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2. Funcionamiento:
Su funcionamiento consiste en la aspiración del fluido gracias al sistema de
compresión de la manguera. Después de esto, el líquido en cuestión es
desplazado por la intervención de rodillos o zapatas.
En este punto encontramos la primera clasificación, si se quiere, que puede
hacerse en términos de bombas peristálticas. Debido a que, de acuerdo al uso
de rodillo o zapata, encontramos dos tipos de bombas: de alta y baja presión.
Cuando hablamos de bombas peristálticas de alta presión, estamos
refiriéndonos a las bombas de zapatas. Se las llama de este modo porque utilizan
zapatos, tubos reforzados o mangueras, esto último permite que se les dé un
nombre alternativo, es decir, bomba de manguera. Esta clase de bomba tienen
sus cubiertas llenas de lubricante y gracias a ello, puede prevenirse la abrasión
del exterior del tubo que forma parte de ellas, lo que también ayuda en la
disipación del calor. Este tipo de bomba puede operar con hasta 15 bar.
Por su parte, las bombas de baja presión son las bombas peristálticas de
rodillos, también se las suele denominar bomba de tubo. Las cubiertas de esta
clase de bomba son secas. Pueden operar con hasta 8 bar.
3. Ventajas:
En cuanto a sus ventajas, podemos hablar de:
Alta resistencia a la abrasión, por lo que pueden trabajar con productos
químicos, corrosivos, sólidos o productos con gases, además de fluidos
viscosos.
Son reversibles, autoaspirantes y flexibles, debido a que no tienen ningún
tipo de válvulas o cierres mecánicos.
Excelente precisión en la dosificación, lo que se debe a que son
herméticas en un 100%, evitando que la bomba patine.
Su manguera puede sustituirse de forma rápida, sin la necesidad de
retirar la bomba de su emplazamiento, tampoco se requiere personal de
mantenimiento especializado.
La sustitución de la manguera es la única tarea de mantenimiento, lo que
abarata mucho los costes de esta actividad en comparación con el
mantenimiento que otra clase de bombas requieren.
Tienen una vida útil prolongada.
Su diseño es robusto, ofreciendo un funcionamiento suave y constante
hasta 15-16 bares.
Para evitar esto, es importante que todas las instalaciones que cuenten con
bombas peristálticas, tengan un dispositivo de parada o desvío de caudal
(bypass), que alerte cuando la bomba supere la presión límite. Éste dispositivo
de seguridad puede ser: