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Roj: SAP MU 566/2016 - ECLI:ES:APMU:2016:566

Id Cendoj: 30030370042016100126
Órgano: Audiencia Provincial
Sede: Murcia
Sección: 4
Nº de Recurso: 79/2016
Nº de Resolución: 140/2016
Procedimiento: CIVIL
Ponente: RAFAEL FUENTES DEVESA
Tipo de Resolución: Sentencia

AUD.PROVINCIAL SECCION N. 4
MURCIA
SENTENCIA: 00140/2016
Ilmos. Sres.
Don Carlos Moreno Millán.
Presidente
Don Juan Martínez Pérez
Don Rafael Fuentes Devesa
Magistrados
En la ciudad de Murcia, veinticinco de febrero de dos mil dieciséis.
Esta Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Murcia ha visto en grado de apelación los presentes
autos de procedimiento ordinario que con el número 605/13 se han tramitado en el Juzgado de lo Mercantil nº
1 de Murcia entre las partes, como demandante y ahora apelado, Rubén , representado por el/la Procurador/
a Sr/a González Campillo y asistido del letrado/a Sr/a Ponce Sánchez y como parte demandada y ahora
apelante , BANCO SABADELL SA, representado por el/la Procurador/a Sr/a. Jiménez Martínez y dirigido por
el/la Letrado/a Sr/a De Andrés Jordá . Es Ponente el Iltmo. Sr. Magistrado Don Rafael Fuentes Devesa, que
expresa la convicción del Tribunal.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO .- El Juzgado de lo mercantil citado dictó sentencia en estos autos con fecha 4 de septiembre
de 2015 cuyo Fallo es del siguiente tenor literal: "Que estimo parcialmente la demanda promovida como
demandante por el Procurador Dº. LEOPOLDO GONZALEZ CAMPILLO en nombre y representación de Dº
Rubén contra la entidad BANCO SABADELL S.A. con Procurador Dº CARLOS MARIO JIMENEZ MARTINEZ,
de manera que declaro la nulidad del la condición 5ª relativa a los gastos, la 6ª relativa a los intereses de
demora, y la 6 bis en relación al vencimiento anticipado del contrato de préstamo hipotecario concertado entre
las partes.
Se desestiman las demás pretensiones ejercitadas.
Todo ello sin hacer especial pronunciamiento en materia de costas."
SEGUNDO. - Contra dicha sentencia interpuso recurso de apelación la parte demandada interesando la
revocación de la sentencia y la desestimación integra de la demanda, y subsidiariamente para el caso de que
se confirme la declaración de nulidad de la estipulación sobre intereses moratorios se acuerde el recálculo
de intereses moratorios de conformidad a la DT 2ª Ley 1/2013 o en todo caso se acuerde el establecimiento
del interés legal como interés de demora, de conformidad al art 1.108 del CC . Se dio traslado a la otra parte,
habiendo formulado oposición

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TERCERO.- Previo emplazamiento de las partes, se remitieron los autos a esta Audiencia Provincial,
en cuya Sección Cuarta se registraron con el número de Rollo 79/2016 , señalándose para votación y fallo
el día 24 de febrero de 2016.
CUARTO. - En la tramitación de este recurso se han observado las prescripciones legales.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
Primero. Planteamiento y marco legal
La sentencia dictada en la instancia estima parcialmente la demanda interpuesta (que responde a
un modelo estandarizado que figura en la red, según reconocimiento de la dirección letrada) y declara la
nulidad por abusivas de tres de las seis cláusulas impugnadas del contrato de préstamo hipotecario de
14 de noviembre de 2002 suscrito con la Caja de Ahorros del Mediterráneo, después absorbida por Banco
Sabadell SA, en concreto la 5ª, 6º y 6ª bis relativas a gastos, intereses de demora y vencimiento anticipado,
respectivamente
Frente a ello se alza la entidad bancaria que solicita la revocación de la sentencia, con la consiguiente
desestimación integra de la demanda, y subsidiariamente, para el caso de que se confirme la declaración
de nulidad de la estipulación sobre intereses moratorios, se acuerde el recálculo de intereses moratorios de
conformidad a la DT 2ª Ley 1/2013 o en todo caso se acuerde el establecimiento del interés legal como interés
de demora, de conformidad al art 1.108 del CC
La parte actora se opone y solicita la confirmación de la sentencia, por lo que se limita la controversia
en esta alzada a las tres cláusulas citadas
Dado que no se cuestiona la condición de consumidor de la parte actora ni que se tratan de condiciones
generales de contratación, la controversia debe solventarse con arreglo al art 8 y concordantes de la LCGC ,
Ley 7/1998 y art 82 del TRLGDCU, Real Decreto Legislativo 1/2007 , según el cual " Se considerarán
cláusulas abusivas todas aquellas estipulaciones no negociadas individualmente y todas aquéllas prácticas
no consentidas expresamente que, en contra de las exigencias de la buena fe causen, en perjuicio del
consumidor y usuario, un desequilibrio importante de los derechos y obligaciones de las partes que se deriven
