Asesora Jurídica de la Superintendencia de Servicios
Públicos, entre otros, en el Concepto SSPD 991300000330, en el cual
se expuso lo siguiente:

“Por lo demás, es solidario únicamente de aquellas obligaciones


que surjan durante el tiempo de ejecución y vigencia del contrato.
Eso significa que si una persona adquiere un inmueble en el cual
se venía prestando el servicio telefónico pero al momento de la
enajenación del inmueble a cualquier título, la empresa hubiese
declarado la terminación del contrato por incumplimiento en el
pago del servicio, ya no hay contrato que ceder, y
consecuentemente tampoco hay solidaridad”

Esta interpretación tiene otra justificación, cual es que la solidaridad se


justifica, y así lo reconoció la Corte Constitucional al declarar exequible
el artículo 130 de la Ley 142 de 1994 54, en la medida que la instalación
de servicios en un inmueble le reporte un beneficio económico en este
caso a quien adquiere el inmueble. Pero si los servicios están
suspendidos de manera definitiva, lejos de beneficiarse el nuevo dueño,
se perjudica dado que no sólo se le priva del goce de los servicios, sino
que tiene que pagar unas sumas de dinero por unos servicios que él no
consumió.

Situación distinta que presenta cuando se trata de simple


suspensión en los términos del artículo 140, es decir, que el
contrato de servicios públicos está vigente, pero hay suspensión
temporal del suministro por verificarse una de las causales de
suspensión de las señaladas en la citada norma o en el contrato de
condiciones uniformes. En este caso el nuevo adquiriente, será
solidario a pagar las sumas adecuadas los servicios hasta el
momento en que la empresa estaba obligada a suspender el
servicio, máximo tres meses cuando la facturación es mensual y
dos meses cuando sea bimestral...”.

La anterior posición fue ratificada por el Departamento Jurídico de la


Superintendencia de servicios Públicos Domiciliarios el 19 de mayo de
2005 en Barranquilla durante la conferencia del programa de difusión y
actualización en servicios públicos domiciliarios. En esta oportunidad la
doctora LUZ ÁNGELA GIRALDO LOZANO, señaló los eventos en que se
rompe la solidaridad (ver copia de las diapositivas de la conferencia),
destacándose lo siguiente:

54
Sentencia C-493 de 1997.
Si al momento de la enajenación del inmueble la empresa ha resuelto el
contrato y ha procedido al corte definitivo del servicio se rompe la
solidaridad. Es decir, el comprador del inmueble no está llamado a
responder por las deudas dejadas por el anterior vendedor o anterior
usuario.

Si el contrato está sólo suspendido, el comprador será solidario a pagar


las sumas adeudadas hasta el momento en que la empresa estaba
obligada a suspender el servicio.

111. Así las cosas, reconozco ser solidario únicamente con las tres (3)
primeras facturas dejadas de cancelar por el anterior propietario.

PRETENSIONES

De conformidad con los hechos narrados y pruebas aportadas


comedidamente me permito solicitar lo siguiente:

32. Declarar la ruptura de solidaridad entre el usuario o suscriptor


prevista en el parágrafo del artículo 130 de la Ley 142 de 1994
modificado por el artículo 18 de la Ley 689 de 2001.

33. Que se me haga entrega de las tres (3) primeras facturas dejadas de
cancelar por el anterior propietario, para cancelarlas.

PRUEBAS QUE ANEXO A LA PRESENTE

 Contrato de compraventa, registrado en la Notaría Primera del Círculo de


Santa Marta.

 Estado de cuenta de fecha de edición 21/09/2010

 Certificado de Tradición y Libertad

NOTIFICACIONES

Favor enviar la notificación de la presente en la

Cordialmente,

JORGE IVAN BEDOYA GONZÁLEZ


C.C. No. 70.722.901 de Sonsón – Antioquia

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