5.mas Espeso Que El Agua de Melissa Good

“Más espeso que el agua” de Melissa Good
Scribd y XWPColección (Facebook)
Más espeso que el agua
Thicker Than Water
Melissa Good
Traducido por: desconocido. Corregido por: Julieta “Meltryth” (2015)
Corregidos: Agregadas partes que no existían en la traducción original, signos de puntuación,

errores de traducción, anotado, maquetado y cualquier cosa que dificulte la lectura. Técnicamente
Missy no es tan buena escritora, así que entiendan que esto está mejorado.
• Hasta donde ven el remarcado amarillo en la separación *** es hasta donde llegó la
corrección de traducción. Avísenme qué tal va. (HASTA PÁG. 43)
Capítulo Uno
El día era perfecto para un festival: el cielo era de un perfecto y profundo azul, el sol mitigado
por una brisa fresca que se reflejaba sobre las verdes aguas oceánicas. El contagioso ritmo de
música salsa, mezclado con las voces, formaba un caleidoscopio de idiomas, flotando a través del
aire, lleno de aromas especiados y del aroma del café cubano.
Una alta y otra más baja, una oscura y la otra lo justo, pero ambas tenían la misma confianza
sutil y la piel curtida de cualquier nativo, que se pudiera pasear por el festival latino, con una
sensación de confortable familiaridad.
La mujer rubia se detuvo en un puesto, mirando su larga falda a rayas, con una multitud de
colores fuertes.
—¿Qué te parece, Dar? —preguntó, mirando su cuerpo—. ¿Parezco yo?
Su compañera más alta estudio el efecto.
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—Te pareces a Carmen Miranda. —Le quitó la falda de las manos y la colgó en su sitio—.
Vamos, Kerry. Creo que necesitas algo más de tu estilo.
Caminaron un poco más, hasta detenerse delante de otro puesto de venta de chalecos bordados.
—Lo tengo —Dar señaló con una mano—. Me gusta el de los loros.
Kerry seleccionó la prenda indicada y se la puso. Se la ajustó al cuerpo y la brochó. Luego

extendió los brazos lejos de ella.
—¿Sí?
Dar sacó un billete de veinte dólares del bolsillo, y se lo entregó a la mujer detrás del puesto.
—Sigamos. —Empujó suavemente a Kerry, indicando el área donde estaban todos los puestos
de comida—. Veo que hay mucha más gente aquí que el año pasado.
Kerry miró a su alrededor. La zona de la playa estaba llena de cuerpos. Desde cualquier lugar de
la misma, se podía escuchar la música en el aire, mientras que el centro estaba lleno de puestos de
arte y exposiciones de artesanía, vendedores y las filas de alimentos típicos hispano-americanos.
—Por supuesto.
Kerry se quitó el chaleco de nuevo y lo metió en el interior de la bolsa de lona, colgada del
brazo. Iba vestida con una camiseta y unos pantalones vaqueros cortos, que casi coincidía con lo
que Dar llevaba, salvo por su camisa de color rojo, ya que la de Kerry era azul claro.
—¿Cómo está tu hombro?
Lo movió ligeramente. Había sido herida, varias semanas antes, por un bate de beisbol dirigido
maliciosamente contra ella. La extremidad había tardado en curarse, y había tenido que volver a
usar un cabestrillo, por la mañana, para tratar de aliviar el dolor persistente.
—Mejor. ¿Quieres que nos sentemos y ver cómo bailan?
—Por supuesto.
Se acercaron a la zona de baile, y se sentaron en una de las pocas mesas vacías. Delante de ellas,
había dos experimentados bailarines de salsa, dando una exhibición.
Después de unos minutos, Kerry se acercó a Dar.
—¿Podemos intentarlo?
Dar ladeo la cabeza.
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—¿Qué? ¿Salsa? Ker, sabes que bailar no es una de mis muchas habilidades.
—Mmm —Kerry apoyo la barbilla en la mano—. Parece divertido. Tal vez podríamos tomar
unas clases. Creo que el club de la isla las imparte.
—No creo que mis caderas sean estructuralmente capaces de moverse así —Dar señaló—. Sin
dislocarme una articulación importante, quiero decir.
—Mmm... No sé, tienes algunos movimientos bastante buenos.
Kerry vio cómo las cejas de su amante se elevaban, por lo que cedió en su insistencia, riendo
entre dientes.
—Ah, qué bien sienta estar fuera un fin de semana, ¿verdad?
—Sí —respondió Dar—. Realmente lo es.
Los meses pasados habían sido un momento difícil. En el proceso de ejecución de un contrato
con el gobierno, habían tropezado con un escándalo criminal y no habían sido muy bien tratadas.
Exhaló. —Me alegro de que la investigación de la Marina se encuentre bajo el puente y podamos
seguir adelante.
—¿Hasta la próxima base? —preguntó Kerry, con la esperanza de que no fuera su orden del día.
La investigación se había realizado en la base naval donde había crecido Dar, por lo que había
tenido contacto con viejas amistades de la familia. Había sido duro para ella, tanto emocional como
físicamente, y por extensión, también para Kerry.
—Probablemente no —respondió Dar—. Ahora los contratos con todas las bases se han
suspendido.
Kerry se enderezó con sorpresa.
—¿En espera?
La morena encogió su hombro bueno. —Ya me lo esperaba. El tema ha llegado hasta la Casa
Blanca. Alastair dijo que tenían que replantearse algunas cuestiones.
—¿Cuestiones? ¿Qué tipo de cuestiones? No hicimos nada malo. Precisamente no fue un paseo
divertido.
—Lo sé. —La reconfortó con unas palmaditas en la espalda—. Pero es un importante escándalo,
y que probablemente tendrán que averiguar quién es el culpable. Aparte de nosotras, por supuesto.
—Fantástico. —Frunció el ceño—. ¿Por qué no me lo dijiste?
3
Dar señaló a la camarera.
—Dos cervezas, por favor. —Luego se dio media vuelta hacia Kerry—. Alastair me lo dijo
anoche. —Vaciló—. Además él quería arruinar nuestra cena con trabajo.
Habían tenido una cena agradable y romántica en el barco.
Kerry arrugó su frente, mostrando una expresión irónica, incapaz de no estar de acuerdo con el
motivo.
—Tienes razón en eso.
—Me alegro de que estés de acuerdo.
La música cambió y dos nuevos bailarines, vestidos con trajes flamencos, aparecieron en el
escenario. Kerry les observaba, su mente girando sobre las palabras de Dar. Ofreció a la camarera
una breve sonrisa, cuando le entregó una botella fría. Chocó su botella con la de Dar.
—Bueno, porque tengamos mejor suerte en las próximas semanas. No quiero nada como los
últimos meses.
Dar chocó su botella.
—Concuerdo.
***
Ya era tarde cuando llegaron a casa. Kerry puso su bolsa de golosinas en el sofá, y se dirigió a la
cocina, pensando en qué prepararía para la cena.
—Hey, ¿te apetece algo de pollo? —preguntó, mientras pasaba junto a Dar, que estaba abriendo
la puerta trasera.
—Vamos, Chino, adentro. —Dar cerró la puerta y permitió que su Labrador Golden Retriever
entrara en la sala de estar—. Por supuesto. —Se sentó en un asiento en la mesa de la sala y se puso
a revisar el correo—. ¿Te apetece ver una película, esta noche? Parece que hay algunas cosas
decentes para ver.
—¿Tú, yo, una película y palomitas de maíz? —Kerry sonrió—. Creo que podré soportarlo.
Elige algo bonito y sangriento. —Sacó algunas cosas de la nevera y las puso sobre la encimera antes
de unirse a Dar en el salón.
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Su correo era una colección de la basura habitual: software libre, solicitudes de hipotecas, pre-
aprobadas de tarjetas de crédito... Correo basura.
Se dio cuenta que había un sobre de color púrpura. Lo sacó de la pila a tirar a la basura y le dio
la vuelta para mirar la dirección.
—Hm.
El sobre estaba dirigido a ella. Reconoció el logotipo en la parte superior, con una mueca.
—¡Ah! ¿Qué es eso? —Dar levantó la vista de un catálogo de juguetes frikis.
—Mi escuela secundaria. —Abrió el sobre y sacó el contenido. Después de un momento de

lectura, se encogió de hombros—. Sólo piden donaciones. —Se giró y alejó—. Voy a darme una
ducha y a cambiarme. Vuelvo enseguida.
—Me uniré a ti en un minuto. —Dar continuó hojeando el catálogo y se detuvo cuando vio un
resplandor en la bola oscura—. Oh. Esto tiene posibilidades. —Apoyó la barbilla en la mano y
consideró la idea de que el personal de limpieza entrara en su oscurecida oficina y la vieran flotar
sobre su escritorio—. Eh.
Kerry se sentó tras el escritorio en su oficina en el piso de arriba y pensó en la nota que había
recibido. Parte de lo que le había dicho a Dar era cierto, su escuela secundaria siempre buscaba
donaciones y ésta no era la excepción. Sin embargo, la segunda parte de la tarjeta era una invitación
a la reunión de secundaria.
—Ugh. —Exhaló.
La escuela secundaria había sido un momento difícil para ella y volver allí no era algo que
realmente le agradara, a pesar de que le había insistido a Dar para que acudiera a la suya. Era
diferente para Dar, o eso le había parecido. Dar había ido a la escuela pública. Ya era una rebelde
cuando había asistido y podía pavonearse, de nuevo, con sus antiguos compañeros de clase sabiendo
la vida exitosa que había conseguido, había sido bueno para ella. Se podría decir que había
levantado una pata trasera y meado a todos.
Ella no había ido a la escuela pública. Su instituto era un muy conservador, totalmente cristiano,
y mientras estaba allí había estado bajo una enorme presión defendiendo la imagen que su padre
tenía de ella. No había sido divertido, y no tenía ningún recuerdo entrañable de verdad sobre aquel
lugar. No había tenido otra opción que seguir allí. Así que se había obligado a sacar buenas notas, a
participar en deportes de equipo adecuados, evitando los escandalosos comportamientos de sus
compañeros de clase.
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Se había comportado como la perfecta hija de un senador. Curvó los labios al recordarlo,
sintiendo un poco de asco de su yo más joven.
Volvió a tomar la invitación y la estudió. Volver allí como vicepresidenta de operaciones

globales de ILS no sería tan terrible, aunque sabía que no sería considerada como mujer de éxito
como sus otros compañeros de clase que se habían casado, hecho dinero y creado familias
numerosas.
Pero iré allí con Dar. Dios mío. Exponer su estilo de vida, a esa gente, sería como andar sobre
piedras ardientes. De sólo de pensarlo se le revolvió el estómago. Cuando se dieran cuenta de que
ella era gay, la mirada en los ojos de sus compañeros de clase no sería nada agradable, no sabría
cómo aceptarlo.
¡Oh no!
A pesar de que muchos de ellos la habían visto en las audiencias del Senado, donde había sido
marginada, verlas en persona sería totalmente distinto.
Kerry no estaba avergonzada de su relación, pero tampoco tenía intención de someterse a sí

misma y mucho menos a Dar. Seguramente sería una noche de miradas medio compasivas, medio
disgustadas y observaciones de corte sobre el círculo social de la familia.
De ninguna manera.
—¿Ker? —Dar la llamó desde abajo—. ¿Qué piensas sobre un celular pluma?
Kerry tuvo que sonreír.
—¡Nerd! —gritó, levantándose de su escritorio y dirigiéndose a la ducha. A Dar realmente le

gustaban demasiado los juguetes tecnológicos. Entonces se detuvo y reflexiono. ¿Celular pluma?—
Espera. ¿Lo tienen en rosa?
***
El despacho era principalmente de madera y cuero, pudiéndose oler el aroma del dinero añejo.
Las paredes estaban cubiertas de estanterías surtidas con libros que nunca se habían leído y un
enorme escritorio de caoba.
6
Detrás de la mesa estaba sentado un hombre de unos cincuenta años, fornido y con el cabello
gris, vestido con una impecable camisa blanca con las mangas arremangadas. Tenía un montón de
papeles, los cuales estaba estudiando minuciosamente.
La puerta se abrió y entró una mujer de cabello gris, cerrando la puerta tras de ella.
—Roger, los Millison tienen una cena la próxima semana y el Vicepresidente asistirá. ¿Estarás
disponible para ir?
Roger Stuart se inclinó hacia atrás y reflexionó.
—¿Me quieren ver con ellos este mes? Creía que últimamente me odiaban. ¡Oh, demonios! ¿Por
qué no? Los Millison por lo menos sirven una comida decente, especialmente cuando quieren algo.
—Entonces confirmaré nuestra asistencia —dijo Cynthia Stuart.
Se volvió, salió de la habitación y cerró la puerta detrás de ella.
El teléfono sonó. Stuart se levantó y escuchó, gruñendo.
—¿Qué hay de nuevo esta vez?
La voz en el otro extremo sonaba alegre, más de lo normal.
—Señor, por fin nos han concedido la audiencia que ha estado solicitando con ILS. La van a
programar. Estoy seguro que será bueno que todo salga a la luz pública, tal y como esperábamos.
Stuart vaciló, sus ojos seguían sobre la pila de papeles.
—¿Ya tenemos la fecha?
—No, señor, pero me prometieron que es sólo una cuestión de una hora o así.
Tamborileó con los dedos gruesos y nudosos sobre los documentos, pensativo.
—Está bien, escucha. —Suspiró—. Dile que de momento lo cancelamos.
—¿Señor?
—Ha surgido algo. ¡Dile que espere a tener de nuevo noticias mías! —Stuart ladró—.
¿Entendido?
—Uh... sí, señor. —Sonó la voz desconcertada, pero escarmentada—. Se lo diré.
Stuart colgó y volvió a los informes.
—¡Maldita sea! Podría dejar que eso... —Se detuvo e hizo una mueca—. ¡Para encontrar algo
como esto! —Golpeó la mesa—. ¡Maldita sea, maldita sea ella, maldita sea!
7
Arrugó los papeles bajo sus manos, marcando sus palabras condenatorias en negro sobre el
blanco cremoso de la calidad de la superficie en que fueron impresos. Distraídamente, fue pasando
la siguiente página. Frunció el ceño revisando y mirando en el reverso. Se inclinó más cerca, lo
examinó y no encontró nada más interesante que un informe del tiempo. Negó con la cabeza
mientras le daba la vuelta. Soltó un bufido
—Reciclaje… Debe ser demócrata.
Tenía que darle crédito a la mujer, sin embargo. El análisis era conciso, correcto, sin irse por las
ramas en cuanto a sus resultados, lo cual era algo que aprecia independientemente de la fuente. La
mayoría de los informes que solía leer estaban llenos de verborrea para finalmente no decir nada. La
lectura del informe de Dar Roberts era como un soplo de aire fresco. ¿Podría apreciar el contenido
mientras despreciaba a la autora?
Suspiró. ¡Pero maldición si tenía que ser ella! Después de haberse quedado sin opciones, había
llegado a aceptar, a regañadientes, la decisión de Kerrison, independientemente de lo estúpido y sin
sentido que fuera todo ello, por no hablar de la vergüenza que le había hecho pasar a toda su
familia. Enterarse de que su hija era gay, había sido un shock, pero aún peor hacerlo quedar mal
ante sus electores, como si él lo hubiera tenido oculto.
Asqueroso. Sólo la idea de que ellas dos... Su labio se curvó. Asqueroso.
Al menos sabía que aquella mujer no se estaba aprovechando de los beneficios financieros de su
hija, y mientras tanto, las dos vivían en lo que él consideraba aún un estilo aceptable y discreto, sin
que hubiera tenido que escuchar o leer cotilleos de ambas en ningún medio periodístico. Los
periodistas habían aprendido a mantenerse lejos de ella, especialmente desde que su oficina se
defendió de ellos y vivía en esa isla privada. Ahora tenía que lidiar con esto.
Stuart miró de nuevo los papeles. Roberts se lo había dado por una razón, él lo sabía. Ella sabía
que él ante todo era un patriota.
¿Se habría enterado de la investigación incipiente sobre ILS? Si esa era una manera de tratar de
sobornarlo, podía olvidarse de ello. Si esa era su intención, ella estaba muy equivocada. Resopló
suavemente y paso a la siguiente página.
Tan pronto como lo hubiera leído todo, conseguiría que la audición de vuelta en... se inclinó más
cerca, mirando fijamente a la página siguiente.
—¡Jesucristo!
8
***
El pequeño grupo estaba sentado en un círculo de sillas, como si hubiera sido hecho a propósito
por un diseñador. Todas las ocupantes eran jóvenes, la mayoría en su adolescencia, a excepción de
la mujer sentada con las piernas cruzadas en la mullida silla grande cerca de la puerta.
—Está bien, Bárbara, ¿qué te hace pensar eso? —preguntó Kerry tranquilamente, enfocando su
mente en los problemas de estas jóvenes, a medio camino entre niñas y adultas, sumado a tener que
hacer frente a una sexualidad emergente que no estaban seguras de entender. Quería ayudarlas ya
que en su mayoría se sentían marginadas.
Ella compartía sus tareas de consejería con otras dos mujeres mayores. Había descubierto que
disfrutaba de su tiempo con el grupo. Le agradaba escuchar y ayudar a resolver problemas, muy
diferentes a los que normalmente se enfrentaba. Y además podía recordar nuevamente que su propia
aceptación de su estilo de vida ha sido más fácil en comparación a lo que aquellas jóvenes estaba
sufriendo.
En ese momento, la miembro más joven del grupo de discusión, Bárbara González, había
confesado que pensaba que su jefe, en el Burger King, se había dado cuenta de que era gay y que
debido a eso estaba tratando de deshacerse de ella.
—No lo sé. —La chica delgada, de pelo castaño, pasó un brazo alrededor de una rodilla—. Los
cambios de turno, y ahora me ha pedido que me encargue de los inventarios de comida para la
próxima semana, que haga los pedidos y cosas por el estilo.
—Mmm. —Kerry se sentó, consciente de los ojos de Bárbara en ella—. ¿Le has preguntado por
qué lo hace?
La joven se encogió de hombros.
—No. Me imaginé que era porque él me vio con Sally en el congelador. Estábamos haciendo
algo por demás estúpido.
—Mmm. —Se imaginó a su jefe, Alastair McLean, abriendo un armario buscando material para
encontrarse a ella y a Dar besándose. Reprimió la risa—. ¿Él es muy conservador?
—Sí, un poco. —Asintió—. Él está en una comunidad, ya sabes, como Hibiscus.
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—¿Hibiscus? —Kerry parpadeó—. ¿Quieres decir Kiwanis 1?
—Sí, lo que sea.
—¿Haces un buen trabajo? —le preguntó.
—Supongo. Atiendo bien a los clientes. Hago bien todos mis trabajos, siempre llego a mi hora y
todo eso.
—Bueno, él podría estar pensando en echarte, pero creo que existe otra posibilidad —dijo
Kerry—. Podría estar tratando de promocionarte a un puesto de mayor responsabilidad en el
restaurante.
Bárbara la miró parpadeando, obviamente sin haber siquiera considerado esa perspectiva.
—¿Eh?
—Si yo fuera el gerente —especuló—, y estuviera pensando en ascender a un empleado a un

puesto como, por ejemplo, asistente de gerente o encargado, pensaría en alguien digno de confianza,
que fuera rápido, ordenado, que hiciera bien su trabajo y le daría un poco más de responsabilidades
todos los días, para ver como lo maneja.
—¿Lo harías? —Casey ladeó la cabeza, que estaba cubierta de una explosión de rizos oscuros.
—Por supuesto. —Sonrió Kerry—. Le pediría a Bárbara que hiciera los pedidos, que supervisara
la limpieza de los baños, que fuera mi persona de confianza y así sabría si está preparada para ser
ascendida. —Los ojos de Bárbara brillaban, mientras la miraba con la boca abierta—. Te diré algo.
Piensa en ello, durante una semana y trata de ver la parte positiva en vez de la negativa y veremos
lo que sucede.
La joven apartó un mechón de pelo detrás de la oreja.
—Guau... está bien. Sí, creo que podría hacerlo. Tal vez podría, no sé, planchar mis camisas y
esas cosas. A ver si se da cuenta. —Sonrió y su rostro se iluminó—. Gracias, Kerry. Eres tan buena.
Kerry se puso de pie y rodeó la silla. Se apoyó en el respaldo y las miró.
—A veces, es fácil creer que todo el mundo está en tu contra, o que tu preferencia sexual,
automáticamente te convierte en una víctima. Pero no es cierto. —Hizo una pausa y reflexionó—.
No es que eso no suceda. Por supuesto, a veces pasa. Todos estamos cansados de ver casos en las
noticias o nos cuentas sucesos. —Una breve sonrisa tocó sus labios—. Pero no siempre.
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Es una organización internacional que promueve la infancia y diversos derechos, siendo bastante
idealista en sus objetivos.
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—En tu trabajo lo saben, ¿no? —le preguntó Casey con curiosidad.
Kerry asintió.
—¿Te causó algún problema?
Las chicas la observaban de cerca interesadas en su respuesta. Kerry intentaba dejar su vida al
margen del grupo, pero ellas siempre estaban intentando cavar en busca de pequeñas pepitas de su
vida personal. Sabían que trabajaba para una empresa grande y que era gay; quizá un poco más. La
mayoría de ellas ni siquiera conocían a Dar, ya que el actual grupo se había formado después de la
comida campestre a la que Dar había asistido.
—A veces, hay personas que se enteran y no saben cómo reaccionar —dijo Kerry.
—¿A tu jefe no le importa?
No pudo reprimir una sonrisa. —No. Definitivamente no.
—Genial. —Casey asintió con la cabeza—. Entonces, tal vez pueda conseguir un trabajo allí.
Suena muy bien.
Kerry estudio a la joven fornida, cuyo cabello oscuro estaba teñido en tres tonos de morado para
hacer juego con las seis diferentes clases de piedras de sus pendientes, así como para contrastar con
el baile de tatuajes a través de su cuello.
—Dame tu currículo y lo entregaré en el departamento de personal.
—Está bien. —Sonrió Casey—. Eres muy buena, como una vieja dama.
Aludida, levantó las cejas.
—¿Cuántos años crees que tengo? —Se llevó las manos en las caderas con leve indignación—.
Sólo tengo tres canas.
Casey sonrió tímidamente, y luego bajó los ojos. —Lo sé, era sólo una broma. Debe ser genial
tener tu vida.
Mmm. Sí, de hecho es bastante genial.
—He tenido mucha suerte. He aprovechado las buenas oportunidades que me han dado y
logrado encontrar a alguien con quien quiero pasar el resto de mi vida. Doy gracias a Dios por eso
todos los días, créeme Casey. —Dio la vuelta a la silla y se sentó—. Bueno, pasemos al siguiente
tema. —Cruzó las piernas y se apoyó en el brazo de su silla, mientras miraba a su grupo de
adolescentes—. ¿Qué tal en Acción de Gracias?
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Cinco pares de ojos quedaron en blanco.
—Odio las vacaciones. —Gimió Lena—. Viene toda la familia a nuestra casa: mis abuelos,
primos, todos. Tengo que vestir elegante. ¡Es una mierda! —La joven rubia frunció el ceño.
Kerry se rió entre dientes.
—Oh, sí, me acuerdo de esos días. Acción de Gracias siempre fue algo grande en casa de mis
padres. Teníamos treinta o cuarenta personas allí, algunas veces.
—¿Te gustaba? —Preguntó Lena, algo dudosa.
Pensó en ello.
—A veces. Cuando era realmente joven me gustaba porque todos mis primos venían. Estábamos
éramos demasiado pocos para algo realmente formal, por lo que nos dejaban solos en la terraza con
un par de las niñeras.
—¡Oh, niñeras! —Erisa empujó un mechón de pelo oscuro de nuevo fuera de su frente—. Eras
súper rica, ¿eh?
—Mis padres lo son, sí —respondió Kerry.
—Entonces, ¿qué has hecho en esta Acción de Gracias? —le preguntó Lena—. ¿Hiciste aquel
pavo que nos comentaste la otra vez?
¿Por qué será que siempre terminamos hablando de mí? Kerry se preguntó.
—Sí y no. Lo preparé, pero unos días más tardes. Estuve fuera de la ciudad para las vacaciones.
Casey se sentó.
—¿A dónde fuiste?
Los oídos de todas se animaron y miraron a Kerry con visible interés.
—Mmm. Bueno, el trabajo de Dar y el mío implica viajar mucho. Ella tuvo que asistir a una
reunión y yo a otra, pero final ambas terminamos en Chicago juntas. Por lo tanto, funcionó.
Hora de cambiar de tema 2.
—No sé. —Suspiró Lena—. Hace dos días tuve que escuchar a la gente diciéndome que debo
conseguir un novio. Son tan despistados, quiero decir, no se dan cuenta de nada.
2
Aunque les parezca increíble, sí, salta de un tema a otro sin conexión y así está publicado editorialmente.
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Retorció sus extremidades, en una posición que hizo que Kerry se preguntara si la chica tenía
huesos o varillas de plástico en su cuerpo. —Creen que me conocen, ¿sabes? ¿Tengo que pintar
toda mi habitación a rayas con el maldito arco iris?
—Probablemente pensarían que estabas haciendo algo retro. —Resopló Casey—. Mi padre por
fin se dio cuenta cuando le metí la maldita caja de condones en su tazón de cereales, que
previamente había dejado en mi habitación. Le dije que no estaba interesada en nada que pudiera
caber en ellos.
Kerry se tragó una carcajada.
—¿Qué te dijo?
Casey se encogió de hombros. Luego se rió sin humor. —Me dijo: “gracias a Dios, al menos no
saldrás con algún estúpido que te pueda dejar embarazada y tenga que hacerlo pagar por ello”.
—Prefiere que seas gay a puta, ¿no? —Lena remarcó—. Mis padres seguro prefieren que esté
muerta antes que ser gay.
Kerry se puso seria.
—No lo creo.
—Claro que sí. —Le respondió mirándola directamente—. Mi madre me lo dijo a la cara,
después de ver un programa de la jodida Oprah, sobre unos chicos homosexuales. —Resopló—.
Ella dijo que si alguna vez se entera que soy gay, me encerrará en mi habitación y le prendería
fuego.
Mierda. Kerry tomó aire para tranquilizarse.
—No creo que quisiera decir eso. Los padres, a veces, dicen cosas sólo para asustar a sus hijos.
Lena se encogió de hombros.
—Sí, puede ser, pero sé por qué tantos jóvenes gays fingen no serlo. Uno está tan harto de oír lo
que piensa la gente que al final te sientes de lo más jodido.
—Es verdad. —Elina asintió con la cabeza—. ¿Vale la pena?
Kerry se movió en su asiento, deslizando los pies al suelo. Juntó las manos entre las rodillas,
mientras se inclinaba hacia adelante.
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—Escucha. —Habló despacio y suavemente—. A mis padres tampoco les gusta que yo sea gay y
eso duele, porque yo amo mucho a mi familia. —Intentó ordenar sus sentimientos—. Odio tener
que tomar una decisión entre ellos y mi propia vida.
—Simplemente no lo entiendo —comentó Elina suavemente—. Es como si no me entendieran,

así que simplemente lo odio.
Kerry asintió.
—Eso es verdad, y créanme, me asusté cuando me di cuenta que iba a tener que enfrentarme a
eso. No quería que me odiaran. —Hizo una pausa para organizar sus pensamientos—. No sabía
cómo sería cuando me enamorara. Así que cuando me enamoré de Dar, todo fue una gran sorpresa
para mí, por lo bien que me sentía. Descubrí cuán increíblemente poderoso es el amor.
Todas se miraron las unas a las otras y luego a ella.
—Vale la pena —dijo simplemente—. No cambiaría a Dar ni por todo el oro del mundo, ni por
la aprobación de mis padres, ni por cualquier otra cosa en el mundo. —Se hizo un silencio absoluto,
y vio que todas la miraban—. ¡Vamos, que no he dicho algo tan profundo!
Se rió entre dientes y entonces se dio cuenta de que no la estaban mirando a ella, sino que
estaban mirando más allá de ella. Volvió la cabeza para ver a Dar apoyada en la puerta, con los
brazos cruzados y una sonrisa tranquila y satisfecha en su rostro.
—¡Ah, eres tú!
—Sí —le respondió.
Kerry era consciente de que estaba ruborizada.
—Vamos chicas, les presento a Dar.
Ésta entró, redondeado la silla de Kerry y se sentó en el brazo de la misma, mirando a los rostros
de las jóvenes.
—Hola —dijo, luego volvió su atención a Kerry—. Llegas tarde.
Miró a Dar totalmente desconcertada.
—¿Yo? ¿Para qué?
—Tienes una cita conmigo, con mis amigos los cangrejos y una botella. —Viendo la sorpresa en
el rostro de su amante continuó—: con una gran cantidad de burbujas en ella.
Giró su cabeza y miró a las chicas.
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—La disculpan, ¿no?
Cinco cabezas asintieron.
—Bien. —Volvió su atención a Kerry—. ¿Y bien? —Levantó una ceja y le tendió la mano, con
la palma hacia arriba. Kerry la tomó, disfrutando del gusto del contacto. Dar se levantó y esperó a
que Kerry se pusiera de pie.
—Um. —Se quedó mirando a su grupo, que ahora sonriendo y riéndose de ella—. Supongo que
las veré la semana que viene, ¿no? —Les sonrió—. ¿Ven? Ella es definitivamente mi guardiana.
Aún con las manos juntas, salieron de la sala de reuniones, atravesaron la iglesia respetando el
silencio pacífico hasta que empujaron la puerta exterior grande, saliendo al aire en una noche fría de
otoño y una brisa teñida fuertemente racheada con sal.
—Guau. —Estudió el esbozado de las estrellas—. Eso fue una sorpresa.
Dar asintió.
—Lo sé. He tenido un día difícil y quería terminarlo planificando la noche contigo, haciendo
algo especial. Vamos. Vamos a contar estrellas.
Kerry sonrió y volvió el rostro hacia el viento mientras caminaban hacia un pequeño restaurante
junto al mar, con velas aleteando sobre las mesas por la brisa. Mientras caminaban sintió la calidez
de Dar mientras iba por el cemento como flotando sobre una nube.
Capítulo Dos
—¿Angie? —Gritó Cynthia Stuart mientras caminaba por el pasillo—. Estamos listos para
sentarnos a cenar. ¿Está Richard de regreso?
—Todavía no. —Ángela entró en la terraza, se sentó y se alisó la falda mientras metía sus pies
bajo la silla—. Él dijo que su reunión podría llevar mucho tiempo. Acabo de meter a Andrew en la
cama.
Jugueteó con su cabello de color marrón oscuro, a diferencia del de su hermana mayor, Kerry.
También era más alta que su hermano y demasiado delgada, tanto que la hacía parecer casi
demacrada.
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—Bueno, está bien. Podemos esperar unos minutos —contestó Cynthia—. Tu padre todavía está
en el despacho. Pero creo terminará en breve. Hizo sonar la campana de los cinco minutos.
Angie asintió con la cabeza y se quedaron en silencio por unos momentos.
—¿Has hablado con tu hermana últimamente? —le preguntó su madre.
La joven negó con la cabeza.
—No. Intenté llamarla un par de veces, pero no obtuve respuesta. Supongo que están ocupadas.
—Miró a su madre—. ¿Qué pasa?
—Mmm. —Cynthia asintió una vez—. Ellas parecen activas. —Suspiró—. Desearía…
—¡Mamá, no empieces! —dijo Angie—. Kerry es feliz, ¿no es suficiente? Déjala en paz.
La puerta del despacho se abrió y Roger Stuart emergió. Se dirigió hacia el comedor, cambiando
de dirección y salió a la terraza.
—¿Qué está pasando aquí? ¿No se suponía que teníamos que estar cenando? Esperaba tener la
sopa ya en la mesa ya.
—Estábamos esperándote, Roger —respondió su mujer con suavidad—. Y Richard todavía no

ha llegado. Pero podemos ir a cenar ahora. Estoy segura que se unirá a nosotros en breve. —Hizo
un gesto a su hija para que volviera al interior de la casa—. ¿Fue bien la reunión?
—Umm, umm. —Sacudió la cabeza—. ¡Son todos unos imbéciles!
Él se apartó, dejando que su mujer e hija lo precedieran al entrar en el comedor. Mientras

caminaban por el pasillo, el más joven de los hermanos Stuart, Michael, se unió a ellos.
Todos entraron en el comedor y se sentaron. El personal del comedor llegó en silencio, y les
sirvieron los platos de una sopa naranja y cremosa en la mesa.
—¿Qué es esto? —Preguntó Roger, empujando la sopa con una cuchara—. ¿El maldito tomate
que te dije nunca me volvieras a servir?
—No, señor —respondió el hombre respetuosamente—. Es crema de zanahoria.
—Mmph. —Roger la probó e hizo una mueca—. Es apenas comestible. ¿Hay alguien en esta
casa que coma zanahorias?
—A Kerry —comentó Michael, tomando una cucharada de la sopa—. Apuesto a que a ella le
gustaría esto.
Notó cómo su hermana le golpeaba por debajo de la mesa. Angie suspiró.
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—Sí, seguro le gustaría.
Su madre frunció el ceño.
—Ángela.
Roger miró hacia arriba, reprendiendo a sus hijos.
—Estoy seguro que le gustaría. Pero será un día muy frío, como el infierno, cuando lo vayas a
averiguar, ¿mmm? ¡Así que mantén la boca cerrada hasta que tengas algo inteligente que decir! —
Volvió a mirar a sus hijos de forma mordaz—. Esto debería ser una cena tranquila.
Se hizo un largo momento de silencio tenso. A continuación Cynthia suspiró de nuevo.
—Bueno, entonces, ¿cómo ha ido el día, Michael? ¿Te has reunido con todos los clientes
nuevos?
—Um... no.
Roger se rió de nuevo, esta vez con un borde de disgusto resonando. Luego alzó la vista
bruscamente.
—Maldita ironía, al parecer la única persona que puede manejar una discusión inteligente no
está aquí para eso.
El silencio se instaló contra el suave tintinear de las cucharas.
***
Dar entró en su oficina, tiró la carpeta de informes hacia su escritorio y la vio deslizarse por la
superficie pulida de la mesa, mientras se instalaba detrás de ésta. Tomó cuidadosamente el paquete
antes de que se cayera de la mesa, y lo lanzó a la bandeja de salida con un poco de ruido de
disgusto.
Lunes. Los odio. Tomó asiento, movió el mouse y observó la pantalla iluminarse.
Estaba llena de mensajes oscuros, algunos con signos de exclamación rojos. Se frotó los ojos y
empezó a leer, maldiciendo en voz baja.
—No. —Hizo clic en eliminar—. No. —Hizo clic en borrar de nuevo—. Bésame el culo. —
Seleccionó tres y los borró—. Hijos de puta, ¿qué pasa hoy con la gente? —Sonó el teléfono y pulsó
el botón—. ¿Sí?
17
—Dar, tengo al señor Alastair en la número uno —le informó María.
Jesús.
—Está bien, gracias —Pulsó para abrir la línea—. Hola.
—Buenos días, Dar. —Alastair sonaba relativamente relajado—. ¿Algo nuevo por ahí?
Dar se quedó mirando el teléfono.
—¿Esperabas que lo hubiera?
—No —contestó Alastair—. Sólo sentí que necesitaba hablar contigo. ¿Qué tal el hombro?
—Está bien, tío Al. ¿Cómo está tu bursitis? —Le respondió, medio divertida y agravando la
voz—. ¿Sabemos algo de Gerry?
—No, ni una palabra —le informó—. Pero me imagino que no tardaremos en tener noticias de
ellos. De momento prefiero dejarlo así. Ya habrá tiempo de preocuparnos si sabes lo que quiero
decir.
—Sé lo que quieres decir —dijo sonriendo—. Para responder a tu pregunta original, sí para
variar, hoy está todo tranquilo. Sólo un montón de mierda molesta en mi bandeja de entrada, la cual
estoy tratando de poner al día.
—Es bueno saberlo. ¿Kerry lo está haciendo bien? Tengo la impresión de que estaba un poco
sacudida con toda esa actividad. ¿Está todo bien con ella?
Frunció el ceño al teléfono.
—¿Alastair?
—¿Eh?
—¿Qué demonios está pasando?
Alastair suspiró. —Estoy tratando de trabajar en mi sutileza, Dar. No estás ayudando.
Sus azules ojos parpadearon un par de veces. —¿Y se supone que funciona conmigo?
—En realidad no, no —dijo—. El hecho es que me enteré de que un pariente de ella podría estar
detrás de todo esto, ya sabes, sobre cuestionar nuestros contratos con los militares. —Su tono ahora
era grave—. Así que me preguntaba que si hubiera estado en conflicto con él de nuevo, tal vez le
dijo algo…
Dar resopló.
18
—Sí, eso es todo lo que necesitas saber, él no vale ni los seis dólares por metro de lino de mis
impuestos que pago para vestirlo.
—Mmm.
—Y no —continuó—. Kerry no ha hablado con ninguno de sus familiares desde hace un tiempo.
Nada de lo que está pasando tiene que ver con ella. Es probable que sea porque su padre es
simplemente un idiota... y por mí.
—¡Ah!
Tamborileó con los dedos sobre la mesa.
—¿Esto acaba de empezar?
—No —contestó Alastair—. Al parecer, ha estado instigando después de haber firmado el

acuerdo. Es sólo que ahora está saliendo a la luz.
Entonces no es por lo que le di.
—Bueno, no puede evitarlo. No puedo hacer que cambie. ¿Crees que es un verdadero problema?
Su jefe suspiró de nuevo.
—Creo que podría serlo. Sé que no puedes arreglarlo Dar, sólo era curiosidad. Yo me ocuparé de
ello. No te preocupes.
Dar sospechaba que ambos sabían que aquello acabaría mal.
—¿Crees que vendrá por nosotros? ¡Maldita sea, Alastair, le salvé la vida a ese bastardo! ¿Qué
más quiere de mí?
—Lo sé. —La voz de Alastair pasó a un tono más suave—. Dar, no eres tú, es él. Déjame
manejarlo a mi manera. Sólo quería saber si había pasado algo con él y con Kerry antes de empezar
a golpear a alguien. Entiende que a mí me importa un comino si es su padre. Si jode este contrato
estaremos en un gran problema, señora. A estas alturas, perderíamos mucho dinero.
No jodas. Dar se mordió el interior del labio. El contrato había sido una gran ventaja para ellos
cuando lo había anunciado.
—¿Sabes lo que significaría si tuviéramos que volver a eso ahora?
—Claro que lo sé —comento Alastair secamente—. Hablaré contigo más tarde, ¿eh? Que tengas
un buen día Dar.
—Sí. —Colgó el teléfono e hizo una mueca—. Ahora me lo dices.
19
***
Su teléfono estaba sonando cuando entró en su oficina y pensó en dejar que fuera al correo de
voz. Suspiró y contestó.
—Operaciones, Kerry Stuart.
—Hey, Kerry, soy Ilene, de la iglesia —la voz vacilante añadió—, hago terapia contigo, para el
grupo juvenil.
—¡Oh, claro! —Recordó quién era—. Lo siento. ¿Qué sucede?
—¿Sabes algo de Lena? ¿Sabes a quién me refiero? —preguntó—. Se suponía que debía
encontrarse conmigo ayer para almorzar, pero nunca apareció.
Kerry empezó a encender su computadora.
—Bueno, tal vez surgió algo, ya sabes como es. ¿Ella no te llamó ni nada?
—No. Y sí, sé que estas cosas pasan, pero dos de sus amigos han estado aquí buscándola.
Dijeron que no han sabido nada de ella desde hace un par de días y están un poco preocupados.
Creí, tal vez, que ella podría haberse puesto en contacto contigo.
—¿Conmigo? —Su frente se arrugó—. No. No creo que le diera a nadie del grupo mi teléfono y
tampoco aparece en la guía telefónica. Pero si se pone en contacto conmigo de alguna manera,
tranquila que te avisaré. ¿Piensan que le ha podido pasar algo?
—Nadie está seguro. Es extraño porque no dijo que fuera a ir a ninguna parte. —Ilene suspiró—.
Bueno, fue una apuesta arriesgada, pero Casey dijo que a Lena le gustas mucho, así que pensé que
tal vez le habías dado tu número o algo así. Gracias de todos modos, Kerry.
—No hay problema —dijo Kerry—. Voy a mantener un ojo abierto, ¿de acuerdo?
—Te lo agradezco. Hablamos más tarde.
La llamada inesperada la dejó un poco preocupada. Miró el identificador de llamadas y copió el

número de Ilene en su agenda.
Había coincidido con la otra consejera, un par de veces en las funciones de la iglesia y a pesar de
que le caía bien, no habían hablado mucho. Una pena, porque realmente ambas habían coincidido
en muchos aspectos de la vida en general y de su educación. Ella había nacido en Detroit, en una
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familia adinerada, la cual había reaccionado mal a su salida del armario. No tanto como los padres
de Kerry, pero prácticamente la habían echado de casa, obligándola a irse fuera, sin ningún tipo de
apoyo.
Al igual que Kerry, Ilene había hecho la transición, pero por lo que Ilene le había contado, le
había resultado bastante más difícil ya que el único trabajo que había tenido antes de salir de casa de
sus padres era como acomodadora de cine. Se había mezclado con mala gente en Miami y se había
metido en un pequeño problema, pero había terminado tomando cursos de formación profesional y
conseguido sacar adelante su carrera como mecánico.
Poniendo las cosas en perspectiva, a veces, cuando ella miraba a otras personas, se daba cuenta
de lo afortunada que había sido. Se inclinó hacia atrás deseando poder tomarse un Advil para
contrarrestar el terrible dolor de cabeza que se le había instalado.
Se estaba sintiendo un poco mal del estómago. Esperaba que las náuseas se desvanecieran antes
de tener que ir corriendo al baño.
Las reuniones no solían ponerla así, pero se había puesto un poco tensa cuando se había
despertado tarde y salir corriendo no ayudaba nunca. Era muy consciente de que todos la
observaban y lo último que quería era que la gente pensara que se estaba aprovechando de su
relación con Dar para ir al trabajo cuando le diera la gana. Dar le dijo que no le importa un carajo
los chismes, pero en realidad tampoco la hacía sentir mejor. Por supuesto, tampoco tenía los cojones
para manejar los comentarios como Dar lo hacía. Cuando su amante se enfrentaba con un
comentario mordaz sobre su tardanza, se limitaba a responder con una sonrisa y las palabras:
"¿Quieres que te cuente por qué llego tarde?"
Era halagador, de alguna manera, pero sabía que Kerry se avergonzaba cada vez que lo
escuchaba. Flexionó los hombros y se pasó los dedos por la base del cráneo. Tal vez, el resto del día
fuera pacífico y pudiera conseguir limpiar su bandeja de entrada, tras haberla ignorado toda la
semana.
Un suave golpe sonó en la puerta interior, se giró para ver cómo se abría y se asomaba la oscura
cabeza de Dar.
—Hey. —Entró, se acercó a ella y se apoyó en la parte posterior de su silla—. ¿Puedo matar a
Eleanor?
Ah.
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—¿Y ahora qué, cariño? —Deslizó sus manos sobre el estómago de Dar y la miró con ternura—.
¿Le prometió a un cliente potencial que lo llevaríamos a cenar otra vez? Sabes que es sólo a causa
de tu reputación.
—Prometió a un cliente potencial que le daría el ancho de banda libre si firmaba un contrato por
varios años —respondió Dar con una mirada adusta.
—Oh. Qué perra. —Alcanzó su teclado—. Déjame que le diga lo que puede hacer con sus
promesas.
Cubrió las manos de Kerry con las suyas.
—Ya he hablado con ella, pero seguro viene con alguna historia triste, por si me puedes hacer
cambiar de opinión.
—¡Ah!
Le dio un beso en la parte superior de la cabeza. —Aprenderá, uno de estos días. —Dio un paso
lejos cuando Kerry se sentó y giró en torno a su cara—. ¿La reunión fue bien?
—Eh. —Exhaló—. Me dio un fuerte dolor de cabeza. Tomaré un Advil.
Se sentó en el escritorio, retiró un mechón de cabello del rostro de Kerry y luego le acarició la
mejilla. Aquel cariñoso gesto hizo que la rubia sonriera y olvidara parte de la tensión acumulada.
—¿Qué tal tú? Tal vez podamos salir de aquí un par minutos antes. Si van a hablar de nosotras,
por lo menos tomaremos ventaja de ello.
—Por supuesto. —Vio la luz del teléfono de Kerry parpadeando—. Dejaré que vuelvas al
trabajo.
Estiró el brazo sobre la pierna de Dar y contestó el teléfono.
—Operaciones, aquí Stuart.
—Señora Stuart, soy Ramón del centro de operaciones —una voz tensa respondió—. Creo que
está pasando algo.
Sintió que Dar se inclinaba hacia adelante para escuchar.
—¿Algo como qué?
—Hay una enorme transferencia de archivos desde la banca de T1. ¡Nunca había visto nada así
antes! ¿Puede echarle un vistazo? Estaba tratando de localizar a la señora Roberts, pero no está
en su oficina.
22
—Estamos de camino. —Dar pulsó el botón y apareció frente a la mesa de trabajo, con Kerry
detrás de ella—. Bueno, por lo menos, así no…
—¿No tendrás que contestar nuestro correo electrónico?
—Así es.
La puerta se cerró tras ellas dejando la habitación en silencio.
***
—¡Tuvo que hacer eso? —le preguntó Angie, mientras caminaba junto con su hermano hacia su
coche—. Quiero decir… ¡Santo cielo, Mike!
—Sí, lo sé —respondió el joven tercamente—. Maldita sea, Angie, ella es nuestra hermana. No
me importa si nuestros padres desean que no lo sea, pero es nuestra hermana.
Angie caminó unos pasos, mirando hacia el claro cielo, lleno de estrellas.
—Lo sé.
—No lo sé. No sé qué pensar, Angie. Estuviste junto a ellos cuando querían ir contra ella en el
juicio, y parecía que…
—¡Eso no es cierto! —Lo tomó por el brazo y lo zarandeó—. Me gusta Kerry. Ella no me trata
con esa actitud altiva y poderosa, como hace él.
—No hice nada malo. Fui a saludarla —Mike la señaló con el brazo libre—. Tú no lo hiciste.
—¡Por el amor de Dios, Mike! ¡Estaba embarazada de nueve meses! —Gritó—. ¿Qué demonios
querías que hiciera, una escena?
—Sí —respondió Michael—. Por lo menos podrías haberla defendido.
—Oh, aquello era imposible. —Se volvió y echó a andar hacia la casa—. Lo único que quería
era crear menos problemas de los que ya teníamos.
Cerró la puerta con un golpe, dejando a Michael en el frío de aquella noche de otoño.
—Sí. —Exhaló Michael—. Tal vez.
Se dio la vuelta y se dirigió a su coche. Varios hombres caminaban hacia la casa y se hizo a un
lado para dejarlos pasar. Les echó un vistazo, luego continuo sin reconocerlos.
23
—¿Él sabe que lo tiene? ¿Él está seguro? —Preguntó uno de ellos en tono dudoso.
—Él está seguro —respondió el segundo—. Lo que quiero saber es, ¿de dónde proviene esa
basura? Pienso que el muchacho que tenía adentro se volvió en su contra.
—No lo sé, pero supongo que pronto lo averiguaremos.
Salieron del alcance del oído, dejando a Michael allí parado.
Sacudió la cabeza y suspiró.
—¿Y ahora qué?, me pregunto. ¿Él consiguió esas fotos de ese viejo Cómo-se-llame y la puta?
Cualquier cosa para hacer un escándalo, supongo. —Hizo una pausa mientras se volvía hacia el
coche—. Tal vez estén relacionados.
***
Kerry se inclinó sobre el hombro de Dar, mirando cómo escribía rápidamente una serie de claves
de comandos en la consola. Las piernas de la morena estaban cerradas alrededor de la base de la
silla. La energía que desprendía era totalmente palpable.
—¿Qué es? —preguntó Kerry con voz suave.
—No sé... no lo sé, todavía —murmuró, tratando de luchar contra un analizador en línea—.
¡Dios, es grande! —Movió el cursor hacia arriba y luego abrió otra pantalla—. Voy a dejarlo en
espejo y deshacerme de esto.
—¿Señora? —le habló nervioso el operador de la consola—. Se supone que no debería hacer…
—¿Se supone que no debería hacer eso? —Dar terminó la frase—. Hasta que pueda ver lo que
es, no voy a correr ningún riesgo. —Volvió a trabajar en ello—. El maldito puerto está presionando
demasiados datos, me pregunto si puedo... ¡Maldita sea!
—Puedes poner un... ¡Ah! —Kerry cerró la boca y observó cómo Dar se las arreglaba para
conseguir sostener el tráfico lanzando de su analizador de paquetes—. Bueno, vamos a ver lo que...
¡Oh, demonios!
—See.
—Encriptado —dijo Kerry—. Bien, eso es algo bueno, ¿verdad? Quiero decir, quieres que tus
datos sean encriptados.
24
—Mmm. —Dar trazó algo con su dedo largo—. No me gusta ese encabezado.
Kerry se inclinó de nuevo hacia delante y estudio el paquete que Dar le señalaba.
—¿Por qué?
—Este puerto es inusual —murmuró—. Hazme un favor, ¿puedes poner a Charles Ettig al
teléfono? A ver si él también ve una gran transferencia de datos. Sólo dile que vimos un aumento en
el uso de la tubería.
Kerry se sentó y levantó el teléfono de la consola. Sacó su PDA y comprobó el número que
deseaba marcar y esperó a que respondieran.
—Con Charles Ettig, por favor. Kerry Stuart, de ILS.
Música mala fue pasada por unos minutos entonces repentinamente se cortó.
—¿Hola? Soy Charles Ettig.
Kerry mantuvo su voz casual. —Charles, soy Kerry Stuart.
—Oh, hola, Kerry —respondió—. ¿Cómo estás?
—Estoy bien, gracias. Escucha, uno de nuestros sistemas de medición atrapó un pico en el uso
de la línea principal. ¿Están moviendo algunos archivos?
Hubo un momento de silencio.
—¿Moviendo archivos? —se preguntó Ettig—. No, no que yo sepa. Quiero decir, es lunes, ya
sabes, y lo hacemos tiene todas las transferencias de reconciliación procedentes de los bancos del
lugar, ¿qué es lo que quieres decir?
Dar negó con la cabeza y se señaló a sí misma.
—No, esto es algo que sale de tu edificio —dijo Kerry—. Como si estuvieras sacando una
actualización de software, de ese tipo de cosas. Pensamos que tal vez estabas distribuyendo parches
para tu base de datos.
—Oh. —Ettig reflexionó un momento—. Bien, supongo que podría ser. Voy a llamar y
averiguar qué está pasando. —El vaciló—. No estamos en problemas por eso, ¿verdad?
Kerry se rió entre dientes.
—No, pero me pareció un poco fuera de lo común, así que pensamos que sería mejor preguntar.
25
—Está bien. —Ettig ahora sonaba más confiado—. Gracias por echar un vistazo en las cosas.
Sabes que realmente lo apreciamos. Te llamo.
Kerry colgó y se dio cuenta de la mirada burlona de Dar.
—Hermoso —dijo—. Voy a ver si puedo rastrear hacia dónde se dirige.
Escribió un nuevo comando y observó el resultado.
—Ten cuidado, Dar, estás caminando por una línea muy fina. —Puso sus manos sobre los
hombros de la morena, flexionando los dedos contra el hueso y el músculo poderoso debajo de
ellos.
—Lo tengo. —Fue a otra pantalla y tecleó una consulta—. Vamos a ver quién eres, ¿eh?
—Podría muy ser legítimo.
—Podría ser. —Dar esperó, tamborileando con los dedos sobre el teclado—. California. Bien. —
Esperó un poco más—. Bueno, se dirige a un nodo DSL en San Francisco. ¿Ellos tienen algo en San
Francisco?
—Tres sucursales —dijo Kerry—. Pero están sobre líneas Frame Relay3, Dar. No DSL 4.
—Uh huh.
—¿Dónde están tocando por dentro? ¿Está en nuestra red? —Inhaló—. ¿Tenemos una violación
de seguridad?
—¡Mierda! —Comenzó a escribir de nuevo—. Conexión en Detroit. —Tomó el teléfono y

marcó—. ¿Mark? Soy Dar, revisa todos estos cambios e incluye Detroit por las últimas tres
semanas. Consigue a operaciones.
Sin esperar la respuesta, colgó y empezó con el rastreo de puertos.
—Está en la nube.
—¿La nube del Frame? ¿En el Tier 1 5?
—Sí.
—Han sido violadas.
3
Frame Relay: protocolo de transmisión de datos de internet mediante paquetes en tandas que, en caso de
congestionamiento de datos, avisa a varias o a todas la estaciones de eso.
4
DSL: protocolo de banda ancha de internet.
5
Tier 1: Es una red de nivel 1 de internet que se maneja a través de una interconexión libre, por lo cual
puede manejar un muy amplio espectro de datos, varias interconexiones internas y tienen cobertura
internacional.
26
Los dedos de Dar dudaron sobre las teclas.
—Voy a cortarlo.
El teléfono sonó y Kerry lo recogió.
—Operaciones, Stuart.
—¿Kerry? Soy Charles Ettig. Oye, acabo de hablar con mi gente y dicen que no han hecho nada.
—Está bien, Charles —le respondió—. Te diré algo. Vamos dejar caer el tráfico y lo
analizaremos… para ver si podemos averiguar lo que era y te informaré. ¿Te parece bien?
—Suena genial, Kerry. Gracias de nuevo por preocuparte por nosotros. —Su tono era
agradecido—. Sé que puedo confiar en tus muchachos.
—Gracias, Charles. Te llamaré. —Colgó y exhaló—. Dar, ¿si hubo una violación de seguridad,
es nuestra culpa?
—Depende de dónde esté. Vamos a rastrearla, así podremos entender qué demonios vamos a
hacer. ¡Maldita sea! ¡La última cosa que necesitamos, en este momento, es una brecha de seguridad
ahora! —Volvió la mirada a la pantalla—. Incluso si se trata de una brecha en el Tier 1, sigue
siendo el circuito nuestro para administrar. ¡Maldita sea, maldita sea, maldita sea! —Se golpeó la
frente con la mano.
Kerry colocó las manos de nuevo sobre los hombros de Dar y les dio un ligero apretón. Su
tensión era evidente y sin pensarlo realmente, masajeó suavemente los músculos.
—Veamos cuál es el problema, primero. Por lo menos hemos sido capaces de verlo antes de que
sucediera, Dar. —Se dio la vuelta y miró al operador de la consola que realmente no sabía dónde
meterse—. Ramón, has hecho un gran trabajo encontrando esto.
Él miró furtivamente a ambas mujeres.
—Gracias, señora.
De repente se dio cuenta de que el joven estaba incómodo con su interacción con Dar.
Por un segundo, casi se detuvo y retrocedió. Pero al sentir la piel de su amante, bajo sus dedos,
continuó con el masaje. ¡Al diablo con eso! Esta mujer que tenía delante era lo que más le
importaba, y no me importaba que un nerd estuviera observando.
—¿Dar?
Dar se echó hacia atrás, hasta apoyar la cabeza contra el estómago de la otra mujer.
27
—¿Sí? —Inclinó los ojos y la miró—. Esto podría ser algo serio, Ker.
Ella logró esbozar una sonrisa.
—Lo podrás manejar. Podemos ver lo que está sucediendo. El proceso de aprovisionamiento de
Mark es sólido. Estoy segura de que podemos encontrar una solución.
Los hombros de Dar se relajaron y ella asintió.
—Estoy segura de que podemos. —Escribió una nueva acción en la consola—. He puesto una
orden para que los datos terminen en un sitio determinado, así la podremos consultar mañana. Tal
vez seamos capaces de conseguir algún indicio con eso.
A pesar de su optimismo declarado, Kerry sabía que ellas estaban atravesando tanto como
podían.
***
A pesar de su optimismo, sabía que estaban cruzando una línea muy fina. Con las manos detrás
de la espalda, el hombre alto y de cabello oscuro, caminaba de un lado a otro, a través del despacho
del senador Stuart.
—Roger, te agradezco lo que estás diciendo; pero, ¿cómo puedes estar seguro de que esos datos
son reales? ¿Has dicho que alguien te los dio?
—No tienes que entenderlos. —Roger lo miró hoscamente—. Basta con mirarlo. Mira los
nombres, los números y dime, Bradley, ¡dime si es verdad o no! —Lanzó una pila de papeles sobre
el escritorio hacia Bradley.
Bradley los recogió, lo estudio con impaciencia y luego poco a poco fue pasando las páginas.
Hizo una pausa, se sentó en una silla frente a Stuart y lo miró fijamente.
—¡Santo Dios!
El senador se echó hacia atrás en su silla.
—Así que dime, Bradley —repitió con profundo sarcasmo—, ¿tenemos un problema?
Éste miró hacia arriba.
—Tenemos un problema. Roger, tenemos que pagarle al que te haya dado esto… y ya.
28
Para su sorpresa, Roger se echó a reír. —No estoy bromeando.
Stuart se levantó y empezó a caminar.
—Oh, no creo que vaya a ser tan sencillo. La fuente que tengo no sólo no puede ser comprada, ni
siquiera lo intentaría. —Se dio la vuelta y lo señaló con el dedo—. Lo que quiero saber es quién ha
sido… —miró fijamente a Bradley—, ¿… quién ha sido tan malditamente estúpido como para dejar
al alcance de cualquiera esta información tan incriminatoria? ¡Dímelo, Bradley!
—Señor…
—¡Dime por qué nadie sabía nada de este tema hasta ahora! ¡Por Dios, se trata de una base de
datos militar!
—Señor. —Bradley levantó una mano—. Veamos si Stevens y Perlamen pueden darle sentido
—abrió la puerta y gritó—: ¡Caballeros, los necesitamos!
Los dos hombres entraron, viendo el rostro enojado del senador, al otro lado de la habitación.
—¿Señor?
—No lo puedo explicarlo. No lo puedo explicarlo. —La voz de Roger se levantó—. ¡Nadie
puede explicármelo, porque estoy rodeado de idiotas! ¡La ironía de todo esto es que la maldita perra
que me dio esta mierda, nos hace parecer a todos como enanos mentales!
—Señor, tómelo con calma, por favor —rogó Bradley—. Estoy seguro de que hay una
explicación. Alguien tiene que haber…
—¡Idiotas! —Bramó Stuart—. Era algo sencillo. ¿No es que lo que me dijiste? Sólo un poco de
basura de excedentes militares, nada importante. ¡Estúpido hijo de puta!, ¿viste lo que hay en esos
datos? ¡Idiota! ¡Idiotas! ¡Todos ustedes!
—¡Señor! —dijo Perlamen—. Podemos declarar contra…
—¡¡¡Todos estamos incriminados imbécil!!! —Stuart vociferó con toda la fuerza de sus
pulmones—. Esto no está en las manos de nuestros amigos. Por el amor de Dios... Por el amor de
Dios... —Se agarró la cabeza—. ¡Ah!
—¿Señor? —Los hombres se apresuraron a seguir—. ¡Señor!
Capítulo Tres
29
—Ugh. —Kerry se deslizó abajo, en la bañera caliente, apoyando el cuello en borde de la

misma—. Gracias a Dios que terminó.
Dar tenía los ojos cerrados.
—See. —Retorció alrededor, tomando ventaja de los chorros fuertes de agua—. Gracias a Dios
que resultó ser un problema técnico del firmware, no un archivo robado. Aunque nos tomó más de
la mitad de la noche averiguarlo.
—Mmm. —Kerry volvió la cabeza y capturó su pajita, aspirando una bocanada de té helado de
melocotón—. No fue tanto. Otros se quedaron hasta más tarde.
Dar enredó sus piernas con las de Kerry y exhaló.
—Uh huh. Estoy feliz de que no tuviéramos que hacerlo. Estoy agotada.
—¿Hundir al pez? —Se rió, salpicándola un poco.
—Chica, prepara tu snorkel.
El teléfono inalámbrico sonó y después de darle una mirada malvada, Dar lo tomó y contestó.
—¿Hola?
Hubo un silencio y luego un grito de asombro.
—Um... um... ¿Puedo hablar con Kerry?
Su frente se arrugó.
—Por supuesto.
Con los ojos muy abiertos y un encogimiento de hombros, le pasó el teléfono a Kerry. La voz
había sonado muy joven. Kerry lo tomó y lo puso al oído húmedo.
—¿Hola?
Dar se acercó presionando su cabeza contra la de Kerry para escuchar.
—Oh, Kerry, hola. —Escuchó una inhalación brusca—. Realmente lo siento, espero no
molestarte tan tarde y todo eso, pero…
—¿Lena? —Reconoció la voz de la joven—. ¿Eres tú?
Se hizo silencio, seguido por un suspiro. —Sí.
30
—Hey, la gente te está buscando —dijo Kerry—. ¿Dónde estás?
Lena vaciló. —Um... no en un buen sitio.
Dar se situó más cerca y escuchó.
—¿Qué es “no en un buen sitio”? ¿Estás en el hospital?
—No —murmuró la joven—. Estoy en la cárcel.
Los ojos de Dar se abrieron como platos por la sorpresa. Ambas intercambiaron miradas de
sorpresa.
—¿En la cárcel? ¿Qué haces ahí? —Farfulló Kerry—. ¿Qué hiciste...? —Dio media vuelta y se
apartó el pelo mojado de los ojos—. ¿Estás bien?
—See. —Lena parecía cansada—. Es realmente estúpido, ¿sabes? Mis padres han averiguado
que soy gay y me han metido aquí.
—¿Te han encerrado? —La voz de Kerry bajó de tono—. ¿Qué hicieron?
—Diablos, lo sé —respondió Lena con tristeza—. Alguien rompió una ventana del coche de mi
padre y llamaron a la policía diciendo que había sido yo.
—Ah. —Entrecerró los ojos ligeramente—. ¿Necesitas ayuda para salir?
Lena se quedó muy tranquila durante unos segundos.
—Bueno, tú eres la única persona que conozco que no tiene el salario mínimo. Mis padres me
dijeron que me pudriera aquí dentro.
Ambas mujeres se miraron, asintiendo.
—Estaremos ahí en cuanto podamos. ¿Estás en la cárcel principal? ¿La que está a las afueras de
Flagler?
—Sí —susurró la joven—. Gracias, Kerry.
—No hay problema. Tómatelo con calma hasta que lleguemos allí.
Colgó el teléfono.
—¡Estúpido hijo de…! —Se detuvo al recibir un beso—. Maldita sea, Dar. ¿Qué diablos le pasa
a la gente?
31
—No lo sé. —Le limpió a Kerry un poco del agua que tenía en la mejilla—. Pero será mejor que
nos vistamos y vayamos a rescatar a tu pequeña amiga. Luego podemos preocuparnos por sus
estúpidos contribuyentes genéticos.
—Bah. —Kerry salió de la bañera, tomó una toalla y le dio la mano a Dar—. Pobre chica.
¿Cómo han podido hacer algo así? Probablemente esté mortalmente asustada.
—¿Es la que tiene los tatuajes? —preguntó Dar.
—Sí.
—Mmm. ¿Y el piercing en la nariz?
—Sí.
—Entonces estará bien.
Nada más entrar en el interior del condominio, Kerry se detuvo y se volvió con las manos en las
caderas.
—¿Lo sabes por experiencia personal?
La aludida se frotó la cara y siguió caminando, intentando no reírse.
—¡Oh, no puedo esperar a escuchar esa historia!
***
La joven rubia continuó sonriendo.
La cárcel principal del Estado de Dade, como la mayoría de las cárceles, era un lugar sumamente
deprimente. Las paredes eran de color beige institucional y el suelo mal azulejado. Kerry fue muy
consciente de las miradas, nada más entrar y se alegró del toque ligero de la mano de Dar en su
espalda mientras caminaban a través del vestíbulo, crudamente iluminado un escritorio que daba la
bienvenida.
El grueso vidrio, a prueba de balas, protegía a la mujer sentada detrás de él, la cual se tomó un
momento antes de levantar la mirada para ver a las recién llegadas.
—¿Sí?
Ew. Kerry exhaló.
32
—Una amiga nuestra está aquí. Me gustaría saber qué tengo que hacer para sacarla.
La mujer la miró, luego deslizó un cuaderno a través de la pequeña abertura en el vidrio.
—¿Nombre?
Kerry la miró, lo tomó y buscó en su bolso una pluma.
Se dio cuenta de que no sabía el apellido de Lena, al mismo tiempo que Dar le entregaba su
pluma favorita.
—Gracias. —Kerry escribió el primer nombre, luego vaciló—. Lo siento. Sólo sé su nombre de
pila.
—Realmente es amiga tuya, ¿eh? —La oficial tomó el cuaderno y lo estudio—. Podría ser peor,
podría llamarse María. Déjame ir a mirar.
Arrancó la hoja superior del mismo, se levantó y desapareció en un área desordenada, llena de
archivos y armarios altos detrás de ella.
—Mmm. —Kerry se balanceaba sobre sus talones—. Me siento bastante estúpida.
Dar se encogió de hombros, enlazando sus dedos detrás de la espalda, mientras miraba a su
alrededor, hacia el vestíbulo.
—No ha cambiado mucho. —Aceptó la mirada curiosa de Kerry.
—¿Después de...? —hizo una pausa e inclinó la cabeza.
—Ese pequeño incidente en el club, creo que te lo he mencionado alguna vez.
—Ah. — Sí, en efecto lo recordaba—. ¿Te trajeron aquí?
—Era muy joven —confirmó—. Querían asegurarse de darme una buena lección. Llamaron a mi
padre y él vino a buscarme.
Dos agentes iban junto a una mujer joven, evidentemente ebria, que era arrastrada por el
vestíbulo.
Kerry se movió a un lado para dejarlos pasar, cuando la joven intentó agarrarse a ella.
—Whoa. —Dar tiró de su amante hacia un lado de forma protectora—. Entonces, papá te
recogió, ¿eh?
La nariz de Dar se arrugó ante el hedor a vomito repentino.
—See. —Dio un paso hacia atrás, tirando de Kerry con ella—. Él estaba...
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—… Orgulloso. —Kerry trato de respirar por la boca.
—Bueno...
—Paladar Katherine Roberts, estoy aquí, viendo a tu padre venir a buscarte. Apuesto a que él le
contó a todos los policías que estaban allí lo que hiciste.
Dos hombres discutían en voz alta y estridente. Llevaban insignias alrededor de sus cuellos. Otro
hombre gritaba, señalando con el dedo a uno de los detectives, se acercó.
El detective dio una palmada en la mano y gritó.
—¡Hey! —La agente había vuelto a su escritorio y ahora utilizaba el micrófono—. ¡Llévala
dentro!
Los tres hombres les lanzaron una mirada y luego empujaron a la joven a través de una
desgastada puerta de madera con paneles a un lado, que se abrió dando paso a una gran sala llena de
escritorios y papeles. La agente de recepción las miró y luego alzó la vista, hizo contacto visual con
Kerry y señaló hacia el interior.
—Un poco del oficio.
—Dar. —Kerry le dio unas palmaditas en la pierna—. Vamos, vayamos a terminar con esto.
Volvieron al mostrador y apoyó los codos en la astillada superficie de formica.
—¿La ha encontrado?
—Sí. —La mujer movió unos papeles—. ¿Es un pariente?
—No. Sólo es una amiga —ladeó la cabeza para mirar fijamente el gafete de la oficial. Funk.
Mmm.
—No joda —dijo la oficial Funk—. Está bien. La fianza es de mil dólares.
Estudió los ojos de la oficial que parecían estar esperando una reacción suya. Sonrió
amablemente.
—Está bien. ¿Aceptan cheques? ¿Tarjetas de crédito? —Esperó un momento la respuesta de la

oficial.
—Efectivo —respondió la agente Funk—. El diez por ciento.
Dar sacó su billetera del bolsillo de su cadera y revisó su contenido. Sacó un billete de cien
dólares y arrojó sobre el mostrador.
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—Ahí…
Kerry abrió la boca para protestar, pero se dio cuenta que no llevaba tanto dinero encima.
Empujó el billete más cerca de la oficial. —Ahí tiene.
Se quedaron allí mientras el papeleo era completado, lo que les pareció una eternidad.
—No tuve que firmar tantos papeles cuando cambié de coche —comentó Kerry con brazos
cruzados.
—Eso es porque no lo compraron en Dade —murmuró la oficial.
—Está bien. Jack, ven aquí. Tráeme a esta chica.
Deslizó un pedazo de papel detrás de ella que fue tomado por un hombre uniformado, luciendo
un bigote espeso y oscuro.
—Éste es su recibo. —Se lo entregó a Kerry—. Ella tiene una audiencia dentro de diez días.
Asegúrese de que ella esté allí o volverá aquí y usted perderá su dinero.
Dar se inclinó hacia delante.
—¿De qué se le acusa?
La oficial se sintió intimidada por la profundidad de la mirada de Dar.
—De destrucción de propiedad privada.
—¿Qué rompió? —preguntó Kerry.
—La ventana de un coche.
Dar arrugó su frente.
—¿No sería más barato simplemente pagar la maldita ventana?
La oficial se encogió de hombros.
—Sus padres presentaron cargos. Supongo que se dieron cuenta que la chica no la podría pagar.
—Bastardos.
La policía dejó de guardar sus papeles y miró si había alguien más alrededor, antes de hablar.
—No lo sé. Si mi niña me dijera que es rara, seguramente podría hacer lo mismo. —Se encogió
de hombros y se alejó.
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Kerry volvió y se encontró con los ojos de Dar. Se quedaron mirándose la una a la otra en total
silencio.
Después de unos minutos una puerta interior se abrió y el oficial masculino, apareció con Lena
agarrada del brazo.
La chica estaba muy tranquila, con el rostro mostrando signos de golpes y la ropa desgarrada y
manchada. Levantó la vista y vio a las dos mujeres, a las cuales les lanzó una mirada de gratitud
absoluta, haciendo que su rostro se iluminara.
—Hey, Lena. —Kerry le sonrió—. Vamos, apuesto a que tienes ganas de salir de aquí.
—Oh. —Lena cerró los ojos y luego los abrió—. Puedes apostar tu culo. —Se detuvo
torpemente—. Um... Quiero decir...
—Creo que has dicho exactamente lo que querías decir —Dar le sonrió—. Vamos a salir de este
lugar —sus ojos se desviaron hacia la oficial Funk—, aquí huele mal.
Salieron por las puertas dobles grandes, agradeciendo el aire fresco de la noche.
Lena se detuvo en los escalones de piedra y respiró, inclinando la cabeza hacia atrás para mirar
el cielo nocturno.
—Gracias. —Se abrazó a sí misma—. Les voy a devolver todo el dinero. Tengo un poco en mi
cuenta de ahorros. —Miró alrededor con una expresión perdida—. Total, tendré que sacar todo el
dinero. Voy a necesitar comprar ropa antes de volver al trabajo mañana —hizo una pausa—, si no
me han despedido, claro.
Kerry y Dar intercambiaron miradas.
—Vamos. —Kerry puso una mano en el brazo de la joven y la condujo hacia la Lexus—. Lo
primero que necesitas es una ducha y un poco de ropa limpia. Te llevaremos a nuestra casa.
—No puedo pedirte que hagas eso. —Pero Lena las miraba patéticamente agradecida.
—Tranquila. Vamos. —Dar le abrió la puerta y le indicó que entrara.
La pobre chica se la veía tan desigual, casi perdida, Dar sentía como... ¿Cómo qué, Dar?, su
conciencia la pinchó. ¿Cómo si quisieras ir a golpear a su madre?
Cerró la puerta una vez Lena entró en el coche, luego dio la vuelta y fue a entrar. Se detuvo y
apoyó su brazo en el borde de la ventana mientras miraba hacia la vereda.
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Se recordó a sí misma caminando, vestida medio punk, con rastro visible de su pelea, pero feliz
porque su padre estaba allí a su lado. Se habían detenido en la esquina y apoyado contra la pared de
coral, frente al estacionamiento donde había visto la camioneta de su padre. Andrew la miró,
negando con la cabeza.
—Señor. ¿Qué voy a hacer contigo? —Dar había metido las manos en los bolsillos rotos,
asintiendo con la cabeza—. ¿Sabes?, algunos padres tendrían que dar medallas a sus hijos —dijo
Andrew, mirando a lo lejos.
Luego se había quitado sus placas de identificación y se las puso alrededor del cuello de Dar.
Recordó haber mirado hacia él, sabiendo cómo se sentía, porque él la había sonreído y acariciado la
mejilla con su mano callosa.
Habían vuelto a casa, después de parar en una gasolinera para recoger algunas barras de helado y
dos botellas de refrescos. Incluso su madre había escuchado la historia y, con un suspiro, le había
dado una palmada en la rodilla y le dijo que había hecho una buena cosa. Se había sentido como si
hubiera ganado la lotería. Había recibido una alabanza de sus padres y ahora, al escuchar a Lena, se
daba cuenta de nuevo lo diferente que había sido para ella.
—¿Dar? —Kerry se inclinó y tiró de la camisa de la morena—. ¿Estás bien?
—Sí. —Se deslizó detrás del volante y cerró la puerta—. Sólo estaban pensando en algo.
Estudió el perfil de su amante, por un momento, luego le dio unas palmaditas en el muslo y se
volvió para mirar a Lena, que estaba en el asiento trasero.
—Te dedicas a la entrada de datos, ¿no?
Lena estaba pasando los dedos sobre el suave cuero del asiento. Levantó la mirada con aire de
culpabilidad.
—Um... oh, sí, sí. Es una empresa de telemarketing. —Sus ojos bajaron—. Mi jefe odia cuando
la gente llega tarde. Sólo puedo imaginar su reacción cuando se dé cuenta que no he ido a trabajar
en dos días.
—No te preocupes por eso —Kerry sonrió—. Entonces, ¿qué pasó exactamente?
La joven se echó un poco hacia atrás el pelo muy sucio, fuera de la frente.
—Oh, Dios mío, era como... fue tan increíblemente estúpido. —Exhaló, pero su espíritu se
estaba recuperando un poco—. No lo podía creer. Era como alguna cosa extraña, como si fuera un
sueño, ¿sabes?
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—No. Pero si me lo cuentas podré hacerme una idea —dijo Kerry con paciencia.
Lena emitió un suspiro.
—Está bien. Nos contaste que estabas muy metida en esta cosa Internet, ¿verdad?
Dar y Kerry intercambiaron miradas.
—Sí, lo recuerdo —Kerry dijo.
Lena se distrajo momentáneamente.
—Trabajamos con Internet —le confirmó de nuevo a Dar, mientras sacaba con cuidado el coche
a la carretera—. Así que, sí, se podría decir que nuestro trabajo consiste en movernos por todas
partes por Internet.
—Guau. ¿En serio? —Lena miró el perfil de Dar con interés—. Eso es tan cool. Eres como, ¿los
hackers?
—No.
—A veces.
Kerry dio Dar un vistazo.
—No lo somos.
—Nunca has visto lo que puedo hacer con un analizador de datos, ¿verdad?
Lena empezó a reírse.
—Son muy divertidas. —Se relajó en el asiento de cuero—. En fin, de todos modos, yo también
estoy muy metida en estas cosas de internet y encontré algunos lugares muy interesantes, gente...
um... —Vaciló.
—¿Al igual que nosotras? —Kerry aventuró una conjetura.
—Sí —dijo la joven—. De todos modos, todos nos reunimos, hablamos, hacemos cosas y
muchos de ellos escriben historias. —Se frotó los dedos—. Algunas de ellas están bien, son bastante
buenas, pero... ¡ew! —Hizo una mueca—. Entonces, me di cuenta de que también podría intentar
hacerlo y ver cómo salía.
—¿Escribir historias? —Se inclinó sobre el asiento y lo consideró—. ¿Historias sobre la

escuela... y ese tipo de cosas?
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—Uh, no. —Se sonrojó—. No, no es acerca de la escuela. Bueno, una de ellas lo era. Esta chica
escribió sobre ella y otras dos chicas, y algunas del equipos de gimnasio, pero…
Kerry ladeó la cabeza.
—¿Equipo de gimnasia? —Miró a un Dar sonriendo.
—¿Qué? —Frunció el ceño pero luego se relajó cuando se dio cuenta del tipo de historias que la
joven estaba hablando—. Oh. Una historia romántica..., ¿eh?
Lena se mordió el labio.
—Bueno, supongo que algunas se podrían llamar así.
—Entonces, ¿tus padres se enteraron porque estabas leyendo una historia erótica lesbiana? —
Dar preguntó en un tono bajo y divertido.
—De ninguna manera. —Negó con la cabeza—. Soy muy cuidadosa para eso, y mis padres no
sabrían lo que estaban viendo en mi computadora de todos modos. —Cruzó sus brazos—. Escribí la
primera historia y la envié y bueno, a todo el mundo le gustó. Fue genial.
—Hey, eso es fantástico —la felicitó Kerry.
—Sí, excepto que imprimí una copia para llevarla a la escuela. Para enseñársela a Casey y a los
demás. La dejé imprimiendo, pero entró mi madre y la atrapó. —Miró por la ventana—. Guau,
¿estamos conduciendo a un barco? ¿Pero dónde viven? ¿En Cuba?
—Eso sería todo un viaje —murmuró Dar—. Diría que su madre obtuvo lo que se merecía, si
entró y tomó algo que no era la de ella.
Kerry suspiró. —Algunos padres piensan que como pagan la hipoteca, son dueños de todo lo que
hay en la casa. Te lo aseguro, he estado ahí.
Dar la miró de soslayo, levantando las cejas.
—Sí, tienes toda la razón —exclamó Lena—. Eso es exactamente lo que mis padres piensan. Mi
madre se lo llevó mientras yo estaba en la ducha y para cuando salí y me vestí, ella... —Se quedó en
silencio durante un segundo—. Ella empezó a tirarme cosas.
Kerry la tomó de la mano.
—Traté de mantenerme fuera de su camino, ¿sabes? A veces, me alejo y simplemente deja de

gritarme, pero esta vez no fue así. —Tomó un suspiro tembloroso—. Me persiguió hasta el garaje,
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y... ¡Oh, Dios mío, me lanzó una pelota de béisbol! Luego, realmente, no recuerdo muy bien lo que
pasó y un trineo que teníamos, salió por encima y cayó justo sobre el coche de mi padre.
—Así que eso es lo que rompió la ventana —murmuró Kerry.
—Rompió todo. Y ese es su coche deportivo, lo cuida como si fuera su hijo —dijo Lena—. Ella
me encerró allí y lo siguiente que supe ver fue a los policías que me detuvieron y llevaron a la
cárcel.
El ferry atracó y la conversación terminó cuando Dar arrancó el Lexus dirigiéndose hacia su
condominio. Lena se deslizó hacia un lado, miró por la ventana, echar un vistazo a su alrededor con
curiosidad, hasta que se detuvieron junto a los departamentos.
—Guau. Santa mierda, Toto ya no estamos más en Hialeah 6.
Se bajaron del coche y se dirigieron hacia las escaleras.
***
Una vez dentro de la casa, Kerry se dirigió hacia arriba, dejando a Dar haciendo un poco de café.
Lena se arrastraba detrás de Kerry tratando de no tocar nada, mientras caminaba por el centro de la
escalera.
—Deja que te traiga algo de ropa limpia. Puedes usar la ducha. —Hizo un gesto al baño de las
visitas, escondido cuidadosamente junto a su dormitorio auxiliar.
—Guau. —Lena se asomó dentro, luego se apresuró a seguir a Kerry, a su propio dormitorio—.
Este es un lugar muy sorprendente.
Kerry abrió un cajón y hurgó en su interior.
—Es bastante grande, sí. —Sacó una remera y un par de pantalones cortos—. Aquí. Son un poco
grandes para ti, pero te servirán. Era ropa mía de cuando estaba más delgada.
La joven tomó la ropa y se quedó mirando a la mujer rubia.
—No estás gorda"
Kerry sonrió.
6
Primero, esa frase es una referencia a “El mago de Oz”, la película, sobre Toto y ultra famosa. Y
segundo, Hialeah es una ciudad de Miami-Dade.
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—No, pero solía ser mucho más delgada antes de empezar a hacer todo tipo de ejercicio,
escalada, levantamiento de pesas… —Se volvió señalando hacia el cuarto de baño de invitados—.
Tienes jabón y todo lo que necesitas. Tómate el tiempo que necesites, no hay prisa.
—Está bien. —Lena dobló cuidadosamente la ropa sobre el brazo—. Um... gracias, Kerry. Pensé
que sería difícil y todo eso, ya sabes quedarme allí encerrada.
Una de las cejas pálidas de la mujer mayor se elevó.
—¿Por qué? No fue tu culpa.
Lena tocó la ropa. —La verdad es que allí dentro había gente bastante mala. No sabía a quién
más pedir ayuda. —Sus ojos se alzaron—. Así que, gracias.
—No hay problema, pero una cosa me está desconcertando —dijo mientras caminaban por el
pasillo—. No me acuerdo haberte dado nuestro número de teléfono de aquí.
—Oh. —Logró una sonrisa lánguida pero descarada de la joven—. Casey tiene un listado del
grupo de la iglesia. Por curiosidad, quería ver dónde vivías y esas cosas.
—Ah —dijo—. Pensé que estaba encerrado en la oficina.
Lena sonrió de nuevo. —¿Y?
Kerry suspiró.
—Se supone que es información privada. ¿Podrías haberme preguntado? —Se cruzó de brazos.
La joven la miró perpleja, por un momento.
—Yo no... Quiero decir, no quería decir eso. Es como cuando nadie te quiere decir su edad,
¿sabes? Es como si todo el mundo tuviera grandes secretos y si quieres saber cosas tienes que ir a
buscarlas por ti mismo.
—Mmm. —Kerry lo entendía, sobre todo después de haber crecido en un hogar político.
—¿Qué sucede con los adultos? —preguntó—. Es como si, incluso en la escuela, dicen que nos
enseñan cosas para que no tengamos “ideas”. Pensaba que la escuela en todo era así, alentarnos a
tener ideas. Así que nunca nos hablan de cosas malditamente importantes, como sexo. ¿Cuán sin
sentido es eso?
—Muy estúpido —reconoció con ironía.
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—Um... escucha —Lena se aclaró la garganta—. Mi prima tiene una casa justo bajo la base del
ferry, en Miami Beach. Me puedo quedar con ella si me puedes acercar hasta allí. Me siento un
poco mal por haberlas sacado de casa toda la noche y todas las molestias.
Kerry reflexionó.
—Si estás segura de que estarás bien, sí, podemos llevarte.
—Le he contado que soy gay, supongo que podrá manejarlo. Creo que podría darme una
oportunidad. —Frunció el ceño un poco.
Kerry exhaló.
—Ve a tomar una ducha. Tampoco me fue muy bien a mí al principio.
—See, la gente es una mierda —comentó Lena—. Supongo.
—Sí. A veces realmente se comportan como una mierda —dijo, recordando haberse despertado
en una habitación fría y estéril de un hospital—. Pero por eso, alejarse de esas personas es en
ocasiones lo mejor que una puede hacer.
La joven asintió con la cabeza, se giró, pero se detuvo.
—Pero bueno, ¿sabes? A veces está bien. Mira lo que pasó con Bárbara.
Kerry parpadeó. —¿Qué pasó con Bárbara?
—Oh, sí. Supongo que no te enteraste. Su jefe, al final la ascendió a asistente del gerente. Como
dijiste. —Su voz era de asombro—. Así que supongo que tienes razón.
Supongo que así era. —Mmm. —Kerry sonrió—. Bueno, nunca se sabe.
—Sí.
Lena desapareció en el cuarto de baño, dejándola reflexionando.
Sacudiendo la cabeza, se dirigió de nuevo abajo, mientras escuchaba a su amante preparar el

café.
***
—¿Y? —Dar flexionaba sus pies desnudos contra la baldosa—. ¿Ahora qué?
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Kerry se acercó a su pareja.
—Ella tiene una amiga donde puede quedarse. La llevaré allí después de que se duche.
Dar le sirvió una taza de café, echó un poco de azúcar y leche, antes de entregárselo.
—Puedo ir con ustedes. Es tarde.
Kerry le dio un beso en el hombro.
—Deberías descansar tu brazo. Puedo manejar esto. —Tomó un sorbo de café—. Dar, me siento
tan mal por ella.
—Lo sé. —Tomó un sorbo de su propio café—. Yo también.
—Con lo mal que se portó mi padre…
—No. —Se apoyó contra ella—. Tu padre es un bastardo. Sólo pensaba en sí mismo.
Kerry suspiró.
—Sigo preguntándome si debería tratar de llamarle. Tal vez en Navidad. ¿Qué te parece?
Su nariz se arrugó un poco.
—Bueno, quizá valga la pena intentarlo. Míranos a mi madre y a mí.
—Mmm. —La rubia tomó otro sorbo de café.
—Vamos, vamos a sentarnos. ¿Ahora no emiten el hombre cocodrilo? —Siguió a la morena

hacia la sala y se sentaron en los sofás de cuero suave—. ¿Sabes lo que creo que voy a hacer, Dar?
—¿Conseguirle un puesto de trabajo con nosotras? —sugirió con ironía.
—¿Has leído mi mente?
—No, tu corazón.
A pesar de lo cansada que estaba, Kerry no pudo evitar sonreír ante eso.
—Eres un encanto.
—¡No, no lo soy!
—Cosita.
***
43
Horas después, el sonido del teléfono la sacó de un sueño profundo. Tras unos segundos para
poner su cerebro en marcha, lo agarró. Todavía estaba oscuro y una mirada al reloj le hizo saber que
apenas eran las 06 de la mañana. Dar se agitó contra ella, mientras se llevaba el auricular a la oreja.
"¿Hola?"
"¿Kerry?" La voz le resultaba familiar, pero sonaba tensa. "Soy Angie"
Una oleada de adrenalina despejó su mente, mientras reconocía la voz de su hermana.
"¿Angi? ¿Ha pasado algo malo?"
No había hablado con su familia hacía más de un mes y una punzada de culpabilidad la hizo
estremecer. Un suspiro se filtró a través del receptor.
"Es papá. Ha tenido un infarto cerebrovascular"
Respiró sorprendida.
"Oh Dios mío". Sintió la presión del brazo de Dar a su alrededor y se dio la vuelta para ver la
tenue luz exterior reflejada en los ojos claros de su amante. "Mi padre ha tenido un infarto
cerebrovascular", le explicó.
"¿Cómo está?", ahora se dirigía a su hermana.
"No tiene buena pinta", respondió Angie en voz baja. "Sí...". Vaciló. "Tal vez deberías pensar en
venir"
Entonces es muy malo. Sus pensamientos giraban por su cabeza.
"¿Cómo está mamá?"
Angie se quedó en silencio, por un momento, luego suspiró.
"Ella no lo está tomando muy bien. Nadie lo hace. En estos momentos es todo un desastre".
Siguió una nueva pausa. "Sucedió ayer por la noche. Él estaba en una reunión con otras personas,
sobre algún proyecto de ley o algo así, se enojó, ya sabes cómo se pone y lo siguiente que supe era
que estaban todos gritando y gritando y..." se detuvo. "De todos modos, ha sido una noche muy
larga"
Aquello le dio tiempo a ordenar sus pensamientos.
"Sí, para nosotras, también. Acabo de meterme en la cama hace solo un par de horas. Está bien.
A ver si puedo reservar un vuelo lo antes posible" Hizo una pausa. "¿Saben que me estás
llamando?"
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"Sí, se lo dije a mamá", le aclaró, "aunque no estoy muy segura de que me haya entendido"
Mierda. Kerry se frotó la cara con la mano libre. "Está bien, gracias por llamarme, Ang. Nos
vemos pronto".
Escuchó el adiós silencioso de su hermana, a continuación, colocó el receptor en la base. Se dio

la vuelta y miró a Dar.
"¿Malo?" le preguntó, ronca por el sueño.
"No estoy segura, pero no parece nada bueno. Sé que no es un buen momento"
"No hay manera de evitarlo" Se encogió de hombros. "Me ofrecería a ir contigo, pero no sé si mi
presencia sería bien recibida o agravaría más la situación con tu familia"
"No", tenía que estar de acuerdo con su amante. "Pero me gustaría que no fuera así, Dar"
Su sonrisa apenas fue visible en la oscuridad.
"Lo sé" Tomó aliento y se frotó el cuello para aliviar el dolor de cabeza provocado por su súbito
despertar. "Muy bien, vamos a ver qué podemos hacer"
"Cariño" Kerry suavemente la empujó hacia abajo sobre el almohadas. "No hace falta que te
levantes sólo porque yo tengo que hacerlo. Déjame que vaya a reservar mi vuelo, tú vuelve a
dormir, ¿de acuerdo?"
La morena la miró.
"Demasiado tarde". Sonrió con ironía. "Las llamadas telefónicas a las 06 a.m. tienden a
despertarme bastante bien" Tiró del Poilin de la camiseta de su amante. "¿Qué, vas preparando el
café y yo hago la reserva de tu vuelo?"
Kerry suspiró.
"Lo siento. Está bien. ¿Quieres algo más para desayunar?"
Dar lo consideró.
"Carne" respondió, mientras Kerry salía de la cama. Se detuvo a mitad de camino, mirando hacia
atrás, por encima del hombro. Se encogió de hombros con timidez. "Tú preguntaste"
"¿En serio?", preguntó la rubia, consiguiendo un movimiento de cabeza como respuesta. Dar
generalmente desayunaba muy poco, por lo general se contentaba con su café y, o bien un plato de
cereales o un plátano. Ella prefería un simple panecillo, pero había aprendido recientemente, que
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necesitaba por lo menos un batido de proteínas para poder hacer sus ejercicios por la mañana
temprano.
"Creo que voy a llamar al club de playa. No creo que tengamos ningún solomillo"
***
Dar asomó la cabeza en la habitación de arriba, donde su amante estaba ocupada haciendo una
pequeña maleta. Entró en la habitación y se sentó sobre la cama.
"Hay un avión con escala en Detroit"
"Sí. Creo que incluso cambiar de avión en Detroit que va desde Saugatuck a Grand Rapids"
murmuró Kerry, metiendo pulcramente una chaqueta en la maleta. "Gracias por encargarte de eso
para mí. ¿A qué hora es el vuelo?"
"A las 9:30" Le metió un pedazo de papel doblado con la detalles en el bolsillo lateral de la
maleta de mano. Iba vestida con un pantalón corto desgastado, una camiseta y con el pelo recogido
en una coleta.
"Te llevaré al aeropuerto y luego iré a trabajar"
Kerry la miró.
"¿Así? No quiero pasar por alto la expresión de José"
Dar se rio suavemente.
"Llevaré ropa para cambiarme. No quiero escandalizar a todo el edificio caminando con aspecto
de vagabundo de playa"
"Una vagabunda de playa muy guapa pero veo tu punto" Suspiró y tiró de la cremallera para
cerrar la maleta. "Eso es todo" Había preparado suficiente ropa para un par de días, su kit de viaje y
un traje negro por si acaso.
Dar sintió su cambio de humor.
"¿Tienes todo lo que necesitas?"
Asintió sombríamente.
"Creo que será mejor…"
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"Te he reservado una habitación en el Marriott"
Una leve sonrisa apareció.
"Gracias. Esto ya va a ser lo suficientemente duro sin tener que compartir el espacio" Tomó una
respiración profunda. "Esperemos que no sea por mucho tiempo"
Dar puso sus manos sobre los hombros de su amante, le dio la vuelta y la enfrentó con una
expresión seria.
"Tómate todo el tiempo que necesites. No te preocupes por lo que está pasando aquí"
Mantuvo los ojos fijos en la camisa de Dar.
"Gracias. Pero para ser honesta prefiero que me digas que me necesitas desesperadamente aquí y
que no me tome un minuto más de lo necesario" Se sentía débil y sabía que se notaba en su voz.
Ojalá supiera por qué.
Dar inclinó la barbilla y la miró a los ojos.
"Te necesito desesperadamente. Cada minuto que estás lejos de mí" Consiguió una sonrisa en la
cara de su amante. “Y te echaré de menos en el trabajo, también"
Deslizó los brazos alrededor de Dar y la abrazó.
"Por favor, ten cuidado mientras estoy fuera"
"¿Quieres decir que no puedo empezar con esa clase de paracaidismo que había planeado?"
bromeó suavemente. "¿O en la liga de rugby?” La besó en la parte superior de cabeza. "Ten
cuidado, también, ¿de acuerdo? Te quiero de regreso en un pieza, sana y salva"
"Lo haré", prometió.
"Espero que tu padre esté bien", dijo en voz muy baja.
Kerry no respondió ya que no estaba muy segura de cómo se sentía al respecto.
Capítulo Cuatro
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Dar se puso a trabajar antes de las ocho sabiendo que estaba lo suficientemente a salvo como
para entrar en el edificio vestida como estaba; con su ropa para cambiarse metida en la bolsa de
deporte que llevaba.
"Buenos días" Miró a los ojos del guardia de la puerta, desafiándolo a mirar hacia abajo mientras
pasaba junto a él.
"M... ah, buenos días por la mañana, Sra. Roberts" balbuceó el guardia.
Se detuvo y miró hacia atrás por encima del hombro de él.
"¿Algún problema?"
El negó con la cabeza vigorosamente.
"Bien"
Reanudó su marcha hacia el ascensor.
Entró en el interior dejando que las puertas se cerraran. Luego se volvió y miró a su reflejo en la
superficie del espejo. Hm. Cruzó las piernas en los tobillos y observó sus poderosos músculos
tensos moverse bajo su piel bronceada. Tal vez aparecer con esos pantalones cortos no era lo más
inteligente que había hecho incluso tan temprano por la mañana. El ascensor perversamente se
desaceleró hasta un punto muerto en el piso 10 y las puertas se abrieron. Exhaló en silencio.
"Buenos días, Eleanor." Le sonrió alegre mientras recordaba que llevaba puestas las gafas de sol
que ocultaba lo que estaba segura sería una leve expresión de vergüenza.
Eleanor entró en el ascensor y eligió un punto en la pared lateral para apoyarse.
"Buenos días Dar" Sonrió. "Te veo un poco informal hoy, ¿no?"
Esta se encogió de hombros.
"He tenido algunas cosas que hacer antes de venir a trabajar" Mantuvo su voz neutral.
"¿Qué te trae por aquí tan temprano?" El ascensor parecía ir demasiado lento como si se
estuviera burlando de ella.
"La reunión de Marketing, ¿qué si no?" La vicepresidenta de marketing respondió burlonamente.

"¿Quieres venir? Así podrías asustarlos un poco.
Rodó los ojos y se encogió de hombros. "Hey, yo no soy la que tiene que asustarlos", dijo
Eleanor.
Dar se enderezó, cuando las puertas se abrieron en piso catorce. El último.
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"Bueno, buena suerte con la reunión" Se escapó, sólo para casi chocarse contra Mark y otros tres
técnicos de MIS. "Buenos días."
Y María.
"Buenos Días, Dar" Le saludó su secretaria sin poder ocultar una sonrisa. "Iba a por un café. Te
puedo traer un también"
"Gracias", respondió. "¿Estás bloqueando mi pasillo por alguna razón, Mark?"
El aludido levantó los ojos mirando a su jefa.
"Uh no, en realidad yo estaba ayudando a los chicos a traer esa caja nueva para ti"
"Bien. Vuelvo enseguida"
Dar los miró mientras se alejaban. Sin embargo no pudo evitar escuchar la conversación entre
ellos.
"Mierda, ¿has visto esas piernas?"
"¡Shhh!"
Dar suspiró.
"Está bien; sí, he tomado una mala decisión esta mañana. ¿Qué más?" Intercambió una mirada
irónica con María.
"Pues yo creo que estás muy guapa, jefa" Se rio "¿A qué se debe la ocasión?"
Una mirada sobria apareció en el rostro de Dar que se quitó las gafas de sol.
"Kerry ha recibido malas noticias esta mañana" Abrió la puerta exterior permitiendo que María
la precediera. "Su padre tuvo un infarto cerebrovascular"
"Dios mío". Vio cómo su secretaria y amiga abría lo ojos en estado de shock. "Siento mucho oír
eso, Dar"
"Yo también" Asintió. "La dejé en el aeropuerto antes de venir hacia aquí"
Su secretaria frunció el ceño.
"¿No deberías haber ido con ella? Eso es terrible, tener a alguien tan enfermo"
Dar la miró.
"Su familia no está enamorada de mí" Sintió que se sonrojaba un poco al contar algo tan
personal. "No creo que tenerme allí facilite las cosas"
49
"Ah" María cruzó las manos. "Sí, eso es verdad. Lo recuerdo" Parecía perdida en sus propias
palabras. "Pero lo siento por Kerrisita. Ella siempre ha sentido angustia con su familia. ¿Hay algo
que podemos hacer? ¿Enviarles algo?"
Se quedó pensativa, en la puerta de su oficina, teniendo en cuenta la cuestión.
"¿Para ellos? No" Le lanzó una mirada directa a María. "Pero reserva una habitación en el
Marriott en Saugatuck y asegúrate de que Kerry sea tratada de la mejor forma posible. Le
reservaremos una suite, lo mejor que tengan y que le den todo lo que necesite”
"Sí" María sonrió "Voy a hacer eso, Dar" Echó un vistazo a la puerta donde las voces cada vez
eran más fuertes. "Ahora, creo que tal vez deberías cambiarte de ropa, ¿no?"
"Sí". Hizo una mueca y cerró la puerta tras ella.
***
Kerry respiró hondo mientras caminaba por la rampa desde el avión. Había viajado en dos
vuelos sin incidentes y ahora que finalmente estaba allí deseaba tener más tiempo.
El blanco de la rampa dio paso al ladrillo marrón opaco, el color tan familiar en los aeropuertos
cerca de su casa.
Dando un rápido vistazo a su alrededor se sintió un poco decepcionada. No es que esperara que
hubieran ido a buscarla ya que no había informado a su hermana de su horario de vuelo, pero aún y
todo, realmente se sentía así. Pensándolo bien, quizá fuera mejor así. Decidida se dirigió a la
ventanilla de alquiler de vehículos.
Mejor hacerlo a mi manera, ¿no? ¿No es lo que le dije a Dar?
Pensó en eso mientras caminaba. Mantener una cierta distancia sobre los demás, parecía un buen
plan, especialmente desde que las tensiones en su familia se habían vuelto desagradables. Lo último
que necesitaba era que su familia le escupiera justo en medio de una crisis.
De hecho, en el camino, lo había estado pensando. No fue hasta que aceptó las palabras de su
hermana que se dio cuenta de que su padre podría morir sin que ella pudiera despedirse. ¿O soy yo?
Suspiró con tristeza y se acercó al mostrador.
"Quisiera alquilar un coche, por favor"
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Escogió la cadena que ILS utilizaba generalmente en sus desplazamientos.
"¿Para cuántos días, señora?" El joven, detrás del mostrador, le preguntó cortésmente.
Buena pregunta.
"Una semana". Le entregó su tarjeta de crédito y carnet de conducir de Florida.
"Gracias" El hombre las tomó y tecleó los datos, evidentemente sorprendido por algo.
"Oh, Sra. Stuart. Ya tenemos una reserva hecha para usted” Le devolvió la tarjeta. "Se ve que
ILS cuida de usted"
Levantó una ceja, en señal de sorpresa.
"Sí es verdad"
Pensó que no podía estar molesta con Dar. Tomó los papeles, las llaves y salió al frío de la calle.
"Ugh. Me había olvidado de esto"
Se subió la cremallera de la chaqueta, buscó el coche asignado, abrió el maletero y metió dentro
su maleta. Lo primero es ir al hospital, decidió.
Vamos a ver las malas noticias. Se metió en el coche, salió con cuidado del aparcamiento a
través de las calles cubiertas de hielo. La ciudad no era muy grande por lo que en poco tiempo ya
estaba en el hospital. Al mediodía, el lugar no parecía tan lleno por lo que el aparcamiento para
visitas estaba medio vacío. Vio una furgoneta de las noticias detenida cerca de la puerta trasera y
varios coches al azar cerca de ella. Sus sospechas se confirmaron cuando entró por la puerta
principal y vio a un grupo de hombres y mujeres con micrófonos y cámaras.
¿Me reconocerán? se preguntó. Los periodistas la habían vinculado con DC, pero desde hacía
tiempo no la habían visto. Ciertamente, si había algún periodista de los de antes, tampoco creía que
la pudieran reconocer, ya que ya no era aquella chica de blusas de encaje y faldas hasta la rodilla
con el pelo cuidadosamente cortado y especialmente delgada. Ahora, tenía una figura mucho más
musculada, vestida con pantalones vaqueros y una chaqueta de cuero.
Su aspecto y actitud había cambiado notablemente. Había obtenido de Dar su carisma y energía
necesarios para interactuar con los demás y lo había tratado de amoldar a su propia personalidad. En
parte se debía a la confianza de uno mismo que había conseguido tras el éxito que su trabajo le
había dado y por el efecto de otras personas sobre ella.
"Disculpen".
Pasó junto a los periodistas con un gesto cortés sin siquiera mirarla.
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Reprimió una sonrisa mientras se dirigía al mostrador de recepción. Esperó a que la mujer detrás
de la mesa mirara hacia arriba, luego se inclinó un poco hacia delante.
"¿Podría decirme en que parte de la UCI está Roger Stuart?"
La mujer le dirigió una mirada de inmediato y miró hacia atrás, a los periodistas.
"¿Eres de la familia?"
Sacó su carnet de conducir y se lo mostró a la mujer.
"Sí"
Tras un rápido vistazo a su carnet y luego a la de Kerry, le respondió:
"Espera un momento", mientras se levantaba hizo señas a un guardia. "George te acompañará.

George, UCI 4, ¿de acuerdo?"
"Sin problemas" El guardia asintió con la cabeza alta y pelirroja. "Venga por aquí, por favor"
Siguió al hombre a través de una puerta de acceso restringido y por un largo pasillo hasta donde
había un pequeño ascensor. Había muy pocas personas en la sala, sólo dos ordenanzas empujando
camas y un hombre con una máquina de rayos-X. Siguió al guardia al ascensor y esperó mientras él
insertaba una llave y pulsaba el número del piso.
"¿Es familia del senador?", le preguntó.
Asintió.
"Sí. Él es mi padre"
"Hm" El ascensor llegó a su destino y la puerta se abrió. "La segunda puerta a la derecha,
señora"
Salió y caminó silenciosamente por el suelo de baldosas. El corazón le latía con fuerza y los
escalofríos le subían y bajaban por la columna vertebral. Podía oír, débilmente, los sonidos de la
maquinaria a su alrededor: el beep y el gorgoteo de oxígeno; aquello, desagradablemente, le
recordaba a la estancia de Dar en el hospital, en el sur.
Se detuvo fuera de la habitación oyendo voces. Una de ellas era su madre. No sonaba bien.
Oh, hombre. Se armó de valor, tomó una respiración profunda y obligó a sus piernas a avanzar
hacia la habitación donde un círculo de caras extrañas, aunque familiares, rodeaban la cama llena de
tubos y máquinas que casi ocultaban el cuerpo de su padre.
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Desvió la mirada y miró a su familia. Algunos reaccionaron con algo de sorpresa, otros con
miedo. El médico que había estado hablando, interrumpió su discurso y se volvió.
"¿Eres parte de la familia?"
Fue un momento muy difícil. Kerry no tenía idea de lo que debía responder.
"Ella es mi hija", murmuró Cynthia Stuart. "Por favor, siga doctor Kerrison, ven aquí"
No había mucho más que pudiera hacer. Cruzó la habitación, en silencio, hasta situarse al lado
de su madre. Se sorprendió cuando notó una mano que la agarraba y mantenía su nerviosismo.
Sintió a su hermana Angie acercarse a ella. Se volvió y se enfrentó al hombre con bata blanca que la
miraba fijamente.
"Ms. Stuart" el doctor dijo suavemente, "les estaba explicando lo que queremos decir cuando
hablamos de un estado de coma"
***
Dar casi se rio, cuando levantó la mirada para ver a Mark asomándose con cautela, en torno a la
puerta de su oficina.
"¿Sí?" Gruñó.
"Tú... um... ¿estás visible disponible para revisar el firmware?" preguntó Mark.
"Tengo a un montón de mis chicos esperando para saber cómo tienen que actualizarlo"
Cogió su taza de humeante café y bebió un sorbo.
"Por supuesto" Ahora sobriamente vestida con su traje gris hierro y una camisa de seda; se echó
hacia atrás y lo miró al entrar con un sujetapapeles.
"Así que, ¿cómo lo hacemos?"
Mark se sentó frente a ella.
"No tengo ni idea" Sonrió brevemente. "Aquí están las rutas de red de basura; pensé que sabrías
qué hacer con ellas" Le pasó el portapapeles.
"Gracias" Dar lo aceptó y revisó la página; a continuación, miró captando su atención en su

empleado y amigo. "¿Pasa algo?"
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Vaciló y luego le dio un leve encogimiento de hombros.
"No esperaba verte aquí tan temprano"
"¿Por qué lo dices?"
"No tienes muy buen aspecto", dijo Mark. "¿Qué pasa?"
Dar suspiró.
"Kerry tuvo que volar para ver a su familia. No hemos podido dormir mucho"
Mark asintió.
"Sí, vi en las noticias que su padre estaba enfermo. No pinta bien, ¿verdad?"
"No"
"Vaya mierda", dijo Mark. "Sé que las cosas no están bien entre ella y su familia, pero todavía
sigue siendo una mierda" Miró a su alrededor. "Escucha Dar, si quieres ir allí, puedo intentar..."
Era casi divertido. Se frotó las sienes con las yemas de sus dedos y se preguntó cómo se las
había arreglado para conseguir transformarse en una noche de niñeras solícitas.
"Mark, saca tu culo de aquí y ve a averiguar cómo diablos nos metimos en este lío por no probar
la nueva versión antes de que se ponga en producción. Algo se nos ha pasado" Lo inmovilizó con
una mirada. "¡Ahora!"
Dio un salto.
"Está bien" Levantó una mano. "Está bien, recibido el mensaje, jefa. No hay problema" Se
levantó de la silla y se dirigió a la puerta para dejar a Dar en paz.
El silencio se estableció, por un momento, antes de deslizar el teclado delante de ella y abrir
varios archivos en su pantalla grande, plana y nítida. Pero, cansada como estaba, no podía evitar
reconocer la falta de claridad de lo que estaba viendo, por lo que entrecerró los ojos y se admitió a
sí misma que su deliberado atraso por acudir al optometrista tenía que programarlo y de verdad.
Maldita sea. Sus labios se curvaron en señal de molestia. El infierno si tengo usar gafas.
Frunciendo el ceño, se puso en marcha con el análisis de su programa. O lentes de contacto.
Hey. Estudió la pantalla durante un momento y luego la golpeó con un dedo. Si sólo las necesito
para mirar el ordenador... Una sonrisa maliciosa cruzó su rostro. Seguramente lo único que
necesito es ajustar mi protector de pantalla.
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"Sí" Se sintió un poco más alegre. Se recostó y revisó los archivos. A medida que la pantalla se
llenaba de datos buscó patrones tratando de ignorar el creciente malestar en el interior de sus
entrañas.
***
La sala de espera de la unidad de cuidados intensivos era pequeña y discreta, lejos del área
médica y reservada para las familias de los pacientes que estaban instalados allí.
Acunó la taza entre las manos usando la superficie del café moteado como un punto de
concentración mientras pensaba. Mi padre se está muriendo.
Sintió la superficie debajo de la espuma de polietileno hacer mella en sus dedos cuando flexionó
las manos. La interrupción del suministro de sangre, debido a la carrera, había llegado en el peor
lugar imaginable, las partes de su cerebro que lo mantenían vivo y respirando, sin ayuda de las
máquinas ruidosas, dominaban el espacio. Aquellas máquinas que eran lo único que lo mantenían
vivo.
A su alrededor, la familia estaba sentada en silencio sombrío. Su madre respirando, sollozando

jadeos, estaba sentada entre Kerry y Angie. Michael estaba al otro lado de ella, retorciendo
nerviosamente una servilleta de papel. Richard caminaba de un lado a otro; en el lado opuesto de la
habitación estaba una de sus tías. También estaba allí uno de sus tíos. Nadie quería hablar.
Kerry sabía que era el foco de atención incómoda. Había escuchado los feos susurros cuando
habían salido de la unidad UCI y caminado al final del pasillo: <cómo no pertenecía allí, cómo su
padre la odiaba, cómo era su culpa que su padre estuviera a punto de morir>.
No podía mentirse a sí misma y decir que no era cierto porque sabía que, en algún nivel, tenía la
culpa. Había llegado a un acuerdo con su corazón durante la semana que habían pasado en Key
West después las audiencias. Llegó a un acuerdo, con el hecho de que ella había hecho lo que había
hecho, por las razones que lo había hecho y aceptó a regañadientes que si hubiera tenido que tomar
la decisión de nuevo, probablemente no lo habría hecho.
Pero era así y bueno o malo, tenía que vivir con esa decisión para el resto de su vida.
Siempre había tenido una leve esperanza de que algún día, de alguna manera, después de
bastante tiempo, ella tendría una oportunidad de ir a casa y tal vez podría sentarse con su padre y
sólo... hablar.
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Tomó aire sintiendo la firmeza del momento.
Ahora ya no tendría esa oportunidad. El médico había sido amable y bueno, pero había no les
había dado ninguna esperanza falsa. El sólo les había dado algo de tiempo para que se sentaran y
absorbieran la verdad y les habló de sus limitadas opciones. Las máquinas no podían darle una vida
de nuevo pero podrían mantenerlo con vida si es lo que decidían.
Se sorprendió al sentir las lágrimas reuniéndose detrás de sus ojos. Se sorprendió de que la
pérdida le doliera tanto como lo hacía; después de todo lo que habían pasado y todo lo que se había
interpuesto entre ellos, seguía siendo su padre.
"Mamá". La voz de Angie era inestable. "¿Necesitas algo de beber?"
Kerry levantó la mirada para ver a su madre con la cabeza baja y una mano apretada contra la
boca con evidente dolor. Sus ojos se encontraron y Kerry lentamente le ofreció su taza.
"Aquí mamá, toma la mía. No lo he tocado"
Por un momento pensó que su madre se negaría pero luego bajó su mano y aceptó la taza
derramando un poco cuando Kerry la soltó.
"Gracias", susurró su madre. Se la llevó a los labios y bebió un sorbo.
Kerry exhaló lentamente mirando alrededor de la habitación. La tensión era casi como una
niebla visible y de repente sintió la necesidad de salir de allí. Se puso de pie.
“Voy a…", pudo casi sentir las miradas sobre ella, "estirar las piernas. Enseguida vuelvo"
Antes de que nadie pudiera pensar en unirse a ella llegó a la puerta y salió al pasillo donde un
soplo de aire fresco le dio la bienvenida.
Había olvidado que lo que había necesitado, nada más llegar, era calor pero después de
encontrarse dudando por el fuerte calor de allí se quitó la chaqueta. Metió las manos en los bolsillos
y caminó a través del suelo de baldosas, roscado a través de un laberinto de emociones
contradictorias.
Cuando levantó la vista se encontró fuera de la unidad de UCI mirando a través de las ventanas
de vidrio de múltiples habitaciones como en la que se encontraba su padre.
Por un momento se limitó a mirar. Luego, con una respiración tranquila, se fue hacia una
esquina, llena de ruidos sibilantes y pitidos suaves... y de oportunidades perdidas.
56
***
Dar estaba sentada en el comedor, con Duks y Mariana, sin el resto de la habitual multitud,
dejando a la gran sala prácticamente vacía y silenciosa.
"¿Seguro que no quieres un bocado de esto Dar?" Le ofreció Duks, su plato de pastel de
chocolate. "Hoy me tienes preocupado"
Agitó una mano hacia él, se recostó en su silla y cogió su vaso de leche.
"No, gracias Duks. Los analgésicos que estoy tomado para el hombro me dejan un poco
mareada", señaló su almuerzo sin comer. "Lo dejaré para más tarde"
Mariana masticaba su ensalada.
"Dar, ¿por qué no te vas a casa?" Estudió el rostro de su amiga. "Podemos cancelar la reunión de
personal"
Dar sentía la presión del largo día más la noche y la idea de acostarse y dejar que su cuerpo se
relajara le resultaba muy, muy tentador. Entonces recordó lo vacía que estaría su casa sin Kerry y
frunció un poco el ceño.
"Tal vez más tarde"
"¿Alguna noticia de Kerry?", preguntó Duks casualmente. "Las noticias no están diciendo
mucho"
"Todavía no" Sacudió la cabeza sombríamente estudiando su leche.
"Hey, ¿algo nuevo sobre la auditoría interna en este trimestre?"
Duks graciosamente aceptó el cambio de tema.
"Una o dos cosas muy pequeñas pero son inconsecuentes. Somos muy buenos persiguiendo
nuestras propias colas, ¿no es cierto?"
"Es cierto"
Los atentos y agresivos auditores internos de Duks observaban los sistemas informáticos como
halcones. Husmeando cada dígito del lugar, incluso en su área, donde los problemas por lo general
tendían a ser recibos fuera de lugar y algún que otro despiste sin importancia. Su única línea de
trabajo era conducirles al interior de sus oficinas si alguno de ellos tenía alguna pregunta que Duks
se las respondía directamente.
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O no. Dar se había sorprendido al descubrir que Duks, a veces, simplemente firmaba en cosas
que estaban un poco fuera de la línea de Operaciones y se había visto acorralado más de una vez. La
VP de Finanzas se había reído y luego seriamente le había dicho que al igual que confiaba en su
buen juicio para manejar su trabajo le debía la misma cortesía.
Buen punto, Dar había admitido, después de un momento.
Duks sacudió un dedo.
"Sólo no trates de escapar con nada más que un palo de goma de mascar"
"Mm". Dar se encogió de hombros. "Suena bastante bien." Decidió que ya había tenido
suficiente charla y se levantó. "Tengo problemas en el Nordeste. Hasta luego".
Recogió hasta la bandeja y la depositó en la mesa de recogida y salió de la cafetería.
***
El teléfono de Dar estaba sonando cuando entró en su despacho y corrió hacia él cuando se dio
cuenta que era su línea privada.
"Sí"
"Hola, ¿Dar?"
Ah.
"Buenas tardes, Gerry." Rodeó su escritorio y se sentó. "¿Qué puedo hacer por ti?"
El general se aclaró la garganta.
"Acabo de llegar de una reunión, Dar. Un alto mando y yo hemos estado revisando tu informe"
"Ah" Sintió un toque de inquietud. "Supongo que va a provocar un montón de mierda, ¿eh?"
El General de Easton suspiró audiblemente.
"Dar, quería hablar contigo acerca de eso. No era lo que estábamos buscando para cuando te
contratamos, ya sabes"
"Lo sé" respondió. "Y no me agradó nada encontrarlo"
"Por supuesto, por supuesto", reconoció Gerry apresuradamente. "Al fin y al cabo creciste allí"
"En su mayor parte"
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Se hizo otro silencio incómodo.
"Es detestable Dar. Si la mitad de lo que hay aquí sale, será un desastre. Un gran desastre: para
la Marina, para el país... Detestable"
Dar contuvo el aliento y luego lo soltó.
"Supongo que deberían haberlo pensado antes. Suenas como si estuvieras lamentando el
proyecto"
Easton carraspeó un poco.
"Tengo que apagarlo Dar. No podemos usar esto" Su voz adquirió un tono más fresco. "El
gobierno no acepta los resultados de tu investigación" Hizo otra pausa y luego tuvo la gracia de
añadir: "Lo siento"
Por un momento, Dar se preguntó si había oído bien.
"¿Qué?"
"Mira, os pagaremos el contrato, no te preocupes por eso", dijo. "No perderás nada, Dar. Pero
tienes que parar. Voy a deshacerme de este paquete y tienes que destruir todas las copias que
tengas"
Dar parpadeó. Una sensación de choque hizo que le picara la piel, poniéndose de pie, en el más
puro reflejo, como si fuera un animal surgiendo.
"Me estas escuchando, ¿no?" Caminó alrededor del escritorio.
"¿Estás diciendo que no vas a hacer nada?"
"Dar" Trató de no sonar brusco. "Estoy seguro de que mucho de esto se puede explicar de
cualquier manera. No todo es tan simple y lo sabes"
Cerró ambas manos sobre el escritorio y se inclinó sobre el altavoz.
"¿Qué? Maldita sea Gerry, no es una especie de maldita conspiración, ¡es un acto criminal de
grandes proporciones! ¿Me estás diciendo que te vas a quedar sentado ahí, dejando que esos hijos
de perra se vayan de rositas?"
"Dar"
"¡Ni Dar ni nada!" Su temperamento saltó. "¿He arriesgado mi maldita vida, he hecho el trabajo
porque me lo pediste y ahora me dices que no te importa?"
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"No lo entiendes", respondió Easton con fuerza. "Hay más en juego que una miserable base Dar.
Esto podría golpear a toda la Marina. ¿Quieres eso? ¿Quieres que todo por lo que tu padre luchó sea
arrastrado por el barro entre Cayo Largo y DC?"
Dar se quedó mirando el teléfono.
"La gente de ese informe" tomó un respiro, "se lo merece"
"No me importa un bledo sobre ellos", disparó Easton. "Es la Marina lo que me importa. No voy
a dejar que algo como esto nos haga quedar como el hazmerreír ante todo el maldito país. Ante
todos los demás países. ¡Simplemente no voy hacerlo Dar!"
Se acomodó en la silla, cruzó las manos, con cuidado, sobre el escritorio y se inclinó hacia
delante.
"Si no lo haces" pronunció aquellas palabras muy, muy cuidadosamente, "lo haré yo"
Por un momento, el silencio sepulcral reinó. Dar esperó intentando calmar la cólera que corría a
través de sus venas, intentando respirar profundamente como intentando aminorar su ritmo
cardiaco. Sus manos se crisparon como si percibieran una batalla inminente.
"No lo harás", dijo Easton en voz baja, "te conozco, Paladar"
La pista más leve, de una irónica sonrisa apareció en el rostro de Dar.
"Yo creo que sí", gruñó suavemente, disfrutando de la tensión. "Lo haré, Gerald"
Hizo una pausa. "Tengo que hacerlo"
Un último intento fue inevitable.
"Acuérdate de tu padre, Dar. ¿No te importa lo que piense?, ¿cómo se sentirá si haces esto?
Sabes que la Marina ha sido su vida"
Una sensación de paz se apoderó de ella.
"Estoy pensando en él. Él ha dado su vida por la marina y ¿¿¿ella qué le ha dado??? En cuanto
pudieron le dieron la patada, Gerry y ambos lo sabemos". Otro silencio se extendió entre ellos.
"Bueno, maldita sea." Easton sonaba más frustrado. "Voy a llamar a ese jefe tuyo esta mañana y
ver si puedo hablar con él ya que contigo es ¡imposible hablar!"
Colgó de golpe el teléfono dejando un zumbido en los oídos de Dar.
Maldita sea. Respiró hondo, sorprendida por encontrarse medio temblando.
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Maldita sea. Bajó la cabeza entre sus manos y cerró los ojos, pensando en lo que había dicho.
¿Sabía que Easton tenía su parte de razón? ¿El informe podría causar daños irreparables en el
servicio? "Mierda, mejor aviso a Alastair"
"Dar".
Dio un salto en la silla y se dio la vuelta, sorprendida al ver a su padre de pie, junto a la puerta
que conducía hacia la parte posterior del pasillo a la oficina de Kerry. Lo miró fijamente, luego se
relajó de nuevo en su asiento.
"Papá"
Andrew Roberts sacó las manos de los bolsillos de su cazadora, caminó alrededor de la mesa y
miró hacia abajo. El general Easton tenía razón en una cosa, que ella conocía el amor y la lealtad de
su padre hacia la marina. Lo miró a los pálidos ojos azules tan parecidos a los suyos y se preguntó:
¿estoy haciendo lo correcto? ¿Será demasiado sacrificio? "Supongo que has oído todo esto"
"Sip". Acarició la mejilla de su hija. "Nunca te había visto dudar, Paladar".
Ella se encogió de hombros ligeramente avergonzada.
"Sonaba bien" Miró hacia abajo, luego hacia arriba. "¿Estoy equivocada?"
Una sonrisa muy parecida a la suya apareció.
"Por supuesto que no" Andy miró el teléfono. "Pero esto puede acabar siendo un infierno de
problema" Dar asintió. "He oído sobre el padre de Kerry." Su padre se pudo serio. “¿Más
problemas?”
Su hija volvió a asentir con cansancio.
"Sip". Pensó acerca de lo que Alastair diría y se estremeció. "Estaba a punto de volver a casa",
dijo "Ha sido un día largo"
"Vamos". Andy le ofreció una mano. Le puso un brazo alrededor de los hombros, mientras
caminaban hacia la puerta.
***
Era casi como ver a un extraño. Kerry encogió los dedos alrededor de las barras de metal frío y
miró la cara de su padre medio oculto por los tubos y la maquinaria que lo mantenía con vida. Sus
61
ojos estaban cerrados, sin ninguna expresión en su rostro como si ya no fuera una persona sino más
bien un maniquí.
El odiaría tanto esto, pensó. La piedad, la impotencia y la indignación de todo.
Levantó los ojos y estudió las máquinas, luego volvió su mirada. Era difícil saber qué sentir.
Trató de recordar la última vez que había sentido la alegría de la presencia de su padre. Cuando
había sido "papá" y se limitaba a sonreír cada vez que lo veía. Sus ojos se humedecieron al recordar
todo el tiempo que había pasado desde entonces y cuánto habían cambiado las cosas.
Era demasiado joven para entender. ¿Tal vez tendría cinco o seis años? Apretó los labios
recordando aquella escena vagamente. Era en una fiesta de cumpleaños. Había conseguido los
patines de ruedas que tan desesperadamente quería, los azules con borlas de plata y había echado
los brazos alrededor de su padre, para su absoluto deleite, porque sabía que los había conseguido
para ella.
Cinco años. Todavía no había ido a la escuela, cuando la vida era tan simple como la
mantequilla de maní y mermelada, podía pasar el día patinando. Recordaba una imagen, en algún
lugar, de sí misma en esos patines con rodilleras y una mugrienta camiseta.
Sonriendo. La había abrazado de nuevo. Le dio unas palmaditas. La llamó su hija.
Dobló las manos sobre los barrotes y lanzó un débil aliento. Eso había sido hacía mucho tiempo.
Separó una mano de los barrotes y la puso sobre el brazo de su padre, sintiendo su piel seca y
apergaminada bajo su tacto. Luego la deslizó, hacia abajo, hasta cerrar los dedos en torno a él; un
simple toque que no había sentido desde niña.
Lo único que pudo sentir fue un profundo sentimiento de pesar.
"Lo siento, papá. Me gustaría que no hubiera sido así" Miró su cara. "Nunca quise que me
odiaras" Parpadeó, sintiendo derramar algunas lágrimas por su rostro. "Espero que encuentres la paz
con Dios"
Por unos momentos, simplemente se quedó allí, sosteniendo su mano. Entonces un sonido la
hizo mirar hacia arriba para ver a una de las enfermeras entrando mientras intercambiaban miradas
incómodas.
"Lo siento" Retrocedió. "Sé que no debo estar aquí"
"Está bien", respondió la enfermera con tranquila compasión. "¿Es tu padre, cariño?"
Kerry asintió.
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"Lo siento" La mujer, tenía probablemente el doble de edad que ella. Tenía un rostro dulce y una
cálida expresión. "Sé que debe ser difícil para ti" Caminó hacia el lado de Kerry y revisó uno de los
tubos al lado de la cama. "Tómate tu tiempo. Todo lo que podemos hacer por él, lo estamos
haciendo"
"Lo sé" Se limpió las lágrimas del rostro. "Cómo... um..." Se aclaró la garganta. "¿Cuánto
tiempo podría estar así?"
La enfermera la miró con honestidad.
"Podría quedarse así para siempre" Ante la mirada de Kerry de dolor, extendió una mano. "Esto,
lo siento cariño. Sé que suena duro. Pero, ¿sabes una cosa? He trabajado en esta unidad durante
mucho tiempo y a veces la muerte no es nuestra enemiga" Kerry desvió la mirada dirigiéndola un
lugar en el suelo de baldosas. La enfermera dio un paso atrás. "Lo siento" Cayó en silencio. "Espero
no haberte molestado. Pensé que el doctor le había hablado a la familia acerca de esto"
"Él lo hizo" Kerry murmuró suavemente. "Pero creo que todavía no estemos listos para tomar
esa decisión”.
Ambas guardaron silencio durante unos momentos, luego Kerry puso de nuevo las manos sobre
los barrotes. Se sentía mal del estómago; la tensión se arrastraba por su espalda y empezaba a
dolerle la cabeza. La enfermera la miró, luego ajustó los tubos y se marchó en silencio con sus
pasos amortiguando el sonido de los aparatos de la habitación.
***
Dar y Andrew estaban sentados juntos en el sofá, compartiendo un bol de helado mientras
conversaban.
"Si eso es lo que encontraste allí", Andrew tomó una nueva cucharada de vainilla ",¿qué otra
cosa tengo que esperar? No puedo culparlos por intentar tapar todo este lío, Dardar"
"Papá, no es sólo eso", dijo, "se está haciendo un mal uso de los fondos del gobierno. Tengo
evidencias documentadas del contrabando de grandes cantidades de dinero y lavado de dinero"
Andrew gruñó. Cogió una cereza y la miró por el tallo mientras consideraba todo lo que había
sucedido. "No puedo ni voy a permitir que se salgan con la suya. Alastair solo tendrá que tomar una
posición sobre su moral en este caso"
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Andrew la miró.
"Ah, no creo que Jeff Ainsbright mueva hilos, Dardar. Deberá hacer frente a todo lo ocurrido. Y
todo por cubrir a su hijo"
"Vaya par de chiflados". Dar suspiró. "Sí, es probable que tengas razón. Pero, maldita sea,
alguien tiene que estar detrás de él, papá"
"Sip". Andrew asintió con la cabeza. "El problema es que no creo que él hable. Los peces gordos
siempre encuentran algún pequeño idiota que cargue con todas las culpas"
"Tal vez. Pero no voy a ayudarlos a esconderse" Miró hacia las puertas correderas de cristal que
mostraban una oscuridad pacífica afuera. Estaba un poco sorprendida por no tener todavía noticias
de Kerry pero, tal vez, no tener noticias era la mejor noticia. La televisión había informado en varias
ocasiones sobre el estado de salud del senador
“estaba vigilado", y Dar pensó que por lo menos sonaba bien. "Por cierto, gracias por hacerme
compañía para la cena"
"Heh". Su padre rio entre dientes. "Tu madre ha ido a una de esas cosas de arte esta noche. Me
imaginé que podríamos pasar algo de tiempo comiendo galletas saladas y queso"
"Ah. Sí, tampoco es que fuera a cenar pollo de goma" Dar sonrió. Saltó un poco, cuando su
móvil sonó. "Vaya". Lo sacó, comprobó el identificador de llamadas y lo abrió.
"Hey"
Hubo un silencio por un momento y luego suspiro.
"Hey"
Enseguida detectó la tensión y el dolor en la voz de su amante.
"¿Qué tal está?"
"¿Qué…?" Murmuró Kerry. "Oh, Dar"
El pánico recorrió su cuerpo.
"¿Qué ocurre?" intentó mantener la calma mientras su padre dejaba su copa sobre la mesa y la
miraba con preocupación evidente.
"¿Dónde estás?"
Kerry se apoyó contra la puerta del coche y cerró los ojos.
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"Fuera del hotel. En el coche. Sólo quería hablar contigo antes de irme" Ojalá la cabeza no me
doliera como si fuera a explotar. "Ellos quieren desconectarlo"
Contuvo el aliento.
"Dios, lo siento, Ker"
"Yo, también", respondió suavemente. "Todo esto es un desastre. No saber qué diablos hacer"
Había vuelto de la Unidad UCI y se enfrentó a su madre que estaba histérica.
Salir del hospital había sido peor. La prensa los estaba esperando y no le quedó más remedio que
despistarlos saltando por encima de una pared baja que la había llevado donde tenía aparcado su
coche.
Sus familiares habían ido a la casa familiar. Esperaban que ella los siguiera. Pero se había
acurrucado en el interior del coche sabiendo que no podía. Era simplemente demasiado. Ahora
estaba fuera del hotel sin saber qué hacer. "Mierda"
"¿Quieres que coja un avión?", le preguntó. "A la mierda todo"
Las defensas de Kerry se rompieron. Su garganta se cerró y sus ojos se llenaron de lágrimas y de
pronto quería estar en brazos de Dar, lo mal que le dolía. Se quedó sin aliento tratando de no
empezar a sollozar. "Voy de camino. Sólo aguanta, ¿de acuerdo?"
Kerry tomó varias respiraciones profundas.
"No... espera", acertó a decir. "Dios mío, me encantaría que estuvieras aquí". Contuvo otra
respiración entrecortada. "No puedo soportarlo Dar. Es demasiado"
"Que se jodan", respondió. "No me importa un bledo sobre ellos. Sólo me importas tú" Miró
hacia las parejas que pasan junto a ella. "Entonces, ¿qué es lo que quieres?" Preguntó en voz muy
baja.
"Te quiero", susurró Kerry.
"Sabes que me tienes"
"Dame un día con ellos, Dar" Se sentía muy, muy cansada. "Mañana por la noche tomaré una
decisión"
"Estaré allí", dijo. "¿Estás bien?"
"No. Necesito tomar algo para quitarme este horrible dolor de cabeza.
"Llámame más tarde", dijo, "por favor"
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"Lo haré", respondió Kerry. "Te amo".
"Yo también te quiero" Kerry cerró el teléfono y reunió sus fuerzas, a continuación, abrió la
puerta y dejó entrar el aire frío de la noche. Dar dejó el teléfono y se quedó mirándolo. "¡Maldita
sea!"
Andrew puso su plato sobre la mesa.
"¿Cómo lo está llevando?"
"Ya sabes cómo es aquello, su familia" “¡Mierda!”. Me siento mal por Kerry, por tener que pasar
por esto ella sola" Estaba preocupada por el tono de voz de su amante.
"¿Irás hasta allá?"
"Mañana. Probablemente", le informó. "Kerry dijo que su familia está bastante alterada"
Los ojos de su padre brillaron.
"Crees que debes ir allí sólo para alejarlos de ella"
"Huh". Se puso de pie y caminó a través del cuarto de estar. Se detuvo en las puertas traseras
correderas y echó un vistazo hacia el mar. La puesta de sol se vertía a través de la arena y el agua.
Una solitaria gaviota flotaba sobre las olas como si buscara algo en sus profundidades. Kerry le
había pedido, específicamente, que no fuera hasta que estuviera lista. Respetaba el deseo de su
pareja y entendía su ambivalencia, entre la comodidad de su presencia y los sentimientos para con
su familia. Lo entendía, realmente lo entendía, pero escuchar el eco de ese sollozo ahogado de su
amante le preocupaba. Por otro lado, en ese momento, tenía que lidiar con los problemas en la red y
con los militares. "¿Papá?"
"Te llevaré al aeropuerto, Dardar." Andrew dijo plácidamente. "Simplemente llévate algo de
ropa de abrigo. Allí no tienen nuestro tiempo tropical”
Miró a su padre a través del reflejo de la puerta de cristal.
"Bueno, lo peor que podría hacer es quedarme en su habitación de hotel. Así no tendrá que
decirle a nadie que estoy allí, ¿verdad?"
"Sip"
Se dio la vuelta.
"Gracias por la oferta de llevarme pero no sé cuánto tiempo vamos a estar allí. Dejaré el mío en
el aeropuerto"
66
Una ceja canosa se movió hacia arriba.
"Es peligroso dejar estacionado el coche en los aeropuertos, Dardar"
"Um". Sus ojos brillaron tímidamente. "Siempre uso el aparcamiento" Se fue de la habitación
llevándose sus confesiones yuppy con ella.
Andrew simplemente se rio y se levantó para recoger los platos.
***
Por lo menos el vestíbulo estaba tranquilo. Pasó junto a un árbol de Navidad decorado con buen
gusto, haciendo que los adornos cayeran suavemente y esquivó a un hombre corpulento que se
dirigía hacia el bar. El Marriott era un hotel muy habitual para huéspedes de negocios y el salón
parecía estar lleno de ellos.
La recepción estaba desprovista de los huéspedes, algo que agradeció mientras dejaba su maleta
en el suelo y sacaba su cartera, cuando el recepcionista levantó la vista y le dio una sonrisa
amistosa.
"Tengo una reserva. A nombre de Stuart"
El joven empleado, un muchacho bien parecido con el pelo rubio y corto, amablemente tocó
unas teclas en su ordenador y luego sonrió.
"Sí señora Stuart, ciertamente la tiene" Dios te bendiga, Dar. Se inclinó cansadamente sobre el
mostrador con la esperanza de poder tomar sus analgésicos, lo antes posible. Entregó su tarjeta de
crédito. "¿Necesita ayuda con su equipaje, señora?",
El recepcionista preguntó, haciendo caso omiso de la tarjeta, mientras le entregaba un sobre. "La
llave está ahí. Es el duodécimo piso; nada más salir del ascensor, gire a la derecha, la primera
puerta"
Tomó el sobre.
"Gracias" Guardó su tarjeta de crédito de nuevo en su cartera, demasiado cansada y enferma para
discutir sobre ello. Era cosa de Dar, estaba segura, pero ya habría tiempo para hablarlo. Cargó su
maleta y se dirigió al ascensor, deseando que el día terminara cuanto antes.
El ascensor subió tranquilamente que finalmente la soltó en un frío pasillo.
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"Gira a la derecha, la primera puerta," murmuró, tras las instrucciones y la búsqueda de sí

misma, como era de esperar, llegó a la puerta de la habitación situada en un hueco.
Rebuscó en el sobre y sacó la llave electrónica que deslizó hacia adentro hasta escuchar el clic.
Luego giró la palanca hacia abajo y empujó la puerta para abrirla. Le tomó tres pasos, después de
cerrar la puerta, antes de darse cuenta de que en la habitación había algo inusual. Simplemente se
quedó mirando. "¡Qué diablos!" Murmuró. La habitación era enorme. Aproximadamente tres veces
el tamaño de una habitación normal, y... metió la cabeza en el cuarto de baño y vio la bañera en
forma de corazón. "Estoy en la suite de luna de miel. ¿Qué diablos estoy haciendo aquí?"
Se acercó a una silla de cuero, de lujo y se sentó. Abrió el bien surtido frigorífico viendo que
estaba lleno de frutas y bebidas.
El agotamiento se apoderó de ella. Se dejó caer hacia delante, apoyando los codos en las rodillas,
demasiado cansada incluso para disfrutarlo.
Sintiendo que el dolor aumentaba acunó la cabeza en sus manos y decidió que si iba a estar
enferma y miserable que bien podría serlo en un entorno de lujo. No había comido nada en todo el
día pero la idea de la comida casi la hizo vomitar. Con un gemido se movió, arrastró la maleta hasta
la cama, la levantó y abrió la cremallera.
El olor suave de casa flotó fuera. Sacó su camisa para dormir y hundió la cara en ella, detectando
aromas de Dar ligeramente alrededor de los bordes. A medida que las lágrimas brotaban de sus ojos
se dejó caer en la cama y simplemente se quedó así, mientras la humedad de sus lágrimas empapaba
la tela de algodón.
Después de ese duro momento. Sorbió la nariz, se secó la cara, debatiéndose si quedarse justo
donde estaba, completamente vestida, en lugar de hacer el esfuerzo que sería necesario para
levantarse y desnudarse. Finalmente, se dio la vuelta y se levantó. Se quitó la chaqueta, la tiró sobre
la silla, luego se quitó la camisa y desabrochó sus pantalones vaqueros.
Un escalofrío la hizo temblar. Sacó su camisa de dormir y se sentó en la cama, desatándose las
zapatillas de deporte y se las quitó.
Flexionó los dedos de los pies contra el suelo alfombrado y suspiró. Luego lanzó sus Reebok
desgastadas cerca de la silla.
"Brr," murmuró, frotándose los brazos mientras se levantaba. Entró en el cuarto de baño y se
detuvo cuando se encontró con su reflejo en el espejo.
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Su cabello rubio y desordenado enmarcaba un rostro pálido y demacrado, con los ojos
inyectados en sangre y las líneas de tensión en la frente. Hizo una mueca. Abrió el grifo y se salpicó
las mejillas con un poco de agua haciendo que otro escalofrío casi provocara el tintineo de sus
dientes. Se enderezó, se secó, luego volvió a entrar en la habitación principal y se dirigió a la cama.
Justo cuando estaba llegando, su estómago se rebeló y se sentó rápidamente alcanzando como pudo
el cubo de la basura, medio convulsionada.
Eran sobre todo arcadas, salvo por el sabor amargo de la aspirina que se había tomado. El
esfuerzo por las arcadas hizo que su cabeza doliera ferozmente y lanzó un juramento mientras se
apoyaba sobre la mesilla de noche respirando con dificultad. Las náuseas aumentaron, dejó caer el
cubo de la basura y salió corriendo hacia el baño.
Realmente vio las estrellas. Su visión se perdió por la presión y su cuerpo se dobló ante un
espasmo convulsivo. Sus piernas se doblaron cayendo dolorosamente de rodillas sobre el azulejo.
Por fin se alivió y se desplomó, temblando y jadeando, contra la bañera.
Fue lo peor que jamás se había sentido, en su vida. Incluso su hombro dislocado no había sido
tan malo. Sintió cómo su cabeza se dividía. Gimió suavemente, sosteniendo las sienes con ambas
manos. Todo su cuerpo estaba temblando. Cogió una toalla de baño y tiró su calidez escasa, en
torno a ella, mientras se dejaba caer allí en agonía.
No sabía que otra cosa hacer. Gimió suavemente cuando su estómago se retorció de nuevo y su
cuerpo se convulsionó, obligando a salir su bilis de sus entrañas. Oh, Dios.
Sus dientes castañeteaban sin control, mientras su dolor de cabeza cada vez se hacía mayor.
Era casi medianoche cuando Dar salió del ascensor accediendo al pasillo. Hizo una pausa
mientras recogía sus pensamientos tratando de averiguar qué podría decirle a Kerry que la acusaría
de hacer caso omiso a sus deseos.
Luego, simplemente se encogió de hombros y miró a la puerta, dudando antes de llamar. No

había ningún sonido procedente de la habitación por lo que supuso que su amante estaría dormida.
Bueno, echó un vistazo a la llave que le habían dado. Bien podría terminar con esto.
Cautelosamente, deslizó la llave en la cerradura y abrió la puerta. Entró y cerró la puerta detrás
de ella. De inmediato se dio cuenta de que algo andaba mal. Las luces estaban encendidas y la sala
estaba vacía con la ropa de Kerry esparcida con inusitado descuido.
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Su corazón empezó a latir con fuerza. Miró a su alrededor, luego empujó la puerta del baño
abierta y se congeló, por un instante, dando una sacudida eléctrica antes de saltar al otro lado de la
baldosa, dejándose caer de rodillas al lado de la patética figura acurrucada en un rincón.
"K..." Apenas podía hablar, cuando levantó cuidadosamente el desordenado cuerpo de su amante
y le dio la vuelta. Kerry había vomitado, se dio cuenta y llorando en una fracción de segundo pensó
en el 911, cuando los ojos de Kerry se abrieron y la miraron en confusión extrema. "Hey... cariño"
"¿D... Dar?" Murmuró con voz ronca. "Oh... Dios mío... estaba rezando... para que vinieras"
Extendió una mano temblorosa. "Me duele mucho"
"Tranquila". Luchó por no mostrar el pánico que la asaltaba. Se sentó en el frío suelo de
baldosas y la atrajo torpemente en sus brazos, sin saber qué hacer para ayudarla.
"¿Dónde te duele cariño?"
"M... mi cabeza" Gimió. "¿Cuánto tiempo he estado... aquí? ¿Ya es por la mañana?"
"No. Shhh." La acunó suavemente frotando su cuello con una mano. "Me ofrecieron un
descuento del cincuenta por ciento si volaba esta noche. No pude resistir"
"Uhngh". Deslizó un brazo alrededor de la pierna de Dar y presionó sus labios contra el pantalón
de algodón que cubría el muslo. "Traté de tomar... algo... me viene todo para arriba"
Le levantó la cabeza, humedeció una toalla con el agua y le limpió la cara suavemente.
"Ya veo"
Los ojos verdes parpadearon abiertos para mirarla pero al estar inyectados en sangre parecían
casi ocre bajo la suave luz.
"No tengo nev... nunca me había sentido así antes. Creo que... se puso muy b... mal allí, yo no...
Creo que perdí el conocimiento"
Dar terminó su tarea.
"¿Cómo está tu cabeza ahora?" Empujó el pelo mojado de los ojos de Kerry.
"Me duele". Cerró los ojos. "Me duele todo". Tiró de la manga de Dar con dedos temblorosos y
trató de acercarla más. "Hace mucho frío"
"Vamos, vamos a llevarte a la cama" Respiró hondo. Deslizó un brazo bajo las rodillas de Kerry
y el otro alrededor de sus hombros y oró mientras la levantaba mordiéndose el interior de su labio
mientras sentía un fuerte dolor recorrer todo su hombro.
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"Dar... bájame... te vas a lastimar", protestó Kerry débilmente.
"Shhh, estoy bien", dijo. "Agárrate a mi cuello"
La joven, obedientemente se aferró a ella, mientras un escalofrío se movía a través de su cuerpo.

"Pero tu hombro…"
"Tranquila, estoy bien" Con un gruñido de pura voluntad se volvió, caminó estoicamente hacia
la cama y dejó a Kerry sobre la misma. Tiró de las mantas hacia abajo y las metió en torno al cuerpo
de su amante para darle calor. Al oír el suspiro de alivio de Kerry empezó a tranquilizarse. "Esta es
mi chica"
Kerry la miró con los ojos medio cerrados.
"¿Esa soy yo?" Murmuró, lamiéndose los labios secos.
"Oh, sí" Logró sonreír. "¿Todavía tienes frío?"
"Sí"
Dar se puso de pie, se quitó su chaqueta y camiseta.
"Espera, voy a hacer algo al respecto" Miró alrededor de la habitación, a continuación, cogió una
botella de agua del mini bar y la trajo con ella. "Cariño, es necesario que bebas un poco de agua"
Kerry hizo una mueca.
"Probablemente lo acabe echando sobre tu regazo"
"Sólo un poco" Se arrodilló, quitó la tapa de la botella, luego vio una pila de pajitas y cogió una.
"Aquí". Guio la pajita a los labios de Kerry. "Sólo un sorbo"
"No digas que no te lo advertí," murmuró, pero sorbió débilmente el líquido. Lo tragó y esperó,
aparentemente muy sorprendida cuando se quedó dónde estaba. Bebió un poco más y se detuvo.
"Suficiente".
Dar la miró en silencio durante un momento y luego puso la botella hacia abajo. Se quitó los
zapatos, los pantalones vaqueros y los colocó ordenadamente sobre una silla antes de meterse
debajo de las sábanas.
"Ya"
Kerry mantuvo los ojos cerrados pero se dio la vuelta y se acurrucó en el cuerpo de Dar dejando
escapar un pequeño sonido lastimero cuando la morena deslizó sus largos brazos y piernas a su
alrededor.
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"Ohh. Gracias a Dios que estás aquí"
Gracias a Dios he escuchado a mi corazón en vez de a mi conciencia. La abrazó
"Estoy aquí Kerry. Todo va a estar bien, te lo prometo" Podía sentir sus escalofríos disminuir
lentamente. Le acarició suavemente el pelo hasta que notó que se relajaba del todo, bajo su tacto.
"Ya te tengo"
"Mm", murmuró. "Gracias Señor por haberme oído rogar por mi Dar". Exhaló, dejando de
parlotear.
Dar sonrió.
"Y yo que pensaba que ibas a estar enfadada por venir sin hacerte caso. Menos mal que escuché
a mi padre. Estábamos preocupados"
Por último y aunque le dolía, Kerry también sonrió. Se agarró a Dar y emitió un sonido bajo y
contento.
"Él tenía razón. Te necesitaba"
Frotó la espalda de Kerry con mucha suavidad.
"Sabes que me tienes." Todo lo que estaba sucediendo en otros lugares se desvaneció dejando de
tener importancia. Se centró en la persona que más le importaba en el mundo. "Así que, ¿estoy
perdonada?" Kerry asintió débilmente. "¿Incluso a pesar de haber reservado la suite luna de miel?”
"Sí. Te quiero"
Dar la besó en la cabeza.
"Yo también te quiero"
Capítulo Cinco
La habitación del hotel estaba muy tranquila. Incluso después del amanecer, había
entrado por la ventana una luz pálida y lanzado una raya delgada sobre la cama grande.
Su ojos estaban a la deriva observando el entorno, un poco confundida por no recordar
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muy bien dónde estaba. Y por qué.
Estaba tumbada de espaldas, con Kerry extendida sobre ella, utilizando su hombro
como almohada.
La observó dormir, percatándose de las sombras bajo los ojos y el aspecto que la
caracterizaba, ahora no dibujado su rostro. Ayer fue una prueba para ella, pensó, y hoy
será peor. Pero por eso mismo estoy aquí ahora, para darle apoyo moral, si no mucho
más.
No podía hacerse cargo de la situación, no podía proteger a su amante de los eventos
o sus consecuencias. Hizo una mueca acostumbrada a estar en un rol pasivo. Esta
situación no le estaba gustando nada. Lo único que podía hacer por su amante era
simplemente estar aquí para ella, como había hecho anoche.
Se estremeció imaginando cuántas horas podría haber estado Kerry en el suelo
azulejado del baño sino hubiera decidido coger el primer avión y presentarse en el hotel.
Al diablo con todo lo demás. Cerró los ojos y se deleitó en el calor de la manta
humana. Podía sentir el aliento de Kerry a través de su camisa de algodón, flotando
durante unos minutos, mientras decidía qué hacer a continuación.
Lo primero es lo primero. Extendió una mano, levantó el teléfono receptor fuera de
su sitio y se lo llevó a la oreja. Pulsó en la teclado y fue recompensada con una voz
agradable, del Medio Oeste, que Sonaba un poco como Kerry.
"Servicio de habitaciones, por favor"
Se escuchó un clic y la llamada fue atendida.
"!Buenos días! ¿Será el desayuno o un cena tardía?", se rio el operador.
La frente de Dar se arrugó y miró por la ventana.
"Desayuno" murmuró.
"Bien, bien", dijo la mujer, "nuestro especial para ustedes esta mañana son unos
amorosos panecillos con mermelada"
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Asombrada se quedó mirando el teléfono.
"¿Qué?"
"También tenemos champán y fresas con nata"
"¿Qué hay de avena? " respondió Dar. "Y una gran jarra de café y…" lo pensó, "una
pila de tortitas"
Hubo una pausa momentánea.
"Todo bien entonces. ¿Alguna cosa más?" sonó la voz. "Es para los dos, ¿verdad?"
"Um... bien" Dar se quedó unos instantes en silencio. "¿Cómo lo sabes?"
"Sólo un golpe de suerte. Entonces, ¿todo correcto verdad?" Ahora la voz sonaba
vagamente condescendiente.
"Está bien, gracias" Colgó el teléfono, sorprendida por aquellas raras respuestas.
Entonces se acordó de dónde estaban alojadas y se rio en voz baja.
"¿Qué es tan gracioso?", preguntó Kerry, en voz baja, sin moverse un centímetro.
"Si extiendo nata sobre ti, ¿serás mi amoroso panecillo?" le preguntó.
Muy lentamente, Kerry levantó la cabeza y la miró con una mirada de incredulidad
suave.
"¿Perdón?", bromeó un poco la voz y se aclaró la garganta. "Bah. Tengo la garganta
seca”
Dar le entregó la botella de agua que había dejado junto a la cama.
"Aquí". Guio la pajita a los labios de Kerry y vio cómo absorbía casi la mitad del
contenido. "¿Eso significa que no lo serás?"
Terminado de beber bajó la cabeza aparentemente agotada.
"En este momento me siento más como un muffin aplastado" murmuró sobre el pecho
de la morena.
Dar le acarició la espalda.
"He pedido el desayuno"
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"Ugh" Negó con la cabeza. "No para mí"
Dar vaciló.
"¿Has comido algo?"
"Sólo el desayuno contigo. Estaba pensando en comer después de llegar a aquí"
Tamborileó con los dedos en la espalda de Kerry.
"No soy una experta pero puede ser que por falta de comida te sientas tan mal"
"¿Qué se supone que significa eso?" preguntó enfada. Dar suavemente se aclaró la
garganta. Kerry suspiró y se hundió de nuevo en el cuerpo de Dar. "No creo que pueda
comer huevos y tocino"
"Tranquila, no es lo que he pedido" Le acarició el pelo mientras miraba su perfil
escasamente visible escondido en su pecho. "Así que sólo confía en mí, ¿de acuerdo?"
Era tan agradable y cálida donde estaba. Cerró los ojos, deseando con toda su alma
que ambas estuvieran en casa esperando para ver los dibujos animados o saliendo a
bucear.
"¿Puedo quedarme aquí?" Preguntó en voz baja, cuando el brazo de Dar se cerró
alrededor de ella en un abrazo. "No quiero volver allí Dar. Llámame cobarde si quieres,
pero no quiero hacer frente a esas personas... o ese lugar” hizo una pausa "o él muriendo"
Su pecho se encogió y parpadeó al sentir que las lágrimas se formaban en sus ojos.
Dar la sintió totalmente perdida.
"Sé que es difícil". Le besó en la parte superior de la cabeza. "Lo siento"
Kerry sollozó.
"Yo también", susurró. "Gracias por estar aquí" Deslizó un dedo por la caja torácica
de Dar. "Me siento increíblemente egoísta, pero gracias"
Dar continuó acariciándola suavemente sin saber qué otra cosa hacer.
"No eres egoísta. Me alegro de que me quieras aquí. Sé lo fácil que es cerrarse a todo
el mundo cuando uno está sufriendo"
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Kerry se movió y levantó la mirada hacia ella.
"¿Estás pensando en tu madre?"
Se encogió de hombros.
"Y de mí misma. Tenía amigos a los que alejé, cuando mi padre murió… o creíamos
que había muerto" Ahora aquello parecía tan lejano. "Los alejé a todos. Tuve que
aguantar y mantenerme fuerte como creía que él esperaba de mí"
Los labios de Kerry se tensaron en una irónica compasión.
"Eso debió ser muy duro" Dar sonrió un poco. "No tienes que preocuparte. Yo nunca
dejaré que te alejes de mí Dar. Te necesito demasiado" La miró con una mirada
dolorosamente abierta, luego suspiró y se dio la vuelta. A regañadientes se separó del
cuerpo de Dar.
"Creo que será mejor empezar el día, ¿no?" Deslizó los dedos por el cabello de Kerry,
haciendo que ésta permaneciera inmóvil mientras saboreaba el contacto. "¿Cómo va tu
cabeza?"
Deslizó su pulgar a lo largo de la parte interior del antebrazo de Dar.
"Está bien" Se encogió de hombros. "Aunque me siento un poco débil" De hecho no
tenía ninguna gana de moverse. Vamos, Kerrison, su conciencia severamente la pinchó.
Ya eres una chica grande. La vida, a veces apesta, así que mueve tu culo y a tratar con
ella. Levantó la cabeza, miró a su amante sintiéndose totalmente cálida y segura entre sus
brazos. Bueno, tengo que intentarlo. "¿Sabes una cosa?"
"¿Mm?"
Dar le acarició todo el cuerpo, aliviando las pequeñas tensiones acumuladas.
"Te quiero" Suspiró. Sintió la risa de Dar y el nudo en el estómago se deshizo
bruscamente haciendo que casi se mareara por el alivio. Sabía que el día no prometía ser
mejor que la noche anterior pero saber que tenía a Dar allí podía sentir la fuerza que
necesitaba para vivir a través de él.
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Dar estaba revisando su correo electrónico de pie cerca de la pequeña mesa mientras
preparaba el desayuno sin dejar de mirar a Kerry que estaba en la cama cubierta por las
mantas con la mirada casi perdida viendo las noticias de la CNN. Está demasiado pálida,
se dio cuenta mientras continuaba con su trabajo.
"¿Kerry?"
"¿Mm?" Los ojos verdes se volvieron hacia ella abandonando la televisión.
"Sé cómo se siente tu familia", mantuvo su mirada fija en su harina de avena, "pero
si quieres iré hoy contigo"
Kerry tuvo que morderse la lengua, literalmente, para mantener el grito instantáneo
del "sí". Tomó aire y miró la cara de su amante por un momento al ver su preocupación.
Sabía perfectamente lo que pensaba su familia de ellas pero en ese momento no le
importaba.
"Sí, me gustaría", se oyó decir.
Después de un momento de silencio, Dar miró hacia arriba.
"¿Pero?"
La rubia simplemente se encogió de hombros.
"Pero nada. Si ellos tienen algún problema, simplemente pueden irse a la mierda y
nos marcharemos"
Los ojos de color azul pálido de Dar se ampliaron un poco y luego sonrió.
"Está bien" Tomó un plato, lo llevó a la cama y lo puso sobre las sábanas. Le entregó
a Kerry una cuchara. "Adelante. Debes comer algo"
Ah. Ésta tomó la cuchara y examinó su plato.
"¿Sabes Dar?, no creo que nunca te lo haya mencionado, pero... um... de verdad pero
no como harina de avena"
"Pruébalo", le sugirió. "Confía en mí"
Kerry, ella voló miles de kilómetros en medio de la noche para estar aquí por ti. Se
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las arregló para tomar una cucharada de aquella materia pegajosa y se levantó. Ella te
ama. Recuerda eso. Ella te ama.
"Mmph" Por un momento le resultó agradable el sabor de la harina de avena, una
sustancia que odiaba con pasión.
"¿Sí?", le preguntó Dar.
"¿Cómo has conseguido que la harina de avena sepa como el pudin de tapioca?"
Dar se sentó con su propio plato y sonrió un poco.
"Tengo muchas habilidades"
"Mmm" Tragó otra cucharada. "Ya veo" El reloj marcó las ocho. Kerry lo miró y
suspiró. "El hospital abre a las nueve. Supongo que será mejor empezar a movernos".
Retiró las mantas y se sentó ahogando un bostezo. "No puedo creer que todavía esté tan
cansada"
Dar le dirigió una mirada de simpatía.
"Es el estrés y la migraña asesina"
"Mm" Deslizó los dedos por el pelo. El teléfono de la habitación sonó. Lo miró y
luego desvió la mirada hacia Dar.
"Probablemente será para ti"
Kerry cogió el receptor.
"¿Hola?"
"¿Ker?" Era la voz de Angela. "Sé que es temprano"
La presión de la situación cayó de nuevo sobre ella.
"Está bien, estaba despierta"
"Te echamos de menos ayer por la noche", dijo Angie. "Pensé que venías justo detrás
de nosotros, pero simplemente desapareciste"
Su frente se arrugó con disgusto.
"No desaparecí. Estaba intentando dar esquinazo a los malditos periodistas" Esperó
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el comentario de Angie pero sólo hubo silencio. "Tenía una gran migraña y lo único que
podía hacer era volver al hotel"
Un suspiro se hizo eco a través del receptor.
"¿Estás bien?"
"Ahora sí", le respondió. "Pero he pasado una noche muy miserable. No habría sido
muy buena compañía"
Su hermana se aclaró la garganta.
"Para nosotros también fue bastante duro. Mamá está destrozada"
"Lo sé," respondió suavemente. "Y teniendo en cuenta lo que el tío Harold estaba
diciendo, tal vez fue mejor que no estuviera allí"
El silencio que siguió fue sin duda difícil.
"Estoy segura que no quiso decir eso", dijo Angie. "Todo el mundo está estresado,
ya sabes"
Mentira.
"Por supuesto"
"Vas a volver con nosotros esta noche, ¿verdad?"
Desvió la mirada hacia el otro lado de la habitación, hacia aquellos ojos azules que
la observaban con compasión.
"No lo sé. No creo que sea una buena idea"
"Vamos Kerry. Somos tu familia y esto... Por supuesto que es buena idea. ¿Por qué
no?", su hermana parecía angustiada.
Kerry tomó aliento.
"Dar está aquí. Ella voló anoche"
"Oh" Angie dejó escapar un suspiro sincero. "Bueno, no creo que las cosas se puedan
poner peor, supongo. Me alegra que este ahí para ti, en cualquier caso” Eso provocó una
leve sonrisa en el rostro de Kerry.
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"Sí, yo también. Escucha, nos vemos en el hospital, luego veremos sobre la marcha,
¿de acuerdo?" Sabía que su hermana no estaba contenta con eso. "Angie, sabes lo que el
resto de la familia piensa de mí. No hagamos las cosas más difíciles de lo que ya son”
"Está bien", respondió Angie en voz muy baja. "Nos vemos pronto"
Angie terminó la llamada y Kerry dejó el teléfono sobre el soporte. Luego se levantó.
No voy. Pensó mientras buscaba en su bolsa el frasco de analgésicos. No tiene sentido
estropear más las cosas, razonó mientras quitaba la tapa y sacaba una pastilla grande.
Después cogió una botella de zumo de naranja para tomarse la pastilla. Luego se sentó y
se puso a revisar su correo. Hoy no va a ser divertido, pensó, pero saldremos de ello. Con
serena determinación, despejó el pensamiento de su mente y se concentró en su trabajo.
Jesús. Arrugó la frente. ¿Qué diablos está pasando ahí?
Se desplazó por la larga lista, hasta que recordó que no veía sólo su propio correo,
también los que Kerry está recibiendo.
Miró las cabeceras, a continuación los ordenó por prioridad y comenzó a hacer clic.
"Todo el mundo está recibiendo respuestas cortas hoy", murmuró, picoteando una
respuesta mientras mantenía su brazo lesionado todavía descansando sobre el muslo.
"¿No te gusta? Es una lástima" Escribió: "No" Hizo clic en otro. "No" Click. "Ok".
“Muérdeme” Retrocedió sobre una anotación. Suspiró. Dada su posición actual, Alastair
le había pedido que al menos tratara de ser un poco más digna en sus respuestas. Estudió
la solicitud de José acerca de cómo conseguir nuevos portátiles para el personal de ventas.
"¿Por qué? ¿Se quedará sin arena en su pecera?"
"¿Qué pasa cariño?" Kerry asomó la cabeza desde el baño, mientras se cepillaba los
dientes. "¿Estabas hablado conmigo?"
Dar la miró por encima de su pantalla.
"No, me estaba burlando de José. Quiere nuevos juguetes para el departamento de
ventas"
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Kerry se frotó los dientes mientras pensaba.
"¿Eh?"
Dar se rio.
"Sí". Hizo el cálculo mental. "Él tiene un buen presupuesto... ¿Debo ser buena?"
"¿Eh?"
Envío a Mark un correo.
"Está bien", escribió e hizo clic en enviar. "Tuviste suerte, José. Los crepes me han
suavizado"
Kerry desapareció en el cuarto de baño, y luego salió, secándose la boca con una
toalla pequeña.
"¿Dar?"
"¿Mm?", miró hacia arriba.
"Estás escribiendo con una sola mano" Se acercó a ella. "¿Te duele el brazo?"
Uh oh.
"Sí". Se encogió de hombros. "Supongo que dormí mal"
Kerry ladeó la cabeza y se inclinó sobre el escritorio para mirar fijamente a su pareja.
"No, no lo hiciste. Debiste hacerte la dura anoche"
Dar sonrió elegantemente.
"Y lo haría de nuevo si hiciera falta" Se rio entre dientes, echándose hacia atrás en su
silla. "Sí, tuve que cepillar el polvo de mi tarjeta de butch, qué quieres que te diga" dijo
para que Kerry no se sintiera culpable. "Tranquila, estoy bien"
Se acercó más, y rodeó el cuello de Dar con los brazos, la atrajo hacia sí y la besó en
la parte superior de la cabeza.
"Voy a compensártelo, Dar" murmuró. "Cuando lleguemos a casa te voy a mimar, y
a hacer cualquier cosa hasta asegurarme que tu hombro esté curado"
La morena se encontró en una posición muy ventajosa. Suavemente mordisqueó la
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piel de Kerry a través de su camisa.
"¿Cualquier cosa?"
Ésta se aclaró la garganta.
"Bueno..." Le volvió a besar la cabeza otra vez, luego la soltó y se volvió hacia la
ducha. Un pensamiento la detuvo. "Ya sabes, si ese hombro está muy rígido, quizá te
vendría bien un poco de calor"
"Oh, sí" Agradeció ver un toque de espíritu alegre en la actitud de Kerry. "¿Me estás
haciendo proposiciones?"
Kerry sonrió y le tendió una mano.
La aludida se levantó y fue hacia ella.
Tomó su mano y pasó un brazo alrededor de Kerry que ya estaba entrando en el
cuarto de baño lleno de vapor. Ayudó a Dar a quitarse la camisa por encima de la cabeza.
Aún se sentía débil. El desayuno y el sueño la habían sido de ayuda, y la presencia
de Dar la había ayudado aún más, pero quería una buena dosis de la comodidad de su
amante, que era lo único que podría ayudarla a amortiguar el día que le esperaba…
Se metió en la ducha, cogió el tubo de jabón que había embalado, y exprimió un
puñado. El vapor había deslizado varios mechones de pelo entre ella y su objetivo, por lo
que se acercó y estudió el cuerpo ante ella. El pecho de Dar empezó a moverse mientras
respiraba, cada vez más rápido, mientras Kerry extendía los dedos y los deslizaba sobre
la piel bronceada, creando espuma a su paso.
Le encantaba sentir el cuerpo de Dar. Tenía la piel lisa, suave. Con una forma
increíblemente flexible y fuerte, cuyos músculos se contraían ante su toque. Tenía unas
pocas y minúsculas cicatrices en sus costillas, las cuales limpió cuidadosamente.
Una vez terminado con los pechos, deslizó sus manos hacia las costillas, y fue
bajando por el ombligo, terminando sobre el vientre musculado.
La presión del agua, estaba comenzando a sentirse bien contra su piel sensibilizada.
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Kerry deliberadamente dejó que los recuerdos del día anterior se disiparan mientras
frotaba su cuerpo contra el de Dar, deslizándose juntas. Levantó la cabeza para acceder
al cuello de Dar, el cual empezó a besar suavemente.
"Oo", susurró al oído de Dar, justo antes de empezar a succionar su lóbulo. "Me gusta
eso"
"¿Esto?" Retumbó Dar, cerrando suavemente los dientes mientras acariciaba una
parte muy sensible de la anatomía de Kerry.
Su respuesta fue un gemido bajo.
Dar cambió ligeramente sus atenciones.
"¿Y esto?" Se rio entre dientes, en voz baja mientras el gemido de su amante se
convertía en un chillido.
Kerry se ahuecó el pelo pensativamente. Se arregló el cuello verde azulado de su
jersey que no había tenido ocasión de llevar desde hacía más de un año.
"Voy a sudar en esto, ¿verdad?"
Dar se acercó por detrás, apoyando una mano en el hombro.
"Probablemente". Sacudió una mota de polvo de la manga. El jersey le sentaba muy
bien, se ajustaba al cuerpo atlético de su amante y contrastaba con el color de pelo. "Pero
estás muy guapa"
Kerry se volvió y la miró. Dar llevaba un hermoso jersey de punto rojo con un
bordado y un par de pantalones de pana negros. El jersey tenía un cuello enrollado y se la
veía casualmente elegante. "Tú también. Me gusta cómo te queda"
"Deberías. Tú me lo regalaste" Sonrió, recordando haberlo encontrado, por sorpresa,
colocado sobre la cómoda, después de la primera mañana fría que habían tenido. No le
gustaban los jerseys, por regla general, aunque la verdad es que casi no había tenido
ocasión para llevarlos. Sin embargo, éste, por el hecho de haber sido un regalo de su
amante, le gustaba llevarlo. Era increíblemente suave. Era de un tejido muy fino y sedoso,
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que lo sentía muy bien contra su piel. Y realmente le quedaba muy bien. "¿Dónde lo
compraste? Debería comprarte uno en azul, y así nos los podríamos poner el mismo día
para ir al trabajo" Enderezó las costuras de los hombros de Kerry. "¿Estás lista?"
Ésta desvió la mirada hacia abajo.
"En la medida en que puedo estarlo. Dar, quiero pedirte disculpas, de antemano, por
toda la mierda que vas a tener que presenciar, y a la que puede que tengas que ser sometida
hoy"
Dar le levantó la barbilla, hasta que sus ojos se encontraron.
"Lo superaré. No te preocupes por mí, ¿de acuerdo?"
Una sonrisa apareció revoloteando en la cara de Kerry, y luego desapareció.
"Está bien. Vamos" Se puso la chaqueta de cuero y cerró la cremallera. Luego se
dirigió a la puerta con Dar detrás. "¡Mierda!" Se detuvo provocando que ambas mujeres
casi chocaran. "Dar, ¿qué pasó con la investigación de la marina?"
Dar puso una mano en su espalda y la empujó suavemente hacia delante.
"Vamos". Pulsó el botón del ascensor, debatiéndose si entrar o no en el tema.
Kerry no se movió.
"¿Dar?"
Los claros ojos azules la miraron con seriedad.
"Gerry me llamó"
Kerry esperó.
"¿Y?"
Dar suspiró.
“El... quiere deshacerse de todo el asunto"
"¿Qué?"
Dar jugueteó con los enganches de la chaqueta de cuero.
"Puedo entenderlo, Kerry" Miró hacia arriba y abajo por el pasillo vacío. "El
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escándalo podría destruir a un montón de gente"
Kerry se quedó mirándola fijamente.
"¿Y aceptas eso?" Su voz era plana con incredulidad.
Dar estudió la alfombra, luego alzó la vista.
"No. Le dije que lo haría público si él no lo hacía" Las puertas se abrieron y entró
dentro. "Alastair está echando espuma sobre mí por ello"
Kerry la siguió dentro, con su mente agitada. Sabía que Dar mantendría su palabra;
pero, ¿a qué coste?
"¿Vale la pena? Tal vez sea mejor el silencio de Easton" Dar la miró y vio a su
amante muy seria. "Tal vez el daño sea mayor que el beneficio"
Dar pareció entender lo que quería decir.
"También lo he pensado. Después de hacer el análisis, me senté durante un par de
horas, debatiendo qué debía hacer". Negó con la cabeza. "Tal vez sabía que esto iba a
pasar"
Las puertas se abrieron en la planta baja y salieron. Kerry se quedó pensando lo que
Dar le había dicho mientras cruzaba el cálido y alegre decorado del vestíbulo. Atravesaron
la puerta giratoria hacia el amargamente viento frío.
"¿Crees que estás actuando de forma justa porque estabas enfadada con Ainsbright?"
Metió las manos en los bolsillos.
"No. Pensé que podría estar actuando así por acariciar mi propio ego"
Kerry la miró con sorpresa.
"¿Qué?"
Ésta se sintió avergonzada.
"Me he dado cuenta que hay una parte de mí que odia perder, y dejar que alguien que
odio logre una victoria sobre mí… y eso es lo que me impulsa a forzar la situación"
Kerry se detuvo en su coche de alquiler y abrió las puertas. Esperó a que Dar se
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deslizara dentro, luego se unió a ella y cerró la puerta en el aire helado.
"¿Y estás cambiando de opinión?"
Dar sonrió a la escena sombría fuera del coche.
"No. Esa fue una parte muy importante de por qué lo hice" La miró de forma
totalmente honesta. "Pero la otra parte fue porque hay personas que sufren las
consecuencias de lo que han hecho, y tienen que parar" Su mandíbula se tensó. "Y
pararán, de una manera o de otra, no importa lo que cueste"
A veces, Kerry pensó, mientras arrancaba el coche y dejaba que el motor se calentara,
a veces las lecciones de la vida nos vienen a una de la forma más extraña, y en raras
ocasiones.
"¿Sabe tu padre acerca de esto?"
Dar asintió en silencio.
Kerry no tenía que preguntar cómo se sentía Andrew al respecto. Lo sabía,
simplemente por el gesto de los hombros de Dar, y por la casi inconsciente elevación
orgullosa de su barbilla. Definitivamente le dio algo en que pensar.
"Bueno. No creo que mi padre tuvo tiempo de hacer nada con ello"
"Mm". Dar se echó hacia atrás en su asiento.
Kerry suspiró y puso el coche en marcha. Salió del aparcamiento y se dirigió hacia
la carretera principal. El paisaje era triste y gris, los árboles vestidos de invierno marrón
con su revestimiento de nieve y hielo.
Aquello le hizo sentir frío a pesar de la calefacción en el coche. Había crecido aquí,
jugado en algunos de los campos por lo que ahora pasaban. Incluso había patinado sobre
los lagos helados. Condujeron junto a un grupo de jóvenes caminando por la acera, riendo
y bromeando entre ellos, obviamente, se dirigían a la iglesia del centro juvenil que no
estaba muy lejos.
Recordó su infancia, mimada y privilegiada, sin ganas de nada. Segura de su lugar
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en el mundo y segura en el círculo sólido de su familia. Muy diferente a cómo había sido
creada Dar sin ninguna de sus ventajas. La vida es demasiado extraña, a veces.
Se sintió casi mareada. Se detuvo a un lado del camino. Paró y se inclinó sobre el
volante, mientras miraba hacia los árboles.
"Ker", le preguntó vacilante.
"Es... um..." Kerry comenzó, pero se detuvo. "Creo que parte de la razón por la que
filtro la suciedad de mi padre era porque estaba muy enojada con él" Su voz tembló un
poco. Apreció el repentino calor cuando Dar apoyó una mano en su muslo. "No creo que
tenga nada que ver con el deseo de hacer lo correcto. Pero verlo en esa cama... me está
matando"
"Hey". Se inclinó sobre la consola y le pasó un brazo sobre los hombros. "No es culpa
tuya, Kerry"
Miró a Dar.
"¿No lo crees?"
"¡No digas tonterías!" La voz de Dar era cálida a pesar de las duras palabras.
"Sí, eso fue estresante, pero tu padre lleva toda la vida en la política, Kerry. ¿Crees
que eso no lo ha estresado? Vamos, lo sabes mejor que nadie". Kerry permaneció en
silencio. "No hagas eso. Él tomó la decisión de hacer lo que hizo, sabiendo cómo podrían
acabar las cosas. ¿Crees que mantener secreto no ha sido difícil?", levantó una ceja
oscura. "A largo plazo la mentira es más difícil que la propia verdad" Le acarició la
mejilla. "Estamos de acuerdo, ¿no?"
Un recuerdo de los tensos meses, al principio de hacer pública su relación, le vino a
la mente.
"Sí", tuvo que admitir. "Fue mucho más fácil una vez que lo contamos. Pero esto no
es la misma cosa, Dar"
"¿No lo crees?" El eco de Dar se hizo notar. "Piensa en ello"
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Kerry exhaló.
"Tal vez. Supongo que será mejor que nos pongamos en marcha"
Dar le acarició el cuello.
"¿Quieres que conduzca yo? Eso debería mantenernos distraídas hasta que lleguemos
allí"
Kerry inesperadamente sonrió mientras ponía el coche en marcha.
"Estoy bien". Puso el intermitente y la miró al arrancar el coche. "Pero voy a
mantener tu oferta en mente"
Se encontraron con Angie y su marido en la entrada del hospital. Parte del interés de
la prensa se había desvanecido al parecer o tal vez el tiempo los había disuadido. Estaba
nevando. Se estremeció un poco cuando se acercó a saludar a su hermana.
"Hola"
"Hola" Angie se frotó el brazo. "Hola Dar. Gracias por venir"
Kerry no tenía que mirar hacia atrás para saber que su amante había levantado una
ceja.
Le lanzó una sonrisa sincera a su hermana y la abrazó.
"Siento lo de anoche"
"Richard, ella es Dar Roberts, la pareja de Kerry", continuó hablando Angie con un
fuerte y característico acento del Medio Oeste. "Dar, este es mi marido Richard"
Dar mentalmente le dio varios puntos más a su cuñada, mientras los saludaba.
"Encantada de conocerte" Miró a los cautelosos ojos de Richard mientras se
estrechaban las manos. "Aunque no es la mejor ocasión"
"Ms. Roberts", dijo Richard en voz baja mientras le soltaba la mano. "Bueno, por fin
te conozco. He oído hablar mucho de ti"
Oo. Seguro que nada bueno. Dar le devolvió una breve sonrisa.
"Lo mismo digo" Se volvió hacia Angie. "¿Cómo está Andrew?" Todo el mundo se
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relajó un poco cuando Richard se volvió para abrir la puerta del hospital.
"Creciendo como una mala hierba", dijo Angie. Esperó a que su marido y Kerry
entrarán en el hospital, luego se volvió y bajó la voz. "Dar, estoy muy contenta de que
estés aquí"
Esbozó una breve sonrisa.
"Sé que no me quieren aquí, pero no podía dejar que pasara por esto sola" Sostuvo la
puerta abierta para que Angie pasara. "Además, las familias hostiles no son exactamente
desconocidas para mí"
Angie suspiró cuando entró y siguió a Dar.
"Lo sé. Sólo deseo que no sean tan condenadamente duros. Toda la situación, de por
sí, ya es lo suficientemente dura como para que... Oh, mierda"
Dar echó un vistazo por delante para ver a Kerry junto a dos hombres mayores. Su
postura corporal era demasiado a la defensiva lo que trajo una respuesta inmediata de Dar
que pasó vagamente junto a dos familiares y una bonita mujer que se acercaba a Kerry
con paso determinado.
"Tío Albert no tienes derecho a pedirme que vaya", Kerry dijo con firmeza. Éste es
mi padre"
"¿Estás segura de eso? Porque no me lo pareció cuando te volviste contra él", espetó
su tío con el rostro enrojecido. "Mira, no he venido aquí para discutir. No voy a permitir
que te burles de él, así que saca tu culo de este hospital antes de que haga que te echen"
Kerry sintió un arrebato de furia salvaje, tan inesperado que casi se marea.
"No te lo voy a consentir", apretó su puños, "estúpido e inútil charlatán. Ni siquiera
me has visto desde que tenía doce años. Ahora te presentas aquí como si fueras el dueño
del lugar. ¿Cómo te atreves?"
"Me había parecido oír que alguien quería echarte" Dar intervino. El tío de Kerry se
volvió y la miró en total estado de shock. Una sonrisa fría apareció en el rostro de Dar.
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"¿No vas a saludar, Al?; o, ¿es que ya no te acuerdas que tuve que salvar tu culo de aquel
rancio negocio por tu incompetencia?"
"Eres un hijo de…"
"Oh no". Dar se movió entre él y Kerry, muy consciente de la multitud que los
observa. "No tenía una polla entonces y tampoco la tengo ahora, pero déjame decirte, Al,
que si vuelves a dirigirte a Kerryson de esa forma tan desagradable me veré obligada a
intervenir y te haré la vida imposible" Las puertas del ascensor se abrieron en un silencio
helado. Dar estiró su largo brazo impidiendo su cierre. "Las damas primero". Hizo señas
a Kerry y a Angie para que entraran, luego se unió a ellas dejando que se cerraran antes
de que nadie más pudiera entrar. El sonido de Angie presionando el botón del ascensor
fue demasiado ruidoso. "Wow. Esto no parece una buena forma de empezar el día,
¿verdad?"
Kerry se volvió y miró a Dar.
"Uh..."
Dar estaba mirando fijamente la puerta, pero se volvió y exhaló.
"Lo siento. El siempre saca lo peor de mí"
"Está bien" Kerry levantó una mano ligeramente temblorosa. "Mejor tú que yo, Dar.
Estaba a punto de lanzarme sobre él"
Dar le pasó un brazo alrededor de los hombros, y se inclinó con gratitud contra la alta
figura de Dar.
Angie se encogió de hombros.
"Lo siento. Llevo demasiados días escuchando su mierda, pero con papá aquí
indefenso, es sólo que soy... maldita sea al infierno”
Kerry se acercó a su hermana.
"Angela, tranquila he escuchado cosas peores"
"Sí, bueno" Dejó escapar un largo suspiro. "No tengo ganas de más problemas, ¿qué
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puedo decir?" Las puertas se abrieron y salió seguida de Dar y Kerry. Giraron a la derecha
y se dirigieron a la sala de espera de la unidad de cuidados intensivos.
Cynthia Stuart ya estaba allí, sola. Estaba sentada en una de las sillas, con las manos
cruzadas sobre el regazo, con el cuerpo en una dolorosa actitud. Levantó la vista cuando
entraron.
"Oh, Angela... Kerrison... estoy..." Sus ojos se desviaron de sus hijas a Dar. "Oh"
Kerry escuchó que las puertas del ascensor se abrían detrás de ellas y se imaginó la
situación. O se resolvía o se convertía en un indigno y gratuito campo de batalla.
"Madre"
Cynthia se levantó, pasó junto a ella y se detuvo frente a Dar, con una expresión seria.
Le tendió las dos manos.
"Estoy muy contenta de que hayas venido"
Era una de las últimas cosas que Dar esperaba oír. Estrechó las manos de Cynthia
por puro reflejo, con la mente lista para la batalla, mientras reevaluaba esa actitud tan
sorprendente.
"Lo siento", logró decir. "Realmente lo siento", añadió en un tono más suave.
"Yo también", respondió Cynthia. "Por muchas cosas"
El sonido de unas fuertes voces hizo que todas se volvieran. Kerry vio a su tío
acercándose con Richard y otros dos hombres. Todos se detuvieron, miraron a Dar, que
miraba impasible hacia atrás, con sus manos aún entrelazadas con las de Cynthia.
La tensión en la sala se rompió cuando la puerta interior se abrió y un hombre alto,
bien parecido entró, vestido con una bata blanca de laboratorio, sobre un conjunto de ropa
verde de quirófano. La atención de todos recayó sobre él, que hizo una pausa, recogiendo
sus pensamientos antes de continuar.
Dar liberó las manos de Cynthia y se acercó en silencio a Kerry, que deslizó una
mano alrededor de su brazo mientras esperaban a que el médico hablara.
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"Hola, doctor Bridges", dijo Cynthia en voz baja. "¿Cómo están las cosas esta
mañana?"
Los labios del médico se tensaron un poco antes de poner una mano en el hombro y
dirigirla a un asiento. Se sentó al lado de ella y apoyó los codos en las rodillas mientras
todos los demás se sentaban frente ellos.
"No ha habido ningún cambio, señora Stuart" dijo el Dr. Bridges suavemente. "Sabes
que no esperábamos que lo hubiera, ya lo hablamos ayer"
Cynthia Stuart parecía muy pequeña y muy sola.
"Sí, lo sabemos. Pero una vive toda su vida pensando que rezar puede cambiar cosas".
Sus ojos buscaron el rostro del médico. "Parece tan extraño con todo lo que podemos
hacer en estos días que nada se pueda hacer para mi esposo"
El Dr. Bridges asintió con la cabeza, pareciendo aceptar la suave reprimenda.
"A veces podemos lograr lo que parecen ser milagros, eso es cierto. Pero algunas
cosas todavía están más allá de nosotros, y la restauración de la energía, en un cerebro,
todavía es algo que no podemos controlar"
Sin importarle que las estuvieran viendo, Dar abrazó a Kerry. Podía sentir los
escalofríos de su amante, y deseó que hubiera alguna manera, alguna forma de cambiar
las palabras que el médico les había obligado a aceptar sobre el estado del padre de Kerry,
aunque odiara a aquel hombre.
"Realmente no hay esperanza, ¿no?", Preguntó Kerry suavemente. "¿Ni una entre un
millón?"
El Dr. Bridges vaciló, estudiando sus manos, antes de mirar hacia arriba. La miró a
los ojos.
"Ms. Stuart, en mi trabajo nunca se pueden hacer conjeturas. Puesto que los seres
humanos tienen la forma de reaccionar de formas muy distintas en determinadas
ocasiones"
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Kerry parpadeó.
"¿Pero?"
El médico suspiró.
"Pero, señora Stuart, conocemos nuestras limitaciones. Tú padre está más allá de
ellas". El palmeó la mano de Cynthia. "Realmente lo siento" La madre de Kerry asintió
con la cabeza. "Estaré en mi consulta si me necesitan", dijo el médico a Kerry. Se puso
de pie y se dirigió por el mismo camino por el que había venido.
Durante unos momentos, todos se quedaron en silencio. Entonces se armó la suelta.
Los dos tíos de Kerry se pusieron de pie, y se enfrentaron a ella. Sus voces fueron
creciendo junto a su indignación sin sentido, en contrapunto con las voces protestando en
su defensa.
Finalmente, Cynthia Stuart simplemente se levantó y gritó con todas sus fuerzas:
"!Silencio!", conmocionando a todos logró su propósito, y el silencio se hizo, de
hecho, en toda la zona cercana a la sala de espera.
Los tíos de Kerry se acercaron por un lado, a Kerry, Angie, y Dar, con una especie
de barrera que formaba Richard, el marido de Angie…
"Cynthia, no lo voy a consentir", dijo Edgar Estuardo rotundamente. “Mi hermano
se está muriendo allí, y no voy a tener a esa pequeña perra aquí", dijo señalando a Kerry.
"Ella tiene la culpa de que él esté aquí"
Kerry abrió la boca para responder.
"No" Cynthia casi escupió la palabra. "Ya es suficiente." Estaba temblando, pero era
evidente que mantenía el control de la situación. "Ya es suficientemente malo que estemos
aquí, ¿no crees?; no es culpa de Kerry que Roger esté así"
"¿De qué estás hablando?" gritó Edgar.
"!Basta!" Cynthia volvió a gritarle. "El odio lo puso en esa cama. Ahora deja esto de
una vez, o haré que te echen fuera"
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"Madre". Kerry puso una mano vacilante sobre su hombro. "No vale la pena que
discutas. Ya tienes suficiente. Me iré"
"Por favor", su madre se volvió y susurró, "¿no ha existido ya suficiente ira?" Kerry
bajó los ojos dejando caer su mano en señal de derrota, pero agradeciendo las palabras de
su madre. Dar dio un paso por detrás de Kerry, deslizando una mano en la espalda, en
apoyo silencioso, mirando con tranquila impasibilidad, por encima del hombro de Kerry,
a su madre y sus tíos. "Ahora vamos a sentarnos todos", dijo Cynthia con voz temblorosa,
"y tengamos un momento de paz" Alguien tenía que sentarse primero, y Kerry decidió
que debía ser ella. Se sentó contra la pared, mientras Dar lo hacía junto a ella y, de mala
gana, todos los demás también lo hicieron. Dios. Estaba temblando dentro y le dolía la
cabeza otra vez. Era muy consciente de la presencia de Dar. Casi podía sentir la tensión
que irradiaba su amante silenciosa. "Lo que quiero", Cynthia Stuart se había sentado, y
ahora hablaba con firmeza, mirando a la pared de enfrente, "lo que quiero es que todos
nosotros estemos unidos y nos apoyemos mutuamente durante esta horrible situación"
"Cyndi", Edgar la interrumpió.
"Edgar", dijo ella, "eso es suficiente"
Kerry sólo guardó silencio, inclinándose hacia delante, con los codos en las rodillas
y la cabeza entre las manos. Sintió frío y dio la bienvenida al calor cuando Dar le pasó un
brazo sobre los hombros, a pesar de saber que si levantaba la vista, vería el asco y la
repugnancia en los ojos de su familia. Era muy duro. Dejó escapar un suspiro y sintió
ganas de llorar.
"Mamá tiene razón" La voz de Angela rompió el silencio. "Esto ya es difícil para
todos nosotros. No lo hagamos peor". Se fijó en que Dar estaba frotando la espalda de su
hermana, en señal de cariño. "Discutir no trae nada bueno"
Los dos hombres mayores la miraron fijamente.
"No voy a quedarme aquí sentado y dejar que se manche la memoria de mi hermano
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por los gustos de ella" escupió Edgar. "El odiaría su presencia aquí, con que... que... esa
otra…"
Dar se puso de pie.
"Vamos a dejar las cosas claras. El padre de Kerry está ahí muriéndose. Ella quiere
estar aquí". Dejó que las palabras fluyeran… "No la voy a dejar aquí sola para que se
enfrente a ello, así que a menos que usted piense que puede eliminarnos físicamente a
alguna de las dos, ¿por qué no se calla y utiliza su energía para algo más que mover el
aire caliente alrededor?"
"Usted…"
Dar se negó a perder los estribos.
"Guárdeselo. Ya he oído todo, y no soy la que se está poniendo mal del estómago"
Miró a Edgar hacia abajo.
Él se levantó y se fue. Su hermano Albert le siguió.
Kerry levantó la cabeza y miró a Dar, a continuación, poco a poco se enderezó y se
dejó caer en la silla, con un suspiro, mientras su amante volvía a su asiento.
"Lo siento", dijo en voz baja a su madre.
"Kerrison, esta era la voluntad de Dios, no la suya", dijo Cynthia. "Ya hemos perdido
demasiado tiempo discutiendo. Es hora de dejarlo, bajar la cabeza y escuchar su palabra"
Dobló las manos y las miró.
Kerry apoyó la cabeza en una mano y se frotó la frente. El estómago cada vez le dolía
más, y un destello de la tormenta, que había pasado la noche anterior, la hizo temblar.
"¿Ker?" Dar se inclinó, mostrando cierta preocupación en su voz. "¿Estás bien?"
Kerry la miró a los ojos.
"En realidad no", murmuró. "¿Tienes ibuprofeno?"
"Sí". Asintió con la cabeza. "Déjame que te traiga algo para beber" Le acarició el
hombro antes de acercarse a la puerta y desaparecer.
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Suspiró profundamente y cerró los ojos, quedándose quieta hasta que su hermana se
deslizó de su asiento ocupando el que Dar acababa de abandonar y presionó su hombro
contra ella.
"Hey, hermana"
Un ojo verde apareció.
"Hey"
"Me alegro de que estés aquí", dijo Angie. "Aunque no lo creas"
Kerry logró una leve sonrisa.
"Gracias" Echó un vistazo a su madre, que estaba ahora susurrando con su tía Helen.
"Estoy contenta que Dar esté aquí, aunque tampoco lo creas"
Ambas sonrieron.
"Sí, lo creo" Suspiró. "He echado de menos hablar contigo"
Acarició el hombro de Kerry.
"He estado muy ocupada con Andrew" Bajó la voz. "Brian va a venir después con
Mike. Eso inclinará la balanza"
"Mmm". Kerry cerró los ojos contra el palpitante dolor que aumentaba. "Estaré
contenta de verlos" Se asomó cautelosamente por encima del hombro de Angie. "Apuesto
a que tú también, ¿eh?"
Angie suspiró.
"Estaba pensando seriamente en soltar mi pequeño secreto el otro día, antes de que
esto ocurriera. Pensé, qué diablos, ¿no?"
Apoyó la cabeza de Angie.
"Al final hemos resultado ser una familia de rebeldes." Su humor se desvaneció.
"¿Qué vamos a hacer, Angie? ¿Cómo podemos pedir a mamá que tome esa decisión?"
Los ojos de Angie se fueron hacia su madre, luego se echó hacia atrás.
"No lo sé", susurró. "Simplemente no lo sé"
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Capítulo Seis
Dar entró en la cafetería, perdiendo de vista a los familiares de Kerry. Había visto a
Al y a Edgar cerca de una de las zonas de los teléfonos, ocupados hablando en voz baja y
enojados. Los había evitado, saliendo por las escaleras, a pesar del frío que hacía allí.
Estaba preocupada por Kerry, y mientras bajaba por las escaleras, vio la cafetería, y pensó
que podía hacer para ayudar a su amante a atravesar el infierno que estaba viviendo en
estos momentos.
Estudió el contenido de las cámaras frigoríficas, sonrió y sacó dos cartones de leche
con chocolate. Sabía que la bebida dulce serviría a dos propósitos: dar a Kerry algo para
que se pudiera tomar la medicación, y proporcionar una sustancia como para mantener su
metabolismo en equilibrio.
Con la sobrecarga emocional que su amante estaba experimentando actualmente, Dar
no quería correr ningún riesgo.
Pagó la leche, un plátano y dos galletas. Optó por volver a subir las escaleras para así
acceder directamente a la planta de cuidados intensivos, pero a medio camino sonó su
móvil.
"Mierda" Se detuvo en la escalera. Sujetó el plátano bajo un brazo, sacó su teléfono
y lo abrió "¿Hola?"
"Dar". La voz de Alastair era muy grave. "Tengo un gran problema"
Desvió la mirada hacia el techo hueco de la escalera, debidamente iluminada, con
sosa incandescencia.
"¿Si?"
"Me han llamado del Pentágono", dijo Alastair. "Y no es ningún broma, Dar. Easton
quiere los datos, y los quiere hoy. Creo que está revisando posibles sanciones y sólo Dios
sabe qué más. Todo el contrato que tenemos con ellos está en juego"
Dar se apoyó en la barandilla.
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"¿Está loco?"
"Está muy enfadado. Tienes que venir aquí y hablar con él", dijo Alastair. "Te he
reservado un vuelo"
"Alastair…"
"Sin excusas, Dar", le insistió. "Te necesito aquí. Te necesito ahora. Esto es lo más
importante"
Parpadeó en la pared frente a ella, trazando los ladrillos con sus ojos y su mente
funcionando a cien por hora.
"No puedo. No estoy en Miami"
"¿Qué quieres decir con que...? ¿Dónde estás?", le preguntó bajando el tono de voz.
"No me dijiste que pensabas salir de la ciudad"
"Estoy en Michigan", le explicó.
"¿Qué? ¿Qué problema tienes ahí?"
Sintió el metal frío contra su espalda. Exhaló lentamente.
"Es algo personal"
Hubo un silencio momentáneo.
"Dar, ¿qué diablos te está pasando? ¿Has perdido el juicio? ¡Te dije que te necesito
aquí o habrá mucho que pagar!"
"No puedo", repitió Dar.
"¡El infierno que no puedes!" Farfulló. "¿Qué demonios sucede que no puedes subir
a un maldito avión?"
Alastair se quedó esperando su respuesta durante unos pocos segundos.
"El padre de Kerry se está muriendo. No la voy a dejar aquí sola" Lo gracioso era
que se había dado cuenta, mucho más tarde, que en realidad era una de las decisiones más
fáciles que nunca había tenido que hacer. "El General Easton va a tener que esperar"
Alastair parecía estar perdido.
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"No puedo decirle eso. ¡Jesús, Dar…!"
"La respuesta es no, Alastair", repitió.
Alastair suspiró.
"Dar" El teléfono crepitaba ya que al parecer se había movido y cambiado de
posición. "Ahora escúchame, ¿de acuerdo? Has asustado a este hombre, y está más que
dispuesto a hacer algo estúpido. Si no hablamos con él puede que tengamos que
lamentarlo más tarde, Dar."
Se sentía inusualmente tranquila.
"Lo sé, pero no me voy de aquí"
"Dar". Ahora su jefe sonaba desesperado. "El no vas a dejar que lo pospongamos.
Necesita una respuesta, y la necesita para esta tarde. Ya sea que tratar con él, o..." Dejó
la frase sin terminar.
Dar podía oír su propio corazón. Cerró los ojos.
"Está bien" Hizo una pausa, luego se rindió. "¿Qué es lo que quiere?"
"¿Qué es lo que quiere?" Alzó de nuevo la voz. "No mucho. Quiere todos los datos
y la garantía de que el resto sea destruido, Dar. Tienes que hablar con él, y ver la forma
de hacerlo"
"Está bien", aceptó Dar. "Puede tener los datos. Le haré que nos firme un documento
para que nos libere de toda posible responsabilidad"
"¿Lo harás?" El choque fue evidente en la voz de Alastair.
Tomó una respiración larga, muy larga.
"Le daré lo que quiere"
Kerry levantó la vista, cuando sintió un ligero toque en la muñeca. Su madre se acercó
y dijo en voz baja:
"Vamos a esperar a que llegue tu hermano" Hizo una pausa, como debatiendo si
continuar o no. "Quiero que estéis todos juntos"
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Kerry asintió con la cabeza comprendiendo.
"Está bien"
"En cierto modo", su madre siguió hablando en voz baja, "es más fácil que pensemos
todos junto estas cosas. Ya sabes" Tomó aire y lo soltó. "Fue muy difícil pasar la noche"
"Lo siento, yo no estaba allí", murmuró Kerry.
"Angela dijo que, ¿estabas enferma?"
Kerry levantó la vista hacia ella.
"Tenía una migraña" Miró a su madre sabiendo que también era propensa a los fuertes
dolores de cabeza. "Fue..." Vaciló. "No importa. De todos modos siento no haber podido
ir a casa para estar con todos vosotros"
"Kerrison", su madre le puso una mano en el brazo, "esta rabia entre nosotros debe
cesar. Ya nos hemos hecho demasiado daño, y no quiero perder más tiempo"
¿Qué respuesta puedo tener para esto? Kerry se preguntó. Que no fue mi culpa,
¿para empezar? Este no es momento para empezar con eso, se recordó.
"Está bien"
Cynthia estaba a punto de continuar cuando un gran revuelo en la puerta las hizo
levantar la vista. Dar entró, con su cuerpo alto llenando la puerta, con su siempre
presencia vibrante. Sus pálidos ojos recorrieron la habitación, hasta detenerse en la cara
de Kerry. Con una leve sonrisa en sus labios, sus miradas se encontraron.
Kerry le devolvió la sonrisa, mientras oía suspirar a su madre. Angie se movió otra
vez para dejar libre el asiento a Dar, junto a Kerry, a la que ofreció una caja de cartón de
color marrón y blanco y un plátano.
"Gracias" Kerry peló el plátano entre las rodillas. Abrió su leche, y tomó un sorbo.
Era espeso y dulce. Luego tomó algunos bocados.
Dar se echó hacia atrás y deslizó un brazo sobre los hombros de Kerry, dejando
descansar el otro brazo contra su estómago. Se dio cuenta de que había llegado en medio
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de una especie de discusión, las miradas furtivas y aire general de malestar, eran
aburridamente familiares para ella, sobretodo en el trabajo. Aunque, aquello no había
sucedido mucho últimamente, admitió.
Al parecer, al estar en una relación estable, había acabado con la mayoría de los
chimes sobre su vida personal, y todo el mundo, todavía parecía un poco avergonzado
desde el último rumor falso sobre Kerry y Andrew. Aunque tampoco esperaba recibir
invitaciones a las fiestas de Tupperware en un corto plazo.
Eso si Alastair me perdona por esto, pensó. Por poner mi vida personal antes que el
bienestar de la compañía, algo que no recordaba haber hecho nunca.
Estaba muy enfadado, incluso a través de la conexión ligeramente rasposa y la
distancia entre ellos, pudo reconocer su enfado. Enojado, decepcionado y algo más que
un poco frustrado.
Pero, ¿en realidad, qué otra opción tenía entre su honor y el bienestar de Kerry?
Bueno, ahora estoy aquí. Finalmente decidió poner en espera su conversación con
Alastair, lejos de su mente, y se concentró en la situación actual. Movió un poco la mano
para frotar suavemente la parte posterior del cuello de Kerry, donde tenía un nudo del
tamaño de una ciruela.
"Mmm", murmuró Kerry agradecida, meciendo la cabeza para permitir que Dar
siguiera con el masaje. La calidez de su tacto era casi tan eficaz como el masaje fuerte, y
la tensión disminuyó, fuera de su cuerpo, después de unos minutos. Se trataba de una
sensación extraña porque una parte de ella sabía lo que estaba haciendo, dónde lo estaba
haciendo, y que posiblemente estaba incomodado a todos los demás.
¿Estoy siendo egoísta?, levantó la cabeza y se estiró. Luego volvió a su postura
anterior, cuando el largo brazo de su amante se deslizó sobre sus hombros. Su madre tenía
la mirada perdida en la distancia, y sus tías fueron deliberadamente a buscar otro lugar.
Solo Angie parecía no sentirse afectada, y cuando se encontró con los ojos de su hermana,
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Angie le dio una sacudida pequeña y triste con la cabeza.
Sí, decidió. Estoy siendo egoísta. Todo el mundo está sufriendo y estoy empeorando
las cosas. Siempre había intentado ayudar con la comodidad de los demás, y esto es un
claro ejemplo de la oportunidad de hacer precisamente eso. Hacer lo correcto.
Miró a Dar, que estaba mirando hacia abajo, hacia el chocolate con leche que tenía
en la otra mano. Su perfil era tenso, y pudo ver el desplazamiento de los músculos a lo
largo de su mandíbula. Dar estaba demasiado incómoda con toda su familia allí, en el
lugar donde no era bien recibida, y la dura situación que estaba viviendo lo hacía peor.
Hm. Debo compensárselo.
Sacrificar mi consuelo para los demás está muy bien, pero no quiero que Dar sufra.
La atención solícita era la manera de Dar de hacer frente a la situación, enfocar su
concentración en algo que podría ofrecerle un cierto grado de equilibrio.
Sabía que si mantenía lejos a Dar, sería complacer a su familia. La miró fijamente,
hasta que sus ojos se encontraron. Vio el pequeño surco formado sobre el puente de la
nariz de Dar, y por puro reflejo extendió la mano hacia ella.
Dar se relajó, removiéndose en su asiento. Levantó su bebida y con una sonrisa le
pregunto:
"¿Abres esto para mí?"
"Por supuesto" Kerry miró alrededor mientras cogía la bebida, la abría y se la
devolvía.
Michael y Brian llegaron poco después del mediodía. Kerry estaba cerca de la
ventana, en la sala de espera, y se volvió al oír los pasos. Se encontró con los ojos de su
hermano cuando él entró seguido por su viejo amigo.
Mike se acercó a ella, y la atrajo en un abrazo. Lanzó a Brian una sonrisa pensativa,
sobre el hombro de su hermano.
"Hey, Mikey"
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"Hey". Suspiró Michael. "Vaya día"
"Sí" Le dio un apretón final, luego se agachó por delante de él y se encontró siendo
abrazada por Brian. Michael se unió a Angie y a su madre, en el otro lado de la habitación.
"Hola, Bri" saludó a su exnovio.
"Hola, Kerry", respondió Brian tímidamente. "Siento todo esto"
"Yo también"
Deshicieron el abrazo. Kerry echó la cabeza hacia atrás y los miró por un momento.
Si las cosas hubieran sido diferentes, ahora ambos estarían casados. Trató de imaginarlo,
y descubrió que en realidad no podía. A pesar de que sentía un eco de cálido afecto por
Brian, sabía que nunca lo habría amado lo suficiente como para pasar su vida con él. Se
preguntó si a él le pasaría lo mismo.
"¿Cómo estás?" Tomó sus manos. "Angie me dijo que conseguiste el ascenso"
Una breve sonrisa parpadeó en su rostro.
"Sí, me hicieron socio junior. No está mal para menos de un año"
"Mm". Kerry sonrió de nuevo. "Gracias por venir aquí. Sé que lo de abajo es un zoo".
Exhaló, mirando detrás de él para ver a su tío que volvía a entrar en la habitación. "Aunque
no es mucho mejor aquí"
"Sí, Mike me lo estaba diciendo" Suavemente frotó sus manos. "Pero es bueno verte.
Te ves muy bien” Sus ojos brillaron ligeramente. "Voy a tener que ir a Miami, en algún
momento para ver dónde puedo conseguir ese bronceado"
"Cuando quieras", dijo Kerry. "Hay un montón de sol para todos, te lo aseguro"
"Kerrison"
Miró a donde estaba su madre de pie, con Angie y Mike junto a ella. Dio un último
apretón a las manos de Brian, luego las liberó, y enderezó los hombros antes de dirigirse
hacia su familia. Sus ojos se posaron en el rincón de la sala donde Dar estaba apoyada
contra la ventana contemplando la nieve del exterior. Después de un breve instante, Dar
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se dio la vuelta y miró a los ojos, y le sonrió. Kerry le devolvió la mirada, y se dirigió a
su madre.
"Estoy aquí"
"Vamos a entrar" Cynthia señaló una pequeña habitación escondida discretamente en
un rincón. El doctor estaba de pie allí, obviamente esperando. "Ya es hora"
Entraron en la habitación y cerraron la puerta detrás de ellos, dejando al resto de la
familia reunida y amigos en un sombrío y frío silencio.
Afuera estaba todo gris. Dar podía sentir el frío a través del grueso cristal de la
ventana mientras miraba con desconcierto inactivo como la nieve caía con más fuerza
sobre el aparcamiento de abajo.
Sin embargo, el tiempo parecía apropiado para la situación. Echó un vistazo a los
vehículos de noticias de la televisión, que estaban apostados cerca de la entrada del
hospital, con sus luces brillando tenuemente en la penumbra del invierno. Sintió el mismo
frío del invierno dentro de la habitación al mirar hacia arriba, viendo el reflejo en la
ventana, de lo que estaba detrás de ella.
Centrando su atención se resistió al impulso de enderezarse. Podía ver a las tías y tíos
de Kerry mirando su espalda, sin dejar de lado, a la curiosa mirada que estaba recibiendo
del joven alto y rubio, Brian. ¿Su rival...? Le entraron ganas de reír. Kerry había
presentado a Brian como un buen amigo, pero no había tenido la oportunidad de hablar
con él la primera vez que se habían visto unos pocos minutos junto a la cama de Angie,
después del nacimiento de su hijo recién nacido.
De hecho era el hijo de Brian. Se preguntó si Angela alguna vez se lo habría contado
a alguien. A pesar de casi no conocerlo, pensó que era mejor pareja para Angie que su
propio esposo, Richard. Miró a su propio reflejo, viendo el pálido destello de luz de sus
ojos. Ojalá pudiera hacer algo por mejorar las cosas.
Se sentía mal porque sabía que su amante estaba sufriendo. Siendo sincera, debía
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admitir que no estaba triste por ver el final del senador Stuart. El hombre era un hijo de
puta que había hecho miserables las vidas de sus hijos. A pesar de no estar contenta con
la situación, tampoco sentía lástima de él.
Suspiró y volvió a mirar la nieve que cubría los coches. Se sorprendió al ver lo
deprimente que todo aquello parecía.
"Disculpe"
Alzó los ojos ante el sonido y se volvió para ver a Brian de pie, justo detrás de ella.
Lo miró sorprendida, con cautela; frunció los labios y se metió las manos en los bolsillos.
"¿Sí?"
"Yo... um". La miró tímidamente. "Realmente no hemos tenido la oportunidad de
presentarnos formalmente" Le ofreció su mano. "Soy Brian Evans"
"Lo sé" Le sonrió mientras tomaba su mano y la estrechaba con firmeza. “Dar
Roberts"
"Sí, lo sé", respondió, volviendo la mano a su bolsillo. "Bueno, sólo quería
presentarme" Parecía no saber qué más decir.
Dar se apoyó contra el cristal y cruzó un tobillo sobre el otro. Era bastante bien
parecido, decidió, con una cara angular y un comportamiento suave que le recordaba un
poco de Kerry.
"Me alegro de que hayas venido"
Él la miró sorprendido.
"¿En serio?"
Dar asintió.
"Kerry necesita a todos los amigos que pueda conseguir" Miró intencionadamente a
su alrededor señalando al resto de la familia de su amante que la estaban mirando con
venenosa intención.
"Ah" Brian siguió los ojos de ella, y luego exhaló. "Sí, ha sido bastante duro y
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desagradable, o eso me dijo Angie. Supongo que para algunas personas lo más importante
es alimentar su odio"
"Sí". Exhaló Dar. "Viendo cómo actúan, más aprecio a mis padres". Negó con la
cabeza un poco. "!Qué desperdicio de energía!"
Brian le dedicó una sonrisa irónica, y luego al sentir movimiento en la puerta, se
volvió.
"Ah"
Dar miró por encima del hombro. En la puerta se encontraba un hombre alto. Un
hombre muy distinguido, con el pelo gris acero y perfectamente afeitado.
Miró a Brian.
"¿Quién es?"
Brian exhaló.
"Charles Durham" Mantuvo la voz baja cuando el resto de los ocupantes de la
habitación fue a saludar al recién llegado.
"Es amigo de la familia desde hace muchos años"
"¿Abogado?", preguntó Dar.
"Peor". Brian vaciló, luego aparentemente tomó su decisión, se acercó a ella, y se
cruzó de brazos. "Es un muy, muy conservador pastor"
"Oh" Suspiró, deseando que ella y Kerry y la inesperada y agradable presencia de
Brian estuvieran a trescientos kilómetros de distancia. "Genial" La puerta interior se abrió
y la familia salió seguida por el médico que estrechó los hombros de Cynthia antes de
caminar hacia la UCI. Observó a su amante con preocupación. Kerry enderezó los
hombros con un evidente esfuerzo y luego se volvió para mirarla a los ojos. La mirada en
ellos era tranquila, pero tendió una mano buscando consuelo. "Disculpa" murmuró,
moviéndose de su lugar junto a la ventana, para cruzar el suelo de baldosas y acercarse a
Kerry. Le tomó la mano y la estrechó. "¿Estás bien?" susurró.
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Kerry asintió con la cabeza, tragando saliva audiblemente.
"No pensé que sería tan difícil dejarlo ir", murmuró. "Maldita sea, me duele. Incluso
después de todo lo que hizo"
Acarició la mejilla de Kerry para darle un poco de calor. Esperó a que el resto de la
familia se uniera a ellas, con todo el mundo felizmente en silencio por unos momentos,
antes de dirigirse hacia la UCI.
El pastor se unió a Cynthia hablándole en voz baja con las cabezas de ambos
inclinadas. Sus ojos se posaron sobre Kerry, pero Cynthia levantó rápidamente una mano,
en un gesto casi impaciente. El pastor asintió y le dio unas palmaditas en el hombro, pero
no pudo evitar una leve sacudida de la cabeza.
Kerry no se perdió nada de eso, pero permaneció en silencio, apretando con firmeza
la mano de Dar, mientras estaban esperando. Recuerdos de las conferencias de su pastor
sonaron en su interior. Esperaba con todo su corazón al viejo pastor enfocar sus energías
en su padre y la dejara en paz.
Dar le apretó la mano y se acercó más, ofreciéndole un sentido de bienvenida de
seguridad, totalmente en desacuerdo con el frío de la atmósfera en la habitación.
Justo cuando la tensión era casi insoportable, Cynthia suspiró y se volvió hacia la
puerta.
"Por favor, vamos todos juntos"
El pasillo estaba en silencio salvo por las sonidos de las pisadas de sus zapatos cuando
se dirigían hacia la unidad de cuidados intensivos. A medida que iban entrando, una
enfermera los miraba apretando los labios a modo de simpatía.
"Hemos apagado las máquinas. Pueden quedarse todo el tiempo que necesiten", les
dijo con dulzura profesional, esperando a que todos entraran antes de marcharse para
dejarles un poco de privacidad.
Kerry se sorprendió de lo tranquilo que parecía. Habían apagado todas las alarmas y
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las máquinas estaban en total silencio, a excepción de un único monitor que mostraba el
irregular latido del corazón.
Se centró en la figura inmóvil en la cama, viendo su vacilante respiración, con un
sentido totalmente surrealista. Era casi como si esto le estuviera ocurriendo a un extraño.
En cierto modo, su madre había hecho lo correcto, ahora se daba cuenta. Ayer le había
dicho adiós, sabiendo en su interior, que no había posibilidad de recuperación. Ahora era
sólo cuestión de esperar el final.
Sintió un toque cálido en la espalda y levantó la mirada hacia Dar, luego echó un
vistazo alrededor de la habitación. Todo el mundo estaba solemne, dejando sus
diferencias fuera por un breve periodo de tiempo, permitiendo la debida muerte de su
padre con dignidad, a pesar de que toda la familia estaba aceptando la presencia de Dar,
aunque a regañadientes.
El pastor Charles tomó la mano de Cynthia, y con la cabeza inclinada rezó una
oración. Kerry estudió su perfil pensativo, recordando sus largas horas dedicadas a
estudiar la Biblia, y su visión, sin concesiones, del mundo y todos sus lugares en el mismo.
"Ve con Dios, Roger", dijo el pastor suavemente, mientras terminaba su oración. "El
Señor cuidará de tu familia y la mantendrá a salvo hasta que vuelvas a verlos"
Un escalofrío atravesó el cuerpo de Kerry que se vio obligada a agarrarse a los
barrotes de la cama para no caerse. La realidad de la situación se hizo evidente, viendo
moverse de forma errática y lenta el pecho de su padre.
Echó un vistazo a su cara floja, ojos medio abiertos, mirando de forma apagada a
nadie en concreto. Ya no quedaba nada de su expresión o familiaridad.
A ella misma le estaba costando respirar, centrándose en apoyarse en la barandilla.
Una mano de Dar se posó sobre su hombro, sintiéndola increíblemente cálida y real, bajo
ese silencio frío, deseando poder girarse y esconder la cara en el pecho de su amante.
No. Obligó a sus ojos a mirar esa maldita línea verde que medía los casi
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imperceptibles latidos de la respiración de su padre, cada vez más y más irregulares.
Volvió la cabeza y se preguntó si podría sentir la presencia de la muerte, como si
fuera otro observador silencioso.
Era una sensación escalofriante, y de repente sintió miedo. Como si Dar pudiera
sentirlo se acercó más para que Kerry pudiera sentirla. Estaba tan cerca que casi podía
escuchar latidos de Dar. Tomó aire y lo soltó intentando calmar los nervios.
Luego fijó los ojos en su padre que apenas respiraba cuando de repente el pecho se
sacudió, movió, y finalmente, y de forma muy suave, cayó por última vez, acompañado
de un jadeo suave, casi inaudible.
La línea verde ondulada se quedó inmóvil. No sonó ninguna alarma, ni corría ninguna
enfermera, sólo había un silencio misterioso mientras todo el mundo en la sala parecía
contener el aliento. Y luego todo se acabó. Cynthia dejó escapar un suspiro tembloroso y
empezó a llorar.
"¿Srta. Stuart?"
Kerry miró hacia la voz, sorprendida al encontrar al médico de pie junto a ella. Ella
estaba fuera de la sala de espera de la UCI, teniendo un momento para sí misma,
enmendando tranquilizarse antes de volver a entrar.
"¿Sí?"
"Lo siento mucho". El Dr. Bridges puso una mano sobre su hombro. "Si os puede
servir de consuelo, no ha sufrido nada"
Estudió su rostro.
"Lo sé. Gracias. Me alegro. El habría odiado verse así"
El médico asintió.
"Su madre dijo" hizo una pausa "Que tiene... ah... los planes, en cuanto a..."
En ese momento Dar regresó de su paseo hasta la fuente de agua, y se unió a ellos.
Miró inquisitivamente al médico, luego a Kerry que alcanzó su mano como acto reflejo.
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"Sí, sé que se están haciendo algunos preparativos", dijo Kerry. "El abogado de la
familia se está encargando de organizarlo y de tratar con la prensa"
"Bien". Exhaló el Dr. Bridges. "Cuídese, Srta. Stuart, y siento no haber podido hacer
más"
"Gracias", le respondió mientras lo veía alejarse. Se volvió y miró a Dar, sintiéndose
de pronto agotada. "Ugh"
Dar puso un brazo alrededor de ella abrazándola.
"Ven aquí". Kerry fue de buena gana, abandonándose en aquel refugio cálido de su
amante, bloqueando la realidad del pasillo del hospital fríamente iluminado. Sospechaba
que todavía estaba en estado de shock, ya que todavía se encontraba entre una mezcla de
tristeza y alivio. "¿Estás bien?" Dar murmuró muy cerca de su oído.
"Supongo que ahora es cuando empieza la parte difícil"
Dar suspiró.
"Sí". Echó un vistazo a la sala de espera, donde podía ver al pastor con su brazo
alrededor de una angustiada Sra. Stuart, junto a Angie y Michael. Tratar con toda la
familia ahora que la crisis más inmediata había terminado se perfilaba como un duro
paseo. "Lo siento"
Kerry exhaló calentando la piel de Dar a través de su jersey.
"Gracias a Dios que estás aquí", susurró. "Pero siento hacerte pasar por esto"
Apoyó la mejilla contra el cabello de Kerry.
"No lo sientas en absoluto, Kerrison"
Echó la cabeza hacia atrás y miró a Dar.
"¿Sabes?, eres la única persona que dice mi nombre de una forma que me hace querer
escucharlo más a menudo"
Una pequeña sonrisa apareció cuando Dar graciosamente inclinó la cabeza.
"Tú haces lo mismo con mi nombre. Pero no se lo digas a nadie, ¿vale? Arruinarías
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mi reputación"
"No hay problema, Paladar" Encontró una razón para sonreír, lo que le hizo sentirse
extraña después de los últimos dos días. "Vamos a tener que ir a la casa de mis padres; lo
sabes, ¿verdad?"
Dar asintió.
"Lo sé"
Kerry suspiró y puso su cabeza sobre el hombro de su amante.
"No sé ni qué sentir, Dar. ¿Debería estar llorando?"
La morena guardó silencio por un momento.
"Cuando ellos vinieron y nos dijeron que mi padre había muerto", su voz era suave y
reflexiva, "tampoco lloré"
Las cejas de Kerry se elevaron.
"¿En serio?"
"Sí. Pero a los pocos días, estaba en el trabajo, en mi mesa y..." un destello del aquel
recuerdo le revolvió las tripas. "Me vino todo encima", hizo una pausa. "Saber que no iba
a verlo de nuevo, que lo había perdido"
"Mm"
Incluso ahora, podía sentir las lágrimas de nuevo.
"Entré en la habitación de las fotocopiadoras, cerré la puerta y no paré de llorar
durante horas"
Kerry pensó en ello.
"Sabiendo lo que sientes por él, no me sorprende. Pero no creo que algo así me vaya
a pasar a mí"
Dar la abrazó.
"Quizás no. Pero date un poco de tiempo, ¿de acuerdo?"
"Está bien" Cerró los ojos y deseó que todo hubiera terminado. "¿Dar?"
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“Déjame adivinar" Suavemente rascó la nuca de Kerry y consiguió un murmullo de
satisfacción. "Tú me quieres, ¿no?"
"No" dijo Kerry. "Me encanta amarte y que me ames" Le dio un fuerte abrazo, y
luego le pasó un brazo alrededor de su cintura. "Vamos, cuanto antes empecemos con
esto antes terminaremos"
"¡Espere Srta. Stuar! ¿Puede dedicarnos unas palabras?"
"¡Ms. Stuart, mire hacia aquí!"
Kerry sólo mantuvo la cabeza baja y siguió caminando, deslizándose casi mientras
sus botas se movían por la acera, hacia el nevado aparcamiento.
"Jesús" Mantuvo sus manos en los bolsillos, consciente de que sus tíos estaban
hablando con la presa, y su madre estaba acurrucada entre ella y Michael. "¡Maldita sea!".
Cynthia Stuart levantó la cabeza.
"¡Kerrison!" Susurró, sorprendida.
"Bueno, es la verdad", respondió Kerry, intentando esquivar a los vehículos de los
periodistas y escapando del resplandor de los focos.
Detrás de ellos, podía oír un portavoz gritando en vano, buscando su atención, y se
alegró cuando el ruido se desvaneció de nuevo, dejándolos a ellos mismos con el sonido
de su propia respiración y el crujido de nieve bajo los pies.
La limusina de la familia, con el chófer, estaba esperando por ellos. En cuanto se
acercaron, las puertas se abrieron rápidamente, permitiendo quedar fuera del alcance de
los periodistas y del frío del exterior. Kerry ayudó a su madre en el interior, y luego dio
un paso atrás.
"Os seguimos detrás"
"Kerry, hay espacio", protestó Angie. "Vamos"
"No para todos" Kerry le dio un suave empujón. "Vamos detrás vuestro, lo prometo".
Cerró la puerta detrás de Angie, luego se volvió y dejó escapar un gran suspiro, hasta que
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vio a dos reporteros corriendo hacia ella, uno con una cámara en equilibrio sobre su
hombro. "Oh, mierda"
Dar se dio la vuelta, los vio venir, e hizo una de las instantáneas decisiones que
marcaron su larga carrera. Se agachó, cogió un buen puñado de nieve, hizo una bola, y se
la lanzó al hombre que llevaba la cámara. Este tropezó, cayó de lado sobre el hielo, y
llamó a su compañero enseguida.
"Vamos" Agarró el brazo de Kerry y la llevó hacia su coche de alquiler. "Conduciré
yo"
"Oh no". Kerry luchó por las llaves, mientras caminaban hacia su coche. "Vamos,
Dar"
"Déjame que lo haga yo", dijo la morena. "Por el amor de Dios, Kerry, tengo una
licenciatura de ingeniería. Puedo encontrar la manera de conducir sobre la nieve” Con
una mirada severa abrió su puerta y la del pasajero. "Entra" Kerry estaba a punto de
protestar, pero vio más reporteros acercándose y decidió que siempre podría arrebatarle
el control del coche cuando salieran del aparcamiento. Se deslizó en el interior y cerró la
puerta. Dar cayó junto a ella y cerró la puerta. Un pequeño soplo de nieve se deslizó en
cascada hacia abajo por el parabrisas delantero. Dar arrancó el motor y encendió las luces
para luchar contra el crepúsculo. Luego se detuvo mirando a las ventanas congeladas.
Señaló. "¿Qué diablos se supone que hacer con eso?"
Una agotada Kerry se quedó mirando por la ventana.
"¿Con qué?"
"Eso". Señaló Dar hacia el hielo. "El limpia parabrisas no lo puede quitar"
Kerry miró fijamente.
"Utiliza el desempañador" Se inclinó para pulsar el dispositivo. "¿Cómo crees que
funcionamos aquí?" Dar frunció el ceño.
"Eliminándolo cuando llueve" Miró a través del cristal, alegrándose de que los
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reporteros estuvieran siguiendo ahora a la limusina. Fuera hacía mucho frío. Estaba casi
temblando. No estaba acostumbrada a la fría humedad de la zona, que penetraba por su
jersey provocando que su hombro le doliera. Eso añadido a que se había dejado la
medicación en la habitación del hotel, y perdido el almuerzo, estaba sintiéndose como
una miseria. Y ahora se dirigían a más de lo mismo. Dar, con cautela, puso el coche en
marcha y salió del aparcamiento, siguiendo las luces traseras de la limusina. Probó los
frenos, sintiendo la falta de control sobre ellos. Puedo hacer esto. No vio a su amante, que
se había movido en su asiento, y que ahora estaba mirándola con ojos apacibles, cansados
y débiles, pero con una sonrisa en el rostro. "¿Ellos van a querer que te quedes toda la
noche?", preguntó Dar.
"Probablemente"
"No tenemos ropa suficiente"
"Podemos dormir desnudas", fue la respuesta razonable "por lo general, lo hacemos
así".
Luchó contra el deseo de volver la cabeza y mirar a Kerry.
"No en casa de tu familia, no podemos hacer eso"
"Mm". Lo pensó. "Tienes razón". Parpadeó lentamente. "Todavía tengo ropa allí,
pero seguro que no nos sirve" El pensamiento parecía complacerla. "Tal vez algunas
viejas camisetas, si no lo creo". Miró a lo largo de la calle, y de mala gana admitió que
Dar lo estaba haciendo bastante bien con el hielo. "Tal vez deberíamos desviarnos y pasar
por el hotel"
"Justo lo que estaba pensando". Se detuvo en un semáforo en rojo, mientras la
limusina delante de ellas continuaba. "¿Estás bien?" Miró a Kerry, cuyo rostro dibujado
era dolorosamente evidente, incluso en condiciones de poca luz. Antes de que pudiera
contestar el móvil de Dar sonó sobresaltando a las dos.
"Casi lo echaba de menos", murmuró Kerry.
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Dar lo sacó y lo atendió.
"¿Sí?"
"Dar"
La voz de Alastair sonó fuerte, aunque mucho más tranquila que antes. Eso le hizo
pensar que quizá su puesto de trabajo estaba en peligro. Decidió que realmente no le
importaba.
"Buenas noches, Alastair" dijo, poniendo el coche en marcha cuando la luz se puso
en verde. Kerry asintió con la cabeza. "¿Algún problema?"
"Acabo de ver las noticias. Dile a Kerry que lo siento. Lo debe estar pasando muy
mal"
Dar exhaló.
"Lo haré"
Hubo una breve pausa.
"Easton aceptó el acuerdo. No creía que lo haría, pero lo ha aceptado"
"Bien" Sintió cierta sensación de alivio. "Gracias por decírmelo"
"En cualquier momento, Dar" Ahora, por fin, la voz de Alastair se suavizó. "Ten
cuidado, ¿sí?"
"Gracias. Te llamaré mañana". Colgó el teléfono y lo guardó en su sitio. Alastair te
envía sus condolencias, y quiere que te lo tomes con calma"
Kerry la miró de cerca. Llevaba viviendo con Dar algo más de dos años, y había
aprendido a leer casi cada contracción de esa cara tan expresiva.
"¿Y?"
Hubo un destello de sus ojos azules, cuando le devolvió la mirada.
"¿Y?"
Kerry vio cómo flexionaba las manos sobre el volante.
"¿Qué está pasando?" Esperó, mientras veía la vacilación en su amante. "Vamos,
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Dar, puedes echar un farol en una habitación llena de analistas, pero conmigo no cuela.
¿Qué pasa?"
Suspiró, y luego enderezó los hombros.
"Las cosas se pusieron feas con la Marina" Entró en el aparcamiento del hotel.
"Easton llamó a Alastair muy enfadado y le exigió toda la documentación e información
que encontramos o nos enfrentaríamos a algunas consecuencias muy fuertes"
"¿Qué pasó?" Se sentó más derecha, perversamente contenta de tener algo más en
que centrarse. "¿Cómo saliste de ello?"
Detuvo el coche y apoyó las manos en el volante mientras miraba pensativamente
por la ventana.
"Acepté el trato" Se volvió a Kerry. "Le entregamos los datos" Kerry la miró con una
mirada de estupefacción. "Él tenía una fecha límite. Quería que fuera allí, pero yo no
pensaba hacerlo" Dar se encogió de hombros. "Eso es lo que está pasando". Apagó el
motor y abrió la puerta. "Vamos, necesitamos ponernos algo más cálido." Cerró la puerta
y caminó alrededor de la parte trasera del coche mirando a Kerry por la ventana lateral
que seguía allí sentada con expresión aturdida. Aquello casi hizo reír a Dar. Abrió la
puerta a Kerry y le dirigió una mirada inquisitiva. "¿Vienes?"
Esta finalmente salió del coche.
"Dar"
"No" Llevó dos dedos a los labios de Kerry. "No hubo opción, y no me arrepiento.
No podía hacer nada más. ¿Lo entiendes?" La miró seriamente. "Estar aquí para ti es lo
más importante para mí"
La nieve caía y los copos se establecieron sobre el rostro de Kerry.
"¿Alastair se volvió loco?"
"Un poco, pero lo entendió". Deslizó un brazo en torno a Kerry y se dirigieron hacia
el hotel. "Él me conoce"
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Kerry pensó en eso mientras caminaban.
"¿Es cierto?" El choque de la revelación de Dar seguía sonando en su interior,
evocando una mezcla de consternación y asombro.
Una sonrisa apareció en el rostro de Dar.
"Sí, así es" Tenían una sorpresa esperando en la habitación del hotel. Dar entró
primero, encendió la luz y se detuvo provocando que Kerry chocara contra su espalda.
"Whoa"
"Qu... Dar, por qué... Oh" Kerry se asomó desde detrás y vio la mesa cubierta de
cestas. "Dios mío"
"Sí". Dar caminó hacia la mesa y examinó los artículos. Había cuatro cestas
adornadas con arreglos florales, con un gran surtido de chocolates, y una con otro tipo de
aperitivos como galletas y queso.
"¿Alguien pensó que no habría ningún restaurante cerca?" Recogió las tarjetas para
leerlas. Kerry se asomó. Las flores eran de Maria y Mariana, los bocadillos eran de
Colleen, y el chocolate... "ciertamente tus padres que te conocen"
"¿A mí?" Dar la miró con cierta ironía. "Oh, eso quiere decir no quiero, ¿las quieres?"
Las ventanas de la nariz de Kerry se abrieron, cuando Dar quitó la envoltura de celofán
de la cesta de chocolates, liberando un aroma dulce y delicioso.
"No he dicho eso. Pero si nos comemos todo ese chocolates y algunas galletas saladas
y queso, también, voy a estar rebotando por todo el lugar"
"Bien" Dar seleccionó una trufa y se la metió en la boca.
"Mientras haces eso me voy a poner mi maldita ropa interior térmica". Cogió el frasco
de pastillas y se lo entregó a Dar. "Y toma esto, ¿vale?"
"Mm". Aceptó el frasco pero lo dejó por un momento mientras se ponía el jersey por
la cabeza. O es lo que intentó, ya que casi no podía hacerlo con su brazo dañado.
"Mierda". Siseó y se detuvo a mitad de tarea.
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"¡Hey!" Dejó sus galletas y fue ayudarla. Le deslizó el jersey fuera de la cabeza y le
bajó el brazo cuidadosamente. "¡Oh, maldita sea, Dar!" Estaba sorprendida por los nuevos
moretones que cubrían parte del hombre de Dar, que se extendían hasta la parte delantera
de su pecho. "Siéntate"
"¿Por qué? ¿Se supone que eso aliviará el esfuerzo de mi brazo?" Pero hizo lo que le
dijo y se sentó tranquilamente en la cama mientras Kerry la examinaba.
"Sólo es un moretón, Ker"
"No era así cuando me fui ayer de Florida"
"Te fuiste anoche"
"Ya, ¿y?"
Dar se encogió de hombros.
Kerry seriamente la estudió, luego sacó su móvil y marcó un número.
"Hey, Angi"
"Kerry, ¿dónde estáis?", le preguntó. "Veníais detrás de nosotros, y al momento ya
no estabais. Pensé que te habías perdido"
"¿En mi propia ciudad natal? No lo creo", respondió. "Nos hemos detenido en el hotel
para recoger los medicamentos de Dar" Hizo malabares con el teléfono.
"Espera" Hubo un momento de silencio, luego la voz de Angie volvió, más clara y
con menos ruido en el fondo. "Tal vez sea lo mejor. Este lugar es un circo, Ker. La prensa
está aquí, y todo el personal de papá, y es una casa de locos"
"Uf", murmuró Kerry.
"Y…" vaciló Angie "con todo lo que está pasando, creo que el sentimiento general
es que podría ser mejor si no vienes por aquí" parecía casi avergonzada. "Con toda la
prensa aquí, no quiero ninguna controversia"
Kerry sintió una punzada ira.
"Quieres decir que estaría bien si voy pero sin Dar conmigo"
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"Algo así, sí" Suspiró. "No es cosa de mamá pero hay muchos…"
"¡Que se jodan!". Enunció las palabras con cuidado. Angie se quedó en un prudente
silencio. "Pero, ¿sabes qué? Me alegro", continuó Kerry sucesivamente. "Porque sólo te
llamaba para decirte que no podíamos ir. Dar se dañó el brazo ayer por la noche cuando
me ayudó a levantarme del suelo del cuarto de baño, así que voy a quedarme aquí a pasar
una noche relajada, comiendo un chocolate muy bueno, cuidando de ella" Angie aún
permanecía en silencio. Las cejas de Dar estaban más elevadas que nunca. Kerry sonreía
sin alegría. "Así que si la prensa te lo pregunta se lo puedes decir"
Angie finalmente murmuró.
"Mamá quiere verte por la mañana, ¿te parece bien?"
"Lo pensaré", respondió. "Adiós". Colgó el teléfono. "Hijos de puta"
Le dio la vuelta a la parte posterior del muslo de Kerry, con una mano, y apretó
suavemente.
"Tranquila". Podía ver la ira recorrer el cuerpo de su amante. "Todo el mundo está
bajo mucha presión"
"¡Ya, una mierda!", espetó de espaldas. "A la mayoría de las personas le importa un
comino mi padre. Sólo están puliendo su vieja imagen, por lo que sus memorias..." hizo
una pausa, visiblemente molesta.
"No se puede jugar con las desgracias de la familia, ¿no?"
Dar la atrajo un poco más y le acarició la cara. Ésta se inclinó hacia delante y enlazó
sus dedos a través del cabello de Dar, y luego le acarició la cabeza.
"Bastardos", susurró.
Dar asintió.
"Uh huh"
Se quedaron así durante unos minutos, meciéndose suavemente hacia adelante y
hacia atrás, hasta que Kerry dio una respiración contenida y se enderezó un poco.
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"Por otro lado", empujó el pelo de Dar de los ojos, "Estoy cansada, tengo hambre, y
pasar la noche, a solas contigo, es lo mejor que se me ocurre en estos momentos"
Dar sonrió satisfecha.
"Confiaba en que llegaras a esa misma conclusión. Y también me gusta la idea de ser
mimada y alimentada con chocolate durante toda la noche" Cogió la mano de Kerry y la
llevó hacia la cama, dándole un pequeño tirón atractivo. "Ven aquí" Kerry se arrastró
sobre ella, sin perder de vista los ojos de su amante. Soltó la mano y le acarició la piel
suave, deslizando los dedos por el rostro. "Mmhm", acarició también la mejilla de Kerry.
"No dejes que te hagan daño, Kerry. Cuando las personas están sufriendo o confundidas,
es fácil arremeter contra las cosas que no entienden"
Bajó la cabeza hasta el hombro de Dar y se acurrucó cerca, pasando un brazo
alrededor de su estómago.
"Ya lo sé. Es sólo que hace que me enfade... no me gusta lo mal que piensan de
nosotras" Un suspiro calentó la piel de Dar. "Es tan injusto"
"La vida a veces es así" respondió. "Uno tiene que hacer lo mejor que puede con ella"
Miró pensativa el techo. "Como ahora, por ejemplo. Podríamos estar en la casa de tu
familia"
"Mm", murmuró Kerry.
"Con un tercio de ellos que nos estarían mirando, otro haciendo comentarios
sarcásticos, y los menos dulces y simpáticos"
"Uh"
"Pero" Dar lo pensó un momento, "¿tendríamos canapés, paté y vino blanco?"
Kerry asintió.
"Probablemente"
"Así que, por el contrario, estamos aquí, en esta agradable habitación de hotel, con
una gran cantidad de chocolate, un completo menú del servicio de habitaciones, y una
120
enorme bañera con forma corazón"
Kerry no pudo evitar sonreír ante eso.
"Tienes un buen punto ahí" Se relajó un poco, mientras sus dedos distraídamente
trazaban caricias sobre el vientre de la mujer morena. "Te agradezco que hoy estuvieras
conmigo, Dar. De pie junto a mí"
"No" respondió Dar. "Además, ¿no es eso es lo que hacen los amigos? ¿Sostenerse
el uno al otro?"
Se apoyó sobre un codo y miró seriamente a su amante.
"Lo digo en serio, Dar" Frunció el ceño. "Eso significa mucho para mí; no lo
minimices"
Dar la miró a los ojos, mostrando una sonrisa asomando por los bordes de sus labios.
"Me sentí bien". Cogió un mechón de cabello rubio entre los dedos. "Ahora, ¿qué
era eso de darme de comer chocolate?"
"¿Alguien te ha dicho que tienes una mente enfermiza?" Kerry cedió con una sonrisa.
"Está bien, hermosa hedonista. Te daré de comer chocolate y veremos qué hay en el
menú" Se inclinó, la besó en los labios y los lamió ligeramente.
"Mm... hablando de chocolate"
Sintió las manos de Dar deslizarse por debajo de su jersey. Una parte de ella sabía
que Dar trataba de no hacerle pensar en los terrores del día, y tal vez aquello no era tan
mala idea.
No quería pensar en el hospital. Tampoco quería pensar en su familia. No tenía
muchas ganas de ver la holgura mirada en blanco en el rostro de su padre, o las líneas
planas en el monitor que había controlado su respiración.
Por el momento, se dijo, mejor se centraba en la hermosa mujer, justo debajo de ella,
y del toque que le hacía estremecerse mientras alejaba de su mente las sombras que la
perseguían.
121
"¿Mejor?" ajustó la almohada de forma que cubriera más hombro de Dar, y le dio
una palmadita solícita.
Dar miró el brazo.
"Kerry, sabes esta…"
"¡Ah ah ah!" puso un dedo en los labios de Dar. "¿Tienes todos los medicamentos
contigo?" Veía a Dar debatir si contestar. "No me hagas ir a buscarlos a tu bolsa, Paladar
K. Roberts"
"Heh". Le sonrió tímidamente. "Sí, en el bolsillo derecho. Dos frascos... pero..."
Kerry se levantó, buscó en el bolsillo, y volvió con la medicación.
"Escucha tigre, sé que no te gusta tomar estas cosas, pero me harías sentir mejor si lo
hicieras"
Dar suspiró.
"Me hace estar espesa. Sólo el medicamento para el dolor ya es bastante malo, Kerry.
No necesito esas cosas"
Esta se encaramó a la cama y apartó un mechón de pelo rubio detrás de una oreja.
Estaba vestida con una camiseta y nada más.
"Pareces una niña cuando hablas así" Hizo un puchero. "Aw". Sonrió Kerry,
mordiéndose un poco el labio inferior. "Eres tan adorable, me gustaría tener una cámara
digital"
El mohín desapareció y levantó una ceja.
"¿Para qué? ¿Dónde pondrías esa foto, Sra. Kerrison?"
"Sobre mi escritorio" Se relajó sobre su costado, cruzó los tobillos, y movió los pies.
"Justo al lado de la foto tuya en traje de baño"
Dar parpadeó.
"En... bañador... ¡Oh, no será verdad!"
"Mmhm. Claro que sí" Sus ojos verdes la miraron inocentemente. "Es bonito, ese
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bañador negro semi transparente. Te queda realmente bien" Sonrió. "La foto que tomé en
las vacaciones"
Dar se limitó a mirarla.
"¿Esa foto está en tu escritorio?" Su voz se quebró en la última palabra y se ruborizó.
"Kerry, eso es casi…"
"Oh sí, absolutamente" Disfrutó mucho del desconcierto de su amante. “Y déjame
decirte, que cuando vuelvo de algunas de las sesiones de la tarde de marketing... ahhh".
Vio las cejas de su amante que parecía ligeramente alarmada. "Dar, vamos. Eres una
mujer increíblemente sexy, así que deja de mirarme como si estuviera loca"
"W... no es eso. Yo sólo... es... ", farfulló al fin.
Kerry contuvo una sonrisa.
"¿Tienes alguna foto de mí en tu PC?"
Era increíble lo rápido que una mujer adulta podría fabricar la imagen de una niña
pequeña atrapada con su puño en un bonito tarro de galletas.
"Um..." Dar se rascó la oreja. "Sí"
"Ah, ¿sí? ¿Cuál?" Se retorció un poco más cerca. "¿Alguna en el barco?"
"No" arrastró las palabras. "No es de esas"
Kerry lo pensó por un momento.
"Oh... ¿no será aquella foto que hiciste cuando fuimos a practicar parasailing?"
"No". Dar desvió la mirada hacia el techo, consciente del ridículo rubor que estaba
coloreando su piel. "No creo que la hayas visto antes"
Las dos cejas de Kerry se levantaron.
"¿Cómo?" Se arrastró aún más, hasta que acercó su nariz a uno de los pechos de Dar.
"¿Qué foto es entonces?"
Dar evaluó la situación táctica que no era bonita. Al menos había conseguido que
Kerry se olvidara de las malditas pastillas.
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"Hice unas cuantas fotos la última vez que estuvimos en la isla. Después nos fuimos
de buceo"
"Oh" Kerry frunció el ceño tratando de recordar la excursión. No había sido hace
mucho tiempo después de todo, y habían estado buceando durante horas, y después... Sus
ojos verdes se abrieron alarmada levantando la cabeza para mirar a su amante. "¿Dar?"
"¿Hm?" Vio cómo Kerry se ruboriza, haciendo que el color de sus cejas se destacaran
vívidamente. "Tengo algunas fotos magníficas"
Se tapó los ojos.
"No estarás hablando de las fotos que hiciste cuando estaba tomando el sol desnuda,
¿verdad?"
Deslizó un dedo por la mejilla escarlata de Kerry.
"Era una hermosa puesta de sol anaranjado y tú. Fue increíble"
"Oh, mi Dios", murmuró con voz débil. "Por favor no se lo digas a nadie que tienes
eso en tu escritorio donde Maria puede verlo"
"¿Por qué no? Ella aprecia el arte fino cuando lo ve" Casi se echó a reír cuando Kerry
retiró la mano, mirándola en total estado de shock. "Relájate. No están en mi escritorio"
Acarició suavemente la mejilla de Kerry. "Nunca te haría eso, cariño"
Kerry suspiró, frotándose la cara con una mano.
"Supongo que eso me enseña a no iniciar una guerra de bromas contigo, ¿no?" La
miró de forma triste. "Y yo que pensaba que lo estaba haciendo tan bien..." Rodó sobre
sí misma, y se levantó, caminó hacia la mesa y se sirvió un vaso de la jarra de té helado.
"Whoo"
Dar la miro con cariño. El algodón fino, casi raído de la camiseta de Kerry, se le
pegaba al cuerpo, destacando y haciendo hincapié en que su cuerpo atlético.
"¿Quieres ver las fotos?"
Kerry casi escupió parte del té frío por toda la habitación.
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"Pft". Logró tragar. "¿Las tienes aquí?"
"Por supuesto" Rio suavemente. "Te dije que no las tenía en mi escritorio". Señaló.
"Están en el ordenador portátil"
Kerry la miró, luego al ordenador, y de nuevo a Dar.
Le dio la espalda a la mesa, volvió a la cama, luego saltó ligeramente sobre Dar y se
acurrucó a su lado.
"No, gracias cariño" Rodó sobre su espalda, exhaló y dejó que su cuerpo se relajara.
"El servicio de habitaciones que pedimos debería llegar pronto. ¿Qué quieres hacer
después? "
Con una mano ahuecó uno de los pechos de Kerry.
"Comer el postre"
Kerry volvió la cabeza y la miró a los ojos.
"¿Dar?"
"¿Mm?" Una sonrisa perezosa apareció.
"Si estás tratando de distraerme", se acercó más al cuerpo de Dar, provocando que su
cuerpo reaccionara al tacto sensual, "tendrás que hacerlo mejor"
"Bien" Rodó a su lado y continuó su exploración. "Mi voto es cena, postre, y un
agradable baño en esa enorme bañera" Se acercó más. "Porque eso va a hacer que me
sienta mucho mejor que con las malditas pastillas"
Un ojo verde se abrió y la miró con suspicacia.
"¿Es esto un complot?"
Dar deslizó hacia arriba la tela fina de algodón.
"Oh, sí"
Kerry medio se incorporó y capturó la mandíbula de Dar para besarla con una
tranquila pasión.
"Si ese tipo del servicio de habitaciones llega en los próximos minutos, estarás en un
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gran problema"
Dar se rio en el fondo de su garganta.
Capítulo Siete
Bien, miró el paisaje nevado del exterior, al menos me siento mucho más relajada de
lo que estaba ayer. Flexionó sus manos dentro de los guantes forrados y apretó su agarre
en el volante evitando una mirada al lado del pasajero.
"Deprimente, ¿no es cierto?"
Dar examinaba la vista desde la parte frontal y ventanas laterales.
"Um..." Estaba en su mayoría llano, con árboles muertos, a pesar de algún ocasional
árbol de hoja perenne chorreando nieve blanca pesada. "Es, definitivamente, una especie
de…", hizo una pausa, "soso".
"Sí. Una de las cosas que me di cuenta por primera vez cuando me mudé a Florida
fue lo maldito colorido que es" Salió fuera de la carretera, girando hacia el camino que
las llevarían finalmente a casa de sus padres. "A veces me olvido de lo diferente que son
los inviernos"
Dar se acomodó, cruzando los brazos sobre el pecho.
"Aunque supongo que deber ser agradable en verano. Y es algo bonito, con toda esa
nieve y demás"
"Supongo", respondió. "Puede ser hasta divertido. Solía pasarlo bien en invierno, ya
sabes, bajando cuestas con el trineo y pantinando sobre el hielo. Y en verano, en el lago"
Se fijó en los nuevos edificios cercanos. "Al final han conseguido introducir Starbucks
aquí"
Dar se rio entre dientes.
"No lo sé, Ker. No parece un mal lugar para crecer. Al menos no peor de donde yo
lo hice"
"Hm" Kerry observaba el paisaje familiar al pasar. Giró a la derecha por una calle
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en pendiente, bordeado por un lado de los señoriales muros con casas detrás de ellos a la
vista. Por el otro lado de la carretera, se podía ver una ladera cubierta de nieve, dejando
entrever un pequeño valle con más casas aisladas en el otro lado. ¿Cuántas veces había
caminado por este camino? Caminé hasta la iglesia, de la escuela... y ahora sólo lo veía
como algo frío y extraño. Un lugar al que ya no pertenecía.
"Definitivamente prefiero vivir en los trópicos", comentó Dar de la nada. "Aquí hay
que llevar demasiada ropa"
Kerry le dirigió una mirada rápida y luego se volvió hacia la abertura en la pared de
ladrillo de largo.
"Sí, definitivamente es un mundo completamente diferente" Se detuvo al lado de una
puerta y abrió la ventana permitiendo la entrada de aire frío y húmedo.
El guardia de la puerta se inclinó para mirarla, casi echándose hacia atrás, totalmente
sorprendido.
"¡Srta. Kerry!" El hombre mayor, vestido con una chaqueta gruesa de invierno,
sonrió. "Ha pasado mucho tiempo"
Un año. Kerry asintió.
"Sí, así es John. ¿Cómo estás?"
"Estoy muy bien". Se inclinó más cerca. "Siento lo de tu padre" Sus ojos se posaron
brevemente sobre Dar, y a continuación, volvió su atención a Kerry. "Terrible cosa"
"Gracias" Le lanzó una pequeña sonrisa. Se enderezó, abrió la puerta, y condujo con
cuidado, continuando a través del camino. En el extremo del terreno circular estaba la
casa de su familia, una casa imponente de estilo clásico. Un escalofrío la recorrió al
recordar la última vez que había estado en ese camino; la noche que había revelado su
relación con Dar; la noche que su padre la encerró en una institución mental. La noche
que Dar la había rescatado organizando una trampa tan increíble para entrar en el hospital
que todavía no creía que fuera posible. Esa noche, cuando habían conducido de nuevo
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para recoger las cosas de Kerry, había tenido su único, y último enfrentamiento furioso
con su padre, tras lo cual se había marchado de la casa, cruzando la línea en términos muy
claros para ir de vuelta a casa, a su nueva vida, su nuevo trabajo, y su nueva amante. Kerry
se detuvo a un lado estacionando el vehículo. Afortunadamente, sólo había otros dos
coches allí. Sospechaba que estaban Angie y Michael. La prensa parecía no estar por allí.
"Bien" miró a Dar, "aquí estamos"
"Vamos entonces" Le sonrió. "Es bueno ver este lugar a la luz del día"
Ah. Kerry bajó del coche y cerró la puerta, tomando una profunda bocanada de aire
frío antes de caminar alrededor y unirse a Dar, para caminar juntas hasta la puerta
principal. A mitad de camino, Dar envolvió sus largos dedos alrededor de los suyos. Se
sentía maravillosa.
Kerry se encogió de hombros y casi sonrió antes de tocar la puerta. Oyó pasos detrás
de la puerta, entonces la cerradura se giró y se abrió la puerta.
"Hey"
Angie parecía estar profundamente aliviada.
"Dios mío, entra antes de que te congeles" Tiró de Kerry y, por defecto, ambas
entraron en casa y cerraron la puerta detrás de ellas. "Estoy muy contenta de que hayas
decidido venir, hermana" Sus ojos se movieron. "Buenos días Dar"
"Buenos días", respondió la morena.
"Parece estar todo tranquilo aquí", aventuró Kerry. "¿Dónde están todos?"
"Estamos sólo nosotros", le informó. "Mamá, Mike y yo. No hay nadie más, y le
alegró por ello" Tomó el brazo de Kerry. "Vamos, que acabamos de empezar a desayunar"
Kerry resistió el tirón, dándole a Angie una mirada directa.
"¿De eso se trataba?"
Angie vaciló.
"Ker"
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"Está bien. Tampoco es que tuviera muchas ganas de gritarle a nuestros tíos mientras
nos tomamos un café", dijo Kerry. "Y Dios sabe que no quiero que la prensa piense que
Dar y yo no somos personas normales"
Dar levantó las cejas. Le dio unas palmaditas en la espalda a Kerry para que se
tranquilizara.
"Kerry, vamos, eso no es justo", dijo Angela. "Tal vez sólo quería un poco de paz.
Estos últimos días han sido muy duros"
"Sí" Señaló Kerry hacia el comedor. "Lo que sea. Vamos"
Angie suspiró, pero se dio la vuelta y se dirigió hacia el interior enderezando su blusa
mientras entraba en el vestíbulo y cruzaba el mármol vacío. Dar siguió detrás de las
hermanas tomando un momento para mirar alrededor por el interior de la casa. Lo
recordaba algo diferente de lo que era ahora, probablemente debido a las circunstancias
y la hora. A la luz del día, la casa era un espacio grande, y bien diseñado con techos
abovedados y una escalera curvada y hermosa para subir al segundo piso.
Cruzó el vestíbulo, pasó bajo un arco que recordaba vagamente, luego se volvió y
entró en un pequeño comedor, con un tragaluz en el techo que dejaba pasar el sol del
exterior.
Sentados a la mesa estaban Cynthia y Michael. Ambos miraron hacia arriba cuando
el trío entró.
Dar los observaba cuidadosamente buscando su reacción. Se sintió complacida y
aliviada cuando vio rasgos de ser bienvenida. Creía que ese podría ser el caso pero con
la familia de Kerry nunca se sabía. Estaba descansada, con el brazo mucho mejor, y había
tenido una gran noche juntas, así que se estaba sintiendo muy bien.
"Ah. Kerrison" Su madre se levantó y se acercó a ellas. "Siento mucho lo de ayer"
Michael también se levantó y fue a abrazar a su hermana.
"Está bien" Kerry decidió tener misericordia por el momento. "De todos modos
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necesitaba un poco de descanso" Devolvió el abrazo a su hermano y sonrió a su madre.
"¿Cómo estás?"
"Te lo puedes imaginar", dijo Cynthia. "Ven y siéntate, toma algo del desayuno" Sus
ojos se desviaron fijándose en Dar. "Y tú también, Dar"
Fue una experiencia peculiar, Dar reflexionó. Los siguió de nuevo a la mesa y se
sentó en una silla que reconoció como antigua, en una mesa cubierta de lino fino,
porcelana y cubertería de plata.
Uf, desayuno. Dar negó con la cabeza un poco, volviéndose cuando sintió una
presencia a su lado. Una mujer joven se quedó allí con una bandeja.
"¿Puedo servirle, señora?"
Asintió con la cabeza, y le fue servido un plato con fruta fresca y unos huevos al
vapor. La joven hizo lo mismo con Kerry. Se dio cuenta de que Kerry, a pesar de dar las
gracias a la mujer, lo veía como una cosa completamente natural, y se le ocurrió lo
diferente que había sido su vida.
El desayuno en su casa, por lo general consistía en un vaso de leche para ella y un
zumo para Kerry, y algo de comer que les diera energías para correr. Por lo general,
comían de pie en su cocina mientras que el cielo fuera de la ventana cambiaba de negro
a un color perla rosa del amanecer.
Hm. Sabía que la familia de Kerry tenía mucho dinero. Conocía, en un nivel
intelectual, que su amante se había criado con la cuchara de plata en la boca, y tenía esas
pequeñas cosas como sus modales impecables que a veces dejaba salir a relucir. No le
resultaba nada extraño verla actuar así.
"Disculpa, ¿Dar?"
La voz la sacó de sus reflexiones, Dar miró y se encontró con los ojos de Cynthia
Stuart.
"¿Sí?"
130
"Kerrison le dijo a Angela que, ¿no estabas bien anoche?"
¿Eh? Yo estaba...
"Oh" Carraspeó ligeramente. "No es realmente nada importante. Recientemente me
lastimé el hombro y me está dando algunos problemas. Tal vez sea por el clima" Inhaló
con sorpresa cuando Kerry le metió un golpe por debajo de la mesa, y la miró fijamente
después de sonreírle. "¿Qué?"
Cynthia miró a ambas con una mirada ligeramente perpleja.
"Bueno, espero que hoy te sientas mejor, después haber podido descansar".
¿Descansar?, se preguntó, desviando la mirada hasta encontrarse con los ojos de su
amante.
"Sí, está mucho mejor. Realmente casi no le duele, gracias" Se hizo un silencio
incómodo, lo que aprovechó para ingerir un bocado de huevos en paz.
"Entonces, ¿en qué proyecto estas trabajando ahora, Ker?" Michael preguntó,
claramente cambiando de tema.
"Bueno" tomó un sorbo de zumo "acabo de terminar de reorganizar una de nuestras
divisiones operativas, y hemos añadido dos nuevos grupos de apoyo en los EE.UU.
occidentales. Mi vida ha sido mucho más agradable desde que Dar puso en marcha nuestra
nueva línea de red"
"Todo el mundo la quiere", dijo con ironía Dar. "Incluso yo misma"
"¿En qué consiste?", preguntó Angie. "Recuerdo haber leído que tu empresa estaba
haciendo algo revolucionario"
Kerry cogió un bollo de pan, lo abrió por la mitad y cuidadosamente le untó una
pequeña porción de mantequilla. Se tomó un momento para tratar de explicar a su familia
lo que hacían. ¿Cómo se puede describir la alta velocidad, el gran ancho de banda WAN
de redes para alguien que ni siquiera utiliza un ordenador? "Bueno..."
"Una red es como una autopista", intervino Dar. "Si pones unos pocos coches, todo
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el mundo va rápido. Añades más coches, y empiezan a ir más lento. Si encuentras un
lugar en el camino donde se estrecha, se forman cuellos de botella, y al final nadie puede
circular"
"Está bien" Asintió Cynthia. "Parece claro"
"Digamos que construí una autopista de cuarenta carriles", les explicó "y quité el
límite de velocidad"
"E hizo que todos se compraran Ferraris", murmuró Kerry.
"!Ah!" Cynthia parecía complacida. "Sí, eso está muy claro. Lo entiendo"
"Sí, ¿qué puedo decir?", añadió Michael. "¡Increíble!. ¿Puedes explicar qué es un
chip?"
Lo miró directamente a los ojos.
"¿Estás seguro de que puedes manejarlo? Se trata de una gran cantidad de silicio"
Michael la miraba indeciso, no estaba seguro si estaba bromeando o no
"¿Eso duele?"
"Solo si tienes un poco de su Wazoo", respondió secamente Kerry.
"Entonces, ¿qué has estado haciendo, Mike?" Cortó limpiamente un trozo del pan y
lo utilizó para empujar los huevos con el tenedor. Era estresante e incómodo, y Kerry se
dio cuenta de que todos estaban poniendo un brillo más conspicuo en un montón de cosas.
¿Pero no había sido así siempre? ¿Por qué ha de ser diferente ahora?
"Hemos hecho algunos planes", murmuró Cynthia en voz baja. "El servicio está
previsto para mañana a las tres". Hizo una pausa y respiró hondo. "Me doy cuenta de que
es bastante corto pero la familia parece sentirse… "
"Madre", Kerry puso su tenedor hacia abajo, “¿a quién le importa lo que la familia
piense? ¿Es eso lo que quieres que haga?"
Cynthia se movió incomoda.
"Bueno querida, no es realmente...", se detuvo. "Hay razones muy buenas para ello,
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ya ves…"
"Mierda". Kerry se encontró de nuevo empezando a enfadarse. Se puso de pie.
"Primero tienen las bolas para decirme que me mantenga alejada, y ahora dicen cómo
debemos enterrar a papa. ¿Dónde están esos cabrones? Quiero hablar con ellos, ahora
mismo"
Dar parpadeó alarmada, extendió una mano y la puso con cuidado en la parte
posterior de Kerry. Podía sentir la tensión vibrando a través de su amante. "Hey"
murmuró. "Tranquila"
"¡Kerrison!" Protestó Cynthia. "Luego vendrán. Están haciendo lo que creen que es
mejor para todos nosotros, ¿no lo entiendes?"
"No" De repente se convirtió en demasiado para Kerry. "No lo entiendo. Nunca
piensan en lo mejor para nosotros, sólo en lo que es mejor para ellos. Siempre ha sido así"
Deslizó la silla, y empezó a andar, necesitando espacio y aire. Una furia aplastante había
empezado a zumbar alrededor de su cabeza como un enjambre de abejas. Atravesó la
puerta del comedor y continuó andando mientras con una mano agarraba el borde de la
puerta y la cerraba de golpe. El choque de sonidos madera contra madera le dio una cierta
primordial satisfacción.
Se hizo un tremendo silencio después de que ella se fuera. Dar podía sentir todas las
miradas recurrir a ella. Tomó aire antes de mirar hacia atrás, hacia la puerta que su amante
había cerrado dejándola con su familia.
"Um..." Ojeó su plano a un lado.
"Bueno", Cynthia dejó su servilleta sobre la mesa. "Tengo que ir hablar con ella"
"No" Dar se puso de pie. "Yo me encargo de esto", dijo con gran firmeza; a
continuación dejó su servilleta sobre la mesa y siguió a Kerry sin esperar a que le
respondieran.
La puerta se cerró de nuevo detrás de ella.
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"Esto es indignante", dijo Cynthia.
"¿Qué pensaste que iba a pasar?", intervino Angela. "Te dije que todavía estaba muy
enfadada, madre. ¿De verdad pensabas que entrarían aquí y todo fuera a las mil
maravillas? ¿Que se olvidara de todo?"
"Ella podría hacer un esfuerzo. Nosotros somos su familia", le respondió.
"Tal vez ayudaría si no hubiera sido echada de casa la última vez que estuvo aquí",
dijo Mike sin rodeos. "O si no se le hubiera dicho que no era bienvenida aquí ayer por la
noche porque es gay. Eso también me pone de mal humor a mí"
"Ella no iba a venir de todos modos" murmuró Angie.
"Hemos hablado de eso" Cynthia pareció molesta. "Sabes que tu padre sólo estaba
haciendo lo que creía mejor para ella"
"Mierda". Angie golpeó su taza. "Estoy demasiado cansada de escuchar eso. Él no
tenía ningún interés en lo que era mejor para Kerry, y ella lo sabe. Todo lo que hizo, lo
único que le importaba era no dejar que la prensa se enterara de que tenía una hija gay"
"Angie". Su madre le dirigió una mirada exasperada. "Por favor"
"Es cierto." Ahora Angela estaba molesta. "He tenido que escuchar durante los dos
últimos días a todo el mundo decir lo maldito santo que era, y estoy cansada de eso" Tomó
una respiración. "Aquí nadie le está llorando, madre, todos lo sabemos. Él nunca se
preocupó por ninguno de nosotros, sólo por sí mismo"
Cynthia suspiró.
"Era un hombre muy poderoso"
"Y Kerry fue la única de nosotros que tuvo las agallas de plantarle frente”, dijo Mike.
"Ahora ella está pagando por ese gran momento, cuando todas estas personas lo único
que hacen es darnos unas palmaditas en la espalda y diciendo "buen trabajo" Si la tratan
así de nuevo esta tarde, los voy a echar de casa"
"¡Michael!" Cynthia lo miró fijamente.
134
"¡No me importa!" Mike estaba ya de pie. "No me importa una mierda acerca de
cualquiera de ellos. Kerry es la persona que me importa. Es mi hermana, y no me quedaré
viendo cómo le hacen daño. Son unos malditos bastardos y mentirosos. Ayudaré a Dar.
Apuesto a que podría patearles el culo profundamente dormida" Empujó su plato, y se
apartó de la mesa. "Me voy de aquí"
"Yo también", dijo Angie. "Y si alguna de esas comadrejas dice una palabra, los
golpearé". Siguió a su hermano por la puerta dejando a su madre en total silencio.
Cynthia soltó un suspiro y se sentó de nuevo. La puerta se abrió y un hombre alto,
delgado, llevando una agenda y un bolígrafo, entró. Se sentó a su lado.
"Tenemos todo programado, señora Stuart. Aquí están los detalles" Le enseñó una
hoja. "Ahora, la prensa será atendida más tarde, cuando los invitados más importantes
lleguen. Tenemos que discutir cómo queremos presentar a la familia” Le sonrió con
simpatía. "Sé que tenemos mucho trabajo por hacer al respecto"
Cynthia miró el papel. Puso una punta de los dedos en la página y miró al hombre
directamente.
"Me temo que no lo has entendido bien. Mi familia es perfectamente capaz de
presentarse a sí misma, y te gradecería que permaneciera eso al margen"
Parecía un poco sorprendido pero se reagrupó rápidamente.
"Hay ciertas cosas"
"No, no las hay", dijo Cynthia con calma. "Si la prensa quiere venir y hacer un
espectáculo de sí mismo, pueden hacerlo. Mis hijos son libres de hablar con ellos o no,
según les plazca. No toleraré ninguna interferencia con cualquiera de ellos"
"Pero…"
"Henderson, ¿no he sido clara?"
"Mrs. Stuart, ya sabe, nosotros sólo estamos trabajando para presentar un frente único
y una imagen positiva de su difunto esposo en estos tiempos tan difíciles…"
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"Tonterías", dijo Cynthia. "Por favor, vamos a dejar de usar eufemismos. Usted está
ansioso por la prensa preguntando por Kerrison, ¿no es eso?"
El vaciló brevemente.
"Los periódicos más sensacionalistas, sí. Realmente ella no se ajusta a la imagen que
estamos tratando de construir, ya ve, y…"
"Mr. Henderson", intervino bruscamente tocándole en el brazo, "mi marido está
muerto. Ya no se preocupa por su imagen. Es difícil para Kerrison estar aquí, y yo
simplemente no le permitiré que haga nada que sea más difícil para ella. ¿Está claro?"
"Mrs. Stuart…"
"Si fueras incluso un poco inteligente" Cynthia finalmente perdió la paciencia "te
darías cuenta de que antagonizar a mi hija mayor es una idea muy estúpida" Hizo una
pausa. "Su padre aprendió esa lección demasiado tarde" Se puso de pie. "Si hemos
terminado, he de ir a cambiarme. Adiós"
Henderson se quedó solo en el gran comedor, con las últimas palabras de la mujer
sonando.
Dar merodeaba por la casa inquieta, intentando averiguar dónde podría haber ido
Kerry. Su inusual explosión de ira la había sorprendido, pero había estado notando el
aumento de tensión que estaba sufriendo su amante.
Delante de ella, vio filtrarse algo de la luz del día, por lo que se dirigió hacia ese
pasillo, y se encontró en el interior de un solárium. El grueso aislamiento permitía que no
entrara el frío del exterior, pero permitía la entrada de luz natural, y tenía la sensación de
que si hurgaba dentro iba a encontrar lo que estaba buscando.
Un crujido suave fue la señal. Caminó tranquilamente pero con precisión. Cerca de
la parte posterior del solárium había un sofá acolchado de dos plazas, ocupado sólo por
una persona. Ah.
Al notar su presencia, la cabeza rubia se volvió en su dirección.
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Se miraron por un momento, luego permitió a Dar sentarse junto a ella. Simplemente
le cogió la mano y entrelazó sus dedos juntos en simpatía silenciosa. Se quedaron en
silencio, meciéndose un poco, viendo la nieve caer fuera.
Finalmente, Kerry tomó aire, subió la mano de Dar para arriba, y la acercó a su
corazón antes de hablar.
"¿Si te pregunto algo, me prometes que no pensarás que soy una cobarde?"
"Claro", respondió Dar. "¿Cuando quieres que nos vayamos?"
Se apoyó en el hombro de Dar.
"No quiero hacerlo, pero creo que tengo que hacerlo, Dar. Si me quedo, sólo voy a
conseguir que las cosas estén peor", se aceró más a su amante. "No puedo lidiar con esto,
y no quiero que tengas que hacerlo"
Dar lo entendía, tal vez mucho más de lo que Kerry imaginaba.
"Recuerdo cuando estaba en el funeral de mi padre. Hubo un servicio, no una
sepultura, porque nos dijeron que no había nada que enterrar" Kerry se mantuvo muy
tranquila. "Los odiaba a todos" Tuvo que parar por un minuto, como si aquel recuerdo
cobrara vida fuera de su mente. "Toda esa gente levantándose y hablando de él... que no
tenían ni idea de quién era, ni cómo había vivido su vida". Negó lentamente con la cabeza.
"No me dejaron hablar" Kerry cerró los ojos. "Entonces, corrí" Dar dijo. "Salí corriendo
de allí y seguí corriendo todo el camino hasta llegar a casa"
"¿Hasta Connecticut?", se preguntó Kerry, en voz muy baja.
"Sí", le respondió, en igual voz baja. "Aunque necesité coger el autobús de vez en
cuando. Me dio tiempo para pensar y sacarlo de mi cabeza"
"¿La ira?"
Negó con la cabeza.
"El dolor"
Kerry estudió el cristal frente a ella.
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"¿Sabes algo, Dar?"
"¿Mm?" Dar deslizó su brazo alrededor de la espalda de Kerry.
"Desearía haber tenido un padre digno de ese tipo de sentimiento" Cerró los ojos
cuando Dar la rodeó con sus brazos y tiró de ella cerca. Apoyó la mejilla contra el cabello
de Kerry.
"Lo sé"
Es cierto, Kerry reconoció. Después de conocerlos, desde hacía menos de un año,
estaba más cerca de Andrew y Ceci de lo que había estado alguna vez con sus propios
padres. Le encantaba que Dar tuviera esos padres, y estaba agradecida por poder ser parte
de su familia.
“¿Crees que vale la pena siquiera quedarse para el servicio de esta noche? Si así lo
quieres iremos a casa", susurró. "No puedo cambiar la forma de lo que sienten por mí,
Dar. Estoy cansada de su odio y estupidez"
"Está bien" Dar la abrazó. "Volver a casa suena bien para mí" Siguió a Kerry del
solárium hacia el salón tranquilo y espacioso. "Es un lugar muy agradable" Miró a su
alrededor. "¡Es enorme!"
Kerry paró y se volvió.
"Supongo que lo es. En realidad nunca había pensado de esa manera ya que gran
parte de la casa estaba prácticamente vetada para nosotros cuando éramos niños" Hizo
una pausa, luego se dirigió a una pintura en la pared y miró, tocando la lona con un dedo
curioso. "Solíamos ser castigados por tocar cualquier cosa"
Dar se había acercado al lado de Kerry.
"¿Castigados?"
"Nos gritaban", le aclaró. “Nos enviaban a nuestras habitaciones, en su mayoría"
Siguió mirando la pintura. "Sólo fui golpeada una vez, que yo recuerde, y todo por culpa
de este maldito cuadro"
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"¿En serio?" Dar examinó la pintura. "¿Que tiene este cuadro que vale la pena para
ser golpeado?"
"Es un Renoir" Le señaló la firma. "Y yo siempre pensé que era demasiado aburrido
y feo, así que un día cogí mi caja de pinturas y pinté esto" Dar se mordió el interior del
labio, sin poder evitar que una risa escapara de sus labios.
"Oh voy"
"Mm. Sí, no estuvo bien" Sonrió débilmente. "Tuve que arrastrar una de esas sillas
antiguas hasta aquí y subir por todas partes hasta dejarlo todo como estaba. Dije que había
estado lloviendo afuera, y que estaba cubierta de lodo"
"Oh Kerry" Se cubrió el rostro con una mano. "¿Quieres saber algo realmente
gracioso?”
"¿Qué? ¿Hiciste lo mismo cuando eras una niña?" Kerry se volvió y le sonrió. "No
me digas eso"
"No" Negó con la cabeza. "Si hubiera mostrado el más mínimo interés por la pintura
mi madre me hubiera organizado una fiesta" Apoyó una mano en el hombro de Kerry.
"Me hubiera gustado no esperar a tener a mi lado a alguien como tú"
Kerry recordó la soledad, cada vez más dolorosa que había sufrido desde su infancia,
una vida llena de conocidos, actividad y la publicidad, pero sin verdaderos amigos. Le
hubiera encantado haber conocido a Dar entonces, pero también sabía, que la triste
realidad sería que sus padres hubieran impedido su amistad.
"Me alegro de que no lo hicieras" Cubrió la mano de Dar con la suya, suavizando las
palabras. "Yo no estaba preparada en ese momento" Dar ladeó la cabeza con cierta
consternación. "Todavía creía en mis padres, y ellos... ", apartó la mirada y luego volvió
a mirarla a los ojos. "Me alegro de haberte conocido cuando lo hice"
Los labios de Dar se torcieron en una sonrisa.
"¿De verdad crees que dejaría que tus padres se interpusieran entre tú y yo incluso a
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esa edad? Hubiéramos salido en los periódicos: 'Una niña salvaje corrompe a la hija de
un senador”
Kerry no pudo evitar sonreír, tanto por el sentimiento y por la imagen mental.
"Además, cualquier persona que tenga la voluntad de mejorar un Renoir sería lo mío"
Sorprendió a Kerry con un suave beso. "Y mi madre te hubiera adoptado nada más
conocerte"
Tomó aire, alejando cualquier tipo de tensión que hubiera estado acumulando hasta
el momento. Llevó sus brazos alrededor de Dar y abrazó tan fuerte como pudo. Luego la
soltó.
"Vamos. Permíteme que te enseñe este sitio. No sé si tendré otra oportunidad de
hacerlo" Extendió una mano que Dar aceptó y, a continuación, abrió camino a través del
laberinto de habitaciones.
El primer lugar al que la llevó fue a la biblioteca. Abrió la puerta permitiendo ser
golpeadas por el olor inconfundible de los libros. La habitación estaba revestida de
madera oscura, con una tradicional y espesa alfombra de lana, con gruesos muebles y
estanterías del suelo al techo llenas de libros sobre las cuatro paredes.
"Este era mi lugar favorito", le explicó, mientras Dar vagaba alrededor de la
habitación, estudiando los libros. "No tanto por la temática, solía traer mis propios libros,
pero sí la tranquilidad del lugar" Se acercó a una silla en una esquina y se sentó en ella.
"Ahora me parece mucho más pequeño"
Dar se acercó a la silla y se apoyó en ella.
"Yo también tenía un lugar que utilizaba cuando quería desaparecer con algún libro.
No era tan cómodo como éste, pero sé lo que quieres decir."
Kerry asintió.
"Tu padre es un gran lector. ¿Realmente estaba leyendo el otro día Wuthering
Heights?"
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"Mmhm", murmuró Dar.
"Increíble" Se levantó y tiró de la morena tras ella. "Una de las pocas cosas buenas
de todas estas puertas es que siempre puedes escaparte de una manera oficial sin que nadie
te vea". Caminaron por un pasillo y luego otro. "Éste era otro de mis lugares favoritos"
Empujó una puerta y se asomó a la cocina.
Dar asomó la cabeza también, viendo una habitación grande, bien diseñada con el
equipo comercial de cocina de buena calidad. Una mujer alta, negra entró por el otro lado,
luego se detuvo, sorprendida al ver dos caras mirando detrás de ella.
"¿Srta. Kerry? ¿Eres tú? ", preguntó la mujer, dejando un paquete de ropa que había
estado llevando. "¡Ven aquí!"
Esta abrió totalmente la puerta y entró.
"Hola, Betsy" Entró y le dio a la mujer un fuerte abrazo. "Ha pasado mucho tiempo,
¿eh?.
Un año, para ser exactos"
“Te ves muy bien"
Betsy sonrió.
"Cariño, tú también" Desvió su mirada hacia Dar, con cierta curiosidad. "¿Esta es tu
amiga?"
"Ella es mi pareja, Dar" Sonrió Kerry. "Dar Roberts. Dar, ella es Betsy Stonewright.
Ella ha sido una parte de la plantilla, desde antes de que yo naciera"
"Eso no revela la edad que tengo, Srta. Kerry" Betsy sacudió un dedo delante, luego
le tendió la mano a Dar. "¿Se ha dejado en casa los cuernos antes de venir aquí, Srta Dar?"
Mostró un brillo travieso en sus ojos. "Porque he oído que tenía un bonito par de ellos”
Dar se rio, aceptó su mano y le devolvió el fuerte apretón.
"Sí. Los dejé junto con la cola en la habitación del hotel" Revolvió el cabello de
Kerry. "Ella también tiene unos pequeños por aquí"
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Betsy soltó un bufido.
"Cariño, la conozco desde que nació y eso no es nada. Podría contarte algunas
historias sobre cómo era este pequeño ángel"
Kerry parpadeó inocentemente.
"¿Quién, yo?" Señaló su propio pecho y sonrió. "Le estaba contando a Dar sobre mi
asalto artístico al Renoir"
"¡Dios, aquel sí que fue un gran día!” Betsy sacudió la cabeza, luego se puso seria,
mientras tomaba la mano de Kerry. "Cariño, siento mucho lo de tu papi. Te conozco y sé
que no os llevabais bien, pero aun así y todo..."
"Gracias" Aceptó las palabras de la mujer. "Bueno, escucha, no quiero interrumpir
nada, sólo estaba mostrando a Dar la casa. ¿Está Maria por aquí?"
"Estará de vuelta en breve" Se acercó al frigorífico, en un lado de la cocina, y luego
les ofreció dos pequeñas tazas. "Aquí tienes". Entregó una a Kerry y la otra a Dar. "A
menos que ya no te guste más el chocolate"
"¡Nooo...!" Aceptó el convite con una sonrisa. "Todavía tengo sueños con tus tazas
de crema y chocolate, Betsy. Gracias". Deslizó su otro brazo alrededor de Dar y se apoyó
en ella. "A Dar también le gusta mucho el chocolate"
"Sí. Gracias" Pasó un brazo sobre los hombros de Kerry. "¿Y ahora?"
"¿Quieres ver mi cuarto de los niños?", le preguntó Kerry. "Creo que hasta podrían
quedar algunas manchas de chuck-up en alguna parte"
"Adelante" Dar guiñó un ojo a Betsy y salieron de la cocina, dejando a la cocinera
allí, moviendo la cabeza y sonriendo.
"¿Señorita?" Betsy oyó el sonido de la puerta al abrirse de nuevo.
"¿Eres tú, Maria?" Se volvió al ver una mujer bajita con el pelo blanco y los ojos
grises entrar.
"Sí señorita, ¿quién más podría ser?" Maria se quitó su abrigo. "¿Me he perdido
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algo?"
Betsy le dedicó una sonrisa satisfecha.
"Sí, ciertamente". Se cruzó de brazos. "Acabas de perder conocer a la infame Dar
Roberts"
"!No!" Parecía devastada. "Me estás tomando el pelo"
"No. Ella estaba de pie justo aquí en esta cocina " Betsy dijo. "Y déjame decirte que
no había mucho que ver. Siempre he dicho que la señorita Kerry tenía un buen ojo, aunque
su hermana, oh, esa sí que no tiene buen ojo a la hora de escoger"
Maria se echó a reír.
"Sólo una de esta maldita familia entera tiene un poco pizca de sentido común"
Terminaron su recorrido en el gran vestíbulo, a pie de la grande y curvada escalera
que conducía a los dormitorios del segundo piso. Dar había tenido la impresión de que el
lugar era una hermosa casa, sin duda impresionante, pero con absolutamente ningún
sentido de personalidad de sus ocupantes.
Ahora, siendo honesta consigo misma, uno podía decir lo mismo sobre cómo había
sido su casa antes de que Kerry formara parte de su vida Pensó mientras escuchaba a
Kerry divagar sobre arquitectura. Desvió sus pensamientos hacia los cambios, en su
propia casa, durante el último año.
¿Cómo había permitido que Kerry la convenciera para enmarcar esos malditos
garabatos? De todos modos, desestimó el pensamiento, este lugar no tiene ningún tipo
de personalidad. El antiguo apartamento de Kerry lo tenía mucho más.
"Disculpe" Una voz masculina les llamó la atención. Se volvieron, viendo a un
hombre alto y delgado, que estaba cerca, con las manos cruzadas remilgadamente en
frente de ellas.
"¿Sí?", respondió Kerry con cautela. "¿Puedo hacer algo por ti?"
El hombre se acercó.
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"Soy Tak Henderson. Soy parte del personal del senador"
Dar hizo lo posible para morderse la lengua y no decir lo que pensaba. La presumida
actitud del hombre hizo que los pelos de la nuca se erizaran, moviéndose más cerca de su
amante.
"¿Sí?" Repitió Kerry.
"Ms. Stuart, me doy cuenta de que es un momento difícil. Es difícil para todos
nosotros", dijo Henderson. "Estoy seguro de que no quiere hacerlo más difícil de lo que
ya es"
Los ojos verdes de Kerry se estrecharon.
"¿Perdón?"
"Escucha". El hombre bajó la voz. "Sé que esto no ha sido muy agradable. Siento que
sean así las cosas; pero, ¿por qué seguir haciéndolo tan difícil?"
Kerry lo miró con frialdad.
"¿Estás sugiriendo que nos marchemos?"
"No sería una mala idea", dijo Henderson uniformemente. "Vamos Srta. Stuart, no
necesita estar aquí, no hay nada que pueda hacer"
Era exactamente lo que ella había estado pensando. Era consciente de la presencia
silenciosa de Dar a su lado, dándole un soporte sólido, a sólo una mano de distancia. Dar
estaría encantada de volver a casa. Ella misma sería feliz. Deseaba tanto volver a sentir
el olor del aroma de sal en el aire, en el porche y la sensación cálida de bienvenida de
Chino. Si cerraba los ojos, podía incluso imaginarse estar allí, acurrucada con Dar en el
sofá, con un plato de pollo tailandés entre ellas y vasos de vino de ciruela fría justo al
alcance.
Suspiró. Había tantas cosas buenas en su vida. Tenía un buen lugar para vivir, un
buen trabajo, amigos cariñosos, un perro bonito, y una pareja que inexplicablemente
estaba loca por ella. Tal vez este bobo tenía razón, y su elección había sido la correcta.
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"Eso es cierto". Exhaló.
Henderson pareció sentir su ventaja, y sonrió.
"Creo que todos nos sentiríamos mucho mejor si no estuvierais aquí"
Kerry lo miró.
"Tienes razón, lo harían" Tomó una decisión y esperó que su amada pareja no fuera
a retorcerle el cuello por ello. "Pero, por desgracia para nosotras dos, no vamos a ninguna
parte, por lo que también podrías sacar tu culo de aquí y encontrar algo útil que hacer"
Henderson se quedó completamente desprevenido. La miró con la mandíbula
colgando ligeramente durante unos segundos, y se enfureció.
"Bien, pues sólo tiene que esperar un…"
Dar se deslizó delante de Kerry, cerrando el paso a Henderson, haciéndolo retroceder
un paso.
"Henderson, ¿has terminado con lo que tenías que decir?", preguntó ella con su voz
suave y peligrosa.
"Sí".
"Muy bien, Sr. Henderson", dijo Dar. "Déjame decirte algo. Ya he oído suficiente.
Estoy harta de esa actitud de mierda. Si no te vas ahora mismo, y te mantienes lejos de
Kerry, hasta que decida lo que quiere hacer, voy a llamar a todas las agencias de noticias
más importantes, y pasaré media hora explicándoles la cantidad de mierda que vive aquí
en los bosques de Saugatuck" Hizo una pausa. "¿Me entiendes?"
Su rostro se crispó.
"No sé que ellos…"
"Oh sí, lo haría, tenlo por seguro. Y si eso no es suficiente, voy a llamar a los tabloides
y les mandaré unas fotos muy bonitas donde se nos vea a las dos besándonos. ¿Qué te
parece eso?" Eso hizo que el hombre se callara. "Ya me lo imaginaba" Le señaló la puerta.
"Ahora largo" Sorprendentemente, Henderson fue lo que hizo. Pasó delante de ellas hacia
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lo que antes era el estudio del senador y cerró la puerta. Dar miró la puerta y soltó un
satisfecho gruñido. "Bueno, ¿por dónde íbamos?"
Kerry suspiró.
"¿Quieres matarme?"
Cariñosamente le revolvió el pelo.
"Nah. Puedes agradecérmelo en otro momento" Se rio en voz baja. "Estuve a punto
de olvidarme lo mucho que me gusta hacer esto"
"Está bien" Kerry cogió su mano y tiró de ella. "Vamos. Deja que te enseñe un último
lugar"
"¿Tu dormitorio? Lo he visto" Dar bromeó.
Kerry sonrió.
"No, el ático"
"¿Crees que el gobernador realmente va a hacerlo?" Mike preguntó, al llegar a la
habitación donde estaba Angie, y se sentó en la cama. "¿Nombrar a mamá para tomar el
lugar de papa?"
Angie negó con la cabeza.
"Me parece ridículo. ¿Por qué sería senadora? ¿Sólo porque estuvo casada con
nuestro padre? Ella no sabe nada de política. Sabes que siempre intentó mantenerse un
poco alejada de todo eso"
"Sí, lo sé" dijo Mike. "Pero necesitan a alguien para mantener los puestos de trabajo
de todos ellos. ¿Y qué otra cosa pueden hacer? No es como si sólo pudieran olvidarse de
su responsabilidad en esta época del año"
"Mm". Angie asintió. "Eso es verdad. Espero que ella les manda a la mierda"
Su hermano sonrió.
"Veo que hoy estás con ganas de guerra"
Angie suspiró.
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"Estoy harta de esto. No quiero que Kerry esté cabreada"
"Yo tampoco" Asintió. "Quiero decir, no es que sea un secreto tan oscuro así que,
¿cuál es el problema? ¿A quién le importa?"
Angie se encogió de hombros.
"Eso es lo que yo estaba pensando. Es algo ya conocido, ya no es noticia, y además,
no es como si hubiera hecho algo realmente radical, como comprarse una motocicleta o
hacerse un tatuaje"
Mike tímidamente se aclaró la garganta.
Angie lo miró.
"Oh, no lo hiciste"
La miró sonriendo.
“No te preocupes. Si se acercan a mí, les diré que pueden besarme el culo. Tony,
Brad y yo lo hicimos la semana pasada. Ya sabes se estaban poniendo muy pesado.
Apostaron a que no tenía las agallas para hacerlo, así que..."
Su hermana suspiró.
"Michael"
"Lo sé, lo sé" Sonrió. "Soy un idiota"
"No tienes remedio. ¿Cuándo vas a crecer?" Este se encogió de hombros. Se
quedaron en silencio, durante unos minutos. "Vas a seguir trabajando para la firma de
publicidad", le preguntó Angie.
Michael se quedó mirando el suelo, más allá de sus manos entrelazadas.
"No sé. Realmente no lo había pensado. No tengo que decidirlo ahora, ¿verdad?"
"No" Negó con la cabeza. "Pero que él no esté aquí no significa que puedas meterte
en problemas"
"Podría huir y unirme al circo"
"Mike"
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"¿Vas a decirle a mamá sobre Brian?"
Angie se dejó caer sobre la cama y miró al techo.
"Tal vez. Tengo que hacerlo. El otro día dejé a la vista unos documentos de Andy
para que Richard pudiera verlos"
Michael la miró.
"¿Y? Él no tiene el nombre de Brian marcado en el culo, ¿verdad?"
"No, pero mi tipo de sangre es O y la de Richard A. La de Andrew es B, al igual que
Brian", le explicó con una mueca. "Le dije a Richard que seguramente habrían cometido
algún tipo de error"
"Ah" murmuró Michael. "Bueno, si las cosas se ponen muy mal, puedes revelar ese
dato, yo me bajaré los pantalones, y Kerry puede venir a ser la nueva republicana de la
familia"
Angie se detuvo un momento, y luego se echó a reír. Mike se unió a ella, aliviando
algo de la tensión de la situación.
"¿Qué es tan gracioso?", les interrumpió Kerry cuando se detuvo en el umbral.
"No preguntes" Angie se apoyó en los codos. "Simplemente estábamos comparando
escándalos. ¿Qué estáis haciendo?"
Kerry y Dar entraron en la habitación. Kerry se sentó en la silla lateral de madera, y
Dar simplemente se sentó en la alfombra, extendiendo sus largas piernas y cruzando los
tobillos.
"Estaba enseñando todo esto a Dar. No tuvimos la oportunidad de ver la casa la última
vez que estuvimos aquí. ¿En qué escandalo te metiste ahora, Michael?"
"Tengo un tatuaje", admitió el joven.
Dar lanzó un bufido y cruzó los brazos sobre el pecho. Kerry sólo entornó los ojos.
"Oh Dios, no me lo puedo creer. ¿Estabas borracho?"
"Tal vez no lo estaba", replicó Mike con tono herido. "A lo mejor, simplemente era
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algo que decidí hacer"
Kerry lo miró con la cabeza ladeada, luego sonrió.
"Pero no así, Mikey. Eres la persona más cobarde que conozco cuando se trata de
enfrentarse al dolor. Así que seguro te lo hiciste o estando borracho o inconsciente"
Mike frunció el ceño, luego le sacó la lengua.
"Sólo estás celosa porque no tienes uno"
Los ojos verdes de su hermana brillaron.
"¿Cómo sabes que no? No nos hemos visto todo en mucho tiempo"
Mike miró a Angie, que le devolvió la mirada. Después ambos hermanos miraron
con incertidumbre a su hermana mayor.
"Yo tengo uno" Vino Dar a su rescate. "Y a vuestra hermana le encanta" Kerry se
ruborizó, haciendo que sus cejas rubias destacaran vívidamente. Todo el mundo se rio
entre dientes, y Dar pudo ver a su amante perdiendo la compostura.
"Deja de hacer eso" Se cubrió la cara con una mano. "Dar, eres tan mala"
"Bueno, no lo creo", respondió con total naturalidad.
"¿Quieres ver el mío?" Mike preguntó para distraer a todo el mundo.
"No" respondió Dar. "Puedo adivinar dónde lo tienes, y ver esa imagen no entra en
mis planes"
Angie echó a reír, sosteniendo su estómago mientras rodaba más. Kerry se unió
señalando a su hermano.
"Ella tiene razón, ¿verdad?"
Michael sacó la lengua otra vez.
"No. Está claro que si pensáis eso es que no sois más que unas crías"
Entonces Dar se acercó, deslizó el cuello de la camisa y miró por el interior. Luego
asintió.
"Culpable"
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Ahora la risa se volvió un poco mareada, la diversión de mezcla entre alivio y un
pequeño toque de amargura. Finalmente agotada, Kerry se secó los ojos con la manga y
miró a sus hermanos.
"Siento lo de antes. Haber perdido los nervios", dijo. "Sé que estáis haciendo lo
posible para tratar de mantener las cosas bajo control"
"Está bien." Angie rodó sobre su costado. "Después de que te fueras, ambos lo
hicimos también. Ya hemos tenido suficiente de toda la basura política, y sólo queremos
tenerte de nuevo en nuestras vidas"
Aquellas palabras la cogieron por sorpresa, por lo que los estudió, totalmente aturdida
durante unos segundos. Finalmente soltó un suspiro y apoyó los codos en las rodillas.
"A mí también me gustaría. Nunca quise haceros daño a ninguno de los dos"
Angie se levantó y se acercó a su hermana. Dar simplemente se quedó mirándolas.
"Kerry, lo sabemos. Si hiciste algo fue ayudarnos a darnos cuenta que había otra
forma de vivir nuestras propias vidas” Deslizó una mano sobre el brazo de su hermana.
"Siempre has sido nuestra líder"
"Sí" Mike se unió a ellas. "Te queremos"
Dar sonrió desde donde estaba sentada sobre la alfombra. Estaba encantada de ver
cómo los tres hermanos finalmente habían podido ser capaces de olvidar el pasado y
reconciliarse. Ahora podía ver la expresión de felicidad en la cara de su amante. Ella
estaba contenta; ahora que Kerry había cambiado de opinión, y estaba en buena sintonía
con sus hermanos, aunque si no lo hubiera hecho, habría apoyado su decisión. Tenía que
reconocer que se alegraba de esta decisión. Esto era mejor, y Kerry lo necesitaba.
Ahora, si tan sólo pudiera encontrar la forma de evitar que el resto de la familia Stuart
lo arruinara….
Nada más salir todos juntos del ático, Mike abrió una puerta discreta situada en una
pequeña alcoba, y caminaron hasta las gruesas escaleras de madera.
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Dar escuchó la puerta cerrarse detrás de ella y suspiró moviendo sus hombros
nerviosamente antes de seguir a Kerry. La escalera era muy angosta y sus hombros apenas
cabían en el espacio. Tal proximidad la hacía sentirse incómoda. Sospechó que Kerry se
había dado cuenta, ya que a mitad de camino la cogió de la mano ofreciéndole la
comodidad de sus dedos, entrelazándolos con los de Dar.
Lo agradeció porque el techo era muy bajo, demasiado cerca de su cabeza, y por el
momento no parecía mejorar. Después de avanzar unos metros, el espacio parecía más
abierto, por lo que pudo relajarse un poco.
Finalmente acabaron en una gran habitación, donde había baúles cubriendo tres de
las cuatro paredes, y un montón de ropa de cama pulcramente empaquetada y demás
ropas. Había dos viejas mecedoras, pacíficamente colocadas en una esquina, y
contenedores de diversos elementos desconocidos esparcidos por aquí y por allá. No tenía
idea de por qué Kerry había querido ir allí, especialmente después haber andado entre una
leve nube de polvo, que le había provocado más de un estornudo, pero estaba dispuesta a
ir con ella, donde le llevara.
"Las guardé aquí" Mike arrastró uno de los baúles más grandes hacia el centro de la
habitación y se arrodilló junto a él. Marcó la combinación de bloqueo y lo abrió. "Todas
las cosas de Kerry que Angie y yo pudimos encontrar antes de que ellos las tiraran"
Ah. Dar se animó, y se deslizó en torno a su amante para mirar en el interior del baúl.
"¿Qué tenemos aquí?"
"Hm. Buena pregunta" Kerry se acercó para arrodillarse junto a ella.
Dar sacó un par de pijamas muy gastados de footy con una cola de algodón raído en
la espalda. Sonrió a Kerry que estaba haciendo una mueca al verlos. Sacó su teléfono
móvil y tecleó en la memoria.
"¿FedEx? Sí, me gustaría solicitar un envío"
"Oh, Dios mío." Kerry cubrió sus ojos. "¡Pero si habéis guardado todas mis cosas!"
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Angie soltó una risita.
"¿Sabes una cosa? Valió la pena sólo por ver tu cara ahora mismo"
"Dar, dame eso" Esta mostró los trapos delante de ella, pero los levantó para que
quedaran fuera de su alcance. "¡Dar!"
"Shh" Terminó de dar la dirección a la operadora, a continuación cortó la
comunicación. "Estos son... um", bajó el pijama a nivel de los ojos, "cuco". Examinó la
cola esponjosa en la parte posterior. "¿Crees que podrías usarlos de nuevo?"
"Augh". Kerry se lanzó y le arrebató sus viejas cosas de las manos. "No he usado
esos desde que tenía seis años, gracias" Metió la ropa bajo el brazo para su custodia. A
continuación, cautelosamente, exploró la parte superior del baúl. "Oh Dios, Angie..."
Sacó un álbum de fotos. "Me preguntaba dónde estaría"
Dar se sentó al lado de Kerry y miró el libro con interés. Estaba encuadernado en
cuero arrugado y antiguo. Kerry abrió la tapa. Angie y Mike también se acercaron más, y
se sentaron con las piernas cruzadas sobre el suelo a su lado.
"Oo". Dar tocó con un dedo una de las páginas. "Me gusta esa"
"Dar" Kerry tuvo que sofocar una risita. "¡Pero si parezco un oso de peluche!" Miró
a su yo niña desnuda, tumbada sobre una tela difusa, mirando a la cámara, con una mirada
de asombro. "¿Puedes creer que era yo?"
Dar examinó la imagen.
"Por supuesto. Puedo ver partes de ti que no han cambiado mucho” Kerry le cubrió
la cola con la mano, mientras Angie y Michael empezaron a cacarear.
"¡Estás muerta!", dijo Kerry. "Sólo tienes que esperar, Paladar. ¡Te voy a... yow!"
Retiró su mano al notar los dientes y lengua de su amante explorando su mano. "¡Y deja
de hacer eso!" Le agarró de la lengua y tiró.
Angie casi se golpea mientras rodaba por el suelo sin poder aguantar la risa.
"Oh, Dios mío", exclamó. "Estáis locas"
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Dar recuperó la compostura y sonrió a su amante mirándola fijamente a los ojos,
pudiendo observar la esperada pequeña arruga por encima del puente de la nariz, y la
débil sonrisa que significaba que su amante no estaba realmente molesta con ella, como
daba entender.
¿Qué le pasaba hoy a Dar? Kerry se preguntó en silencio. El ser tan demostrativo,
en la compañía de otros, definitivamente no era normal; ya que por lo general Dar era
mucho más reservada. En ocasiones, solía ponerle una mano en la espalda o algún tipo de
leve contacto, pero nunca disfrutaba de esta clase de payasadas personales en público
como estaba haciendo esta mañana. Así que, suponía, había alguna razón. La conocía
demasiado para saberlo. En muy, muy raras ocasiones Dar cambiaba su patrón de
comportamiento.
Miró a sus hermanos, que estaban mucho más relajados, y a Dar bromeando con el
resto de las fotografías del álbum, atreviéndose incluso a adivinar cuál de ellos era en
cada una de las fotografías.
En ese momento se dio cuenta. Aceptación. Por eso, era por lo que Dar estaba
actuando de esa forma, porque sabía que Kerry se sentiría mejor si gustaba a su familia y
la aceptaban. Así que Angie y Mike estaban consiguiendo sacar al exterior ese lindo y
travieso lado de su amante que muy pocas personas conocían.
Se sintió conmovida. Le acarició ligeramente la parte posterior del cuello y sonrió a
aquellos inquisitivos ojos azul pálido que le devolvieron la mirada.
"Gracias", musitó.
Dar le guiñó un ojo y volvió a estudiar las fotografías.
"Hey, aquí estás en un pony"
"Oh, sí". Asintió con la cabeza, inclinándose sobre el libro. "Tímpano". Deslizó un
dedo sobre la foto. "!Qué cabrón era!"
"¿Recuerdas cuando Mike le mordió?", Dijo Angie. "Vaya genio. Nunca había visto
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reaccionar así a un caballo"
"Pony. Tal vez él tenía algún complejo de caballo enano", agregó Dar con cara seria.
Los otros se rieron y Kerry le dio un codazo indignada.
"Algunos de nuestros amigos en el sur, tenían algunos caballos, y es verdad que
Tímpano era el más bajo de todos ellos"
Angie se relajó en su lado.
"Dar, ¿sabes montar?"
"Por supuesto" Asintió. "Cuando era pequeña solía ir de campamentos, y allí
solíamos ocuparnos del cuidado de tres o cuatro de ellos. Ya sabes, cepillarlos, limpiarlos,
darles de comer, montarlos, ese tipo de cosas. También aprendimos a hacer muchas otras
cosas, tipo supervivencia, hacer nuestro propio refugio, etc."
Mike la miró totalmente sorprendido.
"¿En serio?"
"Realmente"
"¿Como si fuerais de caza o algo así?", fue el turno de Angie de preguntar.
"Sí. Y no se me daba nada mal. Por supuesto, ahora que he aprendido a hacer la
compra en el supermercado, de poco me sirven todos esos conocimientos"
Todos se rieron.
"Sí". Kerry le acarició el pelo. "Dar y yo coincidimos en que el único camping en el
que vamos a estar tiene que tener aire acondicionado"
"Con una conexión de satélite", añadió Dar. "Lo que me recuerda que la empresa del
sab llamó antes de que nos fuéramos. El sistema de la cabaña está en marcha"
"¿Cabaña?", pregunto Angie.
Kerry les habló de la cabaña.
"Es un pequeño lugar en los Cayos. Está bastante deteriorado pero Dar lo ha estado
arreglando los fines de semana. Es bonito. Y muy tranquilo. Podemos sacar el barco a un
154
muelle cercano, y está convirtiéndose en algo muy acogedor"
"Wow" Suspiró Angie. "Eso suena bien. Richard estaba hablando acerca de buscar
un lugar por el lago para llevar a los niños, pero...", negó con la cabeza. "No lo sé"
"La parte más difícil fue conseguir un permiso especial allí" Dar dijo. "La compañía
de teléfonos se ha estado retrasando demasiado, pero finalmente lo logramos" Hizo una
pausa. "Deberíais venir para la inauguración"
La escalera crujió, justo en el momento en que se abría la puerta, dejando a la vista a
Cynthia Stuart.
"Dios mío, aquí hay demasiado polvo. Tendré que hablar con el personal" Continuó
acercándose con cuidado sobre el suelo de madera. "¿Qué está pasando aquí?"
Kerry señaló el álbum.
"Sólo estaba mostrando a Dar algunas de mis fotos de cuando era pequeña"
"¿Cómo terminó todo esto aquí?", preguntó asombrada.
"Lo guardamos aquí", intervino Angie, "antes de que papá lo quemara"
Se hizo un incómodo silencio.
"Ya veo" Suspiró. "Pensé que se había deshecho de todas las cosas. Tuvimos una
terrible pelea por eso." Recordó el triste momento moviendo la cabeza. "De todos modos
Kerry, te estaba buscando. Le pedí a Juan que llevara arriba tus cosas y las de Dar" Hizo
una pausa, respiró hondo, y continuó: "pensé que te gustaría la habitación verde, tal vez"
Kerry abrió la boca para declinar la oferta, pero se detuvo, al darse cuenta del
esfuerzo que estaba haciendo su madre.
"Um... eso estaría bien, seguro. Espera" Kerry pasó una mano por el costado de Dar
metiendo las manos en el bolsillo delantero, y sacó las llaves del coche. "Aquí. Nuestras
bolsas están en el maletero”
"Excelente" Cynthia había recuperado la compostura, y cogido las llaves. "Bueno,
tal vez todos podamos juntarnos para el almuerzo. El reverendo estará aquí, y otros
155
familiares han pedido venir temprano"
"Por supuesto" Asintió Angie. "Suena muy bien"
"Está bien", coincidió Mike.
Cynthia les dio a todos una leve inclinación de cabeza y salió cerrando la puerta
detrás de ella.
Los tres hermanos se miraron el uno al otro.
"Hijo de puta"
Kerry soltó un bufido.
"¿Puedes creer eso?"
"No" Su hermana negó con la cabeza. "De ninguna manera, no eh, no en esta tierra.
¿Qué medicamentos están dando a nuestra madre?"
"Wowza", susurró Mike. "¿Sabías algo de esto?"
Dar suavemente se aclaró la garganta.
"Creo que me estoy perdiendo algo aquí. ¿Alguien me lo puede explicar?"
Mike se arrastró más cerca.
"Os ha puesto en la habitación verde"
"Tengo tíos y tías que nunca llegaron a eso" Angie añadió. "Desde hace años"
Dar miró a Kerry.
"¿Y?" preguntó intrigada, levantando las cejas.
Kerry realmente sonrió.
"Tiene una sola cama. Es la habitación donde suelen alojarse los miembros de honor
muy casados de nuestra familia, cuando vienen de visita". Aún sentía una sensación de
sorpresa y asombro. "No tienes idea del peso de la decisión que ha tomado"
Dar absorbió la inesperada noticia a la vez que muy gratificante.
"¿Eso significa que tendremos que salir a regalarle una tostadora?"
Kerry se echó a reír, dejándose perder por la maravillosa sensación del momento. Su
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mundo familiar, patas arriba, empezaba a tener algo de sentido. Pensó que al parecer
podrían ir poco a poco arreglándose las cosas.
"Sí. Creo que sí" Reflexionó sobre la idea de esta nueva situación, luego negó con la
cabeza. "Hey, ¿quieres ir a dar un rápido paseo fuera antes del almuerzo? Podría mostrarte
el árbol contra el que me di un cabezazo"
"Por supuesto" A Dar le alegró una razón para salir de aquel calor seco, aunque fuera
a salir al frío y húmedo exterior. "Lo golpearé por ser tan grosero contigo"
Kerry cerró el álbum y le tendió la mano.
"Acepto."
Miró a sus hermanos.
"¿Venís también?"
"Por supuesto" Angie y Michael se levantaron.
"Adelante hermanita", agregó Angie, "estamos justo detrás de ti"
Capítulo Ocho
El tiempo se portó como solía ser allí todos los inviernos. La nieve llegó con más
fuerza, casi como una tormenta de nieve, y Dar se encontró en la infame "habitación
verde" mirando por la ventana hacia una niebla blanca de aspecto extraño que le resultaba
difícil de comprender. Nunca había visto nada semejante. Aquello parecía casi…
espeluznante.
Se dio la vuelta cuando Kerry entró y cerró la puerta detrás de ella. Le sonrió mientras
se acercaba a ella junto a la ventana.
"Hola"
Kerry no respondió. Deslizó sus brazos alrededor del cuerpo de Dar, y se acurrucó
cerca, apoyando su cabeza sobre el hombro de la morena, soltando un pequeño gruñido
de satisfacción.
"¿Podemos sentarnos un minuto?, porque realmente me gustaría hablar contigo.
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Tengo algo que quiero decirte, y no quiero esperar"
Dar parpadeó alarmada.
"Por supuesto" Miró alrededor y señaló un banco acolchado. "¿Te parece bien si nos
sentamos ahí?" Se dirigieron al banco y se sentaron. "¿Qué pasa?"
Kerry la miró muy seria durante unos segundos. A continuación le acarició la mejilla
con la mano. Los ojos azules se abrieron un poco en reacción.
"Hoy me esperaba lo peor", dijo en voz muy baja.
"Yo también" Se quedó quieta. "Estoy contenta de que las cosas hayan salido mejor.
Sé lo mucho que tu familia significa para ti, Kerry". Sus ojos bajaron un poco. "Y sé lo
que se siente cuando no se tiene una"
Kerry inclinó la barbilla de su amante para quedar ambas a la misma altura para que
sus ojos se encontraran de nuevo.
"¿Sabes cuál ha sido la parte más maravillosa de hoy?"
"¿Ver tus fotos de niña?"
"No" Kerry sonrió. "Ver cómo te abrías a mi familia porque sabías que me haría
feliz"
Se sonrojó un poco.
"Ah. Pensé que podría ser un poco sutil"
"Mm hm" Kerry la besó. "¡Dios, cuánto te quiero!"
Dar se relajó, olvidando la tensión de sus hombros y torso. Inclinó la cabeza para
devolver el beso. La mano de Kerry se movió de la mejilla para enroscarse alrededor de
su cuello, tirando de ella más cerca para alargar el momento sensual. Después se
separaron ligeramente y se miraron a los ojos.
"Pensé que tal vez estarías un poco molesta conmigo por burlarme así de ti. Quizá
me pasé un poco con las tonterías" Le acarició la nariz sin despegar los ojos de ella.
"Aunque esas fotos eran adorables"
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"Gracias" Volvió a besarla, mientras cerraba los ojos. Aquello no requería visión.
"Personalmente, creo que era una niña torpe y gordita, pero quieres pensar que era
adorable", exploró más allá con sus labios, "¿Quién soy yo para discutir?"
"Eras preciosa entonces", le acarició el pelo de la frente llevándolo fuera de la cara,
“y sin duda lo sigues siendo ahora” Kerry sonrió, obviamente encantada, luego se rio en
voz baja. "Lo siento, me doy cuenta de lo irónica de la situación"
"¿Qué?" Le acarició los labios.
"De dónde soy, por qué estoy aquí, con quién estoy"
Kerry capturó un dedo entre sus dientes, y exploró la superficie ligeramente estriada
con una lengua sensible.
"Hey". Soltó el dedo y la miró. "¿Cómo está tu brazo?"
Flexionó el hombro con mucho cuidado.
"Sniff. Duele un poco"
En realidad la estaba matando. Incluso los medicamentos no estaban ayudando
mucho. Estaba empezando a preocuparse de si realmente la lesión era más grave de lo
que pensaba.
"Seguramente sea por este tiempo" Le ofreció una mano. "Todavía está nevando. Ven
y durmamos. Te voy a poner un poco de la crema analgésica que el doctor te dio"
Ante aquella oferta, Dar se quedó sin argumentos, por lo que se dejó llevar por su
amante hacia la cama, dejándose caer sobre la misma.
Era una buena cama a fin de cuentas, con un majestuoso dosel, sobre una alfombra
verde que ocupaba prácticamente toda la habitación. Las cortinas en la ventana, también
eran de color verde, un tono ligeramente más oscuro, y los muebles de roble blanqueado,
proporcionando una agradable sensación de ligereza en la habitación.
Kerry fue al diván donde estaban sus maletas y buscó en su interior hasta encontrar
la crema.
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"Es demasiado nivel para ti, ¿verdad?", comentó intentando romper el silencio.
"Sí. No creo haber visto nada igual en mi vida" Hizo una pausa. "¿Cuánto tiempo
puede seguir así?"
Ah. Buena pregunta. Se sentó al lado de Dar.
"Bueno, he oído decir que el personal estará aquí para la cena, así que eso es bueno"
Le desabrochó la camisa, y continuó con los pantalones de pana.
"No creo que los moretones estén tan abajo", comentó Dar.
"Lo sé", dijo en serio, mientras tiraba de ellos. "Me gusta verte sin ropa" Observó el
poderoso movimiento de los músculos de Dar mientras ésta se reía en silencio. "Hey, no
estoy mintiendo" Se sobresaltó un poco cuando el móvil de Dar sonó. Lo cogió y se lo
dio. "Aquí"
Dar contestó.
"¿Sí?"
"¿Ms. Roberts?, llamo desde la central de operaciones", respondió la voz.
Uh oh.
"¿Sí?" Dar repitió pronunciando la palabra "operaciones" a Kerry que hizo una mueca
a modo de respuesta, luego miró a su alrededor buscando su propio móvil.
"Siento molestarla señora, pero tenemos un gran problema y no podemos localizar a
la Srta. Stuart"
Desvió la mirada hacia Kerry que había encontrado su móvil, viendo que lo había
tenido desconectado. Entonces puso los ojos, dándose una bofetada en la frente, y lo
encendió. El dispositivo de inmediato sonó cuando varios mensajes almacenados fueron
llegando.
Dar reprimió una sonrisa, y luego se puso seria para continuar atendiendo la llamada.
"Ella está atendiendo una emergencia familiar. Le dije que apagara su móvil. ¿Cuál
es el problema?"
160
"Oh, lo siento", dijo el operador. "Hay un enorme sistema de tormentas repasando el
Medio Oeste"
Dar se asomó a la ventana.
"¿En serio?"
"Sí señora. Están teniendo cortes masivos de energía en Chicago"
"¿Otra vez?" Murmuró. "Hm. Entonces, ¿cómo nos afecta eso?" Un pensamiento le
vino a la cabeza. "Oh Jesús, ¿no me digas que el procesamiento central se ha vuelto a
caer?"
Un suspiro precedió a la respuesta.
"Sí señora"
"Mierda. Dame una lista de contactos"
Kerry se había acercado a Dar, y le estaba extendiendo suavemente parte de la crema
por encima del hombro mientras escuchaba la conversación.
El Centro de Midway había sido la manzana de la discordia durante los últimos meses
ya que, como Dar señaló, sin el respaldo de las instalaciones y los sistemas de UPS, el
sistema había fallado al menos dos veces.
Tan cerca de la Navidad, con un gran promedio de compras con tarjeta de crédito,
tener el sistema caído era algo malo, muy malo.
"¿El sistema está abajo otra vez?", preguntó en voz baja mientras extendía la pomada
sobre el hombro de Dar y le masajeaba los músculos.
"Sí. Estúpidos bastardos. Voy a tener al maldito Dick Stark para el almuerzo"
"Ey" Kerry hizo una mueca, y luego la sostuvo por una razón diferente. "Dar, esto
está muy magullado" Tocó con suavidad la piel justo por encima del pecho izquierdo.
"Lo sé. Me duele como el infierno", dijo. "Sí, está bien, ¿tienes una pluma?" Habló
en el teléfono, centrando su atención lejos de aquellos ojos muy verdes, que la estudiaban
cuestionándola. "Sí, bien. ¿Ya se han empezado a recibir llamadas histéricas de los
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bancos?" Kerry le puso la camisa sobre la espalda y le cubrió el brazo dañado. Luego se
puso de pie y se dirigió hacia el pequeño escritorio, alcanzando el ordenador portátil y
encendiéndolo. Ella podía, lo sabía, legítimamente tomar el teléfono de Dar y hacer lo
que su amante estaba haciendo. Realmente era su trabajo, su responsabilidad después de
todo, y si no hubiera sido tan tonta como para apagar su teléfono habría recibido ella la
llamada y no su jefa. Pero también sabía que si en Chicago el clima era tan malo como
allí, conseguir un equipo de reparación para arreglar el SAI no se iba a lograr con su
delicadeza. Iba a tener que comportarse como una bruta perra, cortar cabezas, y cuando
se trataba de eso era la primera en admitir que era una amateur en comparación con su
amante. Había dejado que Dar se encargara de ello mientras ella trataba de conectarse al
sistema para ver lo que podía hacer a distancia. "No me vengas con eso" Dar elevó la voz
con un ladrido familiar. "¡Que acerque su culo al teléfono ahora mismo o va a estar
pagando multas por esto durante los próximos veinte años!"
Hm. Kerry miró a su amante que estaba todavía recostada en la cama. Se acercó a
ella, por el otro lado y se sentó junto a ella con el ordenador apoyado en las rodillas. Un
suave golpe en la puerta le hizo mirar hacia arriba.
"¿Sí?"
Se abrió la puerta y la cabeza de Angie se asomó dentro.
"Hey" Kerry hizo un gesto con la cabeza. "Vamos entra"
Su hermana se acercó tranquilamente y se sentó al lado de la cama.
"¿Qué estáis haciendo?" Le susurró.
Dar levantó de nuevo la voz.
"¡Dile a ese hijo de puta que voy a enviar a los de FedEx a recoger los testículos si
no se pone al teléfono!"
Los ojos de Angie se abrieron como platos.
"Tranquila Dar", dijo Kerry con voz suave. Logró conectar su ordenador a la red.
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Varias alertas aparecieron arriba en su pantalla como comadrejas rabiosas. "Está bien,
está bien, ya lo veo" Pulsó varias teclas y levantó la mirada para ver a su hermana. "Se
nos acaba el mundo"
La frente de Angie se arrugó.
"¿Aquí mismo, desde la habitación verde?"
Miró hacia la pantalla con sorprendente intensidad. Esto era nuevo. Nunca había visto
a Kerry hacer lo que fuera que estaba haciendo mientras escuchaba sorprendida a una Dar
muy enfadada gritar a la gente por teléfono, como si fuera una película de mafiosos.
Verlas trabajar era algo de lo más sorprendente e interesante, a pesar de que no tenía idea
de lo que ninguna de las dos estaba haciendo.
"Mira..." Dar se incorporó, sentándose y llevándose el teléfono a la otra oreja. Aquel
movimiento fue un terrible error ya que se quedó inmóvil a mitad del movimiento,
ahogando un grito y mordiéndose la lengua reprimiendo el fuerte dolor que le llegaba
desde su hombro.
"Dar" Kerry alejó su portátil, se giró y la ayudó a tumbarse de nuevo sobre la cama.
La cara de la morena se había vuelto pálida y el azul de sus ojos parpadeaba rápidamente
intentado reprimir los espasmos de dolor que estaba sufriendo. "Tranquila" Kerry le cogió
el teléfono de su mano y lo puso a su oído. "¿Hola, quién es?" Esperó la respuesta. "Eso
está bien. Escucha. Mi nombre es Kerrison Stuart. Conozco a más personas en el
Congreso que las células cerebrales que puedas tener. Si no quieres que se presenten a las
seis de la mañana en tu puerta vas a hacer lo que la señora Roberts te estaba pidiendo que
hicieras; y no, no digas una palabra" Hizo una pausa. "¿Me entiendes?" El sonido de
pánico le llegó claramente. "Bien. Si me necesitas que te despejemos la nieve de tu
camino, sólo dilo" Esperó su respuesta. "¿No? Bueno. Estaremos esperando al reparador.
Adiós". Colgó de golpe el teléfono cerrado y lo arrojó al otro lado del cuarto que rebotó
contra la pared.
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"!Jesús!"
Se volvió y vio a su hermana mirándola con las manos cubriendo su boca.
"¿Qué?" Entonces desvió la mirada hacia donde Dar estaba tranquilamente acostada
con las manos cruzadas sobre el vientre, estudiándola con una mirada de diversión
mezclada con orgullo. "¿Qué" Se sentía frustrada. "¡Necesitas un médico!"
"Kerry", le puso una mano en el muslo. "¿Estás bien?"
"No" Frunció el ceño. "Dar, estoy muy preocupada por tu brazo, y yo... “Hizo una
mueca y se frotó las sienes. "Mierda" Los fuertes dolores en las sienes estaban haciendo
que su estómago se revolviera. Contuvo el aliento ante una ola de mareo, siendo
consciente de que Dar la estaba sujetando. "¡Maldita sea!".
Angie se inclinó hacia delante.
"Ker, ¿estás bien?"
Ésta suspiró tratando de liberar la ira que la había invadido inesperadamente. Tomó
unas cuantas respiraciones profundas, haciendo que su mareo se desvaneciera junto con
la tensión que recorría la línea de su frente.
"Sí". Se aclaró la garganta un poco. "Estoy bien... sólo un poco molesta"
Dar le acarició la parte interior de su muñeca.
"¿Estás segura?"
Kerry la miró, viendo la preocupación sincera en sus ojos.
"Sí. Sólo estoy preocupada por ti, y frustrada" Lo pensó durante un momento. "Y
creo que he exagerado un poco al teléfono" Miró a su amante de forma irónica. "Lo
siento"
"Está bien" Le apretó suavemente la pierna. "A veces es necesario que sepan quién
manda, y lo que tienen que hacer. Y con este tiempo no podremos ir a ninguna parte, a
menos que alguno de tus invitados sea un cirujano ortopédico. Así que tendremos que
esperar a que volvamos a casa"
164
Kerry frunció el ceño.
Angie se aclaró la garganta.
"Si no te importa que te pregunte, ¿qué pasó exactamente?"
Dar y Kerry intercambiaron miradas.
"Es complicado", Kerry finalmente respondió cuando la tensión que se había
apoderado de ella decayó poco a poco. Volvió a llevarse su portátil en su regazo y lo miró.
"¿Qué estaba haciendo?"
"Búsqueda de rutas alternativas para el oeste y el sur para el flujo de datos", respondió
Dar. "Intenta en Atlanta y Kansas City. Ellos deben ser capaces de manejar el tráfico
adicional. Creo que puse suficiente espacio allí"
"Sí" murmuró Kerry, tomando una respiración profunda y liberadora.
"Er... me refería al brazo de Dar", dijo Angie con delicadeza. "No es que lo que estás
haciendo no sea interesante, pero la verdad es que no entiendo nada de ordenadores"
Dar miró a su amante que seguía trabajando en el ordenador.
"Yo... um..." Explicar todo el tema de la base naval era demasiado para ella en ese
momento. "Me golpearon en la espalda con un bate de beisbol"
"Oh" murmuró Angie. "Wow, eso debió de doler".
"Sí, lo hizo"
"Y luego lo empeoró ayudándome la otra noche", intervino Kerry, con los ojos fijos
en la pantalla. "Así que hay un cierto grado de culpa personal pasando por aquí". Golpeó
unas cuantas teclas más. "Maldita sea"
Angie y Dar se miraron.
"¿Sabes lo que pienso?"
"¿Qué?", preguntó Kerry con irritación.
"Creo que necesitas una siesta" Se acercó a su hermana y le dio una almohada.
“Necesitas relajarte" Salió de la habitación y cerró la puerta.
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Dar mantenía los ojos cerrados mientras yacía en silencio esperando una llamada. La
habitación estaba oscura y silenciosa. La nieve seguía cayendo fuera, y Kerry estaba
acurrucada, a su lado, con la cabeza apoyada en el estómago de Dar, profundamente
dormida.
Cogió un mechón de cabello de Kerry, y se preguntó si Kerry estaba la mitad de
preocupada por ella, de lo que ella estaba por Kerry. Casi había podido sentir cómo se
había roto por dentro, y esperaba que el renovado calor de su familia la ayudara a sanar.
Si no, se la llevaría a casa y le daría todo el apoyo y amor que necesitara.
Una vez que habían podido solucionar algunos problemas, tanto como se podía
arreglar un equipo roto, la había convencido para que se tomara alguna píldora para que
le quitara los dolores de cabeza, provocados con toda seguridad por el estrés que estaba
sufriendo.
El móvil vibró con suavidad.
"¿Si?" Murmuró.
"Dar, soy Mark" El gerente de MIS parecía molesto. "Escucha, tenemos un problema
real"
Una de las cejas de Dar levantó irónicamente.
"¿Otro?"
"Un tipo del gobierno está aquí. Ha venido exigiendo que le de toda la información
que tomamos de la base de la Marina"
Otra ceja se alzó.
"¿En serio? Déjame hablar con él" Casi podía ver la expresión satisfecha en el rostro
del hombre, cuando Mark le pasó el teléfono. "¿Con quién hablo?" Arrastró las palabras
en voz baja.
"Mi nombre es John Bradley," respondió una voz. "Represento al Comité de
Apropiaciones Militares, Sra. Roberts. Le aseguro que tengo una orden de todo ello.
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Necesito que su personal me entregue toda la información que necesito"
"Ellos no lo tienen" Dar le dijo, disfrutando del momento de silencio atónito.
"Ms. Roberts, esto no es una broma. Tengo una orden judicial"
"No es ni remotamente divertido. Pero el hecho es que la información no está allí, Sr.
Bradley", le respondió.
"¿Le importaría decirme dónde está?" Hubo un breve silencio en la línea. "Podemos
buscarla"
"Adelante" Dar se rio en voz baja. "Pero estar preparados para una demanda. Puede
dejar una copia de esa orden judicial en nuestro departamento legal mientras usted está
allí"
"Sra. Roberts, esta petición viene de algunas personas muy importantes", advirtió
Bradley. "Si realmente no desea darme esa información, ¿qué hará? Si me obliga lo haré
público. ¡Tenga por seguro que lo haré!"
Ouch.
"Usted está ladrando al árbol equivocado", dijo Dar
"¿Sí? Ya veremos" Hubo un clic.
Dar suspiró.
"Idiota", murmuró. Durante unos minutos se quedó quieta, escuchando la lenta
respiración de Kerry. Luego cogió el teléfono y buscó en su libreta de direcciones, para
seleccionar una y hacer la llamada.
El teléfono sonó tres veces antes de ser respondido por la voz de una joven mujer.
"Quisiera hablar con el general Easton, por favor", dijo en voz baja. "Soy Dar
Roberts" Esperó pacientemente con una mano enredada en el pelo de Kerry mientras
escuchaba la música en espera. Finalmente, después de unos pocos minutos, la línea hizo
clic y se oyó el débil sonido de alguien limpiando su garganta antes de hablar. "¿Gerry?"
La voz se calmó y pudo oír una exhalación.
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"Bueno, hola Dar" La voz de Easton sonaba cautelosa, pero también un poco
sorprendido y esperanzador. Dar había usado su nombre de pila por una razón.
"Alastair me dijo que teníamos un trato"
Easton se aclaró la garganta otra vez.
"¿Por qué?, sí, sí... Oye, Dar", suspiró "Sé lo malditamente malo que es esto"
Una leve sonrisa apareció en el rostro de Dar.
"Y yo sé cómo te sientes acerca de ello"
Otro suspiro se hizo audible.
"Es tan malditamente duro. Sabes lo que siento por ti"
"Nos conocemos desde hace mucho tiempo", dijo. "No quiero mezclar cosas"
"¿Crees que no lo sé?", Dijo Easton. "Maldita sea, Dar"
Guardó silencio por un momento.
"Si tenemos un trato, entonces, ¿por qué un gorila tuyo nos ha hecho hoy una visita
en nuestras oficinas? No entiendo esta desconfianza"
Durante un largo instante, hubo un silencio de muerte en el otro extremo de la línea.
"¿Qué?" Easton finalmente farfulló. "¿La visita de quién?"
"Un tipo llamado Bradley de no sé qué comité ha estado hoy en mi ofician con una
orden judicial pidiendo la información", respondió con calma. "¿Por qué, Gerry?”
"Errr..." Easton casi estornudó. "¡No he enviado a ningún maldito marine a Miami
hoy!", se removió en su silla. "¿De qué diablos estás hablando?"
Dar miró fijamente su teléfono con una docena de pensamientos corriendo a través
de su cabeza.
"¿No lo hiciste?"
"Por supuesto que no"
"Hablé personalmente con él. Me dijo que tenía un orden judicial" Su mente
reprodujo la conversación. "Quería el núcleo... Espera un minuto. ¿Cómo demonios sabía
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que lo teníamos?"
"¿Se lo diste?"
"No" respondió. "No está ahí. Gerry, ¿estás seguro de que no les pediste que enviaran
a nadie? No...", empezó a acelerarse su corazón. "Olvídate de la compañía, necesito
saberlo"
"Paladar, te juro que no lo hice", dijo Easton serio.
"Entonces, de donde sacó..." se detuvo. "Huh". ¿Alguien podría haber descubierto
dónde lo había escondido su padre? Cualquier cosa era posible, aunque sabía lo cuidadoso
que siempre era su padre. Oh bien. Una simple llamada telefónica puede verificar eso.
"Dar... ¿esto significa que alguien más a parte de nosotros lo sabe?" Easton preguntó
de pronto, bruscamente. "John Bradley, ¿verdad?"
"Te llamaré más tarde" Colgó y de inmediato llamó a su padre. Sonó cuatro veces y
luego se fue al buzón de voz. "Maldita sea". Colgó el teléfono pensando en el siguiente
movimiento a hacer.
"¿Dar?" Sonó la voz de Kerry todavía adormilada. "¿Qué pasa?"
Dar miró hacia abajo, a los ojos verdes medio abiertos que la observaban preocupada.
"¿Hm?" Se dio cuenta que la había despertado. "¿Cómo está tu cabeza?"
"Mejor" Permaneció donde estaba con una mano acariciando los brazos cruzados
sobre el vientre de Dar. "Esa píldora era fuerte. Deberías haberme advertido" Cerró los
ojos por un momento y luego volvió a abrirlos. "No has respondido a mi pregunta"
¿Debo hacerlo? No quería añadir más estrés, al que su amante llevaba arrastrando
en sus hombros, pero se resistía a mentirle.
"Alguien por parte del gobierno, o eso dice, se presentó en busca de la información
en la oficina. Pensé que lo habría enviado Gerry, pero..."
Kerry absorbió la información.
"Maldita sea. Pensé que te habías llevado todo el núcleo de información fuera del
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edificio"
"Lo hice", dijo Dar. "Papá lo guardó"
Kerry se encogió de hombros.
"Entonces todo está bien, ¿verdad?"
Dar la miró a los ojos con una mirada de preocupación.
"Sólo que ahora Gerry sabe que alguien más lo está buscando, ¿por qué he sido tan
estúpida como para decírselo?"
"Oh" Kerry la miró. "¿Qué crees que pasa?”
"No lo sé"
"¿Podría alguien más haber averiguado sobre esto?" preguntó Kerry, luego vaciló un
momento. "¿Qué dice tu padre?"
"No lo sé. No puedo localizarle por teléfono. Quizá esté fuera y no tenga cobertura".
Cogió de nuevo el teléfono y marcó. "¿Hola? Sí, soy Dar Roberts, ¿puedo hablar con el
maestro de muelle por favor?" Esperó. "¿El Slip 1452, está atracado?" Hubo una breve
espera antes de que el hombre volviera a la línea. "¿Sí? Gracias" Colgó. "El barco está en
el puerto"
Kerry ahora ya estaba más despierta.
"¿Quieres que llame a Colleen y se acerque allí? Creo que es la que más cerca está"
Dar asintió en silencio entregándole el teléfono. La escuchó marcar el número,
mientras la observaba apoyarse en un codo y retirarse un mechón de pelo despeinado
sobre la frente.
"Hey Col", dijo Kerry en voz baja. "Sí. No, gracias. Gracias" Escuchó. "No, lo que
yo... ¿Qué? ¿Dónde estás? ¿En nuestra casa?" Miró a Dar. "Mamá y papá le preguntaron
si podían hacerse cargo de la perra. Dijeron que iban a salir de la ciudad por unos pocos
días"
Dar parpadeó.
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"¿Cuándo fue eso?"
Kerry lo preguntó.
"Hace un par de horas", le informó a Dar. "¿Dijeron a dónde iban? ¿No? No lo
entiendo. ¿Fuera de la ciudad?"
“No mencionaron nada acerca de salir de la ciudad", dijo Dar en un tono de
desconcierto. "¿Lo hicieron?"
"No, yo no lo creo" Kerry se sentó pensando por un minuto. "No lo entiendo". Ella
bostezó y se apoyó en Dar.
"¿Por qué alguien está tratando de conseguir esa información? El general ya la tiene,
y mi padre ya la tenía"
"No tengo idea. Gerry dijo que eran de algún comité militar del gobierno". Dar se
encogió de hombros.
Kerry la cogió de la mano.
"Mi padre estaba en eso", dijo. "¿Podría haberlo contado?"
Oh, mierda.
"No lo sé", murmuró Dar. "Pero si lo hizo tenemos un gran problema"
Oyeron el portazo de una puerta cercana a la habitación. Se miraron la una a la otra,
y luego a la puerta. Después unos fuertes pasos en su dirección.
"Creo que el problema va a tener que esperar". Kerry salió de la cama.
Dar salió tras ella y la siguió a través de la alfombra, pero se detuvo cuando Kerry
hizo una pausa y le tendió la mano.
"¿Qué?"
"Ellos son mi familia" Intensamente la miró a los ojos.
"Por favor. Permíteme manejarlo. Quédate ahí por ahora"
Dar frunció el ceño.
"¿Por favor?" Le besó en la boca. "En algún momento tendré que encargarme de
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ellos. Dar, no puedes vencer a todos ellos para mí"
"¿Por qué no?"
"Dar"
Ésta suspiró.
"Está bien" Le abrió la puerta. "Ve” Le dio una palmada en el trasero, y la observó
alejarse hasta que desapareció alrededor del borde del pasillo que conducía a las escaleras.
Esperó un momento más, y luego se deslizó hacia fuera, ladeando la cabeza para escuchar.
Cynthia Stuart seguía tras él por toda la casa.
"¿Edgar?"
Edgar se detuvo, se volvió y la miró.
"Cyndi, me han dicho que tienes a esa puta bajo este techo." La miró acusadoramente.
"Teníamos un trato"
"Edgar", Cynthia frunció el ceño, "esto realmente no es de tu incumbencia. Si
decido…"
"Cynthia, también es asunto mío", dijo Edgar rotundamente. "Roger era mi hermano,
y ya sabes lo que sentía por esa mujer, y por la forma de vida que ha elegido vivir"
"Sí" Suspiró Cynthia. "Soy muy consciente de cómo se sentía"
"Entonces, ¿cómo pudiste?" Preguntó Edgar. "¿Cómo puedes invitarla a quedarse
aquí, delante de todos nosotros, cuando sabemos cómo vive? ¡Dios mío Cynthia, ¿qué
narices te pasa?!"
"Edgar, escúchame" Estaba molesta. "Sé que tienes fuertes sentimientos, pero…"
"¿Fuertes?" Gritó. "No, no lo entiendes. La odio. No me gusta ella, no me gusta lo
que representa, y odio lo que le hizo esta familia, a mi hermano"
"No seas ridículo", le replicó. "Ni tan siquiera sabes toda la verdad" Se acercó más.
"¿Crees que Kerrison simplemente decidió volverse contra Roger sin ninguna razón?"
"No hay ninguna razón que pueda explicar lo que hizo"
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"Sí la hay" Una voz tranquila los interrumpió. Ambos se volvieron y vieron allí, de
pie, a Kerry, mirándolos con ojos cautelosos. "¿Pero sabes qué? No te debo ninguna
explicación"
"Kerrison" Cynthia intentó mediar. "Por favor, déjame manejar esto. Estoy segura…"
"Mamá, esto tiene que parar en alguna parte" Miró a su tío a los ojos. "¿Qué es lo
que quieres de mí, tío Edgar?"
Edgar la miró fijamente.
"Quiero que te vayas al infierno ", dijo en voz baja y con amargura.
"¡Edgar!"
"Está en su derecho pensar así" respondió Kerry suavemente. "Pero tío, déjame que
te pregunte algo. ¿Quieres que arda en el infierno por exponer las actividades ilegales de
mi padre a la prensa o porque soy gay?" Le sostuvo la mirada fija mientras su cuerpo
temblaba por dentro. Parte de ella, lamentaba haberle pedido a Dar que se mantuviera
atrás, pero sabía que tenía que hacer frente a esto, de una manera u otra.
Un destello de indecisión cruzó su cara mientras apretaba la mandíbula.
"Eres una desgracia para esta familia y una abominación a los ojos de Dios", le gritó,
se volvió y bajó las escaleras, cruzó el vestíbulo, y salió del estudio.
Kerry soltó el aliento que había estado conteniendo, y relajó sus hombros.
"Kerrison..." Cynthia levantó una mano y luego la dejó caer.
"No hay nada que puedas decir", dijo Kerry. "Estoy segura de que esta noche habrá
mucha más gente que piense lo mismo" Miró a su madre. "Pero, ¿sabes qué? No me
importa. No puedo cambiar lo que hice, y no puedo cambiar lo que soy"
Cynthia vaciló, luego se acercó más a su hija.
"Esto es tan difícil. Me gustaría tener una respuesta simple para esta horrible
situación, Kerrison. Pero quiero que sepas, que a pesar de lo difícil que ha sido, estoy
muy contenta de que hayas decidido venir aquí" Sus ojos buscaron intensamente los de
173
su hija.
Kerry parpadeó, luego miró a la barandilla, sobre la que su mano estaba apretando.
"Es... no es una decisión fácil" Su voz era un poco débil. "Realmente no quería hacer
frente a esto" Ahora miró hacia arriba. "Pero sois mi familia. Y tampoco puedo
cambiarlo"
Cynthia frunció los labios negando con la cabeza.
"Deberíamos sentarnos y hablar. Creo que ya es hora"
El timbre de la puerta sonó.
"Supongo que es el comienzo"
Cynthia suspiró.
"Supongo que sí. Tenía la esperanza..." Dejó que sus pensamientos terminaran sus
palabras. "Tal vez después de la recepción podamos hablar más"
"Claro", respondió, sabiendo que eso nunca iba a suceder.
"Voy a cambiarme" Se dio la vuelta y volvió a subir las escaleras, profundamente
inmersa en sus pensamientos.
Nada más dar la vuelta hacia su habitación se chocó con Dar.
"!Oh!" En un segundo se vio sujeta por los brazos de su amante. "Pensé que te dije
que te quedaras atrás", murmuró.
"Lo hice. Simplemente no especificaste a qué distancia, atrás debía quedarme" Dando
una mirada Kerry impenitente, señaló la escalera. "Ese imbécil ha tenido suerte que no
estuviera más cerca"
"Dar, ¿no crees que puedo manejar a mi propia familia?" Kerry preguntó con un
toque de molestia.
"No" respondió con calma. "Yo no pude manejar la mía y necesité ayuda" Puso un
dedo en la punta de la nariz de Kerry. "No creas que no te oí en el funeral de mi abuela,
recuerdo muy bien lo que dijiste"
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Kerry sonrió ante el recuerdo.
"Es cierto". Se relajó un poco. "Vamos, será mejor que nos vistamos para esta cosa.
El resto de familiares y demás ya han empezado a llegar"
Envolvió los hombros de Kerry con un brazo mientras se dirigían a la habitación
verde.
"Fuiste la razón principal de que mi padre decidiera pedirme ayuda para que le
ayudara a contactar de nuevo con mi madre, ya lo sabes, ¿no? Y si no recuerdo mal,
aquella exposición de dibujos... "
"Está bien" Levantó una mano. "Lo pillo, Dar" Le dirigió una mirada tranquila. "Creo
que soy bastante entrometida, ¿eso quieres decir?"
"Sí". Abrió la puerta y se apartó para dejar entrar a Kerry. "Así que no te atrevas a
darme un mal rato por hacer lo mismo". La siguió dentro y cerró la puerta. "Hablando de
ello, tenemos que hablar de la estrategia."
Kerry se detuvo con la mano en su maleta y se volvió.
"¿Estrategia?" Abrió la bolsa y sacó su traje oscuro. "¿Para qué?"
La habitación se había vuelto un poco oscura, por la falta de luz del exterior, y sólo
dos lámparas arrojaban algo de claridad sobre la coloreada habitación.
"¿Cuál es tu objetivo en este caso, Kerry? ¿Qué resultado quieres tener esta noche?
¿Es aquí donde le quieres decir a tu familia que te besé el culo, o que quieres tratar de
hacer las paces?"
Parpadeó con perplejidad total.
"Dar, ¿de qué estás hablando?"
"Piensa", le respondió mientras le acariciaba la mejilla. "Todo el mundo tiene su
propia opinión sobre quién eres. ¿Quieres cambiar eso?" Se quedaron en silencio,
mientras se observaban. "¿Estás orgullosa de quién eres?"
Sus pestañas parpadearon.
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"No lo sé". Inhaló. "Debería estarlo, ¿no?"
Dar la miró fijamente a los ojos permitiendo que su propia y poderosa personalidad
saliera a la superficie.
"Tienes que creer en ti misma antes de querer que los demás lo hagan. Y sí, debes
estar muy orgullosa de quién eres" Una leve sonrisa curvó sus los labios. "Yo lo estoy"
Los ojos de Kerry se llenaron de lágrimas que se deslizaron por sus mejillas mientras
parpadeaba. Por un momento se sentía muy sola, como si estuviera de pie sobre un puente
elevado por encima de las aguas frías. No había ningún lugar seguro a su alrededor, sólo
vientos fuertes zarandeando. Cerró los ojos, casi podía sentir el vaivén. Era aterrador.
Sabía que Dar la estaba esperando al otro lado del puente, pero esto era algo que sólo
podía hacer por ella misma, una decisión que debía tomar sola. Pero en realidad no tenía
opción, ¿verdad? Se dio cuenta. Pensó en sus logros, tanto personales como profesionales,
del año anterior, y una sensación de satisfacción la envolvió. Con una confianza firme,
atravesó el puente, lo cruzó, dejando tras de si su infancia para formar su propia realidad.
Observó atentamente mientras Kerry abría los ojos. El verde brumoso aún acuoso
por las lágrimas, se volvió de una claridad sorprendente.
"Lo que quiero es que mi familia entienda que mi vida es exactamente como quiero
que sea" Cogió la mano de Dar y se la acarició, desde los huesos hasta los fuertes
músculos. "Y estoy muy orgullosa de lo que somos"
Dar la besó, pero permaneció en silencio, saboreando la dulzura del momento.
Capítulo Nueve
Podía oír el murmullo de voces, una mezcla de sonidos que tintineaba entre mixtos
suaves y pasos. Una ola de familiaridad la envolvió, trayendo recuerdos de crecer en esta
casa y el oír esos sonidos tan a menudo. Miró considerando sobriamente su reflejo en el
espejo. Su chaqueta gris oscuro, traje de lana a medida ajustada por los hombros, sobre
un vestido de seda ligero. Llevaba el pelo recogido, y una mínima capa de maquillaje.
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"¿Estás bien?"
Levantó los ojos hacia el espejo y observó a Dar que la miraba mientras se acercaba
por detrás.
"Sí, estoy bien" Alisó la chaqueta sin cuello de seda negra de Dar que le daba un
aspecto serio y elegante. La camisa de color morado proporcionaba un drapeado sombrío
a la alta figura de su amante.
"Tengo un montón de medicamentos, por si los necesitas" La miró de perfil. "¿Seguro
que estás bien?"
Kerry asintió.
"Estoy bien". Sacó dos pequeños pendientes de jade de un pequeño joyero, y se los
puso. "Parece como que ya ha llegado casi todo el mundo"
"Eso parece" Dar puso su propio joyero sobre el tocador. "Cuando puedas, te
importaría… casi no puedo…“
Kerry le sonrió.
"Por supuesto" Terminó de ponerse sus pendientes, y ayudó a su amante con los
suyos. En la mano tenía unos diamantes azules hermosos, que eran sus favoritos.
"Siéntate", le señaló la silla. “Será más fácil".
Dar hizo lo que le pidió, ahogando un pequeño bostezo con su mano buena cuando
Kerry movió su cabello a un lado y le inclinó un poco la cabeza. Sintió el cálido toque de
los dedos contra su oreja. Aquella débil presión hizo que su piel reaccionara.
"Estás muy guapa" Tocó la suave tela que cubría la caderas de Kerry.
"Gracias", murmuró ésta, atendiendo a la otra oreja. "Había pensado ir así a la
convención ejecutiva del próximo mes en Nueva York" Se enderezó y observó su obra.
"Me encantan estos pendientes"
"Así debería ser, por lo que cuestan" le dijo en broma. "Había pensado en ponerme
también el collar. ¿Te importa?"
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Kerry buscó dentro del joyero y sacó el brillante cristal en su cadena de oro, abrió el
pestillo y se lo ató alrededor del cuello. Lo miró y mientras sonreía se lo colocó mejor
por encima del hueco en la garganta.
"¿Estamos listas?"
Dar ladeó la cabeza mirando hacia arriba. El rostro de su amante era serio pero
relajado, parecía haber una paz sobre ella que había estado muy desaparecida durante
varios días.
"Creo que lo estamos" Se levantó y se aliso la camisa. "Vamos"
Coincidieron con Angie y Richard en la escalera y bajaron juntos. Richard llevaba
un traje oscuro, y Angie se había decantado por un simple vestido gris oscuro. Dado que
bajaba la última, Dar pudo tener una mejor visión de lo que les esperaba abajo. Había una
pequeña multitud en el vestíbulo, en su mayoría hombres con unas pocas mujeres, y algún
que otro reportero de televisión. Mientras descendían pudo ver las reacciones de todos
ellos.
Interesante. Varias miradas se posaron sobre ella, y ella les devolvió fríamente la
mirada. El reportero de televisión interrumpió su conversación con un hombre mayor,
que se volvió y miró en su dirección.
"Aquí vamos" murmuró, haciendo que Kerry se diera la vuelta.
Esta movió los hombros y se puso rígida, justo al llegar al pie de las escaleras,
encontrándose con el reportero y las miradas de la multitud reunida. Como se esperaba,
el reportero se dirigió directamente a ella, y ella lo miró constantemente a los ojos, a
medida que se acercaba.
"¿Srta. Stuart?" El hombre parecía más emocionado de lo que la situación justificaba.
"¿Puedo hablar con usted?"
Kerry suspiró para sus adentros.
"Por supuesto" Dio un paso a un lado y permitió que el resto siguiera adelante. Dar,
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por supuesto, no lo hizo. Angie se dio cuenta del gesto de Dar, y sonrió. "¿En qué te puedo
ayudar?"
El hombre miró su libreta mientras evidentemente organizaba sus pensamientos.
Alzó los ojos y empezó a hablar, luego hizo una pausa, con la mirada a la deriva hacia
arriba y un poco hacia la izquierda. Parpadeó, luego se aclaró la garganta.
"Ah... Sé que es una ocasión muy triste, Srta. Stuart, pero hay muchas personas que
se han sorprendido al verla a usted aquí"
"¿En serio?", le preguntó. "¿Por qué? Mi padre murió ayer. ¿De verdad crees que la
política podría interferir con mi presencia aquí para con mi madre y mi familia?"
El cámara que acompañaba al reportero se movió para poder tomar una mejor
posición. Le dio al reportero un momento para reagruparse.
"Srta. Stuart, somos conscientes de que ha habido algunas tensiones en las relaciones
con su familia, y…"
"¿Y?" Kerry le interrumpió de nuevo con gentil cortesía.
El hombre volvió a mirar hacia arriba y a la izquierda.
"Y... ah... yo... Es decir, es bueno ver a la familia dándose apoyo mutuo durante esta
horrible tragedia"
"Gracias" Le agradeció con una cálida sonrisa. "La verdad es que han sido unos días
muy difíciles. Ahora, ¿si nos disculpa?"
"Uh... seguro" Le interrumpió el periodista mirándola nervioso. "Gracias por hablar
con nosotros"
Kerry sonrió y se agachó cerca de la cámara. Esperó hasta estar al otro lado del
vestíbulo, para detenerse y hablar a Dar, en voz baja.
"¿Qué estabas haciendo?"
"¿Yo?", preguntó a Dar en voz baja. "Nada. ¿Por qué?"
Kerry apenas le dirigió la mirada.
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"No puedo esperar a ver esto en las noticias de las once" Miró al frente y vio a varios
de sus familiares cerca de la puerta de la sala de recepción, y la frialdad de sus miradas;
fue como si hubiera recibido un golpe físico. Cuadró sus hombros. "Vamos"
Angie las vio cuando se dirigían a la puerta, y se apresuró a unirse a ellas.
"Hey, os estaba esperando" Se aferró al brazo de Kerry y la condujo lejos de la
multitud hostil. "Mamá está allí". Señaló a su madre que estaba flanqueada por dos
ayudantes, con otro un hombre bajo y fornido mayor, frente a ella. "Charlando con el
gobernador. Creo que podríamos utilizar un poco de su apoyo"
"Claro", respondió. "Tía Maria parece querer escupirme clavos, de todos modos"
Lanzó una sonrisa a su tía, una mujer rechoncha vestida de crepe negro poco favorecedor,
que no fue devuelta. "Como si no se hubiera pasado los últimos veinte años diciendo a
todo el mundo que nuestro padre era un hijo de puta"
"Mm". Angie resopló suavemente. "O que ella había sido una niña en flor que quemó
su sostén y votó a los demócratas sólo para fastidiar a la familia"
"Hm", dijo Kerry. "Entonces, me pregunto si esa mirada es por mi estilo de vida o
por la empresa en la que trabajo. Tal vez sea porque ella ha estado luchando contra un
gran negocio desde la Edad de Piedra"
Dar rio suavemente.
"No te rías" murmuró. "Ella piensa que los técnicos informáticos son lo peor que le
ha pasado a la Tierra" Llegaron junto a Cynthia antes de que Dar pudiera contestar.
"Ah, Kerrison" Cynthia le dio la bienvenida con gusto, haciendo caso omiso de las
expresiones heladas de los dos hombres a cada lado de ella. "Espléndido. Sólo te falta
hablar con el gobernador" Se dio la vuelta. "James, ella es Kerrison, mi hija mayor", se
detuvo, casi infinitesimalmente, "y su compañera... Dar Roberts"
"Kerrison" El gobernador extendió una mano hacia ella con sorprendente buena
naturaleza. Se estrecharon, luego se volvió y se encontró con los ojos de Dar, una sonrisa
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pequeña floreció en las comisuras de su boca. "Srta. Roberts"
Aquel hombre se le hacía vagamente. Le devolvió el apretón, tratando de recordar
donde lo había visto antes.
"Gobernador"
"Y ya conoces a Angela", continuó Cynthia. "El gobernador y yo estábamos
hablando…"
"Sra. Stuart, siento molestarla" Uno de sus ayudantes le tiró de la manga. "Tiene una
llamada de teléfono"
Cynthia parecía muy molesta, pero le dio al gobernador un guiño gracioso.
"Discúlpeme un momento" Se acercó a un lado, donde estaban sus ayudantes, uno de
ellos con un teléfono inalámbrico en la mano.
"Kerrison" una voz masculina intervino desde atrás de ellos.
"No esperaba verte aquí"
Se volvió para encontrarse con uno de sus tíos más jóvenes de pie allí.
“Hola, Brad"
Intercambió una irónica mirada con ella.
"Tampoco lo esperaba yo. Supongo que somos las dos ovejas negras, ¿no?" Brad
todavía llevaba su pearcing en la nariz.
Kerry se alegró de verlo, a pesar de que nunca habían sido demasiado cercanos.
"Sí, supongo que me convertí en una", se rio "especialmente después de que mi banda
fuera arrestada por posesión el año pasado"
Dar observaba el intercambio, convencida de que Kerry nunca sería como él. Luego
volvió su atención hacia el gobernador, que estaba de pie en silencio, observando todo,
con ojos satisfechos.
"Un campo de minas político, ¿eh?"
Él se encogió de hombros ligeramente.
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"¿No lo son todos?" Ladeó la cabeza. "Roger era un bastardo, pero sabía muy bien
hacer su trajo. Alguien mucho peor podría haber estado en su puesto, aunque seguro él
estaría en desacuerdo" Dar miró alrededor, sorprendida por la franqueza del gobernador,
con un pariente desconocido. "Él no era mi ser humano favorito, no. Las personas que
quiero y con las que me gusta estar, rara vez terminan en el infierno, una vez muertos"
Ella lo miró a los ojos de manera uniforme.
"Aunque es una actitud bastante común, últimamente"
Su leve sonrisa regresó.
"Eso es malditamente cierto, Srta. Roberts. Totalmente cierto. Algunos de mis
amigos más cercanos, se sienten de esa forma. De hecho no soy conocido como liberal en
muchos círculos. Sobre todo desde que mi amiga, Cyndi, se ha arriesgado a manifestar
públicamente su apoyo a la joven Kerrison"
"Seguro". Sonrió sin humor. "¿Ella aún quiere el trabajo?"
"No lo creo" El gobernador se encogió de hombros. "Aunque si se lo propone estoy
seguro que puede conseguirlo". Se meció un poco adelante y atrás sobre sus talones. "De
todos modos, no tiene mucho tiempo para decidir, y si otro ocupa su lugar, sólo me
causaría más problemas"
Las cejas de Dar se alzaron. Hizo una pausa deliberada, pensando sus siguientes
palabras,
"¿Más problemas?"
El gobernador se echó a reír sin motivo aparente, desviando su mirada hacia sus
zapatos de cuero con cordones.
"¿Sabe, Srta. Roberts, tengo que decirle que…? ", levantó la vista hacia ella, "que en
el pasado, cometí el error de asumir cosas sobre la gente gay, y he pagado por ello, de
forma justa". Sonrió al verla sorprendida. "Ciertamente no voy a cometer el mismo error
dos veces, o Andy Roberts vendrá a patear mi culo. Soy demasiado viejo para eso"
182
Dar parpadeó, luego se rio con total sorpresa.
"Sabe, pensé que le conocía de alguna parte. Fue capitán en un caza submarino
durante dos giras"
"Es correcto”, le confirmó el gobernador. "Y no me gustaría ser un tonto ex marine
que deja pasar la oportunidad de poner en perspectiva la posibilidad de traer más trabajo
al sector privado en mi estado" Le lanzó una sonrisa desenfadada. "¿Tiene algún plan para
expandirse en Troy?"
Cynthia Stuart regresó en ese momento, después de deshacerse de sus dos ayudantes.
"Mis disculpas Gobernador, aunque veo que está muy bien acompañado" Miró a Dar
con un movimiento de cabeza. "¿Kerrison...? Ah, ahí está. Kerrison, quizás podamos
hablar con sus tíos ahora. ¿Estáis libre?"
Kerry y Dar intercambiaron miradas.
"Por supuesto. Honestamente no sé lo bueno que va a hacer, pero estoy dispuesta a
intentarlo. "Tal vez, hablar en un entorno tan público sea menor. Puso una mano sobre el
brazo de Dar.
"Más te vale…"
"¿Quedarme aquí?" Terminó sus palabras sonriéndole.
"Está bien, pero si las voces empiezan a subir de tono, no seré responsable de mis
actos" Vio a Kerry caminar hacia su familia, relajándose un poco, cuando Michael se
acercó y le pasó un brazo alrededor de los hombros de su hermana.
El gobernador suavemente aclaró su garganta.
“Siempre he pensado que ella es una gran persona”
Dar mantuvo sus ojos en su amante, pero sonrió con orgullo.
"Eso es lo que me dicen"
"No me gusta nada vestir así" Andrew cruzó los brazos sobre su amplio pecho
mientras revisaba el camino.
183
Ceci le miró, luego volvió su atención al helado camino de delante.
"No, la verdad es que no es digno de un saco de patatas. Pero Kerry lo apreciará y
me gustas con él” Miró al par de pálidos ojos azules que se reflejaban en el parabrisas y
sonrió. "Aunque no tanto como con el blanco, pero..."
“Pero nos hemos pasado media hora colgando las condecoraciones” Se limitó a
gruñir, moviendo sus hombros dentro de su chaqueta oscura del uniforme azul. Gruñó de
nuevo, dándole una mirada irónica.
Ceci se rio entre dientes con aire de suficiencia.
"¿No fue coincidencia que la caja de medallas de la Marina llegara ayer? Increíble,
simplemente increíble" Giró con cuidado sobre una carretera más pequeña, haciendo una
mueca, cuando sintió deslizarse las ruedas bajo su tacto. "Genial"
"¿Quieres que conduzca yo?", preguntó Andy.
"Cariño" trató de luchar con las ruedas un momento más, hasta conseguir estabilizar
el coche, "estoy segura de que a Kerry y Dar les gustaría vernos de una sola pieza, en
algún momento de esta noche" Aceleró con cautela.
"Ah. Esto está mejor" Realmente era difícil creer que en realidad estaban allí. Sin
duda, era un tema familiar, y sospechaba que su presencia no sería muy bienvenida.
Para bien o para mal, había tomado la decisión de ir allí. Exhaló y asintió con la
cabeza, para sí misma, pero ahora estaban en el camino de entrada de la mansión familiar
de los Stuart.
"¿Crees que deberíamos haberles advertido?", preguntó mientras esperaba detrás de
un Jaguar marrón.
Una sonrisa cruzó el rostro lleno de cicatrices de su marido.
"No. Mejor sólo hacerlo y ya hablaremos más tarde"
"Mm". Cecilia se acercó al guardia y abrió la ventana.
El hombre se inclinó y miró en su interior mientras revisaba las referencias para ser
184
admitidos, preparado para rechazar la entrada si tenía que hacerlo.
"Adelante, señor", murmuró cortésmente. "Señora"
La puerta se abrió. Ceci miró a su marido, que parecía igualmente perplejo.
"Bien". Arrancó el coche a través de las puertas. "No tengo nada claro por qué nos
han dejado entrar. Quizá nos hayan confundido con otras personas"
"O quizá por tu cara bonita", dijo Andy.
"Lo más probable es que los hayas deslumbrado por las medallas de tu pecho, niño
marinero". Palmeó la parte delantera de su uniforme, que estaba adornado
abundantemente con medallas y cintas. "Seguramente pensó que eras alguien importante
de la Armada"
Salieron del coche, se alisaron la ropa, y se dirigieron a la puerta. Andy estaba al lado
de ella, deslizando una mano en su espalda para calmar el nerviosismo de la mujer.
"Es lo que queríamos, ¿no?", comentó mientras tocaba el timbre de la puerta.
"Y lo que yo esperaba", se quejó Andrew cuando la puerta abrió. Un miembro del
personal, inmediatamente se retiró permitiendo la entrada, ofreciendo cogerles los abrigos
con una palabra tranquila. Ellos aceptaron la oferta, y continuaron hacia una habitación
grande, llena de gente a la izquierda.
Ceci observó la casa de los Stuart. Estos pertenecían a la misma clase social que su
propia familia, aunque con algunas diferencias. Ésta era más conservadora, impasible. Se
veía el dinero del Medio Oeste, preocupados por la apariencia, la estabilidad y la
tradición.
Sintió una urgencia repentina, casi irresistible, de lanzar un cubo de pintura sobre
las majestuosas paredes blancas. Con un esfuerzo se controló a sí misma y se concentró
en estudiar la sala llena de dignatarios, en busca de caras conocidas. Le resultaba difícil,
desde donde estaba, pero se las arregló para ver la forma alta y elegante de su hija. Estaba
de espaldas a la puerta hablando con un hombre alto, de pelo plateado.
185
"Veo a nuestra hija"
"Yeap. Fácil de localizar. Es la chica más guapa de la sala", señaló Andrew con total
seriedad.
Ceci se rio en voz baja, pero dejó de reír cuando vio a Kerry a un lado, rodeada por
varios hombres y mujeres mayores.
"Creo que voy a ir explorar", dijo Andrew
"Voy a acercarme a nuestra hija", dijo Ceci, caminando en dirección opuesta.
"Perfecto"
Dar volvió la cabeza y se encontró un espectáculo de lo más desagradable. Kyle
Evans estaba allí de pie con una expresión ligeramente burlona en su rostro.
"¿Debajo de qué piedras has salido?"
Una ceja gris se elevó.
"¿Ni siquiera una pretensión de civilidad?"
"No es para ti" Dar lo miró a los ojos de manera uniforme. De todos los miembros
de personal del senador fallecido, era al que más razones tenía para odiar. Y así lo hizo,
con una plenitud que no admitía ninguna mitigación.
Kyle había sido el perseguidor de Kerry, el hombre que había llevado las políticas
rígidas de su padre, y un verdugo que había causado pesadillas en la psique de su amante,
algo que había horrorizado a Dar.
"Bueno". Kyle examinó la habitación con ojos frescos. "Finalmente conseguiste lo
que querías, ¿no es así?"
"No. Siempre he tenido lo que quería" Lo miró con una sonrisa helada. "Porque
finalmente tuviste lo que te merecías"
Kyle no respondió. En su lugar, siguió estudiando la habitación.
"Lástima que estuviera fuera del país", ronroneó él, "si no me hubiera asegurado de
que no estuvieras presente en esta pequeña reunión familiar" Se dio la vuelta y le sonrió
186
sin humor. "Pero mira, aquí está la niña pródiga. Tendré que ocuparme de la otra"
"No creo que ella quiera verte", dijo Dar.
"Estoy seguro de ello" Sonrió de nuevo. "Pero seguro que podemos hablar de los
viejos tiempos...". Dio media vuelta y se alejó, dejando a Dar totalmente confusa y
rabiosa. Sintió el aumento de su presión arterial que calentó todo su cuerpo. Sus manos
temblaron. Hizo un gran esfuerzo por controlarse y no salir detrás de él.
"¿Dar?"
Su cabeza giró hacia un lado, intentando razonar al reconocer la voz de su madre,
que inesperadamente estaba de pie a su lado.
"¿Mamá? ¿Qué haces aquí?"
"Hola..." Cecilia se acercó más a su hija, sintiendo la erupción inminente que parecía
estar un poco bajo control. "Pensamos que necesitarías otras dos caras amables para
contrarrestar con el resto de los asistentes" Estudió a su hija con preocupación. "Pero
después de ver esa pequeña escena, no estoy tan segura de que el apoyo moral sea la única
clase de ayuda que necesitas. ¿Quién demonios era ese?"
Dar estudió a la multitud.
"¿Papá está aquí?"
"Sí", dijo Ceci. "Se dirigía a saludar a Kerry hace un momento. ¿Por qué?" Puso una
mano sobre el brazo de su hija. "Cariño, ¿estás bien?"
Cerró los ojos, tratando de controlarse.
"Sí. Gracias" Ahora que sabía que estaban a salvo, estaba empezando a alejar su
preocupación, o al menos una de ellas. Finalmente se volvió y miró a su madre. "Me
alegro de que estés aquí" Respiró hondo antes de abordar la cuestión. "Y era Kyle Evans.
Él es... el bastardo jefe de seguridad de Stuart y matón". Sus labios temblaron. "Digamos
que era su asistente personal para asuntos sucios"
"Uh huh" Ceci se relajó un poco. "Perdón por la sorpresa. Os vimos anoche por la
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televisión, y parecía como si os vendría bien un poco de apoyo"
"Intenté localizaros antes. Colleen dijo que habías salido de la ciudad, pero no sabía
dónde" Escrutó la multitud otra vez y de inmediato encontró a su padre, con su alta figura
deslizándose cerca de Kerry, al igual que Kyle se acercaba desde el otro lado. Una
inesperada sonrisa cruzó el rostro de Dar, que desapareció justo igual de rápido. "Han
sido un par de días complicados. La mayoría de sus parientes la están tratando como el
infierno”
"Bueno ahora estamos juntos", murmuró Ceci. "¿Vamos a rescatarlos?"
Dar echó un vistazo alrededor de la habitación. Estaba llena de dignatarios, la
mayoría de los cuales estaba en grupo, en torno a Kerry con apenas disimulado interés.
Vio el flash de una cámara y a un reportero haciendo fotos a Kerry, mientras ella se
mantenía firme frente a sus tías y tíos. Podía notar el cuerpo tenso de su amante, y cómo
intentaba mantener sus emociones controladas, delante de sus familiares.
"Sí", respondió su hija. "Vamos a hacer eso"
Kerry devolvió la sonrisa fina a su joven tía. Virulentamente educada. Ese sería el
término correcto. Hasta ahora, sin embargo, lo había hecho bien. Incluso sus tíos,
conscientes de las cámaras y las miradas de los forasteros, se estaban comportando.
"Lo siento, ¿cuál era la pregunta?"
"¿Qué tipo de vida social llevas allí?" Marcia le repitió. "Estoy segura que harás algo,
¿no?"
"No realmente", dijo Kerry en voz baja. "Trabajo a nivel corporativo, y naturalmente
eso me ocupa mucho tiempo, pero también hago otro tipo de cosas en mi tiempo libre"
"¿En serio?", Su tía era una mujer delgada, con cara de halcón, de cabello plateado
oscuro. "¿Cómo qué, cocinar?", preguntó con un toque de sarcasmo dulce.
Mantente tranquila, se recordó.
"Sí, suelo cocinar algo, pero lo que más me gusta son los deportes al aire libre.
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Fotografiar, bucear bajo el agua, ese tipo de cosa" Sonrió. "Y un poco de distancia
corriendo y las artes marciales"
"Es curioso, no recordaba que te interesara ese tipo de cosas antes"
"Bueno, ya sabes, hay una cantidad bastante limitada de buceo disponible en el Lago
Michigan", le respondió. "Miami permite todo tipo de deportes al aire libre. Ha sido genial
para mí. Estoy en el mejor momento de mi vida"
"Bueno, ciertamente tienes un aspecto diferente", dijo su tía. "Definitivamente... más
rellena"
Kerry se negó a reconocer el insulto de su tía, sin duda, era lo quería.
"Sí, ella realmente ha cambiado" Vino una voz del lado izquierdo de Kerry, enviando
un escalofrío por su espalda. Se volvió para encontrarse con su peor pesadilla mirándola
con ojos fríos y grises.
"Hola Kyle" El estómago le dio un vuelco cuando recordó la última vez que se habían
visto. Sintió que alguien le tocaba ligeramente, en el lado derecho, pero permaneció en
su lugar, mirando con recelo a su viejo adversario. Honestamente no esperaba esta
confrontación. Su madre le había dicho que Kyle había si enviado, meses atrás, al
extranjero, y se había imaginado... Maldita sea.
"Sí, no esperabas verme, ¿verdad?", Se rio. "Acabo de llegar. Estoy tan contento de
verte"
Sintió ganas de vomitar.
"El sentimiento no es mutuo" Resistió el impulso de mirar a su alrededor, buscando
la comodidad de la presencia de Dar. Un millar de temores infantiles inundaron su cabeza,
un centenar de recuerdos de ese rostro sonriente, haciendo eco en lugares a los que había
pensado que ya no volvería. "Disculpa".
"Oh, pero si sólo acabamos de empezar a hablar." Se movió más cerca de ella, muy
consciente de los ojos mirando. "Cuéntame lo que has estado haciendo, Kerrison. Quiero
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saber todos los detalles"
Se sintió atrapada.
"Nada en lo que puedas estar interesado, Kyle. No creo que haya mucho de que
hablar"
Kyle le puso una mano en el hombro.
"¿Te parece esa una manera de hablar? Vamos a…"
Una mano apareció, retirando la de Kyle con la suficiente fuerza como para marcar
su presencia.
"No creo que Kerry esté interesada en seguir hablando contigo" Kerry se volvió
sobresaltada, con un gran shock de incredulidad. Vio al hombre alto, con el pelo cortado
a lo militar, justo detrás de ella, con el rostro lleno de cicatrices, en actitud vigilante.
"Creo que debería dejar que ella salude al resto de la familia” Andrew arrastró las
palabras.
Kyle lo miró furioso.
"Disculpe, pero no creo que esto sea asunto suyo... ah", miró el pecho de Andrew,
"Comandante, ¿no?" Entonces miró de nuevo. "Ah. Roberts"
Andrew deslizó su largo brazo alrededor de los hombros de Kerry.
"Creo que te has equivocado. Esta joven señorita no es de tu negocio"
Kerry soltó un poco la tensión acumulada, y le echó los brazos, alrededor de su
suegro, en un abrazo. Kyle estaba realmente sorprendido, por la presencia de aquel
hombre, en el momento justo...
"Wow" susurró ella, abrazándole más fuerte antes de soltarlo. Kyle los miró con gran
desagrado, mientras el resto de los familiares también los miraban fijamente. "Lo siento.
Esto ha sido una gran sorpresa. Este es mi suegro, Andrew Roberts" Dijo casi disfrutando
las palabras. "Realmente una sorpresa muy agradable"
"Estoy seguro", murmuró Kyle. "Para ti, por lo menos"
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Andrew lo miró fijamente durante un momento, luego miró a su alrededor, a los
familiares reunidos.
"Hola". Saludó con su acento sureño. "Me alegro de haber venido. Ella es mi esposa,
Ceci", añadió cuando Cecilia se unió a él.
"Hola". Ceci sonrió con frialdad, hacia la multitud. "Momentos como este hacen
incluso que yo dude seriamente de Darwin"
"Hola" Kerry se vio en apuros para contener su alegría al ver a Ceci. Alguien que
podía conocer a sus familiares, en igualdad de condiciones, y arrancar de ellos su parte
trasera con exquisita cortesía. Fue como si la caballería hubiera llegado en su ayuda.
"¿Cuándo habéis llegado? ¿Habéis visto a...?" Sintió la presencia de Dar a su lado, cuando
una cálida mano tocó su espalda. "Hey"
"Hey", le saludó. "Ahora el cachorro está bien protegido"
"Hm" Recuperó el equilibrio. Con Dar y Andrew horquillado de ella, como un par
de sujeta libros fuertes, la vida se había vuelto mucho mejor con una rapidez sorprendente.
No era que no tuviera confianza en Dar sola, pero la especialidad de Kyle, había sido
siempre la intimidación, y Andrew simplemente era quien era, pero sus cicatrices, le
daban un aspecto de fuerza haciendo que su viejo adversario pareciera casi infantil en
comparación. Quizá Kyle se sintiera así porque retrocedió unos pasos, fingiendo tomar
más interés en conseguir un vaso de vino de uno de los criados. Luego alzó la vista cuando
un grupo de personas se acercaron y sonrió. Kerry se volvió, para encontrarse cara a cara
con su madre y otros familiares. "Ah... eh..."
"Kerrison... Oh" Cynthia Stuart se quedó sin habla, durante unos segundos, al ver a
los inesperados invitados. "Comandante, es bueno verle. Y a usted señora Roberts, es
bueno tenerles aquí"
Las cejas de Ceci se levantaron casi imperceptiblemente. No era la acogida que
esperaba, dada su última reunión. Pero uno toma lo que le ofrecen, y si ella tenía caviar
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en vez de pescado, mejor que mejor. Recuperó sus modales y los presentó, a sabiendas
de que no necesitaba ayuda para ello.
"Muchas gracias por darnos la bienvenida en un momento tan angustioso. Quizá la
próxima vez podamos reunirnos en mejores circunstancias"
Cynthia frunció los labios.
"¿Sabes?, eso es muy cierto. ¿Tal vez podríamos invitaros a una fiesta de Navidad o
algo en el futuro?"
"Bueno, soy pagana. ¿Quizá en otra ocasión?" Sonrió encantadoramente, observando
la reacción de su consuegra, tras su comentario.
"Por supuesto. Perfecto, " le contestó Cynthia vagamente. "Ah ..."
Dar estaba observando las expresiones de su familia y la de Kerry mientras
conversaban. Sus reacciones iban desde perplejidad a indignación. Se limitó a sonreír a
cada uno de ellos.
Por el rabillo del ojo, vio a Kyle escabullirse cuando un curioso cámara se acercó, lo
más probable por sentirse atraído por la altura de su padre, vestido con el uniforme de
marine. Después de haber tenido suficiente diversión, por el momento, Ceci tomó las
manos que le ofrecía Cynthia.
"Sabíamos que era un mal momento para todos. Me alegro de poder estar aquí para
dar nuestro pésame en persona. Usted tiene una casa hermosa"
El flash de una cámara se hizo notar.
"Bueno, gracias", respondió calurosamente. "Oh, ven y deja que te presente a mi
hermano Anthony. Creo que conoce tu trabajo"
Ceci le sonrió cortésmente, agarrando a su marido de la mano.
"Nos encantaría conocerlo"
"Una cosa menos de que tenemos que preocuparnos", murmuró Kerry, volviendo la
cabeza para que sólo Dar pudiera oírla. "!Qué sorpresa tan maravillosa!"
192
"Mm", gruñó Dar, sonriendo a la prensa. De repente sintió que su garganta se le
secaba. "Por supuesto"
Kerry miró hacia la prensa, que parecía intrigada por su nuevo objetivo.
"A papá se le ve muy bien"
"Sí", respondió en un susurro. "Nunca había visto todos esos adornos antes. No puedo
creer que mamá le convenciera para usarlos" Miró a su padre y le dio una mirada
significativa antes de dirigir suavemente a Kerry a través de un arco cercano, hacia una
pequeña alcoba, justo al lado de la sala de recepción. Allí había una mesa de lino cubierta
con vasos y una jarra de agua. Sirvió dos copas y ofreció una a su amante.
Durante unos segundos, se miraron fijamente, mientras bebían sus bebidas. Entonces
Kerry suspiró.
"Noche de sorpresas"
Dar asintió.
"Algunas no tan buenas"
Kerry se quedó mirando el fondo de su vaso.
"Sí. Maldita sea. Había olvidado lo mucho que lo odiaba" Se sorprendió al ver sus
manos temblando. Se dio cuenta de que el resto de su cuerpo también lo hacía. "Wow".
Dar le tomó el vaso de la mano y lo dejó. Se frotó las manos, para después poder
calentar las de Kerry.
"Tienes las manos frías"
"Sí" Se sintió un poco mareada. Tomó un par de profundas respiraciones,
permitiendo que su pulso acelerado se desacelerara y se estabilizara.
Dar vio la pálida tez, normalmente dorada, del rostro de su amante.
"¿Estás bien?"
"Sí". Asintió, relajándose un poco. "Fue muy bueno ver a tus padres" Le sonrió.
"Cuando nos enteramos de que habían dejado Miami, debería haber adivinado que iban a
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venir aquí" Se dio la vuelta mirando hacia un banco cercano. "¿Nos sentamos un minuto?"
Dar tomó asiento al lado de ella, dejando escapar un suspiro.
"Aquí". Kerry le entregó de nuevo un vaso de agua. "Son gente un poco difícil".
Kerry puso los ojos.
"Hacen que mi familia parezcan los Waltons", continuó Dar, "en acción de gracias"
Kerry soltó una risita, casi escupiendo un poco de su agua.
"Si uno más de ellos hubiera hecho otro comentario insolente acerca de tu peso, le
hubiera tirado un vaso de ese asqueroso champán seco por la espalda", continuó
sucesivamente. "Especialmente porque ninguno de ellos ha visto un gimnasio desde que
fueron a su escuela de niños de papá" Otra risita fue animando a Kerry, "y aun así, es
probable que sólo bailaran en él"
Kerry se aclaró la garganta.
"Es cierto. Ninguno de ellos tiene una buena aptitud física. Ellos preferían morirse
de hambre, antes de... ugh... estoy sudando, olvídalo"
"Creo que estás muy guapa cuando sudas" Cruzó las piernas y tomó un trago de agua.
"No vamos a ir por la borda", le advirtió sonriendo. Luego suspiró. "Bueno, he tenido
mi hora contigo, será mejor volver allí. Creo que mis otros primos acaban de llegar" Se
levantó, y puso su vestido recto. "¿Quieres venir a conocerlos?"
Dejó su vaso sobre la mesa y se unió a Kerry, cerca de la puerta. Se detuvo para
mirar hacia el resto de la gente. Vio a sus padres cerca de un grupo de personas mayores.
Cuando estaban a punto de dar un paso adelante, Dar la sintió dudar, y miró a su alrededor
para ver cuál era el problema. Kyle las estaba observando desde la zona del elegante bar,
con los brazos cruzados mientras hablaba en voz baja con dos hombres en trajes oscuros.
"No me gusta el aspecto de eso"
"No. A mí tampoco. Vamos" Kerry deliberadamente dio la vuelta y caminó en la otra
dirección, hacia dos mujeres jóvenes, con vestidos de encaje negro.
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El estudio estaba muy tranquilo, casi sombrío. Kyle ignoró los fantasmas que
observaban desde las esquinas y se dirigió al otro lado. Volvió detrás del mostrador y se
sentó en el sillón de cuero con impasible arrogancia.
Por un momento dudó si poner sus manos sobre la superficie, luego sacudió la cabeza
y abrió el cajón central. Había algunos papeles en la parte superior. Los retiró, los estudió
con impaciencia, y luego los arrojó sobre el escritorio.
"No hay nada allí" Volvió a poner los papeles en el cajón y lo cerró. Luego miró el
cajón de archivos, en el lado derecho. En el interior había una serie de carpetas colgantes,
totalmente ordenado, con una etiqueta por cada proyecto del senador. La mayoría estaban
vacías. Frunció el ceño, hojeando a través de ellas. "Sé que estos no los habías terminado.
No me digas que alguien se los ha llevado. Tendré que averiguarlo" Empujó los archivos
hacia la parte de atrás, pero vaciló cuando sintió cierta resistencia. Tirando de las carpetas
hacia adelante, estiró el cuello para ver lo que estaba bloqueando la parte trasera del
cajón. "Tal vez se cayó algo... Eh, ¿qué es esto? “Tiró de un sobre manila con los bordes
deshilachados y parcialmente roto. Era bastante grueso. Lo puso sobre el escritorio, lo
abrió y miró dentro. El olor del papel y la tinta laser lo golpeó. Curioso, retiró las primeras
páginas y las inclinó hacia la luz sobre la mesa para ver mejor. "Ah hah", susurró y se rio
por lo bajo. "Ahora sí que tengo algo que puedo usar" Leyó más, mostrando consternación
en su rostro. "¿En qué diablos te metiste?" Se preguntó en voz alta, y luego con los ojos
entrecerrados. "¿Y por qué no me lo contaste?" Tamborileó con los dedos sobre la mesa,
cogió el sobre guardándolo bajo el brazo mientras se levantaba para irse. "Tal vez es por
esto que pusiste fin a mi plan de despojar los contratos". Se rio entre dientes mientras se
dirigía hacia la puerta. "Ahora puedo matar dos pájaros de un tiro"
Mucho más tarde en la noche, Dar encontró un momento para hacer una pausa y
apoyarse en la pared, sabiendo que la prueba casi había terminado. La noche había sido
muy larga, con mucho estrés, y su hombro le estaba doliendo demasiado, por lo que
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empezaba a resultarle muy difícil mover el brazo sin gritar. Pero ahora, la gente se va.
Estaré bien.
!Que se vayan! Ya estaba cansada de mostrarse educada con casi todas aquellas
personas que las habían estado mirando con rabia y haciendo comentarios despectivos.
Era la familia de su amante, sí, pero casi ninguno de ellos, le perdonaban lo que había
hecho a su difunto padre, o su estilo de vida actual. O por la elección de su pareja. Que
se jodan. Mentalmente enunció aquellas palabras con sombría satisfacción. Luego
levantó la vista cuando sintió que alguien se acercaba. Ah.
"Hola papá"
Andrew Roberts encontró un lugar en la pared junto a ella y la saludó.
"Hola Dardar" retumbó en voz baja. "No tienes buena cara"
Dar suspiró para sus adentros. Nunca había tenido mucha suerte engañando a su
padre cuando no se sentía bien.
"No, tienes razón. Estoy cansada, de mal humor, y mi hombro me está matando" Vio
a Kerry caminando a través de la habitación hacia ella con un paso firme y determinado.
"Uh oh"
Andrew se rio entre dientes.
"Hey, ¿Dar?" se acercó más, señalando con la mandíbula hacia la puerta de la sala de
recepción, donde estaba Kyle de pie, simplemente observando a Kerry. "¿Quién es ese
paleto?"
"Un gilipollas que merece ser atropellado por un camión", le respondió sin pensar.
"Un total bastardo que hizo la vida de Ker un infierno durante mucho tiempo"
"¿Sí?", ahora la voz de su padre era más suave.
"Sí", respondió antes de saludar a Kerry. "Hola. Apuesto a que tienes dolor de
cabeza"
Kerry había abierto la boca para hablar, pero esta observación la dejó un poco
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descolocada.
"Um... sí, lo tengo. ¿Cómo lo sabes?"
"Por la misma razón que sé que es hora de que tome mis medicinas" Le respondió
con una leve sonrisa. "A menos que estés lista para retirarte y des por terminada la noche"
De espaldas a la habitación, Kerry la miró, y por un momento su determinación
cordial se deslizó, dejando al descubierto una expresión de angustia en carne viva. Su
voz, sin embargo, se mantuvo tranquila.
"Creo que he tenido suficiente por esta noche, sí. Porque si tengo escuchar a una
persona más soltar otro eufemismo sobre que somos amantes, creo que voy a matar a
alguien" Se hizo un silencio incómodo. Miró hacia arriba para ver a su suegro rascarse la
mandíbula. "Lo siento papá. Pensé que lo sabías" Miró hacia Dar, casi sonriendo con
cierto rubor. "Yo, quiero decir, eres marine, un hombre de mundo y todas esas cosas"
Andrew se rio entre dientes.
"Ciertamente lo sabía, kumquat. Sólo que yo me refiero a vosotras dos como novias,
es todo"
Eso convenció a Kerry que le sonrió.
"¿Mi madre os ha invitado a pasar la noche?"
"Sí" Apareció Ceci al otro lado de Kerry. "Ahora que me he paso la noche aporreando
a tus familiares hablando sobre arte intelectual. Buena Diosa, Kerry, tienes una familia
más molesta que la mía, y Andy te lo puede asegurar".
Kerry suspiró.
"Lo sé" Miró a su alrededor. "Espero que los hayas insultado lo suficiente. Se lo
merecen"
"Sí, sí. Te diré algo. Deberíamos juntar a tu familia con la mía durante un tiempo, les
haremos unas fotos"
Andrew soltó un bufido y se rio por lo bajo.
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"Ellos no se merecen ni eso", dijo Kerry con sequedad.
"Vamos, salgamos de aquí, Dar"
Angie asomó la cabeza por la esquina de la puerta.
"Kerry, quieren sacarnos unas cuantas fotos juntos. Luego habremos acabado"
Asqueada, Kerry volvió a suspirar.
"¿Para qué? Se supone que es una ocasión solemne, Angie. Me siento como que
estuviéramos siendo...", miró a Andrew y medio sonrió, "... nada"
"Es para el periódico local" Angie le dio una mirada de disculpa. "Están haciendo
toda una sección especial sobre él"
Cerró los ojos.
"Fantástico" Los abrió y miró a Dar. "¿Por qué no te vas arriba?, me reuniré contigo
allí en unos pocos minutos. Tengo que hablar con mi madre, de todos modos"
Dar lo pensó por un momento, luego asintió.
"Muy bien". Se apartó de la pared, y le acarició el brazo a Kerry, antes de dirigirse a
la puerta. Después de un momento, Andrew la alcanzó. Ésta empezó a decir algo, pero
simplemente decidió conservar sus energías y se mantuvo en silencio, sin hacer caso a los
curiosos la veían salir de la sala de recepción, y se dirigió hacia la ancha escalera. Varias
cámaras aparecieron en el hall de entrada, provocando que se estremeciera ante la luz
brillante. "¿Qué diablos es eso?", murmuró.
Su padre simplemente la miró y resopló, sacudiendo la cabeza.
"Sra. Roberts... ah..." Le insistió uno de los reporteros en su camino. "¿Podemos
hablar un momento con usted?"
Varias respuestas le vinieron a mente, pero reconoció la insignia en su solapa como
uno de los principales contratos de sus negocios, y pensó que a Alastair no le haría gracia.
"Por supuesto". Puso una mano en la barandilla de la escalera y esperó. "¿Qué puedo
hacer por usted?" El hombre y su compañera acortaron la distancia entre ellos, mientras
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sacaba una libreta. Dar se alivió ligeramente al notar que las cámaras se habían retirado,
y decidió ser paciente y esperar a escuchar sus preguntas. "¿De verdad escribe para el
Wall Street Journal?"
El hombre levantó la vista y le dirigió una media sonrisa.
"Está involucrada en un montón de historias problemáticas"
"Ah"
"Por ejemplo, sabemos que ha estado promoviendo una investigación que pone en
tela de juicio los contratos gubernamentales que ILS ha llevado el año pasado. ¿Es
cierto?"
Se tomó un momento para absorber la información pública de forma inesperada.
"Lo es. Pero trato de mantenerme alejada de los enredos políticos. Nuestro
departamento jurídico se encarga de eso"
"Su compañía habría sido gravemente dañada si hubiera tenido éxito" Dijo el hombre.
"Así que supongo que este evento es muy oportuno para usted, ¿eh?"
Permaneció en silencio durante un par de respiraciones, equilibrando los
sentimientos de su interior con sus responsabilidades.
"Las personas que mueren nunca son caso oportuno, señor. No importa lo que él
estuviera haciendo, y no importa cómo se sentía respecto a ILS, seguía siendo el padre de
mi compañera"
"¿Incluso después de las audiencias? Aquello fue bastante desagradable", dijo el
hombre. "No te culparía por guardarle rencor"
"No pierdo mi tiempo en rencores", mintió, intentando parecer sincera. "Tampoco
creo que él lo hiciera. Pero eso le gustaría a la prensa, ¿no es cierto?" Redirigió el ataque
con una sonrisa. Las cejas del hombre se arquearon.
"Alguien más podría recoger la pelota allí, ya sabe. Esos contratos valen mucho
dinero"
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"Todos nuestros contratos valen mucho dinero, y para eso tenemos un departamento
legal. Le sugiero que hable con ellos si necesita más detalles" Levantó su mano de la
barandilla y dio un paso atrás. "Y ahora si me disculpa"
"Gracias por sus palabras, Sra. Roberts. Que tenga una buena noche", el reportero
respondió cortésmente. "Señor". Saludó a Andrew, antes de volverse y reincorporarse a
la multitud.
“¡Será culo prieto!” Gruñó Andrew.
"Shh" Dar ahogó una breve carcajada. "Vamos". Se volvió y subió las escaleras,
moviendo la cabeza. Se alegró de alejarse del ruido y la multitud. El dolor cada vez se
estaba haciendo más imposible de soportar, y el descontrol de su temperamento
empezaba a molestarla. "¡Maldita sea, me gustaría estar en casa!" Suspiró cuando llegó a
la puerta de la habitación verde.
"Seguro" Andrew abrió la puerta. "Déjame echar un vistazo a tu brazo” La frente de
Dar subió. "No me mires así" Su padre frunció el ceño.
"Sí, señor" Entraron en la habitación y cerraron la puerta. La habitación estaba a
oscuras, ya que sólo había dejado una lámpara encendida. Dejó escapar un suspiro en
silencio mientras absorbía la paz tranquila del interior. Se quitó los zapatos, luego la
chaqueta y se congeló en medio del movimiento, apretando la mandíbula contra un jadeo.
"Tranquila Dardar" Su padre llamó, y suavemente le ayudó a sacarle la chaqueta de
los hombros. "Déjame ver eso... ¡Dios mío!"
Se miró su brazo.
"Se ve peor de lo que duele", mintió.
Andrew dio vuelta a la luz y tocó la piel con dedos gentiles. Levantó los ojos y estudió
su rostro.
"Eso no se ve bien para mí, joven lady"
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Dar logró una sonrisa desenfadada.
"Sí, bueno, es tu culpa"
Andrew parpadeó con asombro y señaló con un dedo sus medallas adornando el
pecho.
"¿Mi culpa?"
"Sí". Se acercó hacia su bolsa y sacó su bote de pastillas, luego lo abrió y deslizó
una sobre su mano. "Hice algo ayer que no debería haber hecho"
Su padre resopló.
"¿Me estás diciendo que te he enseñado a ser idiota?"
Tragó la pastilla, ayudándose con un poco de agua, y volvió a guardar todo en su
bolsa de viaje.
“No" Se enfrentó a él. "Tú me enseñaste a ser caballerosa. Kerry se puso enferma
como un perro y no podía mantenerse en pie, así que la cogí en brazos y la llevé a la
cama"
Andrew se cubrió los ojos.
"Ay señor"
"Sí, bueno" Se acercó a su padre y luego se volvió.
“¿Quieres mi opinión?”
Sintió un ligero toque sobre sus hombros ya más relajados.
"No, porque lo haría una y otra vez, si fuera necesario"
"Huh"
Cogió su ropa de dormir y se metió en el baño.
Miró su reflejo viendo la lesión. No me extraña que se asustara. Maldita sea, que se
ve casi tan malo como me duele. Con un suspiro, se quitó la ropa y se puso la camiseta
de dormir, tratando de no levantar el brazo más de lo necesario.
"Estaré mejor cuando todo esto termine", dijo en voz alta.
201
"Tú y yo, Dardar", respondió Andrew.
Volvió a entrar en la habitación y se sentó en la cama. Su padre lo hizo en una silla
frente a ella. Se miraron en silencio durante un momento, luego Dar exhaló.
"No me gusta lo que está haciendo esto a Kerry". Vaciló. "Y odio pensar que es por
nuestra culpa, por nuestra relación. No sé por qué creen que es malo para ella"
Andrew reflexionó durante un rato.
"Sip" finalmente soltó. "También ha sido así para tu madre y para mí. Tus amigos,
mi amigos... a veces duele como el infierno" Ambos se quedaron pensado en ello en
silencio. "¿Dar?", finalmente levantó la vista hacia ella, bajo la tenue luz brillando en sus
ojos claros. "¿Qué le hizo ese hombre a Kerry?"
Dar estudió su rostro.
"¿Kyle?. Un montón de cosas. ¿Por qué?"
"Porque ella le tiene miedo. Y quiero saber por qué"
¿Cómo debo responder a eso?, se preguntó. Era un tema muy privado de Kerry, y
sabía que su amante lo había ocultado de esa manera por una razón. ¿No quiere que nadie
más lo sepa? Aquello había ocurrido antes de que ambas iniciaran su relación.
Había visto la vergüenza en sus ojos cuando se lo había contado. Era un secreto que
había guardado dentro durante mucho tiempo, y se lo había contado con voz temblorosa,
como si ella, de alguna manera, pudiera dejar de sentir lo que sentía por Kerry. Al
contrario, se había enfadado tanto, que si lo hubiera tenido delante lo hubiera matado.
Miró hacia abajo a sus manos, las apretó juntas y se tensó. Su mente repasaba
vagamente al amenazante Kyle. ¿Intentaría hacer más daño a Kerry? Su frente se arrugó,
luego asintió un poco con la cabeza. Él iba a tratar de hacerla lo más miserable que
pudiera. Estaba segura de ello.
Levantó los ojos y se encontró con la mirada paciente de su padre.
"Creo que... Creo que lo peor que le hizo a ella..." Hizo una pausa, tratando de
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encontrar la manera correcta de expresar sus pensamientos. "Creo que lo peor que hizo
fue humillarla como persona"
"Mm". Andrew lo pensó. Luego la miró fijamente. "¿Cómo?" Su padre sintió algo.
Ella se dio cuenta de repente.
"El... le hizo algo, y cuando se lo contó a sus padres, no la creyeron" Vaciló. "La
obligaron a pedirle perdón, y él se rio de ella"
Andrew se levantó y se sentó en la cama al lado de su hija, mirándola a los ojos con
expresión seria.
"Paladar, ¿ese hombre le golpeó?"
"No" De pronto sintió como si fuera una adolescente, de cara a la persona a la que
nunca le había mentido, y siempre había confiado completamente más que en nada ni
nadie en su vida. "El la violó, papá" Su padre se quedó muy, muy quieto, ni siquiera
respiró durante un tiempo, un largo tiempo. Dar parpadeó sorprendida al sentir el calor
de las lágrimas rodando por sus mejillas. Se las secó con un irritado deslizamiento de la
parte posterior de la mano. "¡No la creyeron! !Maldita sea! No puedo entenderlo"
Andrew se mantuvo muy callado por un momento, y luego tomó la mano de su hija,
doblando cuidadosamente sus dedos alrededor de los suyos.
"Gracias al buen Dios que no puedes entenderlo" Su voz era baja y ronca.
Dar estudió las manos llenas de cicatrices que sostenían las suyas.
"¿Papá?"
Andrew la miró.
"¿Eh?"
"Siento haberte dado tanto trabajo cuando era una niña", le dijo. "No me di cuenta de
lo afortunada que era"
Andrew se movió, la rodeó con un brazo largo y suavemente la abrazó. Rozó sus
labios sobre su pelo, mientras metía la cabeza en su hombro.
203
"Kerrison, un momento, por favor"
Durante un momento pensó en decir que no. Pero suspiró y se acercó a su madre. La
prensa ya había desmontado su equipo, y la sala estaba casi vacía, y lo único que quería
era escapar de allí, y abrazar a Dar.
"¿Sí?"
Cynthia miró a su alrededor, antes de hablar.
"Sé que esta noche ha sido terriblemente molesta para ti"
"Fue más o menos lo que esperaba. No creo que nos quedemos para el servicio de
mañana"
Su madre apretó los labios.
"Oh". Suspiró. "Tal vez si hablo con ellos"
"No" Levantó una mano. "No te molestes. He presentado mis respetos y me he
despedido" Hizo una pausa, considerando su palabras. "Cualquier otra cosa sólo será una
farsa, y todos lo sabemos"
"Pero…"
"Además, ya he tenido suficiente con la presencia de Kyle, y es demasiado. No lo
quiero cerca de mí, nunca más"
Cynthia permaneció en silencio por un momento.
"Su regreso fue inesperado. Tu padre dependía demasiado de él. Confiaba mucho en
él"
"Lo sé" Miró a su derecha. "Más que en mí. Lo recuerdo muy claramente" Cynthia
se quedó en silencio, visiblemente mordiéndose el labio. "Disculpa" Kerry dio la vuelta
y caminó hacia el vestíbulo. Se acercó a sus hermanos que salían de la biblioteca, casi
como si hubieran estado al acecho para ella.
"Hey"
204
"!Qué día más perro, ¿eh?!" Dijo Michael, que estaba a su lado, mientras caminaban
hacia las escaleras. "¿Crees que mañana será mejor?"
"Me importa un bledo", dijo Kerry. "Nos vamos de aquí por la mañana"
"Oh" murmuró Michael.
Angie puso una mano en la espalda de Kerry, y empezó a subir las escaleras.
"Si te sirve de consuelo, te llevaste los mejores comentarios sarcásticos de la noche"
"Que se jodan", dijo Kerry. "Todos ellos pueden besarme le culo"
Sus hermanos se mantuvieron un silencio, un poco sorprendidos.
"Bueno", Michael finalmente dijo, "está bien. Pero apuesto que Dar los podría tirar
por la ventana, si se lo propusiera"
"Eso podría ser divertido de ver", dijo Angie.
Kerry les dio a ambos miradas puntiagudas, y luego exhaló, sus hombros cayendo y
perdiendo parte de su tensión.
"Lo siento"
"Está bien, hermana" Angie puso su brazo alrededor de la cintura de Kerry, y Michael
hizo lo mismo desde el otro lado mientras caminaban juntos. "¿Sabías que el gobernador
conoce al padre de Dar?"
No, Kerry no lo sabía.
"¿En serio? Supongo que el mundo es muy pequeño. Oh, espera. Él es ex-marine de
guerra, ¿no?"
"Sí", dijo Mike. "Él dijo que el padre de Dar es uno de los más temibles que ha
conocido"
"Mm". Kerry se encogió de hombros. "No lo creo, no de todos modos"
"Me gusta", dijo Angie. "Y también me gusta la madre de Dar. Ella es tan divertida"
"¿Divertida?" Michael se rio. "No has oído hablar de ella al tío Edgar. No tenía idea
de quién era. Quiero decir, él sabía que era una artista famosa, pero no tenía ni idea.
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Supongo que él no hizo la conexión porque no se parece en nada a Dar. Así que se puso
a hablar más de la cuenta" Movió su brazo libre haciendo un gesto gracioso. "Tenías que
ver su cara cuando se enteró. Fue genial". Se echó a reír.
Kerry sintió una risa cansada emerger.
"Ella es realmente fuerte. Va directa a la yugular, con pequeñas palabras, y se asegura
de que sean claramente entendidas" Sonrió brevemente. "Lo siento, decidieron volver al
hotel esta noche" Echó un vistazo a la parte superior de las escaleras. "Tal vez deberíamos
hacerlo también"
"Hey" Angie le dio un apretón cariñoso. "Sé que es una mierda Ker, pero me alegro
de haber podido pasar estos pocos minutos contigo. Te echo de menos sin importar lo que
el resto de esos idiotas digan"
Estaban en la parte superior de las escaleras. Kerry se detuvo y miró a sus hermanos,
luego los abrazó.
"Yo también os extraño chicos. He odiado perder esa parte de mi vida". Tragó las
lágrimas.
Mantuvieron el abrazo durante unos segundos hasta que finalmente se liberaron y se
miraron. Angie frunció los labios y puso una mano en la mejilla de su hermana.
"Ve a descansar"
"Gracias. Tú también" Logró sonreír antes de dirigirse a su habitación.
El timbre del teléfono la sobresaltó. Se dio la vuelta donde había estado de pie, junto
a la ventana mirando la caída de nieve, y fue a la mesa auxiliar. Cogió el teléfono, abrió
y comprobó el identificador de llamadas antes de ponérselo al oído.
"Buenas noches Alastair"
Alastair lanzó un largo suspiro antes de hablar.
"Buenas noches Dar. ¿Cómo va todo ahí?"
"Como la mierda", respondió sucintamente. "Su familia apesta, el hombro me duele,
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y lo único bueno que puedo decir es que su maldito padre está muerto"
"Vimos las noticias. Seguro que se montó un buen un show ahí, ¿eh?"
"No lo sabes bien. Tuve a los del Wall Street Journal olfateándome acerca de esos
malditos contratos. Les envié a Ham"
"Buena idea. Supongo que querían pillarte con la guardia baja"
"Supongo que querían que admitiera que estaba contenta de que él estuviera muerto"
Alastair permaneció en silencio brevemente.
"Ah. Pues bien, siento que tengas que sufrir más miseria esta noche Dar, pero esta
llamada no podía esperar"
Dar suspiró.
"¿Y ahora qué?" Su mente corría sobre varias posibilidades y no le gustaba ninguna
de ellas.
"Acabo de hablar por teléfono con el general. Me ha dicho que Stuart tenía esa
información"
Cerró los ojos.
"¿Cómo sucedió eso?"
"Alguien le dijo a alguien, quien dijo a alguien más. Ya sabes cómo es todo esto"
"Mierda"
"Mm". Alastair parecía más resignado que molesto. "Diría que sabe demasiado, pero
creo que el trato sigue en pie, pero no estoy seguro de lo que ha podido llegar a oídos del
general".
Dar permaneció en silencio, con los ojos fijos en la pared pastel suave opuesta a ella.
"Bueno, esa información está ahí en alguna parte, se la di a él y dudo que la quemara.
¿Quieres mi renuncia en persona o por medio de una carta? No puedo cambiar lo que
hice" Su garganta se encogió. "Ni siquiera estoy segura de poder decirte que lo haría de
manera diferente, incluso ahora"
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Alastair absorbió pensativo su declaración en silencio.
"¿Hay alguna posibilidad de que puedas recuperar esos papeles? Quiero decir, estoy
seguro de que deben estar ahí, Dar. Estoy seguro que los mantuvo cerca. Si los
pudiéramos recuperar el general estaría conforme"
"Probablemente se hicieron copias"
"Dar, no lo hagas más complicado de lo que es", Alastair dijo. "Si él dijo que estaría
satisfecho con esos malditos papeles, entonces vamos a conseguírselos, ¿de acuerdo?"
Aceptó el hecho de que su jefe no había rechazado su oferta de dimisión con un
curioso sentido de pérdida personal mezclado con un compungido orgullo de que por lo
menos lo había hecho a su manera.
"Dudo que pudiera encontrarlos, Alastair. La gente está merodeando por todo el
lugar. Estoy segura de que hurgar en su despacho no será una opción viable"
"Ya veo" Suspiró. "Bueno, te diré algo Dar. ¿Por qué no vienes a verme después de
que todo este asunto haya terminado? Deja que vea si puedo manejarlo de alguna otra
forma"
El pecho de Dar se tensó.
"Está bien" Se las arregló para mantener su voz serena. "Lo haré"
"Buenas noches Dar. Y ten cuidado" Suavizó su tono. "Y dale a Kerrison mis
condolencias también, ¿eh?"
"Está bien. Lo haré. Gracias Alastair" Cerró el teléfono y lo miró, luego se limitó a
negar con la cabeza y lo arrojó sobre la mesa. ¿Y ahora qué? Había pensado que estaban
bien, y ahora... Pues bien, el infierno. "A la mierda. Con todos. Esta es una maldita
decisión que me niego a lamentar", le habló a las paredes verdes. "Todos ellos me pueden
besar el culo"
Se acercó a la ventana y observó la caída de nieve mientras esperaba tratando de
alejar la conversación de su mente. Kerry no tenía que lidiar con todo esto ahora. Ninguna
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de las dos lo necesitaba. Tenían que salir de allí y volver a casa y luego...
Tendrían tiempo suficiente para pensar en ello más tarde.
Kerry caminó por el pasillo y llegó a la puerta de su habitación con un sentido de
cierto alivio. Giró el pomo y asomó la cabeza en el interior, encontrando los ojos azules
pálidos que alertamente la observaban desde la cama.
"Hey". Entró y cerró la puerta, apoyándose en ella. Dar tumbada a un lado de la cama
de felpa con dosel, con su ordenador portátil apoyado sobre sus muslos y su pelo oscuro
en atractivo desorden.
"Hey", respondió. "Estaba a punto de ir a buscarte"
Kerry tuvo que sonreír.
"¿Así vestida?", señaló el estado de desnudez de su amante.
"Mmhm" Dar asintió. "Bueno y, ¿sabes?, pensé que posiblemente no podía llamar la
atención más de lo que ya lo hemos hecho hoy" Extendió una mano. "Ven aquí"
Kerry se quitó sus zapatos de camino a la cama mientras Dar movía de sitio su
portátil, terminando de alguna manera en una maraña de extremidades calientes y ropa de
cama en el medio de la colcha.
"Uhrg", se quejó Kerry.
Dar la atrajo más cerca y le acarició la espalda con los dedos.
"Kerry, Kerry, Kerry", murmuró en un suspiro. "Se acabó, cariño. Se ha acabado"
Ésta mantuvo los ojos cerrados, dejándose absorber sólo por la sensación y el olor de
su amante.
"Nos vamos por la mañana. Volvemos al hotel, recogemos a tus padres, y nos vamos
al aeropuerto. Y nos subimos al primer avión que salga hacia el sur, aunque sea un avión
fumigador. Cualquier cosa que nos saque de aquí"
Dar sonrió débilmente.
"Así es"
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"Y no quiero volver nunca aquí otra vez", murmuró. "Nunca"
Dar sólo la abrazó más cerca.
"¿Ker?"
"¿Mm?"
"¿Quieres salir de ese vestido?"
"Sólo si tú me ayudas"
Miró la figura acurrucada en sus brazos, con el rostro enterrado en su camiseta de
dormir.
"Bueno", le alisó el cabello. "Normalmente lo haría encantada, pero en estos
momentos estoy un poco en desventaja"
Kerry levantó lentamente la cabeza, arrugando las cejas mientras parpadeaba bajo la
luz tenue.
"Oh, maldita sea. Lo siento" Miró el pecho de Dar. "¿Por qué no dijiste nada? Te
debe estar matando"
"Nah" Sacudió la cabeza. "No me duele cuando te abrazo". Acarició la frente con
hombro. "Sólo cuando lo levanto"
"Mmph" Se retiró el pelo de los ojos, rodó a su lado, y miró hacia abajo a su ropa
arrugada, ahora con una mirada de disgusto. "Sí, supongo que será mejor que me lo quite.
De todas formas estaba empezando a sentirme incómoda" Se retorció fuera de la cama y
se puso de pie y luego soltó la parte de atrás del vestido y tiró de él por encima de su
cabeza.
Dar simplemente se echó hacia atrás, disfrutando de la vista. Kerry era hermosa.
Tenía unos suaves hombros musculosos, caderas delgadas y piernas delgadas pero
fuertes. Todo su cuerpo con un débil dorado bronceado.
También podía ver la tensión que había estado acumulando en su cuerpo.
"El bote de aspirinas está en el bolsillo delantero derecho de mi bolsa, si lo necesitas"
210
Kerry se detuvo mientras se ponía su camiseta de dormir.
"¿Te has tomado ya las tuyas?"
"Oh, sí"
Terminó de ponerse la ropa para dormir, luego sacó el frasco de aspirinas de la bolsa
de Dar, junto con su botella de agua.
"¿Alguna vez te he dicho lo mucho que te quiero?" Tragó unas pastillas y bebió un
sorbo de la agua. "¿Cómo sabes siempre lo que necesito? ¿Cómo haremos para volver a
casa?”
"Tal vez deberíamos cambiar de avión mañana en lugar de Detroit, así podría ir allí
y patear el culo de ese bastardo en persona"
Kerry sonrió mientras caminaba hacia la cama y se volvió a subir en ella.
"No, cariño. Vas a volver a Miami conmigo, y directamente iremos a ver al Dr. Steve"
Puso un dedo en la nariz de Dar. "No es negociable"
Los claros ojos azules ligeramente la miraron
"Está bien, pero tu vienes conmigo. Mientras que él me está haciendo radiografías,
puede hacerte algunas pruebas a ti"
Kerry tomó aliento, obviamente la había tomado por sorpresa.
"No creo que..." Dar levantó una ceja y sonrió. Suspiró, bajando la mirada, entonces
le devolvió la sonrisa. "Está bien" Se arrastró sobre el cuerpo de Dar dándole un codazo
en el lado izquierdo. "Hazte a un lado. No quiero correr riesgos" Esperó a que su amante
lo hiciera, luego se acurrucó contra el costado derecho de su amante y le puso la cabeza
en su hombro.
Dar le masajeó suavemente los músculos tensos de la espalda. La bocanada de aire
caliente penetró en el tejido de su pecho, y miró hacia abajo para ver una expresión
sombría y triste en el rostro de Kerry.
"Hey"
211
Parpadeó, y algunas lágrimas rodaron por su mejilla, mojando la camiseta de Dar.
"Estoy muy cansada", suspiró. "Me duele hasta el alma, Dar. Esa gente nos ha
pisoteado por todos lados"
Sin saber muy bien qué decir, continuó acariciándola. La atrajo más cerca de su
cuerpo, en un abrazo, haciendo una mueca cuando notó que su amante seguía llorando.
"No dejes que te afecte, Ker", dijo finalmente, en voz muy baja. "Son unos malditos
pendejos"
Soltó un suspiro tembloroso y sollozó.
"Lo sé. Me siento como si me hubiera pasado el día como un objetivo de su tiro con
arco" Deslizó la palma de su mano sobre el estómago de Dar, absorbiendo el calor de su
piel, que se movía con la respiración de Dar. "Me siento tan dolida"
"Bueno", la besó tiernamente en la cabeza, "las dos sanaremos en cuanto lleguemos
a casa" Notó que Kerry empezaba a relajarse contra su cuerpo.
"¿Sabes?, en más de una ocasión he tenido ganas de sacar una manguera y prender
fuego a esta habitación" Kerry se mantuvo muy callada por un momento, y luego soltó
una risita sorprendente. "Sí", continuó con la voz un poco más baja, "y tirarlos a todos
ellos escaleras abajo hasta que se dieran de culo en el suelo de ese parquet tan perfecto"
Esa imagen provocó otra risita. Sollozó, apoyó la barbilla en el pecho de Dar, y alzó la
mirada hacia ella, a través de sus ojos llenos de lágrimas. "¿Puedo decirte algo?"
"Por supuesto" Suavemente le limpió la cara.
"Te quiero"
Dar la abrazó de nuevo.
"Yo también te quiero"
Suspiró y puso su cabeza hacia abajo.
"¿Sabes qué fue lo peor?", preguntó en voz baja.
"¿Kyle?"
212
Asintió con la cabeza en su hombro.
"Sí, el resto de ellos son sólo unos ignorantes hijos de puta. Pero él… me gustaría
pegarle un tiro"
Deslizó su mano debajo de la camisa de Dar y le acarició el muslo. Los músculos
estaban tensos. Frotó su pulgar en un pequeño círculo sobre ellos mientras consideraba
las palabras de Dar. Ver a Kyle, realmente había sido un choque desagradable. Le había
traído un montón de malos recuerdos que conscientemente había expulsado de su cabeza
después de haber roto el lazo con la mayoría de su familia y empezado una nueva vida
con Dar.
Había sido más fácil de esa manera. Después de todo, había podido dejar parte de su
vida atrás, y la solidez tranquilizadora de su relación con Dar, junto con su trabajo en
constante expansión, llenaba sus deseos y necesidades.
De repente, todo le golpeó. Se quedó muy quieta, casi sin respiración. Él se había
ido. Su padre se había ido. Su mundo se había invertido y vuelto del revés, como si un
invisible peso se hubiera desprendido de ella. Se sentía relajada en brazos de su amante
pero continuó flotando durante un momento en el limbo mientras se ajustaba a una nueva
realidad. Él se había ido.
Cerró los ojos, y toda la tensión drenó fuera de ella, dejándola floja como un trapo
envuelto cómodamente sobre el largo cuerpo de Dar. Suavemente el sueño se apoderó de
ella, negándose a borrar la sonrisa que ahora se había formado en sus labios.
Capítulo Diez
En el estudio le estaban esperando sus empleados. Kyle entró, cerró la puerta, se quitó
el abrigo, y lo arrojó sobre el alto respaldo de la silla cerca de la mesa.
"¿Alguna cosa?", preguntó a los dos hombres detrás de la mesa grande, cuadrada.
"No señor" El más joven de los dos miró hacia arriba. "Señor, ¿hay alguna cosa que
indique que debamos seguir con esto?"
213
Kyle le dirigió una mirada fulminante.
"Por supuesto que lo hay. El gobernador va a hacer su anuncio mañana, y si no
encontramos una manera de que la señora Stuart continúe, perderemos un montón de
dinero" Cogió una carpeta y la estudió.
"Bueno señor, a menos que pueda hablar con la señora Stuart, no estoy seguro de que
podamos hacer nada" El hombre suspiró y dejó caer su lápiz. "He comprobado los
registros financieros, legales, fiscales, DMV, crédito... nunca había visto a nadie tan
limpio en mi vida"
"Oh, vamos" Kyle puso la carpeta hacia abajo. "No me puedes decir que no tiene
esqueletos en el armario. No me lo creo"
"Tiene razón señor", dijo el hombre mayor, con aspecto de oso: barba espesa, canoso
y ojos astutos. "Aquí está el archivo" Se lo entregó a Kyle. "Fue a la escuela High
Valedictorian, se graduó en la MCL de Miami, lleva trabajando para ILS durante
dieciséis años. Siempre paga a tiempo sus impuestos, no tiene multas, no tiene
antecedentes penales, excepto por la…"
"¿Excepto qué?" Kyle lo miró fijamente. "Sabía que tenía que haber algo. ¿Qué es?"
El ayudante negó con la cabeza.
"Un incidente años atrás donde se vio implicada en una pelea en un bar. Varios niños
se pelearon"
Kyle se veía encantado.
"¿Por ella?"
"No", respondió el hombre. "Ella los defendía. Dos de los asaltantes acabaron en el
hospital, a pesar de que ambos estaban armados con escopetas. La policía le dio las
gracias"
Kyle frunció el ceño.
"Esa no es la respuesta que yo quería"
214
El joven se encogió de hombros.
"Ni siquiera paga la factura de electricidad tarde, señor. Simplemente no hay nada"
Arrastró unos papeles. "Y sobre sus padres. La madre está limpia y el padre tiene una hoja
militar llena de honores"
"Mmm" Frunció el ceño, y se echó hacia atrás. “Fue un héroe, ¿no?"
"Sí señor" Asintió con la cabeza. "Fue MIA durante siete años. Fue a rescatar a un
montón de chicos que habían sido capturados, y se dejó capturar a sí mismo para que
pudieran ser liberados" Miró hacia abajo. "Medalla al Honor por cada uno de ellos, señor"
Kyle resopló. El resto del personal lo miraba con inquietud.
"Bueno, si no nos pueden dar algo, tendremos que fabricarlo"
La puerta se abrió. Todos miraron hacia arriba para ver a Cynthia Stuart de pie en el
umbral, remilgadamente erguida, con las manos cruzadas. Dio un paso adentro y los miró
a todos.
"Ah, la señora Stuart" Kyle puso su sonrisa más encantadora. "Estábamos
discutiendo los planes para la transición"
Cynthia cerró la puerta y caminó hacia adelante, escaneando todos sus rostros antes
de llegar a la mesa de su difunto esposo y detenerse delante.
"Por favor, no pierdas tu tiempo. He venido para informarles, que a partir de este
momento, están todos despedidos" Hizo una pausa y respiró satisfecha. "Por favor, dejar
todo. Llamaré a seguridad para que os acompañe" Por un momento no hubo más que
atónito silencio. "Ahora. De inmediato"
Aturdido se levantó y se quedó parado en medio del despacho. El resto fueron
saliendo precipitadamente por la puerta.
Solo permaneció Kyle, mirando a Cynthia con los ojos entornados.
"Estoy seguro de que no…"
"Muy especialmente, también le incluye, señor Evans" Cynthia dijo bruscamente.
215
"Simplemente es una lástima que sea lo único que pueda hacer con usted"
Incluso Kyle estaba sorprendido por el tono gélido.
"No sabe lo que está haciendo. Tengo algo de información que podría ser muy, muy
perjudicial…"
"!Por supuesto que lo sé!" Enunció las palabras con mucho cuidado. "Roger ya no
está aquí para protegerte, y quiero que salgas de esta casa inmediatamente, o haré que
seguridad te arrastre fuera" Su voz se elevó. "No vas a estar en mi casa un segundo más
o abusar más de mis hijos. !Fuera!"
Los ojos de Kyle se estrecharon mientras rodeaba el escritorio.
"¿Crees que puedes darme órdenes? Mejor piénsalo de nuevo" Se detuvo en seco, al
notar que alguien le sujetaba, haciendo que retrocediera varios pasos.
"Creo que la señora te ha pedido que te vayas"
"Suéltame" Kyle luchó. Se tiró más atrás, chocando contra el cuerpo grande.
Andrew bajó la voz.
"Lucha contra mí, cabrón, porque estoy buscando la más mínima excusa para
golpearte" Bajó la voz aún más.
Kyle dejó de luchar, volvió la cabeza y se encontró con los ojos azul pálido de
Andrew.
"No seré tan compasivo como lo fue mi hija cuando te pateó el culo hace un año. Ella
es mucho mejor persona que yo"
Por un momento, Kyle lo pensó, luego se retiró un poco, desviando la mirada.
"Si lo pones de esa manera, está bien. Saldré de aquí tan pronto como recoja todo mi
equipo"
Andrew se dio la vuelta y lo empujó hacia la puerta. Kyle tropezó hacia adelante,
pero se contuvo. Después de agarrar su chaqueta, salió de la habitación sin mirar atrás.
"Bueno" Exhaló Cynthia. "Gracias, Comandante Roberts" Miró hacia la puerta.
216
"Aunque tengo miedo de que haga algo. Él tiene una mente demasiado perversa"
"Y yo una esposa inteligente" Andrew deambuló por la habitación y descorrió las
cortinas de la ventana. Ceci salió, detrás de ellas, con una pequeña cámara de vídeo en las
manos. "A nadie le gusta correr riesgos"
Ceci sonrió a Cynthia.
"Bien hecho. No podría haberlo hecho mejor, aunque sospecho que mi hija seguro
lo habría hecho"
Cynthia Stuart dejó escapar un largo suspiro de alivio.
"Tenía tantas ganas de hacer esto. Desde hacía mucho tiempo" Se enderezó. "Creo
que necesito una copa después de esto. ¿Queréis acompañarme?"
"Por supuesto" Ceci tomó a su marido del brazo y sonrió. “Tenemos que hablar".
Andrew miró pensativamente hacia puerta.
"Ahora os sigo. Iré en un minuto", dijo, desenganchándose suavemente del brazo.
El pasillo estaba oscuro, pero la visión de Dar estaba a la altura de la tarea. Se deslizó
por las escaleras con los pies descalzos sin hacer ningún sonido y cruzó el enorme
vestíbulo con una mirada rápida hacia todas las direcciones.
La gran casa estaba en silencio, pero no silenciosa. Sus paredes crujían, y se oía
sonidos suaves de tintineo de cuchillería en algún lugar, por lo que no todo el mundo
estaba durmiendo. Se detuvo en la puerta de la sala principal para escuchar, sólo siguió
adelante cuando se aseguró que nadie más podía oírla.
Ni siquiera estaba segura de por qué estaba haciendo esto, excepto que sabía que si
le contaba a Kerry lo que estaba pasando, se enfadaría. Así que allí estaba ella,
deslizándose por la noche como si fuera un ladrón, arrastrándose a través de los suelos de
mármol en la puerta del estudio de Roger Stuart. Otra vez hizo una pausa para escuchar
con una mano en el picaporte. Segura de que estaba sola, abrió la puerta, se metió dentro,
y cerró la puerta detrás de ella, dando gracias porque las bisagras estaban bien engrasadas.
217
El despacho estaba a oscuras. A través de una ventana, un poco de luz formaba unas
suaves sombras grises. Un escalofrío recorrió por su espalda mientras se imaginaba al
anterior ocupante de la habitación, mirándola con su malévola mirada, que casi la hizo
salir de allí. Se recompuso y se forzó a avanzar por el despacho.
Varios hermosos estantes de roble llenos de libros con incrustaciones se alineaban en
las paredes. Tocó algunos de los libros sabiendo que en su mayoría no habían sido leídos.
Abrió fácilmente algunos gabinetes mostrando en su interior decantadores de cristal de
whisky y poco más.
Estudió la mesa, encendió la lámpara del escritorio. La almohadilla del escritorio de
cuero mostraba impresiones débiles, y si miraba fijamente, casi podía distinguir las
palabras prensadas a mano de un hombre muerto.
Una palabra le llamó la atención, se acercó más y tocó la almohadilla al reconocer el
nombre de su amante. Pero eso era todo lo que podía ver, sólo la palabra "Kerrison" y a
continuación parte de una palabra, "bo". ¿Qué significaba? Si se veía tan fácilmente, era
porque eran palabras demasiado recientes.
Tan intrigante como estaba, de mala gana apartó la atención de ellas. Abrió un cajón,
encontrándolo prácticamente vacío. Hizo lo mismo con el siguiente, y el siguiente, mismo
resultado, y el cuarto sólo contenía una Biblia y un sueter de lana doblada. “¡Mierda.!”
Los papeles que buscaba no estaban allí. Se enderezó, luego se congeló, al ver otro par de
ojos sombríos buscando a su vez.
"Ah"
Kerry cruzó la habitación y la miró por encima del escritorio.
"¿Qué narices estás haciendo?" Se cruzó de brazos.
Ups. Dar se inclinó un poco en la parte superior del escritorio.
"Pensé que estabas dormida. Sólo estaba tratando de limpiar un detalle o dos"
"¿Detalle?" Miró alrededor y luego a ella. "¿Acerca de qué? ¿Por qué estás aquí, Dar?
218
¿Qué estás buscando?" Mantuvo su voz muy baja, aunque no del todo, en un susurro.
Ah, bueno. Tenía la esperanza de poder contarle a Kerry acerca de Alastair cuando
estuvieran de camino a casa. Con el estrés de estar con su familia, lo único que no quería
era preocuparla más. Ahora, ya no tenía muchas opciones.
"Estoy buscando los papeles que le di", respondió en voz baja. "Alastair los necesita.
De lo contrario, no hay trato, y ya no soy tu jefa"
La mandíbula de Kerry cayó, literalmente.
"Y no los encuentro. Así que", dio la vuelta a la mesa, y se volvió para apagar la luz,
dejándolas de nuevo en la oscuridad, "volvamos a la cama. Por lo menos puedo decirle
que lo intenté"
"Espera. Pensé…"
Dar la tomó del brazo.
"Se corrió la voz de que el senador los tenía" La empujó suavemente hacia la puerta.
"Vamos. No te preocupes por ello, Ker. Pase lo que pase, que pase"
Que no me preocupe. Se sintió entumecida. Se había despertado en la oscuridad,
notando que Dar no estaba. El instinto la había llevado al estudio, y ahora... suspiró.
Ahora, casi deseaba simplemente haberse quedado en la cama.
"Está bien" Aquello ya era demasiado. Agarró la camiseta de Dar y se dejó llevar de
nuevo escaleras arriba, a su habitación. "¿Hablabas en serio?"
"Sí", susurró Dar ya que casi andando de puntillas por el pasillo.
"Está bien"
"No, no lo está"
Dar cerró la puerta de su habitación detrás de ellas y deslizó sus brazos alrededor de
Kerry.
"Sí, lo es. Honestamente, no me arrepiento de nada de ello"
Kerry la miró a los ojos, sabiendo que sus palabras eran verdad. Las lágrimas
219
empezaron a brotar y su respiración se empezó a ralentizar por el dolor en su corazón.
Deslizó una mano hacia la mejilla de Dar.
"No, no está bien", se las arregló para decir.
"Shh" La besó en la frente. "Te quiero. Eso es lo único que me importa. Eres lo más
importante para mí. ILS puede tirarse desde un puente, por lo que a mí respecta" Kerry
se apoyó en Dar y cerró los ojos, sintiéndose totalmente agotada. Aquel era el final de un
día de mierda.
"¡Estúpidos bastardos... perra putilla!" Kyle se puso furioso. Aceleró su coche y se
dirigió a través de la intersección a toda velocidad casi atropellando a un hombre que
caminaba por la calle. "!Fuera de mi camino, idiota!" En el exterior hacía frío, y sus manos
estaban rígidas sobre el volante. De todo lo que había esperado esa noche, lo ocurrido con
la Sra. Struart no se lo había podido imaginar. ¿Quién se había pensado que era esa mujer
sin dos células cerebrales? "Puta" Sabía quién estaba detrás de todo aquello. Su pequeña
hija lesbiana. Al parecer se había acercado a su madre más de lo que él creía. ¡Maldita
estúpida! "¡Perra estúpida!", repitió, maldiciéndose a sí mismo por enésima vez por no
haber vuelto al país una semana antes. El senador le había llamado y parecía importante.
Stuart le quería allí inmediatamente.
¿Podía haber sido por los contratos? Últimamente había empezado a pensar que
Stuart los estaba posponiendo, sabiendo que la investigación se podía poner fea. Pero la
llamada repentina le había hecho saber que era necesaria su presencia.
Bueno, al menos había encontrado un nido de huevos. Kyle dio unas palmaditas en
su maletín.
Con lo que tenía allí podía chantajear para conseguirse una jubilación y al infierno
con todo. La carretera giraba delante de él y la siguió. La nieve cubría el vallado a ambos
lados.
Como nunca miraba por el espejo retrovisor, no había visto los ojos azules que se
220
elevaban detrás de él, ni el brazo largo que se inclinó sobre su cuerpo para agarrar el
volante. Simplemente sintió una mano saliendo de un brazo posándose sobre su boca,
cortando su grito de alarma cuando el coche se desvió y se salió de la carretera en un
momento de pesadilla helada.
Un árbol inmenso y oscuro se levantó frente a él, sin poder evitarlo giró el volante y
trató de frenar. La parte delantera del coche explosionó, aplastándolo desde la cintura
hacia abajo, en una ola de dolor que casi provocó su desmayo. Casi. La mano se retiró y
gritó.
"Esto ha sido sólo un aviso", una voz dijo en su oído.
"¡Hijo de puta! ¡Augh!" Kyle intentó darse vuelta para ver a su atacante, pero estaba
clavado en su lugar. "!Hijo de puta!"
El fantasma de ojos azules se rio entre dientes.
"Descubrirás lo malo que puedo llegar a ser" Andrew puso una mano en la mandíbula
de Kyle y se la cerró de un golpe. "Pero el único hijo de puta aquí eres tú"
"Gprfm" Luchó Kyle impotente.
"Ah. Sólo quería que supieras, pedazo de escoria, que si vuelves a acercarte a ella,
no seré tan amable", le susurró al oído. "¿Tienes algo que decir al respecto?"
"Que he disfrutado de cada segundo junto a ella", espetó.
"Me lo imaginaba" Se apoderó de la mandíbula de Kyle y salvajemente tiró de él
hacia un lado, golpeando la parte superior de la cabeza de Kyle contra el otro lado. Un
fuerte chasquido sonó en el interior del coche. A continuación todo fue silencio.
"Que Dios se apiade de ti", dijo Andy después de un momento de silencio. "Porque
Él es un hombre mejor que yo" Después de un ligero retraso, abrió la puerta de atrás, se
deslizó y salió del coche. Ladeó la cabeza al oír las sirenas a lo lejos.
Cerca del lugar del accidente había una casa de vecino, pero sin luces encendidas.
Podía ver siluetas en la ventana, por lo que se ocultó contra una puerta cercana,
221
observando a alguien corriendo por la nieve recién caída.
En la otra dirección, una gruesa capa blanca formaba una página no escrita. Miró
hacia la carretera, desde donde unos faros se acercaban, brillando fuera de la suave
superficie.
Hizo una pausa, luego levantó la vista y estudió las ramas un momento, antes de
agacharse y saltar. Se agarró a una rama, y se arrastró hacia el árbol. Una capa de nieve
cayó debajo de él, luego todo quedó en silencio de nuevo.
Cuando se despertó a la mañana siguiente, recordó a medias su sueño. Era sobre algo
acerca de unos conejos. Sus ojos se abrieron lentamente recordando que cada vez que
soñaba con animales, siempre era uno de esos sueños realmente extraños que no tenían
sentido y por lo general estaba desnuda.
Se preguntó brevemente qué diría un psicólogo sobre ellos. Sonrió. Volvió un poco
la cabeza mirando la habitación con una vaga sensación irreal.
Parece todo más brillante hoy aquí, pensó mirando a la ventana que ahora dejaba
entrar algo de la luz del pálido invierno.
Me pregunto qué hora será. De nuevo cerró los ojos y se acurrucó más cerca,
sintiendo lo que una noche de sueño reparador había hecho. Se sentía mucho más
centrada, y consideró que tal vez se debía a que se había enfrentado a lo peor, y lo había
soportado. No había imaginado cómo podrían ser las cosas, pero ahora... bueno, ahora lo
sabía. Tomó una respiración profunda llena de aire caliente y del olor de Dar. La situación
había sido demasiado mala, incluso peor de lo que podía haber pensado.
Ahora tenía que lidiar con su familia y con las consecuencias de las acciones de Dar
con la Armada. Se dio cuenta que la vida le obligaba a seguir adelante a pesar de todos
sus problemas. Su vida continuaba, y lo harían juntas.
"Mmph" Exhaló, y se retorció con alegría cuando sintió el brazo de Dar apretarse a
su alrededor.
222
Dar había sido su ancla a pesar de todo, reconoció en voz baja. Como una roca que
había estado de pie allí, siendo una barrera contra el viento, algo en lo que apoyarse, y un
refugio cuando todo había llegado a ser demasiado. Abrió los ojos de nuevo y miró a su
amante con profundo afecto, casi saltando cuando sus ojos se encontraron con los
divertidos azules que le devolvían la mirada.
"¿Sí?"
Las cejas de Dar se alzaron.
"No pensé que estarías despierta", dijo Kerry con una tímida sonrisa. "Estaba
tumbada aquí pensando en lo maravillosa que eres"
Las cejas oscuras se levantaron aún más, dando a Dar una mirada casi cómica. Se rio
suavemente y se estiró para abrazar a Kerry, arqueando la espalda y tensando sus
músculos antes de relajarse de nuevo sobre la superficie de la cama.
"Mm... Como una atracción de feria. ¿Podemos hacerlo otra vez?" Kerry preguntó.
Dar la miró con una leve sonrisa.
"Veo que estás en un buen estado de ánimo. ¿Te encuentras mejor hoy?"
Kerry asintió.
"Sí. ¿Y tú?"
Con mucho cuidado, se tocó el hombro mientras flexionaba sus músculos.
"Todavía está un poco rígido, pero no tan mal como ayer" Sonaba levemente
sorprendida. "Casi no me duele" Volvió a moverlo obteniendo el mismo resultado.
"Genial"
Sonrió y le dio un abrazo.
"Me alegra oír eso". Miró por la ventana. "Parece que hoy hace mejor tiempo,
también. Hey, quiero vestirme e ir a dar un paseo. Podría enseñarte mi colina favorita
antes de irnos"
Dar recordó su último paseo por el frío.
223
"Muy bien" La miró fijamente. "Pero es mejor mantenerme caliente. Parece que hace
mucho frío ahí fuera. ¿Qué tal si desayunamos primero? No cené mucho ayer por la
noche"
"Yo tampoco", dijo Kerry. "A penas unas crackers cubiertas con trozos de carne
asada y rábano picante" Su nariz se arrugó con disgusto. "Además, tampoco tenía mucha
hambre" Un ruido sordo la hizo reír un poco. "Ahora parece que sí"
"Eso me han dicho", comentó Dar suavemente. "Vamos. Es posible que necesite un
poco de ayuda en la ducha"
Kerry sonrió.
"Esa sí que es una oferta que nunca rechazaré". Hizo una pausa y puso una mano
sobre el estómago de Dar. "Dar, sobre el trabajo…"
"Shhh" Le revolvió el pelo. "No pienses en ello. Vamos a pasar un buen día y volver
a casa"
Kerry suspiró. Bueno, no había mucho que pudiera hacer al respecto de todos modos,
¿verdad? Sus ojos se desviaron un poco. ¿O sí?
"¿Qué te parece?" Extendió sus brazos señalando su cuerpo. Vio las expresiones, en
cascada, asomar en la cara de su amante, desde burlona a pensativa o hasta
verdaderamente lasciva. "Me refería a la ropa, cariño" Aunque suspiró, sonrojándose ante
el cumplido.
"Oh", Se rio Dar. "Hm". Miró pensativa a su amante. Kerry llevaba una camisa de
franela, de manga larga, metida en su bien gastado jeans, a los que se había añadido unos
bonitos tirantes. También llevaba puestas sus botas de senderismo. Pensó que estaba
adorable. "¿Estás deliberadamente con ganas de dar ese paseo?"
"Bueno, sí". Se llevó las manos a las caderas. "¿Te parece bien?"
"Creo que sí", dijo gravemente. "¿Debo ponerme mi chaleco de cuero?"
Las cejas de Kerry se alzaron con sorpresa complacida.
224
"¿Te lo has traído?"
Dar rio entre dientes.
"No. Sólo estaba bromeando. Me conformé con los pantalones de cuero"
Kerry la miró sospechosamente, luego fue a su bolsa y hurgó en ella.
"Oh" Sacó los pantalones fuera. "Nunca te los había visto antes. ¿Dónde los
conseguiste?" Sacudió la piel suave color caramelo quemado de colores. "Oo... me
gustan"
"Gracias", respondió Dar. "Y nunca los has visto porque no me los he puesto en casa"
Kerry la miró.
"¿Demasiado moderno para Miami?"
"No" Tomó los pantalones. "Demasiado calor. Supuse que con este frío tendría la
oportunidad de usarlos aquí. ¿Me ayudas a ponérmelos?"
Ésta, felizmente obligada, tiró de la piel hacia arriba y sobre las caderas de la morena.
Se adaptan cómodamente, no demasiado ajustados. Abrochó pulcramente los botones. El
cuero se rompió suave. Se arrodilló para sujetar las correas cerca de los tobillos de Dar.
"Cubre las botas, ya veo"
"Mmhm", respondió. Se abrochó la manga de una camisa de lana ajustada color
cremoso. "Era de mis días más salvajes"
Kerry pasó los dedos por el cuero suave, luego la olió.
"Me gustan. Te quedan de maravilla estas cosas"
"Me lo tomaré como un cumplido"
"Deberías". Colocó un beso en la parte interior de la pierna, justo encima de la rodilla,
entonces se puso de pie y le ofreció su mano. "¿El desayuno?"
Dar cerró los dedos alrededor de los de Kerry y la acompañó a la puerta.
"Escucha Ker, sobre anoche"
"¿No parece una mala novela romántica?" Le sonrió. "Esto no ha terminado, Dar" La
225
miró fijamente. "Tal vez tengo un poco idea de dónde podría haber puesto esas cosas. Él
era mi padre"
Dar la besó en la parte superior de la cabeza y sonrió.
Michael ocultó una sonrisa detrás de un panecillo inglés, ya que ambas entraron en
la sala de desayunos, todavía de la mano.
"Buenos días hermana"
"Hola", respondió Kerry, liberando a Dar para que tomara asiento. "Buenos días"
"Oh, Kerrison..." Cynthia levantó la vista de su plato y se detuvo en mitad de la frase,
parpadeando al ver a su hija mayor. "Dios mío" Vaciló. "Eso es muy colorido, querida"
"Gracias" Se sentó.
Dar continuó alrededor hacia la mesa donde se encontraba la comida. Eludió la
uniformada sirvienta, cogió dos platos y procedió a servir consideradas cantidades
adecuadas de productos comestibles en función de los gustos de ambas.
"Señora", murmuró la sirvienta con ansiedad. "Yo le serviré. Es mi trabajo. En este
hogar la familia prefiere ser servida"
"En la casa de mi familia", le respondió con una voz normal, "tiraron la comida en el
suelo en los contenedores, y tuvimos que luchar por ella. Los viejos hábitos tardan en
morir. Disculpe" Se agachó cerca de la mujer y se dirigió hacia la mesa.
Kerry se tapó la cara con una mano, mientras sus hombros temblaban por la risa.
Cynthia aceptó el reto.
"Dar, no sabía que tenías hermanos"
"No los tengo" Dejó el plato de Kerry en su sitio, y luego se sentó junto a ella. "Pero
teníamos un perro"
"Ah" Arrugó la frente, luego dio una pequeña sacudida con la cabeza. "De todos
modos estoy muy contenta de que hayáis decidido uniros a nosotros para el desayuno.
¿Qué otros planes tenéis para hoy, Kerrison?"
226
"Pensaba salir a dar un paseo por la nieve" Le explicó a su madre mientras terminaba
de untar su magdalena y le daba un mordisco. "Mostrarle a Dar los alrededores de la
propiedad. Pero nos dimos cuenta que tenemos que regresar al hotel y recoger a m M...
a sus padres" Realmente no había sentido ni reconoció escozor, por parte de su madre,
por la forma en que Kerry trataba a Andy y Ceci. No ahora, que las cosas parecían estar
mejorando en la aceptación de todos ellos. Sólo para asegurarse de ello cogió un trozo de
tocino, lo partió por la mitad, y le ofreció un trozo a su amante.
"Ah, está crujiente, como a mí me gusta" Dar aceptó el convite con un chasquido de
dientes blancos. "Gracias". Le sonrió.
Kerry le devolvió la sonrisa, y luego volvió la cabeza para encontrarse con las
miradas perplejas de su familia. Lo tomáis o lo dejáis. Esto es lo que soy.
"Debe ser divertido veros comer en un restaurante", comentó Mike con un bufido.
"¿También sorbéis espaguetis juntas?"
"No" dijo Dar suavemente. "Se vuelve muy complicado. A menos que estemos en
casa"
Angie casi soltó una pieza de melón por la nariz.
"Hey, apuesto a que Richard nunca hizo nada parecido, ¿verdad?" Mike le preguntó
a su hermana riendo.
Angie se aclaró la garganta y tragó saliva.
"Definitivamente no. Ni tan siquiera conseguí que se aflojara la cortaba hasta la
cuarta cita" Tomó un sorbo de zumo. "Él no es un romántico como Dar"
Ésta levantó la mirada en estado shock.
"Sí, ella lo heredó de su padre", dijo Kerry alegremente.
Cynthia se había mantenido serena, aparentemente contenida para permitir el flujo
de la conversación sin impedimentos.
"El Comandante Roberts es un hombre terriblemente agradable. Tiene un gran
227
sentido encantador del humor" Había terminado su desayuno. Dobló su servilleta y la dejó
cuidadosamente en su lugar. "Tengo que atender unos asuntos. Si lo deseas Kerrison,
después de vuestros planes, tal vez, os podríais quedar para el almuerzo"
Kerry pensó que tenían tiempo suficiente, por lo que asintió con la cabeza.
"Por supuesto. Nuestro vuelo no sale hasta tres" El servicio del funeral estaba
previsto para las cuatro de la tarde, y sería en el cementerio, no en la casa. Se les dejaba
en paz, al menos por un rato. Su madre asintió con la cabeza y salió de la habitación.
Angie apoyó la cabeza en el puño y se limitó a Kerry.
"Eres una mocosa"
"¿Yo?", preguntó inocentemente. "¿Por qué? No estoy actuando, es simplemente
algo normal" Masticó otra tira de tocino. "No me voy a sentar aquí vestida de encajes y
pretender que es así como vivo. No lo haré"
"Creo que estás muy bien", intervino. "Angie está celosa porque nunca sería capaz
de vestir así"
"Ni lo haría", le lanzó una mirada fulminante, "culo de hipopótamo"
"Mira quien habla", respondió Mike. "Tú eres la que se viste según instrucciones
de…"
"Michael", Kerry le cortó.
Él le sacó la lengua.
"Recuérdame otra vez por qué quería hermanos", le dijo Dar, con una mirada irónica
de diversión. "Sabes que yo…", no pudo continuar de hablar porque Kerry le metió un
trozo de bollo en la boca.
"Hush". Kerry puso un dedo en la nariz. "No tienes hermanos porque eres uno de los
tipos" Vio la expresión encantada de su amante. "Ahora mastica para que podamos ir a
explorar"
Obligada masticó y tragó el trozo de bollo mientras miraba a su amante bromear son
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sus hermanos. Al menos, suspiró, mientras estaban allí bromando, no estaban de vuelta
en casa teniendo que lidiar con los problemas que le estarían esperando en su escritorio.
Mordisqueó pensativamente otro pedazo de tocino. Ya no sabía si a la vuelta tendría
todavía su trabajo. Lo averiguaría. De todos modos, tenían ahorros en el banco, por si
necesitaban hacer uso de ellos.
Caminaron por los jardines que rodeaban la casa con Kerry señalando puntos
favoritos de su infancia. Cruzaron las puertas y se dirigieron por el camino sobre la
superficie inclinada hacia la cima de una colina cercana.
"Es un ambiente diferente", comentó Dar, haciendo crujir un poco de nieve bajo sus
botas. "Aquí en el norte, es como si tuvieras dos mundos, uno en invierno y el otro en
verano"
Kerry metió las manos enguantadas dentro de los bolsillos.
"Es verdad. Creo que aquí somos más conscientes del paso del tiempo. Siempre me
ha gustado primavera, aunque el verano es lo mejor. En verano no teníamos escuela, o
por lo menos durante un tiempo, porque luego teníamos que ir al campamento. La verdad
es que era muy divertido"
"Mm"
"El invierno siempre estaba lleno de cosas sociales", continuó sucesivamente.
"Vestidos, eventos de prensa, cenas... durante un tiempo traté de estar interesada, de decir
algo inteligente cuando me ponían delante una cámara, pero después de unas cuantas
veces, decidí callarme y asentí"
Dar la miró.
"¿Qué quieres que te diga, Dar? No querían escuchar lo que tenía que decir, o tal vez
tenían miedo que dijera algo embarazoso" Se rio en voz baja.
"¿Lo hiciste?", le preguntó interesada. "¿Desarrollar una visión diferente a la de tu
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padre?”
Consideró la pregunta.
"Me gustaban algunas de sus opiniones. Pensé que su forma de ver a las familias
unidas era buena, aunque ahora, después de saber lo que estaba pasando con aquella otra
mujer... esa clase de hipocresía apesta. Sabía mucho más sobre política internacional que
yo, y yo no tenía la madurez suficiente para comprender las maquinaciones que estaban
pasando aquí, a nivel local, para el control de los fondos y mantener una mayoría
conservadora" Dar gruñó pensativa. "Realmente no empecé a estar en desacuerdo con él
hasta que estuve en la universidad. Cuando estuve expuesta a un mundo más amplio,
relacionándome con todo tipo de gente"
"¿Hablaste con él sobre eso?"
"No" Movió la cabeza y se inclinó un poco hacia delante avanzando sobre una parte
más empinada de la colina. "Lo intenté una vez, pero me dijo que si eso era lo que la
universidad me estaba enseñando pondría fin a la misma"
Dar simplemente dejó de caminar. Kerry continuó unos pasos más, luego se volvió y
la miró.
"Quiero preguntarte algo. ¿Cómo narices hiciste para convertirte en la mujer que me
mandó al infierno cuando nos conocimos en Miami?"
Ah. Buena pregunta. Se volvió, le tomó la mano, y la llevó hacia arriba, hacia la cima
de la colina.
"No fue algo que ocurriera de la noche a la mañana. Fue ocurriendo poco a poco.
Recuerdo cuando llegué a casa, con mi título, después de haberme graduado en la
universidad, y me dijeron que tendría que trabajar de recepcionista en una de las
compañías compinches de mi padre" Llegaron a la cima de la colina y Kerry hizo una
pausa, disfrutando de las vistas. "Sabía que tenía una opción. Podía perder mis privilegios
y marcharme de aquí, o quedarme y aceptar lo inevitable". Se acercó a un árbol muy alto,
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casi desnudo. Acarició su corteza. "Solía venir aquí por las noches. Me pasaba horas
mirando las estrellas... hasta que finalmente tomé una decisión"
Dar se reunió con ella.
"No fue lo que esperaban"
"No" Suspiró. "Después de haber aceptado el trabajo en Associated, llamé a Brian y
se lo dije. Luego se lo dije a mis padres y me fui" Se apoyó en el árbol. "Pero no fue nada
fácil. Me llamaban continuamente. Tenían la esperanza de desgastarme y de que
finalmente me diera por vencida y volviera a casa"
Dar la miró.
"Y estuvieron a punto de que eso sucediera"
Se volvió y la miró.
"Casi. Pero también hicieron que me diera cuenta de lo que quería hacer con mi vida"
Decidió aligerar la conversación. "Así que, aquí tenemos a mi primer árbol de las
decisiones"
Estudió el rostro de Kerry durante unos momentos, luego se relajó en una sonrisa.
"Esto es muy agradable" Señaló la vertiente opuesta. La colina era bastante
empinada, y contaba con un largo tramo blanco que terminaba en una zona clara en la
parte inferior con sólo unos pocos árboles que pudieran servir de obstáculo peligroso.
"¿Te deslizaste hacia abajo alguna vez?"
"Sí". Suspiró. "Ojalá tuviéramos un trineo, me encantaría repetirlo"
"Bueno", Dar sacó su pequeña navaja del bolsillo, "Lo primero es lo primero"
Kerry se acercó y miró el cuchillo.
"Cariño, te quiero, pero no se puede cortar el árbol para construirme un trineo. No
te dejaré", le lanzó una mirada seria. "Preferiría coger el coche y conducir hasta Wal-
Mart"
Dar se echó a reír.
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"En serio cariño" Le quitó la navaja de entre los dedos.
"Dame eso" Recuperó la misma. "No pensaba cortar el maldito árbol" Rodeó el
tronco y encontró un buen lugar. "Sólo quería hacer una pequeña escultura". Se acercó
para poder trabajar, con Kerry mirando por encima de su hombro.
"Oh" Sonrió. "Está bien" Se alejó un poco mirando hacia la cima de la colina. Allí
arriba el viento era más fuerte. "Esa noche parece que fue hace mucho tiempo", dijo al
aire. "Estaba tan asustada. No sabía en lo que me estaba metiendo, o dónde podría
terminar" Se rio recordándolo. "Pero alcé la vista hacia las estrellas, y me dijeron que
siguiera mi corazón"
Se dio la vuelta para mirar a Dar. Ésta estaba totalmente concentrada tallando letras
cuidadosamente.
"¿Me has dicho algo?" Asomó la cabeza por el tronco de árbol. "Ya está casi
terminado"
Kerry se acercó y la besó en la nariz.
"Lleva su tiempo, Geppetto" Admiró el corte en forma de corazón puro y las letras
curvadas tomando forma bajo las manos expertas de Dar. "Apuesto a que podrías tallar la
madera si quisieras"
"¿No es eso lo que estoy haciendo?" Terminó con la letra K y comenzó con la S. "O
te refieres a estar sentada en el porche, en una mecedora, tallando cosas" Tiró un trozo de
corteza. "Creo que prefiero esperar a la jubilación para eso, cuando esté demasiado vieja
y chirriante para hacer nada más"
Apoyó la barbilla sobre el hombro de Dar y soltó el aliento.
"Podemos ser viejas y chirriantes juntas. ¿Te imaginas lo grandes recuerdos que
tendremos para entonces?" Se sintió un poco asombrada por ello. "!Qué pensamiento tan
increíble!"
Dar terminó su trabajo y volvió la cabeza.
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"¿Te gusta?"
Un corazón sencillo, con cuatro iniciales y un signo más. Kerry suspiró con profunda
satisfacción.
"Me encanta" La besó en los labios. "Gracias"
Tomadas de la mano caminaron hacia abajo por la colina. Sabía que las habían estado
observando desde detrás de las cortinas de cocina, sabía que estaban susurrando, sabía las
miradas escandalizadas que estaban provocando, y lo único que quería era reír.
Había varios coches en el camino de entrada al llegar de nuevo a la casa. Uno de
ellos, Kerry se dio cuenta, era el coche de alquiler de Andy y Ceci. Le dio un codazo y
los señaló.
"Hey", el otro era de Richard y Angie, y supuso que su cuñado estaría allí. El tercero
no lo reconoció.
"Huh. Pensé que nos esperarían en el hotel" Dar comentó mientras caminaban por el
sendero. "Espero que todo esté bien"
La puerta principal se abrió a medida que se acercaban, y el mayordomo les dio una
breve sonrisa al entrar en la casa.
Todo estaba tranquilo pero se podían escuchar voces desde el solárium, y una de esas
voces era fácilmente identificable por su bajo tono. Kerry abrió la marcha hacia el jardín
y saludó con la mano al grupo sentado cerca del final de la zona acristalada.
"Hey amigos"
"!Dios mío!" Estalló una voz clara, y una pequeña mujer de pelo plateado la saludó.
"¡Kerrison!"
Ésta se detuvo y parpadeó, luego sonrió.
"¡La tía Penny!"
Su tía se apresuró, corrió hacia ella, y le dio un abrazo entusiasta.
"Hola querida. Te ves de maravilla", dijo la tía Penny con entusiasmo. "Hola a ti
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también Dar. Es bueno verte de nuevo"
"Lo mismo digo", respondió cordialmente, habiendo desarrollado cierta simpatía por
la alegre pariente mayor de Kerry.
Su tía la estrechó en sus brazos y las llevó a los bancos donde los padres de Dar, los
Stuart y Cynthia estaban sentados.
"Y acabo de conocer a tus padres Dar, son encantadores. ¡Maravilloso!"
Dar sintió que su rostro reaccionaba. Vio a su padre a hacer lo mismo, y oyó la risita
de su madre, dándose cuenta de que ambos probablemente tenían la misma expresión. Se
acercó, se sentó al lado de su padre y suspiró. Extendió las piernas, y se miró las botas
mientras escuchaba a Kerry y a su tía intercambiar bromas con Cynthia.
"Oh, escucha" Kerry rompió el flujo de la conversación. "Tengo que traerte algo de
nuestra habitación. Vuelvo enseguida" Intercambió una ligera mirada con Dar al pasar, y
le tocó el hombro.
"Así es. Ah..." Cynthia frunció el ceño. "Bueno, Penny, cuéntanos qué has estado
haciendo. Ha pasado tanto tiempo"
"Bueno querida, eso fue porque fui expulsada de tu casa mientras tu marido estaba
vivo" Penny reprendió con suavidad. "Pero he estado haciendo algunas interesantes cosas,
así que me alegro de que me lo preguntes"
Cynthia tuvo la decencia de parecer avergonzada.
"Lo siento mucho Penny" Suspiró mirando furtivamente a Ceci y Andrew.
Ceci se apiadó de ella.
"No te preocupes. Andrew y yo estamos acostumbrados a ser alejados de los asuntos
familiares. Ya no nos envían ni tarjetas de Navidad"
Andy se echó a reír.
"Eso la verdad"
Penny le dio unas palmaditas en la rodilla dando una mirada tranquilizadora a
234
Cynthia al mismo tiempo.
"Como estaba diciendo, querido..."
Dar se quedó en silencio, escuchando a medias, mientras observaba a su amante,
moverse alrededor de la casa detrás de ella, con la mayor parte de sus pensamientos
fijados en lo que estaba haciendo su pareja.
"¿Estás lista para ir a casa?", le preguntó su padre en voz baja.
Dar lo miró.
"¿Se nota?"
Su padre le dio unas palmaditas en la rodilla.
"¿Cómo narices han llegado aquí estos pantalones de cocodrilo?"
"Son de cuero". Dar rio entre dientes, alisando la piel. "Los tenía guardados en el
fondo de mi armario"
Andrew estudió la prenda.
"Ah sí, creo que recuerdo cuando compraste esos pantalones" Miró alrededor y bajó
su voz de nuevo. "¿Sabes lo que pasó anoche?"
"No" Dar se apoyó en el brazo de su silla. "¿Qué?"
"Esa señora despidió a todos los parásitos", dijo Andrew. "Simplemente entró y les
dijo que se fueran"
Los ojos de Dar se iluminaron.
"¿Sí?" Estaba totalmente sorprendida. "¿A todos ellos?"
Asintió solemnemente.
"Yep. Incluso a ese maldito hombre. Aunque no se lo tomó demasiado bien"
¿Kyle? Tenía que ser él. Apagó su sonrisa, dando a Cynthia varios puntos mentales,
que no había esperado licitar.
"Bien por ella", susurró. "Espera a que Kerry lo sepa"
Andrew se echó hacia atrás con un gruñido de satisfacción cruzando los brazos sobre
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el pecho. Estaba vestido con sus vaqueros de siempre pero esta vez, con una camiseta
gruesa contra el frío, y un par de robustas botas militares.
"Sí, creo que será más feliz por ello"
"Claro", dijo. "Ha odiado a ese bastardo la mayor parte de su vida. Sólo desearía
haber podido estar allí para verlo"
Los labios de su padre se arquearon un poco.
"Bueno, tu madre estaba allí con esa pequeña cámara que tiene. Así que podemos
hacer una sesión de vídeo más tarde"
Lo miró con sorpresa.
"¿Tú estabas allí?"
"Sip"
"Huh"
"No podía dejar que mis niñas se quedaran con toda la diversión"
Dar se cubrió la cara con una mano negando con la cabeza.
Después de un momento observándola, Andrew se inclinó otra vez.
"Hey, ¿Dardar?"
"¿Eh?"
"¿Están bien las cosas con Kerry?"
Dar miró más allá de la gente en la habitación, hacia la pared del fondo.
"No realmente. Pero fue mi elección y es mi culpa, así que si tengo que pagar por
ello, es lo justo" Mantuvo sus ojos hacia adelante, incluso cuando sintió el calor de la
mano de su padre en el hombro. "Tú me enseñaste eso" La presión aumentó cuando su
padre le apretó el brazo.
"Sip, lo hice. Y también que siempre tienes derecho a hacer tus propias elecciones,
así que hiciste lo correcto"
Dar le sonrió.
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"Gracias"
Había una puerta de madera situada en el medio del pasillo olvidada detrás de la
biblioteca y que comunicaba con el despacho del senador. Kerry se acercó y deslizó la
mano sobre la superficie de la misma. Giró la manilla y empujó la puerta hacia adentro.
A diferencia del estudio grande, esta habitación era pequeña, casi íntima. Olía a libros
y a polvo. A lo largo de una pared, debajo de la ventana, había un escritorio con una mesa
de madera antigua y una silla. Las otras tres paredes estaban cubiertas de estanterías y
que, a diferencia del estudio externo, estaban llenas de libros muy usados. Se quedó en el
medio de la habitación mirando alrededor. Era, tal vez, la tercera o cuarta vez que había
entrado allí, y a pesar de que los recuerdos que tenía eran brumosos, la habitación no
parecía haber cambiado.
Ésta era la oficina privada de su padre. Donde trabajaba en sus negocios financieros,
familiares o donde leía los libros que le interesaban. Aquí, en las paredes, colgaban
certificados de sus años de juventud y fotos de su infancia. Sabía que sólo tenía unos
minutos para buscar, pero tuvo que hacer una pausa y estudiar las imágenes de los
hombres retratados. Su padre en la primera fila cerca de la mitad, casi irreconocible. Casi.
Salvo que reconocía las líneas del rostro de su padre. Aquellas que había visto durante
mucho tiempo. La verdad estaba allí, frente a ella, una verdad que sabía que no podía
dejar de lado. Había sido una parte de este hombre, sin importar lo que le había hecho a
ella. Tocó el borde del marco, mirando fijamente. Entonces sacudió la cabeza, se dirigió
a los estantes, y examinó los libros sobre ellos.
Historias militares. A él le encantaban recordó, y ahora, pensando en eso, recordó su
reacción al conocer al padre de Dar. Siempre había admirado a los soldados, a los héroes.
Sin duda su padre había tenido tiempo suficiente para investigar a Dar y a su familia. Se
preguntó si su padre había cambiado de opinión. ¿Habría cambiado alguna vez su
pensamiento sobre ella o sobre Dar?
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Con un suspiro se acercó a la mesa y se sentó con cautela en la silla esperando que
no chirriara como solían hacer los muelles antiguos. Fue a abrir el cajón cuando un toque
de color a su derecha le llamó la atención, y se volvió a medias para ver el escritorio.
Había varias fotos bien ordenadas a lo largo del borde posterior de la mesa de trabajo.
Para su sorpresa, se encontró mirando uno de los marcos, ubicado entre las fotos de Angie
y Mike. No era más que una foto de ella, pero era reciente.
Atónita, se acercó para confirmar la evidencia de sus propios ojos. Reconoció la
imagen, era cuando había salido en el boletín corporativo en su ascenso a vicepresidente,
así que su expresión era apropiadamente formal.
Se trataba de un original. Podía ver el brillo mate con suavidad. ¿Cómo había llegado
allá? Se frotó los ojos, un poco sacudida. Necesitó toda su fuerza de voluntad para desviar
la mirada de la foto y abrir el cajón para ver su interior.
El teléfono de Dar sonó. Pidió disculpas a todos, luego se levantó y salió de la
habitación para contestar la llamada.
"¿Hola?"
"Bueno, hola Dar", dijo Alastair. "¿Ha habido suerte?"
Si había algún consuelo al que agarrarse, notó la ansiedad en la voz de su jefe.
"No Alastair, los documentos podrían estar en cualquier parte. Estoy segura de que
no los dejó justo encima de su mesa, por el amor de Dios. Estarán bien escondidos"
Vaciló. "Escucha, sólo... Debemos volver a casa esta noche. Hablaré con Bea para
reservar el primer vuelo del martes" Alastair suspiró. "Necesito un día o dos para resolver
algunas cosas", le pidió. "Y para que Kerry tenga algo de tiempo. Está bastante agitada
en estos momentos"
"Estoy seguro", murmuró Alastair. "Tómate tu tiempo Dar"
Se apoyó contra la pared y trató de contener su estómago.
"Hey, ¿Alastair?"
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"¿Sí?"
"Lo siento"
Su jefe se quedó en silencio por un momento.
"Bueno, ya sabes Dar, el trabajo es el trabajo, pero la familia es lo más importante en
la vida" Vaciló. "¿Cierto?"
Ninguno de los dos estaba cómodo con la situación sospechaba Dar.
"Así es" Oyó unos suaves pasos viniendo por el pasillo y miró hacia arriba para ver
a Kerry acercarse. "Te llamare más tarde"
"Está bien. Adiós" Colgó justo cuando Kerry se quedó al alcance del oído. Guardó
su teléfono y le acarició el brazo suavemente.
"No ha habido suerte, ¿eh?"
Negó con la cabeza.
"Él tiene... Quiero decir, tenía una oficina privada. Busqué allí"
"Está bien" Le sonrió. "Vamos. Creo que tu tía estaba a punto de contar historias
divertidas sobre ti y una fiesta de cumpleaños"
Kerry puso los ojos, pero se permitió ser llevada hacia la puerta. Apenas empezó a
andar de nuevo, se detuvo.
"Tenía una foto mía en su escritorio, Dar" Las cejas se alzaron con sorpresa sincera.
"Simplemente no lo entiendo" Suspiró y continuó hacia donde su familia les estaba
esperando, dándole a su familia una sonrisa que no sentía.
La tía Penny tendía a contar historias embarazosas sobre ella. Al menos uno de mis
parientes, pensó, realmente me gusta y no me importa decirlo.
"Sólo dimos un paseo hasta la colina", dijo, en respuesta a la pregunta de su madre.
"Quería mostrar a Dar mi viejo trineo"
"Dios mío, ¿todavía tienes el Flyer por aquí, Cyndi?" Penny preguntó. "Recuerdo
bien a la joven Kerrison chocando contra un árbol"
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"Ouch". Se frotó la nariz recordándolo. "Bueno, de eso hace mucho tiempo" Salvó
un pensamiento triste por su muerte.
"Dar quería cortar un árbol y hacerme uno, pero la convencí de que no teníamos
tiempo"
Todos miraron a Dar, quien le devolvió una mirada inocente.
"Te diré algo. Iremos hasta Aspen y haré uno para ti. Puedes ver cómo lo hago si
quieres"
Kerry sonrió.
"Acepto. Pero después de que tu hombro se cure"
"Oh, sí. Eso si no se rompe una pierna antes" Andrew se rio entre dientes. Todo el
mundo se echó a reír con él, incluso Dar, que dobló los brazos sobre su pecho.
"Ah, ¿¿¿sí??? Pues yo no fui la que atropelló a seis instructores y un perro de trineo"
"Mm... Me acuerdo de eso" Hizo una mueca Ceci. "Ese perro se volvió realmente
loco"
Cynthia se inclinó hacia delante colocando sus manos precisamente en su regazo.
"Eso suena muy interesante. ¿Esquía Comandante?"
"No muy bien" Ceci ignoró el bufido de su marido.
"Entre él y Dar limpiaron las pistas"
Otra risa se abrió paso por el círculo pequeño.
"Bueno, eso parece tan divertido" La tía Penny le dio unas palmaditas en la rodilla.
"Suena como que usted tiene trabajo en casa, querida"
"Sí" estuvo de acuerdo Cynthia rápidamente. "¿No te quedarás para el almuerzo,
Penny? Ya es casi la hora"
Todos ellos se levantaron para ir al comedor. Kerry se quedó atrás y se sorprendió
cuando su madre le tendió la mano.
"¿Qué pasa?"
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"Kerrison, ¿podría hablar contigo un momento?" Su madre preguntó. "¿A solas?"
Ah. Pasó por encima de la lista de temas posibles y decidió que probablemente era
seguro, a menos que su madre le hablara de Dar, aunque ya era un poco tarde para eso.
"Por supuesto" Hizo un gesto con la mano a Dar que la esperaba en la puerta. "Luego
te alcanzo"
Dar la estudió por un momento, luego asintió con la cabeza y salió de la habitación,
dejándolas solas.
"Entonces", se volvió y se apoyó en uno de los grandes ventanales, "¿qué tienes en
mente?" Esperó a que su madre dejara de hablar, manteniendo los ojos fijos en el sol, que
podía ver a través de los paneles de vidrio. Luego se volvió. "No puedo creer que me estés
preguntando eso"
"Kerrison", su madre levantó una mano, "por favor, por lo menos considerarlo. Serías
excelente en este papel"
"Madre" tomó un respiro, intentando controlar su temperamento. "Estoy muy feliz
con la vida que tengo. No voy a cambiar"
"No estoy diciendo que lo hagas, querida", dijo Cynthia. "Y ciertamente, me doy
cuenta de que estás muy apegada a tu amiga Dar. Ella sería bienvenida aquí también"
Miró a su madre por un momento.
"Realmente no lo entiendo", suspiró. "No madre, no voy a aceptar un puesto aquí".
Hizo una pausa. "Por un lado, no me puedes pagar. Dar me paga mucho más de lo que mi
padre podría haberlo hecho"
"Pero..." Cynthia se detuvo. "Bueno, estoy segura..." Se detuvo de nuevo. "No es sólo
dinero, Kerrison. Queremos que vuelvas aquí y ser parte de tu familia. Seguramente
puedes entenderlo"
Kerry habló como si no la hubiera oído,
"No me gusta Michigan". Miró fijamente a su madre. "Me encanta vivir en Florida"
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"Pero…"
"Madre, Dar y yo tenemos una vida maravillosa juntas. ¿Por qué querría cambiar
eso? ", preguntó frustrada. "¿No lo entiendes todavía? Esto no es una fase pasajera"
Cynthia se sentó en un banco cercano y juntó las manos.
"Entiendo que Dar y tú os gustáis mucho la una a la otra, querida"
Se sentó junto a su madre.
"No, no lo entiendes" Cynthia estaba en silencio. "Me encanta Dar con todo mi
corazón", empezó a explicarle. "Ella es mi vida. Somos socias en todo el sentido de la
palabra. Ella es todo lo que nunca podría haber deseado en alguien. Es con quien quiero
compartir el resto de mi vida" Esperó comentario pero no obtuvo ninguno. "Así que,
aunque estoy muy contenta de que despidieras a ese bastardo de Kyle, y al resto de sus
inútiles ayudantes, no voy a volver aquí y tomar su lugar"
Cynthia suspiró.
"Kerrison…"
"Voy a volver a mi casa, quitarme esta ropa, jugaré con mi perro, y disfrutaré de la
bañera de hidromasaje con Dar, bajo las estrellas de la noche, sólo porque podemos
hacerlo", dijo. "Me pondré al día con mi correo electrónico y estaré lista para volver a
trabajar" Las dos se quedaron en silencio durante unos momentos. Kerry exhaló
frotándose las sienes. "Mira, sé que no es lo que querías oír, y honestamente agradezco la
acogida que nos habéis dado a las dos"
"En realidad", murmuró Cynthia, "me gusta mucho Dar. La encuentro inteligente y
refrescante"
Madre mía, no lo puedo creer. ¡Alabando a mi pareja! Pensó alegremente.
"Es una de los las cosas que más me gusta de ella" Sonrió a su madre. "Ella es más
inteligente que yo"
"No lo creo" Frunció el ceño. "Siempre fuiste la más lista de todos nosotros,
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Kerrison. Siempre lo has sido"
"Es curioso, no creía que pensarais eso de mí. Te recuero que papá y tú, queríais que
trabajara de recepcionista" Sintió salir las palabras. "Nunca pensaba que os importara mi
inteligencia"
"Eso no es así. Estábamos muy orgullosos de tus habilidades, especialmente cuando
estabas en la escuela secundaria", dijo Cynthia. "Era simplemente que queríamos
canalizarlo hacia algo práctico"
"Creo que he encontrado algo más práctico, y mucho más interesante en lo que
trabajar", comentó secamente.
Cynthia se levantó, caminó hacia las ventanas escarchadas, y miró fuera.
"Pensé que tal vez, por lo menos, pensarías en ello, Kerrison". Suspiró. "Y sí, me
doy cuenta de que tienes tu propia vida y todo eso, pero esto que te estoy pidiendo no es
tan terrible, ¿verdad? Sólo quiero que seas parte de nuestras vidas también"
Kerry buscó en el techo en busca de un poco de paciencia.
"¿Por qué?"
Cynthia se volvió.
"¿Perdona?"
"¿Por qué?", repitió. "¿Por qué es tan importante que vuelva aquí?"
Su madre frunció el ceño.
"¿Es una pregunta seria? Eres mi hija, y un miembro de nuestra familia.
"No, no lo soy", respondió en voz baja. "¿Lo has olvidado? Fui expulsada de esta
familia hace un año"
Su madre exhaló.
"Eso no fue... Tu padre estaba muy enfadado, Kerrison. Él se sentía frustrado y
enojado simplemente. A medida que…"
Kerry no la dejó continuar hablando.
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"Lo siento. Pero tú estabas también allí, y dejaste que lo hiciera. Permitiste que me
metiera en un manicomio. Luego intentasteis intimidar a mis hermanos" Su voz se había
vuelto cada vez más fuerte. "¿Y ahora crees que quiero volver?" Ella paró. "¿Estás loca?"
Cynthia la miró con sorpresa. "¿Por qué diablos piensas que quiero hacerlo, o mejor
dicho, por qué necesitas que vuelva?"
"¡Kerrison!" Exclamó su madre. "Piensa lo que estás diciendo. Nadie quiere hacerte
daño…"
"Mierda", ahora era ella la que se estaba enfadando. "Nunca te preocupaste por mí.
Todo lo que te importaba eran las apariencias. Nunca te importó cómo me sentía. Sólo os
preocupaba buscarme un marido con el que casarme y convertirme en una vaca de cría
familia".
"Kerrison…"
"No me llames así", escupió, respirando rápidamente. "No sé quién demonios te crees
que eres, o quién te dio derecho a joderme así la vida durante todos esos años, pero…"
La puerta se abrió y entró Dar con los ojos azules destellando, flexionando
ligeramente sus manos mientras se acercaba a su amante y miraba a la madre de ésta.
"¿Qué demonios está pasando aquí?"
Kerry tomó aire y lo soltó, luego tocó a Dar. Podía sentir las costillas de su amante
en contracción con los músculos bajo sus dedos tensos, y casi vibrando.
"Mi madre quiere que renuncie a mi trabajo, a mi vida, y vuelva a casa para ser su
gerente de oficina"
Dar la miró, luego a Cynthia, que volvió la cabeza incómoda.
"Bueno. No está mal, pero creo que puedo superar tu oferta"
Kerry se rio sin humor.
"¿Qué demonios te pasa?" Preguntó Cynthia. Parecía completamente trastornada.
"Estoy tratando de unir de nuevo a la familia. No creo que sea un crimen" Se pasó la mano
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por el pelo. "Pero me doy cuenta que simplemente preguntarlo fue un error"
Kerry cerró los ojos. Se sentía mal del estómago. Se inclinó en contra de Dar y sintió
el brazo de ésta alrededor de ella en un tranquilizador un abrazo.
"¿Por qué no me dejas ser feliz?", preguntó muy voz tranquila. "¿Es mucho pedir?"
"Yo..." Cynthia hizo una pausa y suspiró. "No tengo ni idea de lo que decirte, lo que
tal vez simplemente no puedo entender tu punto de vista, Kerrison". Se sentó. "Sólo estoy
tratando de hacer lo que creo que es correcto"
Dar bajó la mirada, viendo las lágrimas rodar por las mejillas de Kerry.
"Lo único correcto aquí es que usted acepte de una vez quién es Kerry y lo que quiere
hacer con su vida. Y deje de intentar hacer de ella una imagen que no es real"
"Conozco a mi hija mucho más de lo que crees", Cynthia dijo con frialdad.
"Nunca la ha conocido en absoluto", respondió. "Y no, no puede tenerla de vuelta.
Ella nunca fue suya, para empezar"
Kerry se sorbió la nariz y miró a su amante bajo las húmedas pestañas.
"Vaya, ahora eres tú la posesiva", murmuró con una sonrisa. Dar la miró. "Es una
sensación de lo más agradable", susurró. "Gracias".
"Hmph" Dar la besó suavemente en la cabeza. "¡Vamos.! Volvamos a casa"
"Espera" Cynthia alzó una mano, luego se acercó a ellas. "Por favor, no te marches
enfadada, otra vez" Le tocó el brazo a su hija. "Lo siento, Kerrison. Tienes razón. No
entiendo lo que es desear algo o a alguien. Por favor, créeme sólo estaba tratando de
ayudar"
Kerry la miró con tristeza.
"Lo sé. Siento haber perdido los estribos. Hay cosas por las que todavía estoy muy
enfadada cuando pienso en ellas" Su madre bajo la mirada hacia el suelo de mármol. "Tal
vez volver a ver a Kyle me trajo demasiados malos recuerdos. Él siempre fue lo peor"
Un carraspeo suave las hizo mirar hacia la puerta del solárium. Allí estaba unos de
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los mayordomos.
"¿Mrs. Stuart? Hay un policía que quiere verle"
Cynthia parpadeó con asombro sincero.
"¿Verme? ¿Para qué?"
"No lo sé señora. Me dijo algo sobre un accidente", respondió el mayordomo. "¿Lo
acompaño hasta aquí?"
Dar y Kerry intercambiaron miradas, luego miraron a Cynthia. Ésta levantó las
manos en un gesto de perplejidad, y asintió.
"Por supuesto. Por favor, hazlo"
El oficial entró, quitándose el sombrero, saludando de forma respetuosa a la señora
Stuart.
"Señora"
"Adelante agente", dijo Cynthia. "Ésta es mi hija Kerrison, y su amiga Dar. ¿Qué
podemos hacer por usted?"
El policía les dio a ambas gestos breves de reconocimiento, luego se volvió hacia
Cynthia.
"Señora siento molestarla. Sé que éste es un mal momento, pero estamos
investigando un accidente que ocurrió cerca de aquí, y sólo tengo que hacerle unas
preguntas"
Cynthia lo miró desconcertada pero con educación.
"¿A mí? Bien, ciertamente. Por favor, tome asiento" Ella se sentó y esperó a que el
oficial se reuniera con ella. Kerry y Dar aprovecharon para sentarse cerca. "Lo siento,
pero no he estado fuera de casa desde hace algún tiempo. No estoy segura de lo que espera
que le diga" Echó un vistazo a Dar y a Kerry. "Mi hija fue a dar un paseo antes. Quizá es
a ella con quién desea hablar. Kerrison, ¿viste algo mientras estabas fuera? "
Kerry negó con la cabeza.
246
"No. Nada, excepto árboles, nieve, y un par de coches enterrados"
"No, señora, no se trata de algo que haya visto" El policía abrió una libreta y
comprobó su información. "¿Conoce a un hombre llamado Kyle Evans?"
Era lo último que cualquiera de ellas esperaba.
"¿Por qué?. Sí" Cynthia respondió lentamente. "Él... bueno, al menos hasta ayer
trabajó para mi difunto esposo" Cayó en silencio. "¿Ha pasado algo con él?"
"Me temo que sí, señora. Estaba conduciendo por la autopista la última noche y
aparentemente se desmayó al volante. Su coche se salió de la carretera y chocó contra un
árbol" El oficial vaciló. "Está muerto, señora"
Kerry parpadeó, asimilando la noticia con una mezcla salvaje de emociones. Respiró
hondo y lo soltó lentamente, sabiendo que como ser humano y como cristiana, debía sentir
algún tipo de dolor por ello. No lo sentía. Oh, bueno. Miró a Dar que tenía un interés
especulativo en su rostro. "¿Qué estás pensando?", susurró.
"Justicia poética", respondió sucintamente. "Y, caramba... ahora tu padre tendrá que
hablar con alguien allá abajo" Kerry se estremeció. "Lo siento" Murmuró. "Pero no voy
a pretender que creas que siento la muerte de ese bastardo. Sólo espero que no destrozara
el árbol"
"Dios mío", Cynthia estaba diciendo. "Yo no puedo... apenas sé qué decir" Sacudió
la cabeza. "¿A qué hora ocurrió el accidente? Salió de aquí casi a media noche, creo"
El oficial asintió.
"Alrededor de la una a.m., señora. ¿Tiene alguna idea de lo que pudo haber estado
haciendo desde que salió de aquí hasta la hora en que tuvo el accidente? Sólo se tarda
unos diez minutos en coche hasta llegar a donde estaba"
"No tengo ni idea", respondió aturdida. "Recogió sus cosas y se fue en un buen apuro.
Me temo que estaba bastante molesto. Lo acababa de despedir junto con el resto del
personal de mi marido"
247
"Ah", gruñó el oficial, escribiendo eso. "¿Era bebedor?"
"No tengo ni idea. Supongo que en reuniones sociales. Nunca tuve ninguna razón
para creer que pudiera ser algo más frecuente que eso" Miró a su hija. "¿Tu qué crees,
Kerrison?"
Kyle, ¿un borracho?
"No" Negó con la cabeza mientras el policía las miraba. "No he vivido aquí desde
hace más de un año pero Kyle fue empleado de mi padre durante muchos años antes de
eso. Nunca pensé que pudiera ser bebedor, o de hecho, tomar drogas ni nada de eso" Hizo
una pausa pensativa. "De hecho, era un monstruo de la salud"
El oficial asintió de nuevo.
"Eso me parece bien, señora. En el interior del coche hemos encontrado una gran
cantidad de equipos, y ropa de gimnasia" Cerró sus notas.
"Bueno, siento haberla molestado, Sra. Stuart. Me doy cuenta de que es un momento
pésimo" Se colocó el sombrero sobre su cabeza. "Me confirmó la hora en que salió de
aquí, eso es todo lo que realmente necesito. A partir de ahí, daremos marcha atrás y
veremos dónde fue"
"Oficial", Dar intervino, "parece como un montón de investigación para ser un
accidente de coche"
El hombre la miró con astucia.
"Nos gusta estar seguros señora, especialmente cuando se trata de un ex empleado de
una familia del gobierno. Sólo queremos asegurarnos de que todo es lo que parece ser"
Se tocó el ala del sombrero. "Mrs. Stuart, Stuart señora, señora"
Sus pasos resonaban en el suelo de parquet, la puerta se abrió y se cerró suavemente,
haciendo eco en el silencio que dejó detrás de él.
"Bueno", dijo Cynthia, "eso ha sido un shock"
"Mm", coincidió Kerry. "Sí... ¡Oh, Dios mío, me pregunto si Brian lo sabe!"
248
Cynthia jadeó suavemente.
"!Oh! Deberíamos llamarle" Se levantó y salió corriendo de la habitación, dejándolas
sin otra palabra.
Kerry suspiró y se apoyó en Dar.
"Wow"
"Sí". Su voz era tranquila. "¿Estás bien?"
Lo pensó.
"Sí. Me siento mejor, un poco. Creo que estaba queriendo sacar eso de mi sistema
por un momento" Hizo una pausa. "Lo que le dije a mi madre, quiero decir"
"Mm"
"Vamos a ir a casa"
"¿En serio esta vez?" Dar le dirigió una mirada cariñosa. "¿No me estás tomando el
pelo?"
"Vamos" Se puso de pie y le ofreció la mano a Dar. "Vamos a buscar a mamá y papá,
y larguémonos de aquí. Pero tenemos que hacer una parada antes del aeropuerto"
Dar la siguió fuera de la habitación, con las manos aún entrelazadas.
"¿Dónde?", preguntó mientras caminaban hacia el comedor.
"Al Dairy Queen", dijo con firmeza.
Kerry cogió su helado con chocolate caliente y se sentó en el banco junto a la mesa,
con los ojos parpadeando mientras volvían a ella recuerdos de la escuela secundaria y
del verano. La mayoría de la gente no acudía allí durante el invierno aunque había una
cantidad de personas en la tienda pero esa era una de las cosas buenas de vivir en el
trópico. Casi siempre era verano. Siempre había helado de temporada.
Desenterró una cucharada de helado de vainilla y se la llevó a su boca.
"¿Sabes?, es difícil de creer"
"¿Qué?" Ceci estaba maniobrando en torno a su banana split.
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"Kyle"
Dar tenía los brazos cruzados sobre la mesa. Estaba intentando tomar un batido de
chocolate espeso con una pajita. Hizo una pausa en sus esfuerzos y miró al otro lado de
la mesa hacia su amante.
"No podría haber ocurrido a un chico mejor"
Kerry hizo girar un poco de chocolate caliente en la punta de la cuchara.
"Quisiera estar horrorizada porque alguien ha muerto, lo sabes, pero simplemente no
puedo" Miró furtivamente a su familia política. "No puedo pretender no alegrarme por lo
que le ha pasado"
"¿Por qué habrías de hacerlo?", preguntó Ceci.
"¿Por qué debo fingir?" "Porque es lo correcto, y porque me educaron para ser cortés.
No es agradable regodearse con el hecho de que alguien a quien odiabas esté muerto"
Se hizo un incómodo silencio.
Después de unos segundos, Dar se aclaró la garganta y le palmeó la mano.
"Estoy contenta de que esté muerto. Y me alegro de no haber sido educada como tú,
porque me siento bien sabiendo que ese bastardo está muerto" Ceci resopló suavemente.
"Sin ánimo de ofender", agregó apresuradamente.
"Ese desgraciado se portó muy mal contigo, kumquat", Andy habló sin levantar la
vista de su plato de helado de vainilla recubierto de crema. "No te sientas mal por su
muerte" Miró arriba. "Claro que no"
Kerry lo miró notando la leve sonrisa en todo el borde de su boca.
"Sí, lo sé", murmuró de repente segura. Sus ojos se dirigieron a Dar que parpadeó
viendo una expresión en su rostro que Kerry había llegado a conocer, sabiendo que
posiblemente había hecho algo, algo que seguramente a ella no le iba a gustar.
"Andy tiene razón" Ceci rompió el momento. "No tienes nada por lo que sentirte mal,
Kerry. El hombre era un idiota, y sus malas acciones lo alcanzaron anoche.
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Probablemente estaba echando espuma por la boca de lo enfadado que se fue de casa de
tus padres. Seguramente eso hizo que se saliera de la carretera. Justicia poética"
Justicia poética. Kerry ponderó ese término. Por lo que ella sabía era la única poeta
en la mesa. Finalmente, lo único que podía hacer, era encogerse de hombros, y hacer una
nota mental para hablar más tarde con Dar sobre esa mirada porque sospechaba que ella
sabía lo que había detrás de ella. Ah. Tal vez sólo voy a dejarlo ir.
"Mm" Tomó una cucharada de helado, llevándosela a la boca. Casi se atraganta
cuando escuchó su nombre a sus espaldas. Se volvió y vio a una esbelta mujer rubia, que
obviamente se dirigía a ella. Tenía unos seis segundos para averiguar quién era aquella
mujer.
Pensó en su época de escolarización temprana desesperadamente, se volcó a través
de nombres y personas que su padre le había presentado durante años.
¿Universidad? No. ¿Iglesia? No. ¿Club de Debate? No.
"¡Bueno, Kerrison! Estoy sorprendida de verte aquí" La mujer llegó junto a la mesa
con los labios en un breve temblor, sonrisa falsa. "O tal vez no"
"Hola Corinne" Devolvió la sonrisa. "!Qué maravilloso verte después de todos estos
años!" Deslizó la mirada más allá de Corinne.
"¿Trabajas aquí?" Vio a un hombre vestido con uniforme de supervisor detrás de ella.
"¿Trabajar?" Corinne rio. "Mi marido es dueño de la tienda. Sólo ha venido a recoger
algo para él. Ah, por cierto, siento lo de tu padre"
"Gracias" Respondió amablemente.
"¿Te vas a quedar en la ciudad?" Lanzó los ojos brevemente hacia el resto de
compañeros de mesa. "Pensé que estarías de camino al funeral. Oh, bueno, simplemente
lo pensé"
Puta. Apoyó un brazo en el respaldo de la banqueta, dándose cuenta que Dar se estaba
empezando a agitar nerviosamente frente a ella.
251
"No, estamos de camino al aeropuerto. Y por favor perdona mis modales. Corinne,
esta es mi pareja Dar Roberts, y sus padres Andrew y Ceci" Miró a Dar. "Ella es
Corinne..." Desvió la mirada hacia la rubia. "¿Qué es ahora?"
"Henderson" Corinne les dio al resto de la mesa una breve inclinación de cabeza y
una helada sonrisa. "Bueno, estoy segura de que no podéis esperar a llegar a casa. Sin
duda fue un placer verte. Estoy segura de que no tendré el placer a menudo", volvió su
dulzona sonrisa, "todos han estado preguntando por ti" Levantó una mano, dio media
vuelta y regresó por donde había venido.
Sintió el movimiento de Ceci; a continuación, ante sus ojos, vio una mancha marrón
volar por los aires para estrellarse contra la espalda de Corinne.
Esta se volvió sorprendida cuando Kerry dio la vuelta mirando hacia delante; sus ojos
casi se salían de su cara.
"¿Acabas de hacer lo que creo que has hecho?", le susurró a su suegra.
"Por supuesto" Lamió su cuchara con gusto. "El objetivo de compartir. Sí, eso me
digo a mí misma"
Dar envolvió sus labios alrededor de la pajita con mirada inocente cuando Corinne
la perforó con su mirada. A su lado, Andrew simplemente resopló y dio otro mordisco a
su dulce helado sin azúcar.
Kerry se cubrió los ojos con una mano.
"¿Estás tratando de alentar una pelea por la comida? Corinne va a perder la cabeza"
"No creo que vaya a perder mucho" Continuó Dar.
"¿Sabes Kerry?, creo que realmente deberías considerar abandonar el cristianismo",
dijo Ceci. "Todo eso sobre culpa y angustia. Mejor ser pagana. Simplemente podemos
disfrutar de nuestra maldad y morir felices"
Dar sonrió mientras veía a una confundida Corinne tratar de mirar su espalda, y
decidir qué hacer al respecto. Aceptó los trapos que el gerente le entregó para poder
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limpiarse la ropa, luego continuó su camino sacudiendo la cabeza después de mirar de
nuevo a Kerry.
"¿Una vieja amiga?", preguntó Dar.
Kerry se asomó por entre sus dedos.
"¿Se ha ido?"
Dar asintió.
Kerry puso la mano y cogió la cuchara.
"No, ella nunca fue una amiga. Era alguien con la que coincidí en la escuela
secundaria. Estaba convencida de que todo era suyo, podía conseguir todo lo que quisiera
sin mover un dedo"
"Ah"
"A veces yo también creía eso", agregó Kerry suavemente. "Creo que todo el mundo
lo hacía"
"Bueno, estoy segura que no todo el mundo piensa que tu padre te compró todo, Dar
", comentó Ceci prácticamente.
"¡Hey!" Protestó su descendencia.
Kerry sonrió y se relajó.
"No estoy segura de eso"
Pensó de nuevo en los tiempos pasados. Estoy segura de que no lo hacen. Estoy
segura de que no importa lo que piensen, tampoco. ¿Estoy realmente segura de eso?
Capítulo Once
Kerry nunca había estado tan contenta de subir a un maldito avión. Se acomodó en
su asiento con un largo suspiro, y puso su cabeza contra el reposacabezas de cuero,
cerrando los ojos y deseando despegar. Dar tomó asiento al lado de ella. Estaba un poco
molesta por el hecho de estar en primera clase donde estaban separadas por la consola
entre los asientos.
253
Quería deshacerse de ella y acurrucarse en los brazos de Dar para una siesta.
Miró a los controles de iluminación con un sentimiento de vergüenza leve ante la
idea, recordándose a sí misma que era una persona adulta que hacía ya mucho tiempo que
había dejado de necesitar su oso de peluche y la seguridad que le daba. ¿O no?
Mantuvo los ojos cerrados mientras la azafata se acercó y la escuchó hablar con Dar
que pedía las bebidas para ambas. Tal vez, simplemente, toda la situación había llegado
a ser demasiado. Suspiró, deseando estar ya en casa, con ganas de que la normalidad
respaldara a su alrededor. Incluso ir a trabajar, sería muy bienvenido. Abrió un ojo y miró
a su amante.
"¿Qué paso con UPS?" No había intervenido casi en el tema, así que pensó que Dar
lo habría solucionado de una forma u otra.
Dar levantó la vista de su revista Skymall.
"Los amenacé con corte del cable de alimentación de toda la ciudad, y consiguieron
la unidad de reemplazo en seis horas. Oye, mira, juguetes nuevos. ¿Quieres uno?" Su
largo dedo señaló una página.
La miró con ojos desorbitados.
"¿Realmente puedes hacer eso?"
"¿Comprar un juguete nuevo? Claro", respondió, luego sonrió. "¿Cortar la
alimentación de su red? Gestionamos su instalación de cabecera, Así que sí, si quisiera
podría hacerlo". Metió la mano en el bolsillo y sacó su teléfono móvil. "Ahora, ¿te gusta
el rojo o el ónix?"
Kerry miró a la revista.
"Oh". Se acercó más. "¿Un navaja suiza para empollones? Tiene un... Oh, santo cielo.
Qué guay" Miró hacia arriba. "Deberíamos comprarlos como regalos para el personal de
Mark, para la Navidad"
Lo consideró.
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"Mm. ¿Algo que en realidad se puede utilizar en vez de una caja de chocolates o un
cheque regalo de Wal-Mart? Aunque, no sé qué será más útil. Más o menos" Esperó al
teléfono a que fuera atendida su llamada, entonces pidió las navajas de diferentes colores
enviando al tomador del pedido en un pequeño éxtasis de placer. "Deberías ponerles una
marca y utilizarlos como trucos de paso, también. Tal vez si José se porta mejor le de
uno"
"¿Por qué no te limitas a comprar otro?", preguntó Kerry, pasando las páginas de la
revista con interés.
"Tiene mal pulso. No quiero ser responsable si se corta los dedos. Mariana me
mataría", murmuró, dando por cerrada la compra y colgando el teléfono. "¿Ves algo más
que te guste?"
"Mm". Sus ojos vagaron desde la revista hasta Dar. "Sí". Se rio entre dientes, mojó
un dedo, y frotó una mancha en la mejilla de Dar. "No se te puede llevar a ningún sitio,
Paladar. Mírate, tienes chocolate por toda la cara"
"Shh" Miró hacia la fila de atrás, donde sus padres estaban sentados. "No hables tan
alto o tendremos horas y horas de historias sobre lo que solía hacer con mi comida"
"¿En serio?", preguntó con una voz mucho más fuerte. Los ojos azules se estrecharon.
"Kerrison"
Se rio entre dientes.
"Ah… ¿Por qué parece tan diferente cuando se dice?" Suspiró y apoyó de nuevo la
cabeza pero se volvió a medias para poder ver a su amante. "Me alegro de que volvamos
a casa"
"¿Sí?" La miró en silencio. "Yo también"
Kerry podía ver la tensión alrededor de los bordes de los ojos.
"Pareces cansada"
Suspiró.
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"Son esas malditas pastillas" Se frotó cansadamente los ojos. "Entre eso y lo que
estoy tomando, sólo quiero meterme en mi maldita cama de agua y permanecer allí
durante un día o dos"
"Puedo arreglar eso", dijo Kerry. "De hecho, también podría hacer arreglos para una
buena botella de agua caliente, para que te puedas envolver alrededor" Deseaba ver su
casa, ver a Chino, y estar en el sofá, al lado de Dar, con una taza de té caliente, dejando
atrás a su familia, a Michigan y a todo lo que representaba.
Cerró los dedos alrededor de los de Dar dejando que sus brazos descansaran juntos
sobre la consola central. El tacto era cálido. Dar le frotaba suavemente la piel con el pulgar
haciendo que se olvidara de todo y se durmiera. Sí, tal vez podría quedarse dormida hasta
que aterrizaran.
Abrió los ojos parpadeando confusa mientras trataba de conciliar sus recuerdos de
los últimos momentos con lo que estaba viendo.
"¿Uh?"
"Estamos a punto de aterrizar, cariño" Dar le sonrió, recogiendo la suave manta de
color azul.
"¿Tierra?", se preguntó desconcertada. "¿Yo...?" Echó un vistazo fuera viendo el
horizonte distintivo de Miami a través de la ventana. "Hijo de..., ¿dormí todo el tiempo?"
"Mmhm" Dar estiró su cuerpo hacia fuera y luego se relajó. Reprimió un bostezo,
contenta al sentir la contracción en sus tímpanos mientras el avión descendía. Después
de unos momentos las ruedas tomaron tierra, los motores se invirtieron, y rodaron hasta
detenerse en una gran extensión de la pista de aterrizaje. Todo su cuerpo se relajó, se
desabrochó el cinturón de seguridad muy en contra de los mandatos repetidos de la
tripulación de cabina. Sí, se daba cuenta que todavía estaban en la pista de rodaje. Sí,
sabía que el capitán había encendido la señal del cinturón de seguridad hasta que
estuvieran a salvo estacionados en la puerta. Sí, sabía lo suficiente. Había estado en
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demasiados vuelos. Razón por lo cual evitaba volar en clase turista. Había visto con
desconcierto en más de una ocasión a los pasajeros empujarse unos a otros para salir de
los aviones, o simplemente para recoger sus bolsas o pertenencias de los maleteros
superiores. Sonrió al recordar un vuelo en el que había organizado una fiesta de
cumpleaños a una mujer. Casi habían tenido que dar la vuelta y aterrizar antes de que todo
se descontrolara. Entonces, la mujer había amenazado con demandar a la compañía aérea
por destruir su fiesta. Negó con la cabeza. La gente era rara. Miró por la ventana al ver
destellos de luz que llamaron su atención, y vio a otro avión rodeado por vehículos de
emergencia. "¿Me pregunto qué es todo eso?" Dio un codazo a Kerry que obedientemente
estaba recogiendo sus pertenencias personales. Ésta se volvió, se apoyó en el brazo, y
miró por la pequeña ventana. "Hm. Mayormente policía, no bomberos, podría ser
cualquier cosa. ¿Tal vez un intento de secuestro?", miró por encima del hombro, "o
drogas. ¿Ves perros?"
"Ah, tenemos que estar en casa" Sonrió Kerry. "Éste es el único aeropuerto donde
pasan estas cosas tan a menudo"
"Mm", reconoció Dar. "Supongo que lo podremos leer mañana en el Herald"
"Está bien" Kerry se movió cuando el avión volvió a entrar en su asignada zona de
embarque. "Pero tienes que leer los comics en primer lugar" Sonrió mientras la miraba.
Habían desarrollado lo que era un hábito encantador de bucear a través de las caricaturas
del periódico de la mañana, y a continuación compartiendo el resto, incluyendo sus
respectivos horóscopos. Eso era después de su carrera y una ducha compartida mientras
que el café se estaba haciendo para ir al trabajo.
Trabajo. Se quedó pensativamente. !Ojalá pudiera retrasarlo. Por lo que Dar había
dicho, probablemente lo haría.
Pero... Miró a Dar. Ya lo decidirían delante de una taza de café sin esas ropas de
invierno cuando estuvieran en casa.
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Suspiró feliz. Estaba tan entusiasmada con eso. En cuanto el avión se detuvo
definitivamente soltó su cinturón de seguridad, y se puso de pie al lado de Dar que estaba
agachada para eliminar la sobrecarga. "A veces vale la pena ser baja"
"Estoy de acuerdo". Ceci se rio entre dientes detrás de ella mientras miraban a
Andrew salir al pasillo para evitar que golpearse la cabeza. "No es por molestarte Kerry,
pero me alegro de estar en casa"
Kerry soltó un bufido.
"Como si yo no hubiera estado contando los minutos" Respiró hondo cuando la
puerta de la cabina se abrió y una ráfaga de aire cálido y moderadamente húmedo sopló.
Olía un poco a combustible pero la bienvenida era de lo más agradecida. Cogió su
ordenador portátil, adelantó a Dar, y sonrió a la azafata mientras salía del avión.
"Ah. Aire acondicionado en diciembre. Tengo que estar en casa" Dar comentó
mientras caminaban por la rampa. Ya podían escuchar el clamor del altavoz del
aeropuerto, una combinación de inglés y español que hacía juego con las conversaciones
que se oían alrededor de ellos.
"Oh sí", coincidió ella, mientras salían por puerta hacia el flujo de tráfico de las
terminales. "Recuerdo mi primera experiencia bajando de un avión aquí. Caminé diez
metros, puse mi bolsa en el suelo, miré y me pregunté dónde demonios me había metido"
Había pasado más de un choque cultural, eso era seguro. Se encontraba en un mundo
exótico, nuevo e intimidante. Ahora, era simplemente su hogar, y dio la bienvenida a la
bulliciosa actividad y al derroche de color que la rodeaba. "¿Te apetece un café con leche?
Tardarán veinte minutos en traernos el coche de todos modos. Se lo dejaste al
aparcacoches, ¿no?"
"Puedes apostar tu..." Los ojos de Dar vagaron. "Sí, lo hice" Sonrió, consciente de
la presencia inquisitiva de su padre. "¿Y tú, papá?"
"Ah, voy a ir a por el nuestro", dijo Andrew. "Nos vemos más tarde" Dio una
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palmadita en la espalda a su hija, y aceptó el abrazo de Kerry, luego deambuló con Ceci
hacia su vehículo.
"Adiós". Movió sus dedos hacia atrás. "Tus padres son tan lindos"
Dar arqueó una ceja.
"Voy a acercarme al aparcacoches. ¿Puedes pedirme ese café?", le señaló la cafetería,
"y un pastelito de queso también"
Mm. Kerry trotó obedientemente a la barra de café y se apoyó en su superficie pulida
cuando el encargado se acercó.
"Dos cafés con leche y dos pastelitos de queso, por favor"
El muchacho le sonrió.
"Sí señorita" Se giró hacia la máquina de expreso. Ella se sentó en el taburete mirando
sin hacer nada, disfrutando del olor fuerte, característico de la preparación del café
mientras escuchaba las conversaciones a su alrededor. Fútbol y fútbol en su mayoría con
un salpicón de mercado de valores, y una muy emocionada discusión sobre la pesca en
alta mar. Se dio la vuelta cuando tenía ya los cafés y los pasteles, pagó por ellos, y recibió
una nueva sonrisa del camarero por la propina.
Recogió sus cosas, se llevó la bolsa al hombro, y se dirigió a las puertas automáticas
que llevan fuera.
Dar estaba apoyada contra un poste de soporte con las gafas de sol ahora firmemente
asentadas en el puente de su nariz.
"Se me había olvidado" Le entregó la bolsa y buscó en el interior de la misma sus
propias gafas, un par elegante que Dar le había regalado hacía no mucho tiempo. Puso la
bolsa entre sus pies mientras se enderezaba y aceptó la taza de líquido humeante.
"Gracias, señora"
"¿Señora?". Se rio y tomó un sorbo.
Se apoyó también, disfrutando alegremente del sabor rico y dulce. El aire era frío e
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igualmente dulce. Sintió una sensación de puro bienestar al observar la confusión de
tráfico tratando de llegar a la acera. Vio el Lexus de Dar haciendo su camino hacia ellas.
"¿Quieres que conduzca yo? Así podrás darle un descanso a tu brazo"
Se quedó inmóvil por un momento, luego asintió.
"Está bien"
Aceptó las llaves, puso su bolsa en la parte posterior del asiento antes de dar la vuelta
el coche.
Se acomodaron en los asientos de cuero. Kerry se tomó un momento para ajustar el
asiento del conductor hacia delante.
"Debería mantener un asiento elevado para ti", comentó Dar secamente.
"Ja, ja". Puso el SUV grande en marcha y se acercó con cautela hacia la corriente de
tráfico. "¿No prefieres que conduzca sobre tu regazo?"
"Mm". Dar rio suavemente, evitando un momento para imaginar sus brazos al
alrededor de su amante. "Sí, está bien... Hey, detente"
"Hedonista"
"¡Fue idea tuya!"
Esquivó un vehículo mientras circulaban hacia casa.
"Hey, ¿Dar?"
Ésta tenía la cabeza inclinada hacia atrás con los ojos cerrados.
"¿Sí?"
Pensó un momento cómo formular su pregunta, se encogió de hombros.
"¿Eso de dejar el trabajo?"
Dar se quedó en silencio.
"Sí"
"¿Sin indultos? ¿Nada por buena conducta?"
Una risa suave se elevó desde el asiento del pasajero.
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"Cariño, nunca me comporté bien allí. Confía en mí, si tuviera que buscar una razón
para salir, tú eras la mejor razón" Se movió con cuidado hacia el asiento trasero, tiró de
su maletín y lo puso sobre su regazo. "¿Quieres ayudarme más tarde a escribir mi carta
de renuncia?"
Kerry suspiró.
"Dar, no es gracioso"
"Lo sé, lo sé. I j...", metió la mano dentro de su maletín, y sus dedos tocaron un grueso
fajo de papel que no acordaba haber puesto en su interior. Miró el sobre. "¿Qué diablos
es esto?"
"¿Qué?" Sacó los papeles y los miró con incredulidad total. "¿Dar?"
Dar la miró.
"¿Has puesto esto aquí?"
Al oír la tensión en la voz de Dar paró el coche.
"¿Yo? Por supuesto que no. ¿Qué es? Lo único que metí esta mañana fue tu portátil
porque me lo pediste"
Dar hojeó el fajo, el susurro suave de papel sonando fuerte en el coche.
"Son los datos que di a tu padre"
"¿Qué?" Llevó el coche al estacionamiento y se dio media vuelta para ver los papeles.
"¿Cómo...? Espera, ¿estás segura? Tal vez sea una copia, Dar"
"Estoy segura" Dio la vuelta a la primera hoja. "Imprimí en este tipo de papel
reciclado; en mi copia había una mancha de agua"
Kerry se quedó mirando las palabras en el reverso de la página. Alguien había escrito
una receta de estofado. Aquello parecía tan extraño como incongruente. Casi se preguntó
si su padre lo habría garabateo para los cocineros de la casa. El mundo parecía extraño a
su alrededor. Apoyó el codo en el reposabrazos entre ellas y apoyó la cabeza en una mano.
"No lo entiendo"
261
"Yo tampoco" Sacó su móvil y pulsó la marcación rápida. Esperó hasta que fue
respondida, luego se aclaró la garganta.
"Hola, ¿Alastair? Soy Dar"
"!Ah! Oh... uh, Dar, escucha, ¿te puedo llamar más tarde?" Alastair parecía
sorprendido por su llamada. "Estoy en…"
"No me importa si estás en el retrete", dijo sin rodeos. "Sólo quería que supieras que
tengo los papeles"
Se hizo un silencio mortal, y luego se escuchó un chisporroteo.
"¿Cómo sabías dónde...? "
Dar simplemente esperó.
"Si los tienes, ¿por qué no lo dijiste antes? Ya sabes la cantidad de dinero que
podríamos perder…", se quedó en silencio. "Santo Jesús, ¿seguro que tienes los papeles?"
"Sí" A través de la conexión telefónica podía oír un juego de pelota tocando
suavemente en algún lugar en el fondo, pero poco más. "¿Alastair?"
Su suspiro fue audible.
"Dar, no estoy seguro de lo que importa ahora"
"Bueno, por si sirve de algo los tengo. De todos modos hablaremos más tarde"
Más silencio.
"Yo te llamo, Dar" La voz de su jefe ahora era muy grave. "Quédate cerca"
Dar colgó y miró a Kerry.
"Vamos a casa"
Kerry la estaba mirando fijamente.
"Es demasiado tarde, ¿verdad?"
"Eh" Le tomó de la mano y le besó los nudillos. "No me importa. Vamos. Vamos.
Quiero una cama blanda, un vaso caliente de leche, y un cuenco de cerezas sin hueso"
262
Kerry sonrió con tristeza.
"¿En ese orden?"
"Cualquier orden me viene bien"
Asintió, puso el coche en marcha, comprobó su espejo retrovisor y se metió en el
carril de circulación. Después de un kilómetro y medio en agradable silencio se aclaró la
garganta.
"Siempre me olvido de preguntarte. ¿Cuál era el trato con la Armada a cambio de esa
información?"
Abrió los ojos.
"Ah. Es verdad. Supongo que nunca te lo expliqué, ¿verdad?"
La miró, luego volvió su atención a la carretera.
"Bueno, quiero decir, no tiene que ser ahora mismo, pero tenía curiosidad…"
"No, ahora es un momento tan bueno como cualquier otro", comentó Dar. "Debería
habértelo contado antes" Su expresión se tornó pensativa. "Acordaron destruir la
información y olvidar lo que habíamos visto, y nos darán todos sus contratos"
Kerry casi golpeó el coche delante de ella. Se apresuró a frenar, y volvió la cabeza
mirándola en absoluta creencia.
"¿Qué?" Una bocina sonó. Se apresuró a sacar de nuevo el coche de la carretera y
aparcó. "¿Qué?"
Los claros ojos azules la miraron con recelo.
"Ese fue el acuerdo. Así lo hicieron. Gerry tiene que estar de acuerdo con ello" Miró
la cara de Kerry cuidadosamente, preguntándose qué estaba pensando.
Se cubrió los ojos con una mano.
"¿Estás chantajeado al Gobierno de los EE.UU.?"
Dar se frotó la barbilla.
"Sí, supongo que sí"
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Los ojos verdes se asomaban por entre los dedos delgados.
"Paladar Katherine Roberts, ¿qué voy a hacer contigo?"
La aludida sonrió con nostalgia.
"No lo sé. En su momento me pareció lo mejor", reflexionó con voz tranquila. "Ya
sabes, en realidad sólo fue un momento de heroísmo altruista" Se miraron la una a la otra
durante un momento, luego Kerry puso el Lexus en marcha y reanudó la conducción. La
concentración en el tráfico le dio la oportunidad de pensar acerca de lo que Dar le había
dicho y lo que sentía al respecto. ¿Estaba enfadada porque no se lo había contado antes?,
se mordisqueó el interior del labio. Sí, un poco. Eso significaba una carga de trabajo
enorme para ella, y docenas de cosas que tenían que ser tomadas en cuenta. Pero, por
otro lado, teniendo en cuenta lo que había estado ocurriendo en el país, ¿realmente quería
lidiar con eso, también? No, admitió. No tenía ningún deseo de añadir más carga al estrés
que había estado sufriendo. Así que probablemente Dar le había hecho un favor al
mantenerla al margen del acuerdo. Se preguntaba, sin embargo, cómo se sentiría ella. La
miró fijamente. Dar cree que estoy decepcionada, se dio cuenta. ¿Lo estoy? Había sido
halagador, por supuesto, darse cuenta que Dar se había jugado todo por estar a su lado.
Pero... pero le había dolido también saber que había causado que Dar renunciara a algo
que sabía era tan importante para su pareja: el honor, su integridad. Aunque el acuerdo
había salido de ILS no cambia el hecho de que Dar había cambiado de opinión sólo para
ser la roca que ella necesitaba en ese momento. Eso daba un poco de equilibrio a las cosas.
Sabía que se sentía humillada por ello. "Gracias. Si la empresa gana no importa, porque
lo habría hecho de todos modos" Le dio una suave sonrisa. "No dañará mucho mi
reputación"
Kerry se rio en voz baja.
"Te lo advertí, ¿no?"
"Lo hiciste" Cerró los ojos y recordó aquel viaje en avión, volviendo de Orlando, en
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el que casi había deseado no aterrizar. "¿Ker?"
"¿Mm?"
"Gracias"
Dirigió el Lexus por la rampa leve, en su zona de aparcamiento, y se detuvo en el
lugar donde estaba escrito el nombre de Dar. Apagó el motor y apoyó los brazos sobre el
volante mirando a la casa mientras Dar empezó a abrir su puerta.
"Me alegro de estar en casa" Dar suspiró. "Parece como si hubiéramos estado fuera
un mes"
Kerry se fijó en las líneas del porche delantero, el mediterráneo estuco, ahora
calurosamente familiar para ella. Salió del coche y se interpuso entre éste y el suyo, de
un color azul oscuro brillante, que refleja su imagen. Estaba estacionado en su propio
lugar, donde figuraba su nombre. Con una sonrisa tranquila siguió a Dar que ya subía los
escalones y se detuvo mientras su pareja pulsaba el código de bloqueo y abría la puerta.
Recordó la primera vez que había estado en este mismo lugar, en la misma situación,
pero esta vez metió sus dedos en la parte posterior de la cintura de Dar, y la besó en el
centro de la espalda.
Chino corrió hacia ellas gimiendo de placer, y Colleen salió de la cocina, secándose
las manos para saludarlas.
Kerry apoyó la cabeza contra el respaldo de Dar cuando Chino se levantó para saludar
a la mujer más alta.
"Hey Col", contestó ella mientras una ola de agotamiento empezaba a inundar.
"Estamos en casa"
"Es una gran satisfacción para él", dijo Colleen. "Me alegro de veros chicas. ¿Qué tal
el vuelo?"
"No estuve despierta ni un minuto" Echó la chaqueta en la parte de atrás del sofá.
"Estoy contenta de que todo haya terminado" Se arrodilló para acariciar a Chino. "Hey,
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¿te alegras de vernos?"
El Labrador le lamió la cara, y luego el resto el cuerpo. Encantada con las caricias
se sentó en el suelo y lo cogió en brazos.
"¿Café, Ker?"
"Por supuesto" Suspiró feliz. "Por supuesto"
Con los ojos cerrados, mentalmente Dar trazó el camino que su maletín había hecho
ese día. Lo había tenido en la habitación verde hasta ser llevado por ella al coche de
camino al aeropuerto. Mientras paraban en el Dairy Queen para comer un helado lo había
dejado debajo, en el coche. Había pasado por la seguridad del aeropuerto antes de subir
al avión. Lo había cogido de nuevo cuando habían aterrizado, y lo había dejado en la parte
trasera del coche durante todo el camino a casa.
Así que... ¿cuándo infiernos alguien había metido los papeles en su interior? Volvió
a pensar en todos sus pasos, una y otra vez. Los dos únicos lugares, que eran incluso
posibilidades muy remotas, estaban en la casa de los Stuart y en el coche mientras estaban
tomado los helados. Nadie sabía que pararían para el helado, por lo que no entendía lo
que había ocurrido.
¿Quién lo había puesto ahí? ¿Cynthia? ¿Los hermanos de Kerry? Ninguno de ellos
sabía lo importantes que eran esos papeles. Ah, bueno. Exhaló. Probablemente no
importaba de todos modos. Por lo menos ahora podía estar más tranquila.
Ahogó un bostezo y se relajó en el sofá de cuero. A pesar del zumbido de voces
proveniente de la cocina se encontraba felizmente tranquila de estar de vuelta. Dejó caer
la cabeza contra el brazo del sofá, dando la bienvenida al rico aroma del cuero y a la
calidez de la banda larga de la luz solar, que entraba por la ventana delantera y pintaba
una franja dorada a través de su cuerpo.
Podía, reconoció obedientemente, entrar en su estudio y averiguar lo que le estaba
esperando en su bandeja de entrada. Podría, pero se retorció en una posición más cómoda,
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cerrando los ojos. Mañana ya lo revisaría, y si había algo de una naturaleza
verdaderamente desastrosa, ya la habrían localizado. Dejó su móvil cerca, asegurándose
de que estaba encendido. Nope, sin mensajes, sin llamadas. Bien.
Una fría nariz tocó su brazo. Abrió los ojos.
"Hey Chino. Sabes cómo conseguir unas galletas de mamá Kerry?" Unos tristes ojos
castaños la miraron, luego Chino se subió al amplio sofá, se movió sobre ella con un
gruñido, y lamió toda la piel expuesta a su alcance. "Aw". Acarició la piel suave y gruesa
de Chino. "Yo también te extrañaba, cariño" Rápidamente miró a su alrededor para
asegurarse de que nadie la había escuchado, entonces revolvió las orejas del perro. "Eres
un encanto, ¿no es cierto?" Chino puso su boca sobre el pecho y respiró con alegría. Ella
hizo lo mismo. Ya todo se había acabado. Maldita sea, se alegraba de que todo hubiera
terminado. Ahora podían establecerse y seguir adelante con su vida en común, y
concentrarse en cosas más alegres. Como la Navidad, por ejemplo. Movió los dedos de
los pies con júbilo leve mientras recordaba las cajas que había escondido en el sótano.
Regalos para Kerry, por supuesto, y para Chino, pero también para sus padres, algo que
no había hecho desde hacía muchos años. También tenía para los amigos que había
invitado para la fiesta de Navidad. "Fiesta de Navidad", había insistido con firmeza. "La
Navidad, Navidad, Navidad, no cumpleaños"
Pero Kerry se había reído. Lo que significaba que por lo menos tendría que sufrir
cortar un pastel y escuchar algún tipo de felicitación a coro. Hm. Hizo una nota mental,
por lo menos elegiría una mousse de chocolate doble. Eso podía compensar el famoso
Happy Birthday to You, si no otra cosa parecida.
Sí. Sonrió, pasando la lengua por sus labios ante la idea.
"Kerry" Colleen frotó el brazo de su amiga con simpatía, "qué pesadilla"
"Sí" Kerry estaba tirada en uno de los dos taburetes en la cocina. "Puedes decir eso
otra vez. Muchísimas gracias por quedarte aquí"
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"No hay problema. Me alegra poder hacerlo. Chino es precioso, y los padres de Dar
son geniales"
"Sí que lo son" Sonrió. "No tienes idea de lo feliz que fue verlos cuando aparecieron.
Oh, Dios mío Col, estaba literalmente de pie en un pozo lleno de víboras, con ese bastardo
de Kyle, y de repente ¡BAM! Allí estaba la caballería"
Colleen sonrió.
"El padre de Dar está tan enganchado a ti. Es tan dulce. Debieron decidir ir allí en
cuanto os vieron en televisión"
Kerry suspiró. Descansó su cabeza sobre una mano tras apoyar un codo en el
mostrador.
"No creo que haya tenido antes un par de días tan malos. Después volvimos al hotel,
Angie llamó y me dijo que el personal pensó que mejor si no iba a casa, ya sabes por mi
relación con Dar"
"Al diablo con ellos" Resopló su amiga.
"Bueno, no fui", continuó hablando. "Y fue por Dar, no para su beneficio. Estaba
muy dolorida" Hizo una pausa. "Dios sabe que yo también estaba mal. Necesitábamos
algo de espacio" Pensó acerca de esa noche. "No sé lo que habría hecho si ella no hubiera
estado allí, Col. Yo no…", podía escuchar un ligero temblor en su propia voz, "la primera
noche... Jesús. Estaba tan enferma. Tenía una migraña, y me desmayé en el baño..."
"Wow" Colleen le dirigió una mirada de preocupación. "¿Qué pasó?"
"Demasiado estrés, supongo" Sintió lágrimas irracionales en aumento. "Pero
entonces, Dar apareció. Ella no iba a llegar hasta el día siguiente, pero lo dejó todo y vino
esa misma noche. No sé lo que habría hecho si ella no lo hubiera hecho" Colleen le puso
una mano en su brazo y apretó. "Creo que nunca me había sentido tan enferma", murmuró.
"Pero me ayudó, me dio su fuerza, su seguridad. Fue increíble". Dejó escapar un suspiro
largo y tembloroso. "Ella me salvó de la locura"
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"Hey" Colleen suavemente puso ambos brazos alrededor de ella y le dio un abrazo.
"Pobre chica" Le dio unas palmaditas en la espalda, y luego la frotó. "Me alegro de que
esa mujer alta y morena, estuviera allí para ayudarte, Ker. Sé que al principio no fui muy
fan de ella, pero me alegro de haber tenido la ocasión de conocerla. Estaba total y
malditamente equivocada con ella"
"Mm" Kerry le devolvió el abrazo. "Alta, morena, y a veces burra. Así es como se
lastimó su brazo de nuevo. La muy idiota me levantó del suelo del baño, y me llevó a la
cama en el hotel. Yo estaba demasiado enferma como para darme cuenta de lo que estaba
haciendo"
Colleen se rio un poco.
"¿En serio?"
"Sí" Consiguió levantarse de su taburete. Se dirigió a la nevera, y sacó una jarra de
zumo y la hizo girar. "¿Quieres un poco?"
"Por supuesto"
"Hey, ¿Dar?" Kerry la llamó. "¿Quieres un poco zumo?"
"¿Tiene chocolate?", fue la respuesta graciosa.
"Ew. ¿Zumo de naranja y chocolate?", hizo una mueca. "No, cariño. Te prepararé un
poco de leche"
"Mmmmmilk", respondió mientras aparecía en la puerta mirando suplicante con su
camiseta y pantalones arrugados. Chino salió trotando detrás de ella, bostezando. "Chino
quiere un poco de leche, también"
Colleen se rio entre dientes.
"De tal palo tal astilla"
Dar la miró, poniendo las manos en las caderas. Levantó una ceja en amenaza
simulada.
"¿Estás diciendo que me parezco a ese perro?"
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"No" Kerry le entregó un vaso y se inclinó para darle un beso. "Simplemente acabas
de actuar como ella, leal y adorablemente linda en extremo" Vio los ojos de su amante
dar vueltas en sobresalto. Luego mirar a Colleen y de nuevo a ella. "Oh, ahora no te
pongas toda formal, Dar. Tú eras la que estaba mugiendo por la leche"
Frunció el ceño, luego su rostro se relajó en una sonrisa tímida, se rio y aceptó el
vaso.
Colleen dejó su vaso y se levantó.
"Bueno, será mejor que vuelva a la parte sur de Kendall. ¿Os lo tomaréis con calma?
¿Nos vemos el miércoles?"
"Claro. Absolutamente", dijo Kerry. "¿Dar? Bueno, vamos a ver lo que dice el
médico", miró a su amante, que se limitó a levantar una ceja. "¿Cierto? No vamos a tratar
de hacer esfuerzos hasta que tu hombro se ponga mejor, ¿verdad?"
"No", respondió obedientemente refiriéndose a las artes marciales, clase que se
supone se reanudarían esa semana. "Solo trabajaré y veremos qué pasa." Se rio haciendo
una mueca.
"Además siempre se puede utilizar la piscina un poco"
"Ah, claro" Colleen se llevó el bolso al hombro. "Ella flota mientras suda. Claro"
Hizo un gesto de despedida. "Nos vemos, chicas"
Kerry la acompañó hasta la puerta y la cerró detrás de ella, entonces se volvió y miró
a Dar. Cruzó la sala y se sentó junto a ella con los pies sobre la mesa de café, al mismo
tiempo que la morena hacía lo mismo. Luego apoyó la cabeza sobre el hombro de Dar y
suspiró.
"Es bueno estar aquí, ¿eh?", suavemente pasó un brazo por encima de los hombros y
la atrajo más cerca.
Kerry pasó los brazos alrededor del cuerpo de Dar y se acurrucó tan cerca como pudo.
Anhelaba el calor del cuerpo de su amante y la sensación de absoluta seguridad que su
270
abrazo proporcionaba.
Sintió el cuerpo de Dar cambiar un poco de postura permitiendo ser acunada en
aquellos largos brazos, y envuelta por sus piernas. Ese gesto le tocó el alma golpeada,
sabiendo que aquel era el único lugar en el que necesitaba estar.
"Te diré algo", murmuró mientras acariciaba el cabello de Kerry, "voto por una noche
de hedonismo descarado e indulgencia. ¿Qué te parece?"
"Uh huh", murmuró Kerry. "Estaría feliz con tenerte cerca de mi toda la noche"
La morena le dirigió una mirada de preocupación.
"Bueno, claro. ¿Dónde más querría yo estar?" Le besó la parte superior de la cabeza.
"¿Ker?"
Ésta levantó la cabeza dejando al descubierto un rostro surcado por las lágrimas. Se
pasó el dorso de la mano por los ojos y sollozó.
"Lo siento. No sé qué diablos está mal conmigo"
Dar tampoco lo sabía. Se sentía totalmente perdida ante un problema sobre el que no
tenía ninguna experiencia o conocimiento para tratar. Así que hizo lo que podía hacer,
que era limpiar las lágrimas de la cara de Kerry, y besarla suavemente.
"Adelante, llora si te hace sentir mejor. Háblame de ello si así lo deseas. Pero si todo
lo que necesitas es amor, tienes todo lo que tengo. Es todo tuyo" Kerry parpadeó,
esparciendo unos pocos destellos de humedad, a la vez que intentaba sonreír. "¿Qué?", la
miró de nuevo Dar. "¿Tengo chocolate en mi barbilla otra vez?"
"Leche" Le limpió el labio superior y la miró con una expresión de amor total. "Una
noche de hedonismo descarado, ¿eh?"
"Sí" Miró fijamente en aquellos ojos verdes de mar irresistiblemente fascinante.
"Pensé que podíamos empezar por pedir algo realmente malo para nosotras de ese
italiano"
"¿Esta noche de hedonismo incluyen chocolate caliente?"
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"Sí"
"¿Jacuzzi?"
"Sí"
"Mmmm" Kerry tomó el beso como una respuesta a esa pregunta y se entregó
voluntariamente al plan.
Fue mucho más tarde cuando Kerry ahogando un bostezo con una mano subió las
escaleras de su oficina. Tenía el pelo todavía húmedo por el jacuzzi, y podía oler el aroma
inconfundible de cloro en su piel. Se pasó la lengua por los labios sin poder reprimir una
sonrisa. Nada como un poco de hedonismo para cambiar su propia perspectiva de las
cosas. Pensó durante un momento cómo reaccionaría su familia sabiendo las actividades
de esa noche. Se imaginó la cara que pondría su madre cuando describió a Dar lo hábil
que era con...
"Dios Kerrison, basta. Te quedarás ciega". Se golpeó un lado de la cabeza un par de
veces antes de entrar en su oficina.
Se sentía como si hubiera pasado un mes desde que había estado allí. Hizo una pausa
para mirar alrededor de la habitación, viendo todas las pertenencias que había traído de
su apartamento en Kendall: sus certificados y premios, sus credenciales profesionales, y
algunos de sus primeros intentos de fotografía, incluyendo una puesta de sol de la ciudad
de Miami.
Se acercó a la fotografía y la miró con atención. Era la primera foto que había tomado
de su pareja, antes de haberse convertido en amantes. Era el día de participación de la
comunidad empresarial. Dar había terminado sus tareas de pintura, y estaba sentada en el
borde de un cubo de basura, limpiando los salpicones de pintura, bajo la luz dorada de
una puesta de sol. En un impulso había cogido la cámara de fotos de Mari atraída por la
visión de su amante.
Esos ojos azules, esa cálida sonrisa, de repente, apuntando directamente a ella. Esa
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conexión incluso había traspasado la foto. Después de hacer la foto, había bajado la
cámara y de mala gana se la había devuelto a Mari, deseando con todo su corazón haber
traído la suya propia.
Tocó la foto enmarcada que se había encontrado sobre su escritorio envuelta en un
sobre una semana después. Había estado tan emocionada que la había estado mirando
durante demasiado tiempo, que incluso se había olvidado del trabajo que tenía que hacer.
Había sido una de las fotos que había llevado a casa para enseñársela a Angie, porque
no era algo tan increíblemente dulce, pero ahora, mirándola, no pudo evitar sonreír ante
la expresión de puro amor en el rostro de su amante. Su expresión mostraba más que
cualquier promesa que pudiera formular.
Se inclinó, besó suavemente la imagen y luego se dio la vuelta dejándose caer en su
silla. Rebuscó en el interior del cajón por el paquete de recibos que había subido a buscar.
Un cuadrado de papel brillante bloqueó su búsqueda. Lo sacó con impaciencia, le dio la
vuelta, y lo puso sobre el escritorio. La letra era ahora más clara. Se quedó allí en silencio
volviendo a leer la invitación a la reunión de secundaria.
Lentamente una sonrisa se dibujó en su rostro. Cogió la invitación junto con los
recibos, se dirigió escaleras abajo con el pelo todavía húmedo rebotando.
"Hey, ¿Dar?"
Ronroneó bajo
"¿Síííí?", contestó desde donde estaba tumbada en el sofá. "¿Algo más que pueda
hacer por ti, preciosa?"
Las hormonas de Kerry casi bajaron antes que el resto de ella. Se deslizó por el suelo
de baldosas hasta detenerse junto al sofá.
"Tengo un favor que pedirte"
Un ojo azul perezoso la miró.
"Lo que sea"
273
Se arrodilló y le ofreció la tarjeta.
"No me acordaba que había recibido esto la semana pasada"
Examinó la tarjeta, y luego la miró con cierta sorpresa.
"¿Quieres ir a esto? ¿En serio? "
"No" Le sonrió. "Quiero que vayamos" Se inclinó sobre el borde del sofá. "Hay un
montón de imbéciles remilgadas a las quiero ver"
"Lo que quieras, Ker" Apretó sus dedos alrededor de los de Kerry. "¿Tenemos que
usar cuero?"
"Tal vez lo hagamos"
Dar se incorporó y tiró de ella suavemente. Kerry se sentó acercándose más. Se
miraron la una a la otra en silencio durante un minuto con sólo el aire acondicionado
tarareando en el fondo.
Levantó una mano acariciando la cara de Dar. Esta se movió atrayéndola más hacia
abajo para que ambos cuerpos se apretaran. A continuación Kerry reemplazó su mano por
sus labios.
"Mm" Dar cerró los ojos mientras sonreía con sus manos descansando sobre el cuerpo
de Kerry mientras la acariciaba.
Sentía la respuesta de su amante ante su contacto expandiéndose por todo su cuerpo,
por lo que deslizó sus manos bajo la camiseta de algodón, disfrutando a su vez de los
contornos familiares bajo su tacto.
Conocía cada centímetro de su cuerpo. Le encantaba la suavidad de su piel. La forma
en que su cuerpo se había ido modelando poco a poco a base de ejercicio hasta llegar a
tener el cuerpo que tenía ahora entre sus manos.
"¿Sabes que fui votada como mayor probabilidad?" Murmuró Kerry.
"¿En la escuela secundaria?" Estuvo a punto de perder la concentración cuando los
labios de Kerry descendieron, a la vez que sus cuerpos se estrechaban entre sí. "Seguro
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que no era para esto", gruñó en voz baja, haciendo una pausa para respirar. "¿Para
presidenta?" Tomó una bocanada de aire llena del olor de Kerry, deleitándose con ello.
Ésta se echó a reír y sacudió la cabeza ligeramente mientras respondía a otro beso.
Sentía las manos calientes de Dar deslizándose bajo su camiseta, sobre su piel, haciendo
círculos lentos a través de su caja torácica.
"No"
"¿Eh?" Deslizó la camiseta fuera para acceder mejor a los pechos de Kerry.
"Nada" Kerry repitió. Respiró hondo mientras su cuerpo reaccionaba al tacto de Dar.
"Dijeron que nunca me iría de casa". La besó Dar. "Que nunca iría a ninguna parte" Su
voz se quebró un poco ante la última palabra. "Nunca…"
"¿Que nunca experimentarías esto?" Dar agachó la cabeza y mordisqueó su pezón.
Luego deslizó una mano alrededor del cuello besándola apasionadamente.
Un gemido suave corría a través de la garganta de Kerry.
"Mm... sí" Levantó la cabeza con los ojos medio cerrados, nariz contra nariz. Observó
los promiscuos ojos azules debajo de ella. "Nunca pensé que lo haría"
"¿Sientes esto?" Deslizó la mano por el cuerpo de Kerry.
La expresión de Kerry inesperadamente se suavizó. Besó el lugar justo encima del
corazón de la morena.
"No. Me encanta" Besó de nuevo el lugar. Luego cambió de nuevo cuando Dar
levantó la mano y la llevó a su mejilla.
"Yo tampoco" Levantó la cabeza y se besaron de nuevo. Los brazos de Kerry se
relajaron. Deslizó una mano entre los muslos desnudos de Dar. "Entonces, creo que las
dos tuvimos suerte" La abrazó sin perdonar un momento de pasión por una de alegría.
Dar le devolvió el abrazo en la búsqueda de la paz que ambas necesitaban. Entonces,
Kerry volvió a deslizar su mano hacia abajo, debajo de la cintura de los pantalones cortos
de algodón de Dar, olvidándose de todos los posibles pensamientos nobles que pudiera
275
tener.
Ella agarró la parte delantera de la camiseta de Kerry, entre los dientes y tiró de ella
dejando escapar un gruñido cuando ésta se deshizo de la tela buscando un objetivo más
sabroso debajo de ella.
"Al infierno de cuero" Jadeó Dar. "Iremos desnudas y en calcetines"
"Jejeje"
Estaba un poco oscuro cuando Dar despertó. El apartamento estaba tranquilo. Podía
oír el golpeteo suave de la lluvia contra la ventana, no muy por encima de su cabeza.
Era lunes. El fin de semana había terminado. Tenía delante toda una semana sabiendo
que hoy podría, de hecho, ser el último día en el trabajo. Ya había decidido no decírselo
a nadie, de hecho, aún no había hablado de ello con Kerry.
Tendría que ir a Houston el martes, y luego el anuncio sería oficial. Eso sería todo.
Así que hoy terminaría todos los cabos sueltos, teniendo consuelo de saber que por
lo menos dejaría la empresa en una buena posición, a pesar de perder el contrato de la
Marina, algo que sería un golpe definido. Sin embargo, estaba segura que la empresa
podría recibir el golpe.
Sus pensamientos se desviaron hacia su pareja que todavía estaba durmiendo a su
lado. Podía ver los círculos oscuros bajo sus ojos, señal de que estaba preocupada por
todo el asunto. Podía irse, pero tenía miedo de hacerle daño, de que tuviera que hacerse
cargo de todo después de los duros momentos que acababa de pasar.
O tal vez... suspiró. Quizás Kerry también querría acabar con todo. Tal vez debería.
Empezaba a sospechar que la salud empezaba a pasarle factura, y era algo que no estaba
dispuesta a permitir.
Preocupada se quedó mirando el techo con la rara sensación de estar fuera del control
de su propio destino, y eso no le gustaba nada en absoluto. En lugar de ser tranquilizador
ahora el golpeteo incesante de la lluvia le empezaba a poner nerviosa. Temía que el día
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empezara. Se sobresaltó cuando su teléfono móvil sonó cerca de su cabeza.
Se giró a un lado, siseando de dolor agudo en su hombro.
"Mierda".
Kerry se despertó moviendo la cabeza y sus ojos parpadeando aturdidos.
"¿Eh?"
"El teléfono" Dar lo cogió. "¿Qué?" Su corazón estaba tronando, la adrenalina
bombeando a través de ella a raíz de esa inesperada y temprana llamada.
"Uh... ¿Dar?"
Alastair. Se le secó la garganta.
"Oh. Lo siento" Echó un vistazo al reloj. "Buenos días".
"Ah sí, bueno, gracias" Alastair aclaró la garganta. "Escucha, siento llamarte tan
temprano"
Sintió que su corazón se asentaba en sus entrañas. Era consciente de su amante
mirándola en la penumbra sintiendo su propia angustia.
"¿Qué pasa?"
"Bueno, supongo que esos militares son todos madrugadores. He tenido noticias de
Washington", le informó. Se quedó callada, pero sintiendo la velocidad de su ritmo
cardíaco. "El hecho del asunto es Dar, que no creía que el general fuera a aceptar"
"Sí, bueno...", oyó su propia voz ronca.
"Pero lo hizo", dijo Alastair. "Pensé que pediría algún tipo de corroboración pero,
¿sabes qué, Dar? Dijo que tu palabra era lo suficientemente buena"
Se sorprendió un poco al sentir el escozor de las lágrimas en sus ojos.
"¿Lo hizo realmente?"
"Sí señora, sí", contestó. "Te aseguro que nunca había escuchado a un hombre tan
aliviado. De todos modos, sólo quería que lo supieras. Y, por cierto, quiere hacer el
anuncio a la prensa en su base. ¿Estarás disponible?"
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Todo era demasiado repentino.
"Uh... sí. Supongo… ¿Cuándo?"
"El jueves"
Todavía era demasiado.
"¿Vas a estar ahí?"
"Claro. Dar, ¿estás bien?"
Se sentía más confundida que bien. Todo había vuelto de forma totalmente
inesperada, y necesitaba tiempo para arreglar todo.
"¿Quieres venir a mi fiesta de cumpleaños? Es este fin de semana"
Mientras su jefe le respondía miró a Kerry que había apoyado la cabeza en su hombro
esperando mientras sus dedos trazaban un patrón ausente sobre el vientre de Dar.
Al menos ahora Kerry estará bien.
"Sí, claro, Dar. Me encantaría", dijo Alastair finalmente, un poco desconcertado, pero
con tono razonablemente apreciativo. "¿Tengo que llevar flores?”
"Nah. Sólo un traje de baño"
"B... Oye, qué tal si te llamo más tarde, ¿eh? ¿Después del desayuno?"
"Hablamos más tarde, Alastair. Y gracias" Colgó el teléfono, lo dejó, y luego puso
su brazo alrededor de Kerry y la abrazó.
"¿Todo está bien?", le preguntó.
No. Si… ¿Quién diablos lo sabe?
"Te amo. Todo es perfecto"
Kerry hizo un gruñido de felicidad y la abrazó.
La lluvia se recostó en un murmullo amable, y la suave y gris luz del alba se convirtió
en un espectáculo de bienvenida. La vida, Dar reconoció, es una cosa maldita, maldita y
divertida a veces.
Realmente lo era.
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Capítulo Doce
"Hey Kerry"
Se volvió a oír una voz un tanto familiar. Vio a Lena acercarse, dolorosamente
incómodo en su ropa de traje de falda.
"Hey". La vio darse la vuelta para continuar preparando dos tazas de café. "¿Cómo
te va?"
"Bien", respondió. "Creo que no lo estoy haciendo nada mal aquí. Todavía no me han
echado"
Kerry ahogó una sonrisa.
"Estoy más que segura que lo estás haciendo bien" Se dio la vuelta de nuevo y se
inclinó sobre el mostrador. "¿Qué tal las cosas en casa? ¿Alguna novedad?"
La joven se quedó en silencio, durante unos segundos.
"¿Quieres decir la perra que me envió a la cárcel? No. Aunque ella retiró los cargos.
Gracias por enviar a aquellos abogados a hablar con ella"
"Por lo menos eso es algo" Le sonrió. "Y no fue ninguna molestia para nosotras
hacerlo. Me alegro de que la cosa fuera mejor"
Lena asintió.
"Hey, te vi en la televisión la otra noche. Siento lo de tu padre y todo eso" Parecía
una poco incómoda. "Pero yo estaría encantada de que mis padres se fueran el infierno"
Kerry tomó sus tazas, se sentó, y palmeó la silla de al lado de ella. Esperó a que la
joven tomara asiento.
"Dices eso, pero no es verdad”
"Claro que sí", insistió. "Quiero decir, ya sabes cómo me han tratado"
"Lena, siguen siendo tu familia, no importa lo que hicieron. Hay cosas que mi familia
me hizo que no me gustaron nada pero siguen siendo mi familia"
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"La mía es una mierda"
"La mía también lo es, a veces", dijo Kerry. "Cuando mi padre descubrió que era gay,
¿sabes lo que hizo?”
"¿Se volvió loco?"
"Me encerró en un centro psiquiátrico"
Ojos de Lena casi se le saltan de la cara.
"¿Sí?"
"Sí", dijo con un suspiro triste. "Odiaba ser gay. A nadie de mi familia le gustaba.
Bueno, tal vez a mi hermano y hermana en realidad no le importa, pero..."
"Wow" Reflexionó Lena. "Así que debes estar feliz por poder vivir tu vida aquí,
¿no?"
Tomó aire antes de responder. Vaciló. ¿Estaba contenta?
"No es tan simple. Él era mi padre"
Lena se encogió de hombros otra vez.
"Sí, bueno, mi padre es un idiota, y si saltara delante de un camión me gustaría
aplaudir" Se levantó. "De todos modos, gracias por la ayuda. De verdad. También por
darme la oportunidad de ganarme un sueldo"
Kerry logró esbozar una sonrisa y se levantó.
"Bueno, me alegro que las cosas sean mejores"
"¿Vendrás a la reunión del grupo la próxima semana?", le preguntó con una ligera
vacilación. "Ellos me lo han preguntado"
"Estaré allí" Kerry cogió las dos tazas. "Estoy segura que tendremos muchas cosas
de las que hablar esta semana"
"Por supuesto" Sonrió y luego desapareció dejando a Kerry cruzar el pasillo hacia su
despacho en silencio.
Dar se sentó tranquilamente en su oficina, tomándose tiempo para mirar alrededor y
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estudiar el espacio como si fuera nuevo para ella. Entonces exhaló y se centró en su
visitante que acababa de sentarse al otro lado de su escritorio.
"Bien"
"Bien". Asintió Alastair.
"Todo está bien si termina a nuestro favor, ¿no?" Dar levantó una mano y la dejó caer
sobre la mesa. "Algo así. Escucha, lamento lo que ocurrió con el senador Stuart. Debería
haber hablado contigo antes de hacer lo que hice"
Alastair sobriamente asintió de nuevo.
"Sí señora, debiste hacerlo. Soy la última persona que puede juzgarte por tener una
vida, Dar; pero ya sabes, no eres la primera que ha mezclado trabajo con vida propia"
Dar se levantó, se acercó a la ventana y contempló el agua. Su hombro estaba de
vuelta en su honda. Se apoyó en el vidrio caliente con su mano buena al no tener una
respuesta para su jefe.
"Te agradezco lo que hiciste allí, ¿me oyes? Sé que no pudo ser fácil" Se unió a ella
en la ventana. "Todo está solucionado. Por supuesto"
"Sí". Suspiró. "¿Pero qué es lo que me estás pidiendo?”
"Er..." Se dio la vuelta apoyando la espalda contra el cristal, sintiendo el sol calentar
su camisa. "Kerry tenía razón"
"¿Eh?" Alastair estaba intrigado. Se subió los pantalones para posarse en la esquina
de su escritorio. "¿Sobre qué?"
"Que yo estaba demasiado cerca de los marines" Lo miró a los ojos. "Debería haber
asignado este trabajo a otra persona. Para mí era algo demasiado personal"
Alastair se frotó la mandíbula.
"Ah"
"Era demasiado personal". Volvió a decir. "Llegar a esos bastardos significaba más
para mí que la protección de la empresa, y no puedo pretender que eso no sucedió"
281
Alastair cruzó los brazos sobre el pecho.
"Entonces, ¿qué se supone que tengo que entender? Si recuerdas, en primer lugar,
tenemos esos contratos gracias a ti porque era algo personal"
"Lo sé"
"Hemos conseguido más contratos recientemente" Continuó. "La inclusión también
del software del personal de Finagle, algo que queríamos desde hace tiempo"
"Hmph" Ella inclinó la cabeza. "Sí, eso es cierto. Quizá deberíamos haber hablado
con alguien sobre ello. No debía entregar toda esa mierda a alguien que me odia tanto
como lo hacía el senador"
Alastair suspiró.
"Bueno", levantó las dos manos, luego dejándolas caer sobre sus de rodillas. "No lo
sé, Dar. Por lo que me ha dicho Ham, Stuart se mantuvo en silencio durante toda la
investigación después de que le entregaras esos papeles" Dar las cejas se alzaron. "Tal
vez nos hizo un favor después de todo”, dijo él.
"Realmente no lo creo"
Alastair se encogió de hombros.
"Llegados a este punto estoy dispuesto a creer cualquier cosa. Ese hombre me va a
entregar las llaves de un contrato de mil millones de dólares mañana y, a la larga, eso es
lo que cuenta con la gente que paga nuestros sueldos"
"Eh"
"¿Cómo está el brazo?"
"Me está matando", admitió, alegrándose del cambio de tema. "Para colmo ese
maldito tiempo lo ha empeorado" Hizo una pausa y lo miró a los ojos. "Me voy a tomar
un tiempo libre durante las vacaciones. Vamos a salir en el barco"
"!Bien!" Asintió con firmeza. "Creo que lo necesitas, ¿sabes? Ten un poco de tiempo
para ti, y todo eso"
282
"Reordenar mis pensamientos", dijo Dar con una sonrisa irónica. "Gracias Alastair"
Éste se levantó y agitó una mano hacia ella. "Me alegro que todo saliera bien, Dar" Miró
su reloj. "¿Tú y la Srta. Stuart estáis libres para comer? Me encantaría probar algunos de
esos platos cubanos de los que siempre me hablas"
"Por supuesto" Se sentó, y respiró hondo, sintiendo una sensación tardía de alivio. Al
menos por ahora, las cosas estaban bien. Al menos, por ahora.
Kerry tomó un sorbo de su café mientras se inclinaba sobre la barandilla disfrutando
del sol de la mañana con una sensación de completo y total placer. Era justo después del
amanecer. Estaba vestida con su traje de baño, con un par de pantalones cortos de
algodón, con los pies desnudos sobre la piedra del balcón mientras olfateaba el aire limpio
y la sal.
"¡Qué hermoso día!", dijo en voz baja. Luego miró a su derecha al oír el zumbido y
silbido del carrito de golf que se acercaba. "Hey"
Dar bajó del carro y se dirigió a la puerta del jardín.
"Hey" Abrió la puerta y desapareció para momentos más tarde volver a aparecer
entrando en la cocina, y salir al balcón junto a Kerry. "Todo cargado y listo para salir"
"Genial". Le ofreció un trago de café. "He hecho algo para desayunar. ¿Prefieres
tomarlo aquí o llevarlo?" Esperó mientras Dar amablemente se metía dentro y volvía con
una bandeja de huevos, pan tostado y fruta fresca. Se sentaron juntas en las sillas de metal
para disfrutar del desayuno bajo el sol.
"¿Sabes?" Dar se inclinó hacia atrás apoyando los pies en alto contra la barandilla.
"Estoy muy entusiasmada"
Kerry la miró.
"Te creo. Has estado sonriendo toda la mañana. Yo también"
Dar le devolvió la mirada.
"¿Eso que hay en el estudio es un mapa del Caribe?" Kerry sonrió arrugando la nariz
283
suplicante.
Dar rio, tomó su mano sobre la mesa, y frotó su pulgar contra los nudillos.
"Mi pequeña pirata. No puedo esperar para navegar contigo en alta mar" Los ojos
verdes de Kerry brillaban de alegría. "Si hubiera sabido que ibas a reaccionar así habría
sugerido un crucero mucho antes", comentó Dar suavemente.
"No es sólo el viaje", le dijo con una pequeña sonrisa irónica. "Es estar a solas contigo
toda una semana entera. No tienes ni idea de la cantidad de cosas que me gustaría hacer
ahora mismo. Podría haber sido un crucero, o un cabaña remota en el bosque, o una
caminata por el desierto"
"Me gustaría", dijo Dar amablemente. "Pero sin mosquitos. ¿Sabes?... me encanta
cuando te pones así de romántica con ese traje de baño verde"
Kerry se ruborizó.
"Debes pensar que estoy un poco rara. Es sólo que han pasado tantas cosas en tan
poco tiempo que realmente quiero algo de tiempo para..." Su mandíbula se movió un
poco. Dar le apretó la mano con preocupación. "Vivir"
"Lo tienes", le susurró observando atentamente el perfil. Los ojos verdes se volvieron
hacia ella con una mirada de casi dolorosa vulnerabilidad. "Creo que nos lo hemos
ganado"
"Yo también" Asintió mientras se levantaba y se acercaba a Dar. Puso sus brazos
alrededor de ella y le dio un abrazo. Dar, ¿me harías un favor muy grande?"
"Por supuesto" Disfrutó del abrazo casi perdiéndose en el olor a loción de coco y
manteca que Kerry llevaba. Una mano tocó su mejilla. Miró hacia Kerry que la observaba
con absoluta seriedad.
"Por favor", murmuró, "por favor ten cuidado y cuídate, Dar. Si alguna vez te pierdo
me moriré"
La mandíbula de Dar cayó en estado de alarma, se dio media vuelta sosteniendo el
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cuerpo de su amante con ambas manos.
"Kerry..."
Ésta quedó frente a ella.
"La otra noche tuve una pesadilla.
¿Aquella que me despertó? ¿Sí?", preguntó con ansiedad.
Kerry se quedó en silencio por un momento. Luego suspiró.
"Yo estaba en... ese hospital otra vez. En el CCU. Sola..."
Dar podía sentir su agitación.
"Tranquila"
"Sólo estaba en aquella cama y no pude... no pude parar... tu... I..." Las rodillas se le
doblaron. Se habría caído si Dar no la agarra. La jaló hacia abajo, en su regazo,
manteniéndola abrazada y protegida.
"Tranquila cariño. Era sólo un sueño" Podía sentir sus tirones al sollozar. "Está bien.
Todo está bien"
"Ohh". Finalmente respiró hondo dejando de llorar. "Dios, Lo siento"
"Está bien" Le acarició suavemente la espalda. "Tómalo con calma, cariño. Estoy
aquí, y no voy a ninguna parte. Nunca te dejaré, Kerry. Nunca"
Kerry sollozó de nuevo.
"Yo... no sé de dónde vino todo esto. Sólo estaba... sentada aquí pensando en el día
tan bueno que hacía y..." Suspiró. "Jesús. ¿Qué demonios me pasa?" Se secó las lágrimas
con impaciencia.
Dar la abrazó con más fuerza.
"Yo... um..." Hizo una pausa para recoger sus pensamientos. "Creo que sólo estás
estresada, Ker. Ha sido una semana demasiado perra, y estás sobrecargada"
Kerry permaneció en silencio durante un rato, acariciando el pelo de Dar con una
regularidad casi hipnótica.
285
"Sí. Creo que tienes razón" Suspiró. "Jefa, ¿me puedo tomar la próxima semana libre?
Necesito ir de vacaciones salvajes con alguien a quien amo más que a mi propia vida"
"Por supuesto" Le sonrió. Sintió una clara sensación de alivio por no tener que pedirle
que hiciera exactamente lo que acababa de pedirle. "Voy a ver lo que puedo hacer con
respecto a esa persona de compañía"
"Sólo si es alta, morena y tiene unos increíbles ojos azules"
Dar esperó un momento antes de preguntar:
"¿Quieres pasar las vacaciones con mi padre?"
Funcionó. Kerry se rio entre lágrimas.
"Yo podría arreglarlo, supongo", prosiguió con un suspiro. "Aunque esperaba que
prefieras pasarlas conmigo, pero…"
Fue detenida por un suave beso en los labios. Luego Kerry se frotó la mejilla contra
la de Dar y sonrió.
"Gracias. Necesitaba reír"
"Mm" Dar inclinó la cabeza y le robó otro beso. "Sí, lo necesitabas"
Se acurrucó un momento más, luego lamentablemente se levantó y le revolvió el pelo
a Dar.
"Está bien. Tengo la cabeza bien puesta ahora; vamos a prepararnos para la fiesta"
Cogió de la mano a Dar, y la llevó dentro de casa con Chino retozando en los talones y
en ocasiones entre sus piernas.
Dar estiró las piernas en la arena caliente retorciendo los dedos de los pies contenta
cuando vio la multitud alrededor de la isla. Caía la tarde y la fiesta estaba en pleno auge
con cubos de marisco en un lado de la nítidamente fogata, y un bar de pie con mucho
hielo, cerveza, vino, y champagne para los invitados por el otro.
Ella misma había bebido cuatro o cinco Breezers Bacardi, y estaba en un estado de
ánimo bastante bueno sentada a la sombra con un plato de langosta, camarón y arroz
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equilibrado cuidadosamente en un muslo. Kerry estaba en el otro lado del fuego, hablando
con Maria, Duks y Ceci, y otro montón de personas se agrupaban en torno a donde
Alastair y su padre contaban historias.
Cogió un poco de camarón picante y lo masticó con satisfacción. La isla se veía
genial. Nunca había imaginado que podría ser así. Había cómodas sillas esparcidas
alrededor y mesas cuidadosamente colocadas para las bebidas y la cena. A un lado, estaba
el árbol más incongruente de navidad que jamás había visto. Era púrpura por un lado, y
tenía flamencos rosados brillantes y brillantes luces verdes de palmeras. Estaba rodeado
de montones de regalos.
Parecía que todos los invitados lo estaban pasando muy bien.
Sacudió un poco la cabeza de lado a lado tarareando junto con la música que emergía
de los altavoces colocados estratégicamente. Era una de las canciones favoritas de Kerry,
y Kerry ahora la estaba bailando.
Oo. Sonrió. Eso es muy lindo. Tomó un trago de su botella y se apoyó contra el árbol
disfrutando de la fresca brisa y del hermoso día. Todo era un éxito.
"Hola Dardar" Apareció de repente Andrew que se dejó caer a su lado. "Un céntimo
por tus pensamientos" Desvió la mirada de su amante para mirar a su padre. Se sentía
algo ruborizada. "Heh", su padre se echó a reír. "¿Estás pasando un buen cumpleaños?"
"Sí". Asintió con la cabeza. "Es muy bueno. La mejor parte es poder teneros a mamá
y a ti aquí" Le lanzó una mirada tranquila y seria. "Significa mucho"
"Mmph", gruño su padre. "Bueno, significa mucho también para nosotros, cariño"
Dobló sus manos y se apoyó contra una rodilla levantada. "A veces sólo deseo estar en
casa. “No puedo creer tener todo esto de nuevo después de haberlo perdido durante tantos
años"
"¿Alguna vez piensas que es como un sueño?"
"Sip". Asintió con la cabeza. "Así es"
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"Para mí también" Adoptó la misma postura apoyando sus manos en su rodilla. "Miro
hacia atrás, donde estaba hace un año, y es como si recordara una vida totalmente
diferente" Miró a través del océano, su superficie ligeramente rizada con las ondas. "Es
muy difícil de creer, a veces sólo tengo que pensar que es un sueño" Hizo una pausa. "Un
sueño del que espero no despertar nunca"
Miraron en silencio durante un rato al resto de su familia y amigos.
"Bueno", comentó Andrew finalmente, "mejor un sueño que una pesadilla, eso es
seguro"
"Mm", coincidió ella.
Andy tomó aire.
"Dardar cuando eras una niña hice algo muy malo" Dar lo miró. "Era un momento
en el que había que tomar una decisión. La Marina no ofrecía mucho donde elegir. Así
que dije que no"
"Sí", dijo ella. "Lo entiendo"
Un pequeño silencio se produjo. Andy parecía estar sumido en sus pensamientos.
"No fue decisión de la Marina, Paladar. Era sobre tu propio futuro" La miró
fijamente. "Les dije que no te aceptaran"
Miró a su padre a los ojos, con la más débil de las sonrisas.
"Lo sé. Siempre lo he sabido" Se limitó a mirarla con una expresión aturdida en su
rostro. "Es... um...", otra media sonrisa, "estaba en los archivos del ordenador" Miró hacia
el horizonte. "Por un momento pensé que tal vez no podría estar a la altura, que te
avergonzaría"
"Ah no creo que nunca puedas avergonzarme", murmuró con voz ronca.
Sólo asintió con la cabeza.
"Luego pensé que tal vez me conocías lo suficientemente bien como para saber que
nunca podría encajar en la Armada" Suspiró. "Finalmente, pensé que tomaste la decisión
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que debías, confiaste en tus instintos y dejaste que creara mi propio futuro"
Andrew parpadeó.
"Eres malditamente inteligente"
Ella se encogió de hombros.
"Tú me hiciste así"
Su padre tuvo que reírse un poco. Luego se miró las manos.
"Paladar, si hubieras tenido tu mente puesta en entrar en la Marina seguramente lo
habrías hecho, y si hubieras querido ser un lobo de mar como yo seguramente también lo
hubieras logrado"
Dar de pronto sintió la gravedad de la misma.
"Quería. Quería hacer lo que hacías" Lo miró fijamente. "Y tienes razón, podría
haberlo logrado" Sus ojos brillaron. "No habría sido fácil pero lo habría hecho"
Andy asintió.
"Yeap" La miró a los ojos. "Y eso es por lo que dije que no" Respiró profundamente.
"No quería que hicieras lo que tuve que hacer" Un millar de diminutos rompecabezas de
repente tuvieron sentido para ella.
"Oh" Permanecieron en silencio mirando por encima de las olas. "A veces es bueno
ser capaz de hacer lo que tienes que hacer. A veces uno tiene que hacer ciertas cosas"
"Sip", respondió Andrew en voz baja. "Y otras veces hay que saber disfrutar de la
vida" Lo miró rápidamente pero él seguía mirando por encima del agua. “Especialmente
cuando puedes ayudar a las personas que están a tu cargo" Se volvió para mirar a su hija
a los ojos. "Ah te gusta eso" Dar asintió lentamente.
"Pusiste aquellos papeles en mi maletín"
"Ah sí", dijo Andrew.
"Gracias", respondió. "Me has salvado el culo"
Las cejas canosas de su padre se elevaron.
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"¿No es eso lo que hacen los padres?"
"Sólo cuando estás de suerte" Giró la cabeza hacia él y sonrió, esta vez de manera
más amplia. "¿De verdad crees que estaba enfadada contigo por no permitirme entrar en
la Marina?"
Su padre dejó escapar un suspiro.
"Señor, no sabía qué dirías cuando te enteraras de ello. He estado queriendo decírtelo
durante mucho tiempo. Nunca imaginé que pudieras saberlo"
Dar rio entre dientes.
"La verdad es que cuando lo supe me enfadé un poco", miró hacia arriba y alrededor,
luego negó con la cabeza, "pero estar donde estoy ahora, con lo que tengo, sé que fue la
decisión correcta, papá. Los dos lo sabemos. Además, con mi suerte habitual, habría
logrado algún puesto importante, y habrías tenido que saludarme. Entonces, ¿qué?"
Andrew pensó en ello, entonces deslizó un brazo sobre los hombres de su hija y la
miró.
"Ah seguramente hubiera sido un infierno, pero estaría igual de orgulloso de ti"
Dar no dijo una palabra, pero los músculos de su mandíbula estaban visiblemente
apretados. Andy asintió con la cabeza en comprensión y justo la atrajo un poco más cerca
aceptando los dos ese momento de total riqueza con un deseo muy parecido a la paz sin
palabras.
Ceci se desvió hacia donde estaba tendida Kerry, y tomó asiento en una roca
convenientemente situada justo al lado de ella.
"Hola"
Un ojo perezoso se abrió y la miró con benevolencia.
"Hola." Kerry sonrió. "¿Te diviertes?"
Se acercaba la puesta del sol y el fuego había sido encendido, el olor a marisco y
verduras flotaba por la isla.
290
"Sí", dijo Ceci. "Acabarás quemada por el sol"
"Mm. Lo sé" Estiró su cuerpo cansado y se frotó el puente de la nariz. Habían logrado
encadenar una red de voleibol entre dos árboles y jugado varias rondas en el agua, algo
relativamente difícil para ella debido a su altura relativamente corta. Así que estaba
bastante cansada y contenta de retirarse a su toalla que había extendido cuidadosamente
sobre la arena. Ahora, se puso de lado apoyando la cabeza en la mano. "!Qué hermoso
día!"
Escuchó el reconocimiento Ceci, pero sus ojos se posaron en Dar, y ahora sus
pensamientos vagaban placenteramente mientras miraba al atardecer iluminado por la
forma de su amante.
Mmm. Dar llevaba su traje de baño negro. Acababa de salir del agua, las gotas
brillaban sobre su piel mientras se sacudió para secarse. Entre el dorado bronceado
natural, la débil tela del bañador, el cuerpo fuerte de su amante era fácilmente visible
debajo de...
"¿Kerry?"
"¿Eh?"
"¿La vas a mirar todo el tiempo de esa forma tan lujuriosa?"
Mierda, asustada parpadeó y se volvió inmediatamente hacia Ceci.
"Uh" Sintió que el poderoso rubor calentaba su piel. "Pero... yo... um..."
Ceci rio cruelmente.
"Muchacha, ¿sabes que tu cara siempre muestra tus pensamientos?"
Se cubrió los ojos con la mano libre.
"Jesús” Suspiró. "Lo siento"
"¿Por qué?", preguntó Ceci. "A pesar de que los republicanos afirman lo contrario,
no hay nada malo por estar sexualmente atraída por la persona con la que estás casada"
El comentario, como de costumbre la golpeó inesperadamente provocando un ataque
291
de risa. Su risa atrajo la atención de Chino que corrió hacia ella y la besó haciendo que
riera con más fuerza.
"Hey, hey, ¿qué está pasando aquí?", la voz de su amante parecía flotar. "¿Qué es tan
gracioso?" Kerry casi no podía mirar hacia ella, continuaba riendo tan fuerte que le
resultaba difícil respirar. Dar se sentó a su lado y esperó observando a su madre intentar
disimular su risa. "Alguien", dijo en voz baja, "me va a dejar entrar en esta broma,
¿verdad?"
Kerry se dio la vuelta y miró hacia arriba para ver los ojos azules de la morena fijos
en ella. Inmediatamente volvió a reírse de nuevo tapándose la cara.
Dar miró a su madre levantando una ceja.
Ceci se aclaró la garganta y se puso de pie, discretamente.
"Tu padre me está llamando. Me tengo que ir"
Uh huh. Sorprendida Dar se sentó en la arena y se estiró esperando que Kerry dejara
de reír.
"Oh Dios". Suspiró, frotándose la cara. "Tu madre es tremenda"
"Mi madre", repitió obedientemente, "¿te estaba contando algún chiste?"
"No. Es culpa mía. Ella vino aquí para hablar conmigo, y yo estaba dormida,
supongo. Así que me despertó y me di la vuelta y... um... ", hizo una pausa y se rascó la
nariz, "tú estabas en mi línea de visión"
Esperó a oír una explicación más detallada, y luego ladeó la cabeza cuando ninguna
llegó.
"Así que te estabas riendo de mí", dijo con cierto desconcierto.
"No, cariño. Es que te vi con ese traje de baño cuando salías del agua..."
Frunció el ceño y tiró de ella.
"Jesús Kerry, deberías haberme dicho eso antes, quiero decir…"
"Shhh" Kerry le cubrió la boca con una mano. "No cariño, estás totalmente increíble",
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hizo una pausa, "ese es el problema" Retiró la mano. "Al parecer mi opinión sobre el tema
era um... obvio, tu madre se dio cuenta e hizo una broma sobre ello"
"Oooohhhh" Dar sonrió. "Ahora lo entiendo. Captó tu mirada"
Una sonrisa pequeña asomó en los labios de Kerry.
"Sí"
Los ojos de la morena brillaron.
"Me siento halagada"
Brevemente se preguntó qué pasaría si tiraba de su amante hacia abajo para darle un
beso, el beso que realmente quería darle. Más tarde, Romeo, se hirió con un suspiro.
"¿Lo estás pasando bien?"
Dar destapó una botella pequeña de Noxema, echó un poco en las manos y la extendió
sobre la piel de Kerry. Se mordió el labio para no sonreír, y le deslizó las manos sobre los
hombros sintiendo el tacto de la cálida piel bajo sus dedos.
"Sí, lo estoy pasando muy bien. ¿Y tú?"
"Cada segundo que pasa mejor", dijo con la voz ronca. Se aclaró la garganta
tímidamente y miró a su alrededor. Luego desvió su mirada suplicante hacia su amante.
Dar rio. Le limpió un poco de la crema de la nariz.
"Voy a coger una camiseta seca del barco, ¿quieres una?" Le devolvió la crema,
aceptando su gesto. "Vuelvo enseguida espalda"
Metió la crema en su bolsa, se sentó, y envolvió los brazos alrededor de las rodillas
levantadas. La multitud se arremolinaba más cerca, y vio a Andrew y a Ceci acercarse.
Andy llevaba un gran álbum bajo el brazo. Se sentó en una roca junto a ella, y lo puso
sobre sus rodillas.
"Hola" Kerry le saludó cuando Ceci la rodeó por el otro lado y se sentó. Duks y Mari
lo hicieron enfrente, y Mark a su lado.
"¿Qué tienes ahí?"
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"Lo que tenemos aquí es a lanzadores" Andrew miró al ahora público interesado. "En
vista de que es el cumpleaños de Dardar, Ceci y yo hemos pensado que os gustaría verla
cuando era una cría"
"Ooohhhh" Un estruendo ansioso escapó cuando Mark se apresuró a conseguir un
sitio mejor. Todo el mundo se acercó más, incluyendo a Alastair que se llevó las manos
a la espalda y miró por encima del ancho hombro de Andrew.
Andrew abrió el álbum en la primera página alisando el plástico ya amarillento por
el paso del tiempo.
"Aquí sólo tenía unos minutos" Señaló. "Y ya gritaba"
Todos se rieron.
Dar se tomó un momento para darse una ducha antes de quitarse el traje de baño y
ponerse un par de pantalones cortos junto con una camiseta. Miró su reflejo en el espejo.
"Hey, rata de playa, no te he visto en mucho tiempo", saludó a su desaliñada imagen
en el espejo. Tenía el pelo empapado. "Oh, no te ves tan mal para ser una vieja de casi
treinta y un año". Se pasó los dedos por el pelo para darle un poco orden. Luego abrió la
pequeña cómoda de cajones y sacó un par de pantalones cortos y una camiseta de algodón
suave para Kerry. Vagó por la cabina compacta de la embarcación y se detuvo en la galera
para recuperar el cuarto de litro de leche con chocolate que había metido en la
refrigerador.
Ha sido un gran día pensó mientras salía a popa. Tomó un sorbo de su leche mientras
miraba a la multitud fuera de la isla, todos reunidos junto al fuego. Podía oír las risas
desde donde se encontraba allí de pie, tratando de entender lo maravillosamente bien que
se sentía. Era difícil de imaginar. Allí estaba ella, de pie en la cubierta de su barco,
mirando a su pequeña isla llena de sus amigos y su familia, y su alma gemela para toda
la vida.
Tomó otro trago de leche. ¡Wow! Sonrió y negó con la cabeza mientras se apoyaba
294
en el puente de mando. La vida es buena. Compleja, pero buena. Sabía que tenía algunas
decisiones difíciles que tomar en un futuro cercano, pero de alguna manera, tendría que
esperar hasta pasar la semana de vacaciones que había planeado pasar con Kerry.
Una semana entera sólo las dos por ahí juntas. Eso le daría tiempo para pensar. Le
daría a Kerry tiempo para sanar.
Ambas habían pasado un mes muy malo e... hizo una pausa pensando por un
momento. Habían pasado un infierno durante el último mes, y la semana pasada había
sido muy dura. Ambas habían estado fuera de límites. Necesitaban tomarse un tiempo
para ellas.
Puso la leche en el borde de la cubierta y se estremeció ante la ligera brisa. A pesar
de la tensión entre ellas en ningún momento había sentido que su relación se hubiera
dañado. Al contrario, era como si lo que habían pasado hubiera establecido una base tan
fuerte que ni tan siquiera la tormenta más fuerte pudiera humedecer la superficie.
Ese pensamiento la estaba recorriendo su mente mientras bajaba por la escalera con
una sonrisa suave en su rostro.
Ceci la interceptó a mitad de camino.
"Hola" Su madre venía con las manos en los bolsillos.
"Hola", respondió, deteniéndose y mirando hacia abajo. "¿Necesitas algo?"
Hm. Ceci consideró la pregunta.
"No, tengo todo lo que necesito en este momento. Pero me gustaría darte algo, y
prefiero hacerlo en privado"
Uh oh. Dar parpadeó un poco... ¿Ahora qué?
"Um... bien"
Una leve sonrisa cruzó el rostro de su madre.
"Vamos". Abrió el camino de regreso a los barcos deteniéndose en el que pertenecía
a sus padres. Ceci era consciente de la intensa curiosidad de su hija mientras la seguía.
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"No tienes que preocuparte, no es nada que vaya a avergonzarte delante de tus
amigos"
"No estaba preocupada realmente", respondió. "Pensé que teníamos todas las casillas
bajo el árbol"
"Mm". Ceci subió a bordo de su barco sintiéndolo moverse en cuanto Dar la siguió.
Entró en la cabina, pero se detuvo justo en el interior, lo que obligó a Dar a detenerse
también. "Una de las cosas", se dio la vuelta y enfrentó a su hija, "quiero que me prometas
algo"
Empezó a sentirse nerviosa. Había estado todo el día bajo el sol y su cerebro no estaba
funcionando tan bien como de costumbre.
"¿Eh?"
"Prométeme algo", repitió pacientemente.
"Está bien. ¿Qué? "
"Prométeme que no me preguntarás cómo ni de dónde he sacado esto", dijo
sintiéndose ahora ella un poco nerviosa. "¿Está bien?"
Dar se apoyó contra la puerta sintiendo la cálida madera de teca contra la piel de su
hombro.
"Está bien", estuvo de acuerdo. "No lo haré. ¿Por qué lo haría de todos modos? No
suelo pedir a la gente donde..."
Ceci había abierto un tronco junto a la puerta mientras ella estaba hablando, y ahora
le estaba enseñando algo.
Su voz se detuvo mientras miraba el objeto, luego lentamente extendió la mano y lo
tomó. Sus ojos absorbieron el contraste de pizarra gris contra los vivos colores, los
detalles meticulosamente grabados por una mano cuidadosa y muy paciente. Estaba
viendo el portaaviones que había dibujado con sus pacientes manos muchos años atrás.
Ceci sólo la miraba. Había muchísimo acerca de su pasado compartido que no podía
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cambiar. Le había llevado mucho tiempo, pero había persistido en ganar de nuevo una de
las mayores manzanas de la discordia que había estado entre ellas. Incluso Andy se había
sorprendido y enojado cuando ella se había librado de los modelos de Dar.
Dar por fin respiró hondo y miró hacia arriba y lejos de la nave, con la mirada abierta
y preguntando.
"¿Qu…?"
"Ah ah”. Su madre negó con la cabeza. "Me lo prometiste" Intentó disimular la
intensa emoción que sentía por su corazón. "El resto está aquí. No sé si aún tienes sitio
para ellos, pero yo..." Se oyó un chirrido leve cuando su hija se sentó junto a la mesa. "...
Pensaba es posible qu..." Una mano apretó su hombro antes de darse la vuelta. Se encontró
con la mirada de su hija, ahora se sentía como una madre. Pero en realidad, no pudo tener
la oportunidad de absorberlo porque Dar hizo algo muy inesperado. Dio un paso adelante,
puso sus brazos alrededor de su madre y la abrazó. Buena Diosa. Ceci logró responderse
así misma envolviendo los brazos alrededor del cuerpo fuerte de su hija, y dándole un
apretón saludable. La última vez que hice esto... Dejó escapar un pequeño suspiro. La
última vez que hice esto, ella tenía diez años. "Dar, lo siento. Me gustaría que las cosas
hubieran sido diferentes para nosotras"
"No me importa" Dar cerró los ojos, simplemente abrazándola más fuerte. "Ahora es
diferente. Eso es todo lo que importa."
Ceci se incorporó un poco. Se sentía bien. Volvió a abrazar a su hija sonriendo con
alivio disfrutando del momento.
Dar metió las manos en los bolsillos y se estiró sintiendo una pequeña nube de
extrañeza mientras se abría camino desde el puente. Aquella sensación no duró mucho ya
que en cuanto llegó a la arena se dio cuenta que todo el mundo le estaba mirando. Podía
sentir el calor de la vergüenza recorrer su piel al oír las risas de sus amigos, por lo que se
detuvo.
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Kerry estaba arrodillada al lado de su padre con un brazo sobre sus hombros,
señalando algo con un dedo. Cuando las risas se detuvieron levantó la mirada y sus ojos
se encontraron. En un abrir y cerrar de ojos la diversión se desvaneció de su rostro. Se
levantó dio a Andrew una palmadita en el hombro y se acercó hacia su amante.
Dar hizo un esfuerzo considerable de auto-disciplina para no darse la vuelta y
marcharse.
"Hey". Kerry sonaba como si estuviera caminando sobre cáscaras de huevo verbales.
"No me di cuenta que era el entretenimiento de todos", respondió la morena en tono
cortante. Escuchó otro chorro de risas y todo su cuerpo se sacudió, siendo sólo calmado
cuando Kerry le tocó el estómago en un acto reflejo. Era difícil creer cuán enojada estaba.
"Dar". Frenéticamente ordenó sus pensamientos buscando la manera de prevenir la
explosión que parecía estar a punto de producirse. "Cariño, por favor, escúchame, ¿vale?"
Dar permaneció en completo silencio.
"Somos tus amigos y familia, te queremos", le susurró. "Tus padres están muy
orgullosos de ti, y quieren compartir sus recuerdos con tus amigos. No te enfades, ¿por
favor?"
Dar miró por encima del hombro hacia la multitud que no se habían dado cuenta de
su presencia bajo las sombras del crepúsculo. Cerró los ojos, luego como si hubiera
pulsado un interruptor se relajó y suspiró.
"Odio esas fotos", murmuró. "Me veo como una idiota"
¡Disparo, y anoto! Kerry pasó un brazo alrededor de Dar.
"No es cierto. Eras una bebé adorable" Apretó el abrazo obteniendo un suave gruñido
de Dar. "Sobre todo en una foto en la que estás vestida con traje de conejo"
"Eemph" Hizo una mueca. "Esperaré en el barco"
"No, no, no" Mantuvo su agarre clavando los talones en la arena con una notable falta
de éxito intentando retener a Dar. "Vamos... vamos Dar, ¿por favor?" Su voz se quebró
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en la última palabra haciendo que la morena se detuviera, diera la vuelta y pusiera sus
brazos alrededor de Kerry. Oo. Tendré que recordar esto. "Ven y mira las fotos" Insistió
suavemente. "¿Por favor?"
Suspiró con tristeza. La última cosa que quería hacer era ir a ver sus viejas fotos de
niña. Aunque por otra parte haría feliz a Kerry. ¿Estaba dispuesta a hacer algo que
realmente no quería hacer para obtener ese resultado?
Ladeó la cabeza y la miró seriamente.
"No me siento cómoda con las personas que saben demasiado sobre mí. Se cruza una
línea que no estoy segura de querer cruzar"
Kerry absorbió lo que le estaba diciendo, frunciendo los labios mientras consideraba
sus palabras.
"Lo entiendo. Mi vida siempre ha estado expuesta a la opinión pública, y no quiero
que tengas que pasar por algo parecido. Te pido disculpas. Debería haber detenido a tu
padre" La miró a los ojos. "¿Me perdonas?"
¿Como si tuviera elección? Una sonrisa se formó en los labios de Dar cuando se
rindió, y simplemente deslizó sus brazos alrededor de Kerry para dirigirse ambas hacia el
grupo que rodeaba a su padre. ¡Qué más da!
Soportó las miradas repentinas y sonrisas con estoicismo irónico.
"Aw Dar, eras una bebé tan dulce" Maria le sonrió.
"Mm", coincidió Ceci con la cabeza acercándose a ellos, y sentándose junto al grupo.
"Pensaba utilizarla como bebé modelo pero le mordió al fotógrafo"
Todos miraron a Dar que sonrió, luego se sentaron ambas junto a Andy. Kerry pasó
un brazo por su cintura y apoyó la barbilla en su hombro.
"¿Qué narices estabas haciendo ahí?" Señaló una pequeña foto en la que tendría unos
cinco o seis años entre varios animales totalmente infeliz.
"Montar una llama" Suspiró recordando al mundo de los piratas aventura en una de
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las visitas infrecuentes de su padre. "Ninguno de los dos disfrutamos de la experiencia, si
mal no recuerdo"
"No parabas de tirar de sus orejas, Dardar. ¿Qué esperabas?" Andy arrastró sus
palabras.
"Ah, ¿es desde entonces cuando conseguiste la experiencia para hacer eso?" Alastair
preguntó.
"Sí" Dar agarró la oreja de su jefe y le dio un tirón saludable. "Así que es mejor no
meterse conmigo"
Aunque las risas volvieron a elevarse de nuevo, empezó a sentirse más cómoda cada
vez. Soltó la oreja de su jefe y se inclinó para seguir viendo las fotografías.
"Happy birthday to you, happy birthday to you..., Dar querida..."
Escuchó el coro de voces mientras sonreía ya totalmente relajada. Estaban en un
círculo alrededor del fuego con sus platos llenos de alimentos y bebidas, en su mayoría
de alcohol.
Estaba ligeramente borracha y lo sabía. Kerry lo estaba aún más que estaba sentada
a su lado con las piernas a un lado y un brazo sobre su muslo. Su cabeza estaba inclinada
hacia atrás contra la cadera de Dar mientras contaba una divertida historia que todos
parecían estar escuchando.
De repente toda aquella situación le pareció extrañamente familiar. Experimentó un
destello de memoria mientras dejaba a un lado su plato llevando su brazo sobre los
hombros de Kerry, y sostenía su bebida con la otra mano. Era como cuando había estado
de camping fuera cuando era mucho más joven.
La risa resonó, algo que la hizo a su vez sonreír mientras la voz de Kerry aumentaba
un poco adquiriendo un timbre sutil pero profundo. El sonido se hizo eco un poco, y de
repente sintió que cerraba los ojos... los abrió otra vez... Pero no, allí estaban todavía su
familia y amigos alrededor del fuego bajo el cielo de la noche de Miami.
300
Extraño.
"Bueno, te lo digo Kerry, ha sido una maravillosa fiesta de cumpleaños", dijo Alastair
cuando Kerry terminó su relato. "Y me alegro que no renunciaras"
"Bueno", decía Kerry, deslizando ligeramente su pulgar a lo largo del muslo interior
de Dar, "lo hice... durante un largo tiempo hasta que me mudé aquí". Hizo una pausa, "y
cambió mi vida" Su cara mostró una tranquila reflexión mientras el resto de sus amigos
se tomaba un descanso para indagar en el excelente guiso y el pan de ajo. Tomó un sorbo
de su cerveza y miró por encima del agua contenta de la presencia sólida y cálida que
estaba apoyada contra ella. Ceci y Andrew estaban sentados al otro lado de Dar, y Mark
junto a ella. Estaba contenta, muy contenta de estar rodeada de sus amigos y familiares.
Su familia. Tomó otro trago de cerveza sabiendo que estaba sentada en la arena, cubierta
de sal y crema solar, algo que a su familia no he hubiera agradado en absoluto. Ni siquiera
Angie o Mike, a los que quería, pero que amaban su privilegiada vida de igual manera.
"¿Sabes Dar?"
"¿Mm?" Dar seleccionó un poco de zanahoria de su guiso ofreciéndosela.
Una sonrisa apareció en el rostro de Kerry al aceptar la oferta.
"No creo que nunca hubiera podido encajar en casa"
"¿No?"
"No" ¿Qué habría sido de ella si se hubiera quedado allí?, no habría tenido la
oportunidad de crearse su propio futuro. "Me alegro de haber decidido venir a
encontrarte"
Dar rio suavemente.
"Yo también. De lo contrario habría tenido que ir a Michigan y buscar hasta
encontrarte"
"¿Lo crees?" La imaginó girar por una calle de su antigua ciudad para toparse con
ella. "Tal vez", pensó un momento, "nos hubiéramos encontrado en alguna feria de trabajo
301
o entrevista de trabajo"
"Nah", murmuró Dar con la boca llena de carne de vacuno estofado. "Algo más
dramático. ¿Qué tal... oh... te rescato de ser capturada por esclavistas blancos y te llevo
lejos a una vida de vagabundo entusiasmo viajando por todo el mundo?".
Ambas guardaron silencio por un momento absortas en sus propios pensamientos.
Kerry echó la cabeza hacia atrás y la miró.
"Cariño, me encantas pero últimamente has estado viendo mucho la televisión"
"Hey, podría haber dicho que iríamos y nos convertiríamos en cazadores de
cocodrilos" Kerry se rio. Dar se unió a ella acercándola más. Duks empezó a contar otra
historia, la historia de su vida, con Kerry escuchando, inclinada hacia atrás, mirando hacia
el cielo, hacia el manto de estrellas. ¿Me están hablando? ¿Mirándome? ¿Era su padre
desde allí arriba, en algún lugar, en un lugar donde las mentiras no existían, y la verdad
era como una luz duradera que podría dejarte ciego si no estabas preparada para ello?
¿Sabría la verdad sobre ella? Y si lo hacía, ¿alguna vez la aceptaría o pasaría toda su
eternidad condenándola por algo que escapaba a su comprensión personal? Vio la Osa
Mayor y trazó sus líneas. Adiós, papá. Dejó escapar un pequeño suspiro. A pesar de todo
lo que me hiciste, te quiero. Una voz suave le hizo cosquillas en la oreja. "¿Qué estás
mirando?" Vio a su amante desviar la mirada hacia el cielo.
"Sólo las estrellas", respondió. "Mira a esa forma, Dar" Señaló. "¿Crees que se parece
a un oso?"
Presionó su mejilla contra la de Kerry, estudiando la silueta.
"Nah". Sacudió la cabeza. "Un cerdo"
"¿Un cerdo?" Kerry levantó una ceja. "¿Qué tal un cerdo montando en una bicicleta?"
Dar no respondió. Simplemente se limitó a sonreír.
Fin
302