del contrato " que añade que este carácter abusivo " se apreciará teniendo en cuenta la naturaleza de los
bienes o servicios objeto del contrato y considerando todas las circunstancias concurrentes en el momento
de su celebración, así como todas las demás cláusulas del contrato o de otro del que éste dependa", si bien
todo caso son abusivas las cláusulas incluidas en los artículos 85 a 90, ambos inclusive
Normativa cuya exégesis debe realizarse siguiendo la jurisprudencia del TJUE, entre otras , la sentencia
de 14 de marzo de 2013 (asunto Aziz ), que aporta una serie de indicaciones para apreciar el carácter abusivo
de una cláusula. De una parte, "... para determinar si una cláusula causa en detrimento del consumidor un
«desequilibrio importante» entre los derechos y las obligaciones de las partes que se derivan del contrato,
deben tenerse en cuenta, en particular, las normas aplicables en Derecho nacional cuando no exista un
acuerdo de las partes en ese sentido. Mediante un análisis comparativo de ese tipo, el juez nacional podrá
valorar si -y, en su caso, en qué medida- el contrato deja al consumidor en una situación jurídica menos
favorable que la prevista por el Derecho nacional vigente. Asimismo, resulta pertinente a estos efectos
examinar la situación jurídica en que se encuentra ese consumidor a la vista de los medios de que dispone
con arreglo a la normativa nacional para que cese el uso de cláusulas abusivas". Por otra parte, en lo que se
refiere a la cuestión de en qué circunstancias se causa ese desequilibrio «pese a las exigencias de la buena
fe», señala que "el juez nacional debe comprobar a tal efecto si el profesional podía estimar razonablemente
que, tratando de manera leal y equitativa con el consumidor, éste aceptaría una cláusula de ese tipo en el
marco de una negociación individual".
Segundo. La cláusula de gastos
La cláusula quinta litigiosa establece : "Serán de cuenta exclusiva de la parte deudora todos cuantos
arbitrios e impuestos derivados de esta escritura, los que graven la finca o puedan crearse durante la vigencia
de este contrato, así como los gastos, tales como tasación, gastos y honorarios de los técnicos que puedan
intervenir, así como aranceles notariales y regístrales relativos a la constitución, modificación o cancelación
de la hipoteca, los derivados de la tramitación de la escritura ante el Registro de la Propiedad y tributos
ocasionados por esta escritura, hasta la inscripción de la misma en el Registro de la Propiedad, e incluso los
que puedan girarse con posterioridad con carácter complementario, y las primas devengadas por la póliza
del seguro contra incendios cuyos conceptos podrá satisfacer la Caja por cuenta de los prestatarios si éstos

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no lo hicieren, garantizándose tales sumas con la cantidad consignada en la estipulación OCTAVA para
prestaciones accesorias.
Igualmente, serán de cuenta de los deudores los gastos de cancelación de la hipoteca y todos cuantos
se produzcan a la Caja si para conseguir la efectividad del pago de lo adeudado hubiera de ejercitarse cualquier
acción de procedimiento judicial, incluso los honorarios de Letrado y Procurador que utilizaren, aún cuando
no fuera preceptiva su intervención.
Asimismo, se repercutirán los gastos por correo que se puedan originar, incluyéndose en las
liquidaciones periódicas que se remitan al domicilio del prestatario y de acuerdo con las tarifas oficiales
vigentes en cada momento".
La dificultad de su análisis se deriva de la técnica empleada en su redacción en la que se acumula en
una sola cláusula una amalgama de conceptos cuya naturaleza no es idéntica
Dentro del llamado "listado negro" , el art. 89 TRLGCU califica como cláusulas abusivas en todo
caso " La transmisión al consumidor y usuario de las consecuencias económicas de errores administrativos
o de gestión que no le sean imputables" (número 2º) y " La imposición al consumidor de los gastos de
documentación y tramitación que por ley corresponda al empresario " (número 3º) y añade "En particular, en
la compraventa de viviendas: a) la estipulación de que el consumidor ha de cargar con los gastos derivados
de la preparación de la titulación que por su naturaleza correspondan al empresario" y c) " la estipulación
que imponga al consumidor el pago de tributos en los que el sujeto pasivo es el empresario" (art. 89.3.3º
letra c). Asimismo, las cláusulas que tienen por objeto " la imposición al consumidor y usuario bienes y
servicios complementarios o accesorios no solicitados" (art. 89.4º) y, correlativamente , "los incrementos
de precio por servicios accesorios, financiación, aplazamientos, recargos, indemnización o penalizaciones
que no correspondan a prestaciones adicionales susceptibles de ser aceptados o rechazados en cada caso
expresados con la debida claridad o separación "(art. 89.5º).
Con arreglo a estas bases legales el TS en la reciente sentencia de 23 de diciembre de 2015 se enfrenta
a una cláusula sobre gastos de tenor similar a la antes trascrita en un contrato de préstamo hipotecario, y
siente la siguiente doctrina, al proceder del Pleno:
"...no cabe considerar que la sentencia recurrida haya vulnerado ninguna de las normas legales citadas
como infringidas, al declarar la abusividad de la cláusula. Baste recordar, en lo que respecta a la formalización
de escrituras notariales e inscripción de las mismas (necesaria para la constitución de la garantía real), que
tanto el arancel de los notarios, como el de los registradores de la propiedad, atribuyen la obligación de pago
al solicitante del servicio de que se trate o a cuyo favor se inscriba el derecho o solicite una certificación. Y
quien tiene el interés principal en la documentación e inscripción de la escritura de préstamo con garantía
hipotecaria es, sin duda, el prestamista, pues así obtiene un título ejecutivo ( artículo 517 LEC ), constituye
la garantía real ( arts. 1875 CC y 2.2 LH ) y adquiere la posibilidad de ejecución especial ( art. 685 LEC
). En consecuencia, la cláusula discutida no solo no permite una mínima reciprocidad en la distribución
de los gastos producidos como consecuencia de la intervención notarial y registral, sino que hace recaer
su totalidad sobre el hipotecante, a pesar de que la aplicación de la normativa reglamentaria permitiría
una distribución equitativa, pues si bien el beneficiado por el préstamo es el cliente y dicho negocio puede
conceptuarse como el principal frente a la constitución de la hipoteca, no puede perderse de vista que la
garantía se adopta en beneficio del prestamista. Lo que conlleva que se trate de una estipulación que ocasiona
al cliente consumidor un desequilibrio relevante, que no hubiera aceptado razonablemente en el marco de una
negociación individualizada; y que, además, aparece expresamente recogida en el catálogo de cláusulas que
la ley tipifica como abusivas (art. 89.2 TRLGCU).
En la sentencia 550/2000, de 1 de junio, esta Sala estableció que la repercusión al comprador/
consumidor de los gastos de constitución de la hipoteca era una cláusula abusiva y, por tanto, nula. Y si
bien en este caso la condición general discutida no está destinada a su inclusión en contratos seriados de
compraventa, sino de préstamo con garantía hipotecaria, la doctrina expuesta es perfectamente trasladable
al caso.
3.- En lo que respecta a los tributos que gravan el préstamo hipotecario , nuevamente no se hace
distinción alguna. El art. 8 del Texto Refundido de la Ley del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y
Actos Jurídicos Documentados dispone que estará obligado al pago del impuesto a título de contribuyente,
y cualesquiera que sean las estipulaciones establecidas por las partes en contrario: en las transmisiones
de bienes y derechos de toda clase, el que los adquiere (letra a); y en la constitución de derechos reales,
aquel a cuyo favor se realice este acto (letra c), aclarando que, en la constitución de préstamos de cualquier

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naturaleza, el obligado será el prestatario ( letra d). Por otro lado, el art. 15.1 del texto refundido señala que la
constitución de las fianzas y de los derechos de hipoteca, prenda y anticresis, en garantía de un préstamo,
tributaran exclusivamente, a los efectos de transmisiones patrimoniales, por el concepto de préstamo. Pero el
art. 27.1 de la misma norma sujeta al impuesto de actos jurídicos documentados los documentos notariales,
indicando el art. 28 que será sujeto pasivo del impuesto el adquirente del bien o derecho y, en su defecto, las
personas que insten o soliciten los documentos notariales, o aquellos en cuyo interés se expidan.
De tal manera que la entidad prestamista no queda al margen de los tributos que pudieran devengarse
con motivo de la operación mercantil, sino que, al menos en lo que respecta al impuesto sobre actos
jurídicos documentados, será sujeto pasivo en lo que se refiere a la constitución del derecho y, en todo
caso, la expedición de las copias, actas y testimonios que interese y que, a través de la cláusula litigiosa,
carga indebidamente sobre la otra parte contratante. En su virtud, tanto porque contraviene normas que en
determinados aspectos tienen carácter imperativo, como porque infringe el art. 89.3 c) TRLGCU, que considera
como abusiva la estipulación que imponga al consumidor el pago de tributos en los que el sujeto pasivo es el
empresario, la declaración de nulidad efectuada por la Audiencia es plenamente ajustada a derecho.
Ya dijimos en la sentencia 842/2011, de 25 de noviembre , si bien con referencia a un contrato de
compraventa de vivienda, que la imputación en exclusiva al comprador/consumidor de los tributos derivados de
la transmisión, era una cláusula abusiva, por limitar los derechos que sobre distribución de la carga tributaria
estaban previstos en la legislación fiscal, por lo que la condición general que contuviese dicha previsión debía
ser reputada nula .
4.- En lo que atañe a los gastos derivados de la contratación del seguro de daños , no parece que
esta previsión sea desproporcionada o abusiva, por cuanto deriva de una obligación legal (art. 8 LMH), habida
cuenta que cualquier merma del bien incide directamente en la disminución de la garantía. Es decir, no se trata
de una garantía desproporcionada, en el sentido prohibido por el art. 88.1 TRLGCU, sino de una consecuencia
de la obligación de conservar diligentemente el bien hipotecado y de asegurarlo contra todos los riesgos que
pudieran afectarlo. Pero, en todo caso, se trata de una previsión inane, puesto que la obligación de pago de
la prima del seguro corresponde al tomador del mismo, conforme al art. 14 de la Ley de Contrato de Seguro .
5.- En cuanto a los gastos pre-procesales, procesales o de otra naturaleza , derivados del
incumplimiento por la parte prestataria de su obligación de pago, y los derechos de procurador y honorarios de
abogado contratados por la entidad prestamista, hemos de advertir en primer lugar que los gastos del proceso
están sometidos a una estricta regulación legal, recogida en los arts. 394 y 398 LEC , para los procesos
declarativos, y en los arts. 559 y 561 de la misma Ley , para los procesos de ejecución. Tales normas se fundan
básicamente en el principio del vencimiento, y en el caso concreto de la ejecución, las costas se impondrán al
ejecutado cuando continúe adelante el despacho de ejecución; pero también podrán imponerse al ejecutante
cuando se aprecie algún defecto procesal no subsanable o que no se haya subsanado en el plazo concedido
al efecto ( art. 559.2 LEC ), o cuando se estime algún motivo de oposición respecto del fondo ( art. 561.2
LEC ); y cuando la estimación sea parcial, cada parte deberá hacer frente a las costas devengadas a su
instancia. Por consiguiente, la atribución al prestatario en todo caso de las costas procesales no solo infringe
normas procesales de orden público, lo que comportaría sin más su nulidad ex art. 86 TRLCU y art. 8 LCGC,
sino que introduce un evidente desequilibrio en la posición de las partes, al hacer recaer a todo trance las
consecuencias de un proceso sobre una de ellas, sin tener en cuenta ni la procedencia legal de la reclamación
o de la oposición a la reclamación, ni las facultades de moderación que la ley reconoce al Tribunal cuando
aprecie serias dudas de hecho o de derecho.
Respecto a la imputación al cliente de los honorarios de abogado y aranceles de procurador de los que
se haya servido el prestamista , incluso cuando su intervención no sea preceptiva, la estipulación contraviene
de plano el art. 32.5 LEC , que excluye tales gastos de la eventual condena en costas, salvo que el tribunal
aprecie temeridad o que el domicilio de la parte representada o defendida en juicio esté en un lugar distinto
a aquel en que se ha tramitado el juicio. Por lo que, además de la falta de reciprocidad entre los derechos
y obligaciones de las partes y la dificultad para el consumidor de valorar las consecuencias por desconocer
en el momento de la firma del contrato el cúmulo de actuaciones en las que eventualmente podría valerse la
entidad contratante de tales profesionales sin ser preceptivo (actos de conciliación, procedimiento monitorio,
juicio verbal en reclamación de cantidad inferior a la establecida legalmente...), lo que de por sí sería suficiente
para considerar la cláusula como abusiva, resulta correcta la declaración de nulidad de la misma, conforme
a los arts. 86 TRLCU y 8 LCGC " (remarcado añadido)
La traslación de estas consideraciones justifica la confirmación de la sentencia, que se apoya en la
SAP de Madrid, Sección 28º, de 26 de julio de 2013 , que es precisamente la confirmada por el TS en la

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sentencia de 23 de diciembre de 2015 , y el rechazo del recurso, pues no se comparte que concurra infracción
del principio de autonomía contractual ( art 1.255 y 1.861CC , art 105LH y 219.3RH ) , sin que se entienda
que concurra error en la valoración de la prueba
En todo caso, de forma específica, las alegaciones del recurrente están abocadas al fracaso por lo
siguiente:
a) respecto del apartado 1.1 del motivo de apelación primero, el carácter abusivo de lo referente a
impuestos, aranceles y gastos de formalización del contrato y constitución y cancelación de hipoteca deriva,
además de lo dicho por TS, porque la redacción de la cláusula impone su repercusión al consumidor, sin
distinción alguna, al comprender todos, lo que incluye también aquellos que por su naturaleza pudieran ser
de cargo del empresario o de los que éste fuese el sujeto pasivo.
El que el banco en el recurso diga que no es ese el sentido de la cláusula no excluye su nulidad, porque
no puede dejarse la misma al albur de la interpretación, más o menos restrictiva, que la entidad bancaria pueda
hacer del alcance de la misma. No se trata aquí de enjuiciar la aplicación de esa cláusula en una reclamación
concreta si no si el tenor literal de la cláusula permite una reclamación de gastos desproporcionados. La
respuesta es afirmativa y permitiría, en consecuencia, un resultado desmedido, sin que, como dice la SAP de
Madrid de 26 de julio de 2013 , pueda confiarse la suerte de su aplicación a la decisión eventual o interpretación
que en cada momento, según sus intereses o necesidades, pueda el banco hacer de la misma, "bastando
con que confiera la posibilidad de que se pudiera llegar a producir una aplicación de ella de un modo abusivo
para que deba ser expurgada"
E igual ocurre con los gastos de cancelación de hipoteca en la medida en que implica la repercusión en
el consumidor, sin distinción alguna, lo cual permite incluir aquellos que por ley o por deberse la cancelación
a la propia voluntad, corresponden al prestamista, en contradicción con lo dispuesto en el art 89.3 LGDCU
b) respecto del apartado 1.2 del motivo de apelación primero, los pagos de la prima de seguro de
incendio como gastos de conservación no es abusiva, al ajustarse a lo previsto en los arts. 8 de la Ley del
Mercado Hipotecario y 110.2º de la Ley Hipotecaria dirigidos a reforzar la consistencia del crédito hipotecario
asegurando la integridad económica del bien hipotecado. Así se establece, de una parte, la obligación legal de
asegurar los bienes hipotecados ( art. 8 de la LMH) y, de otra, la extensión legal del derecho real de hipoteca a
las indemnizaciones recibidas por el deudor hipotecario a causa de los daños producidos en el bien hipotecado
( art. 110.2º de la LH ), por lo que no parece injustificado que se pida una cautela para cubrir el riesgo de
la pérdida de la cosa, que tiene pleno sentido ante la importancia que en este tipo de operaciones reviste la
garantía hipotecaria. Pero como dice el TS se trata de una previsión inane, puesto que la obligación de pago
de la prima del seguro corresponde al tomador del mismo, sin que la facultad del pago por la prestamista (en
defecto de pago por el prestatario) garantizándose tales sumas con cobertura hipotecaria, se pueda considerar
abusiva
c) respecto del apartado 1.3 del motivo de apelación primero relativo a gastos causado para exigir el
cumplimiento de las obligaciones, es evidente su nulidad, ya que fue resuelta por el TS en previa sentencia de
16 de diciembre de 2009 citada por recurrente, pues la redacción dada permite pensar que todos las gastos
por este concepto son a cargo del prestatario, lo cual es abusivo, ya que de no añadir nada a la LEC no se
entiende la previsión contractual . No se trata de que el importe de las costas procesales tenga cobertura real,
como argumenta la parte, pues de ello no se preocupa esta cláusula, sino qué gastos de reclamación debe
soportar el prestatario consumidor, que es cosa distinta
Tercero. La cláusula de intereses de demora. Su nulidad
La cláusula 6ª reproducida en la sentencia prevé que "las cantidades, ya lo sean por interés en el
periodo de carencia, o lo sea por cuotas comprensivas de capital e intereses en el período de reintegro, que
no sean satisfechas por el prestatario a su vencimiento, devengarán desde dicho vencimiento a favor de la
Caja el interés de demora de 25% anual, sin necesidad de requerimiento alguno y pagadero en su caso al
hacerse efectivo cualquier concepto vencido e impagado "
Sobre la validez de estas cláusulas ya se ha pronunciado este Tribunal en reciente sentencia de 17
de septiembre de 2015 .
Tras recordar que no afecta a los elementos esenciales (pues no se refiere al interés remuneratorio,
STS de 22 de abril de 2015) y que la Directiva 93/13 /CEE considera, en su anexo, que sería abusivo imponer
al consumidor que no cumpla con sus obligaciones una indemnización desproporcionadamente alta; ratio a la
que obedecía la disposición adicional primera, apartado 3º, último inciso, de la Ley General para la Defensa

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de los Consumidores y Usuarios y actualmente, art. 85.6 del vigente Texto Refundido de dicha ley , según el
cual son abusivas las cláusulas que supongan la imposición de una indemnización desproporcionadamente
alta al consumidor y usuario que no cumpla sus obligaciones, en tanto que el vigente artículo 87.6 del mismo
cuerpo legal se muestra contrario a la fijación de indemnizaciones que no se correspondan con los daños
efectivamente causados, dijimos "... es admisible que una cláusula no negociada en un contrato celebrado
con un consumidor establezca una indemnización de los daños y perjuicios causados por el incumplimiento
del consumidor y que tenga un cierto contenido disuasorio, pero no es admisible, porque tiene la consideración
legal de abusivo, que sea una indemnización « desproporcionadamente alta », trayendo a colación la STJUE
de 14 de marzo de 2013 (asunto Aziz ) que respecto a una cláusula de este tipo dijo que "( se) deberá
comprobar en particular, ..., por un lado, las normas nacionales aplicables entre las partes en el supuesto de
que no se hubiera estipulado ningún acuerdo en el contrato controvertido o en diferentes contratos de ese tipo
celebrados con los consumidores y, por otro lado, el tipo de interés de demora fijado con respecto al tipo de
interés legal, con el fin de verificar que es adecuado para garantizar la realización de los objetivos que éste
persigue en el Estado miembro de que se trate y que no va más allá de lo necesario para alcanzarlos " y de
otra parte, a la STS de 22 de abril de 2015 según la cual " habría que hacer el pronóstico de cuál sería el
interés de demora que, en una negociación individual, aceptaría un consumidor que admitiera que su demora
en el pago de las cuotas de un préstamo personal supone un quebranto patrimonial para el prestamista que
debe ser indemnizado, y que admitiera que tiene que existir una conminación a que pague en plazo porque
no hacerlo le suponga un mayor costeque hacerlo "
A ello añadíamos que " los pactos sobre intereses moratorios tienen una doble función, según
jurisprudencia constante (por todas STS de 17 de enero de 2012 ): resarcitoria, o liquidadora de daños y
perjuicios producidos por el incumplimiento de las obligaciones contractuales, y sancionadora o preventiva
del incumplimiento de esas mismas obligaciones, en todo aquello que se pueda considerar que excede de la
estrictamente indemnizatorio, que, en principio y como regla general, se podría considerar como todo lo que
supere el interés legal al que se refiere el artículo 1108 del CC ", a lo que ahora la jurisprudencia ( SSTS de
22 de abril de 2015 y 23 de diciembre de 2015 ) especifica que " también está previendo la remuneración
misma que va a recibir el acreedor durante el período de tiempo por el que se prolongue la mora". Por ello
concluíamos que " para comprobar si existe desproporción en el interés impugnado no es desacertado tomar
en cuenta las referencias más significativas que proporciona el propio ordenamiento jurídico, como hace,
la STS de 22 de abril de 2015 , y antes las Audiencias Provinciales y Juzgados, como la SAP de Madrid
de 26 de julio de 2013 , pues al margen de que cada ley que establece un distinto % de interés moratorio
tiene su propio ámbito de referencia, todas tratan el problema de cómo penalizar proporcionadamente a la
contraparte por su incumplimiento, compartiendo asimismo el argumento de la Audiencia madrileña de que
en los préstamos hipotecarios " ... no debería merecer un tratamiento en esta materia más gravoso que el de
esos otros supuestos ..., pues precisamente el acreedor goza en ellas de garantías más fuertes (en concreto,
la del derecho real de hipoteca, que afecta la propia finca al pago del préstamo) que en otras relaciones
contractuales, significadamente, por ser los más próximos en su finalidad, con relación a los de concesión de
crédito a los consumidores sin garantía real, por lo que no se justificaría que los intereses moratorios fuesen
más altos que en otras operaciones que no gozasen de tal privilegio."
En el caso presente consta que: (i) el interés remuneratorio es del 4,25 % ; (ii) su devolución está
garantizada con hipoteca sobre una finca rústica con casa , y (iii) el tipo del 25% pactado no solo supera
con creces el interés legal del dinero, que como regla general se podría considerar que hasta ese porcentaje
cumple una función resarcitoria, sino que además también supera de manera holgada el previsto en la Ley
1/2013 que modifica el artículo 114 de la LH , por el que se establece como límite al interés moratorio el de
tres veces el interés legal del dinero, indicativo del reconocimiento legal de la necesidad de imponer coto a
los manifiestos excesos que se han producido en la práctica bancaria
En esas circunstancias, y atendidos la consideraciones anteriores, la conclusión es que ese interés
impuesto es abusivo es acertada, y debe ser desestimado el recurso (apartado 2.2 de la alegación segunda)
Cuarto. Efectos de la nulidad de la cláusula de intereses de demora.
En cuanto a la posibilidad de moderación y recálculo con arreglo a la DT 2ª Ley 1/2013 , y
subsidiariamente del art 1.108 CC (apartado 2.2 y 2.3 de la alegación segunda) el planteamiento del recurrente
no es acertado, y se basa en una lectura interesada de la STJUE de 21 de enero de 2015 recaída en los
asuntos acumulados C-482/13 , C-484/13, C-485/13 y C-487/13
En ella se concluye que " El artículo 6, apartado 1, de la Directiva 93/13/CEE del Consejo, de 5 de abril
de 1993 , sobre las cláusulas abusivas en los contratos celebrados con consumidores, debe interpretarse en

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el sentido de que no se opone a una disposición nacional con arreglo a la cual el juez nacional que conoce de
un procedimiento de ejecución hipotecaria está obligado a hacer que se recalculen las cantidades debidas en
virtud de la cláusula de un contrato de préstamo hipotecario que fija intereses de demora calculados a partir
de un tipo superior a tres veces el interés legal del dinero con el fin de que el importe de dichos intereses no
rebase ese límite, siempre que la aplicación de la disposición nacional:
- no prejuzgue la apreciación por parte de dicho juez nacional del carácter abusivo de tal cláusula y
- no impida que ese mismo juez deje sin aplicar la cláusula en cuestión en caso de que aprecie que es
«abusiva» en el sentido del artículo 3, apartado 1, de la citada Directiva".