5.mas Espeso Que El Agua de Melissa Good

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“Más espeso que el agua” de Melissa Good

Scribd y XWPColección (Facebook)

Más espeso que el agua

Thicker Than Water

Traducido por: desconocido. Corregido por: Julieta “Meltryth” (2015)

Corregidos: Agregadas partes que no existían en la traducción original, signos de puntuación,

—¿Qué te parece, Dar? —preguntó, mirando su cuerpo—. ¿Parezco yo?

Su compañera más alta estudio el efecto.

Kerry seleccionó la prenda indicada y se la puso. Se la ajustó al cuerpo y la brochó. Luego

—¿Cómo está tu hombro?

—Mejor. ¿Quieres que nos sentemos y ver cómo bailan?

Después de unos minutos, Kerry se acercó a Dar.

Dar ladeo la cabeza.

—Mmm... No sé, tienes algunos movimientos bastante buenos.

—Ah, qué bien sienta estar fuera un fin de semana, ¿verdad?

—Sí —respondió Dar—. Realmente lo es.

Kerry se enderezó con sorpresa.

—Fantástico. —Frunció el ceño—. ¿Por qué no me lo dijiste?

Dar señaló a la camarera.

Habían tenido una cena agradable y romántica en el barco.

—Tienes razón en eso.

—Me alegro de que estés de acuerdo.

Dar chocó su botella.

—¡Ah! ¿Qué es eso? —Dar levantó la vista de un catálogo de juguetes frikis.

—Mi escuela secundaria. —Abrió el sobre y sacó el contenido. Después de un momento de

Volvió a tomar la invitación y la estudió. Volver allí como vicepresidenta de operaciones

Kerry no estaba avergonzada de su relación, pero tampoco tenía intención de someterse a sí

Kerry tuvo que sonreír.

—¡Nerd! —gritó, levantándose de su escritorio y dirigiéndose a la ducha. A Dar realmente le

Roger Stuart se inclinó hacia atrás y reflexionó.

—Entonces confirmaré nuestra asistencia —dijo Cynthia Stuart.

Se volvió, salió de la habitación y cerró la puerta detrás de ella.

El teléfono sonó. Stuart se levantó y escuchó, gruñendo.

—¿Qué hay de nuevo esta vez?

La voz en el otro extremo sonaba alegre, más de lo normal.

Stuart vaciló, sus ojos seguían sobre la pila de papeles.

—¿Ya tenemos la fecha?

—Está bien, escucha. —Suspiró—. Dile que de momento lo cancelamos.

—Uh... sí, señor. —Sonó la voz desconcertada, pero escarmentada—. Se lo diré.

Stuart colgó y volvió a los informes.

—Reciclaje… Debe ser demócrata.

Asqueroso. Sólo la idea de que ellas dos... Su labio se curvó. Asqueroso.

La joven se encogió de hombros.

—Sí, un poco. —Asintió—. Él está en una comunidad, ya sabes, como Hibiscus.

—¿Hibiscus? —Kerry parpadeó—. ¿Quieres decir Kiwanis 1?

—Sí, lo que sea.

—¿Haces un buen trabajo? —le preguntó.

—Si yo fuera el gerente —especuló—, y estuviera pensando en ascender a un empleado a un

La joven apartó un mechón de pelo detrás de la oreja.

Kerry se puso de pie y rodeó la silla. Se apoyó en el respaldo y las miró.

—En tu trabajo lo saben, ¿no? —le preguntó Casey con curiosidad.

—¿Te causó algún problema?

—¿A tu jefe no le importa?

No pudo reprimir una sonrisa. —No. Definitivamente no.

—Dame tu currículo y lo entregaré en el departamento de personal.

Aludida, levantó las cejas.

Mmm. Sí, de hecho es bastante genial.

Cinco pares de ojos quedaron en blanco.

Kerry se rió entre dientes.

—¿Te gustaba? —Preguntó Lena, algo dudosa.

—Mis padres lo son, sí —respondió Kerry.

—¿A dónde fuiste?

Los oídos de todas se animaron y miraron a Kerry con visible interés.