Por tanto, lo que no dice el TJUE es los intereses moratorios del art 114LH deban aplicarse cuando se
aprecie que los pactado son abusivos. Así lo ha venido a aclarar el auto del TJUE de fecha 11 de junio de
2015 (Asunto C-602/13 ), que no admite que, una vez declarada la abusividad de la cláusula de intereses
moratorios sea directamente aplicable el interés previsto en el citado art. 114.3 LH , al decir: «... El contrato de
que se trate debe subsistir, en principio, sin otra modificación que la resultante de la supresión de las cláusulas
abusivas, .... (el juez no puede)... reducir el importe de la pena convencional impuesta al consumidor, en lugar
de excluir plenamente la aplicación a éste de la referida cláusula ..., si el juez nacional tuviera la facultad de
modificar el contenido de las cláusulas abusivas, dicha facultad podría poner en peligro la consecución del
objetivo a largo plazo previsto en el art. 7 de la Directiva 93/13 (al)... eliminar el efecto disuasorio que ejerce
sobre los profesionales el hecho de que, pura y simplemente, tales cláusulas abusivas no se apliquen frente
a los consumidores, en la medida en que los profesionales podrían verse tentados a utilizar tales cláusulas
al saber que, aun cuando llegara a declararse la nulidad de las mismas, el contrato podría ser integrado por
el juez nacional en lo que fuera necesario, garantizando de este modo el interés de dichos profesionales....
Es cierto que el Tribunal de Justicia también ha reconocido al juez nacional la facultad de sustituir la cláusula
abusiva "por una disposición supletoria de Derecho nacional, siempre que esta sustitución se ajuste al objetivo
del art. 6, apartado 1, de la Directiva 93/13 y permita restablecer un equilibrio real entre los derechos y las
obligaciones de las partes del contrato"».
En este mismo sentido se ha pronunciado esta Sala en la citada sentencia de 17 de septiembre de 2015 ,
en sintonía con la doctrina del TS emanada de la sentencia de 22 de abril de 2015 , ratificada ahora en este caso
concreto de préstamos hipotecarios por la de 23 de diciembre de 2015 , que descarta la aplicación supletoria
de la DT 2º Ley 1/2013 y art 1.108 CC con estas palabras: " Por estas razones el art. 114.3 Ley Hipotecaria no
puede servir como derecho supletorio tras la declaración de abusividad de la cláusula de intereses moratorios
conforme a la normativa sobre protección de consumidores. Además, resultaría paradójico, cuando no motivo
de agravio para los prestatarios hipotecarios sobre vivienda habitual, que se les aplicara un interés moratorio
de carácter legal sumamente alto en relación con el interés remuneratorio usual. Es decir, respecto de los
préstamos hipotecarios debe mantenerse el mismo criterio establecido en la mencionada sentencia 265/2015,
de 22 de abril , para los préstamos personales, de manera que la nulidad afectará al exceso respecto del
interés remuneratorio pactado", es decir, " la abusividad de la cláusula del interés de demora implica la
supresión de la misma y, por tanto, la supresión de los puntos porcentuales de incremento que supone el
interés de demora respecto del interés remuneratorio. Este se seguirá devengando porque persiste la causa
que motivó su devengo, la entrega del dinero al prestatario y la disposición por este de la suma entregada,
y la cláusula del interés remuneratorio no resulta afectada por la abusividad del interés de demora. Pero el
incremento del tipo de interés en que consiste el interés de demora ha de ser suprimido, de un modo completo,
y no simplemente reducido a magnitudes que excluyan su abusividad " ( STS de 22 de abril de 2015 )
No se aprecia que la sentencia recurrida haya infringido las normas jurídicas y jurisprudencia que se
citan en el motivo, que por ello ha de ser desestimado.
Quinto.-La cláusula de vencimiento anticipado
Del tenor literal de la cláusula 6bis (folio 52-54) se infiere que se podrá vencer anticipadamente el
préstamo, entre otros motivos, por impago de una cuota, por falta de pago del IBI o de las primas de seguro
contra incendios y de las obligaciones de los prestatarios de conservación y aseguramiento contenidas en las
cláusulas 9ª y 10ª del contrato.
Sobre el particular, el TJUE en la sentencia de 14 de marzo de 2013 citada enseña que ".... corresponde
al juez remitente comprobar especialmente...si la facultad del profesional de dar por vencida anticipadamente
la totalidad del préstamo depende de que el consumidor haya incumplido una obligación que revista carácter
esencial en el marco de la relación contractual de que se trate, si esa facultad está prevista para los casos en
los que el incumplimiento tiene carácter suficientemente grave con respecto a la duración y a la cuantía del

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préstamo, si dicha facultad constituye una excepción con respecto a las normas aplicables en la materia y si
el Derecho nacional prevé medios adecuados y eficaces que permitan al consumidor sujeto a la aplicación de
esa cláusula poner remedio a los efectos del vencimiento anticipado del préstamo "
Volvemos otra vez más a traer a colación la STS de 23 de diciembre de 2015 que tas recordar sus
sentencias de 16 de diciembre de 2009, 17 de febrero de 2011, 4 de junio de 2008 y 7 de septiembre de
2015 y la TJUE de 14 de marzo de 2013 , antes reproducida concluye "... la cláusula controvertida no supera
tales estándares, pues aunque pueda ampararse en las mencionadas disposiciones de nuestro ordenamiento
interno, ni modula la gravedad del incumplimiento en función de la duración y cuantía del préstamo, ni permite
al consumidor evitar su aplicación mediante una conducta diligente de reparación (aunque con posterioridad
lo haya permitido la legislación cuando el bien hipotecado es la vivienda habitual - art. 693.3, párrafo 2, LEC
, en redacción actual dada por Ley 19/2015, de 13 de julio). Y en cualquier caso, parece evidente que una
cláusula de vencimiento anticipado que permite la resolución con el incumplimiento de un solo plazo, incluso
parcial y respecto de una obligación accesoria, debe ser reputada como abusiva, dado que no se vincula a
parámetros cuantitativa o temporalmente graves."
Se considera, pues, acertada la decisión de la juez a quo, sin quiebra del art 1.124 y 1.255 CC , ya que
hay conculcación de la doctrina del TJUE por la generalidad con la que se contemplan las causa de resolución,
que incluye por su amplitud a las accesorias, y sin el grado de gravedad necesario respeto de las principales,
de manera que facultar al prestamista para anticipar el vencimiento del contrato no está justificado, pues ello
precisa que se trate del incumplimiento de entidad y relevancia. El que la sentencia se apoye, como argumento
de refuerzo, en la reforma del art 693.3LEC operada por Ley 1/2013, no significa infracción del art 9 CE y 2 LEC
Por otra parte, recordar que lo planteado aquí es la validez o no de la cláusula, no cómo se ha ejecutado
el contrato, y en consecuencia, si la petición de cumplimiento forzoso ante otro Juzgado es ajustada, habiendo
resuelto el TS en la tan mentada sentencia de 23 de diciembre de 2015 que "... la abusividad proviene de los
términos en que la condición general predispuesta permite el vencimiento anticipado, no de la mera previsión
de vencimiento anticipado, que no es per se ilícita. En su caso, y dado que la cláusula impugnada se refiere
a la ejecución de bienes hipotecados, habrá que estar a lo dispuesto en el art. 693.2 LEC ... ," de manera
que "... los tribunales deben valorar, además, en el caso concreto, si el ejercicio de la facultad de vencimiento
anticipado por parte del acreedor está justificado, en función de los criterios antes expuestos: esencialidad
de la obligación incumplida, gravedad del incumplimiento en relación con la cuantía y duración del contrato
de préstamo y posibilidad real del consumidor de evitar esta consecuencia " ; ejercicio que no es el objeto
de esta litis ç
Sexto.- Costas
La desestimación del recurso conlleva la imposición de costas de esta alzada al apelante ( art. 398 y
394 de la LEC ).
Vistas las normas citadas y demás de general y pertinente aplicación.
FALLAMOS
Que debemos desestimar el recurso de apelación formulado por BANCO DE SABADELL SA contra la
sentencia dictada el 29 de junio de 2015 por el Juzgado de lo Mercantil nº 1 de Murcia en el Juicio Ordinario
nº 605/2013, y debemos confirmar íntegramente, con imposición de las costas causadas en esta alzada al
apelante
Procédase a la devolución del depósito para recurrir
Devuélvase la causa al Juzgado de procedencia con certificación de la presente resolución.
Así por esta nuestra sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.
MODO DE IMPUGNACION
Contra esta sentencia cabe recurso de casación por interés casacional y, conjuntamente, extraordinario
por infracción procesal a interponer ante esta Sala en el plazo de veinte días desde que sea no tificada,
debiendo consignar la cantidad de 50 € (por cada recurso que se interponga) para su admisión conforme a lo
establecido en la D. A. 15ª LOPJ y en su caso, la tasa prevista en la Ley 10/2012

